LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIALES * DIVISION DE LAS PROVINCIAS IMPERIALES Y SENATORIALES ROMANAS Las primeras reformas de Augusto sobre el do- minio provincial datan del afio 27.** El impe- tio contaba entonces con un gran numero de territorios: las dos Galias, las dos Espafias, Miia y Dalmacia, Macedonia y Acaya, Asia, Biti- niay el Ponto, Siria, Cirenaica y Creta, Africa y Numidia, Sicilia, Cerdefia y Corcega. El emperador dividié estos territorios en dos partes: conservé una y la otra la otorgé al * El articulo fue integrace con los libros 1, IV y V de la ‘obra Eisai sur Fadminitration des provinces sinatoriels sous VEmpire Romain, io Cyprion Halgan. ApareCio originalmente en Paris, en 1898. Traducessn de Fer ‘rand Mersz ** Usuaimente Mormon antepone a! af dela era cristina tun calendario precedente. N. dei D. Cyprien Halgan senado; de aqui la division en provincias im- periales y provincias senatoriales. La Reforma Administrativa Provincial de Augusto: éCudles fueron las razones de dicha division? éComo y con base en qué se hizo la asigna- ci6n? €Qué modificaciones se aportaron en el curso del Imperio? Tales son las diferentes preguntas que se contestargn. Primeramente, las razones de {a division, al menos las aparentes, son faciles de determiner. Se encuentran en principio en el libro cincuen. ta y tres de la Historia de Dion Cassio y vienen a confirmarlo Suetonio y Estrabén, Entre las provincias algunas estaban ya pacificadas ab- solutamente a fines de la Republica y podian, por lo mismo, prescindir del quehacer militar. Aquéllas, eran las comarcas tranquilas y tra- bajadoras que bafia el Mediterraneo, comarcas conquistadas hacia mucho tiempo y desde entonces romanas, donde la vida era facil y7 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA dulce, donde, para estar protegido, no se nece- sitaba una cohorte. De ese orden era Sicilia, ‘que desde la campajia de Marceto en el afio 212 y la supresion de ta independencia de Siracusa, no habia sofiado jamas retomar las armas con- tra la dominacién romana. Su situacion de des- arme y el caracter pacifico de sus habitantes son atestiguados por Dion Cassio. Asi era tam bién Bética, donde se explotaban, con toda se- guridad, minas de gran valor. La riqueza de dicha provincia era bien conocida en el Imperio y si ha de confiarse en el censo realizado bajo el reinado de Augusto, ninguna ciudad, fuera de Padua, era mas préspera y afortunada que Gades. No lejos de ahi, e! Africa proconsular de suelo admirablemente fecundo, hacia ga- la de sus ricas cosechas y sus inmensos recur- sos agricolas: el valle Bagradas (hoy Medjerde) era entonces tan fértil en sus cosechas como el valle del Nilo, Desde que Italia consumia més mijo del que podia producir, fue a las islas del Mediterraneo y sobre todo a Africa adonde recurrié para ilenar el déficit de su produccién. Hubo incluso una época en que el trigo afri- cano era trensportado como impuesto y no solamente como articulo comercial. Cuando en Ios inicios del Imperio, Egipto se comprometié a exportar sus cosechas a Italia, no se exigié una parte proporcional menor en la importacién de Africa. Esta tuvo que abastecer el primer tercio, el segundo fue reclamado a Egipto; se obtuvo el resto de Sicilia, Cerdefia y Bética, Salustio parece indi- car que Africa era rica en trigo, pero pobre en aceite, Lo que era una verdad en la época turbulenta en que vivia el gran historiador se convirtid en un desatino; mientras que el Im- perio habia restablecido ta paz y la tranquilidad pudo entregarse formalmente al cultivo del olivo, La produccién llegé a ser entonces 10 suficientemente abundante y la provincia debid enviar cada afio, a manera de impuesto, diez mil hectolitros de aceite para el servicio de los bafios romanos.’ Se insiste intencionalmente sobre esas cifras, con el fin de probar cun fecunda era la fuente de riqueza que el senado adquiria al tomar posesion de los territorios atricanos. Cirenaica no cedia nada @ la provincia ve: cina, Al salir de las soledades de! Paraetonium y la Gran Syrte, se penetra en un pais cubierto de una espléndida vegetacién; Dury sefiala “era el jardin de las Hespérides, la tierra de Calimaco, e! pais de! famoso Silphium, de las esencias de rosa, del aceite, el mejor pais que hubo en el mundo, Era la comarca de las cinco ciudades industriosas que rivalizaban en ti queza y lujo, y también en debilidad con las ciudades griegas de Jonia’’.? Los territorios asiéticos, Bitinia y el Ponto, Chipre y las islas del Archipiélago, se hacian notar por el desarrollo de su comercio y la prosperidad de su industria. Los inmensos rebafios de ovejas proveian la lana que se tejia en Mileto; Tralles tenia sus alfareros y Efeso Africa no era (a Unica provincia que pag® trecuenteren: te 1us impusstos en expecie. Cércoga ettabe on a mismo. ‘ato, pagnba a! tribute que le debia 9 Rome can la cea ‘oe aus abe Pusden sefalarse también las riquezas mineraies que, mungue poco explotads, exstion realmente en el Aico Brocansular, Suint.Cyprien habla del metallum siguense (mina de los arededores de Sigus). M. Cagnat ha conse ‘£209 un gran aticulo en la Revue genérate des sciences, movierore 30 de 1895, © las mings y canteras de lo re ‘gencia de Tinez romana: seAala, seaiin Tissot, 10s vest {108 de las explotaciones de Djerd, Sidi Djediah, Djebe! Zerusa y orincipamente en Ojebe! Ressat El marmot hhumigico xtraida de lat canteras de Simitty era apre iado en la antiguedad Dury, Historia Romane, 2. 603.C.HALGAN LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIALES ROMANAS 7 sus orfebres; de las canteras de Synnades se extraian los bloques de mérmol veteado en rojo, Era pues a Bitinia donde iban los comer- ciantes romanos a buscar las substancias ali- menticias, acacia y maderas para la construc: cién.