Вы находитесь на странице: 1из 45
ANGELA MARIA KLOCKER RESTANO SUSANA HALLER MASLEIN DE DUTRUEL Dee Suiza “Entre Rios Testimonios de una comunidad pionera Colonia Nueva de Villa Urquiza Bz Editorial de Entre Rios DE SUIZA A ENTRE RIOS Postes de Nandubay valen $30 bolivianos el ciento Mediospostes = > 23s s+ La poblacién actual de esta colonia se compone de 132 familias con 800 personas, que segan su nacionalidad respectiva se dividen en: 50 familias con 381 personas angentinas os = 3) espatolas Estas familias son catélicas y protestantes en nu- mero casi igual de 400 por cada religién; lo que no he podido averiguarse exactamente por falta de datos, Enesta colonia no escasean las profesiones quea Ja par de la agricultura concurren a darle vida y ‘movimiento, He aqui los establecimientos y nd- ‘mero de artesanos que se encuentran en ella: spor en construccién 1 molino de viento 8 casas de negocio 1 fonda con billar *EL yeso, el ladrillo, la cal y otros articulos que abundan tienen los precios siguientes: 12 pesos buivianos el millar al 1 peso boliviano la fanega Yeso cristaliado arrobs 4819 pesos bolivianos el ciento de mazos aja para techo »La Administraci6n se compone de: 1 Delegado politico 6 saldados de poi La iglesia catia en actual construccién est si- tuada en el centro de un punto dominante, dest- nado para la formacién de una vill, habiéndose adjudicado los solares de 50 por 50 varas gratis hasta 1874; con la sola condicién de poblar segin las prescripciones de a Ley de 22 de Marzo de 1872. »El templo protestante permanece cerrado por {alta de ministro. El presbitero protestante de Hel- vecia, atravesando el Parand, hace a la colonia anualmente dos a tres visitas para administrar los auxilios religiosos. Hay tres escuelas de las cuales, son dos para varo- nes y una para mujeres. Concurren a las primeras 130 niitos y a fa segunda 50-nifias. Los ramos de ‘enseianza son: idioma espanol, francés, italiano y alemén; caligrafia, aritmética, geografia e historia sagrada, »Epinicios Parricutanss, Los edificios 0 casas par- ticulares son 159 de la siguiente categoria: 5 Casas de material y de alto 2 tt deazotes 156+ = techode pain Las concesiones todas tienen plantaciones de ar- bles frutales. INsreuMENTOS DE AGRICULTURA. Entre carros, ara- os, instrumentos y demas titiles de labranza, la Colonia posee 618 piezas bajo la siguiente clasi- ficacién: 264 Arados amenicanon y de pais 160) Rasiras dentadas 45. Desterromadotes 10 Aventadoras americanss Maquinas de sega, Buckey 132. Carros de 2 y 4 raedas wAxinatss, En materia de animales pueden con- tarse 5416 cabezas, aunque sobreabunda el ga- nado vacuno que, se compone de 2,000 y el ove juno de otras 2.000 cabezas; peto el detalle ¢s el siguiente: Ibueyes de bor son Cabezas ganado vacunode pastors 2000 Cahatlos 40 Gerdon 30 sie »StEMBRAS ¥ COSECHAS. 64 Familias extranjeras sembraron en 1871, 242 fanegas de trigo. José E.Antelo y varias familias del pais sembraron 42 fanegas, en todo 284 fanegas. Es de advertir, que en Entre Rios costa del Para 1, la fanega se compone de 16 arrobas. La cose cha de trigo se estimaba aproximadamente en 4.500 fanegas, y la de matz en 200 fanegas. ‘Tabaco: Ensayos hechosen aos anterioresen pe- aquena escala han dado satisfactorios resultados; pero la falta de estimulo ha hecho desaparecer hasta la idea de su cultivo. Las papas, batatas, sandias, melones, etc, ete. rin- den