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El incremento de la carga animal aumenta la producción por hectárea, ya que se logra una
mejor utilización del forraje. Sin embargo, esto va acompañado de una reducción de la
ganancia por animal. Para el engordero, este hecho podría ser de vital importancia si debido a
la baja ganancia por cabeza los animales no pudieran alcanzar el peso de faena antes de
comenzar un período de escasez de forraje, o antes que un nuevo grupo de terneros destetados
esté listo para iniciar el proceso de engorda.
En el caso del pastoreo continuo no implica una defoliación continua. Se realizó un trabajo
sobre frecuencia e intensidad de defoliación de macollos de Falaris y estolones de trébol
blanco bajo pastoreo continuo. Los resultados revelaron que un animal vuelve a consumir el
mismo macollo cada 10 a 20 días. El tiempo entre dos defoliaciones sucesivas de un mismo
macollo depende de la carga animal y la cantidad de forraje disponible, que en conjunto
determinan la presión de pastoreo. Esto constituiría una especie de pastoreo rotativo regulado
por el animal, con períodos de descanso de 10 a 20 días para cada planta. Además, se
demostró que cuando un animal pastorea un macollo solo consume alrededor del 40 a 50% de
la hoja. De este modo, aún cuando la frecuencia de defoliación bajo pastoreo continuo puede
ser más alta que bajo pastoreo rotativo, la defoliación completa nunca se produce, excepto en
casos de sobrepastoreo.
El consumo de forraje puede ser determinado por el tiempo de pastoreo multiplicado por la
tasa de consumo. La tasa de consumo puede a su vez ser dividida en tamaño de bocado y tasa
de bocado. El tamaño de bocado a su vez está determinado por la densidad del forraje y el
volumen. El volumen de cada bocado es el producto del área por la profundidad de cada
bocado.
Disponibilidad de forraje
kg o ton de MS/ha. También se puede expresar por animal (kg de MS/animal).
Existe una respuesta positiva del consumo a un aumento en la disponibilidad, hasta un punto
en que ésta pasa a ser limitante. Este punto se conoce como disponibilidad crítica, bajo la cual
el consumo de forraje comienza a ser significativamente afectado. Este valor de disponibilidad
crítica varía según el tipo de animal y su estado fenológico. En general en vacas lecheras es de
alrededor de 1500 a 2000 kg de MS/ha y en ovinos de 500 a 800 kg de MS/ha
Estructura de la pradera
Altura: Incrementos en la altura de la pradera producen un aumento en el consumo y un
aumento en la producción por animal hasta un cierto límite que es dependiente del tipo de
animal. Existe evidencia práctica que pasado un cierto nivel de altura la productividad animal
decrece, debido a un efecto indirecto de reducción en la calidad del forraje.
Densidad: kg de MS por ha por cm. Esta característica de la pradera ejerce un importante
efecto en el tamaño de bocado y por lo tanto en el consumo. El tamaño de bocado tiende a
disminuir cuando la densidad del forraje en el horizonte superior de pastoreo cae bajo 25 kg
de MS/ha/cm
El consumo de forraje en vacas lecheras se encuentra cercano al máximo con una altura de
residuo de 8-10 cm.
El conocimiento que el pastoreo a relativamente baja altura de residuo es compatible con la
mantención de altos niveles de producción por animal y un mejoramiento en la utilización de
la pradera ha motivado el desarrollo de dos tecnologías que son:
1. La imposición de un pastoreo severo de una manera disciplinada para maximizar la
producción por hectárea.
2. El uso de forrajes suplementarios para compensar las naturales variaciones en consumo
cuando la disponibilidad o calidad de la pradera son limitantes.
Los resultados indican que para obtener una máxima producción de MS es mejor un pastoreo
severo con baja altura de residuo, pero al mismo tiempo permitiendo un largo intervalo entre
pastoreos comparado con un pastoreo liviano dejando una mayor altura de residuo.
La distribución de bostas por medios mecánicos después del pastoreo no ha producido efectos
positivos.