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gia entre grandes aspcaciones y dramiticasrealidades.. y cuando és tas ns alestan de la favilidad con que todavia se puede perder el norte. Pero el libro que presentamos pretende algo mis que la simple rec peracin de princpios. Se trata de comprender sitar el jacabinismo como movimiento politico y social que esté en la base de una revolt cin que condujo a Is superacién del antiguo régimen en Europa, La efervescencia ante la invablidad de éste, abd un profundo proceso te volucionario que ha llegado hasta nuesto siglo, y que difeitmente pe de ser comprendido en toda su ampli obviando sus primeros patos Enellos la wercepcionaidads de la Revolucin francesa y la divesidad curopea oblgan a un andlisis del jacobinismo que trascienda el marco txagonal, a pesar de tomarlo como punto de partida. Es por ello por Io que results fundamental Ia perspectiva comparativa que subyace a lo largo de este volumen Los trabajos aqut publicades proceden, casi en su totalided, de las sportaciones de sus autores al curso de doctorado que, sobre at jacob: nismo europeon,organizé el Grup d'Histdria Comparada de U'Europa ‘Moderna (GHCEM) de la Universidad AutGnome de Barcelona entre 1993 y 1994, y que coording a profesora Irene Castells ‘Se'me perinitiri, pues, que en nombre de la redaccin de la revista Trienio, Mustracin y Liberalismo, expese la stisfaccin de poder p blicarconjuntamente con ef GHCEM el presente volumen, como Anejo la revista: por lo que supone de cenovada colaboracion ene equel y Trienio: por Ia oportunidad de su publicacin dentro del mateo conme. ‘morativo del bicentenaro de la revoluciénjacobina; y. especialmente, or el pestgio de unos colaboradores que aportan, en los trabajos aqut publicados, Ios planteamientos mae renovadoresy rigusosos dela histo. Fiografa europea actual sobre el tema. Exteban Canales e Irene Castells ton profesores de la Universidad ‘Auténoma de Barcelona, y miembros del Grup d'Histdvia Comparada de l’Buropa Moderna (GHCEM); Alberto Gil Novales es profesor de la Universidad Complutense de Madrid; Marita Gill lo es dela Universi- dad de Besangon y es miembro del Institut d'Histoire de la Revolution Frangaise (IHRE); Francois Hincker ex profesor de la Universidad Paris I (Sorbona) y también miembro del THRF; Anna Maria Rao es profesora de la Universidad de Népoles; Maria Cruz Romeo loes de la {de Valencia, yes miembro del GHCEM: y Luss Roura es profesor de la Universidad Auténoma de Barcelona y también miembro del GHCEM, Unis Roura 4 Demecencra Cee eurtore © Oeeer | Gi. De eee eens QTOCOPIADORA LA REVOLUCION FRANCESA: JACOBINOS YJACOBINISMO | Cisse (it. GA cle oe 7 or 72 Folio 10S Irene Castle Olin InrRopuccion Iniciamos este trabajo colectivo sobee el jacobinismo europeo, oc pindonos de su experiencia original, Ia ocutida durante la Revolucién Francesa de 1789, la cual pes6 de modo decisivo en el futuro de las re Voluciones. Experiencia que resultéetfmera en el transcurso del proce: so revolucionario francés, aunque fue enorme su influenci, ya que de ella surgieron modelos polfcos y referencias ideoldgicas que reeorren ‘oda la historia contempordnes hasta i actualidad’ Conviene insist por ello en que este artiulo te propone teatar del ‘modelo original, y no de su impacto fuera de Francia y mucho menos de su herencia, que nos levara a planear Ia necesidad de no reduc ef Jacobinisma aun paradigm fijo ¢ inmatable. orgie ya sea en cl seno {del movimiento jacobino durante la propia Revoluci frances, como fen sus manifestaciones en otros pases, existe una gran heteropeneidad. ‘que hace preferble dar una acepcién genérica al érmino ajacobinismon © «jacobinos’>, Es necesario, por esa misma eazsn, cuando se habla de ellos, precisar siempre de quienes se habla, déndey en qué momento de 1a evolucign histsrca se encuentran, pues incluso en Francia hay que "eto de EL Nona, Loser de le Marsa, Baloo, Cite 92 0: ‘amplamente des ee 2 Be apie apa cas tal, de A.AL ae Garten «La Révohion ani ce Rcrgimet tale herage de le Reon Fran Paca hate 198, p71. mara en eect el Pi de MLV ‘Leal Cote Ls Jacobs a Aes Resi par M racnner, Manel, 12 106 situa el término en el espacio y tempo y clarifieae de qué jacobinos Hay que resaltar por tanto que nos ocupemos aqut del «movimiento jacobinos que mare6 por su especfidad la Revotucign fancesa, dela {que surgi, dando lugar a una teria y estructura politica irepetibles, Hasta el alo I de Ia Revolucién(1793-1794) los jacobinos se deno minaban asf mnsmos patriotas y/o republicanos, y no fue hasta el ama do periodo de la «Convencidn jacobina» cuando se les empe76 a ident- Fiear con los partdario del Gobierno revolucionaro, foridndose enton 25 el eoacepto de jacobinos y jacobinismo que la hstoiograia ha per petuado hasta la actualidad. Pero en su oigen, e éemino estuvoligado 1 pensamiento contrarevolucionaro, responsable también de que el Cconcepto cabrese un dimensiGn internacional y passe como ta al do- bate que sobre las ideas revolucionaras francesa se prodyjo nivel eu- opeo desde 1789, Las historadoces han tatado de periodizar el fenémeno jacobino durante la Revolucida, incluso después de que las esructras asociat- vas ligadas al mismo desaparecieran en 1794, dando paso al llamado sneo-jacobiismo» det Dgectri’. Porque fue precisamente durante la propia Revolucin frances, sobre todo desde 1795, cvando se produjo ‘on uso y abuso del coacepto de jacobinos, identficéndolos con anar- ‘uistas,terorstas o sanguinarios y atribuyéndotes giro inhumano ‘que habfa tomado Ia Revolucidn desde el Teror, lo que provocé una re- ‘Yancha conta ellos, culpados de haber perverido con su red de socie ddades populares sistema representativ, "Del mismo modo, ao se puede asimila el jacobinismo con la teria revoldcionaia del af Tl dela Revoluci6a(1793-94). El jacobinismo se esarolla desde la primera etapa dela misma, lgado al fenémeno aso- Ciativo de las sociedades poltcas. y no consttuye una torts inde pendiente de la experiencia histrica en la que surgs'. De ah que la primera parte de ete atcula se ocupe dal jacobiasmo histérico, para aptarlo en su origen y evolucin desde 1789, > vee een cha por experi del ena, Macau a oe J cotintcnbne sh Sto Detar de Reoaton Prone PUR 19 * Voi, e afl Cot « Rote: icine nl ovine oe sie Li lis ile inne Pele Gena a, {o'kopel pp 9-0, armen en ceri enue n quel oni ao conse Ste poder eos. Por otra parte, los trabajos ms actusles estén poniendo de relieve la falta de homogeneidad del movimiento jacobino, asi como su carter no hegeménico incluso durante la etapa del Gobiemo revolucionario, Es un tema, por tanto, que se encuentra en plena revisin historiogdti: 8 y que exige precisar la terminologia: no se pucde identficar los paridarios