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Anuar Cichero

Diseño de portada, diagramación e ilustraciones: antü


Impreso en febrero de 2010.
Ejemplar N°: ________

Esta obra está bajo una Licencia Atribución-No Comercial-


Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina de Creative Commons.
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/
Pprólogo

Tal vez la palabra prólogo con dos p sea la mejor


estrategia para argumentar que éste no es un
prólogo. Ya sea porque no aparece en ningún
diccionario, o porque, en realidad, no tengo la
menor intención de escribir ese tipo de texto. En
mi libro anterior (qué bien suena “mi libro
anterior”) intenté explicar por qué esa recopilación
de poemas no era un libro y ni siquiera pude
escapar de aquella palabrita. Para explicar que
algo no es, resulta que hay que referirse a lo que
es, y así sustantivamente. Por lo tanto, desisto de
cualquier tipo de justificación y espero, con pocas
esperanzas, que las demás páginas puedan
justificarme, o al menos justificarse a sí mismas.
No obstante, rescato del espíritu prologuístico (ea!
Otra palabra que no existe) poder presentarme
(hola, qué tal), hacer alguna que otra aclaración,
o escribir por puro gusto. A continuación se
detallan (bueno, no tanto) algunas
consideraciones que el lector – quizá- quiera tener
en cuenta antes de emprender la lectura de las
siguientes páginas.
En primer lugar, se trata de un libro breve (librito
podríamos decir, afectivamente) y su lectura no
demanda demasiado tiempo. Razón por la cual se
puede disfrutar de él en diversas circunstancias
cotidianas. Por ejemplo: durante el viaje en
colectivo desde la casa a la universidad, en la cola
para pagar algún servicio, mientras uno se afeita,
o incluso cuando se hace ejercicio. De esta
manera el lector puede salir a correr - al parque,
supongamos - y, al mismo tiempo, recitar con voz
fuerte y argentina los poemitas de este volumen.
La poesía y el atletismo pueden ir de la mano, y a
la misma velocidad. Al tratarse de un libro
pequeño, es posible guardarlo casi en cualquier
parte: en el bolsillo del saco o la funda de la
almohada, bajo la maceta, adentro de la boca del
perro (adentro del perro también), etcétera.
Podríamos decir que, al igual que las palabras, los
poemas pueden ser ubicuos.
El reducido tamaño y la brevedad representan
una búsqueda, una manera de adaptarse al
medio, de sobrevivir a los silencios. Este librito no
quiere caer en un género y morir allí, no quiere
ser atrapado por la poesía ni quedarse demasiado
tiempo en las manos de su destinatario. Por el
contrario, quiere perderse en el asiento del
colectivo, caer de las manos del atleta, crecer
secretamente en los ojos de un perro callejero.
Confío en que entonces el lector sabrá
desprenderse de estas palabras y redirigirlas a
quién sea. Son aptas para todo público: para los
analfabetos, los médicos de guardia, los pájaros
suicidas, los soñadores itinerantes, los locos
anónimos, los jubilados, los osos azules, los
políticos de turno, las mujeres polares, los viejos
desesperados, las prostitutas, los fugitivos, los
vendedores ambulantes, los niños disidentes y
demás habitantes de este suelo patrio.
Lo anterior más que la descripción de un producto
se asemeja a una pequeña declaración de
principios, un suspiro de guerra o una banderita
de lata. Si he de referirme a los poemas de este
volumen, debo admitir que abusé de las haches,
las consonantes y los espacios en blanco. Me
declaro culpable de ello y con placer. Dejo a libre
interpretación del lector el uso de ésas y otras
“desviaciones”. Son pequeñas y distantes huellas
de dadaísmo infantil y absurdo artesanal. Al igual
que con el título del libro, sus ilustraciones y el
nombre de la “editorial”, se trata de un juego. En
definitiva lo que hice fue jugar a que escribía un
libro de poemas y luego lo editaba. Quise tomar
las palabras y, como si fueran de plastilina,
moldearlas de tal modo que puedan tocar al otro,
meterse dentro suyo y adquirir diferentes formas.
Alguna vez oí decir que la vida no se trataba sólo
de juegos (frase de adulto si las hay). Sin
embargo, creo que en realidad siempre estamos
jugando; la diferencia en todo caso es quién
estableces cuáles son las reglas y cuál es el juego.
Y en esa alienación nos encontramos la mayor
parte del tiempo, olvidados de jugar, y de vivir.
Sólo me queda decir que con este librito intenté
jugar a que ni el lenguaje, ni la poesía, ni la vida
tenían reglas. Creo haber sido feliz mientras lo
hice.

