Вы находитесь на странице: 1из 28
Capfruo 39 DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA ‘A menudo parece que Ja elaboracién de la politica econémica camina sobre la cuerda floja. Si se inclina demasiado hacia un lado, la economfa se enfrenta a un an- mento del paro. Si se inclina demasiado hacia el otro, hay inflacién. Aundue resulte dificil lograr el mejor de los mundos posi- bles, sf parece posible tener el peor: la pre- sencia simulténea de inflacién, paro y cre- cimiento lento. Muchos de los problemas macroecon6- micos bfsicos son el resultado de Ia varia- bilidad del nivel de actividad econémica, Si parece que la -economfaavanza ‘ren- queante, es posible que sea necesario darle tun empujén para reavivarla, Pero si se des- boca y no se hace nada para frenarla, es posibie que aparezca en el horizonte una inflaciGn. Tanto el paro como la inflacién pueden causar dificultades econémicas a grandes sectores de la poblacién. El paro afecta especialmente a los j6venes, que no tienen ningiin ahorro acumulado al que re- currir, asf como a los negros, las personas de origen hispano y los trabajadores no cualificados. La inflaci6n se cobra sus vic~ timas entre los jubilados, que pueden re- sultar perjudicados ya que su renta no au- menta en la misma proporcién que la infla- cién, No deberia sorprendemos que, en un tema tan vital como la salud econémica de un pais, existan tantas discrepancias inclu- so entre los expertos. Comenzamos este capitulo pasando revista a los datos rela- cionados con las fluctuaciones econémicas y al modo en que se han interpretado éstos, ‘A continuacién examinamos una cuesti6n relacionada con ésta: ,qué puede hacer el gobiemo para reducir las fluctuaciones econémicas? Veremos que las principales escuelas macroeconémicas pueden dividir- se en dos categorfas: las que defienden la intervenci6n del Estado y las que no la de- fienden. Para los economistas partidarios de la intervenci6n, la-cuestién se resume en encontrar la mejor manera de interve- nir; en el tltimo apartado de este capitulo pasamos revista a los principales instru- mentos y a los criterios que deben em- plearse para elegir entre ellos. Las fluctuaciones econémicas La recesién que comenz6 en 1990 en Estados Unidos puso fin a la mas larga ex- pansi6n que se ha registrado en épocas de paz. a lo largo de la historia de ese pais. La economia crecié ininterrumpidamente du- rante siete afios, 1983-1990. Una parte de ese crecimiento fue simplemente la recu- peracién de la peor recesién registrada desde la Segunda Guerra Mundial, que atenaz6 a la economia en los afios inme- diatamente anteriores a 1983. Pero aun te~ DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA 1133 Preguntas clave 1. gCudles son las distintas explicaciones de las acusadas fluctuaciones del nivel de ac- tividad econémica de una economia? ¢Por qué experimentan las economias recesio- nes periddicas en las que el paro es elevado, el crecimiento se desacelera y la pro- ucaién sufre, de hecho, una disminucién? 2. Por qué algunos economistas creen que el gobiemo no debe intervenir para estebili- zar la economia? ¢Por qué creen que esa intervencién es innecesaria, ineficaz 0 que Puede hacer mds mal que bien? ZY por qué otros economistas creen que @ veces puede ser uti Ia intervencin? 8. Sila intervencién es deseable, zcon qué instrumentos cuenta un gobierno? ¢Cudles son sus diferentes efectos? ¢Cuéles son los criterios para elegir entre ellos? PNB “Tendencia 1960 1965 «170=«CG7SSSSC8SSCTOKSSSCT A Desviacisn | Tasa de aro (%) Desviacién de la produceién 8 \ doa tondoncia (oveala {eel lequerda) eamtescale ti 19401945 1950 1955 1950 1965 1970 1975 1980 1985 1990 8 Fic 39.1, Las luctuaciones econémicas: la produccién en Estados Unidos. El panel A muestra que la produccién hha evolucionado por encima y por debajo de la tendencia a largo plazo en los ttimos cincuenta aos. El B compara la desviaciOn del PNB con respecto a su tendencia a largo plazo y Ia tasa de paro. Obsérvese que cuando el PNB es superior a su tasa a largo plazo, tiende a haber poco paro; y cuando es inferior, tiende a haber més paro, Fuente: Economic Report of the President, 1992, cuadto B-1; 1991, cuadro B-1 1134 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DELA ESTABILIDAD niendo eso en cuenta, el récord fue impre- sionante. La mayoria de los economistas crefan que 1a expansién no iba a ser in- definida, y estaban en lo cierto; la econo- mia entré en una recesién en el otofio de 1990, El nivel de actividad econémica experi- menta altibajos en todas las economfas modemas, Hay perfodos de aceleraci6n del crecimiento y aumento del empleo, se- guidos de perfodos de desaceleracién del crecimiento, La figura 39.1A muestra la evolucién de la produccién econémica de Estados Unidos en los wltimos quince afios. Se ha trazado, ademds, una linea que representa la senda que podria haber se- guido la economfa si hubiera crecido a una tasa estable. Esta Ifnea representa la fen- dencia a largo plazo de la economia. La figura pone de manifiesto que mientras que la tendencia a largo plazo es ascen- dente, 1a economfa se encuentra unas ve- ces por encima de ella y otras por debajo. El panel B muestra el porcentaje en que la economfa se encontraba por debajo o por encima de la tendencia. También muestra Ja tasa de paro a fin de ilustrar la correla- cin negativa entre estas desviaciones de la producci6n con respecto a la tendencia y el paro. Es evidente en la figura que la economia fluctia. Unas veces crece mds deprisa que otras. El término «recesién» se reserva para los perfodos en los que Ia produccién disminuye realmente, pero incluso cuando: la economfa crece a una tasa mucho més baja, también hay una recesién econmica, que tiene unas consecuencias significati- vas. Por poner un importante ejemplo, es probable que no se cree empleo a un ritmo que permita a la poblacién activa absorber a los nuevos trabajadores, por lo que el paro aumentard. Existen cuatro grandes teorias sobre la naturaleza de estas fluctuaciones del nivel de actividad econémica, que suelen cono- cerse con el nombre de ciclos econémicos. Segiin la teorfa tradicional de os ciclos econémicos, hay fuerzas inherentes a Ja economia que provocan flictuaciones. Se- gin Ia teoria de los ciclos econémicos rea- Jes, Jas fluctuaciones no son més que el re- sultado de perturbaciones aleatorias ¢ im. predecibles. Los monetaristas y los nue- vos economistas clésicos consideran que las fluctuaciones son, en gran parte, la consecuencia de una politica monetaria equivocada, Y los nuevos keynesianos consideran-que se debeni a (oda una varie. dad de causas tanto initernas como exter- nas a la economia, pero ercen que las ca- racteristicas inherentes de las economfas modernas amplifican algunas de las per- turbaciones y hacen que persistan’ sus efectos La TEORIA TRADICIONALDELOS CICLOS. BCONOMICOS Segiin la teoria tradicional de los ciclos econdmicos, la produccién econémica su- fre perturbaciones periddicas y previsibles, y es la estructura de la economtfa las que la Provoca. Segiin esta teorfa, la causa de las fluctuaciones es enddgena, es decir, inter- na a la propia economia; si estén en lo cierto, sus altibajos serian, en gran medida, previsibles. El modelo del multiplicador yel acelerador Para ver de qué manera las fuerzas inter- nas provocan fluctuaciones, supongamos que la economia se encuentra inicialmente en una recesi6n, pero la produccién co- mienza a aumentar. Supongamos que la expansién comienza con un aumento de las exportaciones de 10,000 millones de pesetas y que el multiplicador es 2,5. A continuacién, la renta nacional aumenta en 25.000 millones. Al aumentar las ventas en 25.000 millones, las empresas creen que DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLFTICA MACROECONOMICA 1135 necesitan instalar capacidad adicional, 0 sea, bienes de capital. Si el acelerador es 2 (cl acelerador es el aumento de los bienes de capital —Ia inversién— necesario para producir més), el aumento de las ventas de 25,000 millones provoca un aumento de la inversi6n de 50,000 millones. Ahora bien, el aumento de la inversién de 50,000 mi- Hones provoca, a través del proceso del multiplicador, un aumento de la produc- cién de 125.000 millones (50.000 millones x 2,5). El aumento de las ventas refuerza el optimismo de las empresas. Al querer mantener la produccién al mismo ritmo gue las ventas, aumentan 1a inversin en 250.000 millones (ia produccién ha au- mentado en 125,000 millones, por lo que piensan que necesitan 250,000 millones de nuevos bienes de capital). Y este aumento de la inversién provoca un aumento atin mayor de la produccién. Finalmente, la economia se encuentra con restricciones; por ejemplo, una esca- sez de mano de obra puede limitar su ex- pansién. Cuando se encuentra con estas restricciones, deja de expandirse o, al me- tios, no se expande tan deprisa. Pero cuan- do la economia se expande a un ritmo mas lento, distninuye la demanda de inversién. YY como consecuencia de los efectos mul- tiplicadores, desciende 1a demanda agre- gada, por lo que comienza una recesin econémica. Al disminuir la produccién, disminuye atin més la inversi6n, acentuan- do el declive. La inversién se detiene. Pero a la Jarga las viejas m&quinas se des- gastan o se quedan obsoletas, Se necesita nueva inyersin incluso para obtener el bajo nivel de produccién que acompaia a una recesién. Esta nueva inversién esti- mula la demanda, lo cual estimula, a su vez, la inversién; la economia vuelve a expandirse. Esta manera de relacionar los ciclos econdmiicos con el funcionamiento interno de la economfa se denomina modelo det multiplicador y el acelerador y tue desa- rrollado por primera vez. por el Premio No- bel Paul Samuelson. profesor del MIT.! EL término se debe a dos importantes ingre- -dientes del modelo: el multiplicador anali- zado en el capitulo 28 y el acelerador, ba- sado en la relacin entre el capital y 1a pro- duceién, analizado en el 29. La TEoRIA DELOS CICLOs ECONOMICOs REALES En contraste con la teorfa tradicional de loa ciclos econémicos, que considera que 6stos son periédicos y previsibles, la teorfa de los ciclos econémicos reales considera que las fluctuaciones de la produccién eco- némica son aleatorias ¢ imprevisibles. En- tre sus principales defensores se encuen- tran Charles Plosser y Robert King, profe- sores ambos de la Universidad de Roches- ter. Segin esta teorfa, si la economia ha venido creciendo un 4 %, es tan probable el préximo affo que crezea un 5 % como que crezca un 3 %. Si est creciendo un 2 %, es tan probable que el préximo aio crezca un 1 % como que crezca un 3 %. Mientras que la escuela tradicional de los ciclos econémicos considera que la causa de las fluctuaciones son las fuerzas inter- nas de la economfa, como el funciona- miento del multiplicador y el acelerador, esta escuela culpa a los acontecimientos extenos y reales, como la variacién del precio de un factor importante como el pe- tréleo, los desastres naturales y, sobre todo, las perturbaciones tecnoldgicas, como los nuevos inventos. Estas perturba- ciones proceden todas ellas de fuera de la economia 0, al menos, de fuera de la parte 1. Ba la sencilla versi6n del modelo que desorcoll6 Sa smuslson, na desempeta papel alguno la limitaci6n que impo re el pleno empl a la economia. Samuelson demosté que ea posible tener un ciclo exonémico sin basarseen esas res- teeciones. Sin embargo, Richard Goodwin, profesor americe no de la Universidad de Cambridge (Inglatera),y el Premio [Nobel Sir John Hicks, profesor dela Universidad de Oxford, than puesto énasis en Ia imnportancia de esas liiaciones. 