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C U A D E R N O S D E C Á T E D R A

Stella Maris Casal | María Agustina Lasgoity

El pat r i m o n i o
arquitectónico
Te x t o s e s c o g i d o s

FA C U LTAD DE A R Q U I T E C T U R A , DISEÑO Y URBANISMO


UNVERSIDAD DE BUENOS A I R E S
INTRODUCCIÓN A LA PRESERVACIÓN Y EL RECICLAJE
CÁTEDRA A R Q . MABEL M. S C A R O N E
720 El Patrimonio Arquitectónico: textos escogidos
CDD Stella M. Casal [et.al.]
compilado por Stella M. Casal y María A. Lasgoity –1a ed.–
Buenos Aires: EDICIONES FADU, 2006. 141 p. ; 27 x 18 cm
(Cuadernos de cátedra)

ISBN 950-29-0938-0

1. Arquitectura I. Casal, Stella Maris, comp.


2. Lasgoity, María Agustina, comp.

Fecha de catalogación 02/08/06

Serie Cuadernos de cátedra

SECRETARÍA DE EXTENSIÓN
SUBSECRETARÍA DE MEDIOS Y COMUNICACIÓN

DIRECCIÓN DE PUBLICACIONES
Dirección: Paula Siganevich
Coordinación de diseño y producción: María Laura Nieto
Diseño Gráfico: Florencia Croccia

©2006, EDICIONES FADU


Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
de la Universidad de Buenos Aires
Ciudad Universitaria, Pabellón III
C1428BFA Ciudad de Buenos Aires
Primera edición, septiembre de 2006
ISBN-10: 950-29-0938-0
ISBN-13: 978-950-29-0938-7

La reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica o modificada,
por sistemas de reproducción mecánica o electrónica, etc. viola derechos reservados. Cualquier
utilización o mención debe ser previamente solicitada.

Publicación realizada por la Cátedra de Introducción a la Preservación y el Reciclaje en ocasión de celebrar sus primeros veinte años
de dictado continuado de la materia electiva (1984-2004), a cargo de la Profesora Titular Consulta Arq. Mabel Margarita Scarone.

Página web:http://www.fadu.uba.ar/sitios/catedras/scarone-ipr/index.htm

La cátedra agradece expresamente a los autores de los trabajos incluidos la autorización expresa para la reproducción de los
mismos en esta publicación.

Las compiladoras agradecen la invalorable colaboración de docentes actuales y pasados y alumnos pasados y futuros en la
producción del material de esta publicación:la Arq. Valeria Garello (traducción),las Arqs. Tamara Ivanoff, Andrea Morello y
Graciela Aguilar y las Srtas. Verónica Federico y María Cano Lasgoity (trascripción de textos),y los Arqs.Carolina Quiroga y
Gustavo Bufanio (fotografías).
Índice

Presentación
Stella Maris Casal y María Agustina Lasgoity ......................... 5

Textos de temas generales


Los arquitectos frente a obras de rescate patrimonial:
Patrimonio y Ejercicio Profesional
Jorge O.Gazaneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Políticas internacionales acerca del patrimonio cultural contemporáneo
Arq. Carlos Pernaut . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Textos sobre el patrimonio industrial


Pragmatismo y Simbolismo: Ropajes clásicos para edificios industriales
en la Era de la Revolución Industrial inglesa
Celia Biolcati . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
El patrimonio ferroviario en el área portuaria de Ensenada
Alfredo Conti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Filosofía de la Reconversión
Jean Barthélemy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Textos sobre el patrimonio moderno


Arquitectura Doméstica: El Movimiento Moderno en la Argentina
Mabel Margarita Scarone . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Del producto al proceso: Revitalización de las fábricas Van Nelle,
en Rotterdam
Wessel de Jonge . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

Anexo documental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Carta de Atenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Carta de Venecia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Normas de Quito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Declaración de Ámsterdam . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Recomendaciones de Nairobi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Carta de Washington . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Declaración de Nara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Carta de Nizhny Tagil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
Terminología básica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Acerca de los autores ............................................. 137


Presentación

Arq. Stella Maris Casal


Arq. María Agustina Lasgoity

En el segundo cuatrimestre de 1984 se empezó a dictar en la Facultad de


Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires la
materia electiva Introducción a la Preservación y Reciclaje, a propuesta de
la profesora titular, Arq. Mabel M. Scarone y con el apoyo del por el
entonces decano normalizador, Arq. Berardo Dujovne.

Desde entonces, y de forma ininterrumpida a lo largo de más de 20 años,


primero en forma cuatrimestral y a partir de 1991 en cursos anuales,
nuestra asignatura se convirtió en un estimulante foro de discusión sobre el
valor de nuestro patrimonio arquitectónico y los modos proyectuales más
adecuados de intervención sobre el mismo.

Los integrantes de la cátedra, los alumnos y los profesores invitados y


visitantes sumaron sus inquietudes y reflexiones y mantuvieron en todo este
tiempo la vigencia y la necesidad de plantear esta problemática a nivel de
grado, no sólo para alentar los estudios de postgrado en la materia sino
para concientizar a los futuros profesionales "de acción" de su
responsabilidad al intervenir en el medio heredado.

La presente publicación, no pretende convertirse en un "manual de la


especialidad", ni intenta abarcar el desarrollo de todos los contenidos
teóricos de un campo en continua evolución, sino ofrecer una serie de textos
escogidos para la reflexión y la concientización. Los mismos están
particularmente orientados a la comprensión del patrimonio de la
arquitectura de la Revolución Industrial y del Movimiento Moderno, cuya
valorización y conservación representan para nosotros una preocupación
sostenida. De alguna forma, esta acotada selección expresa también el
profundo agradecimiento y reconocimiento a quienes entusiasta y
desinteresadamente han compartido a lo largo de los años sus
conocimientos con los integrantes de la cátedra y el alumnado.

Buenos Aires, marzo, 2005

Las arquitectas Stella Maris Casal y María Agustina Lasgoity son profesoras
adjuntas de la Cátedra e integrantes de la misma desde su fundación.
Textos de temas generales
Los arquitectos frente a obras de
rescate patrimonial: Patrimonio y
Ejercicio Profesional

A r q . Jorge O. G a z a n e o

(El presente trabajo fue publicado en el boletín CPAU Nro 2, Año 2/Junio
2003, Transcripción digital: Verónica Federico)

"El proceso de"restauro" (1) es una operación altamente espe-


cializada"
Carta de Venecia (Art. 9ª)

En el campo de la preservación del patrimonio, el acordar en materia de de-


finición y alcances de los términos técnicos es un aspecto que se impone an-
tes de trazar políticas o encarar cualquier intento de legislación, en tanto el
lenguaje constituye la base misma de comunicación, de significados e ideas
fuerza propios de esta hoy bien definida y nueva especialidad. (2)

La tradición histórica, de fuerte peso en los fundamentos de intervención


sobre los testimonios del pasado, y desarrollada en su mayor parte en el si-
glo XIX, no sobrepasó el campo de la crítica aplicada a lo que acontecía en
el medio profesional en las intervenciones sobre edificios aislados paradig-
máticos del "arte de construir de la antigüedad". Las "batallas de las ideas"
sobre el tema, referidas al accionar profesional de Violet le Duc y Gilbert
Scott, lo ilustraban con claridad.

En el siglo XX, por el contrario, las políticas culturales modernas cambia-


ron esa visión y al presente promueven la preservación de una compleja ti-
1
Se ha usado aquí el término italiano usado por C. Brandi en la Carta del Restauro (1972)
2
Labor realizada desde 1964 hasta el presente por UNESCO-ICOMOS y el Consejo de Europa, con
indicación expresa a las diferencias entre las raíces etimológicas y de uso en las lenguas romances-
latinas y germánico-anglosajonas que deben tenerse presentes en las versiones oficiales que se
vierten en los idiomas oficiales de los organismos internacionales.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 10 —

pología de testimonios mediando el uso de inventario y registro "ad hoc",


estudios científicos, aplicación de estándares de base varios en la práctica,
junto con usos de una cada vez más amplia gama de técnicas que hacen al
mantenimiento, consolidación, reparación, gestión y utilidad del patrimo-
nio heredado a escala urbano-rural.

Asimismo, la demanda de creatividad –tanto en arquitectos como en inge-


nieros– al desarrollar su práctica profesional para expresar el espíritu de su
época (tanto vigente o naciente) se requiere como pauta fundamental en las
intervenciones de las distintas escalas (arquitectónica, urbana, rural) que
demandan hoy los testimonios del pasado pero, –y esto resulta fundamen-
tal– siempre con respeto sobre el espíritu y los valores que han plasmado
los colegas del pasado en sus propuestas, que es la herencia documental que
constituye el valor básico del monumento o el sitio a preservar.

El más preocupante y difundido fenómeno de la "moda por el patrimonio"


surgido en las décadas finales del siglo XX y justificado en términos econó-
micos o en valores pintoresquistas, se traduce en un reciclado o re-uso sin
que se tengan en cuenta los valores de base referidos que definen a la arqui-
tectura o el espacio urbano-rural (contexto) y que se expone en su máxima
expresión en el "fachadismo", la confusión más corriente y aberrante, pre-
sente en la pseudo conservación actual.

DO S E X T R E M O S
La política cultural del momento es un asunto más profundo y serio en tan-
to que, tomando como base las discusiones en el plano internacional de la
especialidad, se comprueba la tendencia de –para usar pocas palabras– tra-
bajar entre dos extremos: la "conservación pura" y el "restauro puro". Por
razones de extensión en este análisis, tomar el caso italiano es ilustrativo y
resume esos extremos en los principios rectores establecidos por Dezzi
Bardeschi (3) para el primer caso, y Paolo Marconi (4) en el del "restauro puro".

El equilibrio entre los extremos referidos pueden hoy ejemplificarse por la


Escuela Inglesa y su ejercicio de la conservación y conversión controlada
para los nuevos usos de su patrimonio. Para ello es previo un proceso de
estudio y análisis crítico que lleva a la identificación de valores, caracteres

3.
Bardeschi insiste en la preservación total de "todo material histórico" y extiende la acción a la
apariencia producida por el uso y el tiempo.

4.
Marconi aboga por el "uso de formas y tecnologías tradicionales al completar y reintegrar partes
faltantes (o perdidas) de complejos históricos, avaladas por el estudio cuidadoso y la compresión de
las tradiciones constructivas, documentada en el propio edificio en que se interviene".
— 11 — TEXTOS DE TEMAS GENERALES

significantes, desajustes, cuantificación de intervención requerida, potencial


de re-uso y demandas financieras y de gestión, todos antecedentes insosla-
yables a la intervención de campo efectiva.

E L E J E R C I C I O P RO F E S I O NA L
La latitud del patrimonio y la consecuente complejidad del ejercicio de la
profesión orientada al campo que nos preocupa –fusión de conocimientos
que integrados rebasan a la arquitectura y la ingeniería tradicionales y su-
ma aportes de la arqueología, electrónica, física atómica, química, fotogra-
metría, etc. (5)-, cambió por lo tanto totalmente desde fines del siglo XIX a
este momento los conocimientos de base y modos del accionar profesional,
tanto de gabinete como de campo.

La documentación de obra y la forma que adoptan los servicios profesio-


nales son consecuencia de esos cambios que han demandado respuestas de:
Prediagnóstico y Diagnóstico, previos a la enunciación del Plan Director de
rescate y puesta en valor. Estas tres etapas de estudio definen la clase y tipo
de la posterior documentación de obras, manuales de mantenimiento y es-
pecificaciones técnico/científicas. Estos servicios profesionales difieren asi-
mismo según el tipo de obras y encuadre legal que les es propio.

C L A S I F I CAC I Ó N D E B I E N E S
Respecto a este último aspecto cabe recordar que todo patrimonio presu-
pone la existencia de un derecho inalienable: el de la propiedad. Ello con-
fiere importantes límites en las intervenciones según los casos que se
enfrenten. Para ello podemos agrupar los inmuebles y sitios –urbanos o ru-
rales– en dos grandes grupos en su clasificación como significantes del pa-
trimonio cultural:

a) Bienes de rango internacional, listados y monitoreados por el Comité de


Patrimonio Mundial (ejemplo: Misiones Jesuíticas Guaraníes)

b) Bienes de rango nacional, regional y/o municipal, listados y con tutela


estatal por organismos oficiales de protección del Patrimonio Monumental
y de Sitios (ejemplo: Cabildo de Salta; distintas áreas de conservación urba-
na: Barrio Sur de Buenos aires; rurales o naturales, como por ejemplo el
Parque Nacional Cataratas de Iguazú, asimismo protegido por Comité de
Patrimonio Mundial)

5.
Referirse al programa y contenidos del Curso de Postgrado de la Universidad de Buenos Aires
Tel: 4789-6235/6236 Fax: 4789-6240 – E.mail: postgrado@fadu.uba.ar.
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Del segundo grupo debemos remarcar el reconocimiento de los bienes pri-


vados, clasificables a su vez en dos subcategorías:

b.1) los pertenecientes a Corporaciones; (ejemplos: Estaciones de ferroca-


rril Retiro y Constitución; conjuntos fabriles tales como la Cervecería
Quilmes; congregaciones religiosas como por ejemplo la Iglesia del
Salvador, en Buenos Aires), y finalmente:

b.2) testimonios con propiedad familiar (ejemplos: Casa de Vladimiro


Acosta en la ciudad de Bahía Blanca; Palacio Hirsch, en el barrio de
Belgrano)

La base de la tendencia orienta al encuadre de los trabajos: metodológica y


temporalmente. Según quien ejerce ese derecho de propiedad –sea el estado
o el sector privado– se establece el contexto del ejercicio de ese dominio
que influye en distintos grados de libertad en que deberá perfilarse el Plan
de Rescate del caso. Cualquier propuesta realista sobre los programas y
políticas de conservación plantean siempre a los especialistas limitaciones
en la aplicación de las teorías de la conservación al arte de lo posible.

Es en este sentido, que dentro de una ética profesional –también estableci-


da por códigos internacionales– los profesionales deberán extremar sus po-
deres de imaginación y creatividad, sumándose al ejercicio de docencia (y
paciencia) para lograr resultados compatibles con los intereses que requiere
el rescate y puesta en valor de un testimonio cultural.
Políticas internacionales
acerca del patrimonio
cultural contemporáneo

A r q . Carlos Pernaut

(Este artículo fue publicado originalmente en los Documentos de Trabajo


Nº 138 "El patrimonio arquitectónico contemporáneo de Buenos Air es",
Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 2005)

ARQUITECTURA Y CONTEXTO
El proyecto arquitectónico no afronta únicamente el problema de la rela-
ción con otros edificios, se enfrenta al mismo tiempo a una relación con to-
do el entorno. No sólo trata de promover la solidaridad sincrónica entre
obras coetáneas en busca de una nueva ciudad, sino también lograr la soli-
daridad diacrónica a través del tiempo, con edificios existentes y con el fu-
turo, a través del principio fundamental de que no nos pertenece lo que
hemos recibido del pasado y que ahora aparece como usufructo que hemos
de legar a las generaciones venideras. (1)

En los últimos años, los derechos de la sociedad en su conjunto buscan es-


pacio junto a aquellos individuales y sociales. Así aparecen cada vez con
mayor fuerza los derechos ecológicos, los de la identidad o los culturales, de
tal manera que los proyectos arquitectónicos y urbanos, los procesos de
crecimiento y planificación, se hacen bajo el signo del respeto, con los me-
dios que hoy nos ofrece la ciencia y la técnica, relacionándose con lo exis-
tente, con el entorno; o bajo el signo de la rentabilidad y de un vano
prestigio. (2)

DE LAS ANTIGÜEDADES A LOS BIENES CULTURALES


La aparición del concepto de monumento histórico, bajo la designación de
antigüedades, que se produce según Françoise Choay en el Siglo XV, ilustra

1
A. Tamales. Utopía y contrautopía, Barcelona, Plaza y Janés, 1985. En M. Lopéz Gil. Filosofía,
modernidad y posmodernidad. Buenos Aires, Biblos, 1996
2
F. Choay. L’allégorie du patrimoine. París, Seuil, 1996
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 14 —

el desarrollo del proyecto humanístico. Se consagra institucionalmente en el


Siglo de las Luces y con la Revolución Francesa cuando los monumentos,
según Alois Riegl, se convierten en objeto de culto. En su origen privado,
este se ha convertido, en la era de la industria cultural, en planetario.

En los últimos setenta años, se pasa de la acción de propietarios públicos y


privados, que actúan sobre objetos –conservación pasiva-: a una mayor co-
laboración entre los poseedores de dichos objetos ahora considerados bie-
nes culturales –conservación activa-; y finalmente a una acción coordinada
sobre la globalidad del patrimonio entendido como un todo y realizada en
función de toda la comunidad –conservación integrada. (3)

La Carta de Atenas sobre la conservación de los monumentos de arte e his-


toria, aprobada en 1931, habla de las "cosas de notable interés –histórico,
artístico, arquitectónico-, …". El criterio se amplía en la Carta de Venecia
cuando el II Congreso Internacional de arquitectos y técnicos de monumen-
tos históricos se refiere a "la creación arquitectónica aislada así como al si-
tio urbano o rural que nos ofrece el testimonio de una cultura particular, de
una fase representativa de la evolución o de un suceso histórico". En los úl-
timos cuarenta años el concepto ha continuado extendiéndose, al incluir
conjuntos, ciudades, paisajes culturales e itinerarios culturales y en conse-
cuencia además, grandes partes del territorio (4).

La conciencia ecológica y la certeza de que los bienes culturales son recur-


sos escasos y no renovables hacen que la conservación forme parte de las
preocupaciones del medio ambiente. En forma paulatina se afirma también
la responsabilidad frente a la diversidad cultural.

En 1965 se crea el ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y


Sitios), una organización no gubernamental de estructura internacional que
agrupa a personas e instituciones que trabajan por el patrimonio cultural.

En 1972 se firma la Convención sobre el Patrimonio Mundial Cultural y


Natural de la UNESCO. El ICOMOS y la UICN (Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza), se convierten en los organismos aseso-
res. La Lista del Patrimonio Mundial cuenta hoy con 812 sitios en 173
Estados, de los cuales 628 son culturales, 160 naturales y 24 mixtos.

3.
R. Di Stefano. Il recupero dei valori. Nápoles, E. Scientifique, 1979
4.
Recomendación de Nairobi relativa a la salvaguardia de los conjuntos históricos y su función en la vida
contemporánea. UNESCO, 1975. Carta de Washington, o Carta Internacional para la conservación de
ciudades históricas. ICOMOS, 1987
— 15 — TEXTOS DE TEMAS GENERALES

E L PAT R I M O N I O M O D E R N O
Para la Convención, el patrimonio moderno se define a partir de un marco
temporal, los siglos XIX y XX. En este sentido constituye una suerte de ca-
tegoría transversal que incluye no sólo a los edificios, conjuntos y ciudades,
sino también al patrimonio industrial, los paisajes culturales, los itinerarios
culturales y la arquitectura vernácula (5).

Esta categoría está muy poco representada en la Lista, unos 40 bienes.


Varias obras maestras están inscriptas, como los edificios de la Bauhaus en
Weimar y Dessau, la Casa Schöeder de Rietveld o la Casa Tugendhat de
Mies. Pero algunos de los arquitectos más destacados del Movimiento
Moderno no están aún en la Lista.

Por América Latina figuran los casos de Brasilia, la Ciudad Universitaria de


Caracas y la Casa de Luis Barragán en México. Este último país ha inclui-
do en su Lista indicativa de bienes a ser postulados: la Casa de Diego
Rivera y Frida Kahlo, del arquitecto O’ Gorman, 1935, edificios industria-
les de Mies van der Rohe y Félix Candela, 1858 y 1961, y la Ciudad
Universitaria de la ciudad de México, 1954.

En la Argentina, la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y


Lugares Históricos ha considerado como monumentos históricos al
Kavanagh, 1936, la Casa del Puente de Amancio Williams, 1945 -en la ac-
tualidad con serios deterioros- y el ex Banco de Londres de Sánchez Elía,
Peralta Ramos y Agostini (SEPRA) y Clorindo Testa, 1966, que el mismo
Testa modificó en 1999 cuando se convirtió en la sede del Banco
Hipotecario.

Después de más de veinte años, el DOCOMOMO (Documentación y


Conservación de Edificios, Sitios y Conjuntos del Movimiento Moderno),
el TICCIH (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio
Industrial), y el ICOMOS se preocupan por la salvaguardia, la conserva-
ción y la puesta en valor del patrimonio reciente. Estos organismos han or-
ganizado encuentros de expertos, campañas, inventarios. El ICOMOS, por
su parte, acaba de crear un Comité Científico Internacional dedicado a la
arquitectura del Siglo XX.

Recientemente, la Declaración de Viena sobre el Patrimonio Mundial y la

5.
A. Conti. El patrimonio moderno en la Lista del Patrimonio Mundial. En Memorias de la reunión de
expertos sobre la Representatividad en la Lista del Patrimonio Mundial. El patrimonio cultural y
natural en Iberoamérica, Canadá y Estados Unidos. México, CONACULTA-INAH, 2004
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 16 —

Arquitectura Contemporánea, fue aprobada en un encuentro organizado


por el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO y el ICOMOS, y ella
nos permite ver el estado actual del tema. El documento subraya la necesi-
dad de "una aproximación integrada, que una la arquitectura contemporá-
nea al desarrollo sustentable y a la integridad del paisaje, y se base en los
tejidos históricos, y en las construcciones y en el contexto existentes"
(Artículo 5). Señala que "el desafío central de la arquitectura contemporá-
nea (…) es el de responder a la dinámica del desarrollo, facilitando el creci-
miento y los cambios socioeconómicos por un lado, y respetando los
paisajes urbanos y naturales, por el otro" (Artículo 14). Declara que el ob-
jetivo principal de la nueva arquitectura es la continuidad de la cultura a
través de intervenciones de calidad. Pero a la vez advierte que se deben evi-
tar las formas de diseño pseudo históricas.

A R QU I T E C T U R A R E C I E N T E Y PAT R I M O N I O
La arquitectura contemporánea, coetánea, reciente, más allá de la anfibolo-
gía de estos términos, puede valorarse en términos patrimoniales. Jukka
Jokilehto y Bernard Feilden, en el Manual para el manejo de los sitios del
Patrimonio Mundial cultural (6), proponen analizar los valores culturales y
socioeconómicos, que clasifican de la siguiente manera:

Valores culturales:
– de identidad, relacionados con los lazos afectivos de la sociedad y basa-
dos en el reconocimiento comunitario
– técnicos o artísticos, relacionados con evaluaciones científicas e históricas
y basados en la investigación
– de originalidad, relacionados con su representatividad o singularidad y
basados en estadísticas

Valores socioeconómicos actuales:


– económicos, entendidos como un valor generado por el bien o por su conservación
– funcionales, relacionados con el valor económico en tanto involucra a las
funciones originales o la creación de usos compatibles en el edificio o el área
– educativos, incluyen los potenciales para la sensibilización sobre la iden-
tidad, la cultura, la historia
– sociales, vinculados con las actividades actuales o tradicionales y la valo-
ración de la comunidad
– políticos, relacionados con eventos específicos asociados con el edificio,
la ciudad, la región, el país.

5.
A. Conti. El patrimonio moderno en la Lista del Patrimonio Mundial. En Memorias de la reunión de
expertos sobre la Representatividad en la Lista del Patrimonio Mundial. El patrimonio cultural y natural
en Iberoamérica, Canadá y Estados Unidos. México, CONACULTA-INAH, 2004
— 17 — TEXTOS DE TEMAS GENERALES

LA C O N S T RU C C I Ó N D E L F U T U R O
El momento presente, caracterizado por las incertidumbres y las conviccio-
nes, debe incitar a la reflexión y al debate. Buenos Aires crece sin cesar, a-
vanza y retrocede, decae y evoluciona, se transforma permanentemente. El
patrimonio debe ser una oportunidad para el desarrollo. El inventario de lo
existente, la creación de áreas de protección, la planificación estratégica
que involucre a los agentes sociales, permitirán rescatar el patrimonio exis-
tente y construir el patrimonio del futuro.
Textos sobre el patrimonio
industrial
Pragmatismo y Simbolismo:
Ropajes clásicos para edificios
industriales en la Era de la
Revolución Industrial inglesa

A r q . Celia Biolcat i

INTRODUCCION
Hacia el final del siglo 18 y principios del 19 comenzaron a desarrollarse
importantes innovaciones tecnológicas, resultando en la necesidad de nue-
vos y más grandes edificios industriales. Los nuevos procesos de producción
necesitaban edificios funcionales. Dichas funciones, sin embargo, no eran
consideradas lo suficientemente respetables como para ser representadas en
el frente principal del edificio. Consecuentemente, las nuevas tecnologías se
ocultaban tras una fachada de mampostería que evocaba estilos históricos.
El empresario, junto con el ingeniero y, si las finanzas lo permitían, el arqui-
tecto, elegirían la imagen arquitectónica apropiada para la faz de estos
"modernos" edificios. Este ensayo intentará reflexionar sobre la tendencia,
durante el período mencionado, de los empresarios industriales a elegir el
lenguaje clásico. Tres tipologías edilicias serán consideradas: la hilandería, la
fábrica de cerámica, y la estación de tren, precedidas por unas breves reflexio-
nes sobre los adelantos que la Revolución Industrial hizo posibles.

LA REVOLUCION INDUSTRIAL
El período comprendido entre finales del siglo 18 y principios del 19 es in-
terpretado como uno de "revolución"; no en el sentido de insurgencia polí-
tica sino de transición de un modelo de sociedad predominantemente
campesina a uno de sociedad industrializada. En efecto, la llamada
Revolución Industrial comenzó en Inglaterra e implicó cambios en los mo-
dos de producción. En el contexto de la primitiva industria, se puede enten-
der como industrial a toda actividad, ya sea manual o mecánica, que
implique procesos productivos. En Inglaterra, en las primeras fábricas, la e-
nergía era provista por molinos de agua; estos se ubicaban verticalmente en
ríos o arroyos. Los ejes de estos molinos podían, por ejemplo, hacer girar
piedras para moler granos, o activar maquinaria textil. Gradualmente nue-
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 22 —

vos procesos permitieron un incremento en la producción, gracias a que las


maquinas podían llevar a cabo actividades repetitivas. En este sentido, la in-
dustria textil se encontraba a la vanguardia. Gracias a la máquina de va-
por, dicha industria pronto aumento su producción en un 800 por ciento. (1)

Para transportar mayores volúmenes de productos industriales a través del


país y hacia los puertos para la exportación, se tornaron necesarias ciertas
mejoras en las redes de transporte, hasta entonces compuestas por rutas te-
rrestres y canales acuáticos. Más tarde, el sistema ferroviario sería creado.

LAS NUEVAS TECNOLOGIAS DISPONIBLES


Hierro
Para aumentar los bienes de consumo se volvía imprescindible la produc-
ción de materiales baratos en cantidades masivas, por ejemplo hierro. A pe-
sar de que éste no era un material nuevo, se desarrollaría una forma más
económica de producirlo, ya que el carbón vegetal sería reemplazado por
coque como combustible.(2) El coque era obtenido calentando carbón mine-
ral, y hacía posible el uso de hornos más grandes y mayores temperaturas,
así también como la obtención de un mejor producto final.(3) Esta técnica
fue desarrollada por A. Darby y su familia, quienes, junto con Boulton y
Watt, perfeccionaron los pistones de las máquinas de vapor. (4) Como conse-
cuencia de estos avances, el precio del hierro moldeado se redujo, además
de poder ser obtenido en grandes cantidades como material estructural, uti-
lizándose a menudo para las columnas de las hilanderías en la década de
1780. Las columnas de hierro tenían la ventaja de no ser combustibles y ha-
cia principios del siglo 19 tanto columnas como vigas eran construidas u-
sando este material. Nuevas y mejores secciones de vigas y columnas fueron
desarrolladas por E. Hodgkinson.(5) Sin embargo, estas nuevas estructuras fé-
rreas no se reflejarían en la apariencia exterior de las primeras fábricas.

Vapor
La máquina de vapor fue inventada en 1698 por T. Savery, un capitán in-
glés, para impulsar una bomba para extraer agua de minas subterráneas.(6)
En 1708 Newcomen, un herrero inglés, desarrolló la primera "máquina-vi-
ga".(7) Esta consistía en una viga horizontal de madera que pivotaba sobre

1.
Roth (1998), p. 417
2.
Ibid.
3.
Ibid.
4.
Ibid.
5.
Ibid.
6.
Hatcher (1985), p. 34.
7.
Ibid.
— 23 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

un soporte central.(8) En un extremo de la viga, un pistón se movía vertical-


mente dentro de un cilindro, activado por golpes de vapor.(9) En el otro ex-
tremo de la viga, una barra vertical subía y bajaba para extraer agua del
pozo de la mina.(10)

Hacia finales del siglo 18, J. Watt mejoró la máquina de vapor, condensando el
vapor por separado, lo cual permitía que el cilindro estuviese siempre caliente.

T RES TIPOLOGIAS EDILICIAS


La hilandería
Como consecuencia de la Revolución Industrial, la hilandería de escala do-
méstica cedió lugar a la gran fábrica textil. La máquina de vapor reemplazó
al molino de agua, y, consecuentemente la cantidad de máquinas pudo au-
mentar, así también como las dimensiones del edificio.

Hilanderias Cressbrook, Lancashire (1815).


(Foto reproducida de Richards, J. "The
Functional Tradition in Early Industrial
Buildings", Londres, The Architectural
Press, 1958)

Por otra parte, tanto la mejora de fuentes de energía como la de medios de trans-
porte hicieron posible la reubicación de las hilanderías hacia los centros urbanos.

Las primeras hilanderías habían sido construidas usando materiales locales


y siguiendo tipologías domésticas locales (ya que los más antiguos talleres
textiles se ubicaban en el piso de arriba de la casa del hilandero). La estruc-
tura de las hilanderías consistía en paredes exteriores de mampostería por-
tante y columnas y vigas interiores de madera. Luego las columnas de hierro
reemplazaron a sus pares de madera, y finalmente, a principios del siglo 19,
todo el esqueleto portante; tanto vigas como columnas, se volverían de hie-
rro; y la mampostería exterior, simple cerramiento.

