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Aspectos psicológicos y
abordaje de individuos
en condiciones adversas
C. Sanz Carrillo*, J. Viaplana Jaime**
*
Psiquiatra, **Psicóloga Clínica. Unidad Salud Mental. Atención Primaria.
Hospital General San Jorge. Huesca

INTRODUCCIÓN
El estudio de la personalidad y de los aspec- una cueva, durante el buceo, etc. Por ello
tos psicológicos de los individuos que perma- creemos que cualquier aportación sobre es-
necen durante un tiempo aislados y/o en tos aspectos, aunque sea mínima, podrá ser
condiciones adversas, así como las posibles de interés.
secuelas a lo largo del tiempo, constituyen
un tema cuya relevancia no parece necesario En el presente capítulo desarrollaremos los si-
subrayar. Los estudios demuestran que un guientes apartados:
elevado porcentaje de los individuos que han
sufrido sucesos traumáticos (accidentes de 1. Rasgos de personalidad y psicopatología
tráfico, atentados, acciones violentas, catás- en individuos sometidos a condiciones ad-
trofes bélicas, etc.) presentan, un año des- versas.
pués, alteraciones del estado de humor y sín- 2. La actitud ante la persona en situación de
tomas de trastorno por estrés postraumático. riesgo: reacciones personales y profesio-
Sin embargo, existen pocas investigaciones nales.
que evalúen estos hechos en otro tipo de ac- 3. Medidas de actuación ante pacientes con
cidentes, como los que se dan en medios ais- patología psíquica en dichas circunstan-
lados y hostiles: la montaña, el interior de cias.
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192 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO

RASGOS DE PERSONALIDAD Y PSICOPATOLOGÍA


EN INDIVIDUOS SOMETIDOS A CONDICIONES ADVERSAS
En condiciones adversas o extremas (y más si tran más insolidarios, indiferentes con el gru-
éstas son prolongadas) pueden aparecer alte- po, incluso les gusta burlarse de los demás,
raciones de la personalidad que en circuns- llegando a ser insensibles y hostiles).
tancias normales rozarían los límites de la es-
tabilidad aparente. Dado que el hombre es En relación con estos hechos, los autores del
un ser social, nunca actuará totalmente en trabajo mencionan que en estas circunstan-
solitario y sus acciones ejercerán influencias cias debería considerarse la posible detección
en el grupo en que está integrado. Es más, el de individuos con rasgos anómalos de perso-
rendimiento de un grupo de trabajo, su efi- nalidad, especialmente si van a formar parte
cacia, está estrechamente ligado no sólo a la de un grupo con especial responsabilidad y
competencia de sus miembros, sino también, sometido a circunstancias adversas (1).
y sobre todo, a las relaciones interpersonales.
Además, otros autores insisten en que la or-
Es evidente que en estas circunstancias las al- ganización previa de la personalidad es abso-
teraciones de conducta por parte de alguno lutamente relevante para la respuesta adap-
de los miembros del grupo no será un pro- tativa o no a la situación traumática. En este
blema exclusivo del afectado, sino que pro- sentido, Horowitz (2) concluye que los indivi-
ducirá un deterioro en el funcionamiento del duos con locus de control externo tienen ma-
equipo. yor vulnerabilidad a la posibilidad de desarro-
llar respuestas patológicas ante sucesos es-
Cuando el grupo va a permanecer durante tresantes externos, siendo los rasgos narcisis-
largo tiempo aislado o va a someterse a con- tas un factor protector.
diciones extremas, una alteración de la per-
sonalidad en el individuo resulta mucho más En otros estudios realizados en alpinistas po-
nociva para el conjunto. Además, este daño lacos se constata la existencia de dos tipos de
será tanto mayor cuanta más categoría jerár- personalidad. En un grupo predominan ras-
quica tenga el sujeto afectado dentro del gos esquizoides y psicasténicos (66 %), es
equipo. decir, son individuos reservados, poco socia-
bles, poco expresivos emocionalmente, obsti-
En un estudio realizado sobre sujetos volun- nados, mientras que en el otro prevalecen ti-
tarios que tomaron parte en una expedición pos neuróticos y asténicos (30 %), o sea son
a la Antártida, se observó que algo más de tímidos e inseguros, refiriendo como motiva-
un cuarto de la población investigada al ini- ción fundamental para realizar estas expedi-
ciar el viaje manifestaba su tensión, preo- ciones la necesidad de experimentar situacio-
cupación o emocionalidad, síntomas que se nes de riesgo y compensar complejos de infe-
incrementaban durante su estancia en la An- rioridad (3). Resultados parecidos se obtuvie-
tártida y que posteriormente iban disminu- ron al evaluar la personalidad de los miem-
yendo hasta valores por debajo de los inicia- bros del equipo norteamericano que en 1963
les durante el viaje de regreso. escaló el Everest (4).

