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Dos sueños y una fortuna
Adaptación teatral del relato de Jorge Luis Borges "Historia de los dos que soñaron" (basada en un
cuento de Las mil y una noches), realizada por Adrián Álvarez, Cristina Amosa, Lucía Barcala,
Beatriz Barros, Adrián Bermúdez, Adrián Brea, Pablo Cacho, Rodrigo Carballo, Lucía Castro,
Judith Castro y Ana Cea, alumnos de 1º A de ESO del IES Nº 1 de A Estrada. [A Estrada, 2008]
Relación de personajes:
MOHAMED "EL MAGREBÍ" LADRÓN 2
CAPITÁN DE LOS SERENOS VECINO 1
MUJER DE MOHAMED VECINO 2
EL HOMBRE DEL SUEÑO SERENO
LADRÓN 1
ESCENA PRIMERA
(El Cairo, 1650.)
MOHAMED.— ¡Que será de mí, que por toda mi generosidad perdí toda mi fortuna!
MUJER DE MOHAMED.— Hola, esposo mío. No debes trabajar tanto. Come algo y descansa.
MOHAMED.— Gracias, esposa, tienes razón: estoy agotado. Voy a descansar. Me tumbaré debajo
de esa higuera (Mohamed queda profundamente dormido).
ESCENA SEGUNDA
(Aparece un hombre vestido de blanco.)
MOHAMED.— ¿Qué es esto? ¿Estoy soñando?
HOMBRE DEL SUEÑO.— Mohamed, has sido muy generoso y esa generosidad será
recompensada.Vete a Isfaján, allí encontrarás tu fortuna.
ESCENA TERCERA
(Mohamed se despierta sobresaltado y va junto a su mujer.)
MOHAMED.— Esposa, he tenido un sueño en el que ha visto a un hombre que me ha dicho que mi
fortuna está en Isfaján. Debo partir de inmediato.
MUJER DE MOHAMED.— ¡Estás loco! ¿Cómo puedes hacer caso de un sueño? Tu deber es
quedarte aquí con tu esposa y no emprender un viaje tan largo y tan peligroso.
MOHAMED.— Voy a ir de todas formas: no puedo perder esta oportunidad tan importante. Yo
confío en este sueño: estoy seguro de que nos traerá la fortuna.
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ESCENA CUARTA
(Isfaján, Persia, un mes después.)
MOHAMED. — Esta ciudad no es mi destino. Llevo casi una semana aquí y no sucede nada. Mi
mujer ha de estar muy preocupada. Pero no me rendiré hasta encontrar la fortuna. Ya está cayendo
la noche. Descansaré en esa mezquita.
ESCENA QUINTA
(Mezquita de Isfaján. Mohamed duerme profundamente en una esquina.)
MOHAMED.— ¿Qué es esto?
VECINO 1.— ¡Socorro, nos están asaltando!
VECINO 2.— ¡Ayuda, por favor! ¡Llamad a la policía!
(La policía llega a la mezquita.)
LADRÓN 1.— (Haciéndose pasar por un vecino.) Ayudadnos a atrapar a los ladrones ¡Que no
escapen! ¡Se llevan mi dinero!
LADRÓN 2.— (Señalando a Mohamed.) Es ése, ¡cogedlo!
(La policía persigue a Mohamed y lo detiene.)
ESCENA SEXTA
(Mohamed está acurrucado en una esquina. Tiene el rostro terriblemente magullado y sus harapos
están ensangrentados.)
SERENO.— (Dirigiéndose a Mohamed) Levántate. Va a venir el capitán y quiere hablarte. (Entra
en escena el capitán de los serenos).
CAPITÁN.— ¿Quién eres y de dónde vienes?
MOHAMED.— (Triste y cansado.) Soy Mohamed y vengo de El Cairo.
CAPITÁN.— ¿A qué has venido aquí? ¿Qué estás buscando en esta ciudad?
MOHAMED.— Tuve un sueño en el que un hombre me decía que mi fortuna estaba aquí.
CAPITÁN.— (Con desprecio.) ¡Tú estás loco! (De forma burlona.) ¡Creer en un sueño! ¡Si todo el
mundo creyese en los sueños adónde iríamos a parar! Yo he soñado hasta tres veces que en la
ciudad de El Cairo había una casa con un jardín, y en el jardín un reloj de sol, y después del reloj de
sol una higuera, y luego de la higuera una fuente, y bajo la fuente un tesoro. ¡Anda, vete y toma
estas monedas! (Le arroja las monedas al suelo con desprecio.). (Dirigiéndose a los serenos.)
¡Soltadlo! (Dirigiéndose a Mohamed.) ¡Vete, es tu última oportunidad! ¡No te quiero volver a ver
por aquí!
ESCENA SÉPTIMA
(El Cairo, dos meses después. Mohamed llega a la puerta de su casa muy cansado pero contento.)
MOHAMED.— ¡Esposa, esposa, ya he llegado!
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MUJER DE MOHAMED.— (Sorprendida y muy contenta.) ¡Oh, esposo mío, creí que no volverías!
MOHAMED.— ¡Quizá pienses que te defraudé!
MUJER DE MOHAMED.— ¿Has encontrado la fortuna?
MOHAMED.— ¡Ven conmigo y verás! (Mohamed conduce a su esposa junto a la fuente, coge una
pala y comienza a cavar.)
MUJER DE MOHAMED. — ¿Pero qué haces? (Mohamed no responde y sigue cavando absorto en
lo que hace. De repente para de cavar y queda perplejo.)
MUJER DE MOHAMED. — ¿Por qué te quedas así?
MOHAMED.— ¡He encontrado nuestra fortuna! ¡Mira! (Mohamed abre el cofre y la mujer se
acerca para verlo. Queda sorprendida al ver el tesoro.)
MUJER DE MOHAMED.— Oh, Mohamed, esposo, este siempre fue mi sueño. ¡Que feliz estoy!
MOHAMED y MUJER DE MOHAMED.— (Al unísono.) ¡Nuestro sueño se ha hecho realidad!