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Anuario del IEHS “Prof. Juan C. Grosso”, 12, Tandil, UNCPBA, pp. 249-267 Ritos y ceremonias sacras y laicas. Acerca de la sociabilidad cordobesa en los comienzos de la modernizacién provinciana * Waldo Ansaldi ~ La modernidad constituye a los individuos como sujetos, no a través de la sociabilidad real que los define y diferencia coneretamente, sino en oposicién a ésta. Derek Sayer, Capitalism and Modernity. An excursus on Marx and Weber. A Juan Carlos Grosso, in memoriam, Una modernizacion provinciana' EI socidlogo peruano Anfbal Quijano, reflexionando sobre la modemidad en América Latina, subraya la necesidad de distinguir, en ta historia de ésta, entre modernidad y modernizacién. Seguin su argumento, “aunque América Latina haya sido (...) tania y casi pasiva victima de la «modernizacin, fue, en cambio, participe activa en el proceso de produccién de la modemidad”, La historia de ésta “comienza en el violento encuentro entre * ste antculo reproduce parcialmente el capitulo “Lo sagrado y lo secular-profano en la sociabilidad” , del tomo 3 -"Ordien y espacio: la ciudad de! régimen’- de mi Tesis de Doctorado, Industria y urbanizacién en Cérdobs, 1880-1914 (1991, 3 ts.). Razones editoriales impiden auf la reproducci6n {ntegra de dicho capitulo y obligan a su division, Por est razén, y a efectos de si mejor comprensién, ambos artfculos incluyen una misma seccidn 0 parigrafo, “Lo sageado y lo profano en el ptano simbético”, La otra parte se publica separadamente con el titulo “Lo eagrado y lo secular profano en'la sociabilidad en la COrdoba de la modernizaciéa provinciana, 1880-1914", La tesis fue presentads, defendida y aprobada en ta Facultad de Filosofia y Humanidades de Ix Universidad Nacional de Cérdoba, Fue su director el Dr. Alejandro Rofinan, investigedor del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR), Buenos Aires, y el jurado lo integraron los doctores Anibal Atcondo y Norma Pavoni (historiadores), la arquitecia Maria Elena Foglia (urbanista)y el profesor Roberto Misteilo (geégrafo). Mi agradecimiento a todos ellos por sus comentarios, ** Investigador det CONICET en el Instituto de Investigaciones Gino Germant (Area Soviologia Histérica), Facultad de Ciencias Sociales de ta Universidad de Buenos Aires, y profesor titular regular de Historia Social Latinoemericans on la misma Facultad. | Este primer parigrafo tiene por objeto contextualizar ef tema objeto de anilisis det presente articulo, Desarrollo la cuestida en “Una modemnizacién provinciana. Cérdoba, 1880-1914", en trite de publicacién, riamente, en Industria y urbanizaci6n..., tomo 3, p. 461 y ss.) 249 Europa y América, 2 fines del siglo XV, porque de alli se sigue, en ambos mundos, una radical reconstitucién de 1a imagen del universo. (...) La primigenia modemidad constituye, en verdad, una promesa de liberacién, una asociacién entre razén y liberacién", es decir, la modernidad como razén liberadora, Empero, tras la lustracién -el ultimo gran movimiento conjunto 0 simulténeo europeo-latinoamericano de construccién de la modernidad, segtin ‘Quijano- Ja historia diverge: “Asi, mientras la modernidad en Europa termina formando parte de una radical mutacién de la sociedad, alimenténdose de los cambios que aparejaba la emergencia del capitalismo, en América Latina, desde fines del siglo XVIII en adelante, Ja modernidad es envuelta en un contexto social adverso, porque el estancamiento econémico y la desintegraci6n'del poder que el mercantilismo articulaba, permiten que los sectores sociales mas adversos a la modernidad ocupen el primer plano del poder". El triunfo y consolidacién de la hegemonia britdnica durante el siglo XIX es también el de ia concepcién de la racionalidad "como arsenal instrumental del poder y de la dominacién. (...) La victoria de la instrumentalizacién de la raz6n en servicio de la dominacién, fue también una profunda derrota de América Latina, pues por su propia situaci6n colonial, la produccién de la racionalidad modema estuvo ahi asociada, sobre todo, a las promesas liberadoras de la modernidad. La «metamorfosis» de aquélla quedaria destinada a durar por un periodo histérico muy prolongado. América Latina no volveria a encontrar la modernidad sino bajo la cubierta de la «modemnizacién»". Asf, si la modemnidad es 1a primacia de la razdn liberadora, la modernizacion es el yeinado de la raz6n instrumental. Ambas manifestaciones de la raz6n existen, se encuentran en tensién desde el momento mismo de la Itustracién. En América Latina, entonces, la primacia de la segunda sobre la primera es una expresidn de lo que Quijano Hama Ja metamorfosis de la modernidad en modernizacién,? ‘Compartiendo la posicién de Anibal Quijano, entiendo la modemizacién como expresién de la modernidad dependiente, como un movimiento de la historia de nuestras sociedades que * produce sustanciales -mas no radicales- transformaciones de éstas. Es un movimiento, inducido por la expansién del capitalism europeo, que desencadena fuerzas. (econémicas, sociales, politicas, culturales) potencialmente liberadoras cuyo Ifmite infranqueable son las relaciones de dependencia, que frusttan la posibilidad de un desarrollo auténomo. La modernizacién argentina, cuya manifestaci6n mds alta se da en, Buenos Aires -tan orgullosa de su aire arquitecténicamente francés, si bien, en rigor, se aprecia una combinacién de estilos que no desdefia el eclecticismo-, es buena muestra de la frustracion aludida, Pero si en Buenos Aires produce una total renovaci6n urbana, en Cérdoba los cambios son més modestos, menos audaces, para concluir adoptando un aire decididamente provinciano, tan contrastante con uno de lo’ rasgos de tal modernizaci6n, el cosmopolitisma. Sin embargo, hay un momento -durante las décadas de 1880 y 1890- en que la posibilidad de profundizar las transformaciones es bien notoria. Tal vez 1a expresién simbdlica més clara de esa circunstancia sea la construccién del dique San Roque y la conexa legislacién que promueve el empleo industrial de su produccién hidroeléctrica. Elijo este simbolo inspirdndome en Marshall Berman, quien -recordando que Fausto, el personaje creado por 2 yéase, Anibal Quijano, “Modernidad, identided y utopia en América Latina’, en Varios autores, Imagenes desconocidas, La modernidad en Ia encrucijada postmoderna, CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Bucnos Aires, 1988, pp. 17-24; Ins citas, en pp. 17-19. 