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x (a) A REVISTA DE LA SOCIEDAD CENTRAL DE ARQUITECTOS (Organo oficial) Aso XII MARZO pe 1917 Nowero 112 SUMARIO El Derecho Profesional Edificio para renta, (2 aravados) Conciliacién y Arbitraje (Dr. A. Razo) Construcciones modernas, (2 grabatos Nuevo sistema para oplican fa pintura eobre ef cemento has grandes obras (EI sublerrdneo) . . ... * EI Comento Armado en fa Arquitecturo. . . . , . . ‘AtMGa,Besweogs Repiblica 0. del Uruguay . (Concurso) Centro Estudiantes de Arquitectura Actas de la sociedad. Secretarfa: Tucumén 900 (5° piso). Horas de oficina: de 2a 7 p. m. ‘Teléfonos: U. T. 787 Libertad. — Coop. 1086 Central. Suscripci6n anual: § 8. — En el exterior § 10. — Nmero suelto $ 1.— ‘Toda correspondencia, pedidos de avisos etc., debe dirigirse a Tucumén 900 (50. piso). SOCIEDAD CENTRAL DE ARQUITECTOS Fonpapa et 18 pr Manzo pe 1886 Presidente Honorario: Juan A, Buschiazzo COMISION DIRECTIVA Presidente..... + CARLOS MORRA Vice-Presidente JUAN WALDORP (H1J0) Secretario ALBERTO GELLY CANTILO Tesorero + GUNALERMO A. HARPER Vocales. - JUAN €, BuscHTAzz0 ld - AMILCAR DURELLE lees RAL §, FITTE Suplente 2 RACL G. PASMAN Alsesor Letrado, |. MIGUEL A. DAMIANOVICH Bibliotecario .. LUIS B, PALAU SOCIOS HONORARIOS EDUARDO AGUIRRE CARLOS M. MORALES MANUEL B. BAHIA CAYETANO MORETTI JOSEPH BOUVARD CARLOS THAYS ERNESTO DE LA CARCOVA SOCIOS CORRESPONSALES JUAN M. AUDRIOT HECTOR DE MELLO SOCIOS ACTIVOS KKrontase Juan, Bolivar 2 Hagos Erieste, Libertad 1150 Haste Ravan My Wacaante 09s Altera, G7, Cabrera 4050 Tavera uso eatan Reiman, Aventga de fare 998 Heenan, Ante) = Basset saith ‘uss Bonolee Otrdenss stor Borshatner a" Surmlenio_ 0" Rescaase Jaan G7 Gale 10ua Sfacatle 1077 ‘Baki Alcano,” if. Superiate) oaamion nn Janel 1440 Sandia Stigucl “Angels Ayneneho. 1621 Olivatl Alfreds, BMaipe 306 everin. Hageata Piedras! 08 - Palau aie i Avetide te ayo 3220 Shier Pash, 26cde Maye 207 Punt Gurley Chil Gender Laurieton’ Be "Cengato 668 Delonte Tange, “tkusente) De Lacia Romin G. Gorrientor 1438 Aieita Ramon’ tei. Bian FFs de Nevieabre 30" Rensaneter 0." oaent Borer onl amy Hevesi Ayenide de aay nant’ Jaen, “UAaaente) Sackngnn raat, Bupha 1 Baral Amfchg, “Obacabace 13. Secrallach @, Vieterin 783" Eero tale, Pasa Sar Slegeritt 1. “Shipacha 588 Soto Acobal Roberta, Lavalle 1898, Nesta “Alsion 2 an (kde), Rvadarin”@076 eat) Galli ‘ardoy_ Atoll. Batre Rion 197 ee, Sr Sas eran Hirner Guiiermo A Rag Main 290 Viton, adh 9 Bar VIR" Ckerge Gari’ Parag, 1057 * artolomé Mitre 2154 Dail nei Artgro” CAueets)” Satsenke Vi Chile 8848 socros Panola dein A, Mathew 1572 EL DERKECHO PROFESIONAL alléndose en el tapete de la discusién, el asunto relativo al ejercicio de las profesiones de Arquitecto, Ingeniero, y Constructor, en el deseo de trazar el limite que le corresponde a cada una, no po- demos permanceer indiferentes ante la. solu- cin de ese problema, ya que se relaciona inti- mamente con nuestros derechos profesionales, Dichas profesiones, tienen cada una, su rol especial confundibles en la préctica, debi- do solamente u la falta de una reglamentacién legal que oblique a cada téenico a circunsori- dirse_a su verdadero radio de acciin. Por lo general en la construcciin de un edificio- entran dos factores: el téenico, propia mente dicho y el prdctico; es decir, el Arqui- teto_y el Constructor. El primero, es el encargaio de planear el edificio de acuerdo al terreno en que debe ser levantado y dentro de las leyes arquitec- ténicas del estilo convenido. Su mision es pués de escritorio y es a la vez cientifica y artisti= ca ya que regla su estabilidad y su estructura. En cambio, el segundo, es decir el Cons- tructor, es el encargado de ejecutar la obra planeada por él primero, es el préctico que ‘materialiea el proyecto, siguiendo todas las in- dicaciones a partir del més minimo detalle. La accién pués del Constructor, no esta en el escritorio, sino en el sitio 0 lugar en que se levanta el edificio, El Arquitecto es el cerebro y el Construc- tor es el brazo. Tal la diferencia. Cada una de estas profesiones, estin, puss, téenicamente separadas y con drbita propia, que solo pueden ser confundidas por los legos en la materia. Dicha confusién resulta fu- nesta en la préctica la mayor parte de las veces. El publico acepta por igual, ya et plano levantado por un Arquitecto ya el trazado por un Constructor, sin reparar en las conse- cuencias que puede ello acarrearle. Se procede asi, obedeciendo unas veces a la creencia de que el Constructor esti capa- citado para reemplazar al Arquitesto, y otras veces, por razones de orien econdmico, pués, es de supiner que todo Constructor al invadir la jurisdiccién técnica del Arquitecto, propone un’ precio més acomodado que el que resulta- ria si hubiera que pagar los honorarios del profesional por la confeccién det plano, Y¥ ast, a menudo, vemos que esa economia mal entendida, es madre més tarde de mayo- res gastos, para reparar desperfectos de la obra—y asi vemos tambien y con bastante frecuencia, noticias poco gratas en la prensa diaria, que dan cuenta del derrumbe parcial de un edificio en construccién, por mata apli- cacién de las leyes de estabilidad. Tales sucesos, no solamente afectan el pre- supuesto del propietario de la obra y el buen nombre del gremto profesional, sind que van en la mayorta de los casos a hacer peligrar la vida de los obreros que mas de una vee les resulta. fatal. Es una necesidad profesional y piiblica a la vee, reglamentar legalmente el ejercicio de tales profesiones para que en ningiin caso _puedan ocurrir esos desvics que nunca benefi- cian y casi siempre perjudican. Reglamentadas las profesiones y castiga- das sus transgresiones, tendriamos entonces que ningtin plano de edificio seria autorizado, sin tener a su pié, la firma del tinico y verdadero técnico que debe trazarlo: el Ar quitecto. Ganard on ello el propietario, -porque tendrd la plena confianza de que su casa ha de tener la solider de conjunto y de detalle, ganaré el profesional al ver acredtitada su labor y afiancada su fama y ganaré la cultura artistica al ofrecer und arquitectura en consonancia con el ambiente, ya que el arte de un pueblo no es otra cosa que una elocuente exprecién de sus ideas y sentimientos. De nada sirve la separaciin Universita- ria que existe entre -cada titulo, si en practica se confunde el uno con el otro, por carencia de una sana y conveniente reglamentaciin profesional. La itlea, pués, debe seguir adelante, hacien- do aun lado los prejuicios y rutinas de espi- ritus medioores y' Uegar a la soluciin que se desea, obteniendo Ia. sanciém legal de la regla- mentacién que se proyecta y se debate. El progreso a que hemos aleanzado en materia de arte arquitectinico y la justicia que encarna nuestro pensamiento, son fuerzas que se defienden por si solas y no necesitan de mayores argumentaciones para visumbrar el éxito final. A Rn Til ste edificio, de propiedad def se fior Antonio Deble, en construc- cién en la calle 25 de Mayo No 340-50, frente al de la Bol sa de Comercio, es un paso mas hhacia Ja modernizacién de esta importante ar- teria comercial, que, aunque algo tarde, va to- mando la importancia que le corresponde por su feliz. situacién. . El mencionado edificio, por su vecindad a la nueva Bolsa de Comercio, queda predesti- nado a dar sede a numerosas casas comercia- les y su distribucién ha sido ideada para es tos ‘fines, El piso bajo y sétano, forman cada uno un local independiente para que en ellos pue- dan instalarse grandes oficinas, habiéndose pre visto comunicaciones internas que facilitardn una combinacién a los dos pisos. En cada uno de los cuatro pisos altos, cu- ya disposicién se adjunta, se proyectaron 13 escritorios que reciben su luz y ventilacién pot medio de un patio principal y dos patios se- cundarios. {En el quinto piso, que no ocupa toda la superficie del terreno, se ubicaron algunos es ritorios y Ia habitacién del portero. Después de una lucha entre el sistema de construccién con esqueleto’ de hierto y el sis- tema de cemento armado, resulté con mayor ventaja el dltimo, adopténdose la oferta de los sefiores Wayss y Freytag. Es entendido, que el edificio ser4 dotado de los servicios sanitarios més amplios, de luz Cdijicio para renta teléctrica, buzones de correspondencia en ca- da piso, servicio de incendio y relojes eléctri- cos, repartidos en cada piso. ‘AdemAs de la escalera principal, habré dos ascensores eléctricos que efectuarin el servicio de_pasajeros. E} estilo del frente