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Beem be Dee dockwehy be fone © & onppere At her bee otectitCows'' M1. Desarrollo de la iavestigacion sobre el poblamiento americano 1 Las TRORIAS PRECIENTIFICAS DE LOS CKONISTAS El descutrimiente del Nuevo Mundo plants, énte ots, tin problema que adn en nucses dis mo fi sido resucto “Gnpleramente a saber, cl del poblamiento de exe continent {yell propio origen dl hombre american. “Dos grupos de tcorias contrapuesias S€ han postlado @ raves de len aos. 1}un origen autéctono del poblamiento -p Ree erera ren aes SA ata de cece Tx pba americana eg y Sessa en tate continenteo 8 es ERanjera en 80 oF EM Tia bandera del autoctonismo ha sido Hvantada en may rarus oeasiones,siendo la finica woria seria al respecto la de Florentino Ameghina (1880). La gran _mayoria, de tas hipbtesis y teorias enunciadas giraban en taeno a un poblar riento aldctono ‘Los primeros que intentaron explicar el origen de los pue: blos nativos americanos fueron los propios "eronistas de las nding Occidentalest. Como éstos, en general y con honrosas fueepeiones, no eran hombres muy instruides, postularon fas hipdvesis mas diversas, muchas de elias totalmente des: cabelladas ¥ la mayoria sia fundamentos reales. Algunas Ge basaron en viejo mitos existentes en Ta civilizactin europea jldeoeritiana, como, por ejemplo, el mito biblic de las 10 tribus perdidas de Israel, 0 ¢l no menos seductor mito griege del continente perdido de a Atlantida “Aunque estas teorias ya son agua pasada y pertenccen fata ctapa prehistorica de la investigacibn, to curioso es que din en la actualidad quedan algunos estudiosos que siguen ‘Rdorvindose por probir aquellas relaciones ¢ ideas desca- belladas con respecto a los origenes americanos que en boca de los eronistss y considerando su época y contexto cultural eran todavia. comprensibles. Por ejemplo, ct crusty bot Sjano Villamil de Rada (18) postuléafiidades eniee is Tenguas andinas,-principalmente cl quechua y ef aymals TEA romeo ingisico semitico; relaciones similares vetica el periodisia norvcamericano Boland (1958). Ee Chile también se ha sostenido algo semejante a princpies fe siglo. "con oeasion del Primer Congreso Cieniic Paw sicrano, donde se planted la afinidad existente entre las tales del’ mapuche con tas del sinscrito. Con respecte & Sigunas ideas. de los ronstas del pasado sobre Chile es imeresante mencionar al Padre Rosales (1674) que soso tue low araueanos tendrian su origen en pucbos que emigra= A desde Tera y, através de Tas isla atldntiess,habrian to- ado tas costa brasileaas para Wegar Finalmente a Chile ‘Nuestro gran Abate Molina (1776) en el siglo 18, cree Contrary semejanzas linguisieas entre lox idiomas «li cos grego y latin y el araucano. Pasaremos una breve revista, @ continuacin, a las prin cipales teoriasesbozadas en ese periods 1A Bl mito biblico pe 4Se refiere éxte, fondamentalmente, a las 10 tribus perdi ie Israel, cuyo destino se ignoré a partir de Ia conquista de ‘ee reino por los asrias en 722 a.C., dos siglos despucs del Gama que se produjo en el Estado Hebreo de x Antgiead Tego dela muerte dl rey Salomén+ Estos dates han queda ensignados en algunos de los libros del Antiguo Testamen fo a Biblia, Nacar-Colunga, 1954).De las originarias 12 Inbus de los »Benei [srael® que invadieron y conquistaron Canaan desde Egipto, a finales de Ia Edad del Bronce, des | puts de la pariciin del Estado de Salomin en el silo PenC., dos de las primitivas tcibus constituyeron el Estado fe fdah en el Sut y Tas 10 cestantes, el Estado de lac! enc Norte. Este Estado septentrional fue destruide por los Asi: iowa ines del Siglo vit a.C.,y su poblacién fae, en gran me ‘ida, dispersada (Bright, 1959). E! destino de Tas 10 uniln ry race detaporccides ha sido largamente discuido* A thnoe de lo importantes crvistas camo Arias Montaho Guth, Gregorio Carla (16) y lou padres Darin y Ls Ca, (see como igualmente el abino halandés. (mace tro de Spinoza) Manases