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HERMENEIA 94 Coleen rigid por ‘Miguel Garei- Bars EDMUND HUSSERL LAS CONFERENCIAS DE LONDRES METODO Y FILOSOFIA FENOMENOLOGICOS EDICIONES SIGUEME SALAMANCA 2012 ‘Rams Leon Sache Sober, soe rg! sn © kluwer Acad Polishers 2002 er and Gorter: Eilon de Pipi (03) 1, Pinan at Pawnee Pipe Lon Fre 1022p. 311-340 ety sn Fey Gin 7 9 7 a 37a 7-48 in 52522 la 5 $a a Lond ag 37 Witkin persion fom Springer Since Bases Meda BV. © Pains gums S.A 2012 (6 Gate ead, 28.27- ETM Salamanca Epa ‘Ts (23) 928218209 Fae (8) 925270563 sslicionsaignemees wosipvemces ISHN: 974-8430 1805 Depot eas 388-2012 Ingres er Espa nie Europe Imprints Vora A CONTENIDO Presentactin, de Ramsés L. Sénehez LAS CONFERENCIAS DE LONDRES DE 1922 Método y filosofia fenomenol6gicos Inwopucct6 La final yeneral de a flosoia fenomenoligiea PRIMERA CONFERENCIA {a via eartesiana hacia el ego cogitoy el método de la re- ducoién fenomenoldgiea ‘SEGUNDA CONFHRENCIA Elreino de la experiencia fenomenoligicny la posibitidad de una cencia fenomenoldgica La fenomenologia trascen- ental como ciencia de las esencas de la sujetividad as condental 7 t “TrRceRA CONFERENCIA ‘La fenomenologia trascendental y el problema del conoci- rmiento posible, de a ciencia posible, de las obetividades x de los mundos posbles - 7 ‘Cua comraRencrs ‘La idea concreta de una lgica come doctina de la ciencia y el sistema de tod ontologia. La meta concreta dela lo- Soa fenomenoldgien futura 4 65 ot ELSILABARIO| Alas conferencias de Londres Introduccién y primera conferencia Segunda conferencia “Terera conferencia Cuarta conteencia studio conctasvo, de RamsésL. Sinchee Inirodecin 1, Plat yel sentido dela flosofia primera 2, Desearos yi ciencia necesaria de método 5 Del primer momento del inucionismo fenomenol6gico 4, Del segundo momento del inticionismo fenomenoldgico 5. Dela pasibildades universes y dl futuro de a Fenome nologia uT 20 os 128 13 13 19 iy 133 162 PRESENTACION Ramsés L. Sinehex Soberano I metodo fenomenoligico y la flosofia fenomenoligica es el titulo de las cuatro conferencias que Husser! pronuncis en 1922, ‘ena Universidad de Londres, cuando contaba 63 afos. Hl espirity de estas disertaciones fue «recogido y ampliado»" en su cus hv troducein en la flosofia,dicado en la Universidad de Friburgo durante el semestre de iaviemo de 1922-1923, Con estas conferen- «is, alemas de divulgar la fenomenologia entre cl piblico inglés, Huss! inenia por primera ver exponer de una forma sistematica a Fepomenologiatascendental, Por aque entonces, la bisqued de ‘un exposicin del sistema de la fenomenologia trascendenal junto con Ia investizaciones sobre la Logica genética’, los problemas de la cultura wen evidencia mundanay*y de la psicologiaTenomena- 1. Ct cata nga de 1.121922, eran Dotan I, 2166 dene: Dak 2 Sinkinng i ce Phophie. Hongo 1922728 of Gases, 2m fen aria XXXV} CE nconfereea eh. 31 1 dee, ‘aos ep 8 in Tp 0p. in 22-7 1p Tn Td up 73 np. 3.75 10-88 4p. i 19-995 dein, 7-27 in 29.280 17-9288 np. 292i 2p 307 lin 5. CL. Ht Sptetea Ta phenomaogel moment Maou Ni ‘he Hap. 971, 1359 148 CE ann a saa ng 3811 12 donde tise anc ela ane tno sont Hs Dk I 4 Cahors pn She Frags and Fann Arpen (1518-820) ed. Peet 6 (en ada Hus XD Se Seen ‘ha de Vekeang Transeo Logi 1802, Estey Sarpansnenypten, of ser, 000 en alate a XXX 5° Et siz na Vrrge (19221887, Thos Nemo Hans Rainer Sep, 1989 (ado: Hun AXVID,Fspecant,low ate prepara so os a 1823 T9D4pt neva apes The Kae: wernt ‘etn oie crs Cin es gn Sera a 1 Present lbgiea, ene otros temas, ocuparon la reflexion y la mayoria de los cursos que Husserl imparts durante ls aos veinte. Con todo, las conferencis ocupan un gar especial en la inmens produc hhusseriana. proyecto de sistematizacion dba consstir ela in ‘roducein al objetivo general de a fenomenologi y alas condicio- res qu hacian posible el cumplimiento de su trea Para elo, las ‘onfereneias paren do a idea de que In filoofia es la eiensia mis universal y que no cumple su tare sino esti justifcada absolut y podieticamente desde si misma, La cioneia és universal, lacie ‘ia primerisima debi entoncesfandar con evidencia la tarea coeni tiva de toda ciencia segunda, y para ello debiacaptar e sentido de la ciencia de su tempo y delimitar ls area de a fenomenologta en el futur. Inicialmente, el anilisis nos conduce a la protofundacién dela ide platénica de Ia flosota y la radicaizacion de los eam nos abieros por Descartes. Mis tarde a establever a fenomenologia como cienca eidétien-no sin antes dstinguire de cualquier ciencia fe hechos y de sus praceimientos~y, después de demostra cl set tido de su tarea como fenomenologia ascendena, se ver como lla puede aspire a cra gies normative queda und a todas ls ‘demas cienciasw ptr de sus fundamentos. Desafortunadamente las pretensions previstas, lade una sistemdtia fenomenoligiea, no prion legar a buen trina’; sin embargo, elas srvieron como ‘ieloo primitivo para el desarrollo de las Conferencias de Paris ys mis tarde, en su forma ms mada, para fs elaboraciin de las ‘Meditacionescartesianas®. este desartollo ulterior alude el propio Huasserl ent el prdlogo a la edicién ingles de Ideas". 6. thinner meron 25 Water ema vr Aap, 16h fen ale’ Ch Gos inane Hermagter HS 163 (099) 1.354 bse prin postin pice de ests ones SClambn Zar Pinemenotopecion Rehan ed 5. Lion psc oe {ede Hennes enact’ Ha XXXIV XS eis 6 HX rnd se ta oes Part arden @ fa frome Joga eon press as de Ani Zi, sa {€tnventgacies Foes (tale 8) UNAM, Mec 988 5 pmo ie, cde crass, Une rode J -nemiga tee en Gan y Mig Carhar FCE, Meio 1986, Ta cic emerson el tabyo 3 propre esi dl str Ges 191) poe tio |} ue lore crn ela vet Aho dlascant etn stu ple de dar naman native Por el eater del contenido de sus descripciones y problems, pero también por la tematzacién del nocesario cambio de acid ‘el cintifco, esos textos daben ser considerados, haciendo eco de Tos palabras de Ulrich Melle, como uno de los acereamients ini ciales mis radicales y desatiantes de Huse: es en el nico donde invent realizar realmente una evtca epodicica de la experiencia texscondental". Dieho esto, las cuatro conferencias que ahora se taduoen al es pal se presentan como un dacuento de vita impotancia en rea ‘in con las obras anes meneionadas y, a su vez, en relacién con el ‘estado actual dela Lectura y jue sobre ol pensamiento de Edmund ‘sserl. En ellas se muestra una clara preoeupacin por mostrar la relacin ente la vida y la eonciencia como entee el yo trascenden- taly el yo mundano, Sin embargo, es nevsario afar que ellas on ¢] testimonio de la génesis de conceptos que han sobrevivido hasia |a hima obra publicada en vida por Husser!, diferencia de los escrilos expuestos hast ahora, Huser introduce aqui, como ele- ‘mento fundamental para el comictzo originario de la iosola, une conselacdn de relaciones que son propias a amado ailésofo que comienzay. Esta nocién, sindnima del wlilsofo principanten, ser, a patr de 1922, esencial en los dominios de a poy la reduccion NNocin qu, desde su géosis, ya tenia itencioncs de sr clevada a reino de los concepios Hlosificns". Esto expica queen las exposi cones de los motives platinicosy eartosianos, que en ka conferen cia se toman como antecedents dela fenomenologia taseendestal, se plane el problema del comienzo como ethos de afiésoto que ‘de 1922 nla Unive de Lave 3c kino a, ya fora as ‘Saracens en Pn Ct tor Prac th gn onc Iker toetonto pare Phenomenol; ta. de WR Basce ine, anfon New Yor 981,393 THC lh Mel «Sha Hist ofthe Has Archives nd State Re Fert he Elion of Hise Works, cnfrencia tad cn Pg, Reps {hecem nies de 202 2. Cie Kis der eumpachen Misenchfon wd di ransendent ePhomonoi. Eine Emtlng inde phanomnologehe Paso e ‘alr Bel Nachruc er 2 ve Aap, 197m ala HV Tay ‘lscinal esol 15a de Hse W, Bl de 13.12.1925 tae confrenias de Lor ths debe verse ya lo bo de ka abe “Eo gue comin ons cn emenae iso a Dok 3, 2 Prsomctin comienzan, diferenciindose del émbito ebrco del comenzar sin st- puesto De esta manera, Huser! destaca la primacia del sentido de Ta preton frente la tora. Bn otras palabras, que ia introduccibn cena ilosofia exige una inmersn personal en el esfuerzo que supo- ne pensar radicalmente usselsealiza esta exposiién a pate ce una puesta en pec tica de los principios que condicen« la fenomenologiaa su desti- ‘no univers, Comienza con la responsabilidad que adquere aquel que quiere lear a ser ildsof y abarca, a su vez, los motvos que Le conducen a comenzar. Pero estos planteamientos no estin solos, se ‘oman de la mano del sentido platénico de Ia filosofia y se amplian raicalizando los motives eartesianos del metodo y de la filsofia como filsofia primera. Parti de ellos debe ayudarnos a aleanzar ef caricter de la fenomenologia como ecienciarigurosa»y como la ciencia que rinde fundarentacin dima a tsa las demi. lector nota. que la exposicidn husserliana tene un eariter propyesivo, ya que avanza a partir de los resultados obtenidos por los primeros Drineipis establecidos al comienzo dela bisqueds. Estos puntos de partida deben sor comprendidos en un senide apodietico y como Prneipios que son susceptbles de ejercitacibn, En la sepunda pute de ese texto hemos integrado el «Silbario a las conferences de Londres», Como observara elector, es una guia general las ideas desuroladas en las conferencias. La tarea de taducila al pablco inglés habia sido destinadainiialmonte 8 ‘Winthrop Bell, pero fue George Dawes Flicks quien la ev a te ino" En principio, el Silabario seria enviado junto con las conte rencias, pos Inia era que ala conferenciafuese publicada en las pronsas de la Universidad de Londres y el silabario en el perio dela Universidad, pero ese proyecto no pao realizarse. Sol el Silubario fue enviado alos organizadores de ls eonferencias antes de que Huser relizaracl viaje alnglaterc, Huser! queria faciitar 14, Leads pind pr. Spisglogsn170.Cr ou he Dh Sock for Pheramenlgy 1 (190) 13, pr radi mo cst ‘amchis elas apache ado peo qe Huse i al ex fs a lsftones que Lande eliza mds ade, Haya pblccen ins reset e ner! Shren Mors, Univers of Nae ame Pres, 18, (iia por Peter McCray Freeh Esto 1S icra el e242 151 Has Dok 3,3, fos lectoresingleses Ia secuencia de Ia versién alemana, pues pesblemente su conocimiento del ambiente de la filosofiainglesa Te hubiese obligado a pensar en una guia cinta de las ideas que ‘dsarrllaria en aque fro”. De alli que scan expuestas como ideas risladas, ya gue Solo Gienen la finaidad de mostra los temas que fevin desurollados en la presentacién. En las constants reelabo- Faciones¥ anolaciones posteiores que Hussee reali a estas con- ferencias, y que corresponden al conjunto de textos MIL3 y FIL te los archivos de Husser, la division entre un texto introduetorio ‘ye primer capitulo no est presente. Ks probable que Hussert haya integra hasta ms tarde esta clasificacién, aunque ya est presente ‘nla edciin de Spielgerbors" Como es habitual en las obras completes de Huser, el volumen gue ba servido de base para esta traduccion se divide en texto princi ply textos complemenates. Nosotros hemos traducid el primer y ‘egundo texto complementaro, es deci, as Conferencias ae Londres yl Silahoro a la conferenias de Londves. Ambos han sido publ- Eavos por Berd Goossens en el tomo XXXV de Husserliana bajo «lilo Eineinng in de Philosophie. Vorkesungen 1922/23, Kluset Academic Publisher, 2002. Esta eicién es la segunda revision que ‘Goossens ba hecho alas conferencias, pues existe una versin “con pocas anotacionespostrires de Husserl-en la que no aparece pi fos completos, ya soa porque no fueron leidos,poraue fueron e tminados o porque fueron agregdos mis ted, en ls mliples revi ‘lonos que Husser hacia desus textos”. Algunos aadides de Husser! ‘shes ome Fie Penne Acne at iol, ‘cae muro mis aptoy comple gue cl pesca mio rex e {ect qu ac pia en Aon enone? OI, woes tesetreergetme crm comeetoe «que heros incluido aqui correspond a los que fueron establecides la primera edicién de Ins conferencis, ls aadis posteriores se recogen en el tomo XXXV de Husserana”, pero hemos respetedo ‘odos aquellos que aparecenen latina versin. Hemos consul también una version previa al tomo XXXV de Husseriana, que se halls en os Hussert-Archiet Leuven, en Tague no hemos encontrado cambios importantes, pues en ella aparecen las conferencias tl como fcr eitadas en e tomo XXXV. Por este maivo, en su estructura formal nos hemos ceido a la edicibn de Husseriana. Las minimas dierencias ene las publcaciones pueden sor consultadas por ls es pecialistas en a edict alemana. ara Ia elaboracin de esta traduccién nos hemos efido, dentro Ae fos limites y exigencias que le son props, alos trabajos que ‘Miguel Gaeia-Bar6, Agustin Sertano de Haro y Antonio Zrién han realizado dentro de un proyecto de eaduccién de las obeas de Hus serl. Hemos consultado con frecuencia ol Dicionaeio Huser] que yes sin lugar a das, una base fable par a tadecidin dels ex tos husserianos, Sin embargo, Remos de sefalar algunas liencias gue nos hemos comado, Uns de ells es la diferencia -que solo es problemitiea en noes tr lengua entre Kérper,utlizado para desecbir cuegpos fiscos © ‘geométicas, y Leib, que alude al cuerpo vivo, orginico, encamado, Elis a sido abordada parti de las espovfiaciones de su aparicién, ‘sto es, cuando a traduccin no aclara por si misma si hablamos de uerpos vivos ode cuerposfsics hemos decide aad la punts Tiacion, Pero en los casos donde la descripeidn e cars, no hemos ‘onsiderado necesario explicitarlo, Habria que aaa su vez que la diferencia ene real ea! y reel deel a sido supriida a partir de a traduccisn respeciva de rea e deal yefetivo y no efecto. Bo ‘elacidn con la temitica de fildsofoprincipiants, fundamental aq, hemos taducido Umsno como derrocamiem. Los vocables latinos ‘que no han sido sefilados en el original alemsn eon cursivas han sido Aispucstos sin eusivas. Con esto evitamos hacer énasis en lugares donde el original noha creido convenient hace ‘Algunas abreviaiones recurentes han sido tipificadas como si ‘que: Nova dol taductor [N. de], Nota del Editor [N. de E.], Nota rr de la traduceidn francesa (NTF, Conférencias de Londres [CL], Silabario alas eonferenciss de Londres [Silabario}. Mientras que las nota ealizadas por Huser, fundamentalmente postorioees, han so seals expresaments DDieho esto, es necesario Comentar que con esta edicién conta ‘nos espaol con Ia vorsign mis completa y actalizad ch To qe ata la historia, eSnesis, desarrollo y exposicién dels eonteren tas de Londres, En los lector potencales de esta obra comiertcan ‘movers las posibilidades des reopen, (Quiero agradceor Ia ayoda que me han prestado fos doctores Thoms Vongeht, Ulich Melle y Heinz Leomardy al permiteme const los inéitos del archive Huser! y poder contasar la edi thn completa del tome XXXV de Husseriana, Tambiga agrade: co a Charlotte Luycks y al profesor Bernard Fel lt invitacion a psa una estancia de invesigacidn en la Université Catholique de Touvain