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LA IGLESIA COMO PUEBLO DE DIOS. LA KOINONIA I Dios” pertenece mas bien al Antiguo Testamento, a la situacién de didlogo entre Yahvé y su pueblo. La palabra hebrea que designa al pueblo de Israet € “ami, que se diferencia del vocablo “goyim™ que designa a los otros pue- los, EI pueblo de Israel tiene la con- viecién de haber sido elegido por Dios por pura gracia, sin mereci- mientos propios (“Porque tii eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios; él te ha elegido a tt para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz Lies dela tierra. No porque sedis ef mas numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahveh de vosotros y os ha elegido, pues sois el menos numeroso de todos los pueblos; sino por el amor que os tiene y por guardar el jura- ‘mento hecho a vuestros padres, por eso os ha sacado Yakveh con mano fuerte y os ha librado de la casa de servidumbre, del poder de Faraén, rey de Egipto. Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda ta alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y ‘guardan sus mandamientos...” Dt 7,6-9), Esta eleceién gratuita descansa cen la promesa hecha a Dios por Abra- han, y que se repite con Isaac y con Jacob : Pero Israel no tendré concien- cia de ser el pueblo elegido por de su unidad nacional y religiosa, sino con Ia liberacién de la esclavi- tud de Egipto y el establecimiento = con él de la Alianza del Sinai (“Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Yahveh; Yo os libertaré de los duros trabajos de los egipcios, os libraré de su esclavitud y os salvaré con brazo tenso y castigos grandes, Yo os haré mi pueblo, y seré vuestro Dios; y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os sacaré de la esclavitud de Egipto. Yo os introduciré en la tierra que he jurado dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os {a daré en herencia. Yo, Yahveh." Ex 6, 6-8). Las relaciones de Dios con Israel estén marcadas por la fidelidad de Dios 4l pueblo, por las lamadas de Dios a la fidclidad a la alianza y Ia respuesta insuficiente por parte del pueblo. De ahi que en los profetas se anuncie la exi ‘eneia de un pequento “resto del pue- blo que permanecers fiel, y de él surgira una Alianza Nueva, un Pue- blo Nuevo, un Nuevo Israel (“...serdn ‘mi pueblo, y yo seré su Dios; y les daré “otro corazén y otro camino, de suerte _que me teman todos los dias para bien a de ellos y de sus hijos después de ellos. Les pactaré alianza eterna - que no revocaré después de ellos - de hacerles bier.” Jt 32, 38-40), - Significado de “Pueblo de s” en el NT. i Desde un principio, ta Iglesia det Nuevo Testamento tiene conciencia de ser el Nuevo Pueblo de Dios anun- ciado por los profetas, pero el aconte- cimiento pascual da un nuevo signifi- cado a esta categoria. A la luz de tres textos fundamentales emerge la nove- dad del pueblo de la Alianza defini- tiva a. Heh 15, 14 ( “Dios ya al prin cipio intervino para procurarse entre os gentiles un pueblo para su Nom- bre* ) este texto deja claro que el Nuevo Pueblo de Dios no esta aco- tado por barreras étnicas, rompe las barreras del odio y establece la recon- ciliacién entre los pueblos, b.1 Pe 2, 10 (“vosorros que en un tiempo no erais pueblo y que ol ahora sois el Pueblo de Dios..."), aqui se profundiza més si cabe en la idea anterior, pues es la desmudez de la fe y del bautismo lo que me constituye miembro de ese pueblo. €. Tit 2, 13-44 Caguardando la feliz esperanza y la Manifestacién de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo; el cual se entregs por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para st un pueblo que fuese suyo..”), este texto ‘nos descubre que es la accién salifica de Cristo, su entrega por nosotros, 1o que permite el origen del “Pueblo”. Al igual que los judios tenfan un vocablo para diferenciarse de los otros pueblo, los primeros cristianos se auto- denominan “ekklesia”, que ademas de toda la carga de significado que hereda del AT, aporta lo siguiente: 4 La Iglesia Io es también ‘afuera de la asamblea, pero es en la - eelebracién comin donde se auto- _deseubre seguidora de Cristo. ees b. La nueva comunidad existe en el ambito de la reconciliacién — abierta por la cruz de Cristo, ©. La “ekklesia” existe en vir- tud de fa sangre derramada por Cristo, pues de esta forma la adqui- id para si, ‘ d. Ya desde el principio “ekklesia” se usa con un triple signi- ficado: por un lado se refiere a la asamblea que se retine en el culto: se refiere también a la Iglesia concreta en un lugar 0 ciudad: por ultimo se refer también ata Iglesia Univer- sal 3. Sentido