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ns julia varela ARQUEOLOGIA EN LA ESCUELA LAS EDICIONES DE “A ‘Genealopa del poder» “Colcegn dria pot Jute Varela y Ferman APiare> Ura DigeRo abies Roberto Tarégano FERNANDO)ALVAREZ-URIA JULIA VARELA | ARQUEOLOGIA DE LA ESCUELA emande Alvares-Uria (© etn presente edit Las eiciones de La Pigoete "© Escionce Endymion (6) Cruz Verde 2 2004 Madd TSBN. eer7i-ne-r Depésto Lega weener-1981 ne: Griese Garcia Rico 4 Carmen, 3028011 Mada Referencia de los textos publicados a maquinaria esolar. Témpora. Pasado y presente de la ‘educacin, 9” 8, Santa Cruz de Tenerife 1986, pp. 1336 Figurar de iofancian. Revista de Educatén, n° 281, Madrid 1986, pp. 155-191, La tustraciin y s'sombran, Revi de Eéucacién, n° Extra sobre la lustracion, Madrid 1988, pp. 345-372, sLaeducscién popular lustrada o com fabricar jer d6cies y ‘tess. Revate de Eduearion n Patra sobre la Nustracion, Madrid 1988, pp. 245276. ‘La escuela obigatora, espacio de civlizacibn del nifo obreron. “Obra coletva, edtada por J. Varen, Perspetiogractuales em sodlologia de la educacién, ICE de la UAM, Madrid 1983, pp. 17797, “Lor niffos snormales”. Constvucién del campo dela infancia eficientey_delineventes. Obra colectva, editada por C. Laren, Bdveneiin y sociologia en Expat, Akal, Madrid 1987, pp. 62-73. La escuela empresa: neotaylorsmo y educacions. Bduescion y ‘Sociedad, n° 1, Made 1983, pp. 167-177 NOTA: stot areulos dan cuenta de diferentes prosesor ‘educativos que tuvieron lgar en epoashstvenscomprendidas ntre el siglo XVI y la actualidad. No se analizan agu ls ‘transformations que en el eampe educative se desarroliaren durante ol siglo’ XIX. Véase en este sentido al trabajo de T'Varetn, sElementos para uns genealogis de la escuela Primaria, Postacio al libro de Anne Querrien, Trabajos Flomenteles sobre la escuela primaria, La Pigueta, Madrid 1979, pp. 16-198, en esta misma coleci6n. La maquinaria escolar* [La universaidad y la pretendida eternidad de la Escuela son algo més que una iusién, Los poderosos buscan en Epocas remotas y en civlizaciones prestigiosas —espe- imente en la Grecia y la Roma clisicar— el origen de las Inuevas insituciones que constituyen los pilares de su posicién socialmente hegeménica. De esta forma intentan ‘ocular las funciones que las instituciones escolares cumplen fen la nueva configuracién social al mismo tiempo que fenmasearan su propio caricter advenedizo en la escena socio-poltica. Esta hébil estratagema sirve para dotar a {eles insttuciones de un cardcter inexpugnable ya que son naturalizadas al mismo tiempo que el orden burgués 0 post- bourgués se revste de una aurcola de civilizaci6n. En todo aso, sila Escuela exist siempre y en todas parts, no slo ‘est justficado que siga existiendo, sino que su universaidad y eteridad la hacen tan natural como la vida misma conviriendo, de rechazo, su puesta en cuestiOn en algo impensable 6 antnatural. Esto explica que las eriticas més 0 ‘mechs radicales ala institucén escolar sean inmediatamente ‘dentificadas con concepciones quiméricas que abocan al ‘cans al irracionalismo. Los escasos estudios que intentan ~G) La realizacién de este trabajo no hubiese sido posible sin las sizcnionesm lar aportacones orcas que teiron gate lo cart Se. Cance, Me Meyer Pde Oaudenrprofeares dl Deparment &: Sociologia de in Universidad de Pas VI Sieve te estudio come ‘nuestra de agadeiniete, 8 “ Julia Varela 6 Atvares-une analizar cudles son las funciones sociales que cumplen las instituciones escolares son alin pricticamente irrlevantes frente a historias de la educacion y a todo wn enjembre de twatados pedagégicos que contribuven a alimentar la remtable