1136, MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DELA ESTABILIDAD de la economia en la que estamos centran- do la atencién; son acontecimientos exdge- nos, Como son ex6genos, estén fuera del control de los responsables de la politica econémica. Las perturbaciones en las que centran la atencién los te6ticos de los ciclos econd- micos reales son las que se refieren al lado de la oferta de la economfa,’a lo que las empresas estén dispuestas a producir, cual- quiera que sea el nivel de salarios y de pre~ cios. Por lo tanto, los teéricos de ios ciclos econémicos reales contrastan claramente con Tas derés escuclas ecoubmicas, que Serie ¥ Serio gonerada ‘alestoriamente destacan la importancia de las perturbacio- nes de la demanda agregada como causa principal de las perturbaciones econémi cas. También tienden a creer que los mer. cados responden répida y eficientemente a estas perturbaciones de la oferta, por lo que no consideran que las fluctuaciones econémicas sean un problema importante, El término «ciclo» resulta un tanto desa- certado en este caso, ya que la escuela de los ciclos econémicos reales no ve ei su observacién de las fluctuaciones econémi- cas nada que pueda decirse que se parece a un ciclo, Pero, ,qué ocurre con las pautas ° «#0 Sere x Ventas (ites de © ‘mllones go octiores 101650) 45 Ventas de bones de consumo duvadero 0 1867-1090 2s 2» 2 2 8 so ° we CSC«SO OSHS SSC (i967) (1980) Tiampo (moses) 8 Fic. 39.2. Series aleatorias y fluctuaciones econdmicas. El panel A representa simplemente una serie de cifras ge- neradas aleatoriamente. Ese tipo de pauta puede parecer muy semejante 2 la de las fluctuaciones econsmicas. El panel B muestra la evoluci6a de las ventas mensuales de bienes duraderos. Fuente: Citibase Data Bank, 1992. DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA 1137 que observamos en la figura 39.1, con las oscilaciones que parecen ciclos? Los de- fensores de los ciclos econémicos reales consideran que son espejismos. Sefialan que cuando una persona tira una moneda al aire varios cientos de veces, puede salirle varias veces seguidas cara 0 cruz por pura casualidad. Hace unos cincuenta afios, el gran economista matemitico ruso, Eugen Slutsky, demostré que lo que parecfan ci- clos periédicos podian deberse simplemen- te a acontecimientos aleatorios. La figura 39.2A muestra que una serie de datos ge- nerados totalmente al azar puede crear una imagen muy parecida a la de las fluctua- ciones cfclicas de las ventas de bienes du- raderos del panel B. Algunos economistas han criticado las teorfas de los ciclos econémicos reales de- bido a que no identifican las grandes per- turbaciones ex6genas que podrian explicar Ja magaitud de las fluctuaciones que ha ex. perimentado la economfa de Estados Uni dos. Incluso las mayores perturbaciones de Jas iiltimas décadas, como la subida del precio del petréleo de los afios setenta, son muy pequefias cuado se contemplan desde la perspectiva de la economfa en su con- junto. Por ejemplo, las importaciones de petroleo representan una proporcién bas- tante pequefia del PNB. Si se duplicara el coste del petréleo y no ocurriera ninguna otra cosa, el efecto serfa el mismo que el de una reduccién de la renta agregada en una cantidad proporcionalmente pequefia. ‘Cuando subié de forma acusada el precio del petréleo a principios de los afios seten- ta, el valor total de las importaciones de petréleo de Estados Unidos ascendié de 7,600 millones de délares en 1973 a 24.800 millones en 1975. Fue, sin lugar a dudas, un gran aumento, pero como el in- cremento de 17.200 millones sélo repre- sentaba alrededor de un 1 % del PNB de 1975, cabria pensar que s6lo produjo un efecto pequeito. Los eriticos también sostienen que las perturbaciones de Ja oferta no tienen con- secuencias inmediatas. La economfa tarda afios en asimilar una innovacién importan- te, como los ordenadores, el léser 0 los transistores. Igualmente importante es el hecho de que la teoria de los ciclos econé- micos reales no ha sabido explicar las prin- cipales recesiones de la economia. No se han interpretado de modo convincente las grandes perturbaciones negativas que, se- gin los tebricos de los ciclos econdmicos reales, son responsables de las fluctuacio- nes econdmicas: ;qué desencadené la Gran Depresién o, en una fecha atin més recien- te, la recesién que comenz6 en 1990? La TEORIA MONETARISTA YLA NUEVA TEORIA CLASICA Los monetaristas, como Milton Fried- man, y los nuevos economistas clésicos, como Robert Lucas, comparten la idea de los ciclos econémicos reales de que la eco- nomia responde casi siempre de una mane- ra rdpida y eficiente a las perturbaciones, que son imprevisibles. Pero tienen opinio- nes diferentes sobre la causa de las pertur- baciones. Desde su punto de vista, los cul- pables no son los cambios tecnol6gicos, pues no son unas perturbaciones exégenas Jo suficientemente grandes como para ex- plicar la magnitud de las variaciones ob- servadas. De hecho, estos economistas ereen que si se dejara que la economia evolucionara por sf sola, no habria muchas variaciones. Los consumidores uniforman su consumo a lo largo del tiempo. Los in- versores tienen en cuenta el largo plazo. Estos y otros factores implican que la eco- nomia acta satisfactoriamente a la hora de amortiguat los pequefios golpes que pudie- ran hacerle dafio, Los monetaristas y los nuevos econo- mistas clésicos acusan a los gobiernos de los grandes golpes que dan lugar a la ma- yoria de las fluctuaciones econémicas sig- 1138 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DE LA FSTABILIDAD nificativas. Por ejemplo, cuando intervie~ nen en una guerra, pero no suben los im- puestos para pagarla, el aumento de la de- manda agregada provoca fuertes présiones inflacionistas; y cuando una vez concluida Ta guerra, recortan los gastos sin reducir os impuestos con el fin de estimular el consumo, la reduccién de la demanda agregada puede desencadenar una rece- sion, Pero al margen de eso, tanto los moneta- ristas como los nuevos economistas clasi- cos consideran que una gran parte de ia va- riabilidad de In produccién se debe a una politica monetaria equivocada. Los nuevos economistas clisicos ponen énfasis en la distincién entre las variaciones previstas de la oferta monetaria y las imprevistas. Cuando son previstas el nivel de precios puede variar; la oferta monetaria real no varfa y no ocurre nada «teal». Las varia- ciones de la oferta monetaria alteran el ni- vel de precios y nada més; la politica es ineficaz. Y a largo plazo, cuando las ex- ppectativas son racionales las variaciones de Ja oferta monetaria son previstas. Pero a corto plazo, Jas autoridades monetarias pueden actuar de manera imprevista. Cuando las empresas no saben que se ha reducido la oferta monetaria no reducen proporcionalmente cl nivel de precios. La observacién importante de ambas es- cuelas es que el gobierno no es Ja solucién, es el problema; son las actuaciones impre- visibles del gobierno y de las autoridades monetarias, en particular, las que provocan las fluctuaciones econémicas ¢ interfieren en el funcionamiento normal de la econo- mia de mercado, En realidad, la oferta monetaria tiende a disminuir cuando Ia economfa entra en una recesién, como sostienen los monetaristas y los nuevos econamistas clisicos. De he- ‘cho, cuando la economia de Estados Uni- dos entré en la Gran Depresién la oferta monetaria disminuy6 més deprisa que los precios, por lo que descendié la oferta mo- netaria real (€1 dinero dividido por e! nivel de precios). Pero, como hemos visto antes, debemos distinguir con cautela entre la causalidad y la correlacién, La oferta mo- netaria real siempre aumenta antes de Na- vidad y, sin embargo, pocos afirmarian que el aumento de las ventas que se registra en esa época se debe a que se ha incrementa- do la oferta monetaria; el incremento de la oferta monetaria es, més bien, una respues- ta al aumento previsto de las ventas. Quie- nes critican el andlisis monetarista de 1a Depresién sugieren que en este caso puede hhacerse un razonamicnto parccido: la 1e- duccién de la oferta monetaria no fue la causa de la Depresi6n sino la consecuencia (incluso es controvertida una afirmacién algo mas débil, a saber, que aunque el Fed no provocara la Depresién, debié haber he- cho algo més para contrarrestarla; como hemos Visto, hay razones para creer que en una recesi6n profunda Ja politica moneta- ria puede resultar relativamente ineficaz). LA NUBVA TEORIA KEYNESIANA Entre la teorfa tradicional de Ios ciclos econdmicos y la de los ciclos econémicos reales se encuentra otra, defendida por los nucvos keynesianos, segdn la cual cn la economfa-hay procesos que amplifican toda la variedad de perturbaciones exter- nas, imprevisibles, pequefias y medianas, y las transforman en grandes fluctuaciones. Y Ia economia no s6lo amplifica las per- turbaciones, sino que también hace que sus efectos persistan mucho después de que desaparezca la perturbacién inicial, Desde este punto de vista, las causas de las per- turbaciones son ex6genas, pero hay fuer- zas endégenas que hacen que las flucwua- ciones sean significativas y que persistan los efectos de las perturbaciones. Los nuevos keynesianos incluyen entre Jas causas posibles de perturbaciones de la economia tanto Jos tipos de perturbaciones DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA, 1139 Primer plano: gquién es culpable de los ciclos econémicos? Decidir cufindo comienza una recesién es una diffcl tarea que tiene importantes con- secuencias politicas. Basta examinar las dos més recientes, 1980-1982 y 1990-1991, para ver las distintas interpretaciones que acompajian al proceso de datacién. De acuerdo con la definicién habitual, existe una recesién cuando el PIB no aumenta durante dos trimestres consecutivos. Seguin esta definicién, a principios de los afios ochenta hubo dos recesiones en Estados Unidos. Una comenzé en enero de 1980 y concluyé en ju- lio de 1980, y la otra comenzé en julio de 1981 y concluy6 en noviembre de 1982. Pero mu- chas personas (entre ellas muchos economistas) fusionan las dos en una sola con una me- seta en el medio. Algunos afirman que fue una recesién «con dos caidas». Esta cuestién de la datacién se ha visto rodeada de un politiqueo considerable. Si se consideran las dos recesiones como si fueran una, la mega-tecesién comenzé durante el mandato del presidente Carter y concluyé al comienzo del maridato del presidente Reagan. Los republicanos que defienden esta tesis sefialan que la presidencia de Reagan fue un pe- rfodo ininterrumpido de crecimiento econémico. Por otra parte, si comenz6 una nueva rece- sién en julio de 1981, los demécratas pueden culpar de ella a las nuevas medidas presu- puestarias que anuncié Reagan cuando tomé posesién. Quizés lo cierto sea que ninguno de los dos presidentes desempefié un papel espe- cialmente importante en la aparicién de la recesién de principios de los afios ochenta. Pare- ce que las principales causas fueron la subida de los precios del petréleo cuarido cayé el go- bierno do Iran en 1979 y la decisién de la Reserva Federal de ahogar la inflacién, aunque eso significara ahogar también la economla. Pero al igual que ocurre con el entrenador de tun equipo deportivo, se tiende a atribuir a los presidentes excesivos méritos cuando la eco- nomia va bien y excesivas culpas cuando va mal. Diez afios mas tarde, otra recesién provocé otro debate politico. En esta ocasién ta cuestién no era si habfa habido una recesién o dos sino cuéndo habia comenzado exacta- mente. En abril de 1991 una comisién del National Bureau of Economic Research afirmé que habja comenzado en julio de 1990. Segiin la explicacién del gobiemo, la recesién habla sido desencadenada por la invasién de Irak por parte de Saddam Hussein en agosto de 1990, que provocé una enorme subida de los precios del petrdteo durante vatios meses. Esta subi- da provocé una disminucién de la confianza de los consumidores y de las empresas, que se alimenté a sf misma y se convirtié en una recesion. Esta explicacion implica que el presiden- te Bush no podria haber impedido la recesién. En realidad, el presidente podria afirmar que (a guerra contribuyé a mantener bajos los precios y, por lo tanto, a acortar la recesién, Pero Hussein no invadié Irak hasta agosto. Cuando el NBER feché en julio el comien- zo de ta recesién la fecha fue considerada por los esperanzados demécratas