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El mundo nos queda grande; tardio y precipitado recibiendo y derrochando, desechamos nuestros poderes: que poco vemos en la naturaleza que nos pertenezca; hemos entregado nuestros corazones, jcudn sérdida bendicién! William Wordsworth INTRODUCCION Una aproximaci6én a la ironia Ne piensa a menudo que “ironia” se originéd como un término colo- ‘ial de mofaen la antigua Grecia ?, adquirié legitimidad en tiempos de los romanos2, y paso al inglés en forma escrita, en elsiglo XWI3. El Peneepto adquirié un estatus privilegiado sin precedentes con los yomaAnticos alemanes * y encontré vigencia en la Nueva critica ameri- yuna de la generacién pasada 5, Hoy, a pesar de haber sido despla- sada por los conceptos de la critica deconstructiva, la ironia perma- jeee Como un factor fundamental en la literatura contemporanea, en la erftica literaria y en la teoria. Apurentemente inagotable como medio para sugerir significados, la \onla es igualmente prolifica cuando de engendrar confusiones se iil, Es raro el caso en que utilizamos la palabra en el mismo sentido, (\jundo Stanley Fish afirma, “La ironia y la ambigitedad no son jvopiedades del lenguaje, si no ms bien funciones de las expectati- vis con las cuales lo abordamos” §, lo que le interesa, es como el \\gnificado estd determinado por el contexto; su ironia es el tropo por ¢xcelencia que se articula en varios sentidos y simultaneamente. En ju visidn de Vladimir Jankélévitch, quien escribe “la ironia es la (oneiencia de la revelacién la cual se esfuma en el mismo momento jue es aprehendida”’, la ironia no es un suceso o fendmeno objetivo 12 si no un estado volatil de la mente, en el que la verdad, en el acto mismo de revelarse, sufre una negacidn inevitable. El comentario de Robert Sharpe, “el teatro, es de todas las artes, el mas irénico, el que depende ms de los efectos irénicos y el mas apto para producirlos”8, debe ser entendido como una referencia al acto de interpretacién inherente a la representacién teatral. La duplicidad de la actuacién que percibe el espectador, opina Sharpe, separa al teatro de otras formas artisticas potencialmente irénicas. Y cuando Georg Lukacs postula la ironia como “la mentalidad normativa de la novela” 9, habla de un principio que confiere forma, una sensacién de inmanen- cia perdida que, localizada en una mente determinada para reflejar literariamente una realidad histérica, da forma aun cierto género: la novela. Todos estos usos del término, son a la vez apropiados y legitimos. También lo seria la inclusién del sentido expresado por Wordsworth en el epigrafe del comienzo. Al tiempo que no dice nada explicitamente sobre la ironia, el artista comunica la quintaesencia del artista romantico, que ye la vida como una “sérdida bendicién” y a la humanidad como el desventurado objeto de un destino capri- choso, En lugar de la razén, son la paradoja y la contradiccién (ironia romantica), las que prevalecen. Si la ironia no ha de ser destrozada bajo el peso de su versatil polimorfismo, debe ser examinada sistematicamente. Al sugerir tal desacato me debo alos pronunciamientos como elde A. E. Dysonen el que “no se pueden abarcar teorias y criterios y que los intentos para encontrarlos son invariablemente desatinados...” 1, Pero aun, si la totalizacién es imposible (porque la ironia es la esencia de lainalcan- zable totalizacién), estamos entonces lejos de alcanzar ese limite absoluto y que lo que se conseguird sera un fracaso tiguroso. Nuestra meta inmediata, es dejar un esquema para el concepto 0 para el grupo de conceptos relacionados y ampliar ligeramente su aproximacién para la critica literaria. La parte teérica de nuestra investigacién tendra en cuenta las siguientes dimensiones: definiciones precondiciones y objetivos ironia objetiva ironia subjetiva ironia narrativa En los capitulos dedicados al andlisis de textos, pretendo establecer la ironia como una presencia fundamental en la ficcién y particular- mente en la narrativa