Вы находитесь на странице: 1из 7

La Cenicienta

Análisis de los estereotipos sexistas

UNED

31 de marzo de 2010
Autora: Carmen Cantillo
La Cenicienta
Análisis de los estereotipos sexistas

El contexto:

En 1950, fecha en la que se estrena esta película, la posición de la mujer en la sociedad estaba relegada al
ámbito privado, su función era la de “ama de casa” y así encontramos en la publicidad de aquel entonces

imágenes como ésta , aunque lo peor son los comentarios sobre la


vestimenta ajustada que debía lucir en todo momento para agradar a “su marido”. Y es que durante los
años cincuenta, la mujer se vio de nuevo atrapada en un estrecho corsé que la cohibía en todos los
aspectos y no sólo en el sentido literal que la prenda le pudiese proporcionar. Tras haber apoyado a su
marido durante la guerra, deseaba volver a ser totalmente femenina, y para ello renunció sin saberlo a
parte del terreno ganado para meterse otra vez en la cocina: representaba el ideal de la casita en el
campo, perfectamente decorada a la última, con electrodomésticos que facilitaban las tareas y con un
aspecto impecable desde la mañana a la noche.

Por tanto, no hemos de extrañarnos al ver representadas las doncellas de la película con unas siluetas que
cortan la respiración con solo mirarlas.

Los personajes:

En esta película podemos localizar 5 personajes femeninos y 4 masculinos, sin embargo; esta mayoría de
mujeres no darán un mayor peso a sus historias ni a sus vidas, puesto que todos los personajes femeninos
están subordinados a los masculinos y van a definir su poder y sus deseos exclusivamente según la
narrativa y la potestad del macho dominante1.

Encontraremos a la mujer desde dos perspectivas, una en el plano de la juventud y como seres
La Cenicienta | 31/03/2010

potencialmente deseables: a una Cenicienta, prototipo de virtudes femeninas y en el lado opuesto


estarán sus hermanastras Anastasia y Drizella, que reflejan todo lo que una doncella debe ocultar si es
que desea encontrar un marido2; y, otras en un ángulo asexuado y sin cualidades que las hagan
1
Este aspecto lo podemos ver desarrollado en el apartado “Lo que los niños aprenden de Disney” del libro “El ratoncito feroz:
Disney o el fin de la inocencia” de Henry A. Giroux.
2
Por este motivo se acicalan e incluso llegan a esconder sus desmesurados pies, símbolo de poca femineidad cuando esperan
ser elegidas futuras princesas.

1
“apetecibles” por el género masculino: a la madrastra Tremaine, arrogante y altiva y al hada madrina,
regordeta y bondadosa.

En la vertiente masculina sobresale el hombre apuesto que es el príncipe, quien a pesar de sus escasas
apariciones representa el papel más importante de la historia, pues en torno a él y al fin de su soltería va
a desarrollarse toda la trama; el rey, ya está mayor y necesita que su hijo continúe su estirpe3, por tanto,
se nos presenta como un hombre impaciente. En unos papeles secundarios, aunque no por ello con
menos valor en la historia, se encuentran El Gran Duque y el cartero real, los cuales son nombrados por
sus profesiones, denominación que nunca vamos a encontrar en el caso de las mujeres.

Un papel digno de tener en consideración juegan los animales que siempre aparecen como compañeros
de Cenicienta, ya que lejos de suponer una mera compañía como es el caso de Lucifer para sus
hermanastras y madrastra; en este caso se trata de legitimar una jerarquía social que forma parte del
orden estructural de la sociedad.4

Ubicación de los personajes y las tareas:

Los personajes femeninos se encuentran en el hogar, en el ámbito privado: unas, como Cenicienta,
realizan las tareas domésticas y otras como sus hermanastras y madrastra, las reciben; pero ninguna de
ellas, a pesar de la precaria situación económica en la que se encuentran “la madrastra había dilapidado la
fortuna familiar…”, se permite incorporarse al terreno laboral. Por tanto, todas son víctimas y se nos
presentan como seres excluidos de la esfera económica5. En todo caso, la única salvación que se les
presenta es la de “atrapar” a un hombre de buena posición que les dé el lugar de “mantenidas” al que se
supone que han de aspirar.