buenas cosechas y se venden al vecindario y en el mercado del Parand a precios siempre muy buenos. Los gastos de la casecha de trigo se cal: culan ast: La siega a méquina 6 a 8 bolivianos por cuadra; los peones con manutencién ganan ‘un jornal de 8 a 10 reales segtin circunstancias. DE SUIZA A ENTRE ROS. »FLETE, Los fletes de esta Colonia son regularmente para el Parané, ya sea por tierra o agua. La carga die una carreta que Hleve 100 arrobas, vale 6 pesos bolivianos. al Rosario ss. fuerte por arroba 1 San Nieolis “ 1 fhuenos Ares »SuELDos, Los peones de labranza, y aun para todo servicio de campo a domicilio, ganan 15 ‘pesos bolivianos al mes. »AnTEsANOS, El trabajo de los albaniles se contra- ta generalmente por dia y a razén de 2 y 2¥ pe- 0s bolivianos. Laconstruccién de a iglesia, dela casa del juzga- do y de varios otros edificios reclaman un gran contingente de operarios; solicitanse pues con empenio, carpinteros de obra blanca, herreros, albafiles, peones para la quema de ladrillos para las caleras, peones de labranza y algunos zapate- 10s, Todos los cuales encontrarin inmediato y lucrativo trabajo. Esta Colonia hubiera sido por su situacion topogrifica,fertlidad de su suelo, montes abun- > Hermann Ida Oesch - . 1905 Christian Gottfried 1866 ? Albert 1876 Hlisabeth Hart (1868 im, Schenenbergsr +1965 +1962 Familie noch Sudamerica) *Rudolf 1833 Ana Maria Johannes Anna Winkelman. 1839 Zumstein + 5/12/1906 +1877 Zumstein Urquiza +1909 Christian Anna 1805 +1872 +1869 Kontakladresse: Heidi Grunig - Dappen W. Abeggstr, 54 3132 Riggisberg CH (*) DE SUIZA A ENTRE RlOS 4, Partida de nacimiento de Cristian Godofredo Dappen eo Giaittestshcs Pov. one Ca iM © Ausqug, aus dem Geburts-Regiter. Berm { @etuntitcin). : dept ¥ ae GF Sec Whe | DE SUIZA A ENTRE RIOS 6. Santiago 7. Santiago Main (padre) DE SUIZA A ENTRE RfOS FAMILIA SCHENEEBERGER Historia y travesta de la Familia Schneeberger ‘del viejo mundo a Colonia Nueva La familia Scheneeberger, proviene del Canton de Berna, leg6 en el afio 1868, junto con las familias Ladi y Dappen, en un barco a vela, que tard6 tres ‘meses en llegar a destino: «Pasamos tres meses vien- do cielo y agua, a veces el viento nos hacia retroce- der»; Adolfo Scheneberger venia junto a su esposa ‘Maria Frtzer que dio a luza sus hijos: Maria, Luisa, Berta, Juana, Flora, Roberto, Federico y Ernesto. Sabemos también que esta familia pierde un hijo en altamar, durante la travesta viéndose obliga- dos a tirarlo alas aguas y otro de sus hijos que no podemos precisar cudl, nacié en altamar, Si bien el nacimiento es motivo de alegria digna de admiraci6n, es toda mujer que debié dar a luz alli en el barco, en el camarote del mismo o en el entrepuesto del velero, sin asistencia para tales ca- sos y sin médicos en la mayoria de las travesias, Sabemos que en algunos de ellos llegaron nifios, otros nacieron en tierra argentina y que muchos de esos ninos que jugaban juntos, fueron luego nuestros abuelos paternos o maternos, pues las generaciones venideras de esta colonia se fundie- ron con las uniones de sus descendientes. Dos de nuestras abuelas Maria Scheneeberger de Schroeder y Analisia Lidi de Datsch, jugaban jun- taseen la cubierta del barco con sts mufecas, total- mente inocentes ala aventura que vivian, La familia Scheneeberger, estuvo durante un tiem- poenel Brasi, luego se radicaron en La