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2. Semantica y pragmatica Puesto que generalmente se supone que semantica y prag- méatica determinan unidas el significado de las expresiones verbales, el andlisis de las relaciones entre ambas es un capi- tulo central para una teoria que estudia el modo en que la lengua funciona en el proceso comunicativo. Ademas, este argumento es el centro de debate en la definicién del campo de investigacién de la pragmatica; suponemos que, conociendo los aspectos semanticos del significado de una expresion, co- noceremos también, ipso facto, los aspectos pragmaticos. 2.1. Introduccién Actualmente se distinguen dos orientaciones distintas en el estudio del significado: la orientacién légico-filoséfica y la lingiiistico-cognitiva (véase Eco, Santambrogio y Violi). Mientras las relaciones con la semantica logica son ora de mu- tua exclusién, ora de mutua cooperacion, las relaciones de la pragmatica con la semantica lingiiistico-cognitiva son mas continuas y prevén las superposiciones. 21.1. Pragmdtica y semdntica Idgico-filosdfica En el ambito de las relaciones con la semantica légico- filosdfica, la pragmatica se califica como «cajon de sastre» (Bar-Hillel 1971) y su historia, desde este punto de vista, es esencialmente la historia del intento de convertir todo aquel material desechado y asignado arbitrariamente a su estudio en dignos objetos de atencién tedrica. 172 RELACIONES DE LA PRAGMATICA 2411. La version ldgico-filoséfica de la semantica moderna, aso- ciada a los nombres de Tarsky, Carnap, Montague obtiene sus propios conceptos basicos de la filosofia de Gottlob Fre- ge. Para Frege, la semantica logica tiene como objetivo unico de investigacién aquellos aspectos del significado que con- tribuyen a identificar el «pensamiento» expresado por una entidad lingiiistica: sdlo al pensamiento se le pueden aplicar los predicados «verdadero»/«falso» con los que se rige la 16- gica pura. Frege, animado por su desprecio hacia lo psicolé- gico, precisa que el «pensamiento» no es un estado psicolé- gico ni una entidad mental individual. El pensamiento es captado por la mente y expresado por medio de la lengua; pero estas relaciones invalidan su verdadera esencia, que es de naturaleza objetiva e inmaterial. Frege no admite ninguna conexién entre el concepto psicoldgico de pensar y el pensa- miento puro perteneciente a la humanidad y transmitido de generacién en generacién. La légica se interesa por este tipo de entidades abstractas, no subjetivas, y por las relaciones que existen entre ellas. Por tanto, es esencial para la semantica de orientacion ldgica distinguir entre los elementos que con- tribuyen a la construccién de un «pensamiento» asi definido —y a la atribucién de un valor de verdad a la frase que la expresa— y los elementos ajenos a esta finalidad y que, por tanto, no pertenecen a su campo de estudio. Existen criterios de especificacién de hechos puramente semdnticos, como la importancia de un elemento concreto para la determinacién de un valor de verdad. Aplicando di- cho criterio, Frege identifica en el ensayo The thought: A lo- gical inquiry un conjunto de fenédmenos irrelevantes desde el punto de vista verdadero-condicional (es decir, no validos para establecer o modificar una definicién de un valor de verdad) y, por tanto, los excluye de la semantica légica. Aunque Fre- ge no utiliza el término «pragmatica», dichos fenédmenos se convierten en el nticleo central de la pragmatica. Se trata de: a) Frases a las que no es posible asignar un valor de ver- dad (todas las frases diferentes de las declarativas y de las pre- guntas cuya respuesta es si/no, como las exclamativas, las in- terrogativas, etc.). SEMANTICA Y PRAGMATICA 173 b) Frases que expresan mas que un simple pensamiento (que contienen expresiones retéricas o simplemente gramati- cales con valores afectivos 0 poéticos). c) Frases que no son capaces, por si solas, de expresar un pensamiento (concretamente, las frases que contienen expre- siones deicticas como los demostrativos, los tiempos verba- les y los pronombres personales, los adverbios de tiempo y lugar, etc., cuya definicién referencial exige conocer las con- diciones de enunciacién; véase también el pardgrafo 2.1.6.1). Estas tres clases de fendmenos, calificados como «elemen- tos desechables» por la semantica ldgica, se incluyen en el area de investigacion pragmatica. Gazdar 1979 propone la for- mula siguiente: PRAGMATICA = SEMANTICA — CONDICIONES DE VERDAD segun la cual, la herencia del pensamiento fregiano se mani- fiesta en la concepcién de la pragmatica como 1. Estudio de los actos linguisticos 2. Estudio de las implicaturas del discurso 3. Estudio de la deixis y de la dependencia contextual. En el andlisis de los fendmenos de significado correspon- diente a estas dreas (1, 2, 3), la pragmatica ha intentado in- troducir mecanismos y conceptos de la ldgica; asi mismo, la semantica légica ha intentado recuperar algunos aspectos pro- blematicos del significado para extender sus propios campos de investigacién. Los problemas del significado, como eviden- cian miles de reflexiones filoséficas, son tan intrincados que una simple reparticion de los poderes entre pragmatica y se- mantica légica no proporciona mas que explicaciones incom- pletas y superficiales (véase Parret 1983). Consideramos las consecuencias que derivan de aceptar, la linea de demarcacion establecida por la filosofia fregiana; ésta presupone que, para asignar un fenémeno del significa- do a la semantica o a la pragmatica, el analista adopta crite- rios del tipo: A) Un determinado aspecto del significado de una expre- sion verbal es pragmatico si considera el acto lingiiistico crea- do mediante la enunciacién de una frase. B) Un determinado aspecto del significado de una expre- 174 RELACIONES DE LA PRAGMATICA sion verbal es pragmatico