Las hilanderías, tanto del siglo 18 como del 19, consistían en una caja rectan-
gular, generalmente de cuatro pisos, construida por un ingeniero o construc-

8.
Ibid.
9.
Ibid.
10.
Ibid.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 24 —

tor. De planta rectangular, su ancho estaba limitado por la necesidad de luz


natural.(11) Los cielorrasos eran bajos; a menudo su altura no excedía los tres
metros. La escasa altura se debía a que los espacios bajos eran más fáciles de
calentar en invierno, aparte del interés económico de reducir el gasto en mate-
riales de construcción. Por otro lado, las primeras máquinas no eran demasia-
do altas.(12) Hasta fines del siglo 18 los pisos de las hilanderías eran de madera.

Los ingenieros de entonces, hombres con experiencia práctica (y sin estudios


universitarios), eran los encargados de armar el esqueleto de hierro e instalar
las máquinas; empresas locales se ocupaban de la mampostería exterior.(13)
Las ventanas, abiertas a intervalos regulares, no eran excesivamente grandes;
no solo como resabio de los orígenes domésticos de esta industria sino tam-
bién para evitar debilitar la mampostería portante.(14) Los detalles de la facha-
da se encargaban a artesanos con experiencia en ornamentos clasicistas.

Cuando el poseer acciones de empresas se volvió popular, algunos empresa-


rios hilanderos, para otorgar status a su fábrica, le agregarían detalles arqui-
tectónicos a las fachadas. Para darle la imagen "adecuada", el estilo
preferido sería el neo-palladianismo. Este estilo era el predominante del mo-
mento, ya que los principales arquitectos buscaban inspiración en edificios
de Inigo Jones y Palladio, así como también en las ruinas romanas. Estos e-
dificios eran relevados por los arquitectos; y esos dibujos eran publicados,
junto con detalles clásicos "para copiar". De esta manera, se volvían dispo-
nibles también para los artesanos.(15)

La hilandería en Saltaire, West Yorkshire (1850-3)


Fachada principal de la fabrica textil en
Saltaire (Foto reproducida de E. Jones’
"Industrial Architecture in Britain 1750-
1939", Londres, B. T. Batsford, 1985).

11.
Jones (1985), p. 34
12.
Ibid, p. 35
13.
Brockman (1974), p. 31
14.
La mampostería portante siguió estando presente a pesar del esqueleto de hierro, ya que las leyes
que regulaban la construcción de edificios así lo exigían (fue necesario el paso del tiempo para que
los británicos confiaran en la resistencia del hierro como único elemento estructural).
15.
Jones (1985), p. 23.
— 25 — T E X T O S S O B R E E L P AT R I M O N I O I N D U S T R I A L

Esta hilandería de lana, fue concebida por el ingeniero W. Fairbarn para Sir
Titus Salt.(16) Fairbarn se ocupó de la disposición y la ingeniería del edificio,
mientras que los arquitectos H. Lockwood y W. Mawson se encargaron del
exterior italianizante.(17) Salt también creo un asentamiento, adjunto a la hi-
landería, para sus empleados. En efecto, Saltaire Village fue creado para
combatir los problemas causados por un industrialismo y urbanismo caren-
tes de planeamiento(18).

La estructura de la hilandería, incombustible, está compuesta por un esque-


leto de hierro, en el cual las vigas soportan bovedillas de ladrillo y pisos de
piedra. La estructura del techo es también de hierro. La fachada principal es
de piedra, de cinco pisos, flanqueada por dos torres italianizantes, y una chi-
menea a modo de campanile.

La fábrica de cerámica
Grandes fábricas de cerámica fueron construidas hacia finales del siglo 19.
Los empresarios de la cerámica consideraban que la arquitectura clásica po-
día proporcionar una imagen atractiva, adaptable a la disposición de su fá-
brica. Por otro lado, los detalles clásicos no solo eran fácilmente
identificables sino también practicables en los materiale locales usados para
la construcción de estos edificios, o sea, ladrillos y tejas. La disposición de la
fábrica organizaba la distribución de los distintos espacios de producción
alrededor de un patio central. Estos talleres eran de construcción simple, en
contraste con la decorada fachada principal.

Ventana tipo veneciana, de la fábrica de cerá-


micas de Hill Works de, Staffordshire (Foto
reproducida de : D. Baker’s Potworks "The
Industrial Architecture of the Staffordshire
Potteries", Londres, Royal Commission on
the Historical Monuments of England, 1991)

16.
http:// "http://www.bradford.gov.uk/tourism/trails/saltaire/saltaire_mill.html"
17.
Jones (1985), p.96.
18.
"http://members.lycos.co.uk/saltaire/heritahe.htm"
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 26 —

Fábrica de Cerámica Etruria, North Staffordshire (1767-73)


Este edificio, cuyo propietario era J. Wedgood, fue creado por J.
Pickford.(19) Etruria fue el resultado de la colaboración entre arquitecto y
empresario; ya que el primero se encargó de los detalles arquitectónicos y
el último de la disposición espacial. (20) Esta última sería la tradicional: el
gran patio central, alrededor del cual se ubicaban los hornos y talleres. Esta
era la parte operacional y "menos digna", oculta por una embellecida fa-
chada principal sobre el canal Trent and Mersey. Dicho frente tenía detalles
clásicos, como una ventana inspirada en las de las termas romanas y una
cúpula.(21) En 1783, Etruria se expandió y varios de los procesos se mecani-
zaron, por lo cual Wedgood adquirió una maquina de vapor. (22)

La estación de tren
El proceso de industrialización requirió mejoras en el transporte, tanto para
poder exportar como para aprovisionamiento de, por ejemplo, carbón para
las maquinas de vapor. En 1804, vagones mineros eran arrastrados, por pri-
mera vez, por una locomotora a vapor en el norte de Inglaterra. En 1825, el
primer tren de pasajeros comenzaba a operar entre Darlington y Stockton.(23)
Varias estaciones fueron construidas en las tres décadas siguientes.

La estación de tren significaba una nueva tipología edilicia; muy diferente (y


de una escala mucho mayor) de lo que hasta entonces existía. Se requería un
material capaz de cubrir grandes luces y que no fuese combustible, ya que
estaría expuesto a las emisiones de las locomotoras.(24)

Estación Green Park, Bath (1870)


Fachada principal,
Estación ferroviaria
Green Park, Bath
(Foto: Bath Record
Office, File PP2013)

19.
Ibid.
20.
Baker (1991), p. 19.
21.
Baker (1991), p. 21.
22.
"http://www2002.stoke.gov.uk/museums/gladstone/gpminf15.htm"
23.
Roth (1998), p.437.
24.
Ibid.
— 27 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

El material más adecuado para cubrir estos requisitos resultó ser el hierro.
La disposición de las grandes estaciones ferroviarias del siglo 19 consistía en
una "nave metálica" (cuyo techo cubría grandes luces; el ancho de varias ví-
as férreas) para proteger a los pasajeros de las inclemencias climáticas, y
una cabecera de mampostería cuyo propósito era el de dar un frente "ade-
cuado" al edificio, además de promocionar a la empresa. La nave metálica
era concebida por el ingeniero; la cabecera, por el arquitecto. La alusión his-
tórica (ya sea clásica, gótica u otros -ismos) reafirmaba, para los pasajeros, la
respetabilidad social de viajar en tren. En consecuencia, el arquitecto se en-
cargaba de la imagen exterior tradicional, mientras que el ingeniero aplicaba
los últimos avances tecnológicos para cubrir las grandes luces de la nave.

Esta estación fue construida en plena era victoriana, cuando la "batalla de


los estilos" estaba vigente (por ejemplo, neoclasicismo versus neogótico). Su
fachada neoclasicista le daba respetabilidad y le permitía integrarse con los
edificios vecinos.

J. H. Sanders concibió la cabecera, y J. S. Crossley la nave metálica.(25) El te-


cho de esta última estaba formado por tres arcos, y sostenido por columnas
de hierro. El arco central -y más grande- cubría las vías y parte de las plata-
formas. Esta nave de hierro y vidrio era contemporánea con St Pancras en
Londres. La cabecera era de dos pisos, con seis columnas jónicas en la parte
central de la fachada y pilastras en las unidades laterales. Un entablamento
y cornisa coronaban todo el frente.

Conclusión
En conclusión, podría decirse que la primera Era de la Máquina proporcio-
nó nuevas tecnologías, como la máquina de vapor, que hicieron posible la
producción masiva. Consecuentemente, materiales constructivos como el
hierro pudieron obtenerse en grandes cantidades y a menores precios. Estas
tecnologías generaron la construcción de nuevos y/o más grandes tipos de e-
dificios. Entonces apareció la necesidad de elegir un "lenguaje" para esos e-
dificios, y, como las publicaciones con dibujos y detalles clásicos se tornaron
disponibles, y este estilo era considerado "adecuado", a menudo resultaba
el elegido. Además, tanto proveedores como clientes se convencían de la
"respetabilidad" de la empresa si el edificio presentaba un frente "clásico".

Por esa razón, las primeras hilanderías, a pesar de a menudo ser sostenidas
por un esqueleto metálico, no reflejaban a este último en el exterior, sino
que se lo "vestía" con mampostería con ornamentación clásica. En el caso

25.
BRO: PP2013
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 28 —

de las fábricas de cerámica, un frente de inspiración generalmente palladia-


na servía de máscara para mostrarse al público, mientras que las "menos ci-
vilizadas" funciones se escondían tras dicha fachada. Finalmente, en el caso
de las estaciones de tren, arquitectura e ingeniería tenían sus territorios cla-
ramente delimitados: el ingeniero se encargaba de las estructuras metálicas
de la nave, mientras que el arquitecto se ocupaba de las vestiduras histori-
cistas de la cabecera.

Bath, 2004
— 29 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

B IBLIOGRAFÍA C I TA DA

Libros
Baker, D. Potworks: The Industrial Architecture of the Staffordshire Potteries. Royal
Commission on the Historical Monuments of England, London, 1991.
Brockman, H. The British Architect in Industry, 1841-1940. George Allen &
Unwin, London, 1974.
Hatcher, J. The Industrial Architecture of Yorkshire. Phillimore, Chichester, 1985.
Jones, E. Industrial Architecture in Britain 1750-1939. B. T. Batsford, London,
1985.
Roth, L. Understanding Architecture. Herbert Press, London, 1998

Archivos
Bath Record Office, archivos número PP203, PP2013 y Planning Report 1974:
‘Green Park: Feasibility Study’.

Internet
Saltaire: URL: http://www.bradford.gov.uk/tourism/trails/saltaire/saltaire_mill.html
Visitada 12/01/2004
Saltaire: URL: http://members.lycos.co.uk/saltaire/heritage.htm
Visitada 12/01/2004
Etruria: URL: http://www2002.stoke.gov.uk/museums/gladstone/gpminf15.htm
Visitada 12/01/04
El patrimonio ferroviario en el área
portuaria de Ensenada

A r q . Alfredo L. C o n t i

(Texto publicado originalmente en ANALES LINT A’ 95. Transcripción di-


gital: Arq. Tamara Ivanoff)

INTRODUCCION
La Carta Internacional sobre la Conservación y Restauración de los Monu-
mentos y los Sitios de 1964, conocida como Carta de Venecia, define al mo-
numento como "la creación arquitectónica aislada, así como también el sitio
urbano o rural, que nos ofrece el testimonio de una civilización particular, de
una fase representativa de la evolución, o de un proceso histórico". Especifica
además que "se refiere no sólo a las grandes creaciones sino igualmente a las
obras modestas que han adquirido, con el tiempo, un significado cultural".(1)

El decisivo aporte conceptual del importante documento llevó a la valori-


zación de edificios y sitios que habían sido escasamente tenidos en cuenta
durante las décadas precedentes y a su consideración como componentes
del patrimonio cultural. Entre ellos se incluyen los bienes correspondientes
a la denominada arquitectura de la Revolución Industrial, que agrupa a los
programas arquitectónicos gestados durante el pasado siglo como respues-
ta a las nuevas condiciones productivas, sociales y tecnológicas. En ese
campo ocupan un lugar destacado los sitios, edificios, obras de ingeniería y
equipamiento que componen el sistema ferroviario. Verdadero símbolo de
la era industrial, el ferrocarril revolucionó el transporte terrestre, posibili-
tando el tráfico de mercadería y pasajeros de un modo sensiblemente más
veloz y económico en relación con los sistemas precedentes. Generó, por o-
tra parte, un variado elenco de edificios e instalaciones complementarias
propios, una arquitectura que no tenía antecedentes y en la cual fueron apli-
cados los adelantos tecnológicos que el sistema industrial había puesto en
manos de ingenieros y arquitectos.

1.
Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de los Monumentos y los Sitios ( Carta
de Venecia) 1964. Versión en castellano distribuida por el Comité Argentino del ICOMOS (Consejo
Internacional de Monumentos y Sitios) en Boletín Nº 1, Buenos Aires, 1995.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 32 —

En nuestro país la primera línea ferroviaria fue habilitada en 1857, uniendo


la Estación del Parque, en el sitio donde se halla actualmente el Teatro
Colón, y Flores (2), dando origen a un sistema que, en pocas décadas, adqui-
riría un extraordinario desarrollo. El trazado de las líneas troncales estuvo
condicionado por el papel asignado a Argentina en el orden internacional, y
los rieles cumplirían la misión fundamental de acercar la producción agro-
pecuaria a los puertos de ultramar para su embarque hacia los centros de
consumo. Es por ello que el desarrollo del ferrocarril está indisolublemente
ligado al de los puertos, conformando la combinación entre ambos sistemas
"la primera imagen de la revolución industrial en el país, fruto de una trans-
culturación eminentemente británica en lo que a organización técnica e ima-
gen arquitectónica se refiere".(3)

El actual puerto La Plata constituye una de las empresas ingenieriles más


ambiciosas realizadas en le país. A su condición de puerto artificial se suma
la presencia de un grupo de edificios e instalaciones que testimonian la com-
plejidad de funciones que el puerto y los sistemas complementarios impli-
can, entre los que ocupan destacado lugar los relacionados con el
ferrocarril. El propósito de este artículo es presentar los componentes más
significativos de tal patrimonio, quizás no suficientemente conocidos y valo-
rados, confiando en que, al ponerlos en evidencia, se pueda dar un paso en
pos de su rescate.

El ferrocarril en el área portuaria


Si bien conocido desde los orígenes mismos de la conquista española, el
puerto natural de la Ensenada, considerado el mejor de la banda occidental
del Río de la Plata, hubo de pasar por una serie de postergaciones durante el
período virreinal. Su misma existencia llevó, no obstante, al establecimiento
de población permanente, lo cual impulsó a la fundación de un pueblo bau-
tizado Villa de Nuestra Señora de las Mercedes y Puerto de la Ensenada de
Buenos Aires, dispuesta por el Virrey Avilés en 1801. Fue la Junta surgida
de las jornadas revolucionarias de 1810 quien brindó un decisivo impulso
para la habilitación y desarrollo del puerto, a lo que siguieron las acciones
de fomento encaradas por Bernardino Rivadavia.

El incremento de la actividad haría que, una vez introducido el ferrocarril


en el país, el puerto de Ensenada fuera una de las miras incuestionables para
la construcción de un ramal que lo uniera con la ciudad de Buenos Aires, en-

2.
Gazaneo J. y Scarone, M.: La Arquitectura de la Revolución Industrial en Argentina. Buenos Aires,
Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 1966.
3.
Scalabrini Ortiz, R.: Historia de los Ferrocarriles Argentinos. 8va. Edición Buenos Aires, Editorial
Plus Ultra,1983
— 33 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

tonces capital de la provincia. Es así que en 1863 Guillermo Wheelwright se


hizo cargo de la construcción del ferrocarril de Buenos Aires a la Ensenada,
iniciándose los trabajos el mismo año y habilitándose el ramal en 1872.

Antiguo conocedor de Ensenada, que había visitado por primera vez cin-
cuenta años antes en compañía de Rivadavia y los ingenieros Santiago
Bevans y John Coghlan, Weelwright tenía una profunda confianza en las
posibilidades de su puerto y de la ventaja que para el transporte de merca-
dería a Buenos Aires significaba la habilitación de los rieles. En el discurso i-
naugural del ramal afirmaba que "... cuando estén construidas las mejoras
que se piensan hacer en la Ensenada, las facilidades existentes serán grande-
mente aumentadas, habrá holgura suficiente en los muelles, con los cuales
comunicará el ferrocarril, y la manipulación y transporte de las cargas será
más fácil aún" (4). No imaginaba que, en pocos años más, la situación de la
región cambiaría notablemente; por un lado, el proceso de acumulación
modificaba a ritmo acelerado el perfil de la caleta, a la vez que las tierras al-
tas frente al puerto serían el sitio escogido para la fundación de la nueva ca-
pital de la provincia.

La localización de La Plata en las lomas de la Ensenada respondió a la apti-


tud de los terrenos y a la posibilidad de contar con un puerto, dos de los re-
quisitos establecidos para el sitio de implantación. La piedra fundamental
fue colocada el 19 de noviembre de 1882 y diez meses más tarde se inicia-
ron los trabajos de construcción del puerto artificial. El proyecto del inge-
niero holandés Juan Abel Waldorp se estructura básicamente a partir de un
canal que, desde la costa del Río de la Plata, atraviesa la isla y el río
Santiago, resto de la antigua caleta entarquinada por la acumulación fluvial,
un dique central de 1145 metros de longitud y dos canales laterales que, con
un recorrido de 14 Km. posibilitarían la existencia de un puerto de cabotaje
en las puertas mismas de La Plata, si bien de los cuatro diques proyectados
sólo se materializó uno. (Fig.1)

El ferrocarril no tardaría en llegar a la nueva terminal fluvial, denominada


desde entonces Puerto La Plata, ya que en 1889, aun antes de la conclusión
de las obras de construcción, se procedió a la extensión de un ramal del
Ferrocarril Oeste desde la estación Tolosa hasta la estación "Dock Central",
en el área portuaria. Posteriormente se prolongó el ramal hasta Río
Santiago y se lo empalmó con la nueva estación de La Plata, ubicada en Av.
1 y Diagonal 80.

4.
Wheelwright, G.: Discurso inaugural del Ferrocarril de Buenos Aires y Puerto de la Ensenada.
Publicado por imprenta Pablo Coni . Buenos Aires, 1872.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 34 —

Una vez terminadas las obras del puerto, el ferrocarril Buenos Aires y
Ensenada prolongó en 1892 la línea desde la estación Ensenada hasta el área
portuaria. De este modo, el puerto quedaba conectado a la red ferroviaria
principal del país. En 1898 el Ferrocarril del Sud se hizo cargo del Buenos
Aires y Ensenada y, un año más tarde, de algunos ramales del Ferrocarril
Oeste, que incluían los tramos Tolosa–Ensenada y La Plata–Río Santiago.

Fig. 1 Plano del puerto de La Plata, proyectado por Juan Abel Waldorp en 1883.

EL PATRIMONIO FERROVIARIO EN EL ÁREA PORTUARIA


Al hacer referencia al patrimonio arquitectónico ferroviario surge la imagen
de la estación como componente principal y más característico. Como con-
junto de edificios e instalaciones, la estación puede considerarse tanto un e-
dificio público como un sitio industrial, puesto que incluye hangares para
locomotoras, hangares para coches y vagones, torres de agua, cabinas de se-
ñales, talleres, depósitos para mercaderías y edificios para pasajeros. Las
grandes terminales asumen una doble función: representativa y funcional,
por lo que en su resolución arquitectónica es esmerada y desarrolla una cier-
ta monumentalidad. En cuanto a las intermedias, su jerarquía puede estar
en relación con la talla de la localidad o la distancia a la terminal, ya que ac-
túan como posta o lugar donde se deposita todo lo que puede ser necesario
para el transporte: carbón, agua, coches y locomotoras (5).
En su etapa inicial, el diseño de estaciones resultó problemático por cuanto
se trataba de un tema sobre el que no había antecedentes. En 1830, las ter-
minales de la línea Liverpool-Manchester establecieron las funciones esen-
ciales de boletería, salas de espera y plataformas protegidas para los

5.
Scelles, C.: Gares. Ateliers du voyage. 1837-1937. Paris, REMPART, 1993.
6.
Cossons, N.: The BP Book of industrial Archaeology. London, David and Charles. 1987.
— 35 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

pasajeros. En el caso de las intermedias, se había establecido que surgió el ti-


po básico de una sola y larga plataforma para trenes en ambas direcciones (6).
En el área del Puerto La Plata, las instalaciones ferroviarias se encuentran en
el sector Oeste del dique central (Ensenada) y se concentran en tres enclaves
correspondientes a las estaciones Ensenada, Dock Central y Río Santiago.
La primera corresponde al antiguo ferrocarril Buenos Aires y Puerto de la
Ensenada y se encuentra incluida en la planta urbana. Corresponde al tipo
de estación intermedia con un solo andén. La importancia asignada a esta
estación se hace evidente al considerar sus características y dimensiones, ya
que se trata de un cuerpo central de un nivel, abierto hacia el andén y hacia
una de las calles de la ciudad y dos laterales que lo duplican en altura, solu-
ción atípica en estaciones intermedias de la línea. La caja muraria de ladrillo
visto se articula a través de pilastras y cornisas revocadas que marcan el rit-
mo de la composición arquitectónica. Hacia el andén se halla el clásico co-
bertizo de chapa sobre estructura que combina partes metálicas y
madereras. (Fig.2) Una vez desafectado el ramal el edificio fue objeto de un
proyecto de reciclaje para albergar oficinas públicas, paralizado una vez inicia-
das las obras de ejecución, que desvirtúa la volumetría y el aspecto originales. A
la vez, los terrenos comprendidos en manzanas de la planta urbana por los
que corrían los rieles fueron enajenados, encontrándose en algunos testimo-
nios de su anterior afectación ferroviaria, tales como los restos de un anti-
guo tanque de agua.

En la prolongación de los rieles hasta el puerto artificial fue necesario sorte-


ar el canal lateral Oeste, lo que dio lugar a una significativa obra de ingenie-
ría, como es el puente metálico que, girando sobre su punto central,
permitía el paso de los barcos por la vía navegable. (Fig. 3)

Fig. 2 Estación Ensenada, del Ferrocarril


Buenos Aires y Puerto de la Ensenada, luego
Ferrocarril del Sur (Foto: AC)
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 36 —

Fig. 3 Puente ferroviario giratorio sobre


Canal Oeste (Foto: AC)

Fig. 4 Estación Dock Central (Foto: AC)

En lo que concierne al conjunto de la estación Dock Central (Fig. 4), ubicada


próxima al dique principal del puerto, el edificio de pasajeros constituye un
caso sumamente interesante a nivel tipológico y constructivo. Se trata de una
estación de doble andén, con la particularidad que el espacio entre ambos se
encuentra cubierto mediante dos bóvedas de chapa sobre una estructura de
acero y madera de sofisticado diseño. El sistema constructivo combina partes
de mampostería con otras de madera, lo que otorga al edificio su característi-
ca fisonomía. Esta estación era utilizada en relación con el área de embarque
y desembarque de pasajeros y de ahí la presencia de un restaurante de consi-
derables dimensiones para la escala del edificio. Hacia la ciudad, se abría a
una de las calles orientadas según el diseño del puerto, la cual, luego de sor-
tear el canal lateral Oeste enlazaba con el trazado urbano de Ensenada.

La estación Río Santiago, por su parte, constituía el punto final del recorri-
do ferroviario en el área portuaria. El edificio original estaba construido en
madera, en tanto que el actual corresponde al tipo más difundido de cons-
trucción mamposteril con cubierta de chapa a dos aguas. El cobertizo sobre
el andén consta de una cubierta de chapa sobre estructura de madera y me-
tal y se prolonga hacia un lado del edificio formando un área de espera a-
bierta hacia el andén y cerrada en dos de sus lados mediante tabiques de
madera. Como es común en pequeñas estaciones intermedias, los sanitarios
para el público se hallan separados del edificio principal y resueltos en un
sencillo volumen de mampostería. Más allá del edificio de pasajeros, en el
extremo de la línea férrea, se encuentran algunos depósitos construidos con
estructura metálica y cerramientos y cubierta de chapa.
— 37 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

EL PATRIMONIO FERROVIARIO EN LA ACTUALIDAD


La situación actual de los edificios e instalaciones ferroviarios del área por-
tuaria es el resultado de las circunstancias que incidieron en la historia del
Puerto La Plata y en el desarrollo del propio sistema de transporte. El puer-
to fue transferido a la Nación en 1904; durante el transcurso del siglo ad-
quirió un perfil netamente industrial , al servicio de los frigoríficos
instalados junto a los muelles y de la refinería de petróleo próxima. Con el
cierre de los frigoríficos pasó a ser un puerto eminentemente petrolero, con
una mínima actividad en relación a su capacidad potencial. Todos los edifi-
cios e instalaciones descriptos se encuentran en la actualidad desafectados
de su uso original. La cuasi paralización del puerto y la lenta pero inexora-
ble decadencia del sistema ferroviario llevó a la eliminación de los servicios
de pasajeros y a la virtual clausura de los ramales. De ahí la presencia de un
patrimonio ocioso y sometido a un creciente deterioro.

En el transcurso de los últimos años se han anunciado planes que apuntan a


la reactivación del puerto La Plata y al establecimiento de una Zona Franca
en relación con el mismo. Algunas líneas ferroviarias, por su parte, dan seña-
les de despertar del letargo en que se hallaban. Sumando posibilidades, es po-
sible que se abra una nueva perspectiva para este patrimonio. Quizás ninguno
de los inmuebles presentados ostente valor paradigmático, pero, en su conjun-
to, han jugado un papel importante en la identidad del área. Cabe esperar que
dicho papel no sea ignorado en la planificación del desarrollo futuro.

Grandes fábricas de cerámica fueron construidas hacia finales del siglo 19.
Los empresarios de la cerámica consideraban que la arquitectura clásica po-
día proporcionar una imagen atractiva, adaptable a la disposición de su fá-
brica. Por otro lado, los detalles clásicos no solo eran fácilmente
identificables sino también practicables en los materiale locales usados para
la construcción de estos edificios, o sea, ladrillos y tejas. La disposición de la
fábrica organizaba la distribución de los distintos espacios de producción
alrededor de un patio central. Estos talleres eran de construcción simple, en
contraste con la decorada fachada principal.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 38 —

OT R A S F U E N T E S B I B L I O G R Á F I CA S :

Cestino, F.: Apuntes para la historia del Partido de la Ensenada. 1821-1882.


Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires. La Plata, 1949.
De Paula A.S.J.: La ciudad de La Plata, sus tierras y su arquitectura. Buenos Aires,
Banco de la Provincia de Buenos Aires. 1986.
López, M.J.: Historia de los Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires. Lumiere.
1991.
Rogind, W.: Historia del Ferrocarril del Sur. 1861-1936. Buenos Aires, Estudio
Gráfico Argentino S.A., 1937.
Vitalone, C., A. Conti y J. Rodríguez.: Otro puerto en el mismo puerto. Documento
de Avance del proyecto "Estrategias para el desarrollo del Puerto La Plata" .CIC.
1995. Inédito.
Filosofía de la Reconversión

P r o f . Jean Barthélemy
Miembro de la Academia Real de Bélgi c a

(Texto reproducido de Les cahiers de l’Urbanisme Nro. 12, "Conservation


et réaffectation du patrimoine industriel en Wallonie", Liège, Pierre
Mardaga editeur, 1994. Traducción del francés, Arq. Stella Maris Casal)

Un examen rápido de la urbanización industrial del siglo XIX nos enseña


que, después de un período organizado, notablemente representado por el
sitio del Grand-Hornu, se estableció el reino de la improvisación. Sin ningu-
na preocupación por la salud física y moral de los hombres, ni por la cali-
dad de los sitios, la búsqueda exclusiva del beneficio se impuso aún sobre el
terreno, expresándose en un desorden urbanístico considerable.

Oponiéndose a esta situación confusa e insalubre, un sueño dominaría las


siguientes décadas, el de revertir sin retardo y sin distinción todos los signos
degradantes: hacer "tabla rasa", construir un nuevo hábitat periférico, su-
perponer un trazado de rutas rápidas sobre la estructura existente, disponer
de parques industriales aislados, en resumen, la aplicación estricta de la
Carta de Atenas, imponiendo la separación sistemática de las funciones.
Esta política no carece ciertamente de justificación, pero, en la efervescencia
de la acción, pocos fueron los que percibieron sus efectos negativos.

Debe sin duda prestarse atención a la reciente revelación de nuestro deterio-


ro económico para volver a encaminarnos. En el presente, en el mejor de los
casos, estamos inducidos a administrar nuestros recursos con mayor pru-
dencia y sabiduría. El rendimiento relativamente pobre de las inversiones
públicas para la redinamización de las antiguas regiones industriales, aban-
donadas a partir de nuevas zonas industriales periféricas, nos inclina a tener
en cuenta, para nuestras futuras decisiones económicas, factores considera-
dos "secundarios", como la importancia de la red de comunicación preexis-
tente en el balance global de toda operación de reestructuración, la calidad
de las relaciones trabajo-alojamiento, la inserción sociocultural de las im-
plantaciones de P.M.E. (Pequeñas y Medianas Empresas), etc. Las acciones
de mejoramiento deben por lo tanto encararse dentro de un contexto menos
rudimentario y menos radical de lo que lo fueron en el pasado reciente.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 40 —

Tener en cuenta las pérdidas económicas que inevitablemente representa to-


da destrucción o toda desarticulación de una infraestructura existente, y e-
valuar más ampliamente las consecuencias de largo alcance que toda
alteración estructural provoca a la organización espacial, es sentar las bases
de una política de mejoramiento del territorio menos espectacular, tal vez,
pero seguramente más equilibrada y económica.

Hoy en día, los riesgos de una planificación mal concebida y los peligros de
una subvaloración del patrimonio arquitectónico y natural son mejor cono-
cidos. Una compatibilización más completa de las operaciones, teniendo en
cuenta los costos acumulados de las infraestructuras y de las implicancias e-
nergéticas de las distancias entre los asentamientos, debe estar integrada en
los mecanismos de decisión del planificador.

Paralelamente a esta modificación del pensamiento económico, un fenóme-


no sociológico se impone. Ayer agujeros malditos, los sitios industriales de-
safectados son más y más reconocidos como testimonios indispensables de
un pasado que no sería oportuno simplemente desear borrar. Más que una
moda pasajera, se encuentra en ello el profundo anhelo del hombre de pro-
teger sus raíces, tanto como testimonio de sus esfuerzos y sus dolores como
de sus aciertos. El ejemplo de los montículos de carbón es típico en este sen-
tido. A menudo, ellos imprimen su perfil característico en la memoria de va-
rias generaciones. En muchas zonas, en las que finalmente se transforman
en espacios verdes dentro de un espacio habitado algunas veces muy com-
pacto, éstos se convierten en hitos geográficos del lugar, que identifican el
espíritu y despiertan las sensibilidades locales.

