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LITERATURA Y SOCIEDAD
Introducción……………………………………………………….1
Contexto histórico de las obras……………………………………2
Las costumbres sociales
• La fe………………………………………………………..5
• El honor…………………………………………………….7
• El amor……………………………………………………..9
• El qué dirán………………………………………………..11
Conclusión………………………………………………………..13
Bibliografía………………………………………………………..14
INTRODUCCIÓN
La literatura, como toda obra de arte, tiene una dimensión social. Literatura y
sociedad mantienen una relación de mutua influencia: por un lado el escritor reacciona
ante el sistema de creencias, inquietudes y valores de la sociedad de su tiempo
aceptándolos o rechazándolos; por otro lado sucede a la inversa, el autor le plantea a la
sociedad problemas y soluciones, unos comportamientos e ideales, que ésta no ha
engendrado.
Como primera parte de mi trabajo expongo un breve comentario sobre las obras
que he utilizado para llevar cabo el proyecto, asimismo establezco un marco contextual
situando a cada una de ellas en un tiempo y un espacio determinados con el fin de
establecer durante el desarrollo de la exposición una comparativa entre las obras y los
aspectos sociales que tratan.
Por último adjunto una conclusión sobre las observaciones que he ido
adquiriendo sobre el trabajo a lo largo de su creación.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LAS OBRAS
Trece años más tarde, en 1980, comenzaría a escribir Crónica de una muerte
anunciada, que saldría publicada un año más tarde. Una magistral novela corta que
reconstruye detalladamente las horas previas a un asesinato que se anticipa desde la
primera línea.
Esta obra fue escrita en 1913, fecha que se considera el inicio de la crisis de la
monarquía constitucional de Alfonso XIII con la descomposición de los partidos de
turno en los que se había apoyado el sistema político de la Restauración.
La casa de Bernarda Alba fue la última obra teatral que escribió Lorca (1898-
1936), considerado como el más grande de los poetas de la Generación del 27, dos
meses antes de ser asesinado en el barranco de Víznar y no pudo ser estrenada en
España hasta enero de 1964. Fue, sin duda, la culminación de su trayectoria como
dramaturgo. Completa la trilogía iniciada con Bodas de sangre y Yerma; La casa de
Bernarda Alba con el sobrenombre “dramas de mujeres en los pueblos de España” es
una tragedia sobre la tiranía implacable instaurada por Bernarda Alba sobre las mujeres
de su casa.
Samuel Beckett, Esperando a Godot 1952, Teatro irlandés del siglo XX.
James Joyce, Retrato del artista 1926, Narrativa irlandesa del siglo XX
adolescente
Leandro Fernandez Moratín, El sí de las 1806 Teatro español del siglo XVIII-XIX
niñas
LA FE
El sentimiento religioso de la sociedad a lo largo de la Historia ha sido, en cierto
modo, uno de los motores más importantes que ha conformado el estilo de vida de los
protagonistas de las obras literarias. Ya aparecía en la sociedad de Joyce con su
educación jesuita y la reacción ascética y sacramental del joven que veía en la religión
una tabla de salvamento en contra de sus pensamientos pecaminosos y placenteros. El
mismo sentimiento se adivina en el libro de Rulfo, Pedro Páramo, con la angustia del
pueblo ante una muerte sin absolución de los pecados a manos del Padre Rentería.
Además este aspecto será el protagonista en una de las obras consideradas cumbre de la
narrativa española del siglo XX: San Manuel Bueno, mártir.
La novela está marcada por una potente intrahistoria que supera toda idea de
localismo del pueblo de Valverde de Lucerna así como por una intensa reflexión sobre
el sentido de la vida, entendida como una bifurcación de caminos entre fe y razón. Estos
aspectos están recogidos e las siguientes líneas:
“y no era un coro, sino una sola voz, una voz simple y
unida, fundidas todas en una y haciendo como una montaña,
cuya cumbre, perdida a las veces en nubes, era don Manuel. Y al
llegar a lo de -creo en la resurrección de la carne y la vida
perdurable-, la voz de don Manuel se zambullía como en un
lago, en la del pueblo todo, y era que él se callaba”.