seré de renacimiento alemin, modernizado: con el empleo de Ia pin« tura al fresco en el frontispicio del 52 piso. Desde la vereda hasta los impuestos de los arcos que forman las ‘entradas, se colocard un zécalo de granito; la parte baja lustrada con -brillo"y la parte alta picada a la marteli- na fina, EI revoque se ejecutaré en imitacién pie- dra u otro revoque especial. La entrada Ilevaré un amplio revestimien- to de mérmol amarillo, y revoque de estuco blanco. La escalera de en‘rada hasta la puerta cancel, ser también de marmol amarilio, La ‘escalera principal y sus zécalos serén de mér- mol blanco. Especial atencién se ha dado a la herrerfa artfstica, a colocarse en la obra Los artistas herreros del renacimiento ale- mén, legaron a una perfeccién tanto técaica como de composicién, que en ningdn frente © en interior dejaron’ pasar una ocasién para contribuir con. su arte al embellecimiento de los edificios. Tan grande era el entusiasmo del pueblo ‘en esta €poca por los trabajos de herreria, que hasta en las m4s modestas construcciones para-las cuales el arte haba sido limitado a Revista pe ra S. C. pe A EDIFICIO PARA RENTA L, Siegerist, 71 n su expresién més sencilla, se hacia una excep- cién con el artista herrero. De acuerdo con estas dendencias de la épo- a, se ha dado una preferencia también a los trabajo. de herreria artistica. gran portén de entrada sera de hierro Revista pe ta S, C. ve A i ejecutados de acuerdo a lo manifestado El techo, la parte con inclinacién ala calle, sera cubierto con tejas enlozadas, procurda- dose de dar a todo el edificio un aspecto mo- numental, tanto por sus formas artisticas, como por el empleo de materiales nobles y eternos, 5 = pe 33 3 3 ; ; s || { 3 oi : | eo 4 A oi |] woes i. || 2 a : u a 8 : : 3 i ae i 5 j i DISPOSICION DE LAS PLANTAS ALTAS forjado, empledndose con rigurosidad la téc- nica usual entre los grandes maestros de la poca La puerta cancel, la baranda de Ia escalera principal, los codos para los cafios de desa- gile del frente, las grampas para banderas, brazos para luz eléctrica del frente, y todos Jos dems trabajos de herrerfa artistica, serén El propietario, sefior Deble, tiene el pro- pésito de no omitir ningin detalle, para que su edificio contribuya a formar un digno acom- pafiante del monumental edificio de la Bolsa de Comercio, poniendo a disposicién del Ar- quitecto sefior L. Siegerist, los medios necesa- rios para realizar tan laudable propésito. rt ‘a més noble institucién de la le = B gislacién social, es la que con el : titulo de estas Iineas, se encamina zl a evitar en cuanto es posible, los Eewewes conflictos que constantsmente se prodecen entre el capital y el trabajo, y a prestarles cuando éstos sobrepasan todo acuer- fo preventivo, los. medio de solucién legal. Esta institucién merece aquel concepto, no tan solo porque el ideal que se anhela sea el de la paz social en-su mayor amplitud, sind también, porque econémicamente sélo con una perfecta armonia entre los elementos produc- tores de la riqueza — capital y trabajo — se puede alcanzar a un mayor beneficio de las ac- tividades colectivas. Pero, con ser la conciliacién y el arbitra: je obrero tan recomendable en su esencia, co- mo en sus proyecciones, practicas, 7a qué se debe su poca aceptacién en la legislacién po- sitiva? No puede desde nego atribuirse a in- ‘experiencia de los legisladores, sobre todo pa- ra paises en la situacién excepcional del nues- tro, al que le cabe la felicidad de poder hacer, de esta rama nueva del derecho aplicado so- bre la ensefianza, contemplada en conjunto, ‘que le presentan todas las naciones de la tierra, que la han adelantado en crecimiento y progreso. ‘Tampoco puede afirmarse una idea de tal na- turaleza, cuando sabemos bien que han sido varias las iniciativas surgidas dentro y fuera del Parlamento Argentino y concretadas, algu- nas, con bastante propiedad, en proyectos de ley. La causa real y neconocida, reside en una cou- viecién profunda de que Ios fendémenos socia- les, siendo de una naturaleza tan peculiar, de una inestabilidad extraordinaria_y de evie dente elasticidad, no se dejan someter a las normas rigidas de la ley, como seria, la que tentara de encauzarlos en un desarrollo que los conduzca a la conciliacién y, en su defecto, al arbitraje. As{ es como contemplando la legis- lacién comparada sobre esta materia, se nota que slo Canadé, pais de una organizacién gremial muy avanzada, ha instituido ef arbitra- je obligatorio en las huelgas y todas las demas naciones lo declaran s6lo voluntario. Sin em- CONCILIACION Y ARBITRAJE bargo, Io primero que nos es dable pensar, es la conveniencia de evitar las huelgas, tanto por la paralizacién en la produccién, que determinan como, y esto es tal vez lo més sensible, por la pérdida efectiva de sala tios de los obreros que adoptaa tal recur so de lucha, y ¢s sabido que las estadisticas hacen sumar a millones de pesos las cantida- des que por tal causa dejan de percibir quienes no tienen otro medio de vida, que la diaria remuneracién de su labor creadora. Las dificultades practicas de la conciliacién, son mayores que.las del arbitraje, porque la lucha de clases apasiona, despierta el espiritu de oposicién y aleja asi a menudo toda posibi- lidad de acuerdo. Ya es la clase obrera que imbuida de ideas especiales, no tan solo se resiste a un entendimiento, sino que en de terminadas ocasiones, hasta rechaza la inter- vencién del Estado en los conflictos en que participa; 0 ya es, otras veces, Ia clase ca- pitalista que, acostumbrada al predominio, cree en una «capitis diminutis» su sometimiento a tribunales de conciliacién, y acude al.extremo recurso del reemplazo de sus obreros exper- tos y que’acaso reclaman con derecho algiin mejoramiento en sus duras condiciones de tra- bajo 0 al medio de lucha, atin més inacep- ble, del cierre de su establecimiento 0 lockaut. Constatado, como practicamente lo est en ‘das partes el fracaso de la conciliacién y el arbi traje, los socidlogos contempordneos estudian las causas deterniinantes y no Hegan a otra, que i la motivada por la deficiente organizacién gremial, tanto obrera como patronal. Posada, el sabio socidlogo. espafiol y acaso la autoridad universal més descollante en la dificil mate- ria que motiva estas lineas, decia y todavia me parece escuchar sus palabras Tlenas'de ense- fianza y serenidad: es preciso hacer que las ‘fieras» se conozcan, que se traten, se hablen J ya veremos como se armonizarin, y esto en verdad resulta muy natural en los colaboradores lie una finalidad comin, la produccién y la ri- queza. Luego me indicaba para nuestro pais, que ain no ha legislado sobre conciliacién y arbi- traje, la conveniencia de hacerlo antes, en el sentido de organizar las asociaciones patrona- les y obreras. 4 Revista pe ta S. C. pe A. Desde que la huelga es siempre un conflic- to colectivo, que afecta a varios 0 muchos obreros y a uno varios patrones, es légico, en verdad, comenzar por organizar, por dar forma y ain personerfa y representaciéa a esas agrupaciones que ain homogéneas, por tener sus componentes una condicién y una orien- tacién comunes, carecen de gobierno moral y orgénico. No teniendo organizacién, menos se les suele encontrar responsabilidad, a Jos efectos de que en un arbitraje se hagan tefectivas las decisiones, y antes de éstas, los procedimientos y trdmites del tribunal esp. cial, Si en materia de conciliacién y arbitraje queremos, pues, crear algo:practico y de pro- iwecho social y no meras nofmas muertas de una ley lamada_ al olvido, comencemos por organizar los gremios. Ya que buscamos la ac- in gremial estimulémosla con el reconoci- miento por el Estado de las corporaciones le- galmente organizadas e incitemos a la divul- gacién de las nociones que aconsejan la unién y el orden como base de pacificas conquistas, inediante la delegacién en tribunales mixtos de obreros y pairones de las cuestiones que hoy conducen a la huelga, cuando no al cierre, recurso extremo de Ios tiltimos, que no con- duce sino a la rnina de la propia industria. Ateyanpro Rvzo. Jefe de Legislacién del D. N. del- Trabajo. CONSTRUCCIONES MODERNAS 76 Revista DE tA S. C. DE A. Aunque en la época actual la actividad s construcciones de obras en Buenos Ai- ‘res deja bastante que ,desear, se ven levan- tar en algunas partes edificios de importan- cia, como en aquellos tiempos, donde el desa- rrollo de la edificacién habia Iegado a su punto culminante. El edificio que se est4 levantando en Ia Avenida Santa Fé, esquina Suipacha, seré