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LA FELICIDAD Fernando Cornejo Altuzar PARQUE LIRA / POESIA © Fernando Cornejo Altizar Editor responsable de la coleccién: Antonio Calera Grobet Consejo editorial: Alejandro Aura Director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México. Eduardo Vizquez Director de Desarrollo Cultural del Instituto de Cultura de la Ciudad de México Ernesto Lumbreras Subdirecior de Artes Plisticas y Literatura del Instituto de Cultura de la Ciudad de México Conrado Tostado Director del Museo de la Cindad de México Philippe Ollé-Laprune Director de la Casa Refugio Citlaltépetl Distribucion: Editorial Alforja Area de publicaciones del Museo de la Ciudad de México Primera edicién, 2000 ISBN: 968-5189-07-2 Fernando Cornejo Altézar LA FELICIDAD Presentacion de Ernesto Lumbreras Presentacién La materia elemental del poema es la palabra. Antes que imagen, idea, sentimiento el poema es una composicién de palabras que se retinen por afinidades y contrastes bajo una tensién contraria a la naturaleza de su significado hegem6nico. Por lo mismo, mas que nacimiento, las palabras en el orbe del poema vuelvena nacer; potenciadas por esta resurreccién cada palabra transfigura su memoria situdndola en un arco de tensién que conecta la realidad y el deseo. En La felicidad de Fernando Cornejo Alttizar la conciencia por lo matérico de la palabra se plantea con la espontaneidad Iidica de multiplicar sus asociaciones; tramadas en ese animo que trastoca, a diestra y siniestra, la palabra se resuelve profuga de la ley de lo prestigiado y penetra en el territorio inexorable de la selva oscura del sentido. Bajo esa practica, los poemas del libro exigen, en primera instancia, una desatencién de la anécdota priorizando el flujo verbal que paulatinamente construira un ambito; llegado a ese punto, el objeto del poema, es decir la figuracién del tema, se devela. Una vez construido el marco, el poema puede ubicar su rostro. Las afinidades electivas de este primer libro de Fernando Cornejo son los poetas barrocos, los herméticos y los concretos. Sin embargo, la consanguinidad por suprimir la gravedad de sentido al discurso poético lo acerca a los poetas que Néstor Perlongher agrup6 bajo el adjetivo de neobarrocos. Esa familiaridad lo provee de una libertad, a veces de excesos, para dotar a su discurso de una potencia asociativa rica en giros de imagenes y de dicciones. Por ultimo, habra que decir que los poemas de La felicidad que mejor proyectan este sino son, paraddjicamente, aquellos en los que destila una minima coherencia; a manera de hilo de Ariadna esa aportacién de sentido sirve de estructura, de marco como se habia dicho, estableciendo una referencia, a modo de toque de tierra, necesario para asimilar ese vendaval de significaciones novisimas. En otras palabras, son minimas las posibilidades de salir ileso o de mostrar indiferencia ante la voz, incierta pero verdadera, de este poeta, Ernesto Lumbreras Desde Anaya F. (a pesar de ellas) La palabra bala. Balar, balear. Rafaga de cifra o letra al hombro. Pabellén de hormigas sobre carros de agua. Ahora (en este dia) sélo tengo una cruz en fondo negro, quiero decir edredada en negra lana. Seria. El rocoso cerezo edel escudo. Como dije. La correria edenal volante de quien ve lo que no he visto. Porque no lo veré nunca. Y luego le dicen: esos ojos quemados, Zurita. Disculpen. Perdonen la tristeza. 13 Son claras dos cosas. Pristino cuarzo u ombligo sangre de mundo. No sangre 0 no sangre o no. Brioso colibri caballo en la onza del aire, ala multiple blinda o limo de plomo en polvo. Verds la cajonera de palomas. No. Bajo el hueco no se puede, no bajo el hueco. eee] Tiempo después si con te existe el tiempo después. Si el torno que engrana (no sin la grasa del brio) los actuares como si el cadaver incorruptible pero agusanado de Dios pudiera, frasco de consecuencias, desembalarlas y desembalar estos cajones de palomas que son letras. Letras. No me teferfa, No, juro que no me referfa. Como pensar que al mover los muebles de mi cuarto muevo cAnceres, agujas de escorpidn, pezufias de carnero en las estrellas. Muchos dicen que existen los reflejos. No existen. Que existen los ojos pero no era nadie y tenia plantas por verbos en la boca, nubes en los ojos por los soles. Nocién de ver muerte de miisica ( 1 Mv ) ( rema (0) anclada ) ( palabra brijula ) en la cespedad crecida en lo evidente. Matar por descubrir si existe un paraiso en el cadaver del ojo. Caminar por comprobar la certeza del suelo. Ahogarse y conocer el concentrado hedor del lecho marino (ahi donde Neptuno hace sagrados los huesos despojados de los naufragos y donde los erizos se hacen rizos que pagan con el oro de piratas de los cofres). 