Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
com
Introducción a la
medicina subacuática (I)
S. Fojón Polanco
INTRODUCCIÓN
Las distintas agencias internacionales otor- de la patología relacionada con el buceo.
gan cada año en todo el mundo alrededor de A grandes rasgos, se exponen los funda-
un millón de nuevas licencias de buceo. La ma- mentos físicos, técnicos y fisiopatológicos
yoría son buceadores recreativos, pero no po- precisos para comprender los diversos con-
demos ignorar los biólogos, arqueólogos, téc- flictos orgánicos que genera la inmersión.
nicos, bomberos, policías y operarios de toda Necesariamente se entra en campos pro-
índole que trabajan bajo el agua o en condi- pios de varias especialidades, pero proba-
ciones hiperbáricas. Incluso la guerra se prac- blemente el otorrinolaringólogo y el inten-
tica bajo el agua. Todas estas personas com- sivista son los especialistas que más afinidades
parten la exposición a un riesgo que trataremos encontrarán con sus respectivos terrenos. La
de analizar en las siguientes páginas. perspectiva de la exposición es, no obstante,
la del médico-buceador, debido a que pro-
A pesar de su forzosa brevedad, este traba- porciona una visión más próxima, integra-
jo pretende ofrecer una panorámica global dora y realista (1).
¿MEDICINA SUBACUÁTICA?
Antes de entrar en materia, se hace obligado subacuática? La respuesta (2) es indudable-
anticiparse a la pregunta: ¿existe la medicina mente afirmativa por varias razones:
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
80 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
2 ATA (atmósferas absolutas); en caso con- y …si la densidad del cuerpo es mayor que la
trario se refleja como «atm» (ATA = atm+1). del líquido, tendrá flotabilidad negativa.
Fig. 2. Perturbaciones de la luz en el agua. Se ilustra la reflexión en la superficie, la refracción o angulación del
rayo que penetra en el agua, la absorción diferencial de las distintas longitudes de onda en función de la profun-
didad y el efecto de dispersión que generan las partículas en suspensión.
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA SUBACUÁTICA (I) 83
Una fracción del rayo luminoso, que depende mente, y buceando con botellas, también por
del ángulo de incidencia sobre la superficie, es evaporación, pues el gas comprimido que res-
reflejada de nuevo a la atmósfera. El resto piramos en inmersión ha sido previamente de-
entra en el agua, con un cierto ángulo de re- secado y se satura de humedad a su paso por
fracción y experimenta una progresiva y pe- la vía aérea. Por todo ello, la temperatura neu-
culiar absorción. El espectro lumínico penetra tra, para el cuerpo desnudo en el agua, está
de forma desigual. Los extremos del rango vi- por encima de los 30 ºC, la tolerancia a las
sible, infrarrojo y violeta, son absorbidos en desviaciones es menor y la disipación térmica
los primeros centímetros y la fracción visible es insuperable por debajo de los 28 ºC.
alcanza profundidades diferentes, perdiéndose
un color cada diez metros aproximadamente. No obstante, abrigados con los materiales ade-
A poco más de cinco metros ya se pierde el cuados podemos bucear con comodidad y
rojo y por debajo de treinta sólo se conservan seguridad incluso en aguas gélidas, pero no
los verdes y azules. Esto obliga a recurrir a la debemos ignorar que la hipotermia por in-
iluminación artificial para recuperar los colo- mersión es un fenómeno rápido y grave, po-
res verdaderos de los objetos aunque las con- tencialmente letal. El estándar de protección
diciones de luz natural sean óptimas. térmica es el neopreno, cuyo poder aislante
reside en el contenido gaseoso de sus burbu-
La transparencia del agua puede permitir una jas. Para aguas frías se recurre a trajes estan-
visión adecuada hasta unos cien metros, pero cos, que permiten la utilización de ropa inte-
la turbidez puede limitarla a escasos centí- rior, en seco, de tejidos isotérmicos. Todos estos
metros. Las partículas en suspensión dispersan materiales contienen un elevado volumen ga-
la luz provocando efectos que una mejor ilu- seoso, lo que conviene ser recordado porque
minación no puede resolver. durante la inmersión estarán sometidos a los
efectos de la presión ambiental.
