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De la familia al individuo 616.6515. BiBod 2 Murray Bowen ‘Terapia familiar ‘Ulimos titulos publicados: ha P. Keeney - La tmprovisacion en psicoterapia De la familia ‘allé - Uno mds ano son tres, La pareja revelada a st misma al individuo P I aurpenter y A. Treacher - Problemas y soluciones en terapia familiar y de pareja |. M, Zappella- No veo, no oigo, no hablo. El autismo infantil |. J, Navarro Géngora - Técnicas y programas en terapia familiar |, G, Madanes - Sexo, amor y violencia M, White y D. Epston - Medios narrativos para fines terapéuticos : : sat 7 BR Beavers RB, Hampaon « Femilias exvoses La diferenciacién del sf mismo Ls Segal - Sonar la realidad en el sistema familiar . §, Cirillo - El cambio en los contextos no terapéuticos (0, S, Minuchin y M. P. Nichols - La recuperacién de la familia. Relatos de esperanza y renovacton é) 1D, A. Bagarozzi y S.A. Anderson - Mitos personales, matrimoniales y familiares |. Navarro y M, Beyebach - Avances en terapie familiar sistémica |. Bi Cade y W. H. O'Hanlon - Guta breve de rerapia breve . B. Camdessus y otros - Crisis familiares y anciantdad |. JL. Linares - Identidad y narrativa L, Boscolo y P. Bertrando - Los tiempos del tiempo Santi y otros - Herramientas para psicoterapeutas 68, M, Elkaim (comp.) - La terapia familiar on transformacién 69, J. L. Framo - Familia de origen y psicoterapia 70, J. M. Droeven (comp.) - Mas alla de pactos y tratciones 71, M.C. Ravazzola - Historias infames: los maliratos en las relaciones 72, M. Coletti yJ. L. Linares - La intervencién sistémica en los servicios sociales ante la familia multiproblemdtica .R, Perrone - Violencia y abusos sexuales en la familia |, |. Barudy - El dolor invisible de la infancia .S. Minuchin y otros - Bl arte de la terapia familiar . M. Selvini Palazzoli y otros - Muchachas anoréxicas y bulémicas S, Cirillo y otros - La fanrilia del toxicodependiente P. Watzlawick y G. Nardone (comps.) - Terapia breve estratégica |. M. Malacrea - Trauma y reparacién J: Navarro y J. Pereira - Parejas en situaciones especiales JL. Linares y C. Campo - Tras la honorable fachada .V. Ugario - Historias permitidas, historias probibidas . B, O'Hanlon - Desarrollar postbilidades . R. Ramos - Narrativas contadas, narractones vividas . JL. Linares - Del abuso y otros desmanes .G. Cecchin, G. Lane y W. A, Ray - Irreverencia, Una estrategia de supervivencta para terapeutas M. Andolfi - El coloquio relacional 8. Cirillo, M. Selvini y A, M, Sorrentino (comps,) - La te psiquidtricos . P. Bertrando y D, Toffanetti « Historia de “4 rma fai ). M. R. Ceberio yJ. L, Linares « Sery hace compilacion de Maurizio Andolfi y Marcella de Nichilo 91. J. Haley y M. Richeport- ‘Titulo original: Dalla famiglia all'individuo. La differenziazione del sé nel sistema familiare Publicado en italiano por Casa Editrice Astrolabio-Ubaldini Editore, Roma ‘Traduccién de Beatriz E. Anastasi de Lonné Cubierta de Eskenazi & Asociados, S. L. 1.“ edicion, octubre 1991 4.“ impresion, junio 2010 No se permite la reproduccién total o parcial de este libro, ni su ineorporacidn a un sistema informatico, ni su transmisién en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste clectranico, ‘meciinico, por fotocopia, por erabacién u otros métodas, sin el permiso previo y parescrito Ul editor. La infraecién de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Codigo Penal), © 1979 by Casa Editrice Astrolabio-Ubadini Editore, Roma © 1991 de la traducci6n, Beatriz E. Anastasi de Lonné © Espasa Libros, 8.L.U,, 1991 Paseo de Recoletos, 4.28001 Madrid Ediciones Paidds Ibérica es un sello editorial de Espasa Libros, S.L.U. Ay. Diagonal, 662-664. 08034 Barcelona Www.paidoscom ISBN: 978-84-7509-716-9 Depésito legal: B-25.912/2010 Impreso en Book Print Botanica, 176-178 ~ 08908 L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) Impreso en Espatia~ Printed in Spain INDICE Introduccién, por Maurizio Andolfi y Marcella de Nichilo 2) Aplicacién de la teoria de la familia en la prdctica clinica . 19 Hacia la diferenciacién del si-mismo en la familia de origen.... 64 El anénimo. Principios y técnicas de terapia familiar multiple La reaccién de la familia frente a la muerte 87 133 156 173: 201 Una entrevista con Murray Bowen Indice analitico INTRODUCCION La experiencia me ha ensefiado que cuanto més conoce un terapeuta a una familia, més se conoce esa familia a s{ misma, y que cuanto més se aprende la familia, mas forma el tera- peuta. Murray Bowen Murray Bowen, psiquiatra y profesor en la Georgetown Univer- sity de Washington, D.C., es una de las figuras més relevantes de la terapia familiar y relacional norteamericana. No s6lo porque ha sido uno de los pioneros en 1a materia, sino porque se presenta con la solemnidad hieratica de quien es y sabe que es un “personaje”. Su caracteristica fisica més tipica es la voz: profunda, cargada de histo- tia, sosegada y sin embargo rica en tonos vibrantes que suscitan inmediatamente en quien lo escucha emotivas resonancias. Las pausas, bien medidas, producen un efecto casi hipnético: slo nos damos cuenta de estar pendientes de sus labios cuando el encanto se esfuma. Asi nos sucedié en Filadelfia, en noviembre de 1972, cuan- do lo encontramos por primera vez en un Coloquio sobre terapia familiar: en medio de centenares de personas, nos pareceia estar con él frente a frente, en algtin lugar apartado. Cuando se le conoce mas no deja de sorprender, porque descubrimos en esa figura imponente, bajo una frente ancha, dos ojos azules, relampagueantes de inteli- gencia y de una sutil benevolencia. Es facil comprender entonces que haya podido inventar un plan maquiavélico como el que describe en “Lo anénimo” y fragmentar hicidamente, tras afios de dedicacién emocional, ese triéngulo familiar, esa masa indiferenciada del “yo”, “programada” para él y para cada uno de los miembros de un nticleo familiar medio. “En el periodo de s6lo 150 a 200 afios —dice Bowen— un individuo desciende de 64 a 128 familias, cada una de las cuales le ha aportado algo. Con todos Jos mitos, mitificaciones, recuerdos y opiniones influidas por la emotividad, resulta dificil conocer el si-mismo 0 los miembros de la familia en lo personal, en el presente y en el pasado reciente. Cuando se reconstruyen hechos ocurridos uno o dos siglos antes, es mds facil superar los mitos y ser ‘realistas’ ”. w BELAFAMILIA AL INDIVIDUO Comprender el mecani i nde ismo, diferenciarse, deshacer los triangu- los y cambiar los viejos model 2 ae me ea los no es, para Murray Bowen, bite un sre terapéutico, sino también la roeta de la vida ee WvicuO que quicte conquistar 1a libertad y el conoci- ae See abietto de telaciones. El proceso de diferen- ‘alee ae pa marcha, dindmico como el crecimiento de Gaiaeaneen un contexto familiar y social en evolucién erence = a Pero cuidado con dejarse engafiar por “tridngulos” el mane fee, Serenciacién del si-mismo” y de los cs a i aa Owen manifesté en el Coloquio Interna- TatGSEEn a ‘ar Celebrado en Florencia en junio de 1978 q empleado definiciones deterministas y estaticas que, de no comprenderlas y profundizarlas adecuadam ea apr P ente, podian parecer deterministas y estéticas. Todo Io que se refiere al mundo emocio- nal es vital, y por tanto no if i fas rigi pea the: clasificable en categorfas rigidas e ‘alorativas en el plano personal, éstas ara el nticleo familiar. Por eso, con una D \ experienc ‘ica en su haber, Murray se podré permi. a Saad eee en el Simposio en honor a sus 30 afios ee acti- TOVESIOS dean el eh hijos y parientes, cercanos y lejanos, e re Sabie ona el Tojo que parece decir: “We made it. - Mas alla de Jas anécdot i muchas, puesto que él mismo Scam Rararee en divertirse), {cual es el micleo central de las teorias de ean decir, {cual es el sentido de s ienci: i Heunoniae ‘Us experiencias humanas y clinicas més serdn beneficiosas también Pi probada experiencia terapéuti LAS TEORIAS FUNDAMENTALES al contexto familiar en el que se h; tal, estd en continua evolucién, ey capaz de acufiar nuevas formul, alla inserto. El movimiento, como n busca de un lenguaje “creativo”, ‘aciones tedricas que den conceptuali- INTRODUCCION a zaciones mas adecuadas y a un tiempo mis eficaces en la interven- cién clinica del planteamiento relacional. 2) La familia humana es un sistema que sigue las leyes dindmi- cas de los sistemas naturales (el sistema solar, por ejemplo, es un subsistema de un sistema mds amplio: el universo). Estos sistemas son siempre objeto de estudios especificos ¢ interdisciplinarios, realizados por investigadores que se proponen profundizar en los conceptos funcionales segtin una éptica interactiva. Dentro de ese sistema familiar, toda persona tiene una funcién que la convierte en un “segmento” imprescindible de un todo més vasto. Resulta pues posible trabajar con un miembro de la familia como si todos los demas estuviesen “sentados junto a él, como fantasmas”. 3) El terapeuta debe ser consciente de que est4 actuando en un sistema emocional que es transaccional y en el cual el conflicto conyugal, la conducta disfuncional de uno 0 ambos cényuges, 0 la proyeccién sobre uno de los hijos de la familia nuclear estan deter- minados por tres factores fundamentales: el nivel de madurez o de indiferenciacién del si-mismo en relacién con la propia familia de origen; el grado de fusién transmitida, en el curso de varias genera- ciones (al menos 8 en los casos de esquizofrenia), a las unidades individuales y por ultimo, los repetitivos mecanismos conflictuales, verbales y no verbales, que se transmiten de generacién en genera- cién. 4) La disfuncién aparece de manera notoria cuando predomina un mecanismo redundante, que se hace crénico en el momento en que la tensin extrema bloquea los circuitos de comunicacién hasta paralizarlos. Los subsistemas, entendidos como conceptos bésicos de la teoria sistémica, son variables criticas de la disfuncidn en el seno del sistema mds amplio. En los subsistemas familiares, los sintomas constituyen las evidencias del trastorno emocional, fisico 0 social. 5) Todo terapeuta debe ser consciente de que forma parte de tres subsistemas como minimo: el de su nticleo familiar, el de la familia amplia y el terapéutico. En todos los casos, a partir de la suya propia, debe hacer de la familia un objeto de investigacién, sabiendo convertirse, por un lado, en un experto en esa familia (comprendiendo sus sistemas, sus reglas y su funcionamiento) y por el otro, en un ingeniero (ayudéndola a restablecer el equilibrio funcional de fuerzas). 12 DE LA FAMILIA AL INDIVIOUO. 6) EI objetivo terapéutico es el que hace que, a través de la comprensién de las reglas y del modo de funcionar del sistema en su totalidad, la familia se convierta en una experta, capaz de lograr, no s6lo restablecer el equilibrio en los momentos de crisis aguda, sino también en situaciones similares de tensién que eventualmente se puedan repetir con el paso del tiempo. En este sentido, el terapeuta asume una funcién principal, la de preparar a la familia para pensar en si misma en términos relacionales y sistémicos, més que para reaccionar en un nivel meramente contradictorio y sensitivo. Precisa- mente, la capacidad de pensar es la cualidad exclusiva que distingue al hombre de los otros seres “protoplasmaticos”. LAS TECNICAS MAS ORIGINALES Bowen da las indicaciones pragmiticas, maduradas a tavés de su experiencia clinica de aproximadamente 25 afios, una vez. estableci- dos en el plano tedrico los conceptos esenciales de la escala de dife- renciacién, es decir, los correspondientes: — a ese procedimiento complejo que permite “predecir”, sobre la base de muestra importante, cuantitativa y clinicamente, el modo en que los individuos tienden a ponerse en contacto con los distintos componentes de 1a familia de origen, en el continuum de una gama que va de la fusi6n extrema a la total diferenciacién del si-mismo; — ala familia nuclear entendida como sistema emocional; — a la individualizaci6n de los factores que determinan la “selec- ci6n del hijo” en el proceso de proyeccién familiar; — ala estabilidad de la relacién triangular en todo tipo de interac- cién humana, y finalmente: — a las caracteristicas de observacién, comprensién y control, propias de un sistema terapéutico eficaz. Todas estas técnicas tienen por objetivo especifico: a) disminuir y vencer la ansiedad paralizante, restituyendo al individuo la direccién y el control de su “cenagosa” existencia, incluso cuando la muerte inminente o la separacién de personas significativas tienden a despojarlo de esa fuerza humana que todavia posee: INTRODUCOION a b) reencontrar la individualidad sepultada en la masa “unicelu« lar”, dejando libre la conciencia mediante un proceso lento de obser+ vacién, conocimiento y valoracién del si-mismo real en las relacio- nes personales con los demés (familia de origen, familia nuclear y medio extrafamiliar). c) fragmentar el pseudo-si-mismo, elaborado por el sistema social del que la familia, inconscientemente, es el emisario reproduc- tivo que lo perpettia, extrayendo de la masa amorfa el auténtico si- mismo, sumergido en el lodo de los “contratos fraudulentos” que se transmiten de generacién en generacién, como base y puntal de la familia mitificada e institucionalizada; d) preparar a los agentes “experimentales” de modo tal que, antes de entrenar a los demés, se entrenen ellos mismos para crecer, ensayando con las dificultades que les son propias, las “encoladu- ras”, las reacciones irracionales, las “ondas de choque emociona- les”, los conflictos relacionales y conyugales, siguiendo el mismo modelo de training terapéutico que después aplicardn a los demas en la préctica clinica. Las “técnicas” de Bowen llevan, pues, la impronta de un profundo respeto por el ser humano, de realismo y de un plantea- miento riguroso de investigacién metodol6gica y formacién tera péutica y autoterapéutica. Nada se deja a la improvisacién 0 a la taumaturgia. Desde las primeras sesiones con la familia, el terapeu- ta ilustra su método, utiliza el genograma y explica por qué decide trabajar con ambos cényuges 0 s6lo con aquel que est4 mas moti- vado. La intencidn final no es separar sino “destriangular”, es responder en lugar de reaccionar y valerse de la cabeza y no de las visceras para vivir las emociones en plenitud y de manera gratifi- cante. Como el “cancer” prolifera en la familia, la atencién del que cura debe tener como punto de mira la familia y més atin la pareja. En algunos casos, Bowen trabaja simult4neamente con tres 0 cuatro parejas seleccionadas con sumo cuidado, a las que les dedica una sesién de una hora u hora y media de duracién, preocupandose por asegurar a cada una de ellas una distribucién equitativa del tiempo. Esta modalidad de trabajo ha dado resultados satisfactorios, porque hablando y escuchando a los demés las familias no sélo se tranquili- zan, sino que llegan a comprender que a menudo los problemas son comunes y aprenden también a encontrar soluciones adecuadas a sus 14 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO exigencias. Fuera de las sesiones terapéuticas, se evita todo contacto entre las parejas. Otras veces, sobre todo cuando el compromiso emocional de la pareja es muy intenso, Bowen trabaja tinicamente con el mds “sano” de la familia, no para excluir al otro, sino para que el que tiene mas dificultades decida en qué momento le sera més util y provechoso tratarse él también. Cuando uno de los cényuges haya aprendido a escuchar, mas que a reaccionar, estard en condiciones de ser de gran ayuda al cényuge con més problemas. Al principio, este ultimo se opondré a la tentativa de diferenciacién de su pareja, tratando even- tualmente de aliarse con los hijos, pero terminard creciendo y conquistando un espacio que, cuando sea alcanzado y mantenido por ambos, les permitira tener una relacién adulta y constructiva. Lo mismo sucederd en el momento en que el hijo sea capaz de “regresar” a la familia de origen sin tener que recurrir a ese “pseudo- corte” emocional que, en el alejamiento parcial 0 fisico, busca la superacién de antiguos problemas y uniones nunca resueltas. Dicho de otro modo, no hay que esperar que los demas cambien para complacerlos, somos nosotros los que debemos cambiar sin hacer- nos ilusiones. Se puede estar cerca de una persona pensando que no cambiard, sobre todo si se trata de un padre, pero si se sabe estable- cer relaciones personales y no cohesivas se obtendra un cambio en el sistema, en la medida en que se reciban respuestas personales de cada uno de los componentes a Jos que de tiempo en tiempo se les preste atencién. Simulténeamente aumentardn la consideracién y el respeto. Llegar a ser un mejor observador y controlar la emotividad es uno de los esfuerzos més arduos y constructivos que se pueden hacer. Aunque nunca se Ilegue a ser completamente objetivo, se puede hacer del plan de investigacién un adiestramiento para la vida y experimentar un equilibrio no alcanzado antes, que logra inclusive afrontar la muerte, tabi para todo el género humano. En resumen, las técnicas de Bowen se pueden sintetizar en el trastrocamiento de una situacién repetitiva y ritualizada, inventando nuevas tacticas y estrategias, como cuando el terapeuta, por ejemplo, opta por trabajar con el cényuge més “sano” en lugar de hacerlo con el “enfermo”. De este modo se impediré la comunicacién emocional 0 verbal entre dos personas incapaces de expresarse para compren- derse; se usard el sf-mismo del terapeuta en posicién de yo para elaborar un modelo de comunicaci6n altemativa y mds personal, que INTRODUCCION 18 luego pasaré a ser una practica de conducta en la vida de la pareja; se afrontard el tema de la muerte con una persona en fase terminal, en lugar de evitarlo o de intentar esconderle 1a realidad como lo hacen con frecuencia no sélo los familiares, sino también los médicos; se hard participar al hijo en el funeral de la madre para que pueda despedirse de ella y no pensar que le es arrebatada por un invisible poder maléfico. d La técnica consiste pues en individualizar la realidad profunda que es Ja base del malestar en los trastornos emocionales. Lo que aparenta ser real es a menudo una falsa realidad, como en el caso de los cOnyuges que sufren porque reaccionando creen comunicarse mejor, en tanto que en lugar de ayudarse y explicarse como quisie- ran, aprisionados como estén en la acostumbrada reaccién en cade- na, no hacen sino intensificar la hostilidad y la distancia. Real es en muchos casos su deseo de comunicarse de manera sosegada y cons- tructiva, e irreal su comunicaci6n rabiosa, caracterizada por la irra cionalidad. No debe asombrar, entonces, que después de meses y a veces de afios de trabajo terapéutico dedicados a esclarecer el proble- ma vital, uno de los conyuges diga céndidamente que siempre ha sabido cul era su responsabilidad y su “mala fe” en una situacién conflictiva. El cambio nada tiene que ver con el despertar de la “bella durmiente” de las fabulas: depende de la capacidad de poner a la pareja frente a si misma y frente a un tercero, en un juego con las cartas sobre la mesa, de cuya correccidn es fiador el terapeuta. eee Si bien hay diferencias estructurales innegables entre la familia norteamericana y la de otros paises, es igualmente cierto que el hecho de poner el acento en la familia de origen como estimulo prin- cipal para provocar un proceso de diferenciacién del si-mismo indi- vidual puede ser un procedimiento valido en todas partes. Puede rest'ltar estimulante, por tanto, experimentar un modelo de interven- cién no interesado en una discusién acerca de las relaciones con la familia de origen, ni en una evocacién terapéutica de conflictos fantasmales, sino en evaluar al individuo y su capacidad de diferen- ciarse, remitiéndolo real y materialmente a su familia de origen sélo después de haberlo ayudado a programar el “regreso”. En el hecho de regresar para poder permanecer fuera se puede: 6 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO captar un elemento paraddjico, pero mds atin un modo de canalizar hacia otros objetivos las energias vitales del individuo, “desperdicia- das” muy frecuentemente en iniitiles juegos conyugales desarrolla- dos bajo el lema de reaccionar frente al otro Para sentirse indepen- dientes. A primera vista, puede parecer cuando menos original que una problematica de pareja 0 el trastorno emocional de un hijo puedan ser tratados separando a la pareja y comprometiendo a cada conyuge a reactivar procesos terminados tiempo atrds o interrumpi- dos en el seno de la respectiva familia de origen. Si se hace un andli- sis mas minucioso este volver atrds permite al que lo experimenta ir adelante en sus relaciones més significativas, con una realizacién de su si-mismo diferente y més madura. El hecho de centrar el estudio de 1a familia en el individuo yen su proceso de diferenciacién permite a Bowen superar la dicotomia entre lo individual y lo relacional, exagerada a menudo por muchos terapeutas dedicados al trabajo con las familias. Bowen se vale del metodo telacional para lograr la comprensién del hombre y su ciclo evolutivo, y no para oponerse al método psicoanalitico; si acaso, tiende a provocar a esos analistas que tras un aparente rigor metodo- légico se obstinan en ver al individuo como una ménada, separada de todo contacto con los demas. Mas provocativo todavia es su lenguaje cuando define la actuacién terapéutica como una suerte de entrenamiento. Recurre a imAgenes pertenecientes més al futbol que al mundo psicoterapéutico y se opone asi enérgicamente al lenguaje médico corriente (“evito, tanto formular diagnésticos como utilizar otros términos médicos como enfermo o paciente”) y en la misma medida, se opone también a las expectativas de la familia al conside- rarlo un terapeuta (“si el terapeuta se permite transformarse en un ‘curador’, la familia entra en disfuncién, en espera de que él cumpla Con su tarea”). Si bien es cierto que también a Bowen le resulta difi- cil salir realmente del aspecto “magico” de la terapia (baste pensar en la actitud de adoracién que tiene su equipo frente a él), no es menos exacto que su funcién de entrenador de campo permite a los inte- grantes de la familia sentirse verdaderos protagonistas de la terapiae investigadores de su propio proceso de cambio. La terapia pasa entonces a ser una palestra en la que se programan ejercicios para Uegar a ser ms expertos en el conocimiento del propio si-mismo y en la que se nos entrena para su eventual aplicacién en la vida; se trata pues de una terapia-aprendizaje que lleva al cliente a vivir y ——_—" ——— WTRBBUEGION ¥ comprobar en carne propia cudnto ha aprendido. Y es precisamente este paralelismo entre proceso terapéutico y proceso de aprendizaje lo que ha impulsado a Bowen a formular para sus estudiantes programas de formacién que se asemejan mds y mas a programas de terapia. Por haber participado en algunas actividades de formacién en el Georgetown Family Center de Washington, hemos podido constatar directamente la congruencia entre los enunciados tedricos de Bowen y su modo concreto de actuar. Los estudiantes participan en una intensa investigacién del conocimiento y de la definicién de su si- mismo dentro de su sistema de referencia, lo que en nada difiere de lo propuesto a los clientes en Ia terapia. También aqui el instructor hace de entrenador para adiestrar al estudiante en cuanto a los mejo- res modos y tiempos de planificar un “regreso liberador” a la fami- lia. Semejante modalidad de ensefianza plantea una serie de reflexio- nes: zes conveniente que el aprendizaje se convierta en una verdade- ra terapia?, ,qué relaci6n hay entre mayor conocimiento y diferencia- cién del si-mismo y verdadera eficacia terapéutica?, ,cudl es la yentaja de experimentar antes en carne propia lo que después se propondré a los demés en la terapia? Frente a estos interrogantes los teéricos de la familia han asumi- do posiciones muy distintas, en cuyos extremos podriamos situar a Jay Haley y Carl Whitaker. El primero considera perjudicial para la terapia interesarse por las dinémicas emocionales del terapeuta, a quien hay que limitarse a proporcionarle el instrumental técnico adecuado para hacer de él un experto en disfunciones familiares. Diametralmente opuesta es la posicién de Carl Whitaker, quien considera que el uso del si-mismo del terapeuta y de su capacidad de compartir lo irracional con el paciente son elementos indispensables para el crecimiento de uno y otro. Bowen hace un aporte original cuando confirma en el plano operativo que el primer usuario de la terapia familiar es precisamente aquel que la est aprendiendo. Se puede entrever aqui un paralelismo con la formacién psicoanalitica que requiere un tratamiento analitico para aquel que a su vez lo administraré. La metodologia diddctica de Bowen mueve a reflexionar sobre la complejidad de un aprendizaje que es vivido para asimilarlo y no para reducirlo a una técnica més en el maletin del psicoterapeuta. La familia no podra reencontrar el 18 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. rol de protagonista hasta que el terapeuta aprenda cémo insertar las técnicas en una relacién terapéutica vital, en lugar de utilizarlas como medicamentos para ser administrados. Agradecemos a la doctora Pina Virgillito su colaboracion en la traduccién de este libro y la confeccién del indice analitico. Roma, 24 de junio de 1979 Maurizio Andolfi Marcella de Nichilo APLICACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA EN LA PRACTICA CLINICA* En poco més de una década la psiquiatria familiar, desde una posicién relativamente poco conocida pasé a ocupar otra de recono- cida importancia en el ambiente psiquidtrico. La expresién “terapia familiar” o sus variantes son conocidas hasta por un profano en la materia, ;Cual es el origen y el estado actual del “movimiento fami- liar”? A mi juicio, se trata de un movimiento y como tal trataré de definirlo. Desde el momento en que, debido a controvertidas cues- tiones teéricas y terapéuticas, ni siquiera los fundadores de esa escuela se han puesto de acuerdo, toda tentativa de explicar o descri- bir este movimiento no ser sino la expresion de la tendencia y el punto de vista de su autor. En este trabajo expondré algunos de mis conceptos referentes a las circunstancias que dieron origen al movi- miento familiar y algunas ideas acerca de su estado actual y su futuro potencial. En Ia parte principal de este articulo daré a conocer mi orientaci6n teérica: el objetivo es dar un perfil de la aplicacién clinica de la terapia familiar. Considero que el movimiento familiar comenzé entre principios y mediados de la década de 1950 y se desarrollé debido a la tentativa de buscar métodos de terapia mds eficaces en los casos de graves trastomos emocionales. En su sentido amplio, creo que prosperé como una extensién del psicoandlisis, que durante la década de 1930 logr6 el consenso general como método terapéutico. El psicoandlisis habia proporcionado conceptos y técnicas titiles para las necesidades masivas de la Segunda Guerra Mundial. Una nueva era de la psiquiatria se habia iniciado. Transcurridos pocos afios, la psiquia- + “The Use of Family Theory in Clinical Practice”, en Comprehensi- ve Psychiatry, 7, 1966, pags. 345-374. 