La imagen de Cenicienta, harapienta y descuidada es un signo de identidad en su entorno más próximo y,


cuando luce vestidos lujosos, ni sus hermanas son capaces de llegar a conocerla; es de destacar la
importancia que el aspecto externo tiene entre las mujeres que incluso llegan a metamorfosearse,
apareciendo con una imagen totalmente renovada.6

Por el contrario, los personajes masculinos tienen asignadas unas funciones de una gran relevancia social
y aparecerán en la esfera pública adoptando decisiones que repercutirán en las vidas y el posterior

3
Sylviane Agacinski en Política de sexos nos dice: El amor de las mujeres es bueno para los que quieren sobrevivir a través de sus hijos
(deseo popular), mientras que el amor sublimado de los chicos es bueno para aquellos que desean contemplar las ideas eternas (Pág. 94)
4
Giroux en Cultura Infantil y Multinacionales se refiere a este aspecto en la pág. 75, cuando nos pone sobre aviso de que la
naturaleza y el reino animal en las películas de Disney proporcionan el mecanismo para presentar y legitimar la jerarquía
social, la realeza, la desigualdad estructural…
La Cenicienta | 31/03/2010

5
“Por exclusión económica no entendemos solamente el hecho de que las mujeres… hayan sido mantenidas en casa,
dependientes financieramente de su familia de origen o de su marido. Sino también, a la inversa, entendemos la exclusión del
trabajo doméstico femenino de la esfera económica” En estos términos se refiere Sylviane Agacinsky cuando se refiere al
Universal masculino en Política de sexos. (Pág. 69)
6
Este efecto vendría a suponer lo que Román Gubern nos describe como la función performativa imprescindible, que
convierte a las imágenes en útiles para obtener los efectos que de ellas se pretenden (Pág. 75) y en la ideología que transmite
Disney provoca un efecto sobre las niñas, quienes al vestirse de princesa no consiguen una mera simulación, sino una
verdadera metamorfosis identitaria plena.

2
desenlace del resto de personajes (por supuesto, las mujeres); así, decidirán con quién han de casarse,
cuándo, podrán elegir…

El relato:

Al comenzar la película, una voz femenina nos introduce en la historia con las siguientes frases: Erase una
vez un pequeño reino… rico en romances…vivía un caballero viudo con su hijita Cenicienta, el hombre era un padre
cariñoso que daba a su hija… creía que ella necesitaba los cuidados de una madre, por tanto volvió a casarse…”.
Estas frases nos sitúan en el contexto donde se va a desarrollar todo el relato: un “pequeño reino” donde
a los romances7 se le va a dar un tratamiento privilegiado y en base a los sentimientos y una “sensiblería
de marca” van a presentarnos los personajes sus experiencias de vida.

Como la mayoría de los personajes femeninos de Disney, Cenicienta va a carecer de progenitores que la
protejan: de entrada se nos anuncia que no tiene madre y antes de llegar al minuto 3:00 del film, nuestra
princesa queda huérfana de padre también y, bajo los cuidados de “una madrastra” que su padre se
encargó de buscar antes de morir, puesto que este caballero viudo es definido como una persona incapaz
de atender las necesidades de su hija, por lo que tendrá que “buscarse una mujer”, quien, como todas las
mujeres, se le presuponen estas cualidades genéticas.

Relaciones sociales que se legitiman:

“…vanidosas y egoístas hijas que abusaban y humillaban a Cenicienta, quien finalmente se vio convertida en la
sirvienta…” La relación de poder que la Madrastra y sus hijas ejercen sobre Cenicienta, legitima el papel
subordinado de ésta última, a quien para reconocerla mejor en esta investigación, hemos denominado
“La princesa víctima de Mobbing y sin derechos laborales”

Los estereotipos sexuados que se representan en los personajes del cuento, se ven reflejados también en
los animalitos: las hembras ataviadas con delantal reflejo de las humanas y los machos realizando labores
de mayor envergadura; incluso cuando Cenicienta se dirige a ellos, lo hace en masculino genérico,
aunque esto formaba parte del lenguaje habitual de la época.

El entorno más próximo a Cenicienta se encuentra en un estatus inferior y lo asume sumisamente, pues
éste es su lugar, de este modo encontramos una controversia entre los papeles que han de representar el
gato (poderoso) y el perro (sumiso) a quien Cenicienta le aconseja que aprenda a apreciar lo poco que
tiene para no perderlo.

Cuando desaparece el encantamiento, Cenicienta y su calabaza quedan en el camino, ella se esconde,


pero la guardia real pisotea la calabaza, dejándola destrozada en el camino, esta imagen nos muestra
como el poder puede pisotear los sueños de los menos privilegiados.
La Cenicienta | 31/03/2010

7
Es curioso, pero el significado de la palabra “romance” en el diccionario de la R.A.E. es: Relación amorosa pasajera, y no creo
que fuese éste el tono que se le pretendiera dar al término, puesto que ni por la época en la que se desarrolla la historia, ni
por los años en la que esta película fue estrenada, ni por la importancia que la multinacional Disney otorga a la familia, las
relaciones pasajeras se encontraban dentro de los límites morales… Más bien y relacionándolo con la canción que se oye de
fondo “Cenicienta deja que tu corazón te conduzca hacia un mundo de ilusión…tu secreto es la felicidad” el sentido sea introducirnos
en un mundo “sensible” en el que los sentimientos van a jugar un papel importante en nuestra evolución como personas.