Las diferencias de salinidad o temperatura en
aguas muy tranquilas provocan a veces inter-
fases (haloclinas y termoclinas, respectivamente) Respiración
con fenómenos de reflexión (espejos) muy
espectaculares. El agua no es un fluido respirable para los
mamíferos. Su contenido de oxígeno, unas
30 veces inferior al del aire, es insuficiente para
Audición subacuática el mantenimiento de los gradientes alveolo-
arteriales. En consecuencia, para nuestra ac-
La conducción del sonido en medio acuático tividad acuática disponemos de tres alternati-
es más eficaz que en el aire (1.500 frente a vas: la respiración en superficie, el buceo en
330 m/s, respectivamente). Se trasmite unas apnea y la respiración de aire comprimido.
cuatro veces más rápido y puede abarcar enor-
mes distancias. Como consecuencia, alcanza La respiración en superficie, en decúbito, como
ambos oídos casi simultáneamente, atenuán- se practica en natación, no presenta grandes di-
dose en grado sumo las nociones estereofó- ficultades, aunque con tubo o «snorkel» supone
nicas de localización y distancia. un no despreciable aumento del espacio muerto.
En posición vertical, con la cara fuera del agua,
el tórax está expuesto a la presión externa su-
Termorregulación praatmosférica del agua, que desde el manu-
brio esternal al xifoides va de 20 cmH2O a 50
En el medio aéreo la capacidad de termorre- cmH2O aproximadamente. De sobra sabemos
gulación del ser humano es óptima a 22 ºC. que respirar «contra» esa presión exige un im-
En el agua las pérdidas son 25 veces superio- portante esfuerzo inspiratorio. Pretender respi-
res, por conducción y convección especial- rar a través de una caña estando completamente
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
84 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
Fig. 3. Escena mitológica. Según Herodoto, la joven Ciana y su padre Escilias cortaron bajo el agua las amarras
de las naves de Jerjes, que a merced de la tempestad se destrozaron contra los acantilados. El sistema de buceo
de Ciana también es mitológico (ver texto).
dos los mamíferos, aunque no en todos los ingesta de líquidos en las horas previas a la
vertebrados. Consiste en apnea, cierre glótico, inmersión, pues la deshidratación resultante
bradicardia, hipertensión arterial y vasocons- viene acentuada por las pérdidas insensibles.
tricción periférica (10). Las aferencias parecen El gas comprimido para la respiración, ya lo
estar situadas en la cara, con distribución pe- hemos indicado, ha sido completamente de-
riorificial, quizá incluso mediadas por recep- secado durante la preparación y se hidrata a
tores específicos y el estímulo es el contacto saturación a lo largo de su recorrido por las
con el agua fría. La intensidad de la respuesta vías aéreas. Las pérdidas por este concepto du-
es variable y proporcional al contraste tér- plican las que supone la respiración atmosfé-
mico entre el agua y el ambiente. Evidente- rica.
mente, tiene valor de preservación vital, pues
evita la broncoaspiración, disminuye el con-
sumo global de oxígeno y redistribuye el aporte Locomoción (natación)
sanguíneo hacia los órganos vitales. El reflejo
de inmersión se ha involucrado en las super- Un nadador entrenado puede alcanzar y sos-
vivencias de niños tras inmersiones prolonga- tener la velocidad del paso (5-6 km/h) sin re-
das, pues en la población pediátrica y en aguas currir a ningún dispositivo adicional.
frías la respuesta es especialmente intensa.
El apneísta va equipado con máscara, tubo,
En el buceo en apnea, dado que se acom- traje, lastre para compensar la flotabilidad del
paña de una maniobra de Valsalva, se genera neopreno y aletas. Con la preparación ade-
también un importante estímulo vagal que pro- cuada puede alcanzar los 20 o más metros de
fundiza la bradicardia (11). Una vez en el agua, profundidad repetidamente. El buceador con
el gradiente de presión intra/extratorácico se SCUBA añade a su propio peso el de un equipo
invierte, por efecto de la creciente presión hi- que oscila entre 30 y 50 kg, lo que en total
drostática, exprimiendo una notable fracción supera fácilmente los 100 kg. El conjunto es
de la volemia hacia el territorio central de ca- muy poco hidrodinámico y presenta una enorme
pacitancia. inercia que lentifica todos los desplazamientos.