20 DE LA FAMILIA AL INDIVIDU tria lleg6 a ser una especializacién rica en esperanzas y promesas para millares de jévenes médicos. Las inscripciones en la Asociacién Psiquidtrica Norteamericana aumentaron de 3684 en 1945 a 8534 en 1955. La teoria psicoanalitica explicaba toda la gama de problemas emocionales, pero las técnicas de tratamiento psicoanalitico no eran efectivas en los casos de graves trastornos emocionales. Psiquiatras jovenes y emprendedores empezaron a experimentar muchas varian- tes relacionadas con el método terapéutico. El estudio de la familia constituyé una de las nuevas éreas de interés. Hay quienes sostienen que el movimiento familiar no es nuevo y que se remonta a veinticinco afios atras, 0 mds. Hay pruebas que confirman la tesis de que la importancia que se da actualmente a la familia aumenté paulatinamente, a medida que las formulaciones psicoanaliticas de los comienzos, referidas a la familia, se iban apli- cando en la practica clinica. En 1909, Freud expuso el caso del “pequefio Hans”, en el que habja trabajado con el padre de Hans en lugar de hacerlo con el hijo. En 1921, Flugel habia publicado su conocido libro The Psychoanalytical Study of the Family1. Con el desarrollo del andlisis infantil y al iniciarse el child guidance move- ment se hizo habitual para los asistentes sociales o para el segundo terapeuta el procedimiento de trabajar con los padres como comple- mento de la psicoterapia primaria, que es la que se le hace al nifio. Mas adelante, los principios de la child guidance fueron adoptados en el trabajo con los adultos ya internos —ya en consultorio—, cada vez que un asistente social 0 un segundo terapeuta trabajaban con los parientes para completar la psicoterapia primaria del paciente. En consideracién a estas primeras tomas de conciencia, tedricas y clini- cas, con respecto a la importancia de la familia, se puede afirmar que la “familia” no es un hecho nuevo. Creo, sin embargo, que la actual orientacién familiar es significativa, nueva y diferente, y que puede Ser vista como un movimiento. Con el fin de esclarecer este proceso de desarrollo har€ una sintesis de algunos planteamientos tedricos y clinicos que me parecen importantes. ‘ La teoria psicoanalitica surgié del estudio detallado del _paciente individual. Las conceptualizaciones refegentes a la familia fueron el fruto de las percepciones que de ella tenia el paciente, mas que de la observacion directa de la familia en sf. Segin este planteamiento 1 Hogarth Press, Londres, 196010, ADL IGABION DE LA TEBRIA BE LA FAMILIA a analitico, la atencién se concentraba en el paciente, mientras que la familia quedaba fuera del campo de interés teérico y terapéutico mas inmediato. La teorfa individual habfa sido elaborada segtin el modelo médico basado en conceptos de etiologia, en el diagnéstico de la patologia del paciente y en la terapia de la enfermedad del individuo. Inherentes a este modelo son también las sutiles implicaciones de que el paciente sea la victima indefensa de algtin mal o de fuerzas malignas que escapan a su control. Se planteé un dilema conceptual cuando la persona més significativa en la vida de un paciente fue considerada causante de su enfermedad y patégena para él. Los psiquiatras eran conscientes de que el modelo no era adecuado; se hicieron tentativas de disminuir la rigidez implicita en esos concep- tos, pero el modelo basico subsistié. El concepto de inconsciente, por ejemplo, admitia como postulado que el padre, inconscientemen- te, podia perjudicar al hijo, incluso cuando trataba de ayudarlo. Era muy distinto que decir que el dafio habfa sido intencionado o que era atribuible a un irresponsable acto de omisién, pero siguié marcando al padre como “patégeno”. Se intenté modificar las definiciones del diagnéstico y hasta se propuso abandonar el diagnéstico en si, pero un paciente exige un diagnéstico de su enfermedad y \a psiquiatria actia todavia seguin el modelo médico. Uno de los progresos mas importantes que caracterizan el movimiento familiar con respecto al trabajo con la “familia” realizado con anterioridad consiste en.el cambio del proceso terapéutico de base. Desde los comienzos del psicoanilisis, se ha considerado que el andlisis y la resolucién de la transferencia eran la fuerza terapéutica primaria en los casos de tras- tomo emocional. Aunque modificada por las diferentes escuelas, la “telacién terapéutica” es la modalidad terapéutica basica utilizada por la mayor parte de los psiquiatras. Se cree que la naturaleza confiden- cial, personal y privada de la relacién es esencial para una buena terapia. Al correr del tiempo, se fueron introduciendo métodos, reglas y hasta leyes para preservar esta intimidad. Desde los albores del movimiento de la child guidance se realizaron esfuerzos para comprometer a la familia “‘en terapia”, pero se protegia la relacion “terapéutica” paciente-terapeuta de toda intrusién. A la familia se le daba una importancia secundaria, Entre los promotores del actual movimiento familiar, habia psiquiatras que, aparte de concentrarse en el dilema del paciente, empezaron a prestar mayor atenci6n al cariz familiar del problema. 22 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. El actual movimiento familiar fue iniciado por muchos y diferen- tes investigadores (cada uno de los cuales trabajaba independiente- mente) que, partiendo de un concepto tedrico 0 clinico, comenzaron a afirmar que la familia era importante. Desde el momento en que la atenci6n se desplaz6 del individuo a la familia, todos ellos tuvieron que afrontar el dilema de describir y conceptualizar el sistema rela- Cional de la familia. La teoria individual carecfa de un modelo conceptual en cuanto al sistema de relacién, Cada investipador conceptualizaba, por su cuenta, sus observaciones. ° < Uno de los progresos mas interesantes se refiere, en primer término, al modo en que los inyestigadores conceptualizaron el siste- ma y después, a los diferentes modos en que se modifcaron exe Conceptualizaciones durante los tiltimos diez afios. Se acuiiaron terminos para indicar distorsiones y rigidez, funcionamiento recipro- coe “interdependencia”, “ligamenes”, “fusién” del sistema, Mencia. naré algunos de los términos usados Por los pioneros. Lidz y Fleck utilizaron el concepto “cisma y fuera del equipo” 2, Wynne y g colaboradores el de “pseudomutualidad” 3, Ackerman, ‘uno is i Primeros en hacer trabajo de campo, present6 un modelo conceptual en un estudio de 1956 titulado “Interdependencia Patolégica en las relaciones familiares” «. Desarrollé también un método terapéutic denominado “terapia de la familia”, al que se podria definit come observacién, demostraciGn e interpretacién de la interdependen ia observada en el seno de la familia durante las sesiones terapéuticas. (Jackson y sus colaboradores utilizaron un modelo diferente, elabo. rando el concepto de “doble vinculo'"s, De acuerdo con mi inten tacién de su posicién original, se valié de la teorfa de Ia comurtca, 2 T. Lide, A. Comelison, 8. Fleck 5 : : ise y D. Terry: “The h environment of the schizophrenic patient: II. Marital schivm eae skew”, en Amer. J. Psychiat., 114: pgs. 241-248, 1957. ce my ls Nine Y Rybott J. Day y S. Hirsch: “Pseudomutuality in the relations ics”, ic f “al of schizophrenics”, en Psychiatry, 21: pigs. 205-220, 4 S$. Rad6 y G.E. Daniels (com ¢ ‘ s ps.): “Interlocking pathology j family relationships”, en Changing Concepts in Psych Mec ne, Nueva York, Grune & Stratton, 1956, a sect. 5G. Bateson, D. Jackson, J. Haley, J. a ’ ; \ y, J. Weakland: “Vers della schizofrenia”, en I! doppio legame (C.B. Sluzki yDC R sea comps.), Roma, Astrolabio, 1979, ‘ par APLICACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 4 cién para el sistema relacional y de la teoria individual para explicar el funcionamiento del individuo. Su “terapia familiar intertrabada’, © que interpreto como una observacién de los individuos en la terapia familiar, seria congruente con su sistema conceptual. Personalmen- te, he teorizado acerca de un “apego familiar” preexistente, 0 acerca de la masa indiferenciada del yo, y he desarrollado un método tera- péutico, acufiando el término “psicoterapia de la familia”, un tipo de intervenci6n orientada a ayudar a los individuos a diferenciarse a si mismos de la “masa familiar”. Otros investigadores han empleado una serie de vocablos levemente diferentes para describir y concep- tualizar un mismo fenémeno familiar. Con los afios, los conceptos originales tienden a ser mengs “diferentes”. ESTADO ACTUAL Y PERSPECTIVAS DEL MOVIMIENTO El movimiento familiar se encuentra actualmente en lo que he dado en Hamar “un saludable y no estructurado estado de caos”. Los primeros investigadores legaron a la terapia de la familia, previa exploracién e€ investigacién clinica, con una posible excepcién, comentada por Bell, uno de los pioneros en esta materia. A raiz de un malentendido sobre una afirmacién sobre la psicoterapia familiar, decidié empezar a entrevistar a todos los integrantes de la familia simulténeamente. Una vez introducida la idea de la terapia de la familia, la cantidad de terapeutas comenz6 a multiplicarse afio tras afio. Muchos ingresaron directamente en el campo de la terapia fami- liar partiendo de su orientacién analitica individual. Los terapeutas de grupo modificaron la terapia de grupo para trabajar con las fami- lias. En consecuencia, se sigue usando la expresién “terapia de la familia” para referirse a una variedad de métodos, procedimientos y técnicas, que no tienen significado si no se le agrega otra descripcién © definicién. Considero esto “saludable” porque cuando el terapeuta entrevista al mismo tiempo a varios integrantes de la familia, debe enfrentarse con nuevos fenémenos clinicos no explicados por la teoria individual; descubre que muchos conceptos anteriores se han vuelto superfluos y se ve obligado a buscar nuevas formulaciones tedricas. Los coloquios sobre terapia familiar, cada vez mds abun- 6 Family Group Therapy, Public Health Monograph 64, 1961. 24 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO dantes, se han conyertido en foros de debates de experiencias y de adquisicién de nuevos modos de estudiar el fenémeno “familia”. Un alto porcentaje de terapeutas usa el término “familia” para caracterizar métodos terapéuticos en los que dos o més generaciones (en general padres e hijos) asisten juntos a las sesiones; se usa el término “terapia de pareja” cuando se entrevista a los dos oényuges juntos y se habla de “terapia individual” cuando el terapeuta entrevis- ta.a.un tinico componente de la familia. El concepto de “terapia fami- liar” més compartido por profesionales y profanos es que toda la familia (padres e hijos) se retine con el terapeuta. Los integrantes de Ja familia aprenden la capacidad de verbalizar y comunicarse pensa~ mientos y sentimientos, mientras el terapeuta permanece con ellos con el objeto de facilitar el proceso y hacer observaciones e interpre- taciones. A esta practica la he denominado “terapia de grupo de familia”. De acuerdo con mi experiencia, este proceso puede ser incréfblemente rapido para mejorar la comunicacién dentro de la familia. Hasta el mas leve mejoramiento de la comunicacién puede generar virajes draméticos en el sistema emocional y traer, también, periodos de euforia. No he sido capaz de emplear este método a largo plazo para resolver los problemas ocultos. Pese a que el movimiento familiar puede seguir concentrandose por muchos afios mas en la “terapia”, creo que la mayor contribu- ci6n a Ja familia vendré de la conceptualizaci6n, Estimo que el movi- miento familiar se apoya en bases s6lidas: por ahora, apenas hemos raspado la superficie de la investigacién; la familia crecerd en impor- tancia con cada generacién futura. El estudio de la familia ofrece un ordenamiento totalmente nuevo de modelos de teorizacién sobre el hombre y su relacién con la naturaleza y el universo. La familia humana es un sistema que, a mi parecer, sigue las Jeyes de los siste- mas naturales. Estoy convencido de que el conocimiento del sistema familiar proporcionard el camino para Superar conceptos estaticos y profundizar, en cambio, los conceptos funcionales de los sistemas. La familia puede dar respuestas al dilema del modelo médico- Psiquidtrico: las teorizaciones sobre la familia podran llegar a ser, con el tiempo, los fundamentos de una nueva teoria de los trastomos mentales. Todo esto constituir4, a su vez, una aportaci6n a la ciencia y alaclinica médica. ADLIGABION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 6 ORIENTACIONES TEORICAS Y CLINICAS DEL AUTOR El objetivo principal de este capitulo es describir un sistema te6rico y terapéutico que sea especifico y en el que la teoria familiar haga las veces de guia para el que hace terapia y le sirva como refe- rencia conceptual para una amplia gama de problemas clinicos. La orientacién familiar difiere tanto de la orientacién familiar-individual que requiere, inevitablemente, una experiencia directa para poder ser evaluada. A una persona que piensa en funcién de la teoria indivi- dual y carece de experiencia clinica con la familia, le resulta dificil prestar ofdo a conceptos “familiares”. Algunas son capaces de escu- char ideas teGricas abstractas, mientras que otras sdlo prestan oido a simples ejemplos clinicos. La primera parte dé este articulo se propone servir de puente entre las orientaciones individuales y las familiares. Para proporcionar una variedad de puentes sera necesario incluir un espectro de observaciones clinicas, ideas abstractas, teo- rfas y también algunas de mis experiencias, maduradas al pasar de una visién individual a una familiar. Mi experiencia con las familias comenz6 hace doce ajios y comprende més de diez mil horas de observaciones de familias que se hacen psicoterapia. Durante los cinco primeros afios de practica “familiar” he hecho también psicoterapias individuales y psicoandli- sis a algunos pacientes. La expresién “psicoterapia familiar” se reservaba para las entrevistas simulténeas de dos o més componen- tes de la familia. El esfuerzo técnico consistia en analizar el proceso emocional ya existente entre los miembros de la familia y en tratar de mantenerme emocionalmente apartado de ella, es decir en “no dejar- me envolver en la transferencia”. Trataré este tema enseguida. En aquellos afios utilizaba el término “psicoterapia individual” para refe- rirme a los casos en que slo trataba a uno de los integrantes de la familia. Todavia no habia elaborado lo suficiente mi funcionamiento emocional, ni desarrollado las técnicas para evitar la transferencia. Hacia una clara distincién entre la psicoterapia familiar y la indivi- dual. Consideraba que era familiar cuando se referia al ambito de la familia e individual cuando eso no era posible. Durante estos afios se estaba cumpliendo otro proceso evolutivo. Después de haber pasado miles de horas en sesiones con las familias, me result6 cada vez mas dificil ver a un individuo sin “ver” a todos los demas miembros de la familia, sentados como fantasmas junto a él. La percepcién de una 26 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO persona como segmento de un sistema familiar mas amplio dirigié mi modo de reflexionar y de responder al individuo, cambiando mi enfoque basico de la psicoterapia. Durante los tiltimos siete afios, mi trabajo apunt6 por completo a la psicoterapia de la familia, pese a que casi una tercera parte de las horas la dedicaba a un solo compo- nente de una familia. La mayor parte de la experiencia clinica se concentré en la practica particular. Vefa unas cuarenta familias durante un maximo de treinta horas por semana. En los tiltimos afios he visto a pocas familias mas de una vez por semana; comprobé después que una cantidad de familias cada vez mayor lograba los mismos resultados con entrevistas menos frecuentes. Me ha resulta- do dificil comunicar c6mo evitar la transferencia, como Io ha sido también explicar cémo hacer psicoterapia familiar trabajando tinica- mente con un miembro de la familia. Conffo en poder esclarecer ese concepto en este articulo. Cuando se observa a todos los miembros de la familia juntos, se pueden adyertir multiples facetas del fenémeno humano, que resul- tan oscuras en cualquier tipo de entrevista individual. Toda persona que observe a diario a familias cuyos miembros estan en relacién entre si y en interaccién recfproca debe afrontar un conjunto comple- tamente nuevo de datos clinicos que no corresponden a modelos de conceptos individuales. Utilizo los términos “estén en relacion con” e “‘interactiian con” porque éstos son algunos de los términos inade- cuados que se usan para describir el fenémeno familia. De hecho, los miembros de la familia son, hacen, actian, interactiian, asumen una posicién con modalidades tan variadas que la estructura y el orden son dificiles de ver. Algo esté equivocado en cada término empleado. Hasta ahora las investigaciones en el campo de la familia han tratado de aislar determinadas éreas mediante estudios seleccio- nados y controlados. En 1957 uno de mis colaboradores hizo un estudio sobre “La accién del didlogo en una relacién intensa” 7, concentrandose en lo no verbal. Pretendia ser una tentativa de reconstruir un “didlogo” coherente a partir de uria secuencia agresiva entre una madre y una hija, eliminando la audicién. Birdwhistell y 7 R. Dysinger: “The action dialogue in an intense relationship”, lefdo en la Asamblea anual de la American Psychiatric Association, Chica. go, 1957. APLIOAGION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA a Scheflen* han hecho una aportacién al definir como “kinesis” el sistema de “lenguaje del cuerpo”, automatico en toda relacién, Una de las dreas de estudio preseleccionadas fue la de la “comunicacién”, que en el nivel mas simple es la verbal. Se elaboraron estudios sobre el lenguaje y sus diferentes tipos de comunicacién, transmitidos en forma de matices en el tono de la voz, inflexiones, modos de hablar, comunicaciones éstas que todos aprendemos desde la infancia y utilizamos sin “saber” que lo sabemos. Bateson, Jackson y colabo- radores, partiendo del andlisis de la comunicacién verbal, desarrolla- ron su teoria del “doble vinculo”, observando mensajes conflictivos dentro de una unica afirmacién. En algunas familias, las comunica- ciones no verbales y las percepciones extrasensoriales actiian de manera precisa. La ventaja de usar términos como “comunicacién” o sistema “transaccional” se debe al hecho de que se presta a un andli- sis de investigacién més exacto. La desventaja, en cambio, es que el concepto es limitado y, por tanto, es necesario utilizarlo con amplios mérgenes de interpretacién. Por ejemplo, en la voz “teoria de la comunicacién”, debe entrar toda una serie de comunicaciones: la verbal, la que se efectiia por medio de la accién, la no verbal, la extrasensorial, las comunicaciones emocionales, a todo lo cual se agregan otras modalidades como la respuesta visceral de un miem- bro de la familia frente a la ansiedad o el cambio de humor de otro. Cualquiera que sea el enfoque de cada investigador, éste debe elegir ‘su propio modo de conceptualizar el fenémeno familia. Un grupo sorprendente de modelos clinicos, que existen en determinado grado en todas las familias, dard una visién sintética del sistema relacional de la familia. Siguen el modelo general de! proce- so familiar que diagnostica, clasifica y atribuye caracteristicas a algu- nos componentes de la familia. Las observaciones pueden resultar razonablemente congruentes, s6lo ocasionalmente congruentes, 0 incongruentes segtin las manifestaciones hechas por una familia con Tespecto a una situacién dada. En uno de mis trabajos he descrito en detalle el “proceso de proyeccién de la familia”, mediante el cual se transmite un problema a uno de los miembros durante afios de repro- ches 0 criticas, codificadas después por un diagnéstico. En la familia 8 R. Birdwhistell: Introduction to Kinesics, University of Louiseville Press, 1952; A. Scheflen: “The significance of posture in communication systems”, Psychiatry, 26, pags. 316-331, 1964. 28 DE LA FAMILIA AL INDIVIDU las sobrevaloraciones son tan irrealistas como las subvaloraciones, aunque estas (iltimas son mas frecuentes en el ambito psiquiatrico. Cuando se encasilla a alguien, éste puede rechazar las observaciones de la familia y provocar una discusién, o bien oponerse y admitirlas, 0 inchuso exigirlas. En este tiltimo caso las caracteristicas adjudica- das pasan a ser un hecho operativo. Las discusiones de la familia sobre temas como “rechazo”, “amor” y “hostilidad” obligan al tera- Peuta a evaluar de nuevo el uso que é1 mismo hace de esos términos. En mi opinién, el “rechazo” es uno de los mecanismos més conve- nientes para mantener el equilibrio en un sistema de relacién. Esta siempre presente en todos y por lo general no se menciona, En un momento dado de este proceso, uno de los miembros de la familia plantea enérgicamente el problema del rechazo y la discusién comienza. Cuando el rechazo est4 presente en todos los miembros de la familia, lo mas comin es que el que protesta por el “rechazo” sea el que rechaza a los demas, Declaraciones positivas en cuanto a la existencia o la falta de “amor”, acompajiadas de reacciones y contrarreacciones pueden encontrar espacio sin necesidad de una prueba objetiva de cambio afectivo en el seno de la familia. Sea Como fuere lo que se entiende por amor, es un hecho que muchos de los integrantes de la familia reaccionan enérgicamente a cualquier declaracién sobre el tema. El mal uso y el abuso del concepto de “hostilidad” entra en la misma categor‘a. Lo mismo se puede decit de expresiones como “masculino”, “femenino”, “agresivo”, “pasi- vo”, “homosexual” 0 “alcohélico”. Un ejemplo cabal lo da el uso del término “alcohélico”. En una familia, desde hacia dos generaciones se hablaba del abuelo como de un “alcohélico”. El abuelo habia triunfado, habia sido bastante responsable, salvo con su mujer, que era muy ansiosa. Encontré un motivo para ise a vivir lejos de ella. Desde entonces sélo bebié con moderaci6n. La definicién que de él habia dado la mujer fue acepta- da por los hijos y transmitida a los nietos. La terapia que le hice a otra familia ilustra otro aspecto del problema. La mujer habia hecho una descripcién minuciosa del alcoholismo del marido. Le pregunté a él qué pensaba al respecto y convino en que tenia un problema con las bebidas alcohdlicas. Cuando le Pregunté cuanto bebfa se irrit: “Oye, no seas fastidioso, jsi te digo que tengo un problema con el alcohol, es porque lo tengo realmente!”. Cuando le pregunté cudntos dias de trabajo habia perdido a causa de la bebida respondié: “;Uno! APLIGAGION DE LA TEORIA DE LAAMILIN ry jAquella vez si que me pesqué una. borracheral”, Puede ser ben error muy burdo, pues, tomar por ciertas declaraciones como ésta: ‘Era un alcohélico”. Puede ser exacto, en cambio, y hasta indicador de una realidad en el sistema de relaci6n interpretar asi esa declaracién: “Uno de los miembros de la familia ha dicho de otro que era un alco- hélico”. Este método se aplica a toda la gama de términos usados en el sistema relacional de la familia. 