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EMORIA DIRECTOR: ARNOLDO MARTINEZ VERDUGO. MARZO DE 1997 No. 97 $15 LAGUER rnin — DANILEWOROE EMORIA DIRECTOR: ARNOLDO MARTINEZ VERDUGO. MARZO DE 1997 No. 97 $15 LAGUER rnin — DANILEWOROE (Crisis oO es reordenamiento global? ° V.. el capitalismo una crisis general? Si la existencia | este fendémeno tuviera que demostrarse con cifras conven- cionales, las evidencias no parecerian autorizar el soste- nimiento de la tesis. En efecto, el compoctamiento reciente de précticamente la totalidad de las economias desaralladas muestra que, salvo por las recesiones de 1981 en EU (-1 %)y ce 1993 en la Unidn Europea (0.5 #4), el eresimiento de estas | ‘economias ha sido constante. Y si bien no tan alto como en ‘otras épocas, si mayor que el de la poblacién. | En lo que se reliee al desemperio de la inflaciin, ésta se ha mantenido en tesas anuales muy bas, infrires a tres por ciento anual. En cambio, es recenocido por todos que dicha | ‘etapa de aceptable desempefio macroeconémioo ha sido ecompaftada por un mal comportamiento en la capacidad para crear empleos. Las tasas de desocupacién llegan a riveles muy altos en las economias desarrolladas, a pesar del cre- imiento econémico y la relativa estabilidad de precios. Esta forma de comportarse de las economias capitalstas centrales pareceria ester gestando una importante crisis social. La es- ciitora francesa Vivian Forraster ha llamado a esta “bonanza” capitalista en los centros econémicos mas exitosos del sisto- ma —en la que el hombre es prescndible— el horror econémi- | 0: horror con erecimiento y estabilidad, no con crisis. | ‘Trastadando la mirada hacia importantes éreas del mundo subdesarrollado, tampooo se hace evidente la existencla de tna crisis general del capitalismo. Lejos de ello, las economias asidticas, por ejemplo, muestran tasas de crecimiento excep cionalmente altas y una cierta estabilidad promedio de los precios. Alli, durante lo que va dels afios noventa, el crecimien- to anual supera alos ocho puntos porcentuales. Las inflaciones tienen un promadio de diez puntos porcentuaes. Nisiquiera en América Latina o en Africa se podria hoy ha- bar de una crisis general, pues las economias de estas dos re- giones se desempefian un poco menos mal que en el decenio de 1980 la grave caida de México en 1994-1095 lo hace una de las excepciones), aungue los resultados en materia de creci- mmiento e inflacién son insufcientes y mucho ms pobres que los ‘btenidos en las economias asiticas y en las del mundo desa- rrllado, América Latina suid un pésimo desempero durante los afios ochenta y la situacién, aunque en general parece me- ‘os grave, esta lejos de haberse superado en forma estable. La regicn del mundo que ha registrado los peores compor- tamientos en la década de los noventa se ubica en las hoy MARIO J. ZEPEDA llamades economias en transicién. En efecto, las economias x socialistes han suffdo verdaderas tempestades con desplo- mes del valor de sus producciones y desbordamientos inflaio- narios, ademas de otto tipo de calamidades econémicas, sociales y politcas En sintesis, tenemos un desemperio diferenciado del capitalismo como sistema mundial: amplias regiones que re- gistren en forma sostenida crecimientos del producto por ha- bitante y estabilidad de precios, aunque con mala calidad social, yno se generen suficientes emplecs, y amplias regiones, en las que ni el crecimiento i la establidiad de precios parecen ‘una meta que pueda ser aleanzada en el corto plazo. Lo que se observa, entonces, no parece una crisis gene- rel, Sino un reordenamiento global, con ganadores y perdedo- res, en el cual emplios contingentes de trabejadores de las eco- nomias desarrolladas, y la mayoria de las poblaciones de las economias exsocialistas, de América Latina y Africa, han lle vvado le peor pate En este contexto, es verdad que précticamente todas las estrategias econémicas hoy aplicadas en el mundo otorgan un peso importante al nuevo comportamiento y fuerza de los mer- cados globalizedos, pero también es verdad que existen ev dencias de una diversidad de reacciones y posicionamientos, nacionales y regionales frente a las nuevas caracteristcas y ci- mensiones de la globalizacién, algunos de los cuales han te- nido mayor éxito en negociar la insercién en la nueva economia muncial. La defensa de los privilegios protegidos de unos pooes en las economias subdesarroladas nunca fue la bandera del pensamiento revolucionaro, No hey razones para que hoy lo ea. También es claro que las nuevas carscteristcas de la inferrelacién global de las economias no traen atadas al fuse- Ieje la felicidad ni la inolusién social —incluso en los propios centros det sisteme— Ni se dstinguen por nuevos alientes de cooperacién y soldaridad econémica internacional. Son clara rmente percepibles, en cambio, algunos de los nuevos mecanis mos de sometimiento y explotacién financiera y comercial que acompafian esa interelacién Ante elo, cetamente, es imposible reugiarse en el pa- sado 0 en la defensa de los viejos privlegios proteccionistas. Por elo, las altemetivas revolucionarias requieren incorporar hoy una nueva dimensién globalizadora, fo que no excluye 0 permite omitr la necesaria dimensicn nacional o regional. Tema MEMORIA Nimero97_ Marzo de 1997 Director General ‘Amoide Martinez Verdugo Presidente del Consejo Sergio de la Poia Director Editorial José Angel Leyva Consaja Eeltria! Eire Concheire Borquez defo de Reduce’ ‘Alejandro Miguel Administracion y ventas - Eneamacién Baldovines ise, formacién y capture ‘Antonio Carmona Azuceno Fanny Trias Decena Memoria os una publcacién mensusl del ware Eade del Mower re C. Suseripciones y coms 22 PortloNo, 88, Cal Parave Dolegacién Coyoacan, CP (02040, México, Fax: 5490253, tulo No 6330, Centfieadode Licitudde Cor ride No. 5008 (otergados el 13 de mayo de 1992), Reserva de Titulo Na. 1176-92 ISSN-0186-1205, E-Mal: CEMOS@ SERVIDOR, UNAM.MX Precio del elemplar: $ 15.00 Nimeros fuera de crculacién: $20.00 ‘Suscripci, 12 almeros: México, $ 150.00 Norte y Centroamérica, 80 délares USA Europa, 100 délares USA ‘Area y Oceania, 195 délares USA Impreso por imprenta de Juan Pablos, S.A, Mexicali29, Col, Condesa, CPOS100, México, D.F. 55901 66y 29692 18, Fax: 28661 08 Distibueién: Disubuidorade Libros y Revistas, S.A, AV. Morelos 76-A, Col Judrez, CPOS600, México, DF, 56627 46, Locales corratoseintarir depais: Publicaciones CITEM,S. A de. V,Av.Taxquofia 1788, Col Paseos de Taxquerie, CP 0450, México, DF. 549 73.28. EDITORIAL MARIO J. ZEPEDA TERCER MILENIO, CHINA. TRANSFIGURACIONES DEL SOCIALISMO (1978-1996) ‘SERGIO DE LA PENA. 5S LA GLOBALIZACION Y LA MURALLA JUSSARA TEIXEIRA .. 9 LA DISYUNTIVA CHINA DESPUES DE DENG EDIT ANTAL... 12. CHINA: RETROSPECTIVA MINIMA LUIS ALBERTO GARCIA. 16 LA TEORIA DE LA VIOLENCIA POLITICA JORGE LORA CAM. 19 LA NACION : CIUDAD PRIVATIZADA, PRIVACION DE LA LEGALIDAD. HECTOR ORTIZ ELIZONDO. ar Entrevista con LORENZO MEYER ENEL97 gQUIEN LE TEME AL D. F.? EDUARDO SUAREZ CAMPOS 32 HACER MEMORIA TRAUMAS DE LA GUERRA FRIA DANIELA GROLLOVA-SPENSER ... 6 REFLEXIONES : LA METATEORIA DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS MAURICIO SCHOWET kK UNIVERSIDAD: CIENCIA, TECNOLOGIA Y DESARROLLO RUBEN ROCHA MOYA.. 4 EL TIEMPO Y EL ESPACIO. ROBERTO GARDA aT SUIETOS EMERGENTES EL UNIVERSALISMO DEL SANTO PUS YURI ESCALANTE BETANCOURT .. 55 AS DE CUENTO ‘ALEJANDRO. CARLOS LAGUNA .. ao LEXTEDE ‘ FANNY G. TRIAS DECENA 60 ‘UBROS. 61 Forooraris: Las IMAGENES CORRESPONDEN & LA CAMARA De SEAGIO DE LA PERA EN sti ecoRnico Pon Cran, Inova & INDONESIA EN OCTUBRE DE 1996. Lins ideas y puntos de vista varios on cada anticulo on reeponsablidad de sue autores, Bia ED SUE Ie) En 1993, se promulgé el “Sistema Socialista de Mercado” que proseguiré hasta el afio 2000. Se retomaron los cambios con efectos espectaculares. El PIB mostré un crecimiento entre 1979 1995 de mas de 9% anual, y atin mas el comercio exterior, de manera que China pasé del lugar mundial 32 al 9, y las exportaciones pasaron de ser 4,7 % del PIB al 40 % La reforma agricola China Transfiguraciones del socialismo 1978-1996 SERGIO DE LA PENA* Hacia mediados de los setenta, cra claro ue el socialismo chino habia alcanzado | desde tiempo atris su nivel estructural de ineficiencis, al agotarse la primera etapa fen que, por lagran carencia de todo, cast cualquier inversion en infraestructura estimulaba cl desarrollo de las fuerzas productivas, Bs cierto que se habia redu- s. cido mucho la miseria extrema, el desam- pato, las grandes desigualdades, pero la pobreza era general, y grandes las carencias de alimentos y de medios para sa- tisfacer las'necesidades vitales. Después de tres decenios de socialismo, el subdesarrollo seguia alli, al igual que la in- competencia frente al capitalismo avanzado, resultado del sometimiento del quehacer econémico a criterios de igualdad ‘enelingreso y estabilidad en el empleo, lo que es desventajoso para acumular y elevar la productividad y eficienci, como el capitalismo, dedicado a la maxima ganancia privada,' tanto asi que éste permite que la mayorfa de la pablacién tenga me- jores condiciones de vida, con todo y la explotacion, También hacia finales dels setents, alas presiones de | Ja guerra friay los choques con la vas se sumaron para China, | ‘como para todo el mundo, los efectos de la nueva competencia | mundial de Japén en el oriente y Alemania en Europa. Las nuevas normas de costos, productividad y calidad agravaron | Ja incompetencia de cada pais. | + Insttute de Investigaciones Sociales y Facultad de Economia, UNAM, 4. Hay industries y aetvidedes que escapan a a incompetenci al asig- parles recursos ytalontas, epate de evaluaciones econémicas, como tl campo mili y centfice en la Unss, de balstica en China, 0 la Investigacion médiea en Cuba. Marzo 1997 El gran acontecimiento interno fue la muerte de Mao en septiembre de 1976. De entrada, permitié depositar en cl mausolco de la Plaza de Tiananmen, junto con el cuerpo ‘embalsamado del Gran Timonel, parte de las culpas sociales yrencores que dejé la RevoluciOn Cultural (1966-1976). A ello sirvi6 cl pacto implicito de atribuir el dafio hecho a la “ban- da de los cuatro"? Al debilitarse el maofsmo, fue posible dar fin a las politicas de masas, y a las formas catastr6ficas de las Iuchas sociales, como el Gran Salto Adelante en los cincuenta y la Revolucién Cultural. Pero ¢l maoismo persistié y, a partir de los desequilibrios posteriores a 1986 por el crecimiento precipitado, recuperé poder, y en 1988 congel las reformas ‘en medio de luchas sociales de varios signos, incluso por de- mandas democriticas que culminaron en la confrontacién de la Plaza de Tiananmen en 1989. Se frenaron los cambios y el crecimiento hasta 1992, cuando el primer ministro Deng, abanderado de las reformas, derrot al maoismo mediante el ins6lito medio de recurrir a la opiniGn piiblica. Esta se vole6 a favor de reanudar los cambios, por lo que habjan logrado encuantoarelajarlasestrictas normas maoistas,ylas ventajas materiales, ya que crecié el consumo por habitante casi 4 % anual por un decenio, lo que es un argumento poderoso, EL SOCIALISMO ABRE LAS PUERTAS as reformas se anunciaron en diciembre de 1978, Dieron prioridad a los incentivos materiales y ampliaron el espacio 2. En 1901, tas rahabiltar a parte de los agraviados, s0 cried o le Flovoluctn Cultural. Parido Comunisialalarné“desgraciaacione!” 1 confirm el ilo de Gran Timonel a Mao, 5 41a propiedad privada, todo ello sin alterar el régimen cen- tralista democratico. El cambio del esquema socialista creé grandes tensiones entre entusiastas y opositores, que también eran mundiales, por el desbalance que cre6, en plena Guerra Fria el corrimiento ideol6gico y econémico de China. Surgic- ron agrias criticasyy defensas apasionadas entre los socialistas, y gran intefés en el capitalista. Sc aplicé la politica de “Puertas Abiertas’ desde 1979, que consistié en abrir mercados libres para suplir con precios de ‘competencia a los administrados y en transformar las relacio- nes en la agricultura, industriay servicios, para elevar las con- diciones de vida. La planificacién cedié terreno a la gestion privada, los mercados, y la desestatizaci6n de la economia. La estrategia fue empezar por lareforma en la agriculturay crear las bases del desarrollo industrial en cinco polos con privi- legios fiscales, de importacién, mejora de infraestructura y concentracién de talento técnico y gerencial. ‘Ala ver, se relaié un tanto la proteccién externa; se deci dig hacer de la exportaci6n un motor principal del crecimien- toy atraer inversiones externas para acelerar la acumulaci6n yacceder a nuevas tecnologias; de inmediato se pactaron con- {ratos de riesgo con empresas extranjeras para explorar de- pésitos petroleros marinos. Se emprendi6 una campafia de | 3. J: Borrago (1990). Hacla 1991, 65 % de las materias primes y 75 % de lo bienes de consume tonian precios de mercado. Para 1095, sélo ol 19 5 de lo productos tenia precoe adminiatradoe, China. reinsercién en el comercio y finanzas mundiales y de ingreso al arr (ahora ala Organizacién Mundial de Comercio), al eal yal Banco Mundial En 1984, se sustituyé la politica de puertas abiertas por 1 “Sistema Econémico Mercantil Planificado” que prosigui6 hasta 1992. Ademds de profundizar los cambios y Ia priva- tizacién, el objetivo fue centrarse en el desarrollo industrial Bl efecto fue intenso en el crecimiento, el consumo interno y Jas exportaciones de productos industriales; cuando el perio- do de “astringencia” de retroceso de las reformas frené todo entre 1988 y 1992. En 1993, se promulgé el “Sistema Socialista de Mercado” que proseguira hasta el aio 2000, Se retomaron los cambios, con efectos espectaculares. El PIB mostré un crecimiento en- tre 1979 y 1995 de més de 9% anual, y atin més el comercio exterior, de manera que China pas6 del ugar mundial 32 al 9,y las exportaciones pasaron de ser 4.7 % del PiB al 40%. En los afios noventa, se obtuvo un superSvit creciente, lo que ~sumado a la entrada neta de capitales— hizo que la reservas fueran de 100 mil millones de délares (mmd) en 1995, s6lo menores a las de Jap6n.‘ Pero no s6lo se vole el pais ala ex- portacién, también crecié fa demanda interna. La inversién bruta se mantuvo entre 30 y 40.% del PIB A la ver, el consu- 4 Lasresorvas ovbronnueve meses deimportaciones, lo quees excasivo ‘inelicaz. The Economie, 11 enero d0 1907. p. 66. MEMORIA 97 Tercer Milenio ‘mo aumenté casi9 % anual, del que el familiar supera con mu cho el crecimiento demogrifico. Pero los cambios han sido insuficientes. Se agotan la po sibilidades de preservar ineficiencias, como la inmensa ocupa- ciénredundante de lasempresas estatales,en su gran mayoria con grandes deudas impagables y déficits cr6nicos. Al mismo tiempo, el gobierno central descentralizé gran parte dela ges- ‘in publica; privatiz6 gran ntimero de empresas y perdi6 la posibilidad de mantener los subsidios, mientras que los loca- les no cuentan con fondas par suplirlos. Por eso, las autorida- des de la ciudad de Pekin advirtieron hace poco alas empresas estatales en bancarrota que se deben transformar, vender 0 cerrar. Se estima que, al extenderse este cambio quedarén ddesocupados enel paisalrededor de 10 millonesde trabajado- res, y otfos 20 tendrn dificultades para encontrar trabajo. La solucion considerada es crecimiento y mayor eficiencia LAS TRANSFORMACIONES AGRICOLAS La alta ruralidad de China (80 % de la poblacién) marcé la prioridad de las transformaciones agropecuarias. En 1978, se inicio la alteraci6n de las relaciones en el campo, sustentadas hasta entonces en las comunas y equipos de trabajo, y de la planificacién basada en cuotas de produccién ¢ igualdad del ingreso. Sin alterar la propiedad colectiva de la tierra, se in- trodujo el contrato familiar para produci Ia cuota al precio minimo, y vender el excedente en mercados libres, con lo que clingreso depende del desempefio. El arriendo de la tierra se hizo a 15 y 30 afos; ahora por 30, o mas si se requieren gran- des inversiones. Laaceptacién fue general. En 1984, €197 % de las familias ‘operaba con contrato, Mientras tanto, el gobierno se esmeré | Ahora se ensaya la privatizacion de la propiedad colectiva (tierra e instalaciones) mediante soctedades por acciones, que compran los agricultores, quienes tienen la opcion de solo adquirir derechos a rentar. El objetivo es ajustar la produccién al precio mercantil de los factores y asignar éstos con dicka base. También se trata de liberar al campesino del vinculo exclusivo con la tierra ‘y que tenga otra ocupacion sin comprometer sus intereses 5. J Gonzalez (1986), p. 988, Marzo 1997 | | | por ampliar la infracstructura, el crédito y Ia investigacién, que eran muy deficientes. La produccién y los rendimientos respondierona losincentivos del cambio y de precios (aumen: taron éstos 77 % entre 1978y 1986). La produccién de granos se inerement6 12 % anual; el rendimiento por hectérea de arroz pas6 de 2.9 a 5.2 toneladas, y el fertilizante aplicado de 2.3 kilos por hectarea a 150 Hacia 1984, sélo se raciona- banel arror elaceite comestibley l carb6n, y en 1993 se rea- ‘sea toda, menos la de monopolios estatales (algoddn, taba- co y capullos de seda). EL PIB agricola crecié intensamente de 1978 a 1984 (mas de 12% anual), y mas moderadamente de ahjen adelante, por Jo que de 1978 a 1995 se elevé 5 % anual. Se acabé la amena- a secular del hambre —atin con regiones de gran pobreza— y aument6 la exportacién agricola. El cambio tecnolégico se intensifics, sobre todo 2 cargo de las familias.” La regulacién de la oferta se efectiia por los contratos, el crédito, los precios ‘minimos y las compras en el mercado abierto para la reserva de granos. ‘Ahora se ensaya la privatizaci6n de a propiedad colectiva (tierra e instalaciones) mediante sociedades por acciones, que compran los agricultores, quienes tienen la opcién de slo adquirir derechos rentar.Fl objetivo.es ajustarla produccién al precio mercantl de los factores y asignar éstos con dicha base. También se trata de liverar al campesino del vineulo ex- clusivo con la tierra y que tenga otra ocupacién sin com- prometer sus intereses. Esto es esencial para la soluci6n a la desocupacién por la tecnficacin agricola, que es mediante su absorcin en empresas rurales, industriales y de servicios, de cardcter comunal y cantonal, para transformar y mercadear in situ los productos* Para faclitar el cambio ocupacional, se permite la migracién, incluso fuera del cantén, pero siempre en el campo. La ocupacién rural pasé de 306 millones a 444 entre 1978 y 1993, y la proporci6n agricola de aquélla fue de 90 y 75 %. En ese lapso, las empresas rurales no agropecuarias pasaron de 1.5 millones a 23. Para 1995, eran 25 millones con 123 mi- llones de trabajadores. De 30.a 50% del ingreso familiar rural provino de esas empresas, y la producci6n industrial rural fue 30 % de la nacional ? También se ensaya su conversion en so- Gedades por acciones. & $, Piso Jo 1088), 2.8, En 1978, habia 1.4'millones de ractoras poqueros y 7.8 en 1993. Més {6 la mitad de os actvos fos ya eran famiiares. Gobierno de China (1894), pp. 27-28. 8, Desceiuego, existe en muchas ramaselproblemausvaldecostos altos porla eseaa Ia estacionaided de los nsumos. 9, Gebiemo de China (1984), p. 17-21. Desde luego, hay problemas de feconomis 6s scala y de estacionalidad en muchas de las empresas rales. 7 Sergio de la Peta Laalteracién de las relaciones rurales creé una importan- te division de espacios, poderes y funciones al replantear la relacion entre la propiedad (comunal, popular, ahora priva- da y extranjera) y el derecho de gestion (ahora familiar) Apart al poder ptiblico local de la actividad econdmica, ahora ‘en manos de los productores, y deslindé las funciones de go- bierno de las econdmicas. Fue una ruptura a fondo del esque: ma socalista {CAMINO CAPITALISTA AL SOCIALISMO? De frente a la reiteracion de que este es el camino de China al socialismo, destacan rasgos que mas parecen de un capi- talismo salvaje. Pero hay que considerar que persiste una intensa regulacin estatal de las principales variables eco- niémicas, y la planificacién cambia pero no desaparece, al sustituir la central por planes independientes en cada pro- vinci. La privatizaci6n es un tema critico. Circulos intelectuales y politicos consideran que se le debe limitar para evitar el re- chazo del pueblo. Argumentan que la propiedad privada ja- més fue predominante en China, ademés, que la propiedad piiblica es la base del sistema socialista y que la economia de mercado Gnicamente podré prosperar bajo regulacién esta: tal, de manera que lo acertado es fortalecer Ia economia privada y Ia colectiva y no debilitar la publica, que debe man- tener el control de la economia nacional a través de gran- des empresas de insumos biisicos y financieras."® En todo caso, se definird con mayor claridad el deslinde socia- lista 0 capitalista, salvaje 0 no, a través de las soluciones que se den cen el futuro a los grandes proble- mas de desocupacién, la eficiencia global y la tecnificacio en cuanto al desarrollo regional, sea para acelerar el crecimiento a ‘cualquier costo, o procurarun equi- librio mas acorde con la idea so- cialista Una decisién fundamental es sobre la distribucién del ingreso, que se concentra por la polariza- ci6n social el recorte de subsidos. Aparte de la importancia que tal ccuestin tiene por si misma, de ha- cerse ms equitativa a distribucion podria mantenerse el control so- $0.L. Yiping (1998) 8 al, por ejemplo en cuanto al movimiento de los trabajado- res, De otra manera se tendrd que replantear su regulacion, ariesgo de que se saturen con migrantes las regiones de desa- rrollo, y las frenen. ‘También parte de esa definicién entre socialismo y ca- pitalismo sera la manera de enfrentar los problemas de edu- cacién, del acceso y asimilacién eficaz de tecnologias mis ‘complejas y la disciplina de la competencia, para el pasoa un desarrollo superior, lo cual pasa por cambios en la cultura socialista. En todo caso, el socialismo chino que resulte, si tal ‘esla opci6n, se parecer poco ala experiencia maofsta 0 cual- 4quier otra anterior. Y, de encaminarse abiertamente al cap- {alismo, tendra caracteristcas chinas insoslayables. BIBLIOGRAFIA CITADA John Bortego: “La relategraciin de China", en alvarer y Borrego (com- piladares): México, en la Cuenca del Pacifico, Facultad de Econom, UNAM. Meio, 1990. Juan Gonzalez Garcia: “China: comerco exterior y crecimiento econémico ‘en el camino del mercado", en Comercio Exierior, Vol 46, No. 12, Dk clembre de 1996, Goblerno de China (1994): Ghina. Agricultura diversficada rambo a la ‘modernizacién, Presencia de China, Eaitorial Nueva Estrella. Belling, 1994. Silvia Piso Jo6: “China, un pais de éxitosy retos". BI Mercado de Valores, No. 3. Marzo de 1996. i Yiping: “China's Reforms At the Turn ofthe Century. International Con ference on Economic Development in China and Asian Pacific Ase, Renmin University. Beijing, octubre de 1996, China. MEMORIA 97 Bia ee Mele) Las escenas de Et Ultimo Emperador, de Bertolucci, evo- can los dificiles pa- sosdeunsujeto para convertirse, prime: ro, en dios vivien tc, luego en simple mortal sujeto a las, leyes de todos, héroe de la sencillez, de la puleritud, det control, del en: cajonamiento del deseo. Vemos estas evocaciones vertidas, y algunas veces invertidas, en las calles, en Ios centros laborales y de educacién, que viven ahora los antes uniformados integran- tes del llamado proyecto comunista chino, proyecto que enfatizaba la crea- cidn del hombre nuevo" ylaredencién de la humanidad: Sisifos orientales que dejan veriidas las develaciones de Ja tradicion, de la cultura y de Ia his toria, en la sefiales de la vida cotidiana, cen las artes, las filosofias y las reli giones. Pero también estén en los im- perios, mandarinatos, o el ensayo de repiblica, en la defensa de invasiones stranjeras, en las guerras y revolucio- en fin, en las hichas sangrientas y en el despotismo. (No por nada es una de las civilizaciones més antiguas del mundo! En cada uno delos pasajeso cambios de la historia, aparecen aspectos con- servadores innovadores. Perose man- tienen muchos rasgos sobresalientes de ladiversidad étnica china, que pare- cen tener una enorme unidad. La voca- cion por preservar esos rasgos tiene anelajes muy profundos; tal vez, inchi- so, resistan los embates del capitalismo actual, En la calle, los rostros y mas ros- tos parecenconfesary declarar mas de lo que dicen. Perfilan dos actitudes, la ain muy finamente construida y pro- fundamente arraigada en la cultura chi nna y la desproporcionada muralla que los encierra. Ellos pasean consigo su deslumbrante 0 miserable universo, al 7 Peicoanalista, Funddora do la Asosianién Chl: El Elonguaje delos Excludes. Marzo 1997 China La globalizacion y La Muralla JUSSARA TEIXEIRA cual podrian entender, pero se les es- | capa porque es inmenso, y siempre el | mismo, con pequefias variantes. Se ne- cesita mucha audacia y la paciencia de un oriental para entender el “hacerse sentir” tan complejo, significativo e in- {quietante del pueblo chino. ‘Todo lo cotidiano llama la atencion del viajero que se halla atento no sélo a las manifestaciones de los sujetos, si no también a sus motivaciones, En tal caso, es sorprendidoacadamomentoy | cada paso. Me limito'a evocar algunas | de las sorpresas y lecturas posibles de Iarrealidad y reflexionar sobre el ctimu- | lo de vivencias y evidencias, para po- der interrogarme sobre lo esencial. Lo primero que llama la atencién es ‘que, como dice Sergio de la Pea, todo indica que fue el pueblo campesino, | con su cultura simple y vigorosa, el que hizo las revoluciones, tomé por asalto alasociedad, la empapé de sus costum: bres y ahora, incluso, permea la actual reforma de rasgos capitaistas. Los co- ‘munistas confiaron en las aspiraciones espontineas del pueblo, formado casi ‘ensu totalidad por campesinos pobres, y pretendieron canalizarlas y orga- nizarlas. Lo cierto es que el asedio cultural campesino ha mantenido su no poco vigor, porque incluso hoy el ochenta por ciento de Ia poblacién es rural, for- ‘matuna masa de mis de mil millones de personas. De maneraqueatinen Beijing, 9 Shanghai o Guangzhou (Cantén) te |_ vida privada y la pablica, que advierte asaltan los anuncios luminosos de las | hasta el masdistrafdo porque se tropie- | principales refresqueras globalizadas y las marcas sofisticadas de objetos de consumo que parecen de otro mundo, La vida cotidiana parece desarrollarse en un ambiente de uno o muchos pue- blos chicos, desde hiego, con su consa- | bido infierno grande. De aqui la pre valencia de la concepcién rural en el entorno urbano, de la ética, de la es- tética, de la moral, de la idea de lim- pieza, y de la vida familiar en la calle (a0 poco porque las viviendasson muy estrechas). 