El humor y cómo hace éste para mejorar en el

trato

Cada día veo en la gente una cara que en nada se parece ni compara con
la que mi mente de manera simpática guarda. El vivir dentro de un conflicto
casi constante. El no tener seguridad ni en lo físico ni en lo concerniente a los
servicios básicos, el temer por el futuro, la falta de prevención por los motivos
que fueren y al final el conjunto de penurias que nos agobian, son sin duda los
elementos que disparan nuestra frustración, rabia e impotencia y la dejan ver
en nuestros rostros.
Por años nos hemos encontrado que el humor es una de las causas que
une o aleja de la gente. Es bien sabido que una sonrisa es la llave que abre la
puerta más circunspecta pero ¿qué sucede cuando el humor, es por llamarlo de
algún modo: desagradable? Qué, cómo y por qué a ciertas personas aceptamos
como amigas y a otras, simplemente, no la soportamos. El mundo que nos
rodea nos bombardea con sólo noticias trágicas, los noticieros tan sólo
destacan el mal en el mundo, raramente vemos alguna que otra que nos sirva
de consuelo o que nos permita creer en que el futuro será mejor. La sola idea
de la muerte es una circunstancia que abruma. La vejez, la pérdida de muchas
de nuestras habilidades, el estrés y tantas otras cosas minan en contra nuestra.
Si a esto añadimos que es más sencillo quejarse que alabar, que por
desgracia lo malo es más fácil de regar, de compartir que lo bueno. Y de
seguro acá entran en el juego una variedad de causas y motivos, entre los que
destacaríamos al celo, la envidia y tantos otros que no nos permiten ser justos
con los demás.
Ahora luego de años de investigación se ha descubierto que el cerebro
humano bajo ciertos parámetros se diferencia en su colorido dependiendo del
sentir de cada uno. Cuando se amplia la imagen y se ve con estos nuevos
aparatos. Se destaca un color uniforme y suave entre aquellas personas
carentes de problemas, con ganas de vivir, entusiastas y por ende optimistas.
Lo lamentable, lo encontramos en el otro grupo que a saber es
extremadamente superior al primero. Los colores que se han fotografiado de
estos pacientes dejan mucho que desear. Hay una mezcla de colores fuerte que
se desplazan y que denotan que algo anda mal. Según el Dr. Suzuki de la
Universidad de Harvard, uno de los hombres más expertos en este tema, nos
hace ver que la química es responsable directa de nuestras emociones. La
Testosterona, la Dopamina y las Feromonas, sirven de lubricante cerebral por
decir de algún modo y apaciguan nuestras ansias. Éstas mismas ayudan a
generar lazos de unión entre una madre y su feto, un hombre y una mujer o
entre los demás seres humanos.
Qué hacer para incrementar estas células en nuestro cuerpo, cómo
podemos lograr que nuestras angustias mermen lo suficiente como para poder
vivir un poco mejor, cuánto esfuerzo nuestro nos costará remediar nuestro
pesar. Son todas preguntas de las cuales sí hay respuestas. Según el Dr.
Suzuki el medicamento Prosac (antidepresivo) hace que el incremente las
células en casi todas nuestras necesidades, de forma rápida. Pero nada tendría
que justificara este artículo sino pudiésemos aportar algo propio. Y es que
también el sistema de mi abuela funciona. Hay que reír, la Terapia de la Risa
es el mejor método, es el que mantiene nuestro cuerpo con los anticuerpos
necesarios, es la industria farmacéutica más completa con la que nuestro
organismo puede producir a un bajo coste los químicos requeridos para bajar
en nuestra manera de ser, la violencia y pasar a la acera de los que aman
sabiendo lo que hacen, los que aman porque así lo sienten, de los que en poco
tiempo olvidaran rencores y servirán como conejillos de India para que
nuestro mundo sea mejor.
Samuel Akinin Levy