* Se establecid un movimiento conside- rable de negocios entre Italia y las comarcas de Oriente, Plinio se ha referido a ellas al decirnos: “gracias 2 la feliz paz de la que go- zamos, un mundo de navegantes.recorren los extensos mares, hasta el Océano occidental, y encuentran la hospitalidad en todas las cos- tas" Tales fueron las ricas provincias de las cuales la generosidad de Augusto recompensd al senado. En cuanto a los otros paises, caerian en el destino del emperador. Eran, en su mayoria, inmensos territorios todavia independientes, como las Galias y las riberas del Danubio, o las regiones de las fron teras indefinidas y que amenazaban sin cesar los belicosos vecinos, como las orillas del Eufrates y el valle del Nilo. Augusto, en nom- bre de su imperium era el jefe supremo del ejército y concentraba en sus manos la autori- dad militar absolute; importaba_entonces Sofiatomos también on la lala de Chipre las mings de cobre importantes; ol aes cuprium era bastante renom brad La consecuencia del comercio era la riquera de las cia dacs y da los particulares, Not Destaré citar dos ejem- los: un ciudadano de Ciby'a lod a su ciudad natal une Fenta anual eon valor de veinte mil francos para una sim ple escucta de girenasia, En A/rodisiae, en Care, un eon urea de mudsicacostaba vein mi francos (Corp, (nscr. Groee,, 2741), Ver Gartén Bossier Les provinces orien tales de empire romain, Revue del Deux Monde, lo to.de 1874 colocar bajo su jurisdictio las provincias ocu padas por las legiones romanas de las. que él tenia al mando y la mayor disposicién.® Tal es el significado general de ta division de las provincias en imperiales y senatoriales. Esa divisién no se hubiera realizado sin una madura reflexion; denotaba una extrema pru- dencia y sobre todo una gran destreza. Augus: to, al adscribirse tos territorios belicosos y atin mal asimilados, sabia muy bien que en com pensaci6n de sus disgustos y de la responsebi- lidad que asumia, atraeria sobre él la popula: ridad y la gloria, y el éxito de sus ejércitos no era de ningin modo incierto. Por otro lado, reservandose exclusivamente la disposicién de las legiones, podia ejercer sobre el elemento militar una influencia directa y considerable, na influencia que le permitiria probablemente Ja apariencia de resolver tos problemas siempre posibles, y de sentar sdlidamente su poderio y aquel del régimen que inauguraba. El senado, por el contrario, recibia generosamente parte de las provincias ricas, faciles de gobernar, ya pacificadas,’ de los tertitorios productivos donde podia enviar a sus protegidos y de los que a administracion le daria una gloria facil y sin trabajo © es siempre Gut sefalar, con NM. Mommaen (Doit public romain, 9p. 395, 396), que la atrbueian a) Emperadoy fen cierias provineias fue niciamente temporal. August consorv6, transitoriaments, por diez aRos, la adeministta fiéh de tales provincias solietando particularmente Un Fégimen militar; después, es8 adrinistacién Ve fve man tenida de hecho, durante toda su vide, por ls repetidae Protongaciones Encepeién hecha para las provincias de Hnia y de Afsica, que aunque senarorisles ene) afo 27, fueron sin embargo ‘ocubadas miitarmente. a illyricum reyres6 at emnpers dor desde tiempos de Augusto y ton el Légada de la {egion comandante en Africa, fue sustraida también bajo, CCaliguia al mando supreme del Proconsul. Ver sobre ese ‘punto, Mommsen, Droit pubtic romain, IN, p. 302 ¥80 REVISTA DE ADMINISTAACION PUBLICA Las Provincias Senatoriales En resumen, dichas consideraciones fueron dadas durante el afto 27 y se termind en la division siguiente: 1) Elemperador se reservé doce provincias: Tarraconensis, Lusitania, Narbonensis, Lugdunensis, Aquitania, Bélgica, Ger- mania inferior, Siria, Cilicia, Chipre y Egipto® 2) Las provincies senatoriales fueron diez; he aqui la lista: Africa . Asia Acaya Mlyricum Macedonia Sicilia . Creta y Cirenaica Bitinia y el Ponto Cerdefia y Cércega 10. Bética COnOMaons Se hicieron diversas modificaciones a tal division en el curso de! Alto Imperio; vamos a dar una revision para buscar las causas, y de- terminar su radio de accion. Desde el afio 22 a. C. el senado tomé bajo su direccién la Gatia Narbonense y Chipre, !o cual aumentd a doce el numero de las provin- cias senatoriales. Augusto hizo el cambio Mommsen, 0p. cit, 397, cltacome provincia imperial: Galia, Siva y Espafe citerior. Enumeracion tan breve puede concordar facilments con la que nosotros rinda ‘mos, segin Dion Cassio. Mommaen Hama Galis 9 todot los territorios de Narborensis, lag tres Galias y las dos Germnanias. Liga @ Siri, Cilicia y Chipre reunidas enton- ‘ces en una Sola provincia (Marquardt, Organization de Vempire romain). Vi. p. 321, nata 3. La sia provincis imperial de aque no habla de Egipt, Porque “esos territorios no tienen ya necesidad de ejército”. Qué motivo habia tenido el emperador cinco afios antes para reservarse esos dos paises? Los historiadores lo dicen po- sitivamente; se limitan a constatar el hecho. Ante todo, en lo que respecta a Chipre, sabe- ‘mos por un relato de Estrabon® que Antonio le hizo un regalo a los hijos de Cleopatra.'° Es pues de suponerse que al dia siguiente de la batalla de Accio, Octavio, convertido en em- perador, no dudé un solo momento en incluir {a isla en su parte y vigilarla tanto més estric- tamente cuanto que venia de arrebatar el poder de sus enemigos mortales. Ningin le- vantamiento se produjo, Chipre, que dependia del procurador de Cilicia, se hizo erigir en pro- vincia particular y se colocé desde entonces bajo el control senatorial. En cuanto a la Galia Narbonense, fue considerada, en el momento de la division del afto 27, como parte integrante de los paises galos de los que la conquista era apenas consumada,'' se colocé por el hecho mismo bajo la voluntad del emperador y es hasta el afio 22 que pas6 a ser provincia de! senado. Las mutaciones que se han constatado a propésito de la Galia Narbonense y de Chipre estan lejos de ser las Unicas. Posteriormente al régimen de Augusto, ciertas provincias pasaron de manera temporal al dominio del senado a ta autoridad imperial y reciprocamente. Estra Ye en et aflo 47 César habie dado Ia isla 2 Arsinod y Tolomee, hermanos de Cleopatra. Adomis, segin und vieja costumbre, Chipre era ol patrimonio de 108 hijos y hermanos del rey de Eginto Se seMalan, on electo, tres triuntos militares sobre tae Gales durante los afos 43, 28 y 27 aC. por Munatio Piano, Carinas y Valerio Mestala, Marquardt, Organisat de Fempire comain, |, p. 122, nota 2 10 1 suet, Oetav, 47CHALGAN LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIALES ROMANAS ar bon (XVII, p. 840) cuenta doce provincias senatoriales. Habla entonces del periodo com- prendido entre los afios 22-11 a.C. Un primer ejemplo se encuentra en el afio 11 a.