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La historia de muchos das.

Revivo a aquellos labios que nunca se unieron,


Esa dulce guerra de miradas que lleg a su final.
Nunca se escribir lo que nuestras bocas soaron,
Slo ser una de esas grandes canciones que no se olvidan.

Las vibraciones al patinar de la mano,


El calor que nos emita ese absurdo canto,
El coraje que inspiraba la luna y sus vigilantes,
Todo luca como el sentimiento ms puro y prometedor.

Ahora que puedo ofrecerte distintos futuros,


Recuerdo que no se viaja en el tiempo.
Me queda vivir el futuro equivocado
En las memorias de una vida perfecta.

No se usan los mapas para llegar al paraso


Tan slo los rayos, la noche y el azar.
No se necesitan ver cascadas para sentir la tormenta del alma
A veces, incluso el silencio nos alerta de la borrasca.

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