3
Expectativas proyectadas por la princesa y su entorno:

“…verás que un día tu vida cambia de color…”, “…por mucho que ahora sufre el alma, si no pierdes la calma,
podrás encontrar el amor…” La salida a su penosa situación, la exterioriza Cenicienta cantando esta
canción, ella no hace nada por cambiar la evolución de su vida, espera pasivamente que todo suceda.

Cuando acaba el encantamiento de Cenicienta, ella pide perdón a los animales por haber perdido la
noción del tiempo y comenta: “…Uhm! pero fue algo magnífico, era tan guapo… estoy segura de que el
príncipe podría ser más… más…” Sus esperanzas están puestas en ese hombre que acaba de conocer.

“…yo me encuentro muy solo en este desolado palacio y… y quiero oír el sonido de unos pequeños pies
correteando…” comenta el Rey, ante la visión de su vejez y la soledad en la que quedará su reino si su hijo
no “sienta la cabeza”, olvidando las “tontas ideas románticas” y buscando una doncella con quien darle
descendencia.

“…y por orden del Rey, hoy han de acudir a palacio las doncellas casaderas…” Lee Mme. Tremaine en la carta
que trae el cartero real, sus hijas al oír el texto contestan exaltadas: “¡Nosotras!” “…Yo soy tan casadera”
tanto las hermanastras como Cenicienta, muestran su necesidad de acudir para ser elegida por el
príncipe; es más, en ningún momento del relato Cenicienta ha expresado sus opiniones, pero es el deseo
de “atrapar” a un hombre lo que le hace manifestarlo públicamente y plantea esta rivalidad ante sus
hermanastras “¿Y por qué no? Todavía pertenezco a esta familia.

Principales conflictos planteados:

Un conflicto de gran importancia que se pone de manifiesto en esta película, son los celos entre
hermanas, quienes llegan incluso a utilizar la violencia contra la que proyectan este sentimiento.

La envidia de la madrastra la lleva a maltratar a Cenicienta, quien no está legitimada para hablar ni
opinar. Podemos comprobarlo en diálogos como éste:

Cenicienta: - Por favor, no pensará que…


Madrastra: - ¡Cállate! vaya, al parecer te sobra el tiempo
Cenicienta: - Si yo sólo intentaba…
Madrastra: - ¡Silencio!

El discurso:

Las frases:

“…veamos niña… el color de tus ojos, algo sencillo pero atrevido…” son los datos que necesita el hada madrina
La Cenicienta | 31/03/2010

para confeccionar el traje con el que deslumbre Cenicienta a su príncipe. No hay que olvidar que por
aquella época (1950) las jóvenes debían vestirse y maquillarse con colores que entonasen con su piel y
ojos; es más debían permanecer acicaladas durante todo el día8.

8
Era lo que se conocía como Perfect Lady El estilo de la década: lo más importante era que el maquillaje presentara colores a
juego con la última moda. (Recuperado de: http://usuarios.multimania.es/ninielilla/fourphotogalery3.html el
31/03/2010)

4
“…no me entra en la cabeza, tiene que haber alguna que sea una buena madre… digo esposa” comenta el rey
cuando las doncellas que se han presentado para que el hijo pueda escoger, no le agradan y le provocan el
aburrimiento. Las jóvenes aparecen en un escaparate y son expuestas como objetos para ser elegidas
como meras hembras reproductoras. Como dice Simone de Beauvoir: En la trampa de la reproducción, está
la opresión que sufren las mujeres.9

“…De pronto se detiene y las mira buscando, ahí está la mujer de sus sueños, no sabe quién es, ni de dónde ha
llegado… ni le importa, porque su corazón le está diciendo que ella es la chica destinada… Mientras el Gran
Duque narra cómo puede ser el momento de la elección que haga el príncipe, frases como ésta ponen de
manifiesto la poca importancia que se le concede a la mujer, puesto que no importa quién sea (son seres
relativos), sino que sea la elegida como reproductora.

“¡Espera, por favor, vuelve! Ni siquiera sé tu nombre, ¿cómo podré encontrarte? El príncipe ha quedado prendado
de Cenicienta, ha bastado un solo instante, en el que no han intercambiado ni su identidad, pero ha sido
suficiente para que emprenda una búsqueda por toda la ciudad.