Se trata a menudo de personas sin entrena-
El frío, el esfuerzo físico y el estrés psíquico miento específico. Por todo ello difícilmente
desencadenan una respuesta catecolamínica se alcanza velocidad de crucero sostenida y
(12) que acentúa la vasoconstricción perifé- corrientes de poca magnitud aparente pue-
rica, la hipertensión arterial, la redistribución den deparar desagradables situaciones. A di-
de la volemia y el aumento del volumen la- ferencia de la natación en superficie, la ener-
tido (13). Los resultados netos sobre el gasto gía impulsora está confiada exclusivamente a
y la frecuencia cardíacos son variables debido las extremidades inferiores, con una mecá-
a los aspectos antagónicos de los mecanis- nica, que aunque mejorada por las aletas, es
mos citados. de escaso rendimiento. Como contrapartida,
la flotabilidad y protección térmica que pro-
porciona el equipo en superficie disminuye las
Excreción y osmorregulación pérdidas energéticas y mejora la tolerancia de
la espera cuando es la embarcación la que se
Como consecuencia de la redistribución cen- desplaza hacia el buceador.
trípeta de flujos que hemos descrito, se pro-
duce un estado de hipervolemia central rela-
tiva. La inhibición resultante de la secreción de Neuropsicología
la ADH, junto con la liberación de PNA pro-
duce la llamada «diuresis de la inmersión». La inmersión pone en marcha importantes res-
Para prevenir esta inoportuna poliuria, es un puestas de evitación (14) que, de hecho, impi-
error frecuente entre los buceadores evitar la den bucear a muchas personas. El aprendizaje,
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
86 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
al margen de los aspectos estrictamente técni- buceo seguro y un criterio importante para la
cos, consiste esencialmente en la superación de selección del buceador.
estas respuestas, en beneficio de los indudables
atractivos del buceo. Más importantes que es- La exposición al nitrógeno a presiones su-
tos mecanismos primarios, son las reacciones praatmosféricas produce un efecto neurotó-
descontroladas de pánico, independientes de la xico peculiar, que veremos más adelante,
naturaleza o intensidad del estímulo que las denominado narcosis por gases inertes, co-
origina. Estas reacciones son difíciles de prever nocido entre los buceadores como «borra-
y educar, y los frecuentes errores que provocan chera de las profundidades», cuyas manifes-
están en el origen de muchos accidentes. taciones a las cotas de buceo recreativo
(placidez, euforia) son sutiles o incluso dis-
Un estado psíquico maduro, sereno y equili- cutibles. A mi juicio, no es ajena a los atrac-
brado es sin duda la mayor garantía de un tivos del buceo.
PATOLOGÍA NO DISBÁRICA
Patología casual, accidental por zambullida o por embarcaciones, confina-
e incidental mientos en cuevas y pecios por extravío o por
quedar atrapado, extenuación por corrientes y
Cuando nos referimos a la patología del bu- remolinos, etc. Es notable el hecho de que los
ceo, automáticamente pensamos en la enfer- problemas derivados de averías en el equipo son
medad por descompresión. Veremos, en su también muy infrecuentes. Los siniestros acci-
momento, que esta entidad es responsable de dentales, su prevención y asistencia entran en
una escasa proporción de la patología suba- el ámbito de la logística y técnica del buceo, pre-
cuática y de una mínima mortalidad. Los si- vención de riesgos laborales u otros, ajenos en
niestros subacuáticos responden en mayor me- cualquier caso a nuestro objetivo.
dida a patología que no guarda relación
etiológica directa con la inmersión. Llamaremos patología incidental a los percan-
ces subacuáticos que no guardan una rela-
No es preciso aclarar que cualquier alteración ción proporcionada entre su causa y sus con-
de la consciencia que se produzca bajo el agua secuencias. No se trata de una mera digresión.
puede conducir al ahogamiento. A éstas y otras Bajo el agua, un pequeño problema puede
perturbaciones patológicas que coinciden con generar una reacción equivocada y conducir a
el buceo sin guardar relación causal, las agru- un siniestro de mayor envergadura. La secuencia
pamos bajo la denominación de patología característica en este tipo de problemas es:
casual o coincidental. La actitud ante ella es incidente, estrés, pánico, reacción incorrecta,
evidentemente preventiva y por ello le dedi- generación de nuevo problema y siniestro.