También hay construcciones industriales que, despreciadas, son considera-


das ruinas irrecuperables o cicatrices vergonzosas que conviene sanear total-
mente, pero sin embargo se revelan susceptibles de economizar
considerablemente las inversiones de reconversión, o mejor aún, garantizan
al nuevo proyecto un carácter totalmente original y rico en símbolos. Así,
gracias a la imaginación de ciertos creadores, en todas partes del mundo se
observa la proliferación de nuevas composiciones arquitectónicas donde se
insertan con acierto las trazas sucesivas de la historia. Será entonces mal vis-
to que, por efecto del sentimiento de rechazo que provoca fatalmente el a-
bandono en que se encuentran ciertas estructuras industriales, nos sintamos
inclinados a pregonar abusivamente las soluciones radicales de demolición.

Al frente de las reconversiones se entiende que existen ejemplos que califica-


remos como prestigiosos pero que serán excepcionales, como la Gare
d’Orsay, en París, reconvertida en un museo muy atractivo, o más cercano a
nosotros, el Grand-Hornu, al que la noble geometría de la implantación y la
— 41 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

imponente estructura le confieren una perennidad extraordinaria. Es bueno


recordar que, aún en estos casos que nos parecen hoy tan claros, la decisión
de conservar tal patrimonio no ha triunfado sino por un milagro. ¿Cuántos
otros testimonios igualmente prestigiosos del siglo XIX son destruidos de
una manera totalmente deplorable por los golpes de la demolición?

Al lado de estas realizaciones que sorprenden a la imaginación, hay muchas


otras sin duda mucho más modestas, pero igualmente convincentes. En
Inglaterra, había dos malterías abandonadas: una permitió la instalación de
un prestigioso conservatorio musical, la otra, un complejo habitacional para
personas mayores. El efecto de la reinserción de una vida nueva en una y o-
tra estructuras es sorprendente. En el primer caso, una enorme sala de con-
ciertos, con sus butacas en madera clara que contrastan con los viejos
muros de ladrillo de la fábrica, goza de una acústica y de un ambiente pro-
digiosos. En el segundo, una sala común cubierta por una antigua vidriera
se implanta en el corazón mismo del antiguo horno, que destaca su insólito
volumen sobre el paisaje circundante. Un antiguo taller recuperado en el
centro de Camden, fábricas espléndidamente adaptadas como hoteles, una
pequeña cervecería transformada en un conjunto habitacional, las experien-
cias inglesas están plenas de enseñanzas. (Fig. 1)

Fig. 1 Fábrica en Camden, Gran Bretaña, antes y después de la intervención (Fotos J.B.)

En Holanda, en Dinamarca y mismo en los Estados Unidos, la panoplia de


las reconversiones no deja de extenderse.
Es evidente que, después de quince años, la Wallonia sigue este camino con
convicción y también con talento. En la actualidad, los ejemplos de recon-
versiones exitosas son muchos. Así, en Verviers, detrás del impactante piñón
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 42 —

Fig. 2 Sitio del Gran Hornu

Fig. 3 Machine-à-eau, Mons Fig. 4 Ascensores de Strépy-Bracquegnies


El patrimonio industrial de Wallonia (fotos Jean Barthélemy)

Fig. 3 Machine-à-eau, Mons Fig. 4 Ascensores de Strépy-Bracquegnies


El patrimonio industrial de Wallonia (fotos Jean Barthélemy)
— 43 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO INDUSTRIAL

de ladrillos y piedra de las antiguas fábricas Simonis, se distribuyen cinco


pisos de alojamientos sociales. En La Louvière, los Carrés de Bois-du-Luc, y
en Boussu, el prestigioso sitio del Grand-Hornu, (Fig. 2) se recupera una
nueva vida, un nuevo habitat, ecomuseo y sede de empresas, dando como
resultado un complejo de edificios de gran interés. En Liège, bajo la maravi-
llosa techumbre de madera y metal del antiguo Cirque d’Hiver, actualmente
restaurado, el espacio circular está en camino de recuperar el ambiente de
antaño. En Mons, la bella fachada de vidrio y metal forjado de la antigua
Machine-à-eau (Fig. 3) da entrada hoy a una gran sala multifunción con
frente al boulevard Dolez.

Solitarios, los ascensores de Strépy-Bracquegnies (Fig. 4), que la tenacidad


de algunos ha permitido mantener en funcionamiento hasta el presente,
constituyen un testimonio extraordinario de ingenio tecnológico de fines del
siglo XIX y un importante factor de desarrollo turístico para esta región,
duramente afectada por la crisis industrial.

Pero la mejor imagen de una reconversión donde se combinan el acierto de


la opción y el talento de la intervención nos la ofrece la implantación de la
imprenta de la Editorial Pierre Mardaga en los antiguos talleres mecánicos
cercanos al puente de Fragnée, en Liège (Fig. 5, 6 y 7) Las intervenciones ex-
teriores son allí mínimas, pero transforman la fachada destacando el perfil
abruptamente definido por las largas bandas vidriadas de la cubierta. En el
interior, la fineza de los detalles arquitectónicos y la calidad del equipamien-
to resplandecen fuertemente bajo la bella luz cenital, un acierto donde el ta-
lento de Bruno Albert ha dado prueba de su real medida.

Estamos en presencia de una nueva disciplina donde la imaginación y la in-


tuición tienen un lugar privilegiado. La rehabilitación del patrimonio arqui-
tectónico abre a los arquitectos un campo de aplicación vastísimo,
demandando nuevos aspectos de su saber profesional. Es necesario para es-
to analizar con lógica y atención las características físicas y los valores ar-
quitectónicos de las construcciones existentes, confrontarlas con las nuevas
funciones, y evaluar las compatibilidades, antes mismo de incorporar los
frutos de la inspiración. Un proceso de este tipo requiere más paciencia, ma-
dures y rigor que el desarrollo de un proyecto totalmente nuevo.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 44 —

Fig. 5 Imprenta de la Editorial Pierre


Mardaga en Liège, antiguos talleres
mecánicos (Foto J. B.)

Fig. 6 y 7 Imprenta de la Editorial Pierre Mardaga en Liège, detalle de cubierta y oficina del di-
rector (Fotos J. B.)

Afortunadamente, esta suma de limitaciones incita a despertar las pasiones


más dotadas. Debe decirse que el patrimonio industrial, en su gran diversi-
dad, se presta muy bien a esta gimnasia del espíritu. Generalmente, está
construido racional y sólidamente, lo que permite desarrollar la organiza-
ción funcional sobre un esquema estructural lógico; además, sus masas ar-
quitectónicas tienen muy frecuentemente una fuerte presencia que parece
estar a la espera de aquellas intervenciones sutiles capaces de volverlas más
vivas y acogedoras que nunca.
Textos sobre el patrimonio
m o d e rn o
Arquitectura Doméstica
El Movimiento Moderno
en la A r g e n t i n a

A r q . M abel M. S c a r o n e

(Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el DOCOMOMO


Journal Nro. 13, Junio, 1995. Traducido del inglés por la Arq. Valeria Garello)

"...Acabo de recibir un álbum que contiene excelentes imágenes de su casa


a las orillas del Rupenhorn (…)

En el momento en que Ud. me invitó a visitarlo, (la casa) todavía no estaba


completamente terminada. No sé si le comenté en aquel entonces lo mucho
que me complacían las terrazas, la fachada desnuda con la angosta esquina
perforada por las ventanas que asemejan bandas de cristal. Y luego viene el
verdor, las plantas, entremezclándose con el blanco de la fachada… el hall,
donde una pared de vidrio se desplaza ligeramente por el aire hacia abajo
cual un pañuelo y se disuelve en el piso y luego se interna junto con la te-
rraza dentro del verde follaje. Permanecí inmóvil entre las blancas paredes,
mirando hacia el cielo, el agua y el verde y pensé en mi legendaria América.
Amamos estas nuevas casas por sobre todas las cosas… Si Ud. algún día
tiene la línea costera (del Río de La Plata) desde Vicente López hasta Tigr e
frente a sus ojos, entonces concordará conmigo en lo que estoy diciendo.
Morand, quien nos visitó el año pasado, declaró que nuestro país era el pa-
ís de los aviones, pero también de las nuevas casas (…)

Muchísimas gracias, Eric Mendelsohn por su álbum. Su nueva casa siempre


hace que traiga a mi memoria una frase de Claudel:"Autour de mon palais,
dit le roi, j´ai mis un anneau de ciel." (alrededor de mi palacio, dijo el rey,
he colocado un aro de cielo)

(Extracto de una carta de la periodista y escritora argentina Victoria Ocampo a Eric


Mendelsohn, en los primeros años de la década del 30´)
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 48 —

La carta de Victoria Ocampo de apreciación de la casa de Mendelsohn a


las orillas del Rupenhorn, sobre el Havel, escrita en una época en que los a-
taques de muchos críticos europeos reclamaban la defensa de Amédee
Ozenfant´s. ( Neues Haus – Neue Welt-Berlín 1932), habla claramente de las
convicciones y fuerza del Movimiento Moderno en Argentina a mediados de
la década del 30´, y de los prematuros vínculos con la vanguardia europea.
Las relaciones tempranas con la industria alemana preparó el camino para
que las importantes firmas alemanas de ingeniería se establecieran en la
Argentina. Ese fue el caso de la Compañía Transatlántica de Electricidad y
una dependencia de la Berlin Allgemeine Elektrishe Gesellschaft (1899),
que pronto fueron seguidas por otras como la Philip Holzmann, de
Frankfurt-am-Main (1907) y la Wayss & Freitag, de Neusadt-am-Hardt.

Edificio Insúa (de-


partamentos de ren-
ta), en Buenos
Aires, de la década
del 30 y obra de
Sánchez, Lagos y de
la Torre (foto SMC)

Estos emprendimientos fueron fundamentales en el desarrollo y uso de las


estructuras de hormigón armado, junto con el establecimiento de lazos cul-
turales y técnicos con grupos de avanzada de ingenieros y arquitectos en di-
ferentes partes de Alemania entre 1900 y 1920.

T RES VOLÚMENES
Un resumido corte, atravesando la situación arquitectónica en los años 30,
mostrará no solo la profundidad sino también la extensión cultural que el
Movimiento Moderno había logrado al alcanzar la mayoría de importantes
áreas urbanas y rurales de Argentina, antes de la Segunda Guerra Mundial.
— 49 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO MODERNO

El movimiento puede ser estudiado en tres volúmenes de producción, que a-


barcan:
a) los edificios residenciales diseñados para una elite intelectual, familiari-
zada con la vanguardia en Europa. Este es el caso de Victoria Ocampo y su
círculo de pintores, escritores y arquitectos, bien conocidos con los pilares
fundantes del Movimiento Moderno en el país
b) una vasta cantidad de viviendas de la clase media baja y la clase trabaja-
dora, en su mayoría construidas por constructores (nuevamente de origen a-
lemán) y arquitectos políticamente comprometidos, relacionados con
movimientos socialistas internacionales. Ellos iban a construir complejos de
vivienda
c) social que mostraron similitudes explícitas con los modelos europeos
contemporáneos
d) finalmente, algunos pocos ejemplos –casi producción de investigación en
laboratorio– de profesionales de mayor alcance quienes, demasiado avan-
zados en sus propuestas para la época y para el entorno tecnológico del pa-
ís, se convirtieron en centro de discusión, y sus proyectos en una
incubadora para nuevas ideas a ser desarrolladas por futuros arquitectos

Casa del Puente, en Mar del Plata, diseñada


por Amancio Williams (foto SMC)

CAMBIO DE ACTITUD
La primera diferencia notable en la comparación entre todos los ejemplos y
sus tempranas contrafiguras europeas, es la alta calidad de construcción,
tanto estructuralmente como en el detalle, habiéndose mantenido en bue-
nas condiciones por más de cincuenta años de uso, a pesar de la falta de un
mantenimiento adecuado en muchos casos. Una clave para entender esta a-
fortunada situación con una visión hacia apropiados procedimientos de
conservación, reside en el entrenamiento de primera clase recibido por los
ingenieros, arquitectos, constructores y albañiles en el uso de los nuevos
materiales y la adopción de prácticas y métodos que habían, de la noche a
la mañana, cambiado la tradicional práctica del edificio de mampostería y
casi reemplazado en gran medida, el legado británico de obras en hierro
que permanecieron sin rival hasta el cambio de siglo.
Los emprendimientos privados y gubernamentales que pretendían convertir
a la Argentina en una república moderna, comenzaron a principios de
1890´, junto con el boom económico que duró hasta el final de la Primer
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 50 —

Guerra Mundial. Las compañías alemanas de construcción anteriormente


mencionadas se volvieron cruciales en esa época de cambios tecnológicos,
que tenía lugar en Europa y eso, debido a los importantes programas edili-
cios que acontecían en Buenos Aires, Bahía Blanca, Rosario, Mendoza y o-
tras ciudades capitales de provincias argentinas, fueron casi
inmediatamente utilizadas bajo la directa supervisión de importantes profe-
sionales provenientes de Europa. Tal es el caso, por ejemplo, con Hans
Hertlein, de Berlín. La necesidad de utilizar, por razones económicas, mano
de obra local, hicieron que las organizaciones alemanas decidieran estable-
cer cursos de entrenamiento que cambiarían las actitudes, los modos de
pensar y operar en cuestiones de diseño y construcción. Esta situación se
convirtió en el punto de partida para la arquitectura del Movimiento
Moderno en Argentina, preparada para el cambio después de treinta años.

Un aspecto no menos importante se basó en las nuevas actitudes y concep-


tos concernientes al confort y la función, los cuales ya habían sido desarro-
llados por el movimiento inglés de Artes y Oficios y por Herman
Muthesius. La planta compacta de los prototipos domésticos construidos
para los directivos y empleados tanto de las empresas británicas como ale-
manas en Argentina al final de siglo, junto con la elaborada planificación
de cocinas y baños, abrió el camino para una aspiración del público en ge-
neral, que iba a encontrarse ampliamente respondida en las proposiciones
del diseño para una vivienda mínima (Minimal Wohnung).

Los primeros prototipos, construidos por arquitectos como Walter Gropius


y Frank Moller (dos casas en Vicente López) y por constructores de origen
alemán, como Zinndorf, Wunsche, Klein y otros, establecieron firmemente
el Standard de Gropius en el país. Un hecho importante, mencionado al
principio de este resumen, es que la arquitectura racionalista pasó por todos
los niveles de la escala social de la Argentina de las décadas de 1930 y 1940.
Es una cuestión de pura lógica que la nueva casa de Victoria Ocampo fuera
la primera en escandalizar a los círculos arquitectónicos locales de mentali-
dad francesa. Su casa en Palermo, diseñada por el arquitecto Bustillo, se
convirtió en el lugar de reunión de los intelectuales del nuevo movimiento,
no solo a nivel local sino también global, como ser Le Corbusier.
Profesionales como Alberto Prebisch y Antonio Vilar eran definitivamente
dos figuras sobresalientes del Movimiento Moderno, con destacados dise-
ños incluyendo casas privadas y departamentos. Sin embargo, no estaban
solos, ya que otros pioneros como León Dourge, Héctor Morixe, Sánchez,
Lagos y De La Torre, cambiarían la apariencia de Buenos Aires y de otras
ciudades en Argentina. El suyo era un acercamiento cultural que utilizó los
nuevos conceptos y principios de arquitectura para resolver los problemas
de una nueva sociedad.
— 51 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO MODERNO

LABORATORIO DE IDEAS
Grandes constructores con objetivos más modestos en mente como el con-
fort y la higiene –además porque estaba de moda en los círculos más altos–
utilizaron los extendidos suburbios de Florida, Olivos, José León Suárez y
Villa Ballester como área de prueba para tipos de vivienda independientes
que dieron testimonio del impacto sobre los usuarios de los tan publicitados
beneficios de una nueva arquitectura. Los beneficios eran reales ya que estos
tipos eran definitivamente más apropiados para una sociedad moderna que
las viejas casas coloniales heredadas, con grandes habitaciones y escasos ser-
vicios, frías en invierno y nada funcionales para los standards del momento.

Arquitectos como Fermín Beretervide y Wladimiro Acosta –ambos com-


prometidos con los movimientos socialistas internacionales– son relevantes
para ejemplificar los proyectos de viviendas masivas que imitaron las solu-
ciones de Siedlung. Esquemas apropiados y debidamente pensados para
prototipos y sus combinaciones pueden ser encontrados en los estudios
Helios de Acosta, quien nació en Rusia.

Por último, pero no menos importante, un solitario pero firme luchador


por los principios del Movimiento Moderno y su diseño global, Amancio
Williams, debería ser igualmente recordado. Williams fue estricto en las in-
terpretaciones y apreciaciones de los documentos fundadores de las nuevas
ideas de arquitectura y diseño –tanto escritas como construidas- y mantuvo
con una relación personal con Le Corbusier. Su estudio resultó ser un

Proyectos "de laboratorio": dibujo de un


conjunto de viviendas, por Wladimiro
Acosta y edificio de oficinas de estructura
colgante, por Amancio Williams.

laboratorio de ideas y propuestas avanzadas que todavía ejerce un encanto


para las nuevas generaciones, especialmente teniendo en cuenta algunas
propuestas vistas en la arquitectura del presente. Para ilustrar este punto,
dos ejemplos de referencia: su propuesta de 1940 para un edificio de ofici-
nas en Buenos Aires, que se compara a la de Foster para Hong Kong, y su
Sala de Conciertos y Centro de Exhibición de Arte, una propuesta mucho
anterior al pabellón Corbusier para la exposición de Bruselas.
Del producto al proceso:
Revitalización de las fábricas
Van Nelle, en Rotterdam

A r q . Wessel de Jonge

(conferencia dictada en el encuentro ICOMOS Europa realizado en Estambul,


Turquía, el 19 de mayo de 2002, en proceso de publicación. Traducción del in-
glés: Arq. Stella Maris Casal)

Las fábricas de la Compañía Van Nelle están entre los más destacados ejemplos
de la arquitectura del Movimiento Moderno en los Países Bajos. Diseñadas por
Brinkman y Van der Vlugt entre 1925 y 1930, están en proceso de ser nomina-
das para integrar la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Como ningún otro edificio, el conjunto representa el espíritu de la Era de la


Máquina, al cual el concepto de economía fue instrumental. Al mismo tiem-
po, refleja el iluminado espíritu que fue el resultado de la "weltanschauung"
(visión del mundo) del cliente, Kees van der Leeuw (1890-1973). Hoy, estos
conceptos intelectuales son los inspiradores del nuevo desarrollo funcional
del conjunto a futuro, concebido para responder a la Era de la Información.

Las fábricas Van Nelle reflejan la convergencia de nuevas ideas de varios cam-
pos diferentes. La génesis de la primera etapa de la nueva planta, la fábrica de
tabaco, muestra una aplicación radical de algunas de las concepciones cultu-
rales y tecnológicas de principios del siglo XX, haciéndose así conocida como
una de las más consistentes realizaciones de la nueva arquitectura funcional.

Dibujo del conjunto según el proyecto


original deVan der Vlugt
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 54 —

El complejo Van Nelle fue mostrado en la exposición de la Weissenhof en


Stuttgart, en 1927, aún antes de estar terminado, y fue también amplia-
mente exhibido en la famosa exposición de arquitectura moderna organi-
zada en New York por Hitchcock y Johnson en 1932. El proyecto fue
apreciado tanto por los vanguardistas como por los conservadores tradi-
cionalistas por la exitosa demostración de los innovadores medios de ex-
presión arquitectónica que logró. En el obituario que le hizo a Van der
Vlugt en 1936, Le Corbusier elogió ampliamente este proyecto, que tan
bien representaba los ideales que él impulsaba pero que hasta ese momento
él mismo no había podido aplicar.

L A C O M PA Ñ Í A VA N N E L L E
Anteriormente, la firma estaba establecida en diferentes locaciones en el
centro de la ciudad, en edificios obsoletos que impedían la implementación
de estrategias de gerenciamiento modernas. El joven Van der Leeuw había
quedado fascinado con las ideas del Taylorismo, la eficiencia industrial y el
marketing durante su primer viaje a los Estados Unidos en 1911. Van Nelle
fue la primera compañía de los Países Bajos en desarrollar estrategias de
venta para productos pre-envasados, apoyadas por una fuerte y sorpren-
dentemente moderna gráfica para sus envases y publicidades.

El sitio definido para el emplazamiento del nuevo establecimiento fue elegido


no sólo por su espléndida accesibilidad sino también por su estratégica locali-
zación para los fines publicitarios, dada su cercanía a un activo ramal ferrovia-
rio. Desde 1914, el arquitecto Michiel Brinkman había estado desarrollando
distintas propuestas preliminares, pero la concreción tuvo que ser pospuesta,
hasta que a principios de 1925 el arquitecto falleció repentinamente.

VA N D E R V L U G T
Leen van der Vlugt (1894-1936) se asoció con su hijo, Jan Brinkman
(1902-49), en mayo de 1925, unos pocos meses después de la muerte de su
padre. Entretanto, el programa para la planta se fue clarificando, y fue pos-
teriormente sintetizado por el director de la compañía como sigue:
– la apariencia de la fábrica debía ser una consecuencia de los requerimien-
tos para el interior
– el diseño debería responder tanto a los requerimientos humanos como a
los mecánicos
– los costos adicionales por terminaciones se podrían justificar, aún sin una
ventaja demostrable
Un esquema con dos fábricas paralelas con talleres en el medio dio lugar a
un modelo de patios cerrados a fines de 1926, hasta que un masterplan pa-
ra una fábrica de un sólo volumen con posibilidades de crecer fue finalmen-
te acordado a fines de ese año.
— 55 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO MODERNO

Vista del conjunto


(foto de archivo)

E L P ROY E C TO
La idea era crear un ambiente de trabajo moderno y transparente, rodeado
de verde, inspirado en el modelo americano de "daylight factory" (fábrica
con luz natural). El partido en planta se organizó a lo largo de una calle in-
terior. Hacia el oeste se ubicó un largo volumen rectangular subdividido en
tres sectores de producción: tabaco, café y té; en el extremo sur de la plan-
ta, un edificio curvo para las oficinas; enfrente, entre la calle interior y el
canal se dispuso una tira de depósitos, edificios de despacho, edificio de la
caldera y departamento mecánico. Cintas transportadoras deslizándose
dentro de galerías vidriadas cruzarían la calle interior para conectar los di-
versos edificios. Espacio de depósito adicional podría ser construido poste-
riormente hacia el este, en tanto la planta podría extenderse hacia el oeste.
En su momento, una cancha de fútbol y otras instalaciones deportivas se u-
bicaron detrás de la fábrica.

Sala de embalaje (imagen de archivo)

Este masterplan fue varias veces ajustado para responder a nuevas necesi-
dades. Por ejemplo, la necesidad de depósito se mantuvo limitada, y por lo
tanto sólo el edificio de despacho del medio, opuesto al sector de la fábrica
de café, fue construido. Por esto, las dos galería conectoras del sector de ta-
baco de la fábrica tuvieron que ser proyectadas diagonalmente para alcan-
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 56 —

zar la zona de despacho. Es importante destacar cómo soluciones imprevis-


tas como ésta produjeron algunas de las imágenes más canónicas del con-
junto Van Nelle.

Otro ejemplo significativo es la casa de té cilíndrica ubicada encima de la


fábrica de tabaco, que fue añadida sólo cuando, durante la construcción,
los directores descubrieron la magnífica vista desde el techo.

ESPÍRITU ECONÓMICO
El esquema de las fábricas estuvo ciertamente regido por una doctrina de
espíritu económico, la cual implicaba el empleo eficiente de las propiedades
de los materiales y de las capacidades constructivas, de los desarrollos tec-
nológicos y de los recursos humanos, poniendo a la par la responsabilidad
social y los criterios funcionales.

El compromiso social de la Compañía se evidencia por ejemplo en las con-


diciones de trabajo en la planta, con baños y duchas (que estaban ausentes
en los alojamientos de los trabajadores en ese tiempo) y también en instala-
ciones deportivas, un jardín, una cantina y una biblioteca para despejarse
luego de trabajar.

Estas aspiraciones sociales coincidieron plenamente tanto con las conside-


raciones comerciales del cliente –Taylorismo y eficiencia– como con su ins-
piración espiritual, la Teosofía, para la cual la luz del día adquiere un
particular significado.

Una de las plantas de procesamiento


(imagen de archivo)

L A S F Á B R I CA S
El volumen principal consta de tres fábricas. La fábrica de tabaco, de ocho
plantas, se completó en 1928, mientras que la fábrica de café, de seis pisos,
y la de té, de tres pisos, se completaron en 1929. Las cajas de escaleras se
ubicaron en ambos extremos y entre los volúmenes, y como estaban conec-
tadas con los baños, fueron diseñadas para que alternativamente fueran de
uso exclusivo para hombres o mujeres.
— 57 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO MODERNO

Siguiendo la ley de la gravedad, los productos se movían de piso superior a


piso inferior con cada etapa del procesamiento. El decrecimiento en altura
de las tres secciones se explica así teniendo en cuenta el número de etapas
en la elaboración de cada uno de estos productos. El café en bruto se lleva-
ba al piso superior donde con luz cenital del norte se podía efectuar el con-
trol de calidad del grano por color. Dos pisos más abajo se encuentra el
espectacular espacio de doble altura con los tostadores de café, que eran
controlados desde un entrepiso. Desde el departamento de envasado, en la
planta baja, el producto era enviado por las cintas transportadoras a través
de las galerías vidriadas al edificio de despacho para ser expedido.

El partido de las tres fábricas se puede leer como si el proceso de produc-


ción se transformara directamente en un hecho material, como si los edifi-
cios fueran nada más que una actividad industrial envuelta con una
membrana de vidrio y acero.

E S T RU C T U R A
Los estudios realizados habían concluido que una profundidad de alrede-
dor de 19 metros podría asegurar la incidencia de suficiente luz natural. Así
se explica el esquema de planta lineal de las fábricas. El largo frente vidria-
do que fue creado como consecuencia, también pretendía servir a la identi-
dad corporativa de la firma, mostrándola como una moderna compañía.
Se optó por una estructura de hormigón armado porque aseguraba una
construcción más rápida y más económica, a la vez que resistente al fuego.
El ingeniero en estructuras Wiebenga aportó la solución de entrepisos sin
vigas y columnas con capitel fungiforme para permitir que la luz natural
pudiera entrar libremente y ahorrar hasta 50 cm de altura de construcción
por piso, en comparación con un sistema con vigas. Esto produjo muchas
ventajas en la construcción y también en el proceso productivo de las fábri-
cas, en particular en ahorro de transporte interno.

FAC H A DA S
Como el piso tiene una ligera saliente, hay una reducción de momento en
las losas que ahorra material. La zona entre las columnas y la fachada se
pudo utilizar para cañerías y conductos. También el muro cortina pudo de-
sarrollarse fácil e ininterrumpidamente en toda la altura de los edificios, re-
solviéndose con módulos de piso a techo de montantes de acero pintados
color aluminio. Las proporciones de estos módulos están enteramente ba-
sadas en los económicos paneles de vidrio simple usados en Holanda para
los galpones de cultivo (donde las plantas crecen en espacios vidriados al
modo de invernaderos). Parasoles americanos realizados en tablillas de ma-
dera pintadas color aluminio controlan la incidencia de la luz solar.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 58 —

En el diseño de los edificios, los arquitectos adoptaron una arquitectura abs-


tracta y transparente. La aparente simplicidad de los detalles demuestra la
búsqueda de la inmaterialidad y da como resultado una estética universal.

Algunos de los interiores eran sorprendentemente coloridos, con solados de


cemento amarillos y ocres, pisos de goma ultramarina, azulejos aguamari-
na y beige, y muros turquesa pálido, verde claro y amarillo suave combina-
dos con otros rojo brillante y azul, blanco gris, negro, cromado, aluminio.
Hasta el uso del color es mesurado y lúcido, reforzando la impresión gene-
ral de ligereza.

La estética maquinista, el movimiento de las cintas transportadoras dentro de


las galerías vidriadas y las fachadas transparentes del edificio de la caldera y
los cuartos de control, mostrando los tableros de comando y las máquinas de
vapor, crearon una rotunda imagen del dinamismo de la Era de la Máquina.

Detalle de la fachada, luego de la


intervención (foto W.deJ.)

LA FÁBRICA DE DISEÑO
El principal objetivo del concepto de la Fábrica de Diseño Van Nelle es dar
respuesta al cambiante mercado de la digitalización en la Era de la Infor-
mación. Está pensada para el grupo de quienes operan en diseño gráfico y
media, comunicación, diseño, arquitectura, tecnología informática y educa-
ción. Entre 75 y 100 pequeñas y medianas empresas que emplearán entre
1500 y 2000 empleados en los próximos años.
En 1998, los 60.000 m2 construidos fueron adquiridos por un empresario
privado. Para generar las inversiones necesarias para la reconversión el com-
plejo fue nuevamente vendido en el año 2000 a una sociedad fiscal especial-
mente creada, incluyendo 780 participantes privados, la mayoría simples
ciudadanos de Rotterdam, que se beneficiaron de las reducciones impositivas
previstas para el mantenimiento del patrimonio histórico.
La ejecución de la primera fase de rehabilitación, las antiguas fábricas de
Tabaco, Café y Té, se comenzó en el verano de 2000. Ya durante los trabajos
de restauración realizamos las exposiciones de Archiprix International y la
competición Europan para jóvenes arquitectos, la presentación de un nuevo
modelo de Renault y varios eventos teatrales. Esta primera fase está por ser
— 59 — T E X T O S S O B R E E L PAT R I M O N I O M O D E R N O

concluida y los edificios de las tres fábricas están prácticamente alquilados en


su totalidad. Para fines de 2004, los otros edificios del complejo se refuncio-
nalizarán para oficinas y espacios de producción.

MASTERPLAN
Nuestro estudio proyectó el Masterplan para la Fábrica de Diseño Van
Nelle. También estuvimos a cargo de la supervisión general de las obras rea-
lizadas por los otros equipos de diseño y consultoría implicados. Nuestro
punto de partida fue ver a la Fábrica de Diseño Van Nelle no solamente co-
mo un espacio rentable sino fundamentalmente como un conjunto global de
actividades con su propio carácter y en continuo y dinámico cambio, e invi-
tar al diálogo entre lo viejo y lo nuevo. Se definió un equilibrio entre los valo-
res históricos, las futuras funciones y las (relativamente) sustentables
soluciones en términos de consumo energético, luz natural, etc. Con respecto
al conjunto de edificios, elegimos restaurar la transparencia del partido origi-
nal, restableciendo la implantación independiente de los edificios en el paisa-
je y las visuales. La calle interior tendrá poco tránsito, con estacionamientos
sólo en el sector posterior de las fábricas. En términos funcionales, la mayor
inversión se volcó a mejorar la accesibilidad al área.