250 rna- llama "modelo Johan Wolfgang von Goethe, es uno de los héroes de la cultura 07°! 0s faustico” de desarrollo a aquel que "confiere prioridad absoluta a 10% Bp de les fuerzas de energia y transporte en escala internacional” y apunta mas al C571 Poe sentido, productivas en el largo plazo que a la consecucidn de lucros ine ae oc teta con’el entonces, el dique es expresi6n cordobesa de ese modelo fiustico» oy de navegacion formidable proyecto del ingeniero Luis Huergo de consiruccién 4° ME orenzo y el plan de 453 kms. de extensién para unir Cérdoba (joiudad portuaria!) COP “yy.ce y Casaffousth urbanfstico de una Cérdoba de bulevares y diagonales. Pero Bial eee a Contracara presos y calumniados y el canal y la urbanizacién irrealizados sor.” ni tro mucho més que del simbolo y la expresion de la frustracién de un modelo que mira ## f° al presente. ‘Lo sagrado y lo profano en el plano simbdlico ; ra de su La Cérdoba premodernizada tenfa una estructura simbctsO% Sresnizatons Or identidad, de su sentido, que se fundaba en el predominio de 12 em Os ando antoridad moral de las normas sociales impuestas. Si Emile Durie as puede crearse dice -en Las formas elementales de la vida religiasa- que "[u]na SOC" oars laces evident a sf misma sin crear al mismo tiempo ef ideal de si misma", pareO® © Poe do un tipo de que quienes ejercian el poder y la dominacién en esa Cordoba. 12" 8 i ore ZI ideal del culto a Dios. representaciones colectivas que exaltaba -casi hasta el fanatismo- I je-una vez para siempre El presupone un orden social dado, jerérquico ¢ inmutable definid 7 oe idea de disenso y de por Ia Providencia. Bse cardcter divino o provindencial excluye 7 esto por Dios; mucho confficto interno, pues no se concibe que alguien ose alterar lo dis" quienes ocupan los menos admisible atin es que se produzcan actos contestarios por p2™ ™ rangos 0 niveles sociales considerados inferiores. sgepsetxho Beriain- por “Ia En una sociedad de tal tenor, regida -segin el buen decir dado» se automanifiesta obligatoriedad coereitiva de una estructura normativa en la que lo SG Vida. tas culturas y se autolegitima como el discurso de «lo socials, las «forts =. ae confiicto, ya que la impregnan las conciencias individuales sin crear «mérgenes social 7 ceicios de la vida conciencia colectiva actia comida ~ baile en ocasidn de la celebracién de San José, patrono de la Comisién Protectora de los Artesanos de San José (los Josefinos), el 19 de marzo. Bischoff sefiala que su imagen y la de Nuestra Sefiora de Lourdes presiden las fiestas patronales -de las que participan vecinos del barrio obrero, el centro y barrios aledatios-, las que se inician el dia 18 con el rez0 de la novena y un servicio de chocolate y masitas a su conclusién y continwian ef 19 con una procesidn que recorre calles de Nueva Cordoba, deteniéndose frente a "varios altares decorados por los vecinos, desde ios cuales nifios y nifias recita[..]n poesias alusivas al Santo Patrono". La Banda de Musica de la Provincia acompaiia a la procesién, mientras bomberos y polic‘as prestan guardia uniformados de gala. Al coneluir In marcha hay un sermén y algunos discursos a cargo de los josefinos, tras lo cual los feligreses se retinen alrededor de "ios barriles de chopp y (...) la vaquillona asada, anualmente ofrecida por Cayetano De Maria”, al tiempo que se disfruta de los fuegos artificiales donados por el josefino Antonio Musitano. Por la noche, en las casas de familia, se realizan bailes. Esta practica se extiende entre 1910 y 1938, segtin la misma fuente.'* Ciudad eclesidstica y universitaria, el ceremonial y {a solemnidad de ambas instituciones son parte de una sociabilidad cargada de multiples significaciones, La secularizacién tiende a separar los campos de Ia universidad y de la iglesia, tradicionalmente entremezclados, pero Ja separacién no es tarea facil. A la condicién de "Roma argentina" que los catélicos prefieron para nominar a la ciudad, mentalidades menos sectarias suelen oponer -no necesariamente én 0 con ef antagonismo de aquellos- el apelativo de "La Docta" 0, menos frecuentemente, "la Salamanca argentina". Obviamente, en el pasaje 2 la modernizacién la universidad es un espacio social de disputa politico-jdeoldgica, tanto més importante cuanto, por un lado, la universidad contribuye a la caracterizciOn misma de la ciudad y una de sus 1? Las referencias a episodios donde la politica y la religiém se mezclan estén tomadas de Alfredo Diaz de Molina, La oligarquia argentina, Su fiaciéa y régimen (1840-1898), Ediciones Pannedille, Buenos Aires, 1972, tomo 2, pigs, 395 (1884), 539-540 (1890) y 636 (1892). 13 g. Sanchez, op. cit., p. 389. El autor sitda el hecho en 1901, pero el afte puede no.ser exacto, pues es el mismo de fa aparicién de 1a obra representada. '4 Bischoff, Historia de los barrios, op. cit., p. 311. 