A.C.
Monzón

creía en la continuidad de nuestros cuerpos


pero no;
hay distancias irremontables como sueños
existen infinitas personas entre vos y yo

II

esperaba alguna señal de humo


un destello luminoso
una mosca mensajera
al menos una onda telepática

pero nos hemos hundido


en las raíces más profundas de la noche
y afuera carraspea el tiempo

todo el viento
ha venido a llevarnos
inquilino

alguien me está borrando:


un pájaro que retrocede
mis pasos arrepentidos
vos al dejar de pensarme

¿adónde vamos a para los despensados?

quizás exista un refugio entre dos pájaros


para la lluvia de ayer

y yo pueda sobrevivir en las palabras que dije


y ahora otros usan
incluso vos que,
aún callada
no estás tan sola
la lluvia nos tiene

la soledad no existe cuando llueve, dijeron por ahí

pero nuestros reflejos


viajan por el agua sin poder escapar
condenados a repetir el pasado

compartimos la lluvia alguna vez, mientras sucedía


luego salió el sol, esa mancha de ausencia

cuando el agua se evapora


somos tiempo ajeno

tradición oral

puedo escribir infinitos signos en el aire


verlos aparecer
bajo el velo de la noche

no es el lenguje de las estrellas quien me inventa


sino vos.

decís mi nombre
y tu boca me sos-tiene
ppoema

me Ppongo remera blanca


las zapatillas con que más duele caminar
y salgo

a Pperderte entre una multitud de ppeatonantes


estampararte contra sus rostros desconocidos

para luego recogerte


en sombras vvagas
y comprender que eso es el tiempo.

eso que nos separa ya no es el tiempo

ahora entre vos y yo:


todas estas palabras rotas
como el agua de una-lluvia-de-ayer.

Somos
apenas dos ausencias cotidianas

pero eso que nos separa ya no es el tiempo


oh!toño

Ccaen ¡cómo!
los verdedos de los Hárboles sobre la muerte

un poteta dice: oh!toño surrealista

pero las tetas ya cen: toda la la vvereda


el frío frío las hace bri-brar

sentí su Haromazul
porque después

vvendrá la temprana vvieja a barrer la muerte


Mormón viaja aMorón

ese eseñoR con cara de-moño


(asciende desde su traje neblinoso como El Gris)
aparicióna enmedioR del colectivo

lo veo-veo emeserse común Hálamo con el viennto

de un lado elotro
para

en la ventanilla
las casas nos pasan rapidííssimo ya no importan

el demoño esentó, mira parotrolado


y este poema sin razón de eser
Conservos

se viene tu beso
ya Próximo Augusto ha mi pieL

mientras tanto, en la guarida deL jefe


telaraño por tu espalda
tooda, hasta y

mEduardo tus piernas de pollo


en los bolsillos
así tengo un poco de vos para amañana

Onda ala Menganita

me trotura tu retuerto ¡qué-herida!

el verdedor de tus ojos no-verdes címarrones


adejado 1 hueco en ElmiraR (que yo sé)
¡volvé Menganita, volvé!

te entraño tanto...
Retuerdo

en la noche preciosauria:
tanto grillo-crucrupir qué bullavicencio!