poner & mi disposicisn los medios bibliogifics y te gos de su universidad. La ayuda de Vieior Gonzalez Osorno hi ‘io inestimable en relaién con la redacidin de este taba, Lt ta- decid de este important texto pata la cultura fenomenolgiea en lengua espaola no habra sido posible sin el eonsejo y magisterio de Miguel Gaeia-Bars, LAS CONFERENCIAS DE LONDRES DE 1922 EL, METODO FENOMENOLOGICO Y LA FILOSOFIA FENOMENOLOGICA userans XXXV, Hing i de Piso, Vorkesungen 1922/23: 7 ——— 1. Phavamenologisce Meth und Phinomesloisch Pit sep: Londoner Vormge 1922p. MI-h'ySos74y 9.38 Tp. in Sp. 8 tn. 23 =p Thin Usp 9 tn 4p PP a dp 7 305 810-85 lind pth 19 Bin. 0; p. 267 7.277 in 25; 9.980 ln 17284 Ti. 8 292 Lin, 23 » p. 307 lin. 15, e i 2. Shllabus der Londoner Vor, p. 364-374 IntRopuccion LA FINALIDAD GENERAL, DE LA FILOSOFIA FENOMENOLOGICA. La mejor manera de satsfacer In honrosa invitacion a dietar unas conferenias en est importante lugar de la eieneia ingles, mientras hablo de un mélodo fleséfico nuevo con el que se abe 1 a intuicién coneteta el veino desconocido de la subjetividad teascendentaly,adicionalmente, omando el riesgo de intentarin- tuoducirles en las esferas del pensamiento de una ciencia filosti- ca fundamental, an sueva, que se ha establecido en ese suelo in tuiivo conereto, e, creo, It de introducrls en Ia fenomenologia ‘rascendental Pspero poder despertar ciertacomprensin a favor Ge la incomparable indole peculiar de esta ciencia que es pu- ramente descriptive , al mismo tiempo, puramente apridrica, y también eonvencerles de que no puede surgir sin fundamento en las mis ltas pretensiones del rigor eienifico. Ademis, se debe localizarclarameate el significado central de la fenomenologia dentso del reino (otal de las ciencias y mostrar que la fenome: nologia capta en si cl sistema general de las fuentes del conoci- ‘nento a partir del eval todas las ciencias auténicas deben deri- ‘var sus conceptos y proposiciones fundamentalesy toda I fuerza 3 0 que un triéngulo tiene cuatro lados, ya que estas son hip6tesis apodicticamen- te imposibles. La prucba de las posibilidades que nos hemos dado seri de una gran importancia metodol6gica. Mantenga- :mos firmemente este resultado: ninguna experiencia peculiar cespacio-césiea puede obtener el earicter de algo dado en si ‘mismo absoluta y adecuadamente; por lo tanto, tampoeo lo puede obtener, ni mucho menos, la experiencia universal que ime offece la naturaleza infnita como danacién inmediata. O, Jo que es lo mismo: aun cuando mi experiencia externa pudie~ ae aia cartesieay a reduc frome a ca ser perfecta, no excluye jamas la posibilidad del no ser de Jo experimentado y, afin de cuentas, del mundo entero. Pero esto no concieme tinicamente a Ia experiencia puramente f- siea de Ia naturaleza, sino también a la experiencia fundada cirella de To animal y, especialmente, de lo fisico que no ne- testa de cosas de Ia experiencia para ser-, y aunque es claro jque yo experimento, aun asf ningtin cuerpo de experiencia, ringie hombre, ninguna vida animica de ningén cuerpo vivo, cualquiera que este sea, nada de esto es experimentado en evi ddencin apodietica. De acuerdo con el principio del comienzo, nada de esto debe existir para mi, la totalidad del mundo, en- tera y plena, debe estar co-comprendida en mi derrocamiento, asi como todo To demas, esto es, 00 solamente lo psiquico, sino también la experiencia objetiva psico {Todavia puede quedarme algiin resto de algo? {Se puede dar algin tipo de experiencia de alguna clase, que sea ade~ cade, que offezea su objeto de experiencia en eerteza apo- sictica, ce un modo tal que esa experiencia hava apodictica- mente imposible el no ser de lo experimentado? ;No abarea {a totaidad! de! mundo el todo de lo experimentable, el todo de los seresindividusles en general? En una constante modi- ‘ieacién fundamental del curso del pensamiento caresiano, respondemos: Ia manifesta posibilidad spodictica del no ser de la totalidad del roundo, que experimento ahora mismo y jque me encuentro experimentando, no afecta de ningiin mo- do al factum de esta experiencia; dicho mas conerelamente: al factum que experimento de esta 0 aquella cosa, dindose de este 0 aquel modo, de este mundo espacial con sus euerpos, hombres, eteétera, ‘Aun cuando este mundo no fuere -este que experimento aqui ininterrumpidamente-, sigue siendo del todo evidente «que-yo experimento, que me son dadas estas cosas aqui como percibidas, que ellas aparecen tal como apareeen, ahora sin claridad y mis tarde claramente, ahora en esta y después en ” Primera confensa ‘otra perspectiva, eteétera, y que ahora creo en ellas pereibign- ddolas como realidades espaciales. Pero esto es cierto apodie- ticamente sien la reflexidn no tengo en cuenta Ia experiencia ingenua de estas cosas, de este mundo, y sia cada momento puedo sostenerrellexivamente que «yo percibo esto y quello, ylo pereibo en este @ aquel modo de apareeer», Tal reflexionar 5 um percibir nuevo, una percepeién de las percepeiones de la cosa y sus contenidos. Si designanos una pereepeisn como pereepcion natural o percepeién mundana en general, enton- es la nueva percepein reflexiva puede ser designada como ppereepcién Fenomenolégica, o también Lomo percepcién epo- lgica; en ella esti ef abjoto del «fenbmeno» de Ia percep- cidn «casa», el fendmeno de la percepeidn «mesa», etestera, © bien, este ego cogito, este «yo percibo esta cas, esta mesa cteétera», Dicha pervepeién fenomenoligica es absolutamen- {citrevocable: el hecho que ella capt, lo capta como una apo dicticidad evidente y como dado adecuadamente. Por tanto, es apodicticamente imposible negar lo peccibido, Al reflexionar hallo que «yo estoy experimentando esto y aquellon y lo estoy cexperimentando absolutamente cuando comprenl adecuads y descriptivamente la expresion «yo soy’ Pero ahora el dominio de esta experiencia apodictien se am- Plia infinitamente de inmediato. Yo podria recordar mis viajes, personas, conversaciones, electra, pero cabe la posibilida de {que todo esto no sea més que un suemo, que no haya sucedi- do re sin embargo, en lo que concieme al hecho de la rememoracién, yo no puedo dudar de ella en absoluto en tanto que esta vivencia real es caplada, Y asi, cuando pienso 5, Conds aa mad acres fan de eng afl, da qu ec sen cl desl de sph, Hse iz sth be ds da eon etc tym cepernetnde ao ¥ seo, er francine el yo no pede hears del ea no ‘elton velo Ex por eno ih Bins so oa eo ‘tuners ajo ests ago ey peo aneamete ponelrne iereni hie ery ttre ete saci [N de) Lavi cavteianay ta rahe eamenoliicn is aque pienso, cuando juzgo de modo evidentemente 0 no, cuan- do juzgo mateméticamente,eteétera, juzzo de modo evid te o matematico; cuando tengo agrado de algo, cuando deseo, siento, quiero, deseo, siento y quiero de alin modo. Si mi recueto y mi expectativa, mi pensar tebrico actual, si mi to mar una posicin esttica, si mi deseo y mi querer es correcto ‘a ineorreeto, racionalo iracional, bueno o malo; eso, a partir de ahora, donde establezco Ia evidenein apadictica de la per cepeidn epologica, de la pereepeién del ego cogito, no debe estar en cuestion. Fstaevidencia no puede de ninguna manera llegar afectar la levitimidad o ilegitimidad de mi cogito; as tomas de posiciin, las menciones judicativas y axioldgicas, Jas menciones volitivas, aquellas que efecto realmente bajo el titulo de ego cogito podrian ser proporcionadas como siempre y eventualimente, tener en si una evidencia, pero su evidencia no es la evidencia de la percepeién egologiea que rellexiona. Lo que ella establece aposicticamente es tinicamente el hecho de que yo experimento ast o asi, que recuerdo, pienso, sien- to, quien; que en ello realizo esta © quella toma de posicién con estas 0 aquellas caracterstica, carateristicas que les son ‘ictcamente propias. Asi, debo tener en cuenta fundamental- mente que todo cogito de este ipo tiene su cogitatum frente al que se toma esta 0 aquella posieién, pero también que en la scttud egologico-reflexiva no puedo introducir como valida ninguna de estas tomas de posicién para el cogitatum, que no puedo tomar parte en ninguna. Si quiero ganar la esfera de haechos egologicos, solo puedo constatar los fendmenos come {facta y solo las tomas de posicién comprendids en ellos. De este modo he ganado un flujo puro apodieticamenteindudable yy hechos dispuestos a caplacida en todo momento, cuya de- ‘nominacién cartesiana universal es, como lo llamaremos pot buenas razones, la subjetividad trascendental o absolut La respectiva desconexién del mundo experimentado na- turalmente es, de acuerdo con un caso especial de la desco- a6 Primera cnr nexién universal de toda toma de posicidn, aquella que debe cfectuarse en cada cogito, si quetemos captar fendmenos pu- 10s come hechos egologicos absolutes, [No obstante, hubo buenas razones por las que se ha desarro- lado con tanto cuidado Ia demostracién de la posible inexis- fencia de! mundo -aun cuando esté siendo experimentado- esto se debe a que sin duda, no existe otro medio, ninguno mis penetrante, para prevenir un deslizamiiento que nes conduz- a. psicologismo natural y al naturalismo que psicologiza la subjetividad trascendental -como hi ocurido con Descartes como «mens sive animus sive intelleetus», ya que con esto se cobstruye desde el principio el acceso a una auténtia flosofia lrascendental y una auténticateoria del conocimiento [Nos hallamos en et punto decisive de la encrueijada filo: séfica. La diferencia entre la experiencia egolbgica y la ex- periencia mundana no es en absoluto la diferencia habitual entre la experiencia exterior y la interior. De hecho, el sentido entero de mucsiras exposiciones reside en que la percepcién egol6gica apodietica es, en principio, distinta de toda expe- riencia mundana, ya que esta al final, siempre esta fundada cen experiencias psiquicas. Y esto es asi porque el te y apodietico no es, hablando concretamente de la subje- tividad trascendental, de ninguna manera, el «alma captada empiriea e introspectivamente. La misma psicologia es una ciencia mundana, ciencia de la vida animiea de los hombres y los animales, es decir, de las facticidades del mundo, Toda ex- Periencia psicolégiea, tanto la experiencia de si mismo como li experiencia del otto, tiene su propio sentido psicolégico de conformidad con una fundamentacién en las experiencias na- tural y somatologicas. Aquel que plantea la formulacién que cel mundo experimentado no existe, aquel que perman dicalmente alli, sin tomar ninguna toma de juicio en relacion con su existeneia, ha retirado sus pies del suelo de la psicolo- sia, asi como de toda ciencia mundana; ha perdido, cel mismo cevidere ar asiecartianay led fnomenaligis ” modo, todo lo psicol6uico 0 psiquico, esto es, todo To que es animico, asi como todo lo que es fisico. Pero de esta forma lo ‘mostraremos-, ha prepara precisamente el suelo de la feno- menologia y de Ia filosotia, En cualquier caso, el mundo eon {todas las walmas» y también con mi alma ha sido puesto fuera de jucgo mediante la areduccién fenomenolégica», pues los hemos reducido al auténtico ego cogito, La posibilidad de la no existencia de! mundo, utlizada para Ja hipétesis de que el undo podria no ser, no afecta al resto de esa esfera de hechos trascendentales y muestra, a su vez, que esta esfera es absoluta y que esti cerrada en si misma y que es absolutamente inde- pengiente dela existencia o inexistencia del mundo, ya que no pertenece de ninguna manera a Solo asi hemos ganado la subjetividad trascendental en su fndote propia y en su pureza, como una subjetividad que, sin contrasentide alguno, nunca podria llegar a ser tema de la psi cologia, la cual es, en ella, fenimeno, No podemos quedamos, coano hizo Descartes, a medio camino; debemnos llegar al final No povlemos contentarnos con decir yo, en tanto ego abso: lumente evidente no soy, naturalmente, este hombre. Debido «aque mi cuerpo vivo es experimentado solo sensiblemente y no necesita set, yo lo desconecto, haciéadolo meramente mi fendmeno. Fn consecuencia, yo soy un alma pura, ¢ incluso, como dir Descartes mis tarde, una subsiantia cogitans. El alma, en compatia del everpo, deviene mero fenémeno. Pero sinos inhibimos de todas las tomas de posicién naturales y mundanas implicadas en esta palabra, ya no se puede decir nada més dela psicologta ni del alm. ‘esd el mc can psc (ase dem ln us Ms eh, ida del ano race sc majors aes ea po Dia de bers moti qe de nn gids sme nah permanee ‘oo compte en event api sgn compat soa: 0) ‘pr nel dei ein, ag det nnd, cles des ‘et del mud puamerioen nto cos) desde ont de s Primera conforncs La formulacién del no ser del mundo (o el abstenerse de tomar partido en relacién con las dos posibilidades de ser 0 no ser del mundo) conduce, cuando yo reflexiono, a la evide cia absoluta y apodictica «tengo estas y aquellas experiencias naturales, veo esta casav, al mismo tiempo que dejo abierto el ser de as casas. En ese momento tengo Ia marcha fluyente y concatenada de Ia experiencia natural como algo existente fabsolutamente, Pero este absoluto «yo experimento esta casa, estas cales,eteéteray,no es todo. Ahora tropiezo, instantinea- ‘mente, con unas cortientes de vivencias muy diversas, cone} «g0 cogito conereto. Por ejemplo: viendo Ia exsa podria tener al instante el agrado, el deseo y ademmis la voluntad de com- prarla, voluntad que podtria acabarse cuando yo empezara a hacor cuentas, etedtera, Todo esto recibe su sentido absoluto ‘como un ser que fluye continua y absolutamente si reflexio- rand, lo tomo en su ser propio y esencial, en esta epoge. Se ‘rata de un ente que en todo momento es real’. Ahora es fil dlistinguie lo que es un ent individual de lo que est aludido en clo pero que no es captado 61 mismo como individualmente actual, Siyo juzgara directamente que 2 <3 y que 2% 7= 15, centonces habria algo que la reflexion coneibe como viveneia absoluta: ue yo juzgo que 2 <3 y que 2x T= 15, Pero en nin- ‘uno de estos estados de cosas participa el cogito, mis bien, participa en Jo juzgado en él; en un caso, de un estado de cosas real que es permanente y, ademas, de un estado de cosas apo- dlicticamente evidente; y, en otro caso, de un estado de cosas que no permanece, un estado de cosas sin sentido, Pero el es- tado de cosas no es eso que la reflexibn encuentra frente a si como «ego cogito», Bl «yo juzgo que A» es lo absolutamente dado; la reflexibn apodietica no encuentra el A juzgado, mis 7. Main pontro de hse dee act. st lg isenten soe ee sta abot soma vsti aol Imes Mayen cots cuando yo me apie de ale poe ene o> poy ciel extn y eagle (NE) Yr avin crtsiany lo redesin frome » bien halla el juicio mismo, toda vez que este sea evidente. Lo ‘mismo sucede para nosotros, manteniendo absolutamente el cjemplo del «yo experimento esta casa», si desconectamos la existencia de la casa, si contemplamos In ereencia que tiene lugar en la experiencia pero sin ponesla en marcha, ni partici pando en ella