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AUTORES:
Estrada, Manuel 19.450.031
Fernández, Francis 19.427.231
Medina, Verónica 19.907.692
Mujica, Libia 19.824.319
1. El Problema de Investigación 4
2. Marco Teórico 9
2.1. Fundamentación 9
2.2. Antecedentes 19
3. Marco Metodológico 20
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Las constituciones nacionales reciben eventualmente ciertas modificaciones, las
cuales persiguen el propósito de adaptar el texto fundamental al contexto actual o a las
exigencias propias de la sociedad. De esta manera, los textos constitucionales siempre
son el resultado de una serie de acontecimientos y necesidades acumuladas desde
tiempo atrás, hechos los cuales al mismo tiempo se consideran propios de cada nación.
Por ello, el propósito del estudio consistió en, evidenciar los cambios ocurridos en las
constituciones de 1961 y 1999 como consecuencia de la Revolución Democrática y
Revolución Bolivariana respectivamente. Para ello se tomará como constante los
principios fundamentales del Estado, y se comparará el texto constitucional de 1953 con
el de 1961 y éste con el de 1999, esto con el fin de observar las diferencias y similitudes
presentes en estas constituciones en referencia a estos principios.
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PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN
1.1. Planteamiento del Problema:
Son múltiples los estudiosos que han dirigido sus esfuerzos en conceptualizar la noción de
Revolución, entre ellos, Sorokin, The sociology of Revolution (1925); Marx, La Ideología
Alemana (1932); Davies, Toward a Theory of Revolution (1962); Johnson, Revolution and the
Social System (1964) etc., los cuales la han estudiado a través de diversos enfoques,
diferenciándola de otras formas de cambio en los regímenes políticos. Una revolución pues,
supone el debilitamiento del Estado y del poder político existente, la transformación del conjunto
de las relaciones e interacciones sociales cotidiana, o un cambio drástico de las condiciones de
producción, distribución y consumo de los bienes y servicios.
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A pesar de la profundidad que trae consigo el concepto de revolución, para que esta sea
efectuada son necesarios dos requisitos: “...alguien o algo contra quien rebelarse, y que alguien
salga a la calle de facto y lleve a cabo la revolución” (Allen, citado por Pastor, 1994, 245). De
esta forma podemos decir que, tradicionalmente las revoluciones suelen ser situaciones de
facto, es decir, aquellas situaciones que, existiendo en la realidad, no han sido reconocidas
formalmente ya sea mediante los mecanismos legales vigentes o por la autoridad competente,
no tienen reconocimiento jurídico y son por la fuerza de los hechos. Es así como las
revoluciones al consumarse buscan pasar de facto (de hecho) a de iure (de derecho); y es a
través de los cambios institucionales, constitucionales y jurídicos que buscan legitimarla.
1.2. Objetivos:
1.3. Delimitación:
La investigación que se presentará a continuación tiene como campo de estudio los cambios
revolucionarios vividos y protagonizados por la población de la República Bolivariana de
Venezuela durante los periodos de 1958 a 1999, y 1999 hasta la actualidad; los cuales se
encuentran enmarcados y reflejados por los textos constitucionales que surgieron en los
respectivos para la consumación legal de ambas revoluciones.
Partiendo de esta línea de idea, se puede concretar entonces que se utilizarán como medios
de estudio la Constitución de la República de Venezuela de 1961, con respaldo de la
Constitución de 1953 que antecede a la misma para exponer los cambios transcendentales de
los valores fundamentales del Estado, los cuales sustentan la Revolución Democrática.
Asimismo se estudiaran estos mismos principios fundamentales dentro de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela para compararlos con los de la Constitución de 1961, y de
esta manera exponer los cambios que fundamentan la Revolución de 1999. Todo ello se
realizará dentro del marco de los textos constitucionales y de otros medios documentales.
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1.4. Justificación:
El presente trabajo cuenta con una gran valoración, pues permite establecer una importante
relación entre uno de los conceptos más estudiado por la Ciencia Política, como lo es la
Revolución, y la base principal de todo sistema de jurídico y de Estado, como lo es la
Constitución.