Planta libre antes de la intervención Planta destinada a espacios de oficina


(foto WdeJ) (foto WdeJ)

Un importante punto de partida para los edificios de las fábricas fue trasla-
dar las áreas de servicio para los arrendatarios, cafetería, mostrador de re-
cepción y un restaurante, de la planta baja al antiguo Departamento de
Tostado, en el segundo piso de la Fábrica de Café.

Algunas de las galerías vidriadas conectarán este nivel con los otros edificios.

El exterior de los edificios ha sido cuidadosamente mantenido intacto, me-


diante un trabajo de mantenimiento de gran escala y el reemplazo de los vi-
drios rotos con vidrios simples, como se hace aún en la construcción de
invernaderos. Dentro de esta auténtica envolvente, se realizó una inserción
(infill) para asegurar las condiciones interiores apropiadas.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 60 —

Sobre el lado norte, una piel vidriada secundaria se ubica a distancia de la


fachada original, dejando espacio suficiente para crear un corredor. Sobre el
sector soleado, la piel vidriada se ubica entre las columnas, en la posición o-
riginal de los parasoles, creando una "pared-climática", controlando la inci-
dencia de la luz solar y el ruido del cercano ferrocarril.

Como en el pasado, todos los conductos y el cableado se tienden entre las


columnas y la fachada, y son posteriormente distribuidos a través de los pi-
sos. La ventilación natural se da por ventanas automatizadas en la fachada,
a través de la pared climática, ingresando silenciosamente a los espacios de
trabajo a través de rejillas con control acústico.

LAS FÁBRICAS
La inserción (infill) para las fábricas de Tabaco, Café y Té fue proyectada por
Claessens Erdmann Architects & Designers, de Amsterdam. Su propuesta tu-
vo como objetivo mantener la transparencia del edificio. Las nuevas particio-
nes paralelas a las fachadas están armadas con perfiles de aluminio
especialmente diseñados que se combinan con diferentes tipos de vidrios. Las
particiones entre las unidades de renta son igualmente vidriadas por encima
del nivel de las puertas, y nunca tocan la fachada original. Al dejar los cielo-
rrasos y las características columnas con capitel fungiforme intactas, las cua-
lidades espaciales son todavía perceptibles. La introducción de estas
particiones de vidrio fue precedida de intensas pruebas para minimizar los e-
fectos de dobles reflejos antes de ser aceptada.
Los parámetros originales de iluminación para las plantas de trabajo se habí-
an perdido, y como los diseñadores dependen en la actualidad tan fuerte-
mente de las computadoras, los requerimientos originales de iluminación no
eran una parte sencilla de la cuestión. Los globos de vidrio opaco originales
creaban resplandores en la pantalla. Un artefacto fluorescente producido por
Zumthobel se adaptó para recrear las condiciones originales de iluminación
sin comprometer su rendimiento en términos de uso contemporáneo. Así,
2/3 de la luz se recibe reflejada por el cielorraso, y 1/3 directamente del arte-
facto. El nivel original de iluminación de 100 lux está duplicada, pero aún
así sólo representa un 30 % de los niveles actuales de iluminación en espa-
cios de oficina. Una prolija encuesta entre nuestros potenciales inquilinos
probó que preferían estos bajos niveles de iluminación, ya que el trabajo de
computación se realiza mejor en estas condiciones. El impacto de los nuevos
parámetros lumínicos en el exterior fue cuidadosamente testeado previamen-
te. Los antiguos (aunque no originales) globos opacos fueron de todas for-
mas mantenidos en los corredores y cajas de escaleras.

Para mantener la fuerte imagen del edificio intacta para el beneficio de todos
los arrendatarios, se definieron lineamientos en lo que hace a algunos aspectos
— 61 — TEXTOS SOBRE E L PATRIMONIO MODERNO

del equipamiento interior, como la ubicación de los muebles de cierta altura.


De todas formas, el atractivo de esta poderosa máquina despierta suficiente en-
tusiasmo entre los ocupantes como para compensar estas limitaciones.

EPÍLOGO
Es principalmente debido a su inmensa escala que el conjunto parece tan só-
lido y robusto. En realidad, los volúmenes vidriados son frágiles como pom-
pas de jabón, que estallan tan pronto como el balance entre la tensión del
contenido y de la superficie se modifica.

La piel de los edificios está más caracterizada por la ausencia de material que
por su presencia. Y si hay poca substancia, es casi imposible cambiar o agre-
gar nada sin perturbar la esencia de la materialización existente. Esto impone
un enorme desafío para el actual proceso de revitalización de cara a los posi-
bles usos alternativos.

© 2002 Wessel de Jonge


Anexo Documental
Carta de Atenas (1931)
Carta de Atenas sobre la conservación de los
monumentos de Arte e Historia.
Sociedad de Naciones Unidas, Oficina Internacional de Museos, Atenas,
del 21 al 30 de octubre de 1931.

I. La conferencia, convencida de que la conservación del patrimonio artísti-


co y arqueológico de la humanidad interesa a todos los Estados defensores
de la civilización, desea que los Estados se presten recíprocamente una cola-
boración cada vez más extensa y concreta para favorecer la conservación de
los monumentos artísticos e históricos, considera altamente deseable que las
instituciones y los grupos calificados, sin menoscabo del derecho público
internacional, puedan manifestar su interés para la salvaguardia de las
obras maestras en las cuales la civilización ha encontrado su más alta expre-
sión y que aparecen amenazadas; hace votos para que las solicitudes a este
efecto sean sometidas a la Comisión de la Cooperación Intelectual, después
de encuestas hechas por la Oficina Internacional de Museos y después de ser
presentadas a la atención de cada Estado. Corresponderá a la Comisión
Internacional de la Cooperación Intelectual, después de las solicitudes
hechas por la Oficina Internacional de Museos y después de haber obtenido
de sus organismos locales la información pertinente, dictaminar sobre la
oportunidad de las medidas a tomar y sobre los procedimientos a seguir en
cualquier caso particular.

II. La Conferencia escuchó la exposición de los principios generales y de las


teorías concernientes a la protección de monumentos. Observa que, a pesar
de la diversidad de casos especiales en los que se pueden adoptar soluciones
especificas, predomina en los diferentes Estados representados, la tendencia
general a abandonar las restituciones integrales y a evitar sus riesgos
mediante la institución de obras de mantenimiento regular y permanente,
aptos para asegurar la conservación de los edificios.
En los casos en que la restauración aparezca indispensable después de
degradaciones o destrucciones, recomienda respetar la obra histórica y
artística del pasado, sin menospreciar el estilo de ninguna época.
La Conferencia recomienda mantener, cuando sea posible, la ocupación de
los monumentos que les aseguren la continuidad vital, siempre y cuando el
destino moderno sea tal que respete el carácter histórico y artístico.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 66 —

III. La Conferencia escuchó la exposición de las legislaciones promulgadas en


cada país con el fin de proteger a los monumentos de interés histórico, artísti-
co o científico, y aprobó unánimemente la tendencia general que consagra en
esta materia un derecho de la colectividad en contra del interés privado.
La Conferencia ha constatado que la diferencia entre estas legislaciones
procede de la dificultad de conciliar el derecho público con el derecho pri-
vado y, en consecuencia, si bien aprueba la tendencia general, estima que
estas legislaciones deben ser apropiadas a las circunstancias locales y al
estado de la opinión pública, para encontrar la menor oposición posible y
para tener en cuenta el sacrificio que los propietarios deben hacer en el inte-
rés general.
La Conferencia desea que en cada Estado la autoridad pública sea investida del
poder para tomar medidas de conservación en casos de urgencia. Desea, en fin,
que la Oficina Internacional de Museos Públicos ponga al día una lista compa-
rativa de las legislaciones vigentes en los diferentes Estados sobre este tema.

IV. La Conferencia constata con satisfacción que los principios y las técni-
cas expuestas en las diferentes comunicaciones se inspiran en una tendencia
común, a saber: cuando se trata de ruinas, se impone una escrupulosa labor
de conservación, y cuando las condiciones lo permitan, es recomendable
volver a su puesto aquellos elementos originales encontrados (anastilosis); y
los materiales nuevos necesarios para este fin deberán siempre ser reconoci-
bles. En cambio, cuando la conservación de ruinas sacadas a la luz de una
excavación fuese reconocida como imposible, será aconsejable, más que
destinarlas a la destrucción, enterrarlas nuevamente después, naturalmente,
de haber hecho levantamientos precisos.
Es evidente que las técnicas de excavación y de conservación de restos
imponen la estrecha colaboración entre el arqueólogo y el arquitecto. En
cuanto a los otros monumentos, los expertos, reconociendo que cada caso
se presenta con características especiales, se han encontrado de acuerdo en
aconsejar que antes de cualquier obra de consolidación o de parcial restau-
ración se haga una escrupulosa investigación acerca de la enfermedad a la
cual se va a poner remedio.

V. Los expertos escucharon varias comunicaciones relativas al empleo de


materiales modernos para la consolidación de los edificios antiguos; y han
aprobado el empleo juicioso de todos los recursos de la técnica moderna,
muy especialmente del concreto armado.
Expresan la opinión de que normalmente estos medios de refuerzo deben
estar disimulados para no alterar el aspecto y el carácter del edificio a res-
taurar; y recomiendan el empleo de dichos medios, especialmente en los
casos en que ellos permitan conservar los elementos in situ, evitando los
riesgos de la destrucción o de la reconstrucción.
— 67 — A N E X O D O C U M E N TA L

VI. La Conferencia constata que en las condiciones de la vida moderna los


monumentos del mundo entero se encuentran más amenazados por los
agentes externos; y si bien no pueden formular reglas generales que se adap-
ten a la complejidad de los distintos casos, recomienda:
1. La colaboración en cada país, de los conservadores de monumentos y de
los arquitectos con los representantes de las ciencias físicas, químicas y
naturales para lograr resultados seguros de cada vez mayor aplicación;
2. La difusión, por parte de la Oficina Internacional de Museos, de estos
resultados, mediante noticias sobre los trabajos emprendidos en los varios
países y mediante publicaciones regulares.
La Conferencia considera, acerca del resguardo y la conservación de la
escultura monumental, que el traslado de esas obras fuera del contexto para
el cual fueron creadas deba considerarse, como principio, inoportuno.
Recomienda, a modo de precaución, la conservación de los modelos origi-
nales cuando todavía existen y la ejecución de copias cuando estén faltando.

VII. La Conferencia recomienda respetar, al construir edificios, el carácter y


la fisonomía de la ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos
antiguos donde el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial.
Igualmente se deben respetar algunas perspectivas particularmente pinto-
rescas. Objeto de estudio pueden ser también las plantas y las ornamenta-
ciones vegetales adaptadas a ciertos monumentos o grupos de monumentos
para conservar el carácter antiguo.
La Conferencia recomienda sobre todo la supresión de todos los anuncios, de
toda superposición abusiva de postes e hilos telegráficos, de toda industria
ruidosa e intrusiva, en la cercanía de los monumentos artísticos e históricos.

VIII. La Conferencia emite el voto:


1. Que todos los Estados, o bien las instituciones creadas en ellos y recono-
cidas como competentes para tal fin, publiquen un inventario de los monu-
mentos históricos nacionales, acompañado por fotografías y notas.
2. Que cada Estado cree un archivo donde se conserven los documentos
relativos a los propios monumentos históricos.
3. Que la Oficina Internacional de Museos dedique en sus publicaciones
algunos artículos a los procedimientos y a los métodos de conservación de
los monumentos históricos.
4. Que la misma Oficina estudie la mejor difusión y el mejor uso de las indi-
caciones y de los datos arquitectónicos, históricos y técnicos así recabados.

IX. Los miembros de la Conferencia, después de haber visitado en el curso de


sus trabajos y de las giras de estudio realizadas, algunas de las principales
excavaciones y algunos de los monumentos antiguos de Grecia, rinden home-
naje unánime al gobierno griego, que desde hace muchos años, además de
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 68 —

asegurar por su parte la realización de trabajos considerables, ha aceptado la


colaboración de los arqueólogos y de los especialistas de todos los países. En
eso han visto, los miembros de la Conferencia, un ejemplo que no puede más
que contribuir a la realización de los fines de cooperación intelectual, de los
cuales ha aparecido tan viva la necesidad en el curso de los trabajos.

X. La Conferencia, profundamente convencida de que la mejor garantía de


conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y del
respeto del pueblo, y considerando que este sentimiento puede ser favoreci-
do con una acción apropiada de las instituciones públicas, emite el voto que
los educadores pongan empeño en habituar a la infancia y a la juventud a
abstenerse de cualquier acto que pueda estropear los monumentos, y los
induzcan al entendimiento del significado y, en general, a interesarse en la
protección de los testimonios de todas las civilizaciones.

Carta de Venecia (1964)


Carta de Venecia (1964)
Carta internacional sobre la conservación y la restaura-
ción de los monumentos y los sitios.
Segundo Congreso de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos,
Venecia, del 25 al 31 de mayo de 1964.

I N T RO D U C C I Ó N
Portadores de un mensaje espiritual del pasado, las obras monumentales de
cada pueblo son actualmente el testimonio vivo de sus tradiciones seculares.
La Humanidad, que cada día toma conciencia de la unidad de los valores
humanos, las considera como un patrimonio común, y pensando en las
generaciones futuras, se reconoce solidariamente responsable de su conser-
vación. Es su deber transmitirlas con toda la riqueza de su autenticidad.

Es, por lo tanto, esencial que los principios que deben presidir la conserva-
ción y la restauración de los monumentos sean elaborados en común y for-
mulados en un plano internacional, aún dejando a cada nación el cuidado de
asegurar su aplicación en el marco de su propia cultura y de sus tradiciones.
Al dar una expresión inicial a estos principios fundamentales la "Carta de
Atenas", de 1931, ha contribuido al desarrollo de un amplio movimiento
internacional, que se ha traducido principalmente en varios documentos
nacionales, en la actividad del ICOM y de la UNESCO y en la creación a
través de esta última, del Centro internacional de Estudio para la
Conservación y Restauración de los Bienes Culturales. La sensibilidad y el
espíritu crítico se han dirigido hacia problemas cada vez más complejos y
más ricos en matices y ahora parece llegado el momento de volver a exami-
nar los principios de Atenas, con el fin de profundizarlos y dotarlos de
mayor alcance en un nuevo documento.

En consecuencia, el Segundo Congreso Internacional de Arquitectos y


Técnicos de Monumentos Históricos, reunido en Venecia del 25 al 31 de
mayo de 1964, ha aprobado el texto siguiente:

D EFINICIONES
Artículo 1. La noción de monumento comprende tanto la creación arquitectó-
nica aislada como el sitio urbano o rural que ofrece el testimonio de una civili-
zación particular, de una fase representativa de la evolución, o de un suceso
histórico. Se refiere no solamente a las grandes creaciones sino igualmente a las
obras modestas que han adquirido con el tiempo un significado cultural.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 70 —

Artículo 2. La restauración y la conservación de los monumentos es una dis-


ciplina que requiere la colaboración de todas las ciencias y de todas las téc-
nicas que puedan contribuir al estudio y a la salvaguarda del patrimonio
cultural.

OBJETIV O
Artículo 3. La conservación y la restauración de los monumentos tienen como
objetivo salvaguardar tanto la obra de arte como el testimonio histórico.

C O N S E RVAC I Ó N
Artículo 4. La conservación de los monumentos impone en primer lugar un
cuidado permanente de los mismos.

Artículo 5. La conservación de los monumentos se beneficia con la dedica-


ción de éstos a un fin útil a la sociedad; esta dedicación es pues deseable,
pero no puede ni debe alterar la disposición o la decoración de los edificios.
Es dentro de estos límites donde se debe concebir y se pueden autorizar los
arreglos exigidos por la evolución de los usos y las costumbres.

Artículo 6. La conservación de un monumento implica la de un marco a su


escala. Cuando el entorno tradicional subsiste, éste será conservado, y toda
construcción nueva, toda destrucción, y todo arreglo que pudiera alterar las
relaciones de volumen y de color, deben ser prohibidas.

Artículo 7. El monumento es inseparable de la historia de la cual es testigo,


y también del medio en el que está situado. Por lo tanto el desplazamiento
de todo o parte de un monumento no puede ser tolerado más que cuando la
salvaguarda del mismo lo exija o bien cuando razones de un gran interés
nacional o internacional lo justifiquen.

Artículo 8. Los elementos de escultura, pintura o decoración que son parte


integrante del monumento no pueden ser separados del mismo más que
cuando esta medida sea la única capaz de asegurar su conservación.

R E S TAU R AC I Ó N
Artículo 9. La restauración es una operación que debe guardar un carácter
excepcional. Tiene como fin conservar y revelar los valores estéticos e histó-
ricos del monumento y se fundamenta en el respeto hacia los elementos
antiguos y los documentos auténticos. Se detiene allí donde comienza la
hipótesis; más allá, todo complemento reconocido como indispensable por
razones estéticas o técnicas debe distinguirse de la composición arquitectóni-
ca y llevará el sello de nuestro tiempo. La restauración estará siempre prece-
dida y acompañada por un estudio arqueológico e histórico del monumento.
— 71 — A N E X O D O C U M E N TA L

Artículo 10. Cuando las técnicas tradicionales se revelan inadecuadas, la


consolidación de un monumento puede asegurarse apelando a otras técni-
cas más modernas de conservación y de construcción cuya eficacia haya
sido demostrada científicamente y garantizada por la experiencia.

Artículo 11. Los aportes válidos de todas las épocas de edificación de un


monumento deben respetarse, ya que la unidad de estilo no es el fin que se
pretende alcanzar en el curso de una restauración; cuando un edificio posee
varias etapas de construcción superpuestas, la liberación de una de estas
partes subyacentes no se justifica sino excepcionalmente y a condición de
que los elementos eliminados ofrezcan poco interés, que la composición tra-
ída a la luz constituya un testimonio de alto valor histórico, arqueológico o
estético y que su estado de conservación sea considerado satisfactorio; el jui-
cio sobre el valor de los elementos en cuestión y la decisión sobre las elimi-
naciones por realizar no pueden depender tan solo del autor del proyecto.

Artículo 12. Los elementos destinados a reemplazar las partes faltantes


deben integrarse armónicamente en el conjunto, distinguiéndose al mismo
tiempo de las partes originales, el documento de arte y de historia.

Artículo 13. Los agregados no pueden ser tolerados si no respetan todas las
partes interesantes del edificio, su esquema tradicional, el equilibrio de su
composición y sus relaciones con el medio ambiente.

S I T I O S M O N U M E N TA L E S
Artículo 14. Los sitios monumentales deben ser objeto de cuidados especia-
les con el fin de salvaguardar su integridad y asegurar su saneamiento, su
arreglo y su valorización. Los trabajos de conservación y de restauración
que se efectúen en ellos deben inspirarse en los principios enunciados en los
artículos precedentes.

Artículo 15. Los trabajos de excavación deben realizarse conforme a nor-


mas científicas y a la "Recomendación que define los principios internacio-
nales para aplicarse en materia de excavaciones arqueológicas", adoptada
por la UNESCO en 1956. El acondicionamiento de las ruinas y las medidas
necesarias para la conservación y la protección permanente de los elemen-
tos arquitectónicos y de los objetos descubiertos, deberán ser aseguradas. Se
tomarán además todas las iniciativas con el fin de facilitar la comprensión
del monumento sacado a la luz, sin desnaturalizar nunca su significadlo.
Todo trabajo de reconstrucción deberá, sin embargo, excluirse a priori;
solamente la anastilosis, es decir la recomposición de las partes existentes
pero desmembradas, puede tomarse en cuenta. Los elementos de integra-
ción serán siempre reconocibles y representarán el mínimo necesario para
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 72 —

asegurar las condiciones de conservación del monumento y restablecer la


continuidad de sus formas.

D O C U M E N T AC I Ó N Y P U B L I C AC I Ó N
Artículo 16. Los trabajos de conservación, de restauración y de excavación
estarán siempre acompañados por una documentación precisa constituida
por informes analíticos y críticos, ilustrados con dibujos y fotografías; todas
las fases de los trabajos de liberación, de consolidación, de recomposición,
de integración, así como los elementos técnicos y formales identificados a lo
largo de los trabajos, deberán ser consignados. Esta documentación se
depositará en los archivos de un organismo público y estará a disposición
de los investigadores, además se recomienda su publicación.
N o rmas de Quito (1967)
I n f o rme final de la reunión sobre conservación
y utilización de monumentos y lugares de interés
histórico y artístico.
Quito, del 29 de noviembre al 2 de diciembre de 1967.

I . I N T RO D U C C I Ó N
La inclusión del problema que representa la necesaria conservación y utili-
zación del patrimonio monumental en la relación de esfuerzos multinacio-
nales que se comprometen a realizar los Gobiernos de América, resulta
alentadora en un doble sentido. En primer término, porque con ello los
Jefes de Estado dejan reconocida, de manera expresa, la existencia de una
situación de urgencia que reclama la cooperación interamericana, y en
segundo lugar, porque siendo la razón fundamental de la Reunión de Punta
del Este el común propósito de dar un nuevo impulso al desarrollo del
Continente, se está aceptando implícitamente que esos bienes del patrimo-
nio cultural representan un valor económico y son susceptibles de erigirse
en instrumentos del progreso.

El acelerado proceso de empobrecimiento que vienen sufriendo una mayoría


de países americanos como consecuencia del estado de abandono e indefen-
sión en que se hallan su riqueza monumental y artística, demanda la adop-
ción de medidas de emergencia, tanto a nivel nacional como internacional,
pero la eficacia práctica de las mismas dependerá, en último término, de su
adecuada formulación dentro de un plan sistemático de revalorización de los
bienes patrimoniales en función del desarrollo económico-social.

Las recomendaciones del presente informe van dirigidas en ese sentido y se


contraen, específicamente, a la adecuada conservación y utilización de los
monumentos y lugares de interés arqueológico, histórico y artístico, de con-
formidad con lo que se dispone en el Capitulo V, Esfuerzos Multinacionales,
acápite d), de la Declaración de los Presidentes de América.

No obstante precisa reconocer que, dada la íntima relación que guardan


entre sí el continente arquitectónico y el contenido artístico, resulta impres-
cindible extender la debida protección a otros bienes muebles y objetos
valiosos del patrimonio cultural a fin de evitar que se sigan deteriorando y
sustrayendo impunemente y de procurar, asimismo, que contribuyan al
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 74 —

logro de los fines perseguidos mediante su adecuada exhibición de acuerdo


con la moderna técnica museográfica.

I I . CO N S I D E R AC I O N E S G E N E R A L E S
1. La idea de espacio es inseparable del concepto de monumento, por lo que
la tutela del Estado puede y debe extenderse al contexto urbano, al ámbito
natural que lo enmarca, y a los bienes culturales que encierra. Pero puede
existir una zona, recinto o sitio de carácter monumental, sin que ninguno de
los elementos que lo constituyen aisladamente considerados merezca esa
designación.

2. Los lugares pintorescos y otras bellezas naturales objeto de defensa y pro-


tección por parte del Estado, no son propiamente monumentos nacionales.
La huella histórica o artística del hombre es esencial para impartir a un
paraje o recinto determinado esa categoría específica.

3. Cualquiera que fuese el valor intrínseco de un bien o las circunstancias


que concurran a realizar su importancia y significación histórica o artística,
el mismo no constituirá un monumento en tanto no recaiga una expresa
declaración del Estado en ese sentido. La declaración de monumento nacional
implica su identificación y registro oficiales. A partir de ese momento el bien
en cuestión quedará sometido al régimen de excepción que señala la Ley.

4. Todo monumento nacional está implícitamente destinado a cumplir una


función social. Corresponde al Estado hacer que la misma prevalezca y
determinar, en los distintos casos, la medida en que dicha función social es
compatible con la propiedad privada y el interés de los particulares.

I I I . E L PAT R I M O N I O M O N U M E N TA L Y E L M O M E N TO A M E R I CA N O
1. Es una realidad evidente que América y en especial Iberoamérica, consti-
tuye una región extraordinariamente rica en recursos monumentales. A los
grandiosos testimonios de las culturas precolombinas se agregan las expre-
siones monumentales, arquitectónicas artísticas e históricas del largo perío-
do colonial en exuberante variedad de formas. Un acento propio, producto
del fenómeno de aculturación, contribuye a imprimir a los estilos importa-
dos el sentido genuinamente americano de múltiples manifestaciones locales
que los caracteriza y distingue. Ruinas arqueológicas de capital importan-
cia, no siempre accesibles o del todo exploradas, se alternan con sorpren-
dentes supervivencias del pasado; complejos urbanos y villas enteras,
susceptibles de erigirse en centros del mayor interés y atracción.

2. No es menos cierto que gran parte de ese patrimonio, se ha arruinado


irremediablemente en el curso de las últimas décadas o se halla hoy en tran-
— 75 — A N E X O D O C U M E N TA L

ce inminente de perderse. Múltiples factores han contribuido y siguen contribu-


yendo a mermar las reservas de bienes culturales de la mayoría de los países de
Iberoamérica, pero es preciso reconocer que la razón fundamental de la des-
trucción progresivamente acelerada de ese potencial de riqueza, radica en la
carencia de una política oficial capaz de imprimir eficacia práctica a las medidas
proteccionistas vigentes y de promover la revaluación del patrimonio monu-
mental en función del interés público y para beneficio económico de la nación.

3. En los críticos momentos en que América se halla comprendida en un


gran empeño progresista que implica la explotación exhaustiva de sus
recursos naturales y la transformación progresiva de sus estructuras econó-
mico-sociales, los problemas que se relacionan con la defensa, conservación
y utilización de los monumentos, sitios y conjuntos monumentales adquie-
ren excepcional importancia y actualidad.

4. Todo proceso de acelerado desarrollo trae consigo la multiplicación de


obras de infraestructura y la ocupación de extensas áreas por instalaciones
industriales y construcciones inmobiliarias que alteran y aún deforman por
completo el paisaje, borrando las huellas y expresiones del pasado testimo-
nios de una tradición histórica de inestimable valor.

5. Gran número de ciudades de Iberoamérica que atesoraban en un ayer


todavía cercano un rico patrimonio monumental, evidencia de su pretérita
grandeza; templos, plazas, fuentes y callejas que en conjunto acentuaban su
personalidad y atractivo, han sufrido tales mutilaciones y degradaciones en
su perfil arquitectónico que lo hacen irreconocible. Todo ello en nombre de
un mal entendido y peor administrado progreso urbano.

6. No es exagerado afirmar que el potencial de riqueza destruida con estos


irresponsables actos de vandalismo urbanístico en numerosas ciudades del
Continente, excede con mucho a los beneficios que para la economía nacio-
nal se derivan de las instalaciones y mejoras de infraestructura con que pre-
tenden justificarse.

I V. L A S O L U C I Ó N C O N C I L I ATO R I A
1. La necesidad de conciliar las exigencias de progreso urbano con la salvaguar-
dia de los valores ambientales, es ya hoy día una norma inviolable en la formu-
lación de los planes reguladores a nivel tanto local como nacional. En ese sentido
todo plan de ordenación deberá realizarse en forma que permita integrar al con-
junto urbanístico los centros o complejos históricos de interés ambiental.

2. La defensa y valoración del patrimonio monumental y artístico no contra-


viene, teórica ni prácticamente, con una política de regulación urbanística
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 76 —

científicamente desarrollada. Lejos de ello, debe constituir el complemento de


la misma. En confirmación de este criterio se transcribe el siguiente párrafo
del Informe Weiss presentado a la Comisión Cultural y Científica del Consejo
de Europa (1963). "Es posible equipar a un país sin desfigurarlo; de preparar
y servir al porvenir sin destruir el pasado. La elevación del nivel de vida debe
limitarse a la realización de un bienestar material progresivo; debe ser asocia-
do a la creación de un cuadro de vida digno del hombre".

3. La continuidad del horizonte histórico y cultural de América, gravemen-


te comprometido por el entronizamiento de un proceso anárquico de
modernización, exige la adopción de medidas de defensa, recuperación y
revalorización del patrimonio monumental de la región y la formulación de
planes nacionales y multinacionales a corto y a largo plazo.

4. Precisa reconocer que los organismos internacionales especializados, han


reconocido la dimensión del problema y han venido trabajando con ahínco,
en los últimos años, por lograr soluciones satisfactorias. América tiene a su
disposición la experiencia acumulada.

5. A partir de la "Carta de Atenas", de 1932, muchos han sido los


Congresos Internacionales que se han sucedido hasta conformar el actual
criterio dominante. Entre los que más han ahondado en el problema apor-
tando recomendaciones concretas figura el de la Unión Internacional de
Arquitectos (Moscú, 1958); el Congreso de la Federación Internacional de
Vivienda y Urbanismo (Santiago de Compostela, 1961), que tuvo por lema
el problema de los "conjuntos históricos", el Congreso de Venecia (1964) y
el más reciente del ICOMOS en Cáceres (1967), que aporta a ese tema de
tanto interés americano, un punto de vista eminentemente práctico.

V. VA L O R AC I Ó N EC O N Ó M I CA D E L O S M O N U M E N TO S
1. Partimos del supuesto de que los monumentos de interés arqueológico,
histórico y artístico constituyen también recursos económicos al igual que
las riquezas naturales del país. Consecuentemente, las medidas conducentes
a su preservación y adecuada utilización no ya sólo guardan relación con los
planes de desarrollo, sino que forman o deben formar parte de los mismos.

2. En la más amplia esfera de las relaciones interamericanas, reiteradas


recomendaciones y resoluciones de distintos organismos del sistema lleva-
ron progresivamente el problema al más alto nivel de consideración: la
Reunión de los Jefes de Estado (Punta del Este, 1967).

3. Es evidente que la inclusión del problema relativo a la adecuada preser-


vación y utilización del patrimonio monumental en la citada reunión, res-
— 77 — A N E X O D O C U M E N TA L

ponde a las mismas fundamentales razones que llevaron a los Presidentes de


América a convocarla: la necesidad de dar a la Alianza para el Progreso un
nuevo y más vigoroso impulso y de ofrecer, a través de la cooperación con-
tinental, la mayor ayuda que demanda el desarrollo económico de los países
miembros de la OEA.