256 principales funciones y, por otro, los notables de la politica son mayoritariamente universitarios, no s6lo por graduados en ella sino por su pertenencia como profesores. Buena parte de los hombres de la Cérdoba de la modemizacién, oficialistas u opositores, no vive Ja tensién entre el sabio y el politico, tiene ambas condiciones simulténeamente. Rail A, Orgaz -el propulsor de la sociologia en Cérdoba- hace referencia a un comportamiento social acufiado por la universidad, al que llama decorum doctoral. Luis Rodolfo Frias habla de “lo docto en to sustancial (...), lo doctoral en lo formal (...) Ly] lo doctoresco", es decir, el aspecto pintoresco de ese comportamiento. Sarmiento, en el Facundo, satixiza en breves renglones tal caracterfstica, que encuentra compartida por toda Ja sociedad: el pueblo do la campafia, compuesto de artesanos, participaba del espiritu de las clases altas: el maestro zapatero se daba los aires de doctor en zapateria y os enderezaba un texto latino al tomaros gravemente la medida; el ergo andaba por las cocinas y en boca de los mendigos y locos de la ciudad, y toda disputa entre ganapanes tomaba el tono y forma de las conclusiones."* Es posible que Sarmiento no advierta que, entre las clases subalternas, ese aire doctoral © doctoresco ne ee més que una forma de oponerse al poder y a los poderosos, como lo son’ la risa, el bumor y Ia burla, Pero ello no anula Ja descripcién del comportamiento. Muchos afios después, Vicente Gil Quesada -escribiendo sus Memorias de un viejo, que firma con el seudénimo Victor Gélvez- recuerda que en la Cordoba de los 1850 Una reunién de claustros merece convertirse en verdadero cuadro de costumbre. Las rencillas y las disputas, las intrigas y las pasiones, eran sumamente borrascosas ett la lucha de esas ambiciones pequefias. Empezaba la ojeriza en la tertulia de mantilla, en Jas cofradias, en los entierros, en la misa que ofan, y terminaban por no darse las buenas tardes; por hablar pestes los unos de los otros. Las familias formaban en éste © en aquel bando, se enrolaban los frailes, hacfan coro las monjas y muchachos y viejos estaban interesados en que el amor propio, la vanidad, el orgullo, no fueran postergados ni ofendidos. Frias reproduce -a continuacién del testimonio anterior- una nota publicada en El Eco de Cérdoba, edicién del 16 de noviembre de 1883, que da cuenta de la persistencia de ese rasgo de los cordobeses: Durante unas cuantas horas ha reinado ayer la mayor agitacién entre la gente del foro, y era de verse e] entusiasmo con que los sefiores curiales y leguleyos accionabn y gesticulaban, discutiendo acaloradamente sobre el suceso del dia, Por todas partes se formaban corrillos en el Cabildo, y las escaleras que conducen al recinto de la Legistatura y Superior Tribunal eran frecuentadas incesantemente por personas que 5 Domingo Faustino Sarmiento, Racundo o civilizacién y barbarie en fas pampas argentinas, Biblioteca Argentina Fundamental’ 18, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1979, p. 105. 257 subjan y bajaban de prisa cambiando preguntas con cuantos encontraban al paso." ‘La impronta de la universidad en Ia ciudad contribuye a explicar el impacto de la polémica que provocan las tesis de doctorado de los abogados José del Viso y Ramon Cércano, entrelazadas con la reaccién clerical a la creacién de la Escuela Normal de Maestras, por el gobierno nacional, a comienzos de 1884. Al frente de la misma son designadas las norteamericanas Frances Armstrong (directora) y Frances Wall (vice), a quienes se confia las materias Miisica y Gimnasia, respectivamente. Escuela y maestras son fuertemente resistidas por la iglesia, particularmente por el presbitero Gerénimo Emiliano Clara, vicario capitular y gobernador en sede vacante del obispado de Cérdoba desde la muerte, en enero de 1883, del obispo fray Mamerto Esquit’. Clara es un furibundo antiliberal, que ya en 1853 se habfa pronunciado en contra de las disposiciones de la constitucién nacional en materia religiosa, ensefiando a sus alumnos universitarios que el Congreso Constituyente "no ha tenido ni tiene facultades para legislar sobre diezmos, fueros, ete, ni para dectarar la tolerancia de cultos", segiin protestar en octubre de 1854 el ministro de Justicia, Culto e Instruccién Publica, el también cordobés Santiago Derqui, ante el rector de la universidad, a quien solicita la suspensién de las funciones docentes de Clara. Este no hace mds que continuar y profundizar una linea de resistencia eclesidstica al liberalismo que en 1880 lleva al doctor Uladislao Castellano, vicario titular, a condenar en dos documentos, de fecha 15 y 30 de octubre, la lectura de los diarios El Progreso y El Interior, precisamente por sus posiciones liberales, y del seinanatio satirico La Carcajada, a quien considera irrespetuoso de la doctrina y del clero catélicos. El 25 de abril de 1884, Clara da a conocer una carta pastoral en la que se refiere a tres cuestiones que califica de sendos "puntos de gravisima trescendencia”: la escuela normal, Ia tesis doctoral de Careario y la prensa liberal: El primer punto de que dzbemos hablaros es la nueva Escuela Normal de Nifias, dirigida por maestras protestantes que, segtin informes de personas respetables, se trata de establecer en esta ciudad. Pues el cardcter de una escuela y el de la educacién que en ella se dé depende necesariamente de las cualidades de las maestras; y siendo en el presente caso protestantes las maestras, la escuela regenteada por ellas, seré inevitablemente protestante (...); declaramos terminantemente que si la nueva Escuela Nacional, dirigidas por maestras protestantes, que se trata de fundar en esta ciudad, se Hlevara a efecto, a ningun padre catdlico es licito enviar sus hijos a semejante escuela. Nadie podrfa calificar al obispo Clara de honibre tolerante para con las ideas diferentes, ni dejar de reconocer Ia falacia del silogismo de su razonamiento, que més parece -para decirlo en términos psicoanaliticos- una proyeccin de cuanto é1 harfa: como la historia demuestra, el protestantismo de las maestras norteamericanas no altera las convicciones religiosas de los cordobeses ni hace de la Escuela Normal un centro confesional. El segundo punto respecto del cual no podemos guardar silencio, es el cardcter, ya muy 16 Lge citas de Gélver y del diatio, en L. R. Frias, op. cit., p. 25: 258 alarmante, que va tomando la ensefianza de la antigua y célebre Universidad de San Carlos. Lo que el prelado califica de "cardcter muy alarmante" de la ensefianza universitaria refiere a la aprobacién, en 1883, de la tesis doctoral de José del Viso, dediceda a la libertad de testar, y mds especificamente a la de Ramén J. Cércano sobre la igualdad de derechos civiles "de los hijos naturales, adulterinos, incestuosos y sacrilegos", que la Facultad ha evaluado favorablemente pocos dias antes de la pastoral, el 5 de abril de 1884, Por afiadidura, el padrino de la tesis es el senador nacional, consiliario universitario y ex gobemador Miguel Judrez Celman. Clara no trepida en afirmar que el texto ataca a un mismo tiempo la dootrina, los sacramentos y la mis alta disciplina de la Iglesia Catdlica, (...) {razén por la cual fa Facultad] no ha debido aprobar la tesis [por estar] prohibida por la regla 13 del Indice Romano. [Frente a este ataque], en nombre de los mas grandes intereses de Dios y de la Patria, rogamos a Jos respetables profesores de la Facultad de Derecho que en adelante se inspiren siempre, en el desempefio de sus funciones, en los deberes que les impone su gloriosa profesién de catélicos. Bs evidente la exageracidn de la argumentacién, que virtualmente convierte al joven Céreano es una especie de Lutero cordobés, no s6lo responsable de atacar la fortaleza del dogma religioso sino también de afectar los intereses de la Patria y de] mismisimo Dios, capacidad que sin duda el impertinente esté lejos de tener, pese a sus innegables taléntos. Para Clara, todo ello es parte de los males causados por la RevoluciGn Francesa de 1789, a la cual el papado ha calificado, como se encarga de recordarlo el cruzado mediterrdneo,: de “grande e inaudita tempestad arrojada contya la Iglesia por las puertas del infierno". La posicién antiliberal del obispo se funda en la doctrina politica vaticana sostenida en el Syllabus Errorum, ese documento de ochenta proposiciones que la Santa Sede considera érrores condenables, dado a conocer por el papa Pfo IX en 1864, que constituye un formidable monumento de intolerancia y conservadurismo. En terver lugar, Clara recuerda que sigue vigente, para los catélicos, la prohibicién de lectura de El Interior -cuyo director es, justamente, Ramén J. Cércano- y La Carcajada, afiadiendo ahora la del novel £! Sol de Cérdoba, “que es de un cardcter francamente impfo y mas6n”, La pastoral es publicada en El Eco de Cérdoba y La Prensa Catélica, fijada en el portico de las iglesias de las provincias de Cordoba y La Rioja -jurisdiccién del obispado-, leida en los altares y explicados su alcance y significaci6n por los sacerdotes. El intento del gobierno nacional por evitar una situacién més conflictiva, recurriendo al Cabildo Eclesidstico (e! 5 de mayo), se frustra y lo que se ha quérido sortear se potencia. Con un previo dictamen favorable del procurador general de la NaciGn, doctor Eduardo Costa, el Poder Ejecutivo nacional, por decreto del 6 de junio de 1884, suspende a Clara en el ejercicio de sus funciones y ordena su procesamiento por el juzgado federal correspondiente, El 16 del mismo mes, Clara desconoce su suspensiGn mediante la "Carta pastoral sobre Ja libertad de la Iglesia", y tres profesores universitarios -Rafaet Garcia, Nicolés M. Berrotarén y Nicéforo Castellano- se solidarizan con él, raz6n por la cual el ministro de Instruccién 259 Puiblica, Eduardo Wilde, dispone su suspensi6n como tales (decreto del 3 de junio), al igual que la de José Manuel Estrada, rector del Colegio Nacional Buenos Aires y profesot de Derecho Constitucional, tambign él solidario con el vicario (decreto del 19 de junio). El gobenador provincial, Gregorio Gavier, acompafa la enérgica reaccidn estatal, mas, no algunos de sus funcionarios. Asi, por ejemplo, el procurador fiscal, doctor Exequiel Momvillo, defiende la posicién de Clara y se niega a entablar la acci6n judicial requerida por el Estado, por lo cual es exonerado y reemplazado por el doctor José R. Ibéfiez (2 de setiembre), que inicia aquella el 15 de octubre, al tiempo que recusa al juez Rafael Garcia por su involucramiento. La inhibicién judicial es continuada por los jueces Juan M. Gatto, Pablo Julio Rodriguez, Nicéforo Castellano, Fernando S, de Zavalfa -que han adherido a la pastoral- y Pedro C. Molina, un liberal que entiende -al igual que el senador nacional Aristébulo del Valle- que el obispo tiene derecho a decir lo que piensa. Bl fiscal pide una pena de cuatro aiios de extrafiamiento para el obispo Clara, pena que, empero, no sera cumplida. Los notables enrolados en el catolicismo ganan la calle mediante una manifestacién de sus mujeres. Cércano la recuerda asi: El domingo siguiente, una numerosa manifestacién de sefioras conocidas recorre las calles de Cérdoba en procesién solemne, llevando cruces altas y estandartes religiosos para rendir homengje al ilustre vicario y acentuar censuras al joven hereje. En un libro dedicado a El vicario Clara (Cérdoba, 1959), el presbitero Francisco Compaiiy la describe de este modo: . Las sefioras salieron a la calle en un imponente desfile, dirigigndose a la casa particular dei Prelado, donde le entregaron un rico album con miles de firmas, adhiriendo plenamente a fa Iglesia y desconociendo la validez del decreto del Gobierno