de Ia Monta, a los jacobinos a los obespieristas porque 1d existe bajo estas denorainaciones una coherenia i poitice mi ideo Togica. La Monta era ciertamente la representaién parlamentaria de Jos jacobinos, pero ls orginalidad de la misma fue precisamente la he= {erogeneidad potica del grupo, como mostraron las faceiones dela pri- mmavera de 1794 y la divisién dela misma después de thermidor, coma luna antcipacign de las contradiceionesy divsiones del republicaismo de siglo XIX. La historiografia, al desatender hasta fechas muy recientes la diver: sidad politic existent entre los jacobinos, habla de una hegemoaia ja cobina como el producto de una estructura orginizativa eentalizada, instrumento de totalitarismo, segtin unos, o base dele Dictadura revo Tucionariasegin la historiografia clésica” Esta dima ha venidocalifi- ‘eando a todos los jacobs, includos los robespierstas, como «but _gueses de izquira>, partdarios del Iiberalismo econsmico, obligados or las crcunstancias a saisfacerteitamente las reivindicaciones igua~ litarias del movimiento popular Ello implica menospreiarlaimportan= cia y aleance del programa ge un pequedo sector de jacobinos, perc. recientes a una de las alas de Monta, que se desaroll6 desde el 00. ‘ode 1792 en su lucha con la Gizonda,y que representaba no s6lo una exftica coyuntual al iberalismo econémic, sino una concepcin distin~ 12 de la sociedad y de la politica, que coincidis con ls reivindicaciones ‘igualitarias de los sans-cuotesy dela mayorta del campesinadot, + Lvs aia del jobs ta asin ie Ratograe ccs no-iea esonifeata ea Francia or Party te de sD rasa de Sen ‘Sica, pte aa hierioga la def Revel peace scl te nm xn que seen saad coo Ais y 8 Soule preset, (Cee yore, * Sobre a cosine a Lana scecrs pie popula, sate pore tee Igual de beri, an estery an pare elesepesiae ase! opera ‘ae deFGAUrHe, De Nanya Roepe: Ge gu de coor tt ig liga, 75173 en AA. VV. Lt gure a sl Pay Let ‘ibs def Paton, (98, pple Eo do csc seman cri a ide es abseil, gor en conan sees (qecln eyes mets exe der i eo evans are co ‘Spin we ogre ul = Pero tampoco se puede identificerplenamente In tori y prfctica de este sector con el Jacobinismo, ni siguiera con el jacobinismo dela I (1793-1794), ya que no se encontraban en mayora i en la Convencisn, ri enel Comité de Salud Piblica ni en Tos clubs jacobinos de provin- ____ Aste grupo de la Monta y de los jacobinos, ls invstigaciones ‘ecientes 10s denominan jacobinos robespieristas 6 maximalistas’. Su Gecisiva importancia para la marcha de la evolucién no radica en su niimero sino en que feron, de hecho, los tnicos capaces de teorizar y formular un proyecto de sociedad coherent, y de dar soluciones con- creas a las necesidades que than surgiendo con la radicalization de Ia revolucia; con ello lograefan dar e impulso revolucionarionecesario para ganar a guerra y consolidar las congustas alcanzadas entre 1789- 1792. Hay que tener en cuenta también Ia fundamental aportaién del gr po cordeleto" al movimiento jacobino, entre el que adquitieron un papel hhegeménico durante el verano de 1793, y al que pertenectan jacobinos como Marat, Dantén y Hebert, ideres los dos tltimos de las Tacciones ‘que fueron eliminades en la primavera de 1794 Es devi el jacobiniemo dela Revolucidn francesa es un movimiento ave fue adguriendo divers contenidosimpuestos por el acontecer re ‘olucionario © integrando toda clase de elementos polticos republic- nos, frto de experiencias muy dstnts: est el modelo de Pais, el de provincia cl lamado «federalism jacobino»-,o incluso el federalis- Ino del movimento seccionaro de los sans-clotes' Del mismo modo, como no todos los diputados de la Monta eran cobinos, no se debe Contundir Ui ace jamto y de las organizaciones gubernamentales, con la de los jacobinos y su red > Laces de masala sine andar Brust n e t ijt expense emg dato en par l parr uo de x ‘ans iebcs el py buco Vann ngs ogo erecta pal ‘evan J or -rbmpertias nic ee pia a eral ‘Slain Yo epeo sn ear, on exe tel ssf os tras * ne paneer I vor Cordler{Cb es) 6 uutNDue8 A SoBDL, Dice ar 1 Gunnin bce comentario ao lesan stron delat sin eo tess tas Marl pase 91-173), Pare Fees ao. ‘hice Nene Sees Plc, 1992 pp. 1220 Zz avociativa de sociedsdes populates, a fin de comprender los conics {que se produjeron durante el periodo del Gobieeno revolucionaria, Diffeil por tanto pecisr el rel ejercicio del poder durante el af IL el sector jacobino-robespierisia, euyo carter era por naturaleza mi- “sitar, ¥euyo Teselave Conv a los wjacobinoe(libeales radia Jes o demécrats) en un antecedents referencial de las minoras deol das, de los marginados por la Ineatriuafante en los procesos politicos de Tas revotucionesliberales europeas, pese ala importancia que en to das paris tuviecon en el desmantelamiento del Antiguo Régimen, De hf que el jacobinisme quedara como prototipo dela via revolucionaria. Este jacobinismo-robesplerrista 0 maximalista, no surgié en Ia etapa Hamada wjacobina», sino que fue evolucionando desde 1789 3 ‘medida que ajustaba sus concepcionestericas ala marcha de la revolu~ cin, En él encontramos la maxima expresién de toda la corriente jaco- bina, la plasmacin mas pura y tipica de los ieales de 1a Revoluci6n francesa, que aspiraba, en su lucha conta el absolutsmo, crear una sociedad fundada sobre la libertady la gualdad = Hechas esta aclaraciones, se plede entender por Jacobinismo la ci “iructura asociativa de clubs y sociedades populares que se fue ereando ‘desde 1789, generadora de una «opinién pablicar(o wesptitu pibli- | con® erecientemente democritica y republicana, lo cual obliga a una visién més ampliay compleja del Jacobinismo, que no lo reduzea aun proceso lineal, a partir de las escsiones del primiivoelub-madre de P 1s, Este asociacionismo revolucionaro es especifico de la Revolucién francesa y caractriza al fendmeno jacobino de ls misma, consttuyendo la excepcin francesa frente a otros procesos de ruptura con el Antiguo Regimen. Por ello se ha dedicado la primera parte de este arcu a la cuestion de las sociedades politicas durante la Revolucién, con el pro pésito también de mostrar cémo nuevas investigacions sobre el tema, ‘estén deshaciendo Ios tSpicos de una Francia totalmente jacobinizada © de Ia exstencia de una «mquinajacobina» que se impuso y hegemoni- 26a Ia opinién en el ato desclube y Loic Reiner prt complet det taconite Deshi sociedades pop Soc ssn ibis ne en Reo, eb nye RIS eh ena ioe Volto a M VOVELLE. Uinape Wee Rowe Page, Cons Mon st eae. Nekeksn Rabon sto AES 12 106 (Oxo componente afadir al eoncepto de Jacabinismo, es el que le asocia a Ta estrategia cevolucionaria y de alianzas politica y sociales impuestas por la Montafa en la Convencisn para consolidar ia Revolu- cin y ganar la