caremos un apartado sobre la aptitud médica
para el buceo. Mediante la valoración previa El incidente, por definición, es resoluble in situ.
del candidato a buceador tratamos de detec- Un corte, pinchazo o cualquier otra pequeña
tar, por ejemplo, la patología que pudiera pro- lesión, la inundación o pérdida de la más-
vocar un síncope durante la inmersión. cara, la caída del regulador de la boca, el
sentirse atrapado por redes u otras artes de
El segundo apartado sin relación etiológica di- pesca, son los más típicos. El enfoque correcto
recta es el constituido por la patología accidental. es su control o resolución, a la cota a la que
Tampoco es preciso extenderse. Un accidente nos encontremos, para posteriormente, con el
bajo el agua puede ser causa de ahogamiento. incidente resuelto, valorar la conveniencia de
Los accidentes característicos son traumatismos abortar la inmersión. El incidente genera es-
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA SUBACUÁTICA (I) 87
trés, que bien canalizado contribuye incluso a — Forma acentuada del «reflejo de inmer-
la resolución del mismo, pues puede aumen- sión». Acentuada por un acusado con-
tar la eficacia y determinación de nuestros traste térmico, por la coincidencia con
actos. Sin embargo, mal dirigido conduce al una maniobra vagotónica como la de Val-
pánico, el peor enemigo del buceador. El con- salva, típico de la entrada en apnea, o
trol del estrés es una disciplina que se aprende simplemente por asentar sobre una va-
y se practica mediante una instrucción espe- gotonía basal. El resultado es una bradi-
cífica. No debe confiarse a la improvisación. cardia que podría conducir a la incons-
La respuesta típica de pánico bajo el agua con- ciencia.
siste en el abandono del regulador y la emer- — Síncope cardiogénico por bloqueo completo,
sión súbita. Obviamente, esta reacción puede con disociación A-V; desencadenado tam-
producir aspiración de agua, asfixia, baro- bién por el «reflejo facial» en un portador
trauma, y en su caso, patología descompre- de un bloqueo previo de grado inferior.
siva. Adicionalmente, la respuesta de pánico — Arritmias o vasoespasmo coronario indu-
deja sin resolver el problema que la condicionó cidos por el frío.
y añade un segundo problema (abandono del — Espasmo laríngeo por broncoaspiración ac-
regulador, alejamiento del compañero, ascenso cidental de agua.
incontrolado, etc.), que añadido al primero — Broncospasmo a frigore.
crea una situación mucho más complicada, — Espasmo diafragmático (respiratorio) de-
que queda prácticamente en manos de la pe- sencadenado por el frío.
ricia del compañero. — Síncope por hipotensión mediado por el
conflicto vasodinámico entre la vasocons-
De todos los incidentes primarios, los que tie- tricción esplácnica impuesta por la entrada
nen prioridad son: con SCUBA, la respiración, en el agua y la vasodilatación del mismo
y en apnea, la liberación. En el primer caso territorio que exige la digestión.
disponemos de otros tres reguladores a los que — Otros factores: síncope psicógeno, hipo-
recurrir si no encontramos el propio (el alter- termia, impacto mecánico contra el agua.
nativo y los dos del compañero), y en el se-
gundo, hay que recordar dar prioridad al corte Se trate de una, varias, o una mezcla de en-
sobre la tracción. El abordaje correcto del in- tidades, su prevención consiste en iniciar la
cidente pasa, en cualquier caso, por un ins- inmersión lentamente, estando previamente
tante de reflexión destinado a la búsqueda y refrescado, bajo control visual directo y evi-
planificación de la solución según pautas sis- tando los períodos posprandiales.
tematizadas. Con la adecuada preparación,
todo ello implica sólo escasos segundos. Con equipo autónomo, la entrada en el agua
es un momento especialmente delicado.
A todos estos factores se unen los 100 kg del
Hidrocución buceador equipado.
