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4 El sueño de

Dolores Cacuango
El sueño de Dolores Cacuango
Gobierno del Ecuador El sueño de Dolores Cacuango
Rafael Correa Delgado
Presidente de la República del Ecuador

Raúl Vallejo Corral


Ministro De Educación

Gloria Vidal Illingworth


Subsecretaria General de Educación

Mery Gavilanes Betancourt


Directora de Educación Popular Permanente

Ministerio de Educación del Ecuador


Dirección: San Salvador E6-49 y Eloy Alfaro
Teléfono: (593)02 396 1300 / 396 1400 / 396 1500
Correo Electrónico: info@educacion.gov.ec
Quito-Ecuador

Dirección del Programa: Mery Gavilanes


Coordinación Editorial: Luis Monteros

Autor: Ariruma Kowii

Diseño Gráfico: Grupo ABC, Renato Salazar

Fotos: Dolores Cacuango, líder del pueblo Indio. De Raquel Rodas, Banco Central del Ecuador
Archivo de la Comisión Permanente de Conmemoraciones Cívicas

Agradecimientos: UNICEF
Comisión Permanente de Conmemoraciones Cívicas

ISBN: Ima shina inti tayta tukuy warmikunata, jarikunata kunukyan,


shinallatak yachaika, wakchakunata, charikkunata,
Primera edición: 1 de Agosto de 2007
mishukunata, llankakkunata yachachinami kan
Imprenta:
Nº de ejemplares:
Así como el sol alumbra igualito a todos, hombres
Impreso en Ecuador o mujeres; así la educación debe alumbrar a todos
sean ricos o pobres, amos o peones
Dolores Cacuango

EL SUENO DE DOLORES CACUANGO 3


¿Cómo debemos construir la Patria de todos? Un paso importante para superar Vida de Dolores Cacuango
los errores, las inequidades que históricamente se han cometido con los secto-
res populares, con los pueblos indígenas y el pueblo afroecuatoriano es superan- Mujer quichua del pueblo kayampi que nació el 26 de octubre de 1881, contra-
do el analfabetismo que existe en nuestro país, analfabetismo que consideramos jo matrimonio con Rafael Catucuamba el 15 de agosto de 1905, a la edad de
posible de erradicar en estos cuatro años de Gobierno, siempre y cuando nos veinticuatro años, tuvo nueve hijos, de los cuales solamente tres sobrevivieron;
convoquemos y trabajemos en MINGA, hermanando la voluntad de todos los murió el 23 de abril de 1971.
ecuatorianos, para así superar el 28.1% de analfabetismo que existe en la pobla-
ción indígena, 10.3% en la población afro, 7.6% en la población mestiza y 9.0% Su padre, Juan Cacuango, y su madre, Andrea Quilo, eran gañanes1 en San
a nivel nacional. Pablo urco, una parcialidad de la hacienda de Pesillo, (Rodas:23:2005), la más
importante propiedad de los frailes mercedarios.
El presente programa lleva el nombre de Dolores Cacuango en homenaje a la
mujer ecuatoriana, en homenaje a su dignidad, lucha y pensamiento. En Dolores La hacienda y su entorno comunitario fueron el espacio en el cual Dolores
Cacuango vemos a la madre que transmite su herencia cultural, su voz y su Cacuango formó y construyó su pensamiento, su lucha. De la comunidad here-
acción regida por la serenidad y sabiduría en la orientación con las comunidades dó los referentes culturales, la identidad, la lengua la tradición quichua, el acumu-
y en los planteamientos que realiza a los grupos de poder, vemos a una mujer lado histórico de las vivencias de sus antepasados que, con seguridad, llegaban
liberada de resentimientos que sabe la importancia de la unidad; por esa razón, a oídos de Dolores.
su lucha se apoya en dirigentes, trabajadores e intelectuales mestizos que unen
sus sueños para la construcción de mejores días. En su historia de vida, las pocas fotografías que se han logrado recopilar presen-
tan la imagen de una mujer que conserva su indumentaria: sombreros, fachali-
Dolores Cacuango, junto con Luisa Gómez de la Torre, la madre, la compañera, nas, fajas, polleras de lana y camisas de algodón, elementos que identifican y
la maestra, son un ejemplo de fomento de la unidad, la solidaridad y la intercul- caracterizan el ser indígena, acción de por sí valiente en épocas y sociedades en
turalidad, es decir, el respeto mutuo entre pueblos diversos. Los sueños, la voz donde ser indígena implicaba ser víctima de discriminación, despojo, explotación
de Dolores son también los sueños, la voz de doña Luisa, son los sueños de y abuso. Similar situación ocurría con el conocimiento y uso del idioma, y que en
todos, son los sueños de los ecuatorianos que anhelamos un país unido, diver- el caso de Dolores, era su principal instrumento de comunicación con sus com-
so, multilingüe, competitivo y sin inequidades. pañeros de comunidad a quienes guiaba y motivaba a liberarse.