hispanoamericana. Las conclusiones que expondré, conciernen a las diferentes formas de la ironia y la localizacién de ésta en novelas contemporaneas representativas; el grado en que la ironia se ha convertido enel Tasgo distintivo de la escritura hispanoamericana actual. El libro se com- pone de dos partes cuyos marcus tedricos, al tiempo que se entrecru- zan, divergen suficientemente para ser cualitativamente distintos, En resumen, las partes I y II, representan las nociones de estasis y cinetismo respectivamente. El cinetismo es juzgado como un reflejo formal del principio operativo y la visién del mundo irénica, mien- {ras que la estasis se muestra como una precondicién ineludible, el fundamento para establecer el contraste. Desde su misma concep- cién, este libro emula el movimiento interrogativo, vertiginoso y Auutocritico del pensamiento irénico. Definiciones ie pueden aislar dos momentos en la ironia, el objetivo y el subjetivo. También hay dos tipos de ironia objetiva, la que se llama comin- mente ironia intencional * (a menudo verbal) y otra, llamada ironia accidental (o ironia de los “sucesos”). En pocas palabras, la ironia intencional, es esa figura del discurso en el que las palabras del que habla, no tienen un sentido en consonancia —mis bien opuesto ycon mas significados— con su sentido literal. La ironia accidental se Tefiere a una circunstancia paraddjica, contraria a las expectativas y a la razén misma, La ironia Subjetiva * se entiende normal mente cuando nos referimos a un estado mental inducido por la ironia objetiva ya sea intencional o accidental, Implica una aprehensién de la incongruencia y las reacciones Subsecuentes a esa percepcién, Sin embargo, la distincién no es categérica yel uso entre los académi- Cos dista de ser homogénea: a través de estas paginas, el adjetivo irdnico se aplica al causante de la ironia intencional; lo irénico describe la circunstancia incongruente que resulta por accidente, Precondiciones y objetivos Laironia verbal, sélo se puede dar en uncontexto social, ya que es un producto de la comunicacién intersubjetiva 1, Es mas, para que el irénico disimulante no defraude del todo (ya que ninguna ironia resulta si el sentido literal del discurso no es rechazado inmediata- mente), las partes involucradas deben tener un mismo marco de valores !2, La victima de laironia verbal debe ser, también, unirénico potencial y de por siencarnar la duplicidad necesaria para identificar la del irénico. Tal como Kenneth Burke, quien es el que mds clara- mente ha visto la dimensién cooperativa de la ironia, lo afirma: “la verdadera ironia, la ironia humilde, esta basada en un sentido de fraternidad fundamental con el enemigo, tal como uno lo necesita, esta endeudado con él, no estd del todo fuera de él” 3, Aprehender la ironia de los Sucesos, por el contrario, es una expe- riencia solitaria. Est4 contenido en la percepcién ya sea de la incon- gruencia, del conflicto o la contradiccién “4 Independientemente de Sistas discordancias son personales o pertenecen al mundo exterior, obligan al espectador a desligarse de la situacién Para poderla apre- ciar imparcialmente !5, Sin embargo, estas contradicciones no son en si mismas la tinica y simple causa de la ironia: es también necesario un sentido de duda. Esto es, que una incongruencia, un conflicto o una contradiccién, no se presentan como una tabula rasa, sino, que aparecen cuando una mente dubitativa busca este tipo de fendmeno para confirmar su sospecha. De otro modo, el contraste no seria aprehendido como tal, se transformaria en una sintesis a otro nivel (por ejemplo, “Dios acta en forma misteriosa” o “la explotacién del trabajador conduce a la lucha armada ya la sociedad sin clases”). En ese caso nunca conseguiria la opacidad necesaria para convertirse en un evento irénico, duda y conflicto, mas que causa y efecto, funcio- nan de modo similar a la interaccién que existe entre pensamiento y lenguaje. De la misma forma como no se puede razonar sin el lenguaje, tampoco se puede hablar, sin