una casa de departamentos, guardando ‘Jos fren- dos los pisos, se hard de mérmol de Jaunev~ Ile, las paredes revestidas Hel mismo mate- rial. La r4pida y cémoda comunicacién a to- dos los departamentos, la facilitard un regio y amplio ascensor, ubicando la maquinaria en el subsuclo, Las decoraciones interiores serén ide cierta importancia, para dar a las habitaciones mis confort. Los salones, comedores y dormitorios tendrén frisos de madera y pisos de parquet CONSTRUCCIONES MODERNAS bv ond aura > tes el estilo de ‘renacimiento francés moderno, siendo el revoque imitacién piedra y los bal cones de hierro forjado ejecutados por arte sanos argentinos. El edificio consta de' subsuelo, piso bajo, 5 pisos y la mansarde, estando destinados ca- da piso para departamentos de familia, con vestibule, salén, comedor, 3 ‘dormitorios, cuar- to de bafio y dependencias de servicio. La escalera principal, que da acceso a to- Los corredores, cocinas y bafios Ilevarin pi- sos de mosaico de primera calidad y serén instalados con sus correspondientes artefactos sanitarios, provistos de agua fria y caliente. Todas las pieras estardn provistas con ra- diadores de calefaccién central, luz eléctrica y botones ‘de llamada para el servicio interno ‘de Ia casa, gozando los departamentos de una buena ventilacién. Cada departamento tendré, ademés, su teléfono independiente. | NUEVO SISTEMA. PARA APLICAR LA PINTURA SOBRE EL GEMENTO De las muchas superficies rurales que re- quieren el empleo de la pintura al é'eo, las de cemento figuran entre las més ingratas. La dificultad de su aplicacién se debe al cardcter alcalino del ceménto, que no sélo ata- ab- ca el aceite de la pintura, sino que tambié sorbe la humedad, otro de los grandes en: gos de la pintura, Cuando el cemento tiene un aflo 0 més de aplicado, ya ha perdido gran parte de su cardcter alcalino, pues si admitimos la composicién del cemento como un silicato de calcio y aluminato de calcio, éstos, en pre- sencia del agua formaran Si O, Ca + 2H, O = Si 0, Hy Ca + Ca (OH), Ale Os Cas + 4H, O = Al, O; Hy +'2 Ca (OH), y pasado un tiempo, la parte alealina de esta mezcla, al combinarse con el anhidrido carbé- nico del aire, dar4 carbonato de calcio y agua. Ca (OH). + CO, = Ca CO, + HO Uno de los medios empleados actualmente para hacer desaparecer los inconvenientes ci tados, consisté en aplicar sobre el reboqu, una solucién de Acido muridtico al 8 9% ; pero esto, si modifica el cardcter alcalino de! cemento, tiene también sus inconvenientes, pues si en vl cemento existe gran cantidad de cal, el dct. do muridtico acta sobre ella, produciendo el cloruro de calcio. Si el cemento es fresco, Ia reaccién serfa: Ca (OH); + 2HCI = Ca Cl, + 2H, O i el cemento tuviera ya‘algin tiempo de icado, seria Ca CO, + 2HCI = Ca Cl, + H, 0 4+-C0, Jo que hace que el cemento se descascare, agriete, etc, deteriorando asf la pintura, El sefior Nicholls, pintor, recientemente ha Patentado en Nueva York, un sistema basado en el empleo de una solucién de sulfato de zinc, habiendo obtenido resultados muy supe: riores al empleo del Acido muriatico. Para aplicarlo, débese lavar la superficie del muro, y luego de bien seca, aplicar una «mano» de la Solucién con un pincel El sulfato de zine hace perder la causticidad del cemento al combinarse con las cales que éte contiene, formando sulfato de calcio -y 6xido de zinc, ambos insolubles, que se depo- sitan en los poros del cemento, mejorando ast la superficie mural. Si el comento es fresco, la reaccién seria Ca (OH), + Zn 80, = Ca SO, + Zn 04 H.0 Siendo ademas el sulfato de zinc un impo: tante pigmento blanco, al aplicar luego la pine tura sobre él, tiende a mezclarse ntimamente, dando asf una combinacién muy durable; y no teniendo ningiin efecto sobre el concreto 0 el ‘cemento, esto le agrega grandes ventajas so- bre el empleo del dcido clorhfdico, lo que ha: ce compensar la parte econémica Este sistema ha sido ya muy divulgado en los E. Unidos, a pesar de lo reciente del des cubrimiento, donde ha Ilenado una verdadera necesidad, dado el gran incremento que en ese pais han tomado las construcciones en cemen- to armado LAS GRANDES OBRAS El subterraneo saliente del progreso, y de ahf que el affin constante de las gran- des ciudades sea siempre el de WSRARARA | acortar distancias. La clase de transporte, viene, pues, a dar Ja verdadera pauta de la potencialidad econé- mica de un centro, ya que necesariamente tie- ne que constituirse en paralela con el grado de progreso en que se vive Cuanto més importante y mAs intenso es el movimiento comercial de un pueblo, tanto més acelerado tiene que ser el servicio de sus transportes. Buenos Aires, al igual de todas las gran- des capitales, ha ido transformando sus me- dios de vialidad céntrica en razén a las exi gencias del momento, dentro siempre de las més nobles palpitaciones de la ciencia, y si esa transformaciéa ha sido extraordinariamen- te acelerada, es porque extremadamente ve loz ha sido la marcha de su progreso. Ayer, no mas, el servicio de transporte de pasajeros, era en toda su periferia perfectamen- te anacrénico; de traccién a sangre; pero, si guiendo las evoluciones de su trifico, se nos presenta hoy con sus largas arterias notable- mente acortadas, ofreciendo, no solamente un riel en cada calle, sino el medio més. rapido © higiénico de 1i hora contemporénea: la trac- cién eléctrica, | | clocidad, es la caracteristica més Ya hemos dicho que la preocupacién cons tante de las grandes urbes es obtener el mé- ximo de velocidad en sus servicios de trans- porte, y de ahi que Buenos Aires, constan- temente necesita avanzar un poco més, para mantenerse en un plano arménico con Ja in- tensificacién de su comercio. La Compaiifa de Tranways Anglo-Argentic na, Ltda., que siempre ha venido siguiendo la evolucién progresiva de nuestra metrépoli y que siempre se le ha constituido en paralela, no podfa permanecer indiferente ante la sentida reclamacién del transporte acelerado, asombroso ha sido el crecimiento del tré- fico en esta iiltima década, asombroso también ha sido el esfuerzo de la «Anglo-Argenfina» pa- ra colocarse a la par de nuestro. movimiento: comercial. Y asf, el primitivo tranvia, estrecho y mo- lesto, fatigosamente arrastrado por el clisico matungo, fué sustituido por el amplio, higiéni- co y confortable coche a traccién eléctrica. Pero Ja Compaiiia, que por su fuerza eco- némica, puede figurar al lado de las més im- portantes similares del mundo, no restaba ac- tividades para aleanzar la febril accién me: tropolitana y responder en forma clocuente a los grandes intereses pitblicos, y por ello, no trepidé en remover las entrafias de la urbe, pa- ra que el netvio de sus cables no se paraliza ra con la afluencia de sus coches y las con gestiones de su trifico Firme en su propésito, y tras una inteli gente y laboriosa gestacién, obtuvo el 28 de Diciembre de 1909 la sanci6n de sus afanes. es decir, la ordenanza que la autorizaba pa- ra construir y explotar, dentro de los Ifmites del municipio, una red de servicios subterré. eos. Justo es decir, que esa evolucién trascén. dental, desde la traccién a sangre hasta el sub- terrineo, se ha operado en un perfodo no ma- yor de 15 afos, y justo es tambign significar que a ese nervudo esfuerzo de la «Anglo-Argen- timay se debe en mucha parte el creciente progre: so de esta joven capital, orgullo ya de Sud América. No existe en la actualidad un barrio por suburbano que sea, que no reciba los bene ficios d= la red de la expresada Compaiias sobre todo aquellos donde alcanza la accién del. subterréneo. Mucho se ha progresado, pues, en el se vicio de transporte acelerado y mucha ha sido: Ja rapidez de ese progreso. Actualmente cuen- ta Buenos Aires con cerca de 700 kilémetros de vias a nivel y més de 14 kilémetros de ‘vias subterréneas, atendidas por la menciona- da_ empresa. : Estas iiltimas vias, de* bajo nivel, siguen avanzando hacia las afueras de la ciudad, pa- ra dar cima al proyecto sancionado que com- prende los siguientes recorridos Revista DE LA S. C. pe A. 79 1e—Entre la Plaza de Mayo y la Plaza 11 de Setiembre. 29-La prolongacién de esta linea desde la Plaza 11 de Setiembre hasta la Pla za 19 Junta, en el Caballito. 