En la regin del norte del pas el culto a la Santa Muerte est
acompaado con la veneracin a Jess Malverde, el Santo de los
Narcos, cuyas imgenes aparecen continuamente en los domicilios que catean las autoridades cuando detiene a grupos por trfico de drogas. En los mercados populares de Mxico, donde se pueden comprar yerbas, veladoras y artculos religiosos para combatir el mal del ojo y todo tipos de brujeras, la Santsima Muerte aparece junto con las imgenes de los santos tradicionales del catolicismo. Se pueden encontrar oraciones y rezos para pedirle favores, fundindose en su sincretismo religioso con el catolicismo. Todo lo anterior provoc que la Iglesia catlica de Mxico saliera a condenar el culto a la Santsima Muerte. En su publicacin oficial Desde la Fe, la Iglesia rechaz que forme parte de los santos de esa religin y advirti a sus feligreses contra ese culto. Los narcotraficantes siempre han sido muy religiosos, no son individuos ateos. Al contrario son muy superticiosos, asegur Jos Mara Infante, doctor en psicologa y director de Investigacin en la Facultadde Filosofa de la Universidad de Nuevo Len. Infante agreg que los narcos siempre han tenido cultos muy particulares y encontraron en la Santa Muerte una imagen que los represente. Es una figura que est muy acorde a sus actividades donde la vida y la muerte estn estrechamente unidas, precis Jos Mara Infante. Coment que los narcotraficantes son concientes que en esa actividad en cualquier momento pueden morir, para ellos la vida y la muerte es una experiencia cotidiana, porque saben que a veces tienen que matar o ser asesinados.