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a) Tema de investigación.

- La prueba testimonial
b) Objetivos de la investigación.- Será profundizar en el estudio se la prueba
reseñada, ya que existe una gran cantidad de información dispersa en
relación al tema, provocando esto en la creación de una compilación, para
mayor conocimiento del supuesto jurídico en análisis y su posible aplicación
en la práctica forense.
c) Justificación.- Es de suma importancia la prueba descrita, pues en la
mayoría de los asuntos controvertidos es la esencia del proceso, pues no
he conocido personalmente que no exista una causa penal, un juicio civil o
mercantil, o laboral o administrativo que no lleve una prueba testimonial,
pero si se pueden prescindir las restantes pruebas, como lo son los careos,
la confrontación, la inspección, la reconstrucción de hechos, la pericial, más
no la circunstancial.
d) Marco teórico.- Se consultaron libros y revistas especializados, aún en
lengua extranjera, así como investigación en la herramienta de nuestros
días: el internet.
e) Hipótesis.- Se parte de la idea que no existe proceso penal que no tenga al
menos una prueba testimonial, en cualquiera de los casos que se
analizarán, conforme a una variedad de injusto que va desde el robo hasta
el homicidio, pasando por delitos como contrabando y contra la salud. Esto
es la hipótesis es que la prueba testimonial, es básica en cualquier proceso
penal
f) Muestra.- Se procedió a analizar varios expedientes penales con los delitos
descritos para lograr que la investigación se acerque a la realidad de
nuestros días.
g) Recolección y análisis de datos.- Se inició con investigación en la internet y
la consulta de diversos libros y revistas, ya sea de temas generales o
especializados.
h) Resultados.- Se concluye que en todos los casos es necesaria la prueba
testimonial, y que no tiene mayor peso que otras pruebas.
i) Conclusiones.- Deberán servir para demostrar la importancia de la prueba
en comento, pero en la mayoría de los proceso penales no puede
considerarse como contundentes, respecto de otras pruebas
Introducción.- El examen de los principios del proceso penal permite mirar
en toda su extensión y profundidad el enjuiciamiento de esta especialidad, que es,
por cierto, la que más hondamente afecta los bienes e intereses del individuo, por
una parte, y la que más intensamente muestra la dialéctica entre las libertades del
ser humano y las atribuciones del poder público, por la otra; más todavía que el
juicio constitucional o el contencioso administrativo, a pesar de que en éstos
contienden formal y directamente la autoridad y el ciudadano. En aquél se hallan
en juego los valores radicales del hombre: la vida, ante todo; luego, la libertad. De
hecho, la historia del control de la legalidad en los actos de las autoridades se
halla estrechamente asociada a la historia de la represión penal; dígalo, si no, el
habeas corpus.
Los principios son reglas que dominan, encauzan, explican el proceso.
Reglas derivadas de la ciencia y la experiencia, atentas a las decisiones político-
filosóficas que son raíz y razón de cierto sistema procesal, aunque no
necesariamente de todos los sistemas procesales, en cualquier tiempo y
dondequiera. Para esos principios, como para las normas que de ahí se deducen
o que ahí desembocan, también existen el aquí y el ahora; el plano del tiempo y
las fronteras del espacio. Del modo que las normas tienen un ámbito de validez
espacial y temporal bien acotado, al que denominamos vigencia, los principios
tienen un campo de operación más o menos perceptible, que son su propio género
de vigencia, dependiente de cierta forma de comprender y decidir las relaciones
entre el poder político que administra el proceso y el ser humano que en él
comparece. El humanismo y la democracia definen aquel campo: son sus
referencias exactas; donde crece el respeto por el hombre y se afianza la
soberanía del pueblo, florece determinado sistema de enjuiciamiento, acogido a
principios característicos; otro tanto sucede si las cosas ocurren a la inversa. Los
principios que informan el proceso contemporáneo en la mayoría de los países, lo
que llamamos, con algún exceso retórico, la comunidad de las naciones
civilizadas, no son precisamente los mismos que lo gobernaron bajo el derecho
germánico o el sistema inquisitivo de la Edad Media. Pasaron los tiempos de
éstos, cambiaron los principios, se modificó el proceso.
Ciertamente esta manera de entender los principios, que los observa con un
lente deductivo, no es el único que existe. También pueden quedar establecidos a
la inversa, por inducción, a partir de las soluciones que contienen y reiteran las
leyes; de ellas derivarían, pues, los principios. Ambas perspectivas son útiles,
aunque no en la misma dimensión o con el mismo alcance. Una implica que el
proceso se ajuste a determinadas condiciones superiores; bajo ellas se valora,
interpreta, reanima. Otra implica un ejercicio rigurosamente técnico, que entiende
al sistema procesal como un todo construido, y de él desprende, sin arriesgarse en
valoraciones, que no son su propósito, aunque no las excluye, los principios que
en la realidad de las normas prevalecen; otra cosa es la realidad de su aplicación
práctica: su eficacia, en suma.
