entre el ndice y mi pulgar, la pluma descansa. Bajo mi ventana escucho el sonido spero y ntido que hace la pala cuando penetra la tierra pedregosa: es mi padre, cavando. Me asomo hacia abajo, lo veo con su trasero correoso, inclinado sobre el jardn de flores, cuando se yergue es 20 aos ms joven y arremete rtmicamente en los surcos de papas donde trabaja, cavando. La gruesa bota se afianza en el canto, el mango de la pala apalanca con la rodilla, por dentro de la pierna, con firmeza. Cosechaba las plantas de altos tallos, hundiendo hasta el fondo la hoja reluciente, desenterrando las papas que nosotros recogamos, sintiendo su delicioso frescor en nuestras manos. Por Dios, vaya que mi viejo saba manejar la pala. Igual que su padre. Mi abuelo cortaba ms turba en un da que cualquiera en la cinaga de Toner. Una vez le llev una botella de leche, tapada improvisadamente con un corcho de papel. Se enderez, la bebi de un trago y se dobl de inmediato embistiendo de nuevo el barro con cortes perfectos, lanzando hacia atrs, sobre sus hombros, los terrones, llegando abajo, abajo, donde est la buena tierra. Cavando. El fresco olor del moho en las papas, el chapoteo al pisar la turba esponjosa y resbaladiza, los cortes secos de la pala atravesando las races, reviven en mi cabeza. Sin embargo, yo no tengo pala para continuar la labor de hombres como estos. Entre el ndice y mi pulgar, la pluma descansa. Yo cavar con ella.
Versin de scar Pal Castro. Culiacn, 1979. Ha publicado traducciones en
las revistas TextoS, Punto de Partida, Peridico de Poesa de la UNAM, en ReFundacin (www.refundacion.com.mx), Espiral (http://www.revistaespiral.org), Timonel, Acequias y Zcalo Poets (http://zocalopoets.com/). Mantiene un blog sobre traduccin: http://tradiuttore.wordpress.com/