4. Lo anterior explica el empleo del término "utilización" que figura en el


punto 2, A. Capítulo V, de la Declaración de los Presidentes:

E S F U E R Z O S M U LT I N AC I O NA L E S
1. Encomendar a los organismos competentes de la OEA que:
...d) Extiendan la cooperación interamericana a la conservación y utiliza-
ción de los monumentos arqueológicos, históricos y artísticos.

2. Más concretamente en la Resolución 2 de la Segunda Reunión


Extraordinaria del Consejo Interamericano Cultural, convocada a los úni-
cos efectos de dar cumplimiento a lo dispuesto en la Declaración de los
Presidentes, dentro del área de competencia del Consejo, se dice:
...La extensión de la asistencia técnica y la ayuda financiera al patrimonio
cultural de los Estados miembros, se llevará a cabo en función de su desa-
rrollo económico y turístico.

3. En suma, se trata de movilizar los esfuerzos nacionales en el sentido de


procurar el mejor aprovechamiento de los recursos monumentales de que se
disponga, como medio indirecto de favorecer el desarrollo económico del
país. Lo anterior implica una tarea previa de planificación a nivel nacional;
es decir, la evaluación de los recursos disponibles y la formulación de pro-
yectos específicos dentro de un plan regulador general.

4. La extensión de la cooperación interamericana a ese aspecto del desarro-


llo lleva implícito el reconocimiento de que el esfuerzo nacional no es por sí
solo suficiente para acometer un empeño que en la mayoría de los casos
excede sus actuales posibilidades. Es únicamente a través de la acción mul-
tinacional que muchos Estados miembros, en proceso de desarrollo, pueden
procurarse los servicios técnicos y los recursos financieros indispensables.

V I . L A P U E S TA E N VA L O R D E L PAT R I M O N I O C U LT U R A L
1. El término "puesta en valor", que tiende a hacerse cada día más frecuen-
te entre los expertos, adquiere en el momento americano una especial apli-
cación. Si algo caracteriza este momento es precisamente la urgente
necesidad de utilizar al máximo el caudal de sus recursos y es evidente que
entre los mismos figura el patrimonio monumental de las naciones.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 78 —

2. Poner en valor un bien histórico o artístico equivale a habitarlo de las con-


diciones objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus
características y permitan su óptimo aprovechamiento. La puesta en valor
debe entenderse que se realiza en función de un fin trascendente que en el caso
de Iberoamérica sería contribuir al desarrollo económico de la región.

3. En otras palabras, se trata de incorporar a un potencial económico, un


valor actual; de poner en productividad una riqueza inexplotada mediante
un proceso de revalorización que lejos de mermar su significación puramen-
te histórica o artística, la acrecienta, pasándola del dominio exclusivo de
minorías eruditas al conocimiento y disfrute de mayorías populares.

4. En síntesis, la puesta en valor del patrimonio monumental y artístico


implica una acción sistemática, eminentemente técnica, dirigida a utilizar
todos y cada uno de esos bienes conforme a su naturaleza, destacando y
exaltando sus características y méritos hasta colocarlos en condiciones de
cumplir a plenitud la nueva función a que están destinados.

5. Precisa destacar que, en alguna medida, el área de emplazamiento de una


construcción de principal interés resulta comprometida por razón de vecin-
dad inmediata al monumento, lo que equivale a decir que, de cierta manera,
pasará a formar parte del mismo una vez que haya sido puesto en valor. Las
normas proteccionistas y los planes de revalorización tienen que extenderse,
pues, a todo el ámbito propio del monumento.

6. Por otra parte, la puesta en valor de un monumento ejerce una beneficio-


sa acción refleja sobre el perímetro urbano en que éste se halla emplazado y
aún desborda esa área inmediata, extendiendo sus efectos a zonas más dis-
tantes. Ese incremento del valor real de un bien por acción refleja, constitu-
ye una forma de plusvalía que ha de tomarse en cuenta.

7. Es evidente que en la medida que un monumento atrae la atención del


visitante, aumentará la demanda de comerciantes interesados en instalar
establecimientos apropiados a su sombra protectora. Esa es otra consecuen-
cia previsible de la puesta en valor e implica la previa adopción de medidas
reguladoras que, al propio tiempo que faciliten y estimulen la iniciativa pri-
vada, impidan la desnaturalización del lugar y la pérdida de las primordia-
les finalidades que se persiguen.

8. De lo expuesto se desprende que la diversidad de monumentos y edificacio-


nes de marcado interés histórico y artístico ubicados dentro del núcleo de
valor ambiental, se relacionan entre sí y ejercen un efecto multiplicador sobre
el resto del área que resultaría revalorizada en conjunto como consecuencia de
— 79 — A N E X O D O C U M E N TA L

un plan de puesta en valor y de saneamiento de sus principales construcciones.

VII L O S M O N U M E N TO S E N FU N C I Ó N D E L T U R I S M O
1. Los valores propiamente culturales no se desnaturalizan ni comprometen
al vincularse con los intereses turísticos y, lejos de ello, la mayor atracción
que conquistan los monumentos y la afluencia creciente de admiradores
foráneos, contribuye a afirmar la conciencia de su importancia y significa-
ción nacionales. Un monumento restaurado adecuadamente, un conjunto
urbano puesto en valor, constituyen no sólo una lección viva de historia
sino un legítimo motivo de dignidad nacional. En el más vasto marco de las
relaciones internacionales, esos testimonios del pasado estimulan los senti-
mientos de comprensión, armonía y comunidad espiritual aún entre los
pueblos que se mantienen rivales en política. Cuanto contribuya a exaltar
los valores del espíritu por ajena que la intención promovente resultase ser
a la cultura, ha de derivar en beneficio de ésta. Europa debe al turismo,
directa o indirectamente, la salvaguarda de una gran parte de su patrimonio
cultural condenado a su completa e irremediable destrucción y la sensibili-
dad contemporánea, más visual que literaria, tiene oportunidad de enrique-
cerse con la contemplación de nuevos ejemplos de la civilización occidental
rescatados técnicamente gracias al poderoso estímulo turístico.

2. Si los bienes del patrimonio cultural juegan tan importante papel en la


promoción del turismo es lógico que las inversiones que se requieren para
su debida restauración y habilitación dentro de su marco técnico especiali-
zado, deben hacerse simultáneamente a las que reclaman el equilibrio turís-
tico y, más propiamente, integrar ambas en un solo plan económico de
desarrollo regional.

3. La Conferencia de Viajes y Turismo Internacional (Roma, 1963), no sola-


mente recomendó que se diera una alta prioridad a las inversiones en turis-
mo dentro de los planes nacionales, sino que hizo resaltar que "desde el
punto de vista turístico, el patrimonio cultural, histórico y natural de las
naciones, constituye un valor sustancialmente importante" y que, en conse-
cuencia, urgía "la adopción de adecuadas medidas dirigidas a asegurar la
conservación y protección de ese patrimonio" (Informe Final Doc. 4). A su
vez la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas
(1964), recomendó a las agencias y organismos de financiación, tanto guber-
namentales como privadas "ofrecer asistencia, en la forma más apropiada,
para obras de conservación, restauración y utilización ventajosa de sitios
arqueológicos, históricos y de belleza natural" (Resolución 1 109-KL).

4. En relación con ese tema, que ha venido siendo objeto de especial aten-
ción por parte de la Secretaría General de la UNESCO, se ha llevado a cabo
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 80 —

un exhaustivo estudio con la colaboración de un organismo no guberna-


mental de gran prestigio, la Unión Internacional de Organizaciones
Oficiales de Turismo. Dicho estudio confirma los criterios expuestos y des-
pués de analizar las razones culturales, educativas y sociales que justifican el
uso de la riqueza monumental en función de turismo, insiste en los benefi-
cios económicos que se derivan de esa política para las áreas territoriales
correspondientes. Dos extremos de particular interés merecen ser destaca-
dos: a) la afluencia turística que determina la apropiada revaluación de un
monumento, asegura la rápida recuperación del capital invertido a esos
fines; b) la actividad turística que se origina como consecuencia de la ade-
cuada presentación de un monumento y que de abandonarse determinaría
su extinción, conlleva una profunda transformación económica de la región
en la que el mismo se halla enclavado.

5. Dentro del Sistema Interamericano, además de las numerosas recomen-


daciones y acuerdos que abundan en la importancia que debe concederse, a
nivel tanto nacional como regional, al problema que implica el abandono
en que se halla buena parte del patrimonio cultural de los países del
Continente, recientes reuniones especializadas han abordado el tema especi-
fico de la función que los monumentos de interés artístico e histórico tienen
en el desar rollo de la industria turística. La Comisión Técnica de Fomento
del Turismo en su Cuarta Reunión (julio-agosto 1967) resolvió hacerse soli-
daria de las conclusiones adoptadas por la correspondiente Comisión de
Equipamiento Turístico entre las que figuran las siguientes:

"Que los monumentos y otros bienes de naturaleza arqueológica, histórica y


artística pueden y deben ser debidamente preservados y utilizados en función
del desarrollo como incentivos principalísimos de la afluencia turística".

"Que en los países de gran riqueza patrimonial de bienes de interés arqueo-


lógico, histórico y artístico, dicho patrimonio constituye un factor decisivo
en su equipamiento turístico y, en consecuencia, debe ser tomado en cuenta
en la formalización de los planes correspondientes".

"Que los intereses propiamente culturales y los de índole turística se conju-


gan en cuanto concierne a la debida preservación y utilización del patrimo-
nio monumental y artístico de los pueblos de América, por lo que se hace
aconsejable que los organismos y unidades técnicas de una y otra área de la
actividad interamericana elaboren en ese sentido en forma coordinada".

6. Desde el punto de vista exclusivamente turístico, los monumentos son


parte del "equipo" de que se dispone para operar esa industria en una
región dada, pero la medida en que dicho monumento puede servir al uso a
— 81 — A N E X O D O C U M E N TA L

que se la destina, dependerá no ya sólo de su valor intrínseco, es decir de su


significación o interés arqueológico, histórico o artístico sino de las circuns-
tancias adjetivas que concurran en el mismo y faciliten su adecuada utiliza-
ción. De ahí que las obras de restauración no sean siempre suficientes por sí
solas para que un monumento pueda ser explotado entrando a formar par-
te del equipo turístico de una región. Puede hacerse igualmente necesaria la
realización de otras obras de infraestructura, tales como un camino que
facilite el acceso al monumento o un albergue que aloje a los visitantes al
término de una jornada de viaje. Todo ello manteniendo el carácter ambien-
tal de la región.

7. Las ventajas económicas y sociales del turismo monumental, figuran en las


más modernas estadísticas, especialmente en la de aquellos países europeos
que deben su presente prosperidad al turismo internacional y que cuentan
entre sus principales fuentes de riqueza con la reserva de bienes culturales.

V I I I . E L I N T E R É S S O C I A L Y L A AC C I Ó N C Í V I CA
1. Es presumible que los primeros esfuerzos dirigidos a revalorizar el patri-
monio monumental encuentren una amplia zona de resistencia dentro de la
órbita de los intereses privados. Años de incuria oficial y un impulsivo afán
de renovación que caracteriza a las naciones en proceso de desarrollo con-
tribuyen a hacer cundir el menosprecio por todas las manifestaciones del
pasado que no se ajustan al molde ideal de un moderno estilo de vida.
Carentes de la suficiente formación cívica para juzgar el interés social como
una expresión decantada del propio interés individual; incapaces de apre-
ciar lo que más conviene a la comunidad desde el lejano punto de observa-
ción del bien público, los habitantes de una población contagiada de la
"fiebre del progreso" no pueden medir las consecuencias de los actos de
vandalismo urbanístico que realizan alegremente con la indiferencia o com-
plicidad de las autoridades locales.

2. Del seno de cada comunidad puede y debe surgir la voz de alarma y la


acción vigilante y previsora. El fomento de agrupaciones cívicas pro-defen-
sa del patrimonio, cualquiera que fuese su denominación y composición, ha
dado excelentes resultados, especialmente en localidades que no disponen
aún de regulación urbanística y donde la acción protectora a nivel nacional
resulta débil o no siempre eficaz.

3. Nada puede contribuir mejor a la toma de conciencia que se procura, que


la contemplación del ejemplo propio. Una vez que se aprecian los resultados
de ciertas obras de restauración y de reanimación de edificios, plazas y luga-
res, suele operarse una favorable reacción ciudadana que paraliza la acción
destructiva y permite la consecución de más ambiciosos objetivos.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 82 —

4. En cualquier caso, la colaboración espontánea y múltiple de los particu-


lares en los planes de puesta en valor del patrimonio histórico y artístico es
absolutamente imprescindible, muy en especial, en las pequeñas comunida-
des. De ahí que en la preparación de dichos planes debe tenerse en cuenta la
convivencia de un programa anexo de educación cívica, desenvuelto siste-
mática y simultáneamente a la ejecución del proyecto.

LX . L O S I N S T RU M E N TO S D E L A P U E S TA E N VA L O R
1. La adecuada utilización de los monumentos de principal interés histórico
y artístico implica, en primer término, la coordinación de iniciativas y
esfuerzos de carácter cultural y económico-turísticos. En la medida que esos
intereses coincidentes se aúnen e identifiquen los resultados perseguidos
serán más satisfactorios.

2. Esa necesaria coordinación no puede tener lugar si no existen en el país en


cuestión, las condiciones legales y los instrumentos técnicos que la hagan posible.

3. Dentro del marco cultural, son requisitos previos a cualquier propósito


oficial dirigido a revalorizar su patrimonio monumental, los siguientes:
legislación eficaz, organización técnica y planificación nacional.

R E C O M E N DAC I O N E S (A N I V E L NAC I O NA L )
1. Los proyectos de puesta en valor del patrimonio monumental forman
parte de los planes de desarrollo nacional y, en consecuencia, deben inte-
grarse a los mismos. Las inversiones que se requieren para la ejecución de
dichos proyectos deben hacerse simultáneamente a las que reclaman el equi-
pamiento turístico de la zona o región objeto de revaluación.

2. Corresponde al Gobierno dotar al país de las condiciones que pueden hacer


posible la formulación y ejecución de proyectos específicos de puesta en valor.

3. Son requisitos indispensables a los anteriores efectos, los siguientes:


a) Reconocimiento de una alta prioridad a los proyectos de puesta en valor
de la riqueza monumental dentro del Plan Nacional para el Desarrollo;
b) Legislación adecuada o, en su defecto, otras disposiciones gubernativas
que faciliten el proyecto de puesta en valor haciendo prevalecer en todo
momento el interés público;
c) Dirección coordinada del proyecto a través de un Instituto idóneo capaz
de centralizar la ejecución del mismo en todas sus etapas;
d) Designación de un equipo técnico que puede contar con la asistencia
exterior durante la formulación de los proyectos específicos o durante su
ejecución.
— 83 — A N E X O D O C U M E N TA L

4. La puesta en valor de la riqueza monumental sólo puede llevarse a efecto


dentro de un marco de acción planificada; es decir, conforme a un plan
regulador de alcance nacional o regional. En consecuencia es imprescindible
la integración de los proyectos que se promuevan con los planes reguladores
existentes en la ciudad o región de que se trate. De no existir dichos planes
se procederá a establecerlos en forma consecuente.

5. La necesaria coordinación de los intereses propiamente culturales relati-


vos a los monumentos o conjuntos ambientes de que se trate y los de índole
turístico, deberá producirse en el seno de la dirección coordinadora del pro-
yecto a que se refiere el literal c) del inciso (3) como paso previo a toda ges-
tión de asistencia técnica o de ayuda financiera exterior.

6. La cooperación de los intereses privados y el respaldo de la opinión


pública es imprescindible para la realización de todo proyecto de puesta en
valor. En ese sentido debe tenerse presente durante la formulación del mis-
mo, el desarrollo de una campaña cívica que favorezca la formación de una
conciencia pública propicia.

R E C O M E N DAC I O N E S ( A N I V E L I N T E R A M E R I CA N O )
1. Reiterar la conveniencia de que los países de América se adhieran a la
"Carta de Venecia" como norma mundial en materia de preservación de
sitios y monumentos históricos y artísticos, sin perjuicio de adoptar cuantos
otros compromisos y acuerdos se hagan recomendables dentro del Sistema
Interamericano.

2. Extender el concepto generalizado de monumento a las manifestaciones


propias de la cultura de los siglos XIX y XX.

3. Vincular a la necesaria revalorización del patrimonio monumental y artís-


tico de las naciones de América a otros países extracontinentales y, de mane-
ra muy especial, a España y Portugal, dada la participación histórica de
ambos en la formación de dicho patrimonio y dada la comunidad de valores
culturales que los mantienen unidos a los pueblos de este Continente.

4. Recomendar a la Organización de Estados Americanos, extender la coo-


peración que ha convenido prestar a la revalorización de los monumentos
de interés arqueológico histórico y artístico, a otros bienes del patrimonio
cultural que constituyen los fondos propios de museos y archivos, así como
también, al acervo sociológico del folklore nacional.

5. La restauración termina donde comienza la hipótesis, por lo que se hace


absolutamente necesario en todo empeño de esa índole un trabajo previo de
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 84 —

investigación histórica. Dado que España conserva en sus archivos abun-


dante material de planos sobre las ciudades de América; fortalezas y gran
número de edificios, junto con otra copiosísima documentación oficial, y
dado que la catalogación de esos imprescindibles documentos se halla dete-
nida en fecha anterior a la de la mayoría de las construcciones coloniales, lo
que dificulta en extremo su utilización, se hace altamente recomendable que
la Organización de Estados Americanos coopere con España en la labor de
actualizar y facilitar las investigaciones en los archivos y, especialmente en
el de Indias, Sevilla.

6. Recomendar que se redacte un nuevo instrumento hemisférico que susti-


tuya al "Tratado Interamericano sobre la Protección de Muebles de Valor
Histórico" (1935), capaz de proteger en forma más amplia y efectiva a esa
parte importantísima del patrimonio cultural del Continente de los múlti-
ples riesgos que la amenazan.

7. Mientras lo anterior no se lleve a cabo se recomienda que el Consejo


Cultural Interamericano resuelva, en su próxima reunión, recabar de todos
los Estados miembros la adopción de medidas de emergencia capaces de eli-
minar los riesgos del comercio ilícito de piezas del patrimonio cultural y que
active la devolución de las mismas al país de origen, una vez comprobada su
exportación clandestina o la adquisición ilegal.

8. Teniendo presente que la escasez de recursos humanos constituye un gra-


ve inconveniente para la realización de planes de puesta en valor se hace
altamente recomendable proveer lo necesario para la creación de un centro
o instituto especializado en materia de restauración, de carácter interameri-
cano. Asimismo se hace recomendable satisfacer las necesidades en materia
de restauración de bienes muebles mediante el fortalecimiento de los exis-
tentes y la creación de otros nuevos.

9. Sin perjuicio de lo anterior y a fin de satisfacer de inmediato tan imperio-


sas necesidades se recomienda a la Secretaria General de la OEA utilizar las
facilidades que brindan sus actuales programas de Becas y Capacitación
Extracontinental y, asimismo celebrar con el instituto de Cultura Hispánica,
al amparo del acuerdo de cooperación técnica OEA-España y con el Centro
Regional Latinoamericano de Estudios para la Conservación y Restaura-
ción de Bienes Culturales de México, sendos acuerdos de colaboración.

10. Toda vez que se hace necesario intercambiar experiencias sobre los pro-
blemas propios de América y conviene mantener una adecuada unidad de
criterios en la materia se recomienda reconocer a la Agrupación de
Arquitectos Especializados en Restauración de Monumentos, con sede pro-
— 85 — A N E X O D O C U M E N TA L

visional en el Instituto de Cultura Hispánica, Madrid, y propiciar su insta-


lación definitiva en uno de los Estados Miembros.

M E D I DA S L E G A L E S
1. Precisa actualizar la legislación proteccionista vigente en los Estados
Americanos, a fin de hacer su aplicación eficaz para los fines que se persiguen.

2. Precisa revisar las regulaciones locales que rigen en materia de publici-


dad, con objeto de controlar toda forma publicitaria que tienda a alterar las
características ambientales de las zonas urbanas de interés histórico.

3. A los efectos de la legislación proteccionista, el espacio urbano que ocu-


pan los núcleos o conjuntos monumentales y de interés ambiental debe deli-
mitarse como sigue:

a) zona de protección rigurosa, que corresponderá a la de mayor densidad


monumental o de ambiente;
b) zona de protección o respeto, con una mayor tolerancia;
c) zona de protección del paisaje urbano, a fin de procurar una integración
de la misma con la naturaleza circundante.

4. Al actualizar la legislación vigente, los países deberán tener en cuenta la


plusvalía que adquieren los bienes inmuebles incluidos dentro de la zona
puesta en valor, así como en alguna medida, las aledañas.

5. Asimismo debe tenerse en cuenta la posibilidad de estimular la iniciativa


privada mediante la implantación de un régimen de exención fiscal en los
edificios que se restauren con capital particular y dentro de las regulaciones
que establezcan los organismos competentes. Desgravaciones de tipo fiscal
pueden establecerse, también, como compensación a las limitaciones
impuestas a la propiedad particular por motivos de utilidad pública.

M E D I DA S T É C N I CA S
1. La puesta en valor de un monumento o conjunto urbano de interés
ambiental es el resultado de un proceso eminentemente técnico y, en conse-
cuencia, su tratamiento oficial debe estar confiado directamente a una
dependencia de carácter especializado que centralice todas las actividades.

2. Cada proyecto de puesta en valor constituye un problema específico y


requiere una solución también específica.

3. La colaboración técnica de los expertos en las distintas disciplinas que


han de intervenir en la ejecución de un proyecto, es absolutamente esencial.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 86 —

De la acertada coordinación de los especialistas habrá de depender en bue-


na medida el resultado final.

4. La prioridad de los proyectos queda subordinada a la estimación de los


beneficios económicos que de su ejecución se derivarían para una región
dada. Pero en todo lo posible debe tenerse en cuenta la importancia intrín-
seca de los bienes objeto de restauración o revalorización y la situación de
emergencia en que los mismos se hallan.

5. En general todo proyecto de puesta en valor envuelve problemas de


carácter económico, histórico, técnico y administrativo. Los problemas téc-
nicos de conservación, restauración y reconstrucción, varían según la índo-
le del bien. Los monumentos arqueológicos, por ejemplo exigen la
colaboración de especialistas en la materia.

6. La naturaleza y alcance de los trabajos que procede realizar en un monu-


mento exigen decisiones previas, producto del exhaustivo examen de las
condiciones y circunstancias que concurren en el mismo. Decidida la clase
de intervención a la que habrá de ser sometido el monumento, los trabajos
subsiguientes deberán continuarse con absoluto respeto a lo que evidencia
su sustancia o a lo que arrojan, indudablemente, los documentos auténticos
en que se basa la restauración.

7. En los trabajos de revalorización de zonas ambientales, precisa la previa


definición de sus límites y valores.

8. La puesta en valor de una zona histórica ambiental, ya definida y evalua-


da, implica:
a) estudio y determinación de su uso eventual y de las actividades que en la
misma habrán de desarrollarse.
b) estudio de la magnitud de las inversiones y de las etapas necesarias hasta
ultimar los trabajos de restauración y conservación, incluyendo las obras de
infraestructura y adaptaciones que exija el equipamiento turístico, para su
puesta en valor.
c) estudio analítico del régimen especial al que la zona quedará sometida, a fin de que
las construcciones existentes y las nuevas, puedan ser controladas efectivamente.
d) la reglamentación de las zonas adyacentes al núcleo histórico, debe esta-
blecer, además del uso de la tierra y densidades, la relación volumétrica
como factor determinante del paisaje urbano y natural.
e) estudio de la magnitud de las inversiones necesarias para el debido sane-
amiento de la zona.
f) estudio de las medidas previsoras necesarias para el debido mantenimien-
to constante de la zona que se trata de poner en valor.
— 87 — A N E X O D O C U M E N TA L

9. La limitación de los recursos disponibles y el necesario adiestramiento de


los equipos técnicos requeridos por los planes de puesta en valor hacen
aconsejable la previa formulación de un proyecto piloto en el lugar en el
que mejor se conjuguen los intereses económicos y las facilidades técnicas.

10. La puesta en valor de un núcleo urbano de interés histórico ambiental


de extensión que exceda las posibilidades económicas inmediatas, puede y
debe proyectarse en dos o más etapas, las que se ejecutarían progresivamente
de acuerdo con las conveniencias del equipamiento turístico, bien entendido
que el proyecto debe concebirse en su totalidad, sin que se interrumpan o
aplacen los trabajos de catalogación, investigación e inventario.

L I S TA D E T É C N I C O S PA RT I C I PA N T E S
Guillermo de Zéndegui, Secretario Técnico de la Reunión; Renato Soeiro;
Carlos M. Larrea; José M. Vargas; Agustín Moreno, Osvaldo de la Torre;
Earle W. Newton; José M Glez-Valcárcel; Carlos Flores Marini; Manuel E.
del Monte; Manuel del Castillo Negrete; Benjamín Carrión; Hernán
Crespo; Filoteo Samaniego; Carlos Zevallos; Miguel A. Vasco; Christopher
Tunnard; Jorge Luján M.; Fernando Silva-Santisteban; Graziano Gasparini.
Declaración de Amsterdam (1975)
Declaración emanada del Congreso del Patrimonio Europeo.
Consejo de Europa, por invitación del Ministro de Asuntos Culturales,
Recreación, y Bienestar de Holanda y la Municipalidad de Amsterdam, y
organizado por el Secretario General del Consejo de Europa en
Estrasburgo, Francia, y la "Stichting Congres M.75 Amsterdam",
Amsterdam, del 21 al 25 de octubre de 1975.

El Congreso de Amsterdam, acontecimiento culminante de 1975, Año del


Patrimonio Arquitectónico Europeo y compuesto por delegados de todas
partes de Europa, acoge con entusiasmo la "Carta Europea del Patrimonio
Arquitectónico" promulgada por el Comité de Ministros del Consejo de
Europa que reconoce que la singular arquitectura de Europa es patrimonio
común de todos sus pueblos y declara la intención de los estados miembros
de cooperar entre sí y con los otros estados europeos para su protección.

De igual manera el Congreso afirma que el patrimonio arquitectónico de


Europa es parte integrante del patrimonio cultural del mundo entero y
observa con satisfacción el compromiso mutuo de promover la cooperación
y los intercambios culturales que se mencionan en el Acta Final de la
Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, adoptada en
Helsinki en julio de este año.

Con ello, el Congreso enfatiza las siguientes consideraciones básicas:

a. Más allá de su inestimable valor cultural el patrimonio arquitectónico de


Europa ayuda a todos los europeos a tomar conciencia de una historia y un des-
tino comunes. Su preservación es, por lo tanto, un asunto de vital importancia.

b. Este patrimonio comprende no sólo edificios aislados de valor excepcio-


nal con su entorno inmediato, sino también conjuntos, barrios de ciudades
y pueblos que tienen interés histórico o cultural.

c. Dado que estos tesoros son el bien común de todos los pueblos europeos,
estos tienen el deber común de protegerlos de los crecientes peligros que los
amenazan: abandono y ruina, demoliciones premeditadas, nuevas construc-
ciones no armoniosas y tránsito excesivo.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 90 —

d. La conservación del patrimonio arquitectónico debe ser considerada no


como un problema marginal, sino como el objetivo principal de la planifi-
cación urbana y territorial.

e. Las autoridades municipales, que tienen a su cargo la mayor parte de las


decisiones importantes en materia de planificación, tienen una responsabili-
dad especial en la protección del patrimonio arquitectónico y deben coope-
rar entre sí intercambiando ideas e información.

f. La rehabilitación de las áreas antiguas debe ser concebida y realizada,


cuando sea posible, sin producir modificaciones sustanciales en la composi-
ción social de la población, de manera tal que todos los estratos de la socie-
dad puedan beneficiarse de una operación financiada con fondos públicos.

g. Las medidas legislativas y administrativas requeridas deberán ser poten-


cializadas y más efectivas en todos los países.

h. Para hacer frente a los costos de la restauración, de la rehabilitación y el


mantenimiento de los edificios y de áreas de interés arquitectónico o históri-
co, se debe poner a disposición de los gobiernos municipales y de los pro-
pietarios privados una asistencia financiera adecuada; además, para los
privados deberá preverse un sistema de incentivos fiscales.

i. El patrimonio arquitectónico sobrevivirá sólo si es apreciado por el públi-


co y particularmente por las nuevas generaciones. Por lo tanto, los progra-
mas educativos, en todos los niveles, deberán privilegiar el tema.

j. Se debe alentar a las organizaciones privadas internacionales, nacionales y


locales que contribuyen a despertar el interés del público.

k. Dado que la arquitectura de hoy será el patrimonio de mañana, deben


hacerse todos los esfuerzos para que la arquitectura contemporánea sea de
alta calidad.

En vista que el Comité de Ministros reconoció en la Carta Europea del


Patrimonio Arquitectónico que es deber del Consejo de Europa asegurar
que los estados miembros elaboren planes coherentes entre sí, en un espíri-
tu de solidaridad, es esencial que se produzcan informes periódicos sobre el
progreso de los trabajos de conservación de la arquitectura en los países
europeos, permitiendo un intercambio de experiencias.
El Congreso apela a los gobiernos, a los parlamentos, a las instituciones
espirituales y culturales, a las asociaciones profesionales, al comercio, a la
industria, a las asociaciones privadas y a todos los ciudadanos para que
— 91 — A N E X O D O C U M E N TA L

garanticen su apoyo pleno a los objetivos de esta Declaración y hagan todo


lo posible para asegurar su implementación.

Sólo por esta vía se preservará el patrimonio arquitectónico europeo, insus-


tituible para el enriquecimiento de la vida de todos sus pueblos. en el pre-
sente y en el futuro.

Al terminar estas deliberaciones, el Congreso aprueba las siguientes conclu-


siones y recomendaciones:

A menos que una nueva política de protección y conservación integrada sea


implementada con urgencia, nuestra sociedad deberá renunciar, dentro de
poco tiempo, al patrimonio arquitectónico y los lugares que conforman su
ambiente tradicional de vida. Hoy es necesario proteger las ciudades histó-
ricas, los barrios antiguos de las ciudades, los pueblos de carácter tradicio-
nal, así como los parques y los jardines históricos. La protección de estos
conjuntos arquitectónicos debe ser concebida con una perspectiva global,
teniendo en cuenta todos los edificios que tienen valor cultural, desde el más
grandioso al más humilde, sin olvidar a los de nuestros días, así como su
entorno. Esta protección global complementará la protección puntual de
monumentos y sitios aislados.

