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UN BUEN COMIENZO

Cómo Edificar
Sobre Una Base Firme
Para una Vida Entera
de Ministerio

Richard Clinton
Paul Leavenworth

REIMPRESIÓN PUBLICACIONES BARNABAS


Publicado en Inglés por Barnabas Publishers
Traducción a Castellano por Shura Palacios
con permiso de los autores y el publicador
Derechos reservados: © Richard Clinton, Paul Leavenworth. 1998.
(disponible en inglés por Barnabas Publishers,
2175 N. Holliston Ave, Altadena, CA 91101)

Traducción al castellano por Shura Palacios (con permiso de los autores).


Disponible en el Seminario ESEPA, Apdo.161-1350, San Sebastián,
San José, Costa Rica.
Correo electrónico: esepa@racsa.co.cr

Atención: Frank Hankins Correo electrónico: frankruthie@yahoo.com


Atención: Wilmer Villacorta Correo electrónico: mentor@pobox.com
2

Tabla de contenidos

página

Acerca de los autores 3

Prefacio 4

Introducción: Un tiempo de crisis o de oportunidad 7

Capítulo 1: ¡Pocos líderes terminan bien! 15

Capítulo 2: Cómo saber hacia donde va 29

Capítulo 3: Inicios: La formación temprana del líder 43

Capítulo 4: Integridad: El fundamento del carácter 53

Capítulo 5: Cómo escuchar y obedecer la voz de Dios 69

Capítulo 6: Los primeros desafíos del ministerio 87

Capítulo 7: Cómo descubrir y desarrollar tus dones espirituales 101

Capítulo 8: Cómo responder a Dios 117

Capítulo 9: El poder de la mentoría 131

Capítulo 10: El tema del destino 147

Capítulo 11: Estrategias para comenzar bien 161

Referencias citadas 171


3

Un buen Comienzo

Por Richard Clinton y Paul Leavenworth

Acerca de los autores

Richard Clinton es actualmente el Director de "Barnabas Resources" (Recursos de


Bernabé) y es profesor asistente de Liderazgo a tiempo parcial en el Seminario
Teológico Fuller en California. Barnabas Resources es una organización que existe
para “equipar, adiestrar, y desplegar líderes eficaces en el servicio del Reino de
Dios.”

Richard realizó sus estudios de licenciatura en la Universidad de Westmont


(Westmont College) en California y luego obtuvo tanto su maestría como su
Doctorado de Ministerio (D. Min) en el Seminario Teológico Fuller. Su padre, el
Dr. J. Robert (Bobby) Clinton es profesor de liderazgo en la Escuela de Misiones
Mundiales en Fuller. En los últimos años Richard y Bobby han ministrado juntos
en el área de desarrollo y adiestramiento de liderazgo.

Además de ministrar junto con su padre, Richard ha fundado una iglesia y ha


pastoreado como parte del equipo pastoral de una iglesia grande. Él es casado,
tiene dos hijos y vive en California.

Paul Leavenworth es actualmente instructor en Eugene Bible College (Instituto


Bíblico de Eugene) en Eugene, Oregon, EEUU Sus responsabilidades incluyen
tanto enseñar ciencias sociales, discipulado, y liderazgo como administrar el
Departamento de Discipulado y Formación Espiritual del Instituto.

Paul terminó su licenciatura en la Universidad de Oregon State y luego realizó su


Maestría en Teología en el Seminario Teológico Fuller. Después terminó una
Maestría en Educación (M. Ed) con especialidad en Consejería y Asesoramiento en
la Universidad de Whitworth College en el estado de Washington y su Doctorado
en Educación (Ed. D) en Consejería en la Universidad de William and Mary en el
estado de Virginia.

Paul ha servido como administrador del Instituto, como misionero, y pastor en el


equipo pastoral de una iglesia grande. Es casado, tiene tres hijos y vive
actualmente en el estado de Oregon.
4

PREFACIO: NUESTRA VISIÓN

Este libro es para líderes en formación. Los líderes son personas que tienen
la habilidad y sienten el llamado de influir sobre otros a cumplir con los propósitos
de Dios. La esencia del liderazgo en el reino de Dios es la capacidad de influir
sobre otros... no es tanto un puesto. No es necesario ser un obrero a tiempo
completo en el ministerio cristiano para ser un líder. Dios está llamando a aquellos
que están dispuestos a servirle en fidelidad y obediencia. Este libro apunta hacia
aquellos quienes están respondiendo al llamado del Maestro.
Richard y yo nos conocimos cuando él era estudiante en la Universidad de
Westmont donde yo era el administrador. Luego fuimos pastores de una iglesia
sirviendo en el mismo equipo pastoral. Durante aquella época como consiervos
descubrimos que sentíamos la misma carga por equipar a los líderes en formación
para la siguiente generación de la iglesia.
Gran parte de la materia de este proyecto sale de la información y
perspectiva que hemos obtenido de nuestro vínculo con Bobby Clinton. Mediante
la lectura de sus materiales, el diálogo, y el compartir juntos en el ministerio,
hemos sido impactados por nuestras experiencias ministeriales.
Este proyecto representa la culminación de varios años de ministerio,
diálogo, y vivencia (juntos e individualmente) en el área del crecimiento cristiano y
en desarrollo de liderazgo. Nuestra oración y esperanza es que la materia que
compartimos desafíe y motive (a una generación de líderes en formación) a confiar
que Dios dará mejores días para la iglesia.
Nuestra visión es que esta generación se aferre a los recursos ganados por
Cristo en Su obra culminante en la cruz a favor de ella, a fin de que cumplan la
Gran Comisión. Confiamos que este libro contribuya de alguna manera en la
realización de este sueño.
Hemos escrito juntos este libro porque creemos que cada uno de nosotros
provee una perspectiva distinta e importante a este material. Richard tiene puntos
de vista particulares dentro de este material debido a que él ha trabajado muy
cerca de Bobby en Fuller y ha presentado este material a gran variedad de
personas. Yo tengo puntos de vista particulares dentro de este material porque lo
he enseñado durante los entrenamientos a líderes que se inician en un ambiente
de iglesia, misiones e institutos.
Cada uno de nosotros ha sido el autor de secciones y capítulos separados
de este libro basados en nuestros intereses y experiencias. Hemos combinado
estas secciones y capítulos con la intención de comunicar perspectivas y
experiencias distintas que son unidas por una misma visión y metas. También
hemos integrado a este material nuestras experiencias personales para darle a
este trabajo un carácter personal y práctico. Cuando compartamos nuestras
experiencias y opiniones individuales las identificaremos como propias.
5

Los objetivos del libro

Este libro está diseñado para compartir principios bíblicos y lecciones de la


vida práctica que ayudarán al lector en su proceso de crecimiento cristiano y
madurez. Creemos que la única esperanza para la próxima generación de
cristianos es volverse a Dios y empezar a vivir y a dirigir de acuerdo a Sus
principios. Ya que estos principios son importantes para cada persona, estamos
particularmente interesados en ver a los líderes nuevos de la próxima generación
establecidos de acuerdo a sanos principios bíblicos.
Creemos que existen principios bíblicos que de ser aplicados ayudarían a los
cristianos a empezar, permanecer, y terminar bien en sus vidas cristianas y
ministerios. Con esta finalidad, nosotros hemos diseñado este libro para satisfacer
los siguientes objetivos:

1. Proveer un panorama general de los principios bíblicos y conceptos


relacionados con el desarrollo de un fundamento para toda una vida
de ministerio.

Los capítulos 1 y 2 le presentan el desafío de comenzar bien, mantenerse o


permanecer, y terminar bien en el ministerio. El capítulo uno enfoca lo que
significa terminar bien analizando las características de aquellos que han
terminado bien en sus vidas cristianas y ministerios y las barreras comunes para
terminar bien. El capítulo 2 enfoca los propósitos y planes de Dios para nosotros
como Su pueblo; cómo nosotros impedimos y cooperamos con Dios en estos
propósitos y planes; y las estrategias para cooperar con Dios. Este capítulo mira el
panorama general del desarrollo.
Los capítulos 3 al 5 describen el énfasis inicial involucrado cuando el líder
comienza una vida de desarrollo. El capítulo 3 enfoca el ganar perspectiva de
nuestro pasado y cómo éste se relaciona con nuestro ministerio futuro. El capítulo
4 enfoca la importancia de la integridad y de nuestra relación con Dios como la
base de nuestra vida y ministerio. El capítulo 5 enfoca la importancia de escuchar
la voz de Dios y obedecerle. Estas cualidades, (integridad, escuchar y obedecer a
Dios) son aspectos claves del plan de desarrollo de Dios al comienzo de nuestro
ministerio.
Los capítulos 6 al 10 describen algunas lecciones básicas y temas que son
importantes durante los primeros 10 años de ministerio. El capítulo 6 trata con
algunos de los desafíos importantes que surgen durante los 10 primeros años de
ministerio. Estos asuntos representan desafíos que los líderes en formación
necesitan vencer si es que van a perseverar en el ministerio. El capítulo 7 trata
con el descubrimiento y desarrollo de sus talentos. El capítulo 8 se enfoca en
aprender a responder a las situaciones que ocurren en nuestras vidas y ministerios
de una forma que agrade a Dios. El capítulo nueve enfoca la importancia de la
labor del mentor y de la responsabilidad de rendir cuentas en el crecimiento
espiritual y la efectividad en el ministerio. El capítulo 10 enfoca la importancia del
6

llamado, la visión, y el destino al motivarnos a permanecer fieles a lo largo del


camino.
El capítulo 11 enfoca el desarrollo de algunas estrategias que nos ayudarán a
comprender las lecciones que los líderes necesitan aprender durante los primeros
10 años de ministerio.

2. Impactar tanto su corazón como su mente.

Hemos escrito este libro para que sea informativo, práctico y motivador.
Queremos llegar a sus corazones así como también a sus cabezas. Esperamos que
este libro motive a muchos jóvenes cristianos a tomar en serio el gran llamado del
patrón bíblico para crecer en madurez y para el ministerio efectivo.
Hemos escogido compartir abierta y honestamente relatos de nuestras propias
vidas. Esto incluye tanto los fracasos como los éxitos. Hemos experimentado la
amante fidelidad, la paciencia y la misericordia de Dios. Hemos encontrado que la
gracia de Dios está disponible en cada situación.
Creemos que la gente impacta a la gente, que una vida compartida con
honestidad tiene el poder de motivar a otros a la honestidad, integridad y
fidelidad, sea cuales fueran las circunstancias de la vida. Confiamos en que
nuestras vidas impactarán la suya en tal forma que busque a Dios y Su justicia.
Nuestra oración especial es que Dios motive a la siguiente generación a buscar a
Dios y Sus propósitos con todo su ser.

3. Proveer oportunidades para evaluación personal con relación a estos


principios y conceptos básicos.

Hemos provisto una serie de preguntas y ejercicios al final de cada capítulo


para darle una oportunidad de evaluarse a si mismo a la luz de los principios
bíblicos que han sido compartidos. Le animamos a que tome tiempo para trabajar
en estas preguntas y ejercicios luego de completar un capítulo y antes de
comenzar el siguiente capítulo.
También le invitamos a tomar tiempo para reflexionar en los puntos de vista
que podría obtener de este libro. Permita al Espíritu Santo instruirle mientras lee
este libro. Sin reflexión, podría obtener algunos pocos puntos de vista pero perder
un encuentro con Dios transformador para su vida, una oportunidad de tener un
encuentro con Dios, mientras el aplica Su verdad a su vida.
Que Dios le bendiga en la lectura de este libro. Confiamos en que va a ser
animado a confiar en que Dios va a hacer grandes cosas en medio de los desafíos
que enfrentará como líder en formación de la próxima generación de la iglesia de
Cristo.
7

INTRODUCCIÓN: ¿UN TIEMPO DE CRISIS O UNA


OPORTUNIDAD?

Los días de cierre del siglo 20 son días de cambio dramático y de trastorno.
Con este cambio dramático y trastorno una conciencia creciente ha llegado para
muchos de que nuestro mundo está en crisis. Muchos investigadores,
comentarios, y autores han documentado la crisis de guerra, hambre,
contaminación, pobreza, población, recesión, depresión, abuso, y la lista parece
continuar. Uno no puede encender el televisor o tomar el periódico sin ser
confrontado con la realidad de la crisis.

Esta crisis actual

Como cristianos no debemos sorprendernos por la crisis. La Biblia


claramente revela que vivimos en una creación caída que “gime a una, y a una
está con dolores de parto hasta ahora” (Romanos 8:22). Jesús reveló que antes
de Su segunda venida al mundo, este se caracterizaría por “guerras y rumores de
guerras… hambres, y terremotos en diferentes lugares (Mateo 24:6-7). La crisis
es la expresión lógica de una creación que ya no está centrada en su Creador. ¡La
crisis es inevitable en un mundo caído!
El apóstol Pablo en Romanos 1 revela que cuando los individuos o
sociedades fallan en darle a Dios la gloria y agradecimiento, sufrirán las
consecuencias lógicas por tratar de vivir la vida alejados de Dios. Esto finalmente
lleva a la crisis. Él escribió:

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen


claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas
por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le


dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su
necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron
necios…”
(Romanos 1:20-22)

Note que el fracaso de dar la gloria a Dios y ser agradecidos resulta en


futilidad y necedad. Romanos 1:25 describe más explícitamente este proceso
como un cambio de verdad por una mentira lo que finalmente lleva a los
individuos y sociedades a adorar y servir a cosas creadas en lugar de al Creador.
El hombre comienza a adorarse a sí mismo, a las cosas materiales, al placer, al
ambiente, etc.
En este punto, de acuerdo a Pablo en Romanos 1:26, Dios entrega a los
individuos y sociedades a su lujuria natural y anarquía moral y resultados de
degradación (versículos 26-32). El caos moral es el centro de la crisis, debido a
8

que sin moral absoluta no hay recursos adecuados para responder


satisfactoriamente a las crisis de relaciones, crisis sociales, internacionales, y
ambientales.
Note el proceso de digresión en este pasaje. Primero, los individuos o las
sociedades fallan en reconocer a Dios, lo cual lleva a la futilidad y a necedad;
luego ellos comienzan a adorar y servir a la creación; y finalmente Dios los vuelve
otra vez al control de su lujuria natural, la cual da como resultado la anarquía
moral y degradación humana. Esta digresión es un patrón general de declive que
ha sido experimentado por individuos y sociedades a través de la historia.
Este pasaje es una descripción bastante buena de lo que está sucediendo
en la sociedad occidental contemporánea y desafortunadamente también es una
figura de mucha de la subcultura cristiana. Varios investigadores han
documentado las similitudes alarmantes entre los valores morales y el
comportamiento de la cultura general y de la subcultura cristiana en áreas tan
críticas como valores, familia, y estilo de vida. Los nuevos programas de televisión
le han dado a millones de televidentes vistazos alarmantes del materialismo
escandaloso y de la hipocresía de algunos líderes cristianos.
Esta tendencia ha resultado en una “brecha de credibilidad” para el
cristianismo. Hay una creciente caracterización de los cristianos como charlatanes
y fanáticos en nuestra sociedad cada vez más secular y relativista. Hay un
antagonismo abierto por parte de muchos hacia aquellos quienes adoptan la moral
absoluta. Pro-vida versus pro-elección, la separación del estado y la iglesia, los
derechos personales versus los valores tradicionales – estos asuntos y muchos
otros son los temas candentes en una sociedad que ha abandonado el sistema de
valores judeocristianos a favor de la relatividad y la realización personal.

La dimensión personal de esta crisis actual

En un tiempo en el que más se necesita una demostración inexorable de la


dinámica del balance del amor y la verdad del cristianismo bíblico, la iglesia, sus
líderes y los miembros parecen estar esencialmente impotentes. El fracaso moral
y ético de los líderes prominentes, las contiendas entre los líderes y miembros de
la iglesia, el agotamiento de líderes demasiado cansados para continuar con
juegos políticos, y la avenencia y el colapso de organizaciones son todos
indicativos de nuestra impotencia.
La esencia de nuestra crisis actual es una crisis individual. Es fácil culpar a
los políticos, padres, líderes, al diablo, al clima, o a un número casi infinito de
otras fuentes posibles de nuestra crisis actual. Pero el punto final es que nosotros
como individuos o estamos contribuyendo a la crisis o somos parte de la solución.
Es interesante notar que la palabra “crisis” no es utilizada en la Biblia.
Aunque la Biblia describa muchas crisis y cómo Dios y su pueblo las manejan, la
Biblia parece estar más interesada en las soluciones a las crisis que en su
descripción o análisis. Jesús proveyó un contexto para entender la crisis cuando él
9

dijo “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan
16:33).
Para los cristianos la crisis es una oportunidad para ver si Jesús en realidad
ha vencido al mundo o no. La crisis es una oportunidad para ver operar las
promesas de Dios en nuestra propia vida personal, vida familiar y vida social. La
crisis es una oportunidad para confiar en Dios por lo que sólo Él puede hacer. ¡La
crisis es una invitación para que el cristiano sea luz en las tinieblas!

Una crisis personal


Hace algunos años Richard me invitó (Paul) para desayunar con él y con su
padre (Bobby). Estaba emocionado por la reunión porque yo sabía que el padre
de Richard era un profesor y estudiante de por vida del liderazgo cristiano.
Aunque no había agenda para esta reunión de desayuno, yo esperaba que la
conversación en el desayuno me ayudara a obtener algún discernimiento en las
luchas que estaba teniendo como un pastor nuevo en una iglesia grande.
Había ingresado en esta nueva situación ministerial con muchas
esperanzas, pero ahora después de tan sólo unos pocos meses estaba confundido
y desanimado. Sentía que no contaba con nadie, sin los recursos personales para
hacer lo que creía que debía hacer. Las relaciones claves con otros pastores de la
junta eran tirantes. El cambio era una realidad palpable permanente. ¡Yo no
sabía qué hacer!
Tenía muchas preguntas en mi mente aquella mañana en la que Richard y
yo manejamos juntos a nuestro desayuno con Bobby. Algunas de éstas
incluyeron:

¿Había cometido un gran error al tomar esta posición pastoral?

¿Por qué no podía manejar mejor las presiones de mi vida y ministerio?

¿Por qué eran la vida y el ministerio tan difícil?

¿Qué estaba haciendo Dios en todo esto? ¿Cómo podía discernir su voluntad?

¿Qué recursos necesitaba para satisfacer mejor las demandas en mi vida y


ministerio?

¿Cómo podría llevarme bien con mis colegas?

¿ Y qué si fallaba?

En el desayuno Bobby me preguntó cómo iba todo. Cuando compartí con él


acerca de mis circunstancias y preguntas, sentí que él se preocupaba conmigo y
había entendido. Luego de escuchar mi historia, él sonrió y compartió conmigo
10

algunos puntos de vista de la Biblia en el proceso de Dios para el desarrollo de


cristianos maduros.
Él compartió que Dios inicia las circunstancias en la vida de un cristiano
para ayudarlo a crecer hacia su potencial dado por Dios. Este proceso de
crecimiento tiene un patrón. Este proceso de desarrollo comienza con el cultivo de
nuestra relación con Cristo el cual produce carácter semejante a Cristo. En esta
base una persona comienza a descubrir los recursos básicos para el ministerio y
lecciones que finalmente llevan a la comprensión y expresión de Cristo en nuestra
vida y ministerio.
La sabiduría de Bobby y su comprensión práctica del crecimiento cristiano y
el liderazgo me dio un rayo de esperanza que había respuestas para mis preguntas
y recursos para mis circunstancias presentes. La luz vino y comencé a entender el
proceso básico de Dios para los cristianos maduros en crecimiento en una forma
que balanceó mi propia responsabilidad para el crecimiento con la gracia de Dios.
Desde aquel desayuno mi vida ha sido transformada, literalmente fue
transformada de arriba hacia abajo y de adentro hacia afuera. Yo descubrí que
había colocado mi énfasis principal para la vida y ministerio en lo externo en lugar
de lo interno. Había puesto mi mayor atención en el estilo de vida y ministerio en
lugar de en la relación con Dios y la formación de carácter.
Consecuentemente, cuando me enfrenté con las demandas de la vida y del
ministerio, me encontré a mí mismo sin los recursos necesarios para arreglármelas
y ser efectivo. Como las presiones aumentaron, mi vida exterior comenzó a
desmoronarse revelando una ruina espiritual interior. Necesitaba más que
herramientas y técnicas para manejar mi tensión y manejar mis responsabilidades,
necesitaba ser transformado.
Mi crisis personal puede ser ilustrada por la siguiente parábola que una
amiga compartió conmigo hace algunos años atrás. En ese momento me parecía
divertido, pero no tenía idea de cómo se relacionaba conmigo.

MEMORANDUM

Fecha: Junio 1, 28 d.C.


PARA : Jesús, Hijo de José
Taller de Carpinteros
Nazaret 25331

DE : Consultores de Gerencia Jordán


Jerusalén 26544

Gracias por presentar los resúmenes de los doce hombres que ha escogido
para las posiciones de gerencia en su nueva organización. Todos ellos han tomado
las pruebas completas; y no sólo hemos analizado ya las pruebas por
computadora, sino que también hemos arreglado entrevistas personales para cada
uno de ellos con nuestro consultor de aptitudes vocacionales y psicólogo. Los
11

perfiles de todas las pruebas están incluidos, y va a querer estudiar cada uno de
ellos cuidadosamente.
Como parte de nuestro servicio y para su guía, hemos hecho algunos
comentarios generales, tal como un auditor incluiría algunos estados generales.
Esto lo proveemos como resultado de una consulta con la junta y sin ningún costo
adicional.
La opinión de la junta es que a la mayoría de los nominados le falta
trasfondo, educación y aptitud vocacional para el tipo de empresa en que estás
emprendiendo. Ellos no tienen un concepto de equipo. Nosotros recomendaríamos
que usted continúe su búsqueda de personas con experiencia en habilidades
gerenciales y capacidad comprobada.
Simón Pedro es emocionalmente inestable y con tendencias a tener ataques
temperamentales. Andrés no tiene cualidades de liderazgo para nada. Los dos
hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, colocaron su interés personal por
encima de la lealtad a la compañía. Tomás demuestra una actitud cuestionadora
que tendería a destruir la moral. Creemos que es nuestro deber decirle que
Mateo ha sido puesto en la lista negra por la gran Cámara de Mejor Negocio de
Jerusalén. Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo definitivamente tienen inclinaciones
radicales y ambos registran un alto puntaje en la escala maníaco depresiva.
Sin embargo, uno de los candidatos muestra gran potencial. Él es un
hombre de habilidad e ingenio, conoce bien a la gente, tiene una mente aguda
para los negocios y tiene contactos en importantes lugares. Él está altamente
motivado, es ambicioso y responsable. Nosotros recomendamos a Judas Iscariote
como su contralor y su mano derecha. Todos los otros perfiles son auto-
explicativos.
Le deseamos mucho éxito en su nueva empresa. 1

Las presiones de la vida y ministerio eventualmente revelarán la verdadera


naturaleza del corazón. Sin una transformación radical del corazón podemos lucir
bien exteriormente, pero lo que está en el interior eventualmente se revelará.
A pesar de que Dios ha sido increíblemente fiel en mi transformación, yo
me he encontrado deseando haber sabido con anterioridad acerca de la
importancia de la relación con Dios y la formación del carácter como el
fundamento para la madurez de la vida cristiana. Este entendimiento pudo
haberme evitado tomar algunas decisiones pobres que dieron como resultado
frustraciones personales y ministeriales e ineficacia.
Mi historia no es única. Muchos cristianos hoy en día son confrontados con
el mismo tipo de crisis. Ya sea en el ministerio vocacional o como laicos las
personas están tratando de vivir como cristianos en nuestra cultura cada vez más
secular. Muchos están encontrando los desafíos de la vida y ministerio
abrumadores. Muchos están haciendo el mismo tipo de preguntas que yo hice.
Ellos también están buscando una fuente en la cual encontrar recursos para vivir

1
Recurso desconocido.
12

vidas cristianas efectivas en esta crisis actual… ¿o será acaso realmente una
oportunidad?

Crisis, ¿qué crisis?

Esta crisis personal de la relación con Dios y la formación del carácter no


es nueva. Cada generación ha tenido que luchar con los desafíos de lo que
significa ser un cristiano bíblico en un mundo caído. Cada generación así mismo
ha tenido la oportunidad de encontrar los recursos del Cristo resucitado quien nos
faculta para vencer el pecado, vivir justamente, y proclamar el año favorable del
Señor.
La mayoría de nosotros estamos conscientes de la crisis en la cultura y en el
liderazgo. Algunos pueden estar en medio de una crisis personal similar a la que
Paul describe arriba. Pero la conciencia y el análisis de la crisis es sólo un punto
importante de partida. ¡Necesitamos dar los próximos pasos y comenzar a pensar
en algunas soluciones!
¡La crisis es siempre una gran oportunidad para el cristiano! El apóstol
Pedro en el primer siglo escribió a los cristianos quienes fueron confrontados con
la crisis de tratar de vivir vidas cristianas en una cultura pagana. Él escribió:

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,


pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel
que os llamo de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en
otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que
en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis
alcanzado misericordia.

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os


abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para
que en lo que murmuran de vosotros como a malhechores,
glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras
buenas obras. (I Pedro 2:9-12)

Como cristianos, somos llamados desde las tinieblas a la luz. Somos


llamados a ser distintos de la cultura general tal como la luz es distinta de las
tinieblas. ¡Supuestamente hay una distinción entre cristianos y no cristianos! Lo
principal en esta distinción es la habilidad para abstenerse de los deseos
pecaminosos (versículo 11). Como cristianos tenemos, de alguna forma, la
habilidad de ser distintos, no sólo en comportamiento, sino en la esencia misma de
nuestro ser.
Jesús enseñó que el corazón es la esencia de las palabras y el
comportamiento de una persona (Mateo 15:19). El aún fue más lejos al decir que
13

si odiamos a alguien o codiciamos, desde la perspectiva de Dios da lo mismo, es


como si matáramos o cometiéramos adulterio (Mateo 5:21-30).
En otras palabras, abstenerse de los deseos sexuales comprende la
transformación radical del corazón del hombre. Como cristianos llamados a ser
distintos, debemos ser cambiados desde adentro hacia afuera. Dios, en una
relación de amor con nosotros, está totalmente comprometido con nuestra
transformación y nosotros tenemos el privilegio de rendirnos a Él en este proceso.
Si nos sometemos a la actividad moldeadora de Dios, Él nos transformará y
viviremos vidas que son distintas en nuestro mundo actual. De acuerdo al
versículo 12, aún los paganos glorificaron a Dios por las “buenas vidas” de los
cristianos. ¡El carácter, la relación, y comportamiento de un cristiano diferente
atrae la atención de los no creyentes!

¡Esta oportunidad actual!


La oportunidad que estos cristianos del primer siglo tuvieron es el mismo
tipo de oportunidad que tenemos nosotros hoy en día. Dios está llamando a Su
pueblo a volverse a Él y a Sus propósitos para sus vidas. Somos llamados a ser
personas diferentes quienes proclaman y demuestran las buenas nuevas de que
“llevó él (Jesús) mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que
nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida
fuisteis sanados” (I Pedro 2:24).
Esta oportunidad actual no sucederá simplemente, necesitará que se luche
por ello. Necesitaremos aprender cómo hacer la voluntad de Dios a la manera de
Dios. ¡Necesitaremos pagar el precio! J. Oswald Sanders, en su libro Spiritual
Leadership (Liderazgo Espiritual) describe el proceso de calificar para el propósito
final de Dios de la siguiente manera,

Los líderes espirituales no son hechos por elección o


nombramiento, ni por hombre, ni por ninguna combinación de
hombres. Solo Dios puede hacer un líder. Sólo tener una posición
de importancia no hace a nadie un líder. Tampoco haciendo
cursos de liderazgo o proponiéndose llegar a serlo se llega a ser un
líder. Cargos religiosos pueden concederse por obispos y juntas
directivas, pero no se puede otorgar autoridad espiritual, la cual es
esencial en el liderazgo cristiano. El único método es poseer las
cualidades de un líder. Esto se presenta —a menudo sin buscarlo—
a quienes han probado ser merecedores [dignos] de tal honor, por
la espiritualidad, disciplina, habilidad, y diligencia. Hombres que
han hecho caso al refrán: <<¿Buscáis grandes cosas por ti mismo?
No las busques>>; al contrario, han buscado el reino de Dios. El
liderazgo espiritual es cosa del Espíritu y únicamente conferido por
Dios. Cuando Su penetrante ojo encuentra a un hombre que ha
14

capacitado, le unge con Su Espíritu y le separa para su ministerio


distintivo…”2

En cada generación el pueblo de Dios tiene la oportunidad de responder a


esta invitación de ser gente diferente usada para demostrar y proclamar esperanza
y oportunidad en medio de las crisis presentes en sus generaciones. En cada
generación, Dios llama a individuos, que tomen las riendas del liderazgo.
¿Quiénes serán los líderes de la próxima generación? ¿Cuál será su respuesta?
¿Será usted parte de la crisis o parte de la solución?
Señor Dios, escucha nuestra oración, concede que muchos en esta próxima
generación sean calificados para tu unción para que “sea predicado este evangelio
del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendrá el fin.” (Mateo 24:14) ¡AMEN!

Evaluación y aplicación

1. Haga una lista de lo que usted cree que son los cinco valores dominantes de
nuestra cultura y describa como afectan a los individuos, familias, e iglesias.

2. Busque estos valores en la Biblia y vea lo que la Biblia dice acerca de ellos.

3. Evalúe los efectos de estos valores en su propia vida y estilo de vida.

4. Haga una lista de los cambios que usted necesita hacer luego de examinar su
vida en el contexto de lo que la Biblia tiene que decir.

5. Desarrolle un plan para hacer estos cambios.


_____________________

2
J. Oswald Sanders, Liderazgo Espiritual. Traductor Ignacio Simal (Grand Rapids, Michigan:
Outreach Publications, 1984), 20.
15

CAPÍTULO 1:
POCOS LÍDERES TERMINAN BIEN

“¿Qué anhelas ser cuando llegues a ser adulto?”


Cuando yo (Richard) era un muchacho me encantaba responder a esa
pregunta. Yo iba a llegar a ser un deportista profesional, sea de fútbol, basketball,
o béisbol, dependiendo en qué época del año me lo preguntaran. De niño solía
ser optimista. ¿No le parece? Todavía soy en cierta forma optimista por
naturaleza a pesar de que ya no aspiro a ser un atleta profesional. Hoy en día he
reemplazado aquellos sueños por otros.
Durante los últimos diez años he participado en el ministerio a tiempo
completo. Me intriga el tema de liderazgo cristiano y los líderes. Mi pasión
ferviente es ver a los líderes cristianos terminar bien. Ahora mis sueños son ser
un líder quien termina bien y quien ayuda a otros a terminar bien. A primera vista
esto no parece ser muy ambicioso. Sin embargo, desde hace cinco años estoy
estudiando a los líderes y el liderazgo, y he llegado a reconocer que el desafío de
terminar bien es un logro valioso. ¡Vemos que pocos líderes en el ministerio
cristiano terminan bien!

Los líderes bíblicos: ¿Cómo terminaron?

Hace algunos años atrás, el Dr. Bobby Clinton, un profesor de liderazgo en


el Seminario Fuller realizó una investigación comparativa de liderazgo en las
Escrituras. Publicó los resultados en un artículo intitulado “El Manto del Mentor.”3
Los resultados me asustaron un poco.
Existen aproximadamente 1000 líderes que se mencionan por nombre en la
Biblia. La mayoría de estos líderes se mencionan por nombre solamente, o a
veces se mencionan en conexión con un rol en particular. Algunos de los líderes
reciben un poco más de atención, pero no se da mucha información acerca de sus
vidas. Hay cerca de 100 líderes prominentes descritos en las Escrituras.
Hay varias clases de líderes descritos en la Biblia. Hay líderes patriarcales,
militares, civiles, religiosos formales (sacerdotes), líderes religiosos informales
(profetas), y líderes carismáticos (jueces) en el Antiguo Testamento. En el Nuevo
Testamento, existen los siguientes tipos de líderes principales: Jesús (El Mesías),
apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
De los 100 líderes prominentes, sólo se tiene suficiente información
de 49 de ellos acerca de cómo terminaron sus vidas y ministerios. El Dr. Clinton
desarrolló algunas categorías que le ayudaron a analizar la manera en que los
líderes terminaron. Aquí veremos las categorías que usó y algunos ejemplos para
ilustrar su análisis. Dado así, este es un análisis que está basado en su juicio y

3
Nota de redactor: Hay algunos artículos sobre la materia de acabar bien en inglés. Para obtener
un catálogo de los artículos, haga contacto con Barnabas Publishers, 2175 N. Holliston Ave.,
Altadena, CA 91001, EEUU.
16

puede diferir con la opinión del lector. Pero aún así, los resultados de su estudio
son interesantes.

Formas de terminar

Terminaron temprano Estos líderes fueron sacados del liderazgo por


asesinato, muerte en guerra, haber sido
censurados proféticamente, o golpe de estado.
Algunas de estas actividades fueron directamente
atribuidas a Dios. Algunas fueron positivas, otras
negativas.

Abimelec, Sansón, Absalón, Acab, Josías,


Juan el Bautista, Jacobo

Terminaron Estos líderes estaban decayendo al final del


pobremente ministerio. Esto podría reflejarse en su relación
personal con Dios o con respecto a cómo llevaron
a cabo su ministerio.

Gedeón, Sansón, Elí, Saúl, Salomón.

Terminaron Estos líderes hicieron más o menos pero fueron


más o menos limitados en su ministerio por causa de su
pecado. No cumplieron con lo que Dios tenía
para ellos, o a pesar de caminar bien
personalmente con Dios, tuvieron que sufrir las
consecuencias de cosas no hechas bien en su
vida o ministerio.

David, Josafat, Ezequías.

Terminaron bien Estos líderes anduvieron con Dios al final de su


vida. Hicieron su parte para colaborar con los
propósitos de Dios de la mejor manera. Ellos
cumplieron con lo que Dios les dio.

Abraham, Job, José, Josué, Caleb, Samuel, Elías,


Jeremías, Daniel, Jesús, Juan, Pablo, y Pedro.

El Dr. Clinton admite que los resultados no son finales ni exhaustivos, sin
embargo hay una abrumadora conclusión innegable. En la Biblia, pocos líderes
terminan bien! Sólo cerca del 30% de los líderes bíblicos terminaron bien. ¡Esto
significa que 2 de cada 3 no lo hicieron! Esto es para tambalearse. ¿Qué significa
17

para el tiempo presente? ¿Es que hay una correlación entre los líderes de la Biblia
y los líderes en el ministerio cristiano contemporáneo? Creo que sí la hay.
En mi opinión, diría que el porcentaje de líderes contemporáneos que
terminan bien sería más o menos igual, o quizás aún peor, que el porcentaje de
los líderes bíblicos. Hay muchos estudios que se han efectuado en la actualidad
sobre el “estrés” o presión que el ministerio ejerce en los líderes y sus familias.
Cada vez se realizan más estudios para determinar lo que pasa con los graduados
de los seminarios una vez que salen de la escuela. Dentro de pocos años, espero
que los resultados de los estudios sean publicados. Los primeros informes que me
han llegado confirman hasta cierto modo mi sospecha de que pocos líderes están
“sobreviviendo” durante toda una vida en su ministerio, peor todavía terminando
bien.
¿Hay algo que podamos hacer en cuanto a esto? ¿Qué podemos aprender
de los líderes bíblicos que nos pueda servir en la actualidad?

Poniendo la mirada en terminar bien

¡Guerra avisada no mata gente! Recientemente estaba jugando golf en un


torneo con algunos amigos de la universidad [nota del traductor: el juego de golf
no es un deporte reservado sólo para las élites en los EEUU. Es un deporte
accesible a muchos con menos recursos]. Estábamos jugando en uno de los
campos clasificados como de los más desafiantes del mundo. Cada jugada nos
presentaba desafíos nuevos. Peter Dye, el arquitecto de aquel campo de golf lo
diseñó así. Cada vez que llegaba a un nuevo hoyo, tenía que tomar una decisión
con respecto a dónde iba a intentar colocar la pelota. Vez tras vez me enfrentaba
a decisiones difíciles. Algo que me ayudó bastante fue que uno de los muchachos
con quien estaba jugando, había jugado en el campo anteriormente. En cada
hoyo, él me advertía de los peligros potenciales que se me presentarían y me
guiaba en cuanto a cómo darle a la pelota. Su conocimiento y perspectiva sobre el
campo me ayudó a evitar algunos de los puntos más difíciles en el campo de golf.
Un juego excelente de golf requiere la paciencia, buen juicio, bastante
perspectiva, y la habilidad de ejercer lo que uno tiene proyectado. Aún con esto,
hay variables que no se pueden controlar tales como las condiciones del mismo
campo o el clima. Cada vez que juega golf, tiene que ser flexible y ajustar su
mente, emociones, y cuerpo, de acuerdo a como se siente y a las condiciones del
campo. Creo que es justamente el desafío de hacer los ajustes lo que les atrae a
muchos a jugar el golf. Es un juego difícil y desafiante, pero si uno juega bien es
un juego que recompensa.
El liderazgo cristiano y el ministerio son difíciles y desafiantes. Si se realiza
bien llega a ser una experiencia satisfactoria. Nosotros, como líderes, necesitamos
todo el conocimiento y perspectiva que podamos obtener. Necesitamos personas,
como mi amigo en el juego de golf, que nos adviertan de los peligros potenciales y
las cosas que hay que evitar tanto como proveernos de recursos valiosos, los
cuales nos pueden ayudar a ser más efectivos.
18

El apóstol Pablo se dio cuenta de la importancia de aprender de los demás.


Él escribe en Romanos 15:4, “Porque las cosas que se escribieron antes, para
nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de
las Escrituras, tengamos esperanza”. En I Corintios 10:6, él está hablando acerca
de eventos, historias, y personas que fueron descritas en el Antiguo Testamento y
dice: “Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no
codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.”
Pablo está diciendo que las Escrituras deben ser usadas como advertencias
y como una fuente de aliento y esperanza. Hay mucho que los líderes en la Biblia
nos podrían decir acerca de su propio liderazgo. Algunos de los líderes deben ser
una fuente de ánimo y esperanza mientras ellos modelan para nosotros lo que
significa vivir una vida recta ante Dios. Otros líderes deben estar como señales de
precaución que señalan los puntos de peligro que tentarán y desafiarán a los
líderes que procuran obedecer a Dios. Aprendamos todo lo que podamos de estos
líderes cuyas historias están grabadas en las páginas de la Biblia.

¿Qué es terminar bien?

Una de las primeras cosas que podemos aprender de los líderes que
terminaron bien en la Biblia es qué significa terminar bien. La primera cosa que
llama la atención al leer acerca de aquellos líderes es que ellos muestran que es
posible terminar bien. Todo líder con la ayuda de Dios puede terminar bien. En
un mundo en el que los líderes cristianos son presionados por muchos lados,
necesitamos saber que no solamente es posible soportar hasta el fin, sino que
podemos terminar bien.
Hay seis características que sobresalen en los líderes que terminan bien en
las Escrituras. No todos los líderes en la Biblia tenían todas estas seis
características. Éstas pintan el cuadro vivo de un líder que está terminando bien.
En mi propia vida, ellas se han convertido en metas o parámetros mediante los
cuales yo mido mi crecimiento y progreso en la vida y en el ministerio.
Ninguno de nosotros sabe con absoluta certeza lo que queda delante de
nosotros en el futuro. La vida es corta. Moisés nos exhorta a todos cuando dice,
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón
sabiduría” (Salmo 90:12). Debemos comenzar a trabajar ahora mismo a fin de
establecer las siguientes características en nuestra vida y ministerio.

Seis características de los que terminan bien

Característica 1: RELACIÓN CON DIOS


El líder cultiva y mantiene una relación personal vibrante con
Dios hasta el fin de su vida. La relación con Dios se distingue
por intimidad, obediencia y fidelidad.
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Característica 2: APERTURA PARA APRENDER


El líder mantiene una apertura para aprender y aprende de
varias fuentes tales como la vida, otros, y la literatura. El
líder es un alumno de por vida y es capaz de aprender
lecciones de la vida.

Característica 3: CARÁCTER QUE REFLEJA A CRISTO


El líder refleja a Cristo en su carácter lo cual se manifiesta en
el fruto del Espíritu. La vida del líder se caracteriza por amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y
templanza.

Característica 4: MANTIENE SUS CONVICCIONES Y CREENCIAS


El líder camina sobre la base de las convicciones y la verdad
que Dios le ha revelado. Las promesas de Dios son recibidas
por la fe y se toman decisiones con base a ellas.

Característica 5: CUMPLE CON LOS PROPÓSITOS DE DIOS


El líder deja huellas de una contribución última o un legado
como testimonio de una vida que honra a Dios. Hay varios
tipos de legados que uno puede dejar. Muchos legados se
centran en qué clase de persona era el líder y cómo vivía su
vida. Otros legados se centran en lo que el líder realizaba en
su vida y ministerio.

Característica 6: CUMPLE SU SENTIDO DEL DESTINO


El líder caminaba con un conocimiento creciente de su
conciencia del destino o sentido del destino y vivió hasta ver
la mayoría o la totalidad de su destino cumplido. Durante su
vida había un sentido creciente de parte del líder de que él o
ella iba a cumplir con los propósitos que Dios le había
comunicado. Las decisiones y elecciones de su vida fueron
hechas sobre la base de esta conciencia del destino.

Estas seis características pintan un cuadro vívido de lo que significa


terminar bien. No todos los líderes que hemos estudiado tienen todas las seis
características de forma bien desarrollada. Sin embargo, un líder emergente ha de
usar estas características como una regla o una línea directiva para ir formando su
vida y ministerio.
20

Seis barreras para no terminar bien

Barrera 1: FINANZAS: SU USO Y SU ABUSO


Los líderes, especialmente los que ocupan puestos de poder toman
decisiones cruciales sobre las finanzas. Un rasgo de avaricia o falta
de integridad muchas veces lleva hacia el mal manejo del dinero.
Numerosos líderes han hecho frente a esta clase de tentación y han
caído. El dinero ha sido la causa de la derrota de no muy pocos
líderes.

El efod de Gedeón (Jueces 8)


Ananías y Safira (Hechos 5)

Barrera 2: EL ABUSO DE PODER


Los líderes necesitan ministrar con poder. Hay muchas fuentes de
poder. Hay poder “legítimo” que viene con un cargo. Hay poder
coercitivo que viene con la amenaza de usar la fuerza. Hay
autoridad espiritual que resulta en una influencia positiva sobre la
gente. El ministerio comprende usar poder para lograr que las cosas
sucedan. Sin embargo, el abuso de poder, especialmente el abuso
que se manifiesta en usurpar los privilegios, puede convertirse en un
estorbo para terminar bien. Dios muchas veces juzga a los líderes
que abusan del poder y se aprovechan de la gente a la cual lideran.

Uzías usurpa el privilegio sacerdotal (2 Crónicas 26).

Barrera 3: ORGULLO
El orgullo puede conducir hacia la derrota de un líder. Como líder
hay una tensión dinámica que se debe mantener, por un lado
mantenemos la autoestima, mientras que por el otro lado
reconocemos que no tenemos nada aparte de la gracia de Dios. Él
es realmente quien permite que colaboremos con Él y que seamos
efectivos en el ministerio. El orgullo muy fácilmente conduce a
decisiones equivocadas y a actos pecaminosos.

David censa al pueblo (1 Crónicas 21)


Ezequías se equivoca con los Babilonios (Isaías 39).

Barrera 4: MALA CONDUCTA SEXUAL


El sexo ilícito ha sido la causa de las mayores derrotas en el liderazgo
desde los tiempos bíblicos hasta hoy. Innumerables líderes han
salido del ministerio como resultado de esta actividad pecaminosa.
La reacción de José frente a la esposa de Potifar en Génesis 39 debe
servir como un modelo frente a esta clase de tentación.
21

El pecado de David con Betsabé (2 Samuel 11).

Barrera 5: RELACIONES FAMILIARES


Los problemas entre cónyuges, o entre padres e hijos, o entre
hermanos muy fácilmente pueden destruir el ministerio del líder.
Más que antes, se necesitan familias que se conduzcan por los
valores bíblicos. Los esposos y esposas necesitan aprender a amarse
y someterse unos a otros. Los padres necesitan aprender la manera
de enseñar a sus hijos cómo vivir según los valores bíblicos. Es de
mucha importancia en nuestro tiempo saber ser un soltero en el
ministerio. Es un tremendo desafío llenar las necesidades de un líder
soltero en el ministerio. El hecho de no llenar aquellas necesidades
muchas veces conduce a malas decisiones y llega a ser un estorbo
para terminar bien.

Elí y sus hijos (1 Samuel 2-4)


Salomón y sus mujeres (1 Reyes 11)

Barrera 6: ESTANCAMIENTO
Los líderes que son competentes en el ministerio tienden a
estancarse en su crecimiento. Lo que una vez era su fuerte
(competencia en el ministerio) se convierte en una debilidad. Es
posible ministrar a un nivel de competencia sin la presencia del
Espíritu Santo. En otras palabras, hay líderes que han desarrollado
habilidades ministeriales que se pueden ejercer bien, pero sin la
presencia activa de Dios. Estancarse en el crecimiento estorbará la
vida del líder para no terminar bien, porque él o ella no cumplirá
aquello que Dios le ha encomendado a hacer.

David en la parte final de su reinado antes de la revuelta de Absalón


(2 Samuel 15-18).

Éstas no son las únicas barreras que pueden estorbar al líder para terminar
bien, pero ciertamente son las más comunes. Prevalecían en la época de la Biblia y
siguen siendo las más comunes hasta hoy. Proverbios 22:3 dice lo siguiente: “El
avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño.”
Nosotros como líderes emergentes necesitamos echar un vistazo hacia
adelante para ver las barreras y tomar medidas para evitarlas. Debemos evitar
caer en alguna de las barreras. Cuando enseño esta materia en seminarios,
muchas veces pido que los alumnos se evalúen a sí mismos a la luz de estas seis
barreras. Les pregunto, “Si una de estas barreras fuera a ser un estorbo en tu
vida para terminar bien, ¿cuál barrera sería?” La mayoría de los líderes pueden
identificar por lo menos dos barreras que perciben como peligros potenciales para
22

ellos. Después los animo a que tomen pasos para fortalecerse con respecto a
estas áreas. ¿Cómo contestaría usted esta pregunta?

Cinco ayudas para terminar bien

No hay garantías de que cualquiera de nosotros termine bien. No existe


una fórmula que se puede aplicar para asegurar que seamos exitosos en el
ministerio. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos hacer para fortalecer
nuestro caminar a fin de terminar bien. Estas ayudas me dan esperanza y ánimo
para hacer frente al desafío del liderazgo y terminar bien.

Ayuda 1. PERSPECTIVA
Necesitamos lograr tener una perspectiva de toda una vida en cuanto
al ministerio. Necesitamos tener un entendimiento profundo de lo
que significa el desarrollo de liderazgo de toda una vida. Podemos
ganar esta perspectiva estudiando la vida de los líderes que nos
antecedieron. Hebreos 13:7-8 nos exhorta que hagamos esto. El
hecho de tener una perspectiva sobre lo que pasa en la vida del líder
ayuda a terminar bien. El o ella no se sorprenderá por las maneras
en que Dios lo va formando. Tenemos que ser capaces para percibir
lo que Dios está haciendo en nuestra vida para que podamos
responder de forma apropiada. El Dr. Clinton ha publicado dos libros
que explican lo que ha aprendido acerca del desarrollo del liderazgo.4
Estos dos libros pueden ayudar al líder a lograr captar una
perspectiva acerca del desarrollo del liderazgo.

Ayuda. 2. RENOVACIÓN
De vez en cuando los líderes necesitan experimentar un toque de
renovación en su relación con Dios. La renovación proviene de
algunas fuentes. Hay momentos especiales de intimidad con Dios o
tiempos cuando Dios desafía al líder de una manera especial. La
fuente de una renovación podría ser el resultado de una nueva visión
para el ministerio o mediante una experiencia en la cual Dios
confirma o afirma a su líder.
Estos tipos de experiencias son necesarios de vez en cuando.
Cada líder debe tener la expectativa de que vendrán estas cosas a su
vida y a su ministerio. Hay tiempos en los que Dios inicia la
renovación tocando la vida del líder. Hay otros tiempos cuando el
líder, (normalmente por medio de un prolongado uso de las

4
Un libro se llama The Making of a Leader (La hechura del líder) publicado por NavPress. Este
libro El otro libro representa una profunda tratamiento de la misma teoría y se llama Leadership
Emergence Theory (La Teoría del Liderazgo Emergente) el cual está disponible a través de
Barnabas Publishers en la dirección dado en la nota al pie número 3.
23

disciplinas espirituales) puede iniciar una experiencia en la cual Dios


llega al líder y resulta una renovación.
La mayoría de los líderes que han sido efectivos toda una vida
reconocen su necesidad y dan una bienvenida a las experiencias de
renovación. En las culturas de oeste, los sociólogos y psicólogos han
estudiado los ciclos de desarrollo de los adultos, y como resultado
han identificado algunas épocas claves en las cuales una persona
necesitará un toque de renovación. Para la mayoría de los adultos,
más o menos desde la mitad de los años 30 hasta la mitad de los
años 40, la gente tiende a pasar por un período crítico de transición.
Durante este período crítico la gente se pone floja en las disciplinas y
tiende a estancarse. La persona confía en sus experiencias y
habilidades pasadas para defenderse. Frecuentemente, pasamos por
tiempos de confusión sobre nuestra identidad y propósito y
necesitamos una nueva visión. Una experiencia única de renovación
con Dios muchas veces ayuda al líder a superar estas tendencias y
vuelve al líder a la dirección de Dios.

Ayuda 3. DISCIPLINAS ESPIRITUALES


Los líderes necesitan el dominio propio en muchas áreas de su vida y
ministerio. Esto es cierto especialmente en el área de las disciplinas
espirituales. En los últimos 15 años, se ha aumentado el interés en
las disciplinas espirituales entre las iglesias protestantes. Tal interés
es el resultado del acoplamiento de dos cosas — el deseo creciente
de experimentar la intimidad con Dios con el aumento de los casos
de derrota de líderes. Las disciplinas espirituales son una fuente de
recursos para crecer en la intimidad con Dios. Autores tales como
Eugene Peterson, Dallas Willard y Richard Foster están marcando el
paso para los protestantes que desean explorar y experimentar las
disciplinas espirituales. La efectividad en la práctica de las disciplinas
espirituales es una de las ayudas primarias para terminar bien. La
práctica de las disciplinas espirituales capacitará a los líderes a fin de
poner su enfoque en las prioridades divinas que ayudarán al líder a
dejar a un lado ciertas acciones y actitudes que lo podrían llevar
hacia una derrota.
El Apóstol Pablo puso a los miembros de la iglesia en Corinto
(y a todos los lectores) el ejemplo de su vida como la de un líder que
se disciplina a sí mismo a fin de perseverar en el ministerio. Pablo
tenía alrededor de 50 años cuando escribió la carta y así dio a
conocer una de las claves de su ministerio eficaz. Había estado en el
ministerio aproximadamente 20 años cuando escribió: “Así que, yo
de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo,
no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo
24

en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo


mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:26-27).
Pablo creía en la disciplina. La falta de disciplina física muchas
veces indica que la vida espiritual también es floja. Acercándose a
los últimos años de su vida, Pablo anima a Timoteo para que se
ejercite en la piedad. “Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio
corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo
aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la
venidera” (1 Timoteo 4:7-8).
Los líderes de vez en cuando deben hacer una evaluación personal
sobre la disciplina. En adición a las disciplinas conocidas como el
estudio de la Palabra y la oración, recomendaría que se evalúe en
cuanto a otras disciplinas también. Richard Foster ha escrito un libro
muy provechoso en este aspecto que se llama Celebration of
Discipline (La Celebración de la Disciplina). El libro de Dallas Willard
en inglés, The Spirit of the Disciplines (El Verdadero Sentido de las
Disciplinas) también es de mucha ayuda. La práctica normal de las
disciplinas espirituales le ayudarán a formar hábitos cuyos resultados
le servirán para terminar bien.

Ayuda 4. DISPOSICIÓN PARA APRENDER


El mejor antídoto contra el estancamiento es mantener una buena
disposición para aprender. Si un líder continuamente está
aprendiendo de una multitud de recursos, Dios tendrá muchas
oportunidades para brindarle nueva energía, visión, e ideas a fin de
que el líder continúe en su desarrollo. Los líderes necesitan
desarrollar su actitud y habilidad para poder aprender. La vida es un
gran maestro. Las diversas experiencias pueden enseñarnos muchas
cosas. Podemos aprender del fracaso tanto como del éxito.
En la cultura occidental, mantener en alto una postura de
aprendizaje comprende la lectura. Hay un sinnúmero de materiales
que están siendo publicados en todo momento y casi sobre cada
tema imaginable. Los líderes necesitan aprender habilidades que les
permitan leer con selectividad a la vez que con más amplitud. Una
de las claves que he descubierto en cuanto a estar abierto a
aprender es la necesidad de hacerse responsable ante otro respecto
de lo que uno va aprendiendo y leyendo.
Aparte de la materia escrita, hay un sinnúmero de eventos de
entrenamiento “informal” como seminarios y talleres a la disposición
del líder. Como líderes necesitamos aprovechar las oportunidades
que se nos presentan. Una buena apertura para aprender sirve
como una buena póliza de seguros contra el estancamiento.
Debemos cuidarnos de no caer en la inflexibilidad con respecto al
25

aprender nuevas cosas. Si nos volvemos inflexibles, por cierto que


nos estancaremos.