3®-Entre la Estacién Retiro y la Plaza Constitucién 4°—Entre la Plara de Mayo y la Plza Tralia, La obra del subterraneo, una vez concluida, sintetizaré, pues, la mayor exponencia de las ‘expansiones comerciales de esta Capital y aten- diendo a su construccién, significara el mejor adelanto de la ciencia, ya que las secciones construidas, pueden ofrecerse con ventajas a sus similares europeas. Si la Compaiia «Anglo-Argentina» no ha es- ‘catimado sacrificios para la realizacién de esa obra notable, tampoco los escatima en Io relati- vo a la prestacién de su servicio. Los coches elegantes y cémodos, circulan seguros sobre sus s6lidas vias, y con la re- gularidad y mimero suficiente para atender la demanda del movimiento de pasajeros, pudién- dose anotar como una nota elocuentfsima de la escrupulosidad de los servicios de la Iinea, el hecho de que hasta ahora no se ha re. gistrado el nombre de’una sola victima. Antes de terminar estas lineas, queremos también dejar constancia de la influencia que ha tenido el subterrineo en la evolucién de la propiedad, y, en consecuencia en la Arqui- tectura. Acortar Ia distancia es centralizar 1a pro- piedad, y, por consiguiente, valorarla Por esto pudimos observar un notable des ‘congestionamiento céntrico tan pronto se_ li bré.al servicio la linea subterranca Las propiedades que antes quedaban a dos horas del centro, se acercaron a quince minu- tos, y de ahf su valoracién, de abi las trans- formaciones edilicias y las nuevas construccio- nes, que dieron accién al arquitecto, al ampliar sus horizontes—con el movimiento del capi- tal.— Obras como esas, que tanto benefician, no pueden pasar desapercibidas para nadie y mu- cho menos para los profesionales en el arte de construir. Tal es la forma inteligente con que la «An- glo-Argentinay desarrolla sus energias, y por eso glo-Argentino desarrolla sus energias, y por eso al entrar el subterrdneo en el octavo aniversa- rio de su fundacién, nos place el sefialar sus triunfos, ya que evan aparejado el desarro: lo potencial de nuestra activa y progresista metrépoli en todas sus fases. EL CEMENTO ARMADO EN LA ARQUITECTURA Conrerencia DADA Por D. Joaauin Basseboca, EN La AsociaciOx pe AnaurTecros pr CatatoXa Pero no solamente hay indetermi- nacién en los coeficientes, sino que la hay igualmente en el modo de calcular Jas piezas, particularmeate las sometidas a la flexiéa, porque, como sabéis muy bien, en este caso la teorfa se funda en la existencia de una fibra neutra cuya situacién en las secciones homogéncas es muy facil de determinar, pero en cambio es muy dificil cuando la seccién es heterogé- nea. Los diferentes autores que han escrito tratados de este célculo, presentan opiniones muy diferentes: los unos quieren que la fibra neutra pase por el centro de gravedad de la superficie, calculado como si los diferentes ele- mentos tuviesen densidades proporcionales a los coeficientes de clasticidad de los diversos materiales empleados; otros, para simplificar, transforman la seccién heterogénea en otra homogénea, haciendo que las Areas de cada material sean proporcionales a sus densida- des, y otro autor, Hennebique, acepta la ma- yor simplificacién posible, cual es, situar a vo: luntad la fibra neutra, procedimiento comple: tamente arbitrario. No lo es menos el que si- guen algunos alemanes que la sitéan en el cen- tro de gravedad de la seccién consideréndola como si fuera homogénea. Esta dificultad ha sido causa de que muchos constructores sean partidarios de las armaduras simétricas, pues con éstas desaparece la indeterminaciéa y que- da exactamente fijada Ia situacién de la fi bra neutra, si bien con perjuicio de la eco- nomia, por cuanto la armadura simétrica oca- siona un exceso en Ia cantidad de metal. Después de haber ofdo cuanto levo di- cho se os ocurrira, sin duda, una pregunta muy natural: pues si tanta dificultad hay en fijar coeficientes de seguridad algo elevados gpor qué no adoptarlos més bajos, como es re- gla y costumbre hacerlo en la Mecénica apli- cada? La contestacién es muy sencilla: desde el momento que para obtener una seguridad absoluta, bajamos los coeficientes de trabajo del cemento y del hierro, aumentamos la can- tidad de material y Ia economfa que debia ofrecer el cemento armado sobre los antiguos sistemas desaparece, sito del todo, en gran parte, y como para él, la economia es cuestién de ser © mo ser, es preciso elevar dichos coefi- cientes todo Io posible. He dicho que los materiales que entran ef el cemento armado son relativamente ca- ros y por esto podemos preguntarnos si sera posible substituir el cemento por otro mate: ial, de andlogas propiedades pero ms. ba: rato. Es indudable que sf, por lo menos en Mdeterminados pafses; hay el ladrillo que se encuentra en dicho caso. Tomando, por ejem- plo, los precios que rigen en Barcelona, ve- mos que el hormigén con cemento Portland, viene a costar 50 pesetas el metro ctibico, y como se puede hacer trabajar a razin de 20 kilégramos por centimetro, la unidad de re- sistencia costard "/x = 2°50 pesetas La f4 rica de ladrillos con mortero de cemento cués- ta 30 pesetas el metro, y como podemos ha cerlo trabajar a 15 kilégramos, la unidad de resistencia a la compresién cuesta 4, = 2 pesetas. De aqui In razén de ser de las fé- bricas de ladrillo armado. Hace més de treinta afios que nuestro eminente compafiero y mi tro D. Juan Torras hizo la primera aplicacién de este principio en la construccién de unas vigas para techo, de las cuales sin duda te- néis todos noticia, pero debemos consignar- lo porque este ensayo ha precedido de muchos faflos a lo que se ha hecho después en otros paises. En Francia lo practica Cottancin y en Alemania hay el sistema Prub y Rubl, siendo de advertir que no emplean el ladrillo arma, do en Ia construccién de techos, como lo hizo nuestro Torras, sino solamente para construir paredes y tabiques. Los ladrillos pueden ser macizos y huecos; con los primeros los alam: bres pasan por las juntas, y con los segundos las barras verticales pasan por los huecos y las horizontales por las junturas. Con este sis- tema se ha podido alcanzar la resistencia nece- saria con espesores sumamente pequetios, sien- do el ejemplo mAs notable que conozco el de Cottancin, aplicado a una iglesia cuyas pare des exteriores tienen una altura de 35 metros y solamente un espesor de 11 centimetros. Hay en esto, en-mi concepto, un alarde de inventor que no merece imitarse, peso creo que sin Ile gar a la exageracién, los arquitectos catalanes estamos en el caso de sacar partido de es te sistema. Nuestras bévedas tabicadas, que suelen ser muy delgadas, estan expuestas a sufrir una Tlexién que puede ser causa de su ruina segim él reparto de la carga; pues bien, la introduccién de una sencillisima armadura metilica dentro Ge su espesor, Ie darfa mu- cha rigidez: es claro que no convendrfa, por esto, adelgazarla més, pero podria, con el mis- mo espesor, aumentar su luz, lo cual producirfa economia y ligereza, Lo mismo podria decir de los tabicados planos, a los cuales damos el nombre de soleras: debidamente armadas au- mentariamos su rigidez, pudiendo asf darles mayor amplitud, 0 sea disminuir el némero de vigas que las sostienen. Otras modificacio- nes se han ensayado para aumentar la eco- nomia, basadas en la substitucién de los ma. teriales del hormigén por otros de menor pre cio, como son el empleo de escorias que rev duce considerablemente €1 cubo de cemento; el mortero de yeso en vez del de cemento (s610 en obras interiores); pero son solucioaes circunstanciales que no pueden llegar a tener cardcter_general En resumen, la economfa obtenida con el empleo de cemento armado es evidente en la mayor parte de los casos, dudosa en otros, y no podemos llegar al limite tedrico que produ- cirfa la adopcién de coeficientes maximos de trabajo, por no poder precisar, hoy por hoy, cuales sean éstos, ni tener bastante precisién todavia el célculo de resistencia del nuevo material. Estas consideraciones, acompafiadas de un nimero por desgracia considerable de lentes ocurridos en construcciones de es ta clase, da por resultado que sean muchos los constructores que sacrifiquen una buena parte de economia en cambio de una seguri- dad completa, ya sea reduciendo los coeficien- ‘tes de trabajo, ya prescindiendo 0 reduciendo el de compresién del cemento, despreciando el esfuerzo de adherencia, etc, etc. Ligereza. — Estd intimamente ligada a la economfa, supuesto que depende de la dismi- nucién de las masas a cdusa de la mayor re- Revista pe La S. C. pe A. 8r sistencia de los materiales y es, por lo tanto, innegable, que las construcciones de cemento armado son ligeras comparadas con las de fAbrica homogenea. Asi lo proclaman, como un adelanto constructive, 1a mayor parte de Jos que se dedican a construir con el nuevo procedimiento; pero yo, sin