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Antropólogos, pintores, músicos y psiquiatras se reunirán AMARINGO,

por primera vez en España para analizar la influencia de PINTURA Y

AYAHUASCA
Las obras
las drogas visionarias en la creación artística pictóricas (a la
izquierda) de Pablo
Amaringo, pintor
indígena peruano,
En el arte románico aparece la amanita muscaria, esa seta de están inspiradas en
corona roja jaspeada de puntos blancos que todos hemos dibujado visiones tras el
consumo de la
alguna vez y que está catalogada como droga ayahuasca.
v i s i o n a ria. Valle-Inclán consumía hachís como
exaltador de la fantasía, los escritores y artistas
de la ‘generación beat’ se rindieron ante el
ácido lisérgico... Por primera vez, expertos
de todo el mundo se encontrarán en
ARTE
Barcelona para explicar la influencia de las PSICOTRÓPICO
Matti Klerwein,
drogas alucinógenas en el arte. artista
norteamericano
que ha realizado
alguna de las
portadas de los
discos de Santana
(abajo), busca un
nuevo proceso
creativo con el uso
de psicotropos.

en
colores HONGOS PSILOCIBIOS
INSPIRACIÓN
Janis Joplin, cantante
clave de la cultura ‘hippy’,
también utilizó sustancias

AMANITA MUSCARIA
alucinógenas.

CORNEZUELO DEL CENTENO

Decenas de variedades de
hongos que contienen psiloci-
bina y psilocina pueden encon-
trarse en América, Europa y
Asia. Empleados ancestral-
mente como fármacos, estos
hongos crecen cerca del es-
tiércol de las vacas y en zonas
húmedas. El poder visionario
es muy fuerte. Su alcaloide fue
sintetizado por el descubridor
del LSD, A. Hofmann.
Es la seta alucinógena más co-
nocida. Su principio activo es
el muscimol y provoca estados
alterados entre la sedación y
las visiones. Principal fármaco
visionario de las antiguas tri-
bus siberianas, cada año se
producen problemas de intoxi-
cación. El peligro real está en
la dosis, que en ningún caso
debe sobrepasar los 20 gra-
mos de hongo seco.
Es el hongo parásito del cen-
teno y otros cereales del que
se extrae la ergotamina, pre-
cursor del LSD, la sustancia
psicodélica y alucinógena
más utilizada en el siglo XX.
Usado hasta su prohibición
en la psicofarmacología, fue
sintetizado por Hofmann, quí-
mico suizo de los laborato-
rios Sandoz, en 1943. Abunda
en la cuenca mediterránea.