Asimismo, durante todos los períodos (inicio En una investigación realizada sobre 31 suje-
del viaje, estancia y retorno) hay una mani- tos ingresados en un hospital después de un
fiesta tendencia a la extraversión, y especial- accidente de montaña en Escocia y controla-
mente en las etapas de permanencia y de re- dos durante un período de 3-9 meses, se
greso, se observa un alto porcentaje de psi- comprobó que los individuos referían mani-
coticismo (es decir, los individuos se mues- festaciones negativas como irritabilidad, do-
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ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y ABORDAJE DE INDIVIDUOS EN CONDICIONES ADVERSAS 193

lor y disminución de la actividad. Un tercio rencia emocional y fatiga mental, síntomas


presentaba síntomas depresivos inmediata- similares a los observados entre 2.500-5.000
mente después del accidente y aproximada- m, aunque en estas altitudes es más común
mente el 50 % de ellos continuaban con áni- la fase depresiva y ocasionalmente se han
mo triste nueve meses después. Además, en descrito conductas antisociales y regresivas.
los individuos que experimentaron miedo y A partir de los 4.500 m es frecuente que au-
pensamientos intrusivos sobre el accidente, mente la irritabilidad, una actitud más críti-
esta situación persistía y entre el 10-15 % ca, la no aceptación de órdenes y el enlen-
continuaba experimentando diversas conse- tecimiento en el razonamiento. Por encima
cuencias relacionadas con el accidente (5). de los 5.500 m existe un ánimo lábil y una
percepción deteriorada, y más allá de los
Por otro lado, también se han evaluado las 6.800 m sin oxígeno se constata un déficit
relaciones existentes entre factores psicológi- cognitivo (memoria, orientación, concentra-
cos y el mal de altura, constatando que los ción y razonamiento) y alteraciones del ca-
sujetos susceptibles de padecerlo fueron sig- rácter con un estado de humor variable e
nificativamente más ansiosos que el resto (6). irritable (7-10).

Numerosos estudios objetivan también la Respecto al ritmo sueño-vigilia, los individuos


existencia de cambios de conducta en los in- no acostumbrados a altas altitudes se quejan
dividuos según la altitud: entre 1.500-2.000 de sueño inquieto y pesadillas (en ocasiones
metros se observan dos reacciones, una de los sueños tienen contenidos fantásticos),
euforia, impaciencia e irritabilidad, y otra, pero se aclimatan con el tiempo y posterior-
menos frecuente, de depresión con indife- mente apenas los recuerdan (11).

ACTITUD ANTE LA PERSONA EN SITUACIÓN DE RIESGO:


REACCIONES PERSONALES Y PROFESIONALES
Los individuos sometidos a situaciones de del trauma se impusiese sobre el temor o el
riesgo o víctimas de accidentes sufren, ade- peligro.
más de las lesiones físicas, un fuerte impacto
emocional que puede provocar trastornos En este contexto podemos entender la dificul-
psíquicos. A ello se añaden vivencias doloro- tad que supone, además, cómo denominar a
sas y reacciones del entorno que influyen de las personas que han sufrido el daño, ¿víctimas
múltiples formas en la evolución de sujeto y o damnificados? Víctima podría ser considera-
de sus familiares. da la persona que queda anquilosada en esa
situación perdiendo su subjetividad y pasando
La experiencia nos demuestra cada día que la a ser objeto de lo social. El damnificado, por el
percepción del riesgo vital es distinta en cada contrario, denota movilidad psíquica y mantie-
persona y no cabe duda que el falso senti- ne su subjetividad. La mayoría ha funcionado
miento de invulnerabilidad yace de la estruc- correctamente antes del desastre, pero su ca-
tura personal del sujeto. Sin embargo, y aun- pacidad de resolución de problemas está limi-
que desconocemos qué rasgos específicos lo tada por la amenaza de la situación (12).
facilitan y qué factores situacionales y socia-
les lo favorecen, parece cierto que no es un En general, a los damnificados no se les debe
fenómeno específico de determinadas situa- considerar enfermos, aunque algunos sean
ciones (como pueden ser los actos terroris- más susceptibles y desarrollen reacciones físi-
tas), sino que también existe en otro tipo de cas y psicológicas. Entre éstos se encuentran
catástrofes. Es como si la capacidad de olvido los que (13):
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— Son vulnerables como resultado de viven- otro 15 % conserva su sangre fría y el 70 %


cias traumáticas previas. restante manifiesta un comportamiento rela-
— Tienen riesgo a causa de enfermedades jado en apariencia, con ciertas alteraciones
recientes. emocionales patológicas y pérdida de la ini-
— Experimentan estrés y pérdidas graves. ciativa (12).
— Pierden su sistema de apoyo social y psi-
cológico. Sin embargo, existen una serie de reacciones
— Carecen de habilidades para la resolución emocionales que, en principio, considerare-
de problemas. mos como normales, que se presentan en la
práctica totalidad de los individuos. Sólo en
algunos casos se observan reacciones espec-
Reacciones personales ante taculares, persistentes y repetitivas, que pro-
la adversidad y el riesgo vocan malestar social.

Muchos autores consideran que la naturaleza Las primeras reacciones de los individuos des-
e intensidad del acontecimiento es la deter- pués de ocurrir el accidente son de sorpresa,
minante más significativa de los diferentes ti- desconcierto, desolación y sentimientos pro-
pos de conducta observados, así como de la fundos de indefensión y abandono. Los pen-
patología posterior al estrés. Asimismo, se in- samientos predominantes están en relación
siste en la relación inversa que existe entre la con la muerte y/o con su vida futura si sobre-
intensidad del acontecimiento y las caracte- vive. El miedo ante la muerte y la angustia se
rísticas individuales del sujeto en la probabili- estructura sobre tres aspectos básicos: a) el
dad de aparición de respuestas maladaptati- miedo a lo que deja en vida; b) el propio pro-
vas, de tal manera que sólo cuando la magni- ceso de la muerte, y c) el miedo a lo que hay
tud del suceso sea menor, dichas característi- más allá de la muerte. En otras ocasiones se
cas se convertirían en decisivas para determi- puede producir una especie de negación ma-
nar la aparición de consecuencias psicopato- siva de lo ocurrido, con sensaciones de incre-
lógicas (14). Los acontecimientos que supo- dulidad y rechazo.
nen una amenaza inmediata para la vida del
sujeto (comienzo inesperado, toma al indivi- Tras esta primera reacción, el individuo puede
duo por sorpresa y sin preparación para instalarse en ella y adoptar una actitud de
afrontarlo, conlleva pérdidas de algún tipo), pasividad que le lleve a no buscar ayuda o in-
la duración del acontecimiento y el papel de- cluso rechazar la que se le pueda ofrecer
sempeñado por el sujeto durante la experien- cuando esto es posible. No se interesa por las
cia, son los factores que tienen mayor poten- circunstancias de lo sucedido ni por si existen
cial patógeno (15). o no responsables. Por el contrario, otros su-
jetos manifiestan ira, odio y rabia «hacia
Las reacciones psicopatológicas de los indivi- todo y hacia todos», como mecanismo de
duos en estas circunstancias están bien estu- proyección de la culpa propia (16). Si la posi-
diadas y definidas dentro de lo que se cono- bilidad de ayuda no existe y el riesgo de
ce como reacciones al estrés y trastornos muerte es muy alto, el individuo puede expe-
adaptativos secundarios al mismo. La patolo- rimentar (no necesariamente sucede en to-
gía psiquiátrica más específica que se ha dos los sujetos ni en este orden) el resto de
puesto en relación con las situaciones trau- etapas descritas por Kubler-Ross en su libro
máticas queda definida en el trastorno por La muerte y los moribundos: «La negociación
estrés postraumático. (se intenta negociar una posibilidad de esca-
pe, que en dependencia de las creencias se
La mayoría de investigaciones señalan que en dirigirá hacia la divinidad o el destino), la de-
las catástrofes, el 15 % de los individuos pre- presión (la persona es consciente de todas las
senta una reacción francamente patológica, pérdidas y ello facilita la aparición de sínto-
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mas depresivos, incluido el riesgo de suicidio) contrando la manera de disminuir su ten-