teolégico de la Iglesia como Pueblo de Dios De los datos aportados por el ‘Nuevo Testamento surgen algunos ele- mentos basicos para la eclesiologia y para la autoconciencia eclesial que po- demos resumir del modo siguiente: a) La Iglesia debe ser vista siem- pre dentro del didlogo de continuidad: ee discontinuidad entre Antiguo y Nuevo ‘Testamento: continia la misma historia de fa alianza antigua, pero al mismo tiempo consumado y matizado por Je~ sis, por la novedad de la Pascua y por la fusion det Espiritu b) El Pueblo de Dios no puede ser considerado més que en su dimer trinitaria, segin Ia expresion de san Cipriano: «La Iglesia es ef pueblo unifi- cado que participa en la unién del Pa- dre, del Hijo y det Espiritu Santo». ©) La Ialesia, como pueblo y asamblea, hace patente la dimension comunitaria de la fe y de la vida cris- tiana; el cristiano se hace en el seno det pueblo. Nadie puede decir «yo creo» sino en la sinfonia del «nosotros cree- mos», ) Afirma a la Iglesia como sujeto hhistorico insertado en el peregrinar del eonjunto de los pueblos. Por ello no _puiede considerar ajena ninguna preocu- a ee pacién o dimension de ta colectiva de los pueblos. ©) Recordando su comp. escatologico, establece a la ‘como peregrina no puede convertir su. provisionalidad en lo definitive, debe por Jo tanto set humilde y servicial para entregar generosamente lo que ella ha recibido como gracia. ) Muestra unas enormes impli- ccaciones ecuménicas en varios frentes: de cara a todos los hombres 1a hace solidaria con sus dramas y desventuras al margen de colores 0 creencias; de cara a las otras confesiones cristianas hhace presente un punto de unidad y de encuentro que es previo a cualquier otra diferencia; respecto a otras teli- giones recuerda que todos los hombres proceden del mismo origen y aspiran a encontrar al mismo Dios creador y recapitulador. oy LY IGLESIM COMO PUEBLO DE DIOS. LA KOINONTA IL no I capt. II, n°9) toda tiempo y en todo pueblo son ‘adeptos a Dios las que le temen » practic ka Justicia (fr. Heh 10,35). Quiso, sin. Se indivig wl, “Ons Aes enn puehla que Le conociera en fa verdad ye srviera santamemte, Eligi3 como ‘ucblo siya el muehlo de Israel, con quien fstablecis und alana, y a yun tas gradialwene monifesindale a SI mismo ‘us divinos designs a través desu historia ¥) sanificdndolo para Si. Pero tado esto to realizé como preparacién y figura de la Imieva alana, perfecta que’ habia de efec tarseen Cristo, y de la pena revelacion que Jon habia de Hacer por el mismo Yerbo de Diok hecho came. "He agui que llega ef tempo -dice el Senor, y haré wna nveva alansa can fa cava de Israel y conta casa de Judd PPondré mi fey en sus entrahas y la eserbiré. en sus corazones, y seré Dios para ells,» elias serdn mi pueblo... Todos, desde ef ppequeno al mayor, me conocerin’, afirma el Senor (dr 31,31-34), Nueva alianza que es- ‘ablectd Crist, ex decir, et mento en su sangre (ft 1 Co 11,25), con: vocando wr pueblo de ene Ios dios y los gontles que se condensard en una no segrin fa eae, sin en el Espirit, consti- ‘uyera an muevo pueblo de Dios. Pues los que creen en Cristo, renacidas de germen no corrupibe, sino incorrupible, por la ppalabra de Dios vivo (Cf. Pe 1.23). mo de 4a came, sino del agua y del Espiritu Santo (Chr. Jn 3.5-), son hechas por. fin linale escogide, sacerdocio real, nacién santa, pueblo de adquisicion ..que en un tempo ‘no era pueblo, y ahora pueblo de Dios" (Pe 29-10). Ese pueblo mesiénico tiene por Cac beza.a Cristo, "que fue entregado por mues- tras pecados y resucitd para muesra salva- cin" Rom 4.25), y habiendo conseguido un nombre que esté sobre todo nombre, reina ahora gloriosamente en fos cielos. Tenen 5 = por-condiciin la dignidad y Wbertad de los hijas de Dias, en euyos corazones habita ef Esprit Sarto como en un tempo. Tiene por ev-el_muevo mandato de amar, como el mismo Cristo nos amé (Cfr. Jn 13,34). Tienen ‘itimamente como fin la dhlatacidn del Reino de Dios, incoado por ef mismo Dios en la tierra, hasta que sea consumado por El ‘mismo al fin de fos tiempos cuanto se mani- Jfieste Cristo, nuestra vida (Cfr. Col 3,4) "Envonces la ereacién se verd libre de la esclavitud de la muerte para entrar en la libertad gloriosa de tos hijos de Dios" (Rom 8,21). Por tanto, este pueblo mesicnico, aun- aque de hecho arin no. abarque a toxos los hombres y muchas veees parezea wn pequeno rebalo, sin embargo, es. germen muy se ‘guro de unidad de esperanca y de satvacion ‘paritodo el género humano, Cristo hizo de ét ‘a conunion de vida, de amor y de wnidad, ‘Jo asume también como instrumento de re- lo. envia @ tado el Une “verso como luz del mando’ sal