Ayuda 5. LOS MENTORES


El ministerio del mentor comprende un proceso de amistad en el que
el mentor habilita a otra persona (aprendiz, discípulo, alumno)
compartiendo con él o ella algunos recursos de parte de Dios
(consejo propicio, sabiduría, apoyo emocional, protección, recursos,
oportunidades). Si lee las biografías de líderes cristianos que
terminaron bien, descubrirá que como promedio, cada líder tuvo
desde 10 hasta 15 mentores a lo largo de su vida.
La gente en otros campos de trabajo como el militar, la
política, la educación, la medicina siempre ha reconocido la
importancia del papel del mentor. Recientemente los líderes
cristianos se están dando cuenta de la importancia y del valor de
tener mentores eficaces.
Hay muchos tipos y muchas funciones de mentores, y todos
son necesarios en el proceso de desarrollo del líder. En nuestros
estudios hemos identificado los tipos de mentores que ayudan a
otros - discipuladores, guías en las cosas de Dios, consejeros,
entrenadores, maestros, “patrocinadores”, modelos contemporáneos
e históricos. Los mentores proveen dos cosas cruciales para el
desarrollo de líderes que terminan bien: la relación positiva y el
rendir cuentas. En nuestros tiempos, faltan estos dos ingredientes
en los programas actuales de entrenamiento.
Para llegar al grano, si usted toma con seriedad el terminar
bien, necesita encontrar mentores a quienes rinda cuentas con
respecto a cada área de su vida y ministerio. Tales mentores lo
ayudarán a evitar los peligros que se le presentan a lo largo de su
vida. Un mentor eficaz puede asegurar que continúe creciendo y
desarrollándose.

Un desafío final

Tengo buenas y malas noticias. Aquí vienen las malas noticias. Como lo he
dicho, no hay garantía de que usted vaya a terminar bien su liderazgo y ministerio.
Y el liderazgo y el ministerio son difíciles y demandan mucho del líder. Terminar
bien en el ministerio cristiano requerirá todo de usted. La realidad es que pocos
líderes terminan bien.
Sin embargo, aquí vienen las buenas noticias. No le toca hacerlo solo. ¡Dios
siempre estará con usted! Caminará con usted en cada paso. Lo guiará si lo está
escuchando a Él. Él le enseñará si está usted dispuesto a aprender. Lo corregirá
si comienza a caer. Él lo capacitará y llenará sus necesidades cuando clame a Él,
si es que tiene paciencia. ¡ÉL DESEA QUE USTED TERMINE BIEN!
26

Las cinco ayudas para terminar bien que he bosquejado le servirán bastante
si toma con seriedad el terminar bien. Éstas lo ayudarán a crecer en su relación
con Dios y le dará perspectiva y ánimo en su caminar.
También creo que el simple hecho de saber que pocos líderes terminan bien
le da una ventaja. La mayoría de los líderes ni se dan cuenta de los peligros que
se les presentarán por delante en su ministerio y liderazgo. La mayoría de los
líderes sólo se preocupan por los desafíos inmediatos. ¡Tan solo sobrevivir es la
preocupación primordial de la mayoría de los líderes!
Sin embargo, si podemos iniciar nuestros ministerios con una comprensión
de lo que significa terminar bien, podremos dar pasos seguros para terminar bien.
Si nos damos cuenta de los peligros potenciales, podremos tomar decisiones desde
el principio para mantenernos alejados de los mismos. Justamente este es el
propósito de este libro. Estamos tratando de darle un poco de perspectiva y
ayudarle a fin de que termine bien. Terminar bien comienza por empezar bien.
Estamos tratando de ayudarle dándole una perspectiva sobre las realidades que
enfrentará en camino a ministrar a otros. Nuestra oración es que comience bien
aprendiendo de algunas importantes lecciones y tomando buenas decisiones desde
el principio. Dios desea que crezca y se desarrolle hasta que llegue a ser un líder
maduro. ¡En guerra avisada no muere soldado!
Recuerdo cuando yo era un niño tierno, nuestra familia asistía a una
pequeña iglesia en el estado de Ohio. Me acuerdo que estaba en sexto grado
cuando el pastor predicó una extensa serie de mensajes sobre el Apocalipsis. De
más está decir que me asustaron las imágenes y descripciones que escuché.
Recuerdo que el Pastor insistía en que todos hiciéramos un compromiso firme con
Dios. Pensaba que yo era demasiado joven para hacer algo tan serio. Así que
decidí postergar mi decisión hasta que llegara a tener unos pocos años más.
Como alumno del sexto grado mi criterio era que existían muchas cosas más allá
de las cuatro paredes de la iglesia y yo las quería explorar. Tres años después
(después de pasar por un período breve de rebelión y de búsqueda), me di cuenta
de la locura de mi criterio e hice un compromiso serio con Cristo.
Muchos de los líderes jóvenes que recién se lanzan en sus ministerios
tienden a responder de forma parecida al desafío de terminar bien. Postergan el
pensar seriamente en ello hasta después. No quieren preocuparse por esto. La
vida ya es bastante dura como para preocuparse de la manera en que vamos a
terminar. Habrá bastante tiempo después para pensar sobre esto y planificar
cómo voy a terminar. Todavía soy joven y no debo preocuparme de cómo
terminaré. ¿Correcto? ¡No, señor!
Los psicólogos nos dicen que al llegar a una edad más o menos mayor no
cambiamos mucho, simplemente llegamos a ser más y más como realmente
somos. ¡Líderes jóvenes, ahora es el tiempo para empezar a pensar sobre
cómo terminar bien! La clase de actitud y los hábitos que se establecen
temprano en la vida y en el ministerio controlarán cómo será al llegar a terminar
su ministerio. Es más fácil hacer los cambios y correcciones temprano en el
proceso que cuando ya sea tarde. Tome decisiones ahora que le ayudarán a
27

avanzar hacia terminar bien. Richard, ¿qué quieres ser cuando llegues a ser un
adulto?
Yo quisiera ser un líder cristiano que tiene una relación personal vibrante
con Dios. Un líder que continúa aprendiendo durante toda su vida. Un líder que
muestre el carácter de Cristo y viva según las convicciones bíblicas y las promesas
de Dios. Quiero cumplir con el sentido de destino y los propósitos que Dios me
mostró y así dejar un legado que permanezca y testifique cuán bueno es Dios.
¡Quiero ser un líder que termina bien!
¿Qué quiere hacer usted cuando llegue a ser una persona madura?
28
29

CAPÍTULO 2:
CÓMO SABER HACIA DÓNDE VA
Como un nuevo creyente, a principios de los años setenta, yo (Paul) supe
que algo dramático había ocurrido en mi vida; pero no sabía qué era, ni lo que
significaba, ni lo que iba a pasar conmigo en el futuro. Todo lo que sabía era que
un día iba con rumbo hacia una dirección y al día siguiente iba en la dirección
contraria.
Aunque había crecido en una familia cristiana, había asistido a la iglesia
regularmente, y aún había ido a los campamentos en las vacaciones; durante mi
juventud en los años sesenta yo me había apartado de la fe de mis padres, no tan
abiertamente al comienzo pero luego más abiertamente. El cristianismo me
parecía una lista de reglas gravosas y yo quería mi libertad e independencia.
Mi búsqueda de la libertad e independencia al fin me dejó vacío y en la
desesperación, mientras buscaba la satisfacción en las “verdades” de la cultura de
la juventud de los años sesenta. Al fin cuando me entregué a Cristo en 1971,
supe que era pecador y la realidad del perdón y una nueva vida fueron buenas
noticias para mí.
Pero una vez que pasé a ser salvo, ¿qué más? Algunos me dijeron que
fuera a la iglesia, que leyera la Biblia y orara cada día. Otros me dijeron que
testificara. Otros, que leyera tal libro o fuera a tal seminario. Siendo
impresionable, traté de hacerlo todo y después de un correr de actividades, quedé
cansado, medio confundido, y sin satisfacción. ¿De esto se trataba el
Cristianismo?
No me interesaba volver a mi vida anterior, pero no estaba satisfecho
dónde estaba. ¿Qué iba a hacer? Lamentablemente me costó algunos años
comenzar a entender que el simple hecho de hacer las cosas “correctas” no
constituía el corazón del cristianismo bíblico. Durante una crisis prematura de la
mitad de la vida en mis treinta años, yo empecé a ver que el corazón del
cristianismo bíblico es tener una relación correcta con Dios. Desde este momento
en mi vida empecé a comprender que esta relación correcta con Dios es la fuente
de un carácter transformado y acciones obedientes.
¿Cómo es que esta verdad se me había pasado por alto? Había leído la
Biblia, asistido a la iglesia, y aún había ido al seminario. Por años había tratado de
vivir de una forma que agradara a Dios en vez de gozar de mi relación con Él.
Había sido como el muchacho que trata de ganar la atención de su padre
mediante la realización de un acto heroico. Pero todo este tiempo había tenido su
atención y aceptación. ¡Lo que Dios deseaba era mi persona!

El plan de Dios para nuestra vida

La Biblia es muy clara en cuanto al plan de Dios para nuestra vida. Su


intención es que, una vez que somos salvos mediante la obra consumada en la
30

cruz, hemos de ser transformados a la imagen de Cristo. Esta relación con Dios se
refleja en nuestro carácter y en nuestras acciones.
El proceso de llegar a ser como Cristo se llama la santificación. La
santificación significa “estar separado” para Dios, para sus propósitos. La palabra
santificar en el Nuevo Testamento tiene la misma raíz que la palabra santo como
un atributo o para describir una persona. En la Biblia la santificación implica estar
separado para Dios en por lo menos dos sentidos: es “posicional” y es un proceso.
Somos santificados al momento de la conversión (ver 1 Corintios 6:11).
Esto se llama la santificación “posicional”. En su libro So Great Salvation (Una
Salvación Tan Grande), Charles Ryrie dice que “la santificación posicional es en
verdad una posición que no depende de la calidad del crecimiento y la madurez
espiritual. La ofrenda del cuerpo de nuestro Señor Jesús hecha de una vez para
siempre nos hizo perfectos para siempre (Hebreos 10:10, 14).5”
Si esta es la verdad, ¿por qué es que no todos los cristianos lo demuestran
en su vida diaria? Una respuesta precisa es que la santificación es progresiva o
que se realiza en la práctica, tanto como es posicional. Aunque somos
santificados, a la vez estamos siendo santificados mediante la obediencia diaria.
Nuestras decisiones afectan la realidad de nuestra posición.
Una ilustración puede servir. Imagínese que usted es muy pobre, luchando
por lograr que los recursos alcancen para satisfacer las necesidades. Un día recibe
una llamada de parte de un abogado que le dice que su tío Federico ha muerto
dejándole una herencia de algunos millones de dólares. Solo le toca verificar su
identidad y firmar algunos papeles y puede tener posesión de la herencia. De
posición ya es rico, pero en la práctica es pobre hasta que cumpla con las
condiciones para obtener lo que a usted le pertenece.
Justamente ésta es la condición de muchos cristianos de hoy. Somos
coherederos con Cristo (Romanos 8:17) pero no logramos gozar de los beneficios
de nuestra herencia porque no estamos dispuestos a corresponder con nuestra
parte. John Stott en su libro Basic Christianity (Cristianismo Básico) dice que “es
bien claro que nos toca hacer algo. El cristianismo no es un mero consentimiento
a una serie de proposiciones, no importa cuán veraces sean. Es posible que
creamos en la deidad y la salvación mediante Cristo, y aun admitir que somos
pecadores con la necesidad de la salvación; pero esto no nos hace cristianos.
Tenemos que responder personalmente a Jesucristo comprometiéndonos sin
reserva al cómo nuestro Salvador y Señor.”6
El plan de Dios para nuestra santificación implica llegar a ser más como
Cristo en nuestra relación con Dios, en nuestro carácter, y en nuestro
comportamiento. Jesús tenía una relación tan íntima con Dios que pudo decir
“que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago” (Juan 14:31). Al haber
dicho esto, El inmediatamente les dijo a sus discípulos que su relación con Él era la
fuente del fruto en la vida y ministerio de ellos. Él les dijo, “Yo soy la vid, vosotros

5
Charles Ryrie, So Great Salvation (Una salvación tan grande). (Wheaton, Illinois: Victor, 1989),
151.
6
John R. W. Stott, Basic Christianity. (Downers Grove, Illinois: Intervarsity Press, 1971), 107.
31

sois los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto;
porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5).
Su plan es que desde nuestra relación con Él seamos transformados a su
imagen y cumpliremos con sus propósitos (ver Romanos 8:28-29, Efesios 4:11-13,
y Filipenses 3:10-11). Antes de ser crucificado, Jesús oró por sus discípulos. Él
oró, “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la verdad. Como tú me enviaste al
mundo, así yo los he enviado al mundo” (Juan 17:17-18). Después de su
resurrección Él comisionó a sus discípulos diciendo, “Id, y haced discípulos a todas
las naciones...” (Mateo 28:19, ver también Marcos 16:15, Lucas 24:46-47, Juan
20:21-23, y Hechos 1:8).
Es interesante notar que Jesús compartiera con sus discípulos previamente
al darles la comisión: “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
Según este pasaje es evidente que la comisión que les dio a sus discípulos se
deberá llevar a efecto antes de que venga el fin. Es claro también que la misma
comisión dada a los primeros discípulos es dada a nosotros los discípulos de hoy.
Otra vez el plan de Dios es “separarnos” para Él, para sus propósitos.
Desde nuestra relación con Él, podremos llegar a ser más como Jesús y hacer lo
que Jesús hizo. El plan de Dios para nosotros es “conocerlo y darlo a conocer a
los demás”. Ahora que conocemos el plan de Dios, pasemos a ver el proceso para
realizar su plan con respecto al desarrollo del liderazgo.

El proceso de Dios para lograr su plan

Durante los últimos doce años, Bobby Clinton con la ayuda de sus alumnos
del Seminario Teológico Fuller han efectuado estudios de la vida de más de 500
líderes cristianos bíblicos, históricos, y contemporáneos. A través de los estudios
se ha descubierto un proceso de crecimiento cristiano y de liderazgo. (ver J.
Robert Clinton, The Making of a Leader (La Formación de Un Líder), 1988,
NavPress).
Este proceso comprende seis fases (ve la figura 2-1 Línea Cronológica
General en la siguiente página) que se fundamentan una sobre la otra mientras el
cristiano crece y madura en la perspectiva de cumplir con el propósito definido
para su vida. Cada fase es única en su enfoque y edifica la base para el avance y
la efectividad de la siguiente fase. Cada fase involucra ordenar las únicas
circunstancias divinas a fin de lograr el crecimiento del carácter, madurez, y
expansión del ministerio.
32

Figura 2-1: Línea general cronológica

Fase 1 Fase 2 Fase 3 Fase 4 Fase 5 Fase 6


|--------------- |--------------- |---------------|----------------- |-----------------|-----------
Fundamentos Crecimiento Madurez Madurez Convergencia Resplandor
soberanos interior ministerial de vida de los
últimos años

Podemos cooperar con Dios en estas circunstancias que llevan al


crecimiento del carácter, madurez, y efectividad; o podemos resistir a Dios y
estancar nuestro crecimiento y desarrollo como líderes. Tres elementos básicos
están comprendidos en este proceso:

1. Dios inicia el desarrollo durante toda la vida para que lleguemos a ser como
Cristo.

2. Podemos responder en forma positiva o negativa a lo que Dios intenta iniciar


en nuestra vida.

3. Si respondemos en forma positiva, creceremos en carácter, madurez, y


efectividad; pero si respondemos en forma negativa, nos estancaremos hasta
que respondamos en forma positiva al asunto.

Estos tres elementos forman las bases de nuestro carácter, madurez, y


efectividad mientras progresamos de una fase a otra en nuestro desarrollo como
cristianos.
Como hemos visto en el capítulo anterior, no todos los líderes terminan bien.
No hay garantía de que progresaremos en nuestro desarrollo de liderazgo a través
de las seis fases. Sin embargo, es la intención de Dios que cada uno de nosotros
nos desarrollemos hasta una madurez completa. Él nos ha dado a su Hijo, su
palabra, su Espíritu, la iglesia, así como una multitud de personas que son
ejemplos bíblicos, históricos, y contemporáneos para que podamos aprender de
ellas. Él anhela que nos apropiemos de todo lo que ha hecho por nosotros y nos
ha dado a fin de que “corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”
(Hebreos 12:1-3).

LAS FASES DE DESARROLLO PARA LA VIDA Y EL LIDERAZGO

Fase 1 – Fundamentos soberanos

La primera fase se llama “fundamentos soberanos.” Esta fase aporta lo que


Dios en su soberanía fundamenta en la vida de una persona mediante su familia, y
su contexto social e histórico. Dios nos ubica a todos en un contexto social e
33

histórico en el que suele utilizar al máximo nuestras oportunidades de conocerle a


Él y llegar a ser la persona que Él desea que seamos.
Este punto de vista del encuadre soberano de Dios en los aspectos
fundamentales de nuestro nacimiento, raza, familia, cultura, y contexto histórico
se describe en Salmo 139:13-16,
“Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.”

¡Dios nos conoce! Él lo sabe todo en cuanto a nosotros. Y Él conoce


nuestro pecado y lo que requiere para traernos a Él. Él permite que seamos
expuestos a las consecuencias devastadoras del pecado en las relaciones, en la
sociedad, y en el mundo que nos rodea para que reconozcamos nuestra necesidad
de Él. Pablo en Romanos 3 describe la naturaleza del hombre pecador cuando
escribe,
No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, no hay quien busque a
Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
Aún en las culturas donde el evangelio no ha sido predicado todavía, Dios
ha dejado un testimonio en la creación y en la conciencia (Romanos 1:20). Pero
en culturas como las nuestras, Él nos ha dado las Escrituras y el testimonio de la
iglesia. Sí, aquellos que no han recibido el evangelio no tienen excusa, ¿cuánto
más responsables somos ante Dios por su testimonio hacia nosotros?
No solamente sabe Dios lo que requiere para traernos a Él, sino que Él nos
ama (ver Juan 3:16) y conoce nuestro potencial para amarle y llegar a ser todo lo
que Él tiene destinado para nosotros. Cada uno de nosotros tenemos un destino
para disfrutar una relación de amor con Dios y para cumplir con un rol asignado en
el plan de Dios de salvar a la humanidad de su pecado.
La realidad de la soberanía de Dios en estos asuntos fundamentales no
tiene la intención de disminuir la tragedia y la angustia de las relaciones rotas o las
situaciones inhumanas. Dios no permite que ninguna circunstancia venga a
nuestra vida que El mismo no le haya hecho frente a favor nuestro (ver Hebreos
4:15-16) y que El no pueda usar para nuestro bien (ver Romanos 8:28). Aún las
angustias humanas y las tragedias pueden convertirse en medios de crecimiento y
bendición.
34

En el capítulo 3 estaremos viendo esta realidad de la soberanía de Dios con


respecto a nuestros fundamentos. En ese capítulo hablaremos de cómo Dios obra
en nuestra vida durante este tiempo fundamental aún cuando no le conozcamos o
no le estemos siguiendo. La fase de desarrollo de fundamentos soberanos tiene
que ver con las maneras en que nos establece en un contexto social, en nuestra
personalidad, en nuestro contexto donde emergemos, y en el comienzo de nuestra
relación con Él.

Fase 2 – Crecimiento interior

La segunda fase se llama “el crecimiento interior”. Esta fase comprende el


desarrollo de una relación fundamental con Dios que da como resultado el carácter
de Cristo y la madurez. Durante el crecimiento interior iniciamos nuestro
compromiso con Cristo como Salvador y Señor y comenzamos a aprender a
relacionarnos con Él. En este proceso Él comienza a transformarnos. Nos
apropiamos de las disciplinas básicas de la fe en esta relación a la vez que
estamos aprendiendo a responder con obediencia a las pruebas específicas que
Dios inicia para el desarrollo de nuestro carácter y crecimiento (ver figura 2-2 –
Características de la Fase del Crecimiento Interior).

Figura 2-2 - Características de la fase del crecimiento interior

Disciplinas Pruebas
Disciplinas Interiores Pruebas de Integridad
Disciplinas Exteriores Pruebas de Obediencia
Disciplinas Corporales Pruebas de Palabra

El desarrollo de una vida devocional (no simplemente un “tiempo”) es


crítico durante esta etapa. Queremos pasar tiempo con esta persona quien nos
ama tanto que Él dio su vida para que seamos liberados de la atadura de nuestro
pecado. El amor es una poderoso realidad. Si usted ha estado enamorado alguna
vez, si ha estado cerca de alguien que está enamorado, o si usted ha deseado
estar enamorado; usted sabe que las personas enamoradas quieren pasar tiempo
el uno con el otro, hacer cosas juntos, y hacer cosas por el otro. Cuando
recibimos una carta o llamada telefónica de nuestros amados, dejamos todo a fin
de escuchar lo que ellos tienen que decir. Cuando nuestro comportamiento es
desagradable para nuestro amado, tratamos de cambiarlo. Esta es la realidad de
nuestra nueva relación con Cristo, nuestro amado.
Una vida devocional basada en una relación de amor con Dios es vital para
el crecimiento subsecuente y efectividad de la vida cristiana de uno. De nuestra
relación con Dios derivamos los recursos necesarios para enfrentar
obedientemente los desafíos de la vida.
Este tipo de vida devocional ha sido caracterizado históricamente por “las
disciplinas” de la fe. Estos incluyen disciplinas internas, disciplinas externas,
35

disciplinas corporativas (ver Richard J. Foster, The Celebration of Discipline,


(Celebración de la Disciplina), 1988, Harper & Row). Las disciplinas interiores
incluyen estudio, meditación, oración, y ayuno. Las disciplinas externas incluyen
simplicidad, aislamiento, sumisión y servicio. Las disciplinas corporativas incluyen
confesión, guía, adoración y celebración.
Estas disciplinas de la fe son expresiones de amor y vías de gracia. No son
obras de mérito. No ganamos aprobación o promoción a través de las disciplinas.
Ganamos acceso a una relación de crecimiento y madurez con Dios. A través de
las disciplinas llegamos a conocer a Dios, a nosotros mismos, y a otros.
Aprendemos como comunicarnos con Dios, ser transformados y a perdonar y
servir. Dios se vuelve el manantial de la vida abundante (ver Juan 4:13-14,
10:10). Sus mandatos ya no son una carga (ver I Juan 5:3).
La importancia de una íntima relación con Dios basada en las disciplinas
espirituales y la fe está bien documentada en los líderes bíblicos, históricos, y
contemporáneos. Quienes han comenzado, se han mantenido y han terminado
bien (ver la serie de Grandes Hombres de la Biblia (Tomos 1-4) de F. B. Meyer
publicada por Editorial Vida o el libro de V. Raymond Edman They Found the
Secret [Encontraron el Secreto], 1984, Zondervan). ¡Son cruciales!
De nuestra relación de crecimiento con Dios vendrán oportunidades
iniciadas por Dios para la transformación de nuestro carácter de ser centrados en
nosotros mismos a ser semejantes a Cristo. Estas áreas incluyen integridad,
obediencia y pruebas de palabra.
Las pruebas de integridad son pruebas especiales que Dios inicia para
revelar las verdaderas intenciones de nuestro corazón. Cuando son superadas,
sirven como un trampolín que nos impulsa a desarrollar más la confianza en Dios.
Las pruebas de obediencia son pruebas especiales que revelan nuestra voluntad
de obedecer a Dios sin importar las circunstancias ni las consecuencias aparentes
y cuando son pasadas llevan al entendimiento de las promesas de Dios. Las
pruebas de palabra son pruebas especiales que revelan la habilidad de recibir y
entender una palabra de Dios, y permitirle a Dios operar el cumplimiento de esta
palabra. Uno puede estar involucrado en uno, dos o tres de estos chequeos al
mismo tiempo. Analizaremos esto más de cerca en el capítulo 5.
Daniel es un ejemplo de fidelidad en la etapa de crecimiento interno. Él era
parte de los exilados llevados a Babilonia (Daniel 1:3). Desde ahí él fue escogido
por Nabucodonosor rey de Babilonia para ser entrenado por tres años como
preparación para el servicio en el gobierno (Daniel 1:5). Durante su tiempo de
entrenamiento a Daniel y a tres de sus amigos se les pedía que comieran y
bebieran ciertos tipos de comidas y vinos que estaban en violación con la ley Judía
(Daniel 1:5). Daniel “propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la
comida del rey, ni con el vino que él bebía…” (Daniel 1:8).
Este es un ejemplo de un control de integridad y obediencia (y
posiblemente un control de palabra). Daniel sabía que comer y beber la comida
del rey y el vino era una violación a la ley de Dios. El también sabía que desafiar
al rey podría resultar en su castigo y posible muerte (ver la respuesta del jefe de
36

los eunucos en el verso 10). Esto fue una prueba tanto de su integridad y
obediencia.
Debido a que Daniel propuso en su corazón no contaminarse, él se colocó
así mismo en una posición para que Dios interviniera en su nombre.
Probablemente en oración, Daniel tuvo la idea de abordar al jefe oficial acerca de
una “dieta experimental” (Daniel 1:8). Esto sería un ejemplo de un control de
palabra. Cuando él abordó al jefe oficial con esta idea, Dios le dio favor e hizo que
el oficial mostrara simpatía (Daniel 1:9).
El oficial estuvo de acuerdo con el experimento (Daniel 1:14) y Daniel y sus
tres amigos prosperaron en salud, conocimiento y entendimiento (Daniel 1:15-17).
Al término de los tres años de entrenamiento se les encontró diez veces mejor en
sabiduría y entendimiento que cualquiera de los otros magos y encantadores en
todo el reino (Daniel 1:20).
La fase del crecimiento interior no es nada más que el desarrollo de la
relación con Dios. En el contexto de esa relación, Dios comenzará a trabajar
estableciendo el carácter divino de liderazgo en nuestras vidas. El carácter divino
formará la base de nuestra vida y efectividad en el ministerio aún como lo hizo con
Daniel.

Etapa 3 – Madurando en el ministerio

La tercera etapa se llama “madurando en el ministerio”. Esta etapa


involucra desarrollar y madurar en el ministerio efectivo a través de la
identificación y aplicación de la mezcla de talentos de uno y de las habilidades de
ministerio. Este proceso puede suceder en el contexto de un ministro vocacional o
laico en donde uno puede ser desafiado a responder positivamente para tareas
ministeriales, relaciones, conflictos, y autoridad. Es en la fase inicial de la
participación en el ministerio que una persona comienza a descubrir sus talentos.
Los talentos de una persona están conformados por la combinación de
dones espirituales, habilidades naturales, y destrezas adquiridas. Es a través del
uso obediente de su mezcla de talentos o de dones que probablemente tendrá sus
más satisfactorias e influyentes oportunidades en el ministerio. Las destrezas
ministeriales se refieren a aquellas destrezas específicas que usted adquiere en
situaciones ministeriales y que lo ayudan a desempeñar tareas ministeriales de
una manera más efectiva. Ejemplos de éstas son las destrezas de consejería
bíblica, destrezas de administración de iglesia, o destrezas de enseñanza.
Estar conscientes de la mezcla de dones y de las destrezas ministeriales es
importante pero es en el contexto de las tareas ministeriales, relaciones,
conflictos, sumisión a la autoridad que aprendemos cómo ministrar efectivamente.
La relación con Dios y los demás es todavía la prioridad en esta etapa (como en
todas las etapas). Cumplir con una tarea de una manera desamorada no es
madurez ministerial. ¡Los planes de Dios deben ser siempre alcanzados a la
manera de Dios!
37

Moisés es un buen ejemplo de esto. A la edad de cuarenta él intentó


cumplir los propósitos de Dios al liberar al pueblo de Israel a través de sus propios
esfuerzos (Éxodo 2:12). El asesinato que cometió contra el egipcio que estaba
maltratando a un hebreo lo llevó al rechazo y a huir a la parte posterior de Madián
(Éxodo 2:15). A pesar de que él tuvo una conciencia del propósito de Dios para su
vida, (ver Hebreos 11:24-25) él no comprendió los caminos de Dios.
Consecuentemente, su primer intento por cumplir con los propósitos de Dios lo
llevaron a consecuencias desastrosas.
A pesar de que no sabemos mucho acerca de la vida de Moisés durante los
próximos 40 años, es muy evidente que algo dramático le sucedió a Él durante
aquellos años en los que estaba formando una familia y cuidando ovejas (ver
Hechos 7:29-34). Cuando nos encontramos con Moisés nuevamente después de
40 años, quizás le faltaba confianza en sus habilidades (Éxodo 3:11). Él había
aprendido dependencia en Dios durante este tiempo. Ahora él estaba listo para
los propósitos de Dios a la manera de Dios!
Esta fase del desarrollo del liderazgo está centrada alrededor del desarrollo
de las destrezas ministeriales tanto en las relaciones como en las tareas. Esto
involucra aprender cómo lograr que las cosas sean hechas a través del uso de
nuestros talentos.

Etapa 4 – Madurez de vida

La cuarta etapa de desarrollo es “madurez de vida”. Esta etapa involucra


desarrollar una filosofía bíblica madura del ministerio personal. Una filosofía
bíblica madura es básica para la convergencia en la etapa 5 cuando la preparación
interior, los talentos de una persona, experiencia ministerial y filosofía ministerial
se unen en la expresión efectiva y fructífera del destino de uno o propósito final.
La filosofía ministerial se refiere a las ideas, valores, y principios que un
cristiano usa para tomar decisiones para ejercitar influencia y para evaluarse a sí
mismo, relaciones y efectividad en el ministerio. Durante esa etapa debe
aprenderse cuatro lecciones importantes.

1. Un ministerio maduro fluye de un carácter maduro.


2. El carácter maduro es formado a través de la obediencia en situaciones
difíciles.
3. Muchos cristianos atraviesan situaciones difíciles sin conocer los
beneficios potenciales. Es importante descubrir a Dios en medio de las
situaciones difíciles y aprender de Él.
4. Los líderes maduros operan con autoridad espiritual como su base
principal de poder. En esta fase de desarrollo, los líderes aprenden
cómo la autoridad espiritual es desarrollada. En esencia, la autoridad
espiritual no es una meta sino un subproducto de la obediencia. La
38

obediencia en la etapa difícil de la vida crea una profundidad del


carácter divino que exuda autoridad espiritual.7

El proceso de desarrollo hacia una filosofía personal del ministerio


involucra tres factores y tres sub-etapas. El primer factor es la dinámica bíblica.
La base de cualquier filosofía ministerial madura debe ser la Biblia. El segundo
factor son nuestros talentos personales. Nosotros tendemos a ver la vida y el
ministerio a través de la cuadrícula de nuestros talentos. El tercer factor es
nuestra experiencia personal. Tendemos a ver “la realidad” desde nuestra propia
experiencia. Ni nuestros talentos ni nuestra experiencia deben contradecir la
dinámica bíblica, pero ellos jugarán un papel significativo en el desarrollo de
nuestra filosofía ministerial.

Figura 2 – 4 – Características de la etapa de madurez de vida

Factores Sub-etapas
Dinámicas bíblicas Osmosis
Mezcla de dones personales Primeros pasos
Experiencia personal Madurez

La filosofía ministerial se desarrolla a través del tiempo. Nosotros tenemos


una filosofía ministerial en las etapas iniciales, pero usualmente esta no es
personal y madura. La filosofía ministerial usualmente se desarrolla a través de las
tres sub-etapas de osmosis, primeros pasos, y madurez. La osmosis se refiere a la
etapa inicial del desarrollo de una filosofía ministerial cuando aprendemos nosotros
primeramente observando a otros y experimentando. Somos atraídos al ministerio
de alguien, por lo tanto intentamos ministrar tal como esa persona. Nosotros
leemos un libro, o vamos al seminario, e intentamos implementar lo que hemos
aprendido en nuestra propia situación. La próxima sub-etapa después de la
osmosis es llamada primeros pasos. En la sub-etapa de los primeros pasos
nosotros aprendemos por diseño intencional y evaluación. Empezamos a buscar a
Dios para tener principios bíblicos para la vida y el liderazgo y evaluar nuestro
desempeño sobre estas bases. Nos preguntamos si la manera tradicional o
contemporánea es la forma de hacer las cosas en los caminos de Dios. La sub-
etapa final es la madurez. En esta etapa los cristianos son capaces de articular su
propia filosofía ministerial en términos de filosofía de vida. La filosofía ministerial
ya no es más teórica, ahora es práctica y forma las bases para tomar decisiones,
ejercer influencia, y evaluar.
Pablo es un buen ejemplo del desarrollo de una filosofía ministerial
madura. Cuando él fue salvado (Hechos 9) él fue llamado a ser “el instrumento
escogido por Dios para llevar el nombre de Dios a los gentiles…” (versículo 15).
Inmediatamente después de su conversión, llenura del Espíritu Santo, y bautismo
(versículos 17-18), él empezó a predicar en las sinagogas (versículo 20). Su
7
J. Robert Clinton, The Making of a Leader (La hechura del líder), 155.
39

filosofía ministerial en esta etapa fue altamente influenciada por las costumbres
judías y por lo que él había visto hacer a los primeros cristianos (ver Hechos 6:8-
8:1). Este es un ejemplo de la sub-etapa de osmosis.
Mas tarde Pablo pasaría tiempo con los apóstoles en Jerusalén (Hechos
9:26-30, 11:29-30 y Gálatas 1:18-19), pasaría tiempo con Cristo en los desiertos
de Arabia (Gálatas 1:15-17), y trabajaría y ministraría en Tarso (Hechos 9:30 y
11:25), y Antioquía (Hechos 9:26-13:3). Durante este tiempo de ministerio inicial
Pablo debe haber investigado las Escrituras para desarrollar una filosofía
ministerial bíblica consistente con su llamado. Este es un ejemplo de la sub-etapa
de los primeros pasos.
Finalmente Bernabé y Pablo, mientras ministraban a la iglesia de los
gentiles en Antioquía (Hechos 11:26, y 13:1), fueron apartados para un ministerio
pionero a los gentiles en Asia Menor (Hechos 13:2-3).
Durante este “primer viaje misionero” Pablo desarrolla más su filosofía
ministerial para incluir una estrategia para evangelismo, discipulado y desarrollo
del liderazgo. Esta filosofía ministerial vendría a ser la base para su futuro
ministerio a los gentiles.
La fase del desarrollo de la madurez de vida no es otra cosa que un
profundizarse en el carácter y el desarrollo de una filosofía ministerial madura. La
filosofía ministerial le permite a una persona operar en el ministerio con
efectividad (hacer las cosas correctamente) y con eficiencia (haciendo lo correcto).

Etapa 5 – Convergencia

La quinta etapa de desarrollo es “la convergencia”. Esta etapa involucra


juntar en madurez la preparación interior, madurez en el ministerio y filosofía
ministerial para cumplir el destino de uno o el propósito final. La convergencia
involucra juntar cinco factores menores y cinco factores mayores. Los factores
mayores incluyen dependencia en Dios, talentos, filosofía ministerial, rol, e
influencia. Los factores menores incluyen experiencia, personalidad, ubicación,
oportunidad, profecía, y destino (ver figura 2-5 – características de la etapa de
convergencia). En la convergencia, el líder tiene la conciencia o el sentido de que
las cosas se han juntado de tal manera que él está operando al máximo potencial
en el liderazgo que Dios deseó para él.

Figura 2 –5 – Características de la etapa de convergencia

Factores mayores Factores menores


Dependencia de Dios Experiencia
Talentos Personalidad
Filosofía ministerial Ubicación
El papel – el correcto Oportunidad
Influencia - nivel apropiado Profecía
Destino
40

José es un buen ejemplo de un líder que alcanzó la convergencia. Como


un joven de aproximadamente 17 años (Génesis 37:2), recibió dos sueños
proféticos acerca de su destino profético como líder (Génesis 37:5-11). Unos trece
años más tarde (Génesis 41:46) cuando José tuvo 30 años de edad estos sueños
se cumplieron en parte cuando él fue promovido a la posición de primer ministro
de Egipto (Génesis 41:41-43). Pero antes de este cumplimiento, José tuvo que
aprender fidelidad a Dios en el pozo (Génesis 37), en la casa de Potifar (Génesis
39), y en la prisión (Génesis 39-41). El último cumplimiento de estos sueños llegó
años después de que José se convirtiera en el primer ministro cuando Jacob envió
a diez de sus hijos para comprar grano (Génesis 42:6-7).
En la vida de José vemos juntarse los cinco factores mayores de
convergencia. Él había aprendido dependencia en Dios en circunstancias muy
difíciles y dolorosas. Sus talentos para interpretar sueños, servicio, y
administración, habían surgido. Su filosofía ministerial fue desarrollada en el
servicio bajo; Dios le había dado soberanamente su rol; y él fue capaz de
influenciar no solamente los asuntos de Egipto sino también el destino de Israel.
Es importante notar que cuando se reúne con sus hermanos que lo habían
vendido a la esclavitud, su respuesta fue “Así, pues, no me enviasteis acá
vosotros, sino Dios…” (Génesis 45:8). Más tarde él reflejaría a sus hermanos la
realidad de su vida diciendo, “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo
encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho
pueblo.”(Génesis 50:20) José, quien sufrió tanto por causa de sus hermanos,
había sido transformado de tal manera por su relación con Dios que él podía ver y
experimentar el bien final en todo esto.
Es importante notar que muy pocos líderes alcanzan la convergencia
alguna vez. De hecho, muchos líderes no la alcanzan. Muchos líderes
experimentan lo que llamamos “mini-convergencia” donde dos o tres de los
factores se juntan. Hay muchas razones para esto. Algunas de las cuales están
relacionadas con él líder mismo. Algunas de ellas están fuera de su control.

Etapa 6 – Resplandor de los últimos años

La etapa final es la de “resplandecer”. Esta etapa está caracterizada por el


disfrute y la influencia disponible para una persona que ha completado el llamado
de su vida o con su destino. Esta etapa es raramente alcanzada, pero cuando la
convergencia ha sido reconocida y Dios concede años adicionales a un cristiano,
ellos pueden continuar teniendo una mayor influencia a través de sus relaciones
con otros. No hay tareas reconocibles asociadas con esta etapa. Esta es una
etapa en la cual un cristiano es capaz de disfrutar de las bendiciones de una vida
de obediencia. El ánimo y la influencia para las próximas generaciones de
cristianos provienen del nivel de haber terminado bien.
En la vida de Caleb vemos un ejemplo de “resplandecer”. Este santo poco
conocido fue caracterizado por tener “un espíritu diferente” que siguió a Dios “con
todo su corazón” (Números 14:24). Él fue uno de los doce espías escogidos por
41

Moisés para investigar la tierra de Canaán (Números 13:6). Él, solo con Josué,
dieron el reporte minoritario acerca de Canaán. Él dijo, “Si Jehová se agradare de
nosotros, él nos llevara a esta tierra, y nos la entregará…” (Números 14:8)
Caleb y Josué fueron los únicos hombres de su generación a quienes se les
permitió entrar a la tierra. Todos los demás habían muerto en el desierto, nunca
experimentaron su herencia en la tierra. Una vez en la tierra Caleb reclamó
Hebrón el cual Dios le había prometido como su herencia (ver Deuteronomio 1:36)
y proclamó que “todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual
era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para
entrar.” (Josué 14:11) ¡Caleb era de 85 años cuando dijo esto!
Luego Caleb capturó a Hebrón derrotando a los tres gigantes de Anac
(Josué 15:14) y estableció su hogar ahí. Él dio a su hija Acsa a Otoniel en
matrimonio (Josué 15:17) y dio a la nueva pareja la tierra de las fuentes de arriba
y las de abajo (Josué 15:19). Hebrón más tarde llegó a ser el pueblo levítico de
refugio (Josué 21:12) y Otoniel llegó a ser el primer juez de Israel (Jueces 3:10).
El destino de Caleb fue tomar Hebrón y una vez que él había cumplido esto
él pudo disfrutar sus bendiciones y compartirlas con su familia y a través de
Otoniel con toda la nación. Esto es resplandecer.
Ahora que tenemos una idea general del plan de Dios y su proceso para
alcanzar ese plan en nuestras vidas individuales, podemos empezar a mirar
asuntos especiales en la medida en que estos se relacionen con fundamentos
soberanos, crecimiento interior, y madurez ministerial. En este libro nosotros
hemos escogido enfocarnos en los diez primeros años de ministerio
aproximadamente. Estas tres etapas sirven como los fundamentos para comenzar
bien en nuestras vidas cristianas y en nuestros ministerios.

Evaluación y aplicación

1. Busque los pasajes bíblicos mencionados en la sección del plan de Dios en este
capítulo.

2. En una actitud de oración evalúese usted mismo basado en este pasaje. ¿Se
está dando cuenta usted como cristiano de su herencia en su totalidad?

3. Si no, ¿por qué no? En una actitud de oración pídale a Dios que le revele qué
áreas de su vida/ estilo de vida necesitan ser cambiados a fin de que usted
pueda reconocer su herencia.

4. Desarrolle un plan para hacer estos cambios.

5. Evalúe estos planes periódicamente.


42
43

CAPÍTULO 3:
COMIENZOS: LA FORMACIÓN TEMPRANA DE UN LÍDER

“Richard, tú no comprendes.” Ella dijo con una voz entrecortada, con


lágrimas surcando su rostro. “Tú no conoces mi pasado… las cosas que yo he
hecho… la clase de familia en la que crecí. Dios nunca podría usarme de las
formas que estás sugiriendo…”
¿Ha tenido alguna vez una conversación como ésta? ¿Ha pensado alguna
vez de sí mismo en esta forma? Si usted es normal (y honesto) lo ha hecho. No
conozco mucha gente joven en estos días que se sientan “merecedores” de servir
como uno de los líderes de Dios.
Vivimos en una cultura en la cual los valores morales y los buenos valores
familiares han desaparecido. Niños y jóvenes de hoy son bombardeados por
mensajes a través de los medios de comunicación que llenan sus vidas y mentes
con promesas vacías y una serie de valores que se evaporan tan rápido como el
rocío de la mañana. Las estadísticas y porcentajes de gente joven que provienen
de familias heridas y destruidas son asombrosos.
Cuando usted empieza a poner todos estos factores juntos y piensa sobre
ellos a la luz del desarrollo del liderazgo cristiano, puede ser un poco abrumador.
Hace algunos años, fui pastor de un ministerio de jóvenes adultos en una Iglesia
grande del sur de California. Una de mis tareas en la supervisión del grupo fue
entrenar líderes del grupo, quienes liderarían varios ministerios entre sus
compañeros. A medida que empecé la tarea de identificar y entrenar líderes,
estuve abrumado por la cantidad de daño, heridas y la pobre imagen de sí mismos
que los jóvenes adultos traían con ellos a la iglesia. Descubrí rápidamente que
muchos de ellos necesitaban recibir sanidad y llegar a comprender la Gracia de
Dios antes de que siquiera les pudiera hablar de liderazgo y responsabilidad. La
corta conversación que registro al inicio del capítulo se repitió en numerosas
ocasiones. Lentamente, pero indudablemente, un buen número de ellos empezó a
creer que Dios podría sanar sus heridas del pasado y vencer el pecado y podría
usarlos en el ministerio.
En este capítulo, quiero abordar el tema de la formación temprana de
líderes. Quiero darle alguna perspectiva sobre cómo encontrar la intervención de
Dios en su pasado. Quiero enseñarle a rastrear la mano soberana de Dios a través
de las circunstancias de sus inicios. Creo que este capítulo puede ser uno de los
que ofrezca mayor sanidad en este libro. Le animaría a abrir su corazón a medida
que lee y permitir que el Espíritu de Dios le toque y le traiga una perspectiva de
sanidad.

Dios, ¿dónde estabas?

En términos de entrenar y estrenar líderes que emergen al ministerio, no


me he encontrado con nada tan perturbador e hiriente como un líder joven que
está tratando de entender dónde estaba el “amante Dios” cuando estaban siendo
44

abusados o lastimados durante su niñez o adolescencia. Muchas de las preguntas


comienzan con…. si Dios es soberano y es amante, bondadoso, misericordioso,
¿entonces por qué me pasó a mí esto o esta situación?
La imagen que una persona tiene de Dios puede a menudo ser torcida
debido a estas experiencias y a la falta de comprensión. Esto es cierto
especialmente cuando las circunstancias son negativas e hirientes. Cada vez más
líderes cristianos que están surgiendo provienen de una crianza dolorosa y
quebrantada. Algunas de estas situaciones dolorosas fueron causadas por el
propio pecado y rebelión del líder en formación. Otros fueron impactados y
heridos por circunstancias fuera de su control.
Uno de los mejores libros que yo leí durante un doloroso período en mi
propio pasado fue un libro acerca del sufrimiento, escrito por Peter Kreeft, llamado
Cómo Buscar el Sentido del Sufrimiento (Making Sense Out of Suffering). Es un
libro excelente escrito en un estilo particular que hace que sea de fácil lectura. En
el libro, el autor dice que la respuesta de Dios al asunto de nuestro sufrimiento es
que Dios vino y sufrió y que Dios está con nosotros en nuestro sufrimiento. Esto
suena como una solución simple al problema de por qué Dios permite el
sufrimiento, pero es profundo en sus implicaciones. Esta es la clave para entender
la participación de Dios en su propio pasado y cualquier sufrimiento que usted
haya experimentado.
¿Es posible aprender a ver la mano de Dios en su pasado? ¿Cómo podemos
arrojar alguna luz en nuestros primeros años de formación para poder obtener la
perspectiva de Dios sobre éstos? ¿Es posible venir de un hogar quebrantado o de
una situación negativa y aún así comenzar bien en el liderazgo cristiano? ¡Creo
que sí! La clave está en aprender a ver su pasado a la luz de la actividad
soberana de Dios.
A fin de obtener esta perspectiva, usted necesita comenzar a creer que Dios
es soberano. Una simple definición de la soberanía de Dios sería que todo está
bajo Su control. Nada sucede sin que Dios permita que suceda o lo comience Él
mismo. No creo que Dios se sorprenda por los eventos, elecciones y detalles de
nuestras vidas. Escoger creer en la soberanía de Dios es el primer paso para
ganar su perspectiva en su pasado.
Más allá de una confianza básica en Dios y en Sus propósitos soberanos,
hay tres cosas que creo que son de ayuda para entender lo que Dios está
haciendo en su pasado. La primera tiene que ver con el ministerio hacia otros.
Hay un patrón definido que puede ser observado. Paso1: Dios lo lleva a usted a
través de una situación y lo encuentra ahí. Usted aprende acerca de Dios y de Sus
caminos. Paso 2: Debido a que usted pasa personalmente por la situación, usted
entiende las necesidades especiales de una persona que está atravesando por una
situación similar. Usted tiene una conciencia especial o discernimiento sobre cómo
Dios encuentra/llega a una persona en esa clase de situación. Paso 3: Usted
puede consolar a otros en circunstancias similares y testificar de la fidelidad de
Dios y de su amor en una manera creíble debido a su propia experiencia. Usted
tiene una confianza básica y fe en la habilidad de Dios para traer sanidad porque
45

usted mismo la ha recibido. Pablo comenta sobre esto en su segunda carta a la


iglesia en Corintio. Él dice:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de


misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas
nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los
que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que
nosotros somos consolados por Dios.” (2 Corintios 1:3-5)

Cuando usted mira a varios líderes en el ministerio, es fácil ver este patrón.
Dios a menudo utiliza a gente para alcanzar a otros quienes están enfrentando o
han enfrentado circunstancias similares a las suyas. Algunos de ustedes se han
enfrentado o están enfrentándose con la dificultad de entender su pasado.
Pregúntese a sí mismo cómo Dios lo encontró y cómo Dios continúa
encontrándolo. Dios podría querer utilizarlo a usted para alcanzar a muchos otros
quienes estén en una situación similar.
La segunda cosa que sería de gran ayuda para entender su pasado es
comprender el proceso de cómo Dios desarrolla a la gente. Pablo tocó este
proceso (santificación) en su capítulo anterior. Si tenemos un entendimiento de
cómo Dios desarrolla a la gente, podemos mirar a nuestras circunstancias pasadas
a la luz de la mano de Dios que nos moldea. Todo lo que pasó fue parte de un
plan general que Dios puso en acción para cada uno de nosotros. Efesios 2:8-10
nos enseña que cada uno de nosotros fue salvo por gracia y que Dios está
“formándonos con sus propias manos” y preparándonos para cumplir con las
buenas obras que El ha preparado para nosotros desde antes de la fundación del
mundo. A menudo me he quedado perplejo al intentar comprender la increíble
soberanía y planes de Dios. Él utiliza a cada persona, circunstancia y evento para
moldearnos y prepararnos para cumplir con nuestra parte en Su plan eterno de
redención.
He escuchado que se dice que la “Visión Retrospectiva es 20/20”. Creo
que esto es cierto en su mayoría. El truco está en adelantarse lo suficiente para
que realmente sea retrospectiva o percepción tardía al mirar hacia atrás. A
menudo, los líderes que están surgiendo no están lo suficientemente adelantados
para mirar hacia atrás y ver su formación temprana como retrospectiva. A veces,
cuando miramos hacia atrás la única respuesta verdadera es “no sé qué estaba
tratando de hacer Dios en esa situación.” Sospecho que hay algunas preguntas y
circunstancias que no serán entendidas ni respondidas sino hasta que miremos
hacia atrás desde el cielo.

Estudios de caso bíblicos

Hay muchos personajes diversos en las Escrituras que demuestran la mano


soberana de Dios en la preparación del papel de los líderes en el drama de la
redención. Voy a escoger tres de mis favoritos para ilustrar la mano soberana de
46

Dios. Dos de estos personajes provienen de trasfondos familiares negativos y el


último viene de un trasfondo positivo. Cada uno de ellos muestra la mano
soberana de Dios en una forma gráfica.

José
José es un personaje bíblico muy familiar. Muchos de nosotros aprendimos
en la Escuela Dominical las historias de cómo él era el hijo favorito y cómo obtuvo
de su padre la túnica de muchos colores. ¿Ha pensado alguna vez acerca del
ambiente familiar en el que él creció? Su padre era renombrado por su engaño y
tortuosidad. Su madre era rival de Lea por la supremacía y privilegio en el hogar.
Había un sin número de hermanos. La violencia, la competitividad y el engaño
eran comunes entre los hijos de Jacob. ¿Puede usted imaginarse ser criado en
una familia como ésta? No era un ambiente de mucha paz. Además de todo, la
madre de José murió al dar a luz a Benjamín. José debió haber tenido que
aprender a cuidarse a sí mismo muy temprano en su vida. Se convirtió en el
favorito de su padre y sus hermanos comenzaron a odiarlo. Encima de todo, Dios
le dio sueños relacionados con su futuro y acerca de cómo él iba a gobernar sobre
sus hermanos. Esto aumentó su odio.
Estas son las etapas iniciales de la preparación de José en su papel en el
drama redentor de Dios. En este punto, es difícil creer que éste es uno de los
líderes más significativos durante esta etapa del plan redentor de Dios. No se
menciona nada acerca de la espiritualidad de José ni de su relación con Dios.
Es vendido como esclavo a una edad muy temprana (se estima que era un
adolescente). En Egipto, él demuestra que está consciente de Dios y que él tiene
algún tiempo de relación con Él durante su encuentro con la esposa de Potifar. Él
reconoce que sería un pecado contra Dios dormir con ella. En prisión, José está
consciente de que Dios es quien le da la habilidad para interpretar sueños. José
puede estar o no consciente de la presencia de Dios con él y de que es Él quien le
concede éxito.
Durante la hambruna, los hermanos de José bajaron a Egipto para comprar
grano. ¡En este punto, aproximadamente 18 años después, José hubiera
recordado los sueños que tuvo! Él había vivido como un esclavo y en prisión,
aislado y desconectado de su familia. Qué tentación debió haber sido querer herir
a sus hermanos. La venganza era un principio muy altamente valorado en esa
cultura. En mi opinión, creo que José luchó contra esas tentaciones según se
evidencia en la forma en que trató a sus hermanos.
De alguna forma al final, José reconoció la soberanía de la mano de Dios y
respondió a Dios en fe. Cuando él les reveló su verdadera identidad a sus
hermanos, él dice: “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme
vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de
vosotros…y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre
la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.” (Génesis 45:5,7)
José y su familia lloraron juntos y se perdonaron mutuamente al reconocer
la mano soberana de Dios. ¡Q ué historia tan increíble! A menudo me he
47

preguntado cómo hubiera respondido yo si hubiera estado en la situación de José.


De alguna manera él mantuvo una apertura a Dios durante el tiempo que vivió en
Egipto. Es posible provenir de un trasfondo familiar extremadamente negativo y
ser utilizado poderosamente por Dios. La clave es que de alguna forma José se
mantuvo abierto a Dios y puso su fe en Él.