y la aceptación (el individuo asume la muer- sión y canalizar su angustia.
te).» (17). 2. Estados histéricos. Pueden manifestarse
crisis conversivas, excitomotrices, conduc-
Pero además de las reacciones individuales, tas suicidas, etc., o bien reacciones con
no debemos olvidarnos del posible compor- gran teatralidad y espectacularidad, con el
tamiento del grupo (p. ej., una expedición de objeto de llamar la atención. El personal
montaña). Así, pueden observarse conductas de rescate debe conocer estas reacciones,
colectivas adaptadas (ejecución de órdenes en especial, ante los individuos que pre-
dadas por las jerarquías o por los líderes es- senten estados amnésicos. En este caso es
pontáneos) o inadaptadas, como reacciones muy importante diferenciar si esta amne-
de pánico. Las primeras mantienen la estruc- sia es producto de un estado confusional
tura del grupo, el espíritu de solidaridad, o una reacción conversiva o disociativa.
mientras que las segundas suelen ser conse- 3. Reacciones depresivas. El riesgo, en estos
cuencia de la desorganización (12). casos, estriba en que el individuo suele
quedar desatendido por los profesionales,
En los estados de pánico se han descrito las pues está aislado y únicamente expresa
siguientes fases: sentimientos de culpabilidad, inseguridad,
etcétera, a pesar de que estos sentimien-
1. Preparación: clima de inquietud, exteriori- tos son los de mayor potencial patógeno.
zación de emociones, etc. 4. Reacciones psicóticas. Se desarrollan en
2. Shock: existe un estado de estrés colecti- personas vulnerables que presentan, en
vo, con una percepción secundaria del pe- general, antecedentes psicóticos previos o
ligro. en personas sin antecedentes pero con
3. Reacción: puede darse espontáneamente gran disposición. A veces existen cuadros
o por contagio y pueden existir comporta- psicóticos breves en individuos bien adap-
mientos impulsivos. tados en situaciones de fatiga extrema o
4. Resolución: se recupera la lucidez, la auto- alteraciones emocionales muy intensas.
crítica y la reorganización social. 5. Reacciones de neurosis traumática. Están
determinadas por el shock emocional y se
Parece que la finalización del estado de páni- manifiestan después de un tiempo de laten-
co está más en relación con la sucesión siste- cia, que puede ser muy breve (horas), tardía
mática de estas fases que con la finalización (una semana o más) o muy tardía. Se expre-
real del peligro. san como un síndrome de repetición (revive
escenas, crisis emotivas, etc.) y por una re-
Respecto al análisis de las reacciones anor- organización de la personalidad a un modo
males y de la patología psiquiátrica secunda- regresivo infantil (actitud de dependencia,
rio al hecho traumático, podemos diferenciar búsqueda de protección, etc.). Si esta situa-
(18): ción no es tratada, se cronifica. La escuela
norteamericana clasifica las reacciones neu-
1. Estados de ansiedad. Se pueden manifes- róticas traumáticas como trastorno por es-
tar como ansiedad flotante elevada y con- trés postraumático, constituido como enti-
tinua o bien, de forma paroxística, en cri- dad clínica en los años ochenta del pasado
sis. El individuo puede estar inquieto, lige- siglo en un intento de agrupar los síntomas
ramente agitado, etc., presentando sínto- que presentaban los supervivientes de con-
mas físicos (dolor precordial, espasmos di- flictos bélicos. Este trastorno queda defini-
gestivos, temblor, etc.) y/o psicológicos do de la siguiente forma (19):
(aprensión, sensación de pérdida de con-
trol, de muerte inminente, etc.). En la ma- — Exposición a un acontecimiento traumá-
yoría de las veces, los sujetos acaban en- tico.
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— El acontecimiento es reexperimentado En general, las primeras reacciones suelen es-