Ben Teach (169 165), en tL Mig sn 'y Lard Kinabocough (103) todavin a mediadbs Me glo, alrmaron que aqulls trib perdidas dl felto bisico emigraron 2 America, colonizando el con(- Wi eve seid sora dna enas ideas nn acs f ieaies Todas las sopuesias semjanzas lngifsticas foliralce cnr Tos indian americans y el pueblo hebrdo nen fundamen serio alguno, no xiendo relacdn Mines sbie cre amb. Sin barge la congregacin ‘religiosa de los Mormones en U.S.A., alin insiste en esta rela Tiong ys pantcara su fundador, cml pasado silo (Sith, Myo) Es interesante hacer nota, en exe content, que froposisa da dsapariim mitriosa de las 10 ius e Wee rpc ene fendamento slid. Las conguiaderts ili searyeony Haran» ws pre dea pes Mira pate fue desplazada y exo permaneié en el ugh Ahead csnscuturadon ports aie y sobre todo po as po- vines srameas contempordness y poserioes. Sin - yigo, wna parte importante de ellos conservé ain, a pesar de fenoe combs wansclturaciones, gran parte de iia y sus, descendents fron samaritan, 18 q Han ccncrvado, en pequeta canted, incluso. hash os das, Lan rates de ta actual Biblia samaritana se sntan, indudablemente, hasta el siglo vilt y atin ® a. cl, Me iy cxnencia de aquel despareido Estado de Is In ceaumenls ress de In 10 ibs biblias nunc i tealmene, muy lejos des gi, sav en los in Mid poopie scno Asin. Por lo tanto, mal pueden haber ‘nunca a América (Berdichewski, 1956).» 1.2. Loxegipeiosy otros pueblos del Antena También se postu la hipiesis de a enn Toren. Antiguo, aderis de 18 gets gue cup onl tec fe 2 “Sgims Agus ators obsearon Bee al cat soar yen a conaocin de se com aquellos ts, exten Merman ynerashiptesisy toriasconcerints al rien Sat nombre american. Eats revlaban, ahora, dela apli ‘Scibn de metodas ceaticos en la investigacion y estudio Ge eaton problemas, aprvechando también ls eridenias te lar cenag naturales ls que extaban enw franco perio: do de crecimiento y dezrello como reslado de la aplc ‘Sond tan gemalcshdeag darwin Era la epoca ch que Sparecan, en Europa y en América, las primetas soci {ty de ameraints , sore tro prt de a cada del seven que a inigaron lo primers cpg interaciona re ae Siericanistas, (Camas, 1962) Las. publacones Imnerkainescomencaron a prolifeary ls dsasons s praiucan 2 ecala“ineenacona, empujando hacia una eaters invengacion intial char AR Crabs de cable hipiesis de trabajo y ters, doce rentals eno posible, en ls hechosyevdeniasconeres Sables de verter "fines del siglo, una de eas wodernasteoviascienti- cas qurtalver mis revcoproo yve empuj a ec Giscones Tue justamente, una que préendia demostar ‘Vargenautetono del hombre amercao yt nica ene Seawida que puede ser considerada en una historia de lain vestigacién. 2.1. Ameghino y el autocionismo americana A fines del siglo pasado el sabio argentino y notable paleon- ‘logo Florentino Ameghino, estudiando las formaciones 2 ee _geoligicas pampeanas del Sur de la provincia de Buenos Ai- res, creyé descubrir restos humanos muy antiguos y de ras- {gor muy primitives, asociados a fauna de mamiferos ex- linguidos, en tertenos del Cuaternario temprano y aun del tardio ‘Terciario. También descubrié una industria ica primitva a la que le asignd gran antigiedad. En consecuen- fia, consideré que estaba en presencia de hominidos: muy primitivos de una notable amtigiiedad, que corresponderian 8 los ceslabones perdides enunciados por Darwin (1859, 1871), entre ls Antropoides y el hombre. De aqui despren~ dig también la conclusin de que el hombre en América no sélo era originario de este continente, sino que en general el frigen de Ia humanidad misma debia ubicarse y bus- ‘arse en las pampas meridionales de la América del Sur, desde donde se habrian difundido hacia el resto de la Tie- tra (F. Ameghino, 1880), ‘Carlos Ameghino, hermano del anterior, fue su abnegado ¥ cficiente colaborador que realiz6 la mayorta de las in- vestigaciones de terreno, quedando de preferencia para su hermano mayor la tarea de gabinete y las