poseer de antemano el meca- nismo de la conceptualizacién 16, Los factores se determinan mutuamente. Sin conflicto existencial, no hay duda, el conflicto no aparece como tal en la concientizacién. La ironia, de los sucesos, depende entonces, de como se ve el sujeto en un determinado con- texto 17. Estos componentes ineludibles deben sufrir una catdlisis reciproca para sacar a flote el suceso conflictivo y su aprehensidn. Las precondiciones comunes para ambas clases de ironia, percibidas en los eventos y en la que se practica en el didlogo, no son tan humerosas como uno podria imaginarse. Una de las condiciones es bastante abstracta y tiene que ver con lo que podriamos llamar una cualidad por excelencia de la realidad, mientras que, en compara- cién, la otra parece casi trivial. Asi como la ironia depende de la aprehensién de una disparidad entre una cosa y otra, la primera condicién, a la cual Palante llama “el principio generador de la ironia” 48, es un dualismo o una duplicidad basica que puede asumir diferentes modos y tomar la forma de antinomias diversas. Estas dicotomias pueden incluir, pensamiento y accién, lo ideal y lo real, la inteligencia y la emocién, 0 conocimiento € intuicién, sdlo para mencionar algunos pares contrastantes. Como con la discordancia irénica no es claro si esta dualidad esta localizada en laconciencia, en el mundo o en ambos; el binarismo omnipresente puede ser no mucho mas que la proyeccidn del pensamiento occidental. La otra precondicién de la ironfa, histéricamente determinada, es cierto grado de despreocupacién. Jankélévitch dice que “el arte, lo comico y la iron{a, son posibles en los momentos que las urgencias vitales se relajan” '¥. Ser irénico y ver las cosas como irénicas, no es lo mismo que subsistir en el conflicto y expresar dolorosamente la visién resultante. Primero, hay que tener algo de tranquilidad y seguridad para (a) manifestar que una situacion es ironica (en lugar de experimentarla simplemente como catas- tréfica) y(b) ser indulgente con el juego desgastante de indirectas del modo irénico. La ironia depende entonces de un cierto grado de civilizacién, del que ha evolucionado e institucionalizado el dialogo para resolver los conflictos, La ironia esta hecha espe- cialmente para situaciones enfermizas, por ejemplo, aparece des- pués de la guerra o las conflagraciones, en las que se requiere una accién directa, Este “accidente” histérico, puede ser el prerrequi- sito para la ironia “intencional”, sin embargo, ya es tiempo de hacer una pausa sobre la cantidad de denominaciones en el uni- verso de la ironia. Existen tantos propésitos en la ironia intencional, como existen practicantes. Cuando el ironista se concentra en su ingenuo interlo- cutor, asevera René Shaerer, el mecanismo puede resultar en una funcién pedagégica: “La ironia tiene pues un valor anticipatorio en el que el espiritu se libera del prejuicio y lo predispone para la busqueda de la verdad”, Y asi como la ironia dela razén pura puede sacar ala luz absurdos latentes, la ironia producida por un impulso ético puede servir para denunciar escandalos invisibles 24. Sin embargo, a pesar de los excelentes fines para los que se podria aplicar, estoy de acuerdo con Kierkegaard en que “el propdsito no es, ningun otro, que la ironfa misma... simplemente para sentirse libre” 2, Es un medio de comunicacién que resiste el uso y el abuso, con diferentes gradas de pericia y con el fin de conseguir una gran variedad de fines. Etica- mente hablando, la ironia es inescrutable. [ronia objetiva Nuestra definicién basica de la ironia verbal es “una figura del dis- curso cuya intencién difiere del sentido literal de las palabras”. La palabra se deriva del griego eironeia, que en latin toma la forma de dissimulatio y en inglés, es aproximadamente, “dissemblance” *. El discurso disimulado podria denominarse de diferentes maneras, tales como, ironia simple, ironia retérica,ironia directa, eironia normal®. La simulacion de la ignorancia, comtinmente llamada ironia