persistentemente a través de recuerdos, tar marcadas por la necesidad de minimizar
sueños, etc. las consecuencias de lo sucedido, evitando en-
— Existe una evitación de los estímulos aso- trar en detalles (20). El malestar que supone
ciados con el trauma y un embotamiento hablar de episodios que pueden resultar horri-
de la reactividad del individuo. bles conduce, en ocasiones, a no preguntar al
— Existen síntomas de aumento de la activa- individuo por su experiencia y por las repercu-
ción, como dificultad para dormir, irritabi- siones de ésta. Una actitud comprensiva y em-
lidad, hipervigilancia, etc. pática (pero no dramática), respetuosa y no in-
— Estas alteraciones se prolongan más de vasiva evitará la falta de colaboración del indi-
un mes. viduo. Habitualmente esta falta de colabora-
— Provocan malestar clínico y deterioro so- ción viene determinada por la dificultad para
cial o laboral del individuo. expresar lo que le ocurre y en ello influyen di-
versos factores: salvaguardarse de posibles da-
ños, miedo al rechazo, dificultades de memo-
Actitud de los profesionales ria y atención, evitación de todo aquello que
pueda rememorar lo sucedido, no mostrar de-
Cuando sea posible, en primer lugar, será im- bilidad ante los demás. En algunos casos in-
prescindible lograr un entorno seguro que fa- cluso existe un desconocimiento respecto a lo
cilite la evaluación del sujeto y, lo que incluso que les ocurre, sin conciencia de las limitacio-
es más importante, evitar los posibles efectos nes que pueden padecer y esto supone la
retraumatizadores de la intervención clínica. puesta en marcha de mecanismos de defensa
como la negación o la escisión (16).
Los profesionales y voluntarios pueden ma-
nifestar reacciones inadaptadas, que sin ser Una exploración y reconocimiento físico es
francamente patológicas suelen comprometer siempre imprescindible. Si existen malas noti-
la eficacia de su trabajo e influir negativamen- cias, será preferible omitirlas, pero si son soli-
te sobre las personas en situaciones de adver- citadas, habrá que trasmitirlas de forma pro-
sidad o en catástrofes. Pueden padecer un gresiva para permitir que la persona vaya
shock emocional inicial o prolongado. El pri- adaptándose a la realidad.
mero se manifiesta por un breve período de
inhibición motriz, olvido momentáneo de los Los hechos descritos no sólo son de aplica-
actos que se deben realizar y repetición mecá- ción a los profesionales sanitarios, sino tam-
nica de gestos inútiles. En general, esta reac- bién a cualesquiera otros que intervienen en
ción que Crocq y cols. (18) denominan «perío- las distintas fases de atención en estos casos
do sensible inicial» es muy breve y pasa rápi- (protección civil, guardia civil, etc.). De he-
damente. Pero también puede prolongarse en cho, lo ideal sería que el personal que atien-
el tiempo, apareciendo indecisión, hipoprose- de en estos sucesos tuviese una formación y
xia y realización de la actividad de forma auto- experiencia específicas, como solicitan insis-
mática, como en un estado de despersonaliza- tentemente los individuos que han sufrido
ción, que suele ser efímero. catástrofes o sucesos traumáticos.