A partir de esta consideración, se trabajará con el fundamento teórico de Revolución, y se
aplicará a nuestra historia política contemporánea, para evidenciar efectivamente los cambios
revolucionarios concretados en nuestro país.
Ello se origina también, por el interés de realmente apreciar los cambios efectivos que
existen entre una Constitución y otra, entre la Constitución de 1961 y 1999, lo cual evidencia
una clara evolución del texto constitucional en concordancia con los cambios exigidos por la
sociedad venezolana en los últimos dos periodos constitucionales, así como para verificar si ello
se ajusta a las necesidades y demandas de la misma, manifestadas ocasionalmente por estos
movimientos intensos: revoluciones. De allí el otro carácter fundamental de la presente
investigación, puesto que se harán vitales comparaciones entre un factor común de estas
Constituciones, que son los llamados principios fundamentales del Estado.
1.5. Viabilidad:
Ahora bien, la pregunta que resulta en cuanto al desarrollo de la investigación es, ¿Es
posible llevar a cabo este proyecto de investigación?. En concordancia con el objetivo general y
los objetivos específicos propuestos en este trabajo, se puede deducir que es totalmente
posible realizar esta investigación, en base de instrumentos documentales, estudio de la historia
venezolana y análisis de los textos Constitucionales de 1953, 1961 y 1999. Todo ello brindará la
información necesaria para relacionar la noción de revolución con las cartas fundamentales, y
realizar una debida comparación entre los principios fundamentales del Estado venezolano
expuestos en las Constituciones mencionadas.
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MARCO TEÓRICO
2.1. Fundamentación:
Cambios de líderes, cambios de las ideologías de los líderes, cambios en la forma de
gobernar, el cambio cruza toda la vida política, desde sus ámbitos más reducidos, hasta una
mutación total de los esquemas de funcionamiento social y político. La política es,
probablemente, la actividad humana en la que el cambio como voluntad o como práctica está
más presente, y es por esta razón que la presente investigación se enfocará en un tipo de
cambio en particular, aquellos que afectan las características esenciales de un régimen, es
decir, las Revoluciones.
Todas las revoluciones que han atravesado el proceso histórico de la humanidad están
antecedidas por una fase de descontento o una fase de necesidades, en cualquier caso, son
estas condiciones las que las suscitan, lo que conlleva a que cada revolución, según los
objetivos que se fijan sus actores, y en función de los contextos sociales e históricos, hayan
conocido dinámicas y causas distintas.
Son muchas las revoluciones que se han suscitado a lo largo de la historia, Revolución
Francesa, Revolución Industrial, Revolución Rusa, solo por mencionar algunas de las más
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importantes, y por tanto nuestro país no ha escapado del desarrollo de dicho fenómeno, hasta
el punto que los 4 períodos políticos de nuestra historia han acabado en revoluciones, este es
el caso de, siguiendo a Brewer Carías, la Revolución Federal, que puso fin al Estado
independiente semi-centralizado, la Revolución Liberal Restauradora que acabó con el Estado
Federal Liberal, la Revolución de Octubre que hizo concluir el Estado Autocrático Centralizado,
la Revolución Democrática que acabó con el régimen Perez-jimenista y puede agregarse la
Revolución Bolivariana, aún en marcha y que pretende sustituir el Estado Centralizado de
Partidos por un Estado Descentralizado Participativo; siendo estas dos últimas las revoluciones
que serán objeto de estudio en esta investigación: la Revolución Democrática y la Revolución
Bolivariana.