38 interviú interviú 39
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ENTEÓGENOS
FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ, LUIS RACIONERO Y FERNANDO SAVATER FUERON ALGUNOS DE LOS PRIMEROS ESCRITORES ESPAÑOLES EN EXPERIMENTAR LOS EFECTOS DEL LSD
ALBERTO GAYO
stamos a finales del siglo
E
XIX. L. Lewin, uno de los
padres de la psicofarmacolo-
gía moderna, mantiene que
la mescalina, el principio ac-
tivo del peyote, debería ser
administrada a orfebres y ar-
tistas como fuente de inspi-
ración. Primeros años del siglo XX: Va-
lle-Inclán experimenta con el hachís co-
mo estímulo en el proceso creativo y lle-
ga a declarar en 1913 que el derivado
del cannabis le produce “tal exaltación
de la fantasía” que le permite compren-
der muchas cosas. Años 30: el drama-
turgo y dibujante Antonin Artaud, pieza
clave en la innovación del teatro moder-
no, sucumbe al hechizo del peyote. Co-
mienzo de los 60: Ken Kesey acude a un
hospital donde se experimentaba con
40 interviú
BRUGMANSIA
Son solanáceas psicoactivas
que contienen tropanos, aluci-
nógenos disociativos y tam-
bién conocidos como drogas
de energía. Al igual que la be-
lladona, la mandrágora y el be-
leño, las brugmansias crecen
silvestres en todo el planeta.
Poseen una toxicidad muy alta
y en 60 distintos servicios se-
cretos buscaron en estas plan-
tas ‘drogas de la verdad’.
psicofármacos para ganarse unos dóla-
res como cobaya. Prueba el LSD, el áci-
do lisérgico sintetizado 20 años atrás, y
en su obsesión por conocer de primera
mano los recursos de la psiquiatría se
somete a sesiones de electroshock. To-
das sus vivencias las recogió en Alguien
voló sobre el nido del cuco, obra acla-
mada y galardonada en su versión cine-
matográfica. Muchas partes del libro
fueron escritas bajo los efectos del LSD,
el peyote y los hongos psilocibios.
A la par, nace la generación beat,
aquella que empieza a hablar del pensa-
miento oriental y de ecología. Rendidos
también a los ácidos y hongos alucinó-
genos, escritores y artistas como Jack
Kerouac, Allen Ginsberg, Timothy Le-
ary, Aldous Huxley, William Burroughs
y Robert Graves, entre otros, conforma-
ron la base de una contracultura sumer-
gida en la psicodelia, que luego daría pa-
so a la cultura hippy y más tarde al pop.
Drogas, arte, creatividad, inspiración...
Son muchos los ejemplos que constatan
la vinculación entre determinadas sustan-
cias (sobre todos los enteógenos, aquellas
que despiertan la sensación de divinidad
que llevamos dentro) y la expresión artís-
tica. Año 2000, Barcelona: por primera
ARTE CON PRESENCIA DE ENTEÓGENOS
Múltiples manifestaciones artísticas han estado influenciadas por la
presencia de enteógenos. A la izquierda, obra del pintor Isaac
Abrams (arriba) y pintura de Novatronics (abajo). Sobre estas líneas,
cuadro de Roberto Benítez.
PEYOTE
Del peyote o botón de mescal
se extrae la mescalina, una de
las sustancias alucinógenas
más valoradas por los ‘psico-
nautas’, personas que experi-
mentan con drogas visiona-
rias. El consumo de este cacto
suele provocar vómitos y su
utilización es casi siempre ri-
tual. Está considerada como la
droga más espectacular en
cuanto a visiones.
ADAN, EVA Y LA
‘AMANITA
MUSCARIA’
En este fresco
románico
aparecido en la
localidad de
Plaincourault, en el
sur de Francia, se
observa la seta
‘amanita muscaria’
simbolizando el
árbol de la vida.
vez, antropólogos, arqueólogos, escrito-
res, pintores, músicos, psiquiatras y far-
macólogos americanos y europeos van a
debatir en nuestro país sobre la influencia
y presencia de las drogas en la expresión
artística.
Según Josep María Fericgla, doctor en
Antropología, profesor de la Universidad
de Barcelona y director de las jornadas
que se celebrarán en la capital catalana
entre el 28 y el 30 de abril, “no todos los
elementos psicoactivos son drogas, algu-
nas son más medicinas que drogas y
otras potencian ciertas capacidades hu-
manas. Los enteógenos –termino acuña-
do hace apenas 30 años para designar a
las sustancias visionarias– son de uso mi-
lenario, casi siempre de origen vegetal y
que el ser humano ha consumido desde
los orígenes para ponerse en contacto
con su concepto de divinidad, sea cual
fuere”. Son las sustancias que comun-
mente llamamos drogas alucinógenas.
Pero ¿a qué plantas se refiere Feric-
gla? En el Viejo Continente crecerían
desde los hongos psilocibios y los mus-
carínicos (la famosa amanita muscaria)
hasta la belladona, el estramonio o el be-
leño negro; y de América vendrían la
ayahuasca, cuyo principio activo –el di-
metiltriptamina– es de gran potencia vi-
sionaria; el peyote, de donde saldría la
mescalina; el hongo que parasita el cor-
nezuelo del centeno, de donde se extrae-
ría la ergotamina, materia prima del
LSD, e innumerables variedades de flora
autóctona propulsora de alucinaciones.