guerra. En este sentido, pese alas matizaciones que ba- ‘bela que hacer (ala luz de ls recientes trabajos), ala definicigngrams- ciana del jacobinsmo, sigue siendo un Iiido ands del mismo al con- siderarlo la primera maniestaign histrica de la politica como eiencia auénomiy af destacr uno de los aspects centals de esta experien- cia histrica surgida durante la Revoluciéa francesa, como es la apues- ‘a por la regeneracign de las sociedades humanas, el mensaje utdpico, 2 contenido moral deta pola", Para estos jacobinos maximalistas, de ls que me voy a ocuparen este ariculo, el Terror era una respuest 8 lacontrarevoluein y a la guera, pero era también una earera contra el tempo en el camino de instaurar la utopia igualitaia. El objetivo no era s6lo téctico einmediat, el de salvar a Francia de I guerra civil y 4e la invaséa, sino altamentefilosstco: Ia regeneracién de la human cial y el contrato del pueblo con el soberano(el gobierno) aribuyendo la soberania en su totalidad al pueblo, ef cual puede delegar el eercicio de algunas funciones a un funcionari o comisari a él subordinado. EL ‘objetivo del pacto social es el dar a cada uno ela libertad coavencional» por la cual ha renunciado ala wlibertad natural» ‘Su proplisito era el de no separar al pueblo del gobierno(Sociedad civil y Estado), lo que estéen la base de la concepcién rousseauniana de la soberanfa popular y la de su ertica al Estado representative, en fnombre de Ia democracia directa y de la voluntad general que impone Jas leyes en el interés de todos. Rousseau profundiza ademés la idea de soberanfa que viene dizectamente de Locke, al inroducte la tora dela ‘udadanta, que implica la partiipacin de cada miembro del pueblo en autoridad que él mismo ha formado. * Comenaas cifeeci de Rose co a oa att Wer L.Couzr, LasolpaySanedad, Buin, Foounl 1975 pp. 307308, Vee sme le ‘in eps del tenn, Paton Jelacue nso poi dt el ‘be ra mal, Pa, Vi, 98S 2 Lou batho polique de Roasens tome et ecioyennen eco Se AMR A gpSTS CConvenfa mencionar algunos de los rasg0s bscos de esta genealo ‘fa filosfica, por Ia clara incidencia que tiene en los acontecimientos {ve nos ocupan, lo que explica el carter de laboratorio de experimen: {dein de ideas, que la Revolucin francesa ha repretentado, Son estot prineipios derivados de la Tustracién, que compatiron los proagonis- fis de 1789, los que forjcon la lamada «cultura politica comin», que wale Ia pena recordar en sus aspectos Fundamentales, La clase politica revolucionara legs a 1789 provista de una cultura politica comiin gue se ira dtociando alo largo de diez afos de luchas poltiessy sociales. Esta cultura politica comin -de la que patcipaban {anto un Sieyés como un Robespiere— estaba caracterizada por una con- ‘eepcin de la historia dominada por la teoria de los Derechos Naturales, Y por una concepeisn dela soberanta muy infuid por el concept dela Yoluntad general rousseauniana. La violenta diaeiba contra los prvi: doe y conta los everpos intermedios qu extall6 en 1789, explica que primase la idea de legitimidad de la Ley por encima de la divisién © ‘equilibrio de poderes, dandose un amplio poder al Legslativo. Los debates sobre la Declaracin de Derechos de agosto de 1789 — ‘que feel e6aigo de le teorisrevolucionaria~ se dieronen el marco de Ta teora de los Derechos Naturales, ye que los revolucionaios france ses quiseron construir un nuevo cuerpo politico basado en esos pine pias y no fundamentado ni en la tradicidn ni en la historia. Ello dota I Declaracién det 89 de una légica de consecuencias cada vez mis re- volucionarias rio es algo ampliamenceaceptado por la historigrafia actual, aun- ‘que siguen haciéndose diversas leetras de la DeclaraciGn de 1789, las que he de referirme muy brevemente™ * ncxprsinprense sex. cn sacl La cle pltgu des én ‘ng sates eve range de vocab XK, 1H, pods. ™ Ren let pi del ex de a hein Ghee oJ. GUHA oy, en sects dd, Les cajun Soba ure Decree Recher ‘a Roto, Ps Ls Doves ede a Revlon Fraga, So Sites dace obeperiter 1; pp 25. 12 106 La Mamads interpretacin constzaclonalista ve en la misma un tex {0 fandamentalmente de derecho positive, ue hace mis hincap en 1 voluntarismo del legisiador, en la imporiancia y peso dela ley, que en |e doctrina de ls derechos naturales. Estos, segén ésta Spica, queda resiuales, ya que no adguieren valor juridico més que si son recon dos y sancionados por la ley- El acto de declarar los derechos intradace Js ficeifn de una vuelta al derecho natural, pero al doar desde entonces 8 cada individuo de derechos subetivos,rompelaligan de! individuo om Ia naturaleza y lo pone bajo la dependencia social lo que conleva a alienacién del indviduo en benefcia del todotla Ley) videntement, esta lectura insiste en la filiacién rousseaunians de 4a Declaraci6n, aunque las consecuencias que se desprenden de ello son listintas seg Ia tendenciahistoriogratica. La cocriente eleanor beral deduce que esta itima unin del gobiemo y dela sociedad es un fesquema de pensamiento que deriva de la unidad de la Monarquta bajo of absoluisme, dela propia historia del Estado frances en suma. Segin ¢staiterpretacin la Declaracién de 1789 canibe la libertad de una forma ‘ue hace imposibte realizara, por Ia dificultad de crear un gobieno epresentativo y de separar claramente et gobierno de la sociedad Por su pare, la historiografa clisica o iterpretacin socal de ls Rovolucién, coincide también con esta vsiGn constitucionlist, pero cextrae consecuenciasdinmetralmente opuestas: el hombre-ciudadano de Ja Declaracién de 1789 es ante todo un individvo,y es en tanto que ta como se compromete en la esfea piblica, Se insiste en que el texto de 1789 fundaba un Estado de derecho reguado por notmas constiticiona. les™, en el que Ia ley positiva peohibey limits, pero no impone un teal comin con el que los hombres deban idemtificrse. De ahi el earscter formal y ticamenteneutro de los derechos". Es deir, prima la concep. © liberal de la nocin del indviduo defendida pore estado ‘A estas dos iterpretacioes sles ha tachado de estar excesivamen: te infuidas por el postvismo francés de siglo XIX, mientras gue ta bajos recientes han tratado de revalorizar el peso del lusnaturalismo en Jas Declaracionesfrancesas de 1789 y de 1793, asf como de u poten > Sigen inte tres somo FURST M.GALEHEy JAUME 9g Formals ot i EG Suxraews ch Rolin dv je, Medes, > Dea bisa res ea a orn fimaiones oe ead le igi ue ace a Declare 199-8 les contopanen td 193 iat subversive, sido con lo aves prspectvas en a compen ‘fase ncaltur polis dela Reveicicn race Sogn a lectus tunatarata™ dla Delaacn de 178, 5 ev dene lps den Ley, pro Eno al cl eco natal pede Sfmt gu el cit urea ms, por fo oc yes i i Ron apr iprnt o el onan le het da Revoieonfancesa E hams de ts Delarcin