€, lliria, clasificada entre las provincias senatoriales durante el afio 27, fue entregada nuevamente a las manos del emperador y gobernada desde entonces por los /egados augustos propretores, bajo el nombre de pro vincia de Dalmacia.'? Los distritos monta- fiosos del pais, sometidos inadecuadamente después de las campafias de Asinius Polio y de Statilius Taurus, se levantaban de nuevo y habian organizado la resistencia. Al mismo tiempo, sobre las fronteras de! norte de la provincia los panonios tomaron una actitud amenazante. Augusto debié intervenir militar- mente; confi a Tiberio la direccién de las operaciones y le otorgo seis legiones:"? la Vil, VIMI Augusta, la 1X Hispana, la XI, XV Apo- inaris, la XX Valeria vietrix. Administrati- vamente tomé en sus manos el gobierno de Daimacia. Se encuentra un segundo ejemplo en la historia de Bitinia; pero aqui no son las mismas razones las que exigieran los cambios. Puesta inicialmente bajo la voluntad del senado, dicha provinciano sufrié ninguna modificacién desde el punto de vista administrative hasta el rei- nado de Trajano, Este, habiendo constatado el desorden de los asuntos del pais,'* envid a 12 Dion cassio, que fue gobernador de Dalmocia, lama ata provincial ‘Augutto, y Dalenacia bajo Pe ‘emperador y desputs de Después do ta retirada de te legibn XX Valeria victrix ‘hacia Alemania y de las legioner VIII, IX y XV @Pano- ia, no quedaron en Dalmacia més que las legiones Vil y DC Estas dos ciltimas abandonaron el pais, (a primera durante Noréa y la sequeds en le épocz de Vespasiana Plinio e/ Joven como comisario imperial por un periodo de dieciocho meses (septiembre de 111 a enero de 113).'® Las cartas intercam- biadas en la época entre Trajano y Plinio no dejan ninguna duda sobre la naturaleza de la mision que se confid a este ultimo.'© Y en- tonces el envio de Plinio en calidad de comi- sario extraordinario tuvo por resultado la transformacion, de un dia a otro, de Bitinia en provincia imperial? No lo creemos, Ninguna parte, en efecto, es cuestion de un cambio tan * radical; todo lo contrario, el tono general de la correspondencia de Plinio hace suponer que. la provincia conservd, de hecho, su situacion primitiva, al menos durante el periodo com- prendido entre el mes de septiembre de 111 y. el mes de enero de 113,"7 Es solamente con Trajano, considerando los resultados obtenidos y el mejoramiento sobrevenido en Bitinia, queriendo sobre todo, evitar el regreso de nuevos abusos que se decidid hacer restituir definitivamente la provincia al nombre de los 14 Citamos entre tos principales abutor que roprimit: ae intrigas de los lubes y sociedades secretar:# régimen oe0 sever de los gobernantesssnotoriaies que cambie: ben todos los aflos; en fin, y sobre todo, ei desorden de los asuntos munieinales. Mommuen, Etude su Pline le Jeune, taduecién, Morel.p. 71 En Ia inscrincién ineluida en el Corp. Inger. Lat, V. 5262, Plinio utiliza et titulo de fepatus propraetore pro: vinciae Pont! et Bithynise consuleripotestate. 6 "6 en todas las circunstancls, Pinio se musstea respetuoso e Jas costumbros y la libertades locales, No inougura fn Bitinia el regimen militar de gabernadores imperales, reformé diestramente y, sin escdnda, xe ispir6 en los principios de la mayor tolerancie (epist. 112), Asi, dics Mommsen, Etude sur Pline le Jeune, p.71;"el names: Imignto pers ese puesto tenia un cardcter particular y constituia una minin de contianza” Esa corta durecién de los poderss de Pinio, si s€ com: ara con fs fargos periodos durante los cuales los yober- adores imperiales eran mantenicos en funeiones, viene 4 apoyar también nuestra opinign, ”22 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA territorios dependiendo de su administracién. Reservandose de esta manerael control directo de los asuntos del pais, se propuso restituir, si fuese posible con mayor estabilidad, un favo- rable estado de cosas debido a la buena gestion de su comisario extraordinario, Cayo. Juli Comuto Tertulo fue entonces enviado en cali- dad de gobernador imperial.'@ Ninguna prueba confirma la hipstesis emi tida por Marquardt, a saber, que la provincia habria sido prestituida al senado al fin del régimen de Trajano. Julio Severo procedié a su reorganizacién con Adriano y desde enton- ces se conservé con el cardcter imperial durante todo el curso del siglo I!.'9 Entre los afios 211-217, es decir, en la época de Caracalla, Bitinia fue conforme toda probabilidad colo- cada nuevamente bajo el control de! senado. Se conoce en efecto que L. Coelio Festo,?° en una inscripeion de Velleia, es calificado de procos: provinciae Ponti et Bythyn y de cuyo gobierno se ubica verosimilmente en esa fecha, Probablemente se confunde con un proconsu/ Bithynise, que M. Perrot" sefiala de la misma €poca, pero sin indicar el nombre. Por otro *8 Cornuto Tertulo es califcado de fepatus propractore divi Traiani provinciae Ponti et Bithynige (Corp. Inser. Lat XIV, 2928), Bitinia era todavia provincia imperial bajo Seveo VI LL. Fabius Cilo es designado, en #32 Soca, como tag. Aug. pr. provine. Pannoiae et Massiae sup. Birhynive) ‘Pant Corp. inser. Lat. 9 20 Borgheti habia pensade inicialmente que el procorsu lado de Celio Festo era contemporanea al régimen de Antonino el Piadoso: pero une inseripeién descublerta en Leon, Esparia probe que Asturias y Galicia ao fueron rogicas en provincias imperiates sino con Caracalla he hizo reconacer a dicho principe designade como Anto: nina Aug., y eeportar bajo su reinado la fecha de ta proconsulaio, Borghes!, Qervres, IV, p. 128 y la nota la Uo Rénier, Perrot, De Galt. prov. rom., 6.134 2 lado, el emperador Maximo gobernd la provin- cia en el aio 230: Proconsulatus Bithyniae egit, dice Capitotin.?? La administracion sena- torial se suspendié cre ibiemente bajo e! reinado de Gordion. La presencia de dos gobernadores imperiales es ademés cierta entre los afios 265 y 270; uno es L. Albinio Saturnino designado como leg. Aug. Cuando en ia época de Adriano, Bitinia, reorganizada por Plinio e/ Joven y Julio Seve- ro, fue convertida en provincia imperial se debié pensar en indemnizar al senado por la pérdida de su territorio y darle una seria com: pensacién. Fue en esa ocasion que la Lycia