Embriagantes en el arte románico
Para comprender la importancia históri-
ca que han tenido los enteógenos, Feric-
gla sostiene que en el norte de Italia, en
Cataluña y en el sur de Francia existen
pruebas iconográficas del consumo de
amanita muscaria como embriagante
mágico, como fuente de inspiración ar-
tística y como herramienta para contac-
tar con los espíritus. De hecho, en las
jornadas se podrá contemplar un fresco
románico localizado en Plaincourault
(sur francés) en el que se representa a
Adan y Eva junto a un árbol del bien y
del mal en forma de hongo muscarínico.
Otro fresco de una capilla románica cer-
ca de la localidad de Vic y uno pintado
en una construcción tardorromana del
siglo III en Galicia tienen como repre-
sentación básica los hongos. Este antro-
pólogo explica que el cristianismo no
aceptó el uso de estas plantas porque “el
monopolio del contacto con los espíri-
tus, santos y divinidades lo tenían ellos,
BELLADONA
Es otra solanácea
psicoactiva, cuyo
principio activo son
la atropina y la esco-
polamina. Elemento
básico de pócimas
brujeriles hasta la in-
quisición, la bellado-
na es una sustancia
alucinógena que cre-
ce salvaje en todos
los continentes.
EL ‘PSICONAUTA’ HENRI MICHAUX
El poeta Michaux plasmaba en papel los
ensayos practicados con enteógenos.
Arriba, Ana Iribas, experta en Michaux.
y no podían dejar que cualquier indivi-
duo conectase con su divinidad a través
de estas plantas. Hoy todavía se persi-
gue más al chamán, al que contacta con
los espíritus o te conduce en el consumo
de enteógenos, que a los curanderos, los
que utilizan estas plantas para sanar”.
Por su parte, el investigador italiano
Giorgio Samorini ha podido comprobar
cómo en capiteles de basílicas del siglo
XII en Francia, en pinturas de manuscri-
tos del XIV y en antiguos mosaicos tune-
cinos –todas ellas obras de arte cristiano–
aparecen árboles con forma de hongo, no
se sabe si pintados inconscientemente o
representando plantas psicoactivas.
Pero sin duda son las ancestrales civi-
lizaciones ubicadas en Centroamérica
–olmecas, mayas y toltecas– las más in-
fluenciadas por enteógenos. Sus sor-
prendentes técnicas escultóricas y ar-
quitectónicas, presididas en muchas
ocasiones por figuras chamánicas coro-
nadas por hongos, han centrado la aten-
ción de los investigadores .
Durante el siglo XX ha sido el LSD el
que más significado artístico ha tenido.
Fue Albert Hofmann, químico suizo de
los laboratorios Sandoz, quien empezó
a investigar el ácido lisérgico. En 1943,
tras absorber accidentalmente una pe-
queña cantidad del compuesto y vivir
una “experiencia inigualable”, el des-
cubrimiento de Hofmann iba a dar el
pistoletazo de salida a la época de la
psicodelia. Primero se utilizó con fines
médicos, para luego invadir las corrien-
tes culturales más innovadoras. Desde
la generación beat y su manifiesto con-
tra el puritanismo imperante en Estados
Unidos y de la cultura hippy del amor
libre y la paz, hasta la etapa pop.
En España, tal y como reconoce el his-
toriador valenciano Juan Carlos Usó, la
ciudad que más profusamente vivió la era
psicodélica fue Barcelona. “La nómina
de pioneros en experimentar los efectos
del LSD contaba ya, en los años 70, con
Antonio Escohotado, Luis Racionero,
Fernando Savater, Fernando Sánchez
Dragó, Félix de Azúa y Eduardo Úrculo”.
El escritor Sánchez Dragó acudió a la
Iglesia del Santo Daime, un sincretismo
religioso originario de Brasil que mez-
cla simbolismo cristiano con la comu-
nión de enteógenos, para acceder a ex-
periencias con ayahuasca. La primera
vez que probó la ayahuasca fue en An-
dalucía: “Los chamanes no te dejan sa-
lir del sitio donde se toma la sustancia.
Tuve dos experiencias determinantes.
Por un lado, me metí en mi conciencia, y
por otro, vi que iba caminando por la
selva amazónica, me encontré con un
agujero y me caí. Me sumergí en el ne-
gro, pasé a la nada y lo que sentí es ine-
fable. Tengo 62 años menos media hora
que estuve en ese estado; eso es algo
que asusta mucho, la muerte, la pérdida
de identidad, pero lo que se siente con
los enteógenos es lo que nos han conta-
do los místicos, es la abnegación en la
nada, el nirvana de Buda. Fue una ex-
periencia gozosa”.
Pero si ha existido un psiconauta
(persona que experimenta con estas
sustancias) que ha plasmado en papel
los ensayos practicados con enteógenos
en su conciencia es el poeta belga ya
fallecido Henri Michaux (1899-1984).
Este psiconauta probó el ácido lisérgi-
co, la psilocibina, el cannabis, el éter,
el láudano y la mescalina. Esta última
fue la sustancia con la que más se iden-
tificó . “Michaux no escribe ficción,
sus libros describen las estructuras
mentales que se le revelan cuando con-
sume mescalina, son como protocolos
científicos, explica cómo se vive el