Este cuadro es un modelo de confusión con- Un error incidental, como la botella cerrada
ceptual y terminológica. Sin embargo, nadie y/o el chaleco-flotador deshinchado puede su-
niega la existencia de un síncope específico poner que el buceador se hunda progresiva-
producido ocasionalmente por enfriamiento mente y descubra que su regulador «no da
súbito al contacto con el agua (15). Su gra- aire». El incidente se resuelve al alcanzar la su-
vedad e importancia estriba una vez más, en perficie en apnea y pedirle al compañero que
que, por razón del medio, puede conducir al te abra la botella, para inmediatamente inflar
ahogamiento. Se le llama también «síncope el chaleco. Es una maniobra sencilla y breve,
termodiferencial» y, nos guste o no, corte de irrelevante incluso, pero la coincidencia de una
digestión. En su patogenia se han implicado hidrocución, la inatención del compañero o
todos los posibles mecanismos sincopales (16): el pánico, pueden detonar el siniestro.
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
88 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
único matiz de que debe prolongarse la RCP la serie de Conn, 33,3 % y 23,9 % de mor-
avanzada. Como ya hemos señalado, el reflejo bilidad y mortalidad, respectivamente. Pacientes
de inmersión y la hipotermia pueden añadir con PIC elevadas han sido tratados, bajo mo-
tiempo de viabilidad al semiahogado, espe- nitorización, de forma agresiva, sin eviden-
cialmente en la población pediátrica (20). Re- cias de resultados netos favorables.
cuérdese, asimismo, el aforismo de Reuler.
Se ha descrito necrosis tubular aguda por
Debe obtenerse radiografía de tórax, de co- pigmentos o puramente hipóxica, hemólisis,
lumna cervical (los deportes náuticos son los rabdomiólisis y CID.
más frecuentemente responsables de lesio-
nes del cuello) y gasometría arterial. Man- La mortalidad global del cuadro es del 12 %,
tendremos monitorizados el ECG y la SaO2, mientras que otro 2-9 % de pacientes que-
prestando especial atención a las arritmias, dan con secuelas. El marcador pronóstico fun-
propiciadas por la hipotermia, hipoxia y aci- damental es el estado neurológico tras las ma-
dosis, e instauraremos ventilación mecánica niobras de recuperación.
en caso de estar indicada. Las modalidades
no invasivas pueden resultar especialmente
adecuadas. Otitis externa
Tras la recuperación inicial casi siempre per- La peculiar anatomía del conducto auditivo ex-
siste cierta hipoxemia. El desarrollo de un SDRA, terno (CAE) facilita la retención de una cierta
en fase subaguda, vendrá dado por la pér- cantidad de agua en el agudo diedro que forma
dida de surfactante, atelectasia, aspiración de el tímpano con el conducto. Esa humedad,
agua contaminada, cuerpos extraños o con- retenida en un espacio angosto, contaminado,
tenido gástrico. Esto sucede hasta en un que aporta contenido bacteriano y materia or-
40 % de los casos, pero parece tener mejor gánica, proporciona un caldo de cultivo óp-
resolución que los de otras etiologías. También timo para la otitis externa. Adicionalmente
puede presentarse edema de pulmón debido algunos componentes del cerumen de función
a sobrecarga de volumen, por lo que puede protectora y pH ácido pueden haber sido la-
ser conveniente la inserción de un catéter de vados por las sucesivas inmersiones. De he-
oclusión pulmonar. El manejo del distrés no cho, esta es la patología más frecuente en el
tiene particularidades específicas. nadador y el buceador (21), que se verá faci-
litada por una deficiente higiene, lesiones
No se aconseja la profilaxis antibiótica, salvo mecánicas epiteliales o por la obstrucción del
que se trate de aguas muy contaminadas y conducto.
puede recogerse y cultivarse una muestra que
oriente la antibioterapia. Conviene tener pre- Nunca se deben usar tapones de oídos para
sente la posible existencia de gérmenes de gé- bucear. Insistiremos en ello al tratar del baro-
neros inhabituales como Vibrio, Franciscella, trauma.
