El seor Gilardi tuvo la mala suerte de casarse con caperucita roja.

La haba conocido en
un baile de carnaval. El estaba disfrazado de lobo, en realidad de lobizn, pero cuando vio
las minifaldas de caperucita no lo dud, se acerc a ella caminando como un zombi,
hipnotizado por sus enormes pechos. En ese momento lo decidi: ya no era el sptimo hijo
de nadie, era un lobo feroz. Y sin proponrselo se present con un aterrador rugido.
Caperucita se ri a carcajadas. Bailaron toda la noche y se emborracharon con "caa dulce".
En la madrugada, sobre el pasto de la cancha de futbol, l quiso arrancarle la caperuza, no
pudo: era Caperucita Roja, la del cuento. Sin detenerse a pensar lo que esto significaba,
continu con la tarea que le impona una libido largamente postergada. Adems, aquella
pollerita roja lo encenda ms que cualquier piel desnuda.
El sol los sorprendi prendiendo un cigarrillo. Y entonces s, l quiso conocer la historia.
Ella cont:
Durante aos habit un libraco viejo, donde comparta las duras tapas con Blancanieves,
Cenicienta, Hansel, Gretel y muchos ms. Las pginas estaban quebradizas, los hilos de la
encuadernacin cortados. Poca vida le quedaba en ese lugar. Por esto aprovech la
oportunidad que se present cuando una de las nias de la casa fue a revolver el altillo
donde guardaban los objetos en desuso. La pequea curiose todo, hasta que vio el libro de
cuentos, lo tom y se sent en un silln a leerlo. Ley un largo rato hasta que sus ojos
comenzaron a cerrarse, se qued dormida. Y fue en ese instante que Caperucita vio la
oportunidad. Se movi suavemente por entre las fibras de las hojas hasta llegar a los dedos
que se apoyaban sobre la pgina, y por los poros de la piel se meti dentro de la nia
desplazando de aquel cuerpecito su alma inocente, qu sin un gemido vol hacia el cielo.
Al seor Gilardi la historia no le cerraba, pero como la piba era tan linda y buena para el
amor, se cas. Y fue entonces que comenz el drama.
Caperucita se ausentaba de la casa durante horas, sin explicacin. Gilardi empez a
desconfiar. Las discusiones se volvieron violentas.
Terminaron en cuartos separados.
Un da Gilardi fingi salir, y cuando ella sali l la sigui.
Y fue ese da que descubri la verdad: Caperucita se meta en la biblioteca y cuando todos
se iban se rodeaba de los libros de blancanieves, y mientras esta dorma en la pequea
camita, Caperucita se besaba con los siete enanitos.