El presente programa ha sido impulsado también con el ánimo de conmemorar De la comunidad quichua aprendió el conocimiento que manejan los mayores
el bicentenario de la primera gesta libertaria de 1809, bajo el convencimiento de con respecto a la serenidad y el pragmatismo, como elementos claves para
que este proceso debe inaugurar la verdadera independencia de nuestros pue- garantizar la permanencia y continuidad de la comunidad; aprendió que las per-
blos, que han sido relegados históricamente y en la posibilidad de construir un sonas somos hijos de la Madre Tierra, y en consecuencia nadie tiene derecho a
país pluricultural y multiétnico y fomentar la unidad en la diversidad. aprovecharse de la tierra, mucho menos abusar de ella, porque hacerlo significa
acabar con su fecundidad y con los alimentos que generosamente nos brinda;
aprendió sobre la importancia y el valor de la palabra, que debe ser vista como
un acto sagrado, como un compromiso que se debe respetar y cumplir, por eso
la palabra de Dolores tenía y tiene un alto valor por los mensajes y la energía que
Raúl Vallejo Corral logró imprimir en cada una de ellas.
Ministro de Educación
En la hacienda de su infancia tuvo la oportunidad de constatar que cada hacien-
da era un pequeño Estado, porque en su interior la hacienda hacía las veces de

1 Gañan: peón, trabajador sin sueldo de la hacienda.

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gobierno, bajo cuyo servicio estaba la Tenencia Política, que incluso tenía un las comunidades indígenas, afros, etc.; a esto se sumaron las rebeliones de las
espacio para el funcionamiento de sus oficinas y la cárcel; tenía también una igle- comunidades indígenas, un número de “23 levantamientos” (CONAIE:293-6:89),
sia, para dar continuidad a la evangelización e intimidación de la comunidad, es levantamientos en contra del cobro de tributos, diezmos, primicias, impuestos,
decir, una estructura amparada por el Estado que servía para hacer y deshacer despojo de tierras, explotación, evangelización, etc.
con las personas.
En estos siglos, incluido el siglo XIX, se perfeccionó el despojo de las tierras de
En la hacienda tuvo la oportunidad de constatar el poder que ejercía el hacenda- las comunidades indígenas, la exclusión a la educación, para lo cual la violencia
do, “el administrador, un mestizo venido de la ciudad, representaba la voluntad religiosa, la violencia física, la violencia del alcohol, la violencia cultural, la violen-
del patrón y sus intereses. Luego, el escribiente de igual procedencia, era quien cia de la escritura, la violencia institucional y legal fue utilizada para amedrentar a
llevaba los libros de cuentas y el historial de la producción. Después, el mayor- la población india y lograr la legalización de las tierras y la consecuente expulsión
domo, generalmente un yanapero2 mestizo, de la misma hacienda. Este vigilaba de las comunidades indígenas de los valles hacia las partes altas de los páramos.
la ejecución de las obras ayudado por los mayorales. Estos últimos eran indios
promovidos por su don de mando y fidelidad al patrón, se les conocía como En estas etapas y en estas circunstancias, a la mente de Dolores Cacuango
“apatronados”. (Rodas:35:2005). debió haber llegado el recuerdo de las rebeliones de sus antepasados, que for-
talecieron su espíritu e inspiraron su lucha, levantamientos como el de Zuleta en
En la hacienda tuvo la oportunidad de vivir y constatar el abuso, la explotación y la provincia de Imbabura, en protesta al cobro de los diezmos y la explotación del
la injusticia a la que eran sometidos sus padres, su comunidad, la diversidad de terrateniente, rebelión que fue masacrada por el ejército el año de 1891”, el
trabajos que debían realizar los huasipungueros3, el huasicama4, los yanaperos, levantamiento de 1898 de los indígenas y mestizos de Píllaro en contra del cobro
los quimichiscas5, los peones libres, los servicios, el personal doméstico consti- de los impuestos, los levantamientos de 1913 de los comuneros de Chillanes, en
tuido principalmente por las mujeres niñas y adultas que eran obligadas a servir la provincia de Bolívar; el de 1916 en Tisaleo, provincia de Tungurahua, en 1920
a los patrones. en Latacunga, Cotopaxi, todos ellos en contra del cobro de impuestos; el levan-
tamiento de Urcuquí, en la provincia de Imbabura, por el derecho de uso del
Esta situación inspiró la lucha de Dolores Cacuango para reivindicar el rol de la agua, (Maldonado:296:1989), en 1919 el levantamiento de los indígenas de
mujer indígena, valorar su herencia cultural, la solidaridad humana y organizativa Pesillo, en la cual fue visible el liderazgo de “Encarnación Colcha”, que enfrentó
e interpelar al sistema opresor y excluyente, reivindicación que se caracteriza por la represión de un “piquete militar enviado por el presidente Alfredo Baquerizo
ser orientada con mucha dignidad y transparencia. Moreno, en el cual murieron más de 30 personas”. (Rodas:62:2005).