so os Derechos Naturales, qu sts deer as tcedos 4 clmitadon son primero decarados,rconcies exes, La Jerspetva usar nermperada pol ps de ly pete vee Wimporancia que tench fs mvs sae plier eps constayents del derecho nal como sn eet y la alsa Th separain ee derecho del hombre y dl cudadano expres fan tena dl derecho ata en nin een Soc tee por fini tegn esta ierrecin~l delice campo dla palit, ‘tener eta lima como bj la ealvagur de lo eer at fhe impress qu oso home ten al ose Ader a ex frou el erecho univer de cidadni, la Delrin cea sa {Et poten nova qu no se sedan al legeetomo sn que perm lo pruagonistat das sha evoluionaris amass tevin Saco en nove de os creiee mau (coms efestvamenc ‘Seri. El dreco natural declaado aur de exe od wn oat lego prs crater ls revindcalonesy congas, os fe ‘mes programe projects Gestindo a enceron Esa = tro. La conclusin es, sogdn ext etr, ade valor a Desarcion {1789 como wn texto emancpador que enpaja's Ia Revolca a Platamietn cadaver dsc Elseguir una u or de ests inepetasons i conticionaita 0 ta usar et de imporanca Spiel par esblece la lc tes entre Iacbinismo y berlin,» ver como, en qos momento & Parr de qué pstladorteSaco, cl cobnsmo teva confguan co ‘Roun wonc diferente de adc ber como és se pesenaba "voip de siglo DK, ments gulf conven en port Gor del ding rvteionra > Vane arse los jo cinorde ROASTER eos ef misma nay co sn lr nate neon, Pemnones de Ren, Pls hn Bh Nas ‘eu-saas-Ban 190, pp31S2 yslen Decawions do i exn9-1159, 2 {Eade a Fone pean lo Réclaton( 1759-199) LaDésvene as 188 peal 420 Tanti, en mam emt, SR. La Delrin es dtd hom ‘Stoen tne ais pst, Pa Hace, cleson Pa Porgue desde 1789 hubo dos desarollos del lieralismo humanist det sigho XVII wna, el que acabaré siendo dominante desde 1795 y ‘que define elcarécterburgués de la Revolucién, al antepone e ibera- lism econémico a a libertad polities, y tro, que recoge la prctice no bburguese ~c incluso antiburpuess— de la revolucidn, que inluye @ un sector del movimiento jacobino, las reivindieaciones del movimiento popular urbano y de gran parte del campesinada”. Este otro liberalism poltico, destacé la consante denuncia de la contadiccinexistenteen- tte libertad econémica y libertad politics la eval antepondré ante todo al consideraria como un derecho natural del hombre, integrando en ela lo que Robespierre denominé wel derecho naturl a la existencia, es ecir, la necesidad de garanizar ls subsstencias para todos, en contra de los rcos comerciantes y acaparadores. Hubo as, entre 1789 y 1792, una evelucién del movimiento jacob to en Ia que su ala mis radical teorizé Ia experiencia revolucionaris en cl horizone del liberalismo del derecho natal, tl como puede segvir- seen as eis formuladas a la Constituyeatey la Legislativ, lines de pensamiento que lev6 a jacobinismo a sufi la escisiOn Gironda/Mon- {afa y, enelafo TI, ala teorizacin del Gobierno Revolucionaio ‘Como tas cireunstancias histércas ao fueron las mismas en los tes petiodos sefalados(1789/1792; 1792/1793, y 1798/1794), es importante ver més en conereto cémo el jacobinismo en evolucisn fue reeogiendo el pensamiento politico de la Tlustraién los contenidos que requeria, pra orientarlos hacia sus propios objetives. ‘Sin embargo, la historigrafia dela Revolucign francesa y mas con- cretamente la del acobinismo, ha subvalorado la aprtacin terica que Subyace ala préctcajacobina,inereséndose muy poco en la nueva fi losofia dela que era portadora, tanto sobre el hombre auevo, como s0- bre la naturaleza, la politica o la historia. El resultado es que, o se ha ensalzado su enerpfarevolucionri(interpretacion social), ose han cti= \icado las tfenicas de manipulacin politica de la emnéquina jacabina» y Ja trans inmanente a esta forma de sociabilidad potica(interpretacin ‘ttca neo-liberal o wrevisionistas). Se establoce ax una rupturabrusca entre a filosofia de la Husteaci6n y el jaobinismo”. Ronen Le dsr», 2 'Ea delaFrancen 9418. * Lacaien sexe cues a hace PV. e8 «Pema acini it Montes qieneRonsexn ea model poo puacoina «rele Fs Le Nove Ti 1986 peas 37 Por el corr, tnd sha tid en cteiestconesn a pare de reaconesetfvenn te Rowsns sth exes scauusmos dels pesadres cone, a itrpreacones an Sido en torn la repens dea las del Cora sola ‘Sei oterana yuna peal Con eo se mewoprecta Sines erica propia que se sb prodcindo sep el cones care Hit ene! sno de mvinients acobio, ene ue Rouen safe cshvamont en sguon moms (cs en arecton del YOaz goo de 1792 conta la Moarqula) oe lgnes eat pol {x comopedaoeay sung men in fieen Mons 1 fede derecho satura Tay que analiza ds n etal alonas de ests cuestonss, distin sino dos peiodon ena evolucin de ete ete del movment Shino) la fae de oponcign duane Contiuyen Legsnve 9 Gonveniéa Cinna (190junio 1753) y 8 lade sit el po- ter joss 1793-1794)" 3. La concepciones pleas del sjcobinimecoberpetisine en 5 ae de posit 1791179), ‘Tras Ia Declaraci6n de 1789, 1a Asamblea Constitayente se vio obli- jada varias veces a entrar en contradiccién con sus principios. Las dos Evestones clave para el desarollo de los mismos que se debatieron en 2 Soe Rowse ye Revlacin fee, tee cleinn Ee, onc es Rasen. Ris, Paton A ters 889, pcmcia Ge GaN 5%, Rowen ifoyete tls Reon fgasett 6 192 pps38 > como empl el ampli bgie utr de eae bios, FB] ein «aso de Bild ema scazuraion un vou Fxenge oe Biot Ve ‘ae 1791}, Dulin siete 25 1991-pp261 21, ue coi con 2 at ‘cco y nda sen Se nos et io: Pie iene die ‘al Pars, Pubcon el Sova 192 * He oman ea vii ne tds fas de os agora abs de Ln, amo son ious aan a moc, Pr FQ 99 E cabo Edo Mader, Madd tt de Espagne Calpe 1990. Raut ectepe des ‘is de conan see acon qr entice Giecc ances esp "yur conyre trp =f del moor sala ponds 3 formenoneao rs cameos poli de oul rat we fe aoe ye ‘iis cess cowota erent oben sade 6 12 106 sta etapa, haste el verano de 1792, fueron la ciudadantay la repre- Respecto a le ciudadan(a, los consiuyentes la negaron e las muje- es, a Ios esclavos de las coloniasy a los que vivian desu abajo y no Hegaban a la tasacensitaria. Robespiere, oponiéndose estas teste. cionesfexcepto en lo que se fefiere al sufragi femenino), tori desde ‘entonces fa ciudadania universal es deci, segin la concepcion del de. ‘echo natural, la ciudadaniaperteneea al género humano, no estando Ti ada alas fortunas,y reivindié al empo el carter orginal dela Re- Volucién francesa como primera tentativa histriea de reconquista de los derechos naturales del hombre" De hecho, para el desarrollo de este iberalisma del siglo XVII, el problema deta ciudadanf planteaba dos tipos de cuestiones: uno, el de Aefinir claramente Ia competencia especica de los ciudadanos, y el ro, el de delimitar bien las esteras de Io pblico y lo privado, Para tos robespcrrisas la ciudadania era total