de ta tierra (Ci ML5 13-16), "El pueblo de Israel setin la carne, que _marchaba por el desierto, se lamaba ya Igle- “sia (Cf 2 sd 13,1; Nim 20,4; Dt 23,1 ss). De la misma manera, ef nuevo Israel, que _camina en este mundo en busca de su ciudad | futara permanente (Cfr- Heb 13,14), recibe eae ee ‘ambien et. ignore sangre (Chi: Hech 20,28), la lend de su Expiry le do los mediosaproplados para ser una comunidad visible social. Dios ‘reunié al grupo de los que ereen en Jessy lo consideran et anor de la salvacin ye principio de la unidad yd a pa, and a Ielesia para que sea para todos y cada wm el sacramento visible de esta unidad que nos salva, La iglesia se insert en la historia de {os hombres des 736 por dos ls pales,» sn embargo, desborda los lites ete gar, La ei ca medio de las pruebas ee ee Dios prometida por su Shor. Axl, no deja dle mantener la fidelidad perfecta a posar de 4a debiidad de. la came, sino que perma- rnece como exposa digna de su Sehor y se renueva sin cesar por la accibn del Espiritu Santo hasta que por la cruz Negue a la uz En ef primer pérrafo del n’ 9 de la Consttueién Dogmtica “Lumen Gentian” encontramos Ia siguiente airman: “Quiso, sinembargo, Dios santifiear v salvar a los hombres fas. tre si sino consiurios en im pueblo.” 238 Pues Dios ered al. ser humano “sociable”, destinado a desarrollarse plenamente junto a Jos otros, ya encontrarse con el mismo Dios en el hermano, Continia este parrafo desgranando la historia de salvacién que Dios iba eseribiendo ‘en el pueblo de Israel desde el momento en ‘que fue elegido por él, Pero ¢l designio salva- ddr del Dios-Padee no acaba ali, y eulmina con la encarmacién, vida, muerte y resurree- cn de su hijo, movido por el Espiritu Santo Ja "Nuewa alianca que establecd Cristo, es deci, el Nuevo Testamento-en su sangre (Ir. LColL25)" También nos queda claro que quienes ‘ereen en Cristo, y han renacido no dela came, sino del agua y del Espiritu, pasan a constituir ‘un Jinaje escogido, ima nacién santa, un nuevo Pueblo... “son hechwos por jin "linaje esco- sido, sacerdocio real, nacién santa, pueblo de adquisicién ...que en un tiempo no era ‘Pueblo, » ahora pueblo de Dias” (Pe 2,9- 10). En el segundo parrafo de este nimero escuisrimos tres elementos flindamentales de ‘este nuevo Pueblo de Dios, a saber: a) su condicién ( tienen por condicién las los hip ios) ~ b) st ley fundamental ( tiene por ley ef a de amar, como el mismo Saye Brrr cid del Reino de Dins lt neal 6) serv al mand a dees parade gia naa) Finalmente destacamos el final del dl- timo pérrafo de este precioso mimero, que sefaa que la verdadera Talesia de Cristo no se acaba en los limites espacio-temporales, ¥ ‘que avanza peregrina entte pruebas y difel- tades sin desfallecer, fie siempre, inciso a espensas de In debitidad de ta eame “La Ilesia se i os hom- bres destinada 0 extenderse por todos los ses, usin emt i de tiempo y lugar. La Iglesia avanza en ‘medio de las pruebas y' difcultades y se ve conforiada por la fuerza de la gracia de Dios prometida por su Sehor. Asi, no deja cde mantener la fidelidad perfecta a pesar de 1a debilidad de ta care" 2. El riesgo de las interpretaciones Por su carter basico, por la centrali- dad que le concedié el Vaticano TI y por su ceercania al lenguaje comin, la expresion Pueblo de Dios ha estado sometida a inter- pretaciones diversas. Pero ello no ha suce- dido solamente en el tiempo actual sino que 30 — haa sido uma constant historiea. Vamos a men- ccionar las mis signifiativas, siguiendo un ‘orden eronoléico, para advertir del peligro de luna comprensién sociolégica o politica que desnaturalizaria la peculiaridad cristiana al presentar a la Iglesia como pueblo de Dios mas que como pueblo de Dios. a) Puede ser entendido el pueblo segiin cl sentido y el modelo de Israel, centrado por tanto en los componentes éinicos 0 en los privilegios religiosos. Se podria concluir en la Actitud de un pueblo contra los otros pueblos. ero en tal easo se olvidaria el servicio sacer- ‘otal y de mediacion que debe caracterizar al ‘auténtico pueblo de Dios dentro de su designio salvifco, ) El modelo medieval de cristindad tiende a vineular erstinisma y sociedad y a sitwar al Iglesia como elemento unificador de las diversas dimensiones de la existencia per- sonal y colectiva. En tal siuacion puede que- dar descibujada la edistanciay que la Iplesia, en cuanto peregrina, debe mantener respecte al lugar y la sociedad en que se encuentra __¢) Si'se entiende el pueblo como nacién se pueden crear los presupuestos para la ideo- de fas «iglesias nacionales», un peligro eS ie = o2—

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