3 Tal ver esto explica la persisten- cia de tantos rasgos tradicionales, que vvan desde los poderosos lazos familia: res y comunales, convertidos en for- mas estatales de control del sujeto, hasta 1a poca diferenciacion entre la 10 za‘a cada paso con las evidencias. Vale destacar que esta invasion de lo priva- | do por lo pico no es solo un aspecto curioso, sino que puede crear las bases para el terror de Estado, como ya ha sucedido, Pero no solamente hay una | abierta invasion delo pablico enla vida | familiar, sino que es frecuente su con- | tapartida, lo privado que invade lo piiblico en un juego constante de redefinicién de limites. Un caso es el tuso que hacen los campesinos de las carreteras para secat sus semillas. Lo cierto es que prevalece una disci plina social rigurosa. Un ejemplo ilus- trativo se refiere al sistema de esti- smulos y castigos para el control de la Jussara Teixeira mogrifica. La norma de limitar el ni- mero de hijos por pareja a dos, en una primera etapa, y después a uno, ha ge- nerado muy diversos fenomenos. Hay desde el asesinato de mifias para buscar luna nueva oportunidad de procrear un hijo varén, que se ha denunciado en diversas ocasiones y regione, hasta la construccién de una sociedad con pre- dominio de varones y estrechamiento de Ia base de la pirdmide poblacional. Todo ello invoca reflexiones y pregun- tas con urgencia de respuestas Una de esas cuestiones es saber qué tipo de cambios se produjo en las mu- jeres con el proyecto comunista. Estas fueron consideradas, junto con os cam- pesinos pobres, las principales victimas del orden anterior al cual era necesa- | natalidad, que se convirtié en asunto | riodestruir. Desde luego, la practica in- | fame de algunas familias tradicionales | de Estado ante la inmensa presi6n de- Taian, MEMORIA 97 Tercer Milenio de fracturar y comprimir los pies a las mujeres ya fue combatido desde el ini cio del presente siglo, luego con el co- :munismo se prohibié el concubinato, la venta de mujeres.se les permitis el c- cesoa laeducacién ya puestosde traba- jo, yse establecieron derechos politicos. Sin embargo, con todo y revolucién, persiste hasta ahora la espera del hijo vyar6n como redentor de la familia y la consecuente desvalorizacion de la hija Novedosa también resulta la cons titucion de fa pareja en una sociedad con marca- do predominio de varo- nes, que modifica las rela- ciones sociales. No menos importante, en un futuro inmediato, es el. proble ma social y econ6mico de mantener una creciente poblacién de viejos con una fuerza de trabajo jo- ven cada vez més reduct da. En una etapa historica derepudioa lossubsidios, esta cuestién se torna letal para grandes sectores, 0 tal vez se delinearé un ré gimen diferente. Un as pesto poco advertido ¢ igualmente importante se refiere a la construccién de una sociedad de hijos Ginicos, que plantea cues- tiones familiares y socia les de gran interés En contraste con la austeridad cam- pesina y la pobreza en muchas regio- nes, esti Ia enorme apelaci6n all consw- mo, en estrecha relacién con lx apertura de mercado con caracterfsticas peli grosamente parecidas alas de! neolibe: talismo, Las grandes ciudades chinas empiezan a ser inundadas de super markets y artieulos estranjeros, casi en Ja misma proporcién en que los articu- los chinos aparecen en todo el mundo. las grandes transformaciones de la sociedad urbana, con un intenso auge de la construccion de edificios para Marzo 1997 viviendas, francamente contrasta con 1a rural El desenfreno de las apelaciones al consumo podria en cierto aspecto ha- blar de la renovacién del deseo, cruck mente encajonadoen aiiosanterioresy abre el espacio para las satisfacciones rapidas y faciles, ise tiene dinero para | adquirir los bienes. Sin embargo, aun si sélo 1 % de la poblacién tuviera acceso 250s satisfactores, significa un merca- do de 13 millones de consumidores, apetitoso para cualquier comerciante en el mundo. Un grupo cnorme de trabajadores con salarias fos, y que sufren recortes | en los subsidios sociales, se ve estimu- lado, empujado, casi obligado a efec- tuar consumos que prometen conducir: Jos no a las puertas del cielo pero al menos alas de la Ciudad Prohibida. Se acercan lentamente a los escaparates donde el abaco contabiliza 1a impo- | sibilidad de poseer relojes, hornos de microondas, maquinas de lavar, autosy computadoras, 0 vinos y licores euro- eos, galletas de Dinamarca, chocolate de Suiza y cerveza mexicana, aparte de Jos famosos restaurantes de fast food y Jas ropas de marca mundial. Trae a cuento el panorama catas tréfico delineado por los ideélogos ecologistas de Occidente, en cuanto al desasire que significaria que todos Tos chinos tuvieran refrigeradores © mo- tocicletas. Tal ver el cileulo técnico es exacto, pero el planteamiento es equé vyoco. El consumo en China esté me: tama ge ies Indi jorando y aumentard atin mis, y ya existe un severo problema ecoldgico. Pero la solucién mundial no puede ser hundir a China, oa cualquier otto pats, en sus carencias. En todo caso, se debe abatir el consumo y la contaminacién, pero sobre todo los de los paises desa rrollados, que aportan entre el 70 ye 80 % del total de contaminantes. No hay conclusin. Un viaje a China nunea se acaba, sino prosigue en las inquietudes que genera, que desde Iue- {go son muchas mas que las respuestas que se pueden encontrar. u TERC3R MILENIO La disyuntiva China después de Deng EDIT ANTAL* La esencia de la teorfa de Deng Xiaoping ~manifiesta en el hecho de que sea el res ponsable de una gran mejora del nivel de vida de la poblacién y ala ver de la mx lanza de estudiantes de Tiananmen, contiene la gran disyuntiva de la China actual. CuAl de los dos elementos repre- sentan mayor peso para la sociedad y cual decidira el porvenir de los comunistas en el poder en el inmenso pais asitico en vias del de- sarrollo que sostiene un acelerado ritmo de crecimiento eco- ‘némico y que pretende convertirse, en el préximo cuarto de siglo, en una gran potencia mundial? La herencia de Deng Xigoping es tan fuerte como con- trovertida para l historia del pueblo chino, Para entender el papel que desempeiiaba el pragmitico lider y sus aliados de Ja segunda generacién de dirigentes revolucionarios que to- maron el poder después de la muerte de Mao Zedong, vale la pena destacar dos rasgos de su comportamiento como de dirigente comunista. En primer lugar, Deng era un representante del llamado confucianismoleninismo, que significa ser ante todo un na- cionalista que ve en el comunismo un instrumento dil para conseguir y conservar el poder y launidad de la patria, Deng, cn pleno contraste con la idea de Mao Zedong, concebia el comunismo en términos mas organizativos que ideolégicos. El monopolio del poder, a su juicio, era indispensable para sctuar en la politica, jamés se preocupaba por introducir cam. bios de corte democritico, puesto que los consideraba algo ajeno a la tradicion de su pais. En segundo lugar, es importante subrayar su visi6n pragmitica, gradualista y realista, siempre contraria a las tendencias radicales que existfan en su partido, En conse- cuencia, para Deng la tarea fundamental era econdmica y no politica. “Para construir el socialismo es necesario desa- * Proesore-invesigadora de la Facuited de Ciencias Poliicas de la unas, peiodista, autora del bre Crénica de una desintegracon (ota, 1904, 12 A falta de la figura de un lider con autoridad personal y la ausencia de leyes ¢ instituciones de garantia, la corrupein y los Namados crimenes econémicos, amenazan seriamente la hegemonia del partido-Bstado. La creciente diferencia de niveles de desarrollo entre las regiones del este y costeras avanzadas y vinculadas al comercio exterior y las del centro y oeste pobres y abandonadas, también significan un serio desafio para Ia legitimidad det sistema rrollar las fuerzas productivas, la pobreza no es socialismo”, confesaba a finales de los ochenta. De hecho, al hacerse de! poder en 1979, emprendié el proceso de modernizacion mas intenso y audaz que China haya experimentado en varios siglos. La reforma dirigida por Deng dio origen a que surjan posturas distintas en el seno del partido tinico en torno al ritmo de los cambios econémicos. Sin embargo, Deng, apo- ado en una autoridad emanada mas de su persona que de institucién alguna, logré convertirse en un verdadero ar- tice del consenso entre la tendencia radical y ta conser vadora. Después de su muerte, el pueblo chino tendri que ad- mitir, mas tarde o mis temprano, un juicio sobre cl hombre que ha dirigido el destino del pais desde la muerte de Mao. “La mayoria de los chinos veran manchas en su historial co- mo el aplastamiento del movimiento por la democracia en 1989 Algunos de ellos veran ms negro que blanco. Pero la gran mayorfa verd mucho més blanco que negro, aunque sélo sea porque Deng los elevé a.un nivel de vida que sus pa- MEMORIA 97 Edit Antal res no conocicron ni pudieron sofiar”, pronosticé el bid- | grafo de Deng, Richard Evens, en 1993. Eno que se refiere al estado en que se encuentra el Par- tido Comunisia de China después de la desaparicién de Deng, cexisten una serie de incertidumbres que no permiten vislum- brar facilmente su futuro. A favor de su todavia larga per manencia en el poder rezan algunos argumentos que parecen ser poderosos, al mismo tiempo que se observa un proceso de erosi6n cada vez mas acentuado en el aparato del parti: doy en el ejercicio del poder. Desde una perspectiva historica y al querer ponderar el arraigo que el PC pueda tener en China, es obligatorio re cordar que a mediados del siglo XX desempefié un papel central en la superacin de la grave crisis en que se encontro el pais desde comienzos del siglo XIX. Esta crisis obedecfa. | bésicamente a la pérdida del poder central y la consecuente desunién nacional que dio lugar a una vulnerabilidad im- portante hacia el exterior. Fue sélo con la fundacion de la Marzo 1997 Repablica Popular China, en 1949, que se logré recuperar la uunidad y la soberania nacional De esta manera, al llegar al poder la principal, fuente de legitimidad de los comunistas chinos se establecié Ia unidad y la soberania, En cierto sentido y muy de acuerdo con la cultura y la tradicion chinas, los comunistas pueden ser con- siderados como una dinastia unificadora, y por tanto ser de- positarios de atribuciones imperiales que les confiere el tradicional “mandato del cielo”. Hasta la fecha una vasta corriente de opinién en China cree que ¢s vital mantener un poder central fuerte. Los de- fensores del llamado neoautoritarismo, a pesar de. que estén afavor de la apertura y la economia de mercado iniciada por Deng, no plantean ~en pleno contraste con la idea occiden- tal- una simultinea democratizacion politica. Sostienen que en China no hay tradicién de gobierno que ¢jerza el poder a través de instituciones y que el mayor peligro que China enfrenta es cl desmembramicnto y el faccionalismo regio- ‘al, A su juicio, en China todavia no ha Ilegado el mo- mento de plantcar el pluralismo, puesto que para ello hay que disponer primero de un nivel econémico y del bienestar del puchlo mucho mas elevado del que hoy cen dia tiene, Para demostrar Ia validez de sus argu- mentos, los neoautoritarios utilizan también los ejem- plos de Taiwsin, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong, paises en los que el espectacular crecimiento econé- mico ha sido asociado a la existencia de regimenes politicos autoritarios. Sin embargo, contra los neoleninistas que justi- fican el autoritarismo como una necesidad para man- tener la unidad nacional, surgen cada vez més opi- niones que consideran que, para seguir adelante con Ja economia de mercado, es indispensable buscar el camino hacia un sistema politico mas abierto y de- mocritico, Es facil comprender que el leninismo de Deng s6lo convive a costa de crecientes dificultades y desordenes con el cada ver mayor consumismo y espiritu empresarial que tienen lugar en fa sociedad china. La existencia conjunta del poder central represi vo y la economfa del mercado, ligicas de accién y razonamiento diametralmente opuestas, dio lugar a que China se sumergiera en el mar de corrupci en que estd involucrada el sector comunista dirigente. A falta de la figura de un lider con autoridad personal y laausencia de leyes ¢ instituciones de garantia, la co- rrupci6n y los llamados erimenes econémicos, amena- zan seriamente la hegemonia del partidoEstado. La creciente diferencia de niveles de desarrollo entre las regiones del este y costeras avanzadas y vinculadas al comercio exterior y las del centro y oeste pobres y 13 Chine Si la teoria del caos puede resultar un tanto exagerada, no asi la idea de que China tras la muerte de Deng anunciaré el periodo de mayor incertidumbre desde la muerte de Mao Zedong. Los padres fundadores de la Repiblica Popular de China no han creado una base institucional para la sucesion, al contrario, han seguido la politica de apadrinamiento abandonadas, también significan un serio desafio para la legitimidad del sistema, Lo mismo sucede con las nacio- nalidades no chinas que —bajo la intensifiacién que actual mente experiments el nacionalisma como ideologia le- gitimadora del régimen en sustitucién del marxismo-, se sienten politicamente amenazadas y econdmicamente mar ginadas. Otro de los nuevos fenémenos sociales que causan an siedad en las filas del Partido es la brecha que se abre entre ricos y pobres, asi como la masiva ola de migraci6n. Se trata de cientos de millones de personas movilizindose desde el campo a las ciudades y desde las zonas marginadas del pais hacia las econémicamente présperas. La pregunta es los grandes cambios que causan estos fenémenos a nivel de ta estructura social, hasta qué punto pueden sercontrolados por un partido que evidentemente fa perdido fuerza moral y material en los tiltimos tiempos? Bl debate sobre c6mo mane tener las reformas econdmicas y al mismo tiempo lograr la esta bilidad del pais, segiin algunas opiniones, puede desembocar en una eventual divisién del Parti do Comunista, Su argumentacién es simple: mientras conservado- res piensan que los beneficios del crecimiento econémico supers: rn cualquier descontento a am- pliaescala, los reformistas radica lestiendena pensaren que China estd cada ver mas cerca del caos y ms lejos de la estabilidad A propésito de la muerte de Deng, es importante seitalar que Ja fuente tradicional del caos de un Estado monolitico y total tario que no cuenta con un régi men de leyes es la lucha entre sus 14 Tercer Milenio dirigentes por la sucesién en el poder. No hace mucho, durante Ia Revolucién Cultural y los afios setenta, el sistema chino ya hab, tristemente, demostrado su capacidad de hhundirse en el desorden causado por las luchas internas del poder. Si la teoria del caos puede resultar un tanto exagera- da, no asa idea de que China tras la muerte de Deng anun- ciari el periodo de mayor incertidumbre desde la muerte de Mao Zedong. Los padres fundadores de la Reptblica Popu- lar de China no han creado una base institucional pars la sucesion, al contrario, han seguido la politica de apad: namiento, Conforme a las tradiciones del régimen, desde 1989 ur gidos por el mismo Deng, empezaron los preparativos para la transicién del poder hacia una generacion de lideres reunidos en torno al presidente Jiang Zemin. Creado como una especie de gobierno colectivo, en este grupo se encues: tran Li Peng el actual primer ministro, Quiao Shi presidente de la Asamblea Nacional Popular y Zhu Rongji viceprimer ‘minisiro y gobernador del Banco Popular de China. De estos personajes, y de otros tantos que conforman el poderoso Comité Permanente del Polithuré (ccP), ninguno constituye una personalidad lo suficientemente dominante y tampoco guarda ningun vinculo fuerte con el estamento militar Probablemente, como Deng fue el ultimo chino con una infinita autoridad politica personalizada, ahora se inaugura- 4 una nueva era politica en China. En el nuevo panorama, es probable que aumente la importancia del aparato burocré tico y que el cultivo de redes de lealtad personal empicce a Chana. MEMORIA 97 Ect Antal intensificarse: En consecuencia, se formarin coaliciones tanto entre Ia burocracia como entre las personalidad do- minantes, pasando por encima de las divisiones burocrticas y regionales. las relaciones de poder se volverfan quiza atin mis complicadas, confusas y entrelazadas lo que dificultard la formacién de dos grandes bloques, por un lado los refor- mistas y por el otro los conservadores. La negociaciGn entre organizaciones y a uilizacién de redes informales de poder personal que nadan en la corrupci6n se extenderdn en el fur turo. Las lineas de fractura podrian ser mucho mas diversas que la simple divisién entre dos bandos, por ejemplo entre los intereses del centro y de las provineias, el sector urbano y el rural y entre los militares y los civiles. Los conservadores por lo regular se hallan ubicados en la estructura residual del aparato de la economia planificada Y poseen una fuerte base en las empresas estatales. Recono- cen que la tinica via para China es seguir la reforma, pero optan por reducir el ritmo de crecimiento y salvar el poder de las empresas piblicas de la privatizaciOn. BI principal portavoz de este prupo es Li Peng. Mientras que los reformis- Marzo 1997 tas radicales carecen de una base institucional definida, sin embargo pueden presentarse como los auténticos herederos de Deng, afirmando que, con el fin de que China mantenga su economia estable, debe sostener una clevada tasa de cre- cimiento y debe combinar el autoritarismo asiético con el dinamismo del mercado. ‘Apesarde las fracturas, el poder del centro se encuentra fuertemente representado en las provincias y ain dispone de muchos medios de influencia el aparato militar y el de la e- {guridad, la nomenclatura que se designa desde la capital y es cl centro el que opera los procesos econémicos, en especial los grandes préstamos del exterior. En este momento, afio en que tendrin lugar dos aconte- cimientos de gran relevancia, el paso de HongKong ala China continental a mediados del afo y el XV Congreso del Partido ‘en octubre, parece ser que a corto plazo sea la prudencia la ‘que guiard la acid de los politicos Chinos. Sin embargo, los, cambios en el orden politico, tal vez mas adelante pero inevitablemente, tendran que producirse, puesto que China vive un proceso de transicién econémica y politica de tal magnitud que el slafus quo parece insostenible. IS Riser DMR) China: retrospectiva minima Viernes 1 de noviembre de 1996. China expulsa a dos activistas demécra- tas de Hong Kong, en seguimiento a su_pol- tica de cerrar espacios a 1a oposicién. Martes 5 de noviembre. Bei jing declara que tiene prioridad eldilogocon Estados Unidos acerca de Ia situacién arma mentista de Taiwan y su acopio de pertrechos. Asimismo, acusa a Was- hhington de aplicar politicas hosti- les en la relacién bilateral, ante el subsecretario de Estado estaduni- dense Lynn Davis, de visita en Bei jing, quien a su vez expone temas telativos al armamentismo chino. Domingo 10denoviembre. Por primera ver en los anales modernos, el régi- men de Beljing proyecta documen- tales con una revisin de los erro- tes histéricos de Mao, mientras familiares de presos politicos Ms: ‘man a la solidaridad internacional, Miérooles 13 de noviembre. BI primer ministro Li Peng lleva varios dias de gira por América Latina, en una politica de acercamiento a paises clave para su expansién comercial Miércoles 20 de noviembre. 