de las calles que mesaben


aún no han regresado mis pasopasos

mirá mis cordones de la Vvereda


sentado esperando sin lasombra
con el palito te dibujo de Harena

poema de una planta que cae

¿durante cuántos siglos caí?

antes de besar el suelo


y aspirar la muerte de la lluvia
por última vez

(todo el silencio me contempla).


la deseparación de los cuerpos

despegajarse
igual
que una sombra isucuerpo cuando ya no setocan
,ni siquiera en su frontera de luZ

la hartroZ certidumbre de sabernos


inalcanzables
- aún en la contigoedad de hoy-día -

ad-heridos a la Hausencia
Hapología del vvértigo

c
a
e
r

,esa fuga inevitable


un puentendido hacia la nadA

es ppreciso agarrarse conel Haire delas uÑas


como se a-brasan los cuerpos
de dosirujaS al Hamanecer

Ddemorar el vvértigo
de tenernos
antes de sentirLo:

el beso finaL de la sueledad


fauna

un hombre se sube al colectivo


con un pedazo de pastafrola en la mano
y eso, en el frío Hazul de la noche,
es extraño

los demás pasajeros


nos vamos apretando al Haire
unpoquitocadavezmás

quizá porque estamos solos


ni siquiera nos miramos
y somos un archipiélago de soMbras
en la masa frría del colectivo

pero la pastafrola va perdiéndose


en el hombre

como todo lo que en este mundo


vino a morir despuués que nosotros
feriado

cuando las cosas se hunden por su lado más bello


y nos dejan completamente solos
sangrando la sombra por la espalda

eventualmente
.
.
.
volveremos de no habernos ido

con la cruel certeza


de que no hay nadie esperándonos

al otro lado de la lluvia


otredad

...cuando el cuenco que forma mi mano


se va llenando con uno de tus pechos

y tu lengua
me arranca de tanta Hausencia
poema para no decir adiós

un rostro nos mira desde el viento,


mientras se borra
y una palabra que no existe
sabe nuestros nombres

tal vez eso sea el adiós


y necesitemos otro gesto para el Holvido:

suspender el párpado en su punto ciego


para que congele nuestras imágenes
- por siemprejamás -

tal vez eso sea el Vvacío


y necesitemos inventar un mundo para volver
afasia

abajo del mundo vive un anti dios,


creador del anti signo

y aún más abajo


estamos anti nosotros,

mirándonos sin sabernos


(silencio)

llanto polar

suspiro de Haljibe

late una piedra

reposo eterno de lo que-


termina
s
o no busco
m
b en los signos de Hayer
r
o
s
i tu mirada-cosa
d
a
d fui barro.
e .
s .
.
.
.
.
dijísme
Hérase, una vez.

en la ciudad de papel
un señor de ( )
inventó la
||||||||||||||
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||||||||||||||
desde entonces hubo muerte

y nombres para las cosas ausentes


el Trip

Habro paréntesis,

(para sacar al viento del viento,


sostener sus ciscos Hazules

será preciso otro paréntesis


(para detener el vuelo de los moscos,
dibujarlo...

otro paréntesis
(cuando duerma bajo su sombra

y otro paréntesis... [bises]

jamás regresaré
minoraciones

- desintegrar el fin
en infinitas muertes

- hundir al Fondo, más allá de sí,


hastalfondo

- dividir a Dios en pequeños dioses

- organizar un mundo para no existir


1

fui cambiándote
de nombre,

y de mujer

entonces la soldad nos quedó sin.

abrís el diccionario, dos veces


en la misma página, la misma palabra

estás de un lado y del otro de la puerta

sin sombra
recordaste

el sabor de la lluvia sobre tus manos

querías escapar de los relámpagos

¿pero cómo?

no hay un más allá de la luz

***

árboles que se en sí mismos,


h
u
n
d
e
n

como sombras apocadas

(Hausencia de quienes sueñan)


no me fui

esto no es una huella tardía

s
o
v
r
o
no son mis manos quienes suben p
ni mis ojos los que caen
en las cosas hasta perderlas

no me fui,

es que llegué tarde a las palabras


AbriL,
se llamaba.

por su espalda
una serpiente de fuego
c
r
e
c
í
a
y
c
r
e
c
í
a

pero de noche nos


apagábamos

(con las sombras de otros)


lo primero

fue esbozar las formas


en vidrios empañados

luego llenarlos de esporas

y aprender la transparencia nosotros


entre

pero nadie sabe

que Hexistimos sólo por un instante


el poema folkk

el Harte Ppopular

es tocarno con las mano,


mamacita!