Jefté
Jefté fue uno de los libertadores que Dios levantó durante el tiempo de los
jueces. Para poder verdaderamente entender esta historia, usted necesita
entender la naturaleza cíclica de este período de tiempo en la historia de Israel. El
pueblo de Israel no estaba bajo ningún tipo de gobierno central unificado. La
Biblia dice que cada persona hacía lo que le parecía correcto ante sus ojos. Era un
período oscuro en la historia de Israel. Así es como el ciclo operaba: el pueblo
rechazaba a Dios y adoraba a sus dioses. Dios los entregaba a estos dioses y
permitía que ellos fueran derrotados en la guerra, devastados por los pueblos que
les rodeaban. El pueblo en su miseria reconocía su pecado y clamaba a Dios en
arrepentimiento. Dios, eventualmente respondía levantando un libertador quien
los guiaba a la victoria en contra de sus enemigos. El libertador actuaba entonces
como juez del pueblo. El juez moría y la gente se alejaba de Dios y repetía las
etapas iniciales del ciclo.
Para entender la historia de Jefté, usted necesita ver el ciclo de eventos en
acción. Jefté era el hijo de una prostituta. Él fue incorporado a la familia de su
padre como un hijo ilegítimo. Sin embargo, los otros hijos - con el consentimiento
de los líderes de la comunidad - no quisieron compartir ninguna porción de su
herencia con él y por lo tanto, lo echaron de la comunidad. En aquellos días, si
uno no pertenecía a una comunidad o familia, no había muchas oportunidades de
trabajo disponibles. A fin de escapar por su vida, él huyó a la tierra de Job.
Evidentemente, se percibe que él era un líder fuerte, puesto que atrajo a
un grupo de seguidores. La Biblia describe a estos seguidores como hombres sin
valor quienes vivían merodeando y saqueando la tierra. ¿Acaso esto suena como
un gran entrenamiento y preparación para ser libertador de Israel? Desde la
perspectiva de Dios, sí, lo fue. Y, es que los amonitas habían estado en dominio
de la tierra por casi 18 años. Durante este tiempo, Dios estaba preparando un
libertador … Jefté.
¿Qué tipo de cosas cree usted que Jefté aprendió durante su preparación y
entrenamiento? Creo que aprendió cosas acerca de las tácticas de guerra, crisis
de liderazgo, cómo tratar con seguidores descarriados, habilidades de negociación
y, de alguna manera aprendió que el Señor de Israel es aquel quien da la victoria.
¿Adivinemos qué clase de líder necesitaba Dios para liberar a su pueblo de
los amonitas? Exactamente, durante todo el tiempo en que los amonitas estaban
oprimiendo y persiguiendo a los Israelitas en Gilead, Dios estaba preparando a Su
libertador en la tierra de Job. ¿Puede usted ver la mano soberana de Dios? Él
estaba moviéndose, formando, y preparando a Jefté para el liderazgo en Israel.
48

Me parece interesante que Jefté es uno de los pocos líderes cuyo nombre
se menciona en la galería de la fe en Hebreos 11. Él es recordado en las
Escrituras por ser un líder que operó en fe.

Bernabé
El carácter de Bernabé en las páginas del libro de Hechos juega papel
crítico. ¿Qué sabemos acerca de la crianza o trasfondo de Bernabé? Leemos en
Hechos 4:36 que José (Bernabé) era un levita nacido en Chipre. Aparentemente lo
suficientemente rico como para ser dueño de cierta propiedad que vendió y cuyo
dinero entregó a los apóstoles. Este versículo dice mucho de Bernabé. Los
apóstoles lo llamaban Bernabé porque significa “aquel que da ánimo”. ¿Cómo
llega a ser una persona así? Si los psicólogos están en lo correcto con sus teorías,
mucha de esta actitud debió haber sido aprendida temprano en su vida. No
podemos saber con certeza pero quizás su madre o padre ayudaron a arraigar
esta clase de actitudes.
También es de gran significado que él nació y creció en Chipre. Chipre era
una isla comunitaria que tenía un puerto de comercio de gran importancia.
Seguramente él era bi-cultural y probablemente hablaba varios idiomas diferentes.
Otro valor que debió haber sido inculcado desde muy temprano en su vida
sería su disposición para ser generoso. Su venta de la propiedad y donación a la
iglesia es un contraste severo con Ananías y Safira cuya historia aparece
inmediatamente después de ésta.
Estas tres características claves en la persona y carácter de Bernabé juegan
un papel crucial a través del libro de Hechos y en la historia del cristianismo.
Nadie más sino Bernabé se asociaría con Saulo el perseguidor de la iglesia.
Bernabé, el alentador, escucha su historia y cree en Saulo lo suficiente como para
unirlo a los apóstoles en Jerusalén. Bernabé arriesga su credibilidad a fin de
auspiciar a Saulo. Sin Bernabé, no hubiera habido un Pablo en la primera Iglesia.
El eventualmente se unió a él en la corriente principal a lo largo de su trabajo en
la iglesia en Antioquía.
En segundo lugar, cuando el Cristianismo comenzó a ser esparcido hacia los
gentiles, Bernabé fue seleccionado por los apóstoles en Jerusalén para observarlo.
¿Adivinen quién plantó la Iglesia en Antioquía? Hombres de Chipre y Cirene
plantaron la Iglesia. Bernabé fue una selección natural. Él entendía las
perspectivas y cultura de la gente que empezó la iglesia. La sensibilidad trans-
cultural de Bernabé debió haber sido aprendida cuando vivió en el ambiente bi-
cultural de Chipre. (Bernabé debió haber adquirido sensibilidad trans-cultural
cuando vivió en el ambiente …….) Esta sensibilidad trans-cultural también debió
haber aumentado grandemente la efectividad de los primeros viajes misioneros
con Pablo.
En tercer lugar, la generosidad de Bernabé continuó siendo vista en la
manera en que él enseña a la iglesia en Antioquía a responder a la necesidad en
Jerusalén. Es interesante notar que Pablo observó a Bernabé operar en la iglesia
en Antioquía por un año y fue con Bernabé a entregar una donación a la iglesia en
49

Jerusalén. Pablo tomó este valor él mismo y animó a todas las iglesias a comenzar
a ser generosos en dar. El mismo levantó una ofrenda para la iglesia en Jerusalén
muchos años más tarde.
¿Puede usted ver la mano soberana de Dios formando, planeando,
preparando a Bernabé para su papel?

¿Qué en cuanto a usted?

¿Cómo puede usted aprender a ver la mano soberana de Dios trazada a


través de su propio pasado? Si usted viene de una situación negativa, sería más
difícil para usted ver la mano de Dios. Ore y pídale a Dios que lo guíe. Este
podría ser uno de los momentos de mayor sanidad que usted pueda experimentar.
Hay un sinnúmero de cosas que pueden ayudarlo a comenzar a identificar las
cosas que Dios estaba haciendo mientras usted crecía, preparándolo para su
papel en el futuro. Voy a mencionar solo dos de éstas.

Influencia familiar
Ya sea que usted perciba su influencia familiar como algo positivo o
negativo, usted puede aprender a ver la mano de Dios. Comience identificando
cómo fue usted formado por sus influencias familiares. ¿Qué clase de valores
aprendió? ¿Cómo aprendió a percibir a la gente y las situaciones a su alrededor?
Si usted comienza a pensar en sus influencias familiares, descubrirá que Dios
utiliza tanto las circunstancias positivas como las negativas para formar su carácter
y personalidad.
Recuerdo haber hablado con una chica que creció en un ambiente familiar
horrible. Sus padres estaban involucrados en rituales satánicos y abusaron de ella
en todas las formas concebibles. Acababa de llegar a Cristo y me había escuchado
compartir acerca del tema de aprender a ver la mano soberana de Dios en su
pasado y celebrar la singularidad que Dios le había dado a cada persona. Después
de la sesión, ella se me acercó y estaba bastante enojada. Ella compartió su
trasfondo brevemente y dijo que de ninguna manera Dios había estado
soberanamente involucrado. Tuve que admitir que realmente no podía estar en
desacuerdo con ella luego de haber escuchado algunas de sus historias. Sin
embargo, yo compartí dos cosas con ella. Primero, le dije que más tiempo y más
sanidad de parte de Dios le daría a ella una mejor oportunidad para ver su historia
desde la perspectiva de Dios. En segundo lugar, le pregunté con cuántas
personas que hubiesen enfrentado situaciones similares en su pasado se había
encontrado ella desde su conversión. Ella dijo que se encontraba con gente así
todo el tiempo. Le pregunté cómo se sentía en su interior cuando escuchaba sus
historias. Ella dijo que por un lado se enojaba, pero que por otro lado le dolía
porque ella quería ayudarlos, ya que sabía la clase de dolor que ellos estaban
experimentando. Mientras ella hablaba, su enojo disminuyó un poco, mas no del
todo. Ella comenzó a ver la luz de una forma muy pequeña. Yo la animé a ser
paciente y a acurrucarse profundamente en los amantes brazos de su salvador. La
50

animé a buscar el amor de Dios y su poder sanador con todo lo que tenía.
Finalmente, la animé a compartir lo que había aprendido con otros que habían
luchado con experiencias similares en su propio pasado.
No sé lo que pasó con aquella joven desde entonces, pero es mi oración
que ella haya seguido profundamente a Dios. Cuando el amor de Dios penetra y
sana, parte de ese enojo se disipará y yo creo que ella comenzará a ver su
horrendo pasado a la luz del amor de Dios.

Habilidades básicas
Otra forma de ver la mano soberana de Dios en su pasado es mirar las
habilidades básicas que usted ha heredado genéticamente o que ha aprendido
debido a su medio ambiente. Me he quedado impresionado de cuan a menudo
Dios utiliza en forma poderosa las habilidades básicas que aprendimos al crecer,
en el ministerio, muchos años después.
Una de mis historias misioneras favoritas es la de J. O. Fraser. Cuando él
estaba creciendo, descubrió que le encantaba escalar las montañas. Le encantaba
el desafío físico y el aislamiento. Había una sensación de realización de la que él
gozaba. Cuando Dios lo llamó a ir a la China como misionero, Dios le dio a J. O.
Fraser una visión para alcanzar a los Lisu. Y, ¿dónde vivían éstos? En las
empinadas montañas en la región sudoeste de la China. Si lee su biografía
aprenderá que J. O. Fraser escalaba de arriba para abajo esas montañas a fin de
poder compartir el amor de Cristo con las tribus remotas. A él le encantaba
escalar montañas.

Avanzando

Me alegra tanto que Dios decidiera usar a una persona como el apóstol
Pablo de una manera tan poderosa. Una de las cosas que me gusta más acerca
de Pablo es que él es extremadamente genuino en su amor por la gente. Él es
brutalmente honesto acerca de sí mismo. Él le da a Dios toda la gloria mientras
continúa siguiéndolo a Él y en su ministerio con todo lo que tenía.
Al comienzo de este capítulo hice un comentario de que el pasado negativo
de una persona puede ser una barrera impedimento para ser liberado para el
ministerio efectivo. También es cierto que el pasado positivo de una persona
puede ser una barrera de impedimento. Mientras que un pasado negativo y
doloroso tiende a impedir que un líder en formación, tenga dudas de sí mismo,
sienta condenación, y culpa, un pasado positivo puede impedir, por el orgullo,
vanidad y auto-exaltación, que un líder surja. Ambos necesitan ser evitados.
Pablo demuestra esto de manera maravillosa. Por un lado, él tenía un
trasfondo maravilloso. Tenía todas las credenciales apropiadas. Había nacido
como israelita y había seguido la ley celosamente como un Fariseo entrenado.
Nadie podía sobrepasar sus credenciales. Al mismo tiempo, él por su celo
persiguió a la iglesia. Él estaba consciente de que Dios lo había escogido a él “el
peor de los pecadores” para ser Su apóstol a los gentiles. Así mismo, Pablo
51

demuestra cierta actitud que sería sabio seguir. En Filipenses 3:7 él dice que
“pero cuantas cosas eran para mí ganancia (su herencia judía), las he estimado
como pérdida por amor de Cristo.” Luego a continuación, él dice en los versos 13
y 14, “una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome
a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de
Dios en Cristo Jesús.”
Pablo estaba completamente consciente de su pasado y de cómo éste lo
había impactado. Él podía mirar hacia atrás y ver la mano soberana de Dios. El
no ignoraba su pasado; al contrario, basado en su pasado, él seguía hacia
adelante. Él puso su mirada en correr derecho hacia la meta que Dios había
establecido para él.
¿Cómo se relaciona usted con su pasado? ¿Es un obstáculo en su relación
con Dios? ¿Cómo influye su pasado en la forma en que se conceptúa a si mismo?
Creo que debemos seguir el ejemplo de Pablo. Debemos tener la capacidad de
mirar a nuestro pasado y ver la mano soberana de Dios. Esto es especialmente
cierto mientras más envejecemos. Debemos celebrar lo que Dios ha hecho y
cómo ha utilizado tanto las influencias positivas como negativas y las situaciones
en nuestro pasado. Necesitamos reconocer que Dios ha estado
participando soberanamente en formarnos. Cada uno de nosotros tiene algo
especial delante de Él. Necesitamos descubrir ese sentido de singularidad y
celebrar lo que Dios ha hecho en nuestro pasado.
En los siguientes capítulos, vamos a mirar específicamente cómo Dios nos
forma e influye en nosotros a través de los cambios en nuestro carácter interior.
Mientras aprendemos a celebrar nuestro sentido de singularidad en personalidad,
en experiencias y en la historia de nuestra vida, necesitamos reconocer que Dios
está en el proceso de transformarnos. En los inicios del ministerio, Dios se
concentra en la formación de nuestro carácter.
Pensemos en la ilustración del inicio. ¿Puede entender por qué tengo tanta
confianza y entusiasmo en cuanto a cada líder que surge? ¿No puedo esperar a
descubrir cómo Dios quiere usar a cada líder? No importa de qué tipo de
trasfondo usted haya surgido. Dios quiere utilizar su trasfondo como un
testimonio de Su fidelidad, Su amor, Su misericordia mientras le da la autoridad
para influir a otros.

Evaluación y aplicación
1. ¿Cuándo piensa en su pasado, qué clase de impresiones tiene? ¿Trata de
evitar pensar en ello? ¿Le da gracias a Dios por ello?
2. Cuando piensa en la “soberanía de Dios”, ¿es esto un concepto positivo o
negativo? ¿Qué significa la “soberanía de Dios” para usted?
3. ¿Quién ha sido la persona que ha ministrado más profundamente a su vida?
¿Fue una persona que se podía identificar con usted y sintió que le
entendía?
4. Pensando en su propio trasfondo y comienzos, ¿qué lecciones importantes
ha aprendido que podría pasar a otros?
52
53

CAPÍTULO 4:
LA BASE DEL CARÁCTER

En los próximos dos capítulos, Yo (Paul) voy a escribir acerca de la


formación del carácter. Durante los primeros diez años de ministerio, la
formación del carácter es el enfoque principal de Dios en la medida en que Él
desarrolla sus líderes. Nuestro desarrollo como líderes gira alrededor del asunto
del desarrollo del carácter. Nosotros como líderes en formación necesitamos
responder a la mano formadora de Dios y permitirle a El transformar nuestro
carácter. El ministerio efectivo fluirá de una vida que esta firmemente establecida
en el carácter. Si nosotros no abrazamos y aprendemos estas lecciones de
carácter, nos vamos a estancar en nuestro crecimiento; nos vamos a frustrar en
nuestros esfuerzos para desarrollarnos como líderes. Entraremos en lo que yo
llamo una "crisis de intimidad". Permítame describir un tiempo en mi propia vida
en el que enfrenté este tipo de crisis.

Una crisis de intimidad

La hoja de papel frente a mí contenía la lista de nombres de nueve


personas. Junto al nombre de cada persona había una descripción de mi ofensa y
de la manera en la que yo debía ponerme en contacto con ellos para reconocer
mi pecado hacia ellos y pedir su perdón. Cada vez que miraba este papel me
llenaba de frustración, temor y una sensación de inutilidad. ¿Cómo pude haber
permitido que esto sucediera?
Los primeros años de mi vida adulta habían estado llenos de un "éxito" tras
otro. Luego de hacerme cristiano a principios de 1970, yo había estado
participando en la formación de nuevas iglesias y había sido muy exitoso en el
ministerio. Había asistido al seminario, me había graduado de la escuela y había
alcanzado éxito como profesional. Cada cosa en la que yo ponía mi mano parecía
prosperar con trabajo duro. No parecía haber ninguna tarea que yo no pudiese
encontrar la forma de realizar. Para cuando llegué a los mediados de mis treinta,
ya había logrado mis metas de educación, empleo y estilo de vida.
Pero, ¿por qué estaba yo tan vacío y aburrido? ¿Por qué aún me
molestaban las hostigantes dificultades que había tenido con mis jefes en el
pasado? ¿Por qué no podía encontrar mi casillero en la vida y establecerme en el
largo recorrido (prepararme para el largo camino)? ¿Por qué estaba siempre
mirando hacia el futuro y sin poder disfrutar del presente? ¿Por qué estaba tan
intranquilo?
Todas estas preguntas eran simples síntomas y las primeras señales de
advertencia de una vida vacía, una vida que no tenía los recursos internos
necesarios para ser fiel en el largo camino por recorrer. Los asuntos no resueltos
de mi pasado comenzaban a acumularse. Las consecuencias de elecciones
pasadas estaban comenzando a obstruir mi habilidad de manejar mi vida, mis
relaciones y mis responsabilidades.
54

Finalmente, llegué a un punto en el que no podía continuar en la dirección


que había estado siguiendo. Algo más grande tenía que suceder. Pero ¿qué?
Cuando me comparaba con otras personas me veía bastante bien. Cuando trataba
de autoanalizarme, sólo me confundía. Había aprendido cómo razonar y
manipular casi cualquier situación y salir de ella viéndome bastante bien. Pero
¿era verse bien el verdadero problema? Tenía crecientes sospechas de mis
motivaciones, pero ¿cómo podía saber si de hecho yo estaba siendo egoísta o
simplemente "actuando a favor de mis mejores intereses"?
A través de este proceso de evaluación, descubrí que mi crisis era una crisis
de relación y de integridad. Había basado mi vida en las cosas equivocadas.
Verme bien se había vuelto más importante que ser la persona correcta. Cubrir
mis "fallas y errores" se había vuelto una obsesión. No me había convertido en
una persona integra.
Durante este tiempo de confusión y crisis, Dios comenzó a tomar la
iniciativa de ayudarme y sanarme. Él comenzó a quebrarme (o más precisamente
Él me dio la gracia de reconocer que Él me había estado quebrantando durante
todo el tiempo) Y DARME ESPERANZA. Me encontré preguntándome: "¿será
posible después de todo lo que he hecho cambiar mi vida por completo?" La clara
respuesta de Dios fue "¡Sí! Pero costará mucho. ¡Te costará todo aquello que no
esté basado en tu relación conmigo!"
Y me costó. Me senté y miré a la hoja de papel en mis manos. Respondí
ante Dios en obediencia y me puse en contacto con las nueve personas de la lista
y confesé mi pecado y pedí su perdón. Me golpeó saber cuanto mis acciones
habían lastimado y dañado a otros y la reputación de Cristo. Algunas de estas
personas estaban muy enojadas conmigo y otros con mucha gracia me
extendieron su perdón. ¡Entrar en contacto con estas nueve personas fue una de
las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, pero me colocó en la ruta hacia
Dios que ha cambiado mi vida por completo!

El centro de la relación

Al reflexionar en esta crisis y en la solución de Dios para ella, todavía estoy


agobiado por la dificultad de esto. Sin embargo, estoy también triunfante por el
poder transformador de esta experiencia. Había descubierto la realidad de que a
fin de vivir para Cristo, debemos morir a nosotros mismos. Este no era un nuevo
concepto teológico para mí. Yo había estudiado el concepto en las Escrituras,
escuchado sermones sobre esto, y leído libros al respecto. El problema era que yo
nunca lo había experimentado en una base continua. Esta "vida crucificada"
parecía demasiado dolorosa y sentía que estaba fuera de mi control, y riesgosa
para mí.
Mi problema era que yo no le había entregado el control de mi vida a Dios
en una base continua, porque no confiaba en Él. Aunque yo tenía una teología
ortodoxa, yo no tenía un estilo de vida ortodoxo. La gran brecha entre lo que la
Biblia decía y la experiencia de mi vida estaba comenzando a destruirme. Solo
55

una relación transformadora con Dios podría poner un puente en esa gran brecha.
Vernon Grounds describe esta relación transformadora en términos del "escenario
del Getsemaní" en su libro Radical Commitment (Compromiso Radical). Él escribe
que "es la actitud de rendirse confiadamente demostrada por Jesús cuando Él oró
"No mi voluntad, Padre, sino la tuya sea hecha.' Es la renuncia a nuestros propios
sentimientos humanos, deseos, esperanzas, sueños, ambiciones a fin de que los
propósitos de Dios puedan ser alcanzados."8
En el centro del Cristianismo Bíblico está una relación de confianza con
Dios. Se puede confiar en Él, aunque sus caminos no son nuestros caminos (ver
Proverbios 3:5-8; Isaías 55:8-13). Él es bueno y el dador de buenas dádivas (ver
Romanos 8:28; Santiago 1:17). El asunto de la confianza es crítico; sin ella no
podremos seguirlo a Él por mucho tiempo porque Él nos pide que caminemos por
fe (en Él) no por vista (ver 2 Corintios 5:7; Hebreos 11).
¿Cómo es entonces cultivada la confianza? La confianza es cultivada
moviéndose hacia Dios, pasando tiempo con Él, y viviendo de acuerdo a sus
promesas. En la medida en que lo conocemos, confiaremos más en Él y en la
medida en que confiemos más en Él, lo conoceremos más. Es un negocio
riesgoso.
El primer aspecto del desarrollo de la confianza incluye conocerlo a Él. Tal
como se menciona en el capítulo 2, las disciplinas históricas de la fe son avenidas
para construir una relación de confianza con Dios. (ver Figura 4-1: Las Disciplinas
de la Fe). Estas disciplinas internas, externas y corporativas nos permiten tener
acceso hacia Dios y a su amante gracia.

Figura 4 - 1: Disciplinas de la fe

Interna Externa Corporativa


Estudios Simplicidad Confesión
Meditación Solicitud Guía
Oración Sumisión Adoración
Ayuno Servicio Celebración

Usar estas disciplinas como caminos para desarrollar una relación de


confianza con Dios puede ser duro al principio. Los ejercicios propios de las
disciplinas son contrarios a nuestra carne. La intimidad con Dios expone nuestra
verdadera naturaleza tal como es y la mayoría de nosotros no nos queremos ver a
la luz de la realidad de Dios; nuestra carne aborrece ser expuesta,
consecuentemente cuando usted comienza a acercarse a Dios a través de las
disciplinas, puede esper ar que su carne quiera rebelarse. Espere que su mente se
distraiga o que las circunstancias traten de obstaculizar o interferir con el tiempo
que has establecido para Dios. En otras palabras, espere resistencia de su interior
como una guerra espiritual en contra de sus esfuerzos. Todo esto es una parte
regular del desarrollo de una relación de confianza con Dios. Espérelo, continúe, y
8
Vernon Grounds, Radical Commitment (Portland, Oregon: Multnomah Press, 1984), 42.
56

experimentará a Dios en formas nuevas y emocionantes en la medida en que la


relación se profundice. Practicar las disciplinas implica trabajo duro, razón por la
cual se llaman "las disciplinas".
Richard Foster, en su libro Celebration of Discipline (Celebración de
Disciplina) dice que para
"aquellos que han escuchado el llamado distante [a intimidad con
Dios] en lo profundo de su ser, y quienes desean explorar el mundo
de las Disciplinas Espirituales, son inmediatamente confrontados con
dos dificultades. La primera es filosófica; la base materialista de
nuestra era se ha vuelto tan penetrante que le ha dado a la gente
grandes dudas acerca de su habilidad para alcanzar más allá del
mundo físico... la segunda dificultad es práctica. Nosotros
9
simplemente no sabemos cómo explorar la vida interna."

Todavía recuerdo mis pasos iniciales en el desarrollo de una vida regular de


oración. Durante la mayoría de mi vida cristiana yo había sido un "guerrero de
oración orientado a las crisis" y nunca había podido cultivar un tiempo devocional
regular de oración. Sentí que Dios me había hablado diciendo que si yo no
aprendía a orar, me quedaría afuera o me perdería lo que Él quería hacer con mi
generación. Yo no quería perderme lo que Dios estaba haciendo, así que me
comprometí a desarrollar una vida devocional regular de oración.
Aquellos primeros días y semanas fueron tan dolorosos. No tenía dirección
y tenía algunas expectativas no realistas. Para mis propios ojos era un miserable
fracaso excepto por algo que hice bien... yo perseveré. Aquellos primeros intentos
de oración fueron muy generalizados y consistían principalmente en una serie de
peticiones. Después de pedir a Dios que bendijera esto o aquel evento o que me
diera a mí o a ellos tales y tales cosas, miraba mi reloj y me daba cuenta que solo
habían pasado unos pocos minutos. Yo me había comprometido a orar por 30
minutos. No sabía que más hacer durante mi tiempo de oración.
Meses más tarde miré hacia atrás y descubrí que había hecho algunos
progresos. Dios había comenzado a encontrarse conmigo en los momentos de
oración. Él estaba comenzando a enseñarme cómo orar de acuerdo a Su voluntad
(ver Lucas 11:1-13). Había comenzado a experimentar algo nuevo durante los
momentos de oración. Dios estaba empezando a hablarme. Comencé a
experimentar tiempo de intimidad y gradualmente una realidad totalmente nueva
de la vida cristiana comenzó a abrirse para mí. El tiempo de oración se convirtió
en un diálogo. El momento de oración era un tiempo de desarrollar una relación.
Se volvió rica y emocionante. Yo esperaba ansiosamente mi tiempo con Dios de
una forma totalmente nueva.
Este proceso no sucedió así no más. Se requirió de mucho trabajo duro de
mi parte. Hay subidas y bajadas en el proceso. Todavía hay momentos en que la

9
Richard Foster, Celebration of Discipline (San Francisco: Harper and Row Publishers, 1978, 1988),
2-3.
57

oración parece seca; pero los beneficios del trabajo duro y el deseo de abrazar la
oración como un tiempo para desarrollar una relación, ha dado resultado. ¡Vale la
pena!
No vamos a decir mucho más acerca de practicar las disciplinas espirituales
en este libro. Hay un sinnúmero de excelentes libros sobre este tema que están a
la disposición. Estos libros le ayudarán a desarrollar una práctica regular de las
disciplinas y le ayudarán a desarrollar su relación con Dios. Usted encontrará una
lista de estos libros en el Apéndice 2.
El punto final es que cultivar una vida devocional es crítico. Cualquier
estrategia que desarrolle requerirá de tiempo y esfuerzo de su parte. Va a haber
distracciones e interrupciones. Su carne se rebelará y el enemigo luchará contra
usted. Espere todo esto y persevere. Simplemente hágalo. Dios lo ama y está
esperando.
El otro aspecto del desarrollo de la confianza es la obediencia. La confianza
se reflejará en nuestro nivel de obediencia. Pedro es un ejemplo maravilloso de
esto. Una noche él y sus discípulos estaban cruzando el Mar de Galilea cuando
ellos vieron a Jesús caminando sobre el agua (Mateo 14). Al principio ellos
pensaron que Jesús era un fantasma. Jesús les habló y Pedro respondió, "Señor,
si eres tú...dime como llegar a ti sobre el agua." La respuesta de Jesús fue
"ven"(versículos 28-29) En este punto, Pedro tenía una decisión que tomar. Podía
quedarse en el bote y dar alguna excusa para no responder. Podía nadar hasta
donde estaba Jesús o podría intentar caminar sobre el agua. El paralelismo entre
las opciones de Pedro y nuestras opciones en situaciones que requieren de fe y
obediencia son similares. ¡Pedro decidió intentar caminar! Él sabía que caminar
sobre el agua era imposible. Pero él fue por ello. Salió del bote y comenzó a
caminar sobre el agua. Cuando quitó sus ojos de Jesús y sintió el viento y vio las
olas a su alrededor, comenzó a hundirse. Cuando se comenzó a hundir, clamó,
"Señor, sálvame." Jesús estiró su mano y lo agarró.
Aunque Jesús reprendió a Pedro por su falta de fe (verso 31), Pedro había
aprendido una gran lección de fe. No puedo evitar pensar que Jesús estaba
pensando, "¡Muy bien, Pedro! Lo vas a lograr. Estoy buscando a alguien que
esté dispuesto a tomar riesgos para ayudarme a construir mi iglesia." Después de
todo, necesitamos recordar que Pedro fue el único que salió del bote. Él fue el
único que caminó sobre el agua. Aunque otros debieron haber aprendido del
experimento de Pedro, Pedro experimentó como Dios puede capacitar
sobrenaturalmente para lo imposible!
Esta historia es un ejemplo muy humano de cómo nosotros cultivamos una
relación de confianza con Dios. Nos movemos hacia Él en obediencia, a pesar de
las circunstancias y consecuencias. En la medida en que experimentamos su
capacitación sobrenatural y experimentamos su mano alcanzándonos para
rescatarnos, comenzamos a confiar más y más en Él. Pablo habla de la "justicia
de Dios revelada por fe y para fe" (Romanos 1:17). En la medida en la que
ejercitamos nuestra fe en Dios nos damos cuenta más completamente de que Él
es fiel!
58

La importancia de la integridad

En mi crisis, yo reconocí que estaba deseando una intimidad más profunda


con Dios. La relación con Dios es la base del ministerio. La integridad es la base
del carácter divino. Me di cuenta de que mi travesía hacia una profundidad con
Dios iba a implicar aprender a caminar en integridad. La lista de nombres y el
asunto de la confesión y reconciliación representaron una acción hacia una vida de
integridad.
La integridad se deriva de una relación de confianza con Dios. Cuando
aprendemos a confiar en Él con las cosas fundamentales de la vida, podemos
comenzar a confiar en Él para la cirugía radical del corazón que nos lleva a una
vida de integridad y semejanza a Cristo.
La integridad implica "la calidad o el estado de estar completo o no
dividido" e implica una consistencia entre lo que proclamamos creer y lo que
somos y hacemos.10 La Integridad es muy similar al concepto de pureza del
Nuevo Testamento. La pureza implica libertad de las mezclas impuras, siendo sin
culpa o sin mancha. 11 Básicamente, integridad significa que "lo que ves es lo que
obtienes." Mi vida debe ser una expresión pura de lo que creo, cualquiera fueren
las circunstancias o consecuencias. Nuestras vidas deben ser puras sin
comprometerse!
En Santiago 1:2-4 se nos dice que las pruebas y las tentaciones proveen un
contexto para el desarrollo de la integridad. Santiago dice: "Tened por sumo gozo
cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe
produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna."
Note un par de cosas acerca de las pruebas en este pasaje. Primero,
debemos considerarlas desde la perspectiva del gozo. J. P. Phillips, en su
traducción de este pasaje dice, "considere a las pruebas como amigos". ¿Cómo?
¿Cómo puede ser esto posible? Es posible porque las pruebas proveen un
contexto para probar nuestra fe. ¡Las pruebas pueden producir algo bueno!
La segunda cosa que podemos notar acerca de las pruebas es que éstas
proveen una oportunidad para crecer. La prueba de nuestra fe es similar al
proceso de la purificación de metales preciosos. El mineral crudo es colocado en
un crisol y calentado. Mientras el mineral crudo se derrite, una separación toma
lugar y las impurezas surgen a la superficie. Estas impurezas son entonces
sacadas lo que deja al restante del mineral más puro. Este proceso se repite hasta
que el mineral es declarado genuino o 100% puro. En los primeros días de
trabajo en metal, el mineral era declarado genuino cuando el artesano podía ver
su propio reflejo en la superficie del mineral fundido perfectamente.

10
Webster's Seventh New Collegiate Dictionary (G & C Merriam Company, 1967), 439.
11
W. E. Vine, Expository Dictionary of New Testament Words (Old Tappan, NJ: Fleming H. Revell,
1966), 125.
59

Las imágenes de este proceso de purificación nos dan una figura viva de la
vida cristiana. Nos da una figura viva de la integridad. ¡Lo que usted ve es lo que
obtiene!, pero lo que usted ve tuvo que pasar por el proceso de purificación.
Nosotros también tenemos que pasar por un proceso que nos permite aprender a
caminar en integridad. Dios usa lo que llamamos chequeos de integridad para
enseñarnos a caminar en integridad.

Controles de integridad

Un control de integridad "se refiere al proceso especial de prueba que Dios


usa para evaluar la intención del corazón, consistencia entre las convicciones
internas y acciones externas, y las cuales Dios usa como una base desde la cual Él
puede expandir la capacidad [del cristiano] para influenciar."12 Desde el momento
en que comprometemos nuestras vidas a Cristo, estamos en el proceso de ser
transformados. A través del Espíritu Santo, Dios transforma y moldea nuestro
carácter para ser como Él. Estamos volviéndonos como Cristo. Las lecciones de
carácter relacionadas a la integridad son las lecciones cruciales que debemos
aprender. Durante las primeras etapas del ministerio, Dios toma a cada líder a
través de un sinnúmero de chequeos de integridad para enseñar al líder a caminar
en integridad.
En las investigaciones de Bobby Clinton, él ha observado un sinnúmero de
diferentes tipos de chequeos de integridad. A la par de identificar estos diferentes
tipos de chequeos de integridad, él ha identificado muchas maneras en que Dios
las ha usado y las clases de beneficio que los líderes reciben cuando pasan por
ellas. Vamos a ver individualmente los diferentes asuntos de integridad.

Tentación

La tentación es la forma más común de un chequeo de integridad. Es


interesante notar que en el Nuevo Testamento la misma palabra utilizada para
prueba es traducida en otros pasajes como tentación. Dave Roper en su libro
sobre Santiago, titulado The Law That Sets You Free! (La Ley que te Libera)
explica el doble uso de prueba/tentación de la siguiente manera: "una prueba es
una experiencia que Dios trae a nuestra vida a fin de desarrollarnos. Una
tentación viene de Satanás; es diseñada para hacernos pecar, pero lo
sorprendente es que cualquier experiencia puede ser una prueba o una tentación,
dependiendo de nuestra respuesta a ello.”13
La Biblia nos da más discernimiento sobre la naturaleza de la tentación y
cómo podemos vencer sobre ella. Primeramente, la tentación es común a todas
las personas y es resistible (ver 1 Corintios 10:13). Segundo, la tentación no es de

12
J. Robert Clinton, Leadership Emergence Theory (La teoría del liderazgo emergente), 125.
13
David H. Roper, The Law That Sets You Free! (La ley que te libera) (Waco, Texas: Word, 1977),
33.
60

Dios (Santiago 1:13). Y tercero, Jesús ha enfrentado cualquier tentación que


nosotros podamos enfrentar sin ceder a la misma. Consecuentemente, él puede
ayudarnos cuando nos enfrentamos a ésta (ver Hebreos 2:17-18; 4:15-16)
La tentación tiene un patrón que puede ser discernido y podemos aprender
cómo apropiarnos del poder del Espíritu Santo para resistir la tentación y vencerla.
Santiago 1:14-15 describe el patrón de la tentación de la siguiente manera: "sino
que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte."
La tentación en este pasaje implica una seducción de nuestros propios
deseos carnales (etapa 1.). El pecado ocurre cuando estos deseos son concebidos
con nuestra voluntad (etapa 2). Y la muerte, ya sea espiritual, personal o de
relación, es el último resultado del pecado (etapa 3). Entender este patrón puede
ayudarnos a aprender cómo resistir la tentación y no ceder al pecado.

Figura 4-3: El Patrón de la tentación/pecado

"Deseo" "Pecado" "Muerte"


------------------> ---------------------------> -------------------->
Etapa 1 Etapa 2 Etapa 3
La Carne La Voluntad Espiritual, personal
o relacional

El tiempo entre la Etapa 1 y la Etapa 2 es el punto crítico para nuestro


entendimiento de cómo resistir la tentación. El deseo no es pecado. Entregarnos
o ceder a nuestro deseo es lo que es pecado. El deseo viene de nuestra carne o
de la naturaleza pecaminosa. Tenemos el Espíritu Santo viviendo en nosotros
quien nos da la capacidad de ser justos. (¡Tú eliges!) La decisión es suya! Elegir
podría no ser fácil. Podríamos tener patrones de pecado en nuestra vida que
están profundamente enraizados (ver 2 Corintios 10:4-6). Podríamos aun disfrutar
del pecado. Cualquiera que fueren las circunstancias, el pecado aún implica que
nosotros rindamos o entreguemos nuestra voluntad a los deseos de la carne y
como cristianos, ya no tenemos que seguir haciendo esto. ¡Podemos elegir decirle
no a la tentación!
La batalla de la tentación es usualmente ganada o perdida en nuestra
mente! Tendemos a racionalizar y a coquetear con el deseo en nuestra mente
antes de ceder a la tentación. Es esto por lo que la Biblia se centra tanto en la
necesidad de ser transformados por la renovación de nuestras mentes (ver
Romanos 12:2). Otros pasajes similares nos exhortan a llevar "cautivo todo
pensamiento a la obediencia de Cristo"(ver 2 Corintios 10:5). Debemos ponernos
el "yelmo de salvación" (ver Efesios 6:17) y debemos tener el mismo sentir
(actitud / mente) que Cristo (Filipenses 2:5). Finalmente, debemos ser renovados
61

en el espíritu de nuestras mentes (ver Efesios 4:23) y se nos exhorta a tener la


mente de Cristo (ver 1 Corintios 2:16).
Neil Anderson, en su libro, The Bondage Breaker, (Rompiendo las Cadenas),
describe esta batalla para la mente cuando dice que:

"Por el simple hecho de que usted es cristiano, no debe pensar que


que Satanás ya no está interesado en manipularlo para sus
propósitos al usar la mente de usted. La meta perpetua de Satanás
es infiltrar los pensamientos de usted con pensamientos de él para
promover su mentira, a pesar de la verdad de Dios. Sabe que si
puede controlar sus pensamientos, también puede controlar su
comportamiento."14

La tentación puede ser resistida. Podemos romper con patrones


pecaminosos. Debemos aprender a resistir la tentación y vencer al pecado si es
que vamos a desarrollar una vida cristiana madura y victoriosa. En los chequeos
de integridad que involucran la tentación, necesitamos aprender a escoger una
respuesta divina en la situación.

Restitución

La verdadera confesión y arrepentimiento deben también implicar


restitución si es que hemos robado algo. Si hemos dañado una relación,
necesitamos ofrecer reconciliación. La restitución y la reconciliación son a menudo
prueba de la verdadera confesión y son una parte importante de "arreglar lo
malo". Tal como en mi caso, Dios probó la sinceridad de mi confesión. Le dije a
Dios que haría cualquier cosa para acercarme a Él y Él me pidió reconciliar algunas
relaciones pasadas. Me confrontó con mi pecado hacia otros. Realmente luché
con esto. Afortunadamente, Dios no me iba a soltar hasta que tomara contacto
con cada una de las personas en esa lista y, gracias a Dios que lo hice. Este acto
de confesión de mi parte preparó el camino de regreso a una intimidad con Dios y
un sentido de integridad.
Si alguna vez ha estado en la posición de tener que hacer restitución o
buscar la reconciliación, entiendes cuan difícil puede ser esto. Va a dejar una
impresión duradera en usted. Servirá como un recordatorio vívido del impacto del
pecado y podría actuar como un freno para futuros comportamientos pecaminosos
de su parte.
Pablo instruyó a Timoteo que "el propósito de este mandamiento es el
amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida."(1
Timoteo 1:5) El amor es la meta y proviene de las tres cualidades en el cristiano:
un corazón puro, una buena conciencia y, fe no fingida.

14
Neil Anderson, Rompiendo las Cadenas, Traductores Manuel y Ruth López. (Eugene, Oregon:
Harvest House, 1990; traducción Puebla, México: Audio Visuales para América Latina, 1991), 54.
62

Para nuestros propósitos aquí, veamos a la calidad de una buena


conciencia. Una buena conciencia es crítica para el bienestar del cristiano. La
alternativa a una buena conciencia es una conciencia culpable. El pecado no
resuelto produce una conciencia con culpa. El pecado no resuelto también
produce muerte espiritual, personal y relacional. Tenemos dificultad en acercarnos
a Dios porque somos pecadores. Tenemos dificultad en aceptarnos a nosotros
mismos y en relacionarnos con otros cuando tenemos una conciencia con
culpabilidad.
Jesús les dijo a Sus discípulos que el príncipe de este mundo (Satanás) no
tenía nada en Él (Juan 14:30). El pecado no resuelto da al enemigo lugar en
nuestra vida. Jesús pudo resistir a los intentos de Satanás de ganar ventaja en
contra de Él porque no había pecado. Jesús ha hecho la provisión para que
nosotros vivamos en la misma realidad. Necesitamos aprender a hacer lo que sea
que tome para resistir al pecado y resolverlo rápidamente cuando caemos. Esto
nos permitirá vivir con una buena conciencia.
¿Cuánto anhelamos estar bien con Dios? ¿Queremos estar bien con Él
suficiente como para sacar el pecado de raíz? ¿Estamos dispuestos a hacer
restitución y buscar la reconciliación cuando nuestra situación así lo requiera?
Dios podría demandar esto de nosotros como prueba que estamos dispuestos a
arreglar las cosas. Ganar integridad y vivir en integridad podría implicar
restitución y reconciliación.

Control de valores

Un chequeo de valor es una serie de circunstancias iniciadas por Dios


diseñadas para probar y aclarar valores para el crecimiento y la expansión del
ministerio. Al desarrollarnos en el ministerio, vamos a operar sobre una serie de
valores. Los valores definen prioridades y creencias importantes. En este tipo de
chequeo de integridad, Dios podría colocarnos en circunstancias en las que
tenemos que elegir un curso de acción que demuestre nuestros valores. Mantener
integridad en relación con nuestros valores es importante. Dios permitirá
circunstancias que controlen si estamos dispuestos o no a bajar la guardia o
mantenernos firmes en nuestros valores.
A menudo no nos damos cuenta de cuáles son nuestros valores hasta que
hay presión sobre nosotros en cierta situación. Nuestros valores nos guiarán en
nuestro comportamiento. Por ejemplo, podríamos decir que servir a otros es un
valor (algo de valor). Dios nos pondrá en una situación en la que tendremos que
servir sin obtener el más mínimo reconocimiento de los demás. ¿Cómo respondo?
Servimos con voluntad y, ¿cuál es nuestra actitud? La integridad en relación con
los valores significa que nuestras acciones y actitudes son consecuentes con lo que
creemos. Es importante que nosotros descubramos los valores centrales a fin de
que si es que no están a tono con el carácter de Cristo, podamos cambiarlos. Es
mucho mejor que este proceso tome lugar temprano en la vida antes de que
tengamos mayores responsabilidades y mayores tentaciones.
63

Lealtad

Hay mucha enseñanza popular sobre el liderazgo concerniente a la


autoridad y la lealtad. En algunos círculos, lealtad a Dios y solo a Dios es igual a
la equidad a Dios. En otros círculos, la lealtad a Dios y sólo a Dios es enfatizada
en perjuicio de los líderes de Dios.
La Biblia es clara en que nuestra lealtad final debe ser hacia Dios (ver
Éxodo 10:1-7 y Mateo 22:34-40). También es claro que nosotros debemos
someternos a los líderes que Dios ha designado sobre nosotros. Esta sumisión
incluye líderes gubernamentales (Romanos 13:1), líderes de iglesia (1 Pedro 5:5),
en relaciones maritales (Efesios 5:22) e incluye someterse unos a otros en el
cuerpo de Cristo (Efesios 5:21). La Biblia muy claramente expresa que no
debemos someternos a líderes que están violando la palabra de Dios (Hechos
4:19-20). Este asunto de la sumisión crea una cierta tensión para cada uno de
nosotros. Necesitamos continuar en Dios y buscar Su palabra y pedirle al Espíritu
Santo que nos guíe en cada situación.
Un control de integridad que incluye el asunto de la lealtad ya sea hacia
Dios u otros, es difícil. La lealtad está basada en la confianza. La confianza es el
asunto clave. El desarrollo de la lealtad hacia Dios y hacia los líderes de Dios - a
pesar de sus imperfecciones - es crítico para el desarrollo del carácter. La
integridad en esta situación es mantener una lealtad a Dios y a sus líderes
escogidos.

Guía

La guía de Dios es vital para el cristiano. Sin guía, no sabemos qué hacer ni
hacia dónde ir. En Proverbios 29:18 aprendemos que "sin profecía el pueblo se
desenfrena." Lo contrario podría manifestarse "si hay revelación hay dirección!"
La integridad y la guía están relacionadas de cerca, porque la guía implica
no solo escuchar a Dios sino también obedecer a Dios; no es suficiente con
escuchar a Dios, debemos también obedecerle (ver Mateo 7:24-27) Si no
obedecemos a Dios una vez que lo hemos escuchado, estamos en pecado y esto
resultará en dificultad para escuchar de Dios. Cuando confesemos nuestra
desobediencia, podremos escuchar nuevamente a Dios.
He aquí una forma en la que he visto a Dios controlar la integridad de una
persona en una situación de guía. La persona siente que ha obtenido sentido de
dirección o guía de parte de Dios en algún asunto. Antes de que él pueda actuar
sobre esa guía, surge otra oferta "más atractiva”. ¿Mantendremos nuestra
integridad y seguiremos lo que creemos que Dios nos ha mostrado primero o
seguiremos la alternativa más atractiva? La integridad significa seguir en lo que
creemos que Dios nos ha revelado en esta situación de guía.
64

Conflicto en contra de la visión del ministerio

Llamamos visión ministerial a la dirección que Dios le da a una persona en


cuanto a su ministerio. Una de las formas en que Dios prueba la integridad de la
persona es dándole a la misma cierta dirección para el ministerio y luego trayendo
conflicto en contra de esa visión. El conflicto puede venir por medio de
circunstancias o personas. Dios está buscando ver cómo responderá la persona al
conflicto. Una persona de integridad perseverará y se abrirá paso en medio del
conflicto hasta que Dios le salga al encuentro a él. Una persona falta de
integridad renunciará o se dará por vencida. El verdadero asunto implicado en
este tipo de controles de integridad es la fe. ¿Creerá la persona en lo que Dios le
ha mostrado a él sin importar qué?
Si somos fieles, los conflictos implicados con la visión ministerial pueden
guiarnos a un refinamiento de visión, desarrollo del carácter, y nuevas
oportunidades de ministerio. De lo contrario, estos conflictos pueden ocasionar
heridas, confusión y amargura que pueden tener un impacto negativo en usted y
en otros. Dios está buscando personas de integridad que sigan con su
compromiso hasta el final.

Contragolpe en el liderazgo

El retroceso en el liderazgo es un tipo especial de conflicto en el ministerio.


Acontece cuando un líder está intentando implementar una nueva dirección en el
ministerio. Inicialmente las personas que están participando responderán con
entusiasmo y apoyo. Con el tiempo, algunos problemas comienzan a surgir en la
medida en que los cambios son implementados. En este momento, las personas
revocan su apoyo y a menudo luchan en contra de la nueva dirección. El líder
que está intentando implementar el cambio es atrapado en el contragolpe.
Este tipo de escenario probará definitivamente la integridad del líder en
muchas maneras. ¿Se mantendrá él concentrado en lo que Dios comenzó o
renunciará o se echará atrás? Moisés enfrentó un contragolpe tremendo en su
liderazgo en el desierto con el pueblo de Israel. Moisés fue altamente respaldado
y admirado cuando guió al pueblo fuera de Egipto; sin embargo, a la primera señal
de problema o adversidad, los líderes y el pueblo de Israel quisieron abandonar el
liderazgo de Moisés y regresar a Egipto. Él mantuvo su enfoque en la agenda de
Dios y continuó liderándolos hacia la tierra prometida. Aun cuando él debió
haberse sentido personalmente herido por su rechazo, él se mantuvo leal a ellos.
¡Él mantuvo su integridad!
Como líder o seguidor, podríamos experimentar las presiones y tensiones
que vienen durante la implementación de la visión o un programa nuevo en el
ministerio; pocos son los planes implementados sin alguna dificultad. Cuando las
dificultades imprevistas surgen la gente puede volverse infeliz, divisiva,
confrontativa, y renunciar. En casos tales como estos, nuestra respuesta es
65

crítica. Paciencia, perdón, reevaluación, y cambio en cualquier aspecto de la


implementación podría ser necesario. ¿Cómo responderá?

Persecución

La persecución no es un concepto muy popular en nuestra subcultura


contemporánea cristiana. Creemos que la bendición material y situacional es la
porción del cristiano obediente, pero esto es sólo parte de la comprensión Bíblica
de la obediencia. Aunque se nos haga difícil creerlo, la persecución es parte de la
porción del cristiano obediente.
Jesús es el ejemplo de esto. Él creyó en obediencia total (Hebreos 4:15-
16). Él experimentó tanto la bendición de Dios como persecución. De hecho, les
enseñó a Sus discípulos: "Bienaventurados los que padecen persecución por causa
de la justicia..." (Mateo 5:10). En otros pasajes, Él compartió que la persecución
es inevitable para el cristiano obediente (ver Marcos 10:30 y Juan 15:20).
La persecución viene de varias maneras. Puede ser pública o evidente, tal
como oposición política o legal. Puede ser sutil, tal como presión social a
conformarse a patrones no Bíblicos. Cualquiera sea la forma, la persecución
probablemente llegará y el cristiano no debe ser sorprendido ni ofendido por ésta.
La persecución puede servir como una oportunidad para crecer y tener un
testimonio efectivo.
Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron perseguidos por su obediencia cuando
no se inclinaron ante la imagen de oro que Nabucodonosor había creado (ver
Daniel 3). Ellos fueron arrestados y sentenciados a ser quemados hasta morir en
el horno, pero cuando Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron echados en el horno,
fueron repentinamente acompañados por una cuarta persona quien "es
semejante a los hijos de los dioses" (versículo 25). Ellos no fueron consumidos
por el fuego y fueron promovidos luego de ser sacados del horno. El Dios de
Israel recibió gran honor. ¡Qué cuadro de los beneficios de la fidelidad en
momentos de persecución!
La persecución puede también ser usada por Dios para exponer la
naturaleza de nuestro compromiso con Él. En la parábola del sembrador, Jesús
dijo que uno de los grupos recibió la palabra con gozo (pedregales); sin embargo,
cuando llegó la persecución debido a la palabra, éstos pronto se debilitaron /
desaparecieron.
En contraste, Santiago animó a los creyentes quienes estaban sufriendo
bajo persecución a tomarlo como una bendición. Él escribe: "Bienaventurado el
varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba recibirá la
corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman" (Santiago 1:12). La
persecución puede revelar el nivel de compromiso que tenemos con Dios.
¿Estamos dispuestos a pagar el precio para seguir a Cristo? A nadie le gusta la
persecución, pero puede ser el "fuego" que purifica y sirve como testigo a un
mundo buscando a alguien que defienda lo que cree aun si es que les cuesta (ver
66

1 Pedro 2:12). La persecución provee una tremenda oportunidad de mantener


nuestra integridad y de crecer en ella.

Usos y beneficios de los controles de integridad

Bobby Clinton ha identificado siete usos y beneficios principales de pasar por


los controles de integridad; los presenta de la siguiente manera:

1. para ver si es que seguiremos hasta el fin nuestra promesa o voto hechos a
Dios.
2. para crear o asegurar un sentido de carga por una visión ministerial o por el
ministerio en sí.
3. para promover el crecimiento interno del carácter y fortaleza del mismo.
4. para construir nuestra fe en Él.
5. para ayudar a establecer valores internos y convicciones que serán importantes
para nuestro futuro liderazgo.
6. para enseñarnos sumisión.
7. para advertir a otros sobre la seriedad de seguir a Dios.15

Todos nosotros pasaremos por controles de integridad. La integridad es


una cualidad esencial para cada líder cristiano que quiere tener el carácter de Dios.
Dios iniciará muchos escenarios diferentes en los cuales nuestra integridad será
probada. Nuestra respuesta es crucial. Podemos aprender a caminar en
integridad. Caminar en integridad nos mantendrá cerca de Dios. Para mí, la
travesía más profunda hacia Dios comenzó con el asunto de la integridad en
relaciones pasadas. Tan difícil como fue esa experiencia, agradezco a Dios que Él
es fiel para mí en mi esfuerzo por caminar en integridad.

Evaluación y aplicación

1. Pídale a Dios en oración que lo dirija hacia el aspecto relacional o control de


integridad en el que Él quisiera que usted ponga su enfoque.

2. Lea nuevamente la sección o secciones y busque todos los pasajes de apoyo


mientras le pide a Dios que se revele a usted, así como sus propósitos para
usted.

3. Escriba sus discernimientos o conclusiones y pídale a Dios cómo quiere Él que


usted los aplique.