8n Wash- ington, el secretario de Bstado Wa- tren Christopher declara que Chi ina carece de avances significativos en materia de derechos hiamanos y acerca de Taiwan. CCoordinador dela seccién internacional del pevisdloo mexicano EI Nacional 16 LUIS ALBERTO GARCIA" Viernes 22 de noviembre. El disidente Wang Dan es con denadoa 11 aitos de prisién y, segin su familia, se halla ‘muy enfermo (al dia siguien- te, arrestan a dos hijos de Chen Xitong, ex dirigente delPartidoComunistaacusa- do de corruptelas.E! domin- go, lasautoridades anuncian que hbo un robo de 600 millones de délares en el fondo de adquisicién de cereales y comunica el inicio de pesquisas). Martes 26 de noviembre. Tres disidentes que publicaron un articulo con eri- ticas al régimen en 1991 son enjui- ciados por “contrarrevoluciona- rios” (el viernes 29, las autoridades de ocupacién arrestan a 15 mon- jes tibetanos). Sibado 30 de noviembre. Llama el Par- tido Comunista a luchar contra los seguidores del Dalai Lama, lider es- piritual y politico del Tibet; y por ‘otro lado se detects un fraude fi nanciero de 30 millones de délares a cargo de funcionarios de Jiangau Domingo 1 de diciembre. Las autorida- des del Estado relevan mandos del ejército por otros ms afines al Par- tido Comunista, mientras el presi dente Jiang Zemin arriba a Pakistin cen visita oficial Martes 3 de diciembre. El disidente Ha- ry Wu —sefialado como espia de Es- tados Unidos augura en Viena que se gesta en China un posible levan- tamiento campesino; mientras, en el Vaticano, el papa Juan Pablo TL cexige al régimen de Beijing liber- tad religiosa y denuncia 80 deten- ciones de catélicos de la Unién Nacional Patritica en. Jiangzi, lo cual ratifica una oxz de Estados Unidos. Miércoles 4 de diciembre. Acerca de la devolucién de Hong Kong, se abre junta entre China e Inglaterra so- bre pormenores de la transicién, y Estados Unidos expone que man- tendré sus intereses en laisla, segéin el ayudante del secretario de Bsta- do, Winston Lord. Miércoles 11 de diciembre, En Hong Kong, triunfa en elecciones para gobernador el magnate naviero Tung Chi Hua, quien asumiré el 1 de julio de 1997. Amnistia Internacio- nal exige a éste que defienda los derechos humanos. Domingo 15 de diciembre. Las autorids- des encarcelan a dos militantes de mécratas mis y los condenan a tra bajos forzados (el martes 17, Beijing detiene a dos presuntos espias tai waneses). Migrcoles 18 de diciembre. El régimen convoca aescritores y artistas pro- mover el socialismo, mientras el go bernador electo de Hong Kong se retine en Beijing con el presidente Jiang Zemin. Sibado 21 de diciembre. Bn Hong Kong, eligen a los 60 miembros del Con- sejo Legislativo Provisional, que re visaré leyes y adaptaré el nuevo orden juridico en el marco de la transicién, Miércoles 25 de diciembre. Tienen lugar cambios a la legistacin penal, y se tipifican las actividades “contrarre- MEMORIA 57 Luis Alberto Garcia volucionarias” como delito contra Domingo 12 de enero. Harry Wu recla Departamento de Estado publica su el Estado. ma en Varsovia, Polonia, un boicot informe anual de derechos huma- Viernes 27 de diciembre. El presidente internacional contra el régimen —_nos, que hace énfasis a la violacién ruso Boris N. Yeltsin declara en comunista, “peor que el de Hitler”. _—_de éstos en China y otros patses, lo Mosati, con motivo de la visita del Asimismo, denuncia que siete millo- _cual provoca airadas respuestas en- primer ministro Li Peng, que el nt —_—_nesde chinosse hallan reciuidosen _trelosaludidos (Beijing responde al vel de relaciones entre su pais y camposdetrabajosforzados, yenla _—_diasigulente,yel viernes 7 de febre- China tiene un optimo nuevo nit —_propiafecha lasautoridades de Be ro se explaya calificando al docu- vel. Con motivo de las juntas alu: jing rechazan Uberar para trats- mento de malicioso y difamatorio). sivas, el premier Viktor Cherno- _miento méiico al periodista oposi- Domingo 2 de febrero. Las instancias myrdin y su contraparte firman la tor Gao Yu. cencargadas logran en Hong Kong compra por China de aviones caza Mares 14 de enero. Se reporta sincam- un -consenso para la reforma le- $U-27 y acuerdan Ia construccién bios lasalud de Deng Xiaoping yse _gal, més flexible de lo que se es de una planta nuclear con asesoria _—_transmilen documentales de su vt __peraba. usa. En esta misma fecha, China, da. La cancillerfa repudia el viaje Martes 11 de febrero. Tienen lugar en Rusia, Kazajstin y Kirguistin ak préximo del Dalai Lama a Tai Xinjiang sangrientos disturbios a ‘canzan un acuerdo definitive sobre ‘Se anuncialajubilacién, para 1988, cargo de musulmanes, y la policia reducci6n de fuerzas militares en _del canciller y ministro de Defensa _ Jos reprime con todo rigor. Hay diez Asia Central chinos. El régimen condena al Vati- muertos, y las autoridades guar- Miércoles 1 de enero de 1997. Deng _cano por reconocera Taiwan como dan completo mutismo en los pri Xiaopingcae enestadode coma, pe- _—_nacidn, durante la junta del Papa __meeros momentos. ro los médicos reportan que se re- _conelvicepresidente taiwanés, Lien Miércoles 12 de febrero. Huang Jang cupera. Chen. Yoy, secretario del Partido del Tra- Domingo 5 de enero. Peng Zhen, de 93 Sabado 18 de enero. Beijing se pronun- _—bajo de Corea del Norte, deserta de afios, dirigente del Partido Comu- _cia contra las relaciones diplométi-_su régimen y se refugia en el con- hista y sobreviviente de la Larga cas entre Taiwan ¢ Irlanda (al dia _—_sulado de! pafs en Beijing, ante lo Marcha, denuncia que“los principes siguiente, en Lisboa, el canciller cual las autoridades extreman me- comunistas llevan una vida licen- Quian Qichen aborda la devolucion _—_didas de seguridad (pero ello no ciosa y corrupta’. Este mismo dia, de Macao con las autoridades: una _—_obsta para que otro de los defec Jos ocupantes del Tibet reprimen a _operacién fijada para el 31 de di _cionistas resulte herido de un dis la poblacién a causa del atentado —_—_ciembre de 1999. Los chinos pla- _—_paro por un francotirador en dias del 25 de diciembre en un edif- _nean erigir en esa isla un emporio _posteriores. En este mismo asunto, cio de Lhasa de la construccion, Este mismo dia, __ el 19 de febrero se acuerda el tras Martes 7 de enero. Beijing urge aGran _fuerzas policiales dispersan a bala- _lado de los renegados a Seil, Corea Bretana a expulsar de Hong Kong —zos a clentos de manifestantes mue del Sur), sin dilaciones a los refugiados vie _—_sulmanes en Shenzhen durante un Viernes 14 de enero. México y China namitas (al dia siguiente, Amnistia —_motin), conmemoran el 35 aniversario de Internacional denuncia que China Domingo 26 de enero. Al menos cinco _sus relaciones diplomaticas duran- practica sistemzticamente la repre- _disidentes son condenados a diez _te recepcion en la embajada, Acu- si6n contra disidentes). aiios de prisién, mientras tienen __-denelex presidente Luis Echeverria, Viernes 10 de enero. Aparece en Bet ugar las deliberaciones para cam- _y el primer embajador mexicano en jing el primer libro escrito en chino _—biar leyes en Hong Kong, en un Beijing. sobre el lider guerrillero Ernesto evento que [a comunidad inter. Lunes 17 de febrero, Circulan en Beijing Che Guevara (al dia siguiente, el di- nacional juzga maniobra para supri- _insistentes versiones acerca.de que sidente Wang Min es condenado a_i Ia obligatoriedad del respeto a Deng Xiaoping tuvo un derrame ce- tres afios de prisién, sin juicio, por __—_tos derechos humanos. rebral. El régimen chino, por otra demandar excarcelaciones de opo- Jueves 30 de enero. En Hong Kong, _ parte, exprest su preocupacion acer- sitores, mientras en Paris el canc- Inglaterra abre su consulado ence- _—_cade los vietnamitas refugiados que ller Quian Qichen se entrevista con _-—remonia con la princesa Ana a la se dedican a Ia prostitucion, el presidente Jacques Chirac y ha- cabeza. Miércoles 19 de febrero. Muere Deng blan sobre derechos humanos). Viernes 31 de enero. En Washington, el Xiaoping. Marzo 1997 7 La teoria de la violencia politica en América Latina JORGE LORA CAM* América Latina posee sus peculiaridades: esta ‘consolidndose diferencialmente cada vez més el ‘apitalismo. La violencia es desigualy multicausal, tiene un fondo hist6rico, surge de la resistencia pasiva y a violencia potencial, latente en ambi tos como el simb6lico,lingifstico y el cultural, aparentemente no conflictivos, que se encuen- tran entre el antagonismo y el consenso. Pero principalmente surge de Ia resistencia popu- lar que abarca el émbito nacional en formas regionales, como respuesta ala violencia (rica, estructurabinstitucional, Bs una violencia que surge de la descomposicién del orden hispano colonial en un con- texto de crecimiento demogrifico y saturacién del escaso mercado de trabajo, y también de la naturaleza telirica de Ia violencia como acumulacién de energias contestatarias. Expresa la defensa de la provincia, del campo, de los Andes, ante el capitalismo en su estrecha conexién con crisis ciclicas y lt oposici6n a renovadas formas de acumulacién. Muchas veces se olvida que la Revolucién Cubana fue precedida por la revolucién china. Y entonces no se recono- ‘cen los aportes de Mao a la guerra revolucionaria, popular yprolongada, bajo condiciones coloniales ysemifeudales, en particular el autosostenimiento, la definicion de etapas, la centralidad de guerra de movimientos y de la campafia en ella, el papel de los hombres respecto a las armas, la combi- nacién del espacio-tiempofuerza en cada momento y en cada reali dad y muchas otras ensefianzas que debieran ser aplicadas con la maxima originalidad. Enllos afios setenta, como consecuencia dela Revolucion Cubana, la teoria dominante de la guerra revolucionaria quedara por una década en el Che Guevara! y en la guerra de movimientos, que nunca fue trascendida en una déca- dao mas. Desde la II Declaracién de La Habana, se continué de otra manera— con cl objetivismo de los partidos comu- nistas, al sostener como un descubrimiento que en América Latina estin dadas las condiciones objetivas para la revo- luci6n.? Mas tarde, en 1963, el Che Guevara escribird Guerra de Guerrillas: un Método, un manual para quienes se atrevieran a hacer la revolucién continental, a partir de Ja creacién de focos guerrilleros en el ‘campo. Fueron muchos quienes acu- dieron a su convocatoria. Todos ellos dejaron de lado el di snamismo de los cambios en lo objetivo y subjetivo del imperialismo, en las fuerzas armadas y en los espacios con- flicivos. Las guerrillas fueron derrota dasen Guatemala, Nicaragua, Venezue- India. + Invastigador ter del Instituto de Ciencias ‘Sociales y Humanidades dela Universidad ‘Auténoma de Puebla. 1, EmestoChé Guevars: Obras Completas,s/ ce. Argentina, 1973 2, Dos Declarsciones deLa Habane, Ed.Cion ‘ia Nuova, Espatia, 1968. p. 35, 19 Jorge Lora Cam la, Colombia, Perd y Bolivia’ En es- tobrase tratade corregirelestado de ignorancia en Inglaterra sobre un continente revolucionario y lo hace reflexionando criticamente sobre los escritos de Regis Debray.* En sintesisallfsostiene: 1. La experiencia historica on ‘cada pats atinoamericano ha sido tan diferente que se pue- den hacer pocas generaliza- ciones. No es posible echar en un solo saco rebeliones campe- sinas, amotinamientos de ofi ciales, huelgas de mineros y revueltas estudiantiles.S6lo cin co paises han producido mo- vimientos de alguna impor tancia: Veneziela, Colombia Guatemala, Peri y Bolivia. So- brevivieron en los tres primeros paises; en Pent, Luis de J Puente Uceda fue derrotado en seis meses y en Boli via el Che en menos de un afio. En su andlisis deja ex- plicitamente de lado los alzamientos en Paraguay (1959 y 1962), Beuador (1962), Argentina (1959-1963:1964); la rebelion campesina de Hugo Blanco (1958-1961), los movimientos urbanos de Repiblica Dominicana y las ligas campesinas en Brasil 2. Larevolucién cubana desat6 conatos revolucionarios contra dictaduras y aparentemente los apoy6, mien- tras que los rc trataron de utilizar los ya existentes. En mayode 1959 1a expedicin a Panamé, el primero de junio a Nicaragua y en el mismo mes a Repiblica Do- minicana; finalmente a Hitt ElChe y los estudiantes re- volucionarios querian copiar el modelo cubano. Los partidos comunistas nunca conocieron una si- tuaci6n revolucionaria y tampoco consideraron la lucha armada como parte de la hicha por el poder: “El parti do jamais ha semtalado que deba crearse un movimiento guerrillero’ sin embargo, en Venezuela, Guatemala y Colombia respaldé la lucha armada para tratar de con- trolarla en los afios 1962-1965, ante la presion de los maoistas, los disidentes de partidos reformistasy los mi- 8, Richard Gott: Las guonilas an América Latina, Ed. Universitaria. Chile, 1971 4. Enpartcuiar ol aticulo de Debray: “Latin America: The Lang March’, puldicade por Now Left Reviow,octubre-diciembre de 1987. yc Rave- leln der de votre? Ea. Case de as Anis, Cubs 5 O.6.p.26. 20 Tallands. litantes progtesistas. Ante la decisién de los partidos comunistas desde abril de 1963, cuando toma la ini ciativa el re venezolano, de priorizar Ia via pactfica, en enero de 1964 aparece en Peni el rcBandera Ro- ja, en 1965 en Bolivia y Paraguay reinvindicando la u- ‘cha armada. Entre los afios 1964-1965 van cayendo las ilusiones cen Ia burguesia nacional y 1a lucha se convierte en cla amente antimperialista. Almismo tiempo, Debray con- ‘Yoca a los guerrillerosa no buscar ms el respaldo de os rey mas bien crear su propio partido de vanguardia. Bl Che abandona su tesis de seguir el camino cubano. Pa- talelamente cuba se compromete en la Conferencia ‘Tricontinental de enero de 1966 a apoyar la revolucién continental y en agosto de 1967 se crea la Organiza- cion Latinoamericana de Solidaridad (ous), que entre otras decisiones acuerda vincular 2 los movimientos re- volucionarios del continente, distanciando-s Cuba delos rc tradicionales. Con ln muerte del Che en octubre de 1967, moria la ots ye reinicia el acercamiento entre la guerrilla y los rc Las guerrillas no tuvieron éxito en crear las condicio- nes para la revolucién por: a) Laintervencién de Estados Unidos a través de ay da militar, entrenamiento, misiones militares y de inteligencia en toda América Latina. “No es muy fie cil legar a la conclusion de que los expertos anti guerrillas saben ahora mucho ms acerea de la con- duceiGn de Ia guerra de guerrillas que los propios querrilleros”s MEMORIA 97 ‘Teroer Milenio b)_Lafaltade unidad dela inquierda y ansencia de apo- yo de los partidos, principalmenie los comunistas. ) Falta de compromiso de la inquierda, en particular de los intelectuales, que surge del inadecuado plan- | teamiento de Ia guerrilla: a mayor represién ex- tranjera, mayor reaccién nacionalista. Desconocimiento de los detalles en relacién con las condiciones locales. 4) En 1974, Regis Debray publica en Francia un nuevo libro, que aparece en espafiol un afio después. Ali sostiene: 1 6 7. No se puede ignorar Ia interaccién de los procesos revolucionarios nacionales, su interdependencia objeti- va. La subversién tenfa que pasar por una larga prueba de fuego para que se convierta en revolucién. En un movimiento ascendente, ciclicamente aparecen 1963 y 1973~ ilusiones democréticas y errores militaristas. Bn América Latina, se da una imbricacion especifica en- tre la lucha de clases y la lucha nacional. La guerra re- volucionaria es una mezcla de la guerra civil revolu- cionaria y la guerra popular de liberacion, combina la insurreccion, la formacién de un ejército campesinoy un ejército de nuevo tipo. Las clases y capas explotadas deben intervenir directa- mente en la lucha armada, acabando con la discordan ia entre el contenido de clase de ta revolucion y el ea- riicter de clase de su protagonistas. El problema no son ©.c,p 460. Regis Debray: Le crica de las armas, Ed. Siglo XXI. México, 1975 Marzo 1997 las formas de lucha, sino las fuerzas sociales que par- ticipan en Ia guerra, sin aquéllas ninguna direcci6n “podri combinar los teatros de operaciones, permutar de acuerdo los momentos la retaguardia y la vanguar- dia, confiscar al enemigo sus propias retaguardias, alternar bruscamente el frente principal y el frente ‘secundario".* 4, Bn América Latina, nunca se concret6 un frente politico nacional, sino frentes militares localizados,limitindose Ia guerra cn el espacio. Por otro lado, “cuando cl puc- blo es el sujeto real de la guerra revolucionara, el tiem- po se converte en el pueblo mismo, en su densidad ft sica e hist6rica”.’ De este modo se supera la limitacién cn el tiempo. 5. La estrategia de la contrainsurgencia en sus dos aspec- tos, politico y militar, habia logrado avances significati- vos. Destaca la politica de masas y la reprofesionaliza- cin de las fuerzas armadas. Mientras esto ocurre, las direcciones politicas revo- Jucionarias se separan del pueblo; dice: ‘cuando la ex- beza se despega del cuerpo y drena hacia ella toda la sangre viva y la energfa de las masas, no solo la sangre ‘no cireula ya convenientemente en las arterias de la or ganizacion revolucionaria, sino que dos sistemas circu- latorios se constituyen poco a poco... se esterilizan el uno al otro’. Con el militarismo, el pueblo se convierte enespectador y las élites de tradici6n judeo-ristiana, la inmolacién sacrifica la eficacia, se regocijan con su he- rofsmo. Es més facil formar un ejército que capitanes. Bajo condiciones sociales arcaizantes 0 de alraso se exalta ain mas a autonomiade a direccién, La ausencia de experiencia democritica, la vida cotidiana de las masas abierta y piblica, son condiciones de Ia exter- nalidad de la vanguardia. No hay que esperar una mayor represién o la interven- cin imperialista abierta para acumular fuerzas, No se puede deducir el presente de la eventualidad futura. 7. Se debe conjugar las formas y métodos de lucha apa- Tentemente opuestos. No moverse entre el todo y la nada, sino el de las inelusiones, paradojas pricticas, incompatibilidades aparentes. Deben evitarse las disociaciones en el tiempo y en el espacio, combinar la movilizacin politica y la militar, las relaciones ciudad-campo. La concepcién de la re taguardia, as bases de apoyo, es la de mas importante ‘uestin estratégica. Ahi debe radicar la direcci6n. La legalidad revolucionaria debe apoyarse en el territo- 21 Jorge Lora Cam Fo ocupado y ena soberanta polite sobre él. Solo un | crecimiento militar real de los frentes guerrilleros puede consolidar las bases de apoyo. ta construcién de étas y el acceso a una retaguardia internacional permite pa- | sar de la supervivencia al hecho politico, al arraigo. La. | ‘movilidad extrema conduce a la inamovilidad y la pér- | dida de perspectiva estratégica. La espiral ascendente del combate y Ia construccidn debe levarse correcta- mente. 8, La lucha militar solo se puede ganar por medios pol- ticos. Apoyandose en Lenin, seftala que cuando los re- volucionarios no saben combinar las formas ilegales de lucha con las legals, son malisimos revolucionarios. 9. La teoria marxista de la revolu- ci6n latinoamericana es el concen- trado de experiencias nacionales cionaria del pueblo, Estados Unidos provoca la més grande reestructuracion militar de las fuerzas armadas regionales, que un autor la resume en: 1, Superposicién de objetivos sociales complejos a los objetivos nacionales simples, de tipo tradicional; 2. acortar distancias con la sociedad civil a través de acciones solidaris- tas, 0 lo que es lo mismo: desbloqueo social controlado; 3. debilitamiento de las concepciones econdmicas estatistas ante las sociopolitcas, los militares se reservan las tareas de gobierno y ceden las teenocriticas y econémicas alos civiles; 4, ideologizacién anticomunistailustrada y racionalizada, occidental y cristiana; 5. abandono del profesionalismo apolitico hacia el participatorio antipartidario; 6. estable- cimiento de un frente interno per manente ante un enemigo predecible, Alexible y renovable; 7. poitizacién de del movimiento revolucionario de E? nacionalismo visto la institucionalidad castrence que ho- la regién. como agresiOn internay — _™ogeneiza las funciones militares y ei comuntous com policiales; 8, adscripcién de sistemas de Este texto analitico de Regis Debray latina ors Tie" armamentos y equipos especiales sim- ierra una etapa. Es un material muy rico que sin embargo muchos no to- principales peligros y ples y efectivos; 9. flexibilizacion tic- tiea de eédigos éticos que los conduz- maron en cuenta. Cierto es que hasta CWDa Hlegé @ representar 4 scentar el terrorismo estatal;y 10. mediados de los afos setenta la vio S# Sfiulesis, expresada en ——adopcién de una nueva y uniforme encia politica revolucionaria seguia su continentalismo estrategia militar de seguridad na- sin comprometer a las mayorias, causa revolucionario cional."" principal de las derrotas, pero al pa- nacionalista que Estados Este adoctrinamiento significard Tecer atin faltaban argumentos que nuevas formas de control y de orga- s6lo podia darlos el examen de las rea- lidades y, sistemas politicos particula- tes; la reflexién sobre la politica nor teamericana para latinoamérica y los avances de ésta y de las fuerzas armadas regionales en contrainsurgencia; el andlisis de las potencialidades his: t6ricas, culturales y étnicas; la recuperacion de la subjeti- vidad, vida cotidiana, sentido comin, cultura y mitos en la conquista de la hegemonta. La contrainsurgencia, bajo direccién norteamericana, en los afios sesenta enfatizé en la modernidad y los cambios estructurales, nel nivel de desarrollo a pobreza, nace con la Alianza para el Progreso y sus momentos culminantes estuvieron en la experiencia chilena de Salvador Allende y la del general Juan Velasco Alvarado en Peri. En el decenio siguiente, se culpa a los sistemas politicos de legitimadores de la disidencia; adquieren centralidad la seguridad ma nal y el militarismo. El nacionalismo visto como agresién interna y el comunismo como externa eran los principales peligros y Cuba lleg6'a representar su sintesis, expresada en ‘su continentalismo revolucionario nacionalista que Estados Unidos nunca perdond. , ‘Ante la amenaza de guerra interna y de guerra revolu- 22 Unidos nunca perdon6 nizacién de la sociedad civil con una mentalidad de colonizadores, como si cl enemigo interno fuera un enemigo nacional. Las organizaciones guerrilleras no sélo desconocen «estos cambios en las fuerzas armadas, sino que la constitu- ‘cin de la guerrilla guarda correspondencia con la composi- ci6n social de los ejércitos: pequenaburguesia al mando y ‘campesinos como soldados. La dinmica de la guerra puede conducir, ante la debilidad de acumulacién de fuerzas mo- salesyy legitimantes, a la ausencia de deliberacién te6rica, al militarismo e incluso al terrorismo. En Ja segunda mitad de los afios setenta, las crisis y la politica econémica atraviesan todos los Grdenes insitucions- les de fa sociedad, con sus expresiones agresivas sobre los pueblos e inclusive sobre la vida cotidiana. El stado como nticleo de lo institucional y monopolizador de la violencia altera las formas de consentimiento y obediencia cuando el sistema de dominacién entra en crisis, los miserables se in- ‘1. José Rodriguez Eizondo: La Crisis de las Izquordas on América ‘Latina, Coodicén ICA | Nuova Sociedad. Venezuela, 1990. MEMORIA 97 Teroer Milenio ‘rementan y rebelan, mientras pequefios grupos se enrique- | cen mas. | La revolucién sandinista en Nicaragua muestra que la partcipacién activa de las masas en todas las formas de enfrentamiento y en la lucha armada en un amplio frente nacional de oposici6n, que incluyea partidos antisomocistas, ‘empresarios, trabajadores, sacerdotes, mujeres y jévenes, con un programa unitario minimo, en condiciones de ais lamiento interno e internacional y division del régimen, que configura un vacio de poder y debilidad militar del Estado, hace posible el triunfo revolucionario, Sin embargo, algunos de tos factores del éxito también fueron el fundamento de su derrota, en particular el pro- yecto y las fuerza sociales que posiblitaron el frente y que se apoya en la renovacién de la economia capitalista y de! sistema politico: la economia mixta y el pluralismo politico. Desarrollar la socialdemocracia con modelos europeos en Marzo 1997 condiciones de control -y més tarde blo- que de la economia y supervisién cotidiana de la politica después intervencién militar— por Estados Unidos mostraba las antinomias y limitaciones en la construccién de una demo- cracia popular, la coyuntura internacional en Iaconstruccidn de una democracia popular. La coyuntura internacional era mas favorable, pues este proceso ocurria paralelamente a la extincién de la URss y al desmoronamiento de Europa oriental, mientras Cuba se quedabaen Ia orfandad econémica, La lucha armada continuaba: Centroa- smérica, con Guatemala y El Salvador; Sudamé- rica, con Colombiay Pert; débiles expresiones antidictatoriaes en Chile y repercusiones pe- ruanas en Bolivia y Ecuador. Revisar los procesos revolucionarios sal vadorefio y peruano podria ser significativo en términos de una virtual teorizacién, consi- derando que ambosrechazaron enérgicamente elfoquismo, Carrabusrespectoa a revolucion salvadoreiia sostiene: Marx comprendié las revoluciones como ‘movimientos de clase, brotados en. con- tradicciones estructurales, el emo y el ponqué, de todo movimiento revolucionario en El Salvador no surge del esclarecimien- tode las condiciones objetivas, aun cuando tiene su razén de ser en ellas, puesto que han provocado un deterioro y desajuste ‘sencial entre el modo campesino de pro- ducir... y el capitalismo agricola depen- diente salvadoreno. Esta articulacién rota ‘no ha sido sino el caldo de cultivo de toda accién conctentizadora y politica llevada a cabo."* China. En este razonamiento, el campesinado es el protago- nista revolucionario en cuanto clase que concentra las contradicciones sociales, “ocupando el drea estratégica de la sociedad global”. Para él —parafraseando a Warman— el origen de la insurgencia campesina se encuentra en la des- composicion de la estructura econémica, articulada a la difusion de nuevas ideologias, como producto del deterio- ro y ruptura de la relaciOn entre la logica capitalista y la ‘campesina, 12 Carlos Carrabus: Ganosis sobre el campesinado en México, Ed, Nueva imagen. México, 1989. pp. 942.344 18.Amuro Warman: Ensayos sabre a! campesinado en México, Ed, Nueva Imagen. México, sf 23 BI modelo que utiliza es el de Skocpol,'* para quien la investigacién de los procesos revolucionarios dehe esta- | blecer la relaci6n entre las tensiones fundadas en las rela- ciones objetivas de clase y las condiciones en que los miem- bios de estas clases son capaces de luchar por sus intereses | ‘en actos de relacién del Estado con las clases sociales y con ‘otros Estados como en la estructura y desarrollo hist6rico mundial. Para Alain Rouquié, “si alguna ver existié un modelo | centroamericano, es el que vio la luz en El Salvador. El _foquismo revisited se inspiraba en las lecciones de los fo- ‘quistas arrepentidos, segdin los cuales ni las armas sin el pue- blo ni el pueblo sin las armas pueden dar la victoria a los, revolucionarios’. La vinculacién con organizaciones po- | pulares y las alianzas son los elementos que le permiten al autor pensar en hacer de la lucha armada salvadorefia un paradigma. El cardcter insurreccional del sindicalismo y de los campesinos, la experiencia en autodefensa y la perma- rnente explosividad social en un pafs pequefio estimulan la creatividad revolucionaria, Otros factores destacables son la elaboracién de estra- tegias que concilian diversas tendencias; la dimensi6n re- ligiosa del movimiento revolucionario y a participacion de cristianos; el ejemplo y apoyo moral, técnico y militar de Ni- caragua y Cuba. Se produce la guerra civil més prolongada de Centroamérica. Cinco partidos ms 0 menos revouciona- rios, cada uno con su aparato militar y trabajo de masas, desarrollan —como FMLN— varias insurrecciones en un de- cenio, en los titimos siete aos en el contexto de la guerra popular. El Estado desde el inicio se niegaa aceptara las fuerzas politicas emergentes en un sistema politico que necesitaba set reformado. Este hecho otorga.l proceso un fuerte conte- nido politico y coloca a la negociacién en un lugar central ‘durante todo el proceso de enfrentamientos, Bl contenido I beral de su programa se convierte en el objetivo estratégico Estados Unidos, con la experiencia nicaragoense™a ‘cuestas, apoya a los sectores politicos y militares més con- servadores y reaccionarios. £l Pentgono, a través del Co- mando Sur, conforma el us Militar Group que progresiva mente se convierte en la direccién real de las fuerzas armadas salvadorenas. Estados Unidos promueve una guerra tipo Vietnam asociada a procesos electorales de contenido contrainsur- gente. Redefine la guerra en términos de intensidad baja y caricter totalizante. La guerra sicol6gica, el trabajo de 14 Theda Stopot Los Estados y les revaluciones socials, Ed. FCE. Mésico, 1985. p. 128. 