Escrito en desagravio, una nota no compartida, una lluvia informe, un
lamento destruido, un estado ante la huida, una soberbia conducida, un destierro ante la sombra, una distancia sin sombra. Encontrar el tumulto ante el sueo, derramar toda la insistencia del velo, adornar con un bostezo la historia, encaramarse a todas las ramas, despertar un abrazo honesto, conceder un poder a las rocas: en una distancia sin sombra, sin la carencia, cuando ms se necesita y est ah. Dar en la negacin un cambio absurdo que se ha venido de repente a la escritura, ahora que cambia esta hoja sorda y muda, donde se rompen los poemas en estas letras. Despus todo recuerdo, una sombra que viene, una zozobra que ahora s no hace mal. El amor, ah donde la cadencia de un deseo, se vuelve. Es la materia histrica, fatdica, donde conocemos el derrame de la aurora elptica, ah donde surge un poema y se devasta toda la sombra. Esperar que las letras se contengan, avisen del fuego amurallado, escribiendo toda la impotencia del fuego. Una espera prolongada en una letra, una sombra sin distancia. Pero, una letra sin distancia ni sombra, deviene el lamento al ruido, las letras sin sombra, el sueo. Esa detencin no abisma, seala. Es el quicio del dolor sobre el asombro, cuando caen todas las letras y en la repeticin en sombra, esa espera. No querer las palabras del verbo, de la persona de infinitivo, de la geometra parda. Escuchar el ruido, el lpiz desgastado, esta sombra. Ah, donde ms se duele la correspondencia de lo ausente, donde una distancia sin hora, repite la sombra y vuelan los objetos: ah donde el amor lleva y resiste navegando sombra. Literatura, un pensar vaco y abandonado donde hacer que las letras pierdan y lo que en ellas se dice. Ah donde romper una letra que sostenga la furia contenida. Aqu donde se borra.
Texto perteneciente a la obra Devastar, sombra (10).