como una se- fial de que la economia ya se encontraba en una recesién antes de la invasién, por lo que podia echarsele la culpa a la politica de la administracién Bush. de la oferta en las que ponen el énfasis los te6ricos de los ciclos econémicos reales como las perturbaciones monetaristas en Tas que ponen el énfasis los monetaristas y los nuevas economistas clésicos. Se dife- rencian de estos grupos en que no creen que 1a economia de mercado siempre sea capaz de absorber las perturbaciones y de responder a ellas con el fin de mantener e1 pleno empleo, Creen, por él contrario, que hay ocasiones en las que la economfa am- plifica, de hecho, una perturbacién y hace que persistan sus efectos. Para los nuevos keynesianos, lo impor- tante no es tanto la causa de las perturba ciones —la economfa sufre frecuentes per- 1140 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DELA ESTABILIDAD turbaciones, que unas veces proceden de la demanda y otras de la oferta— como la forma en que responde la economia, Hist6- ricamente, la duraci6n y 1a profundidad de Ja Gran Depresi6n en Estados Unidos han constituido la prueba més poderosa de lo endeble que es la capacidad de la econo- mfa para recuperarse por sf sola; otra mas reciente es el persistente y elevado nivel de aro que existe en muchos pafses de Euro- pa. Quienes critican esta perspectiva sos- tienen o bien que se trata de excepciones y In teoria econémica debe centrar la aten- cién en el caso normal, o bien que en estos casos la politica del gobierno interfirié en el proceso normal de recuperacién del mercado, por ejemplo, al reducirse repeti- damente la oferta monetaria real durante la Gran Depresi6n Amplificacién. Para comprender 1a nueva perspectiva keynesiana es necesario comprender cémo puede amplificar el sis- tema econémico las perturbaciones. El modelo de Ja economfa analizado en las partes cuarta y quinta muestra c6mo puede ocurrir. Cualquier variacién de la inversién produce un efecto multiplicado en la pro- duceién nacional. En una economia en la que esté limitado el crédito, la reduccién de las ventas y de los precios devora las re- servas de efectivo de las empresas y mer- ‘ma su capacidad para financiar proyectos de inversién y su disposicién a asumir los riesgos que levan consigo las inversiones. Por lo tanto, una reduccién actual de las ventas de una empresa, por cualquier ra- z6n, puede provocar una reducci6n mucho mayor de la inversi6n, 1o cual produce un efecto atin mayor en laproduccién nacio- nal a través del multiplicador. El proceso es e! mismo en el caso con- trario. Si la economfa sufre una perturba- cién positiva —por ejemplo, un aumento de la demanda de exportaciones—, aumen- tan los beneficios, lo que permite a las em- presas aumentar su inversién y estimular atin més la economfa. Esta visin de las perturbaciones positivas es similar al enfo. gue de la teorfa tradicional del ciclo econé- mico basado en el multiplicador y el acele- rador, con una diferencia importante. Mientras que la teorfa pone énfasis en el hecho de que cuando la economfa experi. menta una perturbacién positiva son més optimistas las expectativas sobre el futuro y, por lo tanto, aumenta la demanda de mé- ‘quinas y edificios y el nivel de inversién, Tas teorfas de los nuevos keynesianos po- nen énfasis en el ofscto que producen las perturbaciones positivas en la disponibili- dad de fondos para inversién (beneficios). En realidad, los dos efectos desempefian indudablemente un papel importante. Persistencia... La economia no s6lo po- dria amplificar ias perturbaciones externas, sino que también podrfa responder lenta- mente a las fuerzas econémicas que le per- miten recuperarse. Cuando las empresas se encuentran atrapadas en una recesiGn, y si- guen su estrategia conservadora de produc- cién y de inversién, su posicién financiera mejora, pero s6lo gradualmente. Cuando se desgastan las méquinas, cada vez resulta més caro posponer la realizacién de nue- vas inversiones. A la larga, la inversién co- mienza a recuperarse. A medida que se re- cupera, aumenta la produccién, A medida que aumenta la produccién, los inversores recuperan la confianza, y la posicién finan- ciera de las empresas mejora atin més y a un ritmo més répido. La economia se recu- pera, pero el proceso de recuperacién pue- de durar meses 0 aiios. ‘A veces también parece que las recesio- nes producen efectos duraderos en la tasa de crecimiento econémico y que la econo- mia tarda afios en Hegar a donde habria lle- gado si no hubiera habido una recesién. Dos ejemplos que vienen al caso son las dos tiltimas recesiones de Estados Unidos, la de 1973-1974 y la de principios de los afios ochenta, En las dos la economia re- DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROBCONOMICA. 141 Produocien Tendencia Fic 39.3. Los persistentes costes de las recesiones. Una recesi Prodvociéa B aleja la economfa de su teidencis, como ‘vest el panel A. Sin embargo, al concluir ésta y poner de nuevo a trabajar alos recursos, la economia puede en- ‘contrarse en una nueva tendencis, como muestra el panel B. Seguin esta interpretacin, los castes de la recesign ori- Binal son mucho mayores, como puede verse comparando las éreas sombreadas de los das paneles. trocedi6 tanto que incluso en 1990, afio en que concluyé la més reciente, ésta no pare- cfa haber retornado al nivel que habria sido de esperar si extrapolamos la tendencia del cexecimiento existente a finales de Ios afios sesenta y principios de los setenta. Segdn esta teoria de los nuevos Keynesianos, los costes de la recesién econémica no son meramente la pérdida de produccién pro- vocada por los recursos ociosos, que se muestra en la figura 39.3A por medio del rea sombreada, sino también la reduccién de la produccién que experimente la economia a partir de entonces y que se muestra por medio del érea sombreada del panel B. Una de las posibles causas de estos efec- tos a largo plazo se halla en que los traba- Diferentes teorias de las fluctuaciones econémicas Escuela Regularidad de las fuctuaciones Escuela tradicional _—_Las fluctuacfones son regulares y 6e los ciclos previsibles, ‘econémicos Escuota de fos ciclos ‘econémicos reales Escuela monotarista / ‘nuevos clésicos Nuevos keynesianos Las fluctuaciones gon en gran medida itregulares e imprevisibles. Las fluctuaciones son en gran medida irregulares e imprevisibles. Las fluctuaclones son en gran medida inregulares e improvisibies. Causas de las fluctuaciones Se deben a fuerzas endigenas, ‘como fo demuestra el proceso del ‘multipticador y et acelerador. Se deben a perturbaciones exégenas, procedentes principal- mente de ia oferta, y sobre todo de cambios de la tecnologia. Se deben principalmente a pertur- baciones de la demanda agregada provocadas por los cambios de la politica monstaria. ‘Se deben a perturbaciones tanto de la demanda agregada como de la oferta agregada; el efecto de las perturbaciones exdgenas se ampl- fica y persiste como consecuencia de la estructura de la economia. 1142 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DE LA ESTABILIDAD jadores que pierden el empleo, o que no consiguen encontrar trabajo durante los afios que dura una recesi6n profunda, pue- den perder experiencia o cualificaciones y ser menos productivos durante el resto de su vida laboral. La segunda raz6n se halla en que en las recesiones las empresas no sélo invierten menos en méquinas y fabri- cas, sino también en I+D. Diferentes enfoques de la politica ecouémica Las distintas teorfas que hemos descrito en este capitulo sobre 1a causa de las fluc- tuaciones econémicas son importantes por- que tienen diferentes implicaciones para la politica econémica. Si la causa son pertur- baciones exégenas a las que se adapta répi- damente la economfa, como sostienen los te6ricos de los ciclos econémicos reales, el gobierno no tiene ningtin papel que desem- pefiar, el mercado constituye la mejor so- lucién posible a cualquier cambio del en- tomo econémico. Si, por otra parte, como sostienen las teorfas de los nuevos keyne- sianos, Ia economia amplifica las perturba- ciones, permitiendo que produzcan efectos grandes y persistentes. el gobierno podria tener algén papel que desempefiar: po- dria, 0 bien contrarrestar Ja perturbacién inicial, o bien alterar la estructura de la economia de tal manera que los efectos de la perturbacién se amplificaran menos y fueran menos persistentes. Si la causa del problema es el gobierno, como sostienen Jos monetaristas y los nuevos economistas clisicos, es realmente necesario entonces reconsiderar toda la cuestién del papel que desempefia éste en Ja estabilizacién de la economia. Podemos simplificar algo las cosas y agrupar a los economistas en dos catego- rias: los que creen en una firme interven- cién discrecional del gobierno para regular la macroeconomia (los «intervencionis- tas») y los que ereen que no debe permitir- se en conjunto una intervencién discrecio. nal del gobiemo (los «no intervencionis. tas»). En el segundo grupo se encuentran los te6ricos de los ciclos econémicos rea- les, que consideran que la intervencién de] gobierno es indtil; y los monetaristas y los nuevos economistas clésicos, que piensan que la politica econémica s{ produce efec- tos, pero principalmente negativos, por Io que el gobierno debe estar sujeto a unas normas. Los intervencionistas son funda- mecnlalmente los tedrivos tadicionales de los ciclos econémicos y los nuevos econo- mistas keynesianos. A continuacién exa- minamos més’ detenidamente las ideas de estas diferentes escuelas sobre la politica econémica. EL ENFOQUE DELO cICLos ECONOMICOS REALES La postura de los tebricos de los ciclos econémicos reales es 1a més facil de expli- car, Como hemos seitalado, creen que la causa de las fluctuaciones econémicas son las perturbaciones exgenas de la econo- mia, a las que ésta responde de forma répi- da y eficiente. Las fluctuaciones no exigen la intervenci6n del gobierno, porque la economia de mercado da la mejor solucién posible. Ni siquiera es un problema la va- Tiabilidad de la renta provocada por las fluctuaciones; los consumidores actéan ra- cionalmente y ahorran para las épocas de dificultades. Y el paro, segtin los tedricos de Ios ciclos econémicos reales, es mas aparente que real. Las personas que quie- ren trabajar pueden encontrar trabajo sim- plemente reduciendo sus expectativas res- pecto a Ja retribucién salarial y no pecunia- ria. Es mejor animarlos a hacerlo y a cam- biar répidamente de empleo que prolongar la agonia no permitiéndoles afrontar los hechos. Para los economistas de los ciclos eco- DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA, 1143 némicos reales la politica monetaria no s6lo es innecesaria sino también bastante ineficaz. Si las empresas observan que el gobierno ha aumentado la oferta moneta- ria, se limitan a subir log precios de mane- ra proporcional. Y los individuos y las em- presas se protegen de los efectos de la va- riacién del nivel de precios por medio de la indiciacién. No se produce ningtin efec- to real. La oferta real de dinero y la oferta real de crédito no varfan. Lo que distingue a Ja teoria de los ciclos econémicos reales es la idea de que aunque el gobiemo no puede ofrecer ninguna ayuda, tampoco puede hacer ningdn dafto. Es posible que la teorfa de los ciclos econdmicos reales parezca demasiado ex- trema en la versi6n que acabamos de pre- sentar: Ja politica monetaria no produce efecto alguno, Ja inflacién no tiene ningu- na consecuencia, el paro no es importante. ‘Aun asf, muchos economistas creen que sus ensefianzas bésicas son correctas; en Conjunto, las fluctuaciones econémicas son el resultado de perturbaciones reales, a las que la economia se ajusta de una manera relativamente eficiente, y es improbable que [a politica econémica acelere o mejore el ajuste. Aungue Ia politiea monetaria no produ- ce efecto alguno, segiin la teorfa de los ci- clos econémicos reales, sf lo produce la politica fiscal. El efecto es simple y senci- lo: el gasto piblico desvia recursos