estableciéndola como algo reflexionado 0 como tn hecho- fijamos de este modo en la relexién, cuando hace: 9s el juicio 2 x 2 = 4, Unicamente el hecho de que nosotros jzgamos ast, pero no la existencia del estado de cosas 2 x 2 ~ 4, Es asi que podems teflexionar consecuentemente acerca de cada «0 experimento, yo pienso, yo siento, yo quiero», shstraernos de todo juicio y establever siempre, inicamente, los bechos captados en si mismos y -en relacién con ellos~ lo ereido en las cteencias que provienen dela experiencia, lo pen- sado en el pensamiento, eteétera, En general, poderos poner fuera de juego toda toma de posicién que se realice actos del yo, en el sentido de que ahora no tomames parte en cllas sino que dnicamente las establecemos como hechos, Solo asi hemos obtenido la experiencia egol6gica pura ysu dominio absoluto, Estas tomas de posicién podrian ser correctas © no, pero son absolutas en tanto hechos, El privilegio otongado a ln desconexién del mundo consiste agui en que si él no est realizado conscientementey sila posibilidad del no ser no es reconocida, entonces nos dirigimos inevitablemente a inter- pretar toda experiencia ezolégiea como experiencia interna y ‘ano advert que de tal manera no habria ninguna experiencia pra sino una carga de prejuicios, I principio de a filosofia que comienza radicalmente y el Principio constante de la fenomenologia es el del radicalism mds extremo de la adecuacién intuitiva de toda comprobaciéa «en todos los niveles sistemiticos, Esto significa que no se pue- de pasar rpidamente por encima de lo dado apodicticamente ca a reflexin ni sobre su descripeidn adecunda y pura. Por lo tanto, que eada palabra que enuncie, cada concept que emplee estos ” Primera canto {debe ser tomado puramente del acervo apodietico de la per- ‘cepeidn. Introducir conceptos como mens, anions, inellectus, substantia cogitans, que be sacado de otto lugar, por ejemplo, de la tradicién floss, seria una completa abdicacin de la finalidad de la filosofla, una especie de pecado capital filos6- fico, Pero esto es porque ahora tomamos como resultado nada ‘mds aquello que poddemos defender absolutamente, esto es, que bay una experiencia reflexiva apodictica y evidente que me he asegurado metédicamente a través de esta desconexién pec: liar que hemos llamado reduccién fenomenolégica. En ella be ‘ganado un suelo de experieneias absolutamente indudables, un Ambito de seres en si, eerrados en si absolutamente, a saber, ‘camo objetos de a percepcidn pura. Esto es asi au si el mundo no existiera, Pero, por otro lado, debo tener cuidado en decir {que esto es westerion» al mundo, que esti «separado» del mun- do; asi como también dbo tener cuidado en decir que esto es ‘un fragmento, un «fragmento del mundo que me es dado en cevidencia». Sélo podria decir que a esta esfera dad absolute ‘mente pertenecen todas mis experiencias del mundo, tomadas puramente en tanto vivencias. Y aqui se establece una relacién, {ude qué tipo? Ahora no puedo decir nada sobre esto, SEGUNDA CONFERENCIA EL REINO DE LA EXPERIENCIA FENOMENOLOGIEA ¥ LA POS! BILIDAD DEE UNA CIENCIA FENOMENOLOGICA. LA FENOMENO- LOGIA TRASCENDENTAL COMO CIENCIA DE LAS ESENCIAS DI LA SUBIBIIVIDAD TRASCENDENTAL! ‘Coloquémonos una vez mas en la actitud de la meditacion filas6fiea del yo y en el discurso del yo. En este sentido, yo, el fildsofo que comienza, quiero por decitloasi- a salvacién, demi alma ético-eopnitiva; me encuentro en peregrinaje hacia un conocimiento universal y absolutamente justificado y he aleanzado el ego cogito como una esfera de experiencia apo- dictica y evident. Qué puedo hacer con esto desde un plano twérico? {Se trata de seguir la via de la metafisica cartesiana, esto es, de concluir mediatamente el «residuo del mundo reaby 8 partir de la realidad de mi propio yo que supuestamente me tstit dado sin duda alguna? {0 acaso tenemos ante nuestros js una metafisica especulativa del yo? Eso esti exeluido para mi. Yo no quiero especulr, sino ex- tet total y exclusivamente de las fuentes originarias de la in- ‘uicién adecuada, Mi fundamento debe ser inieamente lo que «xperimento intuyendo directamente, eso que me es dado en simismo de modo adecuado. Solo de aqui debe ser tomado el Principio de legitimacidn de toda progresién del pensatmiento, | Dieu tend 19228 do, 2 Aros postin de Huse a tnsinia 90 es de wingin meso stoic, mis bq spat er essa estate on tr 18 cic gu oe ap pain poet pc Ne e Sogn conrnca Por otra parte, eso que ya hemos dicho contra Descartes nos obstruye eo ipso toclas sus vias posteriores y todo el «tea. Tismo eritco» que se deduce de él, EL ego no es una de las rea lidades destacada dinicamente para mi a través de la evidencia adecuada, Bs lo dado de la experiencia fenomenoléica, que adquiere su fuerza del hecho de que toda experiencia natural ¥¥ en consecuencia, toda experiencia de realidad ha perdido 'u vigor: Por lo tanto, el ego no es ninguna realidad y mucho menos un trnsito posible para la deduccién de realidades, que linicamente puedan transitar de loreal alo realy que est lig ddo ala «aottud natural. {.Cémo avanzaré a partir de ahora? Esta claro que, antes de ‘que pueda considerar ulteriormente lo que tengo en el ego oo. sito, debo examinar mis a fondo en qué medida serfa apropia- ddo como fundamento de una ciencia, De hecho, lo hace muy necesario el investigar en el émbito de la experiencia egol6- za, pues él es para mi completamente extrano, Mucho antes de interesarme por las ciencias de la experiencia, el reino de la experiencia mundana me fue familiar en Su tipologia con- ‘ercta gracias a Ja incansable labor de experiencia de los alos de infancia; sin haber tenido una eonciencia abundantemente formada por experiencias jamés habria podide llegar a una ciencia de las experiencias, Pero, por otra parte, nunca he con- templade fenémenos puros y nunca he conocido ni uprendido «a describirlos en su tipologia peculiar. En principio, la reduc- cidn fenomenologica me hia abierto Ios ojos fenomenol6gicos y me ha enseftado a captar Io subjetivo trascendental, a este ‘yo que antes habia vivide Gnicamente como hombre natural, ‘como hombre entre los hombres y en el mundo. Por tanto, es necesario comenzar examinindome y orientindome un poco neste nuevo reino. Por supuesto que, si quiero obtener cono- cimientos profundas sobre aquello de lo que puedo disponer posteriormente de modo teérico, nunea podria. prescindir de ‘una larga infaneia fenomenoléica apostbiiad de acieciferomenages a Con el fin de garantizar a pureza de todas las percepeio- nes y de todas las deseripeiones, no debo perder nunca de vis- 1a la regia inviolable de la reducciin fenomenologica ©, co- so también podemos llamarla, de laepoeé fenomenoligica: la de poner fenomenologicamente wentre paréniesis. Esto es 1) por cada transicién en In reflexién del yo, con el que he ganalo inicialmente solo un factum del mundlo psicolégica 0 ricolisico, debo impedie toda eoposicién del ser real objet vo, y esto en toda direecién posible; asi, en el respective «yo pienso esto y eso, yo deseo hacer esto ¥ aquello, ir de paseo, stoétera», esto vale tanto para el término yo como para los términos paseo, pensar, ewétera (ya sea por renombre © por deseo de alimento), Sola el vivenciae puro como hecho, eso «que permaneve sin discusién, igual cuando supongo que no hay ningtin mundo, eso es lo apodietica: el «lendmeno» tras cendental dela feiomenologia. 2) Pero no solo suspendo toda posicién del ser del mundo y cualquier otra toma de posieién judicativa en relacién con él, mas biew pongo en suspenso {oda toma de posicién en general que quede en el mismo co- gito-en cuestion’, Unicamente el hecho que yo fj, que juzeo asiy asi, que valoro asi y asi, que me pongo tales y tales fines, cera, solo él es mi fendmeno, Solo él es conocido apodic~ \icamente en la reflexion fenomenolégica, Sin embargo, yo no efecto la toma de posicién que queda en el juicio mismo, nien la valoracién misma, ni en el mismo poner fines. Co- juzgar, eovalorar, en general, tomar coposicién, significa po- ner los objetos percibidos, e estado de cosas juzgado, el valor sentido como un estado de cosas que existe verdaderamente, ‘como un valor real, eteétera, Esto significa poner algo como existiendo y que no pertenece al acervo intuido adecuaca- iente del cogito. Percibiendo, juzgando, valorando, ctestera, 5. Aci posterior Hse Iain Ide jo msm prado sete yt a= “ Seana confrncr hago mencidn de estoy aquello, Unicamente este mentar per. ceptivo, judicativo © valorativo, snicamente lo vivido que ha sido mentado coneretamente es el factum que puede poner de manifesto la reflexin puramente fenomenolouica y, en general, del mismo modo, en tanto hecho apodicticamente evidente, Si la cosa percibida existe realmente, siel estado de cosas existe legitimamente, sie valorar presunto es un valor real, eso ahora no esti en cuestiin; pero ett todo caso, es cer. te que las cosas, los bienes materiales y, por ello, la totaidad del mundo experimentado, pensado, valorade,etestera, estin incluidos en la vivencia mentada (en lo percibido, lo juzeado, teteétera), pero no como componentes efectivos". Entonces, el ro ser del mundo no afectaria el ser de estas vivencias puras, Esto vale para todo fo mentado ms all del acervo de conte= rigs efectivos. Sien un caso dado yo quisiera llepar al fen6- ‘meno puro, entonces deberia «desconectar inmediatamente todo lo que esti puesto en general como existent, verdadero, Tegitimo, esto es, que como fenomendlogo no cebo cojuzear, covalorar,eteéter, ‘Aces interrupeién de todas las tomas de posieiin que ya. cen en el ego cngita natural que se intemta purifiea, la Tama- mos epoge fenomenolégica. También el imino figurative de la puesta entre parsntesis, al que hemos necesitado tanto, esti ‘aqui comprendido, Cada ver que paso a la actitud reflexiva capo y, eventualmente, expreso un fragmento de vida vivida, algo percibido, uzgado, etestera, con lo cual pongo inmediata- ‘mente en el espritu un indice de la desconexién, una puesta en tue paréntesis,entendido como un simbolo que desde muchos puntos de vista me invita a practicar la epoge sobre este primer ‘4y0 pienso», ya que de este modo he obtenido inicialmente dato fenomenologico ego cogito, el hecho trascendental. 4, Anata posite de Huser Pero el mud 0 sep svalraoy ton exon soso evtusnet ees [N de a posible de wn inca enmeigca s sta rogla dela posta entre paréntesis me hace ala vez no itoducie en absoluto ninguna expresin natural en el mic {o fenomenol6xico, Esti prohibida toda expresién sobre alo pura y simplemente peribio, sobre lo pura y simplemente va Toad, sobre lo pura y simplemente tendo por objet, eter, tl como lo expresadiretamentey sin ms el Hombre natura eigen, eso es, vviendo en lo pereibido, en lo valorado, en toaspiredo, pues es ast como él habla sobre las cosas, aquelas «qe existen, sobre las cosas belas, sobre fo que le sult tl, «acer, de un mod tal que pone todo esto como exstiendo, como veradero, Como fenomendloge, no debe hacer ningin ‘to acto de emunciaeién que no sean Tos de Ia eles del yo, [No puedo decir cel cielo es azuby; mis bien, to tnico que po dia decir es «90 veo que el cielo es azul. ¥ aunque esto tam- ign To suo hacer el hombre ingenuo, si tuviese oeasgn de sara a acti reflexiva, estas posiciones seguiran conse ‘indose, Pero noes solo por esto que no reflexiono nicame teen mi cogia, el que ahora mismo es Vivido ingenuamente, sino qu con esto contatesto cualquier posici stuada en él portanto, i pratico la epogé, la refexiin natural se convierte nreflexinfenomenoldgica y, especialmente, en a percepeién fenomenoligica, que es lo nico que aqui esti en cuestién, de la que emerge el ego coxito como hecho traseendeaal pur, Salo como espectadar devinteresado de mi vida egologien tascendental yo puedo itu misery mi esenea absolut 5, Modizain y adi pstesir de Huse», como femmentoge 0 toning chance desta dle gue a et ade pot ore en fein dl oa es cheno hae Ne east ‘Srl ees mln ga Ge Yo oo aor ge cise ie Ps doe ‘ures yo ean dl msn md gi aor hares ue praca Strat Escargot elt srl at 9 ceca ‘lexi, no dj Ge cmpl yrs os oy pr ns olen a pl ale omoet qe sha api sit ode en veesn 9 se hs qurio ‘arcana onc lo cna rctarente one igo vale Ne) 6: Unny ota ver alo rent ntl ist omens select desternay dea vices sci ate [Nae | “6 Sands confenca Pero ahora es importante tener en cuenta que con la puesta entre paréntesis que viene del dominio de la Fenomenologia no siege tos considera as poses eleanor de zo. Sin embar, sino samosas pre poe ini esos ec NE) “ Sounds conerncia Nuestro resultado final es que una fenomenologia eidética ‘como fa primera de todas las filosofias es un objetivo posible -y necesario; es la ciencia primera de las legitimidades absoly. {as en el sentido de los principios dircctrices de la evidencia ‘adccuada, En la siguiente conferencia seri expuesta como la filosofla apriériea y universal y como la madre de todas tas ciencias apridricas. Mostraremos, en primer lugar, que es la Unica teoria del conoeimiento en sentido plono y, posterior ‘mente, que una ligica completamente desarrollada y una dos- tina de la eiencia eoinciden con ela TERCERA CONFERENCIA LA FENOMENOLOGIA TRASCENDENTAL Y [CONOCIMIENTO POSIBLE, DE LA CIENCIA POSIBLE, DE LAS Om JETIVIDADES Y DE LOS MUNDOS POSIBLES! Fl camino necesario para todo conocimiento bien funda. rmentado, © lo que para nosotres es lo mismo~ el camino necesitio para el conocimiento «filoséficon, en el sentido ge ‘wine més elevado, conduce al autoconocimi «ue han tatado de mostrar las Ieeciones anteriores. El enigma délico yw oveavedy tiene un nuevo significado. Hay un ti po de experiencia que abre a todo aquel que quiera llegar a se fldsofo su absoluto ¢ innevable ego cogito, su subjetividad ‘vascendental, pero que no implica de manera inmediata el sig nificado de una eiencia floséfica de hechos. Hay, ensezuida, una intuicin de esencias, una «intuicién eidétiew», como tam- bign la hemos denominad, Se refiere al universo de las posi- bilidades egol6gicas puras y capa sus formas esenciales y sus leyes esenciales generates en descripciones adecuaddas, esto es, ‘coma necesidades apodicticas. Abre, como hemos concluido en nuestra dlkima conferencia?, la primera de todas las filo sofia, la feoomenologia tascendental, Solamente a partir de ahora nos beneficiaremos de las indicaciones ejemplares de los hechos egoldgicos, aguellas que hemos establecido en la con 0, B30 e8 fo 1 Diese 9 dejan de 1922 [de 2 Serer lnsegunscofewoca (de) “ acer conferees ferencia anterior. ¥ ahora ya no necesitamos atamosa la estera fluyente del presente, pues podemos eonectar perfectamente con la esfera de recuerdo, asi como también eon las libres mo- difieaciones de la fantasia, Puesto que ahora solo importan ls posibilidades puras y no las existencas ficticas de las viven- cias correspondientes, no importa el ego cogito fctco, sino el yo posible, la conciencia posible, Ia objetividad