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LA LOA

La loa es un subgénero dramático o teatral cultivado en el Siglo de Oro


español. Se trata de una breve composición dialogada en verso que se
escenificaba antes que el primer acto o jornada de una comedia. Servía para
predisponer positivamente al público elogiando la ciudad y presentando a los
actores o a la compañía al público. Muchas veces, si la compañía venía de
otro lugar, solía encomendarse a algún poeta local.
Reseña Histórica
Uno de los poetas en el siglo XVI que consagraron sus esfuerzos a mejorar
el teatro español, fue Bartolomé de Torres Naharro, autor de varias
comedias que hizo imprimir en Nápoles en 1521, acompañándolas de un
prólogo en que presentaba los preceptos de la poesía dramática, según su
opinión.
En esos tiempos había empezado una contienda literaria entre los
partidarios del uso antiguo en el teatro español que sin tener en cuenta la
diferencia de civilización y costumbres pretendían que el teatro español
fuese el reflejo del teatro griego del cual eran admiradores y los del uso
moderno que faltos digamos de cierta erudición para producir obras de gran
mérito según el arte antiguo tenían el acierto de acomodar sus producciones
a las ideas y sentimientos y a las costumbres del pueblo para el que
escribían.
Bartolomé de Torres Naharro, deseoso sin duda de que fuesen conocidos los
preceptos que le habían servido de guía en la composición de sus obras, las
hizo imprimir con el prólogo ya citado, en el cual, después de distinguir dos
especies de comedia, divide esta, en dos partes que son: introito y
argumento. De aquí nació la costumbre de hacer que el drama precediese un
prólogo que servía de exposición, en el cual no se hizo otra cosa que imitar a
los antiguos.
Esta especie de Prólogo vino con el transcurrir de los tiempos en llamarse
Loa, y se consideró como una parte necesaria para entender el drama hasta
la época del gran monstruo del ingenio que fue el inimitable Lope de Vega.
Agustín de Rojas, hablando en su Viaje Entretenido del estado en que se
hallaban nuestro teatro en tiempo de Lope de Rueda famoso autor
dramático dice de este lo siguiente: Comenzó a poner la farsa. En buen uso
y orden buena; Porque la repartió en actos, Haciendo introitos en ella, que
ahora llamamos loa Y declaraban lo que era.
La exposición o la loa no era, pues, una parte de la acción dramática, sino
una cosa de todo punto distinta, que consistía en un breve resumen del
argumento, compuesta por lo general por versos octosílabos y no sólo
precedía a las composiciones dramáticas cuyos asuntos eran profanos, sino
también aquellas que se llamaban autos y cuyos argumentos eran religiosos.
Para que de esta especie de prólogos se forme una idea más exacta citaré
aquí uno que se encuentra en un auto titulado Los desposorios de Moisés en
que se dice lo siguiente (en castellano de la época):
Aquí os traeré a la memoria, si acaso atención se tien, para que se
entienda bien, una divinal historia, del gran profeta Moisés. Trata de
cuando huyó, del poder del Faraón, porque a un egipcio mató, y como a
Madian llegó, do le avino otra quistión es como caminaba, apie un pozo
topó, a do bebió y apagó, la sed grande que llevaba, y a descansar se
llegó. Pues dos doncellas vinieron, a aqueste pozo a abrevar, sus
ganados y estorbar, dos villanos les quisieron, el agua que querían
dar....
Tales pues eran las fórmulas con que de ordinario a la par que se decía el
argumento se imploraba la indulgencia del público antes de dar principio a
las representaciones dramáticas.
Entretanto se iban introduciendo no pequeñas novedades en la poesía
dramática española, de los antiguos alterando el uso como decía Juan de la
Cueva en su Ejemplar poético en lo siguiente:
• En el argumento de la comedia se presentaban reyes y deidades.
• Se redujeron a cuatro los actos o jornadas que antes eran cinco.
• La fábula se hizo más ingeniosa y complicada, y fue necesario
prescindir de las unidades de lugar y tiempo.
• La exposición se fue mezclando paulatinamente con la acción en vez
de preceder a la comedia.
Esta reforma que con el devenir de los tiempos fue acentuándose y fue
culminada por Lope de Vega, quien en una de sus composiciones dice
hablando de la comedia lo siguiente: Débenme a mí de su principio el arte.
Y como en la época en que floreció este grande ingenio los demás poetas
aspiraron a ser sus imitadores, no volvieron a escribirse comedias con
prólogos o loas a imitación de los antiguos.
o loa ge loa omo loa geo loa

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