Referencias históricas Dolores Cacuango vivió, además, la experiencia de la Revolución Liberal (1895-
1912) en la cual se emitió la ley de beneficencia, con la cual se nacionalizaron
El siglo XVIII estuvo contagiado de aires libertarios e independentistas, como la muchos bienes eclesiásticos, entre ellos la tierra; en esa misma época, “en 1918,
rebelión de los criollos para “deponer al gobierno español el 10 de agosto de es abolida por Ley la prisión por deudas, base legal del concertaje indígena”,
1809, la formación del Ecuador en 1830”, el movimiento Montonera de 1884, (Ayala:2002).
(Ayala:130:2002), entre otros, reivindicaciones que poco o nada beneficiaron a
En suma, Dolores Cacuango fue testigo activa de importantes procesos sociales
que comenzaron a producirse a principios del siglo XIX en todo el país.
2 Yanapero: del quichua, yanapana, que significa ayudar.
3 Huasipunguero: del quichua huasi=casa, pungo=puerta; la denominación de huasipunguero se le
atribuía a las personas a quienes el patrón daba un pedazo de tierra a cambio de trabajo gratuito.
4 Huasicama: del quichua huasi=casa, camana=cuidar; indio encargado de cuidar la casa del patrón.
Icaza:1994.
5 Quimichisca: del quichua, quimirina=arrimarse, se refiere a las personas que viven en la casa a
cambio de un lugar para dormir y la comida a cambio de brindar su mano de obra gratuita.

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proceso organizativo de las comunidades de Cayambe, líderes como la maestra
Luisa Gómez de la Torre, Nela Martínez, Ricardo Paredes6, Alejandro Sandoval,
Rubén Rodríguez, entre otros.

Fruto de dicha unidad se produjo, a finales del año de 1930, en la presidencia de


Isidro Ayora, el levantamiento de Pesillo, que planteó como reivindicaciones los
siguientes puntos:

• Cesar los maltratos.


• Suprimir el trabajo obligatorio de las mujeres.
• Suprimir las huasicamias y servicias para ayudantes y mayordomos.
• Suprimir los diezmos y primicias.
• Proveer de herramientas a los trabajadores.
• Rebajar el número de ovejas a cuenta del cuentayo.
• Incrementar el salario para el huasipunguero y peones libres.
• Asignar huasipungos a los apegados.
• Disminuir las jornadas destinadas a la hacienda.