La significación del patrimonio arquitectónico y la legitimidad de su conser-


vación están ahora más claramente reconocidos. Se sabe que la salvaguarda
de la continuidad histórica en el medio es esencial para mantener o crear un
entorno que permita a los individuos encontrar su identidad y sentirse segu-
ros frente a los bruscos cambios sociales. Un moderno planeamiento urba-
no trata de redescubrir los espacios cerrados, la escala humana, la
interacción de las funciones y la diversidad socio-cultural que caracterizan a
los tejidos urbano antiguos. Pero también se ha tomado conciencia de que
la conservación de los edificios existentes contribuyen a economizar recur-
sos y a combatir el despilfarro, una de las grandes preocupaciones de la
sociedad contemporánea. Se ha demostrado que a los edificios antiguos
pueden asignárseles nuevos usos que respondan a las necesidades de la vida
contemporánea. Más aún, la conservación necesita de artistas y artesanos
altamente calificados cuyo talento y experiencia deben ser mantenidos vivos
y transmitidos.

Finalmente, la rehabilitación del hábitat existente contribuye a reducir el


avance sobre territorios agrícolas y a evitar, o reducir sensiblemente, el tras-
lado de la población, lo que constituye una ventaja social muy importante
de los planes de conservación.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 92 —

Por todas estas razones la legimitidad de la conservación del patrimonio arqui-


tectónico aparece hoy con fuerza; sin embargo es necesario dotarla de bases
firmes y duraderas, debe dar lugar a investigaciones de carácter fundamental,
y debe ser incluida en los programas de educación y desarrollo cultural.

La conservación del patrimonio arquitectónico debe ser uno de los objeti-


vos principales de la planificación urbana y territorial.

La planificación urbana y territorial debe incluir las exigencias de la conser-


vación del patrimonio arquitectónico y no tratarla en forma incidental o
como un elemento secundario, como ha sucedido a menudo en el pasado
reciente. Es indispensable un diálogo permanente entre expertos en conser-
vación y expertos en planeamiento.

Los planificadores deben reconocer que no todas las áreas son similares y
que deben ser tratadas de acuerdo a sus características individuales. El reco-
nocimiento de los valores estéticos y culturales del patrimonio arquitectóni-
co debe llevar a establecer objetivos y normas de planificación específicos
para los conjuntos antiguos. No basta simplemente superponer, sin coordi-
narlas, las normas ordinarias de la planificación y las normas especificas de
la protección de los edificios históricos.

Para posibilitar esta integración es necesario un inventario de los edificios,


de los conjuntos arquitectónicos y de los sitios, demarcando las zonas pro-
tegidas alrededor de ellos. Estos inventarios deben ser de amplia difusión
sobre todo a nivel de las autoridades regionales y locales, y los responsables
del planeamiento urbano y territorial, de modo de llamar su atención sobre
los edificios y las áreas dignos de ser protegidos. Este inventario constituirá
una base realista para la conservación, además de un elemento fundamental
para la gestión del espacio.
La política de planificación regional debe tener en cuenta las exigencias de
la conservación del patrimonio arquitectónico y contribuir a ella. Puede
inducir al establecimiento de actividades nuevas en zonas de declinación
económica, a fin de contrarrestar el despoblamiento y así evitar la degrada-
ción de los edificios antiguos. Por otra parte, las decisiones acerca del desarro-
llo de la periferia urbana deben ser orientadas a atenuar las presiones que
sufren los barrios antiguos; así, las políticas referentes al transporte, el empleo
y una mejor distribución de los polos de la actividad urbana pueden tener un
importante impacto sobre la conservación del patrimonio arquitectónico.

La plena ejecución de una política permanente de conservación requiere


una gran descentralización y una precisa consideración de las culturas loca-
les. Esto significa que debe haber responsables de la conservación en todos
— 93 — A N E X O D O C U M E N TA L

los niveles (central, regional, local) en los que se toman decisiones en mate-
ria de planeamiento. La conservación del patrimonio arquitectónico no
debe ser, sin embargo, un asunto exclusivo de los expertos; el apoyo de la
opinión pública es esencial. La población, sobre la base de una información
objetiva y completa, debe participar activamente, tras la redacción del
inventario, en la toma de decisiones.

Finalmente, la conservación del patrimonio forma parte de una nueva


visión general que, según los nuevos criterios de valoración, debe permitir
cambiar las elecciones y objetivos a corto plazo con visión limitada de la
tecnología y una concepción anticuada por otros a largo plazo.

La conservación integrada involucra la responsabilidad de las autoridades


locales y apela a la participación de los ciudadanos.

Las autoridades locales deben tener competencias específicas y generales en


materia de protección del patrimonio arquitectónico. Aplicando los princi-
pios de la conservación integrada, deben tener en cuenta la continuidad de
las realidades sociales y físicas existentes en las comunidades rurales y urba-
nas. El futuro no puede ni debe ser construido a expensas del pasado.

Para implementar esta política que respeta con inteligencia, sensibilidad y eco-
nomía el ambiente construido por el hombre, las autoridades locales deben:

– basarse en el análisis del tejido de áreas urbanas y rurales, especialmente


de su estructura y funciones completas, así como de las características
arquitectónicas volumétricas de los espacios construidos y abiertos;
– asignar a los edificios funciones que, respondiendo a las necesidades de la
vida contemporánea, respeten su carácter y garanticen su supervivencia;
– ser conscientes de que los estudios sobre la evolución de los servicios
públicos (educación, salud) demuestran que el gigantismo disminuye la cali-
dad y efectividad;
– destinar una parte adecuada de sus presupuestos a esta política. En este
contexto deben solicitar a los gobiernos la creación de fondos específicos.
Las subvenciones y los préstamos de organismos municipales a personas o
asociaciones privadas deben estimular el compromiso moral y financiero;
– designar personas idóneas para entender en todos los asuntos que con-
ciernen al patrimonio arquitectónico;
– crear organismos especiales que servirán de nexo entre potenciales usua-
rios de los edificios y sus propietarios;
– facilitar la formación y el eficaz funcionamiento de asociaciones volunta-
rias para la restauración y la rehabilitación.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 94 —

Las autoridades locales deben perfeccionar sus sistemas de consulta para


conocer las opiniones de grupos interesados en los planes de conservación y
tenerlas en cuenta desde la elaboración del proyecto.

Como parte de la política de la información pública, deben tomar sus deci-


siones y hacerlas públicas con un lenguaje claro y accesible a todos, de modo
tal que la población pueda conocer, discutir y evaluar todas las motivaciones.
Para esto, deberán preverse lugares para los encuentros y debates públicos.

Como parte de esta política se podrá recurrir a reuniones públicas, exposi-


ciones, encuestas de opinión, los medios de comunicación social, y tantos
otros medios apropiados.

La educación de los jóvenes para la protección del medio ambiente e invo-


lucrarlos en tareas de salvaguarda, es uno de los principales roles de la
administración comunal.

Las propuestas complementarias o alternativas presentadas por grupos o


individuos, deberán ser consideradas una importante contribución al plane-
amiento.

Los gobiernos locales se beneficiarán considerablemente con el intercambio


de experiencias, por lo que deberían favorecerlo a través de todos los
medios posibles.

El éxito de una política de conservación integrada depende del conocimien-


to de los factores sociales.

Una política de conservación implica también la integración del patrimonio


arquitectónico en la vida social.

El esfuerzo a realizar para la conservación debe ser medido no sólo según el


valor cultural de los edificios, sino también según el valor de uso. Los pro-
blemas sociales de la conservación integrada no pueden ser resueltos si no se
hace una referencia simultánea a estas dos escalas de valores. La rehabilita-
ción de un complejo que forma parte del patrimonio arquitectónico no es
necesariamente una operación más costosa que una construcción nueva
sobre una infraestructura existente o, aún, que la construcción de un con-
junto en un sitio no urbanizado. Cuando se comparan estos tres procedi-
mientos, cuyas consecuencias sociales son diferentes, es importante no
omitir el costo social. Estos afectan no sólo a los propietarios y locatarios,
sino también a los artesanos, a los comerciantes y a los inversores que resi-
den en la zona y que dan vida al barrio y lo mantienen.
— 95 — A N E X O D O C U M E N TA L

Para evitar que las leyes del mercado se impongan con todo su rigor en los
barrios restaurados -lo que traería aparejado el alejamiento de los habitan-
tes que no pueden pagar rentas elevadas- es necesario que los organismos
públicos intervengan para moderar estos mecanismos económicos, como lo
hacen en el caso de las viviendas de interés social. Estas intervenciones
financieras pueden hacerse confiando al propietario los trabajos de restau-
ración, a condición de fijar un máximo en el valor del alquiler y mediante
una asignación por vivienda a los locatarios, para cubrir la diferencia entr e
el alquiler anterior y el nuevo.

A fin de permitir la participación de la población en la elaboración de los


programas, es necesario proporcionarle los datos necesarios para que pueda
comprender la situación, por un lado, explicando el valor histórico y arqui-
tectónico de los edificios a conservar, y por otra parte, dando todos los deta-
lles sobre la redistribución temporaria y permanente de las viviendas.

Esta participación es tan importante porque no se trata ya, simplemente, de


restaurar un edificio privilegiado, sino de la rehabilitación de áreas enteras.

Esta manera práctica de sensibilización acerca de la cultura será un conside-


rable beneficio social.

La conservación integrada exige una adaptación de las normas legislativas y


administrativas.

El concepto de patrimonio arquitectónico fue gradualmente extendiéndose


del monumento histórico aislado a los conjuntos arquitectónicos urbanos y
rurales, y a la más reciente arquitectura. Por ello la condición preliminar
indispensable para un accionar eficaz es una reforma profunda de la legisla-
ción, acompañada de un incremento en los recursos administrativos.

Esta reforma debe estar guiada por la necesidad de coordinar la legislación


del planeamiento regional con la legislación acerca de la protección del
patrimonio arquitectónico. Esta última debe dar una nueva definición del
patrimonio arquitectónico y de los objetivos de la conservación integrada.

Además deberá prever, claramente, procedimientos especiales con particu-


lar atención a:
– la designación y delimitación de los conjuntos arquitectónicos;
– la delimitación de las zonas periféricas de protección y las declaraciones
de utilidad pública a prever;
– la elaboración de los programas de conservación integrada y la inclusión
de las disposiciones de estos programas en el plano general;
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 96 —

– la aprobación de los proyectos y la autorización para llevar a cabo los tra-


bajos.

Por otra parte la legislación deberá contener las disposiciones necesarias para:
– asegurar una distribución equilibrada de los recursos presupuestarios dis-
ponibles para el planeamiento urbano entre rehabilitación y reconstrucción;
– garantizar a los ciudadanos que decidan rehabilitar un edificio antiguo las
mismas ventajas financieras y medios que las que gozan para una construc-
ción nueva;
– revisar, en función de la nueva política de la conservación integrada, el sis-
tema de asistencia financiera del estado y de los otros poderes públicos;

En la medida de lo posible, será necesario flexibilizar la aplicación de los


reglamentos y de las disposiciones sobre las construcciones, de manera tal
de satisfacer las exigencias de la conservación integrada.

Con la intención de incrementar la capacidad operativa de las autoridades


públicas, es necesario rever la reestructuración de la administración de
modo tal que los departamentos responsables del patrimonio arquitectóni-
co estén organizados en los niveles apropiados, y dotados tanto de personal
calificado y suficiente como de medios científicos, técnicos y financieros
indispensables.

Estos departamentos deberán cooperar con las autoridades locales en la


planificación territorial y deberán mantener un estrecho conflicto con entes
públicos y privados.

La conservación integrada necesita de medios financieros apropiados.

Es difícil definir una política financiera aplicable a todos los países y evaluar
las consecuencias de las distintas medidas que intervienen en el proceso de
la planificación, en razón de sus repercusiones recíprocas.

Este proceso, además, está en sí mismo sujeto a factores externos resultan-


tes de la actual estructura de la sociedad.

Por lo tanto, es deber de cada país implementar los propios métodos e ins-
trumentos de financiación.

Sin embargo, se puede establecer con certeza que no existe ningún país en
Europa en el que los medios financieros destinados a la conservación sean
suficientes.
— 97 — A N E X O D O C U M E N TA L

Se puede apreciar que ningún país europeo ha implementado aún los meca-
nismos administrativos ideales para responder a las exigencias económicas
de una política de conservación integrada. Con el fin de resolver los proble-
mas económicos de la conservación integrada, es necesario -y decisivo- que
se elabore una legislación que someta las nuevas construcciones a determi-
nadas restricciones en cuanto al volumen (altura, coeficiente de utilización
del suelo) que contribuyan a su armonía con el entorno.

Las regulaciones del planeamiento deberán desalentar el aumento de la den-


sidad y promover la rehabilitación en lugar de la renovación con demoli-
ción previa.

Se deben estudiar los métodos que permitan evaluar los mayores costos
impuestos por las restricciones derivadas de los programas de conservación. En
la medida de lo posible, deberán preverse medios financieros suficientes para
ayudar a los propietarios que tengan derecho a efectuar trabajos de restaura-
ción a afrontar los gastos adicionales que se les presentarán, ni más ni menos.

Si tal sistema de ayuda para el costo adicional se adoptase, debe tenerse cui-
dado de que este beneficio no se vea disminuido por impuestos.

El mismo principio debe aplicarse a la rehabilitación de los conjuntos de


interés histórico-artístico degradados, que permitirá reestablecer el equili-
brio social.

Los beneficios financieros y fiscales disponibles para las nuevas construccio-


nes deberán ser acordados en la misma proporción para el mantenimiento y
la conservación de edificios antiguos, descontándose, por supuesto, cual-
quier compensación que pudieran haber recibido por costo adicional.

Las autoridades deberán iniciar o alentar el establecimiento de fondos de


reintegro para proveer el capital necesario a las comunidades locales o a las
asociaciones sin fines de lucro. Esto es particularmente aplicable a aquellas
zonas donde la financiación de un programa de este tipo, tanto a corto
como a largo plazo, podrá ser asegurada en forma autónoma, debido al
incremento del valor resultante de la fuerte demanda que derivará de las
propiedades que tengan este atractivo.

Es importante, de todos modos, alentar todas las fuentes privadas de finan-


ciación, particularmente las provenientes de la industria. Numerosas inicia-
tivas privadas han demostrado el rol positivo que pueden tener
colaborando con las autoridades, tanto a nivel nacional como local.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 98 —

La conservación integrada requiere la promoción de los métodos, de las téc-


nicas y de las actividades profesionales ligadas a la restauración y la rehabi-
litación.

Los métodos y las técnicas de restauración y rehabilitación de los edificios y


los conjuntos históricos deberán ser mejor explotados y sus posibilidades
deberán ser expandidas.

Las técnicas especializadas, desarrolladas para su aplicación en la restaura-


ción de conjuntos históricos importantes, deberán ser utilizados para una
más vasta gama de construcciones y conjuntos, que presentan un interés
artístico menor.

Es importante asegurar la disponibilidad de los materiales de construcción


tradicionales, así como que las técnicas tradicionales sigan siendo aplicadas.

El mantenimiento constante del patrimonio arquitectónico permitirá, a lar-


go plazo, evitar costosas operaciones de rehabilitación.

Todo el programa de rehabilitación deberá ser estudiado a fondo antes de


su ejecución y es necesario, al mismo tiempo, recoger una documentación
completa acerca de los materiales y las técnicas y hacer un análisis de los
costos. Esta documentación debe ser reunida en centros apropiados.

Los nuevos materiales y técnicas no deberán ser aplicados antes de ser apro-
bados por las instituciones científicas independientes.

Se deberán encarar investigaciones tendientes a la definición de un catálogo


de los métodos y las técnicas utilizadas, y para ello deberán crearse las ins-
tituciones científicas que deberán cooperar entre ellas. Este catálogo deberá
ser facilitado a todos los interesados, de modo tal de estimular la reforma de
la práctica de la restauración y de la rehabilitación.

Es absolutamente necesario disponer de mejores programas de formación


de personal especializado Estos programas deberán ser flexibles, multidisci-
plinarios e incluirán cursos que permitan adquirir una experiencia práctica,
en obra.

El intercambio internacional de conocimientos, de experiencias y de aprendiza-


je es un elemento esencial para la formación de todo el personal involucrado.

Esto ayudará también a disponer de los urbanistas arquitectos, técnicos y


artesanos necesarios para preparar los programas de conservación y asegu-
— 99 — A N E X O D O C U M E N TA L

rar la promoción de los oficios artesanales que son necesarios para la res-
tauración y que están en peligro de desaparecer.

Las oportunidades de capacitación, las condiciones de trabajo, las remune-


raciones, la seguridad de empleo y el status social, deberán ser lo suficiente-
mente atractivos para incitar a los jóvenes a volcarse a disciplinas
relacionadas con la restauración, y a permanecer en este campo de trabajo.

Aún más, las autoridades responsables de la educación en todos las niveles


deberán esforzarse en interesar a los jóvenes en la disciplina de la conservación.
Recomendaciones de Nairobi (1976)
Recomendación relativa a la salvaguardia de los conjuntos
históricos y su función en la vida contemporánea.
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, en su 19ª. Reunión, cele-
brada en Nairobi, del 26 de octubre al 30 de noviembre de 1976.

CONSIDERANDO que los conjuntos históricos forman parte del medio


cotidiano de los humanos en todos los países, que constituyen la presencia
viva del pasado que los ha plasmado y que garantizan al marco de vida, la
variedad necesaria para responder a la diversidad de la sociedad y que, por
ello mismo, adquieren una dimensión y un valor humano suplementarios,

CONSIDERANDO que los conjuntos históricos ofrecen a través de las eda-


des los testimonios más tangibles de la riqueza y de la diversidad de las cre-
aciones culturales, religiosas y sociales de la humanidad, y que su
salvaguardia y su integración en la vida de la sociedad contemporánea es un
factor básico del urbanismo y la ordenación del territorio,

CONSIDERANDO que, frente a los peligros de uniformización y de des-


personalización que se manifiestan con frecuencia en nuestra época, esos
testimonios vivos de épocas pasadas adquieren importancia vital para los
hombres y para las naciones, que encuentran en ellos la expresión de su cul-
tura y, al mismo tiempo, uno de los fundamentos de su identidad,

COMPROBANDO que, en el mundo entero, so pretexto de expansión o de


modernismo se procede a destrucciones ignorantes de lo que destruyen y a
reconstrucciones irreflexivas e inadecuadas que ocasionan un grave perjui-
cio a ese patrimonio histórico

CONSIDERANDO que los conjuntos históricos constituyen un patrimonio


inmueble cuya destrucción provoca a menudo perturbaciones sociales, aun
cuando no acarree pérdidas económicas,

CONSIDERANDO que esta situación entraña una responsabilidad para


cada ciudadano e impone a los poderes públicos obligaciones que sólo ellos
pueden asumir,
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 102 —

CONSIDERANDO que, ante tales peligro de deterioro, e incluso de desa-


parición total, todos los Estados deben actuar para salvar esos valores
irremplazables adoptando urgentemente una política global y activa de pro-
tección y de reanimación de los conjuntos históricos y de su medio, en el
marco de la planificación nacional regional o local,

COMPROBANDO que en muchos países falta una legislación suficiente-


mente eficaz y flexible sobre el patrimonio arquitectónico y sus relaciones
con el acondicionamiento del territorio,

OBSERVANDO que la Conferencia General ha aprobado ya instrumentos


internacionales para proteger el patrimonio cultural y natural, como la
Recomendación que define los Principios Internacionales que deberían apli-
carse a las Excavaciones Arqueológicas (1956), la Recomendación relativa
a la Protección de la Belleza y el Carácter de los Lugares y Paisajes (1962) y
la Recomendación sobre la Conservación de los Bienes Culturales que la
Ejecución de Obras Públicas o Privadas pueda poner en peligro (1968), y la
Recomendación sobre la Protección, en el Ambito Nacional, del Patrimonio
Cultural y Natural (1972),

DESEANDO completar y ampliar el alcance de las normas y los principios


formulados en esos instrumentos internacionales,

HABIENDOLES SIDO PRESENTADAS propuestas relativas a la salva-


guardia de los conjuntos históricos y su función en la vida contemporánea,
cuestión que constituye el punto 27 del orden del día de la reunión,

HABIENDO DECIDIDO, en su 18a. reunión que este asunto sería objeto


de una Recomendación a los Estados Miembros,

APRUEBA, el 26 de noviembre de 1976, la presente Recomendación:

La Conferencia General recomienda a los Estados Miembros que apliquen


las disposiciones siguientes adoptando medidas, en forma de ley nacional o
en otra forma, encaminadas a dar efecto, en los territorios sometidos a su juris-
dicción, a los principios y normas formulados en la presente Recomendación.

La Conferencia General recomienda a los Estados Miembros que pongan la


presente Recomendación en conocimiento de las autoridades nacionales,
regionales y locales, así como de las instituciones, servicios u organismos y
asociaciones interesados en la salvaguarda de los conjuntos históricos y de
su medio.
— 103 — A N E X O D O C U M E N TA L

La Conferencia General recomienda a los Estados Miembros que le presen-


ten, en las fechas y en la forma que ella determine, informes relativos a la
manera en que hayan aplicado la presente Recomendación.

I. D EFINICIONES
1. A efectos de la presente Recomendación:
a) Se considera '"conjunto histórico o tradicional" todo grupo de construc-
ciones y de espacios, inclusive los lugares arqueológicos y paleontológicos,
que constituyan un asentamiento humano tanto en medio urbano como en
medio rural y cuya cohesión y valor son reconocidos desde el punto de vis-
ta arqueológico, arquitectónico, prehistórico, estético o sociocultural.
Entre esos "conjuntos", que son muy variados, pueden distinguirse en espe-
cial: los lugares prehistóricos, las ciudades históricas, los antiguos barrios
urbanos, las aldeas y los caseríos así como los conjuntos monumentales
homogéneos, quedando entendido que estos últimos deberán por lo común
ser conservados cuidadosamente sin alteración.

b) Se considera "medio" de los conjuntos históricos el marco natural o


construido que influye en la percepción estática o dinámica de esos conjun-
tos o se vincula a ellos de manera inmediata en el espacio o por lazos socia-
les, económicos o culturales.

c) Se entiende por "salvaguardia" la identificación, la protección, la conser-


vación, la restauración, la rehabilitación, el mantenimiento y la revitaliza-
ción de los conjuntos históricos o tradicionales y de su medio.

I I . P R I N C I P I O S GE N E R A L E S
2. Debería considerarse que los conjuntos históricos y su medio constituyen
un patrimonio universal irremplazable. Su salvaguardia y su integración en
la vida colectiva de nuestra época deberían ser una obligación para los
gobiernos y para los ciudadanos de los Estados en cuyos territorios se
encuentran. Deberían ser responsables de ello, en interés de todos los ciuda-
danos y de la comunidad internacional, las autoridades nacionales, regiona-
les o locales, según las condiciones propias de cada Estado en materia de
distribución de poderes.

3. Cada conjunto histórico y su medio deberían considerarse globalmente


como un todo coherente cuyo equilibrio y carácter específico dependen de
la síntesis de los elementos que lo componen y que comprenden tanto las
actividades humanas como los edificios, la estructura espacial y las zonas
circundantes. Así pues, todos los elementos válidos, incluidas las activida-
des humanas (por modestas que sean), tienen en relación con el conjunto,
un significado que procede respetar.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 104 —

4. Los conjuntos históricos y su medio deberían ser protegidos activamente


contra toda clase de deterioros, en especial los resultantes de un uso inapro-
piado, aditamentos parásitos y transformaciones abusivas o desprovistas de
sensibilidad que dañan su autenticidad, así como los provocados por cual-
quier forma de contaminación. Todas las obras de restauración que se
emprendan deberían basarse en principios científicos. Asimismo, debería
prestarse especial atención a la armonía y a la emoción estética resultante
del encadenamiento o de los contrastes de los diferentes elementos que com-
ponen los conjuntos y que dan a cada uno de ellos su carácter particular.

5. En las condiciones del urbanismo moderno, que produce un aumento


considerable en la escala y en la densidad de las construcciones, al peligro
de destrucción directa de los conjuntos históricos se añade el peligro real de
que los nuevos conjuntos destruyan el medio y el carácter de los conjuntos
históricos adyacentes. Los arquitectos y los urbanistas deberían procurar
que la vista de los monumentos y los conjuntos históricos, o desde ellos, no
se deteriore y que dichos conjuntos se integren armoniosamente en la vida
contemporánea.

6. En una época en que la creciente universalidad de las técnicas de cons-


trucción y de las formas arquitectónicas presentan el riesgo de crear un
medio uniforme en todo el mundo, la salvaguarda de los conjuntos históri-
cos puede contribuir de una manera sobresaliente a mantener y desarrollar
los valores culturales y sociales de cada nación, así como al enriquecimien-
to arquitectónico del patrimonio cultural mundial.

I I I . P O L Í T I CA N AC I O NA L , R E G I O NA L Y LO CA L
7. En cada Estado Miembro debería formularse, con arreglo a sus condicio-
nes propias en materia de distribución de poderes, una política nacional,
regional y local con objeto de que las autoridades nacionales regionales o
locales tomen medidas jurídicas, técnicas, económicas y sociales con miras a
salvaguardar los conjuntos históricos y su medio y adaptarlos a las exigen-
cias de la vida contemporánea. Esta política debería influir en el planea-
miento nacional, regional o local y orientar la planificación urbana y la
ordenación regional y rural en todos los niveles. Las acciones resultantes de
ese planeamiento deberían integrarse en la formulación de los objetivos y
programas, en la distribución de las funciones y en la ejecución de las ope-
raciones. Debería recabarse la colaboración de los individuos y de las aso-
ciaciones privadas para la aplicación de la política de salvaguarda.

I V. M E D I DA S D E S A LVAG UA R DA
8. La salvaguarda de los conjuntos históricos y de su medio debería ajustar-
se a los principios antes enunciados y a los métodos que se exponen a con-
— 105 — A N E X O D O C U M E N TA L

tinuación, determinándose las medidas concretas con arreglo a las compe-


tencias legislativas y constitucionales y a la organización social y económica
de cada Estado.

M E D I DA S J U R Í D I CA S Y A D M I N I S T R AT I VA S
9. La aplicación de una política global de salvaguarda de los conjuntos his-
tóricos y de su medio debería fundarse en principios validos para cada país
en su conjunto. Los Estados Miembros deberían adaptar las disposiciones
existentes o, en su caso, promulgar nuevos textos legislativos y reglamentos
con objeto de asegurar la salvaguarda de los conjuntos históricos y de su
medio, teniendo en cuenta las disposiciones contenidas en este capítulo y en
los siguientes.
Convendría revisar las leyes relativas a la ordenación del territorio, al urba-
nismo y a las viviendas, para coordinar y armonizar sus disposiciones con
las leyes relativas a la salvaguarda del patrimonio arquitectónico. Esas legis-
laciones deberían fomentar la adaptación o la adopción de disposiciones en
los planos regional o local, encaminadas a dicha salvaguarda.

10. Las disposiciones que establezcan un sistema de salvaguarda de los con-


juntos históricos deberían enunciar los principios generales relativos al esta-
blecimiento de los planes necesarios y, en particular:
– las condiciones y las restricciones generales aplicables a las zonas protegi-
das y sus inmediaciones;
– la indicación de los programas y operaciones que habrán de preverse en
materia de conservación e infraestructura de servicios;
– las funciones de mantenimiento y la designación de los encargados de
desempeñarlas;
– los campos en que podrán aplicarse las actividades de urbanismo, rees-
tructuración y ordenación rural;
– la designación del organismo encargado de autorizar toda restauración,
reforma, nueva construcción o demolición en el perímetro protegido,
– las modalidades de financiamiento y de ejecución de los programas de sal-
vaguarda.

11. Los planes de salvaguarda deberían definir:


– las zonas y los elementos protegidos:
– las condiciones y las restricciones específicas que les son aplicables:
– las normas que regulan los trabajos de mantenimiento, de restauración y
de mejoramiento;
– las condiciones generales de instalación de las redes de suministro y de los
servicios necesarios para la vida urbana o rural,
– las condiciones que regirán las nuevas construcciones.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 106 —

12. La legislación de salvaguarda debería ir acompañada, en principio, de


disposiciones preventivas contra las infracciones al reglamento de salva-
guarda y contra toda alza especulativa de los valores inmobiliarios en las
zonas protegidas, que pueda comprometer una protección y una restaura-
ción concebida en función del interés colectivo. Podría tratarse de medidas
de urbanismo que influyan en el precio de los solares por construir, tales
como el establecimiento de planes de ordenamiento de barriada o de exten-
sión más reducida, la concesión del derecho preferente de compra a un
organismo público, la expropiación en beneficio de la salvaguarda o la
intervención de oficio en caso de incapacidad o incumplimiento por parte
de los propietarios, e instituir sanciones efectivas como la suspensión de las
obras, la obligación de reconstruir, y/o una multa adecuada.

13. Debería imponerse, tanto a las colectividades públicas como a los parti-
culares, el respeto de las medidas de salvaguarda. Sin embargo, debería esta-
blecerse un mecanismo de recurso contra las decisiones arbitrarias o injustas.

14. Las disposiciones referentes a la construcción de edificios para organismos


públicos y privados, y a las obras públicas y privadas, deberían adaptarse a la
reglamentación de salvaguarda de los conjuntos históricos y de su medio.

15. En particular, habría que formular o revisar las disposiciones relativas a


los locales y manzanas insalubres así como a la construcción de viviendas
sociales, no solo de modo que se ajustaran a la política de salvaguarda, sino
también de que contribuyeran a ella. El régimen de posibles subvenciones
debería establecerse y modularse en consecuencia, en particular para facili-
tar la construcción de viviendas subvencionadas y las construcciones rehabi-
litando antiguos edificios. Las demoliciones sólo deberían autorizarse para
los edificios sin valor histórico ni arquitectónico y deberían controlarse estric-
tamente las subvenciones a que esas demoliciones pudieran dar lugar.
Además, una parte suficiente de los créditos previstos para la construcción de
alojamientos sociales debería destinarse a rehabilitar edificios antiguos.

16. Debería darse a conocer al público y registrarse en un organismo ofi-


cialmente competente las consecuencias jurídicas de las medidas de protec-
ción de edificios y terrenos.