Nacional. El grupo gobernante no encontré mejor expediente para invalidar aquel testimonio, que mezelar entre las concurrentes a mujeres de vida airada, a quienes los jvenes catélicos se encargaron de arrojar a empellones fuera de la manifestacién. El franciscano cordobés fray Juan Capistrano Tissera es designado nuevo vicario, en julio, buscéndose un cierto apaciguamiento de la tensa situacién local, el cual no es facil, y al cual no contribuye el nuncio apost6lico, monsefior Luis Mattera: en efecto, al entronizar a Tissera, el representante del Vaticano reitera la prohibicién dispuesta por Clara para los fieles catélicos: no pueden enviar sus hijos a escuelas que dirigen maestras “acatélicas". Mas tarde califica a los gobernantes argentinos de herejes, ateos, impfos y arbitrarios. La cancilleria pide explicaciones y luego no considera satisfactorias las dadas por el prelado. El desenlace es fulminante: el 18 de octubre el gobierno decide su expulsién perentoria en 24 horas. EL6 de julio llega a Cordoba, donde permanece una semana, José Manuel Estrada, recibido apoteésicamente por los catdlicos: viaja en tren desde Ja Capital Federal hasta Rio Segundo, donde pasa -ante la negativa de la empresa del Central Argentino de disponer de un servicio expreso especial, de y a Cordoba, para 200 personas- a uno de los varios coches a caballo (coches de plaza) que se destinan para cubrir los 40 kms. de distancia entre una 260 y otra localidad, La comisién encargada de la recepcidn esté integrada por los doctores Juan M. Garro, José Severo de Olmos, José Marfa Olmedo y Eduardo Deheza. En el acto de recepcidn hablan los doctores Rafael Garcfa y Lucrecio Vazquez, cerréndolo el propio Estrada, El dia 9, aniversario de Ia independencia, diserta -por invitacién del doctor Davi Luque, destacado sacedorte- "en la mansién de la sefiora Antonia Ponce de Leén de Agiiero, concurriendo [segiin Dfaz de Molina] un crecido ntimero de sefioras, sefioritas y caballeros de Ja sociedad cordobesa”. Su alocucién es "un reto al laicismo, siendo saludado con grandes exclamaciones de juibilo y vivas a la Patria y a los ideales catéticos". Juan Martin Yéfiiz, otro sacerdote, le contesta “en nombre del catolicismo de Cérdoba". El 11 es agasajado con un Tunch ofrecido por estudiantes universitarios y el 12 parte hacia Tucumén y Santiago del Estero, como parte de una gira que procura -acota Luis R. Frfas- *levantar un partido catdlico". De regreso a Buenos Aires, se detiene en Cérdoba el dia 30 del mismo mes de julio de 1884, donde es homenajeado una vez més, ahora “con un gran banquete de ochenta cubiertos en el Hotel de Europa". Mientras Estrada se encuentra en la ciudad se produce el arribo del reemplazante de Clara, el-ya citado fray Tissera. E] oficialismo provincial, astutamente, promueve una manifestacién de bienvenida que termina en el convento de San Francisco saludndole, El dia 13, el satitico diario de Armengol Tecera -La Carcajada- publica una elocuente nota, "Habladurias del pueblo", en Ia eval, comentando las recepciones brindadas a Estrada y a Tissera, dice: aSerén verdaderos catdlicos los que defienden esta idea y seran a su vez verdaderos liberales los que defienden 1a contraria? Dios nos perdone ef mal juicio, pero lo cierto es que para nosotros, Ios unos como los otros no pasan de ser... unos hipécritas, fbamos a decir; pero no, son unos demonios con quienes el mandinga no tendré poco que hacer. Pruebas al canto. {Como se explica que los clericales, en vez de hacer al Obispo Tissera una manifestaci6n la hayan hecho al sefior Estrada, que est muy lejos de set hombre de mitra? ZY c6mo es que los liberales, es decis, los anticatélicos han subsanado la falta de los clericales haciéndole una manifestacién al Obispo? ,Cémo se entiende este embolismo? (...) Por una raz6n muy sencilla: porque cuando se quiere hacer sonar el érgano hay que mover los fuelles. Y en la cuestién presente el drgano es la politica y el fuelle es la religién (...). ¥ decimos todo esto porque todo ese movimiento religioso y liberal que se nota no responde sino a la politica, o. més bien dicho, a las aspiraciones de unos cuantos ambiciosos. El semanario se equivoca cuando disminuye el significado de la querella a una cuestin de luchas entre unos cuantos ambiciosos, Por eacima de eflas -que no son triviales- Io que esif en discusi6n es la cuestion de Jas definitivas constitucién del Estado y resolucién de sus relaciones con la iglesia catélica. En este sentido, esta claro que ni el gobierno nacional ni el provincial apuntan a interferir en el ministerio eclesidstico ni, mucho menos, pretenden intervernir en materia de dogma religioso. Tampoco a separar Ja iglesia del Estado. Como bien lo sefiala un editorial del diario La Nacidn, el 22 de junio, de lo que se trata es "pura y simplemente de establecer con claridad la competencia de ésta [la autoridad eclesiéstica) 261 y de la civil, de acuerdo con los preceptos de nuestra ley fundamental en conformidad con la ley canGnica y 1a prerrogativa del patronato nacional’. Clarisimo. Tal como lo ven Bartolomé Mitre (hijo) -enviado especial del aatutino portefio- y el diario mismo, el “conflicto religioso" tiene un fondo politico y una forma religiosa. En una nota publicada en la edicién del 26 de junio, el hijo del director (y ex presidente) escribe, bajo el seudénimo Claudio Caballero: Se ha dicho que la politica anda mezclada al movimiento que se ha producido en Cordoba. Nada més inexacto. No diré que no haya en las filas de las falanges ultracatdlicas quienes forman en ellas con doble placer: como fieles, por amor a Dios, como ciudadanos por hostilidad a la situaci6n; pero serin en todo caso la excepcién y no fa regla. La masa del elemento religioso no piensa més que