elaboraciones teérieas correspondiestes. Florentino Ameghino fue macsiro primario y se formé, posteriormente, de manera autodidictica como paleonti- logo y aniropélogo, llegando a convertirse, a fines del pasado siglo y comienzos del actual, en uno de los mais notables paaleontélogos de América. Su formacién profesional fue, sin embargo, desordenada y adolecié de algunos vacios: no obstante, lley6 a adquiric un gran conocimiento y dominio, ‘como macropaleontélogo de vertehrados y especialmente de mamiferos sudamericanos de los cuales descubris, con su hermano, varias especies nuevas. Visito Europa ha- tendo estudios particulares y fevisando. los. importantes Museos. Se mantuvo atento al movimiento cientifico de ‘su poca. Fue autor de una obra monumental sobre paleon- tologia de vertebrados que hasta el dia de hoy es bisica (Ameghino, 1913). Llegé a ser subdirector del gran Museo de Ciencias Naturales de la Plata. Ademis de la paleont 3 slogia de vertebrados, se preocupa tambitn de_paleoantro- pologia, publicanda’ su obra bisica al respecto (1880), EL Origen del Hombre en el Rio de la Platat en que plan- te sus famosas y diseutidas te ‘En dicha obra y en otros escitos, comunicaciones y po- lemicas cientficas, postulé y defendi6 apasionadamente sus teorias sobre el autoctonismo del hombre americano y Su origen pampeano (Ameghino obras, 1913). Establecid tun posible irbol geneal6gico para éte,cl.que terminaba en 1 Homo Pampeanus, pasando por el Diprotomo, el Tripro- tomo y llegando hasta el Tetraprotomo Platensis. Toda cesta genealogia fue reconstituida @ partir de unos pocos hallazgos de restos Gscos, aparentemente de fbsiles hu- rmanoides, entre los cuales, principalmente, una calota y un femur. No le parecié. a Ameghino exagerada su reconstruccion ¥y consideraba su hallazgo semejante y atin mas importante {que la famosa calota* descubierta en Neanderthal, en el Sur dde Alemania en 1836 (T. Huxley, 1853), y después Ia calo- ta de Trinil en Java descubierta por Dubois en 189t (Du: bois E, 1894) Ameghino era ademés un decidido partidario y defen- sor apasionado de las nvevas ideas darwinistas, legando a cscribir a fines del pasado siglo un polémico y original tratado en defensa Ue dichas ideas (1884). Ameghino fue tuno de los pocos y raros cientficos que trascendid hacia lamplios circulos, inclusive de las propias masas populares y fue ademas un notable divulgador de la Teoria de la Evolucidn en el Smbito del incipiente mundo cientifieo ¢ intelectual sudamericano (Ingenieros, 1919; Marquez Miranda, 1951). En el aio 191, la teoria autoctonista de Ameghino, que ya habia empezado, hacia mucho, a mostrar sus debitida- ‘es, suri un golpe mortal que la dej6 definitivamente des- ‘alifeada. Con motivo del Congreso Internacional de Ame- cates se fee a pat peri el ene samen 34 ricanistas realizado en Buenos Aires y La Plata, el sabi checonorteamerieano A. Hardligky (1912), que vino ese ‘evento acompasado de un grupo de expertos, someti a prucba los hallazgos de Ameghino, comprobando que los Terrenos pampeanos pertenecian, Ia mayoria, aun Cua ternariotardio y no al Terciario; que la famosa calota estuvo mal medida y que ante nuevas y més exactas mediciones quedé identficada como perteneciente a un Homo Sapiens felativamente moderno; y por iltimo que el famoso Femur ino era humano sino que perteneeié 2 un felino pequet. Tgualmente la fauna asociada correspondia a. bolsones faunisticos postglaciales. Aunque Ameghino se defendio, no dando su brazo a torcer y muri6 un ao mas tarde man- teniendo atin sus ideas, éstas perdieron realmente toda ls base objetiva en que pretendian sustentarse, Algunos de los partidarios mis recaleitrantes de Ameghino, especal- mente en Argentina, han continuado casi hasta nuestros dias afergados, porfiadamente, a una teoria ya muerta para la cienria americanista, cuyo certiicado de defuncion fue extendido en 19t0(Schobinger, 196). ‘Todas las. restantes teorias cientificas modernas han afirmado unénimemente el origen aléciono del hombre americano. Podemos dividirlas en dos grandes grupos, s¢- fin se postulara el lado atlantico 0 el pacifico por donde ha- brian Hegado ls primeros pobladores. 