intencional posible, y 4 continuacién, importa mostrar tales posibiidades claras en formas esenciales apodictieas y evident y ls leyes esenciales en generalizaciones ituitivas puras para levers a ls expresion adecuada La bisqueda no lever mucho tiempo, EI resultado de la actitud dirigida alas posibilidades puras es algo eseneialmente ‘universal, a condiciin de que las posibilidades de la eopos- cidn de las faticidades permanezean puras. Asi, si nosotros escribimos lo que earactesiza la percepeiin y lo percibido como tal, el recuerdo y lo recordado como tal, Ie reproduc- cin y la reproduecidn de algo reprodueido, la denominacién de algo denominado, eteéiera, si deseribimos esto seein el qué ‘que pasa tipicamente através dela variacion de las posibilda- des puras, entonces hemos completado la deseripeisn esencial, Sucede lo mismo si deseribimos alguna percepcién fundamen: talmente espacial y sus objetos espaciales puramente como su objeto intencional y después su tipologia pura, Esto es asi cuando seguimos simultineamente la tipologia modificada de Ja pereepeidn y de lo percibido como tal, que pertenece a una ‘coxa idéntica posible. Asi, actuamos de un modo semejante en las lecciones anteriores a propésito de la vineulacidn, ahora poco importante, con la facticidad de la autodonacidn, Capla- ‘mos entonces las multipicidades tipicas de las manifestacio- nes, los modos de la donacidn de ciertas cosas a través de sus aspectos en relacién con las cenestesias, las moltiplicidades de Jas orientaciones, ls diferencias entre la eosa cerca y la cost distane, el horizonte, eteétera - Conocinet, eel, bitdas, mes o Sin embargo, ahora también sabemos que aqui reina un a prior infinitamente rico: que toda esta ipologia es una tipolo- ia apridrica. Esto significa que ninguna cosa espacial es con eile como objeto de percepcidn posible y, por consiguiente, tomo objeto de una intuicién posible en general, sin que se dapte a esta tipologia de los mods de aparecer en todas sus formas portentosas y sistemiticas de encadenanniento; incluso ningin Dios podria intuir ninguna cosa compérea si no es de acuerdo con esta tipologla de perspectivas, de orientaciones, t4oétera. Se trata entances de las condiciones de posibilidad spriricas de la experiencia césieo-espacial, de una priori apo- dictico y puramente deseriptivo. No son mas que ejemplos. De la misma forma, es evidente «qu esto debe valer para aquello que hemos obtenido del reino elas posbilidades egologicas, Por lo tanto, resulta posible la tarea de una descripei6n apriérica y universal de la subjetivi dad trascendental en general, Ja cual pone de manifesto siste miticamente el universo de las tipologias esenciales y de las leyes esenciales sacadas del universo de la intuicién eidétis impediata. Con esto queda claro que la norma sbsoluta seria prescrita para todo discurso racional sobre la coneiencia y lo ‘conseiente como tal y, en Gltima instancia, sobre toda objetivi- «dad posible en tanto objetividad de la experiencia posible, de conocimiento posible, de la conciencia racional de eualquier tipo posible ‘Con no poco asombro uno se da cuenta, penetrando gea- o, también, Ii cia un «idealismo» trascendental. Sin embargo, un idealismo “que mata, por devitlo asi, la materia, que actara ta naturaleza “experimentada por el mero aparecer y nicamenteaclara el ser animico por lo verdadero, se a fengiversado, aungue no lo ha hecho como el materalismo, que aclara lo psiquico por una era manifestacidn de lo fisico tomado como lo dnico que es verdadero y que lo explica como un mero aparecer subjetivo Por otra parte, del mismo modo que en el idealismo queda sin aclarar una fase preliminar del trascendentalismo auténtico, tambign en la psicologia descriptiva queda absolutamente sin aclarar, partir de la experiencia interna, una fase previa de la Fenomenologia. Quien ha comprendido cl sentido pleno de! metodo feno- menoldgico y se ha asegurado realmente de la esferatrascen- dental absoluta, no podri.- desde mi punto de vista-sustracrse en iltima instancia de la siguiente evidencia de la que ya he: ‘mos hablado: ningzin objeto intencional constituye un momen: to genuino en el eogito actual; si muchos actos de conciencia evan en si de modo evidente ef mismo objeto intencional entonees no tienen conjuntamente un momento genvino. Fl su «polo» identificable: algo idealmente idéntico que solo tiene sentido como algo identifieable. Sin embargo, no podria sustraerse de esta evidencia suple- mentaria: que también ef ser verdadero tiene tinicamente su sentido como correla de la intencionalidad particular de la razén y, por ello, como una unidad ideal, inseparable esen- cialmente del yo y de la conciencia del yo, Se trata de algo que, de forma llamativa, ¢s lo mentado como tal que, siendo 2 Ter cofreeia lo que permanece de una manera evidente en si, puede ser a ccontinuacién lo inidentiicable de modo evidente una y otra vezen la evidencia. El ser verdadero y, de forma especial, por ejemplo, cl ser verdadero de la naturaleza, no es un ser sein. ddo que esti af lado del ser meramente intencionai sto es vlido ya sea para cuando debomos distinguir entre Ia naturateza que mentamos ahora precisamente asi, por pre. stunciones y de un modo inacabado, y la naturaleza misma, En la experiencia, la misma cosa esté dada como la misma en los miltiples cémos de las menciones, en sentids variables ¥-en miltiples modos de manifestaciéas pero la naturaleza en s{ misma, en contraste con todos fos modos de ta donacién 'unilateralmente incompletos, noes un absurdo que esté al otto lado de toda conciencia en general y de toda posicién de co- nocimiento posible, una cosa tinicamente accesible en su sot mismo para un Dios e intuible adcouadamente desde él”. Mis bien, ha surgido una idea regulativa en el ego mismo suscep- ible de ser constituyente a cada momento, una idea que, en un sistema de presunciones legtimas, presribe la regla para experiencia ademis de confirmaciones de experiencias siem- Pre nuevas. Sin embargo, lo que queda es este «ser en sin dela idea misma, mentada y puesta, inicamente en una infinitudl no efectiva de intenciones concordantes en tanto punto de identi- dad de las intenciones Desde un punto de vista muy general, todo ser verdadero un polo ideal frente ala concieneia efectiva, pero justamen. te un polo preserito esencialmente en ella misma. Esto vale tanto para el ser empiricamente verdadero de la naturaleza co- :mo para el ser verdadero de los nimeros dela serie numérica infinita, Son, sin duda, objetividades constituidas de manetas fundamentalmente diferentes, donde unos proven de senti- 2. aoa posts de Huse: tons sta serps Dia por nip a sine qa parse son nto cos [ae Tr Concent, clei, bjt, mands ” imenconal los sere individuals en fomas ‘eaotemports, ov oy, deeds peers so ak, pater, Pero ets 0, cao tds cotta nidadesingnconles como ts, on mepa Woh ean subj pat dea cl pede Hepa a secon) a ce ete determina dee obj puede empujr cae : {iets ios por lus sted wascende- ti aque e ela eanilnent, por To tat, a como Sara a enn fenomenolgis, ext unidad apc de Independent Ashu, os oheton eels (am 1s eon Capo as propositions pines omen a hs subj es eenltmente pss come hg de sv constitcion mem oT ej invidas l 0 o- Ceitos on elacion con lganos sto reales chicos nd Sidals gus en la vida de concen tcapeenecen eo tno posiiads de concent eitamont ele aos sss els nic cont abolamentinlependine que econ xe epi de a ego abst, Ta sativa trncendeal cont, sacl nom ecto de napa muy prbablent servi. Recorsnos aa Iain dss Spon tana meu la esa erected, eo Samet con el a sa rbd pr axl toto ul qu andi podria domme ens eb, Por te ls ase rgb inane expel pores misma sl por ela mia, on na spain gna (entities) 8. ota deca none en B. Spina, hic one geometric de ont pt ee MIN “ aver conference | La esenia pi dee subctvdad cows en er una vid connie no sol ye continue in gee tains coins ara ly come envi ine eg tse conid, Hy er esrlnent jn dengue Se De ete mooie oq ele ne camplind prs iso as onions de capcom de eneiniont pole ue se aba Cate eta cosa existent rival bjs, po el cs i,t ete prenipone un sacs tel ns Est eam como posi del oni ee ceingi abst. Y aha an de conch esi eancnl, gin ba cer wai ior ea sistem ew on Inno taser, Sind mn ebjein sha impests dnd ace mich empo La dai enone tie dea ese, quem sims eomsidercons hau tad su metas, ng ran iia mtatoe inmancts, debe sr tia de a Secale consists, ua loin Sinem, tose aioe tue lost proposing uc mesa tind nesigo st uiveny em genera cee posbildes irs ode a omnes odes sas posible son las modieaones de mio Cosa menos qu yo procure pena como ue sn pose Perso asin jo sina pi dea tle Seca de ov sso ext nt de mt epee Lost jon ren y pois eampanesrcn dr, ni nme de posi incamente como cen tes.como miembros de un mun consid objtamen Como anaes intel lias fsa de continent pone esta eet uma expe de sep sismo eidético? siaaimid Cocina, bjt, mands as La fonomenologfa queavanza sistemiticamente en la elabo- rucidn de ls problemas constitutivos estar, ce hecho, inivial- mente, llamada a realizar, con plena conciencia, una especie de solipsismo a partir de saludables fundamentos metodoldgicos, {aaclaracién consttativa de la naturaleza en el conocimiento de la naturaleza es por si misma un nivel inferior de conside~ racién para la aclaracién trascendental de la animalidad y la hhumaniad, ¢ incluso para lx aclaracion de las personalidades de nivel superior y de st: mundo cultural. Por est, la fenome- nologia comenzaria fundando, en el marco del ego’, la Feno- senologia de la naturalezaen el conocimiento de la naturaleza: yen consecuencia, partira de la ficcién'™ que sostiene que en ‘1 mbito del yo que conoce nada se preduce de la esencia ani mal y que ef mundo fenomenolégico seria mera naturaleza Por tanto, la aclaracidn trascendental del sentido verdadero de tna naturaleza da como resultado que el ser de una naturaleza no puede significar otra cosa que un cierto sistema de polos intencionales, motivado completamente en la correspondiente subjetividad que conoce que es racionalmente identificable © idénticamente determinable una y otra vez en la evidencia em- pirica (y por ello, en uns evideneia siempre presuntiva), ‘Abandontemos abora la fiecin solipsista'. Asi evitamos la entrada en eseena, posible en si misma, de fos «cuerpos aje- ‘nog» en el etude la consideraciéin eidética. Son cosas, cuer- ‘pos vivos que no son experimentados originariamente como » ants ha ieee semaines doen cy ‘Sblecera ef yo en un cuerpo pramente materi CE, Lge formal y liga 6 Trev conforma 1 euerpo propio: pero, en vrtud de la analog tpica con Ja comporaidad propia, ellos estableven analogias eon mi propio cuerpo de todo eso que, de un modo empiricamenteregulado, esti co-dado al mismo tiempo en tanto mi vivencia subjetiva “originalter, Surge de esta manera la llamada empatia, pues en cl cuerpo animado ajeno se indica ta vida animica ajena como copresent, en una indicacinoriginariay, por ello, como dada en si misma, Pero la indica originaria no es la percepeién Aauello que es coexperimentado en el modo de la empatia no resulta susceptible de ser experimentable oiyinariamente para ini A esta experiencia pertonece todo aquello que caracteriza originariamente la corporalidad intuida y, justamente por eso, el yo que est enlazado y la vida del yo, Todo esto, por supues- ‘o, con una determinaciGn imperfecta donde se offece precsa- mente la indicacién anal6gica. Pero esta indicaciGn, que tiene la forma de las cexpresiones, iene su propio tipo de cortbo- racidn consecuentey, por ello, de legitimacin, En Ia fenomenoiogtia de la empatia se comprende el sen: tido y la legtimidad de coponer lo animico como algo que Pertenece la conporalidad que aparece; y se comprende asi- mismo que en este coponer empirico, como un copone lei mo de un ego cogito ajeno, ha tomado lugar una subjetividad trascendental aena. Se eomprende entonces que un objeto de la naturaleza consttuido por mi como poto ideal en mi subje- tividad, un objeto que est siendo para sf mismo, que se vive oiginariamente en sf mismo, que tiene en él mismo una in- tencionalidad y que offece la posicin leyitima de los mismos ‘motivos, nos conduce a la vexpresion» de un segundo exo" 1B, Eleaitr de beng lt fs et dessin respond a ‘eas tenon qc ie ob sen Centon Dest pate tes mdependenla sit op el ml cr otal suns ae fat de i coninca encima Deal queens pana que Hse Inj sfc a oo al oper un ajc con en Oe eis ut cn sl) IN de} = Conciente, ent, bjt, randor ” {Un ego, una ménada, una subjetividad traseendental puede sede tal manera que cualquier otro ego absoluto se expresa fonel marco de su conciencia absoluta que, de acuerdo con este ‘ipo de expresiones, encuentra su progresiva confirmacién ra- cional y, en consecuencia, puede establecerse de manera legi- ‘ima como realidad que existe. Sin embargo, su sentido propio 10 65 real al modo simple de algin cuerpo, de un simple polo intencional, sino precisamente en el modo de un ego, de unos: seres absolUtos, de unos seres que se viven en si mismos y se constituyen por si mismos. Para mi, que no experimento al ‘avo originariamente, sino en la forms de la empatia presen- tticante e indieatriz, el otto es justamente otro, alter ego, un aibjeto; pero un objeto que no es simplemente objeto, sino que mis bien es un sujeto para si mismo, igual que yo soy para ‘mi mismo, en la forma mis originaria, sujeto y objeto simul tneamente Por consiguiente, cuando en relacién con mi vida de eon ciencia tengo conciencia de empatia racionalmente compro. bada, no soy solus ipse, puesto que el subjetivismo trascen- dental de Ia fenomenologia no exige ni mucho menos un solipsismo tal al eontrario, yo debo ponerme en acttud abso- uta como un yo que tiene un ti, y asi ponerme lepitimamente com fundamento como un ego trascendental de una pluralidad «de egos trascendentales que coexiste conmigo. Sin embargo, cesta pluralidad que coexiste tiene necesariamente su forma de :manifestacion necesaria (lo mismo para su forma de orien- tacidn), y una forma cambiante en cada uno de estos egos singulares. Ellas Gnicamente pueden exponerse en la forma ‘ego-alteri Yo tengo para mi la forma original ego mientras ‘que cada uno de los otros tiene la forma no original de alter ‘Cada uno es para mi alter, y yo soy para él alter, aun cuando ces exo para si Lo absoluto, lo que se reduce el mundo, surge como una ‘multiplicidad absoluta de egos que aparecen orientados los Tr “ Tavera cones ‘unos en fos otros de este modo y dicho con mis prevsién. solo pueden parecer un en! otto mediante una naturalers, expresindose en cuerpos vivos en la naturaleza, La naturalen, para cada uno de los egos singulares la unidad de sus me nifestaciones, un sistema de polos de su subjetividad. Pero 4 través de la cmpatia, ningsin polo ideal, ningiin polo del que tengo experiencia, seria identificable con el de la otra cosa cexperimentada, Entonces, del mismo modo qu la serie