del consumo privado al Estado. Pero la poltti- ca fiscal no influye en la tasa real de paro, ya que, segtin los te6ricos de los ciclos econdmicos reales, no hay paro. Esta visi6n de la politica fiscal es dife rente de la que se encuentra en el andlis keynesiano tradicional. Para los keynesi nos el nivel de gasto piblico estimula di- rectamente la economifa, Los impuestos producen exactamente el efecto contrario; los Keynesianos centran Ia atencién sobre todo en Ja diferencia entre los gastos y los ingresos, es decir, en los déficit. Estos esti- mulan 1a economia. Los te6ricos de los ci- clos econémicos reales niegan tal cosa. Creen que s6lo son importantes los gastos, y que los déficit son tan irrelevantes como ia politica monetaria. Si el Estado pide un préstamo para pagar el gasto actual (el gas- to deficitario), los contribuyentes saben que a la larga tendrén que pagar, por lo que apartan la cantidad correspondiente. El ahorro aumenta para compensar el déficit. El hecho de que el ahorro de las econo- mias domésticas no haya aumentado, en respuesta a los enormes déficit presupues- tarios que se han registrada en Fstados Unidos en Ia tltima década, constituye 1a critica mas reveladora a este aspecto de Ia teoria de los ciclos econémicos reales. EL ENFOQUE DE LOS NUEVOS CLASICOS ‘Y EL ENFOQUE MONETARISTA Las teorfas de los nuevos clisicos y de Jos monetaristas tienen mucho en comin con las teorfas de los ciclos econémicos reales. Todos creen que los mercados res- ponden répidamente a los cambios de la economia. Todos estén de acuerdo, en un alto grado, en que la economia se ajusta suficientemente deprisa a la politica eco- némica como para hacer que sea en gran ‘medida ineficaz. La idea de que la politica econdmica es en gran medida ineficaz es antigua entre los monetaristas y los econo- ‘nistas clésicos (antiguos y nuevos). Creen que las acciones privadas pueden anular las medidas de los gobiemnos y reducir asf In eficacia de los instrumentos dé la politi- ca econémica, Esta idea, cuya formulacién més eficaz corresponde a los nuevos economistas cla sicos, se conoce con el nombre de proposi- ign de la ineficacia de Ja politica econé- mica, Sus defensores sostienen, con Abra- ham Lincoln, que aunque es posible enga- far a todas las personas durante algtin tiempo y a algunas durante todo el tiempo, 1144 ‘MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DE LA ESTABILIDAD no es posible engafiarlas a todas durante todo el tiempo. El mercado se entera de lo que hace y «deshace» un gobierno. Si éste intenta estimular la economia por medio de la politica monetaria, cl mercado, con sus expectativas racionales sobre la politi- ca del gobierno, lo ve y sube los precios, En ese caso, no se produce ningiin efecto real, es decir, ningtin efecto en la cantidad producida de bienes ni en el nivel de em- pleo. La politica monetaria y la inflacion. Los monetaristas y los nuevos economistas clésicos creen que una politica monetaria expansiva puede provocar inflacién. No consideran que la inflaci6n sea tan inocua como piensan los teéricos de los ciclos econsmicos reales 0 muchos nuevos key- nesianos. Como vimos en el capitulo 36, la economia sélo est4 indiciada parcialmente con respecto a la inflacién, y, mientras sea asf, la inflacién puede producir efectos ne- gativos. Creen, ademés, que la incertidum- bre a que da lugar la inflaci6n produce més efectos debititadores en la economia, Tam- bién creen que la curva de Phillips es verti- cal, por fo que cuando el gobierno intenta estimular la economfa por medio de 1a po- ities moneraria lo tinico que hace. es elevar el nivel de precios; no consigue nada a cambio. La prescripcién es clara. No trate- mos de utilizar la politica monetaria para estimular Ia economia; utilicémosla tinica- mente para mantener estable el nivel de precios. La politica fiscal. Los nuevos econo- mistas cldsicos y los monetaristas estan de acuerdo, en su mayor parte, con los teéri- cos de los ciclos econémicos reales en que el principal efecto de la politica fiscal —de tun aumento del gasto publico— es desviar recursos del sector privado al sector puibli- co. Dado que los recursos de la economia estan plenamente empleados casi siempre, sélo son posibles los movimientos a lo lar- go de la curva de posibilidades de produc. cién: sélo es posible producir una mayor cantidad de un bien reduciendo una menor de otro; s6lo es posible producir mifs bie nes piiblicos produciendo menos bienes privados. En esta conelusién no influye la presen- cia de un cierto paro. Para los nuevos eco- nomistas clésicos y para los monetaristas existe una tasa natural de paro, es decir, un nivel de paro que surge cuando los trabaja- dores cambian de empléo o cuando se crean nuevos puestos de trabajo, que susti- tuyen a los antiguos que se destruyen a medida que se desarrollan nuevas tecnolo- gias. En el capitulo 36 vimos que algunos economistas, como los nuevos clisicos, creen'que la curva de Phillips a largo plazo 8 vertical en la tasa natural de paro. Desde su punto de vista, no es posible reducir permanentemente la tasa de paro por deba- jo de este nivel. Los intentos de reducirla provocan simplemente unas tasas de infla- cién cada vez més altas. Las conclusiones de Jos nuevos econo- mistas clasicos y de los monetaristas sobre Ja utilizaci6n de la politica fiscal para esta- bilizar la economia son paralelas a las con- clusiones sobre la politica monetaria. El gobierna podria reducir, en el mejor de Ins casos, la tasa de paro por debajo de la tasa natural durante un breve periodo de tiem- po. Pero el coste, es decir, el aumento de la inflacién, puede ser enorme, y es muy pro- bable que el gobierno intervenga en un momento inoportuno y estimule la econo- mfa precisamente cuando deberfa hacer lo contrario. Efectos negativos de la intervencién del gobierno, Los nuevos economistas clisi- ‘cos y los monelaristas se diferencian de los te6ricos de los ciclos econémicos reales en un aspecto importante. Pata los nuevos economistas clisicos y para los monetati tas, Ja politica del gobierno no es comple- tamente ineficaz. La politica del gobierno, DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA, 1145 Primer plano: el ciclo econémico politico Varios economistas, como Bruno Frey, profesor de la Universidad de Zurich, y Wi- liam Nordhaus, profesor de la Universidad de Yale, han afirmado que existe una estrecha relacién entre el proceso electoral y las fluctuaciones de la economta. Sofialan, en primer lugar, quo el olectorado es muy sensible a la situacién econémica. Cuando el paro es elevado los electores tienden a votar en contra de! gobierno y acusarlo de la mala situacién econémica. Los politélogos y los economistas han hecho una labor bas- tante exacta utilizando estos factores econémicos para predecir, por ejemplo, la proporcién de escafios que cambiaré en la Camara de Representantes de Estados Unidos. En segundo lugar, estos economistas sefialan que los politicos son conscientes de eso. Como les gusta volver a ser elegidos, adoptan medidas econémicas que sean favora- bles en el momento de las elecciones. En tercer lugar, esta teoria sostiene que el electorado es corto de miras. Los econo- mistas sostienen que a los politicos les compensa estimular excesivamente la economia conorme se aproximan las elecciones, aunque eso tenga consecuencias (y sistematicamen- te las tiene) negativas después de las elecciones. Una economia recalentada genera in- flacién; para controlar la inflacién, tras las elecciones, los gobiemos frenan la economia, pro- vocando desempleo. Pero la memoria de los votantes es limitada. No guardan rencor. Son indulgentes, en la medida que la economia se haya recuperado para las siguientes eleccio- nes. Asi pues, segin esta teorla, el proceso electoral es la principal causa de las fluctua- ciones econémicas. especialmente su politica monetaria, a ve- ces ha producido grandes efectos reales en a produccién y en el empleo. El problema estriba en que una politica bienintenciona- da tiene tantas probabilidades de hacer mal como de hacer bien. Segtn un monetarista, Milton Friedman, las autoridades moneta- rias Cueron las principales culpables de la Gran Depresién. Contrajeron excesiva- menie Ja oferta monetaria. Mas reciente- mente, los monetaristas han culpado a la politica monetaria restrictiva de las rece- siones de 1979 y de 1982 Segtin Friedman, la raz6n por la que la polftica monetaria produce efectos reales en Iz produccién y en el empleo estriba en que el nivel de precios no se ajusta al ins- tante para deshacer el efecto de las reduc- ciones de la oferta monetaria. El nuevo economista clésico Robert Lucas ha expli- cado por qué no se ajustan los precios. Se- ‘gtin su teorfa, los productores no son capa- ces de distinguir si un descenso de la de- manda es el resultado de la politica mone- taria en cuyo caso, la respuesta adecua- da seria una reduccién compensatoria equivalente de tos precios— o el resultado de un desplazamiento de Ja demanda en fa- vor de los productos espectficos que pro- ducen, Y, como consecuencia de estas mitaciones de su informacién, los produc- tores tienden a no contrasrestar totalmente las variaciones de la oferta monetaria, Como los precios no se ajustan totalmente a las variaciones de la oferta monetaria, es tas variaciones pueden producir efectos reales. Pueden afectar al nivel de demanda agregada, y una reducci6n de la oferta mo- netaria puede causar una recesién econd- mica, ‘As{ pues, aunque los economistas mone- taristas y los nuevos clisicos sostienen que la politica monetaria puede producir efec- tos reales, creen que hay razones innatas por las que el gobierno no puede utilizar sus poderes para estabilizar la economfa. En primer lugar, s6lo tiene una capacidad Jimitada para hacer predicciones exactas y 1146 -MEDIDAS EN PAVOR DEL CRECIMIENTO Y DELA ESTABILIDAD transcurre mucho tiempo entre el momento fen que se pone en préctica una medida y el momento en que surte sus efectos. Es im- posible, pues, que el gobierno intervenga en el momento oportuno. Para cuando se da cuenta de un problema y toma medidas, éstas tardan en surtir efectos y es probable que lo que se necesite entonces sea algo muy distinto, Por ejemplo, si el gobierno acaba viendo que la economia se encuentra. en una recesiGn, es muy posible que para cuando actée con el fin de estimular la economia y esa medida surta plenamente aus efectos, la economia haya empezado a recuperarse por si sola. Es posible, pues, que el principal efecto del estimulo del go- Dierno sea simplemente generar presiones inflacionistas. La relacién entre la politica y la teorfa econémica —los gobiernos estimulan ex- cesivamente la economfa poco antes de las elecciones con el fin de conseguir més vo- tos— también Hleva a los gobiernos a de- sestabilizar la economfa en lugar de estabi- lizarla. Reglas o discrecién. Los monetaristas, ‘como Milton Friedman —que tiene gran- des dudas sobre la capacidad de los gobier- nos para estabilizar la economta—, sostie- nen que.un gohierno no debe tener compe- tencia para fijar la politica econémica. Debe estar sujeto a unas reglas. Por ejem- plo, la oferta monetaria debe aumentar a una tasa anual fija o a una tasa proporcio- nal al aumento de la renta del affo anterior. Sostienen que ese tipo de reglas permitiria crecer a la economia, utilizando plenamen- te sus recursos, sin inflacién? El gasto piblico también deberfa repre- 2 Recuérdese que la velacién entre la velocidad, V, la oferta monetaria, Mel nivel de precios, p, y Ia producsisn, Q, viene dada por MV = pQ. Por lo tanto, sla velocidad est sumentando a ana taza constant de 3 % y la produccién de pleno empleo ée Ia economia est aumentando, en promedio, lan 4% entonces sia oferta monetara aummonta una (asa {el 1 6, el nivel de precios puede mantenerse, en promedio, constant sentar solamente una proporci6n fija de ta renta nacional. Los déficit deberfan ser ni los o representar una determinada propor- cién del PIB. En los tiltimos afios se han propuesto varias