Claro está que lo deseable, sensato, pertinente es que ambos métodos
lleguen a los mismos resultados; esto significaría que el legislador, influido por
criterios políticos, acertó en el traslado de éstos a las disposiciones que ha
emitido. Y el éxito será completo si además la realidad se ajusta a esos criterios y
a esas normas, por ser racionales y practicables unos y otras. Es obvio que si esto
no ocurre ya no importaría lo primero; las mejores intenciones políticas se
desplomarían y de nada servirían los mayores aciertos de la técnica legislativa: los
hechos se habrán rebelado, para bien o para mal, contra los códigos, acaso
porque éstos no supieron arraigar en la vida.
A la luz de esos principios procesales, se construye y reconstruye el
proceso. En ellos toman sugerencia los legisladores y a ellos recurren los
aplicadores de las leyes para entender los preceptos y conformar su conducta a
las disposiciones que los vinculan y a las ideas e ideales que se hallan atrás de las
normas, en la doble función de fuente que las determina y horizonte al que se
1
dirigen. De tal proceso se aplican distinto tipo de pruebas una de ellas, la
testimonial requiere de una valoración subjetiva, netamente, pues es creada por el

1
Cfr García Ramírez, Sergio. Po. Cit., pp 574-577
pensamiento del hombre, de aquello que ve e interpreta según sus experiencias
cotidianas, aquí se explicará brevemente la prueba de testigos, la cual obviamente
no puede ser vista como prueba plena dada que es la alocución de una persona,
pero podrá serlo si ésta se relaciona con otro material probatorio
Desarrollo.- La testimonial es un medio de prueba,2 en materia penal, se
encuentra sometida al principio de oralidad según el cual cada testigo debe ofrecer
su testimonio de manera oral ante el juez que se encuentra conociendo del
asunto; al principio de inmediación, que implica que la prueba se practique en
presencia de aquellos que han de valorarlas; y los principios de publicidad y
contradicción los cuales mandan que los testigos sean oídos en audiencia pública
y en presencia del inculpado y de las demás partes, de manera tal que éste pueda
debatir y rebatir su testimonio como lo juzgue útil a su defensa. Que tales
presupuestos no se cumplen con la lectura en audiencia de un acto notarial en el
cual se haga constar las declaraciones de los testigos cuyos testimonios se
refieren a la solución de cualquier proceso penal, sus dudas a veces quedan
reflejadas no en sus palabras sino en su semblante, sus tiempos muertos de
declaración, la mirada, los silencios, en fin todo lo anterior es esencial tanto para el
tribunal como para las demás partes en el proceso, es por eso que, que el tribunal
se encuentra impedido de apreciar la sinceridad, espontaneidad y congruencia de
la declaración por ellos ofrecidas y los demás actores del proceso, no han tenido
la oportunidad de someter al escrutinio del interrogatorio las disposiciones de
dichos testigos. 3
La prueba testimonial siempre ha sido considerada como un indicio,
podemos señalar que los testigos son aquellos terceros extraños al proceso
mismo, que declaran bajo juramento acerca de la verificación de ciertos hechos
que se controvierten en el juicio, de los cuales han tomado conocimiento en forma
directa o por los dichos de otra persona. Así también, la prueba testimonial
consiste en la declaración que hacen personas extrañas al juicio, siempre que
reúnan las condiciones exigidas por la ley y depongan en la forma que señala el
código respecto a los hechos que se trata de establecer en el pleito. Los testigos
2
Cfr Ovalle Favela, José, Op. Cit., p 309
3
Cfr Balbuena, Pedro, et al, Op Cit p. 28
son, pues, personas extrañas al pleito que deponen acerca de los hechos
controvertidos. El legislador acepta la prueba testimonial, pero se ha cuidado de
tomar las precauciones necesarias en orden a rodearla de las mayores garantías
posibles.
Sirve al caso, la tesis de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, de la Quinta Época, impresa en el Semanario Judicial de la Federación,
Tomo CXXXII, página: 137, que dice:
“TESTIGOS, VALOR PROBATORIO DEL DICHO DE LOS. Si los testigos
han convenido substancialmente en los hechos, y sólo difieren en circunstancias
intrascendentes, tales circunstancias no influyen para invalidar la fuerza probatoria
de su dicho.”
También es útil al comentario, la tesis de la Quinta Época, de la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, impresa en Semanario Judicial
de la Federación, Tomo CXXX, página: 398, con la voz:
“TESTIGOS, APRECIACION DE LA PRUEBA DE (LEGISLACION DEL
ESTADO DE JALISCO). No hay que atenerse solamente al número de los
testigos para aceptar su versión como verídica, pues los Tribunales no tan solo
deben atenerse al factor numérico sino esencialmente a la calidad del testificante,
haciendo una correcta interpretación del artículo 342 del Código de
Procedimientos del Estado de Jalisco tomando en consideración si los testigos son
presenciales de los acontecimientos.”
