que concibió por obra del Espíritu Santo Dios te salve, María… Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Dios te salve, María… Y el Verbo se hizo carne; y habitó entre nosotros. Dios te salve, María… Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Enrojecieron los cielos
a eso de media mañana, el viento llegó soplando, la lentitud de las aguas, y los pájaros volaron moviendo suaves las alas, el campesino dejó la tierra donde labraba.
El campo quedó en silencio,
las gentes quietas estaban porque rezaban el Ángelus a eso de media mañana. (2)
Y dos manos se juntaron
cuando el sol más alumbraba; en aquel reloj de fuego las doce en punto sonaban. Y muchas palabras bellas hasta el cielo se elevaban, porque eran las oraciones que el campesino rezaba.
El campo quedó en silencio,
las gentes quietas estaban porque rezaban el Ángelus a eso de media mañana. (3)