Fiecibn de la condicign natural dele Escucla, En este capitulo, se intentard mostrar que la escuela fn tanto que forma de socializacion privileiads lugar de’ paso obligatorio para lor mifie de las clases populares, es una institueién reciente cayas bases adminis trativasy leislativas cuentan con poco més de un siglo de ‘existencia' De hecho, la escuela pablis, gratuita y obigatoria ha sido instituida por Romanones a principis del siglo XX cconvirtiendo a los maestros en funcionarios del Estado y adoptando medidas concretas para hacer efectiva la aplieacin 4de la reglamentacién que prohibia el trabajo infantil antes e los dice aflos. La escuela no existié siempre, de ahi la necesidad de determinar sus condiciones histOricas de in social za fundamentalmente a esta insitucion que veupa el tiempo y pretende inmoviizar en el espacio a todos» os nifos comprendidos entre seis y diccstis alos? En realidad esta maquinaria de gobierno dela infancia no aparesi6 de golpe sino que ensamblo e instrumental uns Serie de dispostivos que emergieron y se configuraron a partir del siglo XVI, Se trata de conocer cbmo se montaron Y afinaron Tas piezas que posibltaron ts consttucion. En, ste sentido la utlizasion de Ia sociologla histories) no fendré como finalidad ni la idealizacion romantica del pasado ni elestablecimiento de falsasanalogtas que sirvan hoy de leeci6n. No se intenta dotar a la historia de un ‘carter magistral y pedag6gico entre otras cosas porque ina mirada retrospectiva de este ipo es también fruto de las insttuciones escolares. Se pretende, porelcontraro, aplicar lat ds ninguias han envio ase io ablecinintos de catlad'ydisinetn Gosegion lee, grcnarion te) 9 Be sop tot Seguin meléndolo Nos referer fry xen sacoal en's ‘ad perio espacio de gobleo de oe hed a ce estar Sm 1 método genealdgico para abordar el pasado desde una Perspectiva que nos ayuda desifar el presente, a rastreat Continuidades escuras por su misma inmediatez, y ‘eterminar los procesos de montaje de las plezas maesttas, Sus engarees, para qué siven y aquiénes, a qué sistemas de poder estinligadas, como se fansforman y disfrazan, cbmo oniribuyen, en fin, a hacer posibles nuesteas condiciones actuales de existencia. Proyecto ambiciso sin duda y por tanto s6lo abordableen profundidad deforma colectiva con la ayuda de todos aquellos que estin desarollando trabajos paralelos, Nos limitaremos pues simplemente a esbozaé las condi- cones sociales de aparicion de una serie de instancias a huestrojucio fundamentales que, al coagularse a prineipios ‘de este siglo, permitieron la aparicin de la llamada escuela nacional |. Ia definicion de un estetuto de ta infancia, 2. Inemergencia de un espacio expecta destinado ala ceducacion de los nin, 3, a aparicién de_un cuerpo de especalistas de Ia Infancia dotados de tecnologias especificas de sclaborados» eddigos tebrices, destruccibn de otros modos de educscin, ‘insitucionalizacién.propiamente dicha de Ia ‘seuela: [a imposiciSn de la obligatoriedad escolar Aecretada por los poderes pleas y sancionads pot las eyes Definilén del estatuto de infancia ‘AL igual que la eseuela el niflo, tal como lo pereibimos sctuelmente, no es eterno ni natural, es una insitueion Social de aparicibn recente ligada & practics familiares, modo: de educacin y, consecuentememts, a class sociales, ‘Los moralistas y hombres dea Iglesia del Renacimiento, en el momento en que comienzan a configurars ls Estados sidministratvos modernos, pondrén en marcha todo un Juli Voreia~F. Alvarez Ura pueda seguir conservando,y es posible sereeentando, su Sie antemnmmiece Toe eee etm ae tere see cet eee eee eS Seems irae arian mera SEGigos indies, adult sons