17. Teniendo debidamente en cuenta las condiciones propias de cada país y


la distribución de funciones de las diversas administraciones nacionales,
regionales y locales, la ejecución de las obras de salvaguarda deberla inspi-
rarse en los siguientes principios:

a) una autoridad especial debería encargarse de la coordinación permanen -


— 107 — A N E X O D O C U M E N TA L

te de todas las partes interesadas de servicios públicos nacionales, regiona-


les y locales o agrupaciones de particulares;

b) los planes y documentos de salvaguarda se deberían preparar después de


haberse efectuado todos los estudios históricos necesarios por equipos plu-
ridisciplinarios compuestos, en particular, de:
– especialistas en conservación y restauración, incluidos los historiadores
del arte;
– arquitectos y urbanistas;
– sociólogos y economistas;
– ecólogos y arquitectos paisajistas;
– especialistas en sanidad pública y bienestar social;
y, en general, de todos los especialistas en disciplinas relacionadas con la
protección y el realce de los conjuntos históricos;

c) las autoridades deberían tomar la iniciativa de organizar la consulta y la


participación de la población interesada;

d) los planes de salvaguarda deberían ser aprobadas por el organismo que


designe la ley;

e) los servicios públicos encargados de aplicar las disposiciones de salvaguarda


en todos los niveles -nacional, regional y local- deberían contar con el personal
necesario y con medios técnicos, administrativos y financieros adecuados.

M E D I DA S T É C N I CA S , E C O N Ó M I CA S Y S O C I A L E S
18. Se debería establecer, en el plano nacional, regional o local, una lista de
los conjuntos históricos y de su medio que hayan de salvaguardarse. En esta
Lista deberían indicarse unas prioridades, para facilitar una asignación
nacional de los limitados recursos disponibles con fines de salvaguarda. Las
medidas de protección, de cualquier tipo, que tengan carácter urgente debe-
rían tornarse sin esperar a que se establezcan planes de salvaguardia.

19. Debería hacerse un análisis de todo el conjunto incluida su evolución


espacial, que integrase los datos arqueológicos, históricos, arquitectónicos,
técnicos y económicos. Debería establecerse un documento analítico enca-
minado a determinar los inmuebles o los grupos de inmuebles que deben
protegerse cuidadosamente, conservarse en ciertas condiciones, o, en cir-
cunstancias absolutamente excepcionales y documentadas con escrupulosi-
dad, destruirse, lo que permitiría a las autoridades suspender todos los
trabajos incompatibles con esta Recomendación. Además, debería estable-
cerse, con ese mismo fin, un inventario de los espacios abiertos, públicos y
privados, así como de su vegetación.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 108 —

20. Además de esta investigación arquitectónica, se necesitan estudios deta-


llados de los datos y las estructuras sociales, económicas, culturales y técni-
cas, así como del contexto urbano o regional más amplio. Esos estudios
deberían incluir, de ser posible, datos demográficos y un análisis de las acti-
vidades económicas, sociales y culturales, los modos de vida y las relaciones
sociales, los problemas del régimen de propiedad del suelo, la infraestructura
urbana, el estado de las vías urbanas, las redes de comunicación y las relacio-
nes recíprocas entre la zona protegida y las zonas circundantes. Las autorida-
des competentes deberían atribuir suma importancia a esos estudios y
comprender que sin ellos no cabe establecer planes válidos de salvaguarda.

21. Antes de formular planes y normas de salvaguarda y después del análi-


sis que se acaba de describir, procederá, en principio, establecer una progra-
mación que tenga en cuenta a la vez el respeto de los datos urbanísticos,
arquitectónicos, económicos y sociales, y la capacidad de la trama urbana y
rural para acoger funciones compatibles con su carácter especifico. La pro-
gramación debería tender a adaptar las densidades de ocupación y a prever
el escalonamiento de las operaciones, así como los alojamientos temporales
necesarios durante las obras y los locales para el realojamiento permanente
de los habitantes que no pueden regresar a su anterior vivienda. Esta pro-
gramación debería establecerse asociando a su elaboración en la mayor
medida posible a las colectividades y las poblaciones interesadas. Como el
contexto social, económico y físico de los conjuntos históricos y de su
medio cambia constantemente, los estudios y las investigaciones deberían
ponerse regularmente al día. Por ello sería indispensable emprender la pre-
paración de los planes de salvaguarda y su ejecución tomando como base
los estudios ya disponibles, en vez de aplazarlos indefinidamente mientras
se perfecciona el proceso de planificación.

22. Una vez establecidos los planes y las normas de salvaguarda, y aproba-
dos por la autoridad pública competente, sería conveniente que sus autores
se encargaran de su ejecución o la dirigiesen.

23. En los conjuntos históricos que posean elementos de varios periodos


diferentes, la salvaguarda debe hacerse teniendo en cuenta las manifestacio-
nes de todos esos períodos.

24. Cuando existan planes de salvaguarda podrán autorizarse de conformi-


dad con ellos, los programas de saneamiento urbano o de adecentamiento
de suburbios que consistan en demoler inmuebles desprovistos de interés
arquitectónico o histórico, o demasiado vetustos para ser conservados, en
suprimir aditamentos y construcciones superpuestas sin valor e incluso, en
demoler edificios recientes que rompan la unidad del conjunto.
— 109 — A N E X O D O C U M E N TA L

25. Los programas de saneamiento urbano o de adecentamiento de subur-


bios aplicables a zonas que no están incluidas en planes de salvaguardia
deberían respetar los edificios y otros elementos que tengan un valor arqui-
tectónico o histórico. Si tales elementos pueden sufrir daños con esos pro-
gramas deberían tratarse necesariamente antes de su demolición los planes
de salvaguardia pertinentes.

26. Es necesaria una vigilancia permanente para evitar que esas operaciones repor-
ten beneficios excesivos o se utilicen con fines contrarios a los objetivos del plan.

27. En toda operación de saneamiento urbano o de adecentamiento de


suburbios que afecte a un conjunto histórico deberían observarse las nor-
mas generales de seguridad relativas a incendios y catástrofes naturales a
condición de que ello sea compatible con los criterios aplicables a la salva-
guardia del patrimonio cultural. En caso contrario, deberían buscarse solu-
ciones particulares en colaboración con todos los servicios interesados, a fin
de conseguir la máxima seguridad sin detrimento del patrimonio cultural.

28. Se debería poner especial cuidado en reglamentar y controlar las cons-


trucciones nuevas para conseguir que su arquitectura encaje armoniosa-
mente en las estructuras espaciales y en el ambiente de los conjuntos
históricos. Con ese objeto, un análisis del contexto urbano debería proceder
a toda nueva construcción no sólo para definir el carácter general del con-
junto, sino también para analizar sus dominantes: armonía de las alturas,
colores, materiales y formas, constantes de ordenación de las fachadas y los
tejados, relaciones de los volúmenes construidos y de los espacios, así como
sus proporciones medias y la implementación de los edificios. Se debería
prestar especial atención a la dimensión de las parcelas, por cuanto toda
modificación de ellas podría tener un efecto de masa perjudicial para la dis-
posición del conjunto.

29. No se debería dar autorización para aislar un monumento demoliendo


lo que le rodea; asimismo, sólo excepcionalmente y por razones de fuerza
mayor se debería decidir su desplazamiento.

30. Deberían protegerse los conjuntos históricos y su medio contra la desfi-


guración resultante de la instalación de soportes, cables eléctricos o telefó-
nicos, antenas de televisión y signos publicitarios en gran escala. Cuando ya
existan, se tomarán medidas adecuadas para suprimirlos. Se deberían estu-
diar y controlar con el mayor cuidado los carteles, la publicidad, luminosa
o no, los letreros comerciales. el mobiliario urbano y el revestimiento del
suelo para integrarlos armoniosamente en el conjunto Se desplegarán espe-
ciales esfuerzos para impedir todas las formas de vandalismo.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 110 —

31. Los Estados Miembros y las colectividades interesadas deberían prote-


ger los conjuntos históricos y su medio contra los daños cada vez más gra-
ves causados por ciertos adelantos tecnológicos (como las diversas formas
de contaminación), prohibiendo la implantación de industrias nocivas en
sus cercanías y adoptando medidas preventivas contra los efectos destructo-
res del ruido, los choques y las vibraciones producidos por las máquinas y
los vehículos. Asimismo, se deberían prever medidas contra los deterioros
provocados por una explotación turística excesiva.

32. Dado el conflicto que existe en la mayor parte de los conjuntos históri-
cos entre el tránsito automóvil, por una parte, la densidad de la trama urba-
na y las cualidades arquitectónicas, por otra, los Estados Miembros
deberían incitar y ayudar a las autoridades locales a buscar medios de resol-
ver este problema. Para lograrlo y para favorecer el tránsito de peatones,
convendría estudiar con sumo cuidado el emplazamiento y el acceso de los
parques de estacionamiento periféricos, e incluso centrales, y establecer
redes de transporte que facilitarán al mismo tiempo la circulación de los pea-
tones y los servicios de transporte públicos. Numerosas operaciones de rehabi-
litación -entre otras, la instalación subterránea de redes eléctricas- que serían
demasiado costosas si se hicieran por separado, podrían entonces coordinarse
fácil y económicamente con el ordenamiento de la red de vías públicas.

33. La protección y la restauración deberían ir acompañadas de actividades


de reanimación. Por tanto, sería esencial mantener las funciones existentes
que sean apropiadas, y en particular, el comercio y la artesanía, y crear
otras nuevas que, para ser viables a largo plazo, deberían ser compatibles
con el contexto económico social, urbano, regional o nacional en el que se
inserten. El costo de las operaciones de salvaguardia no debería evaluarse
solamente en función del valor cultural de las construcciones sino también
con su valor derivado de la utilización que puede hacerse de ellas. Sólo cabe
plantear correctamente los problemas sociales haciendo referencia a esas
dos escalas de valor. Esas funciones tendrían que adaptarse a las necesida-
des sociales, culturales y económicas de los habitantes, sin ir en detrimento
del carácter especifico del conjunto de que se trate. Una política de anima-
ción cultural debería convertir los conjuntos históricos en polos de activida-
des culturales y darles un papel esencial en el desarrollo cultural de las
comunidades circundantes.

34. En las zonas rurales, todos los trabajos que impliquen una degradación
del paisaje así como todos los cambios en las estructuras económicas y
sociales deberían controlarse cuidadosamente a fin de preservar la integri-
dad de las comunidades rurales históricas en su ambiente.
— 111 — A N E X O D O C U M E N TA L

35. La acción de salvaguardia debería asociar la contribución de la autori-


dad pública a la de los propietarios particulares o colectivos y de los habi-
tantes y usuarios, aislados o en grupo, cuyas iniciativas se estimularán. Se
debería establecer, pues, una cooperación constante en todos los niveles
entre las colectividades y los particulares sobre todo por los medios siguien-
tes: información adaptada a los tipos de personas de que se trate, encuestas
preparadas con la participación de las personas interrogadas, creación de
grupos consultivos en los organismos de planificación, representación de los
propietarios, los habitantes y los usuarios a título consultivo en los organis-
mos de decisión, de gestión y de animación de las operaciones relacionadas
con los planes de salvaguarda, o creación de organismos de economía mix-
ta que participen en la ejecución.

36. Se debería estimular la fundación de agrupaciones voluntarias de salva-


guardia y de asociaciones de carácter no lucrativo y la institución de recom-
pensas honoríficas o pecuniarias para que se reconozcan las obras
ejemplares en todos los aspectos de la salvaguardia.

37. Las inversiones públicas previstas por los planes de salvaguardia de los
conjuntos históricos y de su medio deberían garantizarse con la asignación
de créditos adecuados en los presupuestos de las autoridades centrales,
regionales y locales. El conjunto de esos créditos deberían administrarse en
forma centralizada por los organismos de derecho público, privados o mix-
tos encargados de coordinar en los niveles nacional, regional o local todas
las formas de ayuda financiera y de orientarlas hacia una aplicación global.

38. La ayuda pública, en todas las formas descriptas en los párrafos siguien-
tes debería partir del principio de que las colectividades intervendrán allí
donde sea necesario y conveniente, teniendo en cuenta el "sobrecosto" de la
restauración; es decir, el costo suplementario impuesto al propietario en
relación con el nuevo valor venal o locativo del edificio.

39. En general, esas inversiones públicas deberían servir ante todo para con-
servar los edificios existentes, en particular las viviendas de renta reducida y
sólo aplicarse a nuevas construcciones en la medida en que éstas no constitu-
yan una amenaza para la utilización y las funciones de los edificios existentes.

40. Deberían otorgarse donaciones, ventajas fiscales, subsidios o préstamos


en condiciones favorables a los propietarios privados y a los usuarios que
efectuaran las obras establecidas en los planes de salvaguarda, con arreglo a
las normas fijadas en esos planes. Tales ventajas fiscales, donaciones y prés-
tamos podrían concederse con carácter prioritario a agrupaciones de pro-
pietarios o de usuarios de viviendas y locales comerciales, por resultar las
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 112 —

operaciones agrupadas económicamente más ventajosas que las acciones


individuales. Las ventajas financieras que se concedieran a los propietarios
privados y a los usuarios quedarían subordinadas eventualmente al respec-
to de ciertas condiciones impuestas en interés público, tales como garanti-
zar la integridad de los edificios, la posibilidad de visitar los inmuebles,
tener acceso a los parques, jardines o lugares, hacer fotografías, etc.

41. En los presupuestos de los organismos públicos o privados deberían


establecerse condiciones especiales para la protección de los conjuntos his-
tóricos que la ejecución de grandes obras públicas o la contaminación pue-
dan poner en peligro. Las autoridades deberían consignar también fondos
especiales para reparar los daños causados por desastres naturales.

42. Además, todos los servicios y administraciones que intervengan en la


construcción pública deberían organizar sus programas y presupuestos de
tal manera que contribuyeran a rehabilitar conjuntos históricos, financian-
do obras que correspondan a la vez a sus propios objetivos y a los del plan
de salvaguardia.

43. Para aumentar los medios financieros disponibles, los Estados


Miembros deberían fomentar la creación de establecimientos financieros
públicos y privados para la salvaguardia de los conjuntos históricos y de su
medio, dotados de personalidad moral y que pudiesen recibir donaciones de
particulares, de fundaciones y de empresas industriales y comerciales. Los
donantes podrían disfrutar de exenciones fiscales.

44. Las instituciones públicas y los establecimientos de crédito privados


podrían facilitar la creación de asociaciones sin fines lucrativos que se ocu-
paran de adquirir los inmuebles y, eventualmente, de venderlos previa res-
tauración, empleando unos fondos de operaciones especialmente destinados
a mantener en los conjuntos históricos a unos propietarios deseosos de pro-
tegerlos y de preservar su carácter.

46. Es esencial evitar que las medidas de salvaguardia acarreen una ruptura
de la trama social. Con objeto de evitar en los inmuebles o en los conjuntos
que se hayan de restaurar los traslados de habitantes, en detrimento de los
menos favorecidos se podrían conceder indemnizaciones que compensaran
la subida de alquiler, para que los ocupantes pudiesen conservar sus aloja-
mientos, sus locales comerciales y sus talleres, así como su régimen de vida
y sus ocupaciones tradicionales, en especial la artesanía rural, la agricultura
en pequeña escala, la pesca, etc. Esas indemnizaciones determinadas en fun-
ción de los ingresos, ayudarían a los interesados a hacer frente al aumento
de los alquileres causados por las obras realizadas.
— 113 — A N E X O D O C U M E N TA L

V. I N V E S T I G AC I Ó N , EN S E Ñ A N Z A E I N F O R M AC I Ó N
47. Para mejorar la competencia de los especialistas y de los artesanos necesa-
rios así como para fomentar el interés y la participación de toda la población
en la labor de salvaguardia, los Estados Miembros deberían tomar las siguien-
tes medidas en consonancia con su competencia legislativa y constitucional.

48. Los Estados Miembros y todos los grupos interesados deberían fomen-
tar las investigaciones y los estudios sistemáticos sobre:
– los aspectos urbanísticos de los conjuntos históricos y de su medio,
– las interconexiones entre salvaguardia, urbanismo y planificación del territorio,
– los métodos de conservación aplicables a los conjuntos históricos,
– la alteración de los materiales,
– la aplicación de las técnicas modernas al trabajo de conservación,
– las técnicas artesanales indispensables para la salvaguardia.

49. Deberían instaurarse y desarrollarse enseñanzas específicas sobre los


temas antedichos, con inclusión de cursillos de formación práctica. Además,
es indispensable fomentar la formación de artesanos y especialistas en la sal-
vaguardia de conjuntos históricos y de los espacios circundantes. También es
necesario fomentar las propias técnicas artesanales que están amenazadas
por los procesos de industrialización. Es conveniente que las instituciones
interesadas cooperen en esta esfera con los organismos especializados en
materia tales como el Centro de Estudios para la Conservación y la
Restauración de los Bienes Culturales de Roma, el Consejo Internacional de
Monumentos y Lugares de Interés Artístico e Histórico (ICOMOS), y el
Consejo Internacional de Museos (ICOM).

50. La formación del personal administrativo encargado de las operaciones


de salvaguardia, a nivel local, de los conjuntos históricos, debería ser finan-
ciada y dirigida donde sea adecuado y necesario, por las autoridades com-
petentes, con arreglo a un programa a largo plazo.

51. A través de la educación escolar, post-escolar y universitaria y de los


medios de información como los libros, la prensa, la televisión, la radio, el
cine y las exposiciones ambulantes debería hacerse todo lo posible para que
el público comprendiera la necesidad de la salvaguarda. Las ventajas no
solamente estéticas y culturales sino también sociales y económicas que
puede ofrecer una política bien llevada de salvaguarda de los conjuntos
antiguos y de su medio deberían ser objeto de una información clara y com-
pleta. Esta información debería difundirse ampliamente entre los organis-
mos especializados, tanto privados como oficiales, nacionales, regionales y
locales y entre la población a fin de que se sepa por qué y cómo pueden
mejorar su marco de vida.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 114 —

52. En todos los grados de la educación, y sobre todo en la enseñanza de la


historia, debería incluirse el estudio de los conjuntos históricos con objeto
de inculcar en el espíritu de los jóvenes la comprensión y el respeto de las
obras del pasado y de mostrar el papel de ese patrimonio en la vida con-
temporánea. Esa enseñanza debería recurrir ampliamente a los medios
audiovisuales, y a las visitas de conjuntos históricos.

53. Deberían facilitarse los cursos de perfeccionamiento para personal


docente y para guías, así como la formación de instructores para ayudar a
los grupos de jóvenes y adultos deseosos de iniciarse en el conocimiento de
los conjuntos históricos.

V I . C O O P E R AC I Ó N I N T E R NAC I O NA L
54. Los Estados Miembros deberían colaborar, en lo que se refiere a la sal-
vaguarda de los conjuntos históricos y de su medio, recabando la ayuda
cuando parezca conveniente de organizaciones internacionales, interguber-
namentales y no gubernamentales, y en particular del Centro de
Documentación Unesco-ICOM-ICOMOS. Esta cooperación multilateral o
bilateral debería coordinarse juiciosamente y plasmarse en medidas tales
como las siguientes:

a. intercambio de información en todas sus formas y de publicaciones cien-


tíficas y técnicas;
b. organización de seminarios y de grupos de trabajo sobre temas precisos;
c. concesión de becas de estudio y de viaje, envío de personal cientifico téc-
nico y administrativo y suministro de material;
d. lucha contra todas las formas de contaminación;
e. ejecución de grandes proyectos de conservación restauración y rehabilita-
ción de conjuntos históricos y difusión de la experiencia adquirida. En las
regiones situadas a uno y otro lado de una frontera y en las que se planteen
problemas comunes de ordenación y salvaguardia de conjuntos históricos y
de su medio, los Estados Miembros deberían coordinar sus políticas y sus
acciones con objeto de lograr una utilización y protección óptimas de ese
patrimonio;
f. asistencia mutua entre países vecinos para la salvaguardia de conjuntos de
interés común del desarrollo histórico y cultural de la región;

55. De conformidad con el espíritu y los principios de esta recomendación,


ningún Estado Miembro debería tomar medida alguna para demoler o alte-
rar el carácter de los barrios, ciudades y lugares históricos situados en terri-
torios ocupados por ese Estado.
Carta de Washington (1987)
Carta internacional para la conservación de las
ciudades históricas.
Adoptada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, ICOMOS,
en su 8a Asamblea General, Washington, octubre de 1987.

P R E Á M BU L O - D E F I N I C I Ó N
Todos las ciudades del mundo, al ser el resultado de un proceso de desarro-
llo más o menos espontáneo o de un proyecto deliberado, son la expresión
material de la diversidad de las sociedades a lo largo de su historia y son por
lo tanto todas históricas.

La presente Carta concierne más particularmente a las áreas urbanas histó-


ricas, a las ciudades grandes o pequeñas ya los centros o barrios históricos,
con su entorno natural o construido, que además de su calidad de docu-
mentos históricos son la expresión de los valores propios de las civilizacio-
nes urbanas tradicionales.

Actualmente éstos están amenazados por la degradación, la desestructura-


ción, el deterioro y aun la destrucción bajo los efectos del urbanismo nacido
en la era industrial que alcanza universalmente a todas las sociedades.

Frente a esta situación, a menudo dramática, que provoca pérdidas irrever-


sibles de carácter cultural y social, e incluso económico, el Consejo
Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) ha juzgado necesario
redactar una "Carta Internacional para la Conservación de las Ciudades y
Áreas Urbanas Históricas".

Complementario de la "Carta Internacional para la Conservación y la


Restauración de los Monumentos y los Sitios" (Venecia, 1964), este nuevo
texto define los principios y objetivos, los métodos e instrumentos de actua-
ción apropiados para conservar la calidad de las ciudades históricas y favo-
recer la armonía entre la vida individual y colectiva, perpetuando el
conjunto de los bienes, por modestos que sean, que constituyen la memoria
de la Humanidad.

Como en el texto de la Recomendación de la UNESCO relativa a la salva-


guardia de los conjuntos históricos y tradicionales y su función en la vida
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 116 —

contemporánea (Varsovia- Nairobi 1976), así como en otros documentos


internacionales, se entiende aquí por salvaguardia de las ciudades históri-
cas, las medidas necesarias para su protección, conservación y restauración,
así como para su desarrollo coherente y su adaptación armónica a la vida
contemporánea.

P R I N C I P I O S Y OB J E T I VO S
Artículo 1. La conservación de ciudades y áreas urbanas históricas sólo pue-
de ser eficaz si se la integra en una política coherente de desarrollo econó-
mico y social, y si se la toma en consideración en el planeamiento territorial
y urbano en todos sus niveles.

Artículo 2. Los valores a preservar son el carácter histórico de la ciudad o


conjunto y la suma de elementos materiales o espirituales que determinan
su imagen, especialmente:

a) la forma urbana definida por la trama y el parcelamiento,


b) la relación entre los diversos espacios urbanos: construidos, libres y verdes,
c) la forma y el aspecto de los edificios, interior y exterior, definidos a través
de su estructura, volumen, estilo, escala, materiales, color y decoración;
d) las relaciones entre la ciudad y su entorno, natural o creado por el hombre;
e) las vocaciones diversas de la ciudad adquiridas a lo largo de su historia.

Todo ataque a estos valores comprometería la autenticidad de la ciudad


histórica.
Artículo 3. La participación y el compromiso de los habitantes de toda la
ciudad son indispensables para llevar a cabo la conservación con éxito.
Deben por lo tanto ser promovidos bajo cualquier circunstancia y favoreci-
dos por la necesaria toma de conciencia de todas las generaciones. No debe
olvidarse jamás que la salvaguardia de las ciudades y áreas urbanas históri-
cas concierne en primer lugar a sus habitantes.

Artículo 4. Las intervenciones en un barrio o en una ciudad histórica deben


realizarse con prudencia, método y rigor, evitando todo dogmatismo pero
teniendo en cuenta los problemas específicos de cada caso particular.

M É TO D O S E I N S T RU M E N TO S
Artículo 5. La planificación de la conservación de las ciudades y barrios his-
tóricos debe ser precedida por estudios pluridisciplinarios.

El plan de conservación debe comprender un análisis de datos, particular-


mente arqueológicos, históricos, arquitectónicos, técnicos, sociológicos y
económicos. Debe definir las principales orientaciones y modalidades de las
— 117 — A N E X O D O C U M E N TA L

acciones que han de llevarse a cabo en el plano jurídico, administrativo y


financiero. El plan debe determinar los edificios o grupos de edificios que
deben protegerse particularmente, conservar en ciertas condiciones o los
que, en circunstancias excepcionales, pueden destruirse. El estado de los
sitios antes de la intervención será rigurosamente documentado. El plan
deberá contar con la adhesión de los habitantes.

Artículo 6. Entre tanto se adopte un plan de protección deben tomarse las


acciones necesarias para la conservación, en el marco del respeto de los
principios de la presente Carta y de la Carta de Venecia.

Artículo 7. La conservación de las ciudades y áreas urbanas históricas


implica su permanente mantenimiento.

Artículo 8. Las nuevas funciones y las redes de infraestructura exigidas por


la vida contemporánea deben estar adaptadas a las características específi-
cas de las ciudades históricas.

Artículo 9. El mejoramiento del "hábitat" debe constituir uno de los objeti-


vos fundamentales de la conservación.

Artículo 10. En el caso de ser necesario transformar los edificios o construir


otros nuevos, todo agregado deberá respetar la organización espacial exis-
tente, particularmente su parcelamiento, volumen y escala así como el
carácter general impuesto por la calidad y el valor del conjunto de cons-
trucciones existentes. La introducción de elementos de carácter contempo-
ráneo, bajo reserva de que no perturbe la armonía del conjunto, no debe ser
desalentada ya que puede contribuir a su enriquecimiento.

Artículo 11. Es importante contribuir a un mejor conocimiento del pasado


de las ciudades históricas, promoviendo las investigaciones arqueológicas y
la adecuada presentación de sus hallazgos, sin perturbar la organización
general del tejido urbano.

Artículo 12. La circulación de vehículos debe ser estrictamente reglamenta-


da en el interior de las ciudades o de los barrios históricos. Las áreas de
estacionamiento deberán disponerse de modo que no degraden el aspecto o
el entorno de los mismos.

Artículo 13. Las grandes redes viales, previstas en el marco del planeamien-
to territorial, no deberán penetrar en el interior de las ciudades históricas,
sino solamente facilitar el acceso a las mismas.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 118 —

Artículo 14. En las ciudades y áreas urbanas históricas se han de adoptar


medidas preventivas contra las catástrofes naturales y las diversas perturbacio-
nes (especialmente la contaminación y las vibraciones), tanto para la conserva-
ción de su patrimonio como para la seguridad y bienestar de sus habitantes.
Los medios empleados para prevenir o reparar los daños ocasionados deben
adaptarse al carácter específico de los bienes que deben conservarse.

Artículo 15. Con miras a asegurar la participación y el compromiso de los


habitantes debe implementarse un programa de información general que
comience en la edad escolar. La acción de las asociaciones de protección
debe apoyarse y es necesario tomar las medidas financieras tendientes a
facilitar la conservación y la restauración.

Artículo 16. La conservación exige la formación especializada de los dife-


rentes profesionales involucrados.
Declaración de Nara (1994)
Declaración de Nara sobre autenticidad.
Conferencia de Nara sobre la autenticidad en relación con la Convención
de Patrimonio Mundial, UNESCO-Centro de Patrimonio Mundial,
ICCROM e ICOMOS, Nara, Japón, del 1 al 5 de noviembre de 1994.

Del 1 al 5 de noviembre de 1994 se celebró en Nara, Japón, una Conferencia


internacional sobre el concepto de autenticidad en función de las diversidades
culturales y de las diferentes categorías de bienes existentes. Se adoptó una
Declaración de Nara que refleja el espíritu general de los debates.

La Conferencia fue organizada conjuntamente por el ICOMOS y el


ICCROM y bajo los auspicios del Centro de Patrimonio Mundial de la
UNESCO. Las actas de la Conferencia fueron publicadas en 1995.

D E C L A R AC I Ó N D E N A R A
1. Los expertos reunidos en Nara, agradecen a las autoridades japonesas la
oportunidad de este encuentro destinado a cuestionar las nociones tradicio-
nales en materia de conservación del patrimonio cultural, y a fomentar un
debate sobre las vías y medios de ampliar los horizontes para un mayor res-
peto de la diversidad cultural y patrimonial, desde el punto de vista de la
conservación.

2. Agradecemos el marco de discusión proporcionado por el Comité del


Patrimonio Mundial. Este comité desea aplicar, al examinar los dossières
presentados para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial, un con-
cepto de autenticidad respetuoso con los valores sociales y culturales de
todos los países.

3. El documento de Nara sobre Autenticidad está basado en el espíritu de la


Carta de Venecia de 1964. Se basa en él, aunque lo desarrolla y lo amplia en
razón del aumento en el ámbito de interés y preocupación de nuestro mun-
do contemporáneo hacia el patrimonio cultural.

4. En un mundo cada vez más dominado por la homogenización y globali-


zación, donde con frecuencia la búsqueda de una identidad cultural va liga-
da a un nacionalismo agresivo y la supresión de las culturas minoritarias,
queda la contribución esencial que aporta la consideración de autenticidad
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 120 —

en la práctica de la conservación que supone clarificar e iluminar la memo-


ria colectiva de la humanidad.

D I V E R S I DA D PAT R I M O N I A L Y C U LT U R A L
5. La diversidad cultural y patrimonial de nuestro mundo es una fuente irre-
emplazable de riqueza intelectual y espiritual para toda la humanidad. Por
tanto su protección y puesta en valor debe considerarse como una parte
esencial del desarrollo humano.

6. Esta diversidad existe en el tiempo y el espacio. Exige el respeto para


otras culturas y todos los aspectos relativos a sus creencias. En aquellos
casos donde estos valores están en conflicto se debe reconocer la legitimidad
de los valores culturales de todas las partes involucradas.

7. Toda cultura y sociedad tienen sus raíces en unas formas tangibles e


intangibles de expresión lo que constituye su patrimonio y como tal debe
ser respetado.

8. Es importante subrayar el principio fundamental de la UNESCO que dice


que el patrimonio de uno es el de todos. La responsabilidad y su gestión son
de aquellos que lo crearon así como para aquel que lo cuida. El asociarse a
organizaciones internacionales cuyos objetivos son la conservación del
patrimonio significa una aceptación y seguimiento de los principios y res-
ponsabilidades detallados por ellas en la materia. Es altamente deseable
para cada comunidad el equilibrar sus necesidades con otras culturas siem-
pre y cuando dicho acto no conlleve perjudicar sus propios valores.

VA L O R E S Y AU T E N T I C I DA D
9. La conservación del patrimonio histórico en cualquiera de sus formas y
épocas tiene sus raíces en los valores atribuidos al patrimonio en sí. Nuestra
capacidad para entenderlos depende de las fuentes de información de que
disponemos. Una base vital para asesorar cualquier aspecto de autenticidad
vendrá determinada por el conocimiento y comprensión de estas fuentes y
la relación con las características originales del patrimonio en cuestión.