18.Alain Rowquié: Guerra y paz on América Central, Ed, FCE. México, 1984 p. 141 24 Jorge Lora Cam | inteligencia militar, la accién civica, las pequefias patrullas | méviles y el apoyo aéreo ocuparon un lugar central. | Blrvty, fundado en octubre de 1980, muy répido abort6 | una ofensiva estratégica en 1981, al apoyarsebésicamente en insurrecciones urbanas, producto de un decenio de | acumulacién de fuerzas 1970-1980. Posteriormente com- || bin6 diversas formas de lucha conducentes al equilibrio es- tratégico. De la guerra de guerrillas pasé al ataque de cuar- teles, aeropuertos y otras instalaciones militares. Al mismo el sabotaje econémico, boicot electoral y ac ciones urbanas como cochesbomba, juicios populares al po- | der politico local. La gran influencia que logra sobre una poblacién rural homogénea permite el répido crecimiento militar, la desconcentraci6n y la generalizacin espacial del conflito, Mientras el involucramiento de Estados Unidos iba en ascenso, el de Nicaragua y Cuba descendia. Antes de las ofensivas de 1989-1990 del run, la direcci6n politica nuevamente comienza a reconocer las elecciones como me- canismo de lucha por el poder. La soluci6n del conflicto cada vvex mis se remite a la coyuntura geopolitica y a la impo- sicién del Nuevo Orden por Estados Unidos. El debate di- plomatico cada vex més favorecia al Estado salvadoreiio. En varios paises de latinoamérica, no solo no existe una. nacién integral, sino que el Bstado no ha logrado abarcar territorioy pueblo y mis bien desde fa Conquista se a ritua- lizado la masacre como fundamento sangriento de Ia im- posicion de la ley occidental y la obediencia. Al analizar el caso peruano, necesariamente debe priorizarse los facto- res particularizantes de un pafs andino: la opresién servi, cexplotacién terrateniente, discriminaei6n étnica y el bru tal proceso de descampesinizacién y de recomposicién de Para Alain Rouquié, “si alguna vez existié un modelo centroamericano, es el que vio la luz en El Salvador. EL foquismo revisited se inspiraba en las lecciones de los foquistas arrepentidos, segtin los cuales ni las armas sin el pueblo ni el pueblo sin las armas pueden dar la victoria a los revolucionarios”. La vinculacion con organizaciones “populares y las alianzas son los elementos que le permiten al autor pensar en hacer de la lucha armada ee MEMORIA 97 Tercer Milenio agrupaciones sociales y étnicas en el contexto de agresién capitalista sobre su espacio social, de ‘su subordinacion y empobrecimiento generalizado. Los paises pluriétnicos de América Latina son cexcluyentes, bajo una superficie democritica; las instituciones son autoritaras y el pucblo descono- ‘ce la democracia. En estos patses, a Ia frustracién y resentimiento hist6ricos acumulados, se impone un ‘modclo capitalista europefsta con destructivas con- secuencias para el campesinado; a la expropiacion de los productores se agrega el etnocidio. El mode- Jo sustitutivo de importaciones se impone con base ‘en Ia extracci6n de excedentes de la sociedad ru- ral; tampoco con las reformas de los militares 1968- 1975 se resolvieron los viejos conflictos de las colectividades campesinas, vinculados al proble- 1a étnico y clasista. ‘Sendero Luminoso es parte del desarrollo del marxismo maoista, arraigado en una propuesta de ruptura de una sociedad semifeudal y semicolonial ‘como 2 un proyecto de “nueva democracia” que contiene la fetichizaci6n religiosa, el racismo, mitos Yy utopias y en general una subjetividad no total- ‘mente capitalista, Bst4 umbilicalmente unido a las propuestas de Maridtegui y al desarrollo de las et- nias, culturas y clases subyugadas, que rechazan con cada ver mas renovada energia al Estado. Expresa los intereses de los que nada tienen que perder y todo por ganar, de las victimas del des- precio cultural, social y racial. Los medios de co- municaciéary las reformas de los afios setenta al- teran la geografia humana del pais y provocan una revoluci6n ideol6gica de grandes proporciones. Aparece el hombre andino como el nuevo protagonista en la historia que desborda la institucionalidad e impide la egitimacién consensual. ‘También surge en la universidad y en el medio estu- diantil, pero a su vez. estos elementos nacen de la descom- posiciOn social, y del movimiento popular nacional, étni- coclasista que Jo expresa y potencta. Al irse agotando la educacién como medio y canal de ascenso social y ante la sanuracion del discurso maximalista, aparece la necesi- dad de Hevar a la prictica la revolucién tan debatida en los afios precedentes. Esta relacién entre lo politico, lo histérico-social y lo estructural es presentada en su dinamica por Kammer, del siguiente modo: A partir de aqui, pueden comprenderse las contradic- ciones reales de la politica. Esta manifiesta su cardcter antagénico en el conflicto histérico de tendencias Marzo 1997 Talla. ‘especificables, enfocadas hacia la conservacin 0 supre- si6n del poder. Y en las estructuras de poder y en su transformacién, se reproduce la confrontacién de los grupos sociales y sus intereses, Las acciones politcas y {as instituciones remiten a unos conflictos de intereses, ‘quenecesariamente nacen del proceso de reproduccién social * La experiencia mexicana del EIN en Chiapas también es distinta y algo extrafia. Por un lado, de alguna manera aprendi6 de los fracasos. Un cuarto de siglo de Ia historia contemporanea como acumulacién de conocimientos te6ri- 08 ¥ pricticos, propios y latinoamericanos, le permite re- cuperar la conciencia historica y Ia subjetividad étnica celevaindola a dimensiones politicas que le permiten enfren- tar a.un Estado, régimen y cultura politicas Gnicos por su 18.0.0,p.2. 25 capacidad de penetracién en las masas, De otro lado, la co- yuntura, el tiempo y el espacio, la vecindad con Estados Uni- dos estuvieron de su lado. Las especificidades y el caricter del e71x, asi como de cualquier otro movimiento subversivo en América Latina, corresponden a las caracteristicas del pais, a tal punto que en ningiin otro lugar de la region hu- tenido el éxito relativo que tuvo en México. Las causas tienen afinidades con otros pafses: violencia, institucional y exclusién, crisis de capitalismo y del sistema politico, revolucién ideol6gica, Sin embargo, se pueden ob- servar més vinculos politicos con Bl Salvador y étnicos con Pert. En diferentes condiciones sistémicas, El Salvador vive intensamente la politica, producto de haber compartido las contradicciones y tensiones politicas del espacio centroame- ricano, ademas de ser un pais pequciio. De otro lado, étni- camente, Chiapas se asemeja al pequefio Pert. Laiintensidad de la vida politica y el alto desarrollo del +€gimen y sistema politico mexicano —construido en mas de seisdecenios, después deuna revolucién— viene demostran- do ser ticticamente fuerte y estratégicamente débil. En am- bos casos, se posibilité una mayor reflexién y lucha politica. El eZIN decidi6 realizar un profundo trabajo de auto- constitucion de sujetos sociales en tiempos de paz en una zona estratégica, considerando la negativa experiencia guatemalteca y peruana que antes —al intentar hacer Jo mismo- actuaron en tiem- pos de guerra con grandes desven- tajasy derrotas, Mientras, continuae ton desarrollando otros frentes estratégicos y convocando a la socie- dad civil a combatir en cualquier forma, Incorporaron lideres campe- sinos indigenas a la direccién del PLN y establecieron que las decisio- nes estratégicas dependen de ellos. La lucha politica, ideologica y ‘cultural por la hegemonfa a través de los medios —acompatiadas de con- venciones populares semiabiertas, consultas y negoctaciones— le fue ofreciendo una inmensa legitimi- dad. Por altimo, el enfrentamiento diario a enemigos identificables—go- biesno, partido oficial, efércto, me dios defensores del poder, politica neoliberal y sus secuelas; y deman- das tangibles, aparentemente facti- bles de solucionar— permitio que va- ya ganando hegemonfa ¢ iniciativa. 26 Tercer Milenio El movimiento se desarroll6 més en las regiones indias de colonizacion donde se desarrollan y reinterpretan lasan- tiguas culturas, Rescata el acuerdo, el consenso, la democra- cia directa, la consulta y la vigilancia colectivas reeducando ena democracia a las organizaciones politicas."” Penetr6 en Jaacci6n pastoral y gan6 para la causa a Jos propios catequl- zadores, fundiendo lo sagrado y lo profano en una nueva sintesis revolucionaria. Apoyandose en el autosostenimiento, el E24 formé un ejército verdaderamente popular. “El ejército zapatista se conforma principalmente de esta masa joven y marginal, moderna, multilingie y con experiencia en el irabajo asa- fariado."" La lucha por la hegemonta y la legitimidad na- cional e internacional, asi como los esfuerzos por generali- zar el conflict, ocupé un lugar central en su actividad politica Asi como los sociélogos y militares de la contrarrevolu- ccién pudieron elaborar tcorias de Ia subjetividad y la con- trainsurgencia eficientes, creemos quees posible, apartir de estas tres grandes experiencias y las precedentes, que se considere elementos cohesionadores que trasciendan, sin desecharlos, la mera ideologia, los ésmos y los anti. Bus- cando la integracién de la conciencia hist6rico-social en la cultura, la identidad, el sentido comin, la vida cotidiana, Ja lengua, el are, los mitos, los sim. bolos, las normas morales, la cien- cia y la tecnologia, las potenciali- dades y proyectos, la solidaridad colectiva y autogestionaria, el poder politico popular armado y participative desde las microso- ciedades hasta las convocatorias macrosociales regionales y tras- nacionales, permitan una verdade- ra transformacién democratico popular y socialista Podemos concluir sostenien- do que no es posible hablar de una tworia de la revolucién latinoame- ricana y side una cumulacién de teorizaciones y experiencias, sin Jas cuales seria no viable sentar las bases para que nuevos procesos Jatinoamericanos se eleven a di mensiones revolucionaria mais alas. 47. Antonio Garcia de Leén: “Prélogo" @ ‘zu: Documentos y Comunicados, Ed. Era. México, 1904p. 20. 18, p. 28 zs MEMORIA 97 Ciudad privatizada, privacion de la Legalidad HECTOR ORTIZ ELIZONDO* fon diversos los nt bros, los medios ylos espacios en los que se suprime el Estado de Derecho: 1a cri- ‘minalidad comin, el historico rezago agrario, el crimen organizado, la justi- cia postergada para los integrantes de Jos pueblos indigenas, el narcotrati 0, os abusos que ejercen quienes pro- tegen al narcotrafico, el fraude electo- ral, la oculta persecucion a quienes se coponen al poder, etcéters. Todos estos son fenémenos conocidos y documen- tados. Pero hace falta también recono- cer las formas veladas, los mecanismos sutiles de lailegalidad, mas dafinos por ser capaces de ocultarse en la cotidia- nidad, por tener el don de ser invisibles para el Derecho. Para encontrar las nuevas caras del delito, las que quedan oscurecidas bajo el polvo de lo habitual, requerimos to- mar las herramientas conceptuales del Derecho, salir a la calle y, como Dic- ‘genes, alumbrar lo que todos creen ver en apariencia pero que oculta su natu raleza teal. Partamas de los conceptos mas sencillos para estudiar nuestra ciudad. + Protesor de antropologia juricica dela Es- ‘ela Nacional da Antopelogia « Historia México Marzo 1997 LA PRIVATIZACION DE LO PUBLICO Para muchos juristas, a distincién doc trinaria entre los espacios de lo pt blico y lo privado ha servido para separar los ambitos de legitima inje- rencia del Estado de aquellos que nolo espacio de lo piiblico se puede definir como el mbito fisico y legal que comparten los miembros de una so- ciedad, donde imperan normas comu- nes que aseguran la convivencia pactfi- ca de los ciudadanos. Bl espacio de lo privado se entiende como un émbito fisico y moral, donde los ciudadanos pueden regirse signiendo valores cul turales tradicionalmente aceptados 0 construidos a partir de la interaccion personal Historicamente, la intromision de la regulaciGn legal en el ambito privado hharequerido de que las personas expon- gan voluntariamente sus conflictos 2 la jurisdiccion del Estado, esto es, que el ciudadano voluntariamente convierta un conflicto privado en uno ptblico, renunciando ast a resolverlo por me- dios distintos 2 los que la Ley ofrece Sin embargo, una lectura contempo- rinea de la realidad urbana nos indica uuna marcada disolucién de kas fron- teras entre ambos conceptos. De un tiempo a la fecha, quienes dirigen la politica urbana han venido convirtien- do buena parte de los espacios histo- ricamente concebidos como pablicos ‘en espacios privados, sobre todo a tra vvés de dos mecanismos: omitir e imple- mentar la normatividad juridica colec- tiva que debiera imperar en los mismos ysubordinarla accién del Estado a inte- reses privados. La multplicacién de los ejemplos nos hace dificil negar este PRIVATIZACION POR SEGURIDAD ‘Aunque algunos tine indignan ante el hecho, ya a nadie sorprende observar queun buen niimero de calles en zonas residenciales se encuentran cerradas a 27 Tercer Milenio Ja circulacién automotriz, lo cual afec twel derecho que asiste a todo ciudada no de transitar por los espacios comu: nes de Ix urbe, derecho avalado por el articulo 11 constitucional. Claro esta, es una garantfa exigible solamente en tan- to que dichos espacios sean definibles como espacios piblicos, pues —aunque la norma es la misma— Ia realidad a la que sc aplica parece haber variado con el tiempo. En este caso, al erigirse los residen- tes de una cuadra como colectividad preocupada por su seguridad personal y familiar ante la creciente delincuen- cia, asumen el derecho a la defensa propia y deciden contratar los servicios de particulares para la proteccién de *su" calle. Asi, los espacios piblicos, quese definen por ser Ambitos resguar- dados por el Estado, quedan converti- dos en espacias privados y por tanto sujetos @ la jurisdiccién de los particu- lares. £1 Estado avala este derecho al 28 autorizar la existencia de servicios de seguridad privada y permitir que los particulares sean competentes en ma teria de circulaci6n vehicular. PRIVATIZACION POR COMODIDAD Pero el gobierno de fa ciudad no s6lo delega Ia seguridad de los ciudadanos en sf mismos ampliando la nocién de espacio privado, y admitiendo al mis mo tiempo su incapacidad para garan tizar el bienestar colectivo, sino que ademas dispone de los recursos del era rio piblico para la resolucion de ne- cesidades privadas. No es otra cosa que ocurre con los semaforos instalados con el tnico fin de que los residentes de ‘un conjunto habitacional o de una calle “privatizada” puedan salir sin dificul tad de “sus” dominios e incorporarse al {yjo vehicular. Bl ciudadano que espera a que *su’ Inia. eméforo le permita salir de “su” coche- ano estaria dispuesto a admitir que ha comprado un pedazo del espacio publi co que nunca estuvo en venta y que no avala derecho alguno, salvo la ventaja relativa de tener “contactos” en la dele- gacién politica respectiva y por Ia in visibilidad que para a ley representa su acto, iQué norma rige tras la orden dada por Ia delegacién politica para instalar ‘un seméforo en una calle? :Qué légica respalda la ubicacién de un tope? De- bemosadmitir que son los intereses pri: vados cabildeados en las oficinas dele- gacionales los que, “impulso procesal” de por medio, harén realidad que los 1. Reciontes estudio realizados en Morelos ‘demusstran que los topes ublcados deba- Jodeles seméforos permitendisminuirlave- locidad de lee conductores antes de que se pasen la luz roja. Vid. Francisco, Hinosa: “Topes”, revista Tinta Saca, Nuova Epoca, No. 22. México, agosto-septiembrede 1995, MEMORIA 97 Héctor Ortiz Elizondo particulares tengan el gusto de levar- se *su” tope a casa sin que importe que vivan en calles oavenidas, en zonas es- colares 0 semiurbanas; en fin, sin que prive el interés public. PRIVATIZACION POR NECESIDAD Pero el feliz poseedor de una calle, to- pe osemiforo, no posré llegar muy le- jossin tener que admitir que ya muchos otros han tomado para si los dere- chos sociales. El Ambito piblico, que ‘como espacio de todos se utiliza mien- trasse requierey se abandona inmedia- tamente después de ser usado, implica ensudefinicién unbreve tiempode uso Yy goce para poder seguir siendo colecti- Porlomismo, laprolongacién tempo- ral enel uso de lo piblico supone nece- sarlamente una violacion de lx norma. La ciudad, privatizada y parcelada por las necesidades de la mayoria y por la incapacidad del Estado para resol: verlas, pertenece hoy dia 2 diferentes comerciantes que concesionan la ciu- dad para ofertar bienesy servicios los autos que circulan por “su” invisible tienda. Tnmerso en el mercado, el con- ductor podts notar cual esquina perte- nece al vendedor de chicles o tapetes, cuil al mimo o-al payaso, cul al limos. nero o al vendedor de florés. Debera también enfrentar el “derecho de paso” que le impone el limpiador de para- brisas cuando no tenga mis remedio que pasar por “su” esquina Alllegar al destino deseado, el con- ductor podré constatar que el Estado tampoco ha sido capaz de imponera los particulares la obligacién de contar con espacios de estacionamiento para quie- nes visitan “sus establecimientos, ya sea para comprar, consumir o trabajar en ellos? En cambio, ha permitido la concesin del derecho de estaciona- 2. EiCentro Mécico Siglo ode esta capita no ‘venta con estacionamiento publien. Es fete al future? Marzo 1997 ‘miento en vias “pablicas’ ~a través de sus “agentes” delegacionales—a particu- lares que, ademas de cuidar los auto- méviles, ofrecen también el servicio de lavado en *sus’ banquetas. La conce- sin es por tiempo indefinido y quedan pocas banquetas para el reparto ur- bano, por lo eval entre los concesiona- rios de la via “piblica" se organizan de forma que varios puedan trabajar el holding, ya sea simultineamente 0 por turnos que, en los equipos mejor orga- nizados, pueden ser rotativos. PRIVATIZACION PORQUE si Perola situacién es més grave de lo que se quiere admiti. La légica de lo priva- havistoa un policia detenera uno? Ah! Cierto, alguien tiene un amigo que es muy observador y quesflo ha visto. Pe- rono hasido laley del Estado la que los. ha multado, sino la ley privada la que los ha mordido. Diez pesos tarifa fija. Particulares, a tratar Pero quienes utilizan la calles para el traslado y no para ejercer en ellas una actividad remunerada, tampoco reconocen el derecho de todos al usu- fructo vial. Cada conductor exige aira- damente al de enfrente que le reconoz- ca el derecho que él mismo neg6 a otro en la cuadra anterior. Cada conductor considera justificado hacer lo que, al sufrir a manos de otro, eastigaré con melédico estruendo. El hacinamiento urbano convierte Londres, Paris, Nueva York, Los Angeles, ninguna ciudad importante del orbe ha dejado en manos de particulares el transito colectivo, salvo en la modalidad de taxi. La mezquina batalla por los pesos entre pequetios comerciantes del transporte crea irremediablemente un mercado salvaje que devora por igual vidas de transetntes, pasajeros y choferes do permea ya el mismo sistema de tran- sito vehicular. La desregulacion del transito que supone la flagrante omi- sin del Bstado de aplicar el reglamen- to vigente, permite que los trabajado- res del volante, quienes requieren dela via piblica para el legitimo ejercicio de una labor, astuman el ilegitimo derecho que otorga el habito de considerar Ia calle como dmbito propio y cuestionen con la fuerza de sus grandes vehiculos elderecho de otrosa circular en la mis- ‘ma. (Quién ha visto a un microbuis pa- sarseun alto, cerrarsele aun auto, cam- biarse intempestivamente de carril, hhacer base en lugar prohibido, viajar con ayudantes, subir pasaje pasando la calle o@n el tercer carril? Todos. :Quién el espacio en un bien escaso, haciendo inviable el respeto dereglamentos dise- fiados a partir de ideales de conviven- «ia s6lo posibles en otras latitudes me- nas habitadas. En estricto sentido, no puede considerarse legislacin vigente ningtin reglamento, sino existe quien Jo respete ni tampoco quien lo im- plemente Lo mismo ocurre con otros derechos que, comoel derecho colectivoaun me- dio ambiente libre de ruido, no puede siquiera empezar a serimaginado mien- tras no se comprenda que éste es un de- echo superior sobre el que asiste alos particulares que producen, venden y utilizan dispositivos como las bocinaso claxon de los autos, cuya existencia ca- 29 Tercer Milenio rece de otra justificacion que el habito y la ausencia de autoridades que reco- nozcan sus efectos como un crimen. LA LUCHA POR EL ESPACIO URBANO 1a ciudad se ha convertido en coto del dinero, de intereses abiertos a la luz del dia, avalados por autoridades que en ocasionesse ven desbordadas por la fuerza de los hechos pero que, en ge- neral, protegen y fomentan la priva tizacién del espacio urban. La prolife racién de consumidores de bienes y servicios cada ver mas dependientesde Ia iniciativa privada deja a ta ciudad regulada por las leyes del mercado, de- positada en manos del mejor postor. Enuna respuesta dogmitica ala des- incorporacién del Estado, los gober- nantes de la ciudad han crefdo que el camino hacia el primer mundo atrave- sa por la privatizacion de todo, in- cluso de lo que por antonomasia y por experiencia debe pertenecer al Esta- do: el transporte piblico. Londres, Pa- ris, Nueva York, Los Angeles, ninguna ciudad importante del orbe ha dejado en manos de particulares el trinsito colectivo, salvo en la modalidad de ta- xi, La mezquina batalla por los pesos entre pequeios comerciantes de! trans- porte crea irremediablemente un mer: cado salvaje que devora por igual vidas de transeiintes, pasajeros y choferes. Una vez iniciada, la epidemia del microbiises dificil de parar. La excesiva cantidad de permisos emitidos para la circulacién de taxis, microbuses 0 pe seros, esti mds relacionada con los fuertes ingresos que significaron pa- ra algunos funcionarios, que con las necesidades sociales que debieron ha- ber cubierto. Los peatones perdieron el lfin" y obtuvieron a cambio el mis frazadas de lata de sopa o portada de disco, a las que no queda mas remedio que acudir para el traslado. Empléate a ti mismo, slogan del se- xenio delamadridista, no hacia més que anunciar el fin de los mecanismos de empleo federal y el nacimiento del co- mercioambulante. Convertidosen area productiva, los espacioscolectivos dela ciudad han pasado a manos de quienes logicamente dan mayor prioridad a la supervivencia de sus familias que 3 | convivencia ciudadana. Banquetas, camellones, andadores del metro, ca- Iles, pasos a desnivel, todos los rinco- nes de la ciudad que debieran servir para el libre transito de los citadinos quedan en posesién no siempre pactfi- ca de particulars. Una ver fortalecido, el monstruo det comercio ambulante se ha organizadoy posesionado del entorno urbano, el- que por necesidad habrin de defender. Explicarle al “viene-viene” que no re- India. 