La vida del ser humano en este plano de la creacin funciona gracias al
intercambio de energas, de las cuales podemos diferenciar 3 tipos: El aire,
los alimentos y las emociones. Cada uno de estos forma parte de las necesidades intrnsecas que definen nuestro ser. Lamentablemente entorpecemos nuestra recepcin emotiva y poco a poco vamos olvidando la magnificencia de sentir la verdadera felicidad. Desde nios podemos percibir como las emociones nuevas alimentan nuestra alma, alegras blancas y puras nutren el estado ms etreo de nuestro ser. Sensaciones excitantes gratifican nuestra vida y permiten una maduracin y un acercamiento hacia la luz absoluta creadora. A travs de innumerables frecuencias manifestadas en cada emocin, avanzamos conforme lo que nuestra alma va requiriendo. Pero el acercamiento hacia la luz se ve interrumpido por un laberinto de emociones, un ciclo oscuro creado por el olvido del verdadero yo, la desconexin con la inteligencia csmica. De esta manera, al adentrarnos en la juventud, comenzamos a perder el sentido de la verdadera felicidad y la sustituimos por deberes, responsabilidades, y obligaciones que nos acercan a la supervivencia pero nos alejan de la iluminacin. La magia de la vida desaparece poco a poco y nos prohibimos alcanzar el mximo potencial como seres humanos fsica, emocional y mentalmente. Los sentimientos negativos como el odio, la envidia y el orgullo surgen como respuesta instintiva de nuestro ser para repeler situaciones incoherentes a nuestra verdadero camino. La envidia representa la bsqueda inconsciente del alma de la verdadera felicidad, tristemente olvidada, la cual intenta encontrar en lo material aquello que hace tiempo sinti.