Emilia,pro- vincia de Santa Fe, para afincarse luego definitiva- ‘mente en Colonia Nueva, en el afio 1876. Maria era nacida en el Cant6n de Berna, el 18 de diciembre de 1860, a esta altura de los aconteci- mientos contaba ya con 16 afios. Maria y Luisa contraen matrimonio con hermanos, Adolfo y Andrés Schroeder, el primero nacido en aguas brasileras en un barco de bandera alemana, Berta esargentina, nacida en el afio 1870, secas6.con un suizo, Augusto Hundt. Juana casada con Colignén se radic6 en Mal Abrigo, provincia de Santa Fe, Hlora, Roberto, Federico y Emesto, emigraron a Diamante y alli contrajeron matrimonio. Flora se cas6 con Ferlatti, Roberto con Marfa Kozsian, Federico con Maria de los Angeles Terrarosa y Ernesto con Emilia Rolan. Sabemos que las hermanas se visitaban periédi- camente de Colonia Nueva a Diamante en excur- siones domingueras, a caballo, vestidos éstos con DE SUIZA A ENTRE RIOS aperos de gala, a veces se solfan encontrar en Al- dea Protestante en el culto de los domingos de la Iglesia Evangélica. Con el tiempo Maria Fritzer fallece y Adolfo con- trae matrimonio en Mal Abrigo con una sobrina de ésta de apellido Iseliy allinacen Emma, Felisa, Clara, Paulina, Adolfo y Ricardo (que atin vive con 92 afios en la ciudad de Santa Fe). Roberto Scheneeberger trafa junto con él un hermano soltero llamado Federico que alli protagoniz6 una historia de amor. En el barco conocié y se enamoré de Ana Maria Ludi (Marei) hija mayor del matrimonio Juan Ulrik Ladi y Anna Barbara Higli. Federico y Marei se casan una vez que desembarcan en La Emilia, provincia de Santa Fe. Su primer hijo Alberto esté asentado como nacido en Esperan- menelafo 1870, ‘Tuvieron 12, hijos, 5 varones y 7 mujeres: Alber- to casado con Amalia Dappen-Winkelman; Germin casado con Aurelia Cardozo; Roberto casado con Adela Geoffroy; Eduardo casado con Dolores Bello, sin descendencia; Federico, solte- ro, murié misteriosamente navegando las aguas del Parand, a la altura de Villa Urquiza; Ema ca- sada con Godofredo Dappen-Winkelman; Elisa casada con Juan Sieber-Kunzi; Maria casada con Pedro Casalongue, estaba enferma, se tiré inespe- radamentea un pozo, suicidéndose; Julia casada con Adolfo Schumacher; Luisa casada con José Kesseller; Las mellizas Berta Rosa y Rosa Berta, esta Ultima se envenené cuando sélo tenia 15 afios. Scheneeberger significa «témpano de hielo»; y como tal, esta familia sufti6 todos los avatares que eldestino les deparé a través de esta larga trave- sfa y extensa historia del viejo mundo a su desti- no final, Colonia Nueva de Villa Urquiza. Maria Frtzer de Schenesbergery su ja Maria DDE SUIZA A ENTRE RIOS Maria Frtzer do Scheneaberge y dos de sus nitos Main. Amitatarabuela Marfa Fritzer de Scheneeberger y en ella a todas las valerosas mujeres que acompafiaron a nues- tros gringos en tal tremendas aventuras. Era bernesana, alta, de inquebrantable voluntad y de tun estoicismo heroico. Trajo a su hijita Marfa, mi bisabuela, que por aquel tiempo, contaba tan solo con cinco afios de edad. La selva montielera y el rio Parand, contempla- ron sus luchas y sus suefios. Sus grandes ojos ce- lestes no volvieron a ver jamas sus cielos y Alpes natales. Murié en Colonia Nueva junto a su esposo e hi- jos, la mayorfa nacidos en Argentina, Sus descen- dientes veneramos su memoria y le agradecemos su ejemplo y su valentia. ‘Queridas abuelas: Me pregunto: Qué