Normas legales que la regulan:
a) Admisibilidad de la prueba testimonial, contemplada en el artículo
206 del Código Federal de Procedimientos Penales, del siguiente
tenor:
b) “ARTÍCULO 206.- Se admitirá como prueba en los términos del
artículo 20 fracción V de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, todo aquello que se ofrezca como tal, siempre
que pueda ser conducente, y no vaya contra el derecho, a juicio
del juez o tribunal. Cuando la autoridad judicial lo estime
necesario, podrá por algún otro medio de prueba, establecer su
autenticidad.”
c) Regulación de este medio probatorio en los procedimientos
penales en todos sus aspectos, los artículos del 240 al que dicen:
“ARTICULO 240.- El tribunal no podrá dejar de examinar durante
la instrucción a los testigos presentes cuya declaración soliciten
las partes.”
“ARTICULO 241.- También mandará examinar, según
corresponda, a los testigos ausentes, sin que esto estorbe la
marcha de la instrucción ni la facultad del tribunal para darla por
terminada cuando haya reunido los elementos bastantes.”
“ARTICULO 242.- Toda persona que sea testigo está obligada a
declarar respecto a los hechos investigados. Las preguntas que
formulen las partes deberán guardar relación con los hechos.
El juez o tribunal desechará únicamente las preguntas que sean
objetadas por impertinentes o inconducentes para los fines del
proceso. El acuerdo de desechamiento será revocable. En todo
caso el testigo dará razón de su dicho. Si el testigo no comparece a
la primera citación, sin causa justificada, el juez ordenará que sea
presentado a declarar.”
“ARTICULO 243.- No se obligará a declarar al tutor, curador, pupilo
o cónyuge del inculpado ni a sus parientes por consanguinidad o
afinidad en la línea recta ascendente o descendente sin limitación
de grados y en la colateral hasta el cuarto inclusive, ni a los que
estén ligados con el inculpado por amor, respeto, cariño o estrecha
amistad; pero si estas personas tuvieren voluntad de declarar se
hará constar esta circunstancia y se recibirá su declaración.”
“Artículo 243 Bis.- No estarán obligados a declarar sobre la
información que reciban, conozcan o tengan en su poder:
I. Los abogados, consultores técnicos y los notarios, respecto de
los asuntos en los cuales hubieran intervenido y tengan
información que deban reservarse para el ejercicio de su profesión;
II. Los ministros de cualquier culto, con motivo de las confesiones
que hubieran recibido en ejercicio del ministerio que presten;
III. Los periodistas, respecto de los nombres o las grabaciones,
registros telefónicos, apuntes, archivos documentales y digitales y
todo aquello que de manera directa o indirecta pudiera llevar a la
identificación de las personas que, con motivo del ejercicio de su
actividad, les proporcionen como información de carácter
reservada, en la cual sustenten cualquier publicación o
comunicado;
IV. Las personas o servidores públicos que desempeñen cualquier
otro empleo, cargo oficio o profesión, en virtud del cual la ley les
reconozca el deber de guardar reserva o secreto profesional, y
V. Los médicos cirujanos o especialistas y psicólogos clínicos,
respecto de la información concerniente a la salud de sus
pacientes, que conozcan con motivo de su ejercicio profesional.
En caso de que alguna o algunas de las personas comprendidas
en las fracciones anteriores manifiesten su deseo de declarar y
cuenten con el consentimiento expreso de quien les confió el
secreto, información o confesión, se hará constar dicha
circunstancia y se recibirá su declaración o testimonio.
La reserva de información que, por disposición de la propia ley,
deben guardar los servidores públicos, se hará del conocimiento de
la autoridad que requiera la declaración o testimonio y, en todo
caso, se estará a lo dispuesto en la ley que rija las facultades del
servidor público correspondiente.
Al servidor público que viole lo dispuesto en este artículo, se le
aplicarán las penas a que se refiere el artículo 215 del Código
Penal Federal, pero si el delito es cometido contra la administración
de justicia, se le aplicarán las penas a que se refiere el artículo 225
del mismo ordenamiento.”
“ARTICULO 244.- Si el testigo se hallare en el lugar de la
residencia del funcionario que practica las diligencias pero tuviere
imposibilidad física para presentarse ante él, dicho funcionario
podrá trasladarse al lugar donde se encuentre el testigo para
tomarle su declaración.”
“ARTICULO 245.- Cuando haya que examinar a los altos
funcionarios de la Federación, quien practique las diligencias se
trasladará al domicilio u oficina de dichas personas para tomarles
su declaración o, si lo estima conveniente, solicitará de aquéllos
que la rindan por medio de oficio, sin perjuicio de que el interesado
si se le requiere y lo desea, comparezca personalmente.”
“ARTICULO 246.- Los testigos deben ser examinados
separadamente y sólo las partes podrán asistir a la diligencia, salvo
en los casos siguientes:
I.- Cuando el testigo sea ciego.
II.- Cuando sea sordo o mudo.
