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Humor político en tiempos de la cólera

Por: Daniel Ruge

‘Cuando Samper le presentaba una ley al Senado, se convertía en


chiste y, ahora, cuando Uribe presenta un chiste al Senado se
convierte en ley’. Muchos rieron repitiendo esa frase durante la
mañana del viernes 27 de junio de este año.

Eso debido a que el jueves anterior, cerca de la medianoche, había


aparecido en televisión el presidente Álvaro Uribe comunicando que
le pediría al Congreso Nacional el trámite de un referendo para repetir
las elecciones de 2006. Todo como reacción a la petición de la Corte
Suprema de Justicia, para que la Corte Constitucional revisara el acto
legislativo de la reelección presidencial, luego de haber condenado a
la ex-parlamentaria Yidis Medina por vender su voto al momento de
aprobar esa ley.

A la misma hora, en el canal Caracol, esperaban Tola y Maruja para


hacer su habitual aparición en El Radar, programa periodístico, que se
transmite en vivo. Como siempre sucede cuando hay alocuciones
presidenciales, la programación debió ser alterada y en consecuencia,
el dueto cómico no pudo salir al aire. A pesar de ello, la situación no
fue tan mala; todo lo contrario. Los humoristas políticos de diferentes
medios, durante los días siguientes, se regodearon haciendo chistes
sobre el anuncio del Presidente Todopoderoso. Ya sin interrupciones,
esto dijeron Tola Y Maruja:

— Oítes Maruja, ¿entendí mal o Uribe quiere repetir las votaciones del
2006?

— Pero Serpa dijo que no se le mide, que las repitan sin él (…).

— Yo veo muy complicado, Maruja, repetir esas votaciones porque


tocaría traer de Estados Unidos a los jefes paramilitares pa´ que
vuelvan a costreñir al elector.

Así lo considera Carlos Mario Gallego, quien interpreta a Tola: “Uribe


es una fuente inagotable de humor, sobre todo por lo cuadriculado
que es. Mientras más solemne el sujeto, más risible resulta. Además
colabora mucho su figura campechana, su manera desabrocha de
hablar algunas veces, su amor por las bestias (Me refiero a los
caballos, no a varios de sus ministros)”.
Gallego, más conocido como ‘Mico’, escribe los libretos de la pareja
de viejitas paisas para teatro, televisión y los adapta para la columna
de opinión ‘No Nos Consta’ que aparece todos los domingos en El
Espectador. ‘Mico’, además, es caricaturista de ese diario y ha
participado – siendo guionista y actor- en programas como La Banda
Francotiradores, de RCN Televisión, y la Zaranda, de RCN Radio.

Aún así, Jairo Chaparro, libretista de la Luciérnaga –Caracol Radio-,


afirma que, desde que él se dedica al crear guiones de humor político,
cada presidente ha dado papaya a su estilo. Empezó durante el
gobierno de Ernesto Samper escribiendo sobre el Proceso 8.000 para
Los Reencauchados; y en 1998, el mismo año en que Andrés Pastrana
entró a la Casa de Nariño, él pasó a la Luciérnaga para burlarse de las
vicisitudes políticas del proceso de paz con las FARC.

Algo similar piensa Eduardo Arias, codirector de Larrivista y libretista


de Zoociedad (éste último fue el programa donde Jaime Garzón se dio
a conocer, a principios de los años noventa). Según él, en Colombia
cada gobernante ha propiciado, sin querer, burlas sobre sí mismo en
igual medida. Supone que la percepción de que el actual presidente
ha aportado más situaciones para hacer humor, no radica en la
diferencia de sus actos sino en el tiempo que ha durado su mandato;
sin embargo, dice Arias, “el humor político no se trata de darle
garrote todo el tiempo al presidente, sencillamente se le da al que
más papaya dé”.

Pone como ejemplo la situación posterior a la muerte de Raúl Reyes:


Uribe guardó silencio ante la embestida de insultos contra el Estado
colombiano por parte del presidente Rafael Correa, de Ecuador, y
Hugo Chávez, de Venezuela. Eduardo Arias, considera que esa actitud
del Presidente colombiano fue acertada. Por eso el tema central de la
edición número uno de Larrivista, que salió en marzo de 2008, fue el
comportamiento de los dos jefes de estado vecinos.

Otro punto de vista tiene Julio César González, ‘Matador’, caricaturista


del periódico El Tiempo. Aunque hace caricatura a nivel nacional
desde 2004, este pereirano rápidamente se ha posicionado como uno
de los mejores, debido a su interpretación humorística de la realidad.
Para González, desde que Uribe tomó posesión, todo gira alrededor
suyo y eso aumenta su exposición en los medios de comunicación, lo
cual se traduce en material abundante para hacer chistes políticos.