heredé de ustedes? Quizés la voluntad, la fe, la nostalgia, los rubios cabellos y los ojos celestes llenos de cielo argentino pero que denuncian las caracteristicas de una raza extranjera, con un rec6ndito lazo que nos une. Nolo sé.Por eso hago mias las palabras de Francis ‘Thompson cuando expresa: «Todas las cosas por un poder inmortal cercano © lejano, ocultamente una a otra tan unidas es- tan, que es imposible tocar una flor, sin que se estremezca una estrella». Alberto Scheneeberger-Ludi Su vida fue ejemplo para sus descendientes. Auto- didacta, con la tinica escuela de sus antepasados, hablaba y escribfa correctamente el alemain, man- tenia contacto con la tierra de sus padres. Ademis, traducia el Evangelio de los pastores alemanes en el cementerio y en la Iglesia Protestante. DE SUIZA A ENTRE RIOS Aero! DE SUIZA A ENTRE ROS ‘Mara Eloisa Schrosder-Scheneeberger de Kiocker De SUIZA A ENTRE BIOS FAMILIA SCHROEDER Para evitar que hechos del pasado caigan en el olvido, debemos destacar en nuestra colonia, a Jos hermanos Schrdeder-Rosembrock: Carlos Andrés y Adolfo. Por tradicion oral familiar sabemos que varios Schroeder fueron los que emigraron y que se dis- persaron por el Brasil, por el Uruguay y el resto en colonias de nuestra zona. Adolfo nacié el 19 de diciembre de 1852, en Parnambuco, Brasil,en barco de bandera alemana y fallece en Colonia ‘Nueva un 20 de enero de 1920. Ambos hermanos contraen matrimonio con dos hermanas de familia suiza. Marfa Luisa y Maria Ida Scheneeberger Fritzer. Mamé Ida, era naci- da en el cantén de Berna, el 18 de diciembre de 1860, lleg6 junto a sus padres con cinco afios de edad; falleci6 en Colonia Crespo el 19 de junio de 1946. Una hermana Schroeder contrae matrimonio con Antonio Klocker, uno de los hermanos le- gados del Bajo Tirol, Austria, Los matrimonios Schrieder- Scheneeberger fue- ron.un ejemplo de entrega de trabajo y ganas de, en estas tierras, formar un mundo mejor. Arbol geneal6gico de Luisa Scheneeberger-Fritzer, Carlos Andrés Schrieder Victor Elena Main Dappen Federico (soltero) Laisa . Clementino (soltero)- Una hija: Angélica Schenneeberger Fritzer Carlos Andrés Juana Carlos Main Dappen Schroeder Rosembrock Flora Clodomiro Hillairet DE SUIZA A ENTRE RIOS ‘Caracciolo Eugenio Kiockor en la casa de su abvola Marla Schenesborger de Schroeder DE SUIZA A ENTRE RIOS ‘Roberto Schrteder Haller ona casa de su bisabusia Luisa Scheneabarper de Schroeder. DESUIZA A ENTRE Ros FAMILIA KLOCKER Juan y Antonio del Bajo Tirol (Austria) a Villa Urquiza, la tierra prometida. Una corriente inmigratoria surge en Europa a fi- nes del siglo xvi cuando la Revolucién Indus- trial reemplaza al hombre por la méquina y las guerras marcan un hito en la historia de los pue- blos. Por un lado la falta de tierra para poder tra- bajar, por otro los problemas ideoldgicos y politi- cos que agravan la situaci6n. América era la meta, la tierra prometida. La politica que inicié Urquiza desde la presiden- cia de la Confederacién, fue de franco apoyo y éstimulo a la colonizaci6n ¢ inmigraci6n, El i- toral mas que ninguna otra regién argentina, hizo de aquella politica una gesta pacifica y fecunda. Entre Rios, es un damero étnico, un verdadero ctisol de razas. Con marcado orgullo voy a detenerme en la inmi- graci6n tirolesa por ser descendiente directo de uno de esos primeroscolonos, que poblaron a cam- pifia entrerriana