enmiendas en la Constitu cién de Estados Unidos, que impondrian ese tipo de reglas al gobierno federal. Los artidarios de estas reglas sostienen, ade- més, que de esa manera desaparecerfa un importante motivo de incertidumbre en la economia: se conocerfa la politica futura La TEOR{A DELOS NUEVOS KEYKESIANOS ‘Y LA TEORIA TRADICIONAL DELOSCICLOS BOONOMICOS ‘Los nuevos keynesianos y los te6ricos tradicionales de los ciclos econémicos dis- crepan de casi todos los presupuestos que subyacen a las teorfas no intervencionistas, siendo los nuevos keynesianos los que més se han dejado ver en los dltimos debates, En primer lugar, creen que a menudo los ‘mercados no se ajustan répidamente, por lo que puede haber perfodos en los que el ni- Vel de paro sea alto, Citan, como prueba, la Gran Depresién de Estados Unidos y el largo periodo de paro elevado que se pro- dujo en Europa en los ailos ochenta, No puede ignorarse Ja miseria econémica de. Jas recesiones. Los gobiemnos pueden y de- ben hacer algo para resolveria, La eficacia de ta politica econdmica. Los nuevos keynesianos también creen que aunque las expectativas sean racionales, algunas medidas de los gobiernos pueden producir grandes efectos. Por ejemplo, existen pruebas contundentes de que los efectos de la polftica monetaria no siempre han sido anulados por las variaciones del nivel de precios. La recesién de principios de los afios ochenta, que se atribuye gene- ralmente a la dura politica monetaria adop- tada por el presidente de la Reserva Fede- ral, Paul Volcker, convencié a la mayorfa DIFERENTES ENFOQUES DE LA FOL{TICA MACROECONOMICA 47 de los economistas de que la politica mo- netaria puede producir grandes efectos rea- les (véase el capftulo 26). Y ciertamente, no parece que los efectos del aumento de los déficit presupuestarios registrado du- rante la década de 1980 en Estados Unidos fueran contrarrestados por un aumento del ahorro privado. Los nuevos keynesianos estén de acuer; do en que los nuevos economistas clisicos y Jos monetaristas han hecho una impor- tante contribucién al subrayar que las ac- ciones privadas pueden anular las medidas de los gobiernos. Estos deben tener en cuenta las respuestas de) sector privado a su politica. A menudo las reacciones de los patticulares, que tienen expectativas racio- nales, contrarrestan parcialmente las medi- das de los gobiemos. De vez en cuando podrfan incluso contrarréstarlas totalmen- te, Pero a los nuevos keyriesianos les pare- ce incorrecta la afirmacién de que siempre Jas contrarrestan. En primer lugar, las teorfas segin las cuales el sector privado siempre contra- esta las acciones del sector piiblico supo- nen que los precios y 10s salarios son més flexibles de lo que lo son realmente (re- cuérdese el andlisis de la rigidez de los precios del capitulo 32). En segundo lugar, algunos de los supuestos en los que se ba san las teorfas de las expectativas raciona- les, a saber, que las economfas domésticas y las empresas responden répidamente a cualquier medida de los gobiernos anulén- dola son, en el mejor de los casos, discuti- bles. La mayoria de los observadores se muestran escépticos respecto a la afirma- Gién de que los individuos pueden enterar- se ripidamente de lo que ha hecho el go- bierno, conocen bastante la estructura de la economia para poder anular la politica del gobierro, y creen que todo el mundo se ‘comportard de la misma manera, Aunque haya algunas medidas que pue- den ser y son contrarrestadas por el sector privado, hay otras con las que no ocurre eso. La politica impositiva afecta a los pre- cios a los que se enfrentan los individuos y las empresas. Las deducciones fiscales por inversién afectan al coste de la inversién. Las variaciones del tipo del impuesto so- bre la renta procedente de intereses 0 sobre las donaciones afectan a los incentivos para ahorrar. Las respuestas de las econo- mias domésticas y de las empresas a estas medidas pueden tanto magnificarlas como contrarrestarlas. Una subida de! impuesto sobre la renta procedente de intereses no s6lo puede provocar directamente un au- mento del consumo. sino que también au- menta los ingresos fiscales y, por lo tanto, reduce el déficit, lo cual puede estimular, a su vez, el consumo, ya que los contribu- yentes se dan cuenta de que en el futuro Sern menores sus obligaciones fiscales necesarias para compensar el déficit. Del mismo modo, los consumidores, sabicndo que su renta seré més alta en el futuro como consecuencia de la inversién estimu- lada por una deduccién fiscal por inver- sin, pueden decidir con estas expectativas racionales disfrutar hoy de algunos de es- tos beneficios futuros; pueden aumentar en Ja actualidad el consumo y estimular atin més la economia, Exito de la politica econdmica. Por tl timo, los nuevos keynesianos creen que Jos gobiernos han contribuido, en conjunto, a estabilizar la economia més que a desesta- bilizarla. Seftalan algunos éxitos, como’ la reduccién de los impuestos adoptada por Kennedy en 1963, que, como quiz recuer- de el lector por el capitulo 26, hizo exacta- mente lo que la teorfa macroeconémica dice que debe hacerse para estimular Ia economia. Los nuevos keynesianos discrepan de los que culpan a los gobiernos de muchas recesiones. Por ejemplo, aunque estén de acuerdo en que la oferta monetaria real disminuy6 en la Gran Depresién en Esta- dos Unidos, creen que la causa subyacente 1148 -MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DELA ESTABILIDAD de Ja recesién econémica es otra. De he cho, la reduccién de la oferta monetaria real fue, en gran medida, una consecuencia de los bajos niveles de actividad econémi- ca y crediticia més que una causa, El Fed traié de aumentar la actividad crediticia, pero sélo tuvo un éxito reducido. Tal vez deberia haberlo intentado més, pero no hay raz6n alguna para creer que podria haber hecho mucho més. Desgraciadamente, la evidencia histérica es lo suficientemente ambigua como para que el debate contintie indefinidamente en muchos casos. Reglas o discrecién: la perspectiva de los nuevos keynesianos. As{ pues, los nuevos keynesianos consideran que es ne- cesario que intervenga el gobierno debido a la incapacidad de los mercados para ajus- tarse Jo suficientemente deprisa como para mantener el pleno empleo y creen que su intervencién puede ser y ha sido eficaz. ‘También creen que el gobierno no debe so- meterse 4 anas reglas fijas, como el au- mento de fa oferta monetaria a una tasa fija, sino que débe utilizar medidas disc cionales. Un cambio de las circunstancias econémicas requiere un cambio de la polf- tica econémica, y es imposible prescribir con antelacién las medidas que serén ade- cuadas. Aunque todas las recesiones eco- n6micas tienen pautas comunes, la mayo- ria de ellas poseen rasgos distintivos. La recesiGn que se registré en Estados Unidos en 1973 fue inicialmente el resultado de una subida del precio del petréleo. El co- lapso de las asociaciones de crédito a la construccién de finales de los ochenta, la cafda de los precios del mercado inmobi- Fiario y la precaria situacién de muchos bancos, plantearon problemas especificos en la recesién que comenzé en 1990. Los nuevos keynesianos no sélo sostie- nen que las medidas discrecionales pueden ser titiles y eficaces, sino que también se preguntan si un gobierno podrfa compro- meterse realmente a seguir un conjunto de reglas. Sefialan que est muy bien que los profesores universitarios sostengan que los gobiernos deben adoptar una politica no intervencionista. Pero lo cierto es que nin- gin gobierno puede quedarse de brazos cruzados cuando un 10, un 15 0 un 20 % de los trabajadores se encuentran en paro, Por lo tanto, en realidad no es posible climinar la incertidumbre que rodea a los cambios de la politica de los gobiernos, Aunque los legisladores y los responsables de la politica econémica afirmen que se- guirdn una determinada regla, como el au- mento de la oferta monetaria a una tasa constante, qué va a impedirles alterar su conducta si resulta deseable alterarla? En 1985 el gobierno federal de Estados Uni- dos se comprometié a aleanzar un presu- puesto equilibrado en 1991; en 1987 aban- doné ese compromiso. A continuacién se comprometié a alcanzar un presupuesto equilibrado en 1993; pero en 1990 era de nuevo evidente que este objetivo no podria alcanzarse fécilmente, y el gobierno volvié a abandonar su compromiso. En 1990 vol- vid a comprometerse; las posibilidades de que mantenga su compromiso no son ma- yores que en los dos casos anteriores. EI problema de que el gobierno siga 0 no la politica prometida se denomina pro- blema de coherencia dindmica. El gobier- no puede anunciar que un determinado cambio de los impuestos es permanente y engafiarse incluso a si mismo y creer que lo es. Pero cuando cambian las circunstan- cias cambia la politica. Y el hecho de que cambie (0 de que los individuos y las em- presas esperen que cambie) tiene enormes consecuencias para la conducta del sector privado. En 1981, por ejemplo, la nueva legislacién aprobada en Estados Unidos concedia ventajas fiscales especiales al sector inmobiliario, Esta medida pretendia que las ventajas fiscales fueran permanen- tes. Ese afio experiment6 una enorme ex- pansién el mercado inmobiliario, especial- mente la construccién de edificios comer- DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA 1149 ciales, incluso cuando habja una tasa de vacantes del 20 0 el 30 % en los edificios ya construidos. La expansién se atribuye a veces al hecho de que los constructores no crefan que las ventajas fiscales fueran per- manentes. Estaban en lo cierto, ya que se derogaron en 1986. Los nuevos keynesianos sostienen que si aumenta Ja tasa de paro, el gobierno debe hacer y hard algo, independientemente de lo que haya dicho. El papel de los econo- mistas es asesorarlo sobre las medidas que tienen més probabilidades de ser eticaces. Los nuevos economistas keynesianos tambign creen que es casi imposible dise- far unas reglas adecuadas en una econo- mfa que esté experimentando cambios ré- pidos. Cuando ta velocidad disminuyé inesperadamente en Estados Unidos duran- te la década de 1980, si se hubiera adopta- do la regla de la expansi6n de la oferta mo- netaria a una tasa constante, es muy posi- ble que la economfa hubiera tenido graves problemas. Si las autoridades monetarias hubieran restringido el aumento de la ofer- ta monetaria, por ejemplo, a un 3 %, con el correspondiente aumento del crédito, es posible que Ia economia hubiera entrado en una grave recesin.? EI argumento de los monetaristas y de los nuevos economistas clésicos, segin el ‘cual los gobiernos han contribuido a veces a las fluctuaciones de la economfa, ha in- fluido poderosamente en las ideas de los nuevos Keynesianos sobre el aleance de la imervenci6n de los gobiernos. Los nuevos 3. Bia nota 2 recocdamos la relacin bésica eate Mf la oferta meetarin), V la velocidad), p (el nivel de precios), y @ Ula produceign agregada): ATV = pO. Esta relacén implica ‘que si el gobiemo prevé un aumento de la velocidad de un 13% anual yun aumento dela produceién de plano empleo de ‘un 4% saul, la regla correcta para estabilizar el nivel de precios es un aumento anual de ts oferta monetaria del 1 Pero en Is década de 1980 la velocidad comenes a disrinuir repentinamente, $i la velocidad disminuyé un 3 en lugar de aumercar un 3 , como se prevela, los precios habrian te. ido que bajar un 6 % para que la produccidn sguira cre endo a la tasa deseada. Si los precios no bajaron, tendefa ‘gue haber disminsido Ia produecién. keynesianos creen que la sociedad puede aprender de estas experiencias histéricas a mejorar Ia eficacia de 1a politica fiscal y monetaria. La mayorfa de los nuevos key- nesianos no son tan optimistas como sus antepasados keynesianos sobre la capaci- dad de los gobiemos para «sintonizar> la economia y hacerla funcionar con pleno empleo y sin inflaci6n. Tienden a coincidir con los monetaristas y los nuevos econo- mistas clésicos en que si intentan sintoni- zarla demasiado, pueden obtener peores re- sultados que si tueran menos ambiciosos. Los estabilizadores automdticos. Al mismo tiempo, los nuevos keynesianos y Ios te6ricos tradicionales de los ciclos eco- n6micos creen que hay algunas medidas 0 reglas que aumentan Ja estabilidad de la economia y aumentan Jas probabilidades de que las perturbaciones econémicas pro- duzcan menos efectos negativos. De he- cho, uno de los principales objetivos de la teorfa tradicional de tos ciclos econémicos, que hace hincapié en el carécter enddgeno de las fluctuaciones ciclicas, es encontrar medidas que reduzcan las fuerzas endége- as que provocan los ciclos. Estas medi- das, que se denominan estabilizadores au- tométicos, ya se analizaron en el capitulo 30. Por ejémplo, las prestaciones por de- sempleo se incrementan autométicamente cuando aumenta el paro; el tipo impositive medio baja cuando disminuye la renta de- ido a que la estructura tributaria de la ma- yoria de los pafses es progresiva.