los tatador de Scere emrenies pepranee an see eee Soheeermn aera La mepsinaria eeoer " todo medians in eresiin de seminaron on ton que dexde Stones se nenard leer’. gi at formacion rope enterese converte ita de'mision de fn Jot ‘anes blues religosos en pug’ etlcos y protestants aio gn rma de ede oder nee mars. parece natura, den. una perpen ‘toa, ques indwaos de tert edad se convinissen em tno. de les blancs. prleiadas de. asimlacion a Tab respective ortodoxis” ox jovenes de hoy ton lor fatror Catoicos o protestants dei mafan,y, adem, su prop Seba bldg ys inciiente proceso de sosalzaton Ios hacen especialmente epos para ser objeto deinculasion 3 de morass Lot reformaorescatScos, sobre todo a partir del cisma, al mismo tempo que uizan todos lox medion 8s sleance para oeupar posts de infueneia al lado Tos Mona (haciendo var sus sabere en fa Corts, eigiéndose tmcomsjers 9 eontesores reales, pondran expel empeno tn constr en prcepores maestros de pipes mls, slaro st, son prlncpesberderos.Intemaranasimismo ducar alos nuevos adiness de Int lsesdstinguigas en Celegcs fatocioncsondadas para los (dstacn en at ‘Sogo ls Jesstes Que conse Ia srimers legion Ia avanzadila de la Contarreforma, a oe que siguen Tos fomareos, los barnabitas y.tantor ote tampooo #2 aividan de conyepueston en ls Colegios Mayores de as Universidade formed. Low hijor dels pobre serin a suver objeto de spatrnl protect jerctoa a raves de insticlones cariatvarytentieas donde erin recopidesy Moetrinados. El Concio de Trento decreta que deberd {xin an candnigo en cada iglesia satel pars instru Sao cdero ya les nos pobres. que han de fondarse tstucasanoxionadas dich gsi destined 2 formar rests comores de 12 sn fot leghimoe ¥prefeent- frenie pobres fin de que. pun ‘converse eb modelcos pastores de alas” Nuevas érdenctrelgisas (Grigor de in Madre de Dies, Docrinos, Escoapios, Mermanosd as cots Cristiana, tose) ve encargaren or ha pate del uidado ds jovenes dele cass popstaes ie 1 de instruirlos preferentemente ena dociinecristianay en ‘irtuoras eostambres, Los moralistas elaborarén programas educativos desi- nados a Ia instruccién de la juventud formando parte del ‘huevo contexto misional, En este momento de reetructura- fin soeial se retoman proyectos ya clisios de Platon, Quintiliano, Arisiteles, Plutarco, Séneca,.. leidos ahora a la luz de la patistica y de las experiencia de la iglesia primitiva, Se configura entonces un eatecumenado privile- lado: la infancias. Y, al igual que en la Reptiles de Paton, la educacién seré uno de los instrumentos claves atlizados para naturalizar una sociedad de clases 0 esta- Imentos: exisien diferentes calidades de naturalezss que ‘exigen programas educativos difereneiados. En conseeuencia Se iastituirén, poco a poco, diferentes infancias que abarcan ‘desde la infanciaangélicay nobillsoe del Principe, pasando por la infancia de calidad de los hijot de las claves ‘istinguidas, hasta la Infancia ruda de las clases populares. ‘Nidque desir iene que os ecesdstions prestarénespocalsia, atencién a las dos primeras, 0 infancias de élite, ya que su influjo sobre ellas es decisive para la conservacion extension dela fe y de sus propios privilegios Erasmo, Vives, Rabelais, —Latero, Calvino, Melanch- ‘thon, Zwinglio entre los protestantes— definiran en sus ‘serosa ela iafancia, dotandola de unas propiedades nada ajenas alos interests desu apostolado, propiedades que, por tra parte, pesarin enormemente en ulterioresredefniciones de la misma, ¥ excribimos einfancim porque en el siglo XVI Se esta todavia lejos desu delimitacion en tanto que etapa Gronoldgicamente precisa. Los distinios autores divergen otablemente no sélo respecto