de ni :meros es para mi una objetividad ideal y, ante todo, se refere ‘ami, al que la piensa, pero seria pensable como idénticamente la misma a través de la empatia, como algo que cualquier otro ‘puede encontrar en la enumercin, as también para la natura. leza, la que yo experimento, en tanto algo pensable como ella ‘misma, como la naturaleza experimentada por cualquier oto todo esto constituye una nevesidad esencial que se encuentra cn ef fondo dle mi ego originario, Es justamente la idealidad de la naturaleza, esto es, su mera existencia como poto ideal de ¥vonocimiento posible (y como tal polo, inseparable de él) lo {que hae comprensible que la misma naturaleza pueda ser ex- perimentable para muchos egos. Al mismo tiempo, queda cl. Fo que Gnicamente cuando ella esti consltiida en eada ego, en sistemas de manifestaciones correspondientes, es cuando puede hacer posible una comunidad de diferentes sujetos abs solutos (de ménadss), Asi, el subjetivismo trascendental aclara la posiblidad de ‘uno para el otto, de una multipicidad de egos absolutos en la forma necesaria de la animalidad y de un mundo constituido psicofisicamente, Con ello, aclara, al mismo tiempo, la posibi- lidad del conocimiento intersubjetivo, pero tambien la secién intersubjtiva, frente a toda accién personal en los actos sociae les y, por tanto, frente a toda cultura soeial Y, en sentido inver- 0, partiendo del supuesto de una multiplicidad coexistente de ‘ménadas, se trata desde aqui de ira las dedueeiones trascen- dentales que remontan a las condiciones de posibilidad de esta Cocina, ceca, jt, mado » oexistencia, @ su referencia retrospectiva necesaria para un {Gatemna de polos, uno ye! mismo, postulado conjuntaments en todos ellos. También es evidente que la fenomenologta mis- ‘ patrimonio comin ma, como todo conocimiento eidético detorls los egos; es la ciencia de aqu lo que es kinnaton en 7 tal!” un ego como sea comiene conte de 14, Ati pot eer waungue amen comin uumobetpny eran stud thes sno con ar evi OTR? Alan psoriasis eE te: Ata stor deluded on retay sid ela peenoce bien i pobisa ettapoxid uns as ome ‘var cvs con postage fg oan NE CUARTA CONFERENCIA. LA{DEA CONCRETA DE UNA LOGICA COMO DOCIRINA DE La, CIENCIA Y EL SISTEMA DE TODA ONTOLOGIA. LA META CON- [CRETA DE LA FILOSOFIA FENOMENOLOGICA FUTURA! 1a tltima conferencia estuvo enteramente consagrada a la profundizacién de fa idea de la fenomenologia y ha servido para contrastar la tcoria fenomenolégica de Ta razén con La {eoria trascendental twadicional del conovimiento. Esto tam. tiga nos ha permitido contrastar el idealismo fenomenoligico com el idealismo trascendental Pero ahora se trata nuevamente de tomar las riendas con mayor fimeza, de tomar nuevamente conciencia de que no- sotros somos flésofos que comienzan, que queremos dirigir- hos a una meta ético-cognoscitiva superior, euyo correlato es la alosofian, esto es, una ciencia universal que procede de legitimidades absolutas, De acuerdo con esto, debemos con- dcr muestra pran tarea hasta el inal es decir, dejar al descu- bierto de un modo forzosamente apodietico el camino a una filosofia de este orden, con el fin de poder, si fuera posible, ponerla en prictica, A partir de este momento seremos guia- tos por el principio de la evidencia adecuada, que nuestras primeras reflexiones nos habfan dado como et principio nece- sao e inicial. Ast hemos llegado al auténtico ego cogito y al reino de las posbilidades esenciales puras y egologicas, Pero 1, Dien 12 junio de 1922 0%, 6 ” Curt contri al mismo tiempo hemos logrado, de un modo inesperado, un ‘comienzo real, es decir, una ciemeia primera en si que, como ciencia puramente descriptiva de donacién eseneial adecuada, coresponde enteramente a la idea directriz de Ia legitimidad absoluta Sin embargo, ;qué pasa con las otras eiencias, co las encias nuevas? zHlay que abandonaral azar su descubrinien. toy su justificacion?, y :podeiaesperarse para ellas una esp. ie de justficacin similar? Si fuera asi, entonces toda cieneia podria llegar a ser una ciencia adecuada de esencias, Retomemos aqui nuevamente nuestas meditaciones y, ante todo, comencemos por convencemas que en realidad no he- ‘mos olvidado el camino predelineado y que ya hemos avanca 4do un buen tramo, De hecho, en la itima confereneia hemos emostrado que una fenomenologia conducida sistemtica- mente hacia delante comprende en ella tos los problemas de seria puestos bajo la razin, Ha quedado claro pars nosoteos {que la fenomenologia deseriptiva dirigia a a prior inmediato de la esferatrascendental deberia obtener la totalidad de tas las leyes de esencia inmediatamente inteletivas del conoci- rmiento racional, a saber, de acuerdo con todas las corretaio- nes esenciales (el conocer inteectivo, ln verdad, el ente ver. ddadero). Sin embargo, en relacién con esto, es evidente que la fenomenologia no puede ser considerada wns filosofia primera en un sentido meramente superficial 0 como una cieneia r= _gurosa primera que nosotros encontramos en nuestro camino, © incluso, como una ciencia que en principio no tendria nada que ver con las dems y que nosotros podriamos Hlegar, solo por casualidad, a fundamentar sucesivamente, Mis bien ella es, como se fa mostrado, la doctrina esencial de la raz6n, y «sto significa que leva en si para todas las ciencias posibles los principios de su justifcacién absoluta y que ella hace po- sible de este modo la justiticacion de todas Ins ciencias como ciencias auténticas yabsolutas, Con esto, la fanomenologia ha ‘obtenide, en un sentido tozalmente eminente, et lugar de una 7 filosofia primera, es decir, como doctrina universal de las nor- mas, esto es, como doetrina de los prineipios de justificacién absoluta para todas las ciencias posibles. Pero esto equiere una eomprensién mis profunds, Ante to- do, sentimos que en estas palabras el eoncepto de la justtica- cidn absolutasuffe un desplazamiento, Habjamos obtenido el concepto de jstficacién, como concepto direettz del comicn: ‘79; através de la intuicibn adecuada, lo habiamos comprendido ‘como equivalente, en el comienzo, ala legitimacién absoluta (-habiamos comprendido con ello la autodonacién absoluta & incondicional). Pero en este ideal adecuado a la fenomenolo- sla trascendental tenemos una cienci, a la eual pertenoce, en Ia esfera de las tareas que le son propia, poner de manitiesto la {dea de la razin en general y todos los tipos de razin especiales dentro de este registro; por tanto, todos los tipos y las formas regionales de evidencias dadas legitimamente y de fundacio- nes evidentes, yaclararias plenamente en virtud de la intuicién salecuada segin sus momentos y leyes esenciales Por consiguiente, en la fenomenologia, el ideal de cono- cimiento que ditige su propia elificacién devendria también 41 mismo, como todo tipo de eonoeimiento posible, tema de investigacién, Ella investiga relexivamente Ia esencia univer sal del conocimiento adecuado y a través de él las fundamen- taciones legitimadoras. Pero, por otro lado, el conocimiento adecuado no es el tinico tipo de conoeimiento. La fenome- ‘ologia muestra también otro tipo de evidencia y de funda- mentacién, aclara cada una sewn su esencia peculiar y ‘ndas sus correlaciones; por lo tant, también demuestra cémo estin relacionados esencialmente los tipos de evidencias y los tipos de objetos entee ellos, el modo en el que ninguna obje- tividad, sea de tipo que sea, puede preseribir su propio senti- «do de acuerdo con cualquier tipo de evidencia y, por lo tanto, de qué manera se diferencian necesariamente los modos de Fundamentacidn de aeuerdo eon mbitos de objetos posibles, % Curt conforms eteétera. Seria totalmente erréneo normativizar -ast como se aplica una norma de la fenomenologia que, en iim instan- cia, hay que pensar~ de la mism manera todo conocimien- to con un ideal de conocimiento taido ingenuamente desde fuera y que, ademis, no ha aclarado radicalmenteningin eo nocimiento, cualquiera que este sea, para querer tratarlo como ef conocimiento uno y ince que da la norma. Los procesos {de conciencia conectados cognitivamente, los de los objetives Jjudicativos y de las realizaciones comespondientes (0 bien, exrados), tienen a priori su tipologia esencial fj, y cada uno dd esto tpos diferentes daa los conceptos de rectitud, de ver ‘dad, de ser verdadero un sentido normative propio para las es {eras propias del conocimiento ‘Asi que, una vez aleanzado el nivel de la fenomenologia, no podremos incurrir mas en errores como los del empiis- mo y el racionalismo tradicional, y, sobre todo, en el error que ‘queda aqui en cuestibn, aquel que codetermina el curso del Pensamiento cartesiano en las Meditaciones, es decir, el error de querer pensar que la norma de toda cientificidad auténtica debe resdiren la evidencia absolutamente adecuaca, ex el sen- tido de que toda ciencia auténtica debe ser propiamente cieneia adccuada? de esencias como la fenomenologia misma. Cada cconocimiento creado a partir de evidencias reales tiene una le titimida, y alli donde las evidencias tienen sus gradaciones y niveles, alli donde los procesos de fundamentacién dirigidos al logro de la verdad y al ser verdadero tienen por esencia sus modalidades de eproximacién bajo la direcciGn de ideas egu- Iativas intidas -como es ef caso del conocimiento natural-, alli todo esto tiene un earicter legitimo. Y asi, la exigencia ideal de una justfieacin absoluta de todo conocimiento, en tanto jusificacién que procede de una 2. Huse nit posteroment scenc adecunan pr cei apd ew NE aia conceta de wage vs cevidencia adecuada o de una evidencia dada en si misma abso- Tutamente, conserva también una legitimidad inviolable; esta cexigencia que reina sobre el curso entero de nucsttos pens ‘mientos permanece, exigencia septin la cual ninguna eviden- cia ni ninguna fundamentacién puede valer come justfieada hasta el final, hasta que no haya mostrado su lepitimidad fren- twal Wibunal dela evidencia absolutamente adecuada, A partir de esto solo podemos afirmar: una fenomenologia trescenden: tal, en tanto que precede a cualquier otro conocimiento, debe llevar las formas esenciales de la raz6n a un conocimiento adecuado y concretamente omnilateral, Estas formas puestas de manitiesto en pureza adecuada y en comprensibilidad dil- ‘ima, las formaciones esenciales y las leyes de unos procedi- mientos racionales posibles en general, tienen la mision de ser normas absolutas de todo conocer susceptible de entrar verdaderamente en juego. Esto es asi porque ningiin conc mmiento anterior est justficado absolutamente y porque desde hace mucho su justiicacién no significa jutificacién absolu- ‘a, ya que no esta referida retrospectivamente alas Formas y a las leyes esenciales descritas ycaptadas adecuadamente en la Fenomenologia, alas que ella remite, Con otras palabras: una «ustifieacién» es en principio cualquier fundamentacidn rea- lizada ingenuamente en su evideneia ingenuamente practica- a. Sin embargo, toda justficacin ingenua necesita, a su vez, una justificacidn, una justfieacin reflexiva y fundamental de su autenticidad y, adems, una comprension profunda de las esencias fundamentales de su produccién; y con esto resulta que ella necesita una relacién retrospeetiva eon la fenomen- fogia, con el exo absoluto y eon sus conexiones fundamenta- les, Es de aqui de donde emanan las fuentes sltimas de toda legitimidad, de toda verdad y de todo se: El conocer adecuado demuestra asi su incomparable pri- ‘macia frente a todos los otros conocimientos, y le fenome- nologia, vinculada al marco de tal adeeuacisn (y, lo que es — 96 Curt confrnci equivatente, al ego absoluto), demuestra su lugar y su fancién| peculiar fiente a todas las otras ciencias, ya que estas, ini. ccamente a través de ella, de la fenomenologia, pueden llegar 4 ser cieneias justiicadas radical y absolutamente, ciencias «arigurosas» en sentido tlio o eieneias floséticas. En conse. ccuencia, ella es la ciencia de todo método de conocimienta y de toda viene dltima y rigurosa, Entoness, la necesidad de esta funeién normativa debe mos ‘ears inicialmente, Por tanto, _por qué no es suficiente, se pre- guntarin, con dedicarse simplemente alas cosas, sta es, con poner en marcha, por decirlo asi, la evidencia ingenu? :Cuil es el fin de una regulacién ulterior y de una justficacin de la cevidencia que ha sido puesta en marcha a partir de los princi pios esenciales generales de la evideneia? {Para qué recutir una fenomenologia que saca estos prineipios de a intuicién adgcuada y que les confieee una comprensin iltima partir de las conexiones universales de la concieneia? Y¥,ademis, :no se parece aqui fa feaomenologia al barn de ‘Manchhausen, que logra salir del pantano tirando de su propia coleta?” Ella tendria que justificar su modo adecuado de ¢o- rover através del recurso aos prineipios que ella misma (y ‘mucho mas tarde en su sistema) pone de manifesto. Hay aqui lun cireulo y una regresin infinita, Pero podriamos preguntar si no seria mejor utilizar expre= siones menos cargadas, en vez de hacer uso de estas desdeto- sas expresiones valorativas. Hariamos mejor hablando de un modo completamente legitimo de una referencia rerospectiva tedrica y normativa de la fenomenologia a si misma que la ccaracteriza y distingue precisamente como fllosofla primera 3. Hse rete a Kit rich Hierayins, bain de Miscnsen (1728-1797, eta parm sey i alors en "Dat Simon apr nt i dois ase: Baron Mn prratv ofhs marelns esa cans Raia pda 1889 tdi lemi on 784 pr Gotti ge (Nd | aes concede aa ” raiment qu un dc de a een dl yoy a enc dl Jo eoaboe jes ans uss sane come ‘ectin ions, yas den moto gener, cn en oe insenca del yo peti yen ll concn dl yo cone dopriccamersy sila rauesta tain con obvi ls ijn eons Gol praxis cog alr! como las de tapi pat de set ies enone ere fs een comin del consinicno acon, convey txmoras da en ria, no pcan planer ninguna ts cecas qs se emu fcm dl enomencoginy fadaetar nics my ava ti, seni cl lt ilo pusdon oral ged cena iguonsy elect Selena inca rvs dona mtd lone tmsestna con la fomomenolg (en pr, slo mean SSimplanasn media onl Par un nti stn tascendetlc un apdi ce caioe den gat valor dete alo nda quo Imereti completamete a tomas. amd corn Inmadas a metro ip tm lsc ya Servi de mvslo en vid del igo au 1d por arses, Por unl, el imeiadorepdlizad, Jadoo dl eto cra desis meses poems monecesiapeospase de flsofa, Sinembro. rosin CStolemos fo cna, pro eevee quem dled Is cue soi sin us deena a enna 4 Hoos radi casoranszendtalen Wiseschaen como seni pe no wn tnsclellse, suns eaten iin seen exotace ‘Ele wcvas que ea far do ascent IN: dT we Curt confer ‘sa trascendental como cicncia de la subjotividad absolut y en este caso, como antes, la fenomenologia debe ser conside- rada inicialmente como la cieneia mis inmediata, pero tam- bbién como la eiencia de las descr Hagamos una reflexién, No existe trabajo cientifico que no ‘quiera establocer proposicién alguna que no baya