[sentir la libertad de este papel]

mirá que los colores no existen


no existen
no existen

pero el Harte es perder al mundo,

la historia de tu risa
Hanalepsis

antes de estas palabras

fuimos niños alguna vez.

yo revolvía hormigueros
para que la tierra dibujara caminos sobre mi piel

vos eras "bonita"


en alguna parte,

sin mí.
Díptico

llueve sin ruido


ni velocidad

las personas y las cosas


se mojan sin saberlo

II

si atravieso la ventana
con las manos, la espalda
las piernas
y el agua no me toca
y el sol es aún una presencia
que acaricia

entonces ni la lluvia, ni el poema

realmente suceden
pateando la piedrita

una piedrita en la zapatilla


me demuestra que no estoy flotando
[algo une mi tiempo al suelo]

no es el deseo alar
cuando salgo en cualquier dirección

a encontrarte

el plan

alguna noche que-no-me-sé


otro sopló por tu Hombligo

para que una noche que-no-sabré


cuando te muerda la boca

escapen tus vientos abrazantes


aéreo

pero a veces me duele algo minúsculo

la muerte de una mosca


Hazucar derramada en los cafés

entonces necesito estirarme


hasta tocar el hocico húmedo de un pichicho

o sentir el roce fugaz


de tu pelo que pasa
y me abandona
babel

necesito un lenguaje para no decir


llegar a vos sin mediación de las palabras

quizá
regalarte una hoja de árbol
tomar tu mano repentinamente

no sé, inventarte junto a mí

en este papel bajo la lluvia

y que la Hausencia se d
e
r
r
r
a
m
e
d
e
m
í

necesito un lenguaje para no tenerte


poema que expira

hay palabras dando vueltas que siento venir


e instalarse en mí como una guerra.

revolucionándose,
me quiebran
hasta desgarrar mi voz en múltiples partes

ahora soy una grieta


= un río de sombras
que se pierde en la noche

todo el poema se
me
des
prende
lihuén

"Me caigo a los abismos,


silenciosa.

Me abro todas las heridas


y me unto los dedos
para ver si por milagro
emergen mariposas."

(Roxana Miranda Rupailaf)

en lo más hondo del sueño

una mujer roja


i
- que v br -
a
acaricia mis párpados.

amo esta sombra


anti orilla

es en vano,
ya no se trata de persistir
a la maquinaria imposible del tiempo
sino a cierto silencio irreversible

la poesía será el mar en fuga


o los gestos inútiles de un hombre invisible

II

en-callamos
un lenguaje ausente nos empuja
hacia su anti orilla
Escamas

hay un signo grabado


en la piel anterior
que este poema no puede recordar

cada tanto me borro un pedazo de cuerpo


para descubrir lo que no sé decir
pero el signo también cambia despiel

y las palabras caen sin mí

octubre

ese día, a la hora señalada


todas las palabras
se acercaron al margen de la poesía
y saltaron,
suicidándose
el llamado de la naturaleza

hay un momento Vvioleto


en el que se rompe mi nombre
y caen todas mis más-caras

entonces soy Estas palabras


cruídas malpariadas Ppunzanantes

ya no puedo finjirme poesido por la poseía


(ese vil engaño ha los sentidos)

II

he dejado este poema en la Hintemperie


ala merced de fuerzas climáticas
y lecturas-críticas de animales salvajes

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