30 MEMORIA 97 Héctor Ortiz Eizondo querimos mis ayuda que la necesaria para quitar las cubetas con que aparta “su” lugar de estacionamiento, implica transformar al servicial anfitrién en ofendido duefio, Las monedas dejadas en el camino de Ia casa al trabajo y de regreso ocultan un impuesto directo ala pobreza. Para quienes ta politica ‘econémica ha orillado al subempleo, sis vale pedir que robar y, para quie- res buscan hacer rendir un depreciado salario, mis vale dar voluntariamente que dar por la fuerza, EL ESTADO REACCIONA Frente a condiciones empiricas como las eshozadas, en las que e! comport miento urbano rompe las. posibilida- des de una convivencia ciudadana pa- cifica y ordenada, se vuelve urgente la claboracién y aplicacién de normas legales forjadas a la medida de las cir- cunstancias, normas encaminadas a reinstalar un verdadero Bstado de De- recho en la Ciudad de México. Sin embargo, pareciéramos tan ha- bituados a vivir la ley del mas fuerte que no s6lo no tenemos soluciones, sino tampoco clara conciencia del pro- blema, Los agentes del Ministerio Pabli co, como representantes de Ia socie- dad, han sido incapaces de tipificar hechos constitutivos de delito, més alla de los que reconocerfa cualquier ciud- dano comtin. Al mismo tiempo, el Po- der Judicial suele amparar algunas acti- vidades que no estin reconocidas en los eddigos vigentesy reprimir en otros casos las que caen con clatidad meri- diana en garantias ya constituidas, sin que logre ajustar la legislacin vigente alas précticas urbanas, Cuando finalmente se buscan so- luciones, se hace atentando contra los principios de igualdad y justicia, en un affin mis encaminado a desviar la aten- cién del problema mediante el sacri cio del pato més feo. No es otra ls situa cién que ocurre cuando, en medio de Marzo 1997 tal permisividad selectiva, se pretende regular los derechos de reunin y ex- presién de quienes marchan por la ciu- dad y no proteger los derechos de uso de laciudad y de libertad de movimien- to de todos los mexicanos. Quienes se manifiestan pacficamen- te son ciudadanos organizados con el fin de reclamar derechos y buscar solu- ciones las injusticias que arguyen suftir por actosy omisiones de nuestros gobernantes. Quienes argumentan que Jos actos de éstos lesionan los derechos de terceros ocultan que existen suje- tos sociales en posesién permanente del espacio urbano que afectan en for- ma continua los flujos urbanos, mien- ‘tras que los manifestantes slo ejercen ‘elderecho que nos asistea todos l uso temporal de los espacios piblicos. Otras formas de lucha social, como Jas “tomas” y los “plantones”, parecie- ran tipificar mis claramente las pre- suntas violaciones a los derechos de terceros angiidas por las autoridades citadinas, porque pueden implicar Ia prolongacién del acto hasta la solucién del conflicto. No obstante, también en este caso se atropella el principio de equidad, pues por otra partesse consien- ten“tomas’ de facto del espacio urbano a manos de quienes, por defender sus intereses mercantiles, se “plantan" en lugares pablicos como los accesos al metro (por ejemplo, en Universidad, Rosario, Taxquefia, Auditorio, eteéte- ra), y desus alles adyacentes (como en Tacubaya y Zapata), asi como de par- ques pilblicos (como el de Centro Mé- dico 0 el mismo centro de Coyoacin). ‘También en este caso, condicionar actividades temporales con fines polit- cos y tolerar actividades permanentes con fines econémicos significa respal- dar una aplicacién diserecional de la ley. Los actos como las “tomas” y “plan- tones" politicos no conllevan el obje- tivo de controlar el espacio urbano por Jo que son de suyo temporales, mien- tras que las “tomas” econémicas deri- van precisamente del potencial comer- cial que representa una zona de alta afluencia humana, lo que requiere la continuidad en su uso y explotacién. Por las razones expuestas, In re- presiOn sufrida a finales de septiembre de 1996 por los restauranteros de las colonias Condesa y Roma demuestra que la ley se aplica autoritariamente en contra de los sectores menos organi- zados 0 de los intereses menos redi tuablesy no como ejercicio legitimo de Ja autoridad a favor del bien comin 0 como mandato expreso de la voluntad general Mal harfan los asamblefstas y legis: adores citadinos en convertir en nor- ima legal las pricticas arbitrarias del poder econémico en detrimento de for- ‘mas legitimas de expresion de la demo- cracia. La invisibilidad de las primeras y lo notorio de las tiltimas no justifica que las autoridades dejen de actuar para resolver los desequilibrios socia- [es o lo hagan para agravarlos; sélo ha ‘ce més urgente la intervencin del Esta- doa través de sus instanciasjuridicas y judiciales, para que nuestra ciudad al- cance la justicia que los depredadores de la selva de asfalto son incapaces de ofrecer por inclinacién natural. 31 Entrevista con Lorenzo Meyer En el 97 ¢,Quién le teme al Distrito Federal? EDUARDO SUAREZ CAMPOS Originario de la Ciudad de México, donde nacié hace 54 afios, el prestigiado profesor ¢ investigador de El Colegio de México, ademas de escritor y periodista, habla a los lectores de Memoria acerca de la creciente participacion de nuestro pueblo en la politica, y sobre ciertos peligros que deben tenerse en cuenta para no frustrar, una ver més, el avance de Ja democracia y el nacimiento de una sociedad mas justa y libre Talend. 32 MEMORIA 97 Lorenzo Meyer / Eduardo Suérez C. ntre la violencia con que se respon- de al opresor, como Ia ejercida en 1994 por elFZ1N, yla que los oprimi- dos vueleanen contra de simismos, como los recolectores de basura ta- basquefios que se pusieron en huelga de hambre, existe un espectro social cuyo espacio es ocupado, en parte, por una amplia franja de mexicanos que, tan sobajados como los indios de Chiapas —0 casi, pa- rece, sin embargo, que ni sufren ni se acongojan. Mas que ciudadanos, se conducen como sibditos, pe- 0 sise les descuida pueden echar por tierra —por ejemplo— las aspiraciones de cambio, de renovacién democritica, de los ciudadanos de Ia capital del pais. Como analista politico y como defefio en edad de votar, :qué horizonte vislumbra para la Ciudad de México? Veo a la Ciudad de México como una de las concentra- ciones urbanas que tradicionalmente ha sido mas rebelde, miis reacia a inscribirse dentro del gran sistema autoritario que nos ha gobernado durante tanto tiempo. Un indicador muy claro esel hecho de ques fines de los aitos veinte, poco antes de su muerte, el general Obregén haya decidido elimi- nar el municipio como forma de gobierno. ¥ es que sts ene- migos ya lo estaban tomando; en este caso, la CROM. La plu- ralidad ha sido aqui mayor que en otros lados. A eso se debe, ‘en parte, que la sociedad de la Ciudad de México sea la mis contestataria, la mas compleja. La que tiene, por un lado, mucha informacién... bueno, digo esto en términos relati- vos (comparada con otras poblaciones), y la que tiene me- nos miedo al cambio. En esta ciudad, cada vez que se ha po- dido, la oposicién ha conquistado una presencia mayor que en otfos sitios. Por lo tanto, yo creo que en este afio se va a dar gusto la Ciudad de México. Viene por la revancha. iHa apostado mal, en consecuencia, el PAN, al re- chazar los ofrecimientos de una alianza antipriista? No losé. A mi me hubiera gustado Ia alianza porque eso nos daria la seguridad de que ahora sise quebraba uno de los puntos centrale... Si se quiebra el control en la Ciudad de México, que es la urbe més grande. del pafs, una espe- cie de viga maestra, segurito que se quebrarian muchos otros pilares de este sistema politico tan impopular y tan injusto. Ahora que... déjeme decirle,todos tendrin un proble- ima increfble en la Giudad de México, Bs una megalopolis a aque se dejaron crecer los problemas de una manera ires- ponsable, absurda... Bueno, absurda no; muy explicable: por cormupeién. Enesta ciudad, el gran negocio durante mu- cho tiempo fue hacerla crecer; fueron los bienes raices, las ‘compaiifas constructoras. ;Quién daba los permisos? {EI Departamento del Distrito Federal! La corrupcion ha sido y Marzo 1997 sigue siendo enorme. Los problemas... quién los puede so- lucionar! Podremos paliarlos y entre todos proponer, para ‘muy largo plazo, su solucién, pero de momento nada més se estard en condiciones de colocar vendas sobre las he- rida GBI dedo en el dique roto? Eldedo enel dique roto, si. El PAN esta apostandoa que, enel terreno de los proximos comicios, él solo la va a hacer. Tiene una posibilidad. No tan grande como la hubiera te- nido conlaalianza...Yes que, desde luego, losaliados hubie- ran tenido que haber reconocido al PAN su mayor peso, y en laalianza este partido hubiera levado la vor cantante. Pero ya veremos, Dard bien el Do de pecho? Si no la hace, si ese partido se ha sobrestimado y no aleanra a obtener To que esti buscando, la responsabili- dad que se le va a.venir encima ja ver cémo se la vaa quitar! Porque entregar otra ver la plaza al pk por no haber acep- tado la alianza va a ser una mancha enorme en el panismo, sobre todo para el 2000. Hace quince afios, Carlos Monsivais decia que el optimismo no estaba (no est4, diriamos todavia) filo- séficamente de moda. ;Estaria usted de acuerdo, aho- Fa, con esa apreciaci6n, o qué otros elementos distin- gue, por ejemplo, en esta coyuntura politica? Yo ahora sf veo algo positivo, y es que el calendario electoral lo ha introducido, como ya lo hizo, y de manera ineludible,casidirfamos obligada, en otrosgrandes momen- tos de este siglo. Voy a explicarme: en nuestra historia, el calendario electoral ha sido cl momento mégico que ha conjurado y que puede conjurar aiin aun sinfin de fuerzas que han estado aa espera de su oportunidad, de una opor- tunidad como ~por ejemplo— la que se present6 en 1910. Ese afto el calendario electoral hizo que finalmente tuviera lugar una transformacién en México. En este afio del 97, desde la perspectiva optimista, se puede ver una sociedad no apatica, o al menos no tan apatica como solia serlo. Por mucho tiempo, ya se sabe, la desmovilizacién fue una de las caracteristicas ms importantes de fa sociedad ‘mexicana; y su cultura civica (una cultura muy hecha por el autoritarismo) la hacia voltear a muchos puntos, excepto hacia la politica. La politica no era su asunto, y justamen- te eso era lo que querfan los dirigentes mexicanos; pero lo quees ahora, aunquello sigan deseando, ya no se vaa poder meter nuevamente a la sociedad mexicana a ese rincén de tranguilidad donde se le tecluy6 por tanto tiempo. De tal modo, el que tos antiguos sabditos hayan asumido la posi- cién de ciudadanos y estén activamente buscando infor- macién, dando su opinién, construyendo organizaciones, eso me da razones suficientes para ser optimists, 2Qué rol cree usted que van a desempefiar, den- 33 La Nacién tro de todo este proceso, las conocidas organizacio- nes no gubernamentales (oNG)? Alles un lugar muy bueno para todos los que no per- tenecemos a algin partido... éBscuché mal, o tnicamente esti echando mano de un slogan? Para todos los que no pertenecemos a algin partido, le repito, para todos los que no pertenecemos a un partido y que no obstante tenemos muchas ganas de entrarle (quie- to decir, que no quedaremos al margen del proceso), en- trarle all... por ejemplo, ala vigilancia del voto. ayudar, simplemente. Fijese usted como después de 1988 es cuan- do se produce la eclosién, un verdadero estallido, de las organizaciones no gubernamentales. Responde a una ne- cesidad vital, ala necesidad que tiene cada individuo de ser tomado en cuenta, de no continuar siendo como una hor- miga perdida en este universo, sino ser alguien que, aun- que todavia de manera muy restringida, toma una deci sidn y pone su grano de arena. Y esto ahorita es mas facil hacerlo en las organizaciones no gubernamentales que en esas terribles burocracias que suelen ser los partidos po- liticos. Permitame seguirlo: ;los partidos politicos equi- valdréan al oso hormiguero, en su metéfora? Bueno, no... Los “os0s hormigueros” de los que hay que cuidarnos son las mismas inercias del sistema, sus enor mes recursos, jy esa parte de complicidad que tiene ta sociedad mexicana, un sector de ella al menos, cuando decide abdicar de su responsabilidad... por convenien- cal Como cuando ofmos: “iQué me importa que el gobier- nolo tenga quien sea; a mi que me den mi leche!” o “a mf que me regularicen mi terreno, y si me dicen que para regularizarme el terreno tengo que ir a una reunién con el regente y levantar los titulos para la foto en los periéd- 0s y Votar por el PR! y echarle porras a su candidato..” En fin. {No sera que, a pesar de todo, los mexicanos con- tinuamos presos enuna red de atavismos y seguimos siendo, como después de la Conquista, nada mas que una nacién de vasallos? Es muy comprensible, sobre todo en la sociedad rural, que el votante no valore su voto, porque éste munca ha te- nido valor. Y que en una sociedad asf sean ms importantes doskilos de carne que se obtienen a cambio de un voto para ‘el pRI, que cualquier otra cosa. Pero en la Ciudad de Méxi- co las cosas ya no deberian ser tan simples, cada uno de no- sotros tendrfa que poner aqui aunque sea un poquito de ganas. Pero permitame abundar:lo que quiero subrayares que no veo por ninguna parte un paradigma econdmico, una teo- ria social alternativa al neoliberalismo que est imperando 34 no solamente en nuestro pais, sino pricticamente en todo el planeta, incluido, por ejemplo, el caso de China que, aun- que “socialisia’, de hecho se esti convirtiendo en tna eco- noma capitalista; con sus desempleados, con sus grandes distancias se est4 convirtiendo en una economia capitalis- ta...con sus desempleados, con sus grandes distancias socia- les, su corrupcién, sus pocos ricos y sus muchos pobres... Es muy similar al caso mexicano, ino? Ahi estin inclusive el autoritarismo (cuando no el despotismo) exacerbado, la indudable beligerancia del mercado contra Ia sociedad, Ia matanza de Tiananmen, et- cétera. Exactamente. Tenemos que ver el caso chino tenemos casi como un espejo, como algo muy propio, aunque esté hasta el otro lado del globo. Allies, entonces, donde el op- timismo me falla. No para caerde plano en el pesimismo, no, pero sies preocupante la falto de un proyecto alternativo, de un proyecto de iaquierda; de una izquierda eualquiera, pero responsable; de una izquierda si se quiere incluso moderada, pero que sea capaz de ofrecer y de llevar a.cavo algo que no ha sido capaz de ofrecer ni (mucho menos) de llevar a cabo el Prt. Esto es, algo que nos permita, a a vez que rehacer la economia, crear una perspectiva hacia el futuro, sobre todo para los jOvenes, porque en este fin de siglo —asf como estin las cosas—me cuesta trabajo imaginar ‘cémo van a construir sus vidas, sus familias, si siempre van estar bajo la espada de Damocles: el riesgo de perder la chamba, El ejército industrial de reserva del que hablaba Marx se ha vuelto a hacer presente. Ahi es en donde el op- timismo me falla ‘Muchos sostienen que, en lugar de modernizar- nos, el pais se esta volviendo a ruralizar, que (en sen- tido contrario a lo que pregonaron los publicistas del ‘T1c) inclusive se desplaza a los trabajadores mejor calificados en vez de aprovecharlos y mejorar la ca- lificacién de la mayoria... Yno es nada mis nuestro problema, ch. Han dado ese mismo ejemplo en Argentina o lo estén dando en Brasil, y yo personalmente me encontré también con un caso asf en Estados Unidos. Bs un problema global. Ya que cité usted a Marx, me parece que es él ‘quien ha dicho que la sociedad no se plantea mas que aquellas metas que es capaz de alcanzar. En esta eta- a, zqué meta o qué metas son ésas, por las que los ‘mexicanos deberiamos unirnos y luchar? Lameta,de fondo, lameta final es a misma que nos pro- puso Morelos en sus Sentimientos de la Nacién. En ese momento, realmente muy desesperado, cuando el movi- miento de insurgencia estaba muy restringido, bajo asedio, {sin embargo se imaginé un México en donde la distancia, entre el pobre y el rico haya disminuido. MEMORIA 97 Lorenzo Meyer | Eduardo Suarez C. reo que esa meta de Morelos sigue siendo muy vali da; esa es la meta que debemos proponernos conquistar en el siglo que viene, porque mientras no entendamos eso, ‘mientras no entendamos de verdad que es necesario hacer de la nacién, del vivir en sociedad, una promesa cumplida mientras no tengamos, todos, la seguridad de que tiene sentido a politica en raz6n de que hemios entendido que te ne sentido mantener 2 México como estructura social, econémica y politica (debido, sencillamente, a que sélo asi podremos encontrar en él un lugar con los minimos indis pensables dedignidad para sobrevivirindividualmente yen familia y en colectividad); mientras no entendamos eso, mientras no lo logremos, otras luchas aparecerfan como si carecieran de sentido y cada quien ira a buscar su salvacion individual y a rescatarse con sus propias uftas. Creo que estamos llegando a ese extremo. aEntonces...? El objetivo de todos, el de México, consiste, para seguir conMorelos, en volver a dar sentido al hecho de que somos tuna nacion, y que la meta es algo més que la salvaci6n in dividual. Deberia haber un minimo de responsabilidad en los que més tienen y en los que han llegado a los puestos de responsabilidad para, por la via de los impuestos, o por lo que sea, redistribuir la riqueza y redistribuir las oportur nidades Vea en sus propias palabras, cémo sihay mane- ra (aun inmersos en esta deliberada crisis) de que se empiece a enderezar el pais: una reforma im positiva, por ejemplo. Yo, por mi parte, deduzco de ellas, de sus palabras, su anhelo de que jahora si! los mexicanos podamos contar con gober- nantes dispuestos a hacer efectivo el articulo tercero constitucional. ;Es- toy en lo cierto? En efecto, por. que ese artfculo es el modelo ideal para una sociedad de- mocrética, donde se respete el dere cho a iA una vida digna, como di- rian los neoza- patistas? A la dignidad, si ¥.. yéndonos mu cho mis atrés, como Gijeran los padres Marzo 1997 fundadores de Estados Unidos: el derecho a la felicidad, puesta Ia felicidad como parte de la problemtitica. po- Iitiea. Eso esa lo que tenemos derecho. Bse es el modelo ideal, pero para hacerlo real habra que luchar bastante, porque incluso sino hubiera la corrupcién que hay, sino existiese la deshonestidad que caracteriza a la clase politica mex cana— de todos modos enfrentamos un estado de cosas, unas instituciones que, en ef mejor de los casos, se hallan muy por debajo de nuestras necesidades. Pensemos nada més, por ejemplo, en la educacidn: jeémo dar una educa- cion adecuada ao que demands este nuevo mercado, este mercado tan duro que requiere de hombres y mujeres con especialidades ya realmente muy sofisticadas? Con el siste- ma educativo que posee ahora México, ni pensarlo; ademas no hay capacidad, no hay recursos... Y no existe la voluntad de que los haya. ‘Con todo y eso, jmantiene firme su optimismo? En Ia politica si, porque la politica puede despertar cenergias dormidas, y con una buena dosis de energfas jquién sabe hasta dénde seremos capaces de llegar! Bl sentirnos a gusto con nosotros mismos, orgullosos de una aportacién pequeiia 0 grande, al proceso politico, a un cambio en el sistema, puede llevar, quizé, a que esas ener- gifas se despierten y, una vez concentradas, a que la ctuda- ania asuma actitudes y acometa tareas como en 1985, tras Ios sismos. No vamos a estar viviendo todo el tiempo bajo la tensién del 85 ni en medio de las generosidades de en- tonces, pero si podemos hacer a un lado la apatia y confiar lun poco mas en nosotros. Si tan solo logramos esto, no estaria nada mal. Traumas de la Guerra Fria Una propuesta para su estudio DANIELA GROLLOVA-SPENSER* En memoria de Jan Patula no de los temas que recientemente volié a atraer la atencién de los cientiioos sociales enlas revistas imoresas y en el ciberespacio es lahistoria dela guerra fri, ahora si, una histori. El debate que se ha abierto ha to- ccado temas viejos pero con enfoques nue- vos. Gracias ala apertura de fuentes de informacién antes inaccesibles, se ha podido investigarlahisto- ria dela guerra fria con materiales inéditos y desde perspectivas novedosas. ‘Cuando elbloque dominado porla Unién Sovié~ tica se desintegré en 1989 ya quer ria termind, el controvertido poltélogo estadunidense Francis Fukuyama de- ‘lard el fin de a historia. Con ello, Fukuyama quiso decir que la cdemcracia liberal, que habia hecho su aparicién en el mundo ‘occidental con la Revolucién Francesa, tiunféfinalmente dos siglos después, no obstante las predicciones decimonénicas de Karl Marx de que el comunismo seria la time ideologia. Es cierto que el comunismo no ha sido la utima ideologia, ‘pero tampoco el iberaismo anunciaelfin dea historia. Eltriun- falismo de susintelectuales y abogados subestima que vivimos en un mundo minado por ls artefactos militares, econémicos, politicos, sociales y psicolégicos, plantados durante los casi cincuenta afios dela confrontacién entre el iberalismo y el so- cialismo y entre el capitalism y la economia dirigida por el Estado, Para entender cabalmente el mundo que la guerra ria ‘engendré, yen el que actualmente vivimos, tenemos que ana- lizar a fondo los procesos que lo originaron. De una manera sucinta y abarcadora, lagquerrafriase pue- pata, 1987. pp. 7385; Taton citaa Alexander Koy: “Les origines de la science moderne: tne interpretation nouvelle, Diogene, No. 15 (1956) pp. 1442. 43 Universidad: ciencia, tecnologia y desarrollo RUBEN ROCHA MOYA* I tema que aborda Cano Tisnado—en el bro Adu: cacién superior y desa- rrollo tecnoldgico en Mé- sxico, La politica estatal (1970-1994), Ed. UAS. Sinaloa, 1996. 414 pp.