MEDIDAS DE ACTUACIÓN ANTE PACIENTES


CON PATOLOGÍA PSÍQUICA EN DICHAS CIRCUNSTANCIAS
La importancia que puede tener la psicopato- dente. Es más discutible el mecanismo por el
logía previa del sujeto en la respuesta a la si- que dicha patología actuaría como factor de
tuación de adversidad es una cuestión evi- vulnerabilidad para el desarrollo de síntomas.
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En cualquier caso, lo que sí parece demostra- 1. Pacientes con retraso mental (niños, adul-
do es que la presencia de antecedentes psi- tos).
quiátricos personales es un factor de riesgo 2. Pacientes con patología mental grave, fre-
para el desarrollo de cualquier tipo de pato- cuentemente diagnosticados de psicosis
logía postraumática (16). (esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo,
trastorno delirante, etc.) y que acuden a
Las circunstancias que pueden rodear cual- unidades de rehabilitación (centros de día)
quier suceso donde se encuentren individuos o están institucionalizados (unidades de
en condiciones adversas, de aislamiento (p. media-larga estancia).
ej., un accidente de montaña) son muy dis- 3. Pacientes afectos de un trastorno genera-
pares y dependerán de la propia localización, lizado del desarrollo (p. ej., autismo).
tipo de estancia, número de miembros del
grupo, etc. Respecto al primer aspecto, po- A continuación expondremos una breve y su-
demos entender que la diferente accesibili- cinta descripción de dichas patologías (19)
dad ya representará un condicionante en la con el objetivo de, posteriormente, elaborar
intervención. El tipo de estancia también será unas normas mínimas de actuación y aborda-
variable, siendo frecuente la existencia de je en las circunstancias ya mencionadas y
campamentos de verano y/o excursiones, con ante este tipo de pacientes.
estancias habitualmente de pocos días de du-
ración o incluso visitas de día único.
Retraso mental
El perfil de los individuos, en este caso, pacien-
tes con patología mental, que suelen acceder a Entendemos por retraso mental un funciona-
estas excursiones suele ser el de niños institu- miento intelectual por debajo del habitual
cionalizados, pacientes con retraso mental o con déficit en áreas específicas como comu-
adultos con patología psíquica grave. nicación, autocuidado, vida doméstica, auto-
control, habilidades sociales/interpersonales,
Las circunstancias más habituales en las que funcionamiento laboral o académico, utiliza-
suelen ocurrir los accidentes y los hechos que ción de recursos comunitarios, ocio, salud y
lo rodean, así como la comunicación y trans- seguridad. Su inicio debe ser anterior a los 18
misión de la información sobre el suceso, vie- años de edad.
nen determinadas por:
Una capacidad intelectual significativamente
— Desconocimiento del terreno. inferior al promedio se define como un coefi-
— Bajo ratio cuidador/paciente. ciente intelectual (CI) alrededor de 70 o por
— Impredecibilidad de la conducta. debajo de 70. En función de su coeficiente
— Desconocimiento de la enfermedad del intelectual tendremos:
individuo.
— Falta de colaboración del paciente y del — Retraso mental leve. CI entre 50-55 y 70
resto de compañeros. («educable»). Este grupo es el mayorita-
— No se conocen los datos del suceso y a rio, pues incluye al 85 %. Suelen desarro-
veces la información no puede ser verifi- llar habilidades sociales, de comunicación
cada. y laborales adecuadas para una autono-
— Habitualmente, los testigos son poco fia- mía mínima, adquieren conocimientos
bles. académicos que les sitúan en un sexto de
enseñanza básica, pero pueden necesitar
Los pacientes que más frecuentemente parti- supervisión, orientación y asistencia en si-
cipan en estas actividades y, por lo tanto, tie- tuaciones de estrés.
nen más riesgo de sufrir situaciones de ad- — Retraso mental moderado. CI entre 35-40