* 4. Se-supone que el sistema tributarioe5 un estabilizador ‘automatico, pero en ls perfodos de estanfacién, cvando st ’ben los precios, a pesar de que el paro es elevado (como acu rig a faales de ls alos setentay principes de los ecbents ex Estados Unidos), contribuye ala recesién. El sistema ebuta- fio no estaba indiciado antes de 198) en Estados Unidos, es deci, los nveles de rena correspondietes# os distinos ti ‘pos impostivos no se ajustaban para tener en cuenta las vi Fiaciones de los niveles de precios. Con la estanflacién, habia ‘aro. inflacidn. Aungue la produccidn areal» yel empleo es tubar disminuyendo, Ia produccién «nominal (expresada en délares) esaba eumentando y, por To tanto, el sister fiscal Jimpuso unos tipos cala ver mas alos, deprimiendo ain mds Js economia 1150 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO ¥ DELA ESTABILIDAD Distintas vistones de Ia politica econémica Teorias no intervencionistas Los mercados responden répidamente a las perturbaciones econémicas, por lo que los recursos casi siempre sé utiizan de forma plena y eficiente. Las acciones de las econo. mias domésticas y de las empresas anulan la influencia que pueda ejercer el gobierno, & .gasto piblico desplaza el gasto privado, haciendo que la polltica fiscal sea ineficaz, salvo en la medida en que desvia recursos del sector privado para dedicarlos a fines publicos. La fi nanciacién del défict no tiene consecuencia alguna, ya que se ve contrarrestada totalmente por un aumento del ahorro privado. Cuando el gobiemo influye en la economia, suele em- peorar las cosas mas que mejorarlas. Recomendacién: el gobierno debe dejar de entrome- terse en la economia. Debe adoptar regias en lugar de utilizar una politica discrecional, Teéricos de los ciclos El gobierno no debe intervenir en la estabilizacién de la economia. ‘econémicos reales La politica monetaria no produce efecto alguno, pero sf causa dafios. Monotaristas / nuevos Debido al lento ajuste de los precios, a corto plazo la politica monetaria economistas clésicos puede producir efectos reales. El gobiemo hace mas dafio que bion; hha sido responsable (especialmente a través de la politica monetaria) de. ‘grandes recesionos econémicas. Teorlas intervencionistas Los mercados suelen regponder lentamente, por lo que puede haber largos periodos de paro. Algunos instrumentos de los gobiernos son eficaces. Aunque éstos cometan erro- res, en conjunto su politica es beneficiosa y lo es cada vez més a medida que vamos cono- ciendo mejor eémo funcionan lis econom/as. Nuevos keynesianos El gobierno debe utilizar la polltica discrecional para contrarrestar las fuerzas de las perturbaciones econémicas, en lugar de someterse a unas reglas fijas; el cambio de las circunstancias econdmicas exige una modificacién de la politica econémica. Tesricos tradicionales El gobiemo debe disefiar estabilizadores automaticos para aumentar la dn los ciclos econémicos _estabilidad de la ecanomta y cechicr las fuerzae endégenas qule provocan Jos ciclos. Evaluaci6n de los distintos continuacién examinamos las distintas op- instrumentos ciones que tiene a su disposicién. Para los nuevos keynesianos y otros economistas que son partidarios de Ia in- tervenci6n del gobierno en la mactoecono- mfa Jas distintas escuelas no intervencio- nistas hén desempefiado una importante funcién, ademés de contribuir al andlisis macroeconémico. Nos han ensefiado que no debemos pensar alegremente que la in- tervencién del gobierno no tiene costes es necesariamente eficaz. Si el gobierno interviene, debe hacerlo con cautela. A Los INSTRUMENTOS DE LA POLITICA ECONOMICA Si el gobiemno debe intervenir en la eco- nomfa, cabe preguntarse cudndo debe ha- cerlo. El término «instrumento» se utiliza aqui para referirse al medio con el que un gobierno influye en la economia. Entre los instrumentos de la politica fiscal se en- cuentran la reduccién (0 ta subida) de los DIFERENTES ENFOQUES DE LA POL{TICA MACROECONOMICA ISL Instrumentos de la politica econémica Instrumentos fiscales: Modificacién de los tipos impositivos a que estén sujetos los consumidores y/o las em- presas. Modificacién del nivel de gasto. Instrumentos monetarios: Operaciones de mercado abierto, Cooticionte do reservas. Tasa de descuento. impuestos o el aumento (0 la reduccién) Ul gasto pablivo. Una reduccién de tos im- puestos podria consistir en una reduccién de los impuestos que pagan los contribu- yentes, lo cual podria estimular el consu- mo, 0 en una reduccién de los impuestos que pagan las empresas, Io cual podria esti- mular la inversi6n. Esta reduccién podrfa ser temporal 0 permanente. Cada medida produce unos efectos que van més alla de 1a macroeconomfa; por ejemplo, si se bajan los impuestos que pagan los pobres mas que los que pagan los ricos, esta medida puede aumentar la igualdad y estimular al mismo tiempo el consumo mas que si se bajaran todos los impuestos en una cuantia uniforme. Podria reducirse el gasto palblico destinado a los programas sociales 0 el gas- to piblico destinado a una inversién, como a construcci6n de carreteras, por poner dos ejemplos. En el primer caso, esta medida afectaria negativamente a los pabres; en el segundo, a las generaciones futuras Un gobiemo también puede tratar de destinar sus medidas espectficamente a de- terminados sectores de Ja economfa. Por ejemplo, puede establecer deducciones fis- ales por inversién para cstimular la inver- sién en el mercado inmobiliario, 0 puede conceder subvenciones a las exportaciones para estimularlas, Tanto en la cuarta parte ‘como en la quinta mostramos cémo fun- cionan estos instrumentos. Entre los instrumentos de la politica mo- netaria se encuentran Jas operaciones de mercado abierto y la modificacién de los cocficientes de reservas © de las tasas de descuento, Como hemos visio, la politica monetaria que reduce los tipos de interés puede estimular la inversién de las empre- sas, Jas exportaciones y las compras de dienes duraderos por parte de las econo- mfas domésticas. La subida de los tipos de interés produce el efecto contrario y, por 1o tanto, afecta negativamente a la economia. Desgraciadamente, los instrumentos fis- cales 0 monetarios no se ajustan perfecta- mente a los objetivos fundamentales de la politica macroeconémica: pleno empleo, elevado crecimiento y precios estables. No existe ningiin instrumento para aumentar el «crecimiento, ningén instrumento para aumentar el «empleo» y ningtin instrumen- to para luchar contra la «inflacién». Mu chos influyen simulténeamente en los tres objetivos. La utilizaci6n de uno de ellos no impide la utilizacin de otros. La eleccién Gel mejor conjunto de instrumentos es, pues, una importante tarea de los responsa- bles de la politica econémica. En los si- guientes -apartados analizamos las princi- pales cuestiones que deben tomarse en consideracién a la hora de elegirlos. EFICACIA EN EL CUMPLIMIENTO DELOS OBJETIVOS El criterio mAs importante para elegir un instrumento es Ja probabilidad de que con- 1152 MEDIAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DE LA ESTABILIDAD. siga alcanzar los objetivos deseados. Con- sideremos, por ejemplo, Ja situacién en la que un pafs se encuentra en una recesi6n y las autoridades econémicas desean estimu- lar 14 economfa. Los expertos suelen pre- guntarse si funcionardn Jos instrumentos monetarios. En el capitulo 34 explicamos por qué en las recesiones profundas el ban- co central puede ser relativamente ineficaz en su intento de animar a los bancos a con- ceder més préstamos para aumentar Ja in- version, Para éstos, las perspectivas de conceder préstamos rentables son escasas. Y aunque estuvieran dispuestos a prestar més, es posible que las empresas no estén dispuestas a correr los riesgos de invertir mis si no cambian espectacularmente los tipos de interés. Los expertos también se preguntan si al- gunos instruments fiscales, como la re- duccién de los impuestos, estimulan la economfa, Los consumidores podrfan deci- dir simplemente apartar una gran parte de la renta adicional en lugar de gastarla, so- bre todo si Jes preocupa el futuro, como suele ocurrir cuando la economia entra en una recesién. En esa situacién, es posible que la opci6n més eficaz sea una reduccién de los impuestos destinada directamente a Jos pobres. En una recesién prolongada los pobres han agatada sng ahorrns y han gas- tado los ingresos que tenfan. Un aumento del gasto ptiblico financiado con deuda también podria estimular la economia. Es improbable que este tipo de gasto expulse ‘mucha inversin, sobre todo cuando es po- sible endeudarse con otros paises. “Como hemos visto anteriormente, quie- nes defienden la proposicién de la inefica- cia de la politica econémica sostienen que Jos consumidores toman medidas que anu- lan las del gobierno, sobre todo cuando las expectativas son racionales. El efecto de un aumento de la oferta monetaria es anu- lado por una subida de los precios. Un in- cremento del gasto deficitario es anulado por un aumento del ahorro privado, Aun- que los nuevos keynesianos son conscien- tes de que las medidas privadas anulan al- gunas medidas de los gobiernos, creen que no ocurTe asf con otras; por To tanto, éstas tienen més probabilidades de ser eficaces, Por ejemplo, cuando el gobierno abarata la inversién aumentando las deducciones fis- ales por inversién, Ia fomenta; el sector privado no hace nada pare anular ese tipo de medida, INPLUENCIA EN LA COMPOSICION DELA PRODUCCION Una_consideracién_especialmente_im- portante en Ia eleccién de los instrumentos es_su._influencia en la composiciOn de la i6ii Tiacional.