sido funda- dda intelectivamente, ya sea inmediata 0 mediatamente 0, qui- zis, a través de la experiencia, o bien por la consecucion de razonamientos, Pero esto no le resulta sulci ro quiere ser un eonocimiento que surja de la mera fundamen- in ingenva, més bien exige una verificacién constante y, tante todo, una critica de tsa fundamentacion realizada inge- nysmente. En efecto, toda fundamentacin cientifica y todo el proceder del pensamiento cientitico, en los que se constituye la teoria eientficamente, estén considerados de dos maneras, La evidencia, por decirio asi, dinecta, una evidencia diigida a las cosas, a las cosas y a los estados de cosas abarcadas de tal © cual manera, esti constantemente acompatiada de una con- ciencia critica que podriamos amar, en su forma final, con= cieneia de fs legitimidad normativa Surge directamente, en su forms originaria, a partir de la critica explicta de la evidencia ingenua y de las fandamen- ‘aciones cumplidus en ella o, en su forma secundaria, como consecuencia de esas ertieas, por tanto, eomo conciencia de tuna certeza interna habitual, pues con estas fundamentaciones evidentes aqui estaria «todo en orden» y podrian Hegar a ser justificadas explicitamente una y otra ver (ya sea como com probadas anteriormente o gracias a los principios ya conoci- dos, etectera) De esta forma, el pensamiento eientifico, de acuerdo con Jas intenciones que lo rigen, es esencialmente diferente del ‘modo de pensar ingenuo y natural. De hecho, cuanto més pro- ceda el ciemtifico de manera rigurosamente cientifica con mis constancta se preguntart por lo que es real y propiamente ob- ciones aprdricas te. La ciencia oe comeetade ate » setvado en una observacién y por lo que es mera anticipacién ‘6 coasuncién procurada intelectualmente; 0, en el uso de sus ténminos conceptuales, se pregunta qué luear tiene esto dit rio respecto a todo sentido y si él ha sido desplazado, e6mmo seria delimitado estrictamente y aclarado inequivocamente en ejemplos. Lo mismo para el caso de todo razonamiento y de todas sus etapas, se pregunta si ésta es consecuenterealmen te, esto ¢s, si la evideneia es una evidencia cumplida y sila consecuenca se realiza realmente perfeccioniindase, teétera Por lo tanto, una fundamentacion evidente pura y simple, una Jundamentacién sencilla Nevada a cabo dirigiendo la mirada hacia las cosas, no es satisfactoria para la ciencia. Es nece- sario y, sobre todo, lundamental, una fundamentacién de las fundamentaciones incluso en la forma de una critica rellexiva, Esta critica es clatamente (bablando fenomenol6gicamente) un andlisis reflexivo intencional que destaca los aleances de Jos logros cumplides y los excedentes no cumplidos de los significados restantes Entenderemos ahora la fincién merédica de todos los prin- cipios apriéricos y, posteriommente, a de todas las ciencias apridricas. Ellas sirven, una vez encontradas, como recursos permanentemente dispuestos a Ia cientificidad auténtica de la ciencia forjada. Flas hacen posible ciertos tipos eficaces ‘de ciencia, los de fa eiencia aexacta», los de la cieneia que pro- cede de principios, Cada a priori nos eleva por encima de lo contingente, de lo particular y de lo fietico, nos coloca en el 'eino ideal de las posbilidades puras y de las necesidades esen- ciales. Una vez entendidos y levados la disposicidn habitual, se hace innecesaria a eritica explicita a toda evidencia par ‘cular que corresponds a los tipos esenciales apriicos. Para ela priori fundamental, solo se necesita que la justifieacién ha- yasido obtenida una sola vez, y para ela priori deductive, se necesita que la justifieacidn de la deduccidn haya sido obtenida ‘ua sola vez de acuerdo eon os principio de la deduecidn, Por 100 arta confront ‘otto lado, cada evidencia particular obtiene, en Ia conciencia de la referencia retrospectiva a un a priori correspondiente, la dignidad metodoligica mis elevada de una necesidad de vali- ez partir de la posibilidad pura y simple De este moslo conocemos las series enteras de las ciencias pridricas que, en parte, son conccbidas de anfemano en aras a este propisito, como frente a toda la silogistca formal y, en la ‘modemidad, de la matemtica de ls probabilidades, y que, por otra parte, han adoptado esta funcion metédica y desde enton- ces siven a ellas admirablemente, como laaritmetica, la 200- metsia y las otras diseiplinas matemétieas. Es obvio que en esta serie encontramos que toda la empresa cientfica tradicional se rmantiene en la acttud natura, peto no la ciencia apririca del ‘ego trascendental. Todas elas son ciencias apridricas de obje- tos de la conciencia posible, pero no de la concienci’, incluso como constituyente trascendentalmente. Esta conirontacién tiene un significado fundamental estable. Si lamamos a todas las ontologias eiencias apriricas, en las que la direcein de la ‘mirada se dirige naturalmente, por lo tanto a as ciencias de to- do los seres en sentido natural, entonces todas las disciplinas pridricas tradicionales e histiricas serian ontologias. Consi- sderadas mas de ceeca, son de dos tipos: unas revelan el a priori ‘que pertenece en general a la idea formalmente mas universal de la objtividad (el andlisis, a teoria de la multiplicidad), las jotras se restringen Ia idea de fa objetividad real individual, 0 bien, «una eategoria que se distingue de fa realidad, es deci, Ia idea de tna naturaleza posible en general’. Con esto vie~ ne al caso la geometria y, en general, la ciencin apridrica det tiempo y el espacio y In mecdnica apriérica a condicién de de- Timitarlas puramente, Todas estas ciencias quieren ser ciencias| rigurosas y auténticas. Ellas podkian sett si, por un lado, sts 5, Ati posto de say dl sje de censor [Nd 6 Anotcin pot de Hess «AG olla mena I sd de Aas ex oon prs ua omlogs nv del mando N.S axiomas fundamentales pudieran Ilegar a satisfacer complet ‘mente a la critica reflexiva y, por otra, si en cada paso de la division deduetiva tuvieran formulado su principio tas de un principio que incluso deberfa se justificado completamente en un sentido similar Entonces, si una ciencia, por ejemplo, Ia ciencia matemtica, funcionara como instrumento metodo ico de otras ciencias, acaso de las ciencias naturales, ella les otorparia esta racionalidad de la fundamentacion, y aquellas, por su parte, serian «exactas» precisamente en proporcién al aleance de tal «matematizaciénn, Si como filésofos avanzamos hasta el final, hasta el fimite ideal, entonces se nos presenta una modificacién de una cono- ida doctrina Kantiana’: en cualquier ciencia empirica pode ‘mos encontrar una aciencia auténtica» en tanto que ella puede legitimarse a partir de las ciencias apriricas y demostrar su validez, Pero entonces, qué es fo que conciere a las ciencias apridricas si cada una de estas ciencia esta justiticada y solo es ciencia auténtica en la medida en la que, en la reflexion. sobre cada fundamentacién que comienza inicialmeate de un modo siempre ingenuo, puede mostrar por este mismo acto de fundamentacién los principfos apriricas para esta critica justiticante. A modo de ejemplo: cada conclusién de le que deriva una matemitiea justiicada rigurosa y completamente, deberia tener detris de sun principio de inferencia formulado yy solo deberia estar justifcada por él y no sepiin una verifica- cidn aislada de su evideneia, Pero esto vendriaa decir: In ciencia wauténtica» es un ideal, ‘una idea en el sentido kantiano que exige una totalidad cient ficamente puesta de manifiesto ce todo priori en general; en otras palabras, la eiencia auténtica exige un sistema universal de ciencias apridricas cuya justificacién esta retroneferda a si 1 gn Kat Mpc dings er arin sont on mea &ecene nat SE) me ara confencta misma, En este sistema, Ia critica rflexiva no se deberia dar con ningin principio aprdrico que no estuviera ya dispuestn cen el mismo sistema. Este priori universal y sintéticamente unifieado sera a fuente ideal de todo método,realizaria sobre todo y en general Ia cientificidad rigurosa. La eieneias «au. ‘énticas» se descompondrian entones ¥-ciencias aplicadas, en eiencias empirieas, pero ciencias ab- solutamente wexplicativas» y que se legtiman por st mismas «partir de prineipios apridris. Kn todas las cieneias auténti- «as esto es asi plenamente, esto es, que es pensable una gran racionatidad en fa que no haya espacio para nada que sea in- ‘comprensible. Unicamente el agui y ahora del estado de eo sas, que pertenece a todo empirismo, seria el punto constante de discontinuidad de la racionalidad de las eiencias empiricas, les lo iracional, que la eiencia priori ne puede por princi- Pio racionaliza. Después de dejar claro el ideal, aeerquémonos a las eien- cias reconocidas como las mis completas, a las eiencias ma- temiticas (a la matemitica pura y a la ciencia matemtien de Jes naturateza). Se jactan de su exactitud y estin, en eualguier ‘aso, convencidas le quererse ocupar de la seguridad y del per feccionamiento de su rigor cientiico a partir de su autonomia. Pero n0s lama la atencién que se aproximan, en ciesta medida, al ideal de exacttud disefado tinicamente en una direccion y «que buscan cumplilo conscientemente en esta nica direecién, es decir, em la direccién de la teorizacién deductva. Totalmen- te diferente es la situacién con la justfieaeién, con su incom= prengida importancia desde hace tanto tiempo, de los eoncep- {os fundamentales y de los axiomas,o bien, de la justificacin ‘completa de su reconstruccién critica, El esfuerzo vehemente para crear aqut fundamentaciones genuinas conduyjo, como to- dds sabemos,a intents revolucionarios de reforma, los cuales dbieron tener por resultado cambios drasticos en los eonteni- dos, incluso, en os de la ciencia, Pensarmos agul en la lucha por cn ciencias apridricas la renovacién de los conceptos fundamentales de Ia geometria yde la fisca y en la teoria de la relatividad de Einstein, pero tambien en la lucha por renovar los conceptos fundamentals del anilisis puro (cantidad, niimero, continuo) y en ta teoria revolucionaria de Brower y Weyl. La situacién es muy part dojica en este punto, ya que también se trata de Ia axiomatic, que pretende ser inteligida en evidencia apodictica, ¥ de he- cho, gquién podria sustruesse, por ejemplo, a a evidencia de los principias eoméricos? ¥, no obstante, Ia critica reflexiva 1 sientifca exige una reconstruccién ulterior. Si, como fenomendlogo, uno se enfienta al problema de la investigacién de los fundamentos de la ciencias objtivas, tc ne deste el principio una clara representacién de alguno de ellos y, por supuesto, también una gran epresentacién abruma- dora, que agut resulta necesaria, euando al menos Ia situacién llega a ser favorable en el futuro. Con todo, todavia de salir de esta situacién y de las ciencias de este tipo que, an con {odas sus maravillosas tonicas weérieas y con todos sus logros practicos, no menos sorprendentes, no son capaces de brindar ninguna justficacién real, ni ninguna transparencia racional y ninguna aclaracidn. Estes ciencias ensefian maravillosamen- le, para recordar uns palabra de Lotze, a caleular el mundo; pero, como ellas no se comprenden a i mismas,tampoco com prenden el sentido del mundo que ellasealeulan’. 2s igual a4. Pero esta sabi- dria, la de una fandamentacién de la ldyica objetiva ya es, 8 fortiori, la teoria del conocimiento que se nos ofece desde hace siglos@ través de la psicologia, ‘Querer resolver u tavés de la psicologia, que es ella mis- rma una cieneia trascendento, los problemas trascendentales de este tipo y,en primer lugar, el problema comanmente Hamad trascendental de la posibifidad de un conocimiento trascen. dental de fa naturaleza y del mundo, noes otra cosa sino una ingenvidad que quiere resolver un problema cuyo sentido en general no comprende. De este mado de ver por encima el sen: {ido verdadero y autéatico de los problemas ~a los que quiso, en lo ms fatimo de si, aspirar ta la ilosolia moderna, pero sin ver el carieter fundamental de los problemas apridricos e la subjetividad trascendental- nos subsana el meétod de la reducci6n truscendental y los conocimientos fundtamentales segiin los cuales en esta subjetividad, hasta aqui considerada ‘como evidentemente pura, esti comprendido un campo infinito do estructuras esenciales apridricas, cuyo estudio debe llevar ‘la formulacién exacta y a la solucién de todos los problemas el eonocimientoracions Es precisamente con esto que la fenomenologia trascen- dental realiza, ya la vez de un modo completo, la idea origi- naria de la ldgica o doctrine de la eiencia, una pretension que nunca se ha extinguido. Ella realiza entonces las infenciones de la dialgetica plardnica, Pues, de hecho, ya era la idea origi- naria de la logiea; ella debid ser, como cieneia precursora, la docttina del método de Ta ciencia auténtica, esto es, una cien cia justifieads absolutamente de acuerdo con sus principios. Esto es porque su interés originario se ha dirigide a muchos aspeetos correativos: ella ha reflexionado sobre Ia esencia de Ja coneienciaracional y sobre su obra racional, ha considerado el producto efectuado, el objeto pensado conceptualmente y Ja proposicion judicativa, también los prineipios de Ia verdad posible y las conclusiones verdaderas posibles y ha formulado proposiciones para los objetos en general Pero ha alcanzado indtitmente las grandes pretensiones de una dootrina del métado de todo conocimiento riguroso, por un lad, porque ha tuchado en vano para hallar el camino de las universalidades penerales y formales para las especificida des regionales y, por el otro, porque ha conseguide muy poco para que ella pudiera Hegar a ser un conocimiento riguroso, Ella misma fue Ia peor fundada de todas las ciencias serias; sus coneeptos y prineipios fandamentales eran oscuros, esta: ‘ban completamente apartados de sus estrechos limites. Ella fue completamente una ciencia dogmitica, una ciencia que provenia de fa actitud natural. Justamente por esto no pod ser como la ligica, Bn los esfuerzos para darse una fundacién cientfica ella incurei6 en los contrasentdos del psivologismo, tsut6 los problemas de la teoria del conocimiento como pro: blemas psicolégicos y biol6gicos que pertenecen al hombre ‘mundano en lugar de tratarlos como tales, como problemas, dde una doetrina de la eseneia taseendental de la subjetivi- ‘dad absoluta, Hasta el naturalismo empirieo incur también en el contrasentido de interpretar la légica silogistiea como liseiplina psieoldgica. EI descubrimiento del fracaso de Ia I ssica universal y los intentos tentaivos para reformara, de tal ‘modo que pudiera comprendesse a si misma y luego servir para normaci6n, fueron, historicament, las etapas de la evo Tucién de la fenomenologia meslerna, Si. a continuacién, nosotros reivindicames para lafenome- hnofogia esta gran posiciin, la de ser la doctrina universal del todo y la de ser la madre de todas las cieneias apridricas, entonees le