10. La autenticidad es el factor esencial para cualificar los valores, cuando


se mira según el punto 9, tal y como viene afirmado en el Estatuto de Viena.
El entender la autenticidad juega un papel fundamental en todo estudio
científico del patrimonio cultural, conservación y restauración, además del
proceso de inscripción usado en los inventarios de la Convención de
Patrimonio Mundial o de cualquier otro inventario de patrimonio cultural.
— 121 — A N E X O D O C U M E N TA L

11. Puede haber diferencias entre culturas, y dentro de la misma, cuando se


trata de emitir un juicio sobre valoraciones atribuidas al patrimonio o a la
credibilidad de las fuentes de información. Por tanto no es viable basar
valoraciones de valor y autenticidad en criterios únicos. Al contrario, el res-
peto debido a las diferentes culturas exige que deba ser considerado dentro
del contexto cultural al cual pertenece.

12. Así es primordial que dentro de cada cultura haya un reconocimiento a


la naturaleza específica de sus valores y a la credibilidad y veracidad de las
fuentes de información.

13. En función de su contexto cultural, naturaleza del patrimonio, y de su


evolución en el tiempo los juicios sobre autenticidad pueden estar ligados a
diferentes fuentes de información. Algunas características de estas fuentes
son la forma y diseño, materias, uso y función, tradiciones y técnicas, situa-
ción y colocación, espíritu, y otros factores internos y externos. El uso de
estos factores permite la elaboración de unos parámetros específicos como
son el social, histórico, artístico y científico sobre el patrimonio a examinar.
Carta de Nizhny Tagil (2003)
Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial
Documento aprobado por los delegados reunidos en la Asamblea trienal
del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial,
TICCIH, Moscú, 17 de julio de 2003.

El texto de esta carta ha sido aprobado por los delegados reunidos en la


Asamblea Nacional del TICCIH (Comité Internacional para la Conser-
vación del Patrimonio Industrial), de carácter trienal, que tuvo lugar en
Moscú el 17 de julio de 2003.

P R E Á M BU L O
Los primeros períodos de la historia de la humanidad se definen mediante
las pruebas arqueológicas sobre cambios fundamentales en la manera en
que las personas fabricaban objetos, y la importancia de conservar y estu-
diar la evidencia de estos cambios es algo universalmente aceptado.

Desde la Edad Media, las innovaciones en lo referente al uso de energía y al


comercio que tuvieron lugar en Europa condujeron, a finales del siglo
XVIII, hacia un cambio tan profundo como el que tuvo lugar entre el
Neolítico y la Edad de Bronce, con avances suficientemente rápidos e
importantes en las circunstancias sociales, técnicas y económicas de la fabri-
cación como para que se le llamara revolución. La Revolución Industrial
fue el comienzo de un fenómeno histórico que ha afectado a una parte cada
vez mayor de la población humana, así como también a otras formas de
vida del planeta, y lo sigue haciendo al día de hoy.

La evidencia material de estos grandes cambios posee un valor humano uni-


versal, y debe reconocerse la importancia de su estudio y de su conservación.

Los delegados reunidos en el Congreso del TICCIH del 2003, en Rusia,


también quieren poner de relieve que los edificios y las estructuras construi-
dos para actividades industriales, los procesos y las herramientas utilizadas
y las localidades y paisajes donde se han ubicado, así como todas sus otras
manifestaciones tangibles o intangibles, poseen una importancia fundamen-
tal. Todo ello debe ser estudiado, se debe enseñar su historia, se debe inves-
tigar su propósito y su importancia para darlo a conocer al público .
Además, los ejemplos más significativos y característicos deberían catalo-
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 124 —

garse, protegerse y mantenerse, de acuerdo con el espíritu de la Carta de


Venecia (1) , para el uso y beneficio de hoy y del futuro.

1 . D E F I N I C I Ó N D E PAT R I M O N I O I N D U S T R I A L
El patrimonio industrial se compone de los restos de la cultura industrial
que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científi-
co. Estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y
fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, luga-
res donde se genera, se transmite y se usa energía, medios de transporte y
toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las activi-
dades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto
religioso o la educación.

La arqueología industrial es un método interdisciplinario para el estudio de


toda evidencia, material o inmaterial, de documentos, artefactos, estratigra-
fía y estructuras, asentamientos humanos y terrenos naturales y urbanos,
creados por procesos industriales o para ellos. (2) La arqueología industrial
hace uso de los métodos de investigación más adecuados para hacer enten-
der mejor el pasado y el presente industrial.

El período histórico de principal interés se extiende desde el principio de la


Revolución Industrial, la segunda mitad del siglo XVIII, hasta la actualidad,
incluida. Si bien también se estudian sus raíces preindustriales y protoindus-
triales anteriores. Además, se recurre al estudio del trabajo y las técnicas
laborales rodeadas de historia y tecnología .

2 . VA L O R E S D E L PAT R I M O N I O I N D U S T R I A L
I. El patrimonio industrial es la evidencia de actividades que han tenido, y
aún tienen, profundas consecuencias históricas. Los motivos para proteger
el patrimonio industrial se basan en el valor universal de esta evidencia, más
que en la singularidad de sitios peculiares.

II. El patrimonio industrial tiene un valor social como parte del registro de
vidas de hombres y mujeres corrientes, y como tal, proporciona un importan-
te sentimiento de identidad. Posee un valor tecnológico y científico en la his-
toria de la producción, la ingeniería, la construcción, y puede tener un valor
estético considerable por la calidad de su arquitectura, diseño o planificación.

1
La “Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de monumentos y sitios” (Carta de
Venecia) de ICOMOS, 1964.
2
Por conveniencia, “sitios” se referirá a terrenos, complejos, edificios, estructuras y máquinas a me
nos que estos términos se usen de forma más específica.
— 125 — A N E X O D O C U M E N TA L

III. Estos valores son intrínsecos del mismo sitio, de su entramado, de sus
componentes, de su maquinaria y de su funcionamiento, en el paisaje indus-
trial, en la documentación escrita, y también en los registros intangibles de
la industria almacenados en los recuerdos y las costumbres de las personas.

IV. La rareza, en términos de supervivencia de procesos particulares, tipolo-


gías de sitios o paisajes, añade un valor particular y debe ser evaluada cui-
dadosamente. Los ejemplos tempranos o pioneros tienen un valor especial.

3. LA IMPORTANCIA DE LA CATALOGACIÓN , EL REGISTRO Y LA INVESTIGACIÓN


I. Todo territorio debe catalogar, registrar y proteger los restos industriales
que quiera preservar para generaciones futuras.

II. Estudios de áreas y de diferentes tipologías industriales deben identificar


el alcance del patrimonio industrial. Usando esta información, se deben cre-
ar inventarios para todos los sitios que se haya identificado. Estos inventa-
rios deberían concebirse para ser fáciles de consultar y de libre acceso para el
público. La informatización y el acceso en línea son objetivos importantes.

III. El registro es una parte fundamental del estudio del patrimonio indus-
trial. Debe realizarse y almacenarse en un lugar público un registro comple-
to de las características físicas y las condiciones de un sitio antes de que se
haga cualquier intervención. Se puede obtener mucha información si el
archivo se lleva a cabo antes de que un proceso o un sitio haya cesado en su
actividad. Los registros deben incluir descripciones, dibujos, fotografías y
películas de vídeo de objetos móviles, acompañados de documentación de
apoyo. Los recuerdos de la gente son un recurso único e irremplazable que
debe ser registrado siempre que sea posible.

IV. La investigación arqueológica de sitios industriales históricos es una téc-


nica fundamental para su estudio. Debe llevarse a cabo en las mismas bue-
nas condiciones que los sitios de otros períodos históricos o culturales.

V. Los programas de investigación histórica son necesarios para respaldar


las políticas de protección del patrimonio industrial. Debido a la interde-
pendencia de varias actividades industriales, los estudios internacionales
pueden ayudar a identificar sitios y tipos de sitios de importancia mundial.

VI. Los criterios para evaluar edificios industriales deben definirse y publicarse
para lograr la aceptación del público general a un nivel consistente y racional.
Sobre la base de una investigación apropiada, estos criterios deben usarse para
catalogar los paisajes, los asentamientos, los sitios, las tipologías, los edificios,
las estructuras, las máquinas y los procesos supervivientes más importantes.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 126 —

VII. Los sitios y las estructuras que se cataloguen como importantes debe-
rán protegerse por medidas legales lo suficientemente fuertes para asegurar
la conservación de su importancia. La Lista del Patrimonio Mundial de la
UNESCO debe dar el reconocimiento que se merece al enorme impacto que
la industrialización ha tenido sobre la cultura humana.

VIII. Debe definirse el valor de los sitios significativos y establecer pautas


para futuras intervenciones. Cualquier medida legal, administrativa o finan-
ciera necesaria para mantener su valor debe ser puesta en marcha.

IX. Los sitios en riesgo deben identificarse para poder tomar las medidas
oportunas para minimizar el riesgo y facilitar esquemas adecuados para
reparar o reutilizar los sitios.

X. La cooperación internacional es una manera particularmente apropiada


de conservar el patrimonio industrial mediante iniciativas coordinadas y
compartiendo recursos. Deben desarrollarse criterios compatibles para
compilar inventarios y bases de datos internacionales.

4 . P ROT E C C I Ó N L E G A L
I. El patrimonio industrial debe entenderse como parte del patrimonio cul-
tural en general. No obstante, su protección legal debe tener en cuenta la
naturaleza especial del patrimonio industrial. Debe ser capaz de proteger la
planta y la maquinaria, los elementos subterráneos, las estructuras en pie,
los complejos y los conjuntos de edificios, y los paisajes industriales. Las
áreas de residuos industriales deben ser consideradas tanto por su potencial
valor arqueológico como por su valor ecológico.

II. Las políticas para el desarrollo económico y la planificación regional y nacio-


nal deben integrar programas para la conservación del patrimonio industrial.

III. Los sitios más importantes deben protegerse completamente y no se debe


permitir ninguna intervención que comprometa su integridad histórica o la
autenticidad de su entramado. La adaptación armónica y la reutilización pue-
den ser una forma adecuada y económica de asegurar la supervivencia de los
edificios industriales, y debe promoverse mediante los controles legales, los
consejos técnicos, las becas y los incentivos fiscales adecuados.

IV. Las comunidades industriales que se vean amenazadas por rápidos cam-
bios estructurales deben ser apoyadas por las autoridades gubernamentales
locales y centrales. Se deben prever los riesgos potenciales al patrimonio
industrial derivados de estos cambios y preparar planes para evitar tener
que recurrir a soluciones de emergencia.
— 127 — A N E X O D O C U M E N TA L

V. Se deben establecer procedimientos para responder rápidamente al cierre


de sitios industriales importantes para prevenir la destrucción o el traslado
de los elementos significativos. Las autoridades competentes deben tener
poderes estatutarios para intervenir cuando sea necesario para proteger los
sitios amenazados.

VI. El gobierno debe contar con organismos asesores especializados que


puedan proporcionar consejos independientes sobre cuestiones relaciona-
das con la protección y la conservación del patrimonio industrial, y se les
debe consultar en todos los casos importantes.

VII. No deben escatimarse esfuerzos a la hora de asegurar la consulta y la


participación de las comunidades locales en la protección y la conservación
de su patrimonio industrial.

VIII. Las asociaciones y grupos de voluntarios desempeñan un importante


papel en la catalogación de sitios, en promover la participación en la con-
servación industrial y en divulgar la información y la investigación. Por lo
tanto, son actores indispensables en el teatro del patrimonio industrial.

5 . M A N T E N I M I E N T O Y C O N S E RVAC I Ó N
I. La conservación del patrimonio industrial depende de la preservación de
la integridad funcional, y las intervenciones en un sitio industrial deben, por
tanto, estar enfocadas a mantener su integridad funcional tanto como sea
posible. El valor y la autenticidad de un sitio industrial pueden verse enorme-
mente reducidos si se extrae la maquinaria o los componentes, o si se destru-
ye los elementos secundarios que forman parte del conjunto de un sitio.

II. La conservación de sitios industriales requiere un profundo conocimiento del


propósito o los propósitos por lo que se construyó, y de los diferentes procesos
industriales que pudieron tener lugar en él. Esto puede haber cambiado con el
tiempo, pero todos los usos anteriores deben ser investigados y evaluados.

III. La preservación in situ debe considerarse siempre como prioritaria.


Desmantelar y reubicar un edificio o una estructura sólo es aceptable cuando
es preciso destruir el sitio por imperiosas necesidades sociales o económicas.

IV. La adaptación de un sitio industrial a un nuevo uso como forma de ase-


gurar su conservación suele ser aceptable, excepto en el caso de sitios de
especial importancia histórica. Los nuevos usos deben respetar el material
significativo y mantener los patrones originales de circulación y actividad, y
debe ser tan compatible con el uso original o principal como sea posible. Es
recomendable habilitar un área donde se represente el uso anterior.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 128 —

V. Continuar adaptando y usando edificios industriales evita malgastar


energía y contribuye al desarrollo sostenible. El patrimonio histórico puede
tener un papel importante en la regeneración económica de áreas deteriora-
das o en declive. La continuidad que implica la reutilización puede propor-
cionar estabilidad psicológica a las comunidades que se enfrentan al
repentino fin de una fuente de trabajo de muchos años.

VI. Las intervenciones deben ser reversibles y tener un impacto mínimo.


Todo cambio inevitable debe ser documentado, y los elementos significati-
vos que se eliminen deben ser registrados y almacenados de forma segura.
Varios procesos industriales confieren un lustre que es integral a la integri-
dad y al interés del sitio.

VII. La reconstrucción, o la vuelta a un estado conocido anterior, debe con-


siderarse como una intervención excepcional que sólo es apropiada si bene-
ficia a la integridad del sitio entero, o en caso de destrucción de un sitio
mayor por violencia.

VIII. Las habilidades humanas involucradas en muchos procesos industria-


les antiguos u obsoletos son un recurso críticamente importante cuya pérdi-
da puede ser irreparable. Es necesario registrarlos cuidadosamente y
transmitirlos a las nuevas generaciones.

IX. Debe promoverse la conservación de los registros documentales, los


archivos de las empresas, los planes de construcción, así como las especies
de muestra de productos industriales.

6 . E D U CAC I Ó N Y F O R M AC I Ó N
I. La formación profesional especializada en los aspectos metodológicos,
teóricos e históricos del patrimonio industrial debe impartirse en niveles
técnicos y universitarios.

II. Se debe producir material educativo específico sobre el pasado industrial


y su patrimonio para los estudiantes de primaria y secundaria.

7 . P R E S E N TAC I Ó N E I N T E R P R E TAC I Ó N
I. El interés y el afecto público por el patrimonio industrial y la apreciación
de sus valores son las formas más seguras de conservarlo. Las autoridades
públicas deben explicar activamente el significado y el valor de los sitios
industriales mediante publicaciones, exposiciones, televisión, Internet y
otros medios, proporcionando acceso sostenible a sitios importantes y pr o-
moviendo el turismo en áreas industriales.
— 129 — A N E X O D O C U M E N TA L

II. Los museos especializados en técnica e industria y los sitios industriales


conservados son dos medios importantes de proteger e interpretar el patri-
monio industrial.

III. Las rutas regionales e internacionales del patrimonio industrial pueden


remarcar la continua transferencia de tecnología industrial y el movimiento
de personas a gran escala que puede causar.
Te rminología Básica
Definición y ordenamiento de algunos términos del campo de la conserva-
ción integrada al patrimonio arquitectónico ambiental.

T U T E L A , S A LVAG UA R DA O PROT E C C I Ó N
Acción jurídica destinada a resguardar de la eventualidad de daño a objetos
muebles o inmuebles.

C O N S E RVACIÓN / PRESERVA C I Ó N

C O N S E RVAC I Ó N
Es el creativo uso de técnicas y habilidades para asegurar la continuidad de
uso del edificio y su mantenimiento, reparación y consolidación.
El edificio puede ser alterado y adaptado a nuevos usos. Puede ser necesario
alterar el monumento histórico en orden a adecuarlo a otros usos modernos
y así conseguir una efectiva conservación.
La conservación tiene carácter dinámico al incluir las adaptaciones contem-
poráneas tendientes al reciclaje o nuevo uso del edificio. Además no se limi-
ta solo a éste, sino que se extiende al medio en que está inserto.

P R E S E RVAC I Ó N
Implica una acción anticipada contra daño, destrucción o descuido, tendi-
ente a mantener los elementos sin alterar sus características originales, a
través de una labor semejante a la realizada con las piezas de museo.
Es una acción que plantea la inmutabilidad del bien. Esta definición es la
acepción europea del término. La americana es la siguiente: "preservación
es una concepción englobante de todas las acciones de intervención posi-
bles, inclusive la conservación".
En lo que respecta a los términos preservación y conservación, se trata de
un conflicto terminológico aún no resuelto.

LIMPIEZA Y REMOCIÓN
Se trata de suprimir algo añadido a un edificio de valor, por diversas causas,
en épocas posteriores.
El término limpieza se refiere a la acción sobre añadidos a nivel superficial
(pátinas, pinturas, estucos).
El término remoción se refiere a la acción sobre añadidos de cuerpo o volú-
men, al retiro de los elementos agregados que desdibujan al edificio.
En ambos casos las causas posibles que generan los añadidos pueden ser:
artísticas, funcionales, estructurales, ocupaciones abusivas y otras.
E L P A T R I M O N I O A R QU I T E C T O N I C O — 134 —

MANTENIMIENT O
Es el conjunto de operaciones necesarias para mantener en perfectas condi-
ciones o en estado de conservación un edificio o construcción de cualquier
tipo. Estas tareas pueden incluir la necesidad de reparaciones y hasta el rem-
plazo de partes y pequeñas piezas.

R E N OVAC I Ó N
De partes deterioradas por el envejecimiento (elementos estructurales, de
cerramiento, caja muraria o instalaciones). Esta acción puede incluir la
incorporación de elementos técnicos en el edificio.

C O N S O L I DAC I Ó N
Operaciones que a través de sistemas o métodos de refuerzo pueden mejo-
rar las características de consistencia o resistencia de una estructura, un ter-
reno o una cimentación.

R E S TAU R AC I Ó N
Volver el edificio a su condición y apariencia original, en un particular
período de tiempo. Exige documentación, evidencias, investigación, estu-
dios históricos y arqueológicos, etc. Es una acción de alta responsabilidad.

R E C O N S T RU C C I Ó N
Acción y efecto de reconstruir. Dicha acción puede ser:

Con los mismos materiales:


en el mismo lugar en que estuvo el edificio > anastilosis
en distinto lugar > recolocación

A su vez, la recolocación puede ser:


recolocación total: los edificios son trasladados como una totalidad sobre
mojinetes
recolocación por partes: desmontar, trasladar y volver a erigir el edificio en
otro lugar. No todas las estructuras permiten la recolocación por partes, sí
por ejemplo las estructuras de madera.

Con nuevos materiales:


réplica (inglés)
reproducción (francés)

la réplica puede ser en el mismo lugar o en otro lugar


la reproducción se verifica en el mismo lugar en que originalmente estaba
emplazada
— 135 — TERMINOLOGÍA BÁSICA

REFORMA / MODIFICACIÓN / REMODELA C I Ó N


Es una acción que implica un cambio sobre la estructura física y/o el uso.

UTILIZAR / RE-UTILIZAR / RE-USO


Se trata de una nueva utilización de un objeto para ser usado igual o diver-
samente, con respecto al uso que tenía anteriormente.

RECICLAR
Extender la vida útil de los edificios. Hacer vivir un nuevo ciclo al edificio.
Los norteamericanos entienden por tal toda intervención sobre un edificio
que no recurra al bulldozer. Es un concepto abarcante, que significa recu-
peración, modernización, transformación, conversión, rehabilitación.

Hay dos situaciones de reciclaje:


– cuando la recuperación de una estructura existente se produce por una
necesidad económica
– cuando el reciclaje es el medio idóneo de garantizar la sobrevida de una
arquitectura deseada.

RECUPERAR
Readquisición de la disponibilidad que se ha perdido temporalmente, remo-
viendo aquello que lo ha privado de su funcionalidad.

INFILL / INSERCION / NUEVAS ADICIONES


Se trata de agregar nuevas construcciones compatibles en viejas estructuras,
o nuevos edificios en ajuste con un contexto heredado.
Acerca de los autores

JORGE O. GAZANEO es arquitecto (FADU-UBA). Especialista internacional en el


rescate y conservación de la arquitectura de los siglos 19 y 20.
Director y creador del Centro para la Conservación del Patrimonio Urbano-Rural y de
la carrera de postgrado para la Conservación y Reciclaje del Patrimonio, FADU, UBA.
Responsable de la organización del Comité Argentino del ICOMOS y presidente del
mismo en tres gestiones consecutivas, ejerciendo la vicepresidencia internacional
para la región latinoamericana también por tres períodos sucesivos y por otros dos
como secretario general de finanzas. Miembro del DOCOMOMO, del comité
internacional para la conservación del patrimonio industrial, TICCIH, y el de Art
Nouveau y Beaux Arts.
Ha desarrollado una incansable actividad en tareas de conducción y misiones
especiales a requerimiento de diversos gobiernos y organismos como la UNESCO y
OEA, siendo miembro del jurado técnico y experto para la Convención de
Patrimonio Mundial desde 1982 a la fecha.
Investigador, escritor, conferencista, cuenta con innumerables trabajos presentados
en congresos de la especialidad y sus publicaciones se han constituido en referente
para los estudios en el campo de la arquitectura y la conservación del patrimonio.
Profesor visitante de universidades argentinas, americanas, europeas y asiáticas.
El Arq. Gazaneo ha participado como profesor invitado de todos los cursos de la
asignatura desde sus inicios.

CARLOS PERNAUT es arquitecto (FADU-UBA). Se especializó en conservación del


patrimonio arquitectónico en Cuzco, becado por la UNESCO, y en conservación a
escala urbana e inventario del patrimonio, en París, Brujas y Nápoles.
Profesor titular de historia de la arquitectura en las Universidades de Buenos Aires,
Belgrano, Católica de La Plata y Morón, y en los Cursos de especialización y
Maestrías en las Universidades de Buenos Aires, Córdoba y Mar del Plata. Profesor
invitado en Universidades de América y Europa.
FORMAS DE MIRAR — 138 —

Ha participado, organizado y dirigido cursos, seminarios y congresos nacionales e


internacionales y publicado numerosos trabajos de su especialidad. Ha desarrollado
y aplicado sistemas de inventario y registro urbano arquitectónico en Argentina y
otros países de América.
Ha realizado misiones y consultorías para organismos internacionales. Entre otras:
la evaluación de los inventarios de América Central, UNESCO, 1989 y del Centro
histórico de Colonia del Sacramento en Uruguay, ICOMOS, 1996 y 2002; y el
Programa de desarrollo social y cultural a través de la recuperación del patrimonio
histórico, las Misiones Jesuíticas Guaraníes, BID, 1997 a 1999.
Miembro del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios -ICOMOS, desde
1977. Miembro de los Comités Internacionales especializados en Inventarios,
1991/93; y en Itinerarios Culturales, desde 1998. Presidente del Comité Argentino
para los períodos:1983/86, 1993/96 y 1996/99. Miembro de Honor del Comité
Nacional de Brasil. Desde 1999 es Vicepresidente del ICOMOS y tiene a su cargo
las Américas.
El Arq. Pernaut ha sido Profesor Adjunto de la cátedra en los inicios de la misma y
desde hace varios años concurre como profesor invitado.

CELIA BIOLCATI es arquitecta, egresada de la FADU-UBA, obtuvo su título de


postgrado en preservación en la Universidad de Bath, Inglaterra, y el presente
ensayo es parte de sus informes para el mismo en 2004. Actualmente trabaja para
el estudio Rodney Melville & Partners, de Leamington Spa, Gran Bretaña,
especializado en la conservación de edificios históricos.
La Arq. Biolcati es ex alumna de la cátedra y cursó la asignatura en 1996.

ALFREDO CONTI es arquitecto egresado de la Universidad Nacional de La Plata


y conservador de edificios, CECPUR-FADU-UBA. Investigador Adjunto de la
Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires.
Ejerce la docencia en el ámbito universitario en áreas ligadas a historia de la
arquitectura, diseño y conservación del patrimonio. Profesor de la carrera de
especialización en Preservación, Conservación y Reciclaje del Patrimonio
Monumental Urbano-Rural, CECPUR-FADU-UBA.
Se desempeñó como planificador urbano, miembro de la Comisión del Patrimonio
Arquitectónico y Urbanístico, co-ordinador del área de preservación y Jefe del
Departamento de Conservación del Patrimonio en la Dirección del Planeamiento Urbano
de la Municipalidad de la Plata entre 1977 y 1991. A partir de 2004 es el Director de
Patrimonio de la Municipalidad de La Plata, recientemente creada.
Vicepresidente del Comité Argentino del ICOMOS (Consejo Internacional de
Monumentos y Sitios) y miembro activo de DOCOMOMO (Comité Internacional
para la Documentación y Conservación de Edificios y Sitios del Movimiento
Moderno). Consultor para UNESCO en el tema de ciudades de patrimonio mundial.
Participante de reuniones científicas y conferencista en instituciones académicas del
país y del exterior y publica regularmente sus trabajos en medios especializados.
— 139 — ACERCA DE LOS AUTORES

El Arq. Conti ha sido docente de la cátedra en los inicios de la misma y ha sido y es


frecuentemente profesor invitado.

JEAN BARTHELÉMY es ingeniero civil en construcciones (Universidad de Liège) e


ingeniero arquitecto (Universidad de Louvain). En 1966 recibió el Primer Premio
Bienal de Arquitectura E.J. Van de Ven. En 1968 fundó el Departamento de
Arquitectura en la Facultad Politécnica de Mons, Bélgica, donde enseñó diseño e
historia de la arquitectura por treinta años. Profesor invitado en universidades
extranjeras (Buenos Aires, Sao Paulo, Quebec, etc.), es un experto consultor de la
UNESCO, de la Unión Europea y el Consejo de Europa, y miembro del Comité
Internacional para la Torre de Pisa. Fue administrador de la Asociación Europea
para la enseñanza de la arquitectura y miembro del Comité Ejecutivo de ICOMOS
Internacional, del cual es Presidente Honorario del comité belga. Preside la sección
de monumentos de la Wallonia de la Comisión Real de Monumentos y la de
Jornadas del Patrimonio en la Wallonia. Como arquitecto es autor del plan urbano
de Mons, de la represa de Plate-Taille, de la plaza de Cuesmes y de la Corte de
Justicia de Mons, que han sido ampliamente publicadas nacional e
internacionalmente.
Es autor de incontables trabajos y artículos sobre planeamiento urbano,
arquitectura, restauración y protección del patrimonio, y ha recibido muchas
distinciones, entre ellas: Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de la
República Francesa (1991), Gran Oficial de la Corona (1999), ganador del Premio
2000 de los Amigos de la Provincia de Hainaut, Medalla de Oro de la Opera della
Primaziale Pisana (2001), Medalla de Honor 2001 de Europa Nostra, Medalla de
Plata 2002 de la Academia de Arquitectura Francesa, Medalla de Oro 2002 de la
Asociación de Ingenieros de la Universidad de Liège.
Miembro de Clase de Bellas Artes de la Academia Real de Bélgica, ejerció su
dirección en 1996.
El Prof. Barthélemy ha visitado Buenos Aires en diversas ocasiones en las que ha
dictado conferencias y seminarios de los que han tomado parte alumnos y
profesores de la cátedra.

MABEL M. SCARONE es arquitecta egresada de la FADU-UBA, especializada en


preservación del patrimonio.
Profesora Titular Consulta de la FADU-UBA, a cargo del Taller de Arquitectura 1 a
5, y de la materia electiva Introducción a la Preservación y el Reciclaje, de la que es
su fundadora. Ambas asignaturas han constituido, por más de veinte años, un
ámbito de formación de discípulos y laboratorio de experimentación en la
convergencia de docencia e investigación. A nivel de postgrado, es profesora titular
de Teoría de la Preservación y Co-Directora del Centro para la Conservación del
Patrimonio Urbano Rural, CECPUR-FADU-UBA.
Dirige programas de investigación sobre las temáticas del reciclaje e intervenciones
contemporáneas en el medio heredado, tanto en el CECPUR como en la Secretaría
FORMAS DE MIRAR — 140 —

de Ciencia y técnica de la Universidad de Buenos Aires.


Miembro fundador del Comité Argentino del ICOMOS (International Council of
Monuments and Sites), fundadora y ex-presidente del Comité Argentino de
Juventud & Patrimonio (Jeneusse & Patrimoine, UNESCO), fundadora y actual
coordinadora del grupo argentino de trabajo del DOCOMOMO (International
Working Party for the Documentation and Conservation of Buildings, Sites and
Neighbourhoods of the Modern Movement).
Autora de numerosos artículos, libros y ponencias sobre temas de la especialidad,
varias de sus publicaciones se han constituido en referentes para los estudios sobre
arquitectura argentina, tal el caso de "Arquitectura de la Revolución Industrial",
Revolución Industrial y Equipamiento Urbano", "Tres Asentamientos Rurales"
(todos junto a Jorge O. Gazaneo), y "Antonio U. Vilar", entre otros.
La Arq. Scarone es la Profesora Titular de la asignatura y su creadora, tal como se
explica en la introducción a la presente publicación.

WESSEL DE JONGE es arquitecto, con oficina en Roterdam y combina su actividad


profesional con su actividad académica como investigador en la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Tecnológica de Delft. Es co-fundador del
DOCOMOMO Internacional, ex-Secretario General, miembro de su Comité
Consultivo Internacional y de su Comité Científico Internacional de Tecnología.
Como responsable de Wessel de Jonge architecten, el autor ha estado involucrado
en los proyectos de restauración de importantes testimonios del Movimiento
Moderno, como la Fábrica de Diseño Van Nelle en Rotterdam y el Pabellón de
Holanda para la Bienal Venecia, obra de Gerrit Rietveld. Con Hubert-Jan Henket
architecten han estado a cargo de la restauración de Zonnestraal, de Jan Duiker,
desde 1993, recibiendo ambos arquitectos en 2003 el título honorífico de Caballero,
reconocimiento oficial del Reino de los Países Bajos por sus trabajos de arquitectura
en general y en particular por su contribución a la puesta en valor del patrimonio
del Movimiento Moderno.
El Arq. de Jonge ha sido profesor visitante de la cátedra en 1997.

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