Virginia Farfn Ulloa Chilena El da de la ausencia, ya era, lo supe, lo vea venir agazapado en el dolor intermitente que traspasaba a diario tus entraas y mientras besaba las amorosas manos de mi niez guardianas, semana tras semana, escapaban los recuerdos de tu mente.
Pasado el medioda, el aviso infausto lleg
confirmando el fin de la agona Cansado cuerpo ya, arrib a la otra orilla, acompaado de tanto amor, que sonrea.
En el reposo final y en noche oscura,
llegu sollozante a verte madre amada, tu espalda an tibia y en abrazo fugaz de despedida, con fervoroso respeto bes tu frente plida.
La lluvia caa afuera cual cristales negros,
y quedaste sola, en la iglesia, sin mi canto. Recuerdo la lluvia negra y todava me haces falta