Para ‘Matador’, hacer caricatura tiene un componente de denuncia


social muy importante. No teme decir que todos los políticos -incluido
Uribe- son unas ratas de alcantarilla y le gusta hacer caricatura con el
ánimo de denunciar situaciones que él considera injustas: “…hay que
seguirle la pista al dinero porque ahí está el poder en este país (…) la
política aquí se reduce a puestos y contratos”, así se expresa para
demostrar su indignación ante la concentración de poder y riqueza en
sectores muy reducidos de las clases altas. A pesar de ello, cree que
expresarse de esta forma puede tener dos efectos contrarios: por un
lado, que el humor sea un lubricante en el pensamiento de muchos y
les permita entender la gravedad de lo que sucede; pero, para otros –
poco inteligentes según él- “la cosa pierde seriedad y creen que es un
simple chiste”.

No obstante, Jairo Chaparro señala que su labor se limita


simplemente a entretener. Aunque La Luciérnaga, tarde tras tarde,
denuncia irregularidades y desfalcos en el gobierno nacional y en
gobiernos locales, Chaparro manifiesta que su tarea es estar
informado de los hechos que ocupan la agenda periodística de
diferentes medios; para seleccionar luego, las noticias a las que se les
pueden encontrar un ángulo cómico. A su juicio, lo que sucede es que
los escándalos de corrupción son los hechos que mejor funcionan
para crear parodias de corte político dentro del formato de ese
programa radial.

Respecto a eso, Eduardo Arias señala que en este tipo de oficio hay
que diferenciar entre denunciar y burlarse de algún personaje público
por algún interés propio. Para el codirector de Larrivista, convertir eso
en un asunto personal significa correr el riesgo de hacer el ridículo
publicando un chiste privado. Por su parte, ‘Mico’ no le da muchas
vueltas al asunto y así lo resume: “El humor político, y el humor en
general, tiene como primer deber divertir. Si además de divertir, hace
reflexionar ¡Eureka! (…) Cuando el humorista se cree evangelizador
se vuelve serio y aburrido. No creo que nadie cambie de ideas
políticas por un chiste.”

Para bien o para mal, señala Arias, quienes hacen reír basados en
situaciones políticas dependen de la actualidad, pues los contenidos
que generan deben ser bastante claros por varias razones: el chiste
es una reinterpretación inesperada de un hecho ya conocido; en ese
sentido, la mayoría de formatos no tienen el espacio suficiente para
explicar previamente el hecho noticioso que parodian; y además,
inventar la cantidad suficiente de chistes con calidad, para surtir la
sección que se tiene cada determinado tiempo en un medio de
comunicación, solo se logra cuando el asunto al que se hace
referencia en la parodia es ampliamente conocido por la opinión
pública. Por tales razones, concluye Eduardo, este tipo de humor no
puede pretender incluir nuevos asuntos –como denuncias- en el
panorama noticioso, simplemente puede reforzar los temas que ya
están presentes allí.

No obstante, Vladimir Flórez ‘Vladdo’, -según el perfil que aparece en


su blog:http://havladdorias.blogspot.com/- se define “Antiuribista
purasangre (desde que Uribe tenía el 2% en las encuestas, ya sabía
que la cosa iba a salir mal)”. Su página de caricaturas en la revista
Semana, incluye todos los domingos, por lo menos, un apartado
dedicado al Presidente. La sección Palacito Presidencial, aunque inició
en el gobierno de Pastrana, se ha convertido en un símbolo de todo lo
que su autor considera las metidas de pata de Uribe.

Vladdo, incluso financia y publica su propio periódico opositor: Un


Pasquín. Allí, entre columnas de opinión de reconocidos opositores y
algunas denuncias, la mayoría en tono paródico, Flórez se da gusto a
sus anchas para publicar muchas más de sus caricaturas y escribir lo
que quiere en contra de Álvaro Uribe. En una entrevista concedida al
portal prensalatina.com en febrero pasado, dice que es un trabajo
que se sintió obligado a hacer, ante la evidente falta de objetividad
de los medios Colombianos con respecto al Presidente.

En la misma entrevista, le preguntaron a ‘Vladdo’ si alguna vez


alguien le había hecho algún reclamo por sus caricaturas. A lo que él
respondió que no le había pasado, pues según él “Los políticos son
como las prostitutas, lo que les importa es que hablen de ellos”.

Dos meses después de esas declaraciones, en abril de 2008, ‘Vladdo’


adicionó a su Palacito Presidencial la imagen de monseñor José María
Escrivá de Balaguer, fundador de Opus Dei, ironizando el hecho de
que el Presidente y varios de sus colaboradores pertenecen a esa
comunidad de la Iglesia Católica. Luego de esto, ‘Vladdo’ recibió una
llamada del secretario de prensa de la Casa de Nariño César Mauricio
Velázquez, en la cual el funcionario le manifestaba su molestia por lo
que consideraba el irrespeto a sus creencias religiosas. El
caricaturista declaró en un artículo a la revista Semana –donde
publica sus viñetas- que no se sintió presionado: "Más que un
reclamo, sentí que estaban dolidos por no haber puesto un símbolo
religioso, sino a Escrivá de Balaguer".
En ese mismo sentido, pero con otras palabras, Arias, Chaparro,
‘Mico’ y ‘Matador’ afirman que tampoco han tenido problemas, ni
censuras por parte de este gobierno. “Me han dicho que ese man (el
Presidente Uribe) no le pone cuidado a estas vainas, que nunca las ve
y le tienen sin cuidado”, agrega Eduardo Arias.

