Un da despert por la noche y me acerqu a los estantes de la vieja biblioteca tan
cargada de polvo y rodeada de colores oscuros. Mir como quien busca dejar atrs el cansancio que perdura de un sueo, pero apenas me pare delante de aquellos libros pude ver que no era solo cansancio sino tranquilidad. Abr mis ojos pero ya no me molestaba el tambalearme inestable y agotado, ya no era parte del enojo por haberme levantado lo que haca que me sintiese un poco cado. Me sujet de los estantes como quien evita un descenso, como quien herido por la espalda ya no siente nada ms que los pasos. Como un viejo mrtir perpetuando su existencia solo defendiendo sus ideas. Mir nuevamente a los estantes donde abundaban obras de filosofa e historia. Mir entre la difusa melancola y el borroso reverso de mis pupilas. Mir y sin entenderlo ca de golpe en el suelo como desplomado por el aire. Ca y dorm por horas.