2.2. Migraciones alénticas hacia América Naturalmente que el descubrimiento de Amérien para la cultura europea se produjo por el lado atlantico, incorpo- rando desde ese momento el rea americana en los estudios de la historia universal. Algunos estudiosos se han pregun- tado que sien el siglo 15 de nuestra Era, América Tue deseu- bierta, conquistada y poblada por el lado atlntico, no es im- probable que una situacién semejante se hubiese producido antes. Considerando esta posibilidad, dentro de los cino- uy ida Ua See a ee res de ta investigacion cientfica moderna, son muy poras | de la lkima glaciacion, En todo caso, ni este hecho ni el an- fas ideas serias que se pueden barajar. | fn primer lar, hay que coniderar aqui Ta tora de | denabfiiento. de Nortamérca realizado 5 sigos anes se Gaon por navegantesecaninavs. Esta no es ya mas ie ino un hecho histic penamente demos ars lenane on documentos istricos, completamente costo ra a Genin ste y por ta americans. La an te pucionesandinavos Oroenlandia en e silo see are Ea y lego en los primers as del Siglo Xt eo Teade por ellog.de Vinland que corresponde la 2 emal de Canada, To puede ponerse ya en dda (StagnansnyPalisn, 965) te Grownandia se obser una dara endencia hacia 1s Chonan por prt de Tor Vikings, aque db aro oa yo anos No succié To mismo en I cosas sansa a Noncamérca, donde no eviron mis de ease gen En general se puede amar que I inn. ae re ulnnyos Toe prstcamente nla on respecte ST desarrollo cultural americano y no pasa de ser, mas bien win hecho de earieter aneedético, aunque histrico, Aun tlescontando ese aspecto, 1a época misma de ese primer des- fubrimiento europeo que no alcanza mis allé de 5 siglos sates del clisico descubrimiento hispénico, le quita toda posible relevancia con respeto al problema de ls origenes Hel hombre americano. Lin lo que se refiere a contactos atimicos mis temprac nos, algunos autores han pretendide establecer una rela- cin entre los gu aborigenes de las islas Canarias ce pbieadas en el Atlantica frente a Africa del Norte— y ale Gonos indigenas sudamericanos. Las dnicas|semejanzas en- etwadas hasta el momento, no plenamente SCgUraS, © Fe= Feren sblo a ciertas formas de enterramiento. Es verdad que tow guanches parecen scr descendientes del antiguo hom te de Cromagnon, que pobl6 tal vez por primera vez las Ca hrarias desde Africa, a comienzos det postglacial o aun 2 Fines Pa \ terior prucban nada todavia sobre la hipottica egada de tos antepasados de los guanchesa la América del Sur ‘Una sugestiva teorfa sobre un posible poblamiento por el lado atlintico esbozada silo recientemente y planteada en ta preatigiada revista internacional »Current_Anthropolo- yt (Greemman, 1963), s Fefiese a una cones, ota vez, Ge Europa del Norte y la parte septentrional de Norteamé- ‘Hea a fines de la ttima glacacion o a comienzos del post- flacal, Algunos iavestigadores han lamado 1a atencion Site la aparente semejanza de cirtos compleos cultura- Fes, tanto arqueclégicos como etnogréficos, entre algunas ‘calturas de finales del Paleolitco Superior europeo y otras fl Palco Indio, y de los esquimales. Se refieren a clemen- fos de Ta cultura Solutrense europea: pero, en especial & tin Magdaleniense tardio del Norte de Europa. Estos ha- ‘rian llegado, por la misma ruta de los histricos escan paves del Siglo Xt, a comienzos del postglacial, poblando aevmrecemo septenttional de Canada y cuyos descendientes serlan tos histricos esquimales. A pesar de las pretendidas Svidencias de similares rasgos aportados por estos autores fh mayoria de los americanistas han rechazado dichas eet ldencien, considerando ta propia base metodolégica de la fomparacién como sumamente débil. Fuera de las mencio- ses ninguna otta teoria seria sobre poblamientot