alos perfodos que denominan, jnfancia, pucticia y mocedad, sino también respecto al momento en que convient comenzar a ensehar a. 105, ‘pequetos las letfas; mayor acuerdo moestran en la necesidad ‘be que desde muy pronto se inicien en el apreadizaje de la fe Y Tas buenas costumbres. En general, las caractristias que Yan a conferit a esta etapa especial de la vida som: ‘maleabilidad, de donde se deriva su eapacidad para ser ‘modelada; debilidad (mis tarde inmadue) que justiea #8 La moguinaria ecole » lutels; rudeza, siendo entonces precisa su sciviliaaci6ns; aqueza de juicio, que exige desarollar lararén, eualided del alm, que distingue al hombre de las bastas;y, en fn, haturaleza en que seasientan los gérmenes de lox vicios y de las virtues —en el easo de los moralistas mis severot se convierte en naturalezainelinada al mal-- que Jebe, en el mejor de los casos, ser encauzads y disciplinada La infantil es una conquista posterior, efecto, en gran le la aplicacion de toda una ortopedia moral sobre el cuerpo y el alma de los jévenes. Se configura pues wla nifiezs,en el ambito tedried y abstracto, como una etapa ‘especialmente iddnea para ser tcoquelada, marcada, 4 a vez ‘que te justifies la neceridad de ou gobierno especiico que dard lugar a la emergencia de dispositivos institucionales oneceos; y sien ditimo extreme el poderoso arte de la ‘edueacién fracasa, puede echarse la culpa ala mala indole 4e los sujetos. Serd necesario un proceso largo y complejo para que esa indierenciada etapa, denominada juventud en latin y moce dad en romance, se subdivida su vex en estadios precisot Mdotados de earacteristicas especificas. Peden resaltarse tres Influos, entre otras, que parecen haber sido decisvos en ia constitcién progresiva de la infancia: lo accion educativa institucional ‘eercida en espacios tales como colegios, hospices, hospitals, albergues, casas de Goctrina seminarios {no solamente existen semunarios de cleigos, sino también seminarios de nobles, ademés de seminarios en los que se instruyen los jévenes de las clases populares); la accidn ‘educative de fa recién esirenada familia cristiana; y, pot ‘timo, una accién educatva difusa que, al menos desde un punto de vista formal, esta especialmente vinculada a las rdcticas de recistianizociin, Severk con mis detenimiento, cuando nos ocupemos de Ja coasttucibn de los espacios dedieadas ala instruceién ds Ja infanea, que ser en esta especie de laboratories, donde cmergerin ys aplisaran practices concteta que contribuirda ‘hacer posible una definicién psicobioldgica de Ia infancia y de donde, ala ver, se extracrin saberes respecto's cma Srientarlay dirigirla haciendo ast posible la sparicion de 1a 20 lia Vareia =F Absren-tria «ciencia pedagdgican. En los colegios de jesuitas por ejemplo no funcionaba ia separacién por edades en un principio: la entrada podia hacerse desde los 6 hasta los 12 alos y era el nivel devinstruceién, marcado sobre todo por el nivel de onocimiento del latin, el que servia para agrupar a Dequefios y mayores. Pero, poco 2 poco, segradian mas las ‘cusefanzas y se separa a los mayores de los pequcfios fundamentalmente por razones morales y de discplina. ‘Asimismo, en el caso de que dichos colegios fuesen internados, se admitia, ambien en sus comicnzes, que el slurmno esiuviese acompaftado de su servidumbre’la cual pronto sera acusada de secundar y urd sus feloaias. Al cl joven distinguido tendré que hacer frente 4 solo al fencierro, especialmence cuando a partir del siglo XVI el imtemnado se generalice como la insttucién mas apropiada para su edueatiOn: en esta 6poca el consenso familia-

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