elvivdadano es juez e todo y ha de sercapaz, adquiciendo una moral civica, de defendecse el xartfiialismo social», es decir, del gobierno, que puede degenerar cen corrupcién. En cuanto ale segunda cussion, defendieron la anspe ‘encia integral de la sociedad a fin de evitar la escisén entre tee. sentates y representados. Se opusieron asi al concepto de soberanta na. ional de le Constiuyente y la Legislativa defendiendo el derecho de itervencin de las secciones de los municipios, de los clubs y de la in. surrecién con el fn de poder sancionar la ley hecha por el lgisative, una ley que no debfa entrar en contadiccin gon los derechos naturales de libertad, igualdad y ciudadan‘a. Es decir, concebian un reparto del Poder legislativo entre tos ciudadanos de las secciones municipaes Jos diputados (0 mandataris del pueblo), Por lo que se refiece al tema de la representacién (tema anti-rous- Sseauniano) éta era defendida no s6lo por los diputads de la Conti yente sino también nel seno del movimiento patibico y democrat o{jacobino), en el marco teérico de los derechos naturales, sceptand la txistencia dela representatvidad a condicin de que los representantes tuvieran la menor independencia posible, para gu el sistema no dege> nerase como les habieocurrdo alos ingleses, En el caso de que hubiera un conficto ene ciudadanos y gobernan- tes, en el que se pusera en juego la representatividad de Estos, la vo. 2 Vee lagen el ir ea de FGA, Tiamphee mrt de den sRebeipene atin dC atl Tenens pasa una dt pocbin er ion debia juz el valor dees eyes. pro- tenner stber cm, ya que i somo deci el artul 6d a Dale iG de 1789, la ey ex In expesn dea voonad generale ef i ‘Sf sseer gu aso Ts eiputado pian conoerafejerceia Ele fle gus elon los consayentes pc newraia a soberana el chlo nose Ia nconsccuencia de los imderdos fuera df cul Er poltca comb con i que los dgete revclacinaios urea {fe taj El slo enfrntase aa capinin pleasant neon a Revolicin francesa, al obvaclza dart el Yran do Fi con a ey Le Chapel, a dlberacién democratic, reegandh isesferapivads importante soviablidad pottca rene ydesrote da desde 1789. Ane las eras jcobinas, se recomoci ls ese fes ana existoneia pin, pero no politics. Quedaba cla por cons foints que se conedin st monopolio de I cudadaia a fos repre. ‘nantes, al everp legis, ivaidandose ln medinion ese tne in scidad evil el espacio pablice del deat ott, Ello int Fleabs, como denancié el movimiento jcohino, un clara dsoincion Ene derechos naturales y derechos cos, sian qu vince, fonclaament los linac fanceses del siglo X0% ‘La possi job respect teste problema de ln represenacén sefundamentaba en os prinipos dl bea poiic, ya qe st toners eral sige: ses verdad que el eado esha service dea sociedad expresso qe los repesetanes se somelan al contd lat par qe no exit stance pts ente cuerpo gobermane Exe guborad. Es dec, ene qu dare uma enfeasign ene ssid ya sociedad ‘Ante ea expen el problema que se ls plansaba a os robespie- rita eae de e6mo cone Ia volta gener con Is volutades Forcularesen ua sociedad todavia insta com hombres corompios ¥ vsiados por siglon de opesdn. Robespere insti al respect en fue habia ge bascer I aus dl mal ena ncaa y eorupcon de Ge daban tmuesas los que haban so eegdostlo zo tanto en ln Gonstyent, primavera de 179, como ens Legian, verano de > Lica fume sila no, date ean de 193. pasando oso ex tse dele moderato de a Atami Content sta dacs sobre ‘enc de a 0 os lars ce eho lve el reson ota ‘pris del leat engi imads cosa, Pans ‘lr isorogein, enone: cand se poo a aes demi lr bodes Revotacicn ances aolugaral ee aj ier y mpi ceo row pats 1792 y en la Convencisn, primavera de 1793). En esta tima fecha, de- 46 enlender ya que la cepresentacién seria mis acepable si fera eerei- {por un personal politico virwoso, es decir, a imagen del pueblo. Esta Jncansablereafirmscign de Ia vitud inherent al pueblo la explicit am- pliamente en el dscurso del 10 de mayo de 1793: «lami los males de Ia scciedad vienen del pueblo, sino del gobierno... BI gobierno ba sido institaido para hacer respetar Ia voluntad general pero los hombres que {obiernan tienen una voluntad individual, y toda voluntad tata de do- ‘minar...Concluid pues que el primer objeto de toda constvucén debe ser defender Ia libertad piblica e individual contra ef mismo gobier ol.) Para estos jacobina, ls politica fue siempre entendida como una pe: dagogia, como una educacién global del hombre. La técnica del pode ‘no la justificaron aunea por sueficacia(para ells el fin no justificaba os medioss), sino por Su restitud moral, concebida en tE/minos del sedeber ser», Esta llamada @ la universalidad de los principio era un fazonamiento especifco de la filosotia de la lustracién, del iberlismo hhomanista el cual esti estrechamenteligado a a preeminencia del dre cho, es deci, a a idea de que existen normasjurdicas universal, obl faforiase inmutables®. Por lo tanto, toda legitimidad de los actos pol ticos se fundamentaba en estos pincipios universales:eligualitarismo socal I dignidad humana, a exigencia de una revolucién total. La ‘manera de pasar de lo universal a To concret fo resalvan mediante la ‘reaciGn de insituciones civiles demoersteas encargadas de moralizar Al gobierno y als sociedad civil con el fin de poner el interés pabico fen el centro de la politica. En resumen, para reconiliar al hombre peivado y ‘costmbres las lees) habia que moralizar la poiica politizar los actos individales, ‘As( se fueron acercando desde 1792 ala teoréa de Rousseau sobre el legisador. La insurrecién del 10 de agosto de 1792 que acabé con lr La ConucinoBGabier Repro, et EPR, Le Reel frome ciudadano (las Denaro ea cus M.REWAAT Aldon, «Roun ts Dobe: pl sagoge et psu, eo el hiner momen sole Raussen tao 6 AIRE, prove, "Soe i imgarocede emain cae ldnebo yeldesaralo 6 a Reon fegen, se cola La Rolain one iu priv. Ratna end exe da Calagee @Osean seine 1989) Une Ons, PUR. 2 ado de Luis XVI, ha sido calificada por J. Guilhaumou como el smo. ratio rovsseaunianor, através del cual el pacto social dela igualéad meeebido por Rousseau, encuentra su taducién concreta en 1 ins cateién popular contra Ia monargui cuando el wlegslador fildsofo» — ‘iyo motclo personalize Robespieve- proclama la Repiblica como ‘rnvcimiento undador. El contrato socal que se establece no es un Zato de gobiemo que obliga a la minora respecto a la mayorfa, sino (Gir ec acto por cl cual el pucblo es un publon, el momento en gue se ‘Sastinye la comunidad potica sgn un proceso de autodeterminacién, SB ecie, sin coaccién exterior. Segtin esta concepciGn del contrato socal el legislador no hace la Jey sino el pueblo, aunque aquél formule las lees que la voluntad ge- ‘baal es devi el pueblo impone, conviriendose en el iatésprete