versidad suelen ser: y 50-55 («adiestrable»). Supone el 10 %
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de los pacientes con retraso mental. Es — Debemos mostrar una actitud colabora-
improbable que progresen más allá de se- dora y afable.
gundo de primaria. En la adolescencia sus — Emplear mensajes breves y claros, en un
dificultades para reconocer las convencio- lenguaje sencillo.
nes sociales interfieren en las relaciones. — Centrarse en los acontecimientos y senti-
Necesitan supervisión, aunque pueden rea- mientos actuales.
lizar trabajos en talleres protegidos o en — Reforzar la diferenciación entre lo sucedi-
el mercado general de trabajo. do (la realidad) y su fantasía.
— Retraso mental grave. CI entre 20-25 y — En principio no tienen porqué precisar
35-40. Incluye el 3-4 % de los enfermos. medicación. Si se muestra angustiado o
Pueden aprender a hablar y realizar tareas preocupado, podemos administrar una
simples y deben ser estrechamente super- benzodiazepina de vida media corta o in-
visados. termedia (lorazepam, diazepam).
— Retraso mental profundo. CI inferior a
20-25 y afecta al 1-2 % de los pacientes
con esta patología. Necesitan supervisión Pacientes con esquizofrenia
absoluta de forma continua.
La esquizofrenia se describe como una altera-
No existen características de comportamiento ción que persiste por lo menos durante seis
o de personalidad específicas. Algunos son meses e incluye, como mínimo, un mes de
pasivos y dependientes, mientras que otros síntomas como ideas delirantes, alucinacio-
son impulsivos y agresivos. La ausencia de nes, lenguaje desorganizado, comportamien-
habilidades en la comunicación puede predis- to desorganizado o catatónico o síntomas
poner a comportamientos perturbadores y negativos como aplanamiento afectivo. Existe
agresivos (21). además una alteración importante en las ac-
tividades sociolaborales.
Por todo ello, las pautas más sencillas, pero
imprescindibles, ante un paciente con retraso Existen varios tipos clínicos de esquizofre-
mental que haya sufrido un accidente o esté nia, pero por la clínica que presentan son
desaparecido serán: los pacientes con esquizofrenia residual o
paranoides estabilizados los que más fre-
— Utilizar estímulos visuales o acústicos en cuentemente participan de estas activida-
la búsqueda. des. La esquizofrenia residual se caracteriza
— Recordar que el comportamiento del pa- por la ausencia de ideas delirantes o aluci-
ciente en la montaña será similar a su naciones y la presencia de aplanamiento
conducta normal, es decir, dependerá de afectivo o afecto inapropiado, comporta-
su CI y capacidad adaptativa. miento excéntrico o aislamiento social. En
— No existen características físicas específi- los enfermos con esquizofrenia paranoide
cas asociadas al retraso mental. Si éste predominan las ideas delirantes o las aluci-
forma parte de un síndrome específico, naciones. Son tensos, suspicaces, descon-
estarán presentes las características de di- fiados, cautelosos, reservados y a veces
cho síndrome (p. ej., en el síndrome de hostiles (19, 21).
Down).
— Si el retraso mental es grave, aumenta la Estos enfermos han tenido y tienen experien-
probabilidad de enfermedades neuroló- cias de socialización y lo más frecuente es
gicas, neuromusculares, cardiovasculares, que no estén institucionalizados (aunque
etcétera. también pueden estar en unidades de media
— No siempre debemos esperar reacciones o larga estancia), pero que participen en acti-
violentas o de fuga o huida ante nuestra vidades de rehabilitación. Su contacto con la
presencia. realidad es relativamente adecuado.
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ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y ABORDAJE DE INDIVIDUOS EN CONDICIONES ADVERSAS 199