III.- Cuando ignore el idioma castellano.
En el caso de la fracción I el funcionario que practique las
diligencias designará a otra persona para que acompañe al testigo,
la que firmará la declaración después de que éste la haya
ratificado; en los casos de las fracciones II y III se procederá
conforme lo dispone el Capítulo III del Título Primero de este
Código.”
“ARTICULO 247.- Antes de que los testigos comiencen a declarar
se les instruirá de las penas que el Código Penal establece para
los que se producen con falsedad, o se niegan a declarar.
Esto podrá hacerse hallándose reunidos todos los testigos.
A los menores de dieciocho años en vez de hacérseles saber las
penas en que incurren los que se producen con falsedad, se les
exhortará para que se conduzcan con verdad.”
“ARTICULO 248.- Después de tomarle la protesta de decir verdad,
se preguntará al testigo su nombre, apellido, edad, lugar de origen,
habitación, estado civil, profesión u ocupación; si se halla ligado
con el inculpado o el ofendido por vínculos de parentesco, amistad
o cualesquiera otros y si tiene algún motivo de odio o rencor contra
alguno de ellos.”
“ARTICULO 249.- Los testigos declararán de viva voz, sin que les
sea permitido leer las respuestas que tengan escritas; pero podrán
consultar algunas notas o documentos que lleven consigo, cuando
sea pertinente según la naturaleza del asunto y a juicio de quien
practique las diligencias.
El Ministerio Público, el inculpado, el defensor, la víctima u
ofendidos, tendrán derecho de interrogar al testigo; el juez o el
tribunal tendrán la facultad de desechar las preguntas que a su
juicio o por objeción de parte sean señaladas como impertinentes o
inconducentes y, además, podrá interrogar al testigo sobre los
puntos que estime convenientes.”
“ARTICULO 250.- Las declaraciones se redactarán con claridad y
usando hasta donde sea posible las mismas palabras empleadas
por el testigo. Si quisiere dictar o escribir su declaración se le
permitirá hacerlo.”
“ARTICULO 251.- Si la declaración se refiere a algún objeto puesto
en depósito, después de interrogar al testigo sobre las señales que
caractericen dicho objeto, se le pondrá a la vista para que lo
reconozca y firme sobre él, si fuere posible.”
“ARTICULO 252.- Si la declaración es relativa a un hecho que
hubiere dejado vestigios en algún lugar, el testigo podrá ser
conducido a él para que haga las explicaciones convenientes.”
“ARTICULO 253.- Siempre que se examine a una persona cuya
declaración sea sospechosa de falta de veracidad, se hará constar
esto en el acta.
En el momento de la diligencia, el Ministerio Público, el inculpado o
su defensor podrán manifestar los motivos que tuvieren para
suponer falta de veracidad en el declarante, e inclusive ofrecer
pruebas al respecto, que se agregarán al expediente.”
“ARTICULO 254.- Concluida la diligencia se leerá al testigo su
declaración o la leerá él mismo, si quisiere, para que la ratifique o
la enmiende, y después de esto será firmada por el testigo y su
acompañante si lo hubiere.”
“ARTICULO 255.- Si de lo actuado apareciere que algún testigo se
ha producido con falsedad, se mandarán compulsar las
constancias conducentes para la investigación de ese delito y se
hará la consignación respectiva al Ministerio Público sin que esto
sea motivo para que se suspenda el procedimiento; si en el
momento de rendir su declaración el testigo, apareciere que es
manifiesta la comisión del delito de falsedad, será detenido desde
luego y consignado al Ministerio Público.”
“ARTICULO 256.- Cuando tuviere que ausentarse del lugar en que
se practiquen las diligencias alguna persona que pueda declarar
acerca del delito, de sus circunstancias o de la persona del
inculpado, el tribunal, a solicitud de cualquiera de las partes,
procederá a examinarla desde luego si fuere posible; en caso
contrario, podrá arraigar al testigo por el tiempo que sea
estrictamente indispensable para que rinda su declaración. Si
resultare que la solicitud fue infundada y por lo mismo indebido el
arraigo, el testigo podrá exigir al que lo solicitó que lo indemnice de
los daños y perjuicios que le haya causado.”
“ARTICULO 257.- El funcionario que practique las diligencias podrá
dictar las providencias necesarias para que los testigos no se
comuniquen entre sí, ni por medio de otra persona, antes de que
rindan su declaración.”
De lo anterior se pueden concluir los requisitos que debe reunir el
testigo:
a) Debe tratarse de un tercero extraño al proceso mismo; como
consecuencia de ello, no pueden ser testigos las partes del mismo, sean directas o
indirectas.
b) Deben declarar bajo juramento respecto de determinados hechos
controvertidos de los cuales hayan tomado conocimiento:
Al igual que toda prueba, el testimonio debe referirse a hechos
determinados que deben ser materia de la controversia; el testigo no puede
efectuar apreciaciones personales o emitir opiniones, ya que ello corresponde
realizarlo en definitiva al tribunal. 4
c) Debe conocer los hechos por haberlos presenciado o percibido por sus
sentidos (presenciales) o por haber tomado conocimiento de los mismos por los
dichos de terceros (de oídas).
d)Debe dar razón de sus dichos:
Para que el tribunal pueda cerciorarse debidamente de que efectivamente
el testigo tomó conocimiento de los hechos sobre los cuales declara, es
indispensable que éste de razón de sus dichos, es decir, que señale las
circunstancias en que los presenció o la forma en que llegaron a su conocimiento.