Pamphylin fue erigida en provincia senatorial. éCudles fueron los destinos de esa provincia? éCudnto tiempo permaneci6 bajo la autoridad del senado? Sobre este punto existe una seria dificultad, Borghesi sefiala la existencia de un procénsul de Lycia Pamphylia, del cual ubica la administracion en el periodo comprendido entre Marco Aurelio y Alejandro Severo; dicho procénsul es Terentio Honoratiano Festo. Se encuentra también a C. Porcio Prisco Longino cuyo gobierno proconsular debe datar det afio 222, es decir, del reinado de Alejandro Severo. Estas son las pruebas veridicas del cardcter senatorial de la provincia. Al lado de esos do- cumentos, hay una inscripcién reportada por M. Waddington en la cual se trata de la dedi- cacién de un bafio hecho por el pueblo de Cyaneae, bajo el reinado de Antonino ef Piz doso; se habla de un tal Appio Cornelio Procu- lo, gobernador de Lycia Pamfilia. Cornelio Proculo es calificado con el titulo de /egatus Augusti pro praetore, dado a los gobernadores de las provincias imperiales. Deberia enton- 22 capitol. Max ot Balt, V.C.HALGAN LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIALES ROMANAS a3 ces concluirse, y tal es le advertencia de Mar- quardt,?? que en Lycia Pamfilia, asi como en Bitinia, se produciria un cambio en la admi- nistracion posterior al régimen de Adriano. En resumen, Lycia Pamfilia, provincia senatorial del afio 117 al 138 se convertiria en imperial después del advenimiento de Antonino ef Pia- oso; e| senado habria recuperado por consi guiente dicha provincia en una fecha cercana a la época de Alejandro Severo, fecha que es dificil de determinar con precision, no pu- digndose fijar el afio exacto del proconsulado de Honoratiano Festo, La provincia de Cerdefta da otro ejemplo de cambios sucesivos entre el emperador y el senado, Cuando tras la division del afio 27 el senado tomd posesion del gobierno de Ia isla, no tardé en tropezar con serias dificultades, en primer lugar el cardcter turbulento y mévil de los habitantes. Los sardos fueron siempre una raza cerrada, hostil a toda dominacién extranjera, cualquiera que fuese; y particular mente en el periodo de la historia estudiada, el pueblo no parece haber inspirado més que una mediocre confianza y una muy pequefia estimacién a sus vecinos. Ciceron** decia “Habes sardos venales, alium alio nequio- rem’.?® Para subyugar esa pequefia provinci no se hubo necesitado menos de tres expedi- ciones serias; la primera en el afio 236 a.C. bajo la direccién de Manlio Torquato, la segunda en 234 al mando de Sp. Carvilio y la tercera a fines del afio siguiente a las ordenes de R. Fa- bio Maximo. Los rebeldes se habian refugiado en las montafias de! centro; fue ahi donde 23 warquard, Organisat. de emp, rom. II, p. 306, nore. 2. 28 ciceron, Ad fait, VI, 42. 25 cicerdn, Pro Scauro, It, 38 algunos afios antes de la era cristiana organ zaron una resistencia seria contra la invasion de la dominacién romana. La situacién lego a ser bastante critica; el procénsul senatorial no tenia a su disposicién los elementos indispen- sables para el restablecimiento de! orden; asi mismo, Augusto no dud6 en intervenir, En el aio 6 d.C. un procurator toms la direccién de los asuntos y la provincia fue considerada desde entonces como imperial. Ese estado de cosas se prolongé hasta el reinado de Nerén; puede determinarse también en un afio inmediato la fecha en la que la provincia llegd a ser senatorial. En el afto 67 fue proclamada solemnemente en los Juegos Istmicos la libertad de Grecia; parece que Cer defia fue restituida entonces al senado como compensacién de la pérdida de Acaya. Es al menos lo que nos dice Pausanias. Esto es con firmado por la certeza que se tiene de la pre- sencia en Cerdefia de los procénsules Caecilio Simplex y L. Helvio Agripa en el curso de los afos 66 y 67. El senado conservo la pro- vincia muy probablemente hasta el reinado de Vespasiano; est2 ltimo ta remot y confi su direccién a un procurador imperial. Esta nueva modificacién coincidia con un cambio paralelo en el gobierno de Acaya. La inscrip- cidn de Sestinum no deja, por lo demés, nin guna duda sobre el carécter senatorial de la administracion de Cerdefia en el periodo com- prendido entre Neron y Vespasiano, Con el reinado de Marco Aurelio se aborda una discusion bastante delicada, Se trata de un espacio de tiempo relativamente corto, veinte 9 veinticinco afios a lo mucho, durante el cual los destinos de Cerdefia desde el punto de vista administrativo habrian de estar ligados indirectamente a los de Bética, El texto que86 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA ha dado lugar a tal conjetura es un pasaje de Spartien,?° de la lectura resulta que Severo, después del fin de su cuestura urbana, fue en- viado a la provincia como Cuestor Propretor: se le designd para Bética, Pero, estando enton- ces en Africa por asuntos de familia, recibio su cambio; una invasién de Maures hizo irrup- cidn en Bética y Severo fue enviadoa Cerdevia, De ese simple hecho, Zumpt,?? en sus Studia Romana, ha hecho deducciones originales. Determinando ante todo la cuestion crono- logica, se constata que Severo debié ejercer su ‘cuestura hacia el afio 172 d.C., es decir a me- diados del reinado de Marco Aurelio; por otro lado, asi como lo sefialé, esa fecha no es otra que la de la guerra marroqui. Llegando en se- guida al punto capital de su sistema, Zumpt emitié tal parecer que, a consecuencia de las dificultades creadas por la guerra, Bética se convertiria en provincia imperial: a cam! Cerdefia habria de ser restituida al senado: todas ellas justificantes de los cambios sobre- venidos en la cuestura de Severo. En apoyo de esa hipétesis seffala, en la época de Comodo, un personaje, L. Ragonio Urinatio Larcio Quintiano, como proces. prov. Sardiniae. Co- modo, af llegar al poder, habria de conservar en Cerdefia ta administracién senatorial esta- blecida por Marco Aurelio y no fue sino hasta fines de su reinado, es decir alrededor del afio 190, que la provincia recaeria nuevamente bajo la autoridad directa del emperador. Tal esla conjetura adelantada por Zumpt. Se admite en lo que concierne al carécter procon- sular de Cerdefia bajo Marco Aurelio; pero 8 Spartan, Sever, I, 27 Zumnpt, Stud. Rom. p. 144 que a cambio Bética