“En los cambios políticos radicales que permitieron pasar de cada uno de esos
períodos constitucionales a otros, siempre intervinieron Asambleas
Constituyentes; es decir, cuerpos de representantes convocados con el objeto de
constituir o reconstruir el Estado, o establecer o restablecer la organización
política de la sociedad dada”. (Brewer Carías, 2001, p. 10)
Esto nos remite a que, las causas inmediatas que dieron origen a la Constitución de 1961 se
encuentran en los procesos que pusieron fin a la dictadura de Pérez Jiménez el 23 de enero de
1958, es decir la Revolución Democrática. En otro modo, la Constitución del 23 de enero de
1961, es el producto histórico-político de un “movimiento constitucional”, como lo llamaría André
Hauriou, entendido este como, el estado de conciencia y conjunto de sucesos históricos que
preceden a su llegada y entrañan la operación constitucional o “decisión fundamental” como la
denomina Carl Schmitt. “Tal estado de conciencia fue el sentimiento político de unidad nacional,
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entendido como impulso convergente por el cual el pueblo se esfuerza en derrocar o limitar la
arbitrariedad política, reivindicando la libertad o derecho de los ciudadanos de participar en el
gobierno” (La Roche, 1988, p.18). Así, ese movimiento constitucional, estimulado por la
situación de injusticia imperante, produjo la caída de la dictadura, para verificar después la
operación constitucional o constituyente: Luego la “decisión fundamental” tendente a establecer
la Constitución. Siguiendo a Humberto La Roche;
“... la Carta de 1961 estableció y creó un Derecho Constitucional novedoso y
racional, orientado, no sólo a expresar las conquistas deseadas, sino también al
reconocimiento de las nuevas exigencias de la vida, las cuales nacieron como
producto de las transformaciones históricas operadas dentro del “movimiento
constitucional” que le dio origen, valor y fecunda majestad”. (La Roche, 1988, p. 18)
La Constitución de 1961, funda un Estado con principios y valores muy diferentes al Pérez-
jimenizta (dictatorial, personalista, ejecutivista, etc.), y tiende a condensar los compromisos
políticos y sociales que reflejan el Pacto de Punto Fijo y que “representan la sublime
historicidad de un momento en el cual los representantes del pueblo, reunidos en el Congreso
Nacional, actuando como Constituyente Originaria, sientan las bases fundamentales de la
acción nacional en todos los órdenes”. (La Roche, 1988, p. 19).
Pero, a lo largo de sus más de 35 años de vigencia, la constitución de 1961 atravesó por
situaciones difíciles en su aplicación, no faltando cuestionamientos en lo que respecta a la
estructura del Estado y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales. Lo cierto del caso
es, que la perspectiva hay que situarla en su verdadera realidad. Al pasar de los años, el
Estado no era el mismo que cuando en 1961 se sancionó la Constitución, el aparato estatal no
era impermeable a ciertos cambios, variantes y transformaciones que la experiencia histórica
venía acumulando a la estructura, y las reformas no debían tardar en llegar, con vistas a
adaptar el texto al plano de la realidad actual, pero eso no fue así. Los partidos políticos
asumieron el monopolio de la participación y de la representación en todos los niveles del
Estado y de las sociedades intermedias, lo que pudo ser necesario al principio del proceso;
pero con el tiempo se olvidaron de abrir los caminos de la participación para que la democracia
corriera más libremente. Al final del último período constitucional de la década de los ochenta,
la crisis del sistema estalló cuando el centro del poder político definitivamente se ubicó afuero
del Gobierno y del aparato del Estado, en la cúpula del partido Acción Democrática que para
ese entonces dominada todo. Fue el gobierno donde más se habló de reforma del Estado, y
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precisamente se ejecutó todo lo contrario, pues en ese gobierno apareció la “partidocracia” en
todos sus rasgos autocráticos.
Así, el Caracazo del 27 de febrero de 1989, a pocos días de la toma del poder por segunda
vez de Carlos Andrés Pérez, fue el signo trágico del estallido de la crisis del sistema de Estado
de Partidos, seguido por dos intentos militares de golpes de Estado, uno el 4 de febrero de
1992 liderado por el para ese entonces Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, y el del 27 de
noviembre del mismo año, lo que demostraba el fin del sistema político que se había
consolidado al amparo del Pacto de Punto Fijo.