2 Trataré ahora el concepto de familia como sistema. Por el momento no intentaré definir de qué tipo de sistema se trata. Ningu- na palabra, ninguna expresién resultarfa adecuada sin una aclaracién posterior y Ia aclaracién falsearia el concepto de sistema. La familia es un sistema en la medida ep que el cambio de una parte del sistema va seguido de un cambio compensatorio de otras partes de ese siste- ma. Prefiero pensar en la familia como en una variedad de sistemas y subsistemas. Los sistemas funcionan en todos los niveles de efica- cia, que van desde un nivel éptimo hasta el mal funcionamiento o el fallo total. Hay que pensar también en un superfuncionamiento, que puede oscilar desde una compensacién de la superfuncién hasta una no compensacién de 1a superfuncién en si. Podriamos citar, como ejemplos, la taquicardia (superfuncionamiento del corazén) de un atleta sometido a una actividad estresante y la que precede a una descompensacién cardiaca. El funcionamiento de todo sistema depende del funcionamiento de los sistemas més amplios de ice cuales forma parte y de sus subsistemas. En un sentido amplio, ¢ sistema solar es un subsistema de un sistema més vasto: el universo. La molécula es uno de los subsistemas mas pequetios que se cono- cen. En otro nivel, el proceso de evolucién es un sistema que opera lentamente en el curso de largos periodos. El sistema evolutivo es lo bastante conocido como para tener informacién de los modelos generales de sus funciones, pero mucho menos se sabe de los siste- mas més amplios frente a los cuales la evolucién representa un subsistema. Podemos mirar hacia atrés, y admitir como ciertos, factores que han tenido influencia en los cambios evolutivos del pasado, pero nuestra falta de conocimiento de los sistemas mas vastos s6lo nos permite elaborar hipétesis sobre el curso futuro de la lucién. ws dieisst la base de la observacién de las familias, he tratado de definir y conceptualizar tanto algunos de Jos modelos repetitivos (més generales 0 especificos) de funcionamiento de la familia como 30 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. el modo en que los viejos modelos se desvirtian y los nuevos empiezan a predominar. La investigacién comenzé con la esquizo- frenia: uno de los miembros de la familia se encontraba en un estado de disfuncién total y de colapso. Las modalidades eran tan claras que no podian pasar inadvertidas, pero para situarlas dentro de una perspectiva mas amplia habia que trabajar teniendo en cuenta todo el espectro de la disfuncién humana. Uno de los aspectos més impor- tantes de la disfuncién familiar consiste en el superfuncionamiento equivalente de otra parte del sistema. Es un hecho la coexistencia de una disfuncién y un exceso de funcionamiento. Por un lado, se trata de un mecanismo reciproco y flexible que actia con lentitud: es auto- miéatico que uno de los miembros de la familia funcione més para compensar el mal funcionamiento de otro que temporalmente estd enfermo. Encontramos los estados crénicos, en los que el superfun- cionamiento o la disfuncién son fijos y no existe flexibilidad. Podria ser el caso de la madre dominante (superactiva) y el padre pasivo. Habitualmente se considera que la superactividad es necesaria para compensar el escaso funcionamiento del otro. Esto es aceptable cuando se trata de una enfermedad temporal de uno de los cényuges, pero en los estados crénicos existen pruebas de que la disfuncién aparece enseguida para compensar la superfuncién del otro. Como sea que se desarrolle, la superfuncién-disfuncién es un mecanismo reciproco. En otros trabajos anteriores le he dado a este fenémeno el nombre de “reciprocidad superadecuada-inadecuada”. Los sintomas se desarrollan cuando la disfuncién se aproxima al no funcionamien- to. Es comtin que las familias no busquen ayuda hasta que se pierde Ja flexibilidad del sistema y el funcionamiento de uno de los compo- nentes queda seriamente limitado, Si el mecanismo va més alld de un punto determinado, la ansiedad impulsa este mecanismo al Panico y aun répido aumento de la superfuncién y de la disfuncién. El incre- mento de la tensién puede “bloquear los circuitos” del incapaz hasta llevarlo a un colapso paralizante. Incluso en estas condiciones, la mejoria puede producirse si se obtiene una disminucién minima de la superfuncién o de la disfuncién, Parte de los principales modelos de funcionamiento observados en las familias han sido formulados en conceptos basicos que inclu- yen la teorfa familiar de la enfermedad emocional. Seria mnds exacto hablar de “disfuncién familiar”. Las modalidades generales de malestar emocional observables en la familia estan Presentes también APLIGABION BE LA TEOIA DE LA FAMILIA a en enfermedades fisicas y en disfunciones sociales como la condueta irresponsable y la delincuencia. Los conceptos bdsicos (subsiste~ mas) constituyen las variables més criticas de la disfuncién humana. Los sintomas que aparecen en la familia son siempre prueba de disfunci6n, ya aparezcan con caracter emocional, fisico, conflictivo 0 social, Se han logrado resultados alentadores cuando se ha tratado de ver los sintomas emocionales como pruebas de disfuncién fami- liar, mas que como fenémenos intrapsiquicos. También el “terapeuta” forma parte de este concepto de familia como sistema. Es una combinacién del sistema teérico-terapéutico en el cual la teorfa determina la terapia y las observaciones que surgen de la terapia pueden, a su vez, modificar la teorfa. He segui- do ateniéndome a la éptica originaria, aunque modificando conti- nuamente la teoria y la terapia. En el curso de mi investigacién se ha ido intensificando cada vez mas el distanciamiento emocional con respecto a las familias. Cuantas mds familias tratamos, mas nos alejamos de los estrechos limites conceptuales de la teoria indivi- dual y cuanto més nos alejamos de estos uiltimos, mas facil nos resulta comprender los modelos familiares. Inicialmente, la psicote- rapia familiar se basaba sobre todo en la observacién o en las cues- tiones que tendian a exigir mayor cantidad de informaciones en rela- cién con las observaciones. Con el transcurso de los afios, las familias seleccionadas con fines de investigacién han alcanzado mejores resultados terapéuticos que aquellas cuyo objetivo principal era la “terapia’”. Esta circunstancia nos permitié formular una suerte de disposicién que ha hecho de todas las familias un objeto de investigacién. La experiencia me ha ensefiado que cuanto més aprende un terapeuta de una familia, més esa familia aprende de si misma y que cuanto mas aprende esa familia, mas aprende el tera- peuta. Es un ciclo continuo. En el pasado, durante el proceso de observacién, hubo quienes fueron capaces de restablecer el funcio- namiento de la familia sin muchas “intervenciones terapéuticas”. Las familias con las que se obtuvieron mejores resultados evolucio- naron hasta lograr su meta. Més adelante fue posible “intervenir” y hablar a las nuevas familias de los éxitos y fracasos de aquellas que las habian precedido, ahorréndoles asi horas y meses interminables de experiencias basadas en “tentativas”. En otras palabras, el tera- peuta se convirtié, por un lado, en un “experto” en la comprensién de los sistemas familiares. y, por el otro, en algo asi como un “inge- 92 DE LA FAMILIA AL INDVIDUG: merc que las ayudaba a restablecer su equilibio funcional por si solas. E1 objetivo general que se perseguia era ayudar a los miembros de la familia a convertirse en expertos del sistema, y a ser capaces de reconocerlo lo bastante bien como para que la familia pudiese readaptarse por sf sola, sin ayuda de un experto extemo a ella, en caso de que reapareciera la tensién en el sistema familiar. El resulta- do 6ptimo se logra cuando el sistema familiar comienza a cambiar dirigiéndose a lacuracién y cuando sus miembros importantes asis- ten siempre a las sesiones. En algunos casos 1a familia empeoraba durante la terapia: el mas débil se volvia mas débil atin, en respuesta a la superfuncién de algiin otro. Durante esta fase, algunas familias luchaban y luego mejoraban, otras interrumpian la terapia. En situa- ciones semejantes se creyé mds conveniente trabajar con uno solo de los miembros de la familia hasta que el resto fuese capaz de trabajar en conjunto sin reforzar el “vinaulo”. Es mucho mis fécil para el que “superfunciona” disminuir su funcion que para el mas débil reforzar- la. Si el que “superfunciona” esti motivado, lo trato a él solo durante algunas sesiones de psicoterapia “familiar”. En esas sesiones el objetivo es liberar al sistema paralizado para restablecer la flexibili- dad suficiente en la familia de modo tal que pueda trabajar en Conjunto. De acuerdo con mi orientaci6n, un sistema te6rico que “piensa” en funci6n de la familia y trabaja para mejorar el sistema familiar equivale a la psicoterapiade la familia, __ Con este sistema tedrico y terapéutico, el terapeuta se plantea siempre un problema inicial: establecer Ja orientacién del sistema. A la mayor parte de las familias que me envian se les ha dado un diag- néstico de disfuncién. Se atienen al modelo médico y esperan que el terapeuta les muestre o les digacémo cambiar al hijo sin tener que comprender 0 modificar el papel que les concieme en el sistema familiar. En muchos casos, el terapeuta se adecua muy facilmente a las expectativas de la familia y desempefia una funcién de apoyo al ayudarla a.comprender y a dar los paSos necesarios para modificar el sistema. Yo, en cambio, evito haer diagnésticos 0 emplear concep- tos médicos como “enfermo” o “paciente”. Me Opongo tenazmente a Ja tendencia de la familia a considerarme “terapeuta”. Al contrario, trato de asumir una actitud de “ssesor” de los problemas familiares durante las primeras sesiones y luego, a medida que transcurre el tiempo, de “supervisor” de los esfuerzos de la familia. Cuando el APLICAGION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA o terapeuta se permite convertirse en “curador” o “protector”, la fam lia entra en disfuncién, en espera de que él realice su trabajo. Al presentar a la familia como sistema he evitado decir de “qué” sistema se trata. La familia es un conjunto de diferentes sistemas. Se la puede designar correctamente como sistema social o cultural, sistema de juegos, sistema de comunicaci6n, sistema biolégico o de muchos otros modos. A fin de definir el sistema te6rico-terapéutico pienso en la familia como en una combinacidn de sistemas emocio- nales y relacionales. El término “emocional” se refiere a la fuerza que motiva al sistema y “relacional” al modo en que se expresa. Este tiltimo comprende 1a comunicacién, Ia interaccién y otras modalida- des de relacién. Antes de que se iniciara la investigacién sobre la familia, existian algunos presupuestos bdsicos sobre el hombre y la naturaleza de la enfermedad emocional, que predominaban en las concepciones teéri- cas y en la eleccién de las distintas formulaciones, incluida la noci6n de sistema “emocional”. Se veia al hombre como un conglomera- do de células en evolucién, Ilegado al estado actual a lo largo de cientos de millones de afios de adaptaciones y desadaptaciones evolutivas, proyectado hacia nuevos cambios. En este sentido, el hombre esta ligado directamente a toda materia viviente. En lo que se tefiere a la eleccién de definiciones tedricas, se hizo una tentativa de mantenerlas en armonia con el hombre, considerado como ser proto- plasmatico. El hombre se diferencia de los demés animales por sus dimensiones, su cerebro y su capacidad de razonar y pensar. Por su capacidad intelectual ha dedicado mayores energias a subrayar su unicidad y las “diferencias” que lo distinguen de otras formas de vida. En proporcién, ha dedicado pocos esfuerzos a la comprensién de su correlacién con otras formas de vida. Es una premisa basica que todo lo que el hombre piensa o dice de si mismo es profunda- mente diferente de lo que él es. Cuando se considera la enfermedad como un trastomo en el sistema emocional del hombre, éste es visto como correlato de Ia naturaleza en su condicién de ser protoplasmati- co. Creo que el trastomo emocional es un fenémeno mucho més profundo de lo que hasta ahora se ha teorizado en la actual teoria psicolégica. Existen mecanismos emocionales que son autométicos como el reflejo, previsibles como la fuerza que mueve al girasol en direccién al sol. Opino que las fuerzas que regulan el funcionamien- to emocional del hombre estén ordenadas del mismo modo que lo 34 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO estan las que regulan los demas sistemas de la naturaleza. La dificul- tad para comprender el sistema se origina ms en el modo de razonar del hombre que niega su existencia, que en la complejidad del siste- ma. En la literatura hay mas discrepancias que consenso en cuanto a la definici6n y la relacién entre emocién y sentimiento. En el aspecto operativo, entiendo por sistema emocional algo profundo que esté en contacto con procesos celulares y soméaticos. Por sistema afectivo entiendo un puente que, por un lado, esta en contacto con partes del sistema emocional y por el otro, con las del sistema intelectivo. En mi experiencia clinica he establecido una clara distincién entre los sentimientos (que tienen que ver con la conciencia subjetiva) y las opiniones (que atafien a la Idgica y al razonamiento del sistema inte- lectivo). La frecuencia con que la gente dice: “Siento que...” cuando pretende decir: “Creo que...” es tanta que muchos usan ambas pala- bras como sinénimos. Cualquiera que sea la validez de las ideas, mas all4 del modo en que se eligen estos conceptos, aquéllas desem- pefian un rol predominante en la eleccién de esos conceptos. He tratado de usar una terminologia lo més simple y descriptiva posible. El esfuerzo de pensar en la familia como en un sistema funcional fluido y en cambio continuo se ha deteriorado por el empleo de conceptos estaticos y fijos, propios de gran parte de la terminologia psiquiatrica convencional. En los albores de las investi- gaciones sobre la familia, el uso acritico de términos psiquiatricos como “deprimido”, “histérico” o “coartado” interferia en una descripcién exhaustiva y exacta. En el grupo de investigaci6n, inten- tamos prohibir el uso del lenguaje psiquidtrico convencional y trata- mos de usar simples palabras descriptivas. Es dificil comunicarse con los colegas sin utilizar términos conocidos. Se trat6 de Ilenar este vacio evitando el uso de palabras conocidas. Durante los prime- Tos afios me dediqué a buscar la correlaci6n entre los conceptos centrados en la familia y la teorfa psicoanalitica, En los articulos y discursos profesionales el uso de algunos vocablos conocidos susci- taba serias discusiones con respecto a la definicién y el uso apropia- do de los términos. Cuando los debates excedian de los intercambios productivos de puntos de vista 0 terminaban en ciclicas diatribas inutiles, que consumian tiempo y energia, me decidia a describir el fenémeno de la familia con palabras que no desencadenaran discu- siones, para poder asi avanzar lo més posible en la investigacion, dejando en manos de las futuras generaciones Ia tarea de formar ADLIGAGION DE LA TEOMIA DE LA FAMILIA co conceptos “individuales” y “familiares”. Si bien el uso de la expres sién “psicoterapia de la familia” no es del todo adecuada, creo que 68 el compromiso més funcional entre teorfa y practica. La adopté en mis explicaciones para quienes participaban en los trabajos. LA TEORIA FAMILIAR El concepto fundamental de esta teoria es el de “masa indiferen- ciada del yo de Ja familia”. Se trata de una identidad emocional, aglutinada, que existe en cada nivel de intensidad, tanto en las fami- lias en las que es més evidente como en aquellas en las que es practi- camente imperceptible. La relacién simbidtica entre madre e hijo es un fragmento de una de las modalidades de relacién més intensas. El padre est4 igualmente comprometido con la madre y con el hijo, y lo mismo ocurre con los demas hijos, aunque con menores 0 diferentes niveles de compromiso. La nocién fundamental que a este punto se debe introducir es la de un proceso emocional que circula dentro de la masa del yo de la familia nuclear (madre, padre e hijos), con modbs precisos de respuesta emocional. El nivel de compromiso de cada miembro de la familia depende del grado de compromiso basico en la masa del yo familiar. La cantidad de personas implicadas depende de la intensidad del proceso y del estado funcional de las relaciones que en ese momento tenga el individuo con la “masa central”. En periodos de tensi6n, el proceso puede implicar a toda la familia nuclear, a una serie de miembros més periféricos de la fami- lia e incluso a los conocidos, a los representantes de instituciones sociales, hospitales, escuelas y tribunales. En periodos de calma, el proceso puede mantenerse relativamente dentro de una pequeiia parte de la familia, como sucede en las relaciones simbiéticas en las que el proceso emocional salta de madre a hijo y viceversa, mientras el padre permanece aislado de esta intensa unidad de dos. La expresién “masa indiferenciada del yo familiar” es mas prac- tica que precisa. Si queremos ser mds exactos, estas cinco palabras no son homogéneas, pero han demostrado ser las mas eficaces para definir el concepto y poder comunicarlo. Por lo demas, como estas cinco palabras representan cada una de ellas una parte esencial del concepto, han dado mayor espacio a la ampliacién teérica del concepto en sf. Clinicamente, los mejores ejemplos del sistema de 36 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUG relacién, en el seno de la masa indiferenciada del yo familiar, son sus versiones mas agudas, tales como la relacién simbiética o el fenémeno de la “folie 4 deux”. La proximidad emocional puede ser tan intensa que los componentes de la familia conocen reciprocamen- te sus sentimientos, pensamientos, fantasias y suefios. Las telacio- nes son ciclicas. Hay una fase de intimidad serena y agradable que provoca ansiedad y malestar con la incorporacién del si-mismo de uno al si-mismo del otro. Viene luego la fase del rechazo distante y hostil, durante la cual se puede decir, literalmente, que ambos se repelen uno al otro. En algunas familias, la relacién puede ser rotato- tia con intervalos frecuentes. En otras familias, el ciclo puede permanecer relativamente fijo largos periodos, como en la fase del rechazo hostil, durante la cual dos personas se pueden rechazar a lo largo de los afios y, quizds, toda la vida. En la fase del rechazo, uno de los miembros de la familia puede reproducir la fusién con otro miembro 0 con alguien ajeno al medio familiar, con igual compromi- so emocional. En el sistema emocional de la familia, las tensiones se desplazan en una serie ordenada de alianzas y rechazos. El tidngulo es la base de todo sistema emocional. En periodos de calma, dos componentes del tridngulo forman una alianza emocional placentera, mientras que el tercero, en su incémoda posicién de “extrafio”, trata de conquistarse el favor de uno de ellos o de efectuar un rechazo que puede ser programado para conquistarse el favor. En situaciones de tensi6n, el “extraio” ocupa una posicién privilegiada y los otros dos, ambos con un fuerte compromiso emocional, hardn, sin duda alguna, esfuerzos para involucrarlo en el conflicto. Si la tensién crece, una mayor cantidad de personas ajenas se ver4 envuelta, puesto que los circuitos emocionales se fijan en una serie de tridngu- los emocionales interdependientes. En las situaciones menos envol- ventes, el proceso se transforma en una sutil disponibilidad para responder emocionalmente, que puede ser equiparada a una reacci6n emocional en cadena. Es posible definir estos mecanismos en los estadios mas avanzados de la psicoterapia familiar, cuando se puede analizar el sistema emocional. Por ejemplo, una sonrisa de uno de Jos miembros de la familia puede dar principio a una accién-respues- ta de otro y, a su vez, suscitar el recuerdo de un suefio en un tercero, Jo que da pie a alguna salida ingeniosa de algun otro para cambiar de tema. En este planteamiento psicoterapéutico son tres los conceptos APLICAGION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA oF teGricos que se destacan. El primero se refiere al grado de “diferen~ ciacién” del si-mismo de una persona. Lo contrario de la diferencia- cion esta dado por el nivel de “no diferenciacién”, es decir de ‘fusién del yo”. Se ha intentado clasificar todos los niveles de funcionamiento humano en un tnico continuum. En un extremo de la escala se encuentra la intensidad maxima de la masa indiferenciada del yo familiar, donde predominan la “indiferenciaci6n” y la “fusion del yo”, con escasa “diferenciacién del si-mismo”. La relacién simbidtica y el fenémeno de la “folie 4 deux” son ejemplos de esta- dos clinicos de intensa fusién del yo. En el otro extremo de la escala predomina la “diferenciacién del si-mismo”, con escasa evidencia de la fusién del yo. Las personas que se encuentran en este extremo de la escala representan los niveles mds altos de funcionamiento huma- no. El segundo concepto es acertado para el sistema de relaciones dentro de la masa del yo de la familia nuclear y para las fuerzas emocionales externas que provienen del sistema emocional de la familia extensa y de los sistemas emocionales del ambiente laboral 0 de las relaciones sociales, los que influyen en el curso del proceso intrinseco de la masa del yo familiar. En este concepto es importante el “proceso de proyeccién de la familia”, mediante el cual los proble- mas de los padres se transmiten a los hijos. Las modalidades de este proceso han sido incorporadas a un tercer concepto que se refiere a la interdependencia multigeneracional de los campos emocionales y a la transmisién, hecha por los padres, de distintos grados de “madu- rez” y de “inmadurez” a través de varias generaciones. Por razones practicas, cabe aclarar que el término “masa del yo familiar” se refie- re a la familia nuclear que incluye padre, madre e hijos de la genera- cién actual y de las futuras. La expresién “familia extensa” se aplica a toda la red de parientes sobrevivientes, aun cuando en la acepcién corriente alude a un sistema de tres generaciones que abarca abuelos, padres e hijos. El término “campo emocional” se refiere al proceso en curso en cada una de estas dreas, consideradas en un momento concreto. Laescala de diferenciacién del st-mismo Es un intento de conceptualizar todo el modo de funcionamiento de la humanidad en un mismo continuum. En esta teorfa no existe un 38 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. concepto de “normalidad”. Mientras que ha sido relativamente facil definir los criterios de medicién de la “normalidad” en cada Area de funcionamiento fisico del hombre, las tentativas de establecer qué es Jo normal en el funcionamiento emocional han sido sumamente vagas. La medida que sirve de base para este sistema tedrico 0 para este perfil detallado de la “‘diferenciacién total del si-mismo”, equiva- lente a una madurez emocional completa, es el valor 100 en una escala que va de 0 a 100. El nivel més bajo del “no si-mismo” o el grado més alto de “no diferenciacién” se encuentra en el otro extre- mo de la escala. Mencionaremos ahora, de manera més amplia y general, las caracteristicas de las personas que se pueden colocar en los distintos niveles de la escala. En la parte més baja, que va de 0.a 25, se sittian las personas con un nivel profundo de “fusién del yo” y escasa “diferenciacién del si-mismo”. A menos que sean tan desa- fortunadas que hayan perdido del todo la capacidad de “sentir”, viven en un mundo de sentimientos. Son dependientes de los senti- mientos que los demés experimentan con respecto a ellas. Es tanta la energia que despliegan para mantener el sistema de telaciones a su alrededor (amar y ser amadas), o para reaccionar frente a la sensa~ cién de haber fracasado en su modo de recibir amor, 0 Para intentar mejorar, que no les queda ninguna energia para lo dems. No son capaces de diferenciar el sistema “afectivo” del “intelectivo”. Las decisiones més importantes de la vida las toman basdndose tinica- mente en lo que “sienten” que es justo 0, simplemente, tratando de estar mejor. En sus relaciones con los demés son incapaces de usar un “yo” diferenciado (yo soy — yo creo — yo haré — yo no haré). Su uso del término “yo” se limita a un narcisista: Quiero — me han herido — exijo mis derechos. Crecen como apéndices dependientes de Ia masa del yo familiar y en el curso de sus vidas buscan otros vinculos de dependencia que les den en préstamo la fuerza suficiente para funcionar. Algunas de ellas son capaces de mantener un sistema de vinculos dependientes que les permita funcionar sin sintomas durante toda la vida, Esto ultimo pueden hacerlo quienes se encuen- tran en la parte més alta de este grupo. A un “no si-mismo” que pueda complacer al superior se lo considera a menudo un mejor empleado que al que posee un “si-mismo”. Esta escala nada tiene que ver con las categorfas del diagnéstico. Este grupo de personas €s poco adaptable y cae con facilidad en desequilibrios emocionales, La disfuncién puede ser prolongada o permanente. El grupo incluye APLIGAGIGN BE LA TEGIAIA BE LA FAMILIA a 4 los que se adaptan a duras penas y a los que han fracasado en sus esfuerzos. En el extremo mas bajo de la escala estén los que no pueden vivir fuera de los muros de protecci6n de la institucién. Ahi estén los ‘“‘cuerpos muertos” de la sociedad, los que pertenecen al gmupo socioeconémico més bajo y también los que, pese a formar parte de grupos socioeconémicos mas altos, viven una intensa fusién del yo. Personalmente, colocaria al esquizofrénico grave en el nivel 10 0 por debajo, y a sus padres en un nivel no superior a 20. En psicoterapia familiar todavia no se ha visto a nadie alcanzar un nivel “basico” de diferenciacién del si-mismo mas elevado. Hay muchos que obtienen mejorias significativas del sintoma, pero cana- lizan su energia vital al logro de cierto grado de bienestar. Si obtie- nen este alivio y tienen un vinculo de dependencia que les pueda dar fuerzas y contrapartida, se dan por satisfechos con el resultado. En el segundo cuarto de Ia escala (de 25 a 50) se encuentran los que tienen una fusién del yo menos intensa y un si-mismo poco definido, 0 la capacidad potencial de diferenciar su si-mismo. Sélo se puede hacer afirmacién en términos generales porque la persona que esta en un nivel 30 posee muchas caracteristicas en comin con las que ocupan un lugar més bajo en la