5

Sirve al caso, en lo conducente y para mayor claridad del tema, la


Jurisprudencia VI.1o.P. J/17, del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Sexto Circuito, de la Novena Época, impresa en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XIV, Diciembre de 2001, página: 1627, que dice:
“TACHAS DE TESTIGOS. NO EXISTEN EN MATERIA PENAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). El artículo 153 del Código de
Procedimientos en Materia de Defensa Social establece que no puede oponerse
tacha a los testigos que declaren durante el proceso, por lo que el argumento del
4
Cfr De Araujo Cintra, Antonio Carlos, et al, Op. Cit. p. 219
5
Cfr. Gophe, Francois, Op. Cit. p. 220
inculpado en el sentido de que las declaraciones de los testigos de cargo deben
ser desestimadas por tener vínculos familiares o de amistad con el ofendido,
deviene infundado, pues esas circunstancias, por sí mismas, no restan valor
probatorio a las testimoniales, máxime que se encuentran robustecidas con el
dicho del ofendido, con la confesión del inculpado y con los demás medios de
prueba relacionados en la causa.
Características de la prueba testimonial:
a) Es una prueba preconstituída, toda vez que el testigo normalmente ha
tomado conocimiento de los hechos respecto de los cuales declara antes de que
se inicie el proceso en el cual ellos son controvertidos.
b) Es una prueba en la que prima el principio de la inmediación, ya que es
el juez quien directamente debe recoger los dichos de éste; lo anterior, en teoría,
ya que en la práctica estas declaraciones son tomadas en las causas penales por
un receptor en presencia o mecanógrafo o auxiliar administrativo del juez;
c) Es un medio de prueba indirecto, ya que el juez toma conocimiento de los
hechos no por la percepción directa de los mismos, sino que precisamente por la
exposición que de ellos efectúa el testigo;
d) Es una prueba formalista, toda vez que la ley la ha regulado en forma
rigurosa debido a la desconfianza que existe de parte del legislador hacia la
veracidad de los testimonios.
Apoya a lo anterior, la tesis de la Novena Época, del Primer Tribunal
Colegiado del Décimo Quinto Circuito, impresa en el Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo II, Penal, Precedentes Relevantes,
página: 2329, número de tesis: 4662, que dice:
“IDENTIDAD DEL INCULPADO. ES NECESARIA CUANDO LOS
TESTIGOS DE CARGO PROPORCIONAN CARACTERÍSTICAS DIFERENTES
DEL AUTOR DEL DELITO.- Si los testigos de cargo al señalar como autor del
delito a determinada persona se refieren a ésta por su nombre y proporcionan
datos diferentes respecto de sus características personales, es obvio que ante la
negativa del inculpado en la comisión del delito, uno de los aspectos principales
que deben dilucidarse en el proceso lo constituye precisamente la identidad del
inculpado con la persona que señalaron los testigos como autor del delito; de tal
manera, que si el Ministerio Público sostiene que el inculpado es la misma
persona a que se refieren los testigos de cargo, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 136, fracción IV, del Código Federal de Procedimientos Penales,
corresponde a dicho representante social allegar al juzgador los medios idóneos
para acreditar la responsabilidad de los inculpados, en la especie, las relativas a
lograr la identificación entre uno y otro, pues en el proceso penal deben estar
perfectamente identificadas las personas que se relacionan con los hechos
delictivos que en él se investigan, porque dentro del mismo se requiere saber con
certeza, que las actuaciones de la instancia se refieren precisamente a los sujetos
involucrados en ella y no a otros diferentes, por ello cuando existe sospecha de
que los testigos se refieren o señalan a una persona sin conocerla plenamente, se
hace necesario que la identifiquen en lo personal, bien sea ante el Ministerio
Público durante la integración de la averiguación previa o ante el Juez instructor
en el procedimiento, ello para despejar plenamente las dudas sobre si realmente
lo conocen o no, por ende, ante la falta de esa identificación por parte de los
testigos o de otra prueba apta para establecerla, no puede tenerse por acreditada
plenamente la responsabilidad del inculpado en la comisión del delito.”