se haya convertido en una provincia imperial distinta, es algo muy discutible. Entretanto se tendria que rechazar ese punto primeramente. Los ejemplos dados @ propésito de Bitinia y Lycia Pamfilia han mostrado cuan frecuentes eran las modifica ciones ocurridas en el régimen de las provincias, con las. cuales sin consideracién los empera- dores invadian los derechos y poderes del senado. No seria pues de ningin modo sor- prendente el que la invasion de los moros, en 172, sirviera de pretexto a Marco Aurelio para apoderarse de la administracién de Bética. Por otra parte, esa manera de actuar tenia un pre cedente; no es en razén de la primera guerra dalmatica-panonia que, hacia el afio 11 a.C., llitia se convertia en provincia imperial. Si, no obstante, se critica esa parte de fa teorfa de Zumpt, se hace notar que en realidad no se fundamenta més que en un texto, ademas muy poco explicito. Espartiano habla de la gestién de Severo, pero no dice otra cosa. En segundo lugar, se opone la hipétesis siguiente, que parece la mas verosimil. Seguin Hirschfeld 28 la invasion de los moros, bajo el reinado de Marco Aurelio, habria sido reprimida por Gaio Vallio Maximiano. Asi pues, Vallio Maximiano era entonces gobernador imperial de la pro- vincia de Mauritania Tingitana. Fue entonces cuando Marco Aurelio no sintié la necesidad de enviar a Bética un legado militar especial y dio al procurador de Mauritania la tarea de Pacificar el pais. Probablemente é! mismo ‘tom un partido més radical: el de reunir administrativamente en una sola provincia y bajo una direccién nica los tertitorios de Bética y Mauritania Tingitana, Tal modit cacion parece sorprendente; es sin embargo 28 Hirschfeld, Wener stud, VI, p. 123,© HALGAN LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIAL ES ROMANAS 8s probada de la manera més positiva por una inscripcién mutilada, que M, de la Martiniére encontré en los alrededores de Tanger, El texto fue decifrado por M. Herén de Villefosse, que 4o comunicé ala Académie des Inscriptions et Belles-Letres, en \a sesion del 14 de octubre de 1887. Ahi se encontraron vestigios de una provincia Nova Hispania Ulterior Tingitana. El descubrimiento dio una solucién definitiva al problema, al mismo tiempo que acabé con la segunda parte de la hipétesis de Zumpt. En todos los casos, el cardcter imperial de la provincia de Cerdefia es indiscutible poste- riormente al reinado de Cémodo: los procura- dores Augusti et praesides provinciae Sardi- nie son, en efecto, sefialados muchas veces hasta el sigho III Notese ademés, en el mismo orden de ideas, las diversas modificaciones realizadas al régi men administrative de las provincias de Ma- cedonia y de Acaya. Estos dos paises, coloca- dos por Augusto bajo el control de! senado, surgieron de un Legado imperial desde el afio 15 d.C. ambas provincias siguieron siendo imperiales durante un periodo de veintinueve afios. El emperador Claudio en el afio 44 las restituyé al senado. Conviene sefialar para terminar, dos opinio: nes inaceptables para nosotros porque no se fundamentan en ningin documento que las pruebe bien. La primera la emitid Mommsen 29 y se refiere a la provincia de Bética, Seguin el erudito alemén, la division de Espafia en His- ania citerior et Hispania ulterior, y por lo mismo la fundacién de fa provincia de Bét 2 ver M, Mommien, Res gestae divi August, ., Baroni, 1883, pp. 119, in fine y 120. serian probablemente posteriores a Augusto y debian sucederse a principios de! reinado de Tiberio. A nuestro parecer, los textos de Dion Cassio 3° y de Estrabon,?" que fijan en el afio 27 la subdivisién de Espatia, son muy precisos y afirmativos para que se piense en ponerlos en duda en beneficio de la opinién de Mormm- sen, Este parece, por lo demés, regresar a su primera manera de observacién en la ultima adicion de sus Res gestae divi Augusti;%? estima que la division puede remontarse @ la époea de Augusto, pero que, en todo caso, es posterior al periodo de las colonizaciones mi litares, Podemos invocar igualmente en apoyo de nuestra afirmacién, la inscripcién reciente- mente descubierta por M. Lanciani en las ex- cavaciones del Forum, inscripcién que men- ciona un homenaje de Bética a Augusti: °° Le segunda opinién se refiere a la provi senatorial de Creta y Cirenaica, Borghesi, que las desarroll6 en el tomo III de sus Oeuvres, conjetura que Cirenaica debid separarse de Greta bajo Adriano, a consecuencia de las re- voluciones fomentadas por los judios y ane- xada entonces a la provincia de Egipto. En apoyo de su tesis, sostiene que, a pesar de sus investigaciones, no ha podido llegar a descubrir_ la prueba certera de la union de Creta a Cire- naica durante los reinados de Adriano y Anto- nino ef Piadoso, Tal unién es, af contrario, afirmada en los documentos epigréficos para Dio Cass, Lill, 12. Ver también Appian. Wien, 9. 102, 37 strain, IH, p. 166 7 Res Gestae div. Aug, (Additamenta, p, 222. ad.p. 119) La inscripcin en cuestin fue publicada gore Bullettino della Commissione archeologica comynunale di Roma, 1889, he aqui (a reproduecién: Imo. Creseri Auguste ‘pp. Hispania Beotica quod beneticio ejve et perpetus ‘cura provincia pacata ext.86 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA todo el siglo | y la época posterior a Marco Aurelio, Tal es el planteamiento de Borghesi. A nuestro parecer, y en ello seguimos la opi- nidn desarrollada por Rossberg en sus Quaes- tiones de rebus Cyrenarum,>* es sumamente peligroso arrasar con un sistema de manera que sea sobre ol s6io hecho de la ausencia de documentos; que Borghesi no haya descubierto ninguna inscripcién afirmando la unién de Creta a Cirenaica entre los afios 117 y 180 d.C. es posible; pero concluir de ahi en la separacion administrativa de ambos paises es tal vez ir un poco lejos en el camino de las conjeturas. Nos detendremos aqui dejando este asunto a reserva Tales son las principales modificaciones que los emperadores realizaron en parte del afio 27. Daremos ahora la lista completa de las provincias senatoriales. . Africa, Senatorial en 27. . Asia. Senatorial en 27. Acaya, Senatorial en 27; imperial de Tiberio a Claudio (16-44 d.C.); resti- tuida posteriormente al senado. 