La elección presidencial de 1993 pudo constituir la apertura a la vía de la democracia
participativa para el cambio político, ya que resultaba indispensable para superar el centralismo
partidocrático, pero la opción popular se inclinó por el menos indicado para materializar cambio
alguno, Rafael Caldera, bajo cuya presidencia el sistema político de Estado Centralizado de
Partidos entró en la etapa definitiva de crisis terminal. La exigencia de cambio político al final
del período constitucional era incontenible, y ante el deterioro y desmoronamiento de los
partidos políticos tradicionales (en particular Acción Democrática y Copei) el consecuente vacío
político abrió camino al candidato popular que elevaba la bandera del cambio, Hugo Chávez
Frías, quien ganara la elección presidencial en diciembre de 1998.
Su llegada; ¿fue producto de una revolución que se venía preparando desde hace años, o
implica el desarrollo posterior de una revolución? No son muchas las respuestas que se
encuentran a esta interrogante, pero lo cierto es que la Revolución Bolivariana está latente.
Para sustentar la primera proposición puede seguirse a Brewer Carías quien dice;
“En todo caso, en la historia, todos los acontecimientos tienen sus raíces en un
proceso que siempre viene germinando desde mucho antes y finalmente brotan, a
veces en la forma violenta, trágica o dramática de una revolución o de una guerra”
(Brewer Carías, 2001, p.20)
Esto sustentaría la idea de que era una revolución que se venía preparando desde hace
años, ya que el 27 de febrero de 1989, el 4 de febrero de 1992 y el 27 de noviembre del mismo
año ocurrieron levantamientos masivos en contra de las autoridades, incluso la del 4 de febrero
liderada por el mismo Hugo Chávez, en su momento fracasaron y los objetivos no fueron
logrados. Pero la llegada de Chávez en 1998 puede considerarse en sí misma una revolución,
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solo por el hecho de concretar una idea y una necesidad clamada desde hace mucho, la cual
era ponerle fin a la hegemonía de los partidos políticos tradicionales y abrir caminos a la
participación. ¿Es posible entonces que la Revolución Bolivariana sea el resultado de luchas
anteriores?, en todo caso, con más frecuencia las revoluciones son procesos largos.
Otra proposición sería que, la llegada del presidente Hugo Chávez desencadenaría una
revolución, la cual no sería violenta, sino que buscaría consumarse en forma pacífica y por
medios democráticos. Con ello se pretende transformar el marco institucional, dentro del cual
los actores económicos, políticos y sociales hacen sus planes y toman sus decisiones; marco
institucional que estaba caracterizado por el dominio de las cúpulas de los partidos políticos
tradicionales que, a su vez, controlaban los diferentes poderes del Estado en casi todos los
ámbitos territoriales, tanto nacional como regional y local. Revolución que, sin ser la excepción
promulgó una nueva constitución en 1999, ya que esta habría sido la consigna de Hugo
Chávez durante toda la campaña electoral, hasta decir, “Juro ante Dios, ante la Patria y ante el
Pueblo que, sobre esta moribunda Constitución, impulsaré las reformas necesarias para
elaborar una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos”.
Se puede observar que la actual Constitución constituye la máxima expresión del sistema
democrático de gobierno, cuyos principios fundamentales dieron un vuelco transcendental
donde se observa una Constitución y un Estado que se rige por el principio de la democracia
participativa y protagónica, que a diferencia de lo dispuesto en la Constitución anterior a ésta, la
Constitución de 1961, implica la concepción de un pueblo protagonizando directamente su vida
política, dejando atrás la democracia puramente representativa que en la historia de la vida
democrática de Venezuela se había instaurado. Éste constituye sólo uno de los tantos cambios
sustanciales que presenta la actual Constitución con respecto a la anterior, pues son muchos
los cambios en los principios fundamentales que se destacan en relación con la tradición
constitucional precedente.
Es por ello que resulta de vital importancia el estudio de la Constitución que precede a la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para evidenciar los cambios en los
valores del Estado venezolano cuya sustancia es transcendental exponiendo así ciertos rasgos
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de cambios revolucionarios. De acuerdo con lo expuesto en el artículo 3 de la Constitución
sancionada en 1961, se introduce para este periodo de la historia constitucional el sistema
democrático basado en principios de representación “…donde los representantes electos
debían rendir cuentas de su actuación así como responder ante sus electores por su programa
de acción comprometido en las elecciones…” (Combellas, 2002, p. 3), en la alternabilidad de
gobierno por medio de las elecciones directas, universales y secretas, y en el principio de
responsabilidad.