4. Escriba una estrategia para aplicar estos discernimientos, actúe sobre ellos, y
evalúe.
15
Clinton, The Making of a Leader, 127-140.
67

5. Si descubre que usted necesita hacer restitución o buscar reconciliación, pídale


a Dios un acercamiento específico y sígalo en oración hasta el final.
68
69

CAPÍTULO 5:
CÓMO ESCUCHAR Y OBEDECER LA VOZ DE DIOS

Nosotros (Paul y su familia) acabábamos de regresar a los Estados Unidos


luego de haber pasado el verano en Méjico ayudando a coordinar alcances
evangelísticos de corto plazo para jóvenes norteamericanos. El verano había sido
desafiante y recompensante al ver a Dios trabajar en las vidas de la gente
mejicana y en la de los jóvenes en el alcance.
Habíamos visto a Dios trabajar a través de las barreras culturales, en la
diversidad de denominaciones de iglesias, y en las diferencias de personalidad.
Hubo personas que fueron salvas, algunos fueron sanados, se construyeron
proyectos enteros, hubo gente joven que fue desafiada con las realidades de las
misiones mundiales. Había sido un verano dinámico.
Pero todo esto había sido a un costo. Habíamos vivido en un departamento
de un dormitorio, habíamos luchado contra enfermedades, habíamos
experimentado choque cultural, batallado con guerra espiritual, y enfrentado
nuestras propias limitaciones humanas. Ahora, habíamos regresado a nuestra
base en los Estados Unidos para descubrir que nuestro apoyo económico durante
ese verano había bajado a casi nada.
Nosotros éramos miembros de una "misión de fe" y habíamos sentido que
habíamos recibido dirección "clara" de parte de Dios de que mientras estuviéramos
con esta organización misionera no debíamos levantar nuestro sustento sino que
debíamos dar a conocer nuestras necesidades tan solo a Dios en oración. Esto
había funcionado bien durante el primer año pero ahora nos enfrentábamos con
nuestras limitaciones financieras y crecientes necesidades económicas.
Durante el verano descubrimos que mi esposa Leslie estaba embarazada
esperando nuestro tercer hijo. Estábamos emocionados por esto pero nuestro
catastrófico plan de seguro de salud no cubría embarazos. ¿Qué íbamos a hacer?
Encima de todo esto, sentíamos que Dios nos "estaba pidiendo" que
diéramos de nuestros limitados ahorros a un compañero de trabajo necesitado y a
otra empresa misionera. ¿Era este realmente Dios? ¿Estábamos escuchando esto
de parte de Él o acaso estábamos experimentando los efectos colaterales de un
“burrito” malo en nuestra reciente experiencia misionera? ¿Cómo podíamos saber
con seguridad? Las presiones eran grandes y teníamos temor. Nunca antes
habíamos estado tan lejos en el limbo de la fe.
Luego de discutir nuestras opciones, decidimos que necesitábamos
dirección clara de parte de Dios que usualmente sólo viene a través de la espera
en oración; así es que esperamos en Dios en oración individualmente por un par
de días. A través de este proceso experimentamos un creciente sentir de que Dios
nos tenía justo donde Él nos quería y que debíamos dar y confiar en Él.
Todavía puedo recordar haber reunido a toda la familia para una reunión de
oración de emergencia la noche antes de escribir y mandar los cheques. Yo dije:
"¡Bueno, familia, es hora de que oremos y de que Dios provea!" Y oramos y
fuimos a la cama.
70

Al día siguiente yo tenía una cita para reunirme con varios pastores de
jóvenes en la comunidad en la que estábamos establecidos. Después de la
reunión uno de los pastores preguntó si es que podía hablar conmigo. Mientras
hablábamos él me dio un sobre y dijo, "Mi madre ora por ti y ayer sintió una
verdadera carga de orar por ti. Me pidió que te diera esto lo más pronto posible."
Cuando abrí el sobre había una nota de ánimo y un cheque por $500. Dios
había comenzado a proveer cuando habíamos estado luchando para obedecer Su
palabra de fe. La provisión de Dios no terminó con este sobre. Dentro de un mes,
más de $8000 entraron sin que nadie supiera acerca de nuestra situación. Vez
tras vez recibimos cartas de ánimo de la gente que estaba orando por nosotros.
Muchas de estas cartas contenían cheques. Dios estaba probando que Él es fiel a
Su palabra.
Esta historia, aunque fue muy dramática, es un ejemplo del Cristianismo
Bíblico. ¡De una relación con Dios y una vida de integridad, escuchamos la voz de
Dios y en la medida en que obedezcamos veremos su provisión! Esta clase de
caminata de "fe" debe ser parte de la experiencia de todo cristiano. Si usted es un
líder que está formándose puedo garantizarle que Dios lo va a guiar a través de un
sinnúmero de situaciones que Él usará para controlar su desarrollo en áreas de
escuchar Su voz, obediencia y actuar en la fe.
Dios comienza este tipo de actividad de moldeo temprano en la vida de un
creyente. Desde los primeros momentos en nuestra relación con Dios,
comenzamos a aprender a comunicarnos con Él. Comenzamos a desarrollar una
sensibilidad a su voz. La práctica de disciplinas espirituales puede ayudar en este
proceso. Dios nos guiará a través de un sinnúmero de situaciones en las que
aprenderemos a discernir Su voz. Llamamos a estas instancias controles de
palabra.
En el último capítulo, observamos la importancia de la integridad. En este
capítulo, estaremos viendo la relación entre aprender a escuchar la voz de Dios y
la característica de la obediencia. Ambos están directamente relacionados con el
desarrollo de la fe. Los controles de fe implican nuestro actuar sobre la base de
algo que creemos que Dios nos ha dicho. Dios usa controles de palabra, controles
de obediencia y controles de fe para desarrollar el carácter básico que Él puede
utilizar en el futuro.
Durante estos diez años de ministerio, este enfoque sobre cómo aprender a
escuchar, a obedecer y a operar en fe es extremadamente importante. La
obediencia junto con la integridad son elementos críticos del carácter divino.
Jesús modeló la relación entre escuchar y obedecer hasta la perfección. La
intimidad con Su Padre le permitió a Jesús decir que Él sólo hizo las cosas que Él
vio al Padre hacer. El sólo habló las palabras que Su Padre le dio que hablase.
(ver Juan 5:19-20 y Juan 8:28). Podemos aprender a operar de la misma manera
que Jesús. Jesús ora en Juan 17 que seamos uno en Él así como Él y el Padre son
uno. El Espíritu Santo vive en nosotros y nos permite operar en esta vida de
unidad con Dios.
71

El verdadero problema para muchos de nosotros es que no hemos cultivado


lo que Larry Lea ha llamado el "oído atento". No estamos distinguiendo
constantemente la voz de Dios de otras voces y ruidos que escuchamos en
nuestras vidas a diario. Y si escuchamos la voz de Dios, a menudo tememos
obedecer porque no confiamos en la habilidad de Dios para llevarnos adelante. A
fin de que podamos seguir con Dios consistentemente, necesitamos aprender a
escuchar y obedecer Su voz.

La voz de Dios - Revelación

Revelación se refiere a "la auto- manifestación de Dios. Es traducido de


una palabra griega que significa quitar el velo para revelar cosas escondidas."16 La
revelación implica la iniciativa de Dios para mostrar Su verdad al hombre quien de
otra manera no la hubiese conocido. De acuerdo a la teología cristiana, la
revelación implica dos tipos de iniciativas de parte de Dios. El primero es llamado
revelación general y el segundo tipo es llamado revelación especial.

Revelación general

La revelación general incluye a Dios revelándose a Sí mismo a través de la


naturaleza (Salmos 19:1-4) y una revelación interna en cada individuo. (Romanos
1:19). En ambos ámbitos, hay testimonio de Dios y de Su poder.
La revelación natural implica un testimonio general de la capacidad creativa de
Dios en la naturaleza. James Montgomery Boice declara en su libro Foundations of
the Christian Faith (Fundamentos para la Fe Cristiana) que "la revelación de Dios
en la naturaleza es suficiente para convencer a cualquiera de la existencia y del
poder de Dios, si el individuo así lo quiere."17
La revelación interna implica un testimonio interno y la capacidad de
conocer a Dios. Los hombres y las mujeres son gobernados internamente por un
sentido de lo bueno y lo malo (aunque no vivan consistentemente con esos
valores). Este sentido de lo bueno y lo malo ("conciencia") señala una fuente
moral (Dios) superior al hombre.
Aunque la revelación general no es suficiente para proveer la información
específica acerca de Dios necesaria para tener una relación con Él, sí señala el
camino para cualquiera que lo busque. Un artículo sobre la "revelación" en
Baker's Encyclopedia of the Bible (La Enciclopedia Baker de la Biblia) (Elwell,
editor) declara que:

16
John Wimber y Kevin Springer, Power Points (Puntos Poderosos). (San Francisco: Harper Collins,
1991), 19.
17
James M. Boice, Foundations of the Christian Faith (Fundamentos de la Fe Cristiana). (Downers
Grove, Illinois: Intervarsity Press, 1986), 30.
James M. Boice, Foundations of the Christian Faith (Fundamentos de la Fe Cristiana). (Downers
Grove, Illinois: Intervarsity Press, 1986), 30.
72

"El conocimiento natural de Dios, sin embargo, tiene sus limitaciones,


y sus inadecuaciones; porque confronta al individuo con el hecho de
la existencia de Dios, el individuo consecuentemente se compromete
en prácticas religiosas y pregunta algunas de las últimas preguntas
concernientes a la fuente, la razón y el fin de su propia existencia.
Pero lo trágico es, como lo escribe Pablo (Romanos 1:18, 2:16), que
desde la caída la gente ha convertido el conocimiento de Dios en
prácticas perversas, no adorándolo a Él, sino a imágenes, criaturas o
cosas creadas. Por lo que los pecadores se alejaron de Dios y se
satisficieron a sí mismos con respuestas necias para sus máximas
preguntas de existencias."18

Si el hombre ha de encontrar a Dios y ha de desarrollar una relación con Él,


hay necesidad de una revelación más específica; por lo tanto Dios ha provisto otro
tipo de revelación llamada revelación especial. Sin la revelación especial el
hombre estaría atrapado en el dilema del conocimiento general de Dios sin el
conocimiento específico y necesario para encontrarlo.

Revelación especial

La revelación especial incluye la Biblia (II Timoteo 3:16), la persona de


Cristo (Colosenses 2:8-15), y el Espíritu Santo (Juan 16:13). Es a través de la
Biblia, la persona de Cristo, y el Espíritu Santo que el hombre puede conocer el
camino específico (ver Juan 14:6) para desarrollar su relación con Dios.
La Biblia es la historia del plan de redención de Dios y el patrón de verdad y
fe. Segunda Timoteo 3:16-17 dice que "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra."
La Biblia es "inspirada" por Dios. No son las palabras del hombre acerca de
Dios sino la palabra de Dios para el hombre (ver II Pedro 1:20-21).
Consecuentemente, la Biblia es autoritaria. ¡Es la verdad y es provechosa! Sí
vivimos por sus patrones nos daremos cuenta de su promesa de justicia ["relación
correcta"] y estaremos equipados para toda buena obra.
La Biblia revela la verdad de Dios en varias maneras. En primer lugar, la
Biblia nos enseña acerca de Dios. La enseñanza implica una explicación básica del
significado de la verdad de Dios revelada en la Biblia. La enseñanza implica
también la información acerca de cómo aplicar esta verdad a nuestras vidas día a
día. La función de la enseñanza de la Biblia está diseñada para informar y
transformar. Dios desea que conozcamos acerca de Él y también que lo
conozcamos a Él. Esta verdad necesita ser entendida y aplicada.

18
Walter A. Elwell (editor), Encyclopedia of the Bible (Enciclopedia de la Biblia). (Gran Rapids:
Baker Book House, 1988), 18-45.
73

En segundo lugar, la Biblia puede reprendernos cuando estamos en un error


personal o en nuestras relaciones. Reprender implica convicción de error ya sea
en actitud o en estilo de vida. La Biblia provee un patrón para la actitud (ver
Mateo 5-7) y comportamiento (ver Éxodo 20). Cuando nuestras actitudes y
comportamientos son contrarios a los patrones Bíblicos entonces necesitamos
cambiar. El propósito de una reprensión es volverse a la sumisión con la verdad.
Tercero, la Biblia puede corregirnos cuando estamos doctrinalmente en
error. La corrección implica la naturaleza autoritaria de la Biblia como el patrón
final de doctrina y fe. La Biblia debe ser nuestra fuente de autoridad para la
verdad, no nuestra experiencia o nuestras opiniones. La Biblia entonces es el
patrón por el cual juzgamos nuestra experiencia y nuestras opiniones. Si nuestra
experiencia y/ u opiniones difieren de la clara enseñanza de la Biblia, entonces
necesitamos "corregirlas".
Finalmente, la Biblia puede enseñarnos en justicia. El entrenamiento
implica el entrenamiento de un niño, incluyendo instrucción y disciplina. Este tipo
de entrenamiento es basado en relaciones (no en un programa); implica aprender
dentro del contexto de sumisión a una autoridad. La Biblia es una verdad
relacional que nos entrena en relaciones, carácter, y conducta.
La persona de Cristo es otra fuente de revelación especial. Él es la
"plenitud de la Deidad .... corporalmente": (Colosenses 2:9). Él "siendo en forma
de Dios..." se hizo hombre (Filipenses 2:6-7). Cristo es "el resplandor de su gloria,
y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder" (Hebreos 1:3). Por medio de su vida sin pecado, muerte, y
resurrección ha revelado el amor de Dios por el hombre caído (ver Juan 3:16) y el
camino de reconciliación (ver Romanos 5:10-11). La vida de Cristo nos revela el
amor de Dios, el camino de salvación, y el patrón para las relaciones.
El Espíritu Santo es otra fuente de revelación especial. De acuerdo con una
sección sobre el Espíritu Santo en el Topical Analysis of the Bible (Análisis Tópico
de la Biblia) (Elwell, editor) hay veinticinco ministerios del Espíritu Santo en la vida
de un creyente mencionados en la Biblia. Estos incluyen:

1. Ayuda en alabanza - Filipenses 3:3


2. Seguridad de salvación - Romanos 8"16
3. Bautismo en el cuerpo de Cristo - I Corintios 12:13
4. Bendición para los creyentes - Gálatas 6:8
5. Nos compele hacia la voluntad de Dios - Hechos 20:22
6. Controla la mente - Romanos 8:5
7. Mora en el creyente - I Corintios 3:16
8. Nos da autoridad - Hechos 1:8
9. Equipa para el servicio - I Corintios 12:7
10. Confraternidad con los creyentes - Filipenses 2:1
11. Lucha en contra de la naturaleza
pecaminosa - Gálatas 5:17
12. Llena a los creyentes - Efesios 5:18
74

13. Libera a los creyentes - Romanos 8:2


14. Un don para los creyentes - I Juan 4:13
15. Da acceso al Padre - Efesios 2:18
16. Glorifica a Cristo en el creyente - Juan 16:13-14
17. Garantiza bendición futura para los
creyentes - II Corintios 5:5
18. Guía a los creyentes - Gálatas 5:18,25
19. Ayuda a los creyentes - Filipenses 1:19
20. Ora por y con los creyentes - Romanos 8:26-27
21. Regenera a los creyentes - Tito 3:5
22. Sella a los creyentes - Efesios 1:13
23. Habla a través de los creyentes - Marcos 13:11
24. Enseña por medio de los creyentes - Marcos 13:11
25. Transforma a los creyentes - II Corintios 3:1819

El papel del Espíritu Santo en la vida del creyente es vital. Aprender a


discernir el Espíritu (ver I Juan 4:1-3) y apropiarnos de todos los recursos que el
Espíritu representa es importantísimo para nuestro desarrollo como líderes.
El Espíritu Santo, junto con la Biblia y los testigos de Cristo, forma la base
sobre la cual podemos aprender a escuchar la voz de Dios para las decisiones
diarias que tenemos que hacer como cristianos. El Espíritu Santo guía al creyente
a Cristo y a la verdad de la Biblia. Estas tres formas de revelación especial se
complementan entre sí.

Podemos escuchar la voz de Dios

Ahora que tenemos una idea básica de lo que es la voz de Dios, podemos
volcar nuestra atención a la tarea específica de aprender a escuchar Su voz. Dios
nos ha dado la Biblia, a Cristo, y al Espíritu Santo como fuentes de revelación
especial, pero ¿cómo sabemos con seguridad que estamos leyendo, oyendo,
percibiendo, y entendiendo que realmente es la voz de Dios? Escuchas tantas
diferentes interpretaciones de pasajes Bíblicos; algunos hablan de palabras
proféticas personales, mientras que otros desafían la autoridad de la Biblia en
cuanto a la moral personal. ¿Hay alguna manera de estar seguros de sí es que
estamos o no escuchando la voz de Dios?
¡Sí, la hay! Primeramente, necesitamos recordar que la Biblia proclama ser
"inspirada" (II Timoteo 3:16) por un Dios de verdad (Salmos 31:5). Si es así,
entonces puede confiar en ella (aun si es que tenemos dificultades de entenderlas,
algo de esto a veces). En segundo lugar, necesitamos recordar que Jesús
proclamó ser el cumplimiento de las profecías Mesiánicas del Antiguo Testamento
(Lucas 4:21) y que Él es el camino, la verdad, y la vida (Juan 14:6). Si lo es,

19
Walter A. Elwell (editor), Topical Analysis of the Bible (Análisis de tópicos de la Biblia). (Grand
Rapids: Baker Book House, 1991), 158-160.
75

entonces podemos confiar en Él. En la medida en que profundicemos nuestra


relación con Él, Le conoceremos más y mejor. Y, tercero, necesitamos recordar
que la Biblia y Jesús proclamaron que el Espíritu Santo es el “Espíritu de verdad”,
entonces podemos aprender a confiar que el Espíritu Santo nos traerá a la verdad
de Cristo y la Biblia (ver I Juan 4:1-3).
El asunto principal contenido en el aprendizaje de escuchar y discernir la
voz de Dios es confianza. ¿Vamos a apoyarnos en nuestro propio entendimiento
(ver Proverbios 3:5-6) o vamos a confiar en que Dios nos ha provisto los recursos
necesarios para que Le conozcamos? Aprender a escuchar la voz de Dios debe
comenzar con una creencia básica de que Dios es confiable y de que Él nos ha
provisto de los medios necesarios para tener una relación con Él. De esta base
podemos comenzar a relacionarnos con Él en formas que nos guíen al crecimiento
en carácter y efectividad en el ministerio.
La Biblia dice que Sus ovejas (creyentes) oyen Su voz (ver Juan 10:4) y le
conocen (ver Juan 10:14). Como creyentes podemos comenzar el proceso de
aprender a escuchar y discernir la voz de Dios con esta confianza. ¡Sus ovejas
escuchan su voz! ¡Ellos lo conocen! El Pastor habla a sus ovejas, los guía a la
comida, agua, y seguridad (ver Salmos 23). El Pastor aun pone su vida por Sus
ovejas (ver Juan 10:15). Hay una relación entre estas ovejas y su Pastor que
implica comunicación.
La comunicación implica el envío y recibo preciso de información entre
personas. La mayoría de nosotros tenemos poca dificultad con la parte de envío
de la comunicación. Para nosotros es fácil dar a conocer nuestras necesidades a
los demás y a Dios. En donde la mayoría de nosotros tiene dificultad es en recibir
parte de la comunicación. Nos cuesta escuchar a otros y a Dios. Dios nos ha
dado Su Palabra, Su Hijo, y Su Espíritu como recursos y fuentes para conocerle y
conocer Su voluntad. Pero a la mayoría de nosotros se nos hace difícil conocer
cómo usar estos recursos y fuentes en nuestro diario vivir.
Dick Eastman, en sus seminarios de Escuela de Oración "Desafío al
Mundo", da catorce principios de guía divina que podrían ayudarnos a aclarar algo
de la confusión que gira acerca de escuchar la voz de Dios. Estos incluyen:

1. Es posible escuchar la voz de Dios - Colosenses 1:9


2. El propósito de toda guía es conocer al Señor Jesús íntimamente - Filipenses
3:20
3. Dios habla desde donde La mora - Lucas 17:21
4. El Espíritu Santo es el representante del cielo en toda guía verdadera -
Juan 16:13
5. La palabra de Dios es el juicio final en toda guía - II Pedro 1:19-20
6. La guía de Dios siempre va acompañada de la paz de Dios - Filipenses 4:6-7
7. Dios habla a través de varios medios [los ejemplos Bíblicos incluyen oración,
visitas, voces, visiones, sueños, profecías, circunstancias, etc.]
8. La mayoría de la guía de Dios viene sin que estemos conscientes de ello,
Salmos 25:9
76

9. Hay varias fuentes de guía [ver #7 arriba]


10. Escuchar a Dios hablar debe movernos a la acción - Santiago 2:17
11. La guía divina viene de cumplir las demandas de Dios - Isaías 58:10-11
12. La guía divina no significa que sabremos el futuro - Santiago 5:7-8
13. La guía no siempre es agradable - Santiago 1:2-4
14. La guía es una habilidad que debe ser aprendida - Lucas 11:1520

Vemos muchos de estos principios ilustrados en la guía de Dios a Pablo


durante las etapas iniciales de su “segundo” viaje misionero (Hechos 16). Pablo y
sus compañeros viajaron a través de Asia Menor entregando la decisión alcanzada
por el Concilio de Jerusalén concerniente a la relación de los creyentes gentiles
con la ley y animando a las iglesias (versículos 1-5). Evidentemente, Pablo tenía el
deseo de llevar el evangelio a Asia pero el Espíritu Santo no les permitía el acceso
(versículos 6-7). Finalmente, mientras estaban en Troas, Pablo recibió una visión
de un hombre de Macedonia de pie y rogándole “pasa a Macedonia y ayúdanos”
(versículos 8-9). Luego de recibir esta visión, Pablo y sus compañeros “enseguida
procuraron partir para Macedonia, dando por cierto que Dios los llamaba para que
les anunciase el evangelio” (versículo 10).
En este pasaje vemos que Pablo y sus compañeros estaban obedeciendo el
llamado general de “visitar a los hermanos en todas las ciudades en donde
nosotros [Pablo y Bernabé en el “primer viaje misionero”] predicamos la palabra
del Señor y para ver cómo estaban” (Hechos 15:36). Una vez que esto fue
realizado, Pablo evidentemente decidió intentar evangelizar en la provincia de Asia
(Hechos 16:6) pero fue obstaculizado por el Espíritu Santo (Hechos 16:6-7). Este
obstáculo pudo haber sido circunstancial o espiritual, no lo sabemos; pero de
alguna manera el Espíritu obstaculizó a Pablo y usó ese obstáculo para llevarlo a
Troas en donde él recibió una “visión” que lo guío a él y a sus compañeros a
Macedonia y más tarde a Grecia (ver Hechos 16-18).
Note los aspectos soberanos de la guía de Dios aunque ni Pablo ni sus
compañeros sabían exactamente con seguridad hacia dónde los estaba llevando
Dios. También note que una vez que supieron la voluntad específica de Dios ellos
respondieron inmediatamente. Escuchar la voz de Dios es un proceso basado en
la relación con un Dios soberano quien revela sus propósitos para que nosotros los
obedezcamos.

Cómo aprende r a escuchar la voz de Dios

Mi esposa Leslie y yo (Paul) estábamos en una encrucijada en nuestra vida.


Yo había dejado una profesión y un estilo de vida cómodos para “seguir a Dios con
todo mi corazón” pero todo estaba saliendo mal. Estábamos bastante seguros de

20
Dick Eastman, Challenge the World School of Prayer Manual (Manual de la escuela de oración
mundial). Every Home for Christ, 1991), 159-167.
77

que habíamos escuchado a Dios acerca de esta decisión, pero ¿por qué no estaban
resultando las cosas?
Durante este tiempo de frustración y duda, Dios trajo a un hombre a
nuestra vida por tan sólo unos pocos minutos quien abriría nuestros ojos a la
realidad de vivir por fe y no por vista. Él le dijo a mi esposa: “Tú tienes miedo de
lo que pueda suceder si es que fallas [la voluntad de Dios]. Lo que realmente
deberías preguntar es “¡qué sucedería si es que acierto!” Hay un riesgo
involucrado cuando aprendemos cómo escuchar la voz de Dios. Pero hay un
potencial increíble para el avance del reino si nosotros enfrentamos el riesgo y
comenzamos a preguntar, “¡qué sucedería si acierto!”
Jesús dijo que “el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo
arrebatan” (Mateo 11:12). Este tipo de fuerza o violencia proviene del concepto
de que hay una guerra desatada y de que tan sólo arriesgando nuestras vidas
puede el enemigo ser derrotado. Seguir a Jesús es un negocio riesgoso, pero al
mismo tiempo, “¡qué sucedería si es que acertamos!”
La fe bíblica (ver II Corintios 5:7) implica “tener la certeza de lo que se
espera y convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Lo que esperamos es la
voluntad de Dios (ver Salmos 37:4) y lo que no vemos es la futura fidelidad de
Dios. Pero todo esto implica tomar la oportunidad en Dios.
Aprender a escuchar la voz de Dios encierra algunos pasos básicos.
Primero que todo, necesitamos querer escuchar la voz de Dios. La
motivación de nuestro corazón es vital. Si no estamos abiertos al “control” del
Espíritu (ver Efesios 5:18), vamos a “contristar” al Espíritu (ver Efesios 4:30) y
posiblemente aún “apagar” al Espíritu (ver I Tesalonisences 5:19). Sin el deseo de
escuchar la voz de Dios, vamos a tener dificultad en escuchar Su voz en una base
regular y eventualmente nos encontraremos confundidos por la competencia de
las voces de la carne, del mundo y del enemigo.
Segundo, necesitamos llegar a conocer a Cristo por medio de la
lectura y estudio de la Palabra de Dios. Salmos 119 nos revela los beneficios
de construir nuestras vidas en la verdad de la “ley” de Dios. Jesús nos dice que la
“verdad” nos hará libres (ver Juan 8:32). Pablo exhorta al joven Timoteo a
estudiar la Palabra (II Timoteo 2:15). Llegar a conocer a Cristo por medio de la
Biblia es el fundamento en el cual podemos discernir si lo que estamos escuchando
es realmente de Dios o no.
Hay muchos libros buenos y recursos acerca de cómo leer y estudiar la
Biblia. Una buena Biblia de estudio podría ser un buen lugar donde empezar a
cultivar un interés en un libro específico o tópico. En este punto, usted podría
querer buscar el consejo de su pastor o de un cristiano más maduro que podría
sugerirle algunos libros o recursos de ayuda. La buena enseñanza bíblica del
pastor de su iglesia local y de un pequeño grupo de confraternidad podrían
también ser buenos recursos al comenzar a conocer más y mejor a Cristo a través
del estudio y lectura de la Biblia.
Tercero, obedezca consistentemente la enseñanza clara de la
Biblia. La Biblia dice que: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus
78

mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es


nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo,
nuestra fe.” (I Juan 5:3-4).
La obediencia a la clara enseñanza de la Biblia es fundamental para el
crecimiento en relación con Dios. Podemos conocer acerca de él por medio de la
enseñanza de la Biblia, pero realmente llegamos a conocerle obedeciendo o
guardando sus mandamientos. No tan sólo crecemos en nuestra relación con Dios
por medio de la obediencia, sino que también permanecemos abiertos a su
revelación. Sin obediencia nos volvemos insensibles a su voz. La obediencia a los
mandamientos de Dios según lo revelado en Sus Escrituras nos guiará a una
intimidad con Él. La intimidad hace que la comunicación sea más fácil. La
desobediencia nos guiará a una relación distante y una comunicación más difícil.
David es un ejemplo de esto. Cuando él cometió adulterio con Betseba (II
Samuel 11) y ella quedó encinta, él trató de cubrir su pecado haciendo que Urías
fuese llamado a casa desde el frente (versículos 6-13) para que durmiera con su
esposa. Cuando Urías rehusó dormir con su esposa, David dio órdenes de que lo
asesinaran en la batalla (versos 14-17).
El pecado de David y el fallar en confesarlo lo llevaron a intentar cubrirlo
dando como resultado un asesinato. Él conocía la ley. Él sabía que el adulterio y
el asesinato eran malos, pero el pecado lo llevó a ser insensible ante la palabra de
Dios. No fue sino hasta que el profeta Natán lo confrontó con su pecado (II
Samuel 12) que él pudo finalmente confesarlo (ver Salmo 51). Por medio de la
confesión David fue perdonado pero habían consecuencias severas para él, su
familia, y el pueblo al que se suponía debía guiar en justicia. (Ver I Samuel 12:9-
14).
La falta de obediencia es desobediencia y la desobediencia mata. Si
queremos tener una relación vital con Dios y escuchar Su voz debemos cultivar
obediencia regular a la clara enseñanza de la Biblia. La obediencia en estas áreas
(las áreas de las que la Biblia habla) nos preparan para escuchar y obedecer la voz
de Dios en áreas de guía específica y de aplicación que no están claramente
descritas en la Biblia. Es importante ver esta conexión. Se trata de la relación con
Dios y de acercarse más a Él.
Cuarto, aprenda a meditar en la palabra de Dios. Pídale al Espíritu
Santo le revele el significado de pasajes específicos de la Biblia para su vida (ver
Juan 16:12-15). Mark Virkler, en este libro Dialogue With God (Diálogo Con
Dios), describe cuatro claves de meditación basadas en el pasaje de Habacuc 2:1-
3.21 La primera clave es la palabra hablada. Virkler lo describe como aprender el
sonido de su voz hablada internamente. Esta voz interna nunca va a contradecir
la enseñanza de la Biblia. En la actualidad, de hecho es el Espíritu Santo
revelándonos la aplicación específica de la verdad consecuente con la Biblia y la
persona de Cristo.

21
Mark Virkler, Dialogue With God (Diálogo con Dios). (Plainfield, Nueva Jersey: Bridge Publishers,
1986), 5-7.
79

La segunda clave es estar quieto. Virkler describe esto como ir a un lugar


tranquilo y aquietar nuestras emociones y pensamientos a fin de que podamos
escuchar a Dios por medio de Su Espíritu. Esta quietud no significa que nosotros
abandonamos o negamos nuestro entendimiento y emociones, sino que
sometemos intencionalmente a Dios de tal manera que éstas no interfieran con
nuestra comunicación con Dios.
La tercera clave es ver en el Espíritu. Virkler lo describe como el enfoque
de nuestro corazón (mente, emociones, voluntad) en Jesús con la intención de ver
como Jesús ve. Durante este proceso ocurren ideas, visiones y sueños. Estas
ideas, visiones y sueños no son necesariamente la voz de Dios y deben ser
sometidas a los patrones de la Biblia.
La cuarta clave es escribir mi diálogo con Dios. Virkler anima a llevar un
diario de las ideas, visiones y sueños que crees que provienen de ver en el
Espíritu. Escribir estas cosas puede ser una forma de ayuda para recordar y
evaluar lo que pensamos que hemos escuchado de Dios y que puede servirnos de
ayuda para crecer en nuestra habilidad para escuchar la voz de Dios.
Este no es el único plan de meditación, pero sí un plan de ayuda. Dios lo
guiará en su proceso de meditación. Recuerde que toda revelación “personal”
debe ser sometida al modelo de la Biblia. El consejo de otros cristianos maduros
puede también ser de ayuda para discernir si es que lo que usted ha escuchado es
o no es de Dios (ver Proverbios 15:22).
Quinto, aprenda a discernir el Espíritu. El Espíritu Santo vive en el
creyente (I Corintios 3:16) y nos enseña toda verdad y nos recuerda la vida y las
palabras de Cristo (Juan 14:26). La Biblia nos anima a probar los espíritus si son
de Dios (I Juan 4:1-3).
El Espíritu Santo nos puede revelar y nos revela verdad específica. Él nos
recuerda una escritura específica. Él nos recuerda un incidente en la vida de
Jesús. Él nos da discernimiento en la aplicación de la Escritura en áreas
específicas de nuestra vida. Él nos da discernimiento respecto de las necesidades
de otros para propósitos ministeriales. Todas estas aplicaciones y muchas más
están disponibles para el creyente al aprender a discernir el Espíritu.
La enseñanza en cuanto a la oración de Dick Eastman es nuevamente de
ayuda en este punto. Él describe seis peligros o errores al aprender cómo
escuchar la voz de Dios o discernir el Espíritu. Esto incluye:

1. Suponer que toda guía viene de Dios.


2. Pensar que Dios siempre usa métodos espectaculares para guiar.
3. Basar toda guía en vellones.
4. Valorar impresiones, visiones y sueños por encima de la Palabra.
5. Entender mal circunstancias en relación con la guía. 22

22
Eastman, 167-170.
80

Dios podría usar alguno de estos métodos para comunicarse con nosotros
pero el peligro viene cuando suponemos que Él siempre se comunicará de esa
manera. En la Biblia vemos que Dios ha usado diversos métodos de comunicación
con Su pueblo. Necesitamos permanecer humildes y abiertos a Dios y permitirle
comunicarse por cualquier medio que Dios considera el mejor.
Recuerde que la voz de Dios nunca va a violar la palabra de Dios. ¡El nunca
nos va a pedir que pequemos a fin de cumplir con Sus justos propósitos! La voz
de Dios a través del Espíritu Santo siempre complementará la enseñanza de la
Biblia y de la persona de Cristo. Si estamos escuchando algo que está en conflicto
con la Biblia y con la persona de Cristo, no es de Dios!
Sexto, necesitamos dar un paso en fe cuando estamos
razonablemente seguros de que hemos escuchado de Dios. Habrá
momentos en nuestra vida cristiana en los que no estemos absolutamente seguros
de que lo que estamos “oyendo” es realmente de Dios. En casos como éstos
necesitamos buscar la confirmación de Dios. Una vez más, la Biblia es el modelo
para el juicio inicial en estos casos. Si el mensaje no contradice la clara enseñanza
de la Biblia, podría ser de Dios, pero a menudo todavía necesitaremos
confirmación.
Gedeón es probablemente uno de los ejemplos más conocidos de esto en la
Biblia (Ver Jueces 6-8). A Gedeón se le dio la orden (por visita angelical) de guiar
a Israel en contra de los Madianitas (Jueces 6:12-14). Pero Gedeón estaba
inseguro acerca de esta “guía” así es que le pidió a Dios un “vellón” como
confirmación (Jueces 6:36-40). Dios confirmó Su palabra por medio del vellón y
Gedeón obedeció a Dios y derrotó a Madián (Jueces 7).
En momentos de confusión e incertidumbre, Dios a menudo proveerá la
confirmación necesaria. El no provee confirmación en cada situación. Hay
momentos en los que Él quiere que respondamos en fe. Sin embargo, he
descubierto que en grandes decisiones o en momentos importantes en los que
tratamos con asuntos delicados, es sabio pedirle a Dios confirmación. Recuerde,
pedirle a Dios que confirme alguna decisión o dirección supone que usted ya ha
estado buscando a Dios y ha obtenido una respuesta de alguna clase.
En estas situaciones, Dios a veces utilizará a Su gente/ pueblo para
confirmar. Dios nos provee de mentores a nuestro lado en momentos críticos.
Estos tipos de mentores son llamados contactos divinos. Dios los utiliza para
confirmar lo que Él está haciendo o lo que Él está diciendo. Ananías fue un
contacto divino para Saulo/Pablo. Saulo estaba sentado en Damasco luego de su
dramático encuentro con Jesús en el camino. Él creyó que estaba recibiendo
dirección y guía de Dios. Pero era oposición diametral a la forma en que él estaba
viviendo su vida. ¿Cómo podía estar seguro de que realmente era Dios? Dios
habló a Ananías y le dijo que fuera a buscar a Saulo para darle un mensaje. Las
palabras de Ananías confirmaron lo que Saulo había estado escuchando él mismo.
Poco después, Dios llevó a Bernabé al lado de Pablo a fin de darle a Pablo
credibilidad y aceptación en el flujo principal de una iglesia joven que estaba
surgiendo.
81

Dios también utiliza circunstancias para dar confirmación de Su dirección y


guía. En los viajes misioneros, Pablo, Bernabé y los otros miembros del equipo
tenían sus agendas establecidas por la respuesta de la gente. A menudo la
persecución los guiaba a seguir hacia la siguiente ciudad. En otras ocasiones, su
mensaje era abrazado y se quedaban más tiempo. Dios literalmente les abrió y les
cerró las puertas.
Una de las principales cosas para recordar es que Dios promete proveer
sabiduría a aquellos que la pidan (Santiago 1:5). Si necesitamos sabiduría,
debemos pedir creyendo que Él proveerá. Si necesitamos confirmación, Dios la
proveerá. Necesitamos estar conscientes de las muchas maneras diferentes en
que Dios trajo confirmación a Sus guías en los relatos Bíblicos. Este sería un
excelente estudio bíblico personal.
Una vez que estamos razonablemente seguros de que hemos escuchado de
Dios necesitamos dar un paso de fe. Dar un paso de fe no es otra cosa que
obedecer.

Obediencia

Ya hemos comentado sobre la importancia de la obediencia en relación con


escuchar la voz de Dios. Debemos estar dispuestos a obedecer a fin de escuchar y
debemos escuchar a fin de saber cómo obedecer. Escuchar y obedecer son dos
lados de una misma moneda. Estos parecen diferentes pero están sostenidos en
la mitad por nuestra relación con Dios.
Santiago nos advierte que la fe sin obras es muerta (Santiago 2:17). Él
dijo:

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y
no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una
hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de
cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y
saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo,
¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta
en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.
Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen,
y tiemblan.” (Santiago 2:14-19)

Santiago está argumentando que la fe (creencias justas o doctrina) no


puede ser separada de las obras (acción obediente). Lo que finalmente hacemos
refleja lo que creemos y quiénes somos. Alec Motyer, dice en su comentario The
Message of James (El Mensaje de Santiago): “Santiago simplemente dice obras, y
82

en esa sola palabra él comprime todo lo que debe ser distinto acerca de la persona
que cree y es salva.”23
La fe y las obras están relacionadas y son inseparables. Tal como una
buena fuente provee agua buena y un buen árbol frutal provee buenos frutos en
temporada, así la fe verdadera produce buenas obras. La fe debe ser activa. No
es suficiente tener la doctrina “correcta” (aunque eso es importante). La doctrina
correcta debe guiarnos a acciones que reflejan la realidad de esta doctrina en la
vida real. Recuerde que Santiago dijo que los demonios tienen la doctrina correcta
y tiemblan. Ellos tiemblan porque no han actuado sobre ella y un día serán
juzgados por sus normas.

Obstáculos para escuchar y obedecer la voz de Dios

La Biblia enseña que escuchar y obedecer la voz de Dios es esencial para


nuestro crecimiento y efectividad como cristianos. Si no estamos escuchando Su
voz regularmente, algo podría andar mal. Hay tiempos de desierto cuando no
escuchamos la voz de Dios debemos perseverar, pero estos son momentos
excepcionales para la mayoría de los creyentes. Bajo la mayoría de las
circunstancias tenemos acceso a Dios en una comunicación de dos vías y cuando
no estamos escuchando de Él hay obstáculos que necesitan ser removidos de
nosotros para poder escuchar otra vez.
Larry Lea, en su libro The Hearing Ear (El Oído que Escucha), describe tres
obstáculos principales y dos adicionales para nuestra audición. Los tres obstáculos
principales a los que él llama “los grandes” incluyen:
1. Incredulidad - no estar dispuestos a confiar en Dios y en Su habilidad
para cumplir Sus promesas.
2. Un espíritu no desarrollado - una falta de sensibilidad al Espíritu
basada en una dependencia sobre la vista en lugar de sobre la fe.
3. Un espíritu de sordera - una incapacidad de escuchar debido a una
falta de perdón en nuestras vidas hacia nosotros mismos, otros, y Dios.
La falta de perdón puede proveerle a Satanás una entrada a nuestras
vidas para “atormentarnos” (ver Mateo 18:23-35).
Los dos obstáculos adicionales que él menciona son:
4. Una conciencia cauterizada - una falta de sensibilidad moral debido al
pecado y al razonamiento.
5. Negligencia - la incapacidad de escuchar porque no estamos pasando
tiempo con Dios.24

23
Alec Motyer, The Message of James (El mensaje de Santiago). (Downers Grove, Illinois:
Intervarsity Press, 1985).
24
Larry Lea, The Hearing Ear (El oída que escucha). (Altamonte Springs, Florida: Creation House,
1998), ver capítulos 3-4.
83

Probablemente hay otros obstáculos para escuchar la voz de Dios pero


estos parecen ser los principales. Si vamos a aprender a escuchar y obedecer la
voz de Dios en forma regular y continua, vamos a querer explorar estos
impedimentos desde un punto de vista bíblico y encontrar maneras de removerlos.
El otro lado de la moneda de escuchar/obedecer implica obediencia.
Aprender a ser obediente es un proceso. Dios nos guiará a través de un
sinnúmero de situaciones e incidentes que Él utiliza para comprobar nuestro deseo
de ser obedientes. Llamamos a éstos, controles de obediencia. La obediencia es
una característica que necesita ser establecida en nuestra vida interior. Necesita
convertirse en una respuesta natural hacia la guía de Dios. En los primeros años
de ministerio, Dios trabaja para comprobar la voluntad de un líder de obedecer.
Los líderes que aprenden a obedecer van a ser desarrollados y lanzados a
posiciones de influencia de más responsabilidad. Dios prueba la voluntad de Sus
líderes para obedecer. Lo que escuchamos de Dios podría implicar cierta dificultad
de elecciones, vulnerabilidad personal, o aún alguna penuria.
Bobby Clinton hace una lista de siete tipos diferentes de controles de
obediencia que él ha observado que Dios utiliza para comprobar la voluntad o el
deseo de un líder de obedecer. Estos incluyen,

1. La disposición de confiar en Dios en cuanto a las posesiones y el dar -


Dios podría pedirnos diezmar regularmente y ofrendar de manera
sacrificada (ver Malaquías 3:6-12)
2. La disposición de confiar en Dios en cuanto a la elección de una pareja
y poner a Dios primero - Dios podría pedirnos que esperemos para el
matrimonio o aún que permanezcamos solteros a fin de que Su máximo
propósito pueda ser alcanzado en nosotros y por medio de nosotros (ver
Mateo 6:33 y Efesios 5:21-33).
3. La disposición de confiar en que Dios nos use en el ministerio - Dios
podría pedirnos que Le sirvamos en circunstancias difíciles y obscuras
(ver Lucas 16:10).
4. La disposición de confiar en una verdad que Dios ha mostrado - Dios
podría pedirnos que suframos por Él en alguna forma o que nos
mantengamos firmes en la base de algo que Él nos ha revelado a
nosotros (Ver Mateo 5:10-12 y Filipenses 3:10).
5. La disposición para perdonar - Dios podría controlarnos para ver si
estamos dispuestos a extender perdón a otros que nos han hecho daño.
Él podría permitir que suframos circunstancialmente o en las manos de
otros para que podamos aprender la libertad de perdonar (Ver Mateo
18:21-22 y Lucas 23:34).
6. La disposición para confesar algo - Dios podría mostrarnos un pecado
no confesado con el cual necesitamos tratar si es que vamos a continuar
con Él (ver Juan 21:1-19).
84

7. La disposición para corregir un mal continuo - Dios podría pedirnos que


hiciéramos una restitución de nuestro pecado en contra de otro (ver
Exodo 22:1, 12 y Mateo 5:23-24).25

Hay un gran potencial de crecimiento en todos estos tipos de controles de


obediencia. El desafío de obedecer a Dios en algunas de estas situaciones podría
hacernos sentir temor o inseguros. Escoger obedecer a Dios en ellos nos guiará
definitivamente a una intimidad y confianza más profunda en Él. Como resultado
del control de la obediencia tendremos un conocimiento más profundo de Dios, de
nosotros mismos y de Sus propósitos.
Hay muchos obstáculos para la obediencia. La obediencia va en contra de
nuestra carne y los valores dominantes del mundo que nos rodea. La obediencia
cuesta. Podría costarnos nuestro orgullo, nuestras posesiones, o nuestra
popularidad. Seguir a Cristo significa tomar nuestra cruz diariamente (ver Lucas
14:27). Debemos aprender a morir a nosotros mismos (ver Romanos 5:11-14), a
no conformarnos a los valores del sistema de este mundo (ver Romanos 12:1-2), y
a ponernos toda la armadura de Cristo (Efesios 6:10-18). ¿Pero por qué no
obedecemos? Usualmente es porque tenemos miedo.
El temor es el gran enemigo de la fe y la obediencia. Cuando llega el punto
decisivo, nuestra obediencia depende en si es que nosotros confiamos o no
confiamos o estamos dispuestos a confiar en la habilidad de Dios para hacer lo
mejor para nosotros (según su definición). El temor puede ser una realidad
paralizante pero hay una realidad mayor que nos puede liberar del temor. La
Biblia dice que “el perfecto amor echa fuera el temor…” (I Juan 4:18). ¿Qué
hemos de temer si es que vamos a abrazar a Dios quien ha provisto Su amor para
nosotros permitiendo que Su Hijo muera por nosotros a fin de que podamos ser
perdonados de nuestro pecado y reconciliados con Dios?
El amor de Dios puede romper los obstáculos para escuchar y obedecer la
voz de Dios, si nosotros se lo permitimos. Podemos ser “más que vencedores por
medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37, también ver Romanos 8:38-39).
Necesitamos tener valor, porque “mayor es el que está en vosotros, que el que
está en el mundo” (I Juan 4:4). Jesús ha vencido al mundo (ver Juan 16:33). Si
creemos esto, vamos a romper el poder del temor obedeciendo Su voz. Dios nos
llenará con Su amor.
Escuchar y obedecer la voz de Dios son partes inseparables de la relación
dinámica de amor que podemos tener con Dios y que nos guiará a la libertad y a
la gloria de Dios. Desarrollar las habilidades para escuchar y obedecer la voz de
Dios es absolutamente crítico para nosotros al comenzar a alcanzar a otros en el
ministerio.
La fidelidad en la etapa de crecimiento en nuestra vida interior donde
desarrollamos primero una relación con Dios, integridad, y una capacidad para
escuchar y obedecer a Dios forman los fundamentos para el éxito en el ministerio.
25
Clinton, Leadership Development Theory (Teoría del liderazgo emergente), 129.
85

Los aspectos iniciales de la madurez del ministerio serán los tópicos de nuestros
próximos capítulos.

Evaluación y aplicación

1. Pídale a Dios en oración que lo guíe a los aspectos de escuchar y obediencia de


este capítulo en los que Él quisiera que usted se concentrara.

2. Vuelva a leer esa sección o las secciones y busque todos los pasajes de apoyo
mientras le pide a Dios que se revele a sí mismo y sus propósitos para usted.

3. Escriba sus conclusiones y pregúntele a Dios cómo quiere Él que usted aplique
las mismas.

4. Escriba una estrategia para aplicar estas conclusiones, actúe en base a ellas, y
evalúe.

5. Si usted descubre que necesita hacer una restitución o buscar reconciliación,


pídale a Dios un acercamiento específico y sígalo en oración.
86
87

CAPÍTULO 6:
DESAFÍOS TEMPRANOS EN EL MINISTERIO

Yo (Richard) entré al ministerio a la edad madura de 24 años. Durante


estos primeros años, mi enfoque total fue tener éxito en el ministerio. Puse mucha
tensión en obtener resultados en el ministerio. Era parte de un movimiento de
plantación de iglesias formado por líderes jóvenes. Nuestras reuniones pastorales
regionales estaban llenas de reportes e historias acerca de cuán grande era la
iglesia y cuantas personas habían sido tocadas por el ministerio y cualquier noticia
emocionante que Dios hubiera hecho durante la última semana en la iglesia. La
efectividad en el ministerio se medía principalmente por lo que hacíamos, por lo
que estábamos logrando para Dios.
Recuerdo un diálogo de oración que tuve con Dios como a los dos años de
estar en el ministerio. En este tiempo de oración, Dios comenzó a darme
perspectivas sobre lo que Él estaba haciendo en mí y a través de mí. Había estado
como dos años en la plantación de iglesia. Estaba luchando con lo que creía eran
menos que resultados “promedio” en el ministerio. De acuerdo a las medidas
patrón de plantación de iglesia de nuestro grupo, yo debía tener cerca de 200
adultos para este tiempo. (Solo había como 60.) Las cosas no estaban
progresando con la rapidez que yo quería y yo estaba frustrado. Sentía que la
falta de resultados era una evaluación directa de mi valor en el ministerio y como
resultado, estaba luchando con mi propia confianza y cuestionando mi liderazgo y
mis habilidades en el ministerio.
Decidí irme a un lugar aislado para orar y expresar mis pensamientos y
sentimientos delante de Dios. Yo no escribí toda la conversación que tuve con
Dios aquel día, pero recuerdo la esencia de la misma. Fue de la siguiente manera:

Yo: “Dios, estoy frustrado. ¿Por qué no está sucediendo nada? ¿Qué estoy
haciendo mal?
Dios: “Las cosas están yendo bien.”
Yo: “¡Cómo puedes decir eso! Obviamente el ministerio no es exitoso.”
Dios: “¿Qué quieres decir con exitoso?”
Yo: “Crecimiento numérico, conversiones, demostraciones de Tu poder,
estabilidad financiera, etc.”
Dios: “¿Qué crees que sucedería si yo te diera lo que quieres?”
Yo: “¡No sé, pero creo que sería excelente!”
Dios: “Tú no estás listo para el éxito de la manera en que lo mides.”
Yo: “¿Qué quieres decir?”
Dios: “Hay un sinnúmero de cosas que necesitas aprender. Hay cosas acerca de
Mí que necesitas aprender. Hay tantas lecciones que tú necesitas
aprender… lecciones concernientes a la importancia del carácter divino,
lecciones referentes a cómo cumplir y estructurar mejor el ministerio hacia
la gente, lecciones relativas a cuan importantes son las relaciones,
lecciones concernientes a cómo entender y comunicar tus valores, y
88

lecciones acerca de la vida. Si yo te concediera éxito tal cual tú lo piensas,


causaría dificultad para muchos de tus seguidores y podría tener serias
ramificaciones en algunos. Richard, las cosas están progresando al paso
debido. Estás aprendiendo cosas valiosas en estos días. Aprende a tener
contentamiento.”

En este punto durante el tiempo de oración, yo me quedé quieto y en


silencio delante de Dios cuando Él comenzó a revelar cuáles serían algunas de las
ramificaciones si Él me concediera éxito en la manera en que yo lo percibía.
Recuerdo que pensé en otros líderes jóvenes quienes parecían tener el éxito que
yo quería pero cómo yo había visto sus vidas y ministerios desaparecer debido a la
caída del líder o a algún otro problema. Este tiempo de oración fue más bien
solemne para mí. Estaba muy agradecido que Dios estuviera comenzando a darme
la perspectiva que necesitaba.
Dios me mostró que Él estaba desarrollándome. Los resultados del
ministerio eran importantes pero no lo principal durante aquellos primeros años.
Estaba aprendiendo cómo ser efectivo en el ministerio, pero más aún estaba
comenzando a ser moldeado por Dios hacia la clase de persona y líder que Él
quería que yo fuera.
Después de estudiar por años las vidas de otros líderes y de aprender
acerca de su proceso de desarrollo, podría decir que generalmente esto es real
para todo líder. Durante los primeros años del desarrollo del ministerio, Dios le
enseñará cómo ser efectivo en el ministerio pero Su prioridad será desarrollarlo a
usted.
En los últimos dos capítulos, hemos visto el tema del desarrollo del carácter.
En este capítulo, hablaré acerca de las tres áreas principales de desarrollo que
Dios usa para desafiarnos y desarrollarnos como líderes durante los primeros años
de ministerio. El desarrollo del carácter Divino es aún la prioridad principal en
términos del desarrollo del liderazgo pero estas tres áreas son comúnmente
utilizadas por Dios para formar nuestro carácter así como para enseñarnos a ser
efectivos en el ministerio.
Brevemente tocaré la base social de un líder, puntos de vista en cuanto a la
autoridad y puntos de vista relacionales. Mi propósito no es enseñarle a usted
todo lo que he aprendido acerca de estos asuntos sino más bien presentárselos a
usted a fin de que usted pueda estar consciente de ellos. Como resultado, cuando
Dios inicia el proceso de la actividad diseñada para moldearlo y enseñarle
lecciones en estas áreas, usted estará consciente de los asuntos.
89

La base social de un Líder

La base social de un líder se refiere a “el ambiente personal de vida en el


que un líder opera y el cual provee apoyo emocional, apoyo económico, apoyo
estratégico, y necesidades físicas básicas.”26
Más que nunca, estamos reconociendo cuán profundamente el ambiente
social de un líder impacta la manera en que él opera en el ministerio. El impacto
se siente en muchos niveles incluyendo la formación de valores, patrones de
comportamiento, y la forma en que uno piensa y reacciona ante situaciones.
Antes la sociedad tenía expectativas y papeles bastante definidos para la
gente que estaba en el ministerio. Esto era especialmente cierto para los líderes
que eran casados. Sin embargo, hoy vivimos en un tiempo en el que los líderes
están siendo desafiados a enfrentar asuntos complicados de tipo social. Las
familias con cualquier sentido de valores cristianos parecen estar desintegrándose.
El abuso en muchas de sus variedades parece ser desenfrenado. Los roles
sociales han sufrido cambios radicales en la medida en que han sido impactados
por asuntos de género y el empuje hacia la igualdad. En las sociedades
occidentales hay un gran enfoque en aquello de mejorar y ganar el control
personal. Asuntos como tales y muchos más, están impactando profundamente a
los líderes y sus propias situaciones basadas en lo social.
Muchos líderes jóvenes que he observado no prestan suficiente atención a
esta área de desarrollo y pagan un alto precio más adelante en la vida. Muchos
líderes que he observado han sido severamente limitados si no sacados del
ministerio debido a problemas relacionados con su base social.
Por ejemplo, he visto a varias parejas jóvenes quienes estuvieron
participando de su primera experiencia en el ministerio. Por un sinnúmero de
razones, uno de los miembros de la pareja no estaba totalmente de acuerdo
acerca de su participación en el ministerio. Esto creó una situación en donde
había falta de unidad. La tendencia era que el cónyuge que no estaba “tan
comprometido” se sintiera abandonado y rechazado lo cual resultaba en muchas
ocasiones en que él saboteara el ministerio. Por otro lado, el cónyuge “totalmente
comprometido” tendía a sentir enojo y amargura hacia su pareja lo cual creaba
una brecha más grande entre ellos. En un sinnúmero de situaciones que he
observado, estos asuntos no se habían resuelto y eventualmente terminaban en la
destrucción de la participación de las parejas en el ministerio o en la destrucción
del matrimonio.
Sé de otro joven líder que relacionó su experiencia concerniente a su base
social. En la situación, el cónyuge operaba sobre un entendimiento bastante
inocente acerca de las necesidades de la base social. Él suponía que sí él seguía a
Dios con todo lo que tenía, Dios se encargaría de todo. El no reconocía la
importancia de fortalecer su base social o no sabía cómo manejar los problemas

26
J. Robert Clinton, “Social Base Processing” (Procesamiento de Base Social) (Altadena, CA:
Barnabas Publishing, 1993), 7.
90

cuando comenzaron a surgir. En lugar de obtener ayuda de una fuente externa, él


buscó a Dios y se entregó de todo corazón al ministerio. Los problemas
continuaron y eventualmente su esposa se sintió abandonada. Su esposa
comenzó a ver al ministerio como su amante. ¿Cómo podía ella competir con Dios
para obtener su atención? Esta pareja lentamente se fue separando y
eventualmente terminó en un doloroso divorcio.
Mientras que esta historia es exclusivamente de ellos, me he encontrado
con muchos líderes jóvenes que están surgiendo, quienes al tratar con problemas
de tipo social tratan con estos de la misma manera que el joven en esa historia.
Ellos buscan a Dios con todo lo que tienen pero ignoran los problemas que surgen
o más comúnmente, simplemente no saben cómo tratar con ellos. Ellos esperan
que porque están buscando las cosas de Dios, El de alguna manera va a tratar con
sus problemas.
También he observado a muchos solteros que son desafiados por su base
social. La soledad es un poderoso enemigo que toda persona soltera en el
ministerio debe enfrentar y con el cual debe tratar. Además, toda persona soltera
necesita desarrollar un sentido de responsabilidad para dar cuentas en la manera
en que él maneja sus finanzas, la forma en que utiliza su tiempo, y como él trata
con asuntos de la soltería. He visto muchas situaciones en las que un líder es
distraído y sacado del ministerio por los problemas basados en el área social
relacionados con la soltería.
Un líder, sea soltero o casado, hombre o mujer necesitarán que ciertas
necesidades sean satisfechas por su base social. El simple hecho de tener
conocimiento de los tipos de necesidades y desafíos que son representados en
esta área nos da un buen comienzo como un líder que recién empieza. Nuestra
meta en esta sección es simplemente señalar los asuntos varios. Determinar cómo
va usted a trabajar para resolver estos problemas depende de usted. 27
Es importante reconocer que podemos hacer algo para fortalecer nuestra
base social. El ser proactivos y trabajar para desarrollar una fuerte base social
sobre la cual operar es uno de los primeros desafíos que cada líder enfrenta en el
ministerio.
En las diversas etapas de nuestra vida, diferentes áreas de necesidad se
intensifican y necesitan ser satisfechas. Hay cuatro áreas básicas de necesidad:
apoyo emocional, apoyo económico, apoyo estratégico, y apoyo social según se
relaciona a las necesidades físicas básicas.

