El Colegio NacionalTanta 1
cirse por muy distintos trastornos anatémicos, I
restaba la especificidad originalmente atribuida a ellos por
Laénnec. Por ejemplo, la diferencia descrita por Laénnec
entre Ia pectoriloquia y la broncofonia, que permitia dis-
tinguir entre la presencia y Ja ausencia de una cavidad (tu-
berculosa) en el parénquima pulmonar, fue enfaticamente
negada por Skoda como sigue:
TATEGNOLOGLA MEDICA EN EL SIGLO XIX
Hérisson
Hi
Helmholtz
Cermak
Wunder
Réntgen
Einthoven
Flectrocardi6grafo
el aire de reserva, el volumen respiratorio, la
capacidad vital y otros importantes pardmetros respirato-
rios; con el esfigmomandmetro, resultado de los experimen-
tos pioneros de Hales, de 1773, y de Poise
Con el desarrollo de nuevos tipos de estetoscopios y el
ausculta-
ta, este primer instrumento de la transforma
ica de la medicina alcanz6 su sitio hoy indispensa-
ble en la exploracién fisica de todos los pacientes, ast como
su carfcter casi simbélico de la relacién con la salud del per=
sonaje que lo porta, sea médico, enfermera o estudiante de
medicina, en todo el mundo occidental.
Gon el estetoscopio se hizo posible, en las primeras dé
del trax y disti
por Ludwig, Marey, von Basch, Potain y Riva Rocci, entre
1847 y 1896, se llegé al modelo de baumanémetro de Ko-
sctamente el interior del ojo;
introducido por Czermak en 1857, los médicos pud
I ver por primera vez a las cuerdas vocales moverse y
formar su movimiento en sonido (en Ia tabla 1 se enlist
os avances tecnolégicos médicos més sobresalientes en
siglo xix) (6); con el espirémetro, descrito por Hutchi
en 1846, se definieron y cuantificaron por primera ver
; de primera linea; en 1887
escribié el uso de un electrémetro para registrar
jos en la corriente eléctrica generada por el cora-
yen 1901 Einthoven resolvié
ctr6metro por medio del galandmetro de cuerda,
cs el predecesor de los electrocardiégrafos modemos.
618 Bbid, p. 114.
cand Cazes of Diseases I
., New York, con Pt
Royal Soc, Med. 90: 280-284, 1996,
LA TRANSFORMACION TECNOLOGICA.
respuestas que dab:
mo y sus secreciones, sentian su pulso y palpaban su frente
y su cuello para apreciar su temperatura y su humedad, y
pocas veces buscaban ciertos puntos dolorosos en Ia anato-
mfa del paciente. El Doctor Iustrado y Racional evitaba el
contacto fisico con el paciente, para distinguirse de sus
competidores menos académicos. Sélo excepcionalmente,
critica (para el diagnéstico de hidrotérax) o la
al de las parturientas (para diagnosticar la posi-
in del producto intrauterino). El examen fisico del cuerpo
enfermo no formaba parte de la consulta, no sélo por-
fa datos importantes para el
‘omodidad y al pudor del paciente, Tambi
lico académico preferia usar las manos lo menos
en su contacto con el enfermo, para distinguirse de
ipetidores en Ia oferta de servicios de salud, como
-08 no académicos, los cirujanos, barberos, parte-
\gradores, astrélogos, hueseros y otros mis, que se
izaban por su inmediata disposicién a explorar €
icamente en los pacientes. En cambio, una
central de la consulta era el examen de la orina del
alizado en un frasco especial conocido con