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Pereira, durante una de sus jornadas en el parque. | Cortesa del Parque de Gorongosa
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/16/natura/1368701425.html
Javier Brandoli | Maputo
Actualizado domingo 19/05/2013 05:26 horas
Ha muerto "el viejo Pereira". Para la meditica aldea global un muerto ms; para el renacido Parque
Nacional de Gorongosa, en Mozambique, ha muerto su guarda. El hombre que luch en la dura guerra civil
por mantenerlo vivo de las masacres de unos y otros; el tipo que so los viejos caminos del recinto,
entonces ocultos por la espesa vegetacin, para reconstruirlos; el maestro que ense a los otros a
entenderlo y cuidarlo; el guarda que aplauda a los leones para domarlos. Ha muerto una de esas personas
que nunca sale mencionada en los libros aunque siempre los protagoniza.
Los que trabajaron con l le llamaban maestro. Pereira tena la naturaleza en la sangre, en su culto por los
ancestros que l tanto respetaba. "Cuando era nio Pereira se haba maravillado muchas veces viendo al
seor Paranga Famba, viejo conductor del parque, bajarse del coche rodeado de leones. No saba l
entonces que la respuesta a ese desafo la vivira aos despus", recuerda Domingos Muala, amigo y
compaero de trabajo en Gorongosa que anot durante aos sus vivencias.
Pereira comenz en ese momento a batir palmas y todos le siguieron. Lo hacan como se hace cuando se
saluda a los jefes locales. Miraban fijamente a la leona y daban palmas sin apartar sus ojos de los suyos. El
len macho, desconcertado, decidi entonces huir y la leona furiosa le sigui", cuenta Domingos. "Pereira
cree que el macho era el legendario len del parque, Chitengo, que ocup un viejo bungalow como su
hogar y fund la conocida casa de los leones".
Esa es una de las ancdotas que hicieron mtico a este hombre. Sin embargo, lo ms importante que aport
Pereira al parque fueron sus caminos. El hombre al que jvenes y reputados 'ranger' como el sudafricano
Jeff Trollip llaman "maestro", tuvo en 1995 que volver a crear las veredas del parque por el que tantas
veces haba caminado desde que era nio. "Me pidieron en 1995 que reconstruyera los viejos caminos de
Gorongosa. Tras 16 aos de abandono no haba ningn rastro de ellos, la selva se lo haba comido todo. No
haba ningn documento de los mismos", cuenta Pereira, que reconstruy aquel lugar a la africana: con sus
creencias y sus conocimientos.