— ¢s, sin duda, uno de los mis importantes de la agenda universt taria nacional: el papel de la investiga- cin cientifica y tecnol6gica, en relacion con la educacion superior y sus efectos sobre el desarrollo econémico, es basi co para entender y prever las posibili- dades reales que tiene México para in- teractusr, con beneficios a las mayorias nacionales, en un mundo cada ver mas lobatizado. Lacuestion puede plantearse de este ‘modo: la inserci6n de México en el con- texto internacional acarrea riesgos, pe- ro el riesgo mayor que pudiera ocurrir es quedar fuera de las nuevas relacio nes internacionales que estin confor- mandose. CAMBIO TECNOLOGICOY ‘TRANSFORMACION MUNDIAL Para nadie es desconocido que la nueva dinimica internacional ~iniciada hace cinco lustros— tiene en la investigacion + Rector dela Universidad Autinoma de Si aoa. 44 cientfica y en el desarrollo tecnolégi- co a uno de sus factores mis fuertes. Vivimos la tercera revolucién indus- trial, en la que el conocimiento es su cle- mento determinante. El impresionante desarrollo de la electrSnica, la biotec nologfa, la biogenética, la informatica y los nuevos materiales, entre otros, son ‘sus parémetros representativos. El desarrollo cientifico en curso esti mula ln innovacién tecnologica que, ast Vez, promueve el surgimiento de alter- nativasecon6micas industriales penera doras de una nueva din ninternacio- nal del trabajo. Dealgin modo, estosaspectos funda- ‘mentales de nuestra contemporaneidad son tratados por Gano Tisnado en Edu- cacién superior y desarrollo tecnolé- ‘gico en México. Eldesarrollo de los medios de comuni- cacién y transporte ha permitido la di versificaci6n geogrfica de la produc- cién mundial bajoel criterio de alcanzar lamésalta productividad y rentabilidad posibles. Aunado a esto, se han mante- nido centralmente los procesos de dise- fio y desarrollo tecnoligico. De otro modo: la estandarizacién de Ja produccién y flexibilizacion de ta planta productiva devienen hoy en dos maneras de trascender en lo universal bajo el reforzamiento de lo regional. La globalidad técnica, que favoreci6 el desarrollo de Ja ciencia y la tecnolo- fa, adquirié posteriormente caracteristi- Pe ne ead rE ee en ere adquirié posteriormente caracte- Ce aes eee ed eae Ore eed Eee TT en Pata casecon6micasyfinancieras. Aho- ra observamos que la internaciona- lizaci6n se extiende, ademés, alos dm. bitos social, cultural e incluso politico, ira acotacién que me parece perti- rente es que la nueva division inter- nacional del trabajo ha hecho emerger ites grupos de paises: los que liderean en ciencia y tecnologia y que también son los mésindustrializados; lo que ocw- pan.un lugar intermedio, como México, y los de menor desarrollo industrial. En paises como el nuestro ~desde Juego, también los de més baja indus- trializacion-, el fendmeno de Ia globa- lizaci6n se ha dado no sin distorsiones (de diverso tipo: industriales, comercia- les y financieras) que han reducido, en ‘ocasiones 2 niveles dramaticos, los es tindares de vida de la poblacion De hecho, la globalizacién ha tenido tun caracter dual para pafses del tipo del nuestro. fstoschan visto surgir en el in- terior de cada uno de ellos una zona ‘econémica moderna y préspera que mira hacia el exterior y otra con marca- das debilidades econ6micas estructura lesy enorme atrasosocial. Por lodemis, no ha sido posible fortalecer un sistema nacional de innovaci6n tecnoligica con 1a agravante de que, mientras esto no sea posible, tampoco se consolidarin los procesos productivos y las crisis se hardin recurrentes debido a que los cap tales especulativos ~en una vorigine intermitente—vienen, logranaltastasas MEMORIA 97 Rubén Rocha Moya de ganancia y se retiran al cambiar las condiciones. Lo anterior impone a las Institucio- nes de Educacin Superior (Its) retos como este: en materia de docencia, ne cesitamos mantener actualizados los co- nocimfentos cientificos que se transmi: ten, ya que cada siete anos se duplican universalmente. El impacto en los cu: ricula se puede apreciar si tenemos en cuenta que los conocimientos, por ejem- plo, en el campo de las ingenierias se ‘wuelven obsoletos cada cinco aios. Apoyado en datos valiosos que con- tiene el libro de! doctor Cano Tisnado respecto al estado que guarda el desa- rrollo cientifico y tecnologico, debe que- dar en claro que el horizonte de trabajo ‘que nuestras instituciones tienen por dclante es amplioy profundo, exigen- te de los mejores esfuerzos, LAS IES Y EL SISTEMA CEINTIFICO- TECNOLOGICO Jorge Guillermo Cano Tisnado explica en su libro, precisamente, las relaciones que las iss tienen =y deben tener con el sistema de la ciencia y la tecnologia. Yc6mo esa relacién debiera darse para cleaso de los paises subdesarrollados y dependient Se nos advierte que las instituciones educativas de nivel superior no deben convertirse en instrumentos producti vistasdebido al contexto de a globaliza i6n. Se trata, porlo mismo, de elaborar estrategias incluyentes y democriticas capaces de crear lasbases de un desarro- Ilo con verdadera dimensi6n nacional y desoberania, lo que—porcierto—notie- ne nada que ver con ninguna suerte de autarqu Aste propésito, tiene mucho sent do la resefta critica, puntual, que lleva a cabo el doctor Cano Tisnado sobre cada una de las politicas nacionales entre 1970 y 1994. Se trata de la parte nodal del libro y ello es especialmen- te pertinente porque se esté hablando del periodo que va del nacimiento de Conacyt a la firma del Tuc con Estados Unidos y Canadé, para s6lo mencio- nar dos hechos sobremanera impor- tantes de la cuestién, Una y otra vez recomendaria que fuéramos a la. re- sefla extensa e incisiva que el doctor Cano Tisnado realiza en su investi gacién. Jorge Guillermo pasa revista alo que considera son los principales proble- mas del sistema de educacién superior, como instrumentos del desarrollo tec nol6gico. A saber: Reflexiones ‘© ConcentraciGn del saber tecnolégico especializado. ‘© Supeditacién del quehacer cientifi co a los requerimientos inmediatos del sector productivo, que disminuye el potencial heuristico de las ws. ‘© Bscaso compromiso del sector pri vado en la formacion de cuadros de alto nivel para el sistema de ciencia ¥ tecnologia. ‘© Bscasez de recursos para el fomento de la investigacion y el desarrollo tecnolégico. a preocupacién det doctor Gano Tisnado para que la universidad no se acople mecénicamente —coyuntural- mente— a los requerimientos indi duales de las empresas (pues, segain su opinién, limita las potencialidades heu- risticas de las 18S en los procesos de lar go plazo) deriva en una llamativa pro- puesta para que el Estado y el sector privado corran los riesgos de la innova- cin tecnolégica y dejen a las univer- sidades la atencién de las necesidades sociales desde una perspectiva distinta que genere conocimientos y alternati- vas, més alld de los intereses utilitaristas de los sectores oficial y privado. La propuesta es atin més concreta en 46 Ja vision de Hugo Aboites, segin se lee en el prologo del libro citado. Bl doctor Aboites habla de tres gra- pos distintos de centros de investiga- ibn: Ios centros privados, que tendrian como finalidad tender las necesidades del aparato productive moderno; los centros gubernamentales, que debie- ran plantearse la atencin de las necesi- dades sociales y las cuestiones relativas ala cosa piiblia; y, por tltimo, os cen- {ros universitarios y de edueacién st- perior, que tienen la posibilidad de con- siderar, desde una perspectiva distinta ~el bienestar social los problemas y las cuestiones del aparato productivo y la cosa piblica, Por la importancia de esta estrate- gia, permftaseme sugerir que deba ex- plotarse mas todavia sobre algunos as- pectos que siempre han sido criticos del nivel que guarda la investigacién cien- tifica y tecnolégica en las univers dades. Por ejemplo, observemos mas los as- pectos torales sobre universidad-pro- duccién, universidad-empresa.privada y, desde Inego, el financiamiento, et cétera. Para la universidad pablica seria, me parece, igualmente riesgoso perder tan- to su potencialidad heuristica como mantener tna ciencia aislada que con. duzca al cientificismo y al academicis- mo, males perniciasos que resultan de los claustros en que, a veces, nos en- cerramos los docentes y los cientificos. Salir del academicismo y el cienti- ficismo, desde luego, no quiere decir abandonarlaacademia y lacienci, sino de lo que se trata es de sacarlas poten- ciadas del claustro para que se recreen en su entorno en aras de su mayor per- tinencia, claridad y utilidad social, y viceversa. De abi, justamente, que me parezca ddigno de sostener que la principal vir- tud de una politica de ciencia y teenolo- fa —para una region con niveles y ca- racteristicas de desarrollo social y eco- ‘némico como la nuestra—debe sera de sumar las fuerzas de la sociedad y del gobierno, a fin de que compartan pro- pésitos comunes en materia de invest- fgacién cienitfica y tecnologia SENTIDO PRIMERO Y ULTIMO DE LA UNIVERSIDAD La universidid debe proponerse ser tun detonador de Ia sinergia de la so- ciedad toda, sin exclusiones a priori y sin exclusiones arbitrarias. Vale la pe na recordar que el concepto de univer sidad viene de universal. Como inst tucién social y pablica nos debemos a todos. El compromiso de la universidad es con el conocimiento, con ta cultura ¥ con el espiritu humano. Los tres as- pectos entrafan un profundo sentido demoeritico y social. Vale reiterarlo: la universidad no es democritica por razones de aritmética, sino por el privilegio de crear y trans- mitir conocimiento y cultura, La uni- versidad no es social por resultados de la estadistica, sino porque tiene la gran tarea de socializar el saber acumulado de la humanidacl, MEMORIA 37 Aspectos socioldgicos en la 6poca de la modernidad E| tiempo y el espacio 1 andlisis del tiempo yeelespacio se uica ‘comnmente en las ciencias naturales. Sin embargo, exis ten esfuerzos en las ciencias sociales que buscan estudiar eo mo las transformaciones de la vi- da moderna han afectado la ten- poralidad y la espacialidad de las personas y los grupos sociales. Cien- tificos sociales como Martin Het- degger y Norbert Elias iniciaron estudios en este campo, seguidos por Jacques Derrida o Lud wig Wi genstein hasta autores més con- temporineos como Cornelius Cas- toriadis y Antonhy Giddens. Todos ellos han estudiado de una u otra manera lo espacial y temporal con ‘menot o mayor profundidad. Asimismo, también es posible problematizar sobre este tema a partir de los escritos de los clisicos de la sociologfa: Carlos Marx, Max Weber y Emile Durkheim. En todos estos autores los conceptos sobre la temporalidad y la espacialidad existen porque el individuo y la sociedad, asi como la actividad que realizan, siempre se encuentran ubicados espacial y temporalmente. LA CREACION SOCIAL DEL ESPACIO Y EL TIEMPO Definiremos el tiempo como una dimensién a través de la cual se realiza la accidn y que es conceptualizada en el ima- ginario de Ia sociedad conforme al espacio en donde se rea- liza la acci6n; por esta tima entendemos aquel acto que * Economist, candiialo a massto en Sociologia gor la Facultad de Ciencias Poteas y Sociales y profesor de asignatura enol Sistema do Universidad Aberta de la misma facuitag, ena UNAM. México, Marzo 1997 ROBERTO GARDA* China. transforma un determinado estado de cosas establecidas y que, por lo mismo, tiene connotaciones de poder. Para des- plegar Ia accién requerimos de recursos y reglas. Los pri- meros son tanto materiales como inmateriales (psicol6gi 0s, ideol6gicos, culturales, etcétera) y deben ser propios 0 ‘encontrarse disponibles para su uso} las reglas son tanto institucionales (Ieyes) como sociales (normas 0 pautas cul turales) e individuales (principios).! Por imaginacién o imaginario de la sociedad se entiende la capacidad que tienen los individuos de concebir la rea- lidad en forma diferente a como se presenta? La realidad surge del espacio fisico y de las relaciones sociales que aqui se establecen; por ello lo imaginario, para expresarse, debe “reducit” a simbolos la realidad. El espacio se define como 1. Anthony Giddens: La consttuciin dela sociedad, Bases pare una tecra dela estructuracien, Ed. Amour. Argentina, 1995 2 Comelius Cestoriads: La nstiveisn imaginana oo la sociedad, Ed Tusquest. Espatia, 1963.7. 11 a7 Roberto Garda el lugar en donde el ser es a través de Ia accidn (y las rela- | con otros en contextos espacio-temporales, se establecen ciones sociales que promueve) y las caracteristcas con las | relaciones entre individuos y entre instituciones o entre ‘cuales presenta su corporeidad (su “cuerpo"). De esta forma, | unos y otras. Estas relaciones se dan con base en la depen- las relaciones entre la sociedad, los individuos y las insti- | dencia y la autonomfa. Por autonomia entendemos la cx tuciones se encuentran en funcion de caracteristicas cultu- ) pacidad de realizacién del ser con las propias reglas y re. rales, econdmicas, ete, que difieren de un lugar a otro y de | cursos en actividades definidas en rutinas que establece el ‘un momento otro, en donde tiempo y espacio siempre se- | propio ser; por dependencia entendemos no solo Ia inca- in interdependientes. pacidad de realizar cl ser, sino ~ademas— la “caida” en re Lasociedad, los individuos y lasinstituciones actéan con | ti nas“ajenas” 0“no propias" que terminan confundiendo la ‘recursos y reglas propias. La primera es entendida como un | realizacién propia a través de la realizacion de los demas conglomerado de individuos que interacttan en funciGn de | (sociedad, individuos o instituciones). ‘su conceptualizacién espaciotemporal. Definimos al indi- | Es necesario preguntarse de qué manera estas relacio- viduo en el sentido en que la modernidad’ lo hace: es elser | nesdedependencia y autonomia se ven afectadas cuando los aitoconsciente de su racionalidad, su necesidad de recono- | individuos “reconocen” su espacialidad y temporalidad y cimiento y su capacidad de satisfacer sus propias necesida- | qué sucede cuando las concepciones espaciales y temporales ddes materiales‘ Por instituciones entendemas imaginarios | de la sociedad, los individuos y las insituciones difieren, Se re LA ESPACIALIDAD Y TEMPORALIDAD DE LO SOCIAL actividad humana see la institucion y en particular Ae ee ete ee od la Institueién de le historia signitica, para el ser cuales la accibn de los hombres es despleguda, ls preguntas fiumano, qué su accién no puede escapar de su cuindo, donde y quién responden (y forman) el momento Pe sen ec cu eo ui ac Eimem historico que es guardado en la memoria colectiva de a so- eee ee ea ageme ciedad y que nutre el imaginario social. El dénde y el quién 'su-refundacion, y finalmente su cambio radical y serfan las preguntas a las cuales debe responder el espacio. tolal. La Sociedad, el individuo y la institucién Bl eudndo seria Ia que debe responder el tiempo. El que los individuos o ls insttuciones “pasen a la me- moria” o *dejen huella” en la sociedad significa que estin superando la temporalidad y espacialidad a Ia que tienen “derecho” como seres y que son capaces de recrearla como eres humanos (en el caso de los individuos) oseres creados “establecidos® (Castoriadis) creados por la sociedad. Todo | por humanos (en el caso de la sociedad o las instituciones): grupo social es una institucién con mas o menos recursos, | su tiempose “detiene” ysc convierte en “eterno” y su espacio pero la institucién no es la sociedad: es parte de ella, pues | se “expande” y “crece”. De esta manera, siempre tienen la ésta es mas basta y compleja que los individuos y ls inst | oportunidad de ser en todo momento y en todo lugar. Este tuciones. “congelamiento” y “expansion” del ser no es otra cosa mis Como se sefialé, Ia sociedad, los individuos y las insti- | que la “historia de la humanidad”, que también es una ins- tuciones interactdian en los contextos espaciotemporales a | tiucién, Esta es el registro de Ia actividad que realiza el ser través de la actividad. Al entrar en contacto unos individuos | y los lugaresy momentos en que lo hace. Este registro se rea- liza conforme a determinado orden, en determinados luga- | resy con determinado criterio institucionalmente definidos. | ‘participan con su activided, en cada una de estos us De esta forma, la historia responde al cuando, cémo y quién de los hechos humanos o, en otras palabras, la instituci responde y se encarga de estas respuestas: en lugar de la so- 3, Pormodernidadse entender aqualiatraccién de reflexionar sobre ol propio serylas“ctras®civlizeciones (Comelus Casterads; Los do- ‘irs dl hombre: es oncricjades do aber, Ed. Geiss. Espa- fe ie) Cee greg treme ahsratn Mle cad 4. Sobre lareconalide,véaseJirgen Habermas: Elcacurse flosfico ‘Sin embargo, la inevitabilidad de que el destino de toda Fetes anerng uel ates rspmdepe aera ary }ée actividad humana sea la institucion y en particular la ins- lino hombre, E3, Planeta y Agosti. Espana, 1994; y sobre a re- | tituei6n-de la historia significa, para el ser humano, que su conoerlontode sv capaci desatslace vs ropias ecesdades: | accién no puede escapar desu insttucionaizacioay por ello SJohn Plamenatz: Carlos Marz y au flosofia del hombre, Ed. FCE. siempre se limitara a tres momentos: la fundacién de las ins- Macca, 1988 48 MEMORIA 97 Reflexiones tituciones, su refundacién, y finalmente su cambio radical y total, La sociedad, el individuo y la institucién participan con su actividad, en cada uno de estos momentos. Asimismo, en cada uno de ellos existird una conceptualizacién espacio- temporal distinta: habré personas que consideren que es tiempo de *cooperar” con las instituciones; para otras, s +4 tiempo de que s6lo sean reformadas y, finalmente, hab quienes consideren que es tiempo de destruirlas y con ello estruir el “sistema establecido”. Para cada concepcién del tiempo, habri una del espacio: cada cuerpo individual y so- cial seri dirigido por rumbos distintas y cada lugar sera con- cebido de forma diferente. Gon ello, se buscard fomentar y acudir a encuentros sociales diferentes para apoyar tal o cual causa en la que cada individuo manten: ga no s6lo la misma concepcidn espaci temporal, sino adems el mismo ima- ginario’ Se puede concebir lo espaciotem- poral en los encuentros soctales por dos vias: a través de las caracteristicas que adquiere el cuerpo en los encuentros sociales ya través de la formaen que son concebidos en el imaginario de la so- ciedad. En el primer caso, se hace a través de la presencia o ausencia de individuos © grupos sociales y significa “Hlenar” a través de la presencia corpérea y su actividad los escenarios de interaccion social ert donde se desarrollan activi- dades en pro de determinada concep- cién del mundo. La capacidad de hacer “presencia con el cuerpo” en determina- dos espacios significa “llenar” al espacio con otros cuerpos que perciban la temporalidad de manera similar. Para lograr esto, requerimos de recursos psicolégicos que se obticnen a través de la “conciencia de la inconciencia’ esto se refiere a aquellas experiencias que se encuentran en nuestro inconsciente y que surgen a través del cuerpo y accién; segiin Giddens ‘se trata de experiencias de presencia © ausencia corpérea que en nuestra infancia tuvimos con ‘nuestros padres (0 con la gente que haya sido afectivamente ids importante. 5, Cabe sefalar que ls individu © grupos sociales que ne desean actuar en la refundacién 0 aleraoibn de las insttucones y prefieren ‘Vivrtrangulamente"iambién generan, de una otramaner®, acide 0s que, al desplagarse a wave del tiempo y al espacio, alectan a ‘uslaviera de las tendencias ariba mencionadas. Pera no generar Actvided estando Viv, 20 tandtia que estar muero en vida on Un profunde estado de depresion, tama que aqui no se cscuta 6. Arhony Giddens:0. en nota 1, pp, 86.84, Marzo 1997 Esas experiencias son clasificadas de la siguiente ma- neta: 1) confianza bisica contra desconfianza bisica: la pre- sencia oausencia dela madre permiten rutinas de actividades que hacen que los bebés toleren o no la ausencia de éstas. El caso de ausencia de la madre y poca tolerancia del bebé significa que no se ha logrado crear una rutina entre ambos ¥, por lo tanto, el bebé guardari momentos de angustia que Je formaran lo que se llama “desconfianza bdsica”. En caso de que se haya logrado la presencia materna y el establecimicn tode la rutina, el bebé crear “conflanza bisica” y tolerancia ‘a su ausencia; 2) autonoméa contra vergitenza: esta es la si guiente etapa en crecimiento del bebé al nino. El control de la salida de los desechos del cuerpo significa que las personas Tallnda, pueden: a) controlar Ia salida de sus productos y b) hacer frente a las consecuencias que esa salida y esos productos tengan en su entorno. En el caso de que el nino logre “soltar" sin problema sus desechos, se sugiere que est formando una actitud autOnoma (actitud tranquila de “dejar pasar’), Esto significa que puedo “dar la cara” para enfrentar mi actuar y mi producto (“controlo mi obrar"), En el caso de control excesivo 0 falta total de control de los desechos, existe o bien absorcién en si mismo del nifio 0 expresién hostil hacia el entomo, De esta manera, el nifio no ha alcanzado la auto- rnomia y no puede “dar la cara” y enfrentar el hecho de que ‘no controla su obrar, 3) iniiativa contra culpa: en la tercera ‘etapa de crecimiento el nino busca tener iniciativas (lings ticas 0 corporales) sin experimentar sentimientos de culpa. Si no logra hacerlo, permanecer apegado ala madre y, silogra tener iniciativas, creara destrezas para desplegarlas y aven- turarse mas alla de “los confines inmediatos de la familia”. En 49 Roberto Garda esta thtima etapa, nace un entendimiento prictico del nif y se observa el cuerpo como centro de accién. ‘Toda la informacin que aqui se genera es guardada por lindividuo en el inconsciente. Giddens sefiala que crevemos cubriendo 0 no los “requisitos” de cada etapa, acumulando | los recuerdos de nuestros aciertos y errores, de nuestras an- gustias y alegrias. Si el individuo adquirié una “confianza basica” podra asistir alos encuentros y “darla cara’. De esta 4 manera, podri crear una rutina propia que le refuerce su “se- guridad basica”. Asferearfa una rutina alternativa a las que ofrece la institucién con el fin de volverlo dependiente. Si el individuo no ha logrado “cubrir’ las etapas (o parte de ellas), entonces tendra dificultades en los encuentros para “dar la cara” o hacerse responsable de su actuacién y los produc tos de sus actos. Para Giddens, en los encuentfos de indiv- duos auténomos de “cuerpo presente” existe copresencia La copresencia es definida, por un autor citado por Giddens, como los lugares en donde los individuos “se sientan lo bas- tante cerca para ser percibidosen todo lo que hagan, incluida su vivencia de otros, y lo bastante cerca para ser percibidos neste sentir de ser percibidos. Giddens sefiala que el cuerpo es.un ‘medio de comunicacién” que “transmite mensajes” a través del “movimiento corporal, del rostro y su gesto, de la postura y finalmente del habla. Todos estos elementos per- ‘iten que la interacci6n social en copresencia genere “con- versaci6n’, esto es, conversacién que al admitirla pluralidad permite legar al entendimiento.” Enel segundo caso, lo espacio-temporal en el imaginario de la sociedad surge como producto de la concepcién hist6- rica del momento. Segtin se conciba el momento historico de Ia copresencia, para Castoriadis el imaginario percibiri el tiempo como un proceso “identitario” o como un proceso de “alteridad alteracién’.* El tiempo como identitario tiene, segtin Castoriadis, las siguientes caracteristicas: en él todos los hechos histéricos tienen un mismo principio originario y un fin preestableci- do ‘desde siempre y para siempre”; es ciclico y por ello el de- venir s6lo presentara repeticiones; en él no existen las su- cesiones de los cuerpos y sélo se concibe la coexistencia de la materia como identitaria (todos los lugares tienden a la igualdad espacial); y nace de las instituciones y refuerza ta institucionalizacién de la vida social. Por tanto, Castoria- 7. Esas etapas de Erikson llagan hasta la adler, pero Giddens no las Clay na da explcacibn de alo. Asimisme, ora tooria muy nerasanie respecte ala capacidac del cuerpo de “hacer presencia" y de ome Racor esta presencia es la de Alexander Lowen, la teria de la Doonergétes 8. Comets Cestotiais: 0.6. on nota 2. 9. Castoriadis sala quo esta lgica ‘es la Kgica identitaria © 60 con- junto, In val ‘campen saberanaeinelctablerente sobre dos insti ‘Sones sin las cuales toda vide social resitaimpecibe: nos relerimos 50 Talancla dis sefala que el tiempo encuentra su origen en aquella ra- cionalidad logico-ontol6gica? que establece el fin de la his- toria y que niega la existencia del tiempo como posibilidad del surgimiento de lo nuevo y por lo tanto reduce lo espacial alo déntico sin reconocer lo que aht se produce. De esta for- ma oculta lo imaginario y sus rafces histérico-sociales. Elimaginario que conciba el tiempo como “alteridad alte- racidn’, piensa en una historia con las siguientes caracteris- ticas: a) plantea la recuperacién del espacio para, a partir de ahi, recuperar el tiempo; y el tiempo “recuperado” debe partir de un ser que se conciba y conciba a los demés (incluidas las. insttuciones) como realmente creados'® con plus y eidos, es to es, con elementos nuevos y tnicos, lo cual Ios hace total: ‘mente indeterminados y en estado de constante cambio (“ser ‘ala Insthucén dllegain, components ineliminablecellenguaiey dela fepreseniacin sce), y ala inttucisn del toukheim, components Inoliinabledela secs social” Comets astoniads:0,6. Tp. 23. 10.8 oreaessn, para Castoviadls, c@ opone a a produccn; el espacio tiene aides por ello es eapaz de eroar un lis on ol espacio. tempo 25l0 ene materia MEMORIA 97 Reflexiones Para Castoriadis, ef proceso de “choque” se da e través de los procesos de ‘nstitucionalizacion: Cando fa'sociedad se cuestiona sobre las Instituciones que'tiéne y en'su imaginario'surgen imagenes sobré otra forma en la que éllos. podrlén ser, entonces aparece el. ea ee ke ae Bao ee eo) ea eae ad siempre y devenir siempre": Castoriadis). Por ello, el espacio y cl tiempo tendran interdependencia con el ser: posibilidad de cambio real segtin los lugares, los momentos ¥ los seres. De esta manera, con base en el reconocimiento de las post bilidades de losseres, puede hablarse de un tiempo alteridad: alteracién, tiempo que, siguiendo a Castoriadis, chocar4 ine- vitablemente con el tiempo identitaro. | Para Castoriadis, el proceso de “choque” se da a través | de los procesos de institucionalizacién: cuando la sociedad se ‘cuestiona sobre las instituciones que tiene y en su imaginario surgen imagenes sobre otra forma en la que cllas podrian ser, entonces aparece el “tiempo del representar social”. iste es el tiempo del inicio de Ia institucionalizacién o el de la cla- ridad de la necesidad del cambio. Sin embargo, cuando exis- ten instituciones y hay presién social para que cambicn, éstas siempre intentaran hacerlo dentro de sus concepciones tem poralesy espaciales. Sélo asi pueden garantizat su poder y su existencia, Cuando kas instituciones logran asimilar este tiempo del representar social, comienzan por negar ese imaginario que | Jas cuestion6. Ocultan y niegan el tiempo de la alteridadalte- racién que las erigié (como si fuera forzoso y l6gico que la sociedad las erigiera, como —sia pesar de que la sociedad las hubo creado-, atin y asf hubieran ‘nacido") e imponen el tiempo identitario a través de la calendarizacion, de los rituales, de su orden en los espacios sociales, Este “encubr- miento’, sefiala Castoriadis, permea todo el ser social: “To- | do ocurre como si la sociedad debiera negarse como socie- | dad, ocultar su ser de sociedad negando la temporalidad que | | | | | | es primero y ante todo su propia temporalidad, el tiempo de Inalteracién-alteridad a la que da existencia y que le da exis tencia como sociedad. Dicho en otros términos, todo ocurre como si la sociedad no pudiera reconocerse haciéndose a si misma, como institucin de sf misma, como autoinsti De esta manera, cuando por fin parece que el tiempo {denttario se ha impuesto llega cl “tiempo del hacer social lcual abre la “posiblidad de la aparicién deo irregular, del accidente, del acontecimiento, de 1a ruptura de la recurren- | 11, Cometus Castoradis: 0, ¢,T I. pp. 84-85 Marzo 1997 cia’; ese tempo que busca “preservar o cuidar de ..] alte rabilidad como posible”. Ese] tiempo en donde lo social ini- cia desde su espacio, desde su quehacer diario, desde la re- cuperaci6n del imaginario y lo histérico-social. Cuando éste adquiere auge, se arriba al tiempo de la alteridad-alteraci6n y se crea un nuevo orden institucional de la sociedad, de su tiempo y de su espacio. De esta forma, puede decirse que ~para quienes creen que las instituciones son “las correctas" y piensan que todo debe continuar igual el tiempo concebido sera el identita rio. Por esto, dirigiran su accién dentro de las rutinas que les sefiala la institucidn con el objetivo de contribuir a perpetuar su existencia, Quienes creen que las instituciones deben mo- dificarse en algunos aspectos, debido a que son fundamental mente las correctas, imaginarin un tiempo identitario junto con el del representar social; ambos convivirin en el ima- ginario hasta que los cambios hayan sido efectuados ~en parciales tiempos del hacer social-, pero al final quedara restablecido el tiempo identitario “modificado’, Finalmente, quienes consideran que las instituciones dehen de cambiar manera profunda concebirin el tiempo como alteridad- alteracién junto con el tiempo del hacer social y buscarin cambiar totalmente ls instituciones; implantar‘n suimagina- riosociala través de un nuevo proceso de institucionalizacin. EL ESPACIO-TIEMPO EN LA MODERNIDAD las sociedades nunca pierden la capacidad de imaginar su espacio y su tiempo de manera diferente a como ha sido ins titucionalizado. Sin embargo, el poder de las instituciones ha egado a ser tan grande, que resulta dificil concebirlo de ma- nera diferente. A continuacién analizaremos las caracteristi- cas que adquiere el tiempo y el espacio en Ia modernidad y, con base en ello, redefiniremos el significado del ser auté- nomo y dependiente. Para Giddens," las instituciones modernas tienden a 12. p88 13 Anthony Giddens: Las consecuencias de la modemidad, Ed. lanza Espafa, 1990. 