Sobre la naturaleza humana,

sexualidad y masoquismo en
la sociedad
El ser humano no es poltico o religioso por
naturaleza, ni bueno ni malo. El ser humano es
sexual. Con todo lo que esto implica. La sexualidad
es tratada con frivolidad por la sociedad. Y la
sexualidad es fuego. La sexualidad, digamos, es
poderosa como el hambre insaciable. Es la que nos
mueve a hacer todo lo que hacemos, aunque no nos
demos cuenta. Nos controla totalmente, es nuestra
gnesis y nuestro destino. El orgasmo es muerte, el
sexo es vida. Toda actividad humana tiene su origen
en la sexualidad. De las perversiones y las
excentricidades nacen artistas, lderes religiosos,
polticos y criminales. Creemos que podemos
controlar nuestro apetito sexual. Falso. El cuerpo y el
subconsciente
absorben
el
apetito
sexual
insatisfecho, y lo manifiestan de formas, a veces,
aceptadas y otras, condenadas por la sociedad.
La opresin es el opio de las masas, y la gente se
adormece con ella. Los de abajo florecen bajo la
opresin. Los de arriba se deleitan imponiendo
condiciones. Es la naturaleza humana. La sociedad
hoy en da es el ejemplo mximo del
sadomasoquismo en accin. No es un juego ni una
representacin, los papeles son reales. Amos y
sirvientes. No hay que ser elegante para participar.
No necesitas sealar que eres sdico o masoquista.
Sencillamente asumes una posicin. No es
sadomasoquismo como fetiche, sino en la prctica.
El ardor de los azotes ha sido sustituido por una
especie de castigo general. Al final todo no es ms

que la expresin de los cuerpos regodendose en el

dolor y la sumisin. Para muchos, decir que a la
gente le gusta sufrir no es ms que una muestra de
cinismo. Una rpida mirada a nuestro al rededor
sustentara definitivamente esta tesis. An en el
contexto de un sistema creado en la absoluta
ignorancia de la verdadera naturaleza del hombre,
el ser humano es fiel a su naturaleza.
Boyd Rice