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Los estudios sobre la sexualidad lésbica han reforzado mitos que recrean el imaginario
masculino: clítoris monstruosamente desarrollados o utilización de instrumentos
inverosímiles. Definido como tribadismo y asimilado al hermafroditismo y la ninfomanía,
posible de ser curado con el matrimonio3, en el siglo XIX, fue clasificado junto a la
homosexualidad como “estados patológicos”.
Los primeros estudios científicos sobre el lesbianismo llevados a cabo por Karl
Westphald, Paul Moreau, Richard Kraff-Ebing, Lombroso, Havelock Ellis y Edward
Carpenter, Iwan Bloch y otros, acuñaron conceptos como “enfermedad”, “delincuencia”,
"anormalidad congénita”, "aberración", "degeneración", “perversión por no procrear” o
“pseudohomosexual”, cuya influencia construyó el humus en el que se prendieron las
raíces de la represión institucional y social.
Los estudios sobre la sexualidad lésbica han reforzado mitos que recrean el imaginario
masculino: clítoris monstruosamente desarrollados o utilización de instrumentos
inverosímiles. Definido como tribadismo y asimilado al hermafroditismo y la ninfomanía,
posible de ser curado con el matrimonio3, en el siglo XIX, fue clasificado junto a la
homosexualidad como “estados patológicos”.
Los primeros estudios científicos sobre el lesbianismo llevados a cabo por Karl
Westphald, Paul Moreau, Richard Kraff-Ebing, Lombroso, Havelock Ellis y Edward
Carpenter, Iwan Bloch y otros, acuñaron conceptos como “enfermedad”, “delincuencia”,
"anormalidad congénita”, "aberración", "degeneración", “perversión por no procrear” o
“pseudohomosexual”, cuya influencia construyó el humus en el que se prendieron las
raíces de la represión institucional y social.
Los estudios sobre la sexualidad lésbica han reforzado mitos que recrean el imaginario
masculino: clítoris monstruosamente desarrollados o utilización de instrumentos
inverosímiles. Definido como tribadismo y asimilado al hermafroditismo y la ninfomanía,
posible de ser curado con el matrimonio3, en el siglo XIX, fue clasificado junto a la
homosexualidad como “estados patológicos”.
Los primeros estudios científicos sobre el lesbianismo llevados a cabo por Karl
Westphald, Paul Moreau, Richard Kraff-Ebing, Lombroso, Havelock Ellis y Edward
Carpenter, Iwan Bloch y otros, acuñaron conceptos como “enfermedad”, “delincuencia”,
"anormalidad congénita”, "aberración", "degeneración", “perversión por no procrear” o
“pseudohomosexual”, cuya influencia construyó el humus en el que se prendieron las
raíces de la represión institucional y social.