ConcLusIONES E Corpus Iuris, que después de cinco siglos de uso parcial y distorcio- nado, Ilegé a ser el punto de partida de la segunda vida del derecho romano, es una obra heterogénea: muchas voces de varias escuelas, sico- logfas y épocas nos hablan desde su texto; ademés, innovaciones justi- nianeas a menudo no concuerdan con los ejemplos que esta obra pro- porciona en otras de sus paginas, y que tienen sus rafces en fases juridicas anteriores, de manera que contradicciones abundan. Como esto es in- compatible con la funcién que se queria dar al Corpus luris, de ser un almacén de derecho positivo, los Glosadores hicieron intentos de armo- nizar el derecho “romano”, buscando reglas generales detrés de la mul- tiplicidad de ejemplos, aplicando diversos métodos de argumentacién para resolver las contradicciones y procediendo —posiblemente, sin dar- se cuenta en forma consciente— a torcer el significado prdctico de la obra hacia moldes medievales, Mas conscientemente, los Postglosadores hicieron un derecho, moderno para su época, con los antiguos textos, ex- tendiendo su uso hacia nuevos campos. El resultado era un derecho “ro- mano”, que ofrecia un suficiente grado de seguridad juridica, y que correspondia a la sensibilidad juridica medieval: admirable éxito por parte de los juristas medievales, tan desacreditados por los cultos huma- nistas de la fase posterior. Estos, durante el Renacimiento, ademas de completar y corregir el tex- to de la Vulgata del Corpus Iuris, mostraron el derecho justinianeo de nuevo en su perspectiva histérica, como un eslabén dentro de una larga cadena, y se dedicaron a desentrafiar, no sélo la evoluci6n que culminé en el Corpus luris, sino también los pasos posteriores que el derecho jus- tinianeo dio en el Imperio Bizantino. [385]386 GUILLERMO F. MARGADANT Esta explosién de erudicién histérico-filolégica era mala para la se- guridad juridica, de manera que la practica opté por un uso del Corpus furis al estilo medieval, y no por una visién histérica desde los origenes del derecho romano hasta el final del mundo bizantino.' En los siglos posteriores, en un rinconcito préspero de Europa, en Ho- landa, donde florecié la Iurisprudentia Elegans, el estudio histérico-juri- dico, al estilo de estos humanistas, seguia formando una franja alrede- dor del uso del Corpus Iuris (en mezcla con derecho autéctono holan- dés); mientras que en otras partes de Europa, un derecho romano més sistematizado (ejemplo: Donellus), reinterpretado en espiritu iusnatura- lista (ejemplo: Domat) y con diversas innovaciones que navegaban bajo bandera del “derecho romano”, coexistia con otras corrientes, como eran los derechos locales, legislaciones gremiales, locales, regionales y nacio- nales cada vez mas ambiciosas (a menudo con terminologfa, sistematica y préstamos dogmaticos ¢ institucionales, tomados del derecho romano), ademas del derecho canénico (que usaba el derecho romano supletoria- mente): una situacién confusa en que cada unidad forense tuvo que bus- car su acomodo y su ajuste a una relativa seguridad juridica, pero que tenia Ja ventaja de prestarse a que los juristas de la prdctica tuviesen a su disposici6n un riquisimo panorama para buscar soluciones equitativas (como todav‘a observamos en la practica forense actual de Sudéfrica), Luego, el péndulo gira de nuevo hacia la seguridad juridica, con co- dificaciones, en las que todo el derecho anterior —romano, canénico, le- gislado—, contribuyé con lo mejor de su literatura y practica. Sin em- bargo, una vez que las fuentes anteriores habfan entregado su cosecha, ellas mismas quedaron formalmente relegadas a la historia juridica.’ La afirmacién anterior, empero, debe suavizarse. E] derecho romano conservaba al comienzo cierta importancia forense: en casos de duda sobre la interpretacién de un texto de un cédigo, respecto de alguna ins- titucién que tenia intima conexién con el derecho romano, abogados y jueces —con o sin autorizacién legislativa— a menudo buscaron argu- mentos en la historia. Pero en la medida en que retrocedia hacia lo pa- sado e] momento de la codificacién, tales interpretaciones se convirtie- 1 Es notable que esta visién histérica que claboran los renacentistas, da muy poca importancia a los Glosadores y Postglosadores, cosa explicable por la aversién que tuvo el Renacimiento res- pecto de la Edad M 2 EI caso del derecho canénioo es especial, ya que siguié aplicdndose por tribunales eclesiésticos, cuya jurisdiccién, empero, fue victima del traslado de cada vez més categorias de asuntos hacia la jurisdiccién secular.LA SEGUNDA VIDA DEL DERECHO ROMANO. 387 ron en jurisprudencia, de manera que la interpretacién histérica misma (aunque fuente de tal jurisprudencia) ya fue menos necesaria; ademas, el conocimiento del latin declinaba, y la ensefianza del derecho romano, cortada ahora de la inspiradora cercanfa de la practica, se volvié menos popular, y palidecia. También, factor muy importante, la investigacién histérica, ahora liberada de Ja presién de la vida forense, comenzaba a dedicarse de plano a Ia reconstruccién detallada de Ja evolucién del de- recho romano en todas sus fases, a la Textstufenkritik, las relaciones entre el derecho romano y los demas derechos mediterraneos, la papirologia juridica etc. de manera que los nuevos especialistas de lo que seguia Ila- mAndose “derecho romano” no eran exactamente las personas que po- drian ofrecer a la gente de la prdctica una ayuda en su busca de “la” interpretacién de algin texto jurfdico. En la actualidad, con la aceleracién de la historia y las nuevas fuerzas sociales que reclaman atencién, Ja visién general del jurista de la prdc- tica (incluyendo al legislador) es orientada, cada vez mas, hacia lo fu- turo, ademés de la tendencia de observar, mediante el derecho compa- rado, lo que otros paises modernos estén haciendo en casos semejantes, recurriendo luego a la sociologia juridica para averiguar hasta qué gra- do una solucién extranjera serfa transplantable. Y, en contrapunto con lo anterior, es natural que, precisamente cuando la aceleracién de la his- toria causa tanto polvo que nos sintamos desorientados, al mismo tiem- po percibamos la inclinacién a observar lo pasado, pero ya no tanto para encontrar soluciones, sino mAs bien para comprender mejor nuestra si- tuacién actual como punto dentro de una linea. Por lo tanto, para la interpretacién de nuestras dudas forenses, 0 como fuente de inspiraciones para nuestra legislacién, el derecho romano en gran parte ha perdido su importancia; pero como fase interesante de la evolucién general de la cultura occidental es ampliamente reconocido como objeto digno de investigacién. Asif, en Latincamérica, la perspectiva hacia atr4s, sobre ambas vidas del derecho romano (ademés de los derechos precolombinos y el dere- cho indiano, y completada mediante datos de nuestro pasado indepen- diente), sigue gozando de popularidad (mas bien entre personas ya for- madas; no tanto entre estudiantes), Sin embargo, nuestra posicion frente a esta investigacién histérica, para ser productiva, debe tener otro perfil que en Europa. Alli, es objeto de una activa investigacién, de minucio- sidad admirable, que se reparte entre varias ramas. Una de ellas es la de crear, con gran detalle, una visién panordmica de la evolucién ius-388 GUILLERMO F. MARGADANT romanista durante la primera vida, con todas sus particularidades regio- nales y en conexién con los demés derechos de la antigiiedad. A este respecto, no podemos contribuir mucho mAs que nuestro carifio y nues- tros aplausos. Otra se refiere al derecho romano medieval, a cuyo res pecto no podemos participar en la critica de Jos manuscritos. Pero donde comienza la corriente de las ediciones impresas de los autores medievales, y en relacién con la literatura juridica renacentista y posterior, podemos participar en forma constructiva; y sobre todo cuando se trata de las interrelaciones entre este derecho romano y la practica forense de nuestros paises, o el impacto iusromanista en la elaboracién de nuestro derecho legislado, estamos mejor colocados que nadie para hacer una investigacién que contribuya a volver mds transparente el pa- sado juridico del mundo noratlintico y sudamericano.