escala, mientras que las que se encuentran entre 40 y 50 tienen més caracteristicas en comtin con las que ocupan un puesto més alto. Esta escala permite describir a las personas “sensitivas”. Del nivel 50 para abajo el mundo sensitivo se hace més intenso, salvo para aquellos que estén en el nivel mas bajo de la escala, demasiado infelices para sentir. Un tipico sensitivo es el que responde emocionalmente a la armonia o la discrepancia que Jo rodea. Las sensaciones se pueden exaltar ante la alabanza o el consenso, 0 quedar aniquiladas por la critica. Una excesiva energia vital se emplea en “amar” o en recibir amor y aprobacién. Es poca la que resta para actividades autodeterminadas que apunten al logro de objetivos precisos. Las decisiones importantes de la vida se basan en lo que sienten como justo. El éxito en los negocios 0 el reconoci- miento profesional dependen mas del consenso de los superiores y del sistema de relacién que del valor intrinseco del trabajo. Las personas que pertenecen a este grupo tienen algiin conocimiento de opiniones y creencias provenientes del sistema intelectivo, pero su s{-mismo embrional est, por lo general, tan fusionado con la sensi- bilidad, que se expresa en forma de un autoritarismo dogmatico, de una complacencia de discipulo, o de una oposicién rebelde. Una 40 DE LA FAMILIA Al INBIVIDUG convicci6n se puede confundir tan facilmente con una sensacién que llega a convertirse en una “causa”. En el nivel inferior de este grupo Se encuentran algunos “no si-mismos” bastante tipicos. Son perso- nalidades cambiantes que al carecer de opiniones y convicciones Propias se adaptan con facilidad a la ideologia predominante. Habi- tualmente, se adaptan al sistema més complementario de su sistema emocional. Para no perturbar el sistema emocional se valen de la autoridad exterior para sostener su posicién en la vida. Pueden escu- darse en los valores culturales, la religion, la filosofia, la ley, los teglamentos, la ciencia, el médico y otras fuentes. En lugar de servirse del “yo creo” de las personas diferenciadas, pueden decir: “La ciencia demuestra...” y es factible utilizar la ciencia, la religién o la filosofia sacdndolas de su contexto para “demostrar” cualquier cosa. Es errado equiparar este sector de la escala a las categorias clinicas, pero las personas pertenecientes al segmento mas bajo de este sector, cuando estén en tensién, desarrollan temporalmente esta- dos psicéticos, problemas delictivos y otros sintomas de igual inten- sidad. Los que se encuentran en la parte superior de este sector desa- rrollan problemas neur6ticos. La mayor diferencia entre este sector y el més bajo consiste en que estas personas tienen la capacidad de diferenciar su sf-mismo. He visto algunas familias de nivel 25-30 que han legado a niveles discretamente altos de diferenciacién, Se trata de una situacién de posibilidad, pero de baja probabilidad. La mayor parte de ellas pierden la motivacién cuando recuperan el equi- librio emocional y los sintomas desaparecen. La probabilidad de diferenciacién es mucho més elevada en el nivel 35-50. Las personas situadas entre los niveles 50 y 75 de la escala alcanzan un mayor grado de diferenciacién y un nivel mucho més bajo de fusién del yo. Quienes Pertenecen a este sector tienen, por consiguiente, opiniones bastante bien definidas con respecto a temas fundamentales, pero la presién para inclinarse al conformismo es grande y cuando estan sometidas a tension pueden Ilegar a un acuer- do de principio y tomar decisiones emocionales, antes que arriesgar- se a desagradar a los demas por mantener sus propias convicciones. A menudo permanecen en silencio y evitan hacer afirmaciones que puedan enemistarlos con los demas y amenazar su equilibrio emocional. Las personas de este grupo tienen més energia para las acciones que persiguen un objetivo y menos energia para conservar en equilibrio el sistema emocional. Sometidas a tensién pueden ADLIGAGION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA “ desarrollar sintomas emocionales 0 fisicos mas bien graves, pero los sintomas son intermitentes y se solucionan con mas rapidez. Las personas del tiltimo cuarto de la escala (de 75 a 100) son aquellas que nunca tuve ocasién de ver en mi experiencia clinica y que raramente se encuentran entre’las relaciones sociales 0 profesio- nales. Si se toma la escala en su totalidad es imposible encontrar todas las caracteristicas que asigno al nivel 100. Consideraré como ejemplares de este grupo a todas las personas incluidas en la franja 85-95, que poseen la mayor parte de las caracteristicas de una perso- na “diferenciada”, Siguen sus principios y logran los objetivos fija- dos por ellos; tienen muchas cualidades “orientadas al si-mismo”. Desde la infancia se han ido diferenciando de sus padres en el proce- so de desarrollo. Estén siempre seguras de sus opiniones y convic- ciones, pero nunca son dogmaticas ni rigidas en su modo de pensar. Saben escuchar y apreciar los puntos de vista de los demés y liberar- se de viejas creencias para abrazar otras nuevas. Emocionalmente, tienen bastante seguridad para funcionar sin dejarse influir ni por las alabanzas ni por las eriticas que se les hacen. Son capaces de respe- tar al si-mismo y la identidad de los demés sin llegar a ser criticas y sin comprometerse emocionalmente para tratar de modificar el modo en que viven los otros. Asumen una total responsabilidad de si mismas y de sus acciones frente a la familia y la sociedad. Son verdaderamente conscientes de su diferencia respecto de los demas. Gracias a su capacidad de mantener para si su funcionamiento emocional, son libres de moverse en cualquier sistema de relacién y empefiarse en toda la gama de relaciones intensas sin necesidad de dominar al mds débil 0 perjudicar su funcionamiento. En este tipo de relacién el otro no se siente “usado”. Se casan con personas con igual nivel de diferenciacién. Como cada una tiene un si-mismo bien definido no hay problemas ni dudas en cuanto a la propia identidad masculina o femenina. Respetan el si-mismo y la identidad del otro. Pueden mantener un si-mismo bien definido y al mismo tiempo mantener una intensa relacién emocional. Son libres de dar flexibili- dad a los limites del yo por el placer de compartir “los si-mismos en la relaci6n sexual 0 en otras experiencias emotivas, sin reservas y con la plena certidumbre de poderse desligar de este tipo de fusién emocional para seguir el camino elegido independientemente. Estas breves caracterizaciones de amplios segmentos de la escala pretenden dar una visién de conjunto del sistema teérico que concibe 42 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO todo el modo humano de funcionar en un mismo continuum. La escala se refiere a los niveles bdsicos de la diferenciacién. Otro aspecto importante se relaciona con los niveles funcionales de la diferenciacion; ese aspecto es tan acentuado en la escala que vuelve confuso el concepto de niveles basicos. Cuanto més intenso es el grado de fusién del yo, mas aumenta el “dar en préstamo” o el “tomar en préstamo”, el “dar” y el “compartir” el si-mismo dentro de la masa del yo familiar. Cuanto mayores sean los desplazamientos de “fuerza” dentro de la masa del yo, mds marcadas seran probable- mente las discrepancias en los niveles funcionales del si-mismo. Son sorprendentes los desplazamientos breves y ocasionales. Uno de los ejemplos mas ajustados es el de un esquizofrénico regresivo que vuelve a encontrar un funcionamiento adecuado cuando los padres estén enfermos, para recaer en la enfermedad s6lo cuando ellos se han curado. Otros desplazamientos son tan rigidos que la gente se admira de que un cényuge tan fuerte se haya casado con otro tan débil. Es asombroso el caso del marido sumamente idéneo que puede funcionar bien en el trabajo (quiz4 con un nivel 55 de ener- gia), teniendo una mujer que sufre de fobias, de artritis y que bebe €n exceso, con un nivel de funcionamiento 15. En esta situacién el nivel basico es de 35. En la segunda mitad de la escala aparecen fluctuaciones, pero menos acentuadas y es més facil evaluar los niveles basicos. En este sector las personas casi no manifiestan desplazamiento funcional. Otras caracteristicas son aplicables a toda la escala. Cuanto més abajo est4 una persona en la escala, mds se aferra a dogmas religiosos, valores culturales, supersticiones y opiniones ya superadas y menos capaz es de quitarse de encima esas ideas, rigurosamente preservadas. Cuanto mds se convierten en un asunto de estado el rechazo, la falta de amor y la injusticia, mds exigen recompensas por las heridas sufridas. Estos sujetos creen que los demds son siempre responsables de su si-mismo y de su felicidad. En esta franja de la escala las fusiones del yo son més intensas, y los mecanismos de distancia emocional, aislamiento, conflicto, violencia y enfermedad fisica que se ponen en marcha para controlar la emocin de una “excesiva intimidad” son extremos porque la incidencia del contacto con el intrapsiquico del otro es mas profunda en el nivel de fusién del yo. Mayor es también la posibili- dad de que esas personas sepan intuitivamente lo que las otras pien- san o sienten. En sintesis, cuanto mds abajo en la escala se encuentra _ APLICACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 48 un individuo, mds inadecuadas son sus comunicaciones significatl: vas. El sistema relacional en la masa del yo de la familia nuclear E] ejemplo de un matrimonio entre personas que se encuentran en el nivel 30-35 podrd ilustrar algunos conceptos de este sistema tedrico. De nifios, ambos cényuges fueron emocionalmente depen- dientes de los padres. Tras la adolescencia, en la tentativa de funcio- nar aut6nomamente, negaron su propia dependencia, aun queddndo- se en la casa de los padres, o se valieron de la separacién y la distancia fisica para legar a independizarse. Ambos pueden funcio- nar bastante bien, siempre que mantengan relaciones intermitentes 0 a distancia. Son vulnerables a la intensidad de una profunda relacién emocional. La desean, pero ambos le tienen “alergia”. Uno y otro creen que el matrimonio duplica las caracteristicas esenciales de la masa originaria del yo. Se funden en una “nueva masa del yo fami- liar”, anulando los limites del yo e incorporando los dos “seudos si- mismos” a un si-mismo comin. Al tratar con el otro, cada uno de ellos se sirve de mecanismos utilizados antes en su respectiva familia de origen. Por ejemplo, el que esté habituado a escapar de su familia de origen hard lo mismo en su matrimonio. El mecanismo mas usado consiste en mantener una suficiente distancia emocional para que cada uno pueda funcionar en un nivel razonable de “pseudo si- mismo”. El futuro de esta nueva masa del yo familiar dependera de tuna serie de mecanismos que operan dentro de ella y también fuera de ella en sus relaciones con el sistema de la familia extensa. En la masa del yo familiar, los cényuges emplean, sobre todo, tres mecanismos para controlar la intensidad de la fusidn del yo: 1): El conflicto conyugal, en el cual cada uno lucha por dividir en partes iguales el si-mismo comtin y ninguno cede ante el otro. 2) La disfuncién de un cényuge. Es habitual que a un breve periodo de conflicto siga la rendicién remisa de uno de los cényuges con el fin de suavizar el problema. Ambos cényuges se perciben como “‘si-mismos capaces de ceder”, pero s6lo uno de ellos lo hace més a menudo. En otros casos, uno de los dos se ofrece como el “a DF LA FAMILIA Al INDIVIDUG no. si-mismo” que hace las veces de soporte del otro, del que pasa a ser dependiente, En este mecanismo, el cényuge que “pierde su si- mismo” puede empezar a funcionar en niveles tan bajos, que se Convierte en un candidato a la enfermedad fisica, emocional o social. Hay matrimonios en Jos que durante varios afios un cényuge funcio- na bien y el otro es un enfermo crénico. 3) La transmisién del problema a uno o més hijos. Es uno de los mecanismos ma: is mas comunes para tratar con los problemas de la masa del yo familiar. : * En algunas familias los problemas de la masa del yo estén rela- ivamente contenidos en una de las tres dreas. Encontramos las que Senen graves conflictos Conyugales, pero no perjudican al otro conyuge ni transmiten el conflicto a los hijos. Hay otras sin conflic- ‘0 conyugal —o disfuncién de un cényuge— en las que todo el Peso de los problemas matrimoniales se transfiere a un hijo. En este ss los sintomas significativos pueden no aparecer hasta después la adolescencia, cuando el hijo cae en una disfuncisn psicotica 0 Fe otra de igual gravedad. No obstante, en la mayor parte de las ‘amilias el problema se extender a las tres Areas. Las pocas fami- lias en las que el problema se mantiene dentro de una sola 4rea son importantes desde el punto de vista tedrico. El hecho de que haya familias con intensos conflictos conyugales en las que no resulta Pecicado ninguno de los hijos demuestra que el conflicto entre Mes cOnyuges, de por si, no causa problemas en los hijos. El hecho le que en matrimonios serenos y bien avenidos se pueda provocar un grave daito a los hijos es otra prueba de que ese dafio se puede Producir Sin que haya conflicto entre los padres. La dificultad de una relacion cConyugal se puede evaluar cuantitativamente. El siste- ma acttia como si hubiese cierta dosis de inmadurez que debe ser absorbida. Esta inmadurez puede estar “ligada”, en gran parte, a una grave disfuncién de un miembro de la familia. Un padre, enfer- ao cronico, puede llegar a ser una “proteccién” contra dafios serios para los hijos. En el area de la transmisi6n a los hijos, el proceso de proteccién de la familia se concentra en uno de los hijos y deja rela- ements desvinculados a los demas. Hay familias en donde es conf ee que simulténeamente se producen un grave pute ‘onyugal, una disfuncién seria en uno de los cOnyuges, Profundo compromiso de los hijos y un conflicto con las fami- See. ell — APLIQAGION DF LA TEGRIA BE LA FAMILIA = lias de origen, y queda todavia una dosis de “inmadurez” que se puede extender libremente. Los mecanismos que actian fuera de la masa del yo de la familia nuclear son importantes para determinar el curso y la intensidad del proceso dentro de la familia nuclear. Cuando el grado de fusién del yo es significativo, sc toma también en préstamo y se intercambia fuerza del yo entre la familia nuclear y la familia de origen. En perfo- dos de tensién, la familia nuclear se puede estabilizar mediante el contacto emocional con la familia de origen, pero también puede ser perturbada por tensiones existentes en esta tiltima. Por lo general, en la familia nuclear, los contactos activos con las familias de origen pueden atenuar la intensidad del proceso. El ejemplo que sigue puede ilustrar una modalidad sorprendente. El padre se habia separa- do de la familia de origen cuando habia marchado para realizar sus estudios en el college. No se habian producido més contactos, con excepcién de raras y breves visitas, cartas ocasionales y tarjetas de Navidad. Se cas6 con una mujer que mantenja contactos habituales con su familia (un frecuente intercambio epistolar o de regalos, reuniones familiares periédicas y visitas a los miembros del clan residentes en otros lugares). Cinco o seis hermanos del padre adop- taron su misma modalidad para separarse de la familia de origen. La madre tenia cuatro hermanos, casados todos con personas que esta- ban dentro de la 6rbita emocional de la familia. Esta modalidad es tan frecuente que he definido a estas familias como explosivas y cohesivas respectivamente. El cényuge que se separa de la familia de origen no resuelve su apego emocional. El antiguo ligamen perma- nece “latente” y se puede revivir a través del contacto. Por medio de Ja relacién “activa” con la familia cohesiva, el sistema nuclear se vuelve reactivo frente a hechos emocionales en la familia cohesiva. Hay otras familias nucleares en donde ambos cényuges se alejan de las familias de origen. En este tipo de familias, es habitual que los cényuges sean mas dependientes uno del otro y el proceso emocio- nal tiende a ser m4s intenso en la familia. La familia media, en la que ambos cényuges estén separados emocionalmente de las. familias de origen, tiende a implicarse més en los sistemas emocionales del medio laboral y en situaciones sociales. Ejemplo de ello es la gran dependencia emocional del padre con respecto a su superior directo en el empleo. En las semanas que siguieron a la muerte repentina del superior, el hijo adolescente manifest6 serios trastornos de conduc- 46 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO ta, Una breve psicoterapia de la familia, hecha tinicamente con el padre, restableci6 el equilibrio de Ja familia hasta tal punto que los padres pudieron trabajar juntos y de modo productivo para resolver su interdependencia. El conocimiento de los modelos relacionales del sistema familiar extenso es importante para comprender el problema en su totalidad y para elaborar un plan de psicoterapia familiar. El proceso de transmisin multigeneracional En este sistema tedrico, uno de los conceptos fundamentales es el modelo generacional que predomina y se transmite con distintos niveles de inmadurez de padre a hijo. En la mayorfa de las familias, Jos padres transmiten parte de su inmadurez,a uno 0 més hijos. Para ilustrar este modelo generacional en su forma més esquemiatica, empezaré por los padres con un nivel medio de diferenciacion y daré Por cierto que en cada generaci6n los padres proyectan gran parte de su inmadurez,en un tinico hijo, creando asi un grave deterioro en un hijo de cada generacién. Admitiré asimismo la evidencia de que en cada generacién hay un hijo que crece relativamente ajeno a los Tequerimientos y a las presiones emocionales de la masa del yo fami- liar y alcanza en esa situacién el nivel més alto posible de diferencia- cién. Sustancialmente, seria imposible que este modelo se reprodu- Jera sin variantes de generacién en generacién, pero la siguiente hipétesis sirve para ilustrarlo. El ejemplo parte de la base de padres con un nivel 50 en la escala. Tienen tres hijos. El mas comprometido est situado en el nivel 35 de la escala, bastante por debajo del nivel basico de los padres y en un nivel ligeramente excesivo de deterioro tratandose de una sola generaci6n. Ouro hijo alcanza el nivel 50, el mismo de los padres. El tercero crece bastante apartado de los problemas de la masa del yo familiar y llega al nivel 60, mucho mas alto que el de los padres. Si tomamos en consideracién al hijo con nivel 35, que se casa con una mujer que esta dentro de la gama del nivel 35, las caracteristicas de la personalidad en este matrimonio variarén en funcién del modo en que la masa del yo familiar esté en condiciones de afrontar los problemas. En una familia con el maxi- mo de proyeccién, el matrimonio seré tranquilo y se Ppreocuparé casi exclusivamente por la salud, el bienestar y los éxitos del hijo mas APLIGAGION DE LA THORIA DP LA FAMILIA A comprometido, que podré alcanyar el nivel 20, La pareja podria tener otro hijo que se desarrolle fuera de li masa del yo familiar, en un nivel 45, mucho més alto que él de los padres. Tener dos hijos, uno con un nivel 20 y otro con un nivel 45, es poco probable. El hijo con nivel 20 se encuentra ya et una zona de deterioro, vulnerable a toda la escala de problemas humanos. En la infancia, podria ser un excelente alumno en la escuela, y en la postadolescencia podria sufrir un choque emocional. Con mucha ayuda, podré terminar la escuela y vivir algunos afios sin ningiin fin preciso y por Ultimo, casarse con una mujer cuya “necesidad” de tener una pareja sea tan grande como la suya. En este nivel de fusién, los problemas son tantos que es imposible circunscribirlos a un nico sector. La pareja tendrd una infinidad de problemas conyugales, de salud 0 de orden social; el conflicto sera demasiado complejo para proyectarse tinica- mente en un hijo. Puede tener un hijo con nivel 10, otro con nivel 15 y otro que crece fuera de la masa familiar con un nivel 30, muy superior al de los padres. Los hijos con nivel 10 y 15 estdn expues- tos a una total destrucci6n funcional hasta llegar a situaciones como Ja esquizofrenia o la conducta criminal. Esto ilustra nuestra afirma- cién precedente, segun la cual se necesitan por lo menos tres genera- ciones para que una persona adquiera el nivel de “no si-mismo”, que culminard en la esquizofrenia. En la situacién intermedia, la inmadu- rez progresar4 mucho més lentamente. Ademés, en cada generacién hay hijos que progresan en la escala. En la familia media, ese progreso es mucho més lento que en el caso aqui ejemplificado. Hacemos notar que las cifras de los niveles de la escala utiliza- dos en los ejemplos anteriores pretenden ilustrar los principios gene- rales del sistema teérico. El] cambio de nivel funcional en la mitad inferior de Ja escala es tan sensible a una cantidad de factores que cambian de hora en hora, de semana en semana, a lo largo de los afios buenos y malos, que sélo es posible establecer niveles aproxi- mados si se conocen las variables especificas que han actuado durante un determinado perfodo de tiempo en una familia. En la situacién clinica, el nivel general y el modelo son importantisimos. En la concepcién multigeneracional, los niveles son estrictamente esquemiéaticos y sdlo se utilizan con fines ilustrativos. Los postula- dos de esta concepcién proceden de un material histérico que incluye tres 0 cuatro generaciones (alrededor de 100 familias) y diez 0 mas generaciones (ocho familias). 48 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. : Existe también otra concepcién teérica, que he amalgamado con mi teoria y aplicado a todas las familias que se hacen psicoterapia. Se trata de los perfiles de la personalidad de las distintas posiciones que ocupan los hermanos, presentadas por Toman en su libro Family Constellation9. Creo que este libro es una de las contribucio- nes recientes mAs significativas para el conocimiento de la familia. El autor expone la tesis de que las caracteristicas de la personalidad estan determinadas Por las posiciones de los hermanos y por la constelacién familiar en Ja que han crecido. A mi juicio, estos perfi- les de personalidad son sumamente exactos, sobre todo en lo que se refiere a aquellas personas que se encuentran en la mitad de mi escala de diferenciacién del st-mismo. Toman realiz6 sus estudios en familias “normales” y no intent6 siquiera tomar en cuenta otras variables, Tampoco consideré las alteraciones de personalidad en un nifio que era objeto del proceso de proyeccién de la familia. Un ejemplo de tergiversacién viene dado por una familia con dos hijas. La mayor, mas implicada en el sistema emocional de la familia, tenfa Jas caracteristicas de una “nifia” de menos edad que la suya. La menor, menos implicada en el sistema emocional de los padres, habia asumido las caracteristicas de hija mayor. En general, estos perfiles tienen una mezcla de caracteristicas adultas e infantiles. Cuanto mais alto en la escala se encuentra una persona, més predo- minan en ella las cualidades adultas y viceversa. APLICACION CLINICA DE LA PSICOTERAPIA FAMILIAR = Espero que estos conceptos tedricos ayuden al lector a pensar en términos de sistemas familiares, més que en categorias de diagndsti- cos y en dindmicas individuales. Cada punto de la teoria es aplicable a la valoracién critica y a la psicoterapia familiar. Tendremos en cuenta entonces: 1) la valoraci6n de los campos familiares; 2) el Proceso de diferenciacién del si-mismo en psicoterapia; 3) los principios y las técnicas empleados. 