Socrd- tica, incluye gestos y otras sefiales no verbales y puede ser considerada el andlogo en comportamiento de la ironia verbal intencionada. Todos los criticos estan de acuerdo en que la ironia intencional implica un sujeto desligado desu situacién y reticente en su comuni- acion. Al tiempo que existe discusién sobre si el significado resul- tante de una afirmacién irénica es el opuesto de lo que quieren decir las palabras en otro contexto, o simplemente que su significado es solamente algo diferente, no necesitamos agotar los detalles de este punto aqui. Una tercera alternativa sugerida en un ejemplo teatral por Robert Sharpe, parece ser preferible a las otras sugerencias 74, La esencia del drama, dice Sharpe, es la representacién. Un actor que representa a un personaje, abarca simultaneamente naturaleza y arte; la audiencia esta consciente de una situacién vital al tiempo que disfruta con la ficcién. Nadie se toma en serio solo la ficcién, asi como tampoco nadie se sienta una tarde entera en el teatro sin darle alguna credibilidad a la ilusién representada en escena. E] teatro tiene la propiedad de hacernos absorber y repeler simultaneamente su simulacro. De esta misma forma se capta el significado de la ironia verbal. El significado simple de la afirmaci6n irénica tiene cualidades bifurcadas y ramificadas. Elsentido literal no se rechaza, no se niega del todo; mas bien se diluye dejando el sentido figurativo y literal, 33 coexistiendo en suspenso. Y no se trata solamente de un ornamento del lenguaje prosaico y literal, la ironia muestra una verdad que abarca toda la escena: actores, personajes, palabras y significados. Por otra parte, el significado de una verbalizacién irénica, debe incluir €n primer lugar, los motivos que lo convierten en irénico, Como en casi toda la literatura postmodernista, la ironia subraya la opacidad del lenguaje obligindonos a detenernos tantoenel significado coma en el significante, y en la enunciacién como en lo enunciado. Por supuesto que la ilustracidn teatral de la naturaleza de la ironia, nos recuerda un tipo de ironia llamada “dramatica”. La ironia dra- matica “siempre depende del conocimiento que tiene un lector o un espectador respecto a una situacién del personaje, que éste desco- noce™5, es un concepto crucial. Almismo tiempo contiene el campo intencional, como ¢l accidental. Desde el punto de vista del drama- turgo es, sin lugar a dudas, intencional, asi como es intencional cualquier aspecto del trabajo literario, Sin embargo, desde el punto de vista de la audiencia, la ironia dramatica se aproximaa la ironiade los sucesos como se vera mas adelante. Si suprimiéramos el hecho que una representacién teatral es intencional e ilusoria, y aceptara- mos las situaciones conflictivas como sucesos de la humanidad, los dos términos se identificarian, Debido al desarraigo que se experi- menta en presencia de situaciones contradictorias, ya sean teatrales 0 vitales, muchos eriticos estan de acuerdo en este punto 76, Que la ironfa dramatica y la de los eventos son andlogas, no se discute, pero su ecuacion parece equivoca; resultado del problematico “deseréi- miento suspendido” necesario para esa percepcion. Presumible- mente, al menos en la practica, la intensidad de la catarsis gue se sufriria viendo a Don Alvaro dispararle al padre de Dofia Leonor as diferirfa con el que se siente al apretar el gatillo uno mismo. La jronia dramdtica abre un espacio entre su victima y el espectad or —espacio que la ironia de los sucesos— (en el que el unico observador de la ironfa es la victima misma) se cierra con la victima solamente, Al concentrarnos en la ironia dramatica desde el punto de vista, no del autor ni del espectador, sino de los personajes, estamos obligados a volver al mismo escenario del origen de la ironia 8. Toda vez que se da un eiron disimulado que se confunde con un alazdn pretencioso, - hos encontramos con que la ironia intencional (desde el punto de vista del autor y del eiron) y la ironia accidental (desde la