27
Le sugerimos que obtenga una copia de la tesis “Social Base Processing” (El Proceso de la Base
Social) en Barnabas Publishers. Usted puede escribirles a 2175 N. Holliston Ave. Altadena, CA
91001. Esta tesis cubre los asuntos en detalle y además sugiere formas para fortalecer su base
social.
91

Apoyo emocional
El apoyo emocional incluye tales cosas como
tener compañía, alguien que te escuche, alguien
que empatice contigo y te entienda, alguien que
pueda recrearse contigo y relajarse y alguien que
te pueda dar seguridad.

¿Cómo están siendo satisfechas estas necesidades? Si no están siendo


satisfechas, ¿qué puede hacer al respecto? Es importante pensar en preguntas
como estas. Para los obreros solteros en el ministerio, esta área de apoyo
emocional es de especial importancia. Para parejas de recién casados, toma
tiempo y energías aprender a proveer apoyo emocional el uno hacia el otro.

Apoyo económico
Todo líder opera sobre una base económica que
cubra sus gastos de vida, costos médicos, costos
educacionales y cualquier otra necesidad física
básica como comida, ropa, transporte, salidas de
recreación, etc.

Las finanzas pueden ser una de las áreas de mayor ansiedad, frustración y
tensión para alguien que está entrando en el ministerio. Sea la persona soltera o
casada, él debe operar sobre una base económica. Para parejas casadas, es cada
vez más común que ambos cónyuges trabajen. Esta realidad causa todo tipo de
situaciones que surgen concernientes a la división de las labores en casa. ¿Cómo
están siendo tomadas estas decisiones financieras? ¿Qué clase de normas
económicas y responsabilidad se han establecido? Preguntas como éstas, así
como otras son importantes.

Apoyo estratégico
El apoyo estratégico implica un nivel profundo al
compartir. Implica compartir nuestra perspectiva
acerca de nuestro ministerio, ideas de carrera,
filosofía, problemas que enfrentamos, nuestro
desarrollo personal. Implica compartir nuestros
sueños, visiones y esperanza acerca de la vida y el
ministerio. Esta perspectiva nos ayuda a dar
significado a la vida y nos asegura que lo que
hacemos es importante. Las principales
decisiones en nuestra vida son influenciadas en
este campo.
92

¿Quién le provee este nivel para compartir y de apoyo? Conozco en el


ministerio a muchas parejas casadas cuya respuesta sería que ellos se proveen
este tipo de apoyo entre sí. Sin embargo para algunas parejas, no es seguro
discutir los asuntos centrales que comprenden dar el significado y propósito de
nuestra vida. Esto es especialmente cierto cuando se trata de compartir nuestros
sueños y visiones acerca del ministerio y del futuro.
En nuestra vida, cada uno de nosotros pasará por varias etapas de
desarrollo. Entre las etapas, durante los tiempos de transición, hacemos
preguntas profundas y evaluamos nuestras vidas. Durante este tiempo, la
búsqueda de significado y propósito junto con la necesidad de seguridad son
importantes. Los principales medios para obtener este tipo de apoyo son las
relaciones de mentor, tema que cubriremos en un siguiente capítulo.

Apoyo social
El apoyo social es concerniente a las necesidades
básicas de la vida. Cómo comemos; dónde
dormimos; cómo lavamos nuestras ropas; cómo
satisfacemos nuestros impulsos físicos son todos
asuntos relacionados con la vida básica.

Cubrir las cosas básicas de la vida toma tiempo y energía. Estas


necesidades deben ser satisfechas sea el líder soltero o casado. El/ella debe
solucionar estos detalles. Dentro de esta área de necesidad está el tratar con
nuestros impulsos sexuales. Seamos casados o solteros, debemos tratar con
nuestras necesidades sexuales. Conozco a muchas parejas casadas quienes tienen
una tremenda presión y tensión en su relación sexual. Ser casado no resuelve
necesariamente estos problemas. Ser soltero y enfrentar sus impulsos sexuales es
complicado. En muchos círculos cristianos no se habla abiertamente del deseo
sexual y sus necesidades y se deja que la gente solucione las cosas por sí solos.
El propósito de este capítulo no es tratar con este asunto excepto para señalar que
es un factor importante para establecer una base social saludable.
Durante los primeros diez años de ministerio, un sabio líder trabajará para
fortalecer su base social en cada una de las cuatro áreas a fin de evitar muchas de
las caídas y problemas que surjan cuando un líder tiene una base social débil. Hay
muchos seminarios, materiales y consejeros disponibles para ayudar a entender
las necesidades específicas que usted enfrente. El primer paso es simplemente
reconocer que necesitamos dar los pasos para trabajar y fortalecer nuestra base
social.

Discernimiento sobre la autoridad

Comúnmente se ha definido la autoridad como el derecho de ejercer


influencia sobre otros. En el contexto del liderazgo, la autoridad es el derecho de
ejercer influencia de liderazgo sobre los seguidores. Este derecho es reconocido
93

tanto por el líder como por el seguidor. En el contexto cristiano, la autoridad del
liderazgo se preocupa por influenciar en las áreas de moral, guía para el grupo y
de proveer claridad en lo concerniente a Dios y a Sus propósitos.
Las lecciones concernientes a autoridad y sus usos son generalmente
difíciles de aprender para los líderes que recién están entrando al ministerio. Estas
lecciones usualmente son prioridades en la agenda de entrenamiento de Dios para
los líderes en formación. Permítame contarle brevemente algo de mi propia
historia en cuanto a las lecciones concernientes a autoridad.
Nunca olvidaré mi primera semana de ministerio pastoral. Había sido
elegido para tomar el liderazgo en una situación de plantación de iglesia que
estaba luchando. El líder que estuvo ahí antes de mí se frustró con la situación y
los problemas y encontró otra posición sin decírnoslo a ninguno de nosotros que
estábamos involucrados en la plantación de iglesia. Dentro de la semana de
habernos notificado que se iba, se fue. Yo quedé a cargo. Era la persona
delegada para dirigir el grupo.
Dos días después de haber sido designado como líder, recibí una llamada de
parte del líder de alabanza del grupo. Él quería reunirse y hablar sobre un
asunto. Cuando nos reunimos, él comenzó la conversación con… “Dios me ha
dicho que yo debo ser el pastor de esta iglesia y no tú.” En mi mente, yo pensé “
Bienvenido al ministerio, Richard.” Tomó dos semanas de reuniones dolorosas y
agonizantes para resolver el desafío inicial de mi autoridad como líder. Yo estaba
dispuesto a darle a este sujeto el liderazgo del grupo si eso era lo que Dios quería.
Al final, Dios dejó muy en claro quién se suponía debía ser el líder. Él usó una
variedad de medios para demostrar que de hecho yo era el que Dios había elegido
para ser líder del grupo. El líder de alabanza reconoció que él no iba a ganar en
su intento de tomar control del grupo. Él trató de causar tanto daño como pudo
antes de irse. Aprendí mucho acerca de la autoridad en esas dos primeras
semanas de ministerio. A partir de entonces hasta el presente, he estado
aprendiendo lecciones de autoridad.
Vivimos en un país y una sociedad que acepta y honra el desafío a la
autoridad. Uno de los legados dejados por la generación de los ‘60’ es rebelión en
contra de la autoridad o cuestionar la autoridad. Los líderes que surgen hoy en
día tienen una falta de confianza básica hacia los líderes que ejercen autoridad.
En cierto modo, no culpo a nadie por tener una desconfianza básica hacia los
líderes. En los últimos 25 años, muchos líderes han abusado la autoridad y se han
desacreditado a sí mismos y al liderazgo en sí. Los líderes y el liderazgo en
nuestra cultura en estos días y tiempos, han hecho poco para garantizar respeto.
En un nivel más personal, la gente con autoridad o gente en posiciones de
liderazgo han herido y lastimado a la gente a quien ellos estaban influenciando.
Esto es especialmente cierto en muchos sistemas familiares desechos y heridos.
Una desconfianza básica de las figuras en autoridad comienza en el hogar de niños
que tratan con un padre que abusa de la autoridad que viene con el papel de
paternidad. Honestamente, no hay muy buenos modelos a nuestro alrededor. Es
difícil encontrar a un líder que ejerza autoridad en una forma honesta y
94

responsable. Debido a asuntos como estos, Dios necesita enseñar a los líderes en
formación a operar en autoridad de manera Divina.
Hay un sinnúmero de diferentes tipos de lecciones concernientes a la
autoridad que Dios inicia a través de una variedad de circunstancias, personas y
procesos. Las lecciones concernientes a sumisión a la autoridad son a menudo las
primeras que deben ser aprendidas. Una premisa básica en el desarrollo del
liderazgo es esta: Si va a operar en autoridad, necesita aprender primero a
someterte a la autoridad. Si tiene dificultades en someterse a la autoridad,
definitivamente tendrá problemas para ejercer autoridad en la forma en que Dios
lo haría. La sumisión se ha vuelto una palabra muy negativa y la sumisión a la
autoridad es vista como algo peligroso para muchos en nuestra cultura.
Dios ama la sumisión. Aprender a someterse nos enseñará mucho acerca
de Dios, de nosotros mismos y de otros. Dios arregla las circunstancias y
situaciones que le probarán mi voluntad de someternos a la autoridad. La
sumisión no es fácil de aprender para muchos de nosotros. En mi propia vida, he
descubierto que Dios me ha puesto en situaciones en las que he sido probado en
este terreno de manera interesante. Les contaré acerca de esta situación.
Me metí en una situación en donde el líder del grupo y yo discrepábamos
acerca de cómo levantar líderes en nuestro contexto ministerial. Yo pensaba que
estaba en lo correcto. Él sentía que él estaba en lo correcto. Era un asunto de
filosofía de ministerio. Fui al Señor en oración. Él me dijo que me sometiera y lo
viera a Él resolver la situación. Esto era difícil para mí porque yo sentía que
estaba en lo correcto. Me sometí a Dios y al líder. Esto significó permanecer
callado y apoyar al líder mientras él manejaba el ministerio según su filosofía.
Fue difícil para mí apoyar su filosofía pero lo hice. Tal como mi esposa me
recuerda constantemente, estar callado no es uno de mis puntos fuertes, pero lo
hice.
Dios sí que lo resolvió. Eventualmente, Dios llevó al líder a otro ministerio y
yo pude probar todas mis ideas acerca del desarrollo del liderazgo. Fuimos
capaces de mantener la relación y ahora yo sé que si yo hubiera presionado el
asunto, nuestra relación se hubiese puesto tirante y posiblemente se hubiera roto.
Lo interesante es que descubrí que había estado involucrado en muchas
situaciones donde yo era el líder en posición de autoridad y un líder joven
emergente me desafió en cierto asunto. Yo me reí en mi interior al reconocer la
mano de Dios moldeándome. A veces les pregunto, “¿Qué están aprendiendo
acerca de la sumisión?” La sumisión es difícil de aprender pero es necesaria si es
que vamos a aprender a actuar en el reino de Dios. Jesús sometió todo a Su
Padre. Necesitamos aprender a someter todo a Él. Dios establece las estructuras
de autoridad y coloca a las personas en lugares de autoridad. Puede que no sean
perfectos o “correctos” pero Dios mira nuestros corazones y observa. Recuerde, Si
vas a actuar en autoridad necesita primero aprender a someterse a la autoridad.
La sumisión a una autoridad se basa en la confianza. ¿Confía en Dios? ¿Cómo se
está sometiendo?
95

Una segunda área de lecciones se relaciona con las estructuras de


autoridad. Como líderes, actuamos en el contexto de estructuras de autoridad
establecidas todo el tiempo. Todo grupo tiene algún tipo de estructura de
autoridad establecida sea esta conocida explícitamente o no. En la situación en
que yo enfrenté un desafío a mi liderazgo durante las primeras dos semanas, fui
elegido por los líderes del movimiento de plantación de iglesia para ser el líder. Al
principio yo actuaba en la situación de plantación de iglesia con autoridad
delegada. En la medida que continué ministrando a la gente, desarrollé relaciones
y comencé a actuar en otros tipos de autoridad tales como autoridad competente
y autoridad espiritual. Como líderes necesitamos aprender a reconocer las
estructuras de autoridad de las cuales somos parte y aprender las mejores formas
(que honren a Dios) para ejercer influencia de liderazgo en estos contextos.
Una tercera área de lecciones se relaciona con aprender acerca de los
diferentes tipos de autoridad y formas de poder que los sustentan. 28 Hay un
sinnúmero de diferentes tipos de autoridad tales como autoridad coercitiva,
inductiva, legítima, competente, y personal. (La autoridad espiritual es un tipo de
autoridad personal.) Cada uno de estos tipos de autoridad requiere tener detrás
de ella alguna forma de poder. Una base de poder es la fuente de credibilidad o
recurso que el líder toma para ejercer su influencia. Hay un sinnúmero de clases
de poder que un líder podría usar. Por ejemplo, la fuerza, la manipulación o la
persuasión son todas distintas formas de poder. A fin de poder ser líderes
efectivos que operan en autoridad de una forma que agrada a Dios, se necesita
aprender lecciones acerca de la autoridad y poder y su uso. Toma mucho tiempo
y energía reconocer las dinámicas varias que toman lugar en cualquier situación de
liderazgo. No aprendemos estas lecciones inmediatamente. Necesitamos
reflexionar en los asuntos de autoridad y el uso del poder. ¿Estamos actuando de
tal manera que honre a Dios?
Una cuarta área de lecciones gira en torno a la autoridad y el conflicto. A
los inicios de mi ministerio, me sorprendió aprender que a Dios le encanta utilizar
el conflicto para formarnos como líderes. Muchas veces los asuntos están
relacionados con la sumisión, pero hay otras áreas también. Por ejemplo, ¿cómo
maneja usted una situación cuando una persona desafía su autoridad en alguna
circunstancia? En la situación que mencioné anteriormente aprendí una valiosa
lección. Mi tendencia normalmente cuando soy desafiado o atacado en situaciones
es tomarlo de manera personal. Luego yo ataco a la otra persona como mi primer
mecanismo de defensa. Mencioné que Dios resolvió la situación. Esto es lo que
sucedió. En esta situación, Dios me habló muy claramente, “¡No lo ataques!” Yo
debía permanecer callado y dejar que la situación siguiera su curso. Dios me guió
a simplemente sentarme y esperar. Dios resolvió este asunto de autoridad
trayendo luz a las motivaciones de este líder y a sus intentos de manipular la

28
Para ver una descripción detallada de las formas de poder y los diversos tipos de autoridad, vea
a Dennis Wrong, Power: Its Forms, Bases and Uses (El Poder: Sus Formas, Bases y Usos). (San
Francisco: Harper and Row Publishers, 1979).
96

situación para su provecho. Las otras personas en el grupo vieron claramente sus
motivaciones y lo que él estaba tratando de hacer. Ellos rechazaron sus intentos
de tomar el liderazgo de la iglesia. Yo no tuve que hacer ni decir nada en esta
situación.
Otro tipo de conflicto en donde la autoridad es un asunto clave es la guerra
espiritual. El reino de Dios está en guerra con el reino del enemigo. El conflicto
es inevitable. Hay mucho que aprender en este campo. Los líderes necesitan
aprender a reconocer las estrategias y planes del enemigo y necesitan aprender a
pelear con las armas que Dios nos da el poder para usar. Todo creyente necesita
entender y caminar en la autoridad que Dios le da a cada uno.
Hay muchas lecciones relacionadas con el conflicto que Dios inicia y por
medio del cual guía a una persona. Honestamente yo puedo decir que el conflicto
ha sido uno de los mejores y más consistentes maestros que he tenido. En medio
del conflicto, he aprendido mucho acerca de mí mismo, acerca de Dios y acerca de
cómo relacionarme con otras personas.
La última área de lecciones se relaciona con el ejercicio de autoridad de una
manera que agrade a Dios. Cuando un líder esta aprendiendo lecciones acerca de
la autoridad, la meta es que la persona pueda aprender a operar en autoridad de
una manera agradable ante Dios. Los líderes efectivos buscan actuar en autoridad
espiritual como la base principal de poder. Otras formas de autoridad y poder
pueden ser legítimas, pero un líder maduro y efectivo actúa primordialmente en
autoridad espiritual. Los seguidores aceptan y responden a la influencia del
liderazgo del líder que actúa con autoridad espiritual porque ellos perciben que el
líder camina muy cerca de Dios.
La autoridad espiritual es otorgada al líder por los seguidores. En otras
palabras, los seguidores reconocen la presencia de Dios en la vida del líder y se
someten a sí mismos a su liderazgo. La autoridad espiritual se gana como
resultado del tiempo que el líder pasa con Dios, de las profundas experiencias que
tiene con Dios y de la demostración del poder y de la presencia de Dios en su vida.
Son las experiencias profundas con Dios las que forman la base de la autoridad
espiritual. Durante los primeros diez años de ministerio Dios formará al líder
llevándolo a través de estas profundas experiencias a fin de impactarlo
profundamente. Este proceso da como resultado la capacidad de poder actuar en
autoridad espiritual.
Usted puede deducir por la naturaleza de mis comentarios que creo que el
discernimiento de la autoridad es un asunto crucial que todo líder enfrenta en los
primeros años de su desarrollo. Creo que esta área de aprendizaje es aún más
crucial para los líderes de la próxima generación que están surgiendo. Los líderes
que ahora están en su adolescencia y en sus veinte tienen muy pocos modelos de
líderes conforme a Dios que actúen en autoridad de una forma agradable ante
Dios. Los líderes que están surgiendo en esta generación tendrán un tiempo
especialmente difícil para aprender acerca de la autoridad debido a la falta de
buenos modelos. Pero Dios es un gran maestro. Él guiará a estos líderes a
situaciones en las que puedan aprender la importancia de la sumisión y el valor de
97

las estructuras de autoridad. Dios les enseñará la importancia de las diversas


formas de autoridad y poder y la gran utilidad del conflicto para enseñarnos
lecciones invalorables. Lo más importante de todo es que Dios les enseñará cómo
actuar en autoridad de una manera que honre a Dios. Ellos pueden convertirse en
líderes que reflejen el amor y la misericordia de Dios al ejercer la influencia que
Dios les ha dado.

Discernimiento en las relaciones

La influencia del liderazgo sucede en el contexto de la gente. El ministerio


no es otra cosa que relaciones con la gente. Si usted no aprendes a desarrollar
relaciones sólidas con la gente a la que está intentando dirigir, la influencia de su
liderazgo será limitada en gran manera. Las relaciones proveen a los líderes el
contexto para actuar en ellas.
Nunca olvidaré aquellos primeros años de ministerio. Yo estuve
bombardeado con asuntos relacionales. Yo me sorprendí al descubrir que invertía
la mayor parte de mi tiempo resolviendo problemas que surgían de relaciones
interpersonales. Las comunicaciones mal interpretadas hieren los sentimientos, y
los malentendidos eran comunes. Yo tuve que aprender a relacionarme bien con
las personas…con toda clase de personas. Tuve que aprender a relacionarme con
gente que estaba de acuerdo conmigo en algunos asuntos así como con gente que
no estaba de acuerdo conmigo; gente con la que me gustaba estar así como con
gente con la que no me gustaba estar. Tuve que aprender a amar a la gente; a
motivar a la gente; a inspirar a la gente; a escuchar a la gente; a ayudar a la
gente. El ministerio no es otra cosa que relacionarse con la gente. Recuerdo
haber pensado que mi entrenamiento de seminario realmente no me preparó muy
bien para estos aspectos del ministerio.
Nosotros, como líderes, nunca terminamos de aprender lecciones
concernientes a la relación con la gente. Sin embargo, durante los primeros años
de ministerio esta área de desarrollo es particularmente importante y representará
un tremendo desafío. Dios nos moldea intencionalmente y nos enseña lecciones
en esta área poniéndonos en situaciones donde somos forzados a aprender cómo
relacionarnos con la gente así como también a aprender la importancia de las
relaciones.
Existen diferentes tipos de lecciones que necesitan ser aprendidas
concernientes a las relaciones. La primera área de lecciones es con relación a la
motivación fundamental detrás de nuestro ministerio. Hay dos cosas que el
apóstol Pablo pone en claro cuando escribe acerca de los dones espirituales y el
ministerio (I Corintios 12 y Romanos 12:1-8). Primero, el amor a Dios y el amor a
los demás debe ser la motivación fundamental para poner en práctica nuestros
dones. El amor debe ser la motivación principal detrás de nuestros esfuerzos en el
ministerio. Segundo, la unidad como se refleja en la relación es crucial para el
desarrollo de la iglesia. Nosotros debemos valorar la diversidad de cada uno de
98

los demás así como su singularidad. Nosotros debemos estar unidos en nuestra
adoración a Dios y en nuestra confraternidad los unos con los otros.
¿Qué motiva su participación en el ministerio? Ha habido un sinnúmero de
veces en las que Dios me ha desafiado en esta área a través de los años. Uno de
Sus medios favoritos para enseñarme acerca del amor y la relación es poniéndome
en una situación de ministerio donde yo tengo que amar a alguien a quien me es
difícil amar. Este tipo de situaciones siempre me desafía a examinar mis motivos
en el ministerio así como también me desafían a aprender lecciones concernientes
a las relaciones con la gente.
Una segunda área de lecciones gira en torno a aprender a ejercer un
liderazgo de influencia con la gente. Aprender a ejercer influencia de manera
personal con la gente toma tiempo y experiencia. Cada uno de nosotros tiene una
personalidad singular, experiencia de vida e historia, que forman patrones de
comportamiento y creencias acerca de las relaciones. Necesitamos aprender de
nosotros mismos y de otros a fin de que podamos ejercer un liderazgo de
influencia de manera saludable dando honor a Dios. Necesitamos aprender a
motivar a la gente de manera saludable. Necesitamos aprender a inspirar a la
gente y a desafiarlos a crecer. Necesitamos aprender a comunicar o a articular
visión y dirección con la gente.
Yo me críe en una iglesia cuyo ambiente era bastante conservador. Cuando
traigo a mi mente mis primeros recuerdos y memorias de la iglesia, reconozco
ahora que esa iglesia fue bastante legalista. En ese contexto, aprendí que la culpa
era un gran motivador. También, que la aceptación y la seguridad eran
concedidas basadas en el desempeño. La gracia de Dios era mencionada pero
cuando ésta se refería a Dios, la culpa o culpabilidad eran usadas para hacernos
responder en las “maneras apropiadas”. Cuando empecé a ministrar a otros y
tuve que ejercer influencia ¿imaginan qué empecé a hacer? ¡Exactamente! Usé la
culpa como un motivador. Descubrí que era fácil aceptar y darle seguridad a la
gente que hacía lo que yo quería que hiciera. Dios empezó a tratar conmigo al
inicio del desarrollo de mi ministerio. Él empezó quebrantándome y enseñándome
acerca de Su amor y aceptación. Para ser honesto, Dios está todavía
enseñándome cómo ejercer influencia en una forma divina. Él está enseñándome
a usar el amor como una influencia motivadora. Estoy aprendiendo lo que
significa aceptar a la gente tal cual Cristo los acepta. Mi reprogramación está
tomando algún tiempo pero continúo trabajando en estos asuntos.
Una tercera área de lecciones gira en torno a los conflictos en las relaciones
y cómo solucionar los problemas. Desarrollar relaciones saludables implica un
sinnúmero de factores complejos. Hay que desarrollar y ganar confianza. Se
necesita trabajar en las comunicaciones. Necesitamos aprender habilidades para
escuchar. Necesitamos aprender y poner en práctica las habilidades de
negociación y las actitudes con respecto al compromiso. Hay una gran cantidad
de material disponible sobre este tema, por lo tanto, no entraré en detalles. Dios
nos enseñará muchas lecciones de cómo resolver problemas y conflictos. Su meta
99

siempre será enseñarnos lo que significa amar. Es un gran desafío aprender a


amar a otros en medio de problemas y conflictos.

Resumen

Hay mucho más que se podría decir. Sin embargo, creo que hemos
compartido lo suficiente para ayudarle a darse cuenta de que estos tres desafíos
que cada líder enfrenta al inicio de su ministerio, son elementos cruciales para su
desarrollo. ¿Cómo está usted respondiendo en estas áreas?
Tome un minuto para pensar acerca de su situación con respecto a su
propia base social. Hágase las siguientes preguntas: ¿Cómo están siendo
satisfechas estas necesidades? ¿Estoy simplemente ignorando los problemas
potenciales o estoy realmente tratando con estos asuntos? ¿Qué necesidades
representan las áreas en las que yo soy más vulnerable? ¿Qué puedo hacer para
fortalecer mi base social? Preguntas como estas le harán comenzar a pensar en
estos asuntos.
Piense por un momento sobre el asunto de autoridad. Hágase las
siguientes preguntas: ¿Cuándo pienso en autoridad y en gente en autoridad mis
pensamientos tienden a ser negativos o positivos? ¿En qué maneras he aprendido
a actuar bajo autoridad o someterme a autoridad? ¿Qué hago en una situación
conflictiva cuando estoy en desacuerdo con la persona que está en autoridad
sobre mí? ¿Cómo trato a la gente bajo mi autoridad cuando ellos no están de
acuerdo conmigo? ¿Quiénes son los mejores líderes que yo he visto en términos
de actuar en autoridad con integridad? ¿Qué puedo yo aprender de su ejemplo?
Preguntas como éstas lo harán empezar a pensar acerca de estos asuntos.
Tome un momento para pensar sobre el tema de las relaciones. Hágase
las siguientes preguntas: ¿Cuáles son mis mayores problemas cuando tengo que
desarrollar una relación con otros? ¿Cómo manejo los conflictos con otros? ¿En
qué maneras he visto que relaciones saludables impacten la efectividad de un líder
para influenciar a la gente? ¿Cómo construyes puentes en las relaciones con
personas que son muy distintas a ti? Preguntas como estas lo harán empezar a
pensar acerca de estos asuntos.
En este capítulo he tratado de resaltar algunos temas. Le he expuesto tres
áreas de desarrollo que representan los primeros desafíos que todo líder enfrenta
en el ministerio. Las tres áreas de desarrollo son comunes para cada uno de
nosotros. Note que cada desafío incluye un elemento de la formación del carácter.
Las lecciones que aprendemos son únicas. Dios nos guía a través de situaciones
tras situaciones y persona tras persona a fin de moldearnos. Finalmente,
nosotros ministramos de acuerdo a lo que somos. Quienes somos es muy
importante para Dios. Él trabajará duro para moldearnos y formarnos a Su
imagen.
¿Recuerda el diálogo de oración que compartí al comienzo del capítulo?
Han pasado casi diez años desde que esto sucedió. A medida que escribía este
capítulo he recordado muchas situaciones y personas que Dios ha usado para
100

enseñarme lecciones valiosas acerca de Él mismo, acerca de mí y de otras


personas. Agradezco a Dios por darme la perspectiva hace muchos años. No
estoy seguro de estar ni siquiera un poco mejor preparado para el éxito según mis
ideas de éxito diez años atrás. Ahora definiría el éxito en el ministerio de una
forma totalmente diferente. Me pregunto cómo sería el diálogo de oración hoy en
día…Señor, hablemos de lo que Tú me has estado enseñando…

Evaluación y aplicación

1. Cuando piensa acerca del éxito en el ministerio, ¿qué clase de cosas viene a su
mente?

2. Tome sólo un minuto para pensar en su propia situación en lo que respecta a


su base social. Hágase la siguiente pregunta: ¿Cómo están siendo satisfechas
esas necesidades? ¿Estoy simplemente ignorando los problemas potenciales o
estoy realmente tratando con los asuntos? ¿Qué necesidades representan
aquellas áreas en las que soy más vulnerable? ¿Qué puedo hacer para
fortalecer mi base social?

3. Piense por un momento acerca del tema de autoridad. Hágase las siguientes
preguntas: Cuando pienso en autoridad y en gente en autoridad, ¿tienden mis
pensamientos a ser positivos o negativos? ¿De qué maneras he aprendido a
actuar bajo autoridad o someterme a la autoridad? ¿Qué hago en una
situación de conflicto en la que estoy en desacuerdo con la persona bajo cuya
autoridad estoy? ¿Cómo trato a las personas bajo mi autoridad cuando están
en desacuerdo conmigo? ¿Quiénes son los mejores líderes que he visto en
términos de que operan en autoridad con integridad? ¿Qué puedo aprender de
su ejemplo?

4. Tome un momento para pensar acerca del tema de las relaciones. Hágase las
siguientes preguntas: ¿Cuáles son mis mayores problemas en cuanto al
desarrollo de relaciones con otros? ¿Cómo manejo yo el conflicto con otros?
¿De qué maneras he visto relaciones saludables impactar la efectividad de un
líder para influenciar a la gente? ¿Cómo construye puentes en relaciones con
gente muy diferente a usted?

___________________________
101

CAPÍTULO 7:
CÓMO DESCUBRIR Y DESARROLLAR SUS DONES

Yo (Richard) recuerdo la primera vez que pensé seriamente acerca de mis


dones espirituales. Yo estaba en el proceso de unirme a una iglesia. En la clase
para nuevos miembros, cada persona había tomado la prueba de dones
espirituales. Nos dieron la prueba para que pudiésemos llevarla a casa. Debíamos
traerla de vuelta la próxima semana para calificarla en la clase.
Antes de tomar la prueba recuerdo haber pensado en qué dones
espirituales tendría yo. El líder de la clase nos había dado una orientación acerca
del tema de los dones espirituales y había compartido que todo creyente tenía un
don espiritual. Esta prueba estaba diseñada para ayudarnos a descubrir nuestro
don. Él continuó compartiendo que los resultados de la prueba serían entregados
a los líderes de los varios ministerios en la iglesia. Ellos nos contactarían para que
participáramos en sus ministerios basados en los dones que descubriéramos en la
prueba.
Lo interesante es que tomé la prueba junto con una buena amiga a quien
conocía bastante bien. Hablamos acerca de la prueba pero no comparamos las
respuestas. Luego de tomar la prueba, yo no estaba seguro de qué revelaría la
prueba. Una cosa estaba clara, la mayoría de las preguntas tenían que ver con la
participación en el ministerio en ciertas capacidades u otras. Hasta ese punto yo
no había estado muy involucrado en el ministerio (tenía 22 años de edad).
Recuerdo haber estado un poco ansioso acerca de los resultados de la prueba.
Llegó la siguiente semana y calificamos las pruebas, Los resultados de mi
prueba comprobaron mis temores y confirmaron lo que yo sospeché cuando
estaba tomando la prueba… yo no tenía dones espirituales. La maestra de la clase
no estaba segura de qué decir al mirar mis resultados, simplemente revisó la
prueba de mi amiga. Su resultado mostró que ella tenía 5 ó 6 dones espirituales
con unos 3 ó 4 que le seguían muy de cerca. Yo estaba sorprendido. Yo la
conocía. Ella había estado participando o involucrada en la vida de iglesia menos
que yo. ¿Cómo había ella obtenido tantos dones de parte de Dios cuando yo
había sido pasado por alto? En las siguientes semanas, mi teléfono nunca sonó.
Jamás ninguno de los líderes de mi iglesia me llamó. Por otro lado, durante por lo
menos un mes, mi amiga fue “reclutada” por casi cada líder de ministerio en la
iglesia.
Ahora, algunos de ustedes al leer esta historia quizás piensen que yo me la
inventé. No es así. Esta es una historia verdadera. Para muchas personas, este
tipo de experiencia resume su encuentro con los dones espirituales.
¿Cómo respondería usted a este tipo de experiencia? Bueno, muchas
personas simplemente se darían por vencidos en cuanto a los dones espirituales y
simplemente aceptarían que no son personas con dones. Muchas personas
suponen que Dios obviamente escoge dar dones sólo a los líderes en la iglesia y a
algunas personas especiales que les puedan ayudar. Los dones espirituales no son
dados a todos. Otros quizás supongan que la prueba no fue precisa. Otros
102

podrían preguntarse ¿por qué dos personas teniendo casi los mismos niveles de
participación en el ministerio podrían tener resultados tan diferentes en las
pruebas?
Para mí, esta experiencia me motivó a encontrar otras respuestas. Desde
que tomé la prueba, he explorado y aprendido lo más que he podido acerca de los
dones espirituales. He estado aprendiendo bastante. Por ejemplo, he descubierto
que la mayoría de las pruebas espirituales son basadas en la experiencia
ministerial. Si usted no tiene mucha experiencia, no va a obtener ningún resultado
muy alto. Además, los resultados de las pruebas no permiten la fuerza del ego.
La fuerza del ego determina cómo respondemos a las preguntas de la prueba. Las
personas con una alta fuerza de su ego tenderán a responder “si” a una pregunta
que se acerca a alguna experiencia que hayan tenido alguna vez. Una persona
con poca o baja fuerza en su ego tenderá a responder “no”. Esto explica la
diferencia en los resultados entre mi amiga y yo. Además, la persona que diseña
las pruebas de dones espirituales utiliza sus propias definiciones y entendimiento
de cómo funciona cada don para escribir las preguntas. He descubierto que hay
una amplia variedad de posiciones sobre cuántos dones espirituales hay, cómo son
definidos aquellos dones espirituales, qué dones espirituales están disponibles para
nosotros hoy en día, y cómo reconocer un don espiritual en acción.
En este capítulo, no voy a enseñar acerca de los dones espirituales. Hay
otros recursos que usted puede conseguir para esto. 29 En su lugar, yo quiero
desafiarle a comprometerse a sí mismo como líder a desarrollar sus propios dones
y a través de su liderazgo crear un ambiente en donde los otros pueden
desarrollar sus dones.
He escogido comenzar este capítulo con esta pequeña historia a fin de
señalar la manera en que los dones espirituales son presentados a muchas
personas. ¿Cómo le presentaron ese tópico a usted? A menudo, hay mucha
confusión en lo que se relaciona con los dones espirituales y cómo operan. El líder
en formación promedio, tiene que tratar con este asunto tanto al nivel personal
como en su ambiente ministerial. Al mismo tiempo, nuestra investigación del
liderazgo señala que el asunto del desarrollo de los dones es una de las más altas
prioridades durante los primeros diez años de ministerio. Durante los primeros
diez años de ministerio, el líder toma conciencia de sus propios dones y de la
necesidad de desarrollarlos a fin de ser un líder efectivo. En este capítulo quiero
atraer su atención al proceso de descubrimiento y al desarrollo intencional.
Hay varios asuntos claves que necesitan ser tratados a fin de que yo pueda
desafiarlo a desarrollar intencionalmente sus dones. Primero, trataré el asunto de
la responsabilidad para dar cuentas y de la mayordomía lo cual provee el

29
Mi padre y yo acabamos de escribir juntos un manual de auto estudio sobre los dones que cubre
lo que hemos aprendido acerca de los dones espirituales y de desarrollo de liderazgo. Se llama
Developing Leadership Giftedness (Desarrollo de la Dotación en el Liderazgo) y está disponible a
través de la casa editora Barnabas Publishers, 2175 N. Holliston Ave. Altadena, CA 91001.
103

fundamento de mi énfasis en el desarrollo. Segundo, me centraré en el proceso


de descubrimiento en sí. Tercero, tocaré el tema del desarrollo intencional.

El tema de la mayordomía y la responsabilidad de rendir cuentas

Usted puede haber notado que hasta este punto, he vacilado entre el uso
de la palabra “dones” y “dones espirituales”, debido a una buena razón. Tiene que
ver con dos asuntos claves: mayordomía y responsabilidad para rendir cuentas.
La Biblia deja muy en claro que después que muramos, enfrentaremos el
juicio delante de Dios en el cielo. Lea los siguientes textos y permita que se
adentren en usted.

“Porque es necesario que todos nosotros


comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada
uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en
el cuerpo, sea bueno o sea malo.” 2 Corintios 5:10

“Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a


vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que
viven. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú
también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque
todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí
se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta
de sí. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los
otros.” Romanos 14:9-13a

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio.” Hebreos 9:27

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por


vuestras almas, como quienes han de dar cuenta’; para que lo
hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso.” Hebreos 13:17

La responsabilidad de rendir cuentas es algo que asusta a las personas en


estos días. Esto implica responsabilidad. Muchas personas no quieren ser
responsables por sus acciones. Nosotros en esta cultura occidental somos
bastante buenos para encontrar formas creativas de evadir la responsabilidad. Sin
embargo, cuando todo ha sido hecho y dicho, seremos tenidos por responsables y
104

vamos a responder como individuos delante de Dios. Él nos pedirá cuentas por la
forma en la que hemos vivido en la tierra. ¿Cómo le hace sentir esto?
En mi caso, esto me hace sentir dos cosas… un poco de temor y una gran
sensación de alivio. Siento un poco de temor porque quiero dar buena cuenta de
mi vida. Es un temor saludable. Esto me motiva a vivir de una manera
responsable delante de Dios. También siento una gran sensación de alivio. Al
final, la justicia de Dios y su misericordia prevalecerán. Cada persona será
juzgada. Nadie se va a “escapar” con nada. Esto crea una sensación de alivio.
Esto me permite tratar con la aparente injusticia y frustración de vivir en un
mundo caído y quebrantado.
¿Cómo se relaciona esto con los dones? Una de las cosas por las que
vamos a dar cuentas es cómo manejamos los recursos que Dios ha dado a cada
uno de nosotros. Nuestros dones personales son uno de los recursos claves que
Dios nos ha confiado. Debemos mirar las enseñanzas de Jesús en lo relacionado
con la mayordomía para ver este aspecto más claramente.
La Biblia frecuentemente utiliza ilustraciones humanas de un contexto local
para ayudar a explicar la verdad. Ser un mayordomo, fue una posición que la
gente de los tiempos bíblicos entendió. Lo encontramos en el Antiguo y Nuevo
Testamento. Eliezer es el mayordomo de Abraham. En Génesis 15:2 aprendemos
que Eliezer heredaría todas las posesiones de Abraham porque Abraham no tenía
hijo varón. La posición de un mayordomo acarreaba mucha responsabilidad.
Años más tarde, Eliezer es enviado a seleccionar una novia para Isaac. (Génesis
24) Es probable que José era el mayordomo de Potifar. Parece que el
mayordomo de una casa tenía la responsabilidad de cuidar de todos los negocios
de su maestro incluyendo el cuidado de sus hijos y de las propiedades del
maestro.
En el Nuevo Testamento el papel de un mayordomo era todavía una
posición común. En sus parábolas, Jesús a menudo utiliza la imagen de un
mayordomo para comunicar alguna verdad importante. Jesús enseñó a menudo
por medio de parábolas. Cerca del cincuenta por ciento de Sus enseñanzas llegan
a nosotros en forma de parábolas. Una parábola es una narración de la vida real
que nos enseña una verdad central utilizando una o más comparaciones.
Vamos a ver dos parábolas que tienen que ver con la responsabilidad de
rendir cuentas y la mayordomía porque estas forman las bases bíblicas para mi
planteamiento sobre el desarrollo de los dones. En Mateo 25:14-30, tenemos el
recuento de la parábola de los talentos. En Lucas 19:12-27, Lucas narra la
parábola de las libras o de las 10 minas. A primera vista parecen ser la misma
parábola pero no lo son. Aunque hay ciertas similitudes, hay distinciones claves
que le dan a cada parábola un énfasis ligeramente diferente. La mayoría de
nosotros estamos ya familiarizados con estas dos parábolas, pero sentimos que
merecen un análisis más cercano porque juntas proveen una figura clara de la
responsabilidad de dar cuentas.
Recuerde que una parábola es una historia de la vida real que enseña una
verdad central utilizando una o más comparaciones. Nosotros estamos en la
105

búsqueda de la verdad central. Toda la parábola es presentada para ilustrar esa


verdad central de una manera impactante. Para interpretar una parábola uno
debe observar detenidamente los elementos observables; : escenario, historia,
secuencia. Habiendo hecho esto, uno puede identificar las comparaciones entre
los elementos de la historia y el escenario de la vida real. En una parábola no
todos los puntos de la historia son comparaciones. Una vez que hemos
identificado la verdad central, podemos entonces explorar sus implicaciones para
aplicarlas a otros escenarios en la vida así como al contexto bíblico en el cual
ocurrieron.

La parábola de los talentos: Mateo 25:14-30

Escenario: Esta parábola ocurre en una serie de parábolas interconectadas que


explican cuales eran las expectativas de Jesús para Sus seguidores en
el tiempo interino entre Su resurrección y Su segunda venida. Esta
parábola es dada para motivar a los discípulos a ministrar durante el
tiempo previo a la segunda venida.

Historia: El Señor de la casa iba a salir en un largo viaje. Él dejó como


recursos diferentes cantidades a sus tres siervos. A uno le dejo cinco
talentos, a otro dos talentos y a otro un talento. Ellos debían manejar
sus propiedades hasta que él regresara de su viaje. Cuando él
regresó de su viaje él llamó a los siervos para arreglar cuentas con
ellos. El que tenía cinco talentos había ganado cinco más. Él fue
bendecido por su maestro. El que tenía dos talentos ganó dos más.
Él fue bendecido por su maestro. El tercer siervo regresó el talento a
su maestro. El no lo invirtió por temor a perderlo. Él fue reprendido
por su maestro y echado fuera.

Comparaciones:
amo de la casa = Cristo
dejar el hogar para irse de viaje = Jesús yendo al cielo
3 siervos = reino de seguidores
el siervo de 5 talentos = persona con muchos recursos
el siervo de 2 talentos = persona con menos recursos
siervo con 1 talento = persona con relativamente pocos recursos
otro país = el cielo o la eternidad
talentos = recursos totales: oportunidad, habilidades,
dones, influencia, poder, tiempo, etc. Es
decir, cualquier cosa que una persona tiene
y que puede ser utilizada para el Reino.
regreso = segunda venida
arreglo de cuentas = tiempo de juicio o un tiempo para rendir
cuentas
106

Verdad central:

Usted debe reconocer que a usted se le va a pedir cuentas y que va a ser


recompensado sobre las bases de su servicio de acuerdo a su fidelidad en cuanto
a sus propios dones, habilidades y oportunidades y que no se le va a pedir rendir
cuentas en comparación con otros.

U otra forma de verlo.

Ustedes sabios seguidores del reino deben reconocer su responsabilidad para dar
cuentas porque yo los recompensaré en mi segunda venida basado en el servicio
cumplido de acuerdo a la fidelidad en cuanto a sus dones, habilidades, y
oportunidades y, en iguales términos de recompensa por igualdad de fidelidad.

Cinco Implicaciones de esta parábola:


1) No compare los dones que usted posee con los de otros.
2) No envidie los dones que le han sido otorgados a alguien más.
3) Sea fiel a lo que Dios le ha dado; Dios nunca espera más de lo que nosotros
somos capaces de hacer.
4) La base primordial para las recompensas es su fidelidad. La productividad es
importante, pero secundaria. Si usted es fiel en sus esfuerzos, probablemente
será productivo.
5) Usted será responsable de dar cuentas por sus dones y por el desarrollo de su
máximo potencial.

La parábola de las 10 Minas: Lucas 19:1-27

Escenario: La historia de Zaqueo justamente antecede esta parábola. Esta


parábola es dada para corregir la idea de que el Reino de Dios iba a
manifestarse inmediatamente. Jesús estaba dando esta parábola
para animar a sus oidores a trabajar fuerte.

Historia: Había un hombre noble quien iba en un viaje para ser nombrado rey
y luego iba a regresar a casa. Antes de irse llamó a diez de sus
siervos y les dio a cada uno una moneda de oro. Él los instruyó para
que vieran lo que podrían ganar con ella. Cuando regresó, pidió
cuentas a sus sirvientes. Tres de los siervos se reportaron ante rey.
Uno había ganado diez monedas más, otro había ganado cinco
monedas de oro más y uno entregó la única moneda de oro que le
había sido dada. Los primeros dos siervos fueron bendecidos y se
les dio recompensas sobre ciudades equivalentes a la cantidad que
habían ganado. Al tercer siervo le fue quitada la moneda y
entregada al primer siervo. Él fue reprendido.
107

Comparaciones:

Hombre noble = Jesús


Conciudadanos que le aborrecían = Los judíos que estaban rechazando a
Cristo
Siervos = Seguidores del Reino
Moneda de Oro = Oportunidades de servicio
Regreso del Rey = la segunda venida de Jesús
Saldar cuentas = juicio o rendir cuentas

Verdad Central:

Mi reino no va a venir enseguida. No se desanimen en su servicio porque yo


espero que tomen ventajas de las oportunidades para servir en el reino con celo.
Yo los recompensaré de acuerdo a sus fervientes esfuerzos y sus resultados.

Implicaciones de esta parábola:

1. Todos los creyentes tienen la misma oportunidad de probar su fervor.


2. Los resultados como respuesta a las oportunidades ministeriales son
importantes y serán evaluados.
3. Debemos usar lo que tenemos de la mejor manera posible.

Lecciones relacionadas con la responsabilidad de rendir cuentas y el


desarrollo
La parábola de los talentos enfatiza el concepto de la fidelidad. Debemos
ser fieles con lo que Dios nos ha dado. A cada uno de nosotros se nos ha dado
diferentes habilidades y dones y tenemos la responsabilidad de ser fieles a lo que
se nos ha dado. Si se nos ha dado más debemos producir más. Si se nos ha dado
menos produciremos menos.
La parábola de las monedas de oro enfatiza el concepto del fervor y de los
resultados. Jesús espera que nosotros tomemos ventaja de las oportunidades de
servicio, de nuestras habilidades y dones con una actitud ferviente. Es nuestra
responsabilidad producir resultados tangibles antes de Su venida.
Cuando estas parábolas son puestas lado a lado, hay una cierta tensión que
nosotros debemos enfrentar en referencia a la responsabilidad de rendir cuentas.
Por un lado, nosotros podemos estar tranquilos con el hecho de que sólo se nos
pedirá cuenta de lo que Dios nos ha dado. El no espera más de lo que nosotros
somos capaces de dar. Por otro lado, la otra parábola hace énfasis en el hecho de
que nosotros debemos seguir, aprender y crecer de tal forma que podamos tomar
ventaja de cada oportunidad. No debemos estar satisfechos. No estamos
estancados en nuestro crecimiento. Seremos responsables de mostrar resultados
tangibles en las situaciones ministeriales que Dios nos ha dado. Estas dos
108

parábolas señalan diferentes aspectos de nuestra responsabilidad de rendir


cuentas ante Dios. Necesitamos mantenerlas en balance la una con la otra.
En este punto, está empezando a comprender por qué quiero desafiarlo a
pensar acerca del desarrollo de sus talentos de una forma intencional. También
está claro por qué hablo acerca del desarrollo de los talentos antes que del
desarrollo los dones espirituales.
Debido a mi entendimiento de la responsabilidad de rendir cuentas y de la
mayordomía hablo acerca del desarrollo del conjunto de talentos de una persona
antes que únicamente de los dones espirituales. El conjunto de talentos de una
persona se conforma por sus habilidades naturales, destrezas adquiridas y dones
espirituales. Incluyo estos tres elementos porque creo que nosotros vamos a
responder por cada una de las cosas que Dios nos ha dado. Él nos había dotado a
cada uno de nosotros de ciertas habilidades naturales. Las habilidades naturales
se refieren a aquellas capacidades, destrezas, talentos o aptitudes que son innatas
en una persona y le permiten realizar cosas. Las destrezas adquiridas se refieren
a aquellas capacidades, destrezas, talentos o aptitudes que han sido aprendidas
por una persona a fin de que le permitan realizar algo. Frecuentemente, las
destrezas adquiridas realzan nuestras habilidades naturales. Dios, a través del
Espíritu Santo es el dador de los dones espirituales. Es la combinación de estos
tres elementos que hacen lo que somos en términos de talentos.
Antes de que podamos hablar acerca del desarrollo de nuestros talentos,
debemos hablar primeramente acerca del proceso que opera en la identificación
de nuestro conjunto de talentos. He observado un patrón común que muchos
líderes siguen a fin de descubrir su conjunto de talentos.

El proceso de descubrimiento

Las personas descubren primeramente e identifican su conjunto de talentos


reflejando y evaluando sus vidas y sus experiencias en el ministerio. Las
habilidades naturales y las destrezas adquiridas pueden ser descubiertas a través
de la reflexión y la auto-evaluación. Los dones espirituales son descubiertos en el
contexto del ministerio.
Bobby Clinton ha identificado lo que él llama el patrón de desarrollo de los
talentos.30 Hay nueve etapas de descubrimiento y desarrollo. Existen algunos
términos que necesitan ser definidos antes de que pueda entender las diferentes
etapas. La mezcla de dones es una frase que es usada para descubrir el conjunto
de dones espirituales que una persona usa repetidamente en el ministerio. El
grupo de dones se refiere a una mezcla de dones que tiene un don dominante que
es sustentado armoniosamente por otros dones y habilidades.

30
Clinton, Leadership Emergence Theory (Teoría de liderazgo emergente), 365.
109

El patrón de desarrollo de los dones


Etapa 1 Una persona empieza a obtener experiencia ministerial la cual lo
lleva al. . .
Etapa 2 descubrimiento de un don espiritual o habilidades naturales que lo
llevan al. . .
Etapa 3 uso creciente de ese don o habilidad natural que lo lleva a la. . .
Etapa 4 efectividad en el uso de ese don o habilidad que lo lleva a. . .
Etapa 5 más experiencias ministeriales o nuevos roles ministeriales. . .
Etapa 6 los cuales estimulan el descubrimiento futuro de dones con el fin de
satisfacer la nueva situación. . .
Etapa 7 la misma que con el tiempo resulta en la identificación de la mezcla
de dones la cual guía al. . .
Etapa 8 desarrollo de un grupo de dones los cuales guían a. . .
Etapa 9 la convergencia o madurez de la dotación divina.

Este patrón de desarrollo de hecho se refiere a todos los elementos del


conjunto de talentos. Las últimas etapas se refieren solamente a los dones
espirituales ya que la mayoría de las habilidades naturales y las destrezas
adquiridas son descubiertas u obtenidas en las primeras etapas del ministerio. A
medida que uno madura en los talentos o dones, el énfasis principalmente
comprende el desarrollo de dones espirituales o destrezas que resaltarán la
operación de los dones espirituales.
Yo diagramo este proceso de la siguiente manera:

8. Convergencia y experiencia profunda de ministerio

2. Descubrimiento de dones o
habilidades

7. Desarrollo de la mezcla 1. Experiencia


de dones ministerial

3. Uso creciente del don o


habilidad

6. Identificación de la mezcla
de dones o talentos 4. Efectividad en el uso del don o
habilidad

5. Descubrimiento de otros
dones o talentos
110

Mi propio proceso de descubrimiento

Permítame ilustrarle este proceso de descubrimiento con mi propia historia.