“En el” capitulo 28 produ identificarmos ‘ciatro componentes de la demanda agregada: e! consumo, la inver sin, las exportaciones y el gasto public: Las autoridades econdmicas pueden es mular la demanda agregada en las recesio- neg aumentando uno (0 més) de éstos com- ponentes y pueden contenerla en las ex- pansiones inflacionistas contrayendo cual- quiera de ellos. Los diferentes instrumen- tos con que cuentan determinan la expan- sién 0 la contraccién del consumo, a in- versién, las exportaciones netas 0 el gasto iiblico; por Io tanto, influyen en el grado en que se cumplen otros objetivos, como un crecimiento elevado. Los instrumentos que estimulan Ia economia fomertardo-ta_ inversin son especialmente favorables parael-crecimiento. == Una de las vias para fomentar la inver- siGn es la politica monetaria, si bien, como hemos visto, en una econom{a abierta los efectos de una politica monetaria expansi- Va pueden dejarse sentir mis a través de un aumento de las exportaciones, como con- secuencia de la depreciacién de la moneda nacional. Una politica monetaria expansiva también puede fomentar la compra de bie- nes de consumo duradero y elevar asf la DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA, 1153 Produccién de automéviles, frigorificos y otras grandes compras. tra de las medidas para estimular la in- versiGn consiste en reducir los impuestos sobre las empresas, sobre todo por medio de deducciones fiscales por inversién, Una reduccién bien disefiada de los impuestos no s6to estimula la inversién al aumentar 1 rendimiento de Jas inversiones una vez deducidos los impuestos, sino que también Proporciona a las empresas més recursos para invert. Algunas medidas pueden estimular 1a economfa, pero contribuyen mucho menos a fomentar la inversi6n. Por ejemplo, una reduccién del impuesto sobre Ja renta de Jas personas estimula ef consumo en la pri- mera ronda; Ja inversi6n s6lo aumenta como subproducto del mayor, optimismo de las empresas. Otras medidas pueden re- ducir, de hecho, la inversién. Cuando un pafs tiene reducidas posibilidades de en- deudarse con el extranjero, un aumento del gasto piblico, financiado con deuda, puede sobir los tipos de interés y expulsar, por lo tanto, inyersién. El efecto neto puede ser positivo: él aumento del gasto piblico pue- de muy bien ser superior a Ja reduccién de la inversiOn. Aun asi, ese tipo de medida provoca un aumento de la produccién ac- tual. a costa de reducir el stock de capital futuro, Al ser cada vez més abierto el mer- cado internacional de capitales, este efecto es mucho menos importante, ya que los paises se endeudan con otros para finan- ciar sus déficit, El efecto-expulsién de la inversi6n es un efecto indirecto del gasto piblico. El efec- to directo depende de cémo se gaste el di- nero, Un incremento del gasto piblico para construir carreteras o escuelas o para me- jorar de alguna otra forma la infraestructu- a puede mejorar el bienestar de las gene- raciones futuras y estimular el crecimiento econémico, En cambio, si el Estado gasta ms en pensiones o en prestaciones socia- les, s6lo aumenta el consumo actual. ALCANCE DE LOS EFECTOS Algunas medidas econémicas producen un gran efecto directo en unos cuantos sec- tores econémicos muy limitados y repercu- ten indirectamente en otros. Por ejemplo, una politica monetaria dura produce unos efectos especialmente poderosos y directos en las personas que dependen de los ban- cos para conseguir créditos 0 cuyos clien- tes dependen de los créditos. Las empresas equeiias y las industrias de bienes de con- sumo duradero soportan, pues, el peso de la politica monetaria dura. En el mundo actual, en el que Ja econo- mfa internacional esté cada vez. més inte- grada, una politica monetaria dura suele producir unos efectos especialmente gran- des en las industrias de exportacién y en Jas que compiten con Jas importaciones. Por ejemplo, Estados Unidos compite para exportar productos agricolas y los fabri- cantes americanos de automéviles se en- frentan a una feroz. competencia de las im- portaciones. Cuando los tipos de interés son altos entra capital extranjero, presio- nando al alza sobre el valor del délar y au- mentando las dificultades de las empresas americanas para exportar sus productos y de Jos fabricantes americanos de automé- viles para competir con las importaciones. Supongamos que el gobierno quiere redu- cirla demanda agregada total un 5 %. Si se limita a adoptar medidas que sélo afectan, por ejemplo, a una cuarta parte de la eco- nomia, habré que reducir la demanda agre- gada de esos sectores cuatro veces més, 0 sea, un 20 %. Por otra parte, si frena la economfa su- biendo el impuesto sobre Ja renta de las personas, disminuye la demanda de un am- plio espectro de bienes de consumo, Estos efectos més generales reducen las pertur- baciones econémicas que acompafian a las medidas que producen unos efectos mucho més restringidos. Muchos economistas creen que no es bueno confiar demasiado 1154 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DE LA ESTABILIDAD en la politica monetaria para estabilizar la economia, ya que los efectos que produce en la primera ronda son bastante limitados, LAFLEXIBILIDAD Y EL RITMO DE APLICACION EI ritmo con que puede aplicarse cada instrumento varia de unos casos a otro: En muchas economfas industrializadas, in- cluida lade Estados Unidos, la politica monetaria y la politica fiscal son compe- tencia de autoridades diferentes. Normal- mente, la politica monetaria es fijada por el banco central, mientras que la politica fiscal es fijada por el Parlamento y por el gobierno. Por lo tanto, la coordinacién es, de entrada, dificil. Por otra parte, hay des- fases entre el momento en el que el gobier- no se da cuenta de que ha disminuido la actividad econémica, el momento en el que disefia un programa para luchar contra esta disminuci6n, el momento en el que lo aplica y el momento en el que surte sus efectos. Cada uno de estos pasos lleva tiempo. Y para cuando la medida haya co- menzado a dejar sentir sus efectos, es posi- ble’que hayan cambiado de nuevo las con- diciones econémicas. Estos retrasos son més importantes en el caso de la politica fiscal que en el de la monetaria, En Estados Unidos, la modifi- caci6n de los tipos del impuesto federal so- bre la renta debe ser aprobada por el Con- greso. Casi inevitablemente surgen dudas sobre el modo en que debe repartirse la carga tributaria. ;Deben reducirse los im- ppuestos de todo el mundo en la misma pro- porcién o en la misma cuantia en términos absolutos? {Qué es més justo? Por lo tan- to, la modificacién de los tipos del impues- to sobre la renta de las personas Hleva tiem- po —modificarlos en seis meses seria algo muy rapido— y es un instrumento tosco para estabilizar la economfa, En las ilti- mas décadas se han llevado a cabo dos modificaciones de ese tipo en Estados Uni- dos: en 1963, durante el mandato del presi- dente Kennedy con el fin de estimular la economia, y en 1968, con carécter tempo- ral, duranie el mandato del presidente Johnson, con el fin de reducir la demanda agregada para contrarrestar, en parte, el ineremento del gasto en la guerra’ de Vietnam. En otros pafses los impuestos se ajustan més a menudo para estabilizar la econo- mia. Todos los afios el primer ministro bri- ténico anuncia los tipos impositivos que cstardn vigentes durante cl afio siguicute, Estos tipos suelen entrar en vigor de inme- diato, si bien técnicamente deben ser ratifi- cados por el Parlamento. La rapidez con que pueden introducirse cambios hace’ que Jos impuestos sean un instrumento mucho mis eficaz.en el Reino Unido que en Esta- dos Unidos. Una de las principales ventajas de los instrumentos monetatios sobre los fiscales radica en que son més flexibles. Resulta relativamente ffeil para el banco central cambiar de politica, decidir esta semana aumentar la disponibilidad de crédito y la siguiente reducirla, Por ejemplo, en Esta- dos Unidos el Fed celebra una reunién se- ‘manal para tomar estas decisiones; en ese momento toma el pulso a la economia y juzga la dosis de medicina que necesita. Pero en el caso de los instrumentos fiscales interviene el proceso politico, con sus dis- putas, que a menudo parecen intermina- bles, su amplia variedad de intereses y el gran niimero de personas que intervienen en las decisiones, proceso poco idéneo para tomarlas con celeridad. Los retrasos en la politica fiscal van mas, alld de la toma de decisiones. Las medidas deben ponerse en préctica, una vez que di- chas decisiones se han tomado. Si el go- bierno decide gastar més en la construc- ci6n de nuevas carreteras, los ingenieros deben trazar los planes antes de poder ad- judicar los contratos. Cuando se aprueba una reduccién de los impuestos y ésta en- DIFERENTES ENFOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA 1155 tra en vigor los consumidores pueden tar- dar en responder de! todo. Las respuestas a las deducciones fiscales por inversién son probablemente ain més lentas, ya que las empresas deben trazar nuevos planes de inversion y conseguir el capital necesario. La politica monetaria también tiene re- tardos, una vez que se pone en prictica. El sistema bancario responde a las medidas del banco central aumentando o reducien- do el crédito, normalmente en un plazo re- Iativamente breve de unas semanas. Y las empresas deben responder entonces a las medidas del sistema bancario, aumentando 0 reduciendo la inversién, lo que suele lle- var mucho més tiempo. (CERTEZA SOBRE LAS CONSECUENCIAS El efecto de casi todos los programas pliblicos depende, en parte, de cémo res- pondan los consumidores y las empresas. {Gastarén los consumidores la mayor parte de una reduecién de los impuestos, creyen- do que es permanente, o apartardn el dine- 10 adicional? ;Aumentarén las empresas la inversi6n en respuesta a una reduccién del tipo de interés o aguardarén, esperando que baje atin més? Como consecuencia de estas cuestiones y debido a que las res- puestas dependen de las expectativas sobre las medidas que tome el gobiemo en el fu- turo, los efectos de muchos cambios de po- Ittica estén rodeados inevitablemente de mucha incertidumbre. ‘Aun asi, los efectos de algunos instru- mentos son més previsibles que los de otros. En las recesiones es muy incierta la eficacia de la politica monetaria. Por ejem- plo, puede no saberse si una reduccién del coeficiente de reservas. provocaré un au- mento significative de los préstamos y de Ja inversion de las empresas. ‘También son muy inciertos los efectos de la modificacién de los tipos del inipues- to sobre la renta. Si se reducen los impues- tos y se cree que esta medida es temporal, el piblico consideraré que se trata de un aumento extraordinario de Ia renta que tie- nen para gastar. Como sugieren las teorfas del consumo que describimos en el capftu- Jo 29, los consumidores tienden a ahorrar una elevada proporcién de sus ingresos ex- traordinarios. Sin embargo, si se considera que el cambio es permanente, es posible que el piblico aumente sustancialmente su consumo. Los anuncios de los gobiernos no siempre se creen, debido en gran parte a que éstos tienen dificultades para compro- meterse. Podria darse el caso de que anun- ciara una modificacién temporal de los im- puestos y, sin embargo, los contribuyentes creyeran que las fuerzas politicas harén que sea permanente, 0 que anunciara una reduccién permanente de los impuestos y los contribuyentes esperaran que se dero- gara répidamente el cambio «permanente» a la vista de los déficit en que incurriré el Estado en el futuro. La incertidumbre sobre Jas consecuen- cias de los cambios de politica afecta tam- bién a las cuestiones relacionadas con el funcionamiento de los mercados. Si un go- biemo pide més préstamos para financiar el aumento del gasto pablico, zexpulsaré esta medida inversin privada? Dependerd de la entrada de fondos extranjeros. Si la curva de oferta de fondos extranjeros es muy eléstica, el aumento del endeuda- miento piblico apenas influiré en los tipos de interés o en la disponibilidad de crédito. Otro motivo de incertidumbre se refiere a la sintonfa que exista entre la politica monetaria y la politica fiscal. Un determi- nante fundamental del grado en que el gas- to piblico expulsa inversién privada es la respuesta del banco central. Si éste cree que hay presiones inflacionistas, es posible que responda a un incremento del gasto ptiblico endureciendo Ja politica moneta- ria, contrayendo el crédito. En ese caso, es posible que el incremento del gasto piibli- co produzca un efecto neto pequefio en la 1156 ‘MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DE LA ESTABILIDAD demanda agregada; sélo alteraré su com- posici6n: se destinaré una proporcién ma- yor de la produccién del pais al sector pé- blico y una menor a la inversién. Estas incertidumbres tienen dos impor- tantes implicaciones para la politica eco- n6mica. En primer lugar, en un perfodo dado, es probable que la incertidumbre que conlleva un instrumento sea siempre mayor que la que conllevan otros. Es posi- ble que si parece que la economia est en- trando de leno en una recesin, el gobier- no quiera dar un giro répido a la psicosis de recesién existente, Si los datos indican que muchos consumidores estén gastando todo lo que ingresan y estén ahorrando poco, una reduccién de los impuestos po- dria producir unos efectos més seguros que la politica monetaria y, por Jo tanto, ser el instrumento que debiera elegirse. ‘Aunque el gobierno pueda estar