Nuestro comportamiento ante un paciente • Plantear un diagnóstico de presunción


esquizofrénico en situaciones de adversidad del paciente, con el objetivo de decidir si
debe tener en cuenta: se va a intervenir verbalmente o vamos a
inmovilizarlo (requeriremos ayuda de
— Asegurar la integridad física del enfermo otros miembros del equipo; lo ideal son
y del personal por el riesgo que pueden cuatro personas, una por cada extremi-
suponer sus alteraciones de conducta. dad) para prevenir daño al paciente o a
— La imprevisibilidad de sus acciones. otras personas. Si se toma la decisión de
— La baja tolerancia a estímulos sensoriales inmovilización, el intercambio verbal con
intensos: el paciente será ya inadecuado porque
• Suele existir una diferente percepción puede desencadenar mayor agresividad.
del dolor y de la temperatura. — Si precisa medicación, los neurolépticos
• Puede presentar ilusiones o distorsiones (típicos o atípicos) solos o asociados a an-
sensoriales. siolíticos (benzodiazepinas) son el trata-
— La posibilidad de que exista ideación de miento de elección.
perjuicio y posibles reacciones violentas:
• Nuestra aproximación al paciente debe
de mantener una mínima distancia de Pacientes diagnosticados
seguridad para no atemorizar (una apro- de autismo
ximación excesiva lo puede interpretar
como invasión y un alejamiento como El autismo se caracteriza por la presencia de
miedo), evitando el contacto ocular di- un desarrollo anormal o alterado desde antes
recto (desafío). de los tres años de edad. Existe una altera-
• El personal del rescate debe identificarse ción marcada de la interacción social, de las
y es preferible, la mayoría de la ocasio- conductas de relación y de la comunicación
nes, que haya pocas personas visibles. interpersonal, con comportamientos repetiti-
• Es aconsejable evitar una actitud de vos y estereotipados y una restricción en las
neutralidad escrupulosa, facilitando una actividades e intereses.
relación flexible, en tono tranquilizador, Los niños o adultos con un trastorno autista
sin emitir juicios y adaptándose a las ne- muestran poca interacción social, una clara
cesidades del momento. La conducta indiferencia hacia el calor humano, poca imi-
no verbal debe ser relajada. tación y raras veces ríen. Parecen pasivos y
• Se deben poner límites claros al paciente. extraños y evitan los contactos sociales, los
— Hay que evitar largas discusiones y pro- gestos y el lenguaje son limitados y frecuen-
porcionar la información suficiente sobre tes, en cambio, los rituales y hábitos poco
los pasos a seguir en cada momento. corrientes. Las respuestas afectivas pueden ser
— Si precisamos elementos de ayuda en la superficiales, muy sensibles a cambios peque-
búsqueda, es preferible que utilizemos ños e imprevisiblemente lábiles y extrañas.
instrumentos que emitan estímulos visua- Puede existir una percepción alterada del olfa-
les o acústicos no intensos, sin olvidar la to, el gusto o el tacto y un subdesarrollo de
posibilidad de buscarlo en lugares impre- los procesos visuales y auditivos (19, 21).
decibles.
— Por último, el personal debería conocer Ante la presencia de un paciente de estas ca-
normas mínimas de funcionamiento ante racterísticas debemos recordar:
pacientes con riesgo de conductas violen-
tas: — La posibilidad de un comportamiento de
• Seguridad: debemos sentir sensación aislamiento social, por lo que debemos
de seguridad, porque de lo contrario estar preparados para una respuesta de
interferirá negativamente en la evalua- huida o buscar, si ha desaparecido, en zo-
ción del paciente. nas despobladas o inaccesibles.
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200 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO

— En general el paciente no va a colaborar, quín de emergencias debería contener, por lo


pero no son previsibles conductas hetero- menos, algún ansiolítico oral (p. ej., clorazepa-
agresivas, aunque sí autolesivas. to dipotásico, diazepam, lorazepam) o intra-
— Habitualmente sólo responderán e inte- muscular (diazepam, clorazepato) y algún neu-
raccionarán con el cuidador. Por ello, si es roléptico oral o intramuscular (haloperidol go-
posible se debería recurrir a la voz de la tas o inyectable, levomepromazina gotas o in-
madre o del cuidador. yectable, zuclopentixol acufase, etc.).
— Es preferible no utilizar estímulos visuales
o auditivos, dado que pueden responder En resumen, a lo largo de estas páginas única-
por exceso o por defecto. A veces, se mente hemos querido enfatizar la importancia
puede utilizar la música, ya que muchos que la personalidad previa puede tener en el
de ellos tararean o cantan una canción o diferente afrontamiento de sucesos difíciles, en
la sintonía de un anuncio. los mecanismos adaptativos utilizados por los
— Si precisa medicación, especialmente si individuos y en las diversas respuestas, patoló-
muestran rabietas o conductas autolesi- gicas o no, ante tales hechos. Por último, he-
vas, se puede administrar algún antipsicó- mos analizado las posibles reacciones de los
tico (haloperidol o risperidona se han uti- pacientes mentales ante estas circunstancias y
lizado con éxito). cuáles serían las pautas de actuación más
correctas, insistiendo en la importancia de la
Por último, recordar que ante un accidente u experiencia profesional y una formación ade-
otro tipo de suceso que implique condiciones cuada para el personal que vaya a prestar sus
de adversidad o en la búsqueda de un pacien- servicios en situaciones de riesgo, con el objeti-
te desaparecido con patología mental, el boti- vo de minimizar toda esta problemática.

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