Después de tomar la prueba de los dones espirituales y descubrir que no tenía
dones, yo me quedé intrigado con el asunto de los dones espirituales. Hablé con
mi padre quien había escrito un libro sobre los dones espirituales. Él compartió
conmigo que las pruebas de dones estaban principalmente basadas en
experiencias ministeriales. La razón por la que yo no tuve ningún don que
resultara de la prueba se debía a que yo no tenía suficiente experiencia ministerial.
El realmente me animó a que me involucrara en el ministerio a cualquier nivel y
entonces yo empezaría a descubrir a través del proceso qué dones Dios me había
dado.
Seguí su consejo y empecé a involucrarme en el ministerio. Al inicio, mi
participación era simplemente tomar parte en actividades ministeriales tales como
clases de Escuela Dominical y grupos pequeños. También estuve asistiendo a
clases en el Seminario en aquel tiempo y me fue posible involucrarme en un
sinnúmero de situaciones ministeriales en el aula de clases. Fue a través de esas
primeras experiencias en el ministerio que empecé a descubrir mi conjunto de
talentos.
El primer don que recuerdo haber descubierto fue el don de palabra de
ciencia. Yo estaba en un ambiente ministerial donde la gente era desafiada a
pedirle a Dios que hablara a ellos y les enseñara a dar palabra de ciencia al
ministrar a otros. Las palabras de ciencia eran principalmente para situaciones
ministeriales donde yo estuve aprendiendo a orar por sanidad. Durante el curso
de un año, descubrí que estaba siendo constantemente usado por Dios en ese don
espiritual.
En el contexto de aprender a orar por la gente, descubrí que yo también
operaba en el don de la exhortación. Yo exhortaba principalmente a la gente en la
línea del ánimo pero no fue muy fuerte en cuanto a la admonestación o el
consuelo. Al mismo tiempo estaba siendo impulsado cada vez más a las
responsabilidades de liderazgo en los grupos que estaba atendiendo. Empecé a
actuar el papel de un pastor. Ya que operaba en el papel de un pastor asumí que
yo tenía el don del pastorado. Como pastor, tuve la responsabilidad de enseñar,
puesto que enseñaba asumí nuevamente que tenía el don de la enseñanza. Yo
participaba en una iglesia donde orábamos regularmente por los enfermos. Dios
me había usado en un sinnúmero de situaciones donde la gente fue sanada por
Dios. Yo habría puesto el don de sanidad como uno de mis dones también. Así es
como hubiera diagramado mis dones.
111

Mis dones espirituales después de 3-4 años de ministerio

palabra de ciencia

enseñanza pastorado

sanidades
exhortación

Unos pocos años más tarde, mi padre me presentó la idea de un grupo de


dones o talentos y empecé a ver el panorama completo. Yo tenía fuertes
habilidades naturales de liderazgo. Había sido siempre escogido para dirigir
actividades en la escuela y especialmente en los deportes. Ahora que estaba en
situaciones ministeriales, descubrí que frecuentemente se me pedía tomar el
liderazgo. Yo también reconocí que tenía fuertes habilidades naturales en
creatividad y pensamiento analítico. Tenía la clase de mente que podía ver el
panorama completo y desmenuzar las cosas en piezas pequeñas por medio del
análisis para descubrir cómo funcionaban. Habiendo hecho esto yo podía
encontrar formas creativas para unirlo todo nuevamente y comunicarlo a otros.
Si usted mirara mi diagrama de talentos luego de unos tres o cuatro años
en el ministerio, yo habría listado los siguientes dones: palabra de ciencia (don
principal), exhortación, enseñanza, pastorado, y sanidad. Yo hubiera enlistado mis
habilidades naturales como habilidades de liderazgo, habilidades de comunicación
(tanto escrita como verbal), y una mente creativa y analítica. No estoy seguro de
lo que hubiera hecho constar como mis destrezas adquiridas pero probablemente
hubieran sido en el área de comunicación y consejería.
Durante los últimos seis años aproximadamente, ha habido un crecimiento
y desarrollo significante en mis talentos. Mi entendimiento de mis habilidades
naturales básicamente ha permanecido igual, pero he descubierto dones
espirituales adicionales y he trabajado para adquirir destrezas que resalten mis
dones y habilidades.
En términos de dones espirituales, ha habido una sensación de claridad que
ha venido durante los últimos años. El primer punto de aclaración ha sido la
diferencia entre el don de la enseñanza y el don de la exhortación. Al reflexionar
en estos dones, me doy cuenta que soy primordialmente un exhortador. La
enseñanza es un medio de exhortación. Particularmente no tengo el don para ser
112

maestro, pero tengo el don para ser un exhortador. Por esta razón no anoto la
enseñanza como un don espiritual. Yo vería la enseñanza como una destreza
adquirida la cual es parte del aprendizaje para la comunicación efectiva. También,
descubrí que el don de sanidad estaba principalmente adherido a mi papel de
pastorado y al ambiente en el que yo estaba en ese momento. Ya no veo más la
sanidad como un don, sino más bien la veo como un papel cristiano en el cual
participo. Han habido tres dones que han surgido durante los últimos años:
discernimiento de espíritus, profecía, y palabra de sabiduría. Cada uno de estos
dones se encuentra en diferentes estados de desarrollo y fueron descubiertos
como resultado del uso repetido en situaciones ministeriales. En este momento,
yo veo mis dones espirituales de la siguiente manera:

Mis dones espirituales como los veo ahora:

palabra
de sabiduría

exhortación

pastorado

discernimiento

profecía

He trabajado realmente duro durante los últimos años para adquirir


destrezas que resaltarían la operación de mis dones o talentos. Por ejemplo, he
estudiado fuertemente en el área del liderazgo a fin de resaltar mis habilidades
naturales de liderazgo. Estos estudios me han permitido también ser más
efectivo tanto en el don de palabra de ciencia como en el don de palabra de
sabiduría en la medida en la que interactúo con líderes. También he ganado
estrezas analíticas aprendiendo varios métodos de investigación y aprendiendo
varios sistemas o estructuras de ideas que me permiten ver el panorama completo
en situaciones. También he hecho bastante trabajo en el área de las destrezas de
la comunicación. He entrado en algunas relaciones mentor - pupilo en las cuales
he aprendido mucho acerca de la comunicación efectiva. No he escrito esta
historia para exaltarme a mí mismo o jactarme de mí mismo. No quiero que
113

tengan esa impresión. Antes bien tengo varios puntos principales que quiero que
usted comprenda al leer mi propio proceso de descubrimiento.
Primero, los talentos son descubiertos a través de un período de tiempo.
Ustedes pueden ver por mi propia historia que hay un movimiento y
descubrimiento en el área de los talentos y de los dones. Frecuentemente, la
gente toma una prueba de dones espirituales y se etiquetan ellos mismos basados
en los resultados y fallan en reconocer que existe un elemento de descubrimiento
y de crecimiento.
Segundo, es posible crecer y desarrollar sus talentos. Ustedes pueden ver
por mi propio ejemplo que he trabajado intencionalmente para adquirir destrezas y
aprender más acerca de mí mismo a fin de ser más efectivo en accionar mis dones
en el ministerio. He estudiado también los dones espirituales como tales y he
aprendido todo lo que podría aprender acerca de su operación. Este es un
proyecto continuo de aprendizaje para mí. Cada año yo diseño algunas metas de
aprendizaje y proyectos de crecimiento que me permiten explorar y aprender en
ciertas áreas. El año pasado trabajé en el aprendizaje del don de profecía. (Este
año estoy trabajando en el asunto de desarrollar la fe.)
Tercero, su conjunto de talentos o dones cambiará a través del tiempo a
medida que entra o sale de roles ministeriales. Existen ciertos dones que una
persona opera no importando en qué papel ministerial esté. Sin embargo, en
algunas situaciones, ciertos dones espirituales parecerán “ir y venir” dependiendo
de los diferentes roles que tenemos en el ministerio. En nuestros estudios de
liderazgo hemos observado este fenómeno vez tras vez. Bobby Clinton lo llama el
“patrón del papel capacitador”. 31 Parece ser que Dios entrega ciertos dones a
personas que los necesitan a fin de satisfacer las necesidades de la situación.
Mientras la persona está operando en ese papel, él opera en el don. Cuando ella
sale de ese papel, no opera más en ese don.

El tema del desarrollo

El empuje principal de este capítulo concerniente a los dones está en el


desarrollo. El desarrollo y crecimiento de nuestro conjunto de dones o talentos
son vitales para la efectividad de nuestro liderazgo. Nosotros ministramos a otros
por lo que somos o quiénes somos. Mientras más entendemos quiénes somos,
podemos operar más efectivamente en nuestro servicio a Dios. El asunto de la
mayordomía y de la responsabilidad de rendir cuentas agrega un significado
especial al asunto del desarrollo. Nosotros vamos a dar cuentas de todo lo que
Dios nos ha dado y de cómo lo hemos desarrollado y usado.
El desarrollo empieza con la identificación de nuestro conjunto de dones, lo
que según hemos compartido sucede durante un período de tiempo. A medida
que empezamos a descubrir nuestro conjunto de dones o talentos, podemos
31
Ibid, 362.
114

comenzar a desarrollarlos intencionalmente. ¿Qué es el desarrollo en términos de


dones o talentos?
Cuando hablo acerca del desarrollo en el contexto de los talentos o dones,
me refiero a avanzar hacia la madurez. Al hablar de madurez, me refiero a que
una persona está operando al máximo de su potencial en la medida en la cual se
relaciona con su conjunto de dones o talentos. El potencial máximo se mide de
diversas formas. Primero, una persona opera con madurez sus talentos o dones
de una forma que agrada a Dios. El carácter de Dios se revela en todo lo que dice
y hace. Segundo, los elementos varios del conjunto de talentos están operando
con balance, armonía y en sinergia. El conjunto de talentos de cada persona es
único para él por lo cual la madurez en este sentido es diferente para cada
persona. Tercero, una persona que opera sus talentos con madurez producirá
fruto apropiado y realiza lo que Dios ha establecido para él. El proceso del
desarrollo comprende cualquier cosa que ayude a movilizarnos en cualquiera de
estas tres áreas. Creo que debemos ser proactivos y deliberados en esta
búsqueda.
La siguiente pregunta es: ¿Cómo puede una persona caminar en el trabajo
en su desarrollo? Cuando una persona mira su conjunto de talentos, la pregunta
es: ¿qué puede ser desarrollado? ¿Puede usted desarrollar una habilidad natural?
En nuestra opinión, no. Las habilidades naturales no son desarrollables. Dios
soberanamente nos habría dado habilidades naturales. Usted no puede sentarse
mañana y decir, “¡Creo que desarrollaré una habilidad natural!” O la tiene o no la
tiene. Sin embargo, es posible descubrir algunas habilidades naturales latentes y
cuando las descubra sentirá que las está desarrollando.
Por definición, todas las habilidades adquiridas son desarrolladas y
aprendidas. Algunas habilidades adquiridas realzan nuestras habilidades
naturales. Algunas habilidades adquiridas realzan nuestros dones espirituales.
Esta es una base importante en términos del desarrollo de nuestro conjunto de
dones.
¿Puede usted desarrollar un don espiritual? Muchos dirían … no. Nosotros
decimos…. Sí. Creemos que usted puede desarrollar (recuerde, al avanzar a la
madurez) en el área de dones espirituales. La experiencia es una gran maestra.
Esto es especialmente cierto en lo que se refiere a los dones espirituales y la
experiencia ministerial. Si una persona está orientada a aprender de su
experiencia, entonces él puede aprender mucho acerca del uso de los dones
espirituales en el ministerio. Más allá de la experiencia ministerial, hay mucho que
aprender por medio del estudio de los dones en sí. Hay un sinnúmero de libros
sobre los dones espirituales que nos ayudan a entender los dones espirituales y
cómo las personas los ven. Las Escrituras no son completamente claras acerca de
cuántos dones espirituales hay y cómo funcionan o aún qué son. En la medida en
que usted lea varios materiales sobre los dones espirituales, debe estar consciente
de que hay una vasta variedad de opiniones y creencias acerca de los dones
espirituales. Finalmente, definitivamente es posible adquirir habilidades que
realzarán el uso de los dones espirituales.
115

Resumen

Durante los primeros 10 años de ministerio, una tarea primordial del


liderazgo es descubrir y desarrollar su conjunto de talentos. La mayoría de los
líderes no se desarrollan intencionalmente. De hecho, la mayoría de los líderes
tampoco tienen la intención de descubrir su conjunto de talentos. A lo mucho, los
líderes podrían actuar recíprocamente con el asunto de los dones espirituales
como un ejercicio en la identificación mas nunca pensar acerca del desarrollo. He
compartido con usted algunas motivaciones bíblicas y filosóficas para que usted
desarrolle deliberada e intencionalmente su conjunto de talentos.
No he intentado enseñar acerca del tema de los talentos, más bien me he
centrado en motivarle y en hacerle notar algunos de los asuntos claves
relacionados con éstos. Yo le animaría mucho a hacer un seguimiento en este
asunto obteniendo el manual de talentos mencionado en las notas a los inicios de
este capítulo. Este manual proveerá todo lo que necesita para empezar a
identificar su conjunto de talentos así como también proveerá algunos puntos de
vista de mucha ayuda acerca del desarrollo.

Evaluación y aplicación

1. ¿Cómo responde usted al asunto de mayordomía y rendir cuentas? Observe


las dos parábolas mencionadas sobre este asunto. ¿Cómo responde usted a
las enseñanzas de Jesús? ¿Cómo lo impactan las implicaciones de estos
textos? Comparta sus pensamientos con un buen amigo.

2. ¿Cómo fue su experiencia inicial con los dones espirituales? ¿Ha intentado
alguna vez identificar sus dones espirituales?
____________________
116
117

CAPÍTULO 8:
CÓMO RESPONDER A DIOS

Introducción

Hasta este punto hemos comentado acerca de dos variables importantes


relacionadas con el desarrollo del líder: el tiempo y la actividad de Dios para
moldearnos. Hemos escrito sobre la necesidad de considerar el desarrollo del
ministerio y del liderazgo a lo largo de toda la vida. El desarrollo del liderazgo es
un proceso que continúa durante toda nuestra vida. Hemos bosquejado seis fases
distintas del desarrollo. Cada fase nos da una perspectiva sobre el tipo de cosas
que Dios está haciendo y cómo nosotros estamos siendo formados por Él. Es
crucial entender el tiempo variable porque nos permite ver nuestra propia vida y
ministerio teniendo en mente el panorama completo.
Hemos también escrito acerca del proceso variable. El proceso comprende
la actividad de formación de Dios en nuestras vidas. Dios usa personas,
circunstancias y varios incidentes para formarnos, moldearnos, enseñarnos
lecciones valiosas acerca de El, nosotros mismos y los demás. Dios forma a cada
individuo de manera particular para que él o ella puedan cumplir con el destino
que Dios ha trazado para él o ella.
En este capítulo, Yo (Richard) voy a escribir acerca de la tercera variable
principal en el desarrollo del liderazgo. Durante nuestra vida, Dios inicia el
proceso o actividad de formación el cual está diseñado para prepararnos,
entrenarnos y lanzarnos a un servicio efectivo para Él. La tercera variable principal
en el desarrollo de liderazgo trata con la forma en que respondemos ante la
actividad de Dios para formarnos. La manera en que respondemos a la actividad
de Dios de formación durante nuestra vida hará la diferencia en el desarrollo de
nuestro liderazgo. En nuestros cursos de liderazgo en Fuller, llamamos a esto la
premisa de respuesta.

La premisa de respuesta
El tiempo de desarrollo de un líder depende de sus
respuestas o reacción al proceso. Reconocer
rápidamente y responder positivamente al proceso de
Dios acelera nuestro desarrollo. El reconocimiento
lento o una respuesta negativa demora el desarrollo.32

Una de las metas principales que Paul y yo tenemos al escribir este libro es
nuestra oración que Dios le dé a usted como líder en formación una mejor
perspectiva acerca de como Dios desarrolla líderes durante toda una vida. Hemos
escogido centrar nuestra atención en líderes que están recién empezando el

32
Clinton, Leadership Emergence Theory (Teoría del liderazgo emergente), 359.
118

proceso de desarrollo; es decir, líderes que están en sus primeros diez años de
ministerio.
La perspectiva tocante al plan de Dios para el desarrollo de líderes al cual
estamos haciendo alusión es lo que marca la diferencia en el área de la respuesta
a Él. La perspectiva le permitirá a una persona elegir bien. Una mejor perspectiva
le permitirá a una persona tomar mejores decisiones. La perspectiva da
discernimiento y guía para el entendimiento. He aquí la premisa básica de este
libro: Si tenemos perspectiva sobre el tipo de cosas que Dios hace para
desarrollar a sus líderes, podemos reconocer más rápidamente lo que Dios está
haciendo en una situación específica y responder positivamente hacia Él.
Permítame contarle una pequeña historia acerca de la perspectiva. El año
pasado mi padre y yo tuvimos el privilegio de enseñar este material sobre el
desarrollo del liderazgo a un grupo de pastores y líderes en la región del Oeste
Medio de los Estados Unidos. La mayoría de los líderes eran lo que llamamos
obreros cristianos en la mitad de su carrera ministerial que tenían cerca de 10 a 15
años de experiencia ministerial. Al compartir los conceptos relacionados con el
tiempo, proceso y respuesta, la mayoría de los líderes podían fácilmente reconocer
estas variables en sus propias vidas. Hablamos acerca de la perspectiva y el poder
de ésta.
Hubo un pastor que compartió con nosotros algunas de las dificultades del
proceso por el cual Dios lo había estado guiando en los últimos años. Al hablar
sobre la perspectiva y sobre como Dios usaba varios tipos de situaciones para
enseñarnos lecciones acerca de Sí mismo, nosotros y otros, él comenzó a ver la
mano de Dios interviniendo en su difícil situación. Él comenzó a reconocer algunas
lecciones que Dios le estaba desafiando a aprender.
Hablamos acerca de cómo Dios usa situaciones difíciles para moldearnos.
Hablamos acerca de la respuesta o reacción. En una situación de crisis (en la que
él estaba), hay dos respuestas básicas: puede buscar a Dios profundamente o
puede alejarse de Dios. Lo desafiamos a buscar profundamente a Dios. Él se
emocionó acerca de lo que estaba aprendiendo porque podía “ver” la mano de
Dios y estaba comenzando a expresar lo que estaba aprendiendo. Él no estaba
emocionado con las circunstancias bajo las cuales estaba aprendiendo pero
comenzó a reconocer la participación de Dios en la situación. Ese es el poder de la
perspectiva.
En este contexto mientras lo escuchábamos a él compartir lo que estaba
aprendiendo, comenté que parecía que él estaba en la “pista rápida” en cuanto a
aprender lecciones profundas acerca de Dios, él mismo y de otros se refiere. Lo
desafié a que aceptara las lecciones y las aprendiera bien porque sentía (en un
sentido profético) que había algo más. Sentí que él iba a enfrentar una situación
en la que él usaría lo que estaba aprendiendo.
No supe nada de este pastor durante 5 meses pero escuché un reporte
acerca de él. Dentro de un mes (no estoy seguro de exactamente cuando), Dios
llamó a su hija al hogar celestial. Ella había estado luchando contra una
enfermedad por mucho tiempo. En septiembre, él había compartido con todos
119

nosotros que Dios le había hablado diciéndole que Él iba a utilizar a su hija para
glorificar Su nombre. En septiembre, él compartió que él creía que Dios iba a
sanar a su hija. Ella murió como un mes después.
Cuando escuché las noticias de su hija, recuerdo haber orado por su familia
y por este pastor. Unos tres meses después, tuve el privilegio de ministrar en la
misma área del país nuevamente. Cuando llegamos, le pregunté a las personas en
cuya casa estaba hospedado, cómo estaban el pastor y su familia. Me dijeron que
estaban sorprendidos por la respuesta del pastor ante la situación. Me dijeron
que él parecía estar fortalecido en la situación.
Más tarde en la noche, estaba hablando en una reunión. Cuando comencé
a hablar, vi al pastor sentado en la parte de atrás del salón. En el primer receso,
el vino a hablar conmigo. Al principio no dijo ni una sola palabra, solo me abrazó
y se aferró a mí. Luego me miró y me dijo que Dios me había usado (y a mi
padre) para cambiar su vida. Compartí con él que había escuchado lo que había
pasado. Él me dijo que Dios nos había usado a mi padre y a mí en septiembre
para prepararlo para lo que sucedería en su familia. Le dimos perspectiva acerca
de cómo Dios usa situaciones como la de la muerte de su hija para formar a Sus
líderes. Dios lo estaba formando. Él me dijo que el día en que ella murió, él
recordó algo que yo había dicho en septiembre acerca de responder a Dios en
una crisis. Él escogió meterse profundamente con Dios. Él sabe que Dios está con
Él en el dolor. Dios está proveyendo fortaleza para Él. Él está experimentando el
amor de Dios en una nueva forma.
Al final de nuestra conversación, él dijo algo que nunca olvidaré. Él dijo:
“Dios estaba en lo cierto cuando dijo que Él iba a ser glorificado por medio de mi
hija. Cuando Dios me dijo esto, yo pensé que Él estaba hablándome de la sanidad
de mi hija. No me di cuenta de que Dios me estaba hablando de mi respuesta
hacia Él en esta situación. El que yo haya escogido aceptar el dolor y abrazar a
Dios (buscándolo profundamente) es el medio que Dios está utilizando para recibir
gloria. Mi respuesta a esta situación está hablando más fuerte que cualquier otra
palabra que yo haya predicado jamás acerca de Dios.” Nos abrazamos
nuevamente y yo me conmoví profundamente.
Esta historia trata acerca del poder de la perspectiva. Este precioso pastor
escogió abrazar a Dios y aprender de Él. La situación que el pastor y su familia
están enfrentando hoy juntos es trágica y dolorosa. Él dijo que él (y su familia)
todavía estaba en el proceso de llorar por la pérdida. No entendemos por qué
Dios permite que ciertas cosas sucedan. Pero cuando enfrentamos situaciones de
crisis, o dificultades y situaciones de desafío, debemos responder. Podemos
buscar profundamente a Dios o alejarnos de Él. Este capítulo habla de la
respuesta hacia Dios.
Cuando Dios está desarrollando líderes, Él inicia actividades para
moldearnos y nos da una oportunidad para aprender a responder ante Él.
Necesitamos aprender a responder de la forma en que lo haría Jesús ante las
personas, situaciones y circunstancias. Nosotros, en nuestra humanidad, no
120

respondemos a las situaciones de la forma en que Dios lo haría. Nuestra tendencia


natural es responder en nuestros propios deseos carnales y motivaciones.
En este capítulo, voy a hablar acerca de tres patrones de respuestas que
Dios utiliza para ayudar a los líderes a responder bien a las actividades que Dios
utiliza para moldearnos. Yo describiré el patrón fundamental ministerial y dos
patrones de prueba. Aprender a reconocer estos patrones en el ministerio le
ayudará a obtener la clase de perspectiva que usted necesita para reconocer la
mano de Dios y responder a Él de una forma que honre y glorifique su nombre.

Patrón fundamental de ministerio

Imagine que está caminando por su librería cristiana local y ve un libro


titulado: “Cómo Desarrollar un Ministerio Exitoso—¡Garantizado!” Me pregunto
cuántas copias se venderían de un libro como éste. ¿Estaría usted interesado en
saber qué es lo que este libro tiene que decir? No sé si hay disponible o no un
libro como éste, me temo que probablemente si lo hay. De cualquier manera, voy
a darle a usted el secreto para el éxito en el desarrollo del liderazgo, el mismo
que, a su vez, es el secreto al éxito en el desarrollo de un ministerio.
Voy a describir un patrón que Dios usa en Su desarrollo de líderes que, es
más bien sencillo pero que tiene poderosas ramificaciones. Dios desarrolla líderes
y ministros usando los siguientes patrones. El nunca viola este patrón. Es tan
básico para el desarrollo que yo lo llamo el patrón fundamental del ministerio.
¿Está listo para esto? Helo aquí:

El patrón fundamental del ministerio


Este patrón describe un ciclo de fidelidad/expansión que
ocurre a lo largo de toda una vida de ministerio. La
fidelidad en las labores ministeriales junto con una
respuesta positiva a las pruebas dan como resultado una
expansión en el ministerio y una nueva prueba de fidelidad
a un nuevo nivel.33

Jesús revela en Lucas 16:10 un principio importante sobre el cual se basa


este patrón. Él está haciendo algunos comentarios que siguen a su parábola
acerca del siervo infiel. Él dice en el versículo 10: “El que es fiel en lo muy poco,
también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más
es injusto.” Dios honra la fidelidad. Él comienza el desarrollo de cada persona y
líder probando su fidelidad en cosas pequeñas. Si usted es fiel en cosas
pequeñas, será fiel en cosas más grandes. Al contrario, si usted es infiel en
pequeñas cosas, será infiel en cosas más grandes.
¡Créame cuando le digo que usted puede tomar este principio en serio!
Créalo y comience a reconocerlo. Piense en su propio desarrollo como líder.

33
Ibid, 359.
121

Usted verá este principio entretejido a lo largo de su propio desarrollo. ¿Cómo ha


respondido a las cosas pequeñas? ¿Ha sido fiel? ¿Cuál ha sido su actitud hacia las
cosas pequeñas? Cuando usted fue fiel en lo poco, ¿qué sucedió? Cuando usted
fue infiel en lo poco, ¿qué sucedió? Dios honra la fidelidad en lo poco o en las
cosas pequeñas.
Cuando Dios me inició en el ministerio, me desafió a aprender fidelidad.
Estaba participando en un grupo en el que se valoraban 3 cosas: dirección de
alabanza, enseñanza, y ministración de poder (sobre todo la sanidad). El primer
grupo en el que yo participé estaba conformado por cuatro personas. El líder del
grupo y su esposa la co-líder del grupo, el líder de alabanza, y yo. Inicialmente,
yo era la única persona en el grupo que no estaba en el liderazgo. ¿Puede usted
imaginarse este grupo? Yo era toda la congregación. Ellos me observaban
durante el tiempo de alabanza para ver cómo estaba respondiendo. La enseñanza
era dirigida hacia mí. Durante el tiempo de oración y ministración al final, yo era
el único presente para ser ministrado también. Gracias a Dios por esa clase de
comienzo. Me puso en una posición en la que recibía de Dios por medio de otros
desde el mismo comienzo.
Más o menos luego del primer mes, el grupo comenzó a crecer. Después
de tres meses, había unas 10 a 12 personas asistiendo al grupo. Fue durante este
tiempo que Dios me puso una “prueba de fidelidad”. Mientras yo estaba
apurándome para ir al grupo, sentí que Dios me mostraba una figura -en los ojos
de mi mente- acerca de lo que él quería que hiciera durante el tiempo de oración
de ministración al final de la reunión. En esta pequeña visión, vi y escuché lo que
Dios estaba haciendo con otros y me vi a mí mismo dirigiendo el tiempo de
oración. Fue tan vívido. Era también una de las primeras ocasiones en la que yo
había recibido una palabra de Dios por medio de una visión como ésta. Llegué al
grupo un par de minutos antes e “interrumpí” el tiempo de preparación en oración
de los líderes del grupo. Compartí con ellos la figura que había visto y lo que
pensaba que significaba. Dejé a un lado la parte de que yo dirigía el tiempo de
ministración. Los líderes del grupo animaban este tipo de participación por parte
de los miembros del grupo así es que no se sorprendieron por lo que compartí.
Al final del tiempo de enseñanza, el líder del grupo compartió una parte de
la visión que yo había compartido con él y pidió que respondiéramos a Dios.
Todos tratamos de responder a Dios y esperamos que Dios derramara el poder del
Espíritu Santo. Nada sucedió. En ese momento, yo miré al líder quien estaba
mirándome justo a mí. Pensé para mis adentros, bueno vaya idea. Me sentí un
poco avergonzado. Justo en ese momento, escuché una voz dentro de mi decir,
“yo te pedí que dirigieras este tiempo, no que lo dirigiera el líder del grupo.” En
ese momento supe que yo no había respondido a esta Voz. Rompí el silencio del
grupo y compartí lo que pensaba que acababa de escuchar. Compartí que me
sentía un poco inseguro acerca de lo que estaba haciendo pero que creía que
necesitaba tomar el riesgo y hacerlo. Dirigí al grupo en oración y esperé. Dios
respondió, exactamente como lo había visto ocurrir en la visión. Estaba un tanto
122

abrumado. Era la primera prueba de mi fidelidad en un papel de liderazgo en el


ministerio. He estado enfrentando pruebas de fidelidad desde entonces.
Si usted está en una posición de liderazgo que implica levantar y entrenar
líderes que están surgiendo, entonces yo le sugeriría que base sus tareas de
responsabilidad sobre este patrón. La fidelidad en las cosas pequeñas será
probada. Si un líder en formación no está dispuesto a ser fiel en lo poco (con una
buena actitud), entonces yo vacilaría en asignarle grandes responsabilidades aún
si fuera muy talentoso/a. Jesús utilizó este principio en el entrenamiento de los
doce. Mire cómo ocurrió su desarrollo como líderes. Al probar que eran fieles en
las pequeñas cosas, Jesús los lanzó a áreas más grandes de responsabilidad. Ellos
comenzaron controlando las multitudes y haciendo planes de viaje y, luego
pasaron a ganar multitudes para Cristo y a dirigir iglesias recién formadas.
La fidelidad es un gran indicador del carácter divino y Dios lo va a probar en
esta área. Yo diría que durante los primeros diez años de su servicio a Dios, la
fidelidad está – en términos de importancia – cerca del tope en la lista. Aprender
a ser fiel en lo poco con una buena actitud es crítico para el futuro desarrollo. Si
usted no aprende esta lección fundamental, usted va a estancarse en el desarrollo
de su liderazgo. La fidelidad en las cosas pequeñas es la clave para desarrollar
éxito en la vida y el ministerio. Umm, me pregunto qué dice el libro en la librería.

Patrones de pruebas

Como he compartido, la perspectiva es la clave para responder bien a Dios.


Temprano en el desarrollo del líder, Dios usa el concepto de la prueba para
enseñarnos a responder ante Él. Las Escrituras muestran claramente que Dios
quiere que nosotros entendamos que las pruebas y tribulaciones pueden ser
excelentes experiencias para aprender y crecer. (Ver Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6-
7) Al pasar por éstas obtenemos muchos beneficios positivos. Nuestra fe es
refinada y purificada y aprendemos a acercarnos más a Dios. Aprenderemos a
perseverar lo cual nos ayudará a llegar hasta el final.
Estos son dos patrones básicos de enseñanza, ambos utilizados por Dios
para enseñarnos a reconocer su mano moldeándonos. La diferencia entre los dos
patrones es sencilla. En un patrón, la persona implicada responde positivamente a
la prueba de Dios. A este patrón se lo llama prueba positiva. En el segundo
patrón, la persona responde negativamente a la prueba de Dios, el mismo que es
llamado patrón de prueba negativo. Yo me doy cuenta de que estos nombres no
son muy creativos pero ellos sí que describen lo que está sucediendo.
Dios usa la idea de la prueba con el fin de controlar las respuestas de una
persona hacia Él. En cada situación de prueba, nuestro carácter está siendo
probado. Asuntos tales como integridad, obediencia, humildad, honestidad, y
fidelidad están siendo probados. Otros tipos de pruebas son aquellos por medio
de los cuales Dios ve cómo una persona responde a ciertas tareas o cómo maneja
la responsabilidad. En muchas otras situaciones de prueba, la persona no está
consciente de que él o ella está siendo probada. Nuestra meta es ayudar a
123

aumentar su conocimiento sobre la actividad de Dios a fin de que usted pueda


reconocerlo a Él con mayor rapidez en las situaciones y responder positivamente
hacia Él. Cada patrón de prueba tiene tres aspectos diferentes. Primero, está la
prueba. Segundo, está la respuesta. Tercero, están las ramificaciones de aquella
respuesta.

El patrón de prueba positiva


La prueba ---> una respuesta positiva o agradable ante Dios ---> expansión

Las pruebas que Dios usa pueden venir en todo tipo de variedad. Dios usa
circunstancias, personas e incidentes para probar nuestro carácter y nuestra
disposición para responder ante Él. La clave para responder positivamente en
cualquier situación de prueba es reconocer que en cada situación de prueba,
tenemos una oportunidad para honrar a Dios. A fin de responder positivamente,
necesitamos también tener una alta percepción de la soberanía de Dios. Si
creemos que Dios está iniciando una situación o permitiendo que ésta se
desarrolle, entonces podemos ver Su mano trabajando más rápidamente. Dios
usará cada situación para desarrollarnos si se lo permitimos.
¿Cómo sabe cuándo una respuesta honra a Dios? Porque cada situación de
prueba es diferente y única, tenemos que aplicar enseñanzas básicas morales de
las Escrituras. No importa de qué se trate la prueba, necesitamos responder con
amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Si
respondemos en estas maneras, aprenderemos a caminar en integridad,
honestidad, y obediencia. Una respuesta a cualquier situación de prueba que es
marcada por las cualidades arriba mencionadas honrará a Dios.
Cuando una persona responde positivamente o en una forma que honre a
Dios en una situación de prueba, Dios expande a esa persona. La expansión
puede ser una profundización del carácter, o un mayor nivel de influencia en el
liderazgo, o más responsabilidad en el ministerio. Algunas veces la expansión se
ve inmediatamente, pero otras veces se retrasa
Una buena ilustración del patrón de la prueba positiva es la historia de José
en Génesis 39, 40, y 41. La prueba llega como un resultado de la esposa de
Potifar. Ella intenta seducir a José. José fue probado en su carácter y en su
comportamiento. José responde a Dios de una forma que le honra. Él vio que
ceder a la esposa de Potifar sería pecar contra Dios. Él se da la vuelta y huye. Él
pasó la prueba. La expansión no se ve inmediatamente. Potifar puso a José en la
cárcel. Él pasa dos años en prisión. No es muy claro lo que José estaba sintiendo
y pensando durante este tiempo. Sin embargo, Dios estaba obrando. Él usó a
José para interpretar los sueños del panadero y del copero en la prisión.
Eventualmente, esto dio una oportunidad para interpretar un sueño que el Faraón
tenía. Debido a esta interpretación del sueño de Faraón, José fue promovido de
prisionero al segundo más alto gobernador en Egipto. ¡Vaya, eso es expansión!
¿Qué hubiera pasado si José hubiera cedido a la esposa de Potifar? No lo sé. Él
respondió positivamente en la situación. Él mantuvo su integridad y Dios lo
124

bendijo. Si usted escoge responder de una forma que honra a Dios, Dios lo
bendecirá a usted también. Él le dará expansión a usted.

El patrón de la prueba negativa


La prueba ---> una respuesta negativa ---> entrenamiento de refuerzo

En este patrón, el primer aspecto es el mismo. Dios usa circunstancias,


personas e incidentes para probarnos en nuestras respuestas a Él. El segundo
elemento marca la diferencia entre los dos patrones de pruebas. En este patrón,
la persona o no reconoce que la prueba viene de Dios o escoge responder de una
forma que no honra a Dios.
He descubierto que para una persona es fácil no reconocer que la
situación de prueba proviene de la mano de Dios. Toma perspectiva y sensibilidad
aprender a reconocer que Dios está interviniendo en ciertas situaciones. Esto es
cierto sobre todo cuando hay factores implicados aparentemente negativos y
complicados. Muchas personas no reconocen que a Dios le encanta usar pruebas
en el desarrollo de los individuos. Esto es especialmente cierto para los líderes
que Él está desarrollando. Dios usa pruebas para investigar y revelar el verdadero
carácter de un individuo. Si fallamos en entender esto, tendemos a responder a
las situaciones de prueba usando nuestras respuestas más comunes. Esto es,
responderemos en forma carnal lo cual normalmente es opuesto a lo que honra a
Dios.
En las Escrituras, vemos una situación en la cual las circunstancias actuales (en mi
opinión) son brutales. Esto ocurre en Génesis 22 e implica a Abraham y su hijo
Isaac. Cada vez que leo este pasaje, no puede evitar leerlo desde el punto de
vista de un padre. Nosotros tenemos la ventaja de leer esta historia mucho
después de que el incidente fue entendido e interpretado para nosotros. En el
versículo uno, aprendemos que Dios estaba probando a Abraham. Es importante
notar que Abraham no escuchó un sonido alto modulado seguido por las
palabras… “por los próximos días, estaremos probando la respuesta a las crisis de
emergencia de Abraham, repito, esto es solamente una prueba.” Lo que
Abraham escuchó fue a Dios pidiéndole que tome a su amado hijo, el hijo de la
promesa, el hijo por quién había esperado tanto tiempo, y lo sacrifique en la
montaña.

Tomó tres días llegar a la montaña que Dios había designado. ¿Puede
imaginar lo que debe haber pasado por la mente de Abraham? ¿Ha viajado alguna
vez con sus hijos por tres días? Me pregunto si Isaac le preguntó a Abraham las
mismas preguntas que los hijos hacen hoy. ¿Adónde vamos? ¿Cuándo vamos a
llegar? ¿Cuándo vamos a comer? Únicamente puedo imaginarme que esos tres
días parecieron los tres días más largos de la vida de Abraham.
125

¿Cómo cree que se sentiría atar a su hijo para matarlo? Abraham lo hizo.
Él estaba listo para obedecer a cabalidad lo que Dios le había mostrado. Leemos
esta historia sabiendo lo que sucedió. Dios intervino y retuvo la mano de Abraham
después que ve su respuesta de fe. ¡Qué prueba tan brutal de la fe de Abraham.
¿Cree que este pequeño episodio tuvo alguna ramificación en la relación de
Abraham e Isaac? Puedo imaginar a Abraham algunos meses después
preguntando a Isaac, “He tomado un par de días libres. ¿Qué tal si vamos a
acampar y de pesca a las montañas?” Isaac responde, “Está bien, Papi.” Pero
Mamá necesita mi ayuda aquí en la tienda. Quizás la próxima vez. Realmente no
sé como eran sus relaciones en aquellos días, pero este incidente nos enseña algo
importante acerca de Dios. La fe es importante para Él. La obediencia es
importante para Él. Dios usó este tipo de prueba con Abraham. Creo que es
posible que Él use la prueba y las circunstancias difíciles para probar a otros
líderes suyos. Es posible que Él use algo tan difícil y una prueba tan grande para
probarnos a nosotros y probar nuestras respuestas.
Algunas veces el problema no recae en el hecho de que la persona no
reconoce que la prueba viene de Dios sino que el asunto es mas bien, una rebelión
pecaminosa. Algunas veces, el líder reconoce la prueba y reconoce que él o ella
tiene la opción de elegir cómo responder. Por alguna razón, él o ella escoge
responder de una manera impía. Jonás, el profeta es uno de los ejemplos que
viene a mi mente. Él sabía lo que Dios le estaba pidiendo que hiciera. Él escogió
responder inicialmente en desobediencia.
Sea que la persona reconozca o no la prueba o la persona escoja
responder de una forma impía, el resultado es el mismo. Dios los introduce en un
entrenamiento remediador o reparador. El entrenamiento de refuerzo simplemente
significa que Dios le da a la persona otra prueba. La persona obtiene otra
oportunidad para responder. La prueba probablemente no será exactamente
como lo fue antes pero girará en torno al mismo asunto.
El ambiente del entrenamiento de refuerzo de Jonás dejó poco que desear.
Puedo simplemente imaginarme la respuesta inicial de Jonás su clase de
entrenamiento de refuerzo. Primero que nada, él probablemente se estaba
preguntando si todavía estaba vivo. ¿Se ha preguntado alguna vez cómo se debe
sentir ser trabado por un pez enorme? La mayoría de las personas sienten
nauseas al tocar la parte exterior de un pez. Cuando Jonás se dio cuenta que de
alguna manera todavía estaba vivo, él comenzó a orar. Dios respondió y el pez
escupió a Jonás en la playa. Luego, Jonás nuevamente fue probado. La prueba
sólo tenía una pregunta: “Jonás, ¿irás a Nínive?” ¿Con qué prontitud crees que
respondió Jonás?
El entrenamiento de refuerzo es un testimonio de la gracia de Dios y Su
amor por nosotros. Muchas personas tienen esta imagen de Dios que sólo tiene
una oportunidad para responder. Si echas a perder las cosas, todo acaba. Las
Escrituras no revelan que Dios sea así. Él quiere que aprendamos a caminar cerca
de Él para que podamos entrar en Su amor y ser usados en Su Reino. Él quiere
que heredemos todo lo que Él ha hecho por nosotros.
126

Si una persona continúa respondiendo negativamente a las pruebas de


Dios, Él a menudo moverá a la persona al siguiente nivel del entrenamiento de
refuerzo…disciplina. Hebreos 12:5-11 habla de esta disciplina. Es una disciplina
basada en el amor. Dios desea que nosotros aprendamos a caminar con Él. El
escritor de los Hebreos dice que aquellos que responden a la disciplina cosecharán
un fruto apacible de justicia. ¡Que gran promesa!
Sin embargo, debo también señalar que la gracia y misericordia de Dios no
duran para siempre para una persona que continúa respondiendo negativamente.
Hay un punto en el que Dios se aleja de la persona que continúa escogiendo ir en
contra de Él. Dios parece tener una correa más corta para los líderes. Debido a
la influencia que tienen los líderes sobre la gente, Dios no va a tolerar un conjunto
de respuestas impías. Esto es cierto sobre todo cuando el líder está consciente de
la actividad de Dios.
El Rey Saúl es un ejemplo de esto. En 1 Samuel, se nos cuenta la dolorosa
historia de Saúl y su liderazgo. Él fue elegido y ungido por Dios. Él fue
respaldado por el profeta de Dios, Samuel. El pueblo de Israel se burlaba de su
liderazgo y Dios le dio éxito en la batalla. Sin embargo, Saúl tenía algunos
problemas en su carácter interior. En I Samuel 14, vemos la primera señal de su
impaciencia. Él comenzó a consultarle al Señor sobre la situación en el campo de
los filisteos pero, debido a la confusión y ruido en el campo de sus enemigos, se
dio por vencido antes de que el Señor le respondiera. Esta mala decisión lo llevó a
tomar otras decisiones iguales. Él marchó con sus hombres a la batalla y ellos se
debilitaron del hambre porque Saúl los hizo jurar que no comerían hasta que la
pelea hubiera terminado. Jonatán no sabía acerca de la maldición y comió algo de
miel. Más adelante, los hombres de Israel pecaron en contra de Dios violando
algunas de las leyes dietéticas. Cuando Saúl pidió la dirección de Dios para el
siguiente día, Dios no le respondió y él supo que había pecado en el campo. Él
hace una declaración de que él mataría al culpable aún si fuera su hijo Jonatán.
Jonatán admite que él había comido miel pero Saúl desistió de matarlo. Todo este
desastre fue resultado de la impaciencia de Saúl y de su desobediencia al no
obtener dirección de parte de Dios. Dios puso a Saúl en el entrenamiento de
refuerzo dándole pruebas adicionales.
En I Samuel 15, Dios le da una pequeña prueba a Saúl. Samuel le da
palabra del Señor en un canto a los amalecitas. Las instrucciones que recibe Saúl
son de matar y destruir todo. Los guerreros bajo el liderazgo de Saúl solo
destruyeron las cosas malas pero retuvieron todo lo demás que era bueno. Esta
falta de obediencia de Saúl contristó a Dios. Samuel fue y encontró a Saúl y lo
confrontó. Samuel señala su desobediencia la cual Saúl desmiente. Saúl
respondió negativamente a la prueba de Dios. Dios disciplina a Saúl rechazándolo
como rey sobre Israel. David es elegido como el próximo rey. Eventualmente el
Señor se aparta completamente de Saúl y éste se va a la ruina.
Dios utiliza situaciones para probarnos. Todo líder puede esperar ser
colocado en situaciones que probarán nuestras respuestas hacia Dios. Nadie
puede pasar por alto este ambiente de aprendizaje. La clave es reconocer la
127

intervención de Dios y responder de una forma que honre a Dios. A través de las
decisiones que elegimos tomar, nosotros controlamos nuestras respuestas.

El poder de elegir

En nuestros esfuerzos por madurar como personas y como líderes,


debemos reconocer día a día que nuestras elecciones y respuestas marcan la
diferencia. En cada situación, sea ésta fácil de entender o confusa, podemos
elegir como queremos responder. Dios observa nuestras respuestas hacia Él en
cada una de las situaciones. Aún en las circunstancias más difíciles, Él bendecirá
nuestras respuestas que honren a Dios, acercándonos a Él.
He descubierto que la vida y el ministerio están llenos de oportunidades
para responder. A medida que pasa el tiempo, podemos comparar nuestras
respuestas con situaciones similares, y medir nuestro crecimiento. Me siento muy
animado cuando paso por una situación y reconozco que estoy aprendiendo a
responder de una forma que honra a Dios en comparación con un encuentro
anterior. Puedo ver crecimiento y desarrollo en mi vida al comparar mis
respuestas hacia Dios, hacia mí mismo, y hacia otros al enfrentar la situación.
Utilizo un paradigma de mucha utilidad para ayudarme a reconocer la actividad de
Dios, el mismo que proviene de mi crianza educativa. Yo utilizo la idea de
pequeñas lecciones cortas, pruebas y exámenes. Piense en las situaciones,
eventos, y personas que Dios utiliza para probarnos en la forma de lecciones
cortas, pruebas y exámenes.
Recuerdo estar sentado en una clase con una maestra a quién le gustaba
tomar lecciones cortas. Una lección de este tipo no es anunciada y es utilizada
por los maestros, estén o no los alumnos al día con sus tareas. Estas
generalmente no son difíciles, sino más bien prueban la fidelidad en cumplimiento
de las tareas. He estado en clases donde los maestros han utilizado cortas
lecciones y he estado en clases donde no las han utilizado. Puedo decirles que me
he preparado más cuidadosamente para las clases que tenían las lecciones cortas.
Me aseguraba que mi tarea estuviese terminada y que yo estuviera listo. Ahora la
maestra no tomaba una lección en cada sesión de clase así que nunca estaba
seguro si iba a tener una de estas lecciones o no. ¿Cree usted que Dios toma
pequeñas lecciones? Las lecciones de Dios son aquellas pequeñas situaciones que
Dios utiliza para ver si estamos aprendiendo y aplicando las cosas que Él nos está
enseñando. ¿Ha notado usted que apenas aprende algo que hace que usted
crezca en su relación con Dios, esto es probado por una pequeña lección? Creo
que a Dios le encanta usar cortas lecciones debido al elemento sorpresa. No
tenemos oportunidad de prepararnos para la lección. Tenemos que responder
ante los asuntos con lo que hemos aprendido. Las lecciones que vienen de Dios
pueden suceder en cualquier momento sin previo aviso. He descubierto que Dios
permite que algunas pequeñas lecciones surjan casi a diario. Más allá de las
lecciones, Dios utiliza lo que yo llamo pruebas. Las pruebas son anunciadas con
anticipación y cubren una mayor cantidad de material que una corta lección. Las
128

pruebas revelan a un nivel más profundo si es que la lección ha sido o no


aprendida. Las Escrituras nos dicen que nosotros seremos probados en nuestra
vida cristiana. Dios trae pruebas a nuestra vida para ver si hemos aprendido bien
las lecciones que Él nos ha estado enseñando. Al desarrollarnos en nuestras vidas
y ministerio, Dios de seguro nos probará en ciertas áreas. Por ejemplo, nuestra fe
será probada. Es parte del proceso de desarrollo. Usted puede contar con que va
a ser probado en sus convicciones acerca de quién es Dios y cómo opera. Estas
pruebas pueden venir en todo tipo de empaque. Dios puede usar diferentes tipos
de circunstancias desafiantes para probarnos en esta área. Las pruebas no
ocurren tan frecuentemente como las lecciones.
El nivel final de la prueba es lo que yo llamo el examen. Un examen se
toma al final de una sección de material y es utilizado para ver si el aprendiz ha
comprendido la generalidad de las lecciones dadas en este material.
Los exámenes en nuestro desarrollo del liderazgo usualmente giran
alrededor de eventos de crisis. En una crisis, lo que somos y lo que realmente
creemos saldrá a la superficie mas bien rápidamente. Dios permite las situaciones
de crisis y las usa para ver como responderemos cuando comienza la presión. Los
exámenes generalmente ocurren unas pocas veces en el curso de una vida.
Dios usa las pequeñas lecciones, las pruebas y los exámenes para ver como
responderemos a Él en las situaciones. Él las usa para controlar como estamos.
Ellas nos dan un sentido de evaluación y medida en nuestro crecimiento.
¿Qué clase de estudiante es usted? He descubierto que soy inteligente para
rendir pruebas durante los muchos años que he pasado en la escuela. Quizás es
porque he rendido tantas lecciones, pruebas y exámenes con el pasar de los años
que he aprendido a anticipar los tipos de preguntas que se harán antes de que me
siente a rendir la prueba. Esto me permite preparar mis respuestas con
anticipación y a no sorprenderme cuando comienzo a leer las preguntas en la
prueba.
Este libro es acerca de la importancia de prepararse con anticipación para
responder a las preguntas en las lecciones, las pruebas y los exámenes que Dios
usa en la vida para desarrollar a Sus líderes. Paul y yo hemos intentado dar
alguna perspectiva acerca del tipo de cosas que un líder necesita estar
aprendiendo en la primera etapa de su ministerio. No podemos decirle
específicamente cuáles serán sus preguntas en las pequeñas lecciones, en las
pruebas y en los exámenes. Pero podemos decirle las categorías generales y el
proceso básico que Dios usará para desarrollar líderes maduros. Esto le da una
ventaja. Usted puede comenzar a preparar sus respuestas para las situaciones
que Dios le traerá.
Quiero terminar este capítulo con una breve historia concerniente a uno de
mis héroes de la Biblia. Daniel tuvo una vida difícil. Fue llevado prisionero
temprano en su vida. Pasó de una vida de nobleza a ser siervo. Fue arrancado de
su tierra y llevado a un ambiente extranjero. El nunca más vería ni a su hogar ni a
su familia. ¡Vaya difícil situación.
129

Sin embargo, en medio de esto, Daniel vivió una vida que honró a Dios y
fue grandemente utilizado por Dios. ¿Cómo sucedió esto? Comenzó con una
elección que él tomó junto con tres de sus amigos. En algún lugar del camino
entre Jerusalén y Babilonia, Daniel y sus amigos tomaron la decisión de que ellos
no se contaminarían. Ellos escogieron antes de tiempo cómo iban a responder.
En el primer capítulo, vemos a Daniel y a sus amigos actuando basados en su
decisión aun que esto significó que ellos podrían haber sido muertos. Sabemos el
final de la historia y cómo Dios honró su decisión bendiciéndolos y concediéndoles
favor en los ojos de sus maestros.
Daniel y sus amigos sabían desde antes de llegar a Babilonia que ellos iban
a ser probados en sus creencias y convicciones acerca de su fe y la práctica de la
misma. Ellos anticiparon las preguntas en el examen. Ellos prepararon sus
respuestas con anticipación. A través del libro de Daniel, vemos a Daniel y a sus
amigos responder ante las situaciones que probaron su determinación. El horno
de fuego y el foso de los leones no fueron suficiente para hacerlos desistir de su
decisión. Le pregunto otra vez, ¿cuándo tomaron esa decisión?
Podemos aprender de Daniel y sus amigos. Podemos aprender a anticipar
las distintas situaciones a nuestro alrededor que probarán nuestra fe. Cuando nos
encontremos en la situación, podemos actuar de la manera en que ya hemos
elegido con anticipación. Ahora me doy cuenta de que estoy haciendo que esto
suene más fácil de lo que es. Las situaciones que enfrentamos en la vida real, son
confusas y difíciles de entender. Sin embargo, aún es posible elegir de antemano
que vamos a honrar a Dios con nuestras repuestas… ¡sin importar lo que suceda!

Resumen

En este capítulo, he escrito acerca de la importancia de responder de


formas que honren a Dios. He señalado que nosotros podemos elegir cómo
queremos responder en cada situación. No importa cuán difícil o angustiosas sean
las circunstancias. Podemos honrar a Dios con nuestras respuestas. He señalado
la importancia de reconocer dos patrones básicos: el patrón fundamentado en el
ministerio y los patrones de prueba.
Si podemos aprender a ser sensibles a la actividad de Dios, podemos
aprender a reconocer más rápidamente lo que Él está haciendo y corresponder en
una forma que honre a Dios. Dios honra nuestra fidelidad en el ministerio. El
patrón fundamentado en el ministerio muestra que Dios honra la fidelidad en el
ministerio lanzando al líder a más responsabilidad donde su fidelidad será
nuevamente probada. Jesús recalca que si una persona es fiel en lo poco, él o ella
será fiel en lo mucho. Al mismo tiempo, Él indica que si una persona no es fiel en
lo poco, él o ella no será fiel en lo mucho.
Dios usa las pruebas para ver como reaccionaremos hacia Él. Si la persona
reacciona en una forma positiva que honra a Dios, él o ella experimentará
expansión en el ministerio. Si la persona reacciona de una forma negativa, él o
130

ella experimentará el entrenamiento de refuerzo. Las respuestas negativas


retardan el desarrollo o lo obstruyen por completo.
La clave para reaccionar bien hacia Dios es reconocer cada oportunidad o
situación como una oportunidad para tomar decisiones que honren a Dios. Quizás
no podamos controlar las circunstancias y situaciones en la vida, pero podemos
controlar cómo responder a Dios en ellas. Yo lo animo a reconocer la mano
soberana de Dios en cada situación y a responder en una forma que lo honre.

Evaluación y aplicación

1. ¿Puede usted pensar en una situación en su vida en donde el poder de la


perspectiva fue evidente? Su perspectiva de la situación le permitió “ver todo
el panorama” y reaccionar como corresponde. Por otro lado, ¿ha habido
situaciones en su vida en donde a usted le ha faltado perspectiva? ¿Cómo
fueron esas situaciones?

2. ¿Cómo ha probado Dios su fidelidad en lo poco? ¿Cómo ha respondido usted


cuando se le ha pedido que sirva en algo que no ha sido tan reconocido o
valorado como otras áreas de servicio? Comparta sus respuestas con alguien.

3. Describa una situación de prueba por la cual usted sabe que Dios lo guió y en
la que usted reaccionó positivamente hacia Él. Describa la prueba, su
respuesta e identifique la expansión que Dios le dio como resultado.