y con su abnegacién y sacrificio fueron auténticos forjadores de la noble tradicién verndcula. En la segunda mitad del siglo x1x, dos hermanos Juan y Antonio Klocker, de veinte y veinticuatro afios, originarios de Austria, provincia del Tirol, dejaban su pats de montaftas y lagos y llegaban a la Argentina a ocupar las tierras que el General Urquiza les regalaba con el compromiso de que debian alambrarlas para convertirse en propie- tarios absolutos. Se embarcaron en Alemania, negindose a incor- porarse al ejército, marcharon en busca de paz y bienestar. Atrés dejaban la guerra del imperio austro-htingaro con tados sus flagelos. La penosa travesia por mar duré tres meses, ya en Entre Rios fueron recibidos, en San José (Co- on) por el Bardn de Hirchs, inmigrante aleman, quien con su esposa Clara, estaba instalado al norte de Basavilbaso, en las colonia judias, Los dos j6venes hermanos Klocker, apellido este, que traducido al idioma oficial significa «cam- panero u hombre que se ocupa de las campa- nas», rednen la experiencia de agricultores-ga- naderos con técnicas desconocidas en el lugar y se dedicaron a servir a la comunidad con leal- tad y eficiencia. Talaron la selva montielera y con postes de al- garrobo y cuatro hileras de alambre liso, cum- plieron con la orden del benefactor. DDE SUIZA A ENTRE RIOS Las tareas que realizaron son las comunes a to- das as familias inmigrantes detalladas en este li- bro. Cabe destacar, que se cuentan entre los prin- cipales propagandistas de la maquina trilladora comiin, con un simple motor a vapor. El arroyo de la localidad «La Picada», atraviesa tuna poblacién vecina «La Balsa», Existe allf una antigua balsa de cadena que une dichas locali- dades. Tiene un mecanismo basado en palos prensa, accionados por una palanca dirigida por tun solo hombre, sirve para transportar automé- viles, carros y peatones de un extremo al otro del arroyo. El primer obrero fue Juan Eugenio Klocker, mi abuelo, hijo de uno de los pioneros, Juan, casado con Agnes Peltzer, matrimonio bendecido con 12 hijos, como lo verfica el arbol genealogico. Antonio contrajo nupcias con Guillermina Schroeder hermana del bisabuelo Adolfo Schroeder. Estos austriacos pronto se fusionan con los sui- 20s formando una sola comunidad, Ha corrido mucha agua bajo el puente, hoy los descendien- tes de estos sencillos y nobles gringos, de lacios y rubios cabellos, altos de fornidas espaldas y piel blanca, ojos claros, de mirada limpia denuncian- do con su fisonomia el pafs de origen se encuen- tran diseminados en distintos puntos del pais y del extranjero, Algunos, como el primo Anibal, heredaron e espiritu aventurero de los mayores, pues se inte- {gr6 en 1956 a la patrulla expedicionaria del Ge- neral Leal a la Antértida y vivi6 alli un afio de quijotescasaventuras. Villa Urquiza y sus colonias, como la Colonia Nueva de Villa Urquiza, fueron el escenario en suma, donde se sucedieron actos significativos al panorama de la Colonizacién. Entre Rios, isla grande del litoral argentino, tierra que cobijé a mis ancestros jbendita seas! Memorias de una vieja casona Los hijos de estas colonias tienen la noble pre- cocupacin de trasmitir a les j6venes generacio- nes la historia de la Colonia Nueva de Ville Ur- quiza, plagada de hechos importantes que hacen la grandeza de la misma, La vida en esta zona parece monétona. Aparentemente no existe nada