negar el hecho, me permitiré hacer alguna observacién en de- fensa de los antiguos sistemas, puesto que me he propuesto hacer en este trabajo un juicio verdaderamente imparcial, Para lograrlo, pre: cisa establecer la comparacién entre ambos sistemas en condiciones andlogas, y esto es lo que, a fi parecer, no se hace, supuesto que, conforme hemos visto, la ligereza del cemento armado proviene en gran parte de que se apli- can ‘@ los materiales coeficientes de trabajo muy superiores a los que se aplicaban'en las estructuras antiguas: Asi, por lo que respecta al hormig6n, aunque es muy variable su resis- tencia, puesto que depende de la calidad del cemento, de su dosis, de la manipulacién, e: eétera, han encontrado los alemanes en ex- perimentos de laboratorio, que después de 28 dias de empleado podia resistir 254 kilogramos por centimetro cuadrado, y como se admite que hay seguridad absoluta adoptando el /,, resulta un coeficiente de 50 kilogramos adop- tado por muchos. Naturalmente, que superan do tanto a los coeficientes que antes se apli- caban a las fabricas, ha de ser causa de un adelgazamieintto considerable de los elemen- tos del edificio; no sélo se ha doblado, sino que se ha legado a triplicar el trabajo del ma- terial a pretexto de emplearlo de la mejor ca- lidad_y en las circunstancias més convenien- tes. La obra de construccién pétrea més li- gera que tenemos es sin duda alguna Ia cate- dral_gética: prescindamos de escuelas, pero en general la mayor parte de ellas han causado la admiraci6n de las generaciones que las han admirado por su gallardia y el atrevimiento que revelan por parte de sus constructores. Pues bien, escoged las mis ligeras y atrevidas, cal- culad el trabajo a que esté sometido el mate- rial piedra y apenas si encontraréis que la mejor y més resistente sufra més de 25 ki- logramos por ceiitimetro cuadrado, siendo ast que Ios ingenieros franceses en las nuevas ex- periencias que han hecho en las bévedas de silleria han deducido que se podian adoptar sin ningdin peligro coeficientes de 70 a 80 ki- logramos, con lo cual es posible llevar a ca- 82 Revista pe La S. C, pp Ae bo ‘verdaderos alardes de construccién, dado que se pueden construir bévedas de piedra de 150 metros de luz. Considerad ahora las ma- ravillas de ligereza que hubieran producido los constructores medioevales si hubiesen conoci- do y aplicado los cdlculos que acabo de citar, aun teniendo ea cuenta que no podian apli- carlos al pie de la letra porque ejecutaban sus fabricas con morteros comunes. Lo mismo podria decir del trabajo del me- tal; los constructores que emplean el acero en Jas armaduras no vacilan en adoptar en co- eficiente tan elevado como el de 15 kilogra- mos por milimetro cuadrado, siendo asi que en la construccién homogénea no se tolera- ba mayor de ro kilogramos. La misma ar: madura de la Galerfa de MAquinas de Paris, Ja mayor que se ha construfdo, esté calculada para que el metal no trabaje a més de 9 ki- logramos, y Ia obra mas colosal del mundo, el puente del Forth, construfda de acero, tra: baja a poco més, Ya sé la observacién que podéis hacerme a todo esto y es que, preci- samente, la naturaleza del cemento armado es tal que sus dos componentes de auxilian mutuamente y por lo tanto pueden trabajar mas de lo que trabajarian aisladamente y aqui esté una de sus principales ventajas. No lo niego, por mds que este auxilio recfproco e cape al cilculo y esté atin poco. experimen- tado; pero aun siendo asf, no podéis negarme tampoco mi aserto, esto es, que al comparar la ligereza del cemento armado con la de otras estructuras, no se pone a ambas en igual- dad de condiciones, sino que, por el contra: rio, favorecen al primero por el s6lo hecho de aumentar extraordinariamente ‘los coeficientes de trabajo de sus materiales componentes: Voy ahora a refutar una afirmacién lan- zada por un autor en un momento de entu- siasmo, al decir que el cemento armado cau- sar una revolucién en la construccién, en el sentido de que veremos obras tan atrevidas ‘como no podemos imaginar. No me cabe du- da de que el porvenir nos reserva algunas sorpresas en materia de construccién, ya sea por lo que he dicho antes refiriéndome a Ja estructura pétrea, o ya en la aplicacién del hierro y del acero meditando sobre el ejem- plo que he puesto antes, del puente del Forth, uno se asombra al considerar lo que puede producir el mismo principio del cantilever ext que se funda esta obra, susceptible de ser apli- cado a dimensiones mucho mayores; pero pre- cisamente sucede lo contrario con el cemen- to armado, puesto que, a mi entender, las di- mensiones de una. obra de esta clase tienen un limite econémico que podemos calcular. Efectivamente, cuando la pieza (sea viga 0 ar- co), va aumentando de longitud, ha de av- mentarse proporcionalmente el volumen de mortero empleado, para no pasar del coeficien- te de trabajo fijado, pero aumentamos as{ cl peso muerto de la obra, para resistir el cual se hace preciso ir aumentando la proporcién del metal. Cuando la cantidad de metal em- pleado sera tal que pueda resistir 1 solo to- das las cargas de obra sobre la construccién, ‘habré desaparecido Ia razén principal del em- pleo del éemento armado, que es la economfa, y si Subsiste su aplicaciéa, serA seguramente por razones de otro orden, como por ejem- plo, por la proteccién que el hormigén_pro- porciona al hierro. Resistencia a la accién det fuego. — Fué realmente una decepcién cuando se vieron los. primeros casos de destruccién de un edificio con esqueleto metélico, por causa de un in- cendio, porque la primera razén que hubo pa: ra introducir el hierro en la estructura, fué el preservarla de esta destruccién. Pronto la experiencia ensefié que esta propiedad no exis- tia; al contrario, en cierto modo, se vid que Jos entramados de hierro resisten menos que Jos de madera. Pronto se explicé el motivo: cl metal Sse dilata en raz6n directa de su Ion- gitud y de la temperatura; de aqui que en los grandes incendios, las piezas muy largas ex- perimentan dilataciones considerables que a veces son suficientes para desplomar los muros que las sostienen y siempre deforméndose ellas de un modo notable, causas ambas suficientes a producir la ruina del edificio. De aqui mu- chas precauciones adoptadas por los construc. tores de diversos pafses para librarlo de tal peligro, pero en ninguno Ios facultativos se han preocupado tanto del mismo como en os Estados Unidos de Norte-América. Como en sus elevadisimos edificios particulares tienen necesidad de fiar la resistencia al esqueleto metilico, se comprende la, importancia que tie- ne para ellos el que su construccidn sea refrac- taria al fuego (fireproof) y como desde que se introdujo la nueva construccién en cemento armado, sus arquitectos € ingenieros se apre- suraron a adoptarlo con este nico fin, pres- Revista DE LA S. C. DE cindiendo Ae las dems ventajas que hemos estudiado, en particular la economfa, que en Europa ha Sido la que més ha influfdo en su propagacién. ~ "Los repetidos experimentos que se han he- cho con las construcciones armadas no dejan ninguna clase de duda de que son realmente refractarias a la accién del fuego que se pue- de producir en un incendio, puesto que s¢ las ha sometido a temperaturas de 10029 sin ex- perimentar alteracién sensible, ‘ni aun en el caso de que se bajara bruscamente dicha tem- peratura, aplicéndole chorros de agua fria. Es pues una ventaja grandisima de cuyo conoci- miento no podemos prescindir. see Y entremos ahora a tratar del aspecto de Ja cuestién que més nos initeresa alos arqui- tectos, esto €s: del concepto artistico del ce- mento armado, el cual no ha podido escapar a la ley general que nos manifiesta la Histo- ria de la Arquitectura, de que cada vez que el hombre usa un nuevo material constructivo, empieza por darle las formas de gtro ante- rior. Por los muchos ejemplos que conocéis, algunos de los cuales voy a presentar a vuestra vista, queda corroborado mi aserto, en cuan- to la gran mayoria de los primeros edificios ‘que se construyeron con el cemento armado no acusan en nada el empleo del nuevo ma- terial, de manera que al observarlos exterior- mente ¢s completamente imposible adivinar cual sea su verdadera estructura. No hay du- da que en este proceder hay falta de verda- dero criterio artistico, Io cual, por otra par- te, no es de extrafiar, ya que durante algu- nos afios ha sido estudiado el cemento ar- mado en el solo concepto mecdnico y cons: tructivo, sin preocuparse poco ni mucho del estético. Es-cierto