El imperialismo justifica muchas de sus agresiones militares apelando a razones humanitarias. La OTAN, estructura militar ofensiva de Occidente, ha perpetrado unas cuantas de ellas. Cada ao, millones de euros y dlares son destinados a mantener esta organizacin y dotarla de los medios ms avanzados, pero no hay dinero ni medios para responder a la descomunal tragedia provocada por las guerras imperialistas y los desmanes de sus otrora protegidos, llmense Al Qaeda, ISIS
A pesar de todo ello, a los jerarcas del Partido Nacionalista Vasco les parece fuera de lugar y ajeno a la ciudadana que alguien pretenda recordar y renovar la apuesta mayoritaria de la sociedad vasca contra la OTAN en marzo de 1986. Y es que una cosa es derramar lgrimas de cocodrilo por la catstrofe de las decenas de miles de personas refugiadas sometidas al fro, a la lluvia y a la falta de expectativas, y otra atreverse a romper con las estructuras, las decisiones y las estrategias que estn detrs.
La nomenclatura jeltzale parece no quiere recordar el ejercicio de la voluntad popular. Pero no slo eso, adems, nos recuerdan que ms all de sus lamentos propagandsticos, se sienten identificados con esa Europa atlantista que prefiere generar tensin en Ucrania que atender al drama provocado por el belicismo en Siria, Irak...
Al PNV, que tantas autocrticas exige, no le gusta que se recuerde que en 1986 la sociedad vasca les dio la espalda y en lugar de seguir las consignas de Ardanza y otros destacados jeltzales, vot no a la OTAN. Como no les gusta que recordemos que sin Lemoiz nos bamos a alumbrar con velas.
La izquierda abertzale ha demostrado capacidad y determinacin para la autocrtica. Como agente transformador, debe seguir practicndola con rigor y audacia, pero es precisamente esa capacidad autocrtica la que refuerza la exigencia de cuentas al PNV y a todas las fuerzas pro-OTAN.