Amigos y Amigas:

La noche del 7 de febrero pasado terminó una de las más hermosas jornadas
electorales en la historia de nuestro país. En medio de un mundo en crisis,
Costa Rica dio nuevamente una lección de civismo y democracia, reconoció la
necesidad de continuar con los buenos programas de la actual administración,
y nos otorgó un claro mandato para seguir luchando por el bienestar del mayor
número.

Mi propuesta al pueblo costarricense no dejó lugar a dudas de nuestro

compromiso con los que menos tienen y por construir un país de oportunidades
para todos: la generación de nuevos y mejores puestos de trabajo, la
necesidad de impulsar el desarrollo de energías limpias, la creación de una red
nacional de cuido para menores de cinco años y adultos mayores, la urgencia
de atender seriamente el problema de la seguridad, serán las prioridades de la
agenda nacional en los próximos años. Para ello he querido contar con la mejor
gente, hombre y mujeres honestos, con experiencia y conocimiento en su
campo, y totalmente comprometidos con el país. Esta importante agenda
nacional la sacaremos adelante con trabajo y convicción, dialogando con todos
los partidos políticos y actores sociales, y construyendo los acuerdos
requeridos para seguir avanzando, sin que eso signifique retardar la toma de
decisiones.

Le agradezco al pueblo costarricense la confianza depositada. Agradezco en

especial a la dirigencia liberacionista de todo el país por haber aceptado la
invitación a formar parte de esta página de nuestra historia. La entrega y
compromiso mostrados son motivo de aliento para seguir trabajando por Costa
Rica. Espero seguir contando con su ayuda y colaboración, pues hoy, más que
nunca, unidos bajo la bandera tricolor, debemos decir: adelante, siempre
adelante.

Cordialmente,