En relación con esto, el libretista de La Luciérnaga, recuerda -sin darle


mucha importancia- que en el último año de la presidencia de Andrés
Pastrana se ejercieron presiones indirectas (a través de la Dirección
de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN) para que Édgar
Artunduaga, uno de los periodistas del programa en esa época, dejara
de opinar en contra del gobierno. Lo anterior, desató una crisis que
avizoró en final de uno de los espacios de mayor tradición radial en la
historia reciente. Esto terminó con la salida de Artunduaga de Caracol
Radio y con la renuncia de Hernán Peláez como director de La
Luciérnaga, en protesta por lo sucedido. Peláez regresó un año
después con el cambio de gobierno. La Casa de Nariño nunca aceptó
su responsabilidad y lo negó todo.

A pesar de todo esto, lo cierto es que en Colombia existen espacios


de humor político que funcionan. Es claro que sería ideal abrir más
espacios de este estilo, o tener alguno como el que señala Eduardo
Arias, quien reprocha que en la actualidad no exista un programa
televisivo de referencia importante en cuanto a este género del
humor, así como lo fueron en el pasado Zoociedad, Quack e incluso
La Banda Francotiradores. Por otra parte, elogia esfuerzos como el del
programa ¿Hay Con Quién? –CityTV-, y finalmente también destaca
que Internet se erige como el medio de comunicación más importante
para el desarrollo de nuevas propuestas humorísticas que se burlen
del poder; sin embargo, advierte que es un nueva forma de
comunicación y que Colombia aún no la entiende totalmente.

Para ilustrar ese conflicto, recuerda el problema reciente con las


autoridades que tuvo el profesor de la universidad de Los Andes,
Lucas Opina, al publicar en un portal web -dedicado a reflexiones
artísticas- una parodia. El catedrático remedó el comunicado que
emitió el M-19, cuando esa guerrilla robó la espada de Simón Bolívar,
para crear otro comunicado. En este caso, un documento ficticio que
reivindicaba el robo, en Bogotá, del grabado de Goya 'Tristes
presentimientos de lo que ha de acontecer', con un mero objetivo
reflexivo y humorístico. De pronto y sin mayores explicaciones, varios
noticieros dieron por cierto el texto y la Policía no lo descartó dentro
de sus pesquisas. Ante tal suceso, Ospina, que llegó a ser requerido
por la fiscalía, debió aclarar ante los medios que su creación era
ficticia. Por lo cual, dijo que lo sucedido equivalía a tomar por reales y
ciertas, las declaraciones que hace el imitador del Presidente en La
Luciérnaga.

‘Mico’ cita a McLuhan y recuerda que este teórico de la comunicación


pronosticó en los años setenta que el mundo sería una aldea global
en comunicaciones. Él tiene la esperanza de que Tola y Maruja
encuentren su pasaporte a la posteridad mediante la web
tolaymaruja.com, allí se pueden ver, leer, y escuchar las opiniones de
este par de señoras. Así mismo, ‘Matador’ actualiza constantemente
su blog de caricaturashttp://matadorcartoons.blogspot.com/ y declara
que a través de esa herramienta tiene contacto, casi en tiempo real,
con sus lectores, lo cual le funciona como la mejor retroalimentación
de su trabajo… eso aunque todavía no piense en la posteridad, pues
no lo desvela pensar en lo que viene para él. Por ahora se siente muy
afortunado de vivir bien, trabajando en lo que todavía considera un
pasatiempo.

Sin embargo, ‘Matador’ indica que en los periódicos regionales –


donde inició su carrera en 1998- hay caricaturistas de gran nivel, pero
se les paga muy poco. Él mismo, en muchas ocasiones trabajó gratis,
todo por pura pasión. Además de caricaturistas, existen nuevos
imitadores, y escritores satíricos de muy buen nivel. A ellos ‘Mico’ les
da un consejo que, aclara, nunca le han pedido: “Deben mantenerse
lo más lejos posible del poder o conseguirse un consulado”.

Finalmente, vale la pena revisar la respuesta de Eduardo Arias a la


pregunta ¿Cómo se imagina el trabajo de Jaime Garzón durante el
gobierno de Uribe?: “Yo creo que Jaime hubiera sido el mayor crítico,
habría desarrollado mucho más sus personajes sacados del común
(…) Jaime, como dijo Antonio Morales (libretista de Quack), hizo algo
que nadie más logró, y es que saltó esa barrera de los medios para
convertirse en un personaje real…por eso lo mataron, por eso y
porque quién sabe qué información tenía de los paras…pero
básicamente Jaime fue alguien que con un personaje como Heriberto
de la Calle saltó de la ficción a la realidad…hoy me lo imagino con un
repertorio de imitaciones muy grande, entre esas, la de Uribe”.
Caricatura: @sancochorep

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