“Aún puede ser que una de las dos gane” Comenta la madrastra a sus hijas para referirse a la doncella que
busca el príncipe y que sólo ha de reunir como requisito que pueda portar el zapato de cristal. La idea de
ser elegida como futura princesa, se plantea como un premio, donde el trofeo a conseguir es “un
hombre”.

Las canciones:

La misma canción “…canta el ruiseñor…” es interpretada por Cenicienta quien la canta con una melodiosa
voz y por sus hermanastras, de cuyo canto, hasta el gato reconoce su nefasta interpretación. En
contrastes como éste se ponen de manifiesto “La aparición de la maldad tan próxima a la bondad y la
inocencia…”10 con las que Disney acostumbra a estereotipar los polos opuestos: belleza-fealdad.

Los ratones cantan cuando las hermanastras explotan laboralmente a Cenicienta: “día y noche Cenicienta,
barre esto, haz la cama… la tienen de criada… termina mareada”; incluso los animales (seres inferiores) se
dan cuenta del engaño a que han sometido a Cenicienta al prometerle que irá al baile, aunque ella
ingenua, ha llegado a pensar que la dejarán actuar en igualdad de condiciones que sus hermanastras.

La música:

La intensidad y el tono de la música que aparece en algunas escenas, por ejemplo, cuando Cenicienta baja
por las escaleras luciendo el vestido que le han restaurado los ratones, es suave, mientras que se va

9
EL SEGUNDO SEXO - V1 - LOS HECHOS Y LOS MITOS - SIMONE DE BEAUVOIR, en su página 21 nos expone: 21.-
La Cenicienta | 31/03/2010

Tres factores concurren en la opresión de la mujer: ontológico, biológico y cultural -- el decisivo es el cultural. EN LA
TRAMPA DE LA REPRODUCCIÓN ESTÁ EL ORIGEN DE LA OPRESIÓN QUE SUFREN LAS MUJERES.
10
En el libro “Cultura infantil y multinacionales” (Pág. 51) Joe L. Kincheloe al referirse a la película "Solo en casa", nos
describe el efecto que causa la aparición de la bondad junto a la maldad, para conseguir reforzar el efecto deseado, que no es
otro que el de configurarle apariencia de monstruo. Este mismo efecto lo vemos reproducido en muchas de las escenas de
Disney: hermanastras (feas) y Cenicienta (bella); la Bella y la Bestia; la madrastra de Blancanieves... donde el juego con
personajes estereotipados que representan los extremos de lo bueno y lo malo, suponen un elemento más para destacar la
imagen esperada, con lo cual se construye la identidad en la infancia.

5
agitando y volviendo estridente para acompañar a las escenas de violencia que sus hermanastras, fruto de
los celos, harán contemplar a l@s niñ@s como meros espectadores pasiv@s y que calarán en su
inocencia maleable.

Una música dulce y como procedente de un coro de ángeles, es la que acompaña a Cenicienta en sus
sollozos ante las injusticias a que se ve sometida, preludio en algunos casos, de la aparición de un hada
madrina que la salvará de sus problemas (haciendo realidad el encuentro de Cenicienta con su príncipe
azul). Hay que tener en cuenta que esa magia que proyecta el hada sobre ella, no la va a hacer adquirir
más recursos para paliar su situación de un modo autónomo, sino que servirán para reproducir su
carácter dependiente, pero en lugar de depender de unas mujeres “malvadas”, pasará a hacerlo de un
hombre a quien no conoce, aunque presupone maravilloso.

Cuando Cenicienta tiene que abandonar el castillo, la música vuelve a aumentar de volumen y, las frases
que el Gran Duque dirige a sus guardias son para que cierren las puertas e impidan que se escape, no
respetando la decisión que Cenicienta ha tomado de retirarse. Una vez más vemos unos
comportamientos machistas en los que la mujer es un objeto del que el hombre tiene su posesión y
decide por ella.

CONTINUARÁ…

Bibliografía:

Agacinski, S. (1998). Política de sexos. Madrid: Taurus.

Beauvoir, S. d. (1999). EL SEGUNDO SEXO - V1 - LOS HECHOS Y LOS MITOS . Madrid: Ediciones Cátedra.

Giroux, H. A. (2001). El ratoncito feroz: Disney o el fin de la inocencia. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Gubern, R. (2004). Patologías de la imagen. Barcelona: Anagrama.

Steinberg, S., & Kincheloe, J. (2000). Cultura infantil y multinacionales. Madrid: Morata. La Cenicienta | 31/03/2010

Вам также может понравиться