pro- Nenientes del lado atlintico podriames considerar aqui. Reientemente Thor Heyerdahl realizé un audaz viaje en fun barco construido sabre papirus, segin antiguo modelo tgpcio, partiendo desde 1a costa atlntica del Norte de inca en direccién a México. Logro navegar durante 70 dias, abandonando el arco 200 mills antes de las islas Barbados del Mar Caribe. Posteriormente en un segundo tiajetrunfé en su empeo indicando que con muchas die voitades serfa tal ver posible un viaje de Tos antiguos ip- Gos a América. En realidad, slo demostré la posbiidad de dicho viaje, pero no probo nada mis. 3 Pie PE tek ae Pee a Re ai i gt 2.3. Migraciones provenientes del lado Pacifico En este sentido, la primera y més importante de las terias rmodernas es la esbozada por aquel mismo Harilidka que combatioy desealificé a Ameghino (Hardliéka, 1932), Hardliéka postula un poblamiento totalmente aldctono para América que habria llegado por Ia tinica ruta de Ia fegién de Behring en el Pacifico Norte, es decir, a través del propio estrecho de Bebring y de la cadena de las islas Aleu- tianas poco mis al Sur. Este movimiento migratorio se hhabria iniciado recién en el posiglacial, no mis antiguo de unos 10.000 afios atris, Habrian Hlegado en oleadas sucesi- vas de pucblos cazadores y recolecores, pero sobre todo agricultores neoiticos, todos pertenecientes a la raza mon- glia, los que habrian dado origen a la formacién racial de los amerindios, de caracteristicas uniformes y claramente -mongoloides dstribuyéndose por todas las Américas. Esta teoria tuyo una marcada influencia sobre la mayor de los americanistas en las cuatro primeras décadas de este siglo, Hoy dia, sin embargo, de dicha tesis no queda en pie Inds que la ruta misma de migracién, la zona de Behring, aceptada undnimemente. Pero ya no es posible sostener Caracter exclusive mongoloide de los indios americanos: ni ‘su epoca de arribo al continente, tan tardia y de un periodo nalitico solamente Con Hardligka se establecié, como definitiva, la proce: dencia asidtica de los amerindios y su llegada por el lado pacifico, aul Rivet (1957), el gran americanista gale, partiendo de las ideas del anterior, aporta nuevos elementos de juico ‘Acepta Ia ruta de Behring como la ruta principal de acceso de los inmigrantes asiticos, pero no como la Gnica. Acepta también cl componente mongélico como el mis numeroso ‘importante, pero no como exclusive. Igualmente, la época post-glacial de las migraciones, postulada por el antropélo- fo checo-norteamericana le parece apropiada. Sin embargo, Rivet considera que el poblamiento de América es el resul- 8 tado de varios movimientos migratorios distintos.@\demis del elemento asiitico mongoloide y esquimal legado por via Behring, se sumarian oleadas de elementos avsirafianos y malayo-polinesios, legados por via transpactfica —es ecialmente en el hemisferio sur— los que incluso serian anteriores la legada de aquélos Segin Rivet (1957) los pueblos austalianos posrian haber Megado a Sudamériea por el puenteantirtivw, de acuerdo a la teoria det gebgrafo y antropologo portugues “Mendes Correa (1925-1928), quien postlaba que a los % mill a # mil afios antes de Cristo, habrian rerocedi im portantes masas de hielo antirtico, dejando libres algunas islas australes y tierras antirticas. Esta migracién habria sido posible, como producto de una navegicion primitiva de isla en isla y orilando las costas antarticas hasta arvibar 1 las alas patagénicas del extremo ausiral de la América del ‘Sur. La legada del elemento malayo-polinésico y melané- sico de reconocila habilidad marinera, podria explicarse incluso, por medio de una navegacién transpacifica de alta El elemento australoide habria dado origen a algunos grupos raciales de lor Fueguides en el extremo Sor y el flemento melanésico a grupos raciales Laguidos. Estas fazas americanas serian diferentes a las otras varicdades faciales americanas de origen mongoloide y consituirian fl estrato mis