En gran medida, este artculo ya lo he escrito. Su idea central vio la luz aqu, en mi columna semanal, pero tambin en el prlogo de un libro de Xabier Makazaga, publicado por Txalaparta y titulado precisamente La Red, el tormento en la Espaa constitucional.
En todos los casos, hablo de la red. Qu es la red? La expresin est tomada de un libro de Fernando Lpez Agudn cuyo ttulo es En el laberinto: diario de interior, 1994-1996. El autor habla de una reunin antiterrorista a la que asisti en Gasteiz en 1994, mientras era director general de Relaciones Informativas y Sociales del Ministerio de Justicia e Interior, fruto de la fusin de ambas carteras en aquella poca. Dice Lpez Agudn: La reunin gira en torno al dilema de si es posible o no seguir trabajando con red. Y nos aclara que red, y cito textual: es el eufemismo que se emplea para designar los malos tratos y la tortura.
Esto es, segn un alto mando del aparato de seguridad del estado espaol, en una reunin al mximo nivel se evalua la posibilidad de seguir usando la tortura y los malos tratos. No se habla de empezar a hacerlo, sino, significativamente, de seguir hacindolo. Slo se puede seguir haciendo aquello que se hace. Que cada cual saque sus conclusiones.
Podemos preguntarnos qu reacciones habra ocasionado una confesin pblica y publicada como esta en otro lugar del planeta. Aqu a la gente la procesan por hacer murales contra la tortura porque injurian a alguien que no se menciona en esos mismos murales.
Al estado espaol le hace dao la visibilizacin de la tortura, reconocida por tribunales y todo tipo de organizaciones de defensa de los derechos humanos. La narrativa de la democracia contra el terrorismo se ve muy fea en el decorado del tormento y el horror de estado. Es normal que muestren inquietud, son conscientes de que cada vez les resulta ms difcil esconder esta monstruosidad.