9 Springer Publishing Co., Nueva York, 1961. APLICACION DE LA TLONIA DIE LA PAMILIA 40 Reconocimiento de los campos familiares Se utiliza este término para designar un proceso de “valoracién” de Ja familia utilizado por mi en la primera entrevista. Este proceso tiende a obtener un cimulo de informaciones facticas en muy poco tiempo. Las informaciones se emplean simulténeamente a la teoria familiar con el objeto de formular cudles son los modelos generales del funcionamiento de la masa del yo familiar durante dos generacio- nes como minimo. La formulacién sirve para establecer un plan de psicoterapia. Al principio se requieren muchas horas para obtener esas informaciones. Con la experiencia y con una minuciosa estruc- turacién de la entrevista, y siempre que la familia no manifieste problemas especialmente complicados, en una hora se puede efec- tuar un reconocimiento suficiente para planificar la terapia. Este proceso difiere del tipo de evaluacién en la que el terapeuta puede pasar varias horas en presencia de todos los componentes de 1a fami- lia para observar el modo en que actian todos los miembros en el sistema relacional. Para los cursos de formaci6n de los jévenes tera- peutas es esencial inculcarles que se requiere una gran experiencia en la observacién de la conducta de varios miembros de la familia juntos. No es posible conocer a una familia sin una observacién clinica directa y no es aconsejable trabajar sdlo con algunos segmen- tos de la familia sin haber adquirido antes un conocimiento eficaz del conjunto. Cuando se trata de una familia media, la primera sesién tiene lugar con asistencia de ambos padres, quienes, por lo general, proporcionan més informaciones estando juntos. Ademés, esto nos permite tener un cuadro més eficaz de la relacién conyugal. Si surgen pruebas de la posible interferencia de la desavenencia conyu- gal en la recopilaci6n de datos, le pido que asista a la préxima sesién al padre que mejor conoce los problemas familiares. Pueden salir a la luz interesantes revelaciones. La mayoria de las familias busca ayuda cuando aparecen disfunciones en una o mas de las tres zonas de tensién del sistema nuclear: 1) conflicto conyugal; 2) disfuncién de uno de los cényugés; 3) disfuncién de un hijo. Para ejemplificar esta valoracién, citaré el caso de una familia que me fue enviada por un problema de conducta de un hijo adolescente. Para el reconocimiento de los campos familiares, quiero saber ante todo cémo funciona el campo de la familia nuclear, y luego, de qué manera se injerta en el campo nuclear el modo de funcionar de la 50 DE LA FAMILIA AL INDIVIUO familia extensa. Un buen punto de partida es la revision cronolégica del desarrollo del sintoma en el nifio, acompafiada de fechas precisas y de las circunstancias en que cada sintoma se ha manifestado. Muchas de las manifestaciones sintomaticas pueden haber estado ligadas, en su momento, a otros hechos ocurridos, tanto en la fami- lia nuclear como en la extensa, Los padres pueden contar que el chico “hizo novillos” cuando estaba en tercer curso de la escuela media, pero seria posible tener mas informaciones acerca del sistema familiar si se tuviese conocimiento de que eso sucedié el dia en que la abuela fue internada en el hospital para verificar si realmente tenia cancer. Seria titil también saber cudles eran, ese dia, los sentimientos y fantasias de los demas componentes de la familia. El segundo campo de investigaci6n se refiere al funcionamiento del yo familiar después del matrimonio. Esta unidad emocional tiene un sistema propio de dindmicas intemas, que cambia con el paso de los afios. El sistema interno tesponde también a los campos emocio- nales de las familias extensas y a las tensiones causadas por la vida teal. El objetivo es obtener una vision cronolégica y esquematica del sistema intemo cuando actia y reacciona por estimulo de fuerzas externas. Esto se podria equiparar a dos campos magnéticos en cambio constante, que se influyen reciprocamente. El modo de funcionar interno sufre la influencia de hechos como la intimidad 0 la distancia, el contacto emocional con las familias extensas, los cambios de residencia, la adquisicién de una vivienda, los éxitos 0 los fracasos profesionales. Los hechos que més influyen en ambos campos emocionales son los nacimientos dentro de la masa del yo familiar, las enfermedades raves y las muertes en la familia exten- sa. El funcionamiento del yo familiar se puede evaluar formulando algunas preguntas con Tespecto a las zonas de tensién 0 a los conflictos conyugales, enfermedades u otras disfunciones y con Tespecto a la proyeccién que todo esto tiene en el nifio. Un cambio en la sintomatologia de la tensién puede estar ligado a dindmicas intemas 0 a factores externos, Son importantes las fechas en que se producen los cambios. El Paso de una relacién apacible a una conflictiva podria ser explicado asi por la mujer: “fue el Periodo en que comencé a rebelarme ante él”, cuando en realidad ocurrié exacta- mente cuando hubo un problema en la familia extensa. Importantes cambios de la masa del yo acompaiian al nacimiento de los hijos. El nacimiento del primer hijo cambia el sistema familiar APUIGAGION BE LA TEORIA DE LA FAMILIA a de una relaci6n entre dos a una relacién entre tres. Cuando se titi ce un acontecimiento tan importante, seria deseable una definicién de todo el sistema familiar —incluyendo el lugar, fecha y edad de ge persona que viva en la misma casa— y del modo de ee ; cada una de ellas, como también una verificaci6n de la realidad de la familia extensa. De ser posible, es deseable, ademés, poder ini tar los sistemas afectivo-fantasticos de los distintos componentes ‘A la familia en momentos de tensién. Con frecuencia resulta facil examinar el proceso de proyeccién de la familia formulando Pee tas acerca del sistema fantastico de la madre antes y después el nacimiento del hijo. Si el proceso de proyecciGn es significativo, Be preocupaciones y atenciones se han centrado en el hijo desde Es gestacién, su relacién con él ha sido “diferente’ porque desde mucho tiempo atrés le ha provocado ansiedad, y ella se mee impaciente cuando habla de ese tema. Un largo e intenso ited F proyeccién pone de manifiesto un problema grave y profundo con fe hijo. Un proceso de proyeccién iniciado poco tiempo aie ls mejor después de la muerte de un miembro importante de a a lia, es mucho menos serio y puede ser tratado con mayor faci ai en una psicoterapia. El proceso proyectivo que en general se establece entre madre e hijo cambia el funcionamiento interno del ae Esta gran energia psiquica que la madre comunica al hijo cambi : a sistema de energia psiquica de la familia. Puede servir para ee i conflicto conyugal, pero también puede trastomar al marido a punto de hacerle pasar més horas en su lugar de trabajo, 0 bebiendo, o con la amante, 0 con sus padres a los que, coe se acercaré més. Esta indagacién se repite cuando se examina la fase inicial de los sintomas del hijo, durante la cual salen ala luz, Puntos esenciales que corresponden a fechas y hechos criticos en Ja relaci6n con la familia. La indagacién da un cuadro de los niveles cere de funcionamiento, de respuesta a la tensién yi de demostracién SA flexibilidad 0 rigidez de todo el sistema. Indica también cual e los dos cényuges es el mas adaptable. Por lo general, se ce de! ar pasivo, que, ademés, se muestra dispuesto a ceder en un pl aa n superficial de control. Esto involucra a todo el sistema fant istico, emocional y operativo. El cényuge que manifiesta sintomas a en respuesta a las emociones se encuentra en un estado profundo i6n “célula a célula”. aia zona de investigacién la constituyen los campos de 62 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO las dos familias extensas, en el orden elegido por el ter: investigacién es similar a la de la familia cee Difiere ea ee ra por el hecho de centrarse en modelos més globales y generales, Son importantes las fechas exactas, las edades y los lugares. El trabajo del abuelo, la observacién de la salud de cada cOnyuge y de su relaci6n se cuentan entre las informaciones clave para definir la masa del yo de la familia. Los datos sobre cada uno de los hermanos incluyen el orden y la fecha de nacimiento, la clase de trabajo, el lugar de residencia, algunas noticias sobre su compafiero y sobre sus hijos y un perfil de su estilo de vida, asi como la frecuencia y el tipo de contacto con los demas miembros de la familia. Estas breves informaciones, que se pueden obtener en no més de cinco o diez minutos, permiten reunir nociones operativas bastante minuciosas Con respecto a la masa del yo familiar y al modo en que los padres nucleares han funcionado dentro del grupo. Es comin que los hermanos que funcionan bien estén menos comprometidos con el sistema emocional de la familia. En cambio, los mas comprometidos alcanzan un menor desarrollo individual. La indiferencia con respec- toa los otros miembros de la familia y la calidad de los contactos emocionales con ellos indican el modo en que una persona encara todas las telaciones emocionales y sefiala también si esta modalidad tiende a la familia que “explota” o a la “cohesiva”. Un alto porcentaje de enfermedades psiquicas se encuentra a menudo en aquellos que tienen bajos niveles de diferenciacién del si-mismo. La Posicién de los hermanos es uno de los fragmentos de informacién mas impor- tantes. Esto, junto con el nivel general del funcionamiento familiar, Permite postular un perfil de la personalidad bastante exacto, que on que verificar luego. En general, el estilo de vida que se ha levado en la familia de origen estard presente, tanto en la familia ee como en el curso de la psicoterapia familiar, _ Las averiguaciones con respecto a los “campos” ili siguen también el mismo modelo cuando se trata i caput problemas. Algunas 4reas de investigacién requieren un examen detallado. Siempre conviene remontarse lo més posible en las gene- raciones. El objetivo general es seguir a toda la familia a lo largo del “empo, concentréndose en los hechos conectados con los campos interdependientes. Cuanto mas bajo es el nivel de diferen- ciacién de una familia, mayor es la intensidad y la frecuencia de hechos coligados. Un factor comin y secundario de la investiga- APLICAGION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 68 cién del campo familiar es la inicial conciencia intelectual de la familia frente a la coincidencia de los hechos en si. El sistema emocional de la familia acttia siempre para oscurecer y confundir el recuerdo y hacer que esos hechos sean tratados como si fueran casuales, La familia puede responder al esfuerzo de definir fechas precisas de la siguiente manera: “Eso ocurrié cuando tenia alrededor de... 11 6 12 afios” y “Es probable que estuviera en quinto grado de la escuela primaria” o “Hace aproximadamente cinco 0 seis afios”. Para lograr la informacion especifica hay que discutirla constantemente y hacer célculos matematicos. El caso de una fami- lia en tratamiento psicoterapéutico ilustra el proceso de oscureci- miento del recuerdo. Diez dias después de que, la madre regresase del funeral de su madre, la hija se enfermé de nefritis. Unas sema- nas ms tarde, la madre insistia en que la enfermedad de Ja hija era anterior a la muerte de la abuela. Los recuerdos del marido y mis notas eran correctas. Nunca he tenido tendencia a elaborar la hip6- tesis de una causalidad y me he limitado a observar que esos hechos se presentan con una secuencia temporal realmente impresionante. Creo que esto obedece al hecho de que los hombres niegan la dependencia de su projimo. Evito las libres especulaciones dindmi- cas y transcribo las explicaciones de la familia anotando: “el miem- bro de la familia ha dicho...”. De este modo, evito también servir- me de la coincidencia de los hechos al comienzo de una psicoterapia. Cuando en el pasado, después de la primera entrevista con las familias, he caido en la tentacién de mostrarles esa coinci- dencia, algunas de ellas encontraron el pretexto para no volver més. Mi objetivo es seguir formulando preguntas y haciendo “hablar” al calendario cuando los demés son capaces de “escuchar”. El reconocimiento del campo familiar sirve principalmente al terapeuta para conocer a la familia y su funcionamiento. Le sirve también para elaborar un plan terapéutico. Si el desarrollo de los sintomas es lento en la familia nuclear, es probable que sean el producto de una lenta construccién en Ja familia. Cuando los sinto- mas se desarrollan mds répidamente, la situacién merece una atenta investigacién de los trastornos en la familia extensa. Si se trata de una respuesta a la familia extensa, se puede considerar que la situa- cién es “aguda” y resulta bastante facil restablecer el funcionamiento de la familia. El ejemplo siguiente se refiere a multiples problemas agudos que siguen a un trastorno en la familia extensa. Una mujer 54 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. de cuarenta afios me fue enviada a causa de una depresién, para la cual se le habia aconsejado que fuera intemada. Su marido pertene. cia a una familia “cohesiva” de seis hermanos, que vivian todos cerca de los padres. Dos meses antes, la madre, de 65 anos, suftié la extirpacién total de uno de los senos por cdncer. Dos semanas después de la operacién, una de las hermanas del marido tuyo un choque automovilistco, por lo que se vio obligada a permanecer en el hospital algunos meses. Seis semanas después de la operacién, el hijo de uno de los hermanos del padre fue detenido por una serie de delitos, el primero de los cuales habia tenido lugar dos semanas después de la intervencién. Para la primera sesi6n se cité tnicamente ala mujer deprimida y Iuego marido y mujer fueron entrevistados juntos. Unas pocas horas dedicadas a indagar las emociones de este ultima aliviaron répidamente su depresién y sirvieron para planificar una psicoterapia a largo plazo para ambos cOnyuges, El proceso de diferenciacién del st-mismo El esfuerzo basico de este sistema terapéutico consiste en ayudar a cada uno de los componentes de la familia a alcanzar un nivel més alto de diferenciaci6n del si-mismo. Un sistema emocio- nal funciona por medio de una estabilidad cuidadosamente equili- brada en a que cada individuo dedica determinada cantidad de su ser y de su si-mismo al bienestar de los demds. En un estado de desequilibrio, el sistema familiar actéa automéaticamente para resta- blecer el anterior equilibrio del todo, aun cuando se deba sacrificar a alguien. Cuando un individuo se mueve hacia un nivel mds alto de la diferenciaci6n del si-mismo, perturba el equilibrio del todo, con la oposicién enérgica de las fuerzas del grupo. En sistemas emocig. nales més amplios, un individuo puede buscar un aliado o un grupo que lo ayude a oponerse a las fuerzas del sistema. pero esto sdlo le Servira para formar una nueva unién indiferenciada con los aliados (incluso con un bando o un grupo minoritario dentro del sistema mas general), de la que le resulta més. dificil diferenciarse que de la union originaria. Todo esfuerzo efectivo para lograr la diferencia- cin se debe hacer tinicamente en direccién al individuo, A conti- nuacién describiré algunas de las fuerzas que se oponen a la “dife- renciaci6n del si-mismo”. Si, pese a la oposicion, el individuo APLICAGION DF LA TEORIA DE LA FAMILIA 68 consigue mantener su propia posicién “diferenciada”, mas tarde la familia lo apreciara. En este sistema tedrico, uno de los conceptos importantes se tefiere a los “tridngulos”. No ha sido incluido en los otros conceptos porque interesa més a la terapia que a la teoria basica. El “triéngulo” es la base de la estructura de todo sistema emocional. Cuando la tensién emocional de un sistema formado por dos personas supera un nivel dado, “triangula” a una tercera persona, permitiendo que la tensién se desplace dentro del triéngulo. Toda pareja de personas en el tridngulo originario puede formar un nuevo tridngulo que se agre- gard a los dems. Un sistema emocional esta formado por una serie de triéngulos independientes. El sistema de tensién se puede despla- zat a uno cualquiera de los viejos circuitos preestablecidos. Se ha probado clinicamente que el sistema de tensién originario, compues- to por dos personas, se resolverd automaticamente cuando esté contenido en un sistema de tres, en el cual uno de ellos permanece emocionalmente distante. Este aspecto sera discutido cuando se hable de “destriangular el tridngulo”. La experiencia con este sistema terapéutico indica que son dos los caminos para promover un nivel més alto de diferenciacién del si-mismo. 1) Lo 6ptimo es la diferenciacién del si-mismo de cada cényuge con respecto al otro, como esfuerzo de cooperacién hecho en presencia de un “triéngulo” potencial (el terapeuta) que puede permanecer emocionalmente distanciado. En mi opinién, esto consti- tuye la “magia” de la psicoterapia familiar. La pareja tiene que estar Jo bastante ligada como para soportar el estrés de la “diferenciacién” y tener suficientes dificultades como para sentirse motivada para el esfuerzo. Primero uno y después el otro conyuge se mueven paulati- namente hasta que desaparece la motivacion. 2) Un segundo camino consiste en iniciar la diferenciacién de uno solo con la guia del supervisor, lo que equivale a dar el paso preliminar hacia la diferen- ciacién del propio si-mismo con respecto al de otra persona impor- tante. Este modelo terapéutico resulta eficaz en la psicoterapia fami- liar hecha a un tinico miembro de la familia. 3) Un tercer camino, menos efectivo, consiste en poner en marcha todo el proceso con la guia de un supervisor que hace las veces de entrenador de campo. El uso directo del “triéngulo” se pierde, el proceso es més lento y mayores son las ocasiones de “impasse”. Una ultima observacién general sobre la “diferenciacién”: el maximo nivel de diferenciacién 56 DE LA FAMILIA AL INDIVIDU posible para una familia es el nivel mas alto que cada uno de sus miembros puede alcanzar y mantener contra la icid i mas a ace oO] 1C1ON eMOcit de la “unidad” familiar en la que vive. i cy Principios y técnicas de psicoterapia familiar Mi mejor manera de abordar cualquier probl ili (conflicto conyugal, disfuncién de un cnayane sucha ies comenzar con el marido y mujer juntos y seguir con ambos durante toda la terapia. Con la mayoria de las familias no es posible aplicar este excelente plan. Del 30 al 40 por ciento de las horas pasadas con a familia se dedica a un tnico miembro, sobre todo en situaciones en las que uno de los cOnyuges se opone o est4 poco motivado, o se requiere mucho tiempo para hacer progresos con los dos juntos. Paso ahora a explicar mi método de ayudar a uno de los componen- tes de la familia a “diferenciar su si-mismo”. El método de trabajar con ambos padres ha sido el fruto de muchos afios de epetieneiss He Jas que los dos padres y el hijo que manifestaba los sintomas (por lo general, una conducta Propia de la postadolescencia y problemas neuroticos) participaban todos juntos en las sesiones. Una terapia media dura un afio o mas. La comunicacién entre los miembros de la familia mejoraba, los sintomas desaparecian y las familias termina- ban la terapia satisfechas de sus resultados. Ei modelo de la relacién conyugal no mostraba cambios fundamentales, aun cuando esta Tela- cién fuera considerada como un presupuesto basico del origen del problema. Partiendo de la premisa de que todo el sistema familiar cambiaria si cambiaba la relacion conyugal, comencé a pedir a los padres que dejaran al hijo en la casa Y que se concentraran en sus problemas personales. Estos fueron los resultados mas satisfactorios de mi trabajo. Muchos hijos que al principio habfan participado en la terapia dejaron de ser entrevistados y otros sélo participaron en las Sesiones una vez. Los padres que habian conseguido los mejores resultados siguieron viniendo a la terapia una vez por semana duran- te cuatro afios, con un total de 175 a 200 horas. Los resultados eran los més Satisfactorios que podfan obtenerse, comparados con los de cualquier otro método de psicoterapia que yo conociera, En pocas semanas 0 meses, los sintomas de los nifios desaparecian y los cambios sobrevenjan, no sdlo en el seno de la familia nuclear, sino APLICAGION DE LA TEORIA BE LA FAMILIA “7 también en la familia extensa. Constantemente, el tiempo empleado ha sido de cuatro afios, hasta el punto de que me he convencido de que este lapso es necesario para una diferenciacién significativa del si-mismo. Hay personas que pueden pasar toda la vida sin definirse con respecto a multiples problemas existenciales. En la actualidad estoy experimentando con sesiones més espaciadas entre si para reducir la duracién total. El proceso basico de trabajar simulténeamente con ambos. cOnyuges no se ha modificado con el transcurso del tiempo, si bien han variado los enfoques y se han modificado los planteamientos tedricos. En el pasado, ponia el acento en la comunicacién de los sentimientos y en el andlisis del inconsciente por medio de los suefios. Mas recientemente, he empleado un procedimiento de observacién extraido paso a paso de otro proceso: el de exteriorizar y separar las fantasfas de cada cényuge y, por tanto de sus sistemas emocionales y cognitivos. Este es, en realidad, el proceso de conoci- miento del propio si-mismo y del si-mismo del otro. He escuchado comentarios como éste: “No sabia que tvieses pensamientos como éstos”, que daban lugar a esta respuesta: “Nunca me he animado a comunicdrselos a nadie, jy menos a fi!” Veamos un ejemplo de dos pequefios progresos hacia la diferen- ciacién del si-mismo y de la respectiva respuesta emocional del otro. Una mujer después de largas reflexiones, anuncié: “He decidido recuperar todos los pensamientos, tiempo y energias que te dediqué para tratar de hacente feliz y aplicarlos ahora a la tentativa de hacer de mi una mujer y una madre més responsable. Nada de lo que intenté hacer lo he logrado realmente. Lo he pensado mucho, ahora tengo un plan”. El marido reaccion6 frente a la posicién “yo” de la mujer con su habitual conducta emocional. Estaba enfurecido y herido. Terminé diciendo: “Si hubiese adivinado que después de 15 afios ibamos a llegar a esta situaci6n, sélo te puedo decir una cosa: jnunca nos hubiéramos casado!”. Pasada una semana se sentia contento de su “nueva” mujer. Después de algunas semanas, tras muchas refle- xiones, dijo: “He tratado de pensar en mis responsabilidades para con la familia y el trabajo. Nunca he tenido las ideas claras en ese sentido. Si trabajaba después de la hora, tenfa la sensacién de descuidar a mi familia. Si pasaba demasiado tiempo con mi familia, tenfa la sensacién de descuidar mi trabajo. Este es mi plan”. La mujer tuvo una reaccién emocional frente a su egoista falta de consi- 68 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO deraci6n, que por fin se manifestaba en su verdadera dimension. Una semana después todo habia pasado. ti Cuando Jos cényuges cambian su relacion, perturban el equili- brio emocional de Ia familia de origen, en la que se producen reac- Clones y se toman resoluciones similares a las de la pareja. La mayo- tia de estos cényuges han llegado a ser mas responsables y mas Tespetados en los sistemas de las Tespectivas familias extensas. La oposicién al cambio se produce también en los sistemas emocionales de caracter social o laboral. Un cambio en el si-mismo perturba el equilibrio y alimenta la fuerza opuesta en todos los sistemas emocio- nales interdependientes. Si dos cényuges logran generar cambios Primarios en su propia relacién, es relativamente facil hacerlo en los otros sistemas. Uno de los procesos mas importantes segin este planteamiento metodoldgico €s la atenci6n constante que el terapeuta pone al definir su stmismo frente a la familia. Lo hace ya en la primera entrevista al definir Su sistema terapéutico y sus diferencias con Tespecto a los otros métodos y lo confirma en casi todas las sesiones, tomando Posicion con respecto a cualquier tipo de problematica. Son de suma Importancia las posiciones asumidas en cuanto a la accién a seguir, es decir: “Lo que haré y lo que no haré”. Creo que un terapeuta no le puede pedir a la familia que haga lo que él no hace. Cuando la fami lia avanza lentamente en la definicién de su si-mismo, empiezo a Preguntarme sino hay alguna zona ambigua en la que tampoco yo he conseguido definir mi mi-mismo, _Describiré ahora en qué consiste la psicoterapia familiar con un Unico conyuge. La nocién bdsica es la biisqueda del modo de iniciar un cambio en una familia paralizada, es la busqueda de una brecha que nos permita tomar contacto con una familia sin Tecursos ni fuer- 7a € interrumpir el contacto con ese cenagal que es la enfermedad para, al fin, rescatar, de esa marisma, una diferenciacién. De hecho, cuando es posible iniciar un proceso de diferenciacién en un mien: bro de la familia, es posible también liberar todo el sistema familiar. No me ha sido fécil comunicar esta idea. Para los que usan el mode. lo médico y consideran la relaci6n terapéutica en si como una fuerza curativa, fundamental en los trastomos emocionales, este principio es equivocado, Me he valido de muchos Conceptos para exponer mi idea y he intentado verla desde distintos puntos de vista para mostrarla. Hay quienes la han interpretado en estos términos: “Curar APLICACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA cy al miembro mds sano de la familia en lugar de curar al paciente, fobre la base de que el mas sano es mas capaz de modificar su eonducta”. Esta definicién del objetivo terapéutico es concreta, sdlo que en lugar de servirse de un concepto de “enfermedad”, utiliza un concepto de “salud”, que sigue siendo un modelo médico. Un tera- peuta que intenta curar al mds sano con esta orientacién médica, 0 puede confundirlo, o puede transformarlo en “paciente”. El conflicto conyugal da uno de los mejores ejemplos del trabajo con un solo cényuge. Se trata de una situacién clinica en la cual el sistema emocional ha intervenido ya en la disfuncién mucho antes de que la pareja busque ayuda. Un buen nivel de conflicto abierto es “normal” y debe alcanzar un cierto estado de disfuncién antes de que se solicite ayuda. El matrimonio se inicia siguiendo un modelo ideal en el que cada conyuge dedica un alto porcentaje de su “si-mismo” a procurar la felicidad y el bienestar del otro. A esta situacién le he dado el nombre de contrato emocional “fraudulento”, porque es real- mente imposible, tanto para uno como para otro, vivir respetando este convenio. En este contexto, el funcionamiento del si-mismo es dependiente del otro y todo fracaso, sea en la felicidad o en el funcionamiento, es imputable al otro. La inversién emocional entre ambos contintia, pero se transforma en energia negativa que estig- matiza y diagnostica. Creo que los matrimonios en conflicto duran mucho debido, precisamente, al intercambio de energia. Es probable que el tiempo dedicado por cada cényuge a pensar en el otro sea superior al habitual en los matrimonios “tranquilos”. Por la intensi- dad de la interdependencia emocional y la habilidad para utilizar el conflicto, la pareja, en general, no se decide a pedir ayuda hasta que los mecanismos estan saturados. En muchisimos casos de matrimo- nios conflictivos, trato inicamente a uno de los conyuges durante varios meses, 0 a veces un aiio, antes de poder trabajar con ambos con serenidad. La opcién de trabajar con uno antes que con el otro es facil cuando uno de ellos esta motivado y el otro se opone. El caso es diferente cuando se trata simultdneamente a los dos y el mecanismo repetitivo, “acusar al otro para excusarse a si-mismo”, se prolonga durante toda la sesién. Si la pareja es capaz