antiguo de los aborigenes, formando lo que Rivet denominé las razas paleo-americanas El autor francés trac a colacién, para afirmar sa tei tuna serie de aparentes similitudes no slo de rasgos rac Tes, sino también de rasgor culturales y lingtisticos que probarian el estrecho contacto entre estas areas separadas por el Ockano Pacifico, lo que le permitiria afirmar el ori {gen transpacfica de los pretendids paleoamericanos*. Rivet, que eg a er drat arn dade neds Director del Mu sco del Home en Pasi (ns Fndaién el miso uel papel print ‘ab, exp us tora sm su cond erm sore ls oigents dl Boore 39 En la actualidad se considera ya superada la idea de Rivet respecto a la legada de los australianos por el supues; to puente antirtco de Mendes Correa, cuya existencia no st ha podido comprobar cientficamente, Por el contrario, hay una carencia absoluta de evidencias arqueolégicas y geoldgicas al respecto, Naturalmente, los restos arqueolé- gicos tendrian que estar en su mayoria sepultados por el ‘mar, aunque no todos. Con respecto a los elementos geold- sicos, no hay evidencia ninguna de plataforma submarina de escasa profundidad, como la existente én la regién de Hebring. Tampoco hay evidencias coneretas con respecto 4 las fluctuaciones de los niveles marinos o a la existencia de archipitlagos de islas que podrian haber servido a ma~ nera de puente, como el de la Aleutianas en el Hemisferio Norte. Pero, sobre toda, los restos arqueolbgicos mis an guos descubiertos hasta el momento en las tierras € iss del extremo ausiral patagénico, incluyendo la Tierra del Fuego, no silo no muestran ninguna afinidad 0 relaciin teanspacifiea, sino que corresponden al contexto arqueolé- ico americana, relacionéndose claramente con culturas similares de més al Norte. Pero lo més signficativo es que estas culturas son de una gran antigiedad, no sospechada| por Rivet en sus primeras publicaciones. Su edad, en base a tronologias de tipo geoldgico, reforzadas por datos de Ra- digcarbono 4, aleanza casi hasta los 12 mil aos de anti- edad. Mucho antes pues, en varios miles de aios, del ‘comienzo del Optimum Climatico, en que habria podido ser factible la tesis de Correa, el extremo austral del continen te americano habria estado ya poblado por pueblos que hhabrian descendido desde el Norte. / De las ideas de Rivet queda en pie, solamente, la pos lidad de la legada de poblaciones melanésico-polinésicas por via transpaciia directa, / americans, publica como un ante ya on 195. Eun oben tw scsi ‘ts edna Ia ukima de fas case, can la coreccons del alr sep ib un ao ants desu mute acacia en 958 (Rive, 95) 60 Imbelloni (1953), el antropélogo italo-argentino, «rato de eaclarecer este timo agpecto de la teoria de Rivet. Par- tiendo de este autor y criticando a Hardliéka, insste en que tno se puede comprender la dinémica humana de América precolombina en su cabal amplitud, si no se tiene en cuenta fl aporte de los pueblos del sureste asidtico, ¢ inclusive de pueblos ocednicos como los polinesos. Admite la migracién de siete distintos tipos humanos, sin insist en la ruta avstral de Rivet, a saber: tasmanoides, fuustralgides, melanesoides, — proteindonesias, — mongoloi- des exquimales que habrian dado origen a los dier diferen- tes tipor humanos en el continente amerieano, los que nu rmerados por su localizacion geogréfica de Norte a Sur serian Tos siguientes: subartidos, columbidos, planidos, sono dos, pucblosandidos, istmidos, amazonidos, pampidos, laguidos y fueguido. ‘Sin descontar la posibilidad de-un origen comin con los fea migracién ultramarina tipostranepacifics en Asia, la omprobada. seria Ia. poliésica, mezclados con la cual pdrian haber llegado también los otros tipos teangpaci- f0s.con excep de los mongolaides y exquimales ‘Algunos anropélogos norteamericanas modernos,_par- tienda siempre de las ideas de Hardica, pero modifcén- dolas, han propuesto también nuevas ideas para explicar¢l ‘origen del Hombre american, Flowells (196) planted