La Nación venezolana aspira lograr un sitio cada vez más prestigioso en el conjunto
universal, mediante el mejoramiento de su medio físico y de las condiciones de sus
habitantes, en un ambiente de armonía entre cuantos conviven en su territorio y
dentro de sanos propósitos de cooperación internacional.”
Como se puede observar han sido muchos los cambios e incorporación de principios
constitucionales del Estado que se han realizado en los textos constitucionales de Venezuela,
por lo que su estudio evolutivo resulta transcendental así como la significación e interpretación
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de cada uno de ellos, y la puesta en práctica de sus instituciones. Aspectos como la eliminación
del principio electivo en la Constitución de 1961 en comparación con la de 1953, y su sustitución
por el principio de representación, marcan un cambio transcendental entre ambas
Constituciones, conduciendo el régimen venezolano a una democracia representativa “…en el
sentido de que el pueblo, que es titular de la soberanía, normalmente la ejerce mediante
representante.” (Brewer, 2001, p. 60). Sin embargo, en la Constitución1999 se agrega de nuevo
el concepto de gobierno electivo en lugar del principio de representación que se destaca en la
Constitución de 1961, “lo que en definitiva es lo mismo, ya que el artículo 5° precisa que la
soberanía se ejerce por el pueblo mediante el sufragio para elegir los titulares de los órganos
del poder público, que son sus representantes”. (Brewer, 2001, p. 60)
La norma suprema de 1999, además, agrega un calificativo innovador como lo es el
“participativo” incorporando al régimen de gobierno la llamada democracia participativa, la cual
“…es un eje axiológico que atraviesa todo el texto constitucional, y se manifiesta a través de
variadas instituciones como, a título ilustrativo, el referéndum (consultivo, aprobatorio,
abrogatorio, constitucional), la revocación del mandato, la elección de cargos públicos, la
iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos” (Combellas, 2002, p. 3)
Entre otros valores de los fundamentos del Estado venezolano actual destaca también la
responsabilidad, que es un principio sugerente y novedoso que incorpora en su seno el texto
constitucional en comparación con el texto constitucional de 1961. La responsabilidad por los
asuntos públicos no atañe exclusivamente al Estado, pues nos afectan a todos. No pueden
atenderse ni resolverse exclusivamente con las instituciones del Estado, pues exigen la
participación organizada de la sociedad.
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A continuación se presenta un cuadro comparativo de los principios fundamentales
expuestos en las Constituciones sancionadas en los años 1953, 1961 y 1999:
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2.2. Antecedentes:
Para los fines de esta investigación sirvieron como antecedentes los libros, La Constitución
de 1961; Balance y Perspectivas, compilación de la Facultad de Derecho, LUZ (1988) y la
Constitución de 1999 de Allan Brewer Carías (2008). El primero narra todos los aspectos de la
Constitución resultante del Pacto de Punto Fijo, de la mano de autores como Humberto La
Roche, Rafael Caldera, José Enrique Molina, entre otros. El segundo libro a su vez, explica el
contexto en el cual se produjo el texto constitucional y desglosa cada uno de sus artículos.
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MARCO METODOLÓGICO
La recolección sirvió como material de apoyo para acudir a las fuentes de referencia sin que
se modificara la realidad de los acontecimientos históricos, y también sirvió para establecer una
conexión entre los pensamientos de diversos autores y el pensamiento de los investigadores.
CONCLUSIÓN
Es así, que por otro lado surge la Constitución vigente actualmente, la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, en la que la Asamblea Constituyente
convocada le dio otro vuelco total a los principios fundamentales del Estado
venezolano, incorporándose así el llamado principio de participación, que consigo trajo
la transformación de un sistema democrático totalmente representativo a un sistema
democrático participativo. Éste, en conjunto con los principios de mandato revocable,
pluralismos, democrático, electivo, descentralizado, responsable y alternativo
configuran nuestro sistema de gobierno democrático actual.