incumbe, naturalmente, la importante tarea que, su modo y muy limitadaments, ya habia establecido Kant cn el conocido parigrafo sobre un hilo conductor sistemti- no Cert contre «co para el descubrimiento de todos los conceptos puros del entendimiento’, Asi la tarea que se nos presenta a nosotros consistiria en desarrollar en su originalidad trascendental el sistema completo y ordenado de las regiones superiores de los seres posibles y,a partir de alli, eificarlezitima, ordena- dda y originariamente todas las ciencias aprisrieas @ patie del sistema, Un ahilo conductor» se offece con este sat de la matemitica formal como mathesis universalis y con el des- ccender sistemticamente a la idea de realidad individual y de ‘un eamundo» individual y a los nivelesy las diferenciaciones particularmente necesarias que esta idea puede experimentar de un modo a priori. Se muestea con esto que Ia estructura Fundamental y formal del mundo fietieamente dado, como ‘mundo de una naturaleza psicofisiea, que, en un nivel mis clevado, se reveln como mundo social y cultural, debe tener sus fundamentos tascendentales Concebir la fenomenologia trascendental como ligica sig nifica comprenderla desde un punto de vista normativo, Pero si se toma por sf misma y como teoria pura, entonces ella es la ciencia de todas las posibilidades puras” y de las nevesi- ‘dades que las rigen y, por consiguiente, es la cieneia de todas las multiplicidades posibles y de lo relativo alo individual, a todos los mundos posibles y a todo sentido absoluto y posible dle los mundos. Asi, la dima Avie sigue siendo tibremente variable, La teoria esti formalmente relacionada con las con= figuraciones puramente categoriales. Fsto conduce nueva ‘mente a concebitla como monadologia o metafisia absoluta pero jinicamente en actitud de eseneias, no como ménadas reales 0 féeticas, sino como ménadas posibles y a partir de quello que les pertenece genuina o no genuinamente de un modo necesatio, 9. CE ar, Ct dean pars, BM 10. Sf postor de Hater sued asad [Ne at concrete wa ghee m Asi, por cjemplo, la «atmoniay esencial de las ménadas que solo pueden ser una en la otra y una para la otra gracias 4a constitucién de todas ellas en un mundo comin, en tanto ‘mundo que se constituye concordantemente en cada una, Ne ‘uralmente que en un nivel superior también macen en esta mo- nadologia los problemas teoldgieos, Ellos estén intimamente ligados «los problemas que atraviesan el universo absolute y ue se maaifiestan eventualmente en la evolucién de la his- ‘oria humana; una evolucién que da «sentido», en un modo excelente, al mundo; es decir, que da una direecién teleolégica hacia la «idea de To bueno» A través del sentido ldgico y normativo de la fenomenolo- gia en cuanto flosofia primera se determinan todas las cien- cias empirieas como sezundas, como ciencias que dependen de la fenomenotogia, es decir, que depensden de la fenome nologia cuando quicten ser floséfieamente vilidas en tanto ciencias rigurosas dhimas. En sentido estriet, la exactitud 8 una exactitud matemitica y cuantitativa, Pero en sentido amplio, es ela priori puro y universal lo que hace lo wexacto», lo que, en ta idea originaria de Ia ciencia, cumple et impulso subyacente para unas justificaciones ditimas, Si en este mo: ‘mento se nos permitiera utilizar la bella palabra mathesis en su sentido originario mis amplio, entonces podriamos decir que las ciencias empiricas serian filoséficas gracias a la mis Perfocta matematizacién imaginable, eon lo cual, la filosofia Primera, la mavhesis universal en su sentido més ammplio, hax bia preparado para todas las teorias puras un sentido similar al que tiene de ordinario la matemtica pura en relacién a la 1, Prt el mu deb se comira tide aconservacié verde” y's ids debe expres dn saat a a. ‘ida oda Agu son caprenies coat ris de i Stott, el pd tad en mn) le enc ‘si’ ete eid del no tens un» ps tds eos een. tenfe ecesinw {Anotco de Has At psa Se Hse eh ths cant is maciraades seca lds muene en Nd m Curt confernci ciencia de la naturaleza!. Pero es precisamente por esto que toda ciencia empirica devenida ciencia exacta ha alcanzado un orden y un enlace sistemitico, mediada por la sistemétiea pridrica de las regiones y de sus diseiplinas apriéricas La metalisica esté cocomprendia justame lio del mundo fictico o en el establecimiento del sentido ab salut en el orden y Ja unificacion de todos los seres Ficticos, so que a filosofia primera ha establecido a este respecto para todos los mundos posibles encuentra su aplieacion en las de terminaciones absolutas de sentido de los factum. Todavia quisiera afadir aqui, como una observacién que cconsidero importante, que la aclaracién fenomenokigica del sentido de las ciencias empiricamente justificadas diluye en principio el problema de saber hasta qué punto puede darse una cieneia de los hechos de la subjetividad trascendental, La respuesta rezaria: solo en la forma de las ciencias de la experiencia trascendentalmente fundamentadas, Gracias a su sentido absoluto ellas expresan las eulaciones de las subje tividades trascendentales Ficticas; toda verdad empirica, por «ejemplo, para las cosas, si son comprendidas de modo equiva- lente y absoluto, expresa una regla constittiva para todos los sujetos trascendentales intercomunicads, De acuerdo con nuestras caracterizaciones aeeren de Jas metas posibles y necesaras de la fenomenologi das de una manera general y bajo diferentes puntos de vista, podriamos hacernos también una representacién del futuro de Ia flosofia en el sentido de sus intenciones. En el presente ‘encontramos, a partir de fundamentos historicos que, eviden- temente, no estin desprovistos de ningtin sentido teleolbgieo, una separacidn entre ka de filosofia, sta separacién no debe ser eonsiderada sub spe- le aeterni. La filosofia representa la idea de un conocimiento we enel desarr desarroll- losofia y las ciencias excepluadas 12, tate pstsior de Hust «Mahe nematic (Nd aiden concrete de wage na bsoluto, esto ¢s, de un conocimiento de la china tacionali- dad pensable, Peto una racionalidad tal, como se hia intentado ‘mostrar, nicamente camo conocimiento universal, solo es po- sible en un universo de ciencias fundadas fenomenologica- ‘mente teniendo en cuenta la gradacién entre fa flosofiaprime- ray la filosofia segunda, De ello se deduce claramente la tarea Futura de a filosoiao, lo que es fo mismo, la meta preserita do faturo elentifico de toda la humanidad, a principio, me parece que estamos abligados a hacer va ler ante todo la edificaciin sistemitica de la fenomenologia Aescriptiva que se encuentra en proceso de devenir como una de las tareas tedricas mis inmediatas y més grandes que se ‘nos proponen en general. Aqui, lo completamente valioso y lo dcisivo est ubieado en f trabajo fenomenoldgieo conereto, «eel modo como estin drigidos todos sus propdsitos al traba- jo sensato en el campo do fa intuiciin inmedtata de esencias. Toda filosofia que viene de lo alto, tos filosofia de geniales corazonadus debe poner fuera de juego su rol cuando hay un suelo de trabajo firme, aun si este es laborioso, sobre cl que se pueda sembrar y cosectar En lo que conciemne a las ciencias especiales, siempre de beria darse asi, pero solo en aras de la divisiin del trabajo. Pero su separacién especializada no debe conservarse. EL tr bajo fenomenoldgico y el cientifico especial deberian ligarse y reunirse, en el estilo que ya ha sido sefialado, en la unidad de tuna funcién filos6tica universal, Se Hegarfan a dar ambos Ia- dos las manos y soo entonces las ciencias especiales llegarian 4 formar parte de la cienificidad rigurosa pero, naturalmen- te, en paulatina progresion, Ademés, si todavia las regiones del ser no han sido sometidas a la investigacion apriérica, la fenomenologia tendria que fundar desde si estas diseiplinas y, desde el principio, étas se habrian desarrollado en acla- Tacidn radical y habrian permanecido firmemente arraigadas ‘un origen matriz, Pienso gue en un futuro ideal cada in- i Cartoon vestizador especial se encontrar como en casa en relacign con la fenomenologia apropiada y agudamente desarrollada, exactamente asi como esté cl fisico en las matemiticas. Pero ella también vendria a ser la casa madre consin donde pueden cconvivir todas las ciencias fraternalmente; ella seria el lugae de una «metaisiea» que nos abre, en general, el sen {ido ciemttico y riguraso del mundo y, en particular, el medio por el que se descubre el de las ciencias especiales, decor SILABARIO. ALAS CONFERENCIAS DE LONDRES, PRONUNCIADAS EN LA PRIMAVERA DE. 1922 .OSOFIA FENOMENOLOGICA. LA 1. LAVINALIDAD GENERA DEA ‘104 FENOMENOLOGICA |, Introduccidn al tema de las cuatro leeciones: el método rnomenol6gico, sw evideneia para aleanzar un cambio radical de a acttud de la experiencia natural y de fa actitud del cono- cimiento, De esta manera se abre un reino infinivo de donacio- nes intuitivas coneretas: el eg0 cogito Fsta «subjetividad fenomenologica trascendental» (como donacisn inmediata de Ia autoexperiencia fenomenolégia) 90 es el walma», la donacion de la experiencia psicolbica de si Es una donacién nueva, procedente de la intuicionfenome- noligica concreta de la ciencia upridrica posible y de las obras, de a fenomenologia trascendental-, que investign la total dad de las posibilidades ideales, comprendidas en el marco de la subjetividad fenomenoldgica de acuerdo con sus formas cesenciales tipicas y sus leyes de esencia En las lineas propias de su desarrollo yace la elaboracion iniciaimente «egol6gicw»(relacionada con el ego de los suje- tos que filosofan en cada ¢as0) de una fenomenologia socio- rgico traseendental sobre la base de una pluralidad abierta de sujetos intercomunicados, Una elaboracién sistemétieamente consecuente de fa fe- nomenologla conduce necesariamente a una légiea persegui {a en todos los tiempos, 2 fos actos de conocimiento de los correlates, al sentido del conocimiento y a las objetividades a Stari del conocimiento, EI despliegue especializado de esta ligieg conduce, en consonancia con sus necesidades intrinsecas, 4 Ja totalidad sistematicamente ordenada de tov las ciency apridrieas posibles, Mas tarde se leva a cabo en la fenomenologia trscendental 4a dea necesaria de una «filosoia primera, Esta hace posible «que las cicncias de hechos sean afilosofias» (ailosofiassegun. las»), es decir, las hace posibles eomno ciencias que en su of ganizacién metédica estinjustfieadas wabsolutamente», con pletamente, a partir de elaridad absoluta a partic de las fuentes intclectivas éilkimas de os principios extraidos. La fenomeno logia, hablando en un plano ideal, es en si misma la céencia de Ja aclaracion absoluta de estas fuentes, olrece inicialmente cl sistema tedrico de los principio de todas las ciencias posibles aclarados absolutamente, oftece ls prineipios para la construc. cid de las contiguraciones aprdricas de todas ls ciencias de Ja realidad, de todos los mundos posibies y, por ello, de estas imismas configuraciones. Gracias ala enomenologia se demuestra posteriormente el ideal originatio de la filosofia como un ideal pricticn, es deci, el ideal de los sistemas que presentan todas las ciencias en tan- to ciencias vabsolutamente rigurosas»; y su raconatidad surge, «en todos sus pasos, de inteleceiones apadicticas de ciertas too tas. Detris de tales teorias no podria darse una «ametatisica» nis, y junto a ella no puede darse ninguna ciencia especial que esté basada en si misma (ninguna ciencia ingenua filoséfico- trascendenta). Segin esto, en la fenomenologia est la fuente de toda filosofiay de todas las ciencias en el sentido mas ele- vvado, Su ejecucidn sistematica es la mis grande de todas las tareas ciemifcas de nuesteo tiempo. 2. Comienzo de la ejecucidn. Vineulaciin historia con Pla- ‘nel ereador de la idea de a filosofia comprendida como un sistema universal absoluto para el saber justifieado, ademas Ini y primer conereela n noldgico inital. 4) Consideracién preliminar general: la forma necesaria Jel comienzo filosifico como meditacidn del yo. La pregunta porel sentido del conocimicato absoluto. La «indubtabilidad ‘como la norma de ella misma y como su sentido fundamental. e de todas las jus- Evidencia y evidencia adecuatt, La fuente de todas las j tificaciones absolutas debe reposar en evidencias adecuadas. Apodicticidad de estas evidencias. Adecuaciones mediatas ¢ Jnmediatas, 1 comicnzo buscado debe ser evidenteinmediata yy mediatamente, por lo que el Suelo primero de toda filosofia debe ser un suelo de experiencias accesible para el filosofar, ‘pero solo un suelo de experiencia apodictica. or Descartes hacia el ego ») Fl camino histrico recortido por Descart cogito mediado por la negacion metécea del mundo sensible. LLajustficacion de este camino de acuerdo con su significado fundamental. El ayo soy», «yo pienso» de la evidencia inge- ‘nuo-natural no es el ego cogito eaplado gracias al método de cevidencias de experiencias apodicticas. Fs necesario el méto- ido para desconectar la atid de la experiencia ingenua y, en general, el conocimiento ingenuo, para fucitar la nueva ace titud fenomenologica y el ego cogito como algo propio, para |hacer experimentabe el eampo de visiin cerrado ubsolutamen- teen si. Esta «subjetividad fenomenolégico trascendentaly no 5 el mens cartesiano en tanto que puramente alma: la autoex. Perimentacién fenomenol6gica no es una experiencia «inter a» psicolégica. 