bastante seguro de que los consumidores gastarén una gran parte del dinero adicional que tengan en el bolsillo, puede estar muy poco seguro, dado el pésimo clima econé- mico, de que los bancos vayan a estar dis- puestos a prestar mucho més o de que las empresas vayan a estar dispuestas a inver- tir mucho mAs en respuesta a una modifi- cacién del coeficiente de reservas, a una reduccién de la tasa de descuento, o inclu- so a una bajada de los tipos de interés re- sultantes de la realizacién de operaciones en el mercado abierto. Por ejemplo, en enero de 1992, en un momento de creciente pesimismo sobre la situacién econémica existente en Estados Unidos, el Fed redujo su tasa de descuento en una cuantfa sin precedentes —un punto porcentual— con el fin de indicar al mer- cado que estaba dispuesto a sacar a la eco- noma de la recesién. La economla respon- i6, pero no tanto como esperaba el Fed, debido, en parte, a que los debilitados ban- cos no podian expandir mucho el crédito y, en consecuencia, los consumidores des- confiaban de que incluso una gran dosis de politica monetaria pudiera mejorar la situa- cién, y, en parte, a que muchas personas pensaban que el Fed no mantendrfa los ba. 48 tipos de interés, por lo que los tipos de interés a més largo plazo —que son los pertinentes para la mayoria de las decisio. nes de las empresas y de las cconomfas domésticas— variaron relativamente des- pacio. En segundo lugar, en algunos casos es posible disipar répidamente la incertidum- bre y modificar, de acuerdo con ello, las medidas del gobiemo. En otros, se tarda mucho en disiparla, Por ejemplo, es més probable que los consumidores respondan répidamente a una modificacién del tipo impositivo, sobre todo si observan que se traduce en un cambio inmediato de su sa- lario neto. El gobierno puede ver cémo responden los trabajadores y decidir si debe o no tomar nuevas medidas y cules deben ser éstas. En cambio, las empresas pueden tardar meses 0, en algunos casos, incluso afios en cambiar sus planes de in- versiGn, Ha habido perfodos, sobre todo en los afios sesenta, en los que los mactoecono- mistas crefan entender los instrumentos de la politica econémica 1o suficientemente bien como para «sintonizar» la economia; es decir, para asegurarse de que ésta ten‘a constantemente la menor tasa de paro compatible con unos previos estables. El largo retraso con que acttan muchos ins- trumentos, unido @ la incertidumbre sobre sus consecuencias, implica que es extraor- dinariametne dificil para un gobierno lo- grar esta sintonizacién. Aun asf, cuando la economfa atraviesa una larga recesi6n, cuando las tasas de paro son altas desde hace tiempo, como ocurrié en Europa du- rante toda la década de 1980 y en Estados Unidos durante la Gran DepresiGn, hay vo- ces que reclaman algiin tipo de interven- cién macroeconémica. DIFERENTES ENFOQUES DE'LA POLITICA MACROECONOMICA, 1s7 Fio, 39.4. Efecto de la deduccién fiscal temporal més alld de su duracién. Las deducciones fiscales temporales no se limitan a incremientar la iaversién ientras estan vigentes. En efecto, a hacen disminuir inmediatamente antes de la entrada en vigor de la de- ‘ducei6n, pues 18s empresas reducen la inversi6n con- tando con dicha ventaja, y vuelven a reducira cuando fingliza el perfodo de duraci6n, Es decir, modificen os tiempos de inversiéa con objeto de beneficiarse de esa medids. El resultado puede ser que la inver- siOn total sea précticamente la misma una vez con- cluido el perfodo més largo, pero el ritmo de las in- versiones se ha visto alterado, [EFECTOS SECUNDARIOS ININTENCIONADOS Cuando un gobierno elige los instru- mentos que va a utilizar quiere evitar que 6stos produzcan efectos secundarios nega- tivos inintencionados. Los programas tem- porales siielen producir ese tipo de efectos. Por ejempto, en 1990 el Congreso de Esta- dos Unidos aprob6 un impuesto de Iujo so- bre los barcos de recreo que costaran una determinada cantidad. La mayorfa de los consumidores pensaba que el impuesto se- ria temporal y que la compra de un barco no era algo tan urgente que no pudiera es- perar. No es sorprendente que la venta de Duracién doa doducelén fiscal por inversion barcos de recreo cayera mucho més de lo que habria previsto un sencillo andlisis ba- sado en la elasticidad de 12 demanda. El Congreso pretendfa aumentar los ingresos, pero lo tinico que hizo fue reducir la de- manda de barcos. Las medidas fiscales temporales tam- bién pueden producir grandes efectos fuera del perfodo previsto. Consideremos el efecto de una deducci6n fiscal por inver- si6n que tiene un carécter temporal, En realidad, la deduccién reduce el coste de las inversiones durante un determinado pe- riodo. La figura 39.4 muestra los efectos. La inversi6n disminuye justo antes de que Criterlos para evaluar los iInstrumentos de la politica econémica Eficacia del instrumento: unas medidas pueden ser més eficaces que otras; en algunos ca- 0s, las actividades del sector privado pueden contrarrestar los efectos de los instru- mentos. Influencia en la composicién de la produccién: entre las medidas que producen efectos simi- lares en la demanda agregada, unas aumentan el tamefio relativo del sector publico, otras elevan el consumo actual, y otras elevan el crecimiento futuro de la economia al estimular la inversi6n, Aleance del efecto: algunas medidas, como la politica monetaria, producen unos efectos de aleance limitado; otras, los instrumentos fiscales, como las reducciones de los impues- tos, producen unos efectos mucho més generales. Flexibiidad y ritmo de aplicacion: algunas medidas, como la polltica monetaria, son més fle- xibles que otras; sus efectos se dejan sentir antes. Certeza sobre las consecuencias: en cualquier momento del tiempo, el efecto de unas medi- das es més seguro que el de otras. Presencia de efectos secundarios no intencionados: algunas medidas producen importantes efectos secundarios no intencionados (y a menudo negativos). 1158 MEDIDAS EN FAVOR DEL CRECIMIENTO Y DELA ESTABILIDAD entre en vigor la deduccién fiscal y justo antes de que se suprima, ya que los inver- sores tratan de trasladar su inversién al pe- rfodo en que est4 subvencionada. Estos efectos pueden ser poco deseables por dos razones. En primer lugar, el objeti- vo de la deducci6n fiscal por inversion puede ser estimular la inversi6n, no alterar la fecha en la que se realiza. Es posible que la deduccién fiscal por inversién ape- nas influya en la inversién total. En segun- do lugar, es posible que el gobierno no quiera reducir Ja inversi6n inmediatamente después de la supresién de la deduecién 0 inimediatamente antes de que entre en vi- gor, pues en esos momentos estas reduc- ciones de la demanda pueden exacerbar las presiones que conducen-a-una recesién. Repaso y préctica ‘RESUMEN Los tedricos tradicionales de los ci- clos econémicos creen que las fluc- tuaciones econémicas son causadas por fuerzas endégenas de la econo- mia, Los te6ricos de los ciclos econ6- micos reales creen que son el resulta- do de perturbacioncs exégenas de la economfa y que ésta se adapta de modo eficiente a ellas. Los moneta- ristas y los nuevos economistas clasi- cos consideran que el gobierno, en general, y la politica monetaria, en particular, son la causa de Jas pertur- baciones. Los nuevos keynesianos también creen que las perturbaciones son exégenas, pero que la economia contiene fuerzas que amplifican estas perturbaciones y hacen que persistan sus efectos. La teoria tradicional de los ciclos econémicos considera que las flue- tuaciones econémicas son normales y previsibles; las demds consideran que son inducidas por perturbaciones aleatorias y, por lo tanto, fundamen- talmente imprevisibles. Los no intervencionistas, entre los que se encuentran los te6ricos de los ciclos econdmicos reales, 1os nuevos economistas clésicos y los monetaris- tas, creen que la economia funciona de modo eficiente, en el nivel de ple- no empleo o en un punto cercano a él, y que responde répidamente a las perturbaciones externas, por lo que la intervencién del gobierno es innece- saria. ‘Los intervencionistas, que incluyen a Jos nuevos keynesianos, creen que los perfodos de paro persistente son una demostracién de que a veces la economia no se ajusta répidamente y de que puede y debe utilizarse la po- litica econémica para estimular la economia, al menos en las recesiones graves. Los te6ricos de los ciclos econémi- cos reales sostienen que la politica monetaria no produce efecto alguno, pero que es importante, ya que la economfa se encuentra generalmenté cerca del nivel de pleno empleo. Los monetaristas y los nuevos clésicos ‘creen que Ja situacién econdémica se~ rfa mejor si el gobierno se atuviera a unas reglas sencillas, como expandir la oferta monetaria a una tasa cons- tante. Los nuevos keynesianos creen que el gobierno puede utilizar tanto Ja politica fiscal como la monetaria para estabilizar de modo eficaz la economia, Cuando el gobierno decide los instru- mentos que va a utilizar, tiene en cuenta varios criterios: Ia eficacia del instrumento, su influencia en la com- posicién de la produccién, el alcance de su efecto, la flexibilidad y ritmo de aplicacién, la certeza sobre sus consecuencias y la posibilidad de que DIFERENTES ENPOQUES DE LA POLITICA MACROECONOMICA, 1159 produzea efectos secundarios no in- tencionados. ‘TERMINOS CLAVE, Modelo del multiplicador y el acelerador Coherencia dindmica ‘TEMAS DEREPASO 1, {Cuéles son las distintas explicacio- nes de las causas de las fluctuaciones econémicas? {Qué relacién existe entre las ideas sobre la naturaleza de estas fluctuaciones y las ideas sobre el papel del gobierno? 2. {Qué es el modelo del multiplicador y el acelerador? Describa el debate sobre las reglas frente a la discrecién. 4. (Por qué algunos economistas creen que la intervencién activa del gobier- no para intentar estabilizar la econo- mia no es necesaria ni deseable? {Qué argumentos se aducen en contra? 5. ,Cudles son Jas ventajas y los incon- venientes relativos de Ja utilizacién de los instrumentos monetarios frente alos fiscales? 6. {Cuél es el problema de la coheren- cia dindmica? Cite un ejemplo, 7. Cite algunos ejemplos de 1a influen- cia de las diferentes medidas en los diferentes grupos de la sociedad. 8. {,Cudles son los principales criterios para evaluar los diferentes instru- mentos? PROBLEMAS 1. Qué politica es mas probable que influya en el consumo? {La politica fiscal o la monetaria? ;Y en la inver- sin? {En los compradores de vivien- das? {En las exportaciones? {En las importaciones? Explique sus res- puestas. Si la legislacién fiscal se ha modifi- cado todos los afios, jes de esperar que el gasto de consumo disminuya de modo significative cuando el go- biemo anuncia una subida «perma- nente» del impuesto sobre la renta? Explique sus respuestas. ;Por qué en Jas mismas circunstancias es de espe- rar que las compras de automéviles por parte de los consumidores dismi- nuyan de forma significativa cuando el gobiemo anuncia un impuesto «permanente» sobre la compra de au- toméviles? Utilice los conceptos de efecto-renta y efecto-sustitucién para explicar las diferencias entre los efectos de un impuesto temporal sobre Ia renta y tun impuesto temporal sobre los bie- nes de consumo duradero. Suponga que el Estado eleva su gasto en 1 bill6n de pesetas y que el multi- plicador es 4 y el acelerador 2. {Cuénto aumentaré la produccién na- cional como consecuencia del incre- mento inicial del gasto piiblico? {Cudnto aumentaré la inversién como consecuencia de ese aumento de la produccién? {Cuénto aumenta- r4 la produccién nacional como con- secuencia del aumento de la inver- sion? Si la economfa se encuentra en una expansi6n, gpor qué un modelo del multiplicador y el acelerador pronos- ticarfa que acabaré entrando en una recesién? Si se encuentra en una re- cesién, {por qué predeciria que aca- bard saliendo de ella? De qué manera puede utilizar un g bieno los estabilizadores automat cos para ayudar a estabilizar la eco- nomia?

Вам также может понравиться