la idea de una migracion primi va desde Asia porta via de Behring correspondiente gr os raciales protmongélices, que serian tipos humanos {stablecidos, tal ver en el Sudestey Este de Asia y que hax trian dado origen, posierormente, entre otros, a los stu pos mongalicos asiticos y a los amerindios. Ash, estos iti fos habrlan entrado ya a América anes de Is formacion Gefintiva del once ‘mongolode. De ese tambien ha- brian entrado oleadas posteriores, como paralclamente a éllosy mas tarde los equimales. ‘Orro aneopélogo norteamericano, G. K. Neuman (1952) stables ocho vatiedades, pero que corresponden soa- 6 tment tps de América del Not, no extendiendo su ine tigacn ata Amr dl Sur como lo hee Ibe, Tas tn tn even impentincrenlgn. Aa Fiedad mis antgun sera Ia Otamida que haben I de Asia, por la vin de Being, como it rewanes, ce on Bleisocen trio. Alig or ips mas amigo de Intl y de Rive, ee ela tambon dole, Otras va fiedades inmgradas pscriorment.tertan las Twas ¥ Abhiwidns. Los cmos porque Hegaron teria for Dez eis y os Iuidn que coreponderin als stances ¥ alos esquimalsrespectvament, Uno de sec tin, Snkamente, sharia Tormado en América, coments de eras variedades, dando igen aun grupo de nin te las praderasnrteamericanas. Un tere antropiogenorteamericao ha propueo na hips iereme de Inde todos los ameriare. Se tae M.T. Newman (851) quien propone a aifrenca de in idea de seis oat migatoriag que habran dado or gen ala mayorin de lov ditinos tips amerirnar= gue Ie primeras migraines correspondent un ipo rial © menos hamogées, que habia pened flr 41 Plestceno y que posteriormente,deido a migra tes interns y al deren eclegiess producide po ‘aio sislamient, como tambien ere, haba daca origen ala mayri delat diversas vareades americans Sin excue, naturales, um par de leads misters posteriorscomotade los mangoes) esquimales La mayora de los arguments presents tas mo dernas erin sobre orgen del Hombre Aercaos ana lzadas hasta ahora, con execpcin de as de Rive, ven Ae! campo dela Aniopoogin Fisica, Tambien los lng: tas han trata de elec eprom del Ae tos datos accenbls 2 a eka propio Rie, come Simon, tealedntensos estat ng saber at reasons de la failie linguistics AChont, et extrema. meridional _sdamercan, on, lenguas, del Paclico”SwdoecienialIguaimente,Imbelon at de 62 lingiisticas _potinés fstalecer algunas corcacones ing pol ines (ey Detar am en min oe [3 rena Norse cana com eis Sie ge Nadel Noes am ae eel a= tte unas Emly Ua | jalista norteamericano, Hoijer (194 ha pretendido es ae lazos entre 1a Lengua Hokan y la Malayo- an ea erido, Hngiisa Morris Swadesh (360) pel Me encom conerones genetics, aun di ih wrt denon aan de ona Nore |e ae alingte i AIS Se cue cures nen alist, pore cos |e et are gcc eh at ds | Remind Is dna ater y eapnind ne cami aot potnon coe eee ee attn de ts Antropolgia Fisica y de Ia Lines i para entender el origen ‘del Hombre Americano debem ten de cote urine 0 Sige mary lneada por Hai, fra an sili oe depos mong von del hombre a América ¥ los procesos que la hicieron posible, como asi también el carictr y la epoca de sus pri eves calturas, Vearvos a continuacion fas més antiguas mits de_acceao y los fenémenos y procesos naturales que Jas posibilitaron 2, La mUTA DE BEHRING ¥ LAS OLEADAS MAS AxIGt AS. Para la moderna investigaién arqucoldgica, la teoria de ta Tejana migeacion humana hacia América por la via de Beh fing. st ha eonvertido en un hecho sido ¢ irrefutable. Aun- que fas evidencias més antiguas de las primeras culturas ciyericanas no se han podido encontrar en Tas istas actuales fl estrecho de Behring o en las isla aleutianas, ni siquiera fn la regin de Alaska, sino que profundamente al interior del continente norteamericano, no hay la menor duda que dichas cultures encontraron sus vias de acceso al continen- te, desde el Asia, por regidn de Behring. 2.1, Blaspectoecolégico Hay dos érdenes de fenémenos geolgicos principales —

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