4. lliria, Senatorial en 27; imperial a partir del aio 11 aC. 5. Galia Narbonense. Senatorial en 22 a.C. 6. Macedonia, Senatorial en 27; imperial de Tiberio a Claudio (14-44 d.C.}; res- tituida al senado (44 d.C.) 7. Chipre, Senatorial en 22 a.C. 8. Sicilia, Senatorial en 27. 9. Bitinia. Senatorial en 27; imperial de Trajano a Caracalla(111-211 d.C,) nue. vamente senatorial de Caracalla a Gor- diano (211-238 d.C.); imperial después. ene FRossbers, Guaestiones de rebus Cyrenrum provincize Romanae, p. 43. 10. Creta y Cirenaica, Senatorial en 27. 11. Cerdefia, Senatorial en 27; imperial de! afio 6 al afio 67 d.C. ;restituida al senado por Nerén (67 d,C.); nuevamente impe: rial bajo Vespasiano; senatorial bajo los reinados de Marco Aurelio y Comodo; imperial desde 192. 12. Lycia Pamfilia. Senatorial a partir del reinado de Adriano; imperial bajo An- tonino el Piadoso (138 d.C.); otorgada al senado en una fecha incierta entre los reinados de Marco Aurelio y de Ale jandro Severo. 13. Bética. Senatorial en 27; probablemente imperial bajo Marco Aurelio y Comodo (Hipotesis de Zumpt). Y bien, ¢hasta cuando encontramos neta- mente precisada esa division de ias provincias en imperiales y senatoriales? Desde mediados del siglo III et proconsulado comenz6 a decaer. Segin Lampride?° debe encontrarse en el reinado de Alejandro Severo (222-237) la pri mera aparicién del nuevo régimen provincial del Bajo Imperio. Ya en 198 bajo el reinado de ‘Comodo, se encuentra la denominacién de praeses aplicado al gobernador, Siguiendo la opinion de M, Arnold,?° es solamente a Aure- liano (270-275) a quien debe atribuirse defi- ni fivamente la nueva organizacién, Funda- mentamos esa consideracién en el ejemplo que nos ofrece Numidia, Hasta el afio 260 se encuentra todavia en esa provincia un Legado Pretoriano%” y no es sino en 282, en la época 35 Lampride, Alex, Saver, XXIV> Provincias legatoriae pracsciales pluvimas echt ‘Arnold, The romain system af pravincial administration £1 ditimo Legado Pretoriano que se menciona es C. Me crinius Decianus, « ¢, leg. Augg. pr. pr. prov. Numidiae [oo 260), ver Corp Inzer. Lat, VAI, 1, rien, 2698C.HALGAN LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIALES ROMANAS 87 de Carino, que vemos aparecer un praeses con M. Aurelio Decimo vir perfetissimus praeses provinciae Numidiae. El praeses, en sentido estricto, es un fun- cionario de rango ecuestre; luego, él designara a todo gobernador de provincia: Nomen prae- sidis generale ets, se dice en el Digesto.5® Desde el siglo HII se comenzé a separar de una manera distinta al poder civil y el poder militar; el primero se confid a los praesides, el segundo @ los duces. Dicha modificacion hizo que, ya sin razon para mantener fa vieja di sion de las provincias en imperiales y senato- riales, casi todos los gobernadores fueran tle- vados a la condicién iinica de gobernadores civiles. En la practica, verdaderamente, el nombre de Proconsul se mantuvo, pero no se aplicd mas que en raras ocasiones; Probo hizo acto de complacencia contra el senado cuando le permitid otorgar el titulo. iguaimente, si Acaya conservé un procénsul a principios de! siglo IV, resultante de unainscripcién, no debe verse ahi mas que una denominacién mas re- levante, manteniendo apenas algunos privile- gis, una funcién imperial sin prestigio y sin influencia, muy alejada de la omnipotencia casi soberana del viejo Proconsul senatorial. EL CARGO DE PROCONSUL El Procénsul y sus Oficiales El numero de aquellos que de cerca 0 de lejos concurrian a la administracion de las provin- cias del senado, era considerable. Al lado dei gobernador encargado de la direccién unifica 8.1 ide off, prowsia.), Dig. 1.18. da figuraba un gestor encargado de las finan: zas, los legados y finalmente una gran cantidad de empleados subslternos y agregados volun: tarios. Nos proponemos revisar los diversos funcionarios y estudiar, al mismo tiempo, sus facultades generales, nombramiento, posicién del cargo y duracién de funciones. Denominacién de! cargo de proconsul En el Alto Imperio el gobernador de la pro- vincia senatorial se denomina proconsul. Los textos y las inscripciones lo designan frecuen- temente bajo los nombres griegas de Andpatos 0 de Plerosimenos. Anupatos es la traduccion exacta del titulo de proconsul. En cuanto ala designacion de los Plerosémenos (de plerérsis, sorteo) se realizaba de la misma manera que la eleccion de los procénsules. Natese finalmente que muchas inscripciones aumentan a la pala: bra proconsul el epiteto sortitus; es de esta manera, que Sosius Priscus, procos. Asiae es Namado procénsul Asiae sortitus. Entre las otras denominaciones menos fre- cuentemente utilizadas, como Satrapa que se encuentra en Philostrate,*? Hegemon que menciona Aristides,*° figura el término Estra- tega, sobre el cual se insistiré a causa de la discusion a la que ha dado lugar, Agripa en su carta a los efesios, da a Silano, Proconsul de Asia, el titulo de Estratega; al escribir a Flavio © Flabio, gobernador de Creta y Cirenaica, utiliza el mismo calificativo. Debemos exami. Nar, si existe 0 no una equivocacién en la ex. presion. Constatamos que en todos los casos 99 phitostr., Vita soph, 22, 42 pyistd., Vol. 1, p, 532,38 REVISTA DE ADMINISTRAGION PUBLICA ese simple hecho ha servido de argumento a todos aquellos que, como Zumpt’’ han sos- tenido la tesis de las facultades excepcionales de Agripa. He aqui los bosquejos de su argumentacién. Segin ellos, Agripa, entre los afios 738 y 741, habria sido revestido de poderes excepcionales, los cuales serien resumidos en un imperium proconsular de los més nombrados en las provincias orien- tales de! Imperio, en particular en Asia, Biti nia y el Ponto, y Cirenaica. Agripa habria entonces gobernado esas tres provincias y los procénsules de !a época (Silano en Asia, Flavio en Cirenaica) no habrian sido mas que simples legados, mas 0 menos investidos de poderes militares. De esta manera, se encontraria jus- tificada la calificacion de Estratega, que los partidarios de esa opinién pretenden traducir unicamente por “general 0 comandante de armada". Waddington esta a favor de este argumento. “No hay ahi, —dice—, una indica- ion de la naturaleza de las facultades ejercidas por Agripa y no puede suponerse que, cuando fue enviado en 738 para gobernar los asuntos de Oriente, el senado le confiera e! poder pro- consular en las provincias que dependian de él, de manera que Agripa las habria adminis trado por sus legados como lo habia hecno con Siria.”"