Clasificaciones:
a) Presenciales y de oídas: Como señalamos, son presenciales los que han
percibido los hechos sobre los cuales declaran en forma directa, por sus sentidos;
testigos de oídas son aquellos que son sabedores de los hechos por los dichos de
otra u otras personas que se los han relatado. 6
Los testigos presenciales que intervienen en el otorgamiento de algún
documento reciben además el nombre de testigos instrumentales.
b) Contestes y singulares: Son contestes cuando existen varios testigos que
declaran en la misma forma respecto de un mismo hecho; en cambio, son
singulares cuando sólo declara un testigo o cuando declarando varios respecto de
un mismo hecho, sus declaraciones son diversas.

6
Cfr Gómez Lara, Cipriano, Op. Cit. pp 313-314
c) Hábiles e inhábiles: Son hábiles aquellos a los cuales no les afecta
alguna causal de inhabilidad señalada en la ley e inhábiles, aquellos a quienes
afecta alguna de dichas causales.
Sirve al caso, la tesis de la Octava Época, del Segundo Tribunal Colegiado
del Sexto Circuito, localizable en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo
VIII, Diciembre de 1991, página: 280, que dice:
“PRUEBA TESTIMONIAL. TESTIGOS PRESENCIALES. SU IDONEIDAD.
Para la validez de una prueba testimonial no solamente se requiere que las
declaraciones sobre un hecho determinado sean contestadas de manera uniforme
por todos los testigos, sino que, además, el valor de dicha prueba testimonial
depende de que los testigos sean idóneos para declarar en cuanto esté
demostrada la razón suficiente para la cual emiten su testimonio o sea, que se
justifique verosimilitud de su presencia en donde ocurrieron los hechos.”
En el proceso penal, al igual que como sucede respecto de la generalidad
de los medios probatorios, la iniciativa para rendir prueba testimonial corresponde
a las partes, sea antes de la iniciación del proceso mismo, tratándose de medidas
prejudiciales probatorias o durante la secuela de éste, en el probatorio.
El tribunal sólo tiene iniciativa en materia de prueba testimonial cuando la
dispone como medida para mejor resolver.
Oportunidad procesal para rendir testimonial:
a) Como medida prejudicial probatoria;
b) Durante el término probatorio en primera instancia.
c) En segunda instancia sólo puede rendirse testimonial si el tribunal así lo
dispone como medida para mejor resolver o que se trate de declaraciones que no
hayan podido producirse en primera instancia y que los hechos sobre los cuales
van a declarar no hayan sido materia de otros medios probatorios.
Obligaciones de los testigos:
a) Comparecer ante el tribunal: Toda persona, por regla general, cualquiera
que sea su estado o profesión, está obligada a concurrir al tribunal a la audiencia
que éste señale para los efectos de que preste declaración.
Tratándose de testigos que residan fuera del territorio jurisdiccional del
tribunal ante el cual se sigue el proceso, su obligación se limitará a la concurrencia
ante el tribunal correspondiente a su domicilio, quien tomará la prueba mediante
exhorto que le remitirá el otro tribunal. Esto, sin perjuicio de que el testigo
comparezca voluntariamente ante el juez que lleva el proceso.
Apoya al presente análisis, la tesis de la Séptima Época, de la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, impresa en el Semanario Judicial de
la Federación, Tomo 145-150 Segunda Parte, página: 72, que esa del rubro y
texto siguientes:
“CONDENA CONDICIONAL, PRUEBA TESTIMONIAL EN RELACION
CON LA. OPORTUNIDAD PARA SU DESAHOGO. Para los efectos del artículo
90 del Código Penal Federal, la prueba testimonial no sólo se puede ofrecer para
su desahogo durante el término que señala la ley procesal, sino también en
segunda instancia, por lo que si en primera instancia se ofrece y no se desahoga,
no por ello se priva al procesado de la oportunidad de ofrecer nuevamente dicha
prueba, ello sobre la base de que sea conducente.”
Excepciones:
a) En personas graves, podrá el juez apersonarse en la casa del testigo y
tomar su declaración.
b) Determinadas autoridades públicas y las personas que ha exceptuado la
ley expresamente, como aquellas que reciben comunicaciones conforme al
secreto profesional, eclesiásticos, abogados, notarios, procuradores, médicos y
matronas, sobre hechos que se les haya comunicado confidencialmente con
ocasión de ese estado, profesión u oficio, en términos del numeral 243 bis del
CFPP.
Respecto de estas personas es necesario señalar que la exención de la
obligación de declarar no sólo es un derecho, sino que también es una obligación,
toda vez que la violación del secreto profesional es constitutiva de delito, conforme
al Código Penal.
c) En razón a su parentesco, conforme al artículo 243 del CFPP, tampoco
están obligadas a declarar y vienen a ser los cónyuges, los parientes legítimos
hasta el 4. grado de consanguinidad y segundo de afinidad; los ascendientes,
descendientes y hermanos ilegítimos cuando haya reconocimiento de parentesco
que produzca efectos civiles y los pupilos y tutores o curadores,
C) Obligación de decir verdad: Antes de que el testigo preste declaración,
éste deberá ser juramentado.