en sus creencias, no va més alld de donde segtin su entender lo manda la Iglesia, no eva més interés que el de la defensa de sus directores espirituales y Ia propia conciencia le dice que debe defenderse. No diré tampoco que no se hayan tratativas para introducir la politica en la cuestién pendiente, procurando hacer servir esta tltima a ambiciones personales, porque dirfa a sabiendas lo que no es cierto. Se ban hecho trabajos secretos, con el caudal que es de suponerse de halagadores ofrecimientos y promesas; pero se han estrellado contra Ia firme sesolucién de los que dirigen el movimiento actual, de parte de Ia Iglesia, o actiian en él en primera linea, de no hacer cuestién politica de lo que consideran segiin ellos cuestién puramente religiosa. He dicho "de lo que consideran” y no sin intencién. El gobierno de la Nacidn y el de la Provincia, como los que acompaitan a éstos en ta actitud que, respectivamente han asumido en la defensa de los derechos del Estado en el conflicto actual, han declarado una y, otra vez que no hay tal cuestidn religiosa y sf tinicamente una de orden constitueional y administrativa. Por otra parte, no debe olvidarse que interin se desarrollan estos acontecimientos el Senado Nacional sanciona, el mismo dia en que se publica la nota de Mitre, el 26 de junio, Ja ley de educacién comtin, gratuita y laica -la n° 1.420-, uno de los puntos més lgidos del enfrentamiento entre ta iglesia y el Estado, entre catélicos y clericales en el plano nacional. Judrez Celman, senador cordobés, desempefia un papel importante en el debate que se produce en la Cémara y concluye dando la segunda media sanciéa al proyecto, cuyo tratamiento se iniciara en 1883. También lo es del ministro Eduardo Wilde. No extraia, entonces, que cuando, pocos meses después, ambos visiten Cérdoba sean objeto de notables agasajos. Judrez Celman es homenajeado en el salén del Teatro Progreso, ef 22 de noviembre, mientras Wilde recibe el suyo, por parte de gobierno y sectores de los notables, el 15 de diciembre. La cuestidn ideolégica de 1884 es una clave del proceso de modemizacién provinciana, merecedora de una investigacién cuidadosa, la que excede el marco y las posibilidades de la presente. He querido destacar sus lineas mds gruesas y significativas, sin descuidar un aspecto de ella, doblemente interesante: por ser parte de la cuestién y uno de los disparadores de ella y por serlo del ceremonial universitario. Se trata, claro, del episodio de a defensa de una tesis doctorat. Pero antes de retomarlo parece conveniente hacer referencia a dos acontecimientos generalmente desapercibidos en el tratamiento del conflicto de 1884. Se trata de los ocurridos en 1880 y 1881. Bl primero alude al problema suscitado cuando el 262 gobernador Miguel Judrez Celman aprueba la creacién de la Oficina de Registws del Estado Civil, en fa capital provincial, el 13 de agosto de ese afio; luego la municipalidad de ésta dicta una ordenanza poniéndola en funcionamiento a partir del 1 de enero de 1881. La medida es rechazada por la iglesia y aplaudida por la prensa liberal, generéndose una situaci6n de tensién avivada por Ia ya citada pastoral del obispo Castellano (15 de octubre) que prohibe a sus ficles la Lectura del diario Et Progreso, dirigido por Ramén Gil Navarro, y del semanario La Carcajada, Si ella no se hace mds complicada y dificil es por la mesura ‘con la que acta el sucesor de Castellano, fray Mamerto Esquit, quien se hace cargo del obispado el 14 de enero de 1881, imprimiendo a su gestién un cardcter més atento a las cuestiones estrictamente religiosas que a las politicas Casi simulténeamente el gobierno nacional decide (12 de enero) crear la Facultad de Teologia, como parte de 1a universidad de Cérdoba. El rector de ésta, el doctor Alejo Carmen Guzmén, ex gobernador de la provincia (1852-1855), y el claustro entienden que les es privativa la potestad de designar a los profesores de la nueva dependencia, tal como lo han hecho con sus autoridades -los presbfteros David Luque (decano) y Jacinto R. Rios (vice)-, contrariando asf la posicién del obispado, para el cual tal potestad le pertenece en exclusiva, Frente a la imposibilidad de algiin acuerdo, la creaci6n de la Facultad es dejada sin efecto, Ambos episodios, empero, van marcando el clima de confrontacién ideoldgica. ‘Ahora sf, Ia ceremonia de la tesis, El procedimiento, recordado en detalle por el propio Cércano, es toda una innovaciGn en el ritual de la universidad local. Ella es reglada por unas recientes y limitadas reformas en los estudios y sistema de exdmenes. Suprime la Jgnaciana de la época jesuftica y la sustituye por Ia tesis escrita, imitando a Buenos Aires. El examen publico, alrededor de dos horas, ocupando la cdtedrt magna, presidido por el rector y al cuerpo de profesores en el gran salén de grados, se convierte siempre en una fiesta académica y social que atrae una concurrencia selecta. Son reuniones solemnes y expresivas, que despiertan altos estimulos y generosos sentimientos. Constituyen una atraccién prestigiosa y amada de !a sociedad de Cérdoba. Ademés de la tesis, esta prueba final consiste en la defensa de doce proposiciones de derecho atacadas por seis replicantes graduados. Proposiciones y replicantes son elegidos por el examinando con aprobacidn de la Facultad. Se organiza una discusién libre lena de emoci6n y simpatias Me toca el honor de inaugurar estas nuevas disciplinas Mi trabajo es la primera tesis, escrita presentada a la Universidad [en lo cual yerra Cércano, pues José del Viso, que le precede el aio anterior, es quien inaugura la nueva modalidad]. Es un libro. Sostengo la igualdad de derechos civiles De los hijos naturales, adulterinos, incestuosos y sacritegos.” Todas las Proposiciones también son contrarias a las disposiciones del ‘Cédigo y leyes vigentes. Todo es un ataque a las construcciones deficientes y 17 La esis ha sido recientemonte reeditada en Estudios, n? 2, Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Cérdoba, Cérdoba, primavera 1993, pp. 167-238, precedida de una breve presentacién de Elsa Chanaguir (pp. 164-166). 