Esta falta de fe, la espera a que ocurra algo que haga creer, que demuestre que
hay algo más en la tierra que un lago de aguas calmadas está representado, en cierto
modo, en la obra de teatro de Beckett Esperando a Godot. Según mi opinión, Godot
es la espera, algo que con ansia anhelas alcanzar, y una espera puede ser una figura
religiosa, puede ser Dios (God) alguien que no aparece y que no puedes ver ni sentir,
pero que sólo necesitas creer para saber que existe. Este era el problema de “nuestro
don Manuel” un santo que murió “creyendo que no creía”.
EL HONOR
El concepto de honor en la literatura española e hispanoamericana se entiende
por una cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del
prójimo y de uno mismo. Este honor ha estado muy ligado a la conducta de la mujer
pues sus parientes, maridos, hermanos o padres, cuidaban de que no sufrieran agravios.
La pérdida de la honra por violación, implicaba que la doncella debía recluirse en un
convento y que un pariente debía dar muerte al profanador. La mayor deshonra para un
hombre era el adulterio de su mujer, y este sólo se reparaba con la muerte de los dos
traidores.
El libro nos muestra una sociedad atrasada que vive en la tradición y anclada en
un concepto machista donde valores como aprender a amar se inculcaban a las mujeres
que, sin posibilidad de elección alguna, debían contraer matrimonio con el hombre que
había elegido su familia. Este es el principio del conflicto en la obra pues, una vez
consumado el matrimonio, Bayardo San Román desprecia a su reciente esposa al
advertir que ya había conocido a un varón:
“nadie hubiera pensado, ni lo dijo nadie, que Ángela Vicario no fuera virgen”
(García Márquez, Gabriel, Crónica de una muerte anunciada)
EL AMOR
Las historias de amor apasionado, muchas veces trágicas, han conformado
buena parte de la literatura. Del amor ideal de don Quijote por Dulcinea, hasta el
primer amor de Romeo y Julieta y hasta el amor fatal de Carmen.
La inspiración, fuente de la que bebe la literatura, es la propia vida. Y en la
vida de cada uno, un momento trascendental es en el que nace el amor. Nuestra
existencia está llena de injusticias, de dolor, decepción y sombra pero ésta se ve
iluminada, a veces, por un sol radiante que le devuelve el sentido a nuestra vida. Un
sentimiento tan subjetivo como es el del amor puede llevarnos, en tan sólo cuatro
letras, al mayor deseo y felicidad de estar vivos, el anhelo de la libertad y la
necesidad de compartir emociones, experiencias y pensamientos; la necesidad de no
estar solos y comunicarnos con el otro.
Estos sentimientos que el amor despierta han sido el centro de atención para
muchos escritores que han intentado plasmar en sus obras su verdadera esencia. Sin
embargo no debemos olvidar el contexto social en el que las obras están escritas. Las
costumbres de una sociedad determinan de qué manera se debe comportar uno,
cuáles son sus obligaciones o incluso a quién debe amar.
“es así como se tiene que hablar en este pueblo sin río, pueblo de pozos, donde
siempre se bebe el agua con el miedo de que esté envenenada”
“les gusta verlo y comentarlo y se chupan los dedos de que esto ocurra”
El sentido de ese qué dirán no sólo se basa en un temor acerca de lo que otros
puedan pensar como diríamos hoy en día, sino que es mucho más. Es la manera de
evitar la deshonra de una familia aunque para ello hubiese que privar parcial o
totalmente la libertad. De este modo las mujeres de estas sociedades viven la
frustración de sus anhelos amorosos e instintos sexuales. Las fuerzas que entran en
conflicto pues, son la coerción de la libertad y el ansia de vivir.
Elegí analizar las lecturas propuestas desde el punto de vista social porque opino
que la verdadera esencia de la literatura se construye en base al contexto histórico-social
de sus protagonistas. Asimismo el motivo por el que escogí la fe, el honor, el amor y el
qué dirán como fuentes del análisis, fue porque, según mi opinión, estos valores no se
pierden en la memoria, viajan a través del tiempo y del espacio, y con ellos la literatura,
fiel reflejo de todo tipo de sociedades que, al fin y al cabo, constituyen una comunidad
de iguales para sus integrantes.