de interrumpir este circulo vicioso y observarlo, sigo trabajando con ambos. Pero si mi esfuerzo por ayudarlos a interrumpir el circuito no tiene éxito, les digo que considero que la situacién es repetitiva y por ende improductiva; que no me interesa perder mi tiempo de ese modo; que 60 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO mi intenci6n es tratar tinicamente al més sano y mejor integrado durante algvin tiempo para ayudarle a alcanzar una cierta objetividad y control emocional. El intento de trabajar con el més sano establece otra orientacién y cambia su propio diagnéstico, repetido de tiempo atrds: “Tit eres el enfermo y necesitas a un psiquiatra”, No trato altemativamente a uno y otro cényuge porque esto invi- taa la “triangulacién”, ninguno de ellos trabaja de veras para resol- ver el problema, cada uno espera que lo haga el otro y tiende a justi- ficarse a si mismo frente al terapeuta. Mis posiciones en funcién del “yo”, basadas todas en la experiencia, las asumo de acuerdo con lo que pretendo hacer o no hacer y jams con “lo que es mejor”. Como el proceso de trabajar s6lo con un miembro de la familia €s semejante en todas las situaciones, describiré mi trabajo en detalle en el caso del conflicto conyugal. Las primeras sesiones las dedico por completo a exponer cual es mi orientacién, ilustrandola con ejemplos clinicos y diagramas en la pizarra. El concepto es, en lineas Benerales, el siguiente: desviar la energia psiquica del otro cényuge Para que sea asumida dentro de los limites del yo, que estén todavia medianamente definidos. Esto equivale a liberarse del otro, redu- ciendo la energia de pensamiento y accién dirigida al cényuge con el objeto de atacarlo y cambiarlo, para canalizarla, por el contrario, al cambio del propio si-mismo. Cambiar el si-mismo significa buscar el modo de escuchar los ataques que se sufren sin responder, o bien, buscar el modo de vivir con “las cosas como son” sin tratar de cambiarlas, definir aquello en que se cree y las convicciones perso- nales sin atacar las del cOnyuge y, por tiltimo, observar la parte del sf-mismo que se pone en juego en las distintas situaciones. Gran parte del tiempo se dedica a fijar el si-mismo del terapeuta con Tespecto al cOnyuge. Esto sirve para “pasar de las ideas” que puedan. ser tiles a la definicién del si-mismo. A los conyuges se les dice que otras parejas han encontrado que esta modalidad es conveniente, que la tentativa sera imitil si se resisten a aplicarla sin incorporarla a Sus si-mismos (creencias y convicciones Personales); que seré irreal intentar hacer algo en lo que no creen, y que deberdn asumir la responsabilidad de encontrar otras ideas y principios utiles si los Propuestos no coinciden con sus si-mismos. Les doy la tarea de convertirse en “estudiosos y observadores de si-mismos”. Parte de cada sesi6n se dedica a escuchar la exposicién que ellos hacen acerca de sus tentativas de “ver” el si-mismo. Les hago conocer cudles son APLICAGION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 6 stadios que previsiblemente pueden alcanzar en caso de tener en sus Ce por definir su si-mismo y contener las. accio- nes criticas, las palabras y los pensamientos destinados a cambiar el rumbo de la vida del otro cényuge. Si uno de los Componentes de la pareja lo logra, la primera reaccién del otro sera: “Eres un ser ae egoista y vicioso, no comprendes, no amas y tratas de herirme . Si el primero es capaz de escuchar el ataque esperado sin reaccionar, se 4 alcanzado una meta. is ae habré que estar preparado para que el otro cényuge se encierre en si-mismo, con lo cual le dard a entender: Si es para terminar en un infierno, no tengo necesidad de ti”. Este es el estadio més dificil de todos. La pareja puede llegar a caer en la depresi6n, estar confusa y desarrollar una amplia gama de trastomos fisicos. Es Ia reaccién de Ia psiquis del que protesta en favor de la vieja cohe- sién y dependencia. Si los cényuges consiguen soportar los sinto- mas sin reaccionar, se puede esperar que uno de ellos pida nuevas y diferentes demostraciones de afecto, basadas en un nivel més eleva- do de madurez. Es comin que esto ocurra pocos dias después a que el otro integrante de la pareja haya solicitado hora para él, pidiendo una terapia, y no mucho antes de que ambos estén en iciones de trabajar juntos. bn eee de vida del bajo nivel de “diferenciacién” es la transfe- rencia de energia psiquica en el si-mismo de. otro. Cuando esto suce- de durante la terapia, se trata de una transferencia. Uno de los objeti- vos de este tipo de terapia es ayudar al otro a hacer de su panel proyecto de biisqueda. Es importante que el cényuge que se hace una terapia logre contener a su si-mismo, de manera estable, con respecto al terapeuta en el rol del otro cényuge. Sila ee comprende tanto la naturaleza vital de esta tentativa como que el Progreso ser4 més lento o se detendra en caso de que la energia sea asumida por el si-mismo del terapeuta y no por su Propio si-mismo, se ver4 beneficiada manteniendo concentrada la energia Pasha: en su objetivo. No es posible enfocar la cuestion sobre la base de ie “diferenciaci6n del si-mismo” con los dos miembros de la pareja. lo seria una intensa “triangulacién”. meee realizado con el cényuge enfermo depende del pre ma presentado y de quién solicita ayuda. Si el que esta bien pide ayuda, el que est4 mal est4 a punto de derrumbarse. En estos casos intento evitar todo contacto con la parte mds enferma de la familia, HACIA LA DIFERENCIACION DEL SI-MISMO BN LA FAMILIA DE ORIGEN* El tema central de la teoria de los sistemas famili i - dor del modo en que todos tenemos tin si-mismo eee do, 0 estamos “indiferenciados”, o tenemos un apego emocional no resuelto en nuestra familia de origen. Estos distintos términos descriptivos se refieren todos al mismo fenémeno. El objetivo més importante de la terapia de los sistemas familiares es ayudar a los miembros de la familia a mejorar el nivel de diferenciacin del si- mismo. La teoria es el resultado de investigaciones enfocadas en todo el niicleo familiar; sus conceptos teéricos definen la gama de modalidades con que los miembros de una familia estan “fusiona- dos’ unos con otros y la fusién sigue actuando en el trasfondo. por mds que puedan negarla sosteniendo que estén separados entre si. El primer método de terapia familiar desarrollado como Parte de esta investigacién fue aplicado a todo el micleo familiar y dio resultados sorprendentes en lo que se refiere a la desaparicién de los sintomas pero no result6 eficaz a largo plazo para disolver la “fusin” de la familia. Se introdujeron, pues, modificaciones y se lleg6 a una tera- pia centrada en ambos padres y en el hijo portador del sintoma, lo que dio resultados algo mas alentadores en cuanto a la solucién de Jos sintomas, pero el hijo o la hija, jévenes adultos, demostraron muy poca capacidad de separar su si-mismo del de los padres, y ninguno de los padres lograba separar su si-mismo del de su cényt- ge. Esto nos lev al concepto de los triéngulos, con lo cual el méto- do de la terapia familiar pasé a afrontar el tridngulo formado por ambos cényuges y el terapeuta. Este método demostré ser tan eficaz “Toward The Differentiation of Self in One’: i in”, Georgetown Family Simposia, vol. I, 1971-1972. dri stead DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 65. que legé a constituir el enfoque principal de Ia terapia de los siste- mas familiares desde principios de la década de 1960. Habia un sdli- do fundamento tedrico para sostener que la diferenciacién del si- mismo, tal como la describe la teorfa, s6lo se puede producir en un triéngulo. Se demostr6 que el método més efectivo consistia en esta- blecer un triéngulo formado por los dos miembros més importantes de la familia (los dos cényuges) y el terapeuta. Si el terapeuta se diferenciaba relativamente de ambos cényuges, cada uno de ellos podia iniciar un lento proceso de diferenciacién entre su si-mismo y el del otro. Cuando su relaci6n cambiaba, también cambiaba automa- ticamente la relacién de los dem4s miembros de la familia con respecto a ellos. Hace ya mucho tiempo quedé demostrado que el vinculo emocional entre ambos era idéntico al que cada uno de ellos habia tenido con su respectiva familia de origen. Es norma de toda terapia alentar a ambos c6nyuges a trabajar sistemticamente para diferen- ciar su si-mismo de la familia de origen. En el curso de una terapia hay momentos en los que el interés se enfoca en Ia relacin del matrimonio y otros en los que la atencién se centra principalmente en la diferenciacién en la familia extensa. En especial, se consideré el trabajo con la familia extensa complementario del que se desarrollaba en el sistema relacional entre los cényuges. Comentamos aqui el asombroso cambio que se produjo en el aspecto clinico cuando el tinico esfuerzo se redujo a definir el si-mismo en la familia de origen. Fue el resultado de un descubrimiento “accidental”. La primera parte de este articulo se refiere al acontecimiento clave que me indujo a adoptar un enfoque diferente con las familias, la segun- da se ocupa de los principios generales para la definicién de un si- mismo en la familia de origen y la tercera expone las consideraciones més recientes sobre el éxito de este tipo de enfoque. El punto clave La aportacién esencial de este articulo toma como punto de parti- da uno de los hechos més importantes de mi vida profesional, que se originé en un trabajo presentado en un congreso norteamericano en marzo de 1967. El autor del trabajo relataba sus esfuerzos para dife- renciarse en su familia de origen: habia trabajado alrededor de doce 66 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO afios, a través de ensayos y errores, con los conocimientos adquiri- dos en las investigaciones sobre los procesos emocionales en la familia, enfocando el triéngulo primario formado por él y por sus padres. Todos sus esfuerzos por liberarse emocionalmente habian sido bloqueados siempre por los otros triéngulos interconexos que subsistian en su familia de origen. Al fin, gracias a sus conocimien- tos del funcionamiento de esos tridngulos interconexos logré, de un modo increible, abrir una brecha con sus padres, cosa que fue muy significativa. No es posible diferenciar un si-mismo en un triéngulo sino se dispone de un método para actuar simulténeamente en los otros tridngulos interconexos. Este conocimiento adquirido en el congreso intemacional se reflejé enseguida en mi actividad didéctica en Georgetown y las nuevas ideas fueron aplicadas de inmediato a la ensefianza de quienes hacian su especializacién en psiquiatria y en otras ramas de la higiene mental. En particular, se destacé el tridngu- lo entre el si-mismo y los padres, el principal y el mas importante de la vida, del que toda persona toma los modelos relacionales triangu- lares, que quedan relativamente determinados para todas las relacio- nes futuras. En la ensefianza de las relaciones interpersonales se le da una nueva significacién a la capacidad de ver a la propia familia, mas que como imagenes “asimiladas” emocionalmente, como un conjunto de personas. Se le da también una nueva importancia a la capacidad de observarse a si mismo en situaciones triangulares y a los modos de “destriangularse”. Nada de esto fue planificado, todo surgié de ese congreso de marzo de 1967. En el curso de pocas semanas los asistentes en entrenamiento empezaron a poner en practica estos conceptos durante sus visitas a sus familias. Fue una actitud esponténea, no sugerida por mi, que me produjo una verdadera sorpresa. Los alumnos del entrenamiento anterior no se habian ocupado de la cuestién. Después de una visita a sus familias regresaban relatando su contenido, con los éxitos y dificultades inevitables en una tentativa de esta indole. Durante la reuni6n, esa visita era objeto de un debate, con la participacién de 15 a 20 residentes y otros alumnos, en el que se hacian sugerencias para la préxima visita. Esta modalidad de ensefianza, iniciada en la primavera de 1967, pas6 a ser la regla para ensefiar a los estudiantes los conceptos sobre la familia. A fines de 1967 y principios de 1968 observé que este grupo de aspirantes a especialistas realizaba el trabajo clinico con las familias DIFERENCIACION DEL SLMISMO EN LA FAMILIA DF ORIGEN, “7 mejor que todos cuantos lo habfan precedido. En un primer momen: to pensé que se trataba de un grupo extrafiamente competente, pero con el correr del tiempo me di cuenta de que la notable diferencia con sus predecesores no se podia explicar de manera tan simple. Era indudable que esa diferencia se telacionaba con algo que yo estaba haciendo y comencé entonces a hacerle preguntas a todo el grupo: result6 claro que los estudiantes que habfan tenido més éxito en su trabajo con las familias respectivas eran aquellos que mejor se desenvolvian en el trabajo clinico. Ellos mismos me proporcionaron las pruebas. Algunos me dijeron que cuando habfan ofdo hablar por primera vez de la teoria sobre la familia, creyeron que se trataba de una de las tantas teorias psiquiatricas, pero que en cuanto compren- dieron de qué modo funcionaba en sus familias, la teoria adquirié vida y realidad. Otros dijeron que la experiencia con sus familias los habia puesto en condiciones de comprender més a las familias que trataban y de estar en contacto con ellas durante el trabajo clinico. Otros, por fin, sostuvieron que los terapeutas podian ayudar a las familias en tratamientos cuando habian tenido una experiencia previa con las suyas propias. Ninguno de ellos habfa mencionado problemas de orden emocio- nal con su familia nuclear, lo que era ins6lito, porque casi siempre los estudiantes piden asesoramiento sobre este tipo de problemas. Mi misién era entrenar a los terapeutas de la familia y este grupo habia demostrado condiciones excepcionales en el aspecto clinico. Aparen- temente, su superioridad estaba en relacién con el trabajo que estaban efectuando en el seno de sus propias familias, por lo que no habia raz6n alguna para preguntarles cudl era su situacién emocional con los cényuges respectivos y con los hijos. Aproximadamente un afio después del comienzo de este proceso, a fines de 1968 y principios de 1969, empecé a formularles preguntas sobre este tema: me habla- ron de una serie de problemas tratados en comin con sus conyuges y sus hijos, pero para mi gran sorpresa, los progresos que habian reali- zado en la solucién de estos conflictos eran idénticos a los que habian efectuado los estudiantes a quienes yo les habja hecho terapia familiar una vez por semana junto con sus cényuges. Esto significaba que habian aplicado autométicamente, en la relacién con sus familiares nucleares, cuanto habfan aprendido de sus familias de origen en la relacién con las familias nucleares. Este hecho asombroso significé un cambio de rumbo en mi vida profesional. 68 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO Fueron muchas las experiencias en terapia familiar hechas con profesionales del medio Psiquidtrico y sus respectivas mujeres 0 maridos a partir de principios de la década de 1960, cuando empecé a aconsejar a los futuros especialistas que hicieran una terapia fami- liar, en lugar de una psicoterapia individual o un psicoandlisis, para sus problemas personales. Durante alrededor de ocho afios, gran parte de mi trabajo particular ha estado dedicado a la terapia familiar con familias de psiquiatras y otros asistentes en este campo. Habia tenido una experiencia bastante amplia con profesionales que habian obtenido los mejores resultados, y Con otros con resultados menos satisfactorios, y habia calculado un promedio, llegando a establecer cuél era el tiempo medio requerido para cada progreso‘en el proceso terapéutico en este grupo de personas muy motivadas que trabajaban en terapia familiar. Durante afios se le habia dado mucha importancia al trabajo con el sistema relacional de la familia de origen, mas alld de la primitiva focalizacion de la relacién en el matrimonio. Bra tanta Ja importancia atribuida a la familia extensa que no faltaron los que averiguaron si se podian deducir de los impuestos los honorarios Por visitas a domicilio. Pese a que yo era de la opinién de que este tipo de gastos “médicos” estaban més justificados que muchos Otros, no quise discutir este tema con la Oficina Fiscal. A principios de la década de 1960, hubo un grupo “de control” que presté espe- cial atenci6n a Ia relacién en el matrimonio. La hipstesis era que el trabajo con la familia extensa surgiria, en todo caso, en el curso de la terapia, pero los resultados fueron decepcionantes. Aproximadamen- te el 25% de estas familias experiment6 un cambio significativo con la familia de origen, pero la mayoria de las veces todo terminé en una tentativa formal: no Ilegaron més alld de una actitud de reproche © de un indulgente perdén con Tespecto a sus padres. Fueron muchos Jos que manifestaron una tendencia a inmiscuirse en la rela- cién matrimonial y la terapia, 0 terminé demasiado Pronto, o se prolong6 excesivamente. Con excepcién de este grupo “de control”, en la ensefianza se puso el acento en la familia extensa, insistiendo para que los cényuges volviesen a casa de sus familias lo mas a menudo posible. Es dificil para una familia prestar ofdo a la idea de la familia extensa cuando existen ansiédades y sintomas: en general, la primera parte de esta terapia se dedica a la relacion matrimonial. Cuando se supera la ansiedad y hay més objetividad, gran parte del testo de la terapia se dedica a la familia extensa. DIFERENCIACION DEL St-MISMO EN LA FAMILIA DE OMIGEN ae ienci: iqui fan cursos de espe- La experiencia con los psiquiatras que segu' ; Piticscion Gh el periodo de 1967 a 1969 fue una revelacién en el ue yo estaba sumandome a la idea de que el na sel a ee cambio derivaba del trabajo sobre la relacién entre nosotros mismos y la persona més significativa en re vida, Esta experiencia contradecia una premisa fundamental 8 . el punto de vista tedrico y terapéutico. Se trataba de un grupo le 15a 20 practicantes a quienes vefa una vez por semana y con ean afrontaba el tridngulo primario entre el practicante y sus P on Ninguno de ellos, tampoco sus cényuges, hacian nina ‘ipo - terapia y esas reuniones no tenian un objetivo terapéutico. El temp dedicado a cada uno no excedia de 15 a 30 minutos una vez por mes o una vez cada dos meses. No se podia hablar de eras eats vistas, muy a menudo nos encontrdbamos en los pasillos del ae tal cuando algtin estudiante queria pedir consejo. sobre el modo de contestar una carta 0 una llamada telefénica de su familia de origen. Los progresos que estos y otros practicantes del curso hicieron en Hts vida matrimonial y con sus hijos en materia de cambio fueron simila- res a los realizados por aquellos que venian a la terapia una vez por semana. Estas observaciones parecian validas ala luz de los pee. a los que yo me atenia en aquella época. Me hicieron me preguntas y una que otra timida conjetura para encontrar una exp! z cin a esta observacién. Desde 1969 he dedicado mis ne esfuerzos a un andlisis mas atento y a idear experimentos cl me para esclarecer algunas de las variables implicadas. He utilizado este método en muchos cursos con grupos grandes y pequefios y en cursos individuales. La frecuencia de las reuniones oscilaba de una por semana a 3 0 4 por afio. El trabajo fue dedicado, en su apa parte, a fundamentar la validez de las observaciones hechas en 196 y 1969. Este trabajo esta produciendo rapidos cambios enla practica de la terapia familiar en Georgetown. Este articulo fue escrito et 1974, pasados tres afios desde la presentacién del trabajo en el Congreso de Terapia Familiar de octubre de 1971. Disponemos ahora de datos mas validos que sustentan este tipo de enfoque. aiazt ” DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO. La definicion del st-mismo en la familia de origen El concepto de la diferenciacién del si-mismo se relaciona con el grado en que una persona se va diferenciando emocionalmente del padre. En un sentido amplio, el chico se separa fisicamente de la madre en el momento del nacimiento, pero el proceso de separacién emocional es lento, complicado y por afiadidura incompleto. Inicial- mente, esto depende mucho de factores innatos en la madre y de su capacidad de permitirle al hijo crecer alejindose de ella, mas que de factores innatos en el hijo. En el trasfondo existen muchos otros factores, incluyendo el grado en que la madre ha sido capaz de dife- renciarse de sus propios padres, la naturaleza de la relacidn con el marido, con los padres y con otras personas significativas y por wlti- mo el estrés en la realidad y su capacidad de soportar la tensi6n, El grado en que el chico se compromete con el padre depende mucho de la relacién entre el padre y la madre. Si al chico se le aleja fisica- mente de la madre, se apega emocionalmente a una persona sustituta que se ocupa de él. Todos estos conceptos han sido descritos por la literatura. Se ha elegido el término diferenciacién del si-mismo por ser descriptivo de este proceso a largo plazo en el que el hijo se desvincula lentamente de Ia fusién inicial con la madre y se mueve hacia su propia autonomia emocional. Este término se entiende de maneras tan distintas que he Hegado a preguntarme si no hubiera sido més representativo elegir algdn otro, pero mi experiencia de afios me ha ensefiado que de todos modos se hubiera creado la misma confusién. A menudo se identifica la diferenciacién con la distancia fisica, con la separacién forzosa, con la diversidad de opiniones, con un Proceso facilmente adquirible a través de la introspecci6n. Resulta dificil comprender que, cuantitativamente, la medida en que el si se diferencia es fija y en general se alcanza muy pronto en la infancia, Sobre la base del grado de diferenciacién de los padres y del clima emocional predominante en la familia de origen. El grado de diferen- ciacién determina el estilo de vida de una persona y en este punto el cambio es dificil. El nivel de diferenciacién se repite en el matrimo- nio, tras el cual, el si-mismo esté ligado emocionalmente a los padres en la generacién pasada, al cényuge en la presente y a los hijos en Ja futura. Cambiar el grado de diferenciacién es dificil, a menos que también en los demas se produzcan cambios, Se pueden DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN n determinar desplazamientos en los niveles funcionales del si-mismo, (véase pag. 41) que es muy facil tomar equivocadamente por despla- zamientos en el nivel de base del si-mismo. La Escala de Diferenciacién del si-mismo es uno de los concep- tos més importantes de esta teorfa. Esta sugiere, en un nivel muy elemental, que las personas difieren todas entre sf y que es posible clasificarlas tomando como base estas diferencias. En el extremo inferior de la escala se colocan las personas con los niveles minimos de diferenciacién 0 maximos de indiferenciacién. El extremo supe- rior esta reservado a un nivel tedrico de total diferenciacién. En cada nivel de la escala, las personas tienen estilos diferentes que se pueden especificar en funcién de la posicién que adoptan frente al intelecto y las emociones. Una persona situada en la zona inferior de la escala puede llevar una vida aparentemente equilibrada y sin sinto- mas, pero es muy vulnerable a la tensién, encuentra muchas dificul- tades para adecuarse a las exigencias de la vida y manifiesta una alta incidencia de patologias y problemas. Las personas de la zona supe- rior son més adaptables al estrés, tienen menos problemas y los afrontan mejor. Puede desorientar el hecho de que las personas no se distribuyen de manera uniforme a lo largo de esta escala, impi- diendo asf obtener diariamente valoraciones uniformes del nivel de funcionamiento. La gente, en el campo emocional reacciona ante la presencia de otras personas y es por eso que el nivel funcional de diferenciacién del si-mismo se desplaza frecuentemente segin las situaciones externas sean favorables o desfavorables. Sin embargo, se puede valorar el nivel basico de diferenciacion en el curso de argos intervalos, lo que permite utilizar la escala para hacer pronés- ticos. Otro de los conceptos mds importantes de esta teoria es el de los tridngulos; se refiere a las modalidades predecibles en las que las personas se relacionan unas con otras en un campo emocional. Los movimientos de los tridngulos pueden ser tan imperceptibles que a duras penas es posible observarlos en situaciones emocionales tran- quilas, en tanto que aumentan su frecuencia y su intensidad en presencia de ansiedad y tensién. Las personas menos diferenciadas son movidas como peones por las tensiones emocionales mientras que las mejor diferenciadas son menos vulnerables frente a los esta- dos de tensién. R DE LA FAMILIA AL INDIVIDUG: Cémo se afronta el apego emocional no resuelto Son muy variados los modos en que las apego emocional alos padces. Debemos recordar gue este peso existe en todos los grados de intensidad posibles. El grado de ed emocional no resuelto equivale al grado de indiferenciacién. aan més bajo es el nivel de diferenciacién, mds fuerte es el apego emocional no resuelto a los padres y mas intensos son los mecanis- mos destinados a controlar la indiferenciacién. En un extremo encontramos a las personas que se valen de la distancia emocional de los padres, aislando emocionalmente el si-mismo cuando estan contacto fisico con ellos: se trata aqui de mecanismos intrapsiquics St Cuando no hay estrés emocional, estas personas pueden auc entre si con mayor espontaneidad y libertad, mientras que cuando la ansiedad aumenta se hacen més reservadas y se aislan