? Todas estas razones no satisfacen més que mediocremente. Para hacer la hipd- tesis admisible, se necesitaria asegurar el punto de partida de una manera inquebrantable; siendo asi que es justamente este punto de pertida el que deja que desear. La palabra Es- tratega, en efecto, sobre la que reposa la dis cusién, ha sido frecuentemente utilizada en los textos y en sentidos muy diversos. Aislada 31 Zumpt, Comm, epigr, 9.79. 42 woddington, Fastes des provinces asistiques de lempire romain, p. 89. designa a veces al Pretor; unida al término Hipatos se aplica al cénsul, Polibio, finalmen- te, emplea Estratega y Antistratega como si nénimos de Estratega hipatos y de antihipatos {Procénsul).** Esta constatacion parece pe ligrosa de seguir en las deducciones de los defensores dei argumento de Zumpt y Wa- ddington y, sobre todo, negar con ellos los proconsulados reales de Silano en Asia y de Flabio en Cirenaica, Ciertamente no nos nega: mos, de ningin modo, a admitir los poderes excepcionales de Agripa con ese matiz; sin embargo, consideramos que debié recibirlos bajo fa forma de imperium proconsular an- tes de 732“* y no en 736, como pretende Zumpt. Ese imperium proconsular se extendi: a todo el imperio; tal es al menos la opinion de Mommsen que encuentra en ese hecho: “es la explicacion mas simple de que Agripa, du- rante su administracién en Oriente, haya hecho muchas reconquistas en las provincias de Oc- cidente también.” *° Pero anotemos bien, la existencia de ese poderio superior sin limita- cién geogréfica no impidié de ningun modo a cada provincia el conservar su procénsul par- ticular y, por lo mismo, su unidad y homoge- neidad administrativa. 2 poly, «XI, 22, 13, 44 Extrabin empiea igualmente el nombre de Extrotege para designar al Procéniul de Gética, Sobre Extratega Ver Borghes,, Ooveres, Vp. 180. 45 Mommsen, Droit public omain, V. 9,466, nota 3: no se hee expresamente que Agipa tuviers el poder procon fular en Oriente; pero cuando en caza de Joxé lo lemon Tuperan Jonia diadojos caisari se tata probablemente ce Ia autoridad proconsular. La evaluacion de a adm nistracion de Asia a los diez afos debe querer decir QUE part Oxiente en el aflo 731 y cegresd en 741, sin Intervalo, Sia! fundamento de su autoridad era el poder ‘proconsular, debe haber recibido és antes del afo 732 El imperio proconsular le fue renavado en ta época de suenvio 9 Panonia,CHALGAN LA ADMINISTRACION DE LAS PROVINCIAS SENATORIALES ROMANAS 29 El ejemplo mostrado no es Unico en la his- toria de Roma. Después, Germénico y Corbu- lon, bajo el reinado de Nerén, y Avidio Cassio, en la época de Marco Aurelio, fueron igual mente investidos de un poder proconsular extenso, Procedimientos de designacion Los gobernadores de las provincias senatoriales son designados mediante sorteo; sin embargo, para poder tomar parte en la sortitio deben reunirse ante todo ciertas condiciones de ca pacidad. Dichas condiciones son dos: 1. Rango consular 0 al menos rango preto- riano. 2. Justificar un intervalo minimo de cinco afios transcurridos desde el ejercicio del Consulado 0 de la Pretura En primer lugar se debe ser de rango consu: lar 0 al menos pretoriano. Y aqui se explicaré or qué el ntimero de candidatos al gobierno provincial se mantuvo siempre, igualmente en el Imperio, relativamente reducido, No se Megaba desde 1a primera vez a las magistraturas superiores; para convertirse en pretor, para alcanzar el consulado deb ia sequirse efectiva mente una larga escala de dignidades jerérqui- cas ordenadas, cuyo conjunto constituia lo que se denominaba cetus ordo magistratuum En la época ropublicana esas rigurosas condi ciones no existian. Eso lo establecié la lex Villia annatis de 180 que, regulando las cues tiones de fa edad, vino primeramente a crear una escala de las magistraturas. E! Imperio fue ms lejos en el aspecto de las limitaciones y reglamenté de una manera sumamente severa el certus ordo magistratuum, Hubo, en lo su- cesivo, cuatro grados principales separados por intervalos: la cuestura, la edilidad o ef tribunado, la pretura y finalmente ef consula- do. Era solamente cuando se habia recorrido esa larga serie de dignidades que se podia postular a candidato al gobierno de una pro: vincia senatorial como viejo pretoriano o viejo consular Tal era la linea normal, sin embargo, era posible llegar al proconsulado sin pasar por todas las magistraturas sefialadas, Para ello era necesario ser adlectus inter praetorios 0 adiec: tus inter consuares. De una manera general, el adlectio era un favor especial que el Principe concedia a un ciudadano fuera de las reglas ordinarias; es el derecho de tomar lugar en el senado entre los personajes que habian sido investidos del consulado, la edilidad o ta pre tura. Por el hecho mismo de esa asimilacién, los adlecti inter praetorias y los adlecti inter consulares podian concurrir, asi como los pretores y los consulares reales, al sorteo de las provincias senatoriales. Se tenia cuidado de atribuirles una fecha supuesta de magistra tura en el momento de su adlectio, obligando seles asi a respetar las dilaciones y las condi ciones reguleres, El adlectio inter praetorias fue muy cominmente acordado, al menos durante ios primeros siglos del Imperio. Los praetori verdaderos se molestaban y reclama ban contra la grandisima frecuencia de dichas concesiones. El emperador Pertinex les satisfaccion el prescribir que los adlecti inter preetorios pasarian, en adelante, después de los praetori verdaderos. En cuanto al adlectio inter consulares se hizo més raro, at menos en fos inicios de! principado.