(Rodas: 81-2:2005).
Acción y lucha de Dolores Cacuango El levantamiento fue reprimido por órdenes del presidente Isidro Ayora, y los líde-
res fueron perseguidos y ultrajados, las casas de los principales dirigentes, en un
A mi madre le ofrecían desollar, pelar viva, pero ella
número de cuarenta y seis, fueron destruidas pero la lucha siguió su curso, y
no hacía caso. Seguía no más.
luego de algunos meses dio sus frutos y lograron que se reconocieran las
Luis Catacuamba, 1987 (Rodas:89:2005).
siguientes reivindicaciones:
En 1925 se produjo una “sublevación popular en Cayambe, en la cual se desta-
• Nuevos salarios, a cuarenta centavos (S/.0,40), el del peón suelto con dere-
có el dirigente Jesús Gualavasí. Se creó el sindicato campesino de Juan
cho a tener animales.
Montalvo. En esta misma región se promovieron conflictos y huelgas en las
• A treinta centavos (S/.0,30), el jornal de los hombres, con derecho a hua-
haciendas de Pesillo, Moyurco y la Chimba, en las cuales se formaron los sindi-
sipungo y a chucchir.
catos El Inca, Pan y Tierra, Tierra Libre, entre 1927 y 1930”
• Un pago de veinte centavos (S./.0,20) para las mujeres ordeñadoras.
(Maldonado:298:1989). En estas movilizaciones comenzó a evidenciarse el lide-
razgo de Dolores Cacuango, con un discurso claro y de mucha energía.
En 1944, en la famosa revolución del 28 de mayo, conocida como la Gloriosa,
Dolores Cacuango comandó “un intento de asalto al cuartel La Remonta, de
Dolores Cacuango participó en la creación de los sindicatos agrícolas de
Cayambe. Centenares de indios e indias de las comunidades de Cayambe rode-
Cayambe, en: Juan Montalvo, Pesillo, la Chamba y Moyurco. En la década de los
aron el cuartel hasta entrada la noche para presionar la caída de Arroyo del Río”
años 20, las comunidades de Cayambe, bajo el liderazgo de Jesús Gualavasí,
(Rodas:102:2005), esta acción no tuvo éxito, sin embargo, simbólicamente fue
Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña, Angelita Andrango y otros, inauguraron
importante en la motivación de la población.
una nueva práctica de solidaridad, unieron la palabra, la voz, la experiencia de
líderes urbanos y rurales, el esfuerzo de hombres y mujeres de la ciudad y del
campo permitieron articular sus sueños en la esperanza de mejores días; en esta 6 Ricardo Paredes, director del Partido Comunista y senador de la raza indígena, Rodas:93:2005).
experiencia, la presencia de líderes socialistas contribuyó en el fortalecimiento del

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Para aquella época en que la denominación de la población indígena era asigna-
da con el concepto de campesinos, llamaba la atención el uso del concepto
“indios”, como membrete de su organización, elemento importante en la reafir-
mación de la identidad de las comunidades; a esto se sumaron los planteamien-
tos establecidos en su programa organizativo, como las siguientes reivindicacio-
nes:

• La defensa y afirmación de la tradición cultural indígena, mediante la


ampliación de la educación al campo y la obligatoriedad de impartir la ense-
ñanza en el idioma nativo de los indios, con una inclinación preponderante-
mente técnica.
• La ampliación de la democracia en beneficio de los indios, incorporándo-
los a la ciudadanía mediante el voto de sus habitantes.
• El establecimiento de un fuero especial a los indios en materia penal.
(Rodas:113:2005).

La contribución de la dirigencia india en esta época, en la definición de los con-


ceptos, fue muy importante porque todo aquello permitió sentar las bases de una
identidad sólida y proyectar la posibilidad de construir una sociedad que respe-
tara los derechos de todos los sectores que forman este país.