Herellea, Pseudomonas, Listeria, Plesiomo-
nas, Edwarsiella, Chromobacterium, Aeromo- Se ha señalado el desarrollo de exostosis del
nas, Eryisipelothrix, Mycoplasma y otros. CAE con una frecuencia aumentada en los bu-
ceadores. Su etiología, posiblemente osteo-
El daño neurológico central de causa hipó- necrosis hipotérmica, no ha sido confirmada,
xica tampoco reviste particularidades, pero por pero puede contribuir a un deficiente drenaje
las razones protectoras expuestas parece te- que facilite las infecciones de repetición.
ner un pronóstico comparativamente mejor.
Los pacientes inicialmente confusos o aturdi- Se aconseja la instilación profiláctica de ace-
dos se recuperan sin secuelas, mientras que tato de aluminio tamponado en ácido acético
los que permanecieron en coma tuvieron, en al 2 % (solución de Burow).
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA SUBACUÁTICA (I) 91
cluimos a continuación algunas generalizacio- (conos) y unos pulpitos con anillos azules
nes importantes que presentamos a modo de son potencialmente letales. Ninguno de
decálogo: ellos ataca pero conviene evitarlos.
— Nunca se debe subestimar la lesión pro-
— En nuestro medio (océano Atlántico y mar ducida por un ser vivo marino, ya que puede
Mediterráneo) es absolutamente impro- tener efecto sistémico, anafiláctico o ana-
bable ser agredido por un animal marino. filactoide.
— No obstante, hay muchos seres vivos (tam- — Las heridas en el medio marino se infec-
bién en nuestro medio) que se defienden tan frecuentemente, tienen un curso tór-
muy eficazmente, incluso del contacto, por pido y una microbiología peculiar.
lo que durante el buceo se deberían to- — Los venenos que inoculan los peces son
mar ciertas precauciones. termolábiles.
— No se debe bucear sin traje, aunque la tem- — Los venenos de los cnidarios (medusas, Phi-
peratura del agua no lo exija. salia, corales, anémonas) se inactivan con
— El contacto con los «tentáculos de Physalia ácidos débiles (vinagre diluido) y se acti-
physalis» (fig. 4), carabela portuguesa o «me- van con agua dulce, por lo que se deben
dusa flotante» produce lesiones muy dolo- lavar con agua de mar.
rosas y graves. Estos apéndices miden va- — La ciguatera no es un mito, supone un
rios metros, son difíciles de ver y siguen riesgo real en el Caribe y el Pacífico sur.
siendo activos, separados de la colonia y/o Recientemente se ha descrito el primer tra-
varados en la orilla. Aunque la carabela es tamiento, al parecer eficaz, con un antie-
oriunda del Caribe, excepcionalmente puede piléptico, la gabapentina (24).
llegar a nuestras costas, obligando a las au-
toridades a clausurar temporalmente playas.
— En los océanos Índico y Pacífico hay varios Agradecimiento
grupos de animales verdaderamente peli-
grosos (23): unas pequeñas medusas (cu- A Jesús Herranz, Gonzalo Montoto y José
bomedusas), una familia de peces (escor- Vicente Valle, que supervisaron con rigor y
pénidos tropicales), un género de caracoles solvencia el original.
Bibliografía
1. Wheeler D. Diving doctor. BMJ 2003; 327: S21. 9. Desola J. Accidentes de buceo. Enfermedad descom-
2. Desola Ala J. ¿Medicina subacuática? Med Clin (Barc) presiva. Med Clin (Bar) 1990; 95: 145-156.
1990; 94: 377-380. 10. Hayashi N, Ishihara M, Tanaka A, Osumi T, Yoshida
3. Emerson GM. What you need to know about diving T. Face immersion increases vagal activity as assessed by
medicine but won’t find in a textbook. Emerg Med heart rate variability. Eur J Appl Physiol Occup Physiol 1997;
(Fremantle) 2002; 14: 371-376. 76: 394-399.
4. Shoemaker, Ayres, Grenvik, Holbrook. Tratado de 11. Duprez D, De Buyzere M, Trouerbach J,
medicina crítica y terapia intensiva, 4.ª ed. Panamericana. Ranschaert W, Clement DL. Continuous monitoring of
Madrid, 2002; 1500-1523. haemodynamic parameters in humans during the early
5. Hall, Schmidt, Wood. Principles of critical care, 2.ª phase of simulated diving with and without breathhol-
ed. Mc Graw-Hill. 1998; 1667-1680. ding. Eur T Appl Physiol 2000; 81: 411-417.