▲
tiempo, el espacio, el infinito, el sexo”,
interviú 41
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MÚSICA, ENTEÓGENOS Y ANTROPOLOGÍA
Alaska, que ha probado el peyote y los hongos, prefiere no
mezclar su consumo con la creación artística. El músico
catalán Gerard Quintana (arriba, a la derecha) grabó junto
con otros artistas catalanes un disco bajo los efectos del
LSD. A la derecha, Josep María Ferigcla, catedrático de An-
tropología y profesor de la Universidad de Barcelona, uno
de los mayores expertos en enteógenos.
EL POETA BELGA HENRI MICHAUX ESCRIBIÓ Y PINTÓ
BAJO LOS EFECTOS DE LA MESCALINA Y LA ‘GENERACION
BEAT’ SE RINDIÓ ANTE LA PSICODELIA DEL LSD
ARTISTA VISIONARIO
En las obras de Alex
Grey, autor de los
‘Espejos Sagrados’ y uno
de los pintores
visionarios más
reputados, se aprecian
representaciones
alucinógenas.
ESCRITORES Y
ROCKEROS
Robert Graves (a la
izquierda), como casi
toda la ‘generación beat’,
se sumergió en la
psicodelia del LSD.
Arriba, Jim Morrison,
líder de The Doors, la
banda más psicodélica
de este siglo.
▲
explica Ana Iribas, licenciada en Bellas pasados los efectos, recomponía. Fue
Artes y Psicología y autora de la tesis en los dibujos donde más testimonió sus
doctoral Creación plástica y estados visiones mescalínicas. “Un aspecto in-
alterados de conciencia. Especialista teresante de los dibujos de Michaux
en Michaux, Ana cuenta que el primer –resalta Ana Iribas– es su carácter abs-
ensayo de este escritor con mescalina tracto, despojados de anécdotas figura-
fue en compañía de unos amigos botá- tivas y concentrados en los elementos
nicos y rodeado de naranjas a modo de estructurales”. Trazos repetitivos, ocu-
antídoto. “Siempre estaba en guardia, pación de todo el espacio, simetrías y
no tomaba más de 100 miligramos ca- metamorfosis, ritmos geométricos,
da vez”. El proceso llevado a cabo por atención al detalle diminuto y vibracio-
este poeta se centraba en tomar notas nes son algunos de los rasgos comunes
(ilegibles, salvo para él) durante los ex- en la pintura realizada bajo la influencia
perimentos con mescalina, que luego, de la mescalina.
42 interviú
Además de la marihuana, combustible
vital para Bob Marley, de la cocaine de
Eric Clapton y de otros elogios que co-
rresponden ya al pasado –Paul McCart-
ney, último de los Beatles en probar el
LSD, llegó a declarar: “Me abrió los ojos,
me hizo un ciudadano mejor, más honesto
y tolerante”–, los alucinógenos también
han tenido su peso en la música. Gerard
Quintana, componente del grupo catalán
Sopa de cabra, piensa que los músicos tra-
bajan con “algo intangible, con sonidos y
ondas sonoras. Somos el canal para que
llegue a la gente, y en eso nos parecemos
un poco a los chamanes. Si sólo pretendes
ganarte la vida correctamente no entras
en estas experiencias”. Quintana, abierto
al mundo de los enteógenos, busca con
ellos “llegar al yo más universal, llámalo
energía o llámalo como quieras”.
Este músico ha ensayado con LSD,
marihuana y hongos psilocibios. “Eran
sesiones sin límite de tiempo, con ‘disc-
jockeys’, gente con instrumentos. Eran
ritos abiertos, nada doctrinarios donde
se grababan horas y horas para después
escoger”. Junto con otros músicos graba-
ron Gaia, un disco cercano a un estilo co-
nocido actualmente como trance. Pero
Quintana también reprocha actitudes de
artistas que “han idealizado las drogas,
con un sentido de autodestrucción. Mu-
chos las han mitificado cuando estas sus-
tancias son sólo instrumentos que hay
que saber utilizar”.
A las jornadas enteógenas irá acompa-
ñado de Olvido Gara, Alaska, que vivió
la época de la movida madrileña y desde
los 90 es una figura clave de la música de
baile en nuestro país. En su caso, la rela-
ción entre experiencias alucinógenas y la
creación artística no se produce al mis-
mo tiempo: “No soy partidaria de esta-
dos alterados de la conciencia cuando se
trata de hacer música. Está claro que
esas vivencias influyen y sirven a la hora
de crear tu estilo”.
Alaska, líder del grupo Fangoria, en-
tiende que hay que distinguir entre el la-
do lúdico de las drogas y los enteógenos
como experiencia “para contactar con-
tigo mismo”. Admite que las sustancias
químicas son las que más le atraen por-
que sintetizan perfectamente los princi-
pios de las plantas visionarias “pero evi-
tando las vomitonas”. Drogas de diseño,
peyote y también hongos han pasado por
la vida de la líder de los Pegamoides:
“Yo he metido sensaciones de mis expe-
riencias en algunas letras y he utilizado
una composición musical que puede
considerarse visionaria. Pero además
me han servido para mantener la cordu-
ra en momentos de cambio y cuando tie-
nes que resituarte. Se ha perdido la idea
de que las drogas sirven para algo, co-
mo el café se utiliza para despabilarse y
la tila para calmarte”.