nuevo, pero la vida, como dijo Ramén Gomez de la Serna, crea siempre novedades e incentivos DE SUIZA A ENTRE RIOS que aparecen reflejados en las viejas cosas, siem- pre que sepamos descubrirlas. Casi en el triptico de los caminos que sirven de unién a las Colonias Crespo, Celina y Nueva, se encuentra una casa de aspecto descuidado que soporta con valentia las inclemencias del tiem- po. La escoltan una hilera de ligustros y una cen- tenaria palmera que divisamos desde lejos. Qui- 12s, sus hojas le susurran al viento legendarios relatos de troperos y carretas, fieles testimonios del ayer. Por eso, hoy, me detengo con emocién y orgullo en mi casa natal y digo sin temor a equivocarme que es la més antigua de la zona, Su estilo colo- nial cuenta con dos amplias ventanas protegidas por rejas de hierro forjado y postigos de madera dura, al medio una puerta, similar a la «Casa de ‘Tucumén».Anchosy fuertesladrillos, techos pro- tegidos con gruesos tirantes de pinotea, las po- demos observar en sus tres amplias habitaciones, bordeadas por una galeria de baldosas y patios de tierra. Un poco més lejos, la cocina y el pozo de balde de 16 6 18 metros de profundidad. Cronolégicamente hablando tiene una historia de mas de 150 afios. Sabe mucho de la Organizacién Nacional, pues fue residencia de Don Juvenal Antelo (1853- 1860), hombre al servicio de Urquiza, Justifica- mos asf, el parapeto del techo, que servia de for- taleza, ante posibles ataques de indigenas o de hombres contrarios alos ideales urquizistas. Debemos al General Justo José de Urquiza la lle- gada de «nuestros gringos» a estas zonas. Hom- bres pacificos, de trabajo y porvenir nos legaron las llaves que abren cualquier puerta: honesti- dad, respeto, voluntad, fe y solidaridad. All por el 1910 al 1920, la casona acepté un nuevo desafio y se convirtié en escuela, osten- tando el numero 51. Entre sus primeros maes- tros podemos citar a: urquicistas Rivero, Mauricio Medelerde, Benjamin Biyiscosky y Maria Ester Doval de Schroeder. Algunos alumnos condisefpulos_ de mi padre Caracciolo Klocker que concurrieron a dicho establecimiento escolar fueron: Elvira Dappen, Agustina y Natalio Leonart, Angelina, Aurora, Vidal y Ricardo Colignén, Armin y Ricardo Scheneeberger, Verdnica, Arsenio, Eugenio, José y Agustin Peltzer, Delia, Artemio y Amancio Klocker, Paulina y Juana Haller, entre otros, Las paredes de sus aulas ylos postigos dellas ven- tanas, testimonian recuerdos estudiantiles, las grabaciones de nombres y dibujos de algunos educandos. La Escuela 51 fue trasladada frente ala almacén Apphelans donde funciona actual- mente. Lavieja casa fue pasando de duefio en duefio, has- ta ser comprado por mi abuelo Juan Eugenio Klocker a una familia Romero, que se trasladé uuna cuadras al oeste, para luego emigrar a Para- nd. El lugar se conocia como «la tapera», cerca de alli, existia un mangrallo, perteneciente tam- bién a Antelo. DE SUIZA A ENTRE RIOS ‘Una vista do a casona Otra historia guarda la casona, para mi, espiri- tual y emotiva: mis padres Caracciolo Klocker y Delia Restano contraen matrimonio en 1938 y fijan su residencia en esta casa. Aqui naci, pasé mi infancia y adolescencia junto a mis tres her- manos: Angel, José y Susana, Hoy, los duendes, en el constante devenir de la vida me convocan a corretear por la espaciosa galeria, cortar rosas o dalias en el vistoso jardin ‘que fue de