perspectiva del alazén y del espectador). Sin embargo, lo que no ha sido deli- neado suficientemente, es que el eiron intencional es inconsciente de su estatus ficticio, malinterpreta la “verdadera” situacién e incurre involuntariamente en una ironia de su propio pecunio para con el espectador*. El principio que se deriva de este caso clasico, como lo ha afirmado Stanley Fish, es que la ironia depende del contexto, cuando el ironista concibe un contexto mas amplio que la victima. Pero en el momento en que la nocién del contexto “real” del ironista se relativiza, tal como cuando se toma muy en serio una obra de ficcién, se revierte al estatuts de victima en una elevada configura- cién irénica. Lo que parecian ser entidades estables —los elementos comunes a todas las ironias— se manifiestan entonces con marcada inestabilidad, La ironia accidental, ha sido denominada la ironia de “los eventos”, de “los hechos”, del “destino” y de “la naturaleza”, asi como también la ironia “situacional” y “césmica”, Todos estos hechos designan la incongruencia entre el resultado actual de una secuencia de sucesos y ¢] virtual resultado que uno esperaria de la experiencia o de la teoria. Este sentido de la ironia, el legado de Frederick Schlegel, Tieck y los romAnticos alemanes en general, ha invadido el lenguaje cotidiano de nuestros dias-y no presenta problemas. Sélo daré una observacién adicional con respecto a las causas y a la victima de la ironia acciden- tal, Asi como el impacto de un evento o de una cadena de eventos incongruentes, depende mucho de las expectativas y dela naturaleza de su configuracién misma, no deberiamos sobreestimar el rol de la victima en la “creacién” de la ironia accidental. Tildar una situacioén de irénica, implica una interpretacién o lectura por parte del sujeto. Pero el que busca exclusivamene finales felices (Guillermito Nervo en Zona sagrada de Carlos Fuentes es una muestra de ello) se convierte en el escritor de una trama irénica subrayando cada revés desu escenario ideal, Asicomoen laironia dramatica, el eiron puede ser visto como el alazdn del espectador, la victima de la ironia accidental se autodesigna el coautor de su inexplicable destino. Ironia subjetiva La ironia no aparece del todo carente de accion y se manifiesta en la interacci6n de la mente y el mundo, La relacién dela ironia objetiva para con el ironista se retrata en la grafica triangular que sigue; Victima de la ironia intencional Mundo——_____.. [ronia accidental «—— Tronista Empezando por la base del tridngulo, se encuentra una interaccién entre el mundo objetivo y el ironista, dispuestos a mantenerse en la incongruencia. Es a través de la interaccién de estos elementos que los “sucesos” son hipostados y que la ironia accidental aflora. Esa ironia sirve entonces como el paradigma estructural para la ironia 21 intencional y cuyo agente es el decepcionado y engafiado ironista. La ironiaintencional deja su huella en la victima y se suma alaironia ya existente en el mundo, contribuyendo a que las fuerzas de la incon- gruencia llamen la atencién de otros ironistas potenciales (ellos (ambién exvictimas), los que perpetian el proceso ciclico. Lo que vale la pena subrayar aqui, es que la ironia objetiva, intencional o accidental, no se sitta ni en el mundo nien el ironista, sino en una rona de la historia que acontece entre los dos. Mis comentarios siguientes revelan en qué sentido la ironia subjetiva no reside exclusi- yamente en el ironista y como la objetiva prescinde totalmente de él. La aprehensién y asimilacién de la ironia se puede caracterizar en un proceso de tres etapas. El primer paso supone la cooperacién entre el ironista y el mundo para hacer surgir la paradoja, la incongruencia y la contradiccién. Como respuesta refleja de los eventos percibidos, la mente irénica entra en la segunda fase, en la que se desarraiga o distancia a si misma de su circunstancia inmediata. La variedad de (érminos que los criticos han empleado para describir este movi- miento (“falta de