15 Partida paciencia del mundano Murano raudo ruido Maracaibo Mar de ceibas. Lluvia de selva en la asombrosa farsa de la cifra. Llorente. Hereje vacuidad del pensamiento, como nubes castradas que entre chubasco y chubasco dicen lo que dicen, para luego descubrir que no dijeron nada. Rosarios de (como nombran los lingtiistas) significantes. Collar de ceras, lanzas, cencerros o (asi le digo) collar de doce piernas. Para luego descubrirse en plena Iluvia ahogada a una gota del relampago sin luces, esa que es sdlo nubarrén de proas, cuerpo de cajones, larva estéril. Casas, pero casas enemigas, las palabras. Creo que me entienden. Como la fe en los discos. Como la fe en Joyce. Como la fe en la montafa tundra. Veo qué alturas has tomado y mira que yo. Yo no cuento fe teolégica. soles, mareas. El faro te busca en el espacio del Mareas respiracién de la sal} mwuerto o del espacio muerto / es quien alumbra al suceder con sus espuimas agua . Regresan el reloj y escribo flechas por escribir tachones. Me conociste cuando esta mia abuela se nacié de pronto en dos veranos y |las |lees |les |luces para seguir tu rastro inconstante instanténeo. Y asi regresar a los pies mancillas del este [ . ] del oeste (como pirar tal briijula dada) :: luz de bruces seculares — de la luciérnaga polar, el antro de lo impertinente. Podré decirlo. La matematica ineonsciencia posible de un golpe de voz. Los primeros, después los segundos. Esta larva piedra podria seguir por siempre. Las palabras no me importan. Que me digas. Que me Ilames y no voltee siquiera a verte. Escribo esto para dejar el cansancio que es la poma (que el guano es una poma. La poma es el mundo). Después; obligado a levantar cipreses 0 lunas, no querer mancharme con tus manos, estar de cabeza o de pies. Me suena todo repetido y sdlo tengo tres limpios afios pasados por agua. Tres tres tres tres limpios afios 0 cuatro. 18 Las rafces del sauce estan / en tu vientre seco. Verso un cuarto: rayadera en el limite pensable de lo que acontece. Cal del diablo. Las rafces de esta esquina estan / en otro cuerpo de la lengua. Y sin embargo tu madre es el pozo mas profundo de brazos mas vientres en las venas de la lluvia. : pude haber dicho (date cuenta): fa naranja rueda que eres, la hora discernida de estos chopos nos persigue Las raices del espinado aire estan / jsi quebradizas? Florecidas ganas de castrarse. Iré a comprar cuando amanezca una ventana cabellos filamentos para escuchar en las aletas de la noche ballenas. Mi padre miraré las torqueduras en las vértebras del sauce, tenido a mano como la sangre del toro. No existe la cal del diablo porque no existe. Ni cal ni infierno ni diablo. Las raices de la furia no estén / tampoco existen. Dia dia de cansada gloria. Es el otofio (mira): vuelve el otofio de la primavera. Y si es verdad que debo. Definir. He visto a los que escriben por saber cémo se piensa. Engranaje del pensamiento Creo que le Maman Escritura: cuervos prensados, laberinto de gente vestida en luto, aparato de sangre, dije de boca, sacra oblea de la grasa, gajo completo de feria, vara por debajo de los miisculos (mula de encarnadas muletas), corona de vidrios, entresijo: los cabellos en el hueco de tu lengua, a trio de folios o plataforma a punto de quebrarse, encrucijada de gatos lunaticos, diictiles dobleces del vidrio, mordedura quebrada en el diamante, pozos en las ruinas de algtin dia, labrada demencia. Certeza demencial, grumo en cdlculo, libro de lobos y de llama. Clavo de oro no de dos (no de dos) planos, sino cifra extranjera en un mundo de seis frascos. Surco del disco y del glifo y del iman y de la arcilla y del tatuaje y de la pluma. Tenia que decirlo todo de una vez. Sarta de harapos en la aguja de la voz: piedra de ratas. 20 Y saber que el mundo se refleja alma, soledad, veste, olvido, embriaguez del signo, ausencia, vida, vaciado tiempo, eco) que en todos los puntos se refleja, tal vez sin concretarse en ningtin acto. 21

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