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nL Las tradiciones heterodoxas que minaron los fun- damentos del orden medieval se extienden desde lo aceptablemente debatible (el nominalismo, por ejemplo) hasta lo francamente perseguible (las he rejias valdense o catara), pasando por lo meramenre sospechoso (la escatologia de Joaquin de Flora, averroismo latino de Siger de Brabante). Quienes, Secreta o abiertamente, desafiaron [a herdldica ver- bal de la Edad Media offecieron, como rasgo, co- enn, una vision contrastante de las metamorfosis genésicas. Los herejes certificados propusieron los extre- mos de la transfiguracion en contra de los dogmas unitarios de la Iglesia, Los docetistas aseguraban | cuerpo humano de Cristo no era sino ui facasma; los suftimientos y la muerte de Cristo fueron meras apariencias: si sufri6, no era Dios. si era Dios, no pudo sufrir. Saturnilio y el gnosti- cismo sirio mantuvieron que sdlo hubo un Padre, totalmente Desconocido, quien al venir al mundo como Salvador, es un salvador increado, incorp6- reo informe: s6lo su apariencia es humana, a fin de que los demas puedan reconocerle. Basilides y os gnésticos egipciacos propusieron que el Padre jamés habia nacido y nunca tuvo nombre; Cristo -s6lo fue una particula de la mente del Padre y no murié en la cruz: un hombre llamado Simén de Cirene tomé su lugar en el Golgota y murié en nombre suyo. Cristo fue simplemente un espec- tador de la crucifixidn (0, como diria Joyce, de la crucificcién). . El gnosticismo judaizante de Cerintio y los ebionitas se nutrié de la conviccién de que Jesis 22 cra el hijo carnal de Maria y José; Maria no era virgen. S6lo en el momento del bautizo descen- di6 Cristo, en forma de paloma, sobre la cabeza de Jess y a partir de ese momento, guid sus ac- ciones. Pero en el acto final del Calvario, la pa- loma vol de regreso a los cielos y abandono a Jestis, de nuevo un mero mortal, al sufrimiento y la muerte. El patripasianismo monarquianista de- riva su fascinante nombre ce la creencia en que Dios es uno ¢ indivisible. El Padre se introdujo en el cuerpo de Maria, nacié de ella y suftio y murié en la cruz: los hombres crucificaron a Dios Padre. Los sabelianos juraron que Padre, Hijo y Fspiritu Santo son el mismo Ser: un Dios tinico ‘on tres manifestaciones temporales diferentes. Los seductivos artianos, bajo cuya magia cayeron muchos reyes godos de Espaiia, percibian al Hijo ‘omo mera afluencia, proyeccién 0 co-increacién lel Padre, derivada de la sustancia de éste. Los \polinarios dualistas defendieron la existencia de los Hijos, uno de Dios el Padre y el otro de Ma- ria la mujer. El nestorianismo levé aun mas lejos esta teoria de la doble personalidad: Jesucristo, realmente, es dos personas: uno, el Hombre; otro, el Verbo. Es posible distinguir entre las act ciones del Hombre Jesis y las palabras del Dios Cristo, sta estirpe de herejes, al re-escribir el dogma, multiplicaron el punto de vista sobre asuntos propios de la vida y personalidad de Cristo, la Trinidad y el Pankreator. La sumaria revision de us teorias bastaria, acaso, para asegurarles un lu- yar como los verdaderos novelistas de la Edad Media. Su reciclaje de las verdades inconmovibles de la Iglesia no es demasiado diferente de lo que inuchos escritores contemporaneos (Italo Calvino, Joha Barth, Juan Goytisolo, John Gardner, Guy 23 Todo es posible. Nada debe ser desechada ‘Nada es increible. Nada es imposible. Las posibi lidades que negamos son sélo las imposibilidadel que desconocemos.” Nicolas de Cusa, el ma agudo observador de la disolucién de la escolis tica medieval y del nacimiento de la sensibilida humanista, indica que, en cada cosa se actualiza ef todo y el todo esta en cada cosa, pues cada cos es un punto de vista diverso sobre el universo; la perspectivas posibles son infinitas y la realida tiene carécter multidireccional. Giordano Brun ve al universo animado por una tendencia ince sante a la metamorfosis: cada ser posee en g mismo el germen de formas futuras que son I garantia de su carécter infinito. En el afio de 1600, en vida de Miguel de Cey vantes Saavedra, Bruno es quemado por la Inqui sicién en Roma. En 1618, dos aiios después de k muerte del novelista espafiol, la Iglesia conden oficialmente el sistema copernicano. Y en 1633, Galileo es obligado a renunciar a sus ideas ante el Santo Oficio. El Cardenal Bellarmino dicta log términos de la abjuracién: “Todos convienen en exponer ad literam que el sol esta en el cielo gira en torno a la Tierra con gran velocidad, y la Tierra esta en el centro del mundo, inmoy ” Galileo muere en 1642. Es el mismo aio del nacimiento de Isaac Newton. Iv lo hay una manera de ver un icono bizantino: \\ frontal. Su espacio plano se concibe idéntico a | imagen divina que, siendo Gnica, en codas par- jos es la misma y existe en su totalidad. El con- iste entre la iconografia medieval y, digamos, frescos de Luca Signorelli en Orvieto, no ede ser mayor. Las figuras y los espacios de |ynorelli giran, fluyen, se transforman, se dilatan: \) espacio es figurativo y los lugares pintados di- ferentes. En el icono no hay mas tiempo o mas pacio que los de la revelacién. En Signorelli lo hay tiempo 0, mas bien, un tiempo inas bile en lucha con un espacio, como el universo jnismo, en dilatacién, La novedad es tan espancosa jue el pintor, huérfano melancélico, se ve obli- julo a transformar ese tiempo y ese espacio en Jos del fin de todo tiempo y todo espacio: el apo- slipsis, el juicio final. Negandola, Signorelli se ypoya en la normatividad épica de la realidad medieval Fipica, entonces, significa normativided, leceura (inica, escritura tnica, Lo que Signorelli sugiere en | arte de la pintura es especificamente cierto ) el arte de la escritura. Si es cierto que en la literatura no se repite el milagro del génesis, (sino jue toda obra escrita se apoya en formas previas, this que comenzar prolonga y mas que formar yansforma, entonces lo interesante es considerar, (0 primer lugar, cémo se apoya la escritura en \ina forma previa. Si el nuevo texto respeta la orma de la forma anterior, la escritura solo in- \ioduce diferencias denotadas que contribuyen a Ii norma de la lectura nica. La Divina Commedia es 27

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