pri- tilegiado dela voluntad de todo el pueblo. Por elo, Ia voluntad general to puede confundirse con la voluntad de todos, ya que no es el resulta: to deuna serie de aeverdos entre grupos pariculares que constityen la inayora, sino que cada ciudadano participa del contzato social mediante {leompromiso consigo mismo en el ejrcicio de su libertad "A diferencia dela ciudadania de derecho natural, que presupone un espacio inersubjtivo de eeciprocidad basado en la tbertad y la igual~ dad, a concepeidn de Rousseau de Ia ciudadani esribaen lo que di- Terencia un eiudadano de o¥0, como es el propio conocimiento de si mismo, y su propa libertad, La voluntad general se convierte asi, se izin él, en ala suma de pequefas diferencias», en el conjunto de ‘quell partes que cada uno ha puesto en el todo, En este estadio de su evolucda, el pensamiento jacobino-obespie- rata comparte con Rousseau el concepto de ley y de libertad que To sparta yo de liberlismo individualista, en la medida en que para este [eobiniemo maximalista el objetivo dele ley no debia ser la mera pro- teeci6n de unos inividuos contra otros, sino que habia de servir sobre todo para resturar un nuevo orden socal en el que cada individuo se pa a de LGoxsunoy sobre sRausns, a chyenn ln Réoison \thenseppa0 "bet mse ascent aber oie jesse Lr np oligo oa vlan fogs, Pas Msgs Rick, 98, ‘Spent ol dap p81 1 “ons exc con sts de ech nat qe nds re dere tr eps Se sera gad ogi se ibee mpi oe ‘arson al acer de ate, La omega el creo al no pte eucine 2 ‘drei india so ort andes serecho natalie or ila eet (mata incon ago ede lac l,m e More pase 2% } d2 106 encuenze dado de los medios y facultades que le permitan identficar sus aspiacionesy deseos con el bien pblico 0 a felicidad comin, ala {que Se suborina los derechos del individuo", como die et artfculo 1 4e la Declaracidn de Derechos del Hombre y del Civdadano de 1793, {La de 1789 es criticade entonces precisamente por limitar el cancepto de Uber a poder hacer lo que Ia ley no prohibe (articula #). Lacon epein jacobina de libertad, por el contraro, es fe que refejaarticulo {6 de lade 1792: libertad debe tener un contenido sco y suponeres- petar los derechos de oro en tanto ge tl Los institucionesy as leyes no tenn pues para ese jacobiismo el sentido negativo y restrictive que quisiron dale lo i26logos de ibe ralismo burgués. Pr lo que, lejos de ser factor de separacién lo eran de cohesién,y en vez delimitarse a limita, tenfan esenialmente una fun- cin posta: la de ser un medio revolucionario que armonice el todo. ‘De ah le importancia dada a Ts politica como una gran empresa de edu. cacin publica y nacional, con vistas a que el interés general se confun- Aira con el interés particular, excluyendo al individalismo egosta en beneficio de un reconocimiento métuo que evita todo recurso la fuerza coactiva. Una utopta, quads, pero ech en los albores de Ia mo- ernidad, y que era el el idal noble de la Revolucin utr ‘Al poner el acento en los fines morales y licos de toda accié po- tea, los robespicristas expliitaron su concepcisn de la politica, {que les separa caramente dela que se impuro a partir de Thermidor, ‘cuando pas6 a ser una simple y pura técnica de gobierno, reservads 3 ‘clos experios» de la misma, como afirmé un Sieyés™. Por el contra: rio, la politica era para aquélos Gnicamente un medio, ero necesario, para realizar los derechos del hombre, acuya ética debia quedarsubor- ‘inada, Asi desarrollaon y conciliaron Ia filosofia de los derechos nat- rales con la concepcign dela ciudadania de Rousseau el reconocer ate ‘odo que el objetivo humanista de la sociedad es cealizr ls derechos el hombre a wavés de los derechos del ciudadano, “No ra, nena, plteuniena ids si a, por on, wocebia a elaine lini sp tel densi Sena enor de or mds cds ales years pce ym i etn yet Fisconqsts sepia dete 02 Ese cl cone al dee any ec ‘eo coneo qos ban deca “nuns et MREYALr D’ALLONNES, De a polqu es pies Tae Ligue, et itatmen crmenicaon psn sue Cg der air, Pat 1 sgn oem de, 1a dear ast nai pp ts “ soe in evi oi en ashiniumo robepein, vt bial ep de ‘Fes, La revo onl, Mad igo XXL, 1989-4 oi te Po ‘tito? go, ungo heco dese ura on conrar s misma ene lata — Serene it edad spon prantcn x teoogt Pero ef verano de 1793, se inscribe ya en otro momento espectico de I eulara politica revolucionaria, 4,1 Poder acobinosjuni 1793-8 Es necesaro antes de nada recordar os limites reales de este «poder jacobino» tanto en [a sociedad como ea las instituciones gubernamenta les, si es que con él nos refers al sector del movimiento jacobino del {que vengo trtando,e= deci, el de aquélios& quienes se identifica con Tos que ejercieron el epoder» o «Dictadura, entre junio de 1793 y julio de 1794, La confusi6n proviene de que, si bien fueron ellos realmente los que dovaron de unos principio coherenes y de un programa, alas realizaciones que Ia Revolcin consgui6 en esta capa de contol dela ‘Convencién por I Montafa, no detentaon el poder efectivo™ en los ‘Comités del Gobierno, en los que no tenn la mayors. Su paticipacién fen el poder y los nuevor problemas que se plantearon a la Revoluciéa ‘desde el verano de 1798, les exigieron una remodulaciéa de las concep- cones que sobre cudadania, soberanta y epresentacin habian venido ‘Sosteniendo en la fase anterior, desde la oposicién. El gran cambio esta- ba en que ahora se wataba de FUNDAR LA DEMOCRACIA y de CONS- ‘TRUIRLA. Ex por ello que la perspectiva de regenera al ciudadano cobra relie- ‘vey da sentido y fuera al eificio poiico- institucional que teorgani- 26 01 Gobierno Revolucionario el ano I ay que buscar por tanto Ia Logica interna que une amas concepcio res polities, lade la fase de oposicidn y la dela fase de partcipacién ence equipo politico mas radical dela Revolucién Los jacobinos habian defendido en su fase de oposiciéa, conta la soberasa nacional de la Constituyente, la soberania popular de las se “ hi por emp ua Bat on Carotene Ik Mota, per 0 ao Ta) nan pace rel Com de Saad asi eas qb espe ‘ts comoelpepio Rtespore, Cota, Santo Bln Vareoe da pu {renucoacs cera fre saci eolcie y gant la gue FGA issn de mee tant nanan de una wot Not el podem evans, mo i cesaorable colon fares qe eit paso acbioas aaliay ‘putin de i eta ean arto bl Coven, cris ocak rie Monta yrs ee or coin ( Are tao De Maly ¢ Ro ‘enenen ep 0h «jones y de Ios clubs, que debian participar en e lepsltivo. En su fase ‘be piticipacién en el gobierno, desde el verano de 1793, aceptaoa la Constitucin de ese ao (lade ao 1), que aunque esablecta ef sfeagio fniversal, nada habia en ella que sirviera de contrapeso a la preponde- fancia total del poder legislative, es decir, la Convencién. Fue en este fmomiento, entre la aprobacién de la Constitucién (agosto 1793) y