que casi todos los autores contintan entre las ventajas que le atribuyen, el poderle dar formas artisticas, pero en ge- neral no pasa esto de mera afirmacién exen- ta de toda critica. De los diferentes trabajos que acerca de este interesante punto han pu- blicado algunos arquitectos, el que mejor se acomoda a mi modo de sentir, por los razo- namientos y las consecuencias que deduce, es el que presenté nuestro ilustre y estimado com- paiiero Enrique Fort al Congreso Internacio- nal de Arquitectos reunido en Madrid. Vol- vié a ocuparse del tema el Congreso siguien- te celebrado en Londres, y a pesar de las notabilidades de muchos paises que tomaron parte en sus tareas, no se sacé nada concreto, debido sin duda a lo que os decfa al principi al apasionamiento con que, por parte de mu. chos, es tratada tan delicada cuestién Voy a intentar encauzarla y ver si tiene solucién, y lo primero preguntaré: ;EI ce. ‘mento armado esta sujeto a una forma dete minada? Es evidentemente que no, puesto que como toda concrecién, adquiere Ia forma del molde que la contiene; Iuego Ia forma se la podemos dar a voluntad nuestra, con tal que sea la més conveniente, econdmica y cons. tructivamente considerada. Ahota bien, es ele- mental para nosotros que la forma debe co- rresponder a la naturaleza y al modo de tra- bajar el material, pero aqui nos encontramos ‘en un caso especialfsimo, toda vez que en lu- gar de un material homogéneo lo tenemos he: terogéneo, es decir, formado por dos, abs lutamente distintos en sus propicdades. De ‘aquf un dualismo en el principio, que hace que la forma, en esta clase dé construccién, corresponda a uno o a otro de los compo- nentes, segtin sea el que domine. Asi, por ejem- plo: las vigas de los techos afectan ‘formas reetas y perfiles rectangulares, semejantes a las de madera, porque en ellas desempefa el oficio principal el hormigén, el cual trabaja a la compresién; lo contrario acontece con las obras de gran luz, como los puentes, pues en ellas teniendo el papel principal el hierro, la forma tiene que aproximarse necesariamente a alguna de las caracteristicas de a constru cién metaiica. Hoy existen ya en el extranje- ro algunos puentes muy importantes por sus dimensiones, que prucban esta afirmaciéa, ‘Vengamos ahora a la construccién arqi tecténica. En ella podemos construir facilmen- te todos los elementos del edificio, techos, cu- biertas, paredes con sus aberturas rectas 0 curvas, etc., y como el procedimiento de eje- cucién propio de todo material fltido es el de, vaciarlo en moldes, de aqui que el costo sea econémico y aun independiente de la for- ma, salvo lo que ésta pueda influir en estos iiltimos. Pero-esta facilidad de obtencién, que en el terreno meramente utilitario es grandf- sima ventaja, es grave inconveniente en el a1 istico. El Arte podrd admitir circunstancial- mente Ia forma obtenida con el vaciado, pero no Ia admitiré como procedimiento tinico, pues- 84 Revista pe La S. C. pe AL to que en la forma asi obtenida falta la huella de esta lucha entre el artista y la materia, y que se adivina al través de las formas ver- daderamente artisticas. Pero aun hay mds: la 'Arquitectura no s6lo vive de'la forma, sino para el cemento armado: de sus dos compo- nentes ‘inicamente queda visible el cemento; de aqui una coloracién monocroma que, a de- cir verdad, es poco simpatica, sea cual fuere la clase de cemento empleado: Ia policromia fundada en el empleo de diversos ementos resultarfa poco prictica y de efecto muy du- doso, La consecuencia practica que el arquitec- ‘to debe sacar de estas consideraciones, a mi entender, es la siguiente: Mientras no tenga necesidad de decorar su construccién, pucde recurrir perfectamente al cemento armado, co- mo a cualquier otra concrecién, pero sin pre- } tender emplear otros medios de expresién ar. { tistica que los que naturalmente da el proce- dimiento; como son las proporciones entre las * diversas partes de la obra, entre los macizos _ ¥ los huecos, las lineas de contorno de éstos, : duras, relieves y cualquier eteétera, y prescindir de los que son extra- ios a este sistema de construccién, como mol- \dividualizacién de E miembros que en el monolitismo no tiene ra- z6n de ser. Con recursos al parecer tan sen- * cillos y escasos podrd dar verdadero cardc- ter a la obra, al que ademis podré contribuir la forma que adopte para algunos de los cle- mentos del edificio, tales como voladizos, en- tramados de techos, de cubierta, las bévedas, etipulas, etc. Asi han empezado ya a practi- carlo algunos distinguidos arquitectos y en es- te punto ha obtenido un verdadero triunfo Mr. Baudot con su iglesia de San Juan de Montmartre, cuya obra cito porque conside- Yo que estas innovaciones son mds dificiles de resolver cuando se trata de edificios. religio- En el caso de querer decorar su obra no Je queda al arquitecto otro recurso més que el revestimiento, en cuyo procedimiento caben todos los grados de riqueza, todas las colo- yaciones y gran variedad de materiales. Pe ro aqui ya no tiene delante ning‘in nuevo pro: blema que resolver, sino que se halla en el mismo caso en que se encontraron los arqui~ tectos de la Roma Imperial en las ‘Termas y en el Panteén y los de la Italia medioeval y del Renacimiento, en el Baptisterio y a Ca. tedral de Florencia y otros cien edificios, los cuales con una masa concrecionada, resistente y cubierta con un ropaje exterior de mérmo- les y mosaicos, supieron elevar monumentos que son pdginas brillantes en la Historia de la Arquitectura. Joaquin Bassecopa. Centro Estudianles de Anqutetara Con motivo de elegir los componentes de su préximo colegio electoral, quien a su ver deberd nombrar sus autoridades’dirigentes, se reunicron fen la semana pasada los asociados de este centro, cuyo acto, que transcurrié en Ia mayor tranqui- lidad, dié’por resultado la eleccién de la siguien- te lista Presidente, Carlos F. Ancell; vicepresidente, ‘Adolfo Petersen; seeretario, Elias Lanfrancon ; pro- secretario, Juan Florencio Lantis; tesorero, Rodol- fo Schmelit; protesorero, Augusto Bielman; vo- cales: Félix’ Cirio, Pedro A. Labor, Mario Bara ino, Amadeo, Antonio Bielman y Mario Fon techa, REPUBLICA 0. DEL URUGUAY El Directorio del Banco de la Repblica lama a concurso a los profesionales actualmen- te domiciliados en el pais, y'a los profesionales juruguayos radicados en el extranjero, para la presentacién de anteproyectos para el edificio de la Casa Central EI término para la entrega de los antepro- yectos es de cuatro meses, a contar de la fecha de esta publicacién. El programa y demas antecedentes podrén solicitarse todos los dias h4biles, durante las horas de Oficina, en la Secretaria del Banco, Cerrito N.° 379, Montevideo, Febrero 1.9 de 1917. PROGRAMA DEL CONCURSO DE ANTEPROYECTOS PARA LA CONSTRUCCION DEL EDIFICIO DEL « BANCO DE LA REPUBLICA Artfculo 1° Se abre un concurso entre los profesionales domiciliados en el pafs y los pro- fesionales uruguayos radicados en el extranjero para la presentacién de anteproyectos para el edi. ficio destinado al Banco de la Repiblica, con arre glo a las sigtientes bases UBICACION DEL EDIFICIO Articulo 2° El edificio se construira en el te- rreno ubicado en 1a esquina de las calles Cerri to y Zabala, y deberé constar de un sub- suelo, un piso principal y los pisos altos que Revista pe 1a S.C. pe A. 85 se consideren necesarios, (dentro de la Timitacién de altura establecida por la ley y las ordenanzas ‘municipales), para dar cabida a las siguientes re- particiones: UN GRAN HALL PARA EL POBLICO DIRECTORIO (a) Salén de Sesiones. (b) Antesala. (©). Biblioteca, Presidencia, (a) Despacho del Presidente, (b) Ante-despacho. (©) Sala de espera, Comisiones, (@} Despacho de la de «Casa Central, {b) Despacho de la de «Sucursales», (©) Otras Comisiones, (@) Sala de espera comén, (©) Salita de’ audiencias, @, Sala de lunch, (g) Portero—Toilette. Secretaria, (a) Despacho del Secretario, (b) Sala de espera, (©) Despacho del Prosecretario, (@) Oficina General. (e) Archivo, Archivo General. (a) Oficina del Archivero. (b) Oficina de Auxiliares (c) Libros. (@) Documentos y depésito general {e) Archivo de Sucursales. () Sala de abajo y consulta, DELEGADO DEL GOBIERNO (@) Despacho del Delezado. (by Despacho del 2,0 Jefe del Departamen. to de Emision, (©) Oficina general de los empleados en tres Emisién, Inutilizacién de billetes y otra, INSPECCION GENERAL DE SUCURSALES (a) Despacho del Inspector General, (b) Antedespacho, {(c) Despacho para seis inspectores, (a) Sala de espera, (©) Oficinas para Auxiliares. (®, Salita para examen de ttulos, etc (g) Oficina de correspondencia y Archivo. 