mi madre, recoger duraznos, cerezas © peras de la prolija quinta de mi padre, correr descalza por los amplios patios de tierra o cabal- gar en el manso petiso, ayudando al abuelo con los terneros y las vacas. Solo queda la nostalgia y la esperanza de un futuro mejor para esta co- munidad, que lo lograrén si se mantienen uni: dos, sin odios ni rencores sino con el amor, la jus- ticia y la solidaridad que caracterizé a nuestros mayores. DE SUIZA A ENTRE RIOS Arbol genealégico de Juan Klocker Esl ip Pi pee een al PT] dertalde. poneedaoies | Prcnntun PE a a nate wai) LscereDrlle [perk [szltedtena vet Fe ninaa| —~ paseo ee Weare ena fe liana Fergen | sea ileal DE SUIZA A ENTRE RIOS Juan KiockerInmigrante austiaco, rao en sus alforjas una rompeta yen su aimala misica de sus suefiosy esperanzas DE SUIZA A ENTRE RIOS FAMILIA LUDI Suizos pioneros en nuestra colonia Con satisfaccion tributamos un homenaje de jus- ticia, dedicando estas lineas a uno de los buenos suizos, en los cuales la modestia, fue una de las, cualidades mas notables de su cardcter. Nos re- ferimos a Juan Ulrik Ladi, Nacié en Berna desde donde emigré a los 38 afios junto a su esposa ‘Anna Barbara Hagli y ocho hijos: ‘Ana Maria (Marei) de 18 afios, Cristian de 12 (na- cido en Hochstetten), Maria Ana (Mariana) de 12, Elisabeth (Liseta) de 9 afios, Juan de 8 (naci- dos en Biglem), Ana Elisa (Analisia) de 6, Alfredo ded y Santiago de 2. Anna Barbara era nacida en Batwyl y contaba con 40 afios de edad. Estos legaron a Sudamérica en el afo 1868, pasa- ron primero por el Brasil, se instalaron luego ocho afios en La Emilia, provincia de Santa Fe, donde debieron soportar duros sacrificios, no contaban con pozos semnisurgentes, debian llevar el ganado al Rio Salado a dos leguas de viaje; cuando regresa- ban, los animales estaban nuevamente sedientos. Estos y otros tropiezos hicieron que, atraldos por la ley de Urquiza de ampliar «Villa Urquiza», pa- saran a nuestra Provincia, radicindose definiti- vamente en nuestra Colonia, donde se les otorgé la concesi6n Ne 73. ‘Ana Marfa, la mayor de sus hijas, protagonizé en el barco una historia de amor, alli conoci6 a Fe- derico Scheneeberger con quien contrajo matri- monio al desembarcar. ‘Anna Barbara y su hija Marei, dan a luz en el aio 1970, Ana a su primer hijo argentino, Federico y Marei trae al mundo a Alberto Scheneeberger, el primero de su doce hijos argentinos. La primera da aluzasu benjamina Emma, alos 43 aftos de edad. La familia Ladi y sus descendientes,ligan sunom- brea la prosperidad de nuestra region y zonas ve- cinas, dedicada esencialmente a la agricultura, al trabajo y cultivo dela tierra, fueron los propulsores de la maquina a vapor en nuestra zona, Su tinica esperanza fue prolongar la vida en esta tierra. través de sus descendientes, que hoy somos muchos, aproximadamente tres mil, diseminados por distintos lugares: Colonia Nueva (departamen- to Parand), en Parand (ciudad), en Entre Rios y en distintos puntos geogréficos del pais. En cada uno de nosotros, sus hijos, en los distin- tos lugares que el destino nos convocé aflor6 el bagaje y riqueza de nuestra herencia enuestra sangre generosa» y con ella el orden, la respon- sabilidad, una voluntad férrea y sobre todo una imponderable fortaleza fisica y espiritual. ‘Anna Bérbara HOgl y Juan Utrk Lot ZY, Editorial de Entre Rios ovromomees | ee

Вам также может понравиться