si NO pertenece al contenido pro- posicional expresado por la frase enunciada. C) Un determinado aspecto del significado de una expre- sion verbal es pragmatico si depende del contexto de enun- ciacién, mientras son semanticos los aspectos del significado que permanecen invariables en el contexto. Se trata, como es facil de constatar, de criterios no sufi- cientemente sutiles respecto a la complejidad de los proble- mas que se deben analizar. Consideremos, por ejemplo, los performativos: como expresién del tipo de acto lingiiistico ori- ginado por una enunciacién, y como actos realizados en pre- sente de indicativo en primera persona del singular, pertene- cen a la pragmatica. Por otra parte, el criterio C prevé que los aspectos invariables del significado debe tratarlos la se- mantica y, por tanto, asigna a ésta la parte léxica del signifi- cado, es decir, la parte que permanece inalterable en el uso no performativo de los mismos verbos. Consideremos también los deicticos. Segtin el criterio C pertenecen inequivocamente a la pragmatica (para determi- nar el referente del adverbio «aqui» es necesario conocer el contexto en el que el adverbio se pronuncia). La deixis tam- bién invade el campo gramatical (pensemos en la necesidad, en la mayoria de las lenguas conocidas, de expresar morfold- gicamente el tiempo de una accién), y ninguna proposicién puede recibir un valor de verdad si anteriormente no se ha completado su sentido mediante la especificacién de las coor- dinadas espacio-temporales. Igualmente, las implicaturas con- vencionales se asignan a la pragmatica (criterio B), pero al no ser cancelables y al estar vinculadas a determinadas:ex- presiones lingiiisticas de forma independiente al contexto, po- drian, por el criterio C, asignarse a la semantica. Un modo de solucionar estos problemas consiste en atri- buir una propiedad a uno de estos criterios —por ejemplo, al criterio C—. En efecto, el concepto de dependencia con- textual se ha constituido como criterio discriminante entre se- mantica y pragmatica (Bates 1976, Katz 1977). Katz 1977 asu- me este criterio y lo explica haciendo referencia a la «carta anénima». SEMANTICA Y PRAGMATICA 175 La situacién de la carta anonima se presenta en el caso en que un hablante ideal de una lengua recibe una carta anénima que contiene sdlo una frase de esa lengua, sin ningun indicio del motivo, de las circunstancias de transmisién o cualquier otro factor relevante para la comprension de la frase en su contexto. Hemos decidido trazar una linea tedrica entre interpretacion se- mantica e interpretacion pragmatica, asumiendo que el compo- nente semantico representa sdlo aquellos aspectos del significa- do de la frase que un hablante/oyente ideal de la lengua conoceria en la situacién de la carta anénima (pag. 14). Una vez admitido que existen aspectos del significado lin- giiistico interpretables independientemente del contexto, la adopcion de este criterio requiere necesariamente una defini- cién explicita, no intuitiva, de la nocién de contexto. Dicha definicién, como veremos en el paragrafo 2.1.5, no resulta facil de establecer. . Dascal 1983 plantea una propuesta alternativa. Esta, ins- pirada en la semantica de los prototipos, prevé la asignacién de un grado de pragmaticidad a los fendémenos lingiiisticos cuyas condiciones se describen en los criterios A-C y mediante el principio general de relevancia de la verdad. Seguin estas propuestas, un aspecto del significado que satisface todos los criterios debe considerarse genuinamente pragmatico (por ejemplo, los actos lingiiisticos indirectos). Aquellos aspectos del significado que satisfacen todos los criterios excepto uno son menos pragmaticos (por ejemplo, las implicaturas con- versacionales); se atribuye un grado de pragmaticidad toda- via inferior a aquellos fendmenos como los performativos, los significados afectivos y las implicaturas convencionales que se identifican con un numero todavia menor de los crite- Tios citados. En el ultimo nivel, encontramos aspectos del sig- nificado, como la deixis, que resultan pragmaticos por el tinico criterio de la contextualidad. La propuesta de Dascal, aunque discriptivamente es mas adecuada que no algun otro criterio que establezca una se- paracion rigida entre el campo semantico y el pragmatico, es poco rentable en la practica operativa. Para asumir un carac- ter de objetividad es necesario, ademas de especificar riguro- samente los criterios pertinentes, poder atribuir a éstos ca- racteristicas distintas de modo que el conjunto de los rasgos 176 RELACIONES DE LA PRAGMATICA que identifican un fendmeno como pragmatico resulte de al- guna forma estructurado (véase Dascal 1983, pag. 32). El problema recibe otro enfoque si partimos del presupues- to de que semantica y pragmatica son dos perspectivas de ob- servacion de un mismo objeto y que, por tanto, cada delimi- tacién tiene una validez operativa y no conceptual, relativa y no absoluta. En este caso, se deben deslindar las dos pers- pectivas, y el modo mejor de afrontar la cuestion es estudiar las relaciones entre lo que quiere decir la frase y lo que quie- re decir el hablante. 2.1.2. Significado de la frase, significado enunciativo y significado del hablante El contraste entre significado del hablante (SH) y signifi- cado de la frase (SF) se ilustra en el ejemplo siguiente. Su- pongamos que un marido, al volver a casa del trabajo, en- cuentra a su mujer haciendo gimnasia y sin haber preparado la cena, e irrumpe en la habitacidn con un grito: «Tengo ham- bre!». En el contexto, esta exclamacién puede asumir signifi- cados diferentes, desde «Para de hacer gimnasia y prepara la cena» a «Estoy harto de ensalada y queso». Esto no es lo que dice la frase sino mas bien lo que quiere decir el hablante. Lingiiisticamente, la frase

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