la {rorganizacin del Gobierno revolucionaio (octubre-diciembre 1793), ‘Goando 5 abrié de nuevo en la Monta y en el sexo del movimiento jpoobino, el debate sobre cémo conciiar el sistema representantivo con {a soberania popular y sobre si era convenient aplicar ya la Constit- cin democritica de 1793. ‘Los robesperristassiguieron defendiendo Ia misma concepeién so be Is soberaniay su ejecicio (la representacin) que habian sostenido hasta entonces: echazo a crear aparatos de Estado autGnomos que apar- tasen al pueblo de sus representantes, si bien ala hora de actua cuvit~ fon que adaptar su préctica al contexto excepcional en que se hallaban, ‘Asi justificaron el acto legal de suspender Ia aplicacign de la Constiu ‘ns sin realizar nuevas elecciones& diputados de la Convencién, y es tubleciendo, en su lugar, ef Gobierno revolucionario que dura, sean Ss afirma el 10 de octubre de 1793, shasta la paz» Robespierre justifies los hechos explicando que en un sistema cons ttucional normal era sufiiente defender al individuo contra los abusos {el poder pdblico, mientras que en un sistema revoluconari el mismo poder piblico estaba obligado a defenderse conir todas las facciones (gue le atacaran® ‘De esta manera, lo jacobinos robespierristas se proponfan asegurar la marcha dela revolucin hacia la consecucisn de la voluntad general ‘Su leptimacidn no la basabar ni en la mayor‘a numérica, ni en la poli cea de intreses, sino en los prncipios éticos, de aleance universal La ‘emocracia verdadera seria una democracia vitwos, con lo que reivin ‘icaban un legitimidad mora, frente ala legitimidad formal de la doc twin liberal La identficacion entre gobernantesgobernados se aseguraba me iante La vitud,y ca. env es clegidos ‘miembros de la Convenci6n por sufragi universal, como el pueblo go bead En nombre del prado del interés general sobre todo particularismo scogrific, cultural, social 0 econémico), la coneepeién del Go- fu Fa ste Soe esa cues, se de a reteset indica, ase ambi ‘ounatsou, Maree ripulicaine Pars Press ea Fondo Nato eS ‘2s Poles, 192, senda pare eset en DH cnc 4 pias concepciones politicasexplicadas sobre el cenralismo lesislarivo, también en ue momento concreto del desatolio de la Revolucin. Es dest ol Terror exige analizarlo como acontecimiento histrico ini, 0 como algo predeterminado o por Ia tirana inherente a la marcha de fn democroca igalitari, o insento en una necesidad objetivatla«Dic= tadura burguesa de Salvacin publican) I Terror se puso al orden del dis en un elima de amplio consenso ents Ja Monta, os sansculttes y los jacobinos, desde el verano de 1793 y, sobre todo, desde las jornadas de los sansculottes del 4 y 3 de septiembre de 1793 que precedieron Ia insttucionalizacign del Terror Bacto de denunca politica, tan extendido durante los meses anteriores ‘la ceacin del Gobierno revolucionario, se convirti entonees en pro- piedad exclusiva del legislador. Los eomités de base de vigilanciate- Bian tan s6lo que hacer circular lat pruebas a través de los repre fentantes en provinias, hasta el Comité de Seguridad General. En este sentido, ses cierto que los jacobinos maximalists, al gual que habfan sistematizado las tevindicaciones populates en materia econémica y Social, dandoles forma legal con la politica del maximum y la reforma agraria también trataon de encauzar Ia violencia popula. Considers ‘on que, para lograr el doble objetivo de ganar Ia gusrray de verminar Ia revolucin sobre nuevas bases democriticas, era necesario mantenet Jn coacei para afirmar ls ibertad, si bien poniendo un limite al eere! cio del Terror mediante Ia organiacién de una Justicia Necional, que ‘no consttua en absoluto una poliia de Estado, un aparato represivo suténomo. ¥ sobre todo, no formaba parte de una teoria del poder revo. Tucionaro, como ya he dicho en la Introduccin Hay que tener en cuenta, que en el eerccio de la violencia as ma sas populares y los drigentes poltcos eompartian a menudo las mis. mas concepciones polftcas: ambos erefanaplicar la ley, segin Ia con ‘xpcidn jacobina dela misma, Pero durante el Gobierno revolucionatio cl eonficto se plantes en toro a lacuestién de quién debi aplicar la ley, es decir, Ia justicia. Lo cual remite de auevo al problema de las condiciones del ejercicio de la soberania. De ah la preocupacién de 25 weaasno ite cpio deldesroia eadenosrca giao ‘ete mada erect eases (osinooghtictics soled) stte ‘ape Fue ments stn cen vealed Sede Detar ae ‘Gn Pica detest, + Sboa sng apne compa pos Bitar oe sgn ainsi sc de Resa face Lune 1793. La mor de Mart, Bel, Complex, 1989, p.13128 i210 {undar un sistema de justia potica que funconara bajo el contol de lanes istanca de pode egima a Convencion, Ses cierto sn embargo qu su aplicaign se hizo mediante vn sist {ma cadaver ms centilizado y que dejaba mis indefens al acusado “nley det Gran Tero dl 10 de unio de 1794). tumpoco tian sie | reel ustiia nacional» sobre la acbitarieda y los excsos. Sus pe tics tampoco fueran Tas mismas en el campo que en In ciudad, nivel politico que social ene terreno de as costumes dels aes. Hay "gue hacer un anlisis pormendrzadoyloclizado de su aplcscin™ “Ast, por ejemplo, a exstencia del Terror cambi los paimetos de omportamient scil en el mundo del abso: los conflicts laborales 10 pulieronexprsuse porque los problemas de orden police Meo- Iopico se sobrepusiron Tos de arden econdmicoy socal, Eel campo dela plfiea el qu aparece deciivo, pues fue precisamente en el que Se reaizaba a uided del puebo reveicionai, a tempo qu fos int fesessetorales se consderaban una volcin de lanai de ces | tu pibicon Foe la exremspoltizacén dels sociedad farcesa durante tn Tevoluciny no las excsivas prerogatives del Gobierno revolucio- nario, lo que miimias tos confietos sociales bajo el mismo, y2 que, Sumanera fron lo propos abajadores lor qe 4 aprpiaron de eta prdvic adaptindola sus necesidaes. La adn bay gue buscala en ue era el propio Gobierno revolucionari el que estaba poniendo en Petica un politica guiada por consideraciones de orden sci, uma. taro ideolipico,destinadas a prteger alos pobres conta Ios rics. Pocello se reivndicaba que el Extn intervinir Ta dstibign de trabajo, en nombee del ima igualitario que se desarcllS dant el 880 ly que hizo que los problemas det mundo del tebajo ae platesran de + mod muy especie, emperando por su props concep, El jacobinismo robesperistaexaltaba el tabs como instumento de regeneracén y haa det mismo una exigencia universal, Rechazaba el contemplate desde su valor produtvo,ergiendo tamil dad laboral en un concepto moral como tina condicién prvi ceso ala viru, Pata ue todo el mundo fuera Feliz er neces que {dos wabajaran: el ocigo era lic, el acaparador, el parks, e8 de- Agata al poe P¥TA, gee is ee age so