SANCIONES
El testigo que legalmente citado no comparezca podrá ser compelido a ello
mediante la fuerza, a menos que comprueba que ha estado en imposibilidad de
concurrir. Si compareciendo se niega a declarar sin justa causa, podrá hacerse
acreedor a alguno de los medios de apremio que marca la ley (CFPP).
Capacidad para ser testigo (inhabilidades) La norma general es que toda
persona sea hábil para testificar, salvo que les afecte una causal de inhabilidad
establecida por la ley (locos, interdicción por demencia, alcohólicos
consuetudinarios, etc).
Forma de producir la testimonial:
A.- Lista de testigos:
La parte que desee rendir testimonial deberá presentar a los mismos según el
procedimiento al que se halle sujeto, si es sumario en cualquier tiempo antes de
que se cierre la instrucción en el ordinario en el momento en el que el juez declare
agotada la instrucción, (artículos 147 y 150 del CFPP)
a) Testigos:
Los testigos deberán ser individualizados en ella con nombre, apellido, y
domicilio. En todo caso, la indicación del domicilio deberá contener los datos
necesarios para su identificación, los que variarán, según donde éste se encuentre
ubicado. No existe limitación en cuanto al número de testigos que pueda
consignarse en la lista,
b) Puntos de prueba: Como es de explorado derecho, la resolución que
dirime la situación jurídica del inculpado, es la que fija los hechos controvertidos
sobre los cuales ha de recaer la prueba;
B.- Audiencia en la cual debe rendirse la testimonial:
Como el probatorio es relativamente extenso, a fin de evitar que las partes
deban encontrarse presente todos los días que este dure en el tribunal por si la
contraparte rinde prueba testimonial, la ley advierte que el tribunal señalará una o
más audiencias determinadas para que se rinda la prueba testimonial, teniendo
para ello en consideración el número de testigos y la cantidad de puntos de
prueba sobre los cuales estos deberán declarar.
Sin embargo, conforme al nuevo sistema acusatorio, como normalmente las
audiencias para la testimonial se fijan indicando día y hora, en la misma resolución
que recibe la causa a prueba, el tribunal sólo podrá tener consideración el número
de puntos de prueba y no el número de testigos, ya que en ese momento todavía
no se habrán presentado las listas correspondientes. Podría fijarse las audiencias
en una resolución posterior, pero ello no es lo habitual, debido a que debe darse
oportuno conocimiento de ellas a las partes, para que pueden ejercer sus
derechos.
Si la parte estima que uno o más testigos que va a presentar a declarar
podría ser renuente a concurrir al tribunal, podrá solicitar que se disponga la
citación judicial del mismo, petición a la cual el tribunal deberá acceder, siempre
que se formule antes de la audiencia de la prueba; lo normal será que en este
caso se pida la citación del o de los testigos en el mismo escrito en el cual se
señala el nombre de ellos.
Como es la parte misma quien debe encargarse de que el receptor judicial
practique la citación, si el testigo no es citado y no comparece a declarar, será en
perjuicio de la parte que no promovió ese medio de convicción.
C.- Materialización de la testimonial:
Si en un proceso ordinario (acusatorio) se ha recibido la causa a prueba
fijándose los hechos controvertidos, esta resolución ha sido legalmente notificada
a las partes, éstas han presentado sus correspondientes listas de testigos y
puntos de prueba y ha llegado la audiencia fijada por el tribunal para su recepción,
deberá desahogarse con las formalidades de ley.
Así, se comenzará por tomar declaración a los testigos de la parte
acusadora y a continuación a los del acusado; existe un defensor o receptor que
actúe como asesor en relación al reo. Antes de que se tome la declaración misma,
al testigo se le harán saber las penas que existen respecto a los testigos que
mienten.
De acuerdo con la ley, los testigos deben ser interrogados directamente por
el juez y, en caso de tratarse de tribunal colegiado, por el ministro de turno; sin
embargo, como señalamos, en la práctica el interrogatorio lo efectúa un
mecanógrafo. Este interrogatorio debe efectuarse de acuerdo con las preguntas
que realice el ministerio público o el defensor. Después de las preguntas de una
parte, la contraparte podrá hacer preguntas también al testigo,
En caso de suscitarse oposición a alguna pregunta, repregunta o
contrainterrogación, el tribunal deberá resolver la conducencia o no de la pregunta
objetada, resolución que será salvable por medio de la revocación, esta oposición
puede fundarse en que se trata de preguntas de carácter inductivo, es decir que a
través de ellas se está dando la respuesta o por no encuadrar éstas en los hechos
controvertidos respecto de los cuales se ha solicitado su declaración. Estas
objeciones se tramitan dando traslado a la contraparte y resolviendo el juez, en
seguida o con posterioridad, en el proceso acusatorio, obvio es pensar que de
inmediato. Por tal, concluida la declaración, ella deberá ser consigna por escrito,
cuidando de utilizar en la transcripción en lo posible las mismas expresiones
empleadas por el testigo (en la práctica se va escribiendo el acta de a poco, a
medida que se va prestando la declaración, con el objeto de evitar que después se
olvide uno o más puntos. Terminada la diligencia, el acta será leída por las partes
y podrán hacer las correcciones que consideren pertinentes y luego se ratificará y
firmará en forma conjunta, esto es, el testigo, junto con el juez, el defensor, y las
partes presentes (inculpado).