263 dominantes. Llama la atencién fa uniformidad de criteria, Cércano llega a la instancia de la defensa de su tesis después de haber rechazado la exigencia profesoral de cambiar de tema. El tribunal, presidido por el rector Morcillo, “después de una retinién de tres horas, aprueba la tesis por un voto de mayorfa". Algunos dias después se efechia el examen pubblico, es decir, la defensa de las proposiciones por el doctorando ‘desde Ia tribuna académica*. El padrino, como se ha dicho, es Miguel Judrez Celman, La ceremonia tiene lugar en el Salén de Grados, “ataviado como en las grandes festividades” , siendo presidida por el rector, a quien asisten los profesores. Seguin Carcano, alumnos y ptiblico de ambos sexos ocupan fa totalidad de fos escafios y de la gran sala. ‘Suena la campanilla de plata, se impone silencio y empieza el acto. ‘Sucede todo normalmente. El examinado se desempefia como cualquier otro, Nada merece mencidn especial hasta el final. El tiltimo replicante, doctor Soria, argumenta breve y débilmente, como para cumplir el programa. El profesor Luis Vélez, opositor, asiste por particular atencién a mi familia. Acaba de ser elegido senador nacional por el partido gubernista, del cual se vuelve adversario, Toma la palabra para reforzar las observaciones ligeras del replicante. Es alto y magnifico su timbre. Hustrado, Facil y elocuente, infunde interés y calor y al momento Levanta el dnimo del auditorio, Cuando intento contestarle, oigo la voz de mi padrino que desde Ia tribuna més alta comienza a responderle con vehemencia. Mas que una exposicién cientifica, el debate se vuelve un dilogo politica. Se cruzan fas alusiones e ironias. Se arrojan granos de pimienta. ~La ignorancia es precavida -dice Vélez-, y por eso usted balaga la inexperiencia. ~-Yo sé que hay hombres de mala memoria -responde Juérez-, pero nunca supuse que la perdieran tan pronto. ~-He sido elegido senador nacional -replica el primero-, para servir al pais y a mi conciencia. --Cuando existen obligaciones morales -contesta el segundo-, no se necesitan contratos escritos. Suena otra vez la campanilla de plata, y el acto termina en medio de una gran tensién, En los claustros se viva al padrino liberal y a la libertad de conciencia, Al retizarse Vélez los estudiantes lo aplauden como un homenaje a su talento. Se oye un grito sugerente: ~-Queremos profesores libres! Al dfa siguiente aparece en El Interior un articulo de Pablo Lazcano intitulado: Queremos profesores libres. 264 Ya la lucha estd en Ia masa movida por una doble pasi6n, creada por las rivalidades personales y los intereses de las facciones. Tras su graduacién -con 23 afios-, Carcano es designado profesor de Derecho Comercial, en reemplaz de Nicéforo Castellano, separado del cargo por el ministro Wilde, como se ha visto, por su solidaridad con monsefior Clara. Es el docente mas joven de ta universidad, Desempefia sus funciones durante s6lo un afio, pues al ser electo diputado nacional por Cérdoba se ausenta a Buenos Airs, regresando en 1886 para hacerse cargo del ministerio de Gobierno. "* Evaluando retrospectivamente todo el proceso generado por su tesis, casi sesenta afios antes, Céreano escribe: Para Cérdoba es una revolucién, no que principia, sino que se consuma, El gobierno Jocal, en las realidades de las ideas y Ia vida, deja de ser una dependencia del clero en el sentido de clase social. La evolucién continiia acentudndose hoy como sistema tradicional, aunque con desvios y confusiones que revelan la inseguridad de ideas y orientaciones que crean el escepticisma.” La primera parte del balance -dando por consumada una revolucién- parece, por demasiado generosa, inadecuada, no asf la segunda -la que alude a desvfos y confusiones-, que revela una tensidn irresuelta. He aquf otro aspecto relevante de un tema por investigar mejor. Frias acierta cuando dice que “pocas conmociones han sucudido tan hondamente los centenarios cimientos espirituales de la «Roma argentina» como la de 1884 y que con ella “el baluarte mediterréno [del autonomismo nacional] ha quedado fisurado". Esta hipdtesis es muy sugestiva y merece ser sometida a prucha, Pienso que su validacién puede abrir lineas interesantes para interpretar los cambios y conflictos socio-politicos de la Cérdoba de la modernizacién. El propio Frias vincula los hechos de ese aiio con los posteriores ataques al dique San Roque, el monumento mayor del liberalismo juarista en Cordoba. La fisura del partido gubernista no es ajena a la contraofensiva ideoldgica del catolicismo clerical, traducida en la creacién, en el mismo afio 1884, de instituciones como el colegio Santo ‘Tomas, iniciativa de la Asociacién de la Juventud Catélica, y la Sociedad "Damas de la Providencia", una entidad filantrépica a 1a cual el gobierno provincial otorga personeria juridica el 7 de agosto de ese afio y que, invocando la proteccién de la virgen del Pilar de Zaragoza, se dedica a la atencién de nifios huérfanos a través de 1a Casa Cuna, Esta es una institucién largamente presente en la historia de la ciudad modernizada: establecida inicialmente en bulevar Guzmn y Oneativo, el 12 de octubre de 1884, més tarde se traslada a barrio San Martin, donde construye un edificio propio en avenida Castro Barros 650, '8 La reconstruccién, parcial, que hago aguf de las confrontaciones entre clericales y iberales en 1884 se basa en Frias, idem, pp. 187-193, Diaz de Molina, op. cil.,1.2, pp. 395-403, y Cércano, Mis primeres ochenta aflos, Ediciones Pampa y Cielo, Buenos Aires, 1965, pp. 57-66, Las vitas de Compaiy, de fas ediciones de La Nacign (Buenos Aires) del 22 y 26 de junio y de La Careajada (Cérdoba) del 13 de julio de 1884, estén tomadas de Frias, pp. 189-191 1 Cércano, op. cit.. p. 66. 