ms. Estos mecanismos son necesarios para el mantenimiento del equilibrio emocional de la familia. Considerarlos patol6gicos y tratar de elimi- nar el ‘sintoma”, sin tener en cuenta todo el nticleo familiar, puede provocar ansiedad e inadaptacién en la familia, En el otto cxnemo encontramos personas tan sensibles ante la presencia fisica de otra que para su equilibrio emocional se hace necesario un cierto grad de distancia fisica. Para ellas es valido el dicho: “Ojos que aan corazOn que no siente”. Ejemplos limite son los de las Personas he se alejan del hogar para no regresar nunca 0 para hacerlo mu ae cuando en cuando. Podemos observar formas menos nica de distancia fisica en todos sus grados. La Mayor parte de la gente aplica una combinacién de mecanis- ‘mos internos y distancia fisica, con cierta preferencia por un tipo de mecanismo. Digamos, a titulo ilustrativo, que una persona pase Hegar a dominar un nivel no demasiado elevado de ansiedad ee un mecanismo interno, como el silencio o la negativa a hablar. Slo cuando la ansiedad alcanza niveles muy altos, recurre a la distancia fisica, por ejemplo, salir de la habitaci6n. Los clinicos conocen bien los cientos de combinacion is intern ; les entre mecanismos internos y i : 108 y distancia DIFERENCIACION DEL Si MI9MO FLA FAMILIA DE ORIGEN n El corte emocional Hemos empezado a utilizar el término “corte emocional” para indicar la distancia emocional, sin tener en cuenta si ésta se ha logra- do mediante los mecanismos internos 0 con la distancia fisica. El tipo de mecanismo puesto en préctica para adquirir la distancia emocional no es indicativo de la intensidad del grado de apego ‘emocional no resuelto: la persona que se va del hogar est4 ligada emocionalmente del mismo modo que lo esté el que se queda en él y pone en funcionamiento mecanismos internos para controlar su compromiso. Naturalmente el que se va le imprime un giro diferente ‘su vida. Le es necesaria la proximidad emocional pero le tiene aler- gia. Se aleja con la ilusién de conquistar su “independencia”. Cuanto mas definido es el corte con los padres, més previsible es que repita ‘el mismo modelo en las relaciones futuras: puede tener una excelente felacion en un matrimonio, que en ese momento le parece ideal y permanente, pero el modelo de la distancia fisica forma parte de su personalidad. Cuando aumente Ja tensién en el matrimonio, seguiré él mismo modelo: se ira. Puede contraer varios matrimonios, puede ensayar distintos modos de vivir en pareja o puede tener relaciones que seran cada vez més transitorias. Ejemplo de ello es la relacién “némada” que oscila de una relacién a otra, cortando en cada ocasién los vinculos emocionales con el pasado y asumiendo el si- mismo en la nueva relacion. Se puede repetir el modelo en las rela- ciones laborales y en otros sectores de la vida en los que exista una interdependencia emocional. La persona que logra la distancia emocional poniendo en préctica mecanismos internos tropezard con complicaciones de diversa indole. Puede permanecer en escena durante los momentos de tensién emocional, pero est4 expuesta a las disfunciones tales como enfermedades fisicas, trastornos emociona- les como la depresi6n, disfunciones sociales como el alcoholismo, 0 episodios de irresponsabilidad con respecto a los demés. La depre- sién constituye uno de los mejores ejemplos. Cuanto mayor es la ansiedad en el ambiente, més la persona se afsla emocionalmente de los demés, aunque aparentemente sus relaciones en el grupo parez~ can normales. Son muchos los que utilizan varias combinaciones de mecanismos internos y distancia fisica para afrontar el apego emocional a sus padres, no resuelto. La manifestacién principal del corte emocional es la negacién de ™ DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO la intensidad del apego emocional no resuelto a los padres: el sujeto Se comporta fingiendo una mayor autonomia de la que en realidad tiene y alcanza la distancia emocional tanto por medio de mecanis- mos intemos como por medio de una real distancia fisica. Las mani- festaciones de este apego no resuelto son tipicas de la adolescencia. Un alto porcentaje de personas tiene un grado de apego no resuelto nada despreciable, tal como lo confirman muchas teorfas psicolégi- cas que consideran que las tormentas emocionales son “normales” durante Ja adolescencia. La teoria de los sistemas familiares no Comparte este punto de vista. Un adolescente bien diferenciado, que haya iniciado en la infancia el proceso de crecimiento emocional que lo aleja de los padres, seguird desarrollando durante la adolescencia un proceso de crecimiento tranquilo y ordenado. La adolescencia le dara entonces la ocasién de comenzar a asumir responsabilidades Por sf mismo, en lugar de ser una lucha contra la fusién no resuelta con Jos padres. Por lo demés, la adolescencia es el momento en que Se niega el apego a los padres y se asumen posiciones extremas para demostrar que se ha crecido, La intensidad de la negacién y la simu- lacién es, en los adolescentes, un indice sumamente preciso del grado de apego emocional a los padres no resuelto. Modelos de vida _ El grado de apego emocional a los padres no resuelto, lo deter- mina el grado de apego de cada padre a su familia de origen, el modo en que los padres respectivos han interferido en el matrimonio de los hijos, el grado de ansiedad durante los momentos criticos de la vida y el modo en que los padres han afrontado esa ansiedad. El nino est “programado” para insertarse en esta configuracién emocional desde sus primeros afios, tras lo cual la cantidad de apego no resuelto permanece relativamente fija, a menos que intervengan variaciones funcionales en los padres. Si en el nicleo familiar las circunstancias son favorables, esta cantidad puede disminuir, pero en circunstancias desastrosas, como cuando hay un alto nivel de ansiedad por parte de los padres, tenderd a aumentar. Existe una variable determinada segin el modo en que los padres afrontan su propia ansiedad. En sentido amplio, la cantidad de ansiedad tiende a ser similar al grado de apego no resuelto en la familia. Por ejemplo, DIFERENCIACION DEL SL-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN. 75 una familia con un mayor nivel de indiferenciacién sera una familia més desorganizada, con niveles de ansiedad més elevados, en tanto que una familia con mejores niveles de diferenciacién tendré niveles de ansiedad mas bajos. Las familias en las que los padres saben afrontar mejor la ansiedad y, pese a esa ansiedad, logran mantener una linea de conducta preordenada funcionan mejor que las familias en las que los padres tienen una mayor reaccién y cambian su modo de vivir como respuesta a la ansiedad. En iguales condiciones, el desarrollo vital de las personas esta determinado por el grado de apego emocional no resuelto, por la cantidad de ansiedad que de él resulta y por el modo de afrontarla. Uno de los mecanismos autométicos més eficaces para reducir los niveles excesivos de ansiedad en una familia es un sistema rela- cional relativamente abierto a 1a familia extensa. Un sistema relacional abierto, que es lo opuesto del “encierro” emocional, es aquel en el cual los miembros de la familia tienen un grado de contacto razona- ble. Debemos tener presente siempre que existen amplias variaciones en la frecuencia y en la calidad de las relaciones en cuanto a “encie- ro” y “apertura”. Una “apertura” relativa no aumenta el nivel de dife- renciacion en la familia, pero reduce la ansiedad, y un nivel de ansie- dad siempre bajo permite a los miembros de la familia que se sienten motivados empezar a moverse lentamente hacia una mayor diferen- ciacién. También es vdlido lo contrario, porque en una atmdsfera emocional de ansiedad muy sostenida, los niveles de diferenciacién se deslizarén poco a poco hacia una mayor indiferenciacin. El mate- rial clinico que sigue nos ayudar a explicar lo que ocurre con respec- to a la ansiedad en un sistema mis abierto. Es bastante corriente en la familia nuclear mantener un nivel de “encierro” relativo frente a las familias de origen. Se trata de personas que tienen poco contacto con. las familias de origen y s6lo vuelven a sus casas una vez por afio para una breve y superficial visita de compromiso, Las familias que entran en esta categoria tienen una escasa adaptabilidad al estrés, niveles de ansiedad relativamente altos y una gran predisposicién para las desa- venencias conyugales, los conflictos con los hijos y toda la gama de problemas humanos. Se puede prever que cualquier esfuerzo que tenga éxito para mejorar la frecuencia y la calidad del contacto emocional con la familia extensa mejore el nivel de adaptacién de la familia y reduzca los sintomas en la familia nuclear. Esto es notorio en las familias que han cortado los lazos con Ia familia extensa. La 76 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO adaptabilidad al estrés es exigua, la ansiedad es mayor y la familia es més vulnerable a cualquier conflicto humano. Una terapia familiar centrada directamente en los problemas surgidos en el 4mbito de la familia puede resultar larga y pobre en logros. Podria ser dificil para una familia de este tipo iniciar un mayor contacto emocional con la familia extensa, pero todo esfuerzo orientado a disminuir el “encie- ro” frente a esta tiltima disminuird la intensidad de los conflictos familiares y el efecto de los sintomas, asi como cualquier clase de terapia resultara més eficaz. El objetivo principal de este articulo es comentar cudles son los esfuerzos clinicos que se deben hacer para superar completamente Jos problemas de la familia nuclear, concen- trandose en la elaboracidn de las relaciones con la familia extensa. Es una tarea dificil para el terapeuta y son muchas las familias que no aceptan estos principios y se resisten a seguir este camino. Pero cuando se ha podido realizar este tipo de trabajo, los resultados han sido decididamente superiores a los de las terapias dedicadas exclusi- vamente a los problemas de la familia nuclear. Las relaciones familiares con respecto a las relaciones sociales Las personas que cortan los lazos con su familia de origen tratan, con todas sus fuerzas, de crearse familias “sustitutas” entre las relaciones sociales: en efecto, aumenta la tendencia a huir de las familias “malas” y encontrar sustitutas “buenas”. Sobre la base de mi teria, creo que esa tendencia proviene de la fuerza emocional que impulsa a las personas a la negacién emocional del pasado: se trata de una fuerza considerable que actiia en un porcentaje bastante alto de familias y en la sociedad en su conjunto. A lo largo de casi 20 afios de investigaciones y de terapia de la familia he podido expe- timentar que las familias sustitutas no reemplazan realmente a la familia verdadera cuando ésta existe. Hay excepciones: desgracias. familias deshechas y otras graves situaciones sociales. Me refiero aqui a las situaciones en que se rechaza a una familia que todavia existe y se busca una familia sustituta, Las personas que “cortan” con su familia tienden a buscar, en el Ambito de sus relaciones socia- les, a aquellas con las que mas congenian, lo que reduce la ansiedad inmediata y puede funcionar bien por algin tiempo. DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 7 Cuando las relaciones sociales adquieren cardcter significativo, se convierten en duplicados de las relaciones con la familia de origen. Si la persona se encuentra en estado de estrés y su ansiedad aumenta, corta también los lazos con esta relaci6n social y va en busca de otra més satisfactoria. Después de unos cuantos ciclos, tiende a aislarse cada vez mds. Son pocos los que logran crearse una vida marginalmente productiva, con muchas relaciones superficiales, sin que ninguna de ellas Tlegue a ser envolvente. En el curso de los afios he intentado tratar mediante la terapia familiar a personas empe- fiadas en relaciones sociales duraderas y aparentemente estables., como parejas, personas solas que compartian un departamento desde hacia afios, compafieros de relaciones homosexuales desde tiempo atrés, amigos ‘ntimos y una serie de hombres y mujeres envueltos en diversos tipos de relaciones de vida en comin. Nunca pude obtener resultados que pueda definir como satisfactorios, ni siquiera en pare- jas con hijos. Es como si en el matrimonio no hubiese bastante esta- bilidad como para poder resistir el cambio. En esas situaciones, la terapia la inicia, en general, el compafiero portador del sintoma, mientras que el otro aprueba superficialmente Ja idea de la terapia en un primer momento, para echarse atris después de pocas sesiones. Las parejas que viven juntas quieren resolver sus problemas para casarse, provisionalmente 0 en otros casos piden consejo para una posible separaciGn, Hay quienes, transcurridas algunas sesiones, se casan; la mayor parte sigue adelante un tiempo mas y luego se sepa- ran, tras lo cual encuentran razones validas para permanecer solas. En conclusi6n, las relaciones no familiares pueden dar lugar a una ctapa de la vida bastante buena, siempre que la relaci6n sea tranqui- la, pero tienen muy poca tolerancia al estrés. Principios y técnicas para contribuir a la definicién del si-mismo en la familia extensa Los términos “definir el si-mismo” o “trabajar en su propia indi- vidualizacién” son sinénimos de “diferenciacién”. Hay que comprender la funcién de los sistemas emocionales en todas las familias y motivarse para una investigacién con fines de analisis de la propia familia, y para ello hay que empezar por adquirir el control del propio poder de reaccién emocional frente a la familia, visitarla 78 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO con intervalos regulares y desarrollar la capacidad de obs je- tivamente lo que en ella ocurre. A oceania el cae ets mis “ ‘abierto” y uno comienza a observar los tridngulos y los papeles que juega en los modelos reactivos de Ja familia, puede iniciar el Proceso més complejo de diferenciarse de los mitos, las imagenes, Jas distorsiones y los tridngulos que antes no conseguia captar. Se trata de una especie de misién que exige mucho tiempo. Al esfuerzo de ayudar is supervisar a otro en esta tentativa se le ha dado el ee de “entrenamiento” porque es muy semejante a la relacién de n entrenador con un atleta que trabaja para mejorar su actuaci6n. El objetivo inicial consiste en obtener que el practicante inicie este Proceso. La mayor parte del aprendizaje se desarrolla cuando ese Practicante trabaja en este sentido: sabe que el progreso depende sélo de él y que se trata de un proceso completamente diferente del Concepto convencional de terapia. Relaciones entre dos. Se alienta a los estudi: j Sus. familias, en las relaciones entre dos. En eae Sei tna relacién entre dos es aquella en la que dos personas entren en eoniactas una con otra, en el plano personal, sin hablar de otros (es rea sin triangular) ni de temas impersonales. Son pocos los que onsiguen hablar con otra persona en un plano estrictamente perso- ae on mas de unos minutos sin que crezca la ansiedad, induciéndo- i silencio © a desviar la conversacion hacia otras personas 0 facia temas impersonales. Nadie puede decir que sabe lo que es una Telacion exclusivamente entre dos, desde el momento que todo tipo ie Peta €s, por definicién, mejorable. En el aspecto practico, este baa le relacién se establece entre dos personas bastante diferencia- pa que pueden comunicarse directamente y mostrarse un Tespeto = Se sin incurrir en las complicaciones con las que eae pa menos maduras. El esfuerzo por lograr una oe los mejora el sistema relacional de la familia y es un pico para conocerse. Para empezar, he sugerido lo siguiente: “Si consiguen crear una pom ear dos con cada tmiembro de su familia eae habran. = Cae 0 mas que con cualquier otra cosa que logren hacer en eee Unico limite de esta advertencia es que nadie vive lo i lente para llevar a cabo esta tarea. El éxito depende también de respuesta de los demas. En este proceso uno aprende a conocer DIFERENCIAGION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN Ty los sistemas emocionales, la manera en que las personas se retinen en grupos, el modo en que se afslan en los momentos de ansiedad y la intensidad de los procesos emocionales entre personas que sé repelen y se rechazan reciprocamente. Un consejo muy simple es que la persona inicie una relacién entre dos con cada uno de sus progenitores. Algunos creen que tienen una buena relacién de este tipo porque congenian con los miembros de la familia, cuando ésta es sociable y las personas toman contacto entre si sobre la base de los roles que originariamente les fueron adjudicados, pero no saben que una relacién entre dos con cada uno de esos miembros sacaria a la luz todos los problemas emocionales que los padres han tenido en su relacién y, antes, en sus respectivas familias de origen. Son muchos los problemas que surgen cuando se intenta crear una relacién entre dos con cada progenitor y por eso conviene tener un “entrenador” que haya tenido la misma experiencia con su fami- lia. Sin esta ayuda, se tomarfan decisiones criticas de base emocional y se desperdiciarfan varios meses sin resultado alguno. Esfuerzo de diferenciacién es aquel que se produce en el si-mismo en relacion con los otros si-mismos. Es muy comin que los miembros de una familia consideren que son parte de un grupo y que la gente entra en relacién con los grupos, més que con los individuos. Es habitual que los padres escriban cartas en las que firman: “mamé y papa” y los hijos escriban: “Queridos mama y papa”, o “Querida familia”. Visitar a la familia llevando al cnyuge y a los hijos hace que la familia de origen tome contacto con la del estudiante como grupo, impidiendo que se instaure una relacién entre dos. Hay quienes consideran que una relacién entre dos significa conocer mejor a un miembro de la propia familia. Otros Levan al cényuge y a los hijos a visitar a la familia de sus padres y terminan haciendo sesiones atipi- cas de terapia de grupo en las que se habla de los “problemas”. Esto puede influir para que el clima emocional en el hogar sea mas cordial, pero también puede inducir a la ansiedad. En ninguno de los casos se establece una relacién entre dos. Llegar a ser un mejor observador y llegar a controlar la propia emotividad. Estos dos principios estén tan intimamente ligados que los exponemos conjuntamente. El esfuerzo por egar a ser un mejor observador y aprender mds sobre la familia reduce la reactividad emocional y esto, a su vez, contribuye a llegar a ser un mejor obser- 80 BELA FAMILIA AL INDIVIBUD: vador. Se trata de uno de los esfuerzos mas constructivos que una persona puede hacer. Nadie llega a ser totalmente objetivo y nunca puede dejar de reaccionar emocionalmente frente a las situaciones familiares. Un leve progreso en este sentido ayuda al estudiante a situarse un tanto “fuera” del sistema emocional de la familia y esto, a su vez, le ayuda a tener un mejor punto de vista respecto de los fendmenos humanos, le hace capaz de superar el reproche y a rencor y de alcanzar un nivel de objetividad que es mucho mas que un mero ejercicio intelectual. Para la mayoria de las personas es bastante facil aceptar intelectualmente que no se puede condenar a nadie en las situaciones familiares, pero esta idea permanece en el plano intelectual hasta que se logra un conocimiento emocional de la propia familia. Es provechoso para la familia que uno de sus miem- bros pueda relacionarse con més libertad, sin tomar posiciones y sin dejarse enredar en el sistema emocional de la familia. Es imposible decirle a una familia lo que uno est tratando de hacer y actuar de manera tal que la tentativa tenga éxito, porque reveldrselo a los demas. puede causar discrepancias en cuanto al proceso y hacer que las resistencias naturales se conviertan en barreras infranqueables, Al mismo tiempo, esto crea una actividad de grupo que invalida el Tesultado de la diferenciacién. Mientras realiza este esfuerzo con la familia, el individuo llega a desempefiar un rol unico, importante. para todos; es respetado y contribuye a la individualizacién y a la responsabilizacién. La persona que adquiere una cierta capacidad de observar y controlar, en parte, su reactividad emocional adquiere una capacidad que es titil en la vida, en todos los problemas emocio- nales: puede vivir su vida reaccionando mediante respuestas emocio- nales adecuadas y naturales, pero con la conciencia de que en cual- pet poe puede salir de la situacién, dominar su reactividad y t observaciones I f mis fees que Ia ayuden a tener el control de si mismo y Destriangular el si-mismo de las situaciones emocionales. Es ésta una necesidad absoluta si nuestro objetivo es la diferenciacién del si-mismo. Todo el trabajo en el Ambito de Ias relaciones interper- sonales, el mayor conocimiento de la familia a través de la obey cién y el control de la propia reactividad contribuyen a crear un siste. ma relacional més “abierto” y a reactivar el sistema emocional cuando el sujeto se ha mantenido aparte. Es posible entonces ver los DIPERENGIAGION DEL 8) MIMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN ay tridngulos en los que uno ha crecido y cambiar con tespecto a ellos. Destriangular implica un proceso que es, esencialmente, igual al que hemos descrito en el caso de la terapia de pareja. Bl objetivo consiste en mantenerse constantemente en contacto con un sistema emocional que envuelve al si-mismo y a otras dos personas, sin tomar partido por ninguna de las partes, sin contraatacar ni defenderse y buscando siempre mantener una linea neutral de respuesta. El otro percibe el silencio como una respuesta emocional. En este proceso son muchos Jos detalles que hay que considerar. Parte de él se desarrolla, simple- mente, encontrandose con la familia durante un proceso emocional 0 manteniéndose mds objetivo y menos reactivo frente a los demas. La familia “sabe” cudndo se da esta situacién. La diferenciacién sélo es posible cuando existe un contexto emocional con el que se puede tomar contacto. Por eso se aconseja a los estudiantes que, de ser posible, estén en su casa cuando se cree alguna situacién emocional que sea natural en la familia: un viaje al hogar con motivo de una grave enfermedad, una muerte, o un regreso de las vacaciones, generan los niveles de ansiedad més eficaces para visitar a la familia. Cuando ésta pasa por un periodo tranquilo, no s6lo no hay contex- tos emocionales con los cuales tomar contacto, sino que ademas el sistema familiar hace cualquier cosa por evitar que éstos afloren. En situaciones como ésta hay que buscar algtin hecho emocional del pasado, sin caer en enfrentamientos emocionales: probablemente, el error mAs grave que la gente comete en el trabajo con la familia extensa es la confrontacion emocional, que puede ser de una eficacia relativa por poco tiempo, por cuanto el que Ja propone cree haberla justificado, pero la familia reacciona negativamente y puede ser necesario un periodo de meses 0 de uno o dos afios para que Ja fami- Jia supere una actitud de rechazo hacia el que provoca esa confronta- cién. Otros aspectos. En la tentativa por diferenciarse de la familia de origen hay muchos otros aspectos importantes, pero se relacionan més con la naturaleza de las cosas que con el principio basico. En toda familia hay momentos en los que el estudiante queda atrapado emocionalmente en el tridngulo con sus padres y cuando esto ocurre es contraproducente seguir trabajando contra el bloque. Una dimen- sién operativa es factible tinicamente cuando se centraliza el trabajo en otros miembros de Ia familia importantes para los padres, es tee 82 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO decir, en un tridngulo constituido por uno de los padres, por otro miembro de la familia y por uno mismo. En algunos casos se puede afrontar ese bloque, de manera efectiva, por medio de los hermanos; €N otros, esto no tiene utilidad alguna y puede ser ventajoso estable- cer una relaci6n con los padres 0 con los abuelos cuando éstos estan. disponibles. Otros aspectos interesantes se apoyan en determinados Prtincipios y técnicas cuando han fallecido uno 0 ambos padres. La mayor parte de la gente tiene més parientes de lo que cree y aun cuando s6lo pocos vivan todavia es posible servirse de este sisterna teOrico para reconstruir un eficaz sistema emocional en la familia, que permita la diferenciacién del si-mismo. Exposicién de los resultados Las notables observaciones hechas durante los cursos de entre- namiento desde 1967 hasta principios de 1969 han sido objeto de investigacién intensiva y de experiencias clinicas. Cuando se presen- taron por primera vez los resultados, en el Congreso de octubre de 1971, gran parte del siguiente trabajo fue preparado para demostrar la validez de las primeras observaciones. Como el presente trabajo se volvié aescribir en octubre de 1974, se agregaron también obser- vaciones posteriores. En muchos casos, se ha empleado un método de ensefianza que inclufa desde pequefios grupos de 15 a 20 perso- as que se reunfan una ver, por semana, hasta grupos de 50 a 75 Personas que se vefan una vez por mes. Se trataba de profesionales del campo psiquidtrico con nivel de posgrado. Es imposible saber cuantos de ellos se comprometieron hasta el punto de iniciar un trabajo serio con sus familias de origen, por cuanto este tipo de enfoque ha tenido gran difusién y las reuniones requieren contar con Personas especificamente interesadas. Alrededor del cincuenta por ciento de los que hacfan el seguimiento del pequefio grupo una vez Por semana se Ilegaron a interesar tanto que comentaban regularmen- fe en cada sesién