86 Revista pe ta S. C, pp A. SBCCION JURIDIC Abogado, (a) Despacho. {b) Ante-despacho. Jefe de Secci6n. (a) Oficina, (b) Anteoficina, Oficinas generates. (a) Procurador. (b) Ausiliares (©) Sala de espera, (@) Archivo, SECCION DE INFORMACIONES ¥ ESTADESTICA Informaciones. (a) Oficina del Jefe. (b) Oficinas de’ Auxiliares. (©) Mapas, {d) Archivo. Estadistica: (a) Oficina del Jefe. ; (b) Oficina de Auxiliares. (©) Cuadros. (@ Archivo, GERENCIA (a) Despacho del (b) Ante-despacho, (©) Sala de espera. (@) Despacho del Subgerente A. (©) Antedespacho. (® Sala de espera comtin a los dos Sub. gerentes, (@) Despacho del Subgerente B. fh) ‘Ante-despacho. @ Salita de lunch (comin). Toilette (comin), Secretaria de la Gerencia. (a) Despacho. (b) Oficina General. (©) Archivo de la Secretarfa de la Gerencia. conrapuria (a) Déspacho del Contador General, (b) Despacho del Subcontador. : (©) Sala de espera comin, P. y T. — Seccién Descuentos y Cauciones (a) Oficina de Descuentos. (®) Oficina de Valores al cobro. P. y T. — Seccién Custodias (a) Oficinas. (b) Salita, para examen de Titulos. (©) Sala de espera, P, y T. — Seccién Giros (a) Despacho del Jefe. (®) Salita de espera. (©) Oficina General, Seccién Cuentas Corrientes (a), Oficina del Jefe, ()" Oficina General P.—Secciém Informes, Contratos, Firmas, Poderes (a) Oficina del Jefe. {b) Oficinas generales. (© Archivo. P. y T—Seccién Caja de Ahorros, Aleancias y Depésitos a Plazo Fijo (a) Tres Oficinas Generales. (b) Tres Oficinas para los Jefes de Di- visién. Teneduria de libros. (a) Oficina General. (0) Archivo. ‘TESORERIA P. y Ca) Despacho del Tesorero. (b) Antedespacho, P. y C—4c)) Despacho del Subtesorero. (@) Antedespacho, (©) Sala de espera comén, Oficinas. (®) Oficina de Clasificacién de billetes. (@) Oficina General para cobradores y auxi- Tiares, P. y C(h) Veinticinco divisiones para cajeros. (@ Oficina de Control de Tesoreria. «Co, — eT, — Py. — Iniciales de «Contadu- tias, ,cTesorerias, Pablico», Estas iniciales al mér- gen de los tftulos, significan que las oficinas de- berdn mantener contacto entre sf, CONSERJERIA (a) Local del Conserie. (b) Estacionamiento 0 sala de porteros. (©) Estacionamiento 0 sala para la guar- dia de bomberos. | Toilette general para Ios empleados de Conta- | ‘duria, ‘Tesoreria, ¢ Inspeccién General de Sucursa- les; Sala General de lunch para las mismas Sec- -ciones: ambas divididas para Jefes o empleados su- periores y para empleados inferiores, | Toilette y salas de lunch comunes para los | cempleados de servicio, SUBSUELO En_el subsuelo se dispondrén las siguientes reparticiones Tesoro grande. (@) Capacidad para dosciertos millones de pesos en moneda acullada de oro, (b) Para barra de oro y plata, (c) Para documentos secretos le) Estado, (@) Para piedras preciosas. ” Tesoro chico, (a) Capacidad para diez ‘millones oro, | {b) Capacidad para papelmoneda y otros Tesoro, plata y niquel, (a) Capacidad para diez millones de pesos, | Tesoro de emision. (a) Capacidad 180 m3. Tesoros de valores Mobiliarios y Titulos de Propiedad (a) Capacidad 540 m3 Cofres de locacién, a) Sala de espera. (b) Despacho del Jefe, (c) Oficina de empleados (@) Capacidad actual 1,009 cofres; last dad para el doble o més, si es posible. TALLERES GRAFICOS (@) Vasto local para instalacién de mAqui- nas de litogratia, tipografia, encuader- nacién, etc, necesarias para los servi- cios de una’ casa bancaria, (b) Departamento de impresién de billetes. (©) Taller de grabados, fotograf'a, dibujan. tes, ete, (@) Depésito de seguridad para papeles de impresién, planchas de impresién, gal- | vanos, ete } (©, Local para acuflacién de monedas, Revista pe La S, C. pe A. 87 SECCION UTILES {a) Despacho del Jefe. (b) Oficina @ a 4 empleados). {© Vasto local para depésito. Porteros. — Serenos. — Dormitorio pata cua- tro porteros,.— Habitaciones para cuatro serenos, SERVICIOS Servicios generales para depésito de ditiles en uuso—Depésito de iitiles de servicios nuevos.—Ro- perfa—Despensa y todos los demés servicios ni cesarios a una gran institucién bancaria, CALEFACCION. — HORNO INCINERADOR DE BILE TES Y¥ DOCUMENTOS. — INTERCOMUNICACIO- NES TELEFONICAS ¥ DOCUMENTALES,—MON- TACARGAS, ASCENSORES, ETC. ‘Todos estos servicios deberén proyectarse. El Banco quedari separado de los edificios contiguos, por un corredor de un metro y medio excepto en la calle Zabala, donde se dejard el es- pacio necesario para que automéviles u otros vehic los de carga puedan entrar o salir a entregar sus cargas al ascensor. Nota. — Conjuntamente con este programa se facilitaré a los interesados un plano exacto del terreno. En la Secretaria del Banco podrin tam: bién aquéllos obtener todos los datos ¢ informa. iones relacionados con las necesidades del edifici, Se advierte, por fin, que los proyectistas po. drin suprimir 0 aumentar los locales que pide el programa, bajo su responsabilidad, pudiendo el jurado apreciar ta conveniencia 0 inconveniencia, de estas modificaciones, al practicar el estudio del anteproyecto, CONDICIONES DE PRESENTACION Artfculo 3.° Para que puedan ser admitidos @ concurso los anteproyectos, deberdn presentar. secon las piezas, siguientes @) Una planta del piso principal a la esca- la de 1/100, ) Una planta de cada uno de los otros pi- sos a 1/100, ©) Un corte, @ Una fachada sobre cada una de las ca- Mes a 1/100. ¢) Una memoria explicativa del proyecto y descriptiva de los materiales y sistema de construccién empleados, 7) Un presupuesto aproximado deducido del precio por metro cuadrado edificado, Art. 44 El costo del edificio no excederd en ningtin caso de seiscientos mil pesos. ‘Art. 5° No se admitirin més planos que los indicados en el articulo 8.9 y a las escalas espe- ificadas, 88 Revista DE Las pieras pedidas en dicho articulo deben constituir en conjunto una inica solucién y el Jurado rechazaraé todo proyecto en el que apa- ezcan variantes de cualquier género. Los proyectos se presentarin pllramente con el trazado de sus lineas arquitecténicas y no se admitirén los planos que tengan indicados elemen- tos ajenos a su propia forma, como. ser: pers pectivas, arboledas, veh{culos, personas, etc, Art. 6° Los anteproyectos seran entregados en la Secretaria del Banco el dia 31 de Mayo de 1917, antes de las 17, hora en que quedard cerrado ‘el concurso, Los proyectos lievarén un lema © inn acom- pafiados de un sobre cerrado que contenga la fi ma del autor y su domicilio, e inscripto en la par- te de afuera el lema adoptado por el. concursante para los planos, y el nombre del candidato para Jurado, + DEL JURADO Antfculo 7° El Jurado que ha de dictami nar sobre los proyectos, se nombrari oportuna- mente y ser constituide en la siguiente forma Dos Delegados del Directorio del Banco, Un profesional designado por los concursan- tes en Ia forma indicada en el artfculo 69, Dos profesionales nombrados por el Directo rio del Banco, DE LOS PREMIOS Artfculo 8° El Banco destina Ia suma de $11,000 para ser distribulda en premios en la forma que se determina en los articulos sigu Art, 9° En el caso que entre los antepro- yectos presentados hubiera uno que a juicio del Jurado se considerase superior a todos los de més y Menase debidamente las cxigencias del pre- sente programa, se le adjudicara el premio, que consistiré en $2,000, Si el Directorio resolviese, en definitiva, adop- tar el anteproyecto-premiado como primero, en- cargard al autor de dicho anteproyecto la con- feccién del plano definitive, que deberé presen- tar dentro del plazo de tres meses, Por este pro- vecto definitive, recibir, ademas del premio de '$ 2.000, ya discernido, 1a suma de $ 4.500, 0 bien la direccién de Ia obra como tinico premio, a op- cién del Banco, abonindosele por esta direceién, honorarios del 8 %% sobre el costo del edificio, ta S.C, DE AL Los $ 4.500 restante3 se destinan para repar- tirse entre uno 0 varios segundos premios, 0 una. Art, 10. En el caso de que el Jurado consi- dere que ninguno de los anteproyectos es acree- dor a un primer premio, indicaré los anteproyectos cuyos autores deberan ‘participar de un segundo concutso, estableciendo ademas la cantidad que cada uno de ellos recibiré como premio en el pri mer grado del concurso, Los premios a los autores de los anteproyec tos indicados por el Jurado, para tomar parte en el segundo concurso, serén iguales para todos, y no excederdn en conjunto de $ 4,800, sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso siguiente Ademds de estos premios, el Jurado podré ad- judicar menciones con premios en metélico, pero éstas no darin derecho a participar del segundo grado del concurso, Las sumas que constituyan es: tos premios serin también tomadas de los $ 4.500, de que habla el inciso anterior. Art, 11, Al anteproyecto triunfante en el se- gundo grado, se le adjudard un primer premio de $ 1,200, destinindose $ 800 para un segundo pre- mio, Para el que obtenga el primer premio regiré Jo que establece el inciso 2° del articulo 9. ‘Art, 12, Después del failo del Jurado se ha: ra una exposicién de todos los proyectos en los salones que sefiale el Directorio, En el caso de efectuarse el segundo grado se reservarla la exposicién para después del nuevo. fallo del Jurado. Art. 13, Los’ proyectos premiados quedarin de propiedad del Banco, a excepcién de los sola- mente mencionados, que serin devueltos a sus att tore, EI Banco podré hacer de los proyectos de su propiedad el uso que le convenga. ‘Art, 14, Todos los anteproyectos no’ premia. dos podrin” retirarse, previa exhibicién del. rec bo otorgado por la Secretarfa en el momento de la presentacién de los mismos, Los que no sean retirados dos meses después del fallo del Jurado, pasardn a ser propiedad del Banco, Art. 15. El hecho de presentar proyecto serd considerado’ como aceptacién expresa de estas ba. ses @ las cuales deberdn ajustar sus composiciones, los opositores para tener derecho a que sean to- madas en cuenta por el Jurado para la obtencién de los premios. Bid ee eee eee 89 SOCIEDAD CENTRAL DE ARQUITECTOS Sesi6n delaC,D, de Marzo 9 de 1917 Presidencia: Sr, Juan Waldorp (hy * EI Sefor Fitte informa que de Presents: acuerdo con el Sr, Morra y algte nos otros miembros de la C. D. (eden de Hepes) ‘ s s se habfa resuelto dirigir una nota Pn, Cone do Road oak Seca” leceun SCA canta Pte 200 elec ten cetera que realiza; una coleccién com pleta del érgano social, a cambio de una de la revista del Centro; y la compra de 109 ejemplares de cada némero de la misma revista, para enviar a los socios—Se lee la nota en cuestién, que que- da aprobada y firmada, Se Iéen dos proyectos de contestaetiin a oficios del Juez Civil Dr, Bunge, que remite el Asesor Letrado Dr, Damianovich.—El Sr. Secretario in- forma que ya fueron aprobados por la Presiden- cia y remitidos a su destino, Se len dos ‘notas de los consocios Stes. Ri vero y Hortal, adjuntando datos biogrificos y re- tratos, Se aceptan como socios aspirantes, los estu- diantes de 4° y 8,2 aflo de la Escuela de Arqui- tectura, Sres. Carlos F, Ancell, Eduardo Biraben y Julio Salas, presentados los tres por los res Ratl Togneri y Victorio M, Lavarello, Sesign de la C,D, de Marzo 30 de 1917 Presidencia: Sr. Garlos Mora, El Vocal Sefior Fitte informa Presentes: detenidamente acerca de la edi- (rden de tegada) cién del érgano oficial «Revista oe de la S.C, de Als, del cual han Dorion, aparecido ya dos ntimeros. Mani- Fit fiesta que han sido cubiertos los Getty Cantiio. gastos de impresién en ambos né- Teniendo en cuenta la forma provisoria en que fué nombrado, conjuntamente con el Sr. J, C. Buschiazzo, para dirijir a publicacién de la re. vista, pide el Sr. Fitte, se proceda al nombramien: to de una Comisién definitiva, que tenga esa ta- rea a su cargo, Se cambian ideas al respecto, ¥ ‘queda resuelto delegar en el Sr. Presidente la ta- rea de formar la Comisién de redaccién de Ja revista, Se Ie una nota de la Comisién Nacional de Casas Baratas, comunicando el_nombramiento del Presidente Sr, Morra, cémo miembro del Ju- rado para el concurso de planos que realizar’ en breve—El Sr, Morra, hace saber que ha acep- tado dicho cargo. Se cambian ideas acerca de las bases de ese concurso, y se resuelve:.presti- giarlo ante los socios, ¥ pedir a los mismos que al hacer la cleccién’ de un colega para formar parte del Jurado en representacién de los con- currentes, lo hagan entre los consocios Stes, Bus- chiazzo J. C.), Chambers, Nordmann, Hayy Sackmann, a los cuales se les comunicard pré- viamente esta resolucién de la Comision Directiva, Por si tuvieran algdn impedimento para aceptat el cargo en caso de resultar con mayoria de vo- tos, Teniéndose en cuenta algunas observaciones hechas por varios socios, se dispone pasar. una nota ala Comisién Nacional de Casas Baratas, indicando la conveniencia de disminuir la escala fi jada para el plano general del concurso, Se lée una nota del socio Sr, Rail R. Rivero, comunicando su préximo viaje al exterior. Queda resuelto considerarlo como socio ausente, PIZARRON SOCIAL Dibujantes y otros empleados para Arquitse tos, que han sido recomendados pot mismbros de fa S.C. de A. y que buscan ocupacién. Carlos Stutz. — Dibujante proyectista, 1 mendado por el Presidents de la Sociedad, “Arqu tecto Don Carlos Morra, de cuyo estudio’ fué Je fe durante 16 afios, evidenciando excclentes. condi. ciones de honorabilidad _y compelencia, Domicilio: Alvear 317, Villa Urquiza, (F.C.CA.), Vicente Orlando—Dibujante proyectista—Re- comendao por el Arquitecto Sr. L. Siegerist, on cuya oficina trabajé durante 9 afios—Busca ‘em. Pleo. Domicilio: Suipacha 588. 7. | ee Compaiia General de Ohras Piblicas | ————S0CIEDAD ANONIMA Obras de GCemento armado, Puentes, Edificios publicos y particulares, etc. Obras hidrau- licas, Dragajes, Ferrocarriles, Subterraneos re Ted Proyectos, Presupuestos 6 Informes & disposicién de los interesados ——__<-—___—_ BERNARDO DE IRIGOYEN 550 BUENOS AIRES TELEFONOS: Unidn 6670 al 73 Libertad - Cooperative 2424, Central Gord SE INSERTAN AVISOS RECOMENDADOS POR LOS SOCIOS DE LA S. C. DE A SS Juan Y José DayspaLe ¥ Cid, IMPORTADORES DE MADERAS CEMENTO PARQUETS Mosalicos REVESTIMIENTOS DE LUvo ARTEFACTOS SANITARIOS PERU 440. - BUENOS AIRES ROSARIO BAHIA BLANCA SAN LORENZO 1150 SAN MARTIN &sQ, BRANDZEN ' Guia General de Gremios ASCENSORES Agar Cross y Cia., P. Colén 519 Casalis y Lassalle, Tucumén 2348 Baldandoni José, Arenales 1184. Dornfeld y Cia., C. R., Av. Alvear 3250 Hume Hnos., San Martin 201 Otis Elevator Company, Suipacha 624 Pugni Carlos y Cia., Cangallo 1462 Recht y Lehmann, Maipa. 72 Zamboni Silvestre y José J., Charcas 1339 CALEFACCION Baldantoni José, Arenales 1184 Cassels y Cia., Maipa 271 Casalis y Lasalle, Tucumin 2348 Comp. Nac. de Calefacciéa, Tucumin 766 Dornfeld y Cia, C. R., Av. Alvear 3250 Rae y Cis, Cangallo. 315 CIELO-RASOS METALICOS (Importadores de) Drysdale J. J. y Cla, Pera 440 Establec. Americanos Gratry, Maipé 484 Moore y Tudor, Moreno 750-62 COCINAS (Fabricas de Baima Quinto, Cevallos 1636 Balbi Vda. de, Belgrano 2801 Baldandoni José, Arenales 1184. Carpinetti e hijos, Corrientes 4071 Cassels y Cia., Maipd 271 Comp. Nac. de Calefaccién, Tucumén 768 Comp. Primitiva de Gas, Alsina 1169 Depaoli Juan, Moreno 1469 Drysdale j. j. y Cfa (impor), Pert 440 Fossati E. y Hnos., Santa Fe 1775 Grieco Luis, Peri 518 ‘Malugani Hnos., Méjico 1359 Motteau A., Garay 1272 Paladino Vda. de Fco. ¢ hijos, B. de Iri- goyen 115 Faladino Vda. de José, B. Mitre 2579 Riso Miguel, Santa Fe 2849 Savio y Manghi, Belgrano 825 Scazziota Juan, Pert 30 “Treinf (Guillermo, Esmeralda. 677 Trein Juan, Cangallo 1355 Vineiguerra L. ¢ hijo, B. Mibre. 1593 CONSTRUCCIONES METALICAS Bevilacqua y Boniscontro, Rondeau 1745 Chaix Enrique, Virgenes 1829-47 Compania Argentina de Hierros y Aceros P. Vaseila|¢ hijos), Cochabamba 3055 . Descours y Cabaud, Cangallo 1935 Dorman, Long y Cia, Cangallo 499 Gentile Alfredo, Dean Funes 1328 «La Cantébricas, Martin Garcia 584 Maspero Luis e hijos, Serrano 250 Questa Luis A., Potost 3744 Talleres Metalirgicos, Libertad 378 Zamboni S. y }., Uruguay 1045 COPIAS DE PLANOS Alexander A., Cérdoba 2332 Alliaud E., Corrientes 1612 Ardoino E. E., Esmeralda 564 Baldandoni José, Areaales 1184 Della Giovana G., C. Diaz 1711 «La Foto-Argentinas, Maipé 220 Macchi B. L., Constitucién 2845 Moody y Cia., Corrientes 627 Rodriguez Rosendo F., Victoria 829 DECORADORES Allieve y Seri, Charcas 1358, Baldassarini Messico, Corrientes 645 Carlhian Beaumetz, Viamonte 610 Champ Paul, Juncal 1681 Despaux Hnos y Cia, Sarmiento 835 Gino Mario, Uruguay 1178 Glaser G., Florida 568 Hampton Ltda, Sarmiento 643 Joly, Duarte y Cerdo, Humberto I 2135 Lanzani y Cfa., Vietoria 4180 ‘Maple y Cfa., Suipacha 638 Poteau Eduardo, Santa Fe 1054 Renes Agustin, Uruguay "685 Resano A, Achdval 783 Riganti: Emesto, Junin 1492 Sage Fredk. Co. Ld., Sarmiento 462 ‘Thompson Muebles Lda., Florida 833 Waring y Guillow, Av. Alvear 1570-72

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