265 inaugurado el 8 de agosto de 1910. La atencién de los internos estd a cargo de las Hermanas Misioneras de fa Inmaculada Concepcién, instaladas en el barrio desde 1877. La institucién subsiste hasta la actualidad, dependiendo del gobierno provincial desde febrero de 1980, pasando entonces a denominarse Hospital Pedistrico del Nifio Jests. La primera presidenta de la Sociedad es Encamacién Roldan de Caballero, destacdndose luego Matilde Funes de Beltrén Posse, quien la preside durante més de veinticinco afios. Los apellidos de ambas presidentas indican inequivocamente el protagonismo de mujeres de familias notables y su conocida inclinacién por obras de beneficencia, siguiendo précticas del catolicismo en favor del control social de potenciales disruptores del orden y en a linea de fa regeneracién moral. La beneficencia femenina tiende a extenderse, como préctica, mas alld de las notables catélicas, incorporando -hasta convertirse en hegeménica- no s6lo a sus pares liberales sino también a mujeres de clase media, En Cérdoba, siguiendo el patron portefio, la beneficencia ~como la educacién, ¢ incluso més que ella- se convierte en un canal de participacién publica de Ia mujer, muy al tono con Jos valores de la época que dividen lo priblico en’ dos grandes campos separados, el de {a politica -patrimonio masculino- y el de la moral -territorio femenino-, pero convergentes en su intoncionalidad de inidiren y controlar el pensamiento y la accién de las clases subalternas, El contraataque catélico incluye otras acciones, tales como la creacién de las congregaciones de as Hermanas del Inmaculado Corazén de Marfa -por el jesuita José M. Bustamante, segtin se ha visto-, en 1885, y Religiosas Terceras Mercedarias del Nifio Jestis ~iniciativa del cura José Ledn Torres-, cuyas primeras novicias son consagradas en 1887. En este mismo afio se abre el colegio a cargo de las Hermanas de Caridad de Nuestra Sefiora det Huerto, se cotoca la piedra fundamental del templo de Santa Margarita, en San Vicente, y se produce la vesticién de habito de las primeras Hermanas Terceras Dominicas Educacionistas, la congregacién creada en 1886 por fray Reginaldo Toro para la “asistencia de los enfermos ¢ instruccién de la juventud”. Este tiltimo acto es presidido por el “duro” monsefior Uladislao Castellano, a quien el Cabildo Eclesidstico designa gobernador de la didcesis a la muerte de Tissera, acaecida en 1886, (Castellano es reemplazado en agosto de 1888 por el dominico Reginaldo Tord, considerado amigo de Judrez Cotman). En 1888 Megan las Hermanas del Buen Pastor, las cuales en 1892 se hacen cargo -como se ha dicho antes- de la Cércel Correccional de Mujeres. Deben incluirse también la creacién del diario El Porvenir, ditigido por el presbitero doctor Jacinto Rios, el 24 de setiembre de 1886 (subsiste hasta el fallecimiento de su director, por entonces diputado nacional, en 1892), del Museo Politécnio de la Provincia, el 24 de enero de 1887, impulsada por el presbitero Jerénimo Lavagna, y de fa Escuela Graduada, ésta en fa localidad de Villa del Rosario. Las fuertes reacciones catdlicas se producen bajo el gobiemo de Ambrosio Olmos -del PAN, obviamente-, quien asume el 17 de mayo de 1886 y permanece en ef cargo hasta el 18 de abril de 1888, fecha en que la Legislatura lo exonera “por mal desempefio de sus funciones", siendo reemplazado por el vice gobernador, el doctor José Echenique, Ministro de Gobierno de ambos es Ramén J. Cércano, La destitucidn de Olmos -roquista- es parte del enfrentamiento entre el general Roca y su sucesor y concufiado Miguel Jusrez Celman, con quien estd enrolado, en cambio, Echenique. La maniobra es parte de la campasia que ha de evar a la gobernacién de la provincia a Marcos N. Judrez, hermano del presidente, en 1889. La figura paradigmstica de la contraofensiva del catolicismo clerical cordobés es el 266 doctor Rafael Garcia, quien fallece el 3 de enero de 1887. Hombre de derecho -civilista encomiado por el propio Vélez Sirsfield-, su acendrada fe religiosa le convierte en un verdadedo fandtico, sin aparente contradicién con su enrolamiento politico en el mitrismo, Su bidgrafo, Henoch D. Aguiar, lo retrata ast: La flexibilidad espiritual de Garefa (...) se transformaba en inflexibilidad y hasta en intransigencia invencible, cuando en nombre de ciertas ideas flotantes en el ambiente © so color de respeto a una libertad individual sin medida, si no aceptadas, por todos toleradas, pudieran siquiera afectarse en Jo més minimo, los fundamentos de su fe catélica, apostdlica romana, de las verdades reveladas, 0 dicho en una sola frase, de los dogmas de la Iglesia Catdlica; porque sobre todas las cosas, arriba de toda consideraci6n de orden temporal, como catélico leal y sincero (...) fue siempre su incondicional servidor y cuando se servia de ellas era s6lo para afirmar y extender el reinado de Jesis sobre los hombres.” Se explica, frente a tal personalidad, que los universitarios reformistas de 1918 se apresuren a voltear su estatua, simbdlicamente ubicada en la plazoleta vecina a la escuela normal y enfrente de la universidad y de la iglesia jesuitica. 20 Henoch D. Aguier, Rafael Garcfa (politico, universitario, magistrado), imprenta de Ja Universidad Nacional de Cérdubs, Cérdoba, 1945, p. 84. Mi agradecimiemto a Patricia Funes por faclitarme esta referencia, 2067

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