sus esfuerzos con la familia de origen. Ninguno de ellos seguia ningun tipo de teripia. Los resultados de este grupo concuerdan con las observaciones originales. Los grupos més gram- des se retinen con intervalos demasiado prolongados para que se pueda tener una idea precisa desu respuesta global. A menudo, las Personas de los grupos numerosos alcanzan los mejores logros DIFERENCIACION DEL SLMISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 63 después de un afio, o mas, durante el cual han permanecido en silen- cio: me asombr6 lo que habian hecho solas, valiéndose tinicamente de lo aprendido en una docena de reuniones de aproximadamente tres horas cada una. Dediqué cada vez mayor tiempo a situar a las personas frente a sus familias de origen: se trataba de individuos que habéan solicitado una supervisién individual y de profesionales del campo psiquiatrico que habfan ofdo hablar de este tipo de enfoque y querian que se les ayudara con sus familias. Los entrevistaba, en su mayorfa una vez por mes, durante una hora; a quienes vivian en ciudades més alejadas, dos horas cada dos o tres meses. La cantidad de profesionales que sobre la base de este enfoque pedia una verda- dera terapia familiar aumentaba continuamente: entrevistaba a cada cényuge por separado, con sus respectivas familias de origen. A muchas personas no profesionales las traté siguiendo la misma modalidad. Con esta amplia experiencia de practica y ensefianza resulta dificil conocer la cantidad exacta de los que se arriesgaron a este tipo de enfoque y trabajaron seriamente con su familia de origen. Ademés, muchos de los que siguicron el entrenamiento trabajaron enseguida, aplicando su propia versién de este método. Creo que son alrededor de 500 los que se arriesgaron a sostener estas ideas durante los cursos, de los cuales aproximadamente 100 expusieron sus experiencias significativas bajo mi supervisién direc- ta. En lo que se refiere a mi trabajo particular, dispongo de cifras més exactas. El problema principal en esta materia consiste en hacer una distinci6n entre las familias en las que se enfoca exclusivamente la familia de origen y aquellas en las que se presta atencién también a la relacion de pareja. Cerca de la mitad de mi trabajo particular se desarrolla con parejas de cényuges, pero teniendo en cuenta cada vez més a las familias de origen de cada uno de ellos. Para analizar més atentamente los resultados, se precisa que los clasifique en distintas categorias. En especial, puedo decir que mis pacientes empezaron a prestar atencién a sus familias de origen a partir del momento en que salieron a la luz las observaciones aqui aludidas. Es necesario recordar que antes la terapia familiar tenia muy en cuenta a la familia extensa, mds alld de la interdependencia recfproca en el matrimonio. A partir de 1969, en mi trabajo particular con alrededor de 95 familias tratadas durante més de un afio, tuve en cuenta, casi exclusivamente, a la familia de origen, dedicando una atencién mas superficial a la relacién de pareja, Las impresiones que aqui relato 64 DE LA FAMILIA AL INDIVIDU son el resultado tanto de I Jos cursos 4 i propi ajo parti cular de “entrenamiento”, ie ee ee la valoracién de los resultados, hay personas que obtu- €lectos increibles con esfuerzos relativamente escasos y otras ae . , re . na que contra toda expectativa logra- n s ‘VO, en tanto que otras, que a primera vis oe y ‘Ista Piscean ee Presentaron un cambio muy lento. En este me | tenido més en la media que en los extremos. Mi Ba, port es hijos son superiores, automaticamente, a los Progresos Seen area las que al tratarlas se enfoca, en cambio, la interde- ea - ‘a pareja. Mi experiencia me lleva a concluir que el See favorable para el cambio, en lo que atafie a las familias ae oe = sentido, es el trabajo que tiende a definir al si- dea os comercremocioer ee at rca an tex n Ia familia nuclear. Todavi: estoy en condiciones de afirmar lo anterior con certeza, pero Spot ie ene ae esta trabajando en este eave ae lo el problema existente en la familia nuclear, Si se Sue ‘xactitud de estas impresiones, podriamos obtener ea sey resultados para la teoria y la prictica clinica de enon one Te Tefiero a quienes viven alejados de su familia a us los que viven en casa de sus padres 0 cuyos padres Con ellos, 0 a los que ven a diario a sus padres. En la familia €sfuerzos por alcanzar la objetividad y controlar las reacciones es en la familia nuclear pueden permanecer, durante largos ‘odos, en un nivel de juego emocional, En ese juego, cada COnyuge anula los resultados potenciales de ambos. DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 85 No cabe duda de que tenemos mucho que ganar si centramos nuestra atencién en la interdependencia emocional en el matrimonio. Veinte afios de terapia familiar lo confirman, pero pronto se puso de manifiesto que es mas eficaz atin tener en cuenta a la familia de origen. {Por qué no considerar ambos problemas y sacar la mayor yentaja posible de ambos enfoques? Creo que la poderosa fuerza emocional de distintas generaciones, que pasa por el “corte decidi- do” con el pasado, no puede, en modo alguno, ser el factor determi- nante de mayor importancia. Una amplia experiencia clinica confir- ma la tesis de que las personas no estan motivadas para trabajar con el pasado cuando estén envueltas en un proceso que ofrece una posi- ble solucién en la generacién presente: algunas parecen tener éxito combinando ambos enfoques y otras, cuyos esfuerzos con las fami- lias de origen son discontinuos, obtienen pocos o ningtin resultado. Estas Ultimas se muestran tan “acostumbradas” a seguir con sus periédicas sesiones de terapia familiar, que inducirlas a trabajar mas con la familia extensa termina, poco mds 0 menos, en una tentativa simbélica. Las cosas son diferentes en las familias con las que se trabaja exclusivamente en la familia de origen. Hasta ahora no he tenido ni el coraje ni la conviccién de considerar los problemas unicamente en la familia de origen, salvo en los cursos de entrena- miento. Esto se debe en parte a mi arraigada conviccién de que es conveniente trabajar en los conflictos existentes en la relacién de pareja y, en parte, a mi investigacién sobre el mejor modo de combi- nar ambos enfoques. Es un problema que quedard resuelto en los préximos afios. Cuando comencé a centrar mis esfuerzos en la familia de origen, estaba convencido de que eran pocas las familias adecuadas para ese enfoque. Consideraba que carecerfa de todo sentido, para una fami- liacon una problematica mayor relativa a la familia nuclear, empezar por hablar de las relaciones con la familia de origen. La resistencia de las familias a este modo de encarar la cuestién fue menor de lo que cabia esperar. Esto me recuerda que en 1954, cuando por prime- ra vez empecé a preguntarme cémo comprometer a toda la familia en la investigacién, crei que sdlo participarian los padres que estuvieran desocupados 0 jubilados. Nunca pensé que seria tan facil implicar a los padres, como result6 luego en realidad. En este momento, no estoy seguro de cudn amplio puede ser el campo de aplicacién a la hora de abordar a la familia de origen: la experiencia me enseffa que ae DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO las Cosas son mas simples de lo que parecen. Es dificil comparar el tratamiento mas Convencional de terapia familiar con este enfoque de Ja familia de origen. Para la familia es mucho més sencillo asistir periddicamente a sesiones de terapia familiar durante uno, dos 0 tres ajios que afrontar los trastomos emocionales, el tiempo y los gastos que Suponen las visitas a las familias de origen. Sin embargo, las personas motivadas quieren trabajar en este sentido. Al ter: uta, tenet que abordar a la familia extensa le exige una mayor eal ten cia, Ms trabajo continuo sobre si mismo y mayor enci Gh los detalles que en la terapia mds convencional. Por otro lado. ara abordar ala familia extensa se precisa mucho menos tiempo que para tratar a la familia nuclear. La frecuencia de las sesiones se determina en funci6n de la cantidad de trabajo que el miembro de la familia es capaz de hacer en los intervalos entre ellas. A algunos les basta con una Sesion por mes para mantener vivos sus esfuerzos; a otros s6lo se les entrevista una o dos veces por afio, pero cuando Tos intervalos son demasiado largos los resultados son decepcionantes, las perso- na tenden a abandonar todo esfuerzo y a hacer una especie de visit ala familia inmediatamente antes de la sesién, Ademés, para ina persona motivadla, media docena de sesiones de una hora por aiio son mas eficaces que las sesiones semanales de terapia famili: centfada en la relacién de pareja. ae Este trabajo ha querido dar una vision de Conjunto de un enfo- que distinto Para provocar un cambio en las familias, pero este enfo- que &s demasiado reciente para que sea posible tener respuestas claras 0 definir los procedimientos a emplear en diferentes sectores, LaexPeriencia nos aportaré algo més. te EL ANONIMO* EL RELATO CLINICO Este relato se refiere a una experiencia clinica de pocos meses de. duraci6n, en el transcurso de los cuales legué a diferenciarme mucho mejor de mi familia de origen, esta experiencia estuvo precedida por un trabajo de doce afios dedicados al estudio de mi familia desde la perspectiva de la teorfa familiar. Durante los tiltimos siete u ocho afios de este periodo realicé un esfuerzo muy intenso para diferenciar- me. Este lento esfuerzo a través de tentativas y errores se entremezcl6 con mis progresos en el campo profesional en lo que respecta a la investigaci6n, teorfa y terapia de la familia. Llegado a este punto de evolucién con mi familia, pude “entrenar” a terapeutas familiares inte- resados en diferenciarse significativamente de sus respectivas fami- lias en el curso de 2 6 3 afios. Alcancé este objetivo ayudandoles a orientarse hacia las dreas mas importantes y a evitar aquellas que sdlo terminarian en una inutil pérdida de tiempo. Para que el lector comprenda que se traté de un trabajo totalmente racional presentaré el material en sus distintos momentos evolutivos, explicando cada uno de ellos en funcién de mi teoria de interaccion familiar. * El origen de este trabajo fue un relato improvisado por Murray Bowen que reemplaz6 a un trabajo suyo presentado oficialmente en una conferencia sobre las Investigaciones Familiares, celebrada en 1967. Obje- to de una reelaboracién y de una considerable ampliacién, el relato fue publicado después andnimo (a solicitud del editor y del recopilador) en las actas de la conferencia (Family Interaction, recogidas por J.L. Framo, Nueva York, Springer, 1972). En esta traduccién se han omitido algunas partes que resultaron superfluas por la inclusién de otros trabajos de Bowen (N. del Editor). TETE— 69 DE LA FAMILIA AL INDIVIBUE Datos personales Mi experiencia en psiquiatrfa me ha dado mu ic tas para trabajar con mi familia: la mayor parte ieee ieee titiles los he tomado de mi experiencia en la investigacién sobre a familia. De todos modos, habia realizado antes algunas experienc: ei que pueden haber incidido, en cierta medida, en el cess ical modo de pensar y a éstas me referiré brevemente, corel fa muchos los que me preguntan cudles pueden ser los motivos a inducen a una persona a trabajar con su propia familia, empezaré i fables de algunas inclinaciones que aparecieron muy pronto en mi En mi infancia reunia dos condiciones que j ipateecanl ee teatro i ver enigmas dificiles y para buscar soluciones précticas ante be mas aparentemente irresolubles, y una gran habilidad ciate as doce afios, mas 0 menos, decidi orientarme hacia una rofe ién, sintiendo la misma inefinacién por el derecho que por la'medicine Mas tarde me incliné més por esta tiltima. A los quince ce rie ccurrié un episodio que fue determinante en mi opcién por la a Cina. Era asistente en una ambulancia y tuve que llevar a una adol E cente, en estado de inconsciencia, a un hospital universitari La chica estuvo en coma toda Ia tarde y al anochecer muri¢, El vi 5 recuerdo de los primeros auxilios y.de los médicos que pareeisg perplejos € inseguros y no eran Capaces de una solucién, me estimu: 16 a buscar mejores respuestas en el campo de la medicina, En la facultad de medicina me interesé pronto por aquellos campos en k - que habia una mayor cantidad de problemas urgentes y ae a en primer lugar la neurologfa, después la neurocirugia y por iil ie el diagnéstico diferencial. El desafio intelectual de it aes quinirgicas mas competentes no me sedujo hasta que hice el ees je. Después de una serie de muertes quirtrgicas, adquir{ una epee de insensibilidad artificial y afronté ser interino en cirugia: ieee estuve en el servicio militar cinco aiios. La difusién de las isfance nes psiquidtricas que observé en el personal del ejército y Ia falta tis Soluciones adecuadas para estos problemas me decidieron a e1 der una especializacién en psiquiatria. Me relacioné finiaearicie con el problema de la esquizofrenia y me ocupé de todas las a conocidas al respecto, hasta que mi interés se volcé en la familia EL ANONIMO 89 Las hipétesis sobre la familia me Ievaron, pocos afios después, a trabajar con plena dedicacién en la investigacién psiquidtrica sobre la familia. Cuando tomé contacto por primera vez con la psiquiatria ignora- ba hasta cierto punto las ideas psicolégicas y psicoanaliticas y mi conocimiento superficial cn esta materia era parcial, refiriéndose exclusivamente a su aplicacién psicopatolégica. Mi familia estaba muy unida, se Hevaban bien, no tenfan conflictos, problemas con- yugales ni problemas de alcoholismo 0 de tipo neurético o de conducta, al menos en las generaciones que yo habia conocido. Las relaciones en la familia de mis padres y en mi familia nuclear se consideraban felices, normales, ideales. Mis dos primeros afios de psiquiatria, durante los cuales escuchaba todas las explicaciones, aparentemente Idgicas, de la conducta humana, fueron casi dicho- sos, pero la dicha desaparecié cuando me di cuenta de las fisuras logicas de la teoria, que los expertos no lograban explicar. La mayor parte de los psiquiatras no parecia inquietarse por las contradicciones que més tarde constituyeron el micleo de mi investigacién. En definitiva, esos dos primeros afios de psiquiatria y mi andli- sis personal me ayudaron a captar un mundo de motivos y conflictos ocultos, realmente fascinante. Aprendi los conceptos y comencé a aplicarlos en mi mismo, en mis colegas, en mis amigos, en mi fami- lia e incluso en personajes destacados de la vida publica a quienes nunca habia conocido personalmente. Todos eran “‘patolégicos” y los que negaban serlo eran mas ‘“patol6gicos” atin, Al pensar en los miembros de mi familia empecé a analizar su dindmica psiquica y a hacer diagnésticos sobre ella. Este trabajo tendia a consolidar mi posicién primitiva frente a la familia de origen. Como yo era el hijo mayor y, por afiadidura, médico, habia sido el sabio experto que predicaba a los profanos, hasta cuando lo hacia emitiendo una opinién o dando un consejo. La familia escuchaba con cortesia y luego sentenciaba: “Se trata slo de psiquiatria”. Durante mi andlisis senti un fuerte impulso emocional de establecer con mis padres una fastidiosa confrontacién con respecto a mis resentimientos infantiles, que habian salido a la luz en la transferencia. En aquel tiempo creia que esta confrontacién equivalfa a una emancipacién emocional. Debe de haber constituido una cierta ventaja inmediata conocer algo mejor mis sentimientos y aprender a comunicarselos a mis padres, pero el resultado final fue el endurecimiento de los modelos transac- 90, DE LAFAMILIA AL INDIVIDUO Cionales precedentes. El resultado concreto fue mi conviccién de que mis padres tenian sus problemas y yo tenia los mios. que ellos nunca habrian de cambiar y que ya nada se podia hacer. Me senti justificado entonces al mantener una distancia formal con respecto ellos y superficial en nuestras relaciones reciprocas. No intenté peu en las relaciones dentro de mi familia de origen hasta cciuerce desarrollar mis #4e€vos conceptos sobre la investigacién Para esta concepci6n, resulta de especial importancia un fenéme- no emocional procedente de un sistema ajeno a la familia. Yo traba- jaba en una gran clinica psiquidtrica, muy conocida, en la que el sistema emocional de la “familia” de los médicos y demas empleados era idéntico al sistema emocional de cualquier familia. Los modelos de todos los sistemas emocionales son iguales, sea que se trate de Sistemas familiares, sistemas laborales 0 sistemas sociales, y la tinica diferencia entre ellos eS Su grado de intensidad. Fn el sistema emocional en el que trabajaba pude hacer algunas observaciones muy importantes. Noté que cuando me ausentaba con motivo de algun viaje era mucho mas clar© y objetivo en cuanto a las relaciones laborales, objetividad que yerdia a mi regreso. Después de esta Observaci6n inicial, examiné mAs atentamente este fendmeno. La objetividad aparecia después de una hora de vuelo. A mi vuelta, perdia la objetividad tan pron como traspasaba la puerta de regreso al trabajo. Era como si el sistema emocional se “cerrase” Rae en cuanto entraba en el edificio. Afios después di a este sistema el nombre de “masa indiferencisda del yo familiar”. Me pregunté qué tendria que hacer para conser‘ar la objetividad emocional dentro del sistema. Un si-mismo diferentiado es aquel que logra mantener la objetividad emocional inclus0 cuando esta dentro de un sisterha emocional agitado, pero que # mismo tiempo se mantiene en rela- cin activa con las personas clave del sistema. Hice otras observa- Ciones sobre el sistema emocidnal del ambiente laboral. Después de un viaje, cuando regresaba a la Ciudad en sébado, mantenia la objeti vidad hasta que volvia al trabsi0 el lunes por la mafiana. Sin eiabae go, una vez la perdf durante una Conversacion telefénica con un colega, antes de volver al abajo. Otras veces la perdia en el momento en que saludaba a dgtin directivo en el jardin, antes de entrar al edificio. Esta “fusién”en el sistema emocional se hacia mas fuerte con las personas que, er €l trabajo, tenian mayor tendencia a EL ANONIMO. 1 las habladurias. La habladuria es uno de los principales mecanismos para “triangular” a otra persona en el campo emocional entre dos personas. En otra ocasién discutiré los detalles de este fenémeno. En ese sistema laboral la “triangulacién” Iegaba al maximo cuando fbamos a tomar café o cuando nos reunfamos o jugdbamos una parti- da, y los que “entendian” se dedicaban a analizar y a hablar de los ausentes, Este mecanismo implica el siguiente mensaje: “Entre noso- tros nos entendemos perfectamente (el aspecto de ‘cohesién’ del tridngulo). Estamos de acuerdo en que la tercera persona es la pato- légica”. En las reuniones, la gente formaba pequefios grupos, en cada uno de los cuales se hablaba de alguien que no lo integraba y, al parecer, nadie se daba cuenta de que cada grupo se dedicaba a las mismas habladurias para triangular a los demés.. Creo que el hecho de haber estado inmerso en ese sistema emocional laboral fue una de las experiencias mas afortunadas de mi yida, Era lo bastante intensa como para poder permitirme esas obser- vaciones. Una vez observado el fendmeno en ese contexto, fue mucho més fécil reconocerlo en todos los demés sistemas laborales. Adquirt por ello una especie de “control” del idéntico fenémeno en mi familia de origen. Durante los afios en que trabajé duramente para diferenciarme de mi familia volvi en algunas ocasiones a visitar mi primer lugar de trabajo. Algunos de mis mejores amigos quedaron alli. Durante mis visitas, aunque hubiese estado ausente dos 0 tres afios, en menos de media hora encontraba a alguien importante en el sistema y de inmediato me “fusionaba”, introduciéndome en el tejido emocional del propio sistema. Al final, cuando ya habia adquirido el dominio de Ja experiencia familiar que comento en este libro, volvi al antiguo sistema de trabajo y durante una larga visita consegui esta- blecer una relacion estrecha con personas significativas de ese siste- ma, sin caer en la “fusién”. LA HISTORIA DE LA FAMILIA. Mi familia de origen constituye el caso clinico que presento en este trabajo. Soy el mayor de cinco hijos de una familia muy unida que ha vivido en la misma ciudad durante varias generaciones. Mis padres, en la actualidad muy ancianos, desempefian un rol muy acti. vo en la vida de la comunidad y ambos se ocupan de la empresa fami- 92 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO liar. Mi perfil de personalidad es el del hijo mayor con muchas tesponsabilidades. Me casé con la segunda de tres hermanas, cuyas caracteristicas son més bien las de hija mayor. Tenemos cuatro hijos, que tienen entre catorce y veinte afios. Mi primer hermano, dos aioe menor que yo, es un hombre de negocios enérgico, que se estableci6 en otro Estado en cuanto terminé Ia universidad. Se casé con una compafiera de estudios, hija nica, con muchas actividades sociales y tienen una hija. El tercer hijo, mi segundo hermano, tres afios menor que el otro, dirige los negocios familiares y acttia como dirigente del clan, Durante el servicio militar se cas6 con la segunda de dos hijos (el mayor varén) y tienen dos hijos y una hija. El cuarto hijo de mi familia de origen, la mayor de mis hermanas, tiene dos afios menos mele tercero y emocionalmente es la mas triangulada en el sistema one Ja dnica que no fue a la universidad y la tinica que vivié una q at tante simple: se casé con un empleado de la empresa de la ‘amilia y tienen un hijo y una hija. La quinta hija es cuatro afios menor que la cuarta. Tras la universidad se fue a trabajar a otra ciudad, donde se cas y tuvo una hija. Después de muchos afios, el marido vend su empresa y ambos regresaron a la ciudad natal “ le €l se ocupa de los negocios de la familia. Ninguno de los cinco 1JOS ni sus mujeres ni sus maridos ni sus hijos han tenido nunca eee incapacitantes, accidentes 0 lesiones de ningiin tipo. prolate de hechos en el campo emocional de esta familia se fa a lo largo de un perfodo de més de cincuenta afios, Mi padre es hijo tnico y su misi6n fue ser un hijo mayor muy responsa- ble. Su padre murié cuando él era un nifio, Fue educado por la ie ae los doce afios, cuando ella se volvié a casar y tuvo otros Jos. Se mantuvo solo desde nifio. Mi madre era una responsable hija mayor, con siete afios més que su hermano. Su madre murié cuando ella tenia un afio y a partir de entonces ella y su padre volvie- ron a vivir con los padres de él; cuando mi madre tenia seis afios su rade se volvi6 a casar. Vivié entonces diecisiete afios con el padre, a madrastra y el hermanastro, nacido un afio después. Mis padres se habian conocido muy bien cuando ambos trabajaban en la ciudad. Se exrontevandy €1 Ileg6 a ser administrador en el ferrocarril y ella = aa i ea ay dla en un negocio abierto por el abuelo patemo. aes ‘monio, mis padres vivieron cinco afios en la » en una casa propia. Yo naci después de un afio de casados y mi hermano dos afios después que yo. EL ANONIMO- ee Transcurrido poco tiempo desde el nacimiento de mi hermano, ocurrieron una serie de hechos que influyeron profundamente en el futuro de la familia. El hermano de mi madre estudiaba en una universidad a varios cientos de millas de distancia. La salud de mi abuelo materno comenz6 a empeorar y mi padre empez6 a dedicar cada vez més tiempo a los negocios, después de su trabajo a jomada completa. Mi abuelo materno habia sido un juicioso hijo mayor de una gran familia. Su muerte, ocurrida cuando mi hermano tenia dos aiios, fue un punto crucial en la historia de la familia. Mi padre renuncié a su trabajo, el hermano de mi madre volvié de la universi- dad y mi padre y mi tio llegaron a ser socios. Mis padres se muda- ron a la casa de la familia de mi madre. La familia estaba entonces constituida por mis padres, que todavia no tenian treinta afios, mi hermano y yo, mi abuela, que se acercaba a la cincuentena y mi tio que tenfa poco més de veinte afios. En este punto, los perfiles de la personalidad de cada uno nos resultarén utiles para comprender el campo emocional de la familia. Mi padre es un hijo mayor muy acti- vo y mi madre, una sensata hermana mayor. Pertenecen a ese grupo de hijos mayores que hacen del matrimonio una sociedad sin sobre- saltos. Mi abuelo, que era un hijo mayor, se habia casado con dos hijas menores muy adaptables. Mi abuela, su segunda mujer, era tranquila y tolerante. Mi tio, que funcionalmente era un hijo unico por los siete afios de diferencia entre él y mi madre, era ¢l unico hijo de su madre. Crecié con el perfil de un brillante hijo menor. Estos perfiles de personalidad eran los de una familia en la que todos se llevaban muy bien y en la que habfa un bajo indice de conflictos. Aproximadamente cinco meses después de la muerte del padre, mi madre qued6 embarazada del tercer hijo, mi segundo hermano. Pocos meses después, io fue de los primeros en ir a la guerra y ini padre asumié la direccién de los negocios. Mi segundo hermano fue concebido en ese periodo transcurrido entre la muerte de mi abuelo, la reorganizacién de la empresa y la transformaci6n en un solo ‘nticleo familiar. Mi primer hermano y yo habiamos nacido cuando mis padres tenian casa propia y éramos los tnicos que nos jabfamos ido del hogar y no habiamos tenido nada que ver con la mpresa. A ninguno de nosotros se nos obligé a quedarnos 0 a 0s. Mi hermano y yo, simplemente, nos fuimos. Mi tio volvié de Ji guerra casi dos afios después, mas 0 menos en el momento en que imi madre quedé embarazada de su cuarto hijo, mi hermana mayor.

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