identificacién”, “distanciamiento”, “reserva”, “ena- jenacién”, etc.), no deberian distraernos, lo que nos interesa son los factores comunes a su naturaleza 3°. Pero el tercer paso en el meca- nismo interno, —lo que sucede con elironista una vez que ha logrado emanciparse de lo que lo circunda y de sus impulsos— ha logrado dividir a los te6ricos. Una escuela de pensamiento representada por Thompson, consideraria al ironista, como algo parecido a un martir; el efecto de la ironia se concibe como una discordancia emocional sentida cuando algo es doloroso y gracioso al mismo tiempo 3". Enel otro extremo se encuentran criticos como David Worcester que conciben al vacilante ironista congracidndose con el choque: “Cuando la mente se paraliza con los estimulos conflictivos, la ironia ofrece el camino para escaparseles y pasar por encima de ellos. La razon se salva del efecto aplastante de las érdenes divergentes y la mente recupera su equilibrio” 32, En un plano mas general, la pregunta es ésta: jes el ironista un cobarde feliz que concientiza facilmente la sintesis de proposiciones irreconciliables, o se trata de un mediador atormentado y atrapado en un polémico embrollo de doble nudo? En lugar de ponernos adiscutir cada parte de esta pregunta, determi- nemos la siguiente cuestién. Eseneledmo maneja uno su ironia, que se forja el resultado del proceso y estos resultados pueden ser tan disimiles como la exuberante figura de Folly de Erasmo y el patético y horripilante patriarca de Garcia Marquez 53. Todo lo que puede hacer la ironia, es impartir un momento de resonancia en el instante en que las paradojas son registradas y se evalian los factores que compiten. E] mecanismo se puede entender mejor como un momento espacial mas que temporal, el que permite una simultaneidad de visiones desde diferentes perspectivas. Una vez adquirido el habito dela aprehensidn irénica, deja de interferir con lo que parece ser una accion unilateral. La instalacién del circuito irénico y, Por supuesto, el desdoblamiento del ser sobre si mismo, resulta en una experiencia modificante desde el punto de vista del ironista. Ademas, fuerza una clase diferente de accién de la que se hubiera producido en el surgi- miento parcial de los sucesos. Reafirmando lo que Jankélévitch lama “justicia de sucesién” y una “justicia de coexistencia” (el enton- ces como el ahora y el all4 como el acd) en cualquier situacién dada, clironista puede funcionar en el mundoen una forma consistente con la reflexién circunspecta. Es evidente que no puedo tomar Partido en esta polémica. La tnica respuesta adecuada para la alternativa entre la ironia como una apertura problematica y una conclusi6n simple, es la aporfa socra- tica, Con el debido prefacio, Por supuesto. El estado taciturno del ironista, es una declaracién, ausente de la visién de la verdad del ironista como un proceso de contradiccién légica que se desenvuelve eternamente. En términos concretos, esa verdad es inconcebible y mucho menos, susceptible de una adecuada representacién a través de las palabras. La verbalizacién esté entonces minimizada y canali- zada principalmente a modo de interrogacién. 23 |.4 ironia subjetiva es, entonces, imposible de expresarse simbdlica- mente e igualmente imposible no trasmitirla sin fraccionarla. Tal como lo he sugerido, no es simplemente subjetiva, ya que es el verdadero sentido del ser como otro, en parte como mundo y en parte como ser, en parte td y en parte yo, mds una relacién o movimiento (uc una entidad. En el momento en que el ironista construye la ironia 4 partir de la rudimentaria incongruencia del mundo, también esta consciente de constituirse el mismo, como un sujeto y objeto irénico, |. ironia subjetiva implica la libertad de concebirse a uno mismo no jblo como un sujeto, sino como una funcién en un sistema evasivo y paraddjico cuya indenominacién es llamada ironia. Ironia narrativa lal como lo he expresado, la ironia —objetiva y subjetiva, intencio- nal y accidental— puede, por supuesto, tomar parte en las