4. Describa una situación de prueba por la cual usted sabe que Dios lo guió y en
la que usted reaccionó negativamente hacia Él. Describa la prueba, su
respuesta, e identifique el entrenamiento de refuerzo al que Dios lo llevó como
resultado. ¿Cómo respondió usted cuando fue nuevamente probado?

___________________________
131

CAPÍTULO 9:
EL PODER DE LA MENTORÍA

Yo (Paul) estaba visitando un seminario evangélico como un prospecto de


estudiante cuando un hombre mayor salió de una oficina y se dirigió hacia mí.
Cuando llegó cerca de mí, extendió su mano y se presentó como Vernon Grounds,
Presidente del Seminario.
Aunque el seminario enrolaba un par de cientos de estudiantes, él me había
reconocido a mí como una visita y se tomó el tiempo de presentarse a sí mismo.
El no tan sólo se presento sino que también me pidió que fuera a su oficina para
visitarlo antes de salir del campus ese día. Fijamos una cita y pasamos cerca de
una hora conociéndonos.
Vernon era un maestro y administrador muy brillante y bien preparado
quien había dedicado mucho tiempo de su vida para el seminario porque esto le
daba una oportunidad de invertir su vida en hombres y mujeres jóvenes a quienes
Dios estaba llamando y equipando para el ministerio del evangelio. Él se reunía
personalmente con cada estudiante por lo menos una vez para comer juntos
durante su carrera en el seminario y siempre tenía un grupo de jóvenes con
quienes se reunía regularmente para animarlos y desafiarlos.
Al concluir nuestra reunión él ofreció reunirse conmigo regularmente si yo
decidía asistir al seminario. No terminé mi entrenamiento seminarista en esta
escuela pero estudié ahí dos trimestres antes de transferirme a otro seminario
para completar mis estudios. Durante mis dos trimestres en este seminario,
Vernon cumplió su compromiso y yo cambié para siempre.
Los días miércoles a las seis de la mañana tres otros estudiantes y yo nos
reuníamos en la oficina de Vernon para comer unos panecillos y tener un tiempo
“informal” para conversar con este sabio y experimentado veterano del ministerio.
Él escuchaba, respondía, y nos desafiaba de tiempo en tiempo. Su participación
en mi vida no terminó con estas reuniones tampoco. Ocasionalmente él me pedía
que trabajara en su casa, o lo llevara a un compromiso en donde él tenía que
compartir, o hiciera algún mandado para él. Durante todo el tiempo, él estaba
cuidadosamente plantando las semillas de ánimo, visión y cuidado.
Todavía recuerdo la mañana en que encontré un mensaje suyo en mi
casillero de la escuela pidiéndome que pasara por su oficina lo más pronto posible.
Cuando llegué él me dijo que había adquirido un compromiso para hablar en un
retiro de fin de semana a adultos solteros y que él quería que yo entrenara y
reclutara a un pequeño grupo de líderes. Estaba emocionado con la idea hasta
que él me dijo que el retiro estaba programado para la siguiente semana, tan solo
a cinco días. Finalmente accedí a intentarlo, no porque yo pensara que podía
hacerlo sino porque Vernon pensó que yo podía.
Fue a través de sorpresas como estas que comencé a reconocer algunos
dones y habilidades para el ministerio más allá de lo que yo conocía. Fue a través
de sorpresas como estas que comencé a vislumbrar el poder de la influencia
personal que puede una vida tener sobre otra. Aunque yo me cambié a otro
132

seminario después de dos trimestres y nunca tuve una relación cercana de trabajo
con Vernon desde entonces, él es todavía un modelo, un consejero, y un buen
amigo.
Nuestros caminos se cruzan ocasionalmente. Continuamos escribiéndonos
y hablando ocasionalmente el uno al otro por teléfono. Y a través de todos los
altibajos en mi vida Vernon ha creído siempre en mí, ha orado por mí, y ha estado
disponible para mí en la medida en que tuvo la oportunidad. Es gente como
Vernon la que puede hacer una diferencia crítica en la vida de una persona joven.
Ellos pueden capacitar a otros para creer en Dios por medio de la influencia de la
fidelidad en sus propias vidas.
Todos necesitamos gente como Vernon en nuestras vidas. Ellos animan,
desafían y nos ayudan en nuestro camino a la madurez de nuestra fe y efectividad
en el ministerio. Las personas como Vernon son los llamados mentores.
Los mentores son personas quienes “potencian a otros compartiendo los
recursos que Dios les ha dado.”34 Clinton y Stanley describen la labor del mentor
como “un proceso relacional en el que alguien que sabe algo, el mentor, transfiere
ese algo (los recursos de poder tales como sabiduría, consejo, información, apoyo
emocional, protección, conexión con recursos, guía vocacional, posición) a alguien
más, el aprendiz, en un momento de sensibilidad, para así impactar el
desarrollo.”35
La labor del mentor es un aspecto crítico de cómo Dios ayuda a preparar
hombres y mujeres jóvenes para vidas y ministerios efectivos. Moisés fue mentor
de Josué (ver Números 11:28 y 27:18-21), Elías fue mentor de Eliseo (ver I Reyes
19:19-21 y II Reyes 2: 1-18), Bernabé fue mentor de Pablo (ver Hechos 9:27,
11:25-25 y 13:1-2), Pablo fue mentor de Timoteo y Tito (ver Hechos 16:1-5 y I y
II Timoteo y Tito), y el más grande ejemplo de mentor es Jesús con Sus discípulos
Jesús podía conducir grandes números de personas a través de Su
enseñanza y ministerio de sanidad (ver Mateo 4:23-25) pero Él eligió invertir la
mayor parte de Su tiempo y energía en la vida de unos pocos (ver Marcos 1:16-
18; 3:13-19, 4:33-34). A. B. Bruce en su clásico estudio de la técnica de
discipulado de Jesús titulado Tres años con Jesús (La capacitación de los doce),
dice:

“Los doce llegaron a su íntima relación final con Jesús en forma gradual, y
se distinguen tres etapas en el desarrollo de su comunión con él. En la
primera sencillamente creyeron en él como el Cristo, y fueron sus

34
Paul Stanley y J. Robert Clinton, Conexiones: Las Relaciones de Mentoría que Necesita para
Tener Éxito en la Vida. Traductor Wilmer Villacorta. (Colorado Springs, Colorado: NavPress, 1992),
12. Esta traducción está limitada al uso del traductor y al misionero Frank Hankins bajo un
contrato con NavPress. Nota de Redactor: La traducción de otro libro sobre la mentoría, Manual
del Mentor por J. Robert Clinton y Richard Clinton está disponible en el Seminario ESEPA, Apdo.
161-1350, San Sebastián, San José, Costa Rica, e-mail careys@lam.org o en Quito, Ecuador
frankruthie@yahoo.com
35
J. Robert Clinton y Richard W. Clinton, Manual del Mentor Traductores Luis Rodríguez R. y José
Alberto Salas G., (Altadena, California: Barnabas Publishers, 1991; traducción 2002), 34.
133

compañeros ocasionales en situaciones convenientes, y particularmente


festivas. . . . En la segunda etapa, dedicaron su atención en forma
ininterrumpida a Cristo. . . . Los doce entraron a la última y más elevada
etapa del discipulado cuando fueron elegidos por el Maestro de entre sus
seguidores, para formar un grupo selecto que él capacitaría para la gran
obra del apostolado.”36

Jesús, por supuesto, es el gran mentor. Él es el ejemplo y la fuente de


todo lo que necesitamos para ser como Él. Pero desempeñar la labor del mentor
es también una estrategia de entrenamiento que Él usó para impactar la vida de
aquellos que Él escogió para estar con Él, para ser como Él y para continuar
después de Él. Ron Lee Davis llama a esta estrategia de entrenamiento de Jesús
“el principio de la labor del mentor” por el cual “más tiempo [de calidad] invertido
con poca gente equivale a un impacto mayor y duradero para Dios.”37 El impacto
de una vida que potencia a otra resulta en apoyo, responsabilidad, madurez y
efectividad en el ministerio.

La dinámica del ministerio del mentor

El ministerio del mentor se vuelve más efectiva cuando la buscamos


deliberadamente. Bobby Clinton describe la labor efectiva del mentor como la
participación de cinco dinámicas identificables: atracción, relación, sensibilidad,
responsabilidad, y autoridad (ver Figura 9-1 - Las dinámicas de las Relaciones en
el ministerio de Mentor).38

Figura 9-1 - Las dinámicas de las relaciones en el ministerio de mentor

La atracción lleva a la relación


La respuesta crea la
responsabilidad de rendir cuentas la cual resalta la potenciación

La atracción es el punto de inicio de cualquier relación en la labor de


mentor. Un mentor es atraído por un discípulo o aprendiz potencial por el
“potencial de liderazgo”. Un discípulo o pupilo potencial es atraído por un mentor
por su habilidad para enseñar la Biblia, dirigir una organización, o aconsejar a
personas heridas.
Una relación puede empezar como producto de la atracción. Esta relación
puede llegar a ser muy profunda, ocasional, o pasiva dependiendo de los dones,

36
A. B. Bruce, Tres años con Jesús (La capacitación de los doce). (San José, Costa Rica:
Desarrollo Cristiano, 2005), 21.
37
Ron Lee Davis, Mentoring: The Strategy of the Master (Mentoría: la estrategia del Maestro).
(Nashville: Thomas Nelson Publishers, 33.
38
Stanley y Clinton, 17.
134

habilidades, filosofía ministerial, y horario del mentor y del discípulo o pupilo.


Como regla general, entre más profunda la relación, más efectiva y profunda la
autoridad que es recibida.
La relación provee la oportunidad para responder. La correspondencia
determina el grado en el cual el discípulo o pupilo responde a la ayuda del mentor.
Mientras mayor sea el grado de correspondencia, mayor la oportunidad para la
potenciación. Una actitud sumisa, abierta, y receptiva por parte del discípulo o
pupilo incrementa la velocidad e intensidad del proceso de potenciación en el
ministerio del mentor.
Esta próxima dinámica es llamada responsabilidad. La responsabilidad para
rendir cuentas es finalmente la responsabilidad del mentor mientras que la
sumisión es la responsabilidad del pupilo o discípulo. La responsabilidad para
rendir cuentas no es una obediencia a ciegas sino la sumisión a la autoridad de un
cristiano maduro dentro del contexto de la clara enseñanza bíblica. Rendir cuentas
implica responsabilidad. Es responsabilizar a alguien por algo.
Estas cuatro dinámicas resultan en la potenciación o autorización del
mentor hacia el discípulo. Facultar, habilitar o potenciar comprende
discernimiento, victorias, contactos, recursos, experiencias, promociones, etc. El
pupilo o discípulo cambia significativamente para bien como resultado de haber
compartido con el mentor.
Cuando la gente piensa en el desarrollo de la labor de mentor, a menudo
tienen en mente que un mentor es una persona especial quien puede satisfacer
todas sus necesidades. Pronto se vuelve aparente que no hay suficientes “super
mentores” como estos a nuestro alrededor. Esto causa que la persona se
desanime y suponga que no hay nadie disponible para ser su mentor. Por
ejemplo, quizás usted no pueda establecer una relación personal con una persona
que es un excelente maestro pero usted puede proveer atracción, relación y
responsabilidad. Estas dinámicas crearán un ambiente en el que usted puede ser
potenciado por medio de los conocimientos de sus maestros.
Uno de las cosas de mayor utilidad que puede hacer al tratar de obtener la
ayuda de un mentor es identificar las razones por las cuales necesita un mentor
tan específicamente como pueda. Luego usted puede tratar de encontrar a una
persona o a un recurso que le pueda ayudar a satisfacer su necesidad. En otras
palabras, no busque el “super mentor” ideal quien pueda satisfacer sus
necesidades. Encuentre a muchos mentores quienes puedan ayudarlo a satisfacer
las necesidades varias que surjan.

Diferentes tipos de desempeños del ministerio de mentor

No todos los mentores funcionan de la misma manera. Hay diferentes tipos


o estilos en el desempeño del ministerio de mentor. Clinton (1990) ha identificado
nueve tipos de mentores. Los nueve tipos encajan en uno de tres grupos
dependiendo del grado de intensidad y estructura de la relación (ver la Figura 9-2
Tipos de Mentores y agrupaciones Relacionales). Los nueve tipos incluyen el
135

discipulador, el guía espiritual, el consejero, el patrocinador, el maestro, el


entrenador, el modelo contemporáneo, el modelo bíblico e histórico y el contacto
divino.39

Figura 9-2 - Diferentes tipos de mentores

I ----------------------------- I ------------------------------ I ---------------------------------I


Niveles más profundos de relación Poca relación o ninguna relación

1.Discipulador 4. Consejero 7. Modelo Contemporáneo


2.Guía Espiritual 5. Maestro 8. Modelo Bíblico e Histórico
3.Entrenador 6. Patrocinador 9. Contacto Divino

El discipulador es probablemente el tipo más conocido del desempeño del


ministerio del mentor. El empuje primordial del discipulador es potenciar al
aprendiz o discípulo sobre las bases para seguir a Cristo. Usualmente el
discipulador está muy comprometido y es muy intencional en su relación con el
aprendiz o discípulo. Stanley y Clinton definen al discipulador como “un proceso
de relación en el cual un seguidor de Cristo más experimentado comparte con un
nuevo creyente el compromiso, el entendimiento, y las habilidades básicas
necesarias para conocer y obedecer a Jesucristo como Señor.”40
Muchas iglesias y organizaciones paraeclesiásticas tienen programas de
discipulado para entrenar a jóvenes creyentes sobre las bases de la vida cristiana.
Un ejemplo incluye un programa basado en la iglesia basado en el “Principio
Timoteo”. Este estructurado programa consiste en que un cristiano obediente
debe potenciar a un cristiano más joven o a un pequeño grupo de cristianos a ser
obedientes en las áreas de oración, la Palabra, confraternidad, y testimonio.41
Otro ejemplo implica a una organización misionera paraeclesiástica que
dirige programas residenciales de entrenamiento de discipulado. Estos programas
consisten en tres meses de entrenamiento en las áreas de escuchar y obedecer la
voz de Dios, apertura, quebrantamiento, oración intercesora, y evangelismo
seguido por un tiempo de alcance en equipo (a menudo trans-cultural) en servicio,
entrenamiento, y evangelismo.42
Al segundo tipo de mentor se lo llama él o la guía espiritual. El empuje
principal del guía espiritual es proveer perspectiva al aprendiz o discípulo y a quien
rendir cuentas en el área del crecimiento espiritual. Stanley y Clinton definen al
guía espiritual como “un seguidor de Cristo maduro, un hombre de Dios, quien

39
Ibid, 17.
40
Ibid, 20
41
John Robertson, The Timothy Principle (El principio Timoteo). (Colorado Springs, Colorado:
Navpress, 1986), 83.
42
Juventud con una Misión, Escuela de Entrenamiento de Discipulado.
136

comparte conocimiento, habilidades, y filosofía básica de lo que significa reconocer


cada vez más la semejanza a Cristo en las áreas de la vida.”43
Richard Foster en su libro Celebration of Discipline (Celebración de
disciplina) nos recuerda que el propósito de la espiritualidad no es la sumisión
legalista a las disciplinas espirituales. El propósito es, la transformación en Cristo
de adentro hacia afuera y las disciplinas pueden ser un importante medio para
lograr este fin. Foster comenta:

“ Las Disciplinas Espirituales son para nuestro bien. Estas están dirigidas a
traer la abundancia de Dios a nuestras vidas. Es posible, sin embargo,
convertirlas a otro conjunto de leyes que matan el alma. Las disciplinas
atadas a la ley tienen aliento de muerte. Jesús enseña que debemos ir
más allá de la justicia de los Escriba y Fariseos (Mateo 5:20). Aun
necesitamos ver que su justicia no fue una cosa pequeña. Ellos estaban
comprometidos a seguir a Dios en una forma en la que muchos de nosotros
no estamos preparados. Sin embargo, un factor que fue siempre el centro
de su justicia fue el externalismo. Su justicia consistía en tener el control
sobre lo externo… Al punto en el que hemos llegado más allá de la justicia
de los escribas y fariseos se ve en cómo nuestras vidas demuestran la obra
interna de Dios en nuestro corazón. Para estar seguros, esto tendrá
resultados externos, pero la obra será interna.”44

Los mentores espirituales suelen ser más efectivos ayudando a creyentes


que ya han sido discipulados. Es decir, ellos tienen las prácticas básicas de la fe
establecidas en su vida. La persona que necesita una guía espiritual es alguien
que ha llegado a un estancamiento en su crecimiento espiritual y necesita que
alguien traiga perspectiva acerca de cómo profundizarse más en Dios.
El tercer tipo de mentor es el entrenador. El empuje principal del
entrenador es motivar al discípulo o aprendiz y ayudarlo a desarrollar dones,
habilidades, y destrezas para el ministerio efectivo. Stanley y Clinton definen al
entrenamiento como “un proceso relacional en el que el mentor, quien sabe hacer
las cosas bien, imparte aquellas destrezas a un pupilo o discípulo quien quiere
aprenderlas.”45
Vemos este tipo de labor de mentor en el ministerio de Jesús cuando Él
envía a los doce (Mateo 10 y Lucas 9) y de los setenta y dos (Lucas 10). Primero,
Él les enseñó acerca de la vida y el ministerio (Mateo 5-7). Luego El se los
demostró a ellos (Mateo 8-9), y luego los envía para que lo hagan ellos mismos
(Mateo 10). Cuando los doce regresan, El pasa tiempo con ellos preparándolos
más y evaluándolos (ver Lucas 9:10-17). Este patrón de entrenamiento es básico
en el ministerio de entrenamiento de Jesús y en el ministerio de aquellos líderes
de la iglesia primitiva como Bernabé y Pablo.

43
Stanley y Clinton, 29.
44
Foster, Celebration of Discipline (Celebración de disciplina), 9.
45
Stanley y Clinton, 34.
137

Los entrenadores exitosos pueden sacar a relucir lo mejor de sus equipos


cuando esto realmente cuenta. Alan Loy McGinnins, en su libro Bringing Out the
Best in People, (Sacando a relucir lo mejor de la gente), hace una lista de doce
reglas que los líderes pueden utilizar para sacar a relucir lo mejor de la gente. Los
enumera de la siguiente manera:
1. Espere lo mejor de la gente que lidera.
2. Haga un estudio profundo de las necesidades de la otra persona.
3. Establezca altos niveles de excelencia.
4. Cree un ambiente donde el fracaso no es fatal.
5. Si ellos están empezando a moverse en la dirección que usted desea
que vayan, únase a ellos.
6. Emplee métodos para animar al éxito.
7. Reconozca y aplauda los logros.
8. Utilice una mezcla de refuerzos positivos y negativos.
9. Apele escasamente al instinto de competitividad.
10. Establezca una recompensa por colaboración.
11. Establezca dentro el grupo una concesión u oportunidad para las
tormentas.
12. Dé pasos para mantener su propia motivación en alto.46

Éstas son las cosas que los mentores entrenadores exitosos hacen para motivar y
potenciar a los miembros de su equipo para el éxito. Los pupilos o discípulos se
encuentran a sí mismos en una relación en donde pueden experimentar, crecer, y
prosperar.
El cuarto tipo de mentor es el consejero. El empuje principal del
consejero es dar consejo en el momento propicio y corregir las perspectivas en los
puntos de vista sobre sí mismo, sobre otros, y sobre el ministerio. Stanley y
Clinton describen ocho funciones del mentor como consejero “para potenciar o
habilitar”. Esto incluye, dar ánimo, escuchar y guardar los secretos, ayudar en
evaluaciones importantes, ganar la perspectiva necesaria, proveer consejo
específico, y ayudar a la sanidad interior.47
Un buen consejero posee la habilidad para cuidar, escuchar, y proveer los
recursos necesarios en el momento apropiado. Larry Crabb, en su libro Effective
Biblical Counseling (Consejería bíblica efectiva), dice que “es nuestra [creyentes
que aconsejan a otros] responsabilidad como compañeros del cuerpo [iglesia]
recordarnos y exhortarnos los unos a los otros continuamente para mantener
presente la meta de toda verdadera consejería: liberar a la gente para que puedan
alabar y servir mejor a Dios ayudándolos a ser más como el Señor. En una sola
palabra, la meta es madurez.”48

46
Alan Loy McGinnis, Bringing Out the Best in People (Sacando a relucir lo major de la gente).
(Minneapolis, Minnesota: Augsburg Publishing, 1985), 10.
47
Stanley y Clinton, 44.
48
Larry Crabb, Effective Biblical Counseling (Consejaría bíblica eficaz). (Grand Rapids: Zondervan,
1977), 22.
138

Un ejemplo de la labor de mentor de tipo consejero en la Biblia es Jetro con


Moisés (Exodo 18). Moisés fue confrontado con la increíble responsabilidad de
liderar y “juzgar” al pueblo de Israel en su éxodo desde Egipto hacia la Tierra
Prometida. Al inicio del éxodo Moisés recibió una visita de su suegro Jetro
(versículos 5-8). Luego de un día de reunión Moisés volvió para sus
acostumbradas responsabilidades de “juzgar” al pueblo desde la mañana hasta la
noche (versículo 13). Cuando Jetro vio esto, él se preocupó (versículos 14 y 17-
18) y le preguntó a Moisés al respecto (versículos 15-16). Como resultado de su
conversación, Jetro aconsejó a Moisés que delegara las disputas menores a “sub-
jueces” (versículos 19-23) y que él escuchara sólo las disputas más difíciles que no
podrían ser resueltas por los “sub-jueces” (versículos 19-23). Moisés tomó el
consejo de su suegro (versículo 24) y lo implementó (versículos 5-26).
Los consejeros sabios pueden ser de gran ayuda para nosotros al
enfrentarnos cada día a las dificultades y complejidades de la vida y el ministerio.
La Biblia nos anima a tomar en serio el consejo de los cristianos más maduros (ver
Proverbios 11:14, 12:15, 15:22, 19:20). En tiempos de tensión a menudo
necesitamos la perspectiva que viene de un consejero sabio y amante.
El quinto tipo de mentor es el maestro. El empuje principal del maestro es
motivar por medio de la aportación del conocimiento bíblico y entendimiento sobre
un tema o asunto en particular. Stanley y Clinton describen el funcionamiento del
maestro de las siguientes maneras:

1. Ellos saben qué recursos son necesarios y están disponibles para o hacia quién
o dónde ir a fin de encontrarlos.
2. Ellos saben cómo conectar a los pupilos o discípulos con los recursos.
3. Ellos saben cómo organizar e impartir conocimiento a los pupilos o aprendices.
4. Ellos saben cómo mostrar la relevancia de la información a la situación del
aprendiz o discípulo.
5. Ellos saben cómo ayudar a los aprendices o discípulos a ganar una perspectiva
apropiada para la evaluación y balance.
6. Ellos saben cómo motivar a los pupilos o discípulos a continuar aprendiendo.49

Es un gozo tan grande aprender bajo maestros motivadores. Ellos parecen


saber cómo comunicar la verdad para que esta sea informativa, relevante, y
práctica. Howard Hendricks es un ejemplo de un maestro mentor. Él ha
influenciado una generación de líderes de iglesia a lo largo de su enseñanza, de su
ministerio como conferencista, y como escritor. En su libro titulado Enseñando
para Cambiar Vidas él declara que “la enseñanza que hace efecto no es de cabeza
a cabeza, sino de corazón a corazón.”50 Este tipo de enseñanza comprende tres
componentes: carácter, compasión y contenido. Hendricks asegura que:

49
Stanley y Clinton, 50-51.
50
Howard Hendricks, Enseñando para Cambiar Vidas. Traductor Patricia Patacsil. (Pórtland,
Oregon: Multnomah Press, 1988; Miami: Editorial Unilit, 1997), 91.
139

“Porque el carácter del maestro es lo que produce la confianza del alumno…


Segundo, es su compasión lo que produce la motivación del alumno…
Tercero, es su contenido lo que produce la percepción del alumno.51

Obviamente, Jesús es el más grande ejemplo de maestro mentor. Él


poseyó los tres componentes y “la gente se admiraba en su doctrina, porque les
enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mateo 7:28-29).
Hubo autoridad en la enseñanza de Jesús que no estuvo presente en enseñanza
aprendida de los maestros religiosos. Ellos tenían contentamiento pero a menudo
les faltaba carácter y compasión (ver Mateo 23).
El sexto tipo de mentor es el patrocinador. El empuje principal para el
patrocinador es ayudar a preparar, proteger, y promover a un aprendiz o discípulo
a un ámbito más amplio de responsabilidad e influencia. Stanley y Clinton
describen seis pasos que se utilizan al patrocinar. Éstos incluyen la selección de
líderes potenciales, ánimo, impartir destrezas, conectar los recursos (educación,
entrenamiento, finanzas, contactos personales), perspectiva e inspiración.52
Él concepto de patrocinar se hizo popular a través de la obra de Robert
Greenleaf (Servant Leadership / Liderazgo de siervo) y de Tom Peters (In Search
of Excellence – En busca de la excelencia). En ambos libros los autores
describieron algunos beneficios de patrocinar o “animar” al talento que está
surgiendo en el mundo de los negocios. Ted Engstrom, en su libro titulado The
Fine Art of Mentoring (El arte del ministerio del mentor), ha tratado sobre este
concepto y su impacto potencial sobre la iglesia y las organizaciones cristianas. Él
dice que los “mentores que hacen honor a su título le mostrarán a su aprendiz
cómo trabajar mientras otros desperdician el tiempo, cómo estudiar mientras otros
postergan sus estudios, y cómo orar mientras otros juegan.”53
Este tipo de ministerio de mentor potencia y habilita a los líderes jóvenes
que están surgiendo, a desarrollar su potencial y comenzar a tomar su lugar, en la
medida en que el grueso de la responsabilidad es entregada a la próxima
generación. El patrocinio de Moisés a Josué (ver Deuteronomio 34:5-9), de Elías a
Eliseo (ver II Reyes 2:11-15), de Bernabé a Pablo (ver Hechos 9:27 y 11:25-26), y
de Pablo a Timoteo (ver II Timoteo 4:1-8) son buenos ejemplos de la transición de
la responsabilidad de uno a otro y de una generación a la siguiente.
El séptimo tipo de mentor es el modelo contemporáneo. El empuje
principal del modelo contemporáneo es ser un ejemplo que otros deseen seguir.
Stanley y Clinton describen al modelo contemporáneo como “una persona viva
cuya vida o ministerio es utilizada como un ejemplo para impartir indirectamente
destrezas, principios, y valores que capacitan o potencian a otra persona.”54

51
Ibid, 92-93.
52
Ibid, 57-58.
53
Ted Engstrom, The Fine Art of Mentoring (El arte del ministerio del mentor). (Brentwood,
Tennessee: Wolgemuth and Hyatt Publishers, 1978), 2.
54
Stanley y Clinton, 68.
140

Podría haber un sinnúmero de ejemplos del modelo contemporáneo en la


Biblia, en la historia de la iglesia, u hoy en día. Los patriarcas influenciaron su
generación, la de los profetas, la de ellos; los apóstoles influenciaron un curso
totalmente nuevo para el pueblo de Dios en su generación; los padres de la iglesia
influenciaron su generación en áreas de espiritualidad; los reformistas devolvieron
la Biblia nuevamente a la gente de su generación; los renovadores devolvieron
vida a las iglesias del estado en su época, y hoy evangelistas, pastores, y líderes
cristianos están influenciando su generación. Cada generación tiene modelos
contemporáneos que proveen un ejemplo que potencia a otros para ser más como
Cristo.
Aunque nosotros quizás nunca tengamos una participación personal en sus
vidas, ellos nos influencian a nosotros. Nosotros somos influenciados por su
ministerio público, sus escritos, su liderazgo, y por las circunstancias de su vida.
Debido a que sus vidas usualmente son públicas, estamos expuestos a ellos a
través de la perspectiva u opinión de otros sobre ellos en artículos de revista,
entrevistas de televisión y biografías.
Billy Graham es probablemente el mejor ejemplo de un modelo
contemporáneo (al menos en el Occidente). Él ha servido fielmente al Señor con
su equipo por muchos años. Él ha predicado el evangelio por todo el mundo a
millones de personas. Él ha sido una fuente de aliento para muchos. Cuando él
ha fallado, ha sido honesto y ha tomado pasos para remediar sus fracasos. Él
parece estar terminando bien.
Una de las más grandes dificultades que los modelos contemporáneos
tienen es que ellos son humanos y tienen limitaciones que podrían ser pasadas por
alto o mal interpretadas por sus entusiastas seguidores. Algunos modelos
contemporáneos toman el nivel de “ídolos” de música popular y cuando fallan en
cumplir con las expectativas de sus seguidores hay confusión, heridas, y
desilusión. Los modelos contemporáneos son personas, no Dios, y necesitamos
tener cuidado de no “idolatrarlos” en perjuicio de nuestra comunión con Cristo.
Sus vidas deben animarnos a querer conocer más a Dios y a servirle más
efectivamente.
El octavo tipo de mentor es el modelo bíblico e histórico. El empuje
principal del modelo bíblico e histórico es modelar una vida dinámica de carácter,
fe, y efectividad que influencia a otros después de la muerte del modelo. Stanley
y Clinton describen al modelo bíblico e histórico como “una persona ya muerta
cuya vida o ministerio está escrito en una (auto)biografía y es usada como ejemplo
para impartir indirectamente valores, principios, y destrezas que facultan o
potencian a otra persona.”55
Hay mentores bíblicos e históricos quienes a través de sus vidas y escritos
así como a través de lo que otros han escrito sobre ellos, pueden ser de gran
ayuda para nosotros como cristianos y líderes. Yo (Paul) he realizado un estudio
extenso de los personajes bíblicos en los últimos años utilizando el modelo de
desarrollo de liderazgo de Clinton para investigar la vida y las lecciones de
55
Ibid, 70.
141

liderazgo del personaje. Estudios como estos pueden ser de mucho valor. La
Biblia nos dice que podemos aprender de las vidas de aquellos quienes han vivido
vidas fieles en el pasado (ver Hebreos 13:7-8).
El último tipo de mentor es el contacto divino. El empuje principal del contacto
divino es la guía oportuna y el discernimiento por medio de la intervención divina.
Esta intervención puede ser “natural” y “sobrenatural”
La conversión y sanidad de Saulo/Pablo es un ejemplo de esto (Hechos 9).
Mientras iba camino a Damasco con el fin de aprehender a cualquiera que
perteneciera al “Camino” (versículos 1-2), Pablo fue encontrado divinamente por
Jesús (versículos 3-5). Durante su encuentro él fue cegado y se le dijo que
entrara a la ciudad de Damasco en donde se le diría qué hacer (versículos 6-8).
Este es un ejemplo de un contacto divino “sobrenatural”.
Pablo pasó tres días en Damasco ayunando y orando (versículos 9-11).
Durante este tiempo, el Señor se le apareció a su discípulo llamado Ananías en
una visión (versículo 10) y le dijo que visitara a Pablo (versículos 11-12 y 15-16).
Cuando Ananías visitó a Pablo, él oró por su sanidad y por la llenura del Espíritu
Santo (versículos 17-18). Este es un ejemplo de un contacto divino “natural”.
Aunque los contactos divinos son bastante raros en la mayoría de nuestras
vidas, Dios ha utilizado esta forma de labor de mentor a lo largo de la Biblia y de
la historia de la iglesia en las vidas de las personas en momentos críticos.

Clases de desempeño del ministerio de mentor

No todo mentor es dotado en todos estos estilos ni utiliza todos éstos. La


mayoría centrarán su enfoque en uno de estos estilos o varios dependiendo de sus
dones espirituales, personalidad, llamado, experiencia, etc. No todos necesitamos
de la labor de un mentor en todas estas áreas todo el tiempo. La mayoría de
nosotros tendrá una serie de relaciones con mentores a lo largo de nuestras vidas
que tratarán necesidades especiales según surjan.
El ministerio de mentor en una base continua parece ser importante en las
vidas de personas efectivas en crecimiento. Stanley y Clinton han desarrollado un
modelo de Constelación que nos ayudará a entender las clases de ministerio de
mentor necesitadas en nuestras vidas (ver la figura 9-3- Modelo de la Constelación
en el desempeño del ministerio del mentor). Este modelo implica “un ministerio
de mentor con un ascendente” con alguien más maduro que nosotros, “un
ministerio de mentor lateral o de compañeros” con compañeros que están
inmersos en situaciones similares y compañeros que están involucrados en
situaciones diferentes, y “un ministerio de mentor con un descendente” con
cristianos jóvenes emergentes. 56

56
Ibid, 77.
142

Figura 9-3 – Modelo de la constelación en el desempeño del


ministerio de mentor

Ministerio de mentor
con alguien más maduro

Ministerio de Mentor Ministerio de mentor


Compañeros externos Compañeros internos

Ministerio de mentor
con alguien con menos experiencia

Cada uno de estos diferentes tipos de relaciones en el desempeño del ministerio


del mentor es importante para ayudar a proveernos de apoyo, responsabilidad
para rendir cuentas, y recursos en la medida en que crecemos y ministramos.
Dios utiliza a otros para complementarnos en las áreas en las que somos limitados.
Nos necesitamos los unos a los otros.
En mi vida (Paul) yo he tenido una relación con un mentor ascendente que
es Bobby Clinton. Cada año yo le expongo mis metas para el siguiente año por
escrito. Cada mes o cada dos meses le expongo una evaluación de mis metas por
escrito. Además nos reunimos, escribimos o hablamos por teléfono según el
tiempo y las circunstancias nos lo permitan. Él me ha dado algunos consejos de
gran utilidad y me ha animado en áreas específicas.
También tengo relaciones de compañeros mentores con varios pastores y
líderes cristianos del área donde vivo y, de otras localidades. Así mismo les he
expuesto mis metas por escrito y les doy periódicamente reportes escritos o
verbales. Ellos también me sirven de apoyo, ánimo y recursos. Ellos me
mantienen al tanto de los acontecimientos en sus organizaciones, libros
desafiantes que han leído, personas que han conocido, programas que han
implementado, etc.
Tengo además relaciones formales e informales del desempeño del
ministerio de mentor con aprendices descendentes, con algunos de mis
estudiantes y unos pocos líderes jóvenes en formación. He aprendido mucho de
Vernon acerca de esta clase de desempeño del ministerio de mentor así que
siempre tengo mis ojos abiertos para los jóvenes líderes que necesiten de ánimo al
empezar. La inversión de Vernon en mí, ahora está pagando mi inversión en
otros.
143

Pasos para el desempeño efectivo del ministerio del mentor

Como cristianos jóvenes es de gran ayuda tener un mentor. Pero ¿cómo


encontrar el tipo de mentor que necesita? Los mentores de Dios son difíciles de
encontrar, y un mal desempeño del ministerio de mentor puede dar como
resultado todo tipo de problemas.
El primer paso para encontrar un mentor ascendente es orar. Pídale a Dios lo que
usted necesita en una relación y pídale a El que le provea el tipo de mentor que
usted necesita. Dios podría revelarle a usted que usted necesita un tipo de
mentor muy diferente del que usted originalmente podría haber deseado.
A menudo, el crecimiento ocurre mejor en circunstancias difíciles. Aunque
todos necesitamos ánimo, también podríamos necesitar a alguien que pueda
hablar a nuestras debilidades. Ron Lee Davis llama a esto una labor de mentor
“tierno-severo”. Este tipo de desempeño del ministerio de mentor comprende
varios aspectos que él llama las siete reglas cardinales del desempeño de la labor
de mentor. Estas reglas incluyen:

1. Cuando usted confronta, sea honesto y directo.


2. Cuando usted confronta, demuestre amor incondicional y aceptación
3. Cuando usted confronta, sea específico. Nunca generalice.
4. Cuando usted confronta, demuestre empatía
5. Desarrolle las fortalezas, dones y carácter a través del ánimo positivo.
6. Anime en público, corrija en privado.
7. Desarrolle lealtad hacia las relaciones, no hacia los asuntos.57

Dentro del contexto de este tipo de relación de la labor de mentor un


cristiano joven y líder joven puede obtener una retroalimentación honesta, tener la
libertad para experimentar sin correr el riesgo de perder la relación, y crecer como
producto de sus experiencias.
El segundo paso es comprometerse. Busque a Dios a través de la oración
y pídale oportunidades para intervenir en la vida de las personas y ministerios.
Esté dispuesto a servir en situaciones de bajo perfil tales como clases de escuela
dominical, ministerio de adolescentes, o limpiar la iglesia después de los cultos.
Es dentro del contexto de la participación que Dios puede juntar personas
en una relación mentor-discípulo. Una de las cosas que yo (Paul) busco en las
personas jóvenes para quienes yo soy su mentor es un corazón con actitud de
siervo. Muchos quieren tener un mentor pero se quedan esperando que éste
llegue a ellos, cuando en realidad ellos deberían salir a participar donde están los
mentores potenciales.
El tercer paso es estar consciente del aspecto de la atracción en el
ministerio de mentor. La atracción es la primera dinámica del ministerio de
57
Davis, vea el capítulo 4.
144

mentor y viene a ser el paso inicial en el desarrollo de una relación mentor –


discípulo. Los mentores son atraídos a líderes “potenciales” y líderes “emergentes”
son atraídos a mentores. La atracción puede llevar a la conversación, a trabajar
juntos, y posiblemente a algún tipo de ministerio de mentor. El ministerio de
mentor usualmente ocurre dentro de circunstancias naturales de participación y
relaciones.
El cuarto paso es aclarar las expectativas concernientes al ministerio de
mentor. Tenga cuidado de no suponer que simplemente porque un mentor
potencial pone algo de atención en usted en alguna situación, él o ella está
entrando en una relación comprometida de mentor-aprendiz con usted. Se
necesita hablar de los detalles específicos de la relación y de las expectativas y
llegar a un acuerdo mutuo.
Si las expectativas no son realistas y claramente formuladas, hay todo tipo de
lugar para los malentendidos, heridas, y desilusiones. Algo de esto puede ocurrir
inclusive si las expectativas son claramente acordadas ya que nosotros somos
humanos y fallamos de tiempo en tiempo.
Cuando hay malentendidos y heridas, necesitamos perdonar y
humildemente en oración solucionar el asunto con el mentor. Solucionar asuntos
difíciles puede fortalecer la relación y desarrollar actitudes correctas para una
relación y destrezas en nuestras vidas.
El quinto y último paso en asegurar una labor de mentor con un superior es
estar dispuesto a tomar responsabilidad personal en la relación. Debemos ser
cuidadosos de no desarrollar una dependencia no saludable en el mentor.
Debemos ser abiertos al mentor y su impresión sobre nuestras vidas pero
necesitamos también aprender a escuchar de Dios y obedecerle.

Pasos para desempeñar un ministerio efectivo de mentor con un


compañero

La labor de mentor lateral o con un compañero puede ser un verdadero


gozo a medida que nos relacionamos de manera significativa con aquellos quienes
son parte de nuestra generación, quienes enfrentan muchas de las mismas
situaciones que nosotros enfrentamos, y quienes siguen adelante en respuesta al
llamado de Dios en sus vidas. Los recursos, la participación cooperativa, las
experiencias compartidas son todas parte de los beneficios del ministerio de
mentor lateral o hacia un compañero y todos las necesitamos.
Los pasos para establecer una relación de mentor con un compañero son
esencialmente los mismos que para la labor de mentor con un ascendente. La
oración, la participación, la atracción, la aclaración de expectativas, y la
responsabilidad personal son importantes para un ministerio efectivo de mentor
con un compañero. La mayor diferencia es en el área de autoridad y de
responsabilidad.
En el ministerio de mentor con un compañero nos relacionamos el uno al
otro como colegas o “de igual a igual”. Nos influenciamos el uno al otro por lo que
145

somos y no hay tendencia a establecer jerarquía de autoridad. A veces la labor de


mentor con un compañero puede incluir responsabilidad para rendir cuentas por
ciertos aspectos de comportamiento cuando mutuamente así lo han acordado.
El ministerio de mentor con un compañero puede ser una manera
emocionante y efectiva de cuidar y ser cuidado. Es muy fácil para muchos de
nosotros aislarnos debido a las demandas de nuestras vidas. Probablemente el
ministerio de mentor con un compañero tendrá que ser una prioridad, o de lo
contrario, esto puede ser fácilmente absorbido por las demandas de nuestro
horario. El ministerio de mentor con un compañero puede ayudarnos a
permanecer comprometidos en una relación y aprender a medida que enfrentamos
los desafíos de nuestras vidas y ministerios.

Pasos para el desempeño efectivo de un ministerio de mentor con un


aprendiz

Quizás pensemos que somos demasiado jóvenes y inexpertos para ser


mentores de alguna otra persona. Esto era parte de la lucha del joven Timoteo
cuando estaba pastoreando la iglesia en Efeso. Pero Pablo le recuerda en sus
instrucciones que “ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (I Timoteo 4:12).
Recuerden que la labor de mentor es una vida que toca a otra. Como
cristianos nosotros podemos ser un ejemplo para otros. No tenemos que ser
perfectos, sólo fieles. Como ha dicho Ted Engstrom, desempeñar el ministerio de
mentor es un arte. El ministerio de mentor, al igual que otras relaciones,
demanda mucho esfuerzo y debe ser cultivado a través del tiempo. Sin importar
la edad, nosotros podemos tocar la vida de otros a través de nuestra fidelidad.
Engstrom sugiere cuatro pasos para un ministerio efectivo de mentor a un
“descendente” son:

1. Seleccione un discípulo o aprendiz cuya filosofía de vida usted comparta.


Nuestros más grandes mentores son aquellos quienes son también
nuestros modelos.
2. Elija a una persona en cuyo potencial usted crea genuinamente… El
secreto del ministerio de mentor en cualquier campo es ayudar a una
persona a llegar a donde él o ella están dispuestos a ir.
3. Evalúe el proceso del aprendizo pupilo constantemente. Un mentor
honesto será objetivo. Si es necesario él o ella animarán a la persona a
permanecer en esa dirección, buscar otra dirección, o inclusive entrar a
otra relación con otro mentor.
4. Comprométase, sea serio y esté disponible para su discípulo o pupilo.58

58
Engstrom, 24.
146

Exhortación final

Solamente hemos tocado superficialmente el tema del ministerio de mentor.


Existe un sinnúmero de libros que han sido escritos, los mismos que serán de
mucha utilidad para usted. Le animamos a estudiarlos y a empezar una vida de
relaciones mentor –aprendiz. La labor de mentor es uno de los eslabones vitales
en la cad ena del propósito de Dios para su vida y para la vida de aquellos que Él
está llamando a liderar en la próxima generación. Dios usa personas para
potenciar a otras personas para sus más altos propósitos. Pablo nos anima a
“sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”
(Gálatas 6:2). No es fácil hacerlo durante toda una vida de ministerio. Sin
mentores, esto es casi imposible. Para nuestro propio bien y para el bien de los
líderes jóvenes en formación, necesitamos encontrar formas para intervenir
significativamente en la vida de los demás. Las relaciones significativas de mentor
pueden impactar nuestras vidas y las de otros de tal manera que éstas cambien.
Las relaciones mentor–aprendiz son el primer lugar en el cual se nos
demandará rendir cuentas de nuestra vida, nuestro crecimiento y nuestros
ministerios. Lamentablemente, la responsabilidad o el rendir cuentas está ausente
en la mayoría de las vidas de los líderes cristianos. Creo que esto ha causado la
caída de muchos. Necesitamos que se nos pida rendir cuentas. ¿Quién le pide
cuentas a usted?

Evaluación y aplicación

1. Pregúntele a Dios en oración si es que usted tiene o no el tipo(s) de mentor


que usted necesita en su vida
2. Lea nuevamente la sección(es) pertinente a su situación y busque todos los
pasajes de apoyo mientras le pide a Dios que se revele a Sí mismo y revele Sus
propósitos para usted. Escriba sus reflexiones y discernimientos y pregúntele a
Dios cómo quiere Él que usted aplique estas reflexiones. Escriba una
estrategia para aplicar estas reflexiones, actúe en esa dirección y evalúe.
3. Comience a estudiar sistemáticamente la vida de líderes cristianos bíblicos,
históricos y contemporáneos de tal forma que aprenda de ellos.
4. Tome el libro Connecting (Conexiones) por Bobby Clinton y Paul Stanley.
Estudie los temas y las dinámicas de una labor efectiva de mentor. Empiece a
usarlos en su vida.
147

CAPÍTULO 10:
EL TEMA DEL DESTINO

Yo, (Richard) nunca olvidaré una experiencia que tuve una tarde en el
verano de 1985. Ya tenía casi dos años en la formación de una iglesia cuando una
líder de otra iglesia me preguntó si podríamos reunirnos para orar. Ella me dijo
que sentía que Dios tenía algo que quería decirme. Yo había observado a esta
ministro líder en un sinnúmero de situaciones y sabía que ella era sensible al
Espíritu Santo y que Dios la usaba en un ministerio profético. Nada de lo que yo
había experimentado previamente me había preparado para lo que sucedería esa
tarde. Este tiempo de oración juntos fue como ningún otro momento de oración
que haya yo jamás experimentado.
Nos sentamos juntos en su sala y empezamos a orar. Ella empezó a orar
por las cosas que ella sentía que Dios iba a hacer en mi vida. Durante los
primeros 20 minutos aproximadamente, ella oró por asuntos relacionados con el
carácter. Le pidió a Dios que trabajara profundamente en mi vida y que la
integridad, la honestidad, la obediencia, la genuinidad y fidelidad se convirtieran
en características primordiales en mi vida. Al final de este tiempo, ella sintió que
Dios quería hablarme directamente a mí. Ella se quedó callada.
Tan pronto como ella se quedó callada, empecé a sentir la poderosa
presencia del Espíritu Santo. Empecé a escuchar a Dios hablarme en una voz
interior acerca del futuro. Dios comenzó a hablarme acerca de las cosas por las
cuales pasaría en el futuro y por qué era importante que yo aprendiera a
responder fielmente a Él. Junto con estas palabras, vi varias visiones en los ojos
de mi mente. Dios explicó lo que cada visión significaba. No sé cuanto tiempo
duró esto, pero cerca del final de este intercambio entre Dios y yo, la líder que
estaba orando por mí comenzó a orar.
Ella empezó diciendo, “Esto es lo que has visto y oído.” Luego sin decirme
una sola palabra, describió las visiones que yo había visto y describió la esencia de
lo que Dios acababa de hablarme a mí. De más está decir que yo estaba
pasmado. Realmente no sabía qué hacer con esta experiencia. Nunca antes había
experimentado algo como esto.
Salí de esa experiencia meditando en las cosas que yo creía Dios me había
mostrado. Para ser honesto, estaba un poco confundido y asustado por lo que
creía que Dios me había dicho acerca de mí y del futuro. No fue hasta como dos
meses después que yo escribí mis pensamientos y sentimientos acerca de esta
experiencia.
Lo que acabo de describir es lo que yo llamo una experiencia de sentido de
destino. Han pasado 10 años desde esta experiencia. Durante este tiempo,
muchas cosas han pasado para confirmar lo que Dios me reveló aquella tarde de
verano. Dios ha continuado aclarando y revelándome cosas acerca de lo que Él
está haciendo y de lo que planea hacer en mí y a través de mí. Me doy cuenta de
que mi parte en el plan de Dios es continuar respondiendo positivamente ante Él y
148

aprendiendo las lecciones que Él quiere que yo aprenda. Dios ha usado esta
experiencia en un sinnúmero de formas poderosas en los últimos 10 años.
¿Qué es la conciencia del destino? ¿Tienen todos uno? ¿Cómo sabe usted
cuando Dios está revelando algunos aspectos de su destino? En este capítulo voy
a tratar estas preguntas y muchas más. El tema del destino es uno crucial para
los líderes en desarrollo. Creo que Dios cultivará una conciencia del destino en
cada líder. Con el tiempo, Él revelará Sus planes especiales para el líder al
continuar desarrollándolo/la. Dios puede usar este sentido del destino para
animar a los líderes y motivarlos a responder en fe.

¿Qué es una conciencia del destino?

Una conciencia del destino es una convicción interior. La convicción es que


Dios está interviniendo de manera especial en el desarrollo y la preparación del
líder a fin de que él o ella puedan realizar Sus propósitos especiales durante su
vida. Esta convicción interior se produce como resultado de experiencias en las
cuales el líder toma conciencia de que Dios ha intervenido de manera personal y
especial a fin de animar el desarrollo del líder. A menudo el líder no está
consciente de este “destino” durante las etapas iniciales de su liderazgo. El
destino del líder es revelado con el tiempo. En la medida en que Dios revela su
destino a través de varios medios, el líder se vuelve cada vez más consciente de
este.
Al haber estudiado la vida de varios líderes aquí en el Seminario Fuller,
hemos podido discernir un patrón de desarrollo relacionado con una conciencia del
destino. Este patrón tiene tres partes. Las llamamos preparación para el destino,
revelación del destino y realización del destino.

Preparación para el destino

La preparación para el destino implica esas experiencias en donde Dios


hace una obra de preparación en la vida del líder, lo que le da al mismo una
sensación creciente de que Dios quiere usarlo de alguna manera especial. Estas
experiencias son comprendidas cuando las miramos en retrospectiva. Este tipo de
experiencias del destino sirven para infundir en el líder que existe un propósito
especial que Dios tiene para él o ella. Esto es, éstas preparan al líder para su
destino.
Hay un sinnúmero de incidentes bíblicos que proveen ilustraciones de los
detalles de preparación. Por ejemplo, el contrato de Ana con Dios con relación a
su hijo fue ciertamente el detalle de la preparación para el destino de Samuel.
¿Cuántas veces cree usted que Samuel habrá escuchado la historia cuando estaba
creciendo? El hecho en sí de que creciera separado de sus padres hubiera sido lo
suficientemente significativo para garantizar la historia. Los padres de Moisés
desafiaron la orden del Faraón y salvaron su vida. El hecho de que él sobrevivió
cuando todo hijo hebreo de su propia edad fue muerto dio a Moisés un sentido de
149

significado en su vida. ¿Cuántas veces cree usted que se hizo él la misma


pregunta, “¿por qué sobreviví?”?
Los detalles de la preparación para el destino son hechos significativos,
personas, circunstancias providenciales, o un sentir especial del tiempo que
insinúan a una vida algún futuro significativo. Estos son algunos tipos de detalles
de la preparación para el destino con los cuales nos encontramos en nuestra
investigación de los líderes:

- profecías dadas a niños o niñas, las mismas que los padres pueden registrar y
contar al niño mientras crece
- un nombre especial dado a un niño o niña
- la convicción de un padre de que Dios está usando a su hijo de manera
especial. Esta convicción es expresada al niño de alguna manera.
- Circunstancias de nacimiento inusuales (de cierta manera, es evidente que Dios
ha intervenido y salvado la vida del niño o niña o que ha provisto un hijo/a
cuando esto parecía imposible)
- la preservación de la vida (cerca de la muerte por una enfermedad o accidentes
a menudo añaden un sentido de significado a la vida de una persona)
- una herencia Divina: parece haber algo que pasa de una generación a otra que
añade un sentido de significado y un sentimiento de utilidad especial para Dios

Todos estos tipos de experiencias en retrospectiva pueden darle a una


persona una conciencia de la preparación al ser utilizados por Dios de manera
especial.

Revelación del destino

El segundo aspecto del patrón de destino se llama revelación del destino.


Estos tipos de experiencia mueven al líder de una conciencia general que Dios
quiere utilizarlo a una forma especial a convicciones específicas de lo mismo. La
revelación del destino describe cualquier experiencia durante la cual Dios confirma
que el líder tiene un destino especial y comienza a revelar o a aclarar cual podría
ser el propósito especial.
Hay un sinnúmero de ilustraciones de la revelación del destino en las
Escrituras. Los sueños de José le dan -a él- un sentido del futuro y de sus roles
según los relatado a su familia. Estos sueños también lo metieron en muchos
problemas con sus hermanos. Los encuentros de Abraham con Dios durante los
cuales Dios reveló su gran promesa de un hijo y un pueblo. La experiencia de
Moisés al pie de la zarza ardiente fue una ocasión poderosa de confirmación y
aclaración de que Dios quería usarlo en una forma especial. El encuentro de David
con Samuel cuando fue ungido con aceite por el profeta. El encuentro de Pablo
con Jesús y luego con Ananías en Damasco fueron experiencias de revelación del
destino para Pablo. Dios confirmó Su plan especial para Pablo confirmándolo a
través de Ananías.
150

En nuestra investigación en Fuller con líderes, hemos encontrado los


siguientes tipos de experiencias de la revelación del destino. Cada uno de los
siguientes tipos de experiencias puede ser usado por Dios para revelar el destino
de un líder.

- Dios le da al líder un sueño o una visión referente al futuro.


- Dios le da al líder una palabra profética acerca del futuro.
- El líder tiene un discernimiento intuitivo acerca de su futuro durante un tiempo
de reflexión o evaluación.
- Dios usa una experiencia en la que el líder es desafiado en alguna forma a
responder en fe o con carácter divino para revelar algún aspecto de un futuro
destino. El líder ve una conexión directa entre la situación y algún ministerio
futuro.
- Algunas experiencias poderosas de guía con Dios. Los momentos de toma de
decisiones son momentos claves para que Dios hable y dirija claramente hacia
algún destino futuro.
- En un poderoso encuentro donde el poder de Dios es liberado en ministración,
el líder es usado por Dios en tal manera que el líder vislumbra su futura
participación en el ministerio. Dios a menudo usa estos tipos de experiencias
como momentos catalíticos en la vida del líder.
- Cuando Dios contesta una petición de oración de una manera específica, el
líder frecuentemente experimenta una sensación de confirmación que puede
llevarlo a darse cuenta de que él o ella se está moviendo en la dirección
correcta.