Por otro lado, son básicas en la comprobación de los elementos del cuerpo
del delito y la probable responsabilidad del inculpado las testimoniales en la
mayoría de los delitos pero, sobremanera en el homicidio, las lesiones, en la
violación es difícil, pero es considerada como testimonial el dicho de la ofendida u
ofendido, en el robo, con anterioridad se requerían pruebas de previa existencia y
posterior falta del objeto robado (legislación del Estado de Puebla), situación que
se ha cambiado por la valoración genérica de la comprobación del delito de robo,
en el contrabando no es muy necesaria la prueba testimonial, sino la pericial y
documental, ya que puede encontrarse mercancía que no ha pagado derechos
aduanales y no hay testigos de ello, caso concreto son los coches “chocolates”
que circulan en todo nuestro México, sin control alguno, en lo atinente al delito
contra la salud, tampoco se requiere la testimonial, de manera imprescindible,
pues basta que se realice el aseguramiento del inculpado con la droga para que
se materialice el ilícito, se podría decir que los policías al revisarlo le encontrarían
el enervante, pero puede ser remitido a la autoridad por otra cosa y ahí confesar
que además de otro delito, posee droga, por lo cual no es indispensable la
testimonial, auque en la mayoría de los casos es muy útil.
Apoya al caso, la Jurisprudencia VI.1o.P. J/31, del Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, impresa en la página 1125, del
Tomo XV, Mayo de 2002, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, que dice:
“ROBO, CUERPO DEL DELITO DE. SU COMPROBACIÓN NO
REQUIERE ACREDITAR LA PROPIEDAD, PREEXISTENCIA Y FALTA
POSTERIOR DEL BIEN SUSTRAÍDO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA). Si bien el artículo 102 del Código de Procedimientos en Materia de
Defensa Social para el Estado de Puebla establecía, antes de las reformas del uno
de julio de mil novecientos noventa y cuatro, una forma especial de comprobación
del delito de robo, aplicable cuando no fuere posible comprobarlo por las reglas
generales, y que consistía en investigar la preexistencia, propiedad y falta
posterior de la cosa robada, tal requisito de comprobación dejó de ser parte de las
reglas para acreditar el cuerpo del delito al derogarse el dispositivo legal antes
citado; por lo que se deberá atender a lo dispuesto por el artículo 83 del mismo
cuerpo de leyes.”
Así también, la Jurisprudencia 257, de la Primera Sala de Nuestro Más Alto
Tribunal, impresa en la página 188, del Tomo II, Penal, Séptima Época, del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917- 2000, página: 188, con el
epígrafe:
“POLICÍAS APREHENSORES, VALOR PROBATORIO DE TESTIMONIOS
DE.- Por cuanto hace a las declaraciones de los agentes aprehensores del
acusado de un delito, lejos de estimarse que carecen de independencia para
atestiguar en un proceso penal, debe darse a sus declaraciones el valor probatorio
que la ley les atribuye, como testigos de los hechos ilícitos que conocieron.”
Conclusiones.- La prueba testimonial es muy necesaria en el proceso penal,
la mayoría de los asuntos penales así se resuelven, pues es poco común que el
inculpado acepte su responsabilidad penal, por lo que se requiere desvirtuar su
dicho con otros dichos u otros medios de prueba, lo cierto es que los testimonios
ayudan en gran medida a la prueba circunstancial, que es la nueva llamada “reina
de las pruebas”, pero en nuestros días todas las pruebas convergen para la
obtención de la verdad histórica, para fincar responsabilidad penal plena.
Bibliografía.-
1.- Balbuena, Pedro, Díaz Rodríguez, Luz, Tena De Sosa, Félix María
(Compiladores), Los Principios Fundamentales del Proceso Penal. Vistos por las
Cortes de Apelación. Fundación Institucionalidad y Justicia Inc. (FINJUS)
Universidad Iberoamericana (UNIBE), Santo Domingo, República Dominicana,
2008.
2.- De Araujo Cintra, Antonio Carlos, Pellegrini, Ada, Rangel Dinamarco,
Candido, Teoria Geral Do Processo, 14ª Ed, Malheiros Editores Ltda, Sao
Paolo,1998.
3.- García Ramírez, Sergio, Estudios Jurídicos, UNAM-IIJ, México, 2000.
4.- Gómez Lara, Cipriano, Teoría General del Proceso, 10ª. Ed., Oxford,
México, 2004.
5.- Gophe, Francois, De la Apreciación de las Pruebas, Traducción de Luis
Alacalá-Zamora y Castillo, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires,
1952.
6.- Ovalle Favela, José, Teoría General del Proceso, 5ª. Ed., Oxford,
México, 2001.

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