2. EL REINO DF LA EXPERIENCIA FENOMENOLAGICA Y LA POSIBLE DDAD DE UNA CIENCIA FENOMENOLOGICA, LA FENOMENOLOGIA 1. {Qué se puede hacer tebricamente con el ego cogite? {Una metafisica cartesiana? {Una filosofia especulativa del yo? Recuerdo de In exigencia de a evidencia adecuada y apo- Aietica como requisito para el «comienzo». Pata el descono- cimiento completo de los campos fenomenolégicos resulta necesario ir a buscar inicialmente emo aprender a conocer yy deseribir en observaciones exploradas. La seguridad necesa: ra de la interrupcidn del suelo fenomenoligieo y de la pureza Ue la descripeién fenomenoldgica de acuerdo con la regla de Ja «puesta entre paréntesis» fenomenologiea, Tal regla prob bbe eualquier posicionamiento ingenuo natural y cualquier uti- lizacién de algin juieio objetivo; permitiria tinieamentejui- ios rellexivos sobre juicios tales como mi «fenémeno», sobre mis ereencias y lo erefdo en ello como tal y, asimismo, jicios sobre «yo vive algo» de cualquier tipo y sobre todo de lo que cs «inmanenten, Ladeseripeién adecuada en consonancia con el triplete ego cogito-cogitatum. Anilisis de ejemplos en el paralelo cogito ¥y cogitatum, donde emergen miitiples modos de la «inten- cionalidady. La pereepcién como presentacién inimediata; la rememoracién como evocacién inmediata, Modos de presen- Scot contra a tacién mediata y evocacién por medio de indicaciones, ima- get, sefales, expresiones. Empatia y expresidn de una vida snimica en un cuerpo, Modos de la actividad intuitiva y de la actividad no intuitiva, dela determinacién y de la no deter- minacién, de la familiaridad y de la extraneza, Modos de ta atencién, Una parte del andlisis fenomenoligico de las cosas cspaciales percibidas: ka multiplicdad de sus «anodos de apa- recer en perspectiva, perspectivas de figura, perspeetivas de colores, eteétera, multiplicidad de los modos de orientacién, El «aqui» absoluto, el «ally miltiple. Lo cereano y lo leja- no: el horizonte lejano, la marca distintiva del cuerpo vivo, 0 bien, el pereibir continuo y la unidad «sintéticay en la continu dad; el objeto de una peroepcién continua. La sintesisdiscreta ¥ lo uno idéntico. La cidealidady del objeto en la multplicidad de las viven- cas y la concien« como una parte efectiva, sino como «polo intencional». Que en el objeto, en tanto mentado en un cierto sentido, tampoco Jos contenidos de sentido son partes efectivas de las vivencias, ‘«Contenidos intencionales» frente a momentos efectives de vi- vencias. Objetos, marcas (maneras de aparecer), Diferencia del sentido éntico (e! objeto en sus determinaciones y horizontes) ¥y modalidades constitutivas de sentido, maneras de aparceer, ‘eteétera. Contenidos dnticos (modos de apatecer). Modialidades de tas ereencias y de los modos intencionales «el ser (ser, ser posible, ser probable, ser indubitable, eteéte- a), La suposieién como intenci6n dirigida y confirmacién de ls intencidn; fo supuesto y los entes confitmados: el «si, esto cs realmente ast». Contra la supresién del no set. La concien= cia del «cumplimientoy logrado de la intencidn en la. teansi= cidn a una intuicién dada en si misma, La evidencia, en el eo- relatointencional del «ser verdadero, Modalidades andlogas e la emocién y [a voluntad. Infinitud de estas modalidades, iterabilidad. Descripciones posibles en direccién al ego como 4 de 6 consiste en que él no queda en ellos me Siebario «centro» de atencidn, toma de posicién, intencionalidad ten. diente, como centro de «afecciones». sos maltiples sucesos infnitos constatan el yo posicion nado fenomenologicamente. Ellos perteneven, inicamente sin ser fijados («inconscientemente»),a la vida uyente del yo na- tural que vive actualmente”, Escisién del yo en la transicin en laactitud fenomenol6eica, para llegar a ser un «espectador esinteresad», para el yo que se capla Fenomenolégicamen- te en su mismidad absoluta,captando reflexivamiente su esen- cia absoluta, su yo como centro de su carriente de vivencias, en este polo de objets intencionales y contenido de sentido, Bajo los «objetos», cuerpos extras, se muestra «otro» yo. Posibilidad de repoticién reiterada de la reflexin feriomeno. lia: el experimentar fenomenoldgico y el pensar como te ‘ma reflexivo, Toda descripeién de acuerdo con el principio de la honestidad descriptiva radical, deta wintuiciém» pura, de la evidencia de fa experiencia adecuada. Ningiin prejuicio natu- ral, ninguna interpretacién como tabula rasa 2. La prewunta de acuerdo con Ia posibilidad de una eien: cia egologica. Nueva meditacién. Experimento la subjetivi- dad captada fenomenolégicamente como en el dominio del presente actual, que expresa la proposicin ego cogito, exce- dliendo, extendiéndose en un pasado y futuro infnito. Sin em- baryo, (inicamente el mismo presente que fluye parece ser cexperimentado apodictica y adecuadamente, Dudas posibles respecto a los contenidos de mi pasado rememorado, a mis corrientes de vivencias pasadas y, todavia mis, faturas, Nece- sidad de una nueva desconexi6n de la educcién sobre To dado absolutamente. La imposiblidad de afirmaciones fijables wab- Jefivamente», esto es, «cientifieas» por la mera esfera de la 13, cn net de st misono noma, apie par dl ‘nutans dl fname, Soria cnfrencia ns presencia. Por lo tanto, una ciencia de hechos (una «ciencia te fa experiencia») no puede ser intentada en el «comienzon filosofico desde el ego cogito, liminacién radical de los prejuicios empiistas: amplia cin de los conceptos de experiencia y de experiencia apodtec tica y evidente, La autocaptacién adecuada es también auto- caplacin de posibilidades puras y, eventualmente, en relacion con posibilidades puras, de especies», de unas «singularida- es» de una especie pura wen generals, de relaciones posibles. singulares, particulareso universales, de necesidades esenci les e imposibilidades esenciales. Independencia de toda esta comprobacién «apridrica» de la experiencia en sentido estric~ to, de la wfibilidad» de la pereepeion, de la rememoracién, ceteétera, Todo esto val, sin duda alguna, para todo en ta es= fera del ego trascendental, como visible intuitiva y adecuada- mente. Modificaciones posibles de mi ego y mis vivencias y contenidas intencionales, El ez0 que filosof es el universo de sus posibilidades y necesidades egologicas, de sus esencias y leyes de esencia disponibles en el marco de la evidencia rdecuada y apoditica. La puesta entre paréntesis fenomeno- logiea de todas las posibilidades (naturales) trascendentales com el fin de la eeduceién sobre las posibilidades egoligicas puras*, Una doetrina de ln esencia que se mueve en el marco dk Ia evidencia absoluta de cualquier ego trascendental posi ble, de cualquier conciencia posible, de cualquier objetividad intencional posible, puede y debe ser la primera de todas las filosofias en tanto Ja primera fundamentacion absoluta post be, Esta ciencia es fa fenomenologia trascendental, la madre de todas las ciencias apridricas™ 14, Segue etc dela enamenlon inicio cang "TS" Agel dbo rods un eempl ue dj verre pos de be Soar 3. LA FENOMENOLOGIA TRASCENDENTAL Y EL PROBLEMA DEL co. |. Las dificltades de una construccién sistemitica de fa fenomenologia. La subjetividad trascendental en la forma de tiempo fenomenol6gico como campo de investigacién de la womenologia descriptiva, Pendiente un nivel de reflexion mas elevado, el dela «onciencia del tempo originaria. Indi cacién dela articulacin sistemtica de la fenomenologia des criptiva. Eliminacién de la fenomenologia relativamente po- bre de datos «hyléticos» (de datos de sentido en los eampos {de sentido). EI reino infinito de la fenomenologta de la inten- cionalidad. Los problemas de las correlaciones para ta con ciencia del yo y para ls objetividades intencionales frente a to- clas las cuestiones segin dacién legal, verdad, o bien, realidad Por tanto, este es el nivel mas clevado: fa fenomenologta de la razén, Pspecializacién en las disciplinas teérico racionles segtin las regiones distinguibles a priori de las objetvidades imencionales posibes. 2, Elrenacimiento de estas separaciones através de la con- sideracién de las teorias del conocimicnto tradicionales y sus relaciones eon la fenomenologia. El problema de la ulegitim- dad», dela evaldez» del conocimiento, sus relaciones com las objetividades como setes verdaderos, con las cosas que son ¢n si, con las ideas vilidas en si, las verdades,teorias, con lo ideal y las normas vidas en si con os valores en si, a belle- zaensi, lester El problema de la posibilidad del conocimiento trascen- dental y del sentido posible de un mundo que es eoncebible a través de las ciencias objetivas La subjetividad de todas las operaciones del conocimiento, fen una pasiva construceién conjunta de las manifestaciones de sentido, en activa produecién de los eonceptos, proposi- Teor confeoia bs ciones, teoras. Los objefos en el conocimiento mismo como ‘mero Substrato inmanente de la experiencia y de la teoria de Ja oxperiencia; las evidencias legitimadas, las necesidades del pensamiento, os caracteres de las vivencins subjetivas de los conocimientos, ;Cémo pueden ganar significado «traveenden- te», «objetivo las subjetividades puras 0 qué sentido pueden tener tales cosas objetivasy? (Como debe lograr la subjetividad un significado objetivo y tascendental haciéndose pasar por conocimiento? Si todas ‘us operaciones son subjetivas, asi como las manifestaciones son obra de la experiencia, asi los concepts, las proposicio- es, entonces las teorias son productos del conocer que hace tworia y lo mismo para las objetividades det conocimiento, ‘que son substratos inmanentes de la experiencia y de la teoria tle ln experiencia, Las evidencias dlegitimadas», los «senti- mientos» de las nevesidades del pensamiento son, por ello, caructeres subjetivos de vivencias omnilateraes). [a lucha contra el nepativismo eseéptico y contra el agnos ticismo. Tesis: todas las preguntas que uno puede plantear razonablemente en el conocimiento como operacién de fa ra- z6n -en toda direcci, en el sujeto de conacimiemto, en las ‘actos de conocimiento, en tales contenidos de sentido y en lay objetividades de conocimiento- son preguntas o fenome- noldgico-trascendentales, 0 preguntas sin claridad cientifica 1ysin sentido, Yo, a saber, como el ego absolute, soy ef que eumple fas aciones de sentido en mi cogito miltiple, a través de todo lo que para mi puede tener sentido: el sentido de la «mera meneidny, del «conocimiento estricto, la «fundamentacién legitima, la experiencia de evidencia empirica y apri6rica, el pensamiento légico, de la «manifestacién cambiante de esto ‘mismo, de [a «manifestacién engatosa y normaly, «la ver- dad y la falsedad predicativa», la «existencia y la no existen- cia», de nuevo, del objeto supuesto y verdadero, del «ser en 26 Sabre si frente al que conocer, especialmente adel ser en si como cosa», «naturaleza», cmundo social», cultura eteétera, Esta dacién de sentido se cumple en el que eonoce en la forma indicada con cada una de estas palabras coneretas y,natural- mente y sobre fod, con fos conceptosrelativos ellos y Sobre todas las expresiones lingisticas ‘esis: solamente la fenomenologia trascendental capta y comprende en su método evidente a esencia propia absotuta de las conciencias que conocen y, por ello, as correlaciones comprendidas en todos fos niveles y formas, en sus posibili- ddades de esencia y en sus necesidades de esencia, Unicamente en su actitud puede legar a ser formulae y resoluble ap dicticamente todo problema del conocimiento concebible en {y materiales (ciencias upri6ricas de los objetos en general o de los objetos de una regin determinada del ser), como las dis- ciplinas de la matemtica formal (teria de los conjuntos, ait mnctica, teoria de las variedades y, por otto lado, la geometra, cinematiea, mecdniea racional) Su justifcacién es insuficien- 'e, puesto que estas ciencias son ingenuas y dogmiticas. Puesta entre paréntesis y «critica» fenomenologica de estas cienias. La fenomenologia constitutiva debe, en si misma, dar con los prineipios de la logiea, de las proposiciones y las ver des, hacer frente a todos los principios y méximas ontolbg- ara confonca be «eas -pues ella Jos gana en claridad originaria y jutificavion ikima-; asi, a fenomenologia del conocimiento natural y de la naturaleza como sus correlatos intencionales sobre los con cepts aclarados tiltimamente: las cosas materiale, el espacio y ht formacién espacial, Ia cvalidad y la eausalidad fisicas, etcétera, entregan las normas eriticas para todo juicio justifi- ado naturalmente, Una fenomenologla desarrollada sistem ticamente no necesita ninguna eiencia dada apriéricamente; semi esto, la fenomenolagia encierra cl conjunto de todas las ciencins apridricas imaginables, a saber, como ciencias «ilo- séficas» fundamentadas absolutamente. Por lo tanto, es laf Josofiaapridrica universal Justamente por esto realiza (pensada en su desarrollo) fa idea perfect, énicamente fa idea original de Ia gia, y en el desarrollo concreto que pettenece completamente a esta idea. Por lo tanto, sein su origen (la dialéctica platonica) la logi- ca debe ser la ciencia, el sentido, la operacién que debe dejar sclarada absolutamente la r2z4n del conocimiento posible en ener y. as, hacer posible el conocer genuino y una filosofia universal de la realidad. Ella investigb necesariamente en todas las direcciones posibles, en todas las facetas de las activida- ‘des comprensivas y de Ia concieneia que conoce (evidencia, findamentacién) y los objetos en todos sus aspectos.Investig6 lcarieter dagmatico dela lea tradicional; por tanto, entra ‘ambien en relacién eon los limites poco claros que pertmane= cen sujetos, de forma vacua, a su psicologismo. La légica ingenua no puede ser ninguna propedéutica de la ciencia auténtica, ninguna dctrina de los prineipios de nin= ‘guna justieacién auténtica, ninguna doctrina absoluta ce nor- mas 0 de méodos. La meditacién sobre las exigencias verda- dora de la idea de una Logica como «doettina de ls ciencias» conduce necesariamente a la fenomenologia trascendental (El camino histérieo del desarrollo de la fenomenologia: Las Investigaciones Idgicas). La consecueneia de la toalidad de 0 Stare las ciencias apriéricas conduce hacia una «ldgica» fenome- nolégica universal; asimismo, comprende asi las deduceiones apridricas de todas las cateyorias de los seres y d los sistemas de las ciencias apridricas, Asimismo, la tarea, partiend de le ‘dea aprisrica de una multiplicidad composible (de In doets- nade las multilicidades formales) en diferenciacion conereta para construir la idea de un «mundo» individual y para hae cer los niveles y los estratos del mundo dado ejemplarmente ‘como un mundo necesariamente inteligido, EI monadismo trascendental dado en necesaria relacign re- ‘wospectiva con la subjetividad absoluta conduce desde el a priori de ls objetividades constituidas hasta ela priori de una :ménada individual y de unos universos de monadas «compo: sibles», pot lo tanto, ala «ametalisiew», El conocimiento de eseneias respecto a las condiciones de posibilidad de un uni verso absoluto come tal, conduce a la nocesidad de su «armo- lay, por lo que ella debe tener relacion con un mundo y wna naturaleza objetiva constituida coleetivamente. A partir de aqui los problemas ulteiores de [a teleologia: los problemas ‘de un desarrollo espiitual tleol6ico, el «sentido» del mundo el problema teoligico. 3. La transiein de lo a priori al atu La flosofia como tal en tanto filosofia de Ia realidad, Yo y mi vida eomo fac ‘um, mi mundo citcundante con la multiplicidad abiesta de otto yo como factum. Bl factum universal de una posibilidad enel sistema universal de las posibilidades puras. Las ciencias| empiricas serian solo racionales en tanto ciencis justficadas absolutamente a partir de la «l6giea> universal justficada ab- solutamente, de la Fenomenologiatrascendental. Las ciencias| de hechos, dogmaticas e ingenuas, y su ertica a través de la fenomenologia, Su reconfiguracién en cciencias de correla tos» y con ello, en fenomenologias cientifias de hechos. La solucién de los problemas de la posibilidaa de las ciencias de Cart confront a hhechos de Ia subjetividad absoluta en Ia forma de ciencias ob- jetivas de hechos absolutamente fundamentadss. El ideal de Futuro de las ciencias «filoséficas» fundamentadas absoluta- ‘mente en la investigacién fenomenolégica originaria, unifica-

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