runes el inpoce Cangas Teor en Revlstn fs ‘sn gusts’ enor Exar Unio 65 1998 Ato ea or el eno nia despues nome ea peo char sin ems de le utes tnsaee gong as ten de HBuest en iis aa cocoa) (eau oe eens eben gut i aa pac es cic indviduos inmorales que no debian tener lugar en Ia comunidad po- tie. Asi se explican las medidas tomadas para extingur Ia indigencia ‘mendicidad, que eran vistas como resultado de una extrema desi ualdad. B proyecto no era de exclusidn, sino de integracion de estos Sectoces en el cuerpo social. En definitva, el objetiva de trabajo no era la acumlaci6n de riquezas sino el conseguir mediante el mismo Ia paz y satsfaccién interior, la realizacién como personas de los ciudedanos {que formaban parte de una comunidad fundada en el bien comin. Esta revalorizacidn politica y moral del tabaj, que privilegiaba al «homo polticus», oponta el discuso robespersista al discurea liberal que con- femplaba Sobre todo al «home economicus»™, es decir, la dimension econémice y racionalizada de a prductivida del trabajo, cia levada al extrem, de esta bisqueda de idenificacin entre Pueblo y Gobierno, afin de evita Ia escsion entre ambos. | Concluyendo sobre el Teror, puede decie que era un consecuen ‘Asi pues, sin olvidar el peso de la contarevolucign y la guerra ~ «alas circunstancias»-,el Terror debe asimismo analizarse en todos sus patimetos, porque surgié inmerso en un proyecto de sociedad igualit- fia, reconciliads con ella misma y regenerada, que permitiera levar & término una politica de redsteibuci6n de biene, de educacin general ‘ada y de eliminaci6n de los «corrompidow Peto Ia prctica del Terror condujo la espiral de un temor perme) rnente del complot y ala mulplicacién de ejecuiones, lo que termind | dividiendo ala Monta, alos Comité incluso a ls robespietistes. | Robespierre ocups sin embargo un lugar claramente moderado en relacidn a numerosos eroristas realmente sanguinaros, que perene- cian ala Monta, algunos de ellos, también ala nueva clase politica {que se formarta desde thermidor afo i. La sublimacign del «Tetrorpu- ‘om, que earacterizaba a un Robespiert,tropez6 con la dura realida de su funcionamignto en manos de agentes coacretos que actuaban, sobre ‘odo en provincias, mediante un ejereicio abusiva del poder, mezelado ‘on luchasinestins y tficos de influencias". La vispera del 9 thermidor,en su dtm discurso en la Convencién, Robespierre activ y dio pie a la conspiracién contea sf mismo, “ari, de Buel y M-Ravctr DALES, «Del pltqe des peices Ve cong es Lame Soe nepal rac porelTery asia cml el Goble eee ‘ato, ns abe ines eB Buono, Comment trade aoe Therma leet, Pr, Glia 199, bra el pnico ene los convencionales, muchos de ellos terroristas co- ‘rompides, cuando anuncié que fb a denunciarlos. Sin emabugo, el re ‘ma se venta gestando desde finales de 1793, agudizindose durante Ia primavera de 1794, quedando bloqueada desde entonces la marcha ha. cia adelante de la democtacia. Esta habia seguido funcionando tan solo PPorgue unos cuantos miembros del gobierno eran demécrtas, pero 2 costa de un sislamiento, que fue en aumento, ene la sociedad sus ‘cuadcos revolucionaros, lo que Hlevé a le caida de fos robespiersta, ue fue et grupo més numeros0 ejeetado durante el Terror 107 vit 5. Termidor ya Consus de 1795 Desde junio de 179 Robespire apres poco por la Conveniény se refugid en el cb de los jcabinon To gue ops « Bilaua Yoo ne. inti que aut esters lanza a Revlucén exw Cha consnte conta Tas facone Toque hola posible a cee 2scién y su eulminacidn mediate el estblecimento de inscones Gives demoedtcas Fe ate el momeato en qu se frm en la Conveacin ea mayora hte que protgoiaé 9 themidorafo 27 duo de LI90 zh ots ute nt span a Me taka (anos 3). Este se vii poco desputes grips: pores lado los que sguierondeendend al Gobierno revelsionanay sue talaaiones, cteyendo qe con fs cobspatoa habla code ls I de scones, y por oo, los mda, que e ptpsiton de ‘ri ls insttucionesy personajes el ae I} ue frmron ek de ta nueva clase politica del Directorio.” a ese agus inten inueciomles de a Coma de Pai or de Robes el nul apoyo als robesicristas he sored los historinores La enlicactn pe xr enc iid posed de sintpacin de a narnia bisa en load 9 Contos ae uladesyaogaos por el Tero gue las « ientfcnn cht image 1 Soe a casi emit ave mo ao cnn se FBRUNL sobre 1794 Trin. antennae Ba acne Proper © Meas voces Mona 4s Monts Montage y Temi de BANE cs AS sour, Dstowae heir Soo cieunina tan eaie oem Bie aca ele came ence ta a eee eer eared ens enters cca eee cet ation ues team ee ne etacancee nie Bcc hoc winnie es nee ne cs See creas cece nees feconocta ni el acto inicial de asociacién voluntara, ni el principio de soberania popular y arrebataba al concepto de ciudadanta su carécter niversal, es deci, democratico" {La etapa revolucionara que se abefa con el Directorio, no pretends volver alos prncipios de 1789, ino que tas Ia experiencia pasada de Slot aos de Revolucién, la consign era «ni 1789 ni 1793», Asi nacen desde entonces las dos lectras, liberal y jacobina de la Revolucion frances El régimen del Directorio manifest6 con clarida las dfiulades del aprendizaje police de la nueva clase burguesasalida de la Revoluc6a, lave police que emergid més aferada al liberalismo esonémico para : j idm humanista del hombre y In sociedad, La nueva teria politica no Bacto. opt. capa 957190 sete ta texsi6o emia, vee de muvo FBRUNEL, 1794 Therm. sya pls Et deo Frane_ ppsil82y stessuness cies ct itt gta Fa dco Cs hoe dels Mae The, 1 06 EAU, Tonge et mort f 12 $8 suersivenia que alas libenades dmocritas, como lo demos $3 adhesin ial al cesarismo naoleaic. Un personae reresntativo dela misma fue Sieyé, membre dela nurs en la Convencion, que os a muse de Las XVI y prepa el golpe de estado bonpartita de 18 brumario, Pero también son signficativos de extacorente rev luslonaia miembros dels Girona, de a Monto del Comité de Sx. ud bles durant lao, aries del Teer y de i jrnaa dl thermidor. Los que sf representn una tendencia homogénea yexpectica det Revolt, Ia corentedemocrdc, son Ts jacobnowrobespiceistas | makina lor no qeran qe Ia Revolcin de Teer Estado |cegenrase en un nuevo orien al svi de los intersesecondmics 3 J | de eoismo de los burpueses, sino que entendian la RevouciSn como is isturcion de tt moral del einddano. Su concepeis, tl como XV | ne venido exponiendo,puee define como a itrpretacion moral de la Revolucién frances, y on el, a fundacin de la demerata Po Sin embargo, la hstoriografa marisa ha tendido en sv mayor acer el jacbinismo,inluldo el obespeista, ene educcionismo de tess del Revolucion barges, viendo en el mismo la via peque- Sorburgess de In Revolcia francesa y haciendo de a emneaca

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