En su calidad de Secretaria General de la FEI, Dolores en 1944 representó al


movimiento y al país en el Congreso de Trabajadores de Cali, un evento que
agrupó a los líderes populares más representativos del continente” (…); poste-
riormente apoyó la formación de sindicatos en la Sierra y bajó a la Costa para
Dolores Cacuango, tejiendo la unidad
motivar y apoyar la formación de la Federación de Trabajadores del Litoral,
FETAL.
Imapapash runakunara, mishukunara, yanakunara, paykunarami kan. Tukuilla
mashikunami kan. Kishpirik kausayta ñaupaman apankapak ñawi ñawi rikushpa
La contribución de la FEI y el liderazgo de Mama Dolores Cacuango fueron muy
makanakushkanchik, shuk ñantatalla katishkanchik.
importantes, su esfuerzo rindió frutos en beneficio de la colectividad. “En 1946,
después de quince años de insistencia y presionado por la FEI, el gobierno de
Primero el pueblo, primero los campesinos, los indios, los negros
Velasco Ibarra decretó que fueran devueltos los huasipungos a los cabecillas de
y mulatos. Todos son compañeros. Por todos hemos luchado sin bajar la
la huelga indígena de 1931. Conjuntamente con este logro se alcanzaron
cabeza, siempre en el mismo camino.
muchos de los derechos que habían motivado dicho levantamiento.
Dolores Cacuango, 1969.
Consiguieron fijar la jornada de trabajo en ocho horas diarias, el descanso de fin
de semana, subir el salario a dos sucres cincuenta centavos (S./2,50), suprimir
En agosto de 1944, la Federación Ecuatoriana de Indios FEI, se constituyó la
las servicias y eliminar el pago de los diezmos y primicias y se suprimió el traba-
organización con el apoyo del partido Comunista y de la Confederación
jo gratuito de las mujeres. Explícitamente quedó establecido que se erradicaban
Ecuatoriana de Obreros (CTE), Maldonado: (31:1989). “Jesús Gualavasi fue su
los maltratos a los trabajadores del campo”. (Rodas:123:2005).
primer Secretario General. Al periodo siguiente, Dolores asumió la Secretaría
General”, (Rodas:111:2005).

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Minga por la educación y la interculturalidad En suma, estas valiosas mujeres vieron en la unidad y en el respeto a la diversi-
dad, el eje principal para garantizar el desarrollo de todos y cada uno de nues-
Puncha tuta, llancacucpi, samacucpi, puñucucpipash yachacushpa tros pueblos.
catinami canchic.

En el día, en la noche, mientras trabajamos o descansamos, mientras Dolores: una mujer que reivindicó los derechos de la mujer
soñamos, nuestro deber es siempre aprender.
Tayta Ushcu Maldonado. TCC:1978 En las dos primeras décadas del siglo XIX, la mujer blanca-mestiza no tenía dere-
cho al voto, este derecho fue reconocido a partir de las reformas constituciona-
Dolores Cacuango tuvo conocimiento de los valores de su cultura, su historia y les realizadas en el año de 1928; ese nivel de exclusión explica la visión conser-
su tradición, pero desconocía, en cambio, el conocimiento de la escritura, la cul- vadora y machista que existía en esa época en todo el país.
tura de la población blanca, como se la denominaba en aquellas épocas.
Dolores, al igual que sus antepasados, supo la importancia de conocer y apren- El machismo también influyó en la población india, la afectación fue mayor sobre
der el conocimiento, los valores de otros pueblos, mucho más cuando el cono- todo porque en el sistema colonial y republicano, la religión se empeñó en fomen-
cimiento se utiliza como un instrumento de poder para someter a otros pueblos. tar la alcoholización de la población india; en estas circunstancias, el rol que
cumplió Dolores Cacuango rompió los esquemas de aquella época y se convir-
En este sueño se hermanó con Luisa Gómez de la Torre, profesora jubilada y tió en una de las principales defensoras de los derechos de la mujer.
comprometida con las causas sociales de las comunidades indígenas de
Cayambe; juntas compartieron la necesidad de unir voluntades, de unir los idea- Su acción, denunció los atropellos que eran cometidos cotidianamente en con-
les de fomento y respeto a la diversidad cultural y lingüística, razón por la que, tra de la mujer y reivindicó derechos como:
desde el inicio, consideraron la importancia de crear escuelas que garantizaran
la educación en lengua materna a fin de facilitar la apropiación del conocimiento • El derecho de la mujer a elegir libremente a su cónyuge y que no sea
y por ende la recuperación y liberación de la memoria de las comunidades que impuesto por los padres de familia.
por muchos años habían sido víctimas de la colonización ideológica, una ideolo- • La violencia familiar.
gía orientada a la desvaloración continua y al deseo de integrarse y blanquearse • El abuso de los hacendados, sus empleados, curas y autoridades que vio-
a imagen y semejanza de los modelos europeos. laban a las mujeres de la comunidad, principalmente a aquellas que realiza-
ban el papel de servicias.
Dolores Cacuango y Luisa Gómez de la Torre fueron mujeres que comprendieron • El derecho a la realización como mujer y madre.
desde un inicio la importancia de conocer mutuamente las contribuciones que • El derecho a una vida digna y justa.
pueden hacer cada uno de los pueblos, comprendieron la necesidad de comba-
tir la ideología dominante para efectos de superar la pobreza y de reafirmar la
identidad cultural, comprendieron que en las circunstancias en las que vivían las Valores que practicó Dolores Cacuango
comunidades rurales y urbanas, el modelo de sociedad debía garantizar la cons-
trucción de procesos interculturales, de sociedades que se valoraran y aprendie- Dolores Cacuango fue una mujer de principios, de valores que fomentaba en la
ran a respetar el patrimonio y la realidad de cada pueblo y cultura. práctica, entre ellos los siguientes:

Dolores Cacuango, Luisa Gómez de la Torre y Nela Martínez conocían el valor de • El respeto y el valor de la palabra para que sea cumplida.
la palabra, de la lengua y editaron en esos años el periódico denominado Ñukan- • La serenidad y el pragmatismo.
chik Allpa, instrumento de difusión para poder dar a conocer la tragedia en que • El ahorro, como medida para precautelar insumos que le permitieran
vivían las comunidades. enfrentar las persecuciones que vivía.
• La solidaridad y el apoyo mutuo para sus compañeros.

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• El desprendimiento y la humildad. Sobre la importancia de la unidad, Dolores Cacuango expresó lo siguiente:
• El orgullo sano y equilibrado.
• La sinceridad y la transparencia. A natural solo, patrón patea y ultraja. Es como hebra de poncho que fácilmente
• La responsabilidad y la constancia. se rompe. A natural unidos como a poncho tejido, patrón no podrá doblegar.
• La fidelidad consigo misma y su cultura.
• La coexistencia pacífica de los pueblos. Dolores era consciente de la fragilidad de la unidad, por esa razón la comparaba
con la hebra de hilo que puede romperse con facilidad, por eso su insistencia a
mantenerse unidos como un tejido completo.

Finalmente su frase profética:

Somos como la paja del cerro, que se arranca y vuelve a crecer y de paja del
cerro cubriremos el mundo.

La frase hace referencia a la sólida matriz cultural de la población quichua, nos


recuerda que los pueblos indígenas somos herederos de culturas milenarias que
enraizaron profundamente sus parámetros culturales, razón por la cual será difí-
cil que cualquier atentado pueda mutilar los referentes culturales de las comuni-
dades, que son tan fuertes que al ser arrancados, tienen la virtud de volver a cre-
cer, tienen la posibilidad de estar presentes también en otras latitudes.

Su fortaleza es tal y la prueba es que estamos presentes y que tenemos todas


las características, todas las virtudes para insertarnos en el mundo sin perder
nuestra identidad.

Dolores Cacuango reivindicó la identidad como un elemento clave para impulsar


la liberación de las comunidades y la superación permanente de la población.

El pensamiento de Dolores Cacuango

Nosotros somos como los granos de quinua, si estamos solos, el viento nos
lleva lejos, pero si estamos unidos en un costal, nada hace el viento, bambole-
ará, pero no nos hará caer…

Dolores Cacuango valoraba la unidad al interior de las comunidades así como la


necesidad de establecer alianzas con otras organizaciones que comulgaban y
apoyaban la lucha por los derechos de la comunidades; sabía y estaba segura
de que la principal arma para derrotar al contrario, al enemigo era la unidad, caso
contrario los objetivos por lograr cambios estructurales no serían fáciles.

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Bibliografía:

Taller Cultural Causanacunchic


1978 Testimonios, memorias del pueblo quichua.

Rodas Morales, Raquel,


2005 Dolores Cacuango, Gran líder del pueblo Indio. Banco Central del
Ecuador.

Icaza, Jorge.
1994. Huasipungo, estudio introductorio: Manuel Corrales. Colección Antares.

Moreno Yánez, Segundo.


1995 Sublevaciones indígenas en la Audiencia de Quito, desde comienzos del
siglo XVIII hasta finales de la Colonia. PUCE.

Maldonado Ruiz. Coordinador.


1989 Las nacionalidades Indígenas en el Ecuador, nuestro proceso organiza-
tivo, Ediciones Tincui, Abya-Yala, Quito.

Ayala Mora, Enrique.


2002 Resumen de Historia del Ecuador, Corporación Editora Nacional, Quito.

16 EL SUENO DE DOLORES CACUANGO

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