*® Encontramos dos ejemplos en el siglo III. 4S Se ha podido observar, ante todo, que na se crearon mis ‘que cuatro eénsules por aflo. Fup una restiction 2 los ppoderes del principe, del cus! depandia en ef fondo ta90 EVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA Los ornamenta consularia no otorgaba de- recho al proconsulado. Como lo dijo Momm sen, no hacian obtener mas que los honores consulares y no los derechos consulares efec: tivos.47 Para tener acceso al sorteo no bastaba sola mente el haber sido Pretor o Consul; una se gunda condicién era indispensable: se requeria que hubieran transcurrido cinco afios desde el ejercicio de una u otra de las magistraturas, La Ley Pompeya de 702 habiaestablecido el prin. cipio del intervato quinquenal; no se hacia, ademés de eso, més que confirmar un consejo del senado det afio precedente. Esa Ley, abro- gada por César después de la batalla de Far salia, fue puesta nuevamente en vigor bajo Augusto; se defendié el hecho de no sortear ning’n gobierno antes de cinco afios, transcu rridos desde el ejercicio de una magistratura urbana. Inviolable, tedricamente, el principio fue frecuentemente dejado de lado en la prac tica, sobre todo en la segunda mitad de! siglo |. Bajo el reinado de Augusto se sefialan dos infracciones; la primera tuvo lugar en favor de L. Domicio Ahenorbano, Procénsul de Africa. Ahenorbano, Cénsul en 738-16 aC., Neg6 al proconsulado en 742-12 a.C. Transcu trieron entonces poco menos de cinco afios entre las dos magistraturas. El segundo ejemplo lo proporciona el consulado de C. Asinio Gallo. Cénsul en 746-8 a.C., Gallo gobernd dos afios més tarde la provincia senatorial de Asia 748-6 a.C. Zippel explica, con razon, la ‘ocupacién singularmente rapida de ese gobier adiictio, Pete ta resieiceién tue suprimiaa, na por 1a ex tension de la adleccién a la claie més alta: ina de una manera mas radical por la multipieacién del numero de tos cBnsules nor cada af, 47 Mommsen,op, cit, Mp. 101 nota 1 no, por la existencia de cinco hijos de Asinio Gailo.*® Tendremos la ocasién de regresar sobre este punto al tratar el jus fiberorum y las ventajes que otorga en ta carrera procon- sular. A parte de las dos excepciones sefialadas, el intervalo que se mantuvo con Augusto fue de cinco y seis afios. A fines del reinado se agrega una tendencia; encontramos, en efecto, un Procénsul de Asia, Cn. Cornelio Lentulo Au gur, que atendié ‘tres afios el proconsulado después de la expiracion de sus funciones con sulares. En la época de Tiberio el intervalo oscila inicialmente en un promedio de ocho o nueve afios; pero es extendido a doce e incluso @ quince afios. Algunos ejemplos tomados de Fastes des provinces asiatiques muestran, perentoriamente C. Junio Silano: cos. 104.C,, procos. Asiae, 20-21 d.C. C. Fonterio Capito: cos. 12 d.C., procos. Asiae, 23-24 d.C. M. Emilio Lépido: Asiae, 26:27 .C P. Petronio: cos. 19 d.C., procos. Asiae, 29-35 d.C. C. Calpurnio Aviola: cos. 24 4.C., procos. Asiae, 38:39 d.C.42 cos. 11 dC., proces. Consecuentemente, el intervalo varié muy poco, Con Caligula se mantuvo entre diez y catorce afios; con Claudio y Nerén fue de ‘ocho y trece afios; con Vespasiano, nueve afios, En la época de Trajano conviene sefialar 48 Zippal, Die Loosung der Coneuleritchen prokonsuln in der Irineren Koworzeit (Konigsberb, 1883), pp. 12.35, Waddington, Faster des provinces asiariques, pp.95, 96. 111, 195, 176 y 123 a9CHALGAN. LA AOMINISTRACION DE LAS PROVINGIAS SENATORIALES ROMANAS a1 a Ti. Julio Ferox, Consul en 99, quién no lego al proconsulado de Asia sino hasta el afio 116; asimismo, hay que mencionar a Cornelio Pris. co, Consul en 103 y Proconsul en 121; y A. Cecilio Faustino, Consul en 99 y Proconsul de Africa en 116. Se explicard la existencia de es08 largos intervalos por el gran numero de cOnsules suffecti que venian cada afio a au mentar la lista de los consulares admitidos por sorteo, Desde el reinado de Nerén, en efecto, la duracién de los consulados era de cuatro: meses y aun de dos meses: ilegd a ser normal: mente bimestral desde ¢! siglo II] A partir del reinado de Alejandro Severo los argos periodos de diez, doce e incluso quince afios entre las magistraturas urbanas y las funciones proconsulares se fueron haciendo cada vez mas raras, Se tiende a aproximarse al intervalo quinquenal primitivo; es asi que Dion Cassio, Consul en 291, fue procénsul Aficae en 295; Annio Anulino, Cénsul en 295, tlegé_al mismo proconsulaco de Africa en el afio 302, Tales eran las condiciones exigidas a los candidatos al gobierno de las provincias sena toriales. Supongémoslas reunidas y respetando el minimo del intervalo quinquenal. Exami nemos de qué manera se procedia a laeleccion de los procénsules. Se ha visto que los viejos pretorianos, asi como los viejos consulares, eran admitidos, para solicitar las altas dignidades provinciales. Estos habian conservado, entre tanto, un pri vilegio especial en el sentido que en Asia y Arica, las més bellas provincias, se les reserva ran de manera exclusiva. Los otros territorios del senacio formaban el lote de los pretorianos, En todo caso es un hecho cierto: para uno Y otro grupo de provincias el nimero de los candidatos era ordinariamente muy superior al numero de los lotes disponibles; de ahi las decepciones y los rencores, y una gran parte hecha a la suerte, lo que no podia sino perju: dicar al interés general. Augusto introdujo el primer correctivo a esa situacién, En el domi nio de las dos provincias consulares (Asia y Africa) limité la facultad del sorteo a los dos consulares més viejos presentes en Roma. Esto era circunscribir las operaciones de la sortitio en el limite mas estricto; en realidad, no se trataba més que de saber cual iria a Africa y cusl a Asia. Sin embargo, el sorte existi siempre entre los dos consulares; y el privile gio que habian tenido a fines de la Repiiblica para entenderse entre ellos sobre la concesién de los lotes, ciertamente no se les conservé. El privilegio de la senectud se sometid, en ta practica, a frecuentes infracciones que justi ficaron a menudo, es cierto, las necesidades del momento, Debe percatarse, en efecto, que al aumentar el nimero de los consules suffecti se acrecento también ef nimero de los cons lares eligibles. El favor de la senectud condujo entonces forzosamente a la cabeza de los gran- des gobiernos de Asia y Africa a dos cénsutes ya viejos, incapaces de asegurer la buena direc cidn de los asuntos, Se imponia una reforma. Los emperadores Ia flevarian a cabo hacia et siglo IIL dejando subsistir aparentemente el sorteo; se orientaron poco a poco no solo a designar ellos mismos a los candidatos, sino a descartar, a cambio de una buena indemniza. cidn, a aqueltos a los que el sorteo habia favo recido. Pasando a la buena época del Imperio y viendo cudles circunstancias podian modificar