tematicas de las obras de ficcién e identificar el fenomeno del momento de la ironia (y de lo irénico), en novelas existentes; esto formara parte considerable de mi andlisis. Sin embargo, ademas de ofrecer estos reflejos de vida, la ficcién narrativa acarrea en sus intersticios una forma potencial de ironia que es fundamental en nuestra tarea, Esta propiedad —la distancia—, es inherente a toda forma de ironia olisica. En el caso original de la ironia dramatica, entre el alazén por un lado y elespectad or teatral y el eiron disimulante por el otro, uno encuentra la distancia entre la ignorancia y el conocimiento. En la ifonia intencional objetiva, entre el hablante que quiere decir el Opuesto de sus palabras o que tiene varios sentidos en mente, y el oyente que toma las palabras solamente en su valor superficial, se encuentra también lo que convierte en remotas, la duplicidad y la inocencia. Y entre el observador de una ironia accidental y el fenéd- meno contradictorio que él critica —ya sea en un debate tedrico, en wna obra de arte o los sucesos del mundo—, una vez mas uno nota el desarraigo implicito en la reconciliacién pretendida o exitosa de los Py contrarios por parte del sujeto. Dado que laironia esta acompafiada siempre por la distancia, la deduccién inevitable es que la distancia es una de sus caracteristicas esenciales. Esta relacién invariable me ha sugerido denominar la distancia de y, entre los elementos constantes de las obras de ficcién, “ironia narrativa”, Los elementos que escudrifio, particularmente en los cuatro capitu- los de la parte I “Ironia estatica”, son de sobra familiares; autor, narrador(es), personaje(s) y lector. Este modelo ha sido sugerido por Wayne C. Booth, quien ha contribuido con un gran estudio sobre el modo en que opera la ironia en el lector 4, En The Rethoric of Fiction, Booth afirma con respecto a los trabajos internos de la ficcién narrativa: “en cualquier experiencia de lectura hay un didlogo implicito entre autor, narrador, los otros personajes yel lector. Cada uno de los cuatro puede variar en relacion a los otros, desde la identificacién hasta la completa oposicién en cualquier eje de valor moral, intelectual, estético y hasta fisico 35. Agregando un factor temporal a la lista de Booth, aleanzamos un completo repertorio para la creacién de la ironia estatica narrativa. Sinembargo, prefiero el término desironfa a la metdfora de Booth de “identificacién”, cuando se reficre a cero distancia intratexto. E ironia intra- elemental, es un refinamiento necesario para denominar una situa- cién donde la distancia, no es entre los componentes, sino en un componente dado. En la parte Il, “Ironia cinética” voy mas alla de este marco para asi dar cabida a formas mds complejas de la ironia (esa que separa a una, de las estructuras 0 procesos, del lenguaje ode la literatura) y también para investigar la relacién entre la ironia y la comedia, como también entre la ironia y la fragmentacién. Nuestra agenda consiste entonces en incorporar la nocién de ironia narrativa sugerida por Booth, con los sentimientos mds convencio- nales en que la ironia es entendida, y, aplicar todo el aparato irénico a una muestra sobresaliente de ficci6n contempordanea hispanoame- ricana. Las novelas estudiadas en su orden de aparicién son, La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes (México, 1962); Pedro Pdramo de Juan Rulfo (México, 1955); La traicién de Rita Hay- worth de Manuel Puig (Argentina, 1968); Tres tristes tigres de Gui- \lermo Cabrera Infante (Cuba, 1967); Mario Vargas Llosa, La tia Julla y el escribidor (Peri, 1977); El libro de Manuel, de Julio Cortazar (Argentina, 1973) y de Isaac Goldemberg, La vidaa plazos (Pert, 1978) *. ‘Todas ellas son en un sentido o en otro, obras altamente irdnicas. Determinar los varios sentidos en que lo son, asi como identificar las ooordenadas especificas de sus textos en su respectivo juego irénico, 0) una tarea reservada para el epilogo.

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