6. Spira A. Diving and marine medicine review, part I: 12. Doubt TJ. Cardiovascular and thermal responses to
diving physics and physiology. J Travel Med 1999; 6: 32- SCUBA diving. Med Sci Sports Exerc 1996; 28: 581-586.
44. 13. García-Cosío Mir F, Alberca Vela T, Rubio Sanz J,
7. Llamas A. Manual práctico de submarinismo. Grande Ruiz A, Viqueira Caamano JA, Curcio Ruigómez
Geoplaneta. Barcelona, 1999; 39-41. A, Navarro Ruiz V. Sociedad Española de Cardiología.
8. Eckert. Fisiología animal. Mecanismos y adaptaciones, Guías de práctica clínica de la Sociedad Española de
4.ª ed. McGraw-Hill/Interamericana. Madrid, 1998; 584. Cardiología sobre conducción de vehículos, pilotaje de avio-
© EdikaMed S.L. • www.edikamed.com
INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA SUBACUÁTICA (I) 93
nes y actividades subacuáticas en cardiópatas. Rev Esp Bove, Davis. Diving medicine. WB Saunders. Filadelfia.
Cardiol 2001; 54: 476-490. Edmonds C, Lowry C, Pennefather J. Diving and subaquatic
14. Koltyn KF, Morgan WP. Influence of wet suit wear medicine. Butterwoth Heinmann. Oxford.
on anxiety responses to underwater exercice. Undersea Gallar F. Medicina subacuática e hiperbárica. ISMAR. Ma-
Hyperb Med 1997; 24: 23-28. drid.
15. Gooden BA. The diving response in clinical medicine. Strauss RH. Diving medicine. Grune and Stratton. Nueva
Aviat Space Environ Med 1982; 53: 273-276. York.
16. Bove F. Cardiovascular problems and diving. SPUMS J
1996; 26: 178-186.
17. Schagatay E, Holm B. Effects of water and ambient Manuales con capítulos de medicina subacuática y/o hi-
air temperatures on human diving bradycardia. Eur J Appl perbárica
Physiol Occup 1996; 73: 1-6. Farreras-Rozman. Medicina interna, 14.ª ed. Harcourt. Ma-
18. Bove, Davis. Diving medicine. WB Saunders. drid, 2000.
Filadelfia, 1997; 207-215. Shoemaker, Ayres, Grenvik, Holbrook. Tratado de medi-
19. Strauss MB, Borer RC Jr. Diving medicine: contem- cina crítica y terapia intensiva, 4.ª ed. Panamericana. Ma-
porary topics and their controversies. Am J Emerg Med drid, 2002.
2001; 19: 232-238. Critical care clinics. Treatment of diving emergencies. In-
20. Van Meter K. Medical field management of the inju- teramericana/Mc Graw-Hill 1999;15 (2): 429-457.
red diver. Respir Care Clin N Am 1999; 5: 137-177. Hall, Schmidt, Wood. Principles of critical care, 2.ª ed. Mc
21. Information from your family doctor. Medical Graw-Hill.
problems of recreational scuba diving. Am Fam Physician
2001; 63: 2225-2226.
22. Worf N. Scuba-diving injuries. Emerg Med Serv Páginas Web
2002; 31: 147-149. DAN Europa https://www.daneurope.org/esp/espanol_.htm
23. Robinet C. Scuba diving in the tropics. Med Trop Diving Medicine on Line http://www.gulftel.com/~scuba-
(Mars) 1999; 59: 225-226. doc/
24. Pérez CM, Vásquez PA, Perret CF. Treatment of Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica
Ciguatera poisoning with gabapentin. N Engl J Med http://www.cccmh.com
2001; 344: 692-693. Rodale’s Scuba Diving http://www.scubadiving.com/trai-
ning/medicine
Scuba Diving Explain http://www.mtsinai.org/pulmo-
Otras citas de interés nary/books/scuba/welcome.htm
Scuba Doc http://www.scuba-doc.com/
Manuales de medicina subacuática
Bennet P, Elliot D. The physiology and medicine of diving.
WB Saunders. Londres.