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Paul Auster
Índice
El periplo ..............................................4
Soy feliz ................................................5
Adagio ..................................................6
Arte ......................................................7
El requiebro de la luna............................8
Consuelo ...............................................9
La jornada.............................................10
Exclusión social .....................................11
Ser (obra de teatro) ................................12
El periplo
El frío pensamiento
impregna el pavimento
en una sucesión
de inexorables hados
contra el confín,
precipitado.
El céfiro adormecido
revela el kilométrico destino
azorado con la denotada visión,
del periplo iniciado.
Estático tiempo
de aletargados actos reflejos
del hostigado conductor,
acechado por la extenuación
tras el largo periplo.
Soy Feliz
Soy feliz,
de ser;
soy feliz,
de vivir;
soy quien quise ser
y con poco me conforme;
no se quien soy
ni quien fui,
pero sí, quien seré.
Adagio
De fría alborada
a dura mañana,
de húmeda
niebla temprana.
De húmeda mañana
a mediodía de solana,
el abrigo estorba
pero no sobra.
De mediodía de solana
a tarde fresca,
no sobra chaqueta
mientras vira la veleta.
Arte
Con el arte
de cocinar,
degusta el paladar.
Con el arte
de pintar,
recrea la vista.
Con el arte
de pensar,
se revierte en los demás.
Con el arte
de expresar,
se hace reflexionar.
Con el arte
de amar,
se nutre la humanidad.
Con el arte,
se expresa.
El requiebro de la luna
Descansa su mirada
en la linfa acristalada,
que desciende de la montaña
en el río encauzada.
Busca requebrada
la mirada perdida
en el agua cristalina,
pero no es correspondida.
Llora desconsolada,
por aquella mirada
aún no atesorada
y en el agua perdida.
Su reflejo en el agua
la mira desconsolada
al no afluir la mirada,
se siente desdichada.
Consuelo
Un beso derramo
y en los labios
se deslizo.
Perdido lo busco
y no lo encontró,
alguien lo robó.
El amado lo encontró
y a Consuelo devolvió,
como prueba de su amor.
Circunstancias
Frío sufrí
y enfermo padecí,
las inclemencias de la calle.
Solo viví
y solo morí,
sin que nadie me reclame.
Ser
La hermosura del pensamiento es comparable a la
belleza del alma, que engalanada sueña ser liberada, una
vez que se desata de todas estímulos superfluos de la
vida mundana.