Realización del destino

La realización del destino describe hechos significativos, personas, y


circunstancias que representan el cumplimiento de algún aspecto del destino de
una persona que fue previamente revelado. Cuando los hermanos de José
vinieron y se inclinaron ante él en Egipto, él supo que sus sueños (la revelación del
destino) se habían realizado. José reconoció que el acto final del destino sería
que sus huesos fueran enterrados en su tierra natal. Este aspecto de su destino
se realizó cuando Josué guió al pueblo de Dios a esa tierra. Cuando Pablo escribió
una carta a Timoteo cerca del final de su vida, él pudo reflexionar acerca de su
vida y ministerio y ver que él había vivido el destino que Dios había establecido
para él. Él terminó la carrera, y fue obediente a lo que Dios lo había llamado a
hacer.
La realización del destino es vista usualmente más tarde o más adelante en
la vida y el ministerio de una persona cuando esta persona mira hacia atrás y
reflexiona sobre lo que Dios ha hecho durante la vida del líder. La persona puede
ver tanto la promesa inicial de Dios como el cumplimiento de aquella promesa
sobre el curso de su vida. Es posible ver el progreso a lo largo del camino. Hay
151

pocas indicaciones en el camino que demuestran que un líder está siguiendo el


destino que Dios ha establecido.
Recuerdo hace 11 años atrás un tiempo en que Dios me reveló una parte
del destino de mi futuro durante un tiempo de oración. Vi una visión en mi mente
en donde me veía a mí mismo dirigiendo reuniones en otros países. Vi dos lugares
en particular. La visión fue vívida. Vi esta visión antes de que Dios me llamara al
pastorado. Yo estaba simplemente asistiendo a un pequeño grupo y durante un
tiempo de oración, Dios “me sorprendió” mostrándome una figura de algún
ministerio futuro en el cual yo iba a estar involucrado. En el momento, yo me
sentí muy motivado y lo tomé como una palabra de ánimo y de confirmación para
seguir buscando a Dios y Su ministerio. Como tres años más tarde, yo dirigí un
equipo en el extranjero y dirigí una reunión ministerial en uno de los lugares que
había visto en la visión. Dos años más tarde en otro viaje, tuve el privilegio de
dirigir un ministerio en el otro lugar. Para mí estos dos incidentes representaron
de una manera tenue la realización del destino para mí. Dios usó esta experiencia
para animarme en gran manera. Estas pequeñas indicaciones de la realización del
destino sirvieron como depósitos de esperanza y aumentaron mi fe para continuar
respondiendo a Dios al avanzar hacia otros aspectos de Su destino para mí.

Respondiendo a algunas preguntas importantes

Hay un sinnúmero de preguntas que se hacen comúnmente acerca de la


“conciencia del destino”. La palabra destino está llena de esperanzas para
muchos. Otros se asustan por el futuro y no quieren pensar en ello. De hecho,
ésta insinúa muchas preguntas. He aquí algunas de las preguntas más comunes:

1. ¿Es bíblica esta idea de “una conciencia del destino”?


En mi opinión, Dios deja muy en claro que cada uno de nosotros tiene un
propósito especial en Su reino. En Efesios 2:10, Pablo escribe acerca del hecho de
que Dios nos ha “hecho a mano” a cada uno de nosotros para que realicemos o
cumplamos con los propósitos de Dios. Como sabemos, Dios ha establecido Sus
propósitos antes de los tiempos. Sobre todo, Dios está elaborando Su drama
redentor. Él está reconciliando al mundo con Él por medio de la obra de Jesús. Él
ha escogido usar a las naciones, usar ciertas estructuras, a personas, e individuos
para que participen en esta obra de reconciliación. Como individuos podemos
escoger responder a su diseño Divino y entrar en una vida de obediencia. Él tiene
propósitos especiales para cada uno de nosotros. El destino particular y único de
cada persona (los propósitos de Dios) varía dependiendo de las circunstancias,
nuestra ubicación en la vida, los momentos en que vivimos, nuestros talentos
singulares y el plan soberano de Dios.
Piense en las vidas de los líderes importantes en los relatos bíblicos, ¿cómo
les revelaba Dios su destino especial a ellos antes de que lo efectuaran? Buscando
la respuesta a esta interrogante, usted descubrirá que Dios iniciaba la actividad
que ayudaba a impartir “una conciencia del destino” a la gente a lo largo de las
152

Escrituras. Verá cómo Dios guía a los líderes varios en la Biblia, a través de una
variedad de experiencias lo que les impartía una conciencia del destino.

2. ¿Por qué debo preocuparme acerca del futuro tratando de pensar


acerca de mi destino?
He descubierto que muchos líderes luchan contra la idea de buscar lo que
Dios quiere hacer con ellos en el futuro. Ellos han adoptado una postura que dice:
“Yo no quiero saber acerca del futuro, tengo suficiente de qué preocuparme con
los problemas de hoy. Pensar en una conciencia del destino simplemente añade
una presión extra que creo no poder manejar.” Yo respondería a esta postura
diciendo que el tener alguna indicación de Dios o la revelación de algún aspecto de
su destino futuro puede ser una experiencia de confirmación estimulante y
alentadora. Dios no insinúa o revela partes de nuestro destino para confundirnos,
sino más bien para animarnos y ayudarnos a desarrollar la fe. Dios a menudo usa
experiencias que revelan el destino para probar nuestras “respuestas en fe”.
Si pensar en el futuro le causa a usted ansiedad o hace que usted se
preocupe; en mi opinión ese es un asunto de confianza y fe. Porque Dios nos
ama, Él nos revela lo que está haciendo o lo que va a hacer. Podemos confiar en
Él. Podemos encontrar nuestra fortaleza en Sus propósitos soberanos. A mi
entender, Dios inicia y nosotros respondemos. No tenemos que “hacer nuestro
propio destino”. No es nuestra propia iniciativa. Porque Dios nos ama, Él nos
muestra lo que Él está haciendo con nosotros. Nosotros respondemos en fe a Su
iniciativa mientras la obra en nuestro destino. Este entendimiento me ayuda a
aliviar cualquier ansiedad o preocupación que podría venir al contemplar el futuro.
Todos necesitamos tener “una visión para el futuro”. Sin ella, perderemos la
esperanza y nos desanimaremos. Yo creo que Dios nos guía a través de estas
experiencias del destino a fin de impartir esperanza y visión para el futuro.

3. ¿Tienen todos una “conciencia del destino?”


La respuesta es sí y no. En este punto, pienso que sería útil distinguir
entre los líderes y los seguidores. Cada líder que hemos estudiado ha reportado
cómo Dios le reveló Su destino por medio de una vasta variedad de experiencias.
Cada líder tuvo una “conciencia del destino”. Algunos líderes tuvieron una
conciencia del destino altamente desarrollada. Lo que quiero decir es que esos
líderes estuvieron muy conscientes del destino de Dios para ellos. Otros no. Para
aquellos quienes tuvieron una conciencia del destino altamente desarrollada, Dios
la utilizó para motivarlos a buscar la obra de Dios en fe.
Por otro lado, muchos de los líderes que hemos estudiado inicialmente no
pensaron que tenían alguna “conciencia del destino”. Cuando estos líderes fueron
expuestos por primera vez a la idea o concepto de una conciencia del destino,
respondieron diciendo; “¡No tengo una!” Sin embargo, al comenzar a reflexionar
en su vida y ministerio, descubren que Dios les ha dado indicios e indicaciones de
Su destino durante todo el camino. Ellos simplemente nunca habían pensado en
ello o prestado atención a las experiencias varias. En retrospectiva, con algo de
153

ayuda, ellos comienzan a ver cómo Dios ha estado interviniendo en sus vidas y
cómo Él ha estado revelando su destino. Debido a esto, nos inclinamos
fuertemente a decir que cada líder tiene una conciencia del destino a cierto nivel.
Algunos líderes tienen una conciencia altamente desarrollada en este respecto.
Otros no. También es importante recordar que Dios imparte una conciencia de
destino con el tiempo y que la fidelidad de las respuestas del líder sí marcan la
diferencia en su desarrollo.
¿Tiene toda persona una “conciencia del destino?” No estoy seguro. A
este punto, creo que todos tienen que tener al menos algún sentimiento acerca de
su destino. El ser parte del reino de Dios y de Su drama redentor generaría este
nivel o sentido del destino en cada uno de nosotros. Somos parte de la obra
redentora de Dios en el mundo. Dios quiere usarnos a cada uno de nosotros en la
obra de Su reino. Más allá, no estoy seguro de cuan específicamente tendrá la
persona “promedio” de una iglesia una conciencia del destino.

4. ¿Cómo se diferencia la conciencia del destino de un llamado al


ministerio?
Frecuentemente, cuando la gente escucha acerca de “la idea de conciencia
del destino”, piensan que estamos hablando acerca del llamado de una persona al
ministerio. El llamado de una persona a la experiencia ministerial es ciertamente
una experiencia importante del destino pero el destino incluye más que solamente
esta experiencia. Un llamado al ministerio puede ser algo general. Por ejemplo,
una persona podría ser llamada a ser pastor. Dios necesitará revelar alguna otra
información importante en el camino. ¿Dónde debe usted ser pastor? ¿En qué
denominación o con qué grupo y por qué? ¿Qué tipo de liderazgo debe usted
ofrecer? ¿Cómo quiere Dios utilizar sus talentos, su personalidad y sus
experiencias particulares? ¿Qué contribuciones únicas quiere Dios que usted haga
al cuerpo de Cristo a través de su servicio?

5. ¿No es acaso peligroso promover esta idea del destino


especialmente con los líderes jóvenes?
Sí, puede ser peligroso porque puede llevarlos a hincharse en sus
conceptos de sí mismos. Puede causar orgullo espiritual en algunos líderes
jóvenes. Puede hacer que pongan su enfoque en sí mismo. Sin embargo, he
descubierto que Dios usualmente corrige estos tipos de problemas permitiendo
que el líder pase a través de varias experiencias que “cortarán ” este tipo de
actitud u orgullo espiritual.
He descubierto que las personas que se promueven a sí mismos en el reino
de Dios, no llegan muy lejos. Aun si la persona tiene grandes habilidades
naturales y una personalidad poderosa, ellos eventualmente serán “expuestos”.
Pueda que durante un tiempo parezcan ser efectivos y poderosos en el ministerio,
pero eventualmente se verá lo que realmente son. La gente reconocerá que este
tipo de líderes están operando en sus propias fuerzas y Dios no está con ellos.
154

Piense en esto desde una perspectiva diferente. La generación de líderes


que se inicia, quienes están en su adolescencia y en sus veinte, en estos
momentos necesitan saber que Dios puede usarlos. Esta generación ha sido
golpeada por la vida. En su mayoría, han perdido la esperanza de tener un papel
significativo en el futuro. Mientras que puede ser peligroso promover esta idea a
líderes jóvenes quienes tienen tendencias a pensar de ellos mismos más de lo que
deberían, hay un creciente número de líderes jóvenes que necesitan saber que sus
vidas pueden contar. Sus vidas son importantes y Dios tiene algo especial para
ellos. Ellos necesitan el ánimo que una conciencia del destino imparte porque ésta
les provee un sentido de esperanza y de expectativa.

6. ¿Cómo reconoce usted las experiencias del destino y qué hace con
éstas?
Comience pidiéndole a Dios que lo ayude. El punto de partida es
simplemente estar consciente de que Dios con el tiempo revela el destino de una
persona a través de un sinnúmero de experiencias. Es importante aprender a ser
sensible para reconocer incidentes importantes, experiencias con Dios y con el
pueblo de Dios.
Usted querrá invertir algún tiempo reflexionando acerca de su vida y ministerio,
hasta este punto. ¿Qué situaciones, incidentes importantes o personas ha
utilizado Dios para confirmar el hecho de que Él quiere usarlo a usted para cumplir
Sus propósitos? Será de mucha utilidad empezar por su llamado al ministerio.
¿Cómo lo llamó Dios al ministerio? ¿Cómo lo sabe? ¿Fue específico o general?
¿Lo guió Dios por algunas experiencias que han confirmado este llamado al
ministerio? ¿Recibió usted de alguien algún tipo de palabra profética acerca de su
futuro? ¿Ha tenido usted momentos especiales a solas con Dios en los que Él le
mostró algo acerca de su futuro? ¿Ha tenido usted sueños o visiones
concernientes a su futuro que cree que Dios le dio? ¿Ha tenido experiencias en su
ministerio en las que sintió una confirmación de Dios y se sintió animado a
continuar? Preguntas como éstas y otras lo sensibilizarán para identificar
experiencias de conciencia del destino. Si usted revisa estas preguntas y todavía
se encuentra frustrado y ansioso acerca de esta idea del destino, no se preocupe.
Pídale a Dios que lo dirija y guíe. Él lo hará.
Realmente vale la pena el tiempo y el esfuerzo de llevar un registro de los
incidentes de su pasado los cuales lo estaban preparando para reconocer que Dios
tenía un destino para usted, o le revelaron cual iba a ser ese destino. Luego, sea
sensible a las experiencias que puedan de alguna forma ser experiencias de
conciencia del destino. Ha habido muchas veces en que he atravesado por
algunas clases de experiencia de las cuales no estuve seguro. Yo llevo un registro
de tantas como me son posibles. Cuando usted está en una situación nunca sabe
si es que Dios está diciendo algo o no. He descubierto que es más seguro escribir
una descripción de lo que sucedió o de lo que fue dicho y ponerlo en el archivo.
Siempre puedo regresar y sacarlo y reflexionar sobre el incidente. Reviso mi
155

propio archivo una vez al año y mantengo lo que sé, vino de Dios y saco todas las
cosas que obviamente no fueron de Dios.
Quiero añadir sólo una nota acerca de las profecías personales. Las
profecías personales son palabras proféticas dadas a un individuo concerniente a
su futuro. En los años recientes, ha habido un creciente número de ministerios
que incluyen el dar profecías personales. Yo mismo he estado involucrado en los
últimos años, tanto recibiendo como dando a las personas este tipo de palabra
profética. He descubierto que estos tipos de situaciones son de mucho ánimo si
son tomadas en el contexto correcto. En mi opinión Dios permite este tipo de
palabras para animarnos.
Al mismo tiempo, he aprendido con los años, que este tipo de situaciones
puede causar mucha confusión. En mi experiencia (en ambos lados), he
descubierto que las palabras proféticas tienen variables complejas, las cuales
pueden generar un poquito de confusión para las personas involucradas. Estas
palabras son formadas por una mezcla de información reveladora de Dios. Lo que
quiero decir es que una parte de la palabra viene de Dios y es mezclada con otras
cosas. La palabra inicial de Dios es genuina y precisa. Pero hay otros factores
que influyen en la entrega de la palabra.
La palabra es a menudo interpretada por la persona profética. Es
interpretada por el individuo que recibe la palabra, u otras personas involucradas
con el individuo ayudan a interpretar la palabra. Podría haber ligeras diferencias
entre las varias interpretaciones. Si la palabra profética implica algún tipo de
respuesta, las personas involucradas necesitan hacer una aplicación de la palabra.
Encima de esto están los sentimientos y pensamientos de las personas
involucradas. En otras palabras, hay muchas variables que pueden ser fácilmente
mal interpretadas. Toma tiempo aprender a discernir con precisión lo que Dios
está diciendo. No es sabio tomar cada una de estas “palabras” y asumir que ellas
son “palabras de Dios”.
Personalmente, he aprendido a tomar estos tipos de palabras con seriedad
y no tan seriamente al mismo tiempo. Es así como lo hago. Siempre comienzo
suponiendo que Dios ha dado las palabras proféticas como ánimo de parte de
Dios. Registro cuidadosamente lo que ha sucedido en cada situación así como los
pensamientos y sentimientos que he tenido. Luego, simplemente observo y
espero. Si la “esencia” de la palabra profética fue de Dios, Él iniciará situaciones
en las que yo pueda responder en fe. Yo podré reconocerlas y actuar. En otras
palabras usted puede hacer que suceda. La respuesta principal de fe implica
reconocer lo que Dios está haciendo y actuar en cooperación con ello.

7. ¿Qué si tengo una enorme conciencia del destino? ¿Qué hago a


partir de este momento hasta entonces?
De tiempo en tiempo, me encuentro con individuos que tienen una enorme
conciencia del destino. He observado dos tipos básicos de personas. Algunos
individuos se sienten abrumados por lo que el/ella cree que Dios le ha dicho
acerca de su futuro. Su “conciencia del destino” es algo abrumadora para ellos.
156

Otros tienen una enorme conciencia del destino y esto hace que ellos sean un
poco orgullosos o ingenuos acerca del proceso del desarrollo del liderazgo. Yo
aconsejo de igual manera a ambos tipos de individuo…comprométase al proceso.
Les hago este tipo de preguntas: si lo que crees que Dios te está mostrando es
verdad, ¿qué cualidades del carácter tomarás para realizar ese destino? Si lo que
usted cree que Dios le está mostrando es verdad, ¿qué tipos de lecciones o
sabiduría necesitará aprender? Si lo que usted cree que Dios le está mostrando es
verdad, ¿qué tipos de experiencias ministeriales le ayudarán a prepararse para
ello? La idea central es: cómo prepararía Dios a un líder para… (lo que sea que
ellos han descrito). Esto es a lo que me refiero con comprometerse al proceso.
Las respuestas a estos tipos de preguntas ocuparán el tiempo entre ahora y
entonces.
Como líder usted no puede hacer que su destino suceda. Dios es el que
inicia y nosotros los que respondemos. Nosotros podemos bloquear o impedir el
destino de Dios para nosotros con respuestas o elecciones pobres. Las respuestas
fieles y divinas a la iniciativa de Dios lo dirigirán hacia el destino que Dios tiene
para usted.

8. ¿Qué diferencia significa saber acerca de este asunto del destino?


Hay tres razones principales por las que yo creo que los líderes deben ser
sensibles a descubrir su conciencia del destino. La primera razón es que tener una
conciencia del destino será un recurso de ánimo en momentos difíciles. Todo líder
que ha estado involucrado en el ministerio por más de uno o dos días sabe que el
liderazgo y el ministerio pueden ser muy desafiantes y difíciles. De tiempo en
tiempo necesitamos ser capaces de retroceder del día a día del trabajo duro y ver
cómo lo que estamos haciendo hoy está comprendido en lo que Dios nos está
guiando, estando conscientes de que la revelación divina proveerá la perspectiva
que necesitamos.
Yo puedo personalmente testificar del gran ánimo que he recibido de mis
propias experiencias de conciencia del destino durante tiempos desafiantes y
difíciles. Lo he hecho una práctica el mantener un registro de las experiencias que
yo considero podrían ser experiencias de conciencia del destino. Escribo una
breve descripción del incidente y luego la pongo en un archivo. De tiempo en
tiempo, saco este archivo y reviso todas las descripciones de las experiencias de
destino. Durante los tiempos de transición y los tiempos difíciles, estos archivos
han sido de gran ánimo.
La segunda razón trata con guía y la toma de decisiones. Mi archivo de
conciencia del destino me ha ayudado a enfocarme en algunos asuntos claves
cuando estoy tratando de tomar una decisión con respecto a mi vida y ministerio.
Cuando estoy en una situación donde necesito tomar una decisión, leo todo el
archivo y lo reviso para ver si esto puede ayudarme o no.
Recientemente ha habido dos transiciones muy difíciles en las que mi
archivo de conciencia del destino proveyó enfoque y discernimiento de por lo que
yo estaba pasando y por qué estaba pasando por esto. Dios me ha guiado a
157

través de muchas experiencias de destino que me prepararon para la transición.


Yo había escrito una descripción del incidente a pesar de que en ese momento no
comprendía lo que Dios estaba diciendo o haciendo. Sin embargo, pocos meses
después cuando estaba en medio de la crisis, los incidentes tuvieron sentido por
completo y la dirección de Dios se tornó clara. A medida que llegamos un poco
más lejos en el desarrollo de nuestro liderazgo, podemos usar nuestras
experiencias de conciencia de destino para ayudarnos a tomar decisiones las
cuales nos permiten movernos en cooperación con lo que Dios está haciendo.
La tercera razón tiene que ver con nuestra respuesta al destino de Dios
para nosotros. Como lo he mencionado, Dios toma la iniciativa y nosotros
respondemos. Una de las formas en que nosotros podemos responder a lo que
Dios nos revela es tornándonos proactivos en nuestro entrenamiento. Nosotros
podemos buscar ser entrenados y desarrollar destrezas en áreas hacia las cuales
creemos que Dios nos está guiando. Podemos involucrarnos en experiencias
ministeriales que nos desarrollarán en la dirección correcta. Podemos prepararnos
nosotros mismos en lo que creemos Dios nos está guiando. Esto crea un sentido
de cooperación entre Dios y el líder. Esto es una respuesta de fe.

Resumen

Dios tiene un destino especial para cada uno de nosotros. Como líderes
que estamos iniciándonos, necesitamos estar conscientes de que Dios insinuará y
revelará lo que Él está haciendo con nosotros. Él nos guiará a través de un
sinnúmero de experiencias que Él usará para comunicarlo a nosotros.
Necesitamos ser sensibles para reconocer estas experiencias. El cultivar una
conciencia de destino le permitirá moverse en cooperación a donde Dios le está
guiando. Esto le permite -de una manera intencional- sacar provecho del
entrenamiento y aprender lecciones que le ayudarán en la medida que se dirija
hacia el cumplimiento del destino que Dios tiene para usted.
Me gustaría terminar este capítulo con un par de pequeñas historias. Estas
historias son acerca de dos personas que Dios ama. Recientemente me fui a un
viaje donde estuve ministrando a un grupo de líderes jóvenes que están
iniciándose. En ese contexto, tuve la oportunidad de aconsejar y orar con un sin
número de individuos. Dos de ellos se me vienen a la mente. Estoy muy
emocionado acerca de lo que Dios está haciendo en cada uno de ellos.
La primera persona fue una mujer joven quién estaba luchando en su
relación con Dios. Por su pasado, ella sentía que Dios no podría usarla o que no
había una esperanza real para su futuro. Dios me dio discernimiento en su
situación a través de una palabra profética en la cual la llamaba. Él me dio una
palabra (una profecía personal) acerca de cómo Dios la veía y Sus propósitos para
su futuro. Dios cortó de raíz el asunto. Ella había perdido esperanza y no sentía
que Dios pudiera estar cerca de ella. Nuestro tiempo juntos fue una experiencia
de destino para ella. Ella se alejó de la situación muy animada. Desde su punto
de vista, Dios la había identificado con un completo extraño (yo), le había dicho
158

acerca de su situación y le había dado discernimiento y palabra de ánimo. Ella se


fue con una esperanza renovada y expectación por la participación de Dios en su
futuro…su destino.
En la misma reunión, un hombre joven se acercó y se presentó. Podría
decir por la manera en que él hablaba y se manejaba, que su problema no era
falta de seguridad. Él tuvo unas cuantas preguntas acerca del liderazgo y el
desarrollo del liderazgo. Empezó diciéndome que Dios le había revelado que él iba
a ser un “evangelista mundial”. ¡Dios le había hablado y lo había llamado a ganar
el mundo!. Yo podría decir que por la manera como él compartía “su llamado”
otros líderes habían escuchado su historia y desechado sus palabras y a él. Yo
escuché sus preguntas y le pregunté calmadamente cómo le pareció el desierto…la
soledad. El no comprendió la pregunta. La elaboré. Le dije que si Dios iba a
usarlo en la manera que él cree Dios le ha revelado, entonces iba a haber un
proceso completo de entrenamiento y preparación. Compartí con él que a Dios le
gusta usar el desierto (soledad) y aislamiento (el esconder) como terreno de
entrenamiento. El desierto purifica, ilumina y limpia. Le pregunté si estaba
dispuesto a ir al desierto con Dios. Como puede imaginar, mi pregunta lo tomó
desprevenido. Él tenía una tremenda conciencia del destino. Yo realmente creo
que Dios había puesto un fuerte llamado en su vida. Lo que el no tenía era la
perspectiva de lo que significaba llegar de aquí a allá. Su encuentro fue otro tipo
de experiencia del destino. En esencia, yo di valor a lo que él estaba
compartiendo conmigo acerca de su futuro al desafiarlo a buscar más
profundamente a Dios. Lo aconsejé para que se enfocara en el proceso de
desarrollo, no en el resultado final.
¿Qué le ha dicho Dios a usted acerca de su destino futuro en Su reino?
¿Por qué está usted aquí? ¿Qué está haciendo Dios con usted? El tema del
destino es importante. Durante los primeros diez años de ministerio, todo líder
será desafiado en esta área. Dios probará la resolución de cada líder. Esto
necesita perseverancia para llegar hasta el final, y terminar bien. Recuerde que
una de las características de un líder que ha terminado bien es que él ha cumplido
de cierta manera el destino que Dios dispuso para su vida. Es sabio tomar un
tiempo y esfuerzo para evaluar lo que Dios ha dicho y lo que Dios está revelando
acerca de su futuro.

Evaluación y aplicación

1. Tome los tres siguientes líderes (José, David y Pablo) y analice sus vidas en
términos de destino. ¿En qué forma Dios los preparó para Su plan? ¿Cómo
reveló Dios Su plan a ellos? ¿Qué enseñanzas profundas puede usted
aprender en cuanto al destino, estudiando la actividad de Dios en la vida de
ellos?

2. Tenga una discusión acerca de los “peligros del destino”. Hable acerca de los
temas del orgullo de espíritu, falsas expectativas y falsas esperanzas, y el
159

sentido de empuje que no es saludable. Explore cómo cada uno de estos


temas impacta su propia vida y entendimiento. ¿Qué puede hacer para
protegerse de ellos?

3. Tenga una discusión acerca de los beneficios positivos que puede proveer el
tener una conciencia o estar consciente de su destino. Hable acerca del
asunto de la motivación, de la fe, de la esperanza, del propósito y el medio, y
el aprender a responder en fe. Explore cómo cada uno de estos temas
impacta su propia vida y entendimiento. ¿Cómo puede usted permitir que su
conciencia del destino lo anime y lo fortalezca?

4. Pase un tiempo reflexionando acerca de su vida pasada. ¿De qué manera lo


ha preparado Dios o le ha revelado Sus planes (su destino)? Escriba la mayor
cantidad de incidentes o situaciones que pueda. Descríbalas y evalúe lo que
Dios podría haberle estado diciendo. Comience a llevar un diario o archivo de
estas situaciones.
160
161

CAPÍTULO 11:
ESTRATEGIAS PARA COMENZAR BIEN

Escribir este libro ha sido un proyecto maravilloso para mí. Yo (Richard) he


sido forzado a reflexionar mucho y evaluar mis diez primeros años en el ministerio.
Me he maravillado a medida que trabajaba a través de cada capítulo por todas las
cosas que Dios ha hecho para traerme a este punto. ¡Él es un Dios amante y fiel!
Él lo será también con usted.
En este capítulo final, quiero sugerir una estrategia básica que podría
ayudarle en su esfuerzo por comenzar bien como un líder que está iniciándose.
Una estrategia es un plan o un método para obtener un resultado específico o un
objetivo. Empezamos este libro delineando lo que era “terminar bien”. Terminar
bien como lo hemos definido es un objetivo que vale la pena. Es el resultado de
una vida que es vivida para Dios y que es bien vivida.
Bobby Clinton habla acerca de terminar bien y lo llama “viviendo una vida
con enfoque”. Él define una vida centrada como “una vida que está dedicada
exclusivamente a realizar los singulares propósitos de Dios a través de ésta.”59
Los singulares propósitos de Dios son identificados por varios medios los cuales
Bobby Clinton llama temas o "asuntos focales." A medida que el líder en forma
creciente reconoce e identifica el enfoque de su vida y ministerio, el/ella se mueve
hacia ese objetivo en una forma deliberada. El/ella hace decisiones que reflejan
una creciente priorización de sus actividades en torno al objetivo de Dios. Vivir
una vida con enfoque traerá completa satisfacción en todo sentido.
El “objetivo” puede verse un poco diferente para cada uno de nosotros.
Existen algunas cosas que son las mismas para todos nosotros. Por ejemplo,
sabemos por las Escrituras que Dios está formando nuestro “ser” (lo que somos)
para ser como Cristo. Cada uno de nosotros debe ser a la semejanza de Cristo en
nuestro carácter. Sabemos que Dios va a iniciar el proceso de transformación en
cada uno de nosotros.
El “hacer” (lo que hacemos) es un poco más complicado por el factor de
singularidad. Dios crea y desarrolla a cada uno de nosotros para ser individuos
únicos. Él nos da personalidades únicas, dones o habilidades únicos, experiencias
únicas en la vida, oportunidades únicas y un contexto único sobre el cual operar.
Descubrir exactamente lo que Dios quiere que “hagamos” comprende un proceso
de descubrimiento que toma en cuenta todos los diferentes factores que he
enlistado arriba. La clave es reconocer que Dios quiere que descubramos cómo
opera nuestra singularidad y Él está comprometido a revelar Su destino especial
para cada uno de nosotros. Dios toma la iniciativa en este proceso de
descubrimiento. Podemos vivir una vida con enfoque. Dios nos dirigirá a ésta y

59
J. Robert Clinton. Tomado de las notas de investigación para un libro no publicado aún. El libro se
llama: Focused Lives: Inspirational Life Changing Lessons From Eight Effective Christian Leaders
Who Finished Well (Vidas enfocadas).
162

nos establecerá en ésta. Nuestra tarea es responder a Él de formas que le


honren.
Habiendo dicho esto, puede ver que no puedo delinear una estrategia que
sea única o singular para usted. Por el contrario, tocaré algunos aspectos básicos
de un plan o estrategia que lo ayudará a crecer y madurar para ser la persona
que Dios quiere que sea. Mis sugerencias cubren las cosas más importantes que
yo he aprendido durante los primeros años de ministerio. No voy a tratar de
mencionarlos en ningún orden de importancia. Antes bien, sólo voy a tocar estos
de uno en uno.
Antes de hacer esto, quiero resaltar tres lecciones importantes que hemos
estado tratando de expresar claramente a usted. Estas tres lecciones incluyen la
mayoría de los puntos que hemos estado intentando hacer durante la escritura de
este libro.

Tres fundamentos filosóficos

Primero, sea usted un líder que se está iniciando o no, Dios tiene un
propósito especial para usted. Porque Él nos ama, Él nos ha provisto un camino
para estar con Él. Él desea una relación con nosotros. Nosotros llegamos a
participar en su drama redentor. Él tiene un rol para usted en Su reino. Él lo ha
equipado con una personalidad singular, talentos únicos y lo ha colocado en el
contexto que está por una razón. Durante el curso de nuestra vida, queremos
descubrir y movernos hacia el enfoque de Dios para nuestras vidas. A medida que
nos movemos en cooperación con Él y con Sus propósitos para nosotros, seremos
completamente satisfechos.
Segundo, nuestro desarrollo como personas y como líderes ocurre durante
toda una vida. Dios inicia la actividad para moldearnos usando circunstancias,
personas y situaciones para desarrollarnos en diferentes maneras. Él quiere
moldear nuestro carácter para que seamos como Cristo. Él quiere moldearnos de
tal forma que podamos aprender las destrezas que necesitamos para servir y
ministrar en Su reino. Él quiere moldearnos de tal forma que podamos entenderlo
a Él y a sus principios y vivir de acuerdo con ellos.
Tercero, nosotros tenemos la oportunidad de responder a su actividad de
formación o moldeo. Nuestra respuesta determina cómo nos desarrollamos y
cómo maduramos. Necesitamos tomar una postura de aprendizaje activa.
Necesitamos aprender acerca de Dios y Sus caminos. Necesitamos aprender
acerca de nosotros mismos y nuestra singularidad. Necesitamos aprender sobre
cómo relacionarnos con otros en formas que honren a Dios. Si mantenemos una
postura de aprendizaje saludable, Dios nos enseñará y nos desarrollará. La vida
será nuestra maestra. La experiencia será nuestra maestra. Otros nos enseñarán,
nosotros descubriremos la verdad.
Estas tres lecciones sirven como el fundamento filosófico para todo lo que
hemos tratado de decir. Cualquier estrategia que presentemos tiene estas tres
lecciones filosóficas básicas como su fundamento.
163

Aspectos claves de una estrategia para el desarrollo

Cómo desarrollar una imagen bíblica de Dios

A.W. Tozer dice, “Lo que viene a nuestra mente cuando pensamos acerca
de Dios es lo más importante acerca de nosotros.”60 Esta es una cita
impresionante. He descubierto que lo que yo pienso acerca de Dios, mi imagen de
Dios, influencia todo lo que yo pienso y hago. Esto es cierto especialmente
cuando pienso acerca de mi relación personal con Él y mi ministerio hacia otros.
Permítame ilustrar lo que quiero decir con esto. Lo que usted piensa acerca de
Dios es reflejado en la forma en que usted entrega su ministerio. Hace algunos
años pasé por lo que llamo una experiencia de “quebrantamiento”. Otros lo
llaman un fuego refinador o un despojarse. Sin entrar en detalles de las
circunstancias que me llevaron a este lugar, permítame decir que fueron las
circunstancias las que me empujaron hasta ahí. Estaba en una crisis como nunca
había enfrentado. Me encontré a solas con Dios de una forma que nunca antes
había experimentado. No tenía nadie a quien recurrir. Por primera vez, yo
reconocí cuán arruinado estaba delante de Dios. No había recursos a los cuales yo
pudiera apelar para fortalecerme. Estaba verdaderamente al final de mi propia
energía y recursos. Había hecho todo para arreglar mis circunstancias. No había
nada más que yo pudiera hacer y estaba listo para rendirme. Recuerdo haber
estado una noche en un lugar de profundo abandono.
En este lugar de silencio interior y tremenda soledad, Dios me encontró. Él
conocía el dolor. Él me ofreció compañía. Él no me ofreció ninguna explicación.
Él ofreció caminar conmigo. Ha tomado años de caminar juntos para que yo
empiece el proceso de recuperación.
Probablemente lo más significativo que sucedió en esta experiencia es que
mi imagen de Dios fue expuesta tal como era. Desde ese momento hasta ahora,
he estado en un proceso de descubrir quién es Dios y cómo es Él. Antes de esta
experiencia, mi imagen básica de Dios era que Él era alguien quien demandaba
que todo fuera perfecto y que todo fuera arreglado antes de poder acercarse a Él.
Yo lo veía a Él como alguien distante y difícil de alcanzar. Él era un Dios que sólo
escuchaba las oraciones ofrecidas por gente “pura”. Mi trabajo y labor era ser
puro y justo para poder acercarme a Él. Yo podía citar todos los atributos de Dios
por todos los cursos de teología sistemática, pero había una diferencia entre mi
teología y mi punto de vista real. ¿Puede alguno de ustedes identificarse con
esto?
Antes de experimentar el dolor y el abandono delante de Dios, yo trataba a
las personas a quienes estaba ministrando de la misma manera en que yo
esperaba que Dios me tratara a mí. Yo sabía que él me aceptaba, por Su gracia y
misericordia, pero una vez reconocida aquella aceptación inicial, yo necesitaba

60
A. W. Tozer, The Knowledge of the Holy (El Conocimiento de lo Santo). (San Francisco: Harper
and Row Publishers, 1961), 1.
164

tomar la iniciativa para limpiar nuestra actuación. Mi imagen de Dios controlaba


mi comprensión del ministerio e influenciaba mis relaciones con la gente.
En la experiencia de quebrantamiento, Dios comenzó el proceso de
revelarme quién Él es y cómo es Él. Yo estaba abrumado por Su amor. Yo estaba
abrumado por Su dolor. Él era un Dios quién sufría y tenía dolor. Él era un Dios
quién siempre estaba cerca de aquellos que sufren. Él es alguien quién abraza a
los heridos y a los que sufren. Él es el Sanador.
En la medida en que mi imagen de Dios comenzó a cambiar, descubrí que
comencé a ver a los demás de una forma diferente también. Los asuntos ya no
eran más blanco y negro. Descubrí que era mucho más rápido dar misericordia y
gracia y amor.
Durante los últimos siete años he estado estudiando las Escrituras
intencionalmente para descubrir quién es Dios y cómo es Él. Me gustan de
manera especial las palabras figuradas que las Escrituras usan para ayudarnos a
entender a Dios. En el último mes he dedicado tiempo a estudiar el evangelio de
Juan y meditar en los pasajes de “Yo soy”. Hay muchas formas de trabajar para
establecer una imagen bíblica de Dios. Por ejemplo, usted quizás quiera comenzar
leyendo los Salmos y meditando las imágenes varias de Dios utilizadas allí. Usted
podría estudiar los nombres de Dios que se usan en la Biblia. No importa que
método usted escoja para comenzar, yo lo animo a trabajar en esto
intencionalmente. Su imagen de Dios influenciará la forma en que usted se
relaciona con Dios. Influenciará la forma en que usted ministra a otros. Es el
punto de partida de las relaciones.

Cómo cultivar una relación con Dios

Desarrollar una imagen bíblica de Dios es el punto de partida para


desarrollar su relación con Dios. Cultivar esta relación toma tiempo y esfuerzo.
Vale la pena la disciplina y el esfuerzo. Es en el contexto de relación en el que
somos transformados y facultados para vivir y ministrar a otros. No hay atajos y
no hay substitución para el proceso del desarrollo de la relación.
Aprender a practicar las disciplinas espirituales es de mucha ayuda en el
desarrollo de una relación con Dios. Desarrollar una relación toma disciplina.
Desarrollar intimidad en nuestra relación es la meta. Al acercarnos a Dios, El se
acerca a nosotros. Nosotros nos comunicamos con Dios. Él nos da fortaleza y
perspectiva acerca de nuestra vida y de lo que Él está haciendo en nosotros y a
través de nosotros.
Hay muchos libros de “cómo…” que han sido escritos acerca del desarrollo
de una relación con Dios. Existen diferentes planteamientos que son defendidos
por grupos diferentes. Los componentes claves de su relación deben girar en
torno a Su Palabra, hablar con Él, y pasar tiempo con Él. Las personas con
distintos temperamentos y personalidades serán atraídas a distintos
planteamientos y a la práctica de ciertas disciplinas.
165

Para los líderes no hay nada que pueda ser sustituido por el aprendizaje de
la Palabra de Dios. Como líderes necesitamos estar inmersos en Su Palabra. La
Biblia claramente revela a Dios. Necesitamos estar en capacidad de entender lo
que Dios dice acerca de Sí mismo. Ciertos líderes (aquellos cuya responsabilidad
es enseñar y predicar) necesitan conocer las Escrituras minuciosamente.
El punto básico es que todos necesitamos desarrollar intimidad en nuestra
relación con Dios. Nuestra relación con Dios afecta todo lo que somos y todo lo
que hacemos. Invertir en esta relación es crucial durante los primeros diez años
de ministerio y de desarrollo del liderazgo. Tomar el tiempo necesario estará en
contra de las tendencias naturales que la mayoría de los líderes tienen durante las
etapas iniciales del ministerio. La mayoría de los líderes se encuentran a sí
mismos absorbidos en el “activismo”. Tomar el tiempo para alimentar y
desarrollar la relación es relegado al tiempo libre que nunca parece ser suficiente.
Necesitamos protegernos de esta tendencia.

Cómo comprometerse al proceso de la transformación del carácter

Usted notará que este aspecto de la estrategia comprende la relación con


Dios también. Si usted no ha entendido la idea todavía, la vida y el ministerio
fluyen de la relación con Él. La integridad no sucede por casualidad. Debe ser
trabajada y aprendida. Debe ser establecida por las decisiones que tomamos. Lo
mismo podría decirse de la obediencia, humildad, fe y fidelidad.
Dios iniciará Su actividad para moldearnos para ayudarle a aprender a vivir
y operar con carácter divino. Él está comprometido con el proceso. Él va a estar
observando sus respuestas. Sea sensible al Espíritu Santo según Él le guía a
través de las situaciones varias. Determine con anticipación que usted va a
responder de una manera que agrade a Dios.

La importancia de los mentores

Hemos escrito todo un capítulo sobre la importancia del ministerio de


mentor así que no voy a entrar en detalles en este punto. Es sabio que usted esté
rodeado de mentores que puedan pedirle cuentas por su crecimiento, sus acciones
y sus relaciones.
Hace unos pocos años escuche un informe interesante durante uno de mis
cursos doctorales. El profesor (Dr. Archibald Hart) estaba hablando acerca del
desarrollo personal de los pastores. Él estaba tratando el asunto del
“agotamiento” en el ministerio Él nos dijo que se estaba investigando esta área. Él
entregó algunos de los informes preliminares. Dijo que las estadísticas aún
estaban siendo investigados y documentadas pero que los reportes iniciales eran
bastante asombrosos. Él mencionó que solo uno de cuatro personas quienes se
graduaron del seminario y entraron al pastorado no se agotaban en los primeros
cinco años. En otras palabras, tres de cuatro pastores se agotaban durante los
primeros cinco años. La mayoría de estos pastores dejaban el ministerio. Él
166

continuó diciendo que de los pastores quienes no se agotaban en los primeros


cinco años, sólo la mitad de ellos llegaba a la marca de diez años sin agotarse. Él
compartió que la mayoría de la gente que se gradúa con títulos de masterado en
divinidades no continuaban en el ministerio 10 años después de su graduación.
Continuó compartiendo las razones por las que él creía que los pastores estaban
agotándose con un nivel tan dramático. Justo antes de concluir con su lección, él
expresó rápidamente un comentario que me hizo enderezarme en mi asiento. Él
compartió que cada uno de los pastores que no se agotaron durante los primeros
diez años de ministerio lo atribuyeron al hecho de que ellos tenían un mentor
importante quien los ayudó a seguir adelante.
Necesitamos la perspectiva y la sabiduría que los mentores superiores
pueden compartir con nosotros. Necesitamos su dirección para ayudarnos a
conducirnos a través de las situaciones delicadas en el ministerio que podrían
causarnos agotamiento. Necesitamos mentores colaterales quienes puedan
animarnos y compartir nuestras frustraciones, victorias y caminar con nosotros.
Lo más importante es que los mentores compañeros o colaterales pueden
ayudarnos a batallar la soledad del ministerio. Necesitamos mentores
subordinados para desafiarnos a decir lo que hemos aprendido en maneras que
nos ayuden a entendernos mejor a nosotros mismos.
Yo diría que establecer una red de trabajo balanceada de relaciones
mentor-discípulo es una prioridad durante los primeros diez años de ministerio.
Tomará tiempo y energía, pero sin duda será algo que valga la pena.

El asunto de la responsabilidad de rendir cuentas

La responsabilidad de rendir cuentas es un concepto negativo para muchos


líderes emergentes. He escuchado a unos pocos decir cosas como, “Yo le doy
cuentas a Dios. No tengo que responder a nadie.” Cuando escucho cosas como
éstas, yo reconozco que este joven líder no entiende lo que es la responsabilidad
ni entiende cuán importante es.
La responsabilidad de rendir cuentas comporta una relación y, tener a otra
persona o personas que le conocen lo suficiente como para animarlo a crecer. La
responsabilidad implica tener a alguien que lo controle para ver si usted está
honrando los compromisos que ha hecho. Podrían ser compromisos con Dios,
consigo mismo, con su pareja, con sus amigos, con su ministerio u otros.
El que alguien le pida cuentas implica que usted ha establecido algunas
metas o ha hecho algunos compromisos. Quiero hablar acerca del establecimiento
de metas y los proyectos de crecimiento. A algunas personas les encanta
establecer metas. A otros los asusta terriblemente hacerlo. Yo he experimentado
los dos. Durante alrededor de seis años, he estado estableciendo metas anuales
de crecimiento. Al principio temía la disciplina que esto implica y me preguntaba
cómo respondería si no me iba bien. Mi mentor superior realmente me ayudó en
este respecto. Él hizo que yo estableciera metas que fueran orientadas a
relaciones y al trabajo. Él me animó a usar las metas como guías en lugar de
167

supervisores exigentes. Durante los años, estas metas han sido grandemente
valiosas para mi crecimiento personal. Permítame decirle por qué.
Yo uso la experiencia de establecer metas para medir mi crecimiento. Yo
uso mis metas como guías. Así es como escribo metas anuales. Utilizo el
calendario del año porque me parece un tiempo normal para reflexión y
evaluación. Usualmente comienzo el proceso orando acerca del siguiente año en
algún momento en octubre o noviembre.
En mis momentos de oración, comienzo a preguntarle a Dios en qué quiere El que
enfoque mi crecimiento espiritual así como otras áreas tales como mis relaciones
familiares o responsabilidades con mi trabajo. Durante los últimos tres años, Dios
me ha dado un tema para el crecimiento espiritual y la exploración. Por ejemplo,
el año pasado (1993) Dios me habló acerca del desarrollo en la intercesión y
ministerio profético. Esto implicaba un sinnúmero de actividades relacionadas con
el desarrollo de la sensibilidad para el Espíritu Santo en oración. Tuve que
establecer disciplinas de aislamiento y silencio a fin de aprender a escuchar lo que
Dios estaba diciendo. Trabajé para desarrollar un sentido de intimidad en mi vida
de oración. También tuve que trabajar o esforzarme para responder en
obediencia cuando sentía que debía hacer algo acerca de lo que yo creía que Dios
me estaba mostrando. Este año (1994) Dios ha estado hablándome acerca del
asunto de la fe y el desarrollo de la fe. Estoy en el medio de la lucha por lo que
esto significa. He descubierto cosas en mi propia vida que obstaculizan mi
habilidad para responder a Dios en fe. Estoy explorando con la ayuda de Dios
cómo vencer estas cosas.
Yo, intencionalmente me permito la libertad de eliminar algunas de las
metas que no encajan durante el curso del año o añadir otras que se vuelven
apropiadas. No uso las metas para torturarme. Las uso como guías para
ayudarme a enfocarme en mi aprendizaje. Me anima mucho mirar hacia atrás a
los años que han pasado y ver en qué cosas he estado trabajando y cómo estoy
progresando. Antes de establecer las metas de crecimiento, yo realmente no
podía recordar cuáles habían sido los asuntos hace dos años atrás. Establecer
metas de crecimiento y escribirlas me ha permitido enfocarme en las cosas que
Dios está haciendo en mi vida.
Permítame llevarlo un paso más allá y compartir con usted cómo funciona
la responsabilidad en esta mezcla. He descubierto que, al menos para mí, a
menos que yo estructure intencionalmente la responsabilidad de dar cuentas en mi
vida, no sucederá. La responsabilidad para crecer no sucede por sí sola. Esto es
lo que hago.
Yo escribo mis metas durante la última parte de diciembre o la primera
parte de enero. Le doy una copia de ellas a mi mentor superior. Al momento, mi
padre es quien opera como mi mentor superior. Le doy una copia de mis metas y
le doy permiso de preguntarme cómo me va en cualquier momento. El
usualmente me pregunta acerca de algo en lo que estoy trabajando por lo menos
una vez al mes. Le doy una copia a mi esposa. ¡Ella me pide cuentas! Tratamos
de tomar dos fines de semana al año (uno en la primavera y otro en el otoño) en
168

donde sacamos nuestras metas y nos ayudamos el uno al otro a evaluar cómo
vamos. Ambos tenemos metas personales, pero también tenemos que trabajar
como pareja. Por ejemplo, el año pasado exploramos lo que la “sociedad en el
ministerio” significaba para nosotros. Hicimos algunos progresos significativos en
comprender nuestros talentos individuales y cómo podemos trabajar juntos. Este
año, una de nuestras metas incluye hacer funcionar las implicaciones de lo que
aprendimos acerca de nosotros el año pasado.
Además, yo usualmente le doy una copia de mis metas a unos cuantos
mentores compañeros quienes tienen mi permiso para hacerme preguntas
“difíciles” en cualquier momento. También comparto mis metas con un sinnúmero
de mis mentores subalternos tanto como para ser un modelo en cuanto al
establecimiento de metas así como para que ellos me pidan cuentas.
Llevo una copia de mis metas conmigo en mi maletín. Probablemente las
leo cada dos o tres semanas. Trato de evaluarlas y analizo cómo me está yendo
cada dos o tres meses. Usualmente lo hago durante los fines de semana en que
estoy lejos de mi esposa.
Al final del año, reflexiono en mis metas y, el año pasado escribí una
evaluación de cómo me fue durante el año. En años pasados, he dado un reporte
verbal a mis mentores superiores y a mi esposa. Este año intenté escribir la
evaluación. Me gustó el proceso de escribir mi evaluación. Además, ahora tengo
una evaluación escrita archivada.
A propósito, yo tiendo a ser una persona que establece metas con mucho
optimismo. Nunca he podido cumplir con todas mis metas… aún. Estoy
mejorando en cuanto a establecer metas más realistas cada año. El año pasado,
estimé que había cumplido con alrededor del 75% de lo que había establecido.
Estaba muy feliz con eso. Parece que nunca puedo lograr todo lo que quiero, pero
quiero estar seguro de una cosa, estoy logrando mucho más de lo que lograría sin
las metas.
Estoy seguro de que para alguno de ustedes todo este asunto de la
responsabilidad de rendir cuentas y el establecer metas parece más bien extraño.
Yo los animaría a intentarlo. Pruébelo e intente encontrar algo que funcione con
usted. Establecer metas anuales no es algo que resulta para todos. Hay otros
métodos que funcionan. Sé de un par de personas quienes llevan un diario como
su propia forma de evaluar y reflexionar sobre lo que están aprendiendo. Uno de
mis pupilos asiste a una iglesia en donde se anima a los miembros a escribir una
carta a Dios durante el servicio de la noche de Fin de Año. En esta carta, él debe
decirle a Dios todas las cosas que él quisiera que Él haga el año siguiente. Esto no
es exactamente lo mismo que establecer metas de crecimiento, pero al leer su
carta para Dios, eso fue exactamente lo que él había hecho. Él le pidió a Dios que
lo ayudara a crecer en ciertas áreas.
Los métodos pueden variar pero todos necesitamos algún tipo de
responsabilidad para nuestro crecimiento. Sin esto, tendremos la tendencia de
estancarnos en nuestro crecimiento. Eventualmente declinaremos. Dios cree en
169

la responsabilidad de rendir cuentas. Él va a pedirnos cuentas a cada uno de


nosotros por la forma en que hemos crecido y por las cosas que hemos hecho.

Una exhortación final

Me gustaría que Paul y yo pudiéramos sentarnos personalmente con cada


uno de ustedes para animarlos. Dios lo ama. Él está con usted. Él quiere que
usted crezca y se desarrolle hasta que alcance el máximo potencial que Él tiene
para usted. Él está comprometido en el proceso de su desarrollo. Es un Dios
amante. Es un Dios fiel. Es misericordioso y compasivo. Él es pronto para
responder en misericordia.
Quiero cerrar con una imagen de Dios escrita por Moisés. Se encuentra en
Deuteronomio 32:10-11. Él escribe: “Le halló en tierra de desierto, y en yermo de
horrible soledad; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como a la niña de su
ojo. Como el águila que excita su nidada, revolotea sobre sus pollos,
extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas.”
Moisés estaba cantando una última canción al pueblo de Israel. Él estaba
impartiendo sus últimas palabras de liderazgo a su pueblo. Él usó la imagen de un
águila enseñando a sus polluelos a volar para hablar acerca de Dios.
Probablemente Él había observado esta imagen durante una de sus solitarias
moradas arriba en la montaña.
Trate de captar la imagen que él usó. Imagínese mirando hacia arriba desde la
ladera de una montaña. La madre águila está revoloteando sobre el nido. A fin
de poder revolotear sobre el nido, el águila tiene que batir sus alas furiosamente.
Esto está creando una tremenda turbulencia para estos polluelos. Los polluelos
son empujados por la turbulencia al borde del nido. La turbulencia del aleteo de
las alas de la madre tumba al aguilucho por encima del borde. El aguilucho bate
sus alas furiosamente tratando de mantenerse firme en el borde del nido. Sin
embargo, no puede mantenerse y cae. Continúa batiendo sus jóvenes alas pero
no es lo suficientemente fuerte para volar. El aguilucho cae y se dirige hacia las
rocas de abajo. Antes de que el aguilucho se golpee contra las rocas, la madre
águila se abalanza hacia abajo y extiende sus alas debajo del aguilucho, lo atrapa
y lo lleva de regreso al nido y a salvo.
Esta es la figura que Moisés usó para describir a Dios y la forma en que Él
ha tratado con el pueblo de Israel. El Señor los protegió y los cuidó.
Eventualmente ellos necesitaron crecer y madurar. Dios creó turbulencia
alrededor de ellos. Ellos tuvieron que aprender a “volar”.
El desarrollo del liderazgo en el reino de Dios implica la misma dinámica.
¿Ha enfrentado usted turbulencia de parte de Dios? ¿Ha sentido usted alguna vez
que ha sido empujado hacia el borde del nido? ¿Ha caído usted alguna vez? ¿Ha
intentado usted volar con todo lo que tenía sólo para descubrir que estaba
cayendo en muerte segura? Dios quiere que usted aprenda a remontarse. Él
quiere que usted crezca y madure. El proceso puede ser aterrador para algunos.
Sin embargo, no olvide la última pieza de la imagen.
170

Dios se abalanza en el último momento para atraparlo en Su fuerte espalda


y llevarlo de regreso a un lugar seguro. Mañana el proceso se repetirá hasta que
usted se fortalezca y aprenda a volar. ¿Puede imaginarse cuán hermoso es mirar
a una madre águila con su pequeño remontándose en las corrientes?
Profundícese en Dios. Permita que los momentos de crisis de la vida y el
ministerio lo impulsen más profundamente hacia Él. Acepte el proceso de
aprendizaje. Dios no lo decepcionará.

____________________
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Referencias citadas

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