31 Roberto Garda *separat” el tiempo y el espacio. Ast, propician encuentros | sociales con Ia ausencia del cuerpo fisico de las personas 0 | grupos sociales. La separacion entre el tiempo y el espacio es tun proceso a través del cual se crean tiempos y espacios | “vacios”. Estos son espacios y tiempos sin ningin significado historico y cultural para las sociedadesa las cuales rigen. Para una sociedad premodern, el tiempo (o sea el “cuindo") se cencontraba siempre en relacién con el/ugar (el “dénde"). No cexistia una concepei6n temporal diferente a la espacial, pues, Jos encuentros sociales se realizaban s6lo con presencia cor- porea de quienes en él intervenfan: cuando se retiraba la conporeidad del lugar, se terminaba el significado del tiempo que él creaba. De esta manera, el tiempo se encontraba en relacién con el espacio y todo encuentro social era corpéreo | como condicién para generar una temporalidad. En las so- ciedades modernas, sin embargo, el tiempo ha sido separado del espacio y el espacio del Ingar. Ambos procesos significan que es posible realizar encuentros sin Ia presencia corpérea de las personas 0 con presencia fisica (exclusivamente espa cial), pero sin ocupar realmente tn lugar. India. La separacion entre tiempo y espacio y lugar y espacio se da por el mecanismo de “desanclaje” que Giddens define como “el despegar las relaciones sociales de sus contextos locales de interaccién y reestructurarlas en indefinidos in- tervalos espacio-temporales’." Segtin este autor, provocan este proceso las instituciones de la modernidad, que él “di- vide" en las “seiiales simbélicas” y los “sistemas expertos", Las primeras son los ‘medios de intercambio” que pueden circular entre los indviduos o entre ls sociedades y que son tiles a todos, pero s6lo para uno historicamente significan- te, El dinero es un buen ejemplo de “sefal simbolica".* Los segundos son “sistemas de logros técnicos o de experiencia, profesional que organizan grandes ‘reas del entorno ma: Lerial y social en que vivimos’. Para Giddens, es casi impo- sible no entrar en contacto con los “sistemas expertos": desde las grandes empresas multinacionales hasta los individuos *profesionales” que dominan el conocimiento técnico sobre ‘reas especificas ‘Tanto las seBales simbélicas como los 8 (Giddens llama. la “unién” de ambos * provocan, a través del desanclaje, que toda relacién y act vidad social se aleje de sus contextos historicas propios y se les obligue a entrar en una dindmica “globalizadora” Esta dindmica, seftala Giddens, es intrinseca a la modernidad, pero no es intrinseca al individuo y a la sociedad. Por ejem. plo, alguien pudo haber filmado una pelicula hace muchos aitos y el actor principal puede hoy estar muerto, pero su pe- Hicula esta siendo proyectada. El cuerpo corpérco del ind viduo y el espacio que lenaba ya no existen, pero el actor sigue “ocupando” un tiempo y un espacio en aquellas perso- ‘nas que estin mirando su pelicula: él se encuentra ausente, debido a que est muerto, pero mantiene encuentros con *su pliblico” a través de llenar un espacio y un tiempo, pero no ‘un lugar. Esto es fantasmagérico, pero ¢slo que se ha logrado en la modernidad: lenar espacios y tiempos que Giddens considera como “vacios” porque no se realiza entre cuer ‘pos corpéreos; se realiza entre instituciones ¢ individuos Pensemos en otros ejemplos como los libros, en donde se narran experiencias que existieron hace cientos de afios; la televisi6n, con programas y peliculas producidos hace mucho y presentados al puiblico de hoy, como si ‘cl tiempo no hu- biera transcurrido”, Bl teléfono, Internet, las tiendas comer- ciales, etc, estin en el mismo caso. En todos ellos, realizamos contacto en primer lugar con Ia institucién y ocasionalmen- tecon las personas, Todos ellos promueven encuentros en los 14.tb, p92 151, p. 37 16 Giobalizadora one sentido de universalidad, ya que on ringuna parte del globeterraqueo nadie puede" desantenderse elas ransformacio- ‘nee goneradas por la moderricad. MEMORIA 97 sentidos espacio-temporales sefialados (encuentros entre ausentes) y todos ellos son simbolos de la modernidad. Para Giddens, la consecuencia de Ia situaci6n citada es Jatransformacién de la intimidad, una transformacion enten- dida en términos de cambio en la seguridad y el riesgo de las personas. La seguridad significa seguridad ontol6gica, en el sentido de certeza 0 confianza que la mayoria de los seres humanos depositan en la continuidad de su autoidentidad y cen los parimetros existenciales basicos del propio-ser debido a la creencia sobre la permanencia de sus entornos sociales y naturales de accién.”” Esta certeza o seguridad se ve ame- nazada cuando entramos a ambientes de riesgo. Este no es centendido solamente como la amenaza en la confianza se- falada; es entendido de una forma més amplia: como la glo- balizaciGn del riesgo, lo cual significa que en la modernidad ~a decir de Giddens— existe una “distribuciOn objetiva” del riesgo y una mayor “experiencia” del riesgo en ambos casos, de todos las personas del planeta." Como respuesta a este creciente riesgo, las instituciones modernas buscan mantener un equilibrio entre seguridad 17. Anthony Giddens: o.. en nota 1, p. $39; yo. en nota 13, p. 92. 18. La “cistibueién objuva" del riesgo significa ol aumento de sucesos ‘queponenen polgrolaexistenciade lahurranidad rosé enelsentico intensivo (como una guerra mundial “ota” 0 un desastre ecologiod “otal, sinoademds on un sentde extensvo (yaqueelpelgrode estos esastres es pera toda la humanidad). Esto se debe & que la moder- ridadimpulsaambiontas naturales creados" ‘entomos creados’), en los cuales elhomlre moderna deposialaconfianza para eldaspliogua e su actividad. Esta confianza en realdad es “deposiada’, s0gin Giddens. eniasinettusones dalamademdad,yaque ches entonos” sonlos ambiontes "naturales" de tas. Por ota, {4a doriosge Giddene soretiare aque existe Un ms ‘esgo de parte dela poblacion en o sentido de a “agunas" en Ia clencia que no van a desaparecsr-magicamento" €0 qusesta siuacién pone"limites" elas experiencias suyas (tanto en los individues come ens “sistemas ebstractos’). Anthery Giddens: 0. . fen nota 13, p. 120, Marzo 1997 ontolégica y riesgo globalizado Asimismo, la sociedad busca “fiarse” de su propia capacidad para ase- gurar st. propia existencia a través de este equilibrio. De esta mancra, los grupos sociales se adaptan, Bs tose debeaque, ante los problemas, las instituciones de la modernidad cofrecen soluciones “profesionales* ‘con base en conocimientos espe- cificos y especializados del area a trata; por ello, estas soluciones son de “fiar”, Si la sociedad se fia, por ejemplo, en quienes descubrieron y construyeron el vehiculo y por es0 permite que los transporte (a todos Jos de su familia) a través del tiem- poy el espacio, zéomo no va a fiarse de las reparaciones que ellos realizan en esos medios de transporte?, scémo no va fiarse en ir de compras a un centro comercial en donde se “conocen” sus reglas y normas en lugar de asistir a un mer- cado popular, en donde éstas cambian de un lugar a otro por. que, de hecho, varia de una cultura a otra, como no se va 2 fiar en la temporalidad y espacialidad “vactas” que brindan las instituciones de la modernidad, si ellas permiten a todos Jos recursos para conocerlas y ademés auxilian cuando se desconoce alguna situacién?, no es acaso més fiable —por predecible, por confiable— una “amistad” de una institucién que una amistad de una persona? Sin embargo, al fiarse la persona de esta manera, pro- voca que la capacidad de sentirse segura con los propios recursos (materiales ¢ inmateriales) se termine. De esta forma se cae en la dependencia. Esta surge porque se violen- tan tanto la seguridad ontolégicx como los encuentros en copresencia: ambos son producto de actos profundamente sociales y psicolégicos. Enel primer caso, la instituciones de la modernidad Ia reducen a un convenio o contrato de com- praventa; por ello, podemos decir que es una relacién “fria’: ‘aunque no deja de ser necesaria para las transacciones mer- cantiles y da “confianza” a la seguridad ontol6gica (ya que realmente disminuye el riesgo), no incluye el trato “cilido” que retroalimenta lo social y_psicolégicamente humano, producto de la relacién directa entre personas. En el segundo caso, los encuentras en copresencia son importantes porque con ellos los individuos pueden instituir ‘su imaginario a través de la accién social. Sin embargo, como sefialamos, los individuos s6lo pueden movilizarse si tienen los recursos para ello. ;Cémo pueden los individuos movili- zarse cuando toda su identidad social se encuentra violenta- dav, écmo pueden tener identidad social si no conocen su «espacio (su cuerpo yl lugardonde se mueven cotidianamentc) 53 Roberto Garda {yu tiempo (sus momentos importantes tanto individuales como colectivos), o sea su historia? La seguridad ontoldgica que se crea en copresencia da sentido la intimidad y gracias a ello se refuerza a identidad colectiva. De esta manera, el “divorcio” entre las institucio- nes modernas y la filosoffa del hombre, a la que éste aspira, ¢s llenado por la organizacin y Ia actividad de la sociedad, porque la movilizacién y organizacién Hevan implicita una serie de caracteristicas que, finalmente, impulsan diversos reconocimientos: a) reconocimiento de que la sociedad es poseedora de una imaginacién que puede concebir la rea- lidad diferente a como se presenta (en el tiempo y en el espacio); b) reconocimien: to de que la realidad esta constituida por seres pen- santes, capaces de reconocer Ia existencia propia; y c) re- conocimiento de que solo en sociedad (esto es, “eon los demas") se puede cambiar lo hhasta ese momento institu do, De esta forma, al reforzar la indentidad en realidad se est impulsando la auto- nomfa de Ia sociedad (y vi ‘ceversa), ya que ambos reco- rnocen el espacio y el tiempo propios (nuestra realidad) nacidos de mi interacci6n co- tidiana con los mios y con- ‘igo thismo. Por lo tanto, para Castoriadis y para Giddens la Gnica manera de crear contrapeso al poder y la multidimensio- nalidad de las instituciones es a través de los movimientos sociales, los cuales se contraponen a la globalidad de la modernidad gracias a una serie de politicas globales con fundamento en la organizacién social y la accion politica; esta situacion s6lo es posible si reconocemos niuestto tiempo ¥ nuestro espacio, ya que éstos nos brindan identidad y por {o tanto autonome cr 18, Por ejemale, Giddens proponetun realism utdpieo',enelcualelpoder sea una lorma para equilerar las insthuciones ¥ los movimienics socieles:v.gr.,que alavigilancia que promueve el sistoma do Estado Nacional se oponnga una “poltea ce vice’ a waves de la libertad de fexpresiony la movilzncton democratca al captalisme queimpulse la fsconomia capiaista munclal se oponge una poli de "lo local a {raves de los movimientos obrerosy les productores locales; al poder milter qe genera o o-den militar mundsl, 88 oponga una politea de Io global que incluya todos los movimantoe po lapazy,fnalmonva, a Incustiaismo, que promueve ia divsisn interacional dal trabajo, 86 ‘cponga una polltes emancipadora a vavés de lst movimiantos eco: logistasy contaculturale. Anthony Giddens: 0, . on nola 13, See V 54 eter eau) rs heed Peer cs Ce en Ce eaters Pee une ee Eee ee Pere Eat a cad Coane enc) loess CO eee eed CONCLUSIONES: El tiempo y el espacio no son conceptos abstractos que se lt mitan a ser estudiados en las ciencias exactas. Son conceptos que tienen una realidad cotidiana para la sociedad, Es im portante teorizar sobre ellos desde una perspectiva sociol6- gica en particular, pero de las ciencias sociales en general, pues a través de ellos se puede reinterpretar todo el ser de los individuos y toda la actividad social Asimismo, la sensacién de “vaciamiento” que a sociedad moderna esté experimentando no es algo imaginario: es real. En alguna parte de nuestro ser, “algo” (un ser) que ocupa un lugar en nuestro espacio in- terior se est muriendo y es {i dejando “vacios”, Estamos climinando los lugares de nuestro espaciointerno y los enamos de “vacios”, de “es: pacios vacfos”. Estamos re- produciendo“hacia adentr la misma experiencia que las instituciones de la moder nidad estin reproduciendo “hacia afuera’ espacios “vack tendiendo en toda forma corpérea (interna o externa) que ocupe un lugar. De esta manera, el problema no es existencial, en el sentido de buscar ‘dar sentidoal propio ser”, Bl problema es sobre la espacialidad y la temporalidad en donde somos hoy y en este momento, La movilizacién social que se propone plantea como objeto de lucha la re- ‘cuperacién, Ia defensa, la obtencion y Ix negociacién de los espacios y tiempos que existen. Se trata de dislogar con nuestras obras: ls instiuciones sobre cémo, cuindo y di rante cuanto tiempo van a ocupar determinados espacios y lugares; asf sabremos cémo, cuindo y durante cuanto tiempo Jo haremos los individiuos y la sociedad. No debemos perder de vista que las insttuciones, como obras humanas, han brindado —en tiempos y espacio diver: sos~ una “liberacin” del ser, asi como nuevas experiencias, nuevas formas de enriquecimiento interno y externo. Sin embargo, tampoco debemos perder de vista que toda obra Jhumana es initay que su existencta debe cambiar con el paso de las necesidades humanas. Debemos reconocer esta carac teristica dual de las instituciones de 1a modernidad, ya que no hacerlo es negar una parte de la realidad, y la capacidad para abrimos.a ella es lo que diferencia un suefio ut6pico de tun proyecto socialmente factible. MEMORIA 97 E! universalismo del Santo PuS Simbolos identitarios en una comunidad de Campeche YUR! ESCALANTE BETANCOURT as siguienteslineascon- tienen algunas refle xiones preliminares en tomo a la revita- lizacién del culto al Santo Pus. El Santo Pus es un monolito an- tropomorfo venerado desde tiempos inmemoriales en Pustunich, una locali- dad del centro de Campeche conforma- da por miembros de distinta filiacién €tnica. En los tiltimos afios, un grupo de ejidatarios ha promovido la restaura- cin de esta pieza arqueol6gica asi como Jacelebracién de la fiesta patronal del 3 de mayo, Dichas actividades forman par- te de un proyecto més amplio en donde Ja recuperacién de la tradicién va de la ‘mano con el intento de dignificar la vida social y material de sus habitantes. El origen diverso de sus pobladores, convierte a Pustunich en un singular la- boratorio social donde los procesos de construcci6n y discriminacién de identi- dadesse intensifican y materializan, por eso el Santo Pus constituye un elemento simbélico dominante en este alambique no exento de fugas y fobias. El objetivo central de este trabajo se orienta a dis- cutir cuil es el rumbo que puede tomar la revaloracién de un culto en una loca- lidad rural pluriétnica e inmersa en di- ndmicas regionales y nacionales. + vestigador del institute Nactonal indigent Marzo 1997 CAMPO SOCIORRELIGIOSO EN PUSTUNICH Pustunich es agencia del municipio de Champotén, Campeche. Bs también el ‘inico poblado del ejido del mismo nom- bre. En el hay 105 ejidatarios reconoci- dos y cerca de $00 habitantes. La gente subsiste principalmente de una agri cultura de autoconsumo, ganaderia ex- tensiva y apicultura de exportacion. Es- te efido ha captado muchos migrantes de Chiapas desde la erupcién del voledn Chichonal (1982) luego con los progra- mas de dotacién de tierras promovidos en Tabasco y Veracruz. El fenémeno ha cocasionado que la poblacién de origen campechana asi como la originaria con- formen una minoria numérica, aunque no cultural La distinta procedencia de los inte- grantes del ejido constituye una causal irecta de que existan diferentes prefe- rencias religiosas. Una gran parte de la poblacién se asume catélica aunque st adhesin tenga matices variados. Por ejemplo, el catequista de ta capilla de Pustunich, un chol que trabaja muy de cerca con el padre de Champotén, se ueja de que son pocas las personas que asisten a las celebraciones y que las I: ‘mosnas no alcanzan para construir un templo mas decoroso. En cambio, las vi sitas al SantoPus (que tiene su palapaen una orilla del pueblo) son muy frecuen- Para un hmen (chaman maya) actual, los pus son los seres mas poderosos ya que sélo ellos pueden enviar los vientos y las Wuvias. En general, para los mayas de hay, todo idolo de piedra es un pus, es decir, un ser de Ja mitologia petrificado pero que conserva y puede recobrar algunas de sus cualidades tesy siempre se lerenuevan las ofrendas y su vestimenta. La pluralidad religiosa de Pustinich se expresa sobre todo con la presenciade 25 familias pentecostales cequivalentes a una cuarta parte dela po- blacién. Sin embargo debido a las frac- turas internas conforman tres grupos separados. Al parecer, la actividad re- ligiosa de estas denominaciones no es tan relevante, ya que en ocasiones sus miembros dejan de celebrar el culto 0 algunos se alejan porque comienzan a tomar alcohol, La vida ceremonial en Pustunich es poco densa y la fuerza de las instiwuclo- nes religiosas no llegan a controlar del todo las convicciones religiosas de los pobladores. En contraste, las manifesta- ciones individuales y las opciones par- ticulares tienen una libertad de actua- ién significativa. Tal vez por eso los ro- ces 0 conflictos por diferencias de credo sonbastante rarose incluso propicia que el catequista catélico suela sentarse a platicar con el pastor pentecostal. En el aso del Santo Pus la religiosidad laxa es bastante evidente. Aunque se le asume como una imagen con virtudes propicia torias y se le corona y viste como a un santo, su santuario no se encuentra en la capilla y sus prosélitoslo veneran de ma- nera individual o familiar. No existe una estructura sacerdotal que vele porsu cul too que vigile asus seguidores. No cuen- ta con una teologia ni con un dogma 55 pero si con una mitologia y creencias que se le asocian. PASADOY PRESENTE DEL SANTOPUS. Los pus, puj o puch son personajes des. tacados dentro de ka mitologia maya Viven debajo de la tierra y tienen fa cultades para ayudar o para dafar a la gente. Segin Ia cosmovisién prehis- ‘nica, Ah Puj era el sefior de los nueve inframundos, Para un hmen (chamén ‘maya) actual, los pus son los seres ms poderosos ya que s6lo ellos pueden en- vviar los vientos y las Iluvias. En general, para los mayas de hoy, todo idolo de pie- dra es un pus, es decir, un ser de la mito- logia petrificado pero que conserva y puede recobrar algunas de sus cuali- dades.' El culto que ha recibido el Santo Pus se relaciona directamente con actos de 1. Erie Thompson, Historia y reign de los ‘mayas, Mexico, Sig XXIEstores, 1975.En ustunich hay quien asegura que ol Santo Pus le ccasiong susto, Tambien s@ afrma ‘que evandoun idol fue relaxed desu ti onginal no edlo regres a donde mismo sina que ecasioné una epideria, 56 propiciacion y de fertilidad. Hoy en dia, quienes més lo visitan son las mujeres estériles para pedirle hijos 0 las: ma- dres que desean que sus ctios se desa- rrollen bien. Algunas familias también acuden a visitarlo desde distintos luga- res de la Peninsula de Yucatn. La offen da propiciatoria suele consistir de una veladora y nueve piedritas pero tan bién se acostumbra dejar una vianda de comida 0 una corona de flores. Esta pricticaes tan antigua que un documen- to de la Santa Inquisicion ya lo mencio- na en 1582 como producto de as pesqui sas que sele hicieron aun negro porido- Jatrar en Pustunich? Aunque el cultoa los pus debe de ser prchispanico (muchas de las esculturas estén asociadas a monticulos) Ia veners- cion de santo como tal quizd es mas re iente, Un texto de Antonio Benavides consigna que una de estas figuras fue rehabilitada en la década de 1930, lo Ushmany, “Cuatro casos de Idolatriaon ol ea mayaanioelTaibunal dela Inquisieién” on Estucies de Cutura Maya, ‘Vowumen B, México, univ, 1967, p. 268. 3. Antonio Benavides, Geografia poltica do Campeche #ne/sgioXVI, Mexico, nar, 199, 9.83, Yuri Escalante Betancourt ‘ual da pie para pensar en a hip6tesis de que durante el auge de la explotacién del chicle en Pustunich se vincul6 este cultoalatradicién catdlica, Independien- temente de que, como afirman los po- bladores, Ia imagen siempre estuviera ahi, La tradicién oral cuenta que ante riormente en el dia de Ia Santa Cruz se sacaban las eruces de fa capilla y en pro- cesi6n las levaban a presentar ante el Santo Pus. Luego de alli ban hasta la aguada (pozo de agua) y por iltimo re- gresaban otra ver a la capilla, siempre ‘acompaitadas por nfios vestidos de sa- pos y ranas que imitaban los sonidos de estos animales para invocar las Iluvias Con el decaimiento econdmico y de- mogrifico de Pustunich a fines de los cincuenta, la festa y la procesién debie ron desaparecer,aungue las peticiones y ofrendas continuaron haciéndose. Hoy, con la llegada de nuevos pobladores, la atenci6n y significacién del Santo Pus estd recobrando auge e importancia. Es asi que un grupo de ejidatarios viene promoyiendo una serie de proyectos {endientes a mejorar las condiciones en que se encuentra el Santo Pusyarecupe rarla tradicién dela fiesta. Enun primer ‘momento se renov6 y amplio la palapa que alberga Ia imagen. Apenas en este afio (1996) se volvié a celebrar Ia fiesta apesar de que no fue posible obtener el permiso para sacar las eruces del tem plo. Por ahora estan pendientes os tra bajos para restaurarla escultura danada por el paso de los afios y por el atentado que sufrié cuando a mediados de siglo Jos militares la tomaron de tro al blanco y le tumbaron su miembro vir, Tam bién pretenden instalar un museo comu- nitario, pavimentar Ia terraceria, arre glar Ia plaza, recibir turistas y, en fin, continuar impulsando las actividades sociales y culturales de su comunidad. IDENTIDADES Y ALTERIDADES ALREDEDOR DE UN SIMBOLO El intento de un sector de Pustunich, ahora convertido en asociacién civil, de MEMORIA 97 Sujetos Emergentes retomar e impulsar la tradicién, ha pues- toen marcha un conjunto de respuestas y actitudes que cuestionan las posicio- nes ideolégicas y politicas no solo de los pobladores del tugar sino también de asociaciones religiosas e instituciones de gobierno. Estas respuestas y actitudes traducen los intereses y las tendencias identitarias en las que se mueven cada uno de los actores participantes, pero al mismo tiempo reacomodan los significa: dos y las estrategias de cada una de las partes. Creo que es importante sefialar algunas de estas tendencias, ya que po- drian ser indicadores de c6mo un movi- miento de reconstitucién religiosa y cul- turala nivel comunitario repercute en su entorno local, regional y nacional. En el apartado anterior sefialé que los organizadores de la fiesta del Santo Pus ‘no pudieron obtener laautorizacién para sacar las cruces del templo, imposibili- tando que se levara a cabo la procesién la manera antigua. Los promotores de Ja fiesta trataron de obtener el per acudiendo con el padre de Champot6n, pero éste les respondis que se coordina ran con el catequista dela comunidad. El catequista, por su parte, se oponia dicien- do que el no habia recibido indicaciones para prestar cosas y luego que lo que pre- tendian hacer no estaba contemplado dentro de Biblia, refiriéndose con ello a |i presentacién de las cruces ante un ‘dolo y la aguada. Es importante hacer notar que el s cerdote prefirié lavarse las manos antes que tomar una decisién, pero no sabe- mos si fue una estrategia para desen- tenderse de la solicitud o para dejar en manos de un subalterno la soluci6n del problema. Como quiera que sea, locierto ces que fue un miembro de la localidad y mas concretamente un indigena chol, el que no compartf a idea de participar en el proyecto. Para su mala fortuna la fies ta del 3 de mayo tuvo gran resonancia en el pueblo y sus alrededores, de manera que la procesin que él mismo programé ‘no pudo competir con los juegos meciin- os ni con el baile y a la ceremonia sélo acudieron diez personas, Alfa siguiente de la fiesta varias per- sonas pudimos platicar con el catequista Su posicién seguia siendo renuente, pero ya no estaba seguro de que fuera la me- jor opcién para continuar su trabajo de catequesis. Sabia que el resultado de la fiesta habia rebasado con creces lo que él pensaba detener con un acto litrgico y se quejaba de que durante su procesién y misa las actividades deportivas y re- Tovienda. creativas frente a la capilla siguieron como si nada. Este fue el momento para que los promotores lo invitaran a incor- porarse en las festividades del préximo afio, obviamente pensando en conseguir cambio las cruces. Bl catequista, sin dar tuna respuesta abierta, volvi6 a mencio- ‘nar su argumento biblico pero también incorporé y resalt6 un ingrediente sig- nificativo en su discurso. Dijo con vehe- mencia que sacar las cruces podia pro- vocar, como se lo contaba la gente que conocié la fiesta antigua, que las Luvias se convirlieran en tormentas y que las tormentas tiraran con los rayos los techos de las casas. En este punto debo detenerme para resaltar que fue nada menos el mismo ca tequista quien proporcioné mayor infor- macién sobre la antigua celebracién. Con ello podemos pensar que més que pretender boicotear la revitalizacin del culto al Santo Pus el catequista queria medir a fuerza que estaba tomando este movimiento de manera que su liderazgo incipiente no se viera afectado, por eso ahora esti reconsiderando su partic: paci6n en la fiesta. Pero ademis tenfa el temor, comoalguien que esti inmersoen 1h cosmovisién mesoamericana, que las fuerzas destructoras del dolo se hicieran presentes, mostrando con ello que ta tra- dicién cat6licay a indigena, debidoa sus contactos historicos, estin lejos de ser antagénicas. Al respecto vale a pena considerar que los impulsores del pro- yyecto del Santo Pus bien podrian ela- borar ellos mismos sus propias cruces, pero mada est mas lejano a sus propé- sitos que el de romper y fragmentar la unidad entre los pustunitecos, Los pentecostales aunque adoptaron de principio una posicién semejante a 1a del catequista tampoco pudieron per manecer ajenos a las actividades de la asociacién cuyo nombre es Piedra Joro- bada (traduccién de! término maya Pust. nich). En efecto, desde que se llevaron a cabo las asambleas ejidales para confor. mar una organizacién legulmente cons ituida, los no catéicos se hicieron a un 57 Jado aduciendo que eso del SantoPus era idolatria, La situacién se complied cuan- dose acercaba el momento dela fiesta ya que se emprendieron varias gestiones ante el municipio y la agencia de Pusta- nich. Pero da la casualidad de que el ac twal agente municipal es un pentecostal vycomenz6 a negar toda cotaboracién pa ra ka festividad. Fue necesario que el i8tinterviniera ‘como mediador para convencer al agen- te de que su obligacién como autoridad era respaldar a los habitantes que repre- sentaba sin que ello significara que tw viera que participar en culto alguno. Logrado este acuerdo se obtuvo el per- ‘iso para llevar dos grupos musicales y vender cerveras en Ia via publica. El dia de la fiesta el agente tnicamente reck bio al presidente municipal y luego se re- tir6.a su casa. Bn este suceso sobresale el papel que debio jugar una autoridad que como tal debe de ser laica, pero no ajena alosintereses sociales, aunque enlo per sonal profese una religin especifica Uniilimo ejemplo vaa servir para de- tectar la forma en que un valor simblico se interpreta dependiendode la posicién cultural y social que se ocupa. Los habi- tantes de Pustunich manifestaron su in- terés por restaurar la imagen del Santo Pus desde hace varios afios, lo comunica- ron a las auioridades competentes y és tas comisionaron a un arque6logo para hacerlo. El diagnéstico del especialista determiné en aquel entonces que para reparar la pieza debia extraerse del Iu- gar, levarse a un taller de restauracién yfinalmente, con a intencién de impedit que la imagen continuara deterior’n- dose, la gente debia abstenerse de co- locarle veladoras para que no se llenara de hollin. Por supuesto que Ia oferta fue rechazada por el pueblo. Sin embargo, precistmente en este aio, la comunidad ha adoptado otra es trategia para restaurar el monolito sin tener que sacarlo de su lugar. Han solic tado al 1Nast que les conceda la custodia de la pieza para asf restaurarla in situ Conjuntamente se ha presentado la pe- 58 ‘Yuri Escalante Betancourt El caso del Santo Pus sirve para ilustrar Ia forma en que una localidad econémica y estratégicamente chica se inserta en las tendencias nacionales gracias a su empuje y singularidad cultural ticion para autorizar y asesorar Ia instar Jacién de un museo comunitario. Como en otros lugares de la repiblica, aqui ve- ‘mos la forma en que las pequefias comu- nidades intentan reapropiarse de un par trimonio que consideran suyo. Por otro lado, las instituciones federales, ante el crecimiento de este tipo de demandas, than tenido que innovar y permitir la par- ticipacion de sectores que antes perma- necian desvinculados. Bs asi que en Cam- peche el Santo Pus esté planteando un nuevo tipo relacién entre las dependen- cias del Estadoy los ciudadanos yen don- de la misién del investigador es respal- dar los procesos sociales antes que las metas cientistas. CULTURA LOCAL VERSUS CULTURA NACIONAL Elintento de revitalizar el culto al Santo Pus obedece a una serie de dindmicas internas muy particulares. Una funda- mental tiene que ver con la bisqueda de un simbolo cohesivo ahi donde la tasa de diferenciacin cultural es alta debido a los procesos de inmigracién acelera- dos. Su éxito relativo parece que ha sido inversamente proporcional ala ausencia de iglesias estructuradas y jerarquizadas posibilitando con ello que los particule res 0 la asociacion de ciudadanos domi- nen el campo religioso. No obstante lo anterior, existen una serie de fenémenos queno pueden expli carse sélo por factores endégenos ¢, in- cusive, como acabamos de ver lo inter- no también puede proyectarse sobre lo externo, Es este sentido que el proyecto del Santo Pus puede arrojar algo nuevo al andlisis antropolégico. Hay un contex- toamplio en donde Ia ideologia naciona- lista cobra un nuevo significado. Este nacionalismo ya no es el que dirige el Estado ni el que proponen los grandes intclectuales. Es un nacionalismo plural cen el que la intervencidn de la sociedad civil y los poderes regionales son pieza clave. En este pluralismo tiene un par ticular énfasisla presencia deloindigena y de los simbolos indigenas. La contraccidn del nacionalismo de Estado ha dado lugar al resurgimiento de los localismos ya la resignificacién de los propio. Sin entrar en Ia discusién de si este proceso forma parte de un de- bilitamiento del Estado o del nacimiento de fundamentalismos parroquianos, sies importante comprobar que ambas ten- dencias no son necesariamente contra- dictorias, aunque puedan llegar a serlo en circunstancias determinadas. El caso del Santo Pus sirve para ilustrar la forma ‘en que una localidad econémica y estra- tégicamente chica se inserta en las ten- dencias nacionales gracias a su empuje y singularidad cultural. La insercién se produce cuando un simbolo que antaiio pudo suftir atentados impunes 0 al que se lleg6 a sugerir que terminara su culto, ahora parece imponerse, al menos sim- bélicamente, por sobre la representa- ci6n catélica y pentecostal Asimismo, los arqueélogos reconsi- deran el destino que debe seguir el pa- trimonio. Si antes se pens6 en traskadar las piezas.a sitios seguros en donde se pu- diera contemplar la majestuosidad del pasado, ahora se acepta que son inte- grantes de tradiciones historicas 0 reli- ‘giosas autéctonas. El Santo Pus es par- te de una tendencia que deberia de ser universal, no enel sentido ecuménico de globalizacién, sino en el sentido de acep- {ar las diferencias respetando los prin- cipios que nos unen a todos. MEMORIA 97 AlejandrO® CARLOS LAGUNA* Iejandroy yoacostumbribamos os vier- | hijos, los sueiios, poemas, estudios y dems malversaciones de nes visitar la cantina, cualquier cantina, al salir de clases. Impartfamos la misma cdtedra y el asunto slo nos ocupaba dos horas de la mafana. Ast que cuando mu- cho alas 11 ya estibamos en buscade un rincén donde guarecer nuestras concep- ciones deshilvanadas. Por lo general, nos alejabamos del centro de trabsjo, quién sabe si para olvidarlo; no sé si por Ia dificultad de es- tacionar el coche; tal vez para evitar elbarullo de aquella zona, que ademas no conrrespondia 2 nuestro nivel econémico; quiz por una especie de intento aventurero, porque es im portante al decidir encerrarse en verde discurrir por las calles que en la ciudad representan al mundo todo, saber Io que hay afuera del claustro seleccionado y vivir desde dentro, enst- rismados, la externidad. Bs probable que simplemente esco- giéramos el sitio mas propicio en raz6n de las distancias que habriamos de recorrer una vez enchispados o de plano borrachos. Como quiera, discutiamos con una prisa en que se va la vida, las varias opciones con los pros y los contras ataviados por el sentido urbano, la tradicién, la malicia, los recuerdos. Aquel dia nos inclinamos por La Reforma, una de tantas reformas. La cantididad de bebederos alcohdlicos que en el pais ticnen ese nombre es representativa lo mismo de la im- portancia que popularmente seda.al movimiento historico del siglo pasado, que del espiritu de modificacidn de las condi- ciones de vida ala que aspira un grupo humano perennemen- te en desilusién. Nosestacionamos, pues,a media cuadra, y mientras cami- rnabamos hacia el bar prometimos no permanecer en él més de una hora, pues ambos teniamos compromisos importantes, Se trataba de tomar unos cuantos tragos, nadams para perli- Jar el rambo desencantado. Dos horas después habiamos hecho algunas Hamadas telefonicas para retardarla agonia de las necesidades, 0 mejor dicho, la necesidad que algunos tenfan de nosotros, y habfa- ios hablado como siempre de nuestras visiones politicas, los * Esortor, priodista, comentarista racioténioo y edueador normalsta, Autor de Palabras y palabrotas y otros libros. México. Marzo 1997 a realidad, ‘Aunque somos fuertes bebedores y de charla pesada, que nos identifica, transcurrida una hora mis estuvimos seguros de haber agotado toda conveniencia, Habiamos escogido una mesa cercana a las ventanas abiertas ala calle, para sentirnos libres o para poder mirar el coche de vex en vez por aquello de la gréa, de un ladrén... es Jo mismo. 59 Mientras pediamos la cuenta, empez6 a escucharse un ruido casi ensordecedor de tormenta, El mesero advirtié que escogiamos un mal momento para imos. Nuestras preocu. paciones eran ingentes, no lo atendimos, me levanté y miré por Ia ventana; era un diluvio. Alejandro insisti6 en la exigencia de retirarnos. Convine con él, pero adverti que calculara la magnitud del fen6meno atmosférico, No llegarfamos al auto sin empaparnos, y las ac lividades que debfamos realizar nos obligaban a conservar la ‘compostura del traje y la corbata, o por lo menos a guardar cierta presencia que no es la de quien ha estado bajo la rega- dera de agua sucia, con ropa. Se alz6 sobre su silla y desorbité los ojos tras sus gafas al descubrir la imposibilidad de caminar siquiera hasta el ve- hiculo bajo la terrible granizada. Pagamos el importe de nuestra alegria y abrimos un nue- vo edlculo, el de nuestra desgracia social El periodo que fue de ahi hasta las once de Ia noche mez: BH extede FANNY G. TRIAS DECENA ALA MALA: Llevamos tanto de estar juntas y sin em- ‘argo me sorprenden los cambios que he- mos experimentado en tan poco. He de confesarte (aunque tt ya lo sabias) que siempre he sido necia pero tt me trans formaste de tenaz a voluntariosa y mil veces perseverante. Fueron tus “necesidades” las que me forzaron a cambiar, obligaste a mis ramas a expandirse de forma subrepticia, hiriendo a mi raz Mi reclamo, ln soledad completa y el legado que me has obligado a dejar. Ahora soy un drbol seco devorado por las termitas, Atentamente Tu alma 60 16 las copas de distintos licores con las asomadas a la calle. La tempestad no amenguaba. Cercana la media noche, dejé de ofrse el ruido caracteris. tico de las gotas precisas por indolentes. Decidimos salir. Li quidamos con todo el esfuerzo de nuestras carteras la incen- tivacién no deseada, por extremos. Algunos parroquianos dispersos compartieron nuestros pasos. En la puerta liberadora descubrimos la supuesta verdad. Elcielo estaba claro, lana en su apogeo, No habia sefal algu- na de humedad en el suelo, Nunca Llovi6 en ese mes distorsionado por los meteoré- Jogos, segin supimos después. No importa cual es la verdadera consecuencia de los he- chos. Muchas veces, amainado por la costumbre, o encabri tado por los humos, he querido localizar aquella cantina don- de llueve, pero siempre me pierdo. Alejandro, por su cuenta ‘pasa ahf con sus amigas tardes incomparables, agobiado por Ia lluvien. MEMORIA 97 Mientras pediamos la cuenta, empez6 a escucharse un ruido casi ensordecedor de tormenta, El mesero advirtié que escogiamos un mal momento para imos. Nuestras preocu. paciones eran ingentes, no lo atendimos, me levanté y miré por Ia ventana; era un diluvio. Alejandro insisti6 en la exigencia de retirarnos. Convine con él, pero adverti que calculara la magnitud del fen6meno atmosférico, No llegarfamos al auto sin empaparnos, y las ac lividades que debfamos realizar nos obligaban a conservar la ‘compostura del traje y la corbata, o por lo menos a guardar cierta presencia que no es la de quien ha estado bajo la rega- dera de agua sucia, con ropa. Se alz6 sobre su silla y desorbité los ojos tras sus gafas al descubrir la imposibilidad de caminar siquiera hasta el ve- hiculo bajo la terrible granizada. Pagamos el importe de nuestra alegria y abrimos un nue- vo edlculo, el de nuestra desgracia social El periodo que fue de ahi hasta las once de Ia noche mez: BH extede FANNY G. TRIAS DECENA ALA MALA: Llevamos tanto de estar juntas y sin em- ‘argo me sorprenden los cambios que he- mos experimentado en tan poco. He de confesarte (aunque tt ya lo sabias) que siempre he sido necia pero tt me trans formaste de tenaz a voluntariosa y mil veces perseverante. Fueron tus “necesidades” las que me forzaron a cambiar, obligaste a mis ramas a expandirse de forma subrepticia, hiriendo a mi raz Mi reclamo, ln soledad completa y el legado que me has obligado a dejar. Ahora soy un drbol seco devorado por las termitas, Atentamente Tu alma 60 16 las copas de distintos licores con las asomadas a la calle. La tempestad no amenguaba. Cercana la media noche, dejé de ofrse el ruido caracteris. tico de las gotas precisas por indolentes. Decidimos salir. Li quidamos con todo el esfuerzo de nuestras carteras la incen- tivacién no deseada, por extremos. Algunos parroquianos dispersos compartieron nuestros pasos. En la puerta liberadora descubrimos la supuesta verdad. Elcielo estaba claro, lana en su apogeo, No habia sefal algu- na de humedad en el suelo, Nunca Llovi6 en ese mes distorsionado por los meteoré- Jogos, segin supimos después. No importa cual es la verdadera consecuencia de los he- chos. Muchas veces, amainado por la costumbre, o encabri tado por los humos, he querido localizar aquella cantina don- de llueve, pero siempre me pierdo. Alejandro, por su cuenta ‘pasa ahf con sus amigas tardes incomparables, agobiado por Ia lluvien. MEMORIA 97 nT oh DAVID MARTIN DEL CAMPO: EL ANO DEL FUEGO. PLAZA & JANES EDITO- RES (COL. AVEFENIX/SERIE MAYOR). MEXICO, 1996. EL ANO DEL FUEGO RAUL ORTEGA ALFONSO Con este magnifico verso “es un regalo deluego,laluz", David Martin del Campo inicia El Afo del Fuego, su peniitima no vela, igo pentltima porque éste prolifco escritor —nacido en 1952enla Ciudad de México y con més de diez ttuos publ cados— al parecer no pretende darnos tregua y seguiré deslumbrandonos con su invencién y su sabiduria, Una vez més, lalteraturaes elhombre ysupesado fardode afioranzasyrecuer- | dos. Camilo Rojas,elprotagonistade este sorprendente relato, es un fotdgrato pro fesional, que—hastiado de todos ydeto- | do— decide aventurarse en lo que seria —quizé—su timo viaje, pararendircuen- ta de su miserable vida al escenario ex- tinfo del famoso volcan Paricutin, Mientras sale de aciudad parallegara la cita con su pasado, el lenguaje del es- ctitor se inorusta en el fabuloso paisaje y se convierte en una planta mas, en un ce- 10, en eltelén deluz de neblinaque baja y sube y deja al descubrimiento fa me- maria, que a veces se aparece como una inyeccién de placer, una herida que san- {ra 0 un pulpo que gira vertiginosamen- te y muestra en sus tentaculos el fracaso de la familia, del amor, del pals El ojo del fotdgrato que no puede de- jarde ser—por herenciay por vocacién— ‘vadejando una estela de violencia y des- contento que nublan los tiempos actua- les que fundido en los recuerdos (con la rmisma violencia y descontento) nublaron los tempestuosos dias de la revolucién. | Nada ha cambiado desde entonces. El fraude, a rapa de los que gobernaron, gobiernan y quieren gobemar, se ciernen como una epidemia sobre la cabeza de Marzo 1997 los personajes, personajes mom ficados en mitad del camino, sin nnada que los estimule a continuar, personajes que reciaman el final con los brazos abiertos, que se agarran tranqullamente @ una ra- rma que nace en el vaci. Martin del Campo sabe que la mujer es la puerta para entrar y salir del tiempo; es por eso que a través de ella se realiza el salto magico que nos hace retroceder hasta 1943, para situarnos frente al monstruoso voleén que arroja surabia contenida, La naturaleza —una vez mas— muestra su po- derio; se ensafia con ese animal que siempretaquerido dominaria y hace que éste caiga arrodilado ante tanta soberbia y belleza. Es El Afo del Fuego, el fuego que retine y dispersa; el fuego co mo simbolo del asombro, del mie- do; el fuego —esta vez en forma de aguardiente que taladra el ce- rebro y lo enchumba y lo leva al delim y le saca los demonios a pasear y final- mente provoca su estalido, dejando al descubiertolaintriga, la traicién, laeterna ppugna por el poderio. Pero también es el fuego como simbolo dal amor; el amor que surge y se debate entre la lava y a ceniza; el amor que se emula con el Pari- cutiny vomita sus noches de placer y puja losencuentros yreza porque éstosnoter- mminen: el amor que extingue. Un beso es un puente incendiado", sentencia el escr tor con su extraordinaria lucidez. Y por ese hilo de luz que teje su imaginacién, camina Nadia Heterovic y Camilo Rojes, prometiéndose lo que puede resulta im- posible yque séloel amor puede conver en realidad Esta obra de David Martin del Campo es una novela de continuos destellos, de fogonozaos que dejan entrever los con- flctos de la guerra, los rostros de gran- disimos pintores, la figura trstsima del poeta que agoniza sobre los Prineos. Penetrar en ElAriodel Fuego es como incendiarse por dentro, permitir que se catapulten los sentidos, se aprovisionen del calor quetantafatahace, para dejarla frvolidad que nos rodea, ENRIQUE SERNA: LAS CARICATURAS ME HACEN LLORAR, ED. MORTIZ (COL. CONTRAPUNTOS). MEXICO, 1996. DE LA MALEDICENCIA COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES JOSE LUIS TAUEBA LARA La mirada de Enrique Serna es un ale dobisturiquerazgalos velos delmitopara offecernos un rostro descarnado, brutal, esperpéntico. Cada una de sus paginas —aqui poco importa si se trata de los ‘uentos reunidos en Amores de segua- da mano, de la narracién de los horrores 61 vividos por una mujer convertida en reina de belleza, de la transformacién de Jorge Negrete enunmiembromésdel Hollywood Babilonia, o de los ensayos que confor man Las caricaturas me hacen lorar— es un espejo que nos devuelve una ima- gen que ampliica y caricaturiza nuestras mezquindades opequefios nfernos, pues para Enrique Serna el mundo es un es- pacio leno de criaturas reptantes que se regodean en sus heces. Desde la perspectivade Enrique Serna, los intelectuales —en tanto principales actores de Las caricaturas me hacen llo- rar y su novela Elmiedo alos animales— son fauna lamentable: seres que en su bisqueda del pueblo denigran lo popular hombres queen sucritica dellugar comin caen en lo predecible; personajes que, atrapados en el microinfierno de las adu- laciones o las pugnas, se arrastran ante los grandes mientras protegen a los ele- bos de nimiedades. Pero las criticas de ‘Serna, contra lo que pudiera pensarse,no son resultado de una pose que compite con la asumida por la mayor parte de los integrantas de la Republica de las Letras, de un afén por convertirse en el nif te rile dela iteratura mexicana, Su actitud es distinte: surge de la busqueda de un ‘nuevo compromiso, de una revaloracién de la escritura y el pensamiento, Para Enrique Serna, la critica ala inte ligencia es el camino donde la racionali- dad puede imponerse y terminar con la vida cortesana, con la feria de vanidades que caracteriza a la gran mayoria de los autores. Criicar y destuir las activida- | élno pueden ofrecerle respues- des alectadas y el aribismo, o arremeter en contra de las paginas mal escritas 0 peor pensadas es, exrafiamente, un acto democrético. Enrique se niega a aceptar como titimastas palabras que las familias 0 los capos culturales lanzan sobre las obras de sus enemigos o sus aliados. En- rique se revela contralosjuiciosterminan- tes que se escribenen favorde las modes 10s compromises; para él los inicos ju cos que tienen valor son las discusiones abiertas y el iempo que decanta la mara- villa de la basura Discutir abiertamente contibu- yeadecantarlaiteratura, al tiem- poqueconviertealamaledicencia en una de las bellas artes y, gra- dias a ello, nos obliga a aceptar que las bocas envenenadas de verdades pueden destruirla obs- cenidad cotdiana, Asimismo, abo- gar por la discusién violenta del quehacer intelectual supone un choque de espadas cuyas chis- pas son la manifestacién del sa- ber y la verdad. En este sentido, Enrique es cercano a Foucault, al hombre que renegé de los com- promisos partdistas y de grupo paralanzarse ala critica de lara- 26n ylaracionalidad, al critic fe- roz que termind siendo condena- do a una suerte de ostracismo. Efectivamente, el quanto lan- zado por Enrique no seré le- vantado por casi nadie: los in- telectuales caricaturizados por nO) ai tay tampoco tienen la fortaleza para en- frentarlo en el duelo mortal de la male dicendia. Ellas, los pobladores de Las caricatures me hacen lorar, tienen de- masiados compromises, exeasivas cuen tas por pagar, por estarazén, no pueden exponerse al dcido de la discusién. Tal vez por esto, yno por la balada de Queta Garay, el libro de Enrique es un recono- | cimientode lanecesidaddelandusea:las caricaturas que pueblan nuestra Repi blica de las Letras sélo puede hacemos llorar de léstima y vergiienze. ENRIQUE SERNA Las caricaturas me hacen llorar MCE Cn UNE RERUN ACC ea Con|a participacién de Andrés Lopez Ojeda (Colegio de Estudios